El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó a los líderes mundiales asistentes a la cumbre a planificar un futuro sin la presencia de combustibles fósiles, argumentando que no hay otra forma de frenar el calentamiento global.
“No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera contra incendios de combustibles fósiles (…) El límite de 1,5 grados solo es posible si finalmente dejamos de quemar todos los combustibles fósiles. No los reducimos. No los reducimos”, sostuvo Guterres.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva señaló que en lugar de unir fuerzas, el mundo libra la guerra, alimenta las divisiones y profundiza la pobreza y la desigualdad.
“Si no dejamos de lado nuestras diferencias en nombre del bien común, la vida en el planeta estará en peligro y será demasiado tarde para llorar”, afirmó el mandatario brasileño.
“Nos enfrentamos al que tal vez sea el mayor desafío que la humanidad haya enfrentado jamás”, remarcó.
Más de una veintena de países han acordado durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) de 2023 triplicar la capacidad actual de la energía nuclear a nivel global para 2050.
Los países firmantes, entre los que se encuentran entre otros Estados Unidos, Bulgaria, Canadá, República Checa, Finlandia, Francia, Ghana, Hungría, Japón, Corea del Sur, Países Bajos, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido, se comprometen a “trabajar juntos para avanzar en el objetivo global de triplicar la capacidad de energía nuclear desde 2020 hasta 2050, reconociendo las diferentes circunstancias internas de cada participante”.
El anuncio lo hizo en Dubai el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, junto a varios líderes como el presidente francés, Emmanuel Macron, quienes señalaron que la energía nuclear es clave para alcanzar la neutralidad de carbono, en la lucha contra el cambio climático.
Los líderes mundiales, apoyados por países en desarrollo, reconocieron públicamente que “la realidad de los hechos y la evidencia nos dicen que no se puede llegar al cero neto en 2050 sin algo de energía nuclear”, en palabras de John Kerry.
“No estamos argumentando que esta vaya a ser absolutamente una alternativa radical a cualquier otra fuente de energía”, dijo Kerry.
“No hay ideología detrás de esto”, insistió.
Los firmantes aprovechan para invitar a los accionistas del Banco Mundial, las instituciones financieras internacionales y los bancos de desarrollo regionales a fomentar la inclusión de la energía nuclear en las políticas de préstamos energéticos de sus organizaciones.