El 31 de Enero, AgendAR publico «DIOXITEK la «privatizable» menos conocida». Pero no todos los diputados nos leen por eso y como en estos dias tienen que votar sobre el destino de esta estrategica empresa, insitimos.
En el marco del debate en torno a la Ley “Bases y Puntos de Partida para la libertad de los argentinos” (Ley Ómnibus) que propone la conversión de empresas estatales de cara al inicio de procesos de privatización, el legislador macrista, Damián Arabia, emitió declaraciones insólitas al desconocer la labor de una compañía estratégica para el sector de Salud y de Energía.
Arabia, en diálogo con Reynaldo Sietecase, desconoció el rol clave de la empresa de alta tecnología especializada en el desarrollo de insumos para el sector de salud y de energía que, entre otras funciones y labores, se destacó por abastecer a las centrales atómicas de Atucha y Embalse.
La participación de una empresa en el sector nuclear implica que alcanza grados de tecnificación, transferencia de tecnología e incorporación de I+D. que no tienen la gran parte de las empresas. Ese es el caso de Dioxitek.
“Que alguien me diga qué carajos es Dioxitek“, dijo el legislador que está debatiendo en estos momentos si la empresa ingresa en la lista de compañías a privatizar. “Saquemos una encuesta a ver cuántos argentinos saben qué es Dioxitek“, dijo el legislador para justificar el apoyo a la norma que busca privatizarla.
Arabia desconoció el rol clave de una empresa que es considerada estratégica ya que abastece a un sector en crecimiento y que respalda la provisión de energía para el país, aportando a cuestiones tan elementales como la conexión a internet o el funcionamiento de las PyMEs.
¿Qué es Dioxitek?
Dioxitek es una empresa que se dedica a generar polvo de dióxido de uranio y a producir fuentes selladas de Cobalto 60. El polvo de dióxido de uranio es utilizado para producir elementos combustibles que abastecen centrales nucleares que generan electricidad para millones de habitantes.
Por su parte, las fuentes selladas se utilizan para preservar alimentos, esterilizar insumos quirúrgicos para medicina, tratar residuos hospitalarios patogénicos y enfermedades cancerígenas.
Más información en: dioxitek.com.ar/
La empresa cumple un rol fundamental en aspectos sumamente relevantes de la salud y del bienestar del país y fue creada por el Poder Ejecutivo Nacional en 1996 y puesta en marcha en 1997.
Actualmente la Secretaría de Energía ejerce la titularidad del 51% del Capital Social, del 48% es titular la Comisión Nacional de Energía Atómica, mientras que el Gobierno de la Provincia de Mendoza es titular del 1% restante.
Hoy Dioxitek tiene en proyecto la construcción de una planta en Formosa.
AgendAR contesta:
¿Damián Arabia, diputado, quiere privatizar una empresa porque no la conoce? Apa.
Debería haber hecho los deberes antes de votar a favor en la Cámara, pero no. Creo que el carácter estratégico de Dioxitek está contestado en el artículo de Periferia Ciencia. El joven y enérgico diputado puede leerlo y saber qué carajos es Dioxitek. Pero añado, de mi cosecha:
Si alguna vez, ¡Cruz diablo!, yo o él necesitamos una gammaterapia oncológica, la fuente de radiación de cobalto 60 que se use seguramente la encapsuló Dioxitek. Y la produjo NA-SA en la central nuclear cordobesa de Embalse, que el joven y enérgico también quiere privatizar.
Si el joven y enérgico Arabia logra ambos cometidos, privatizar Dioxitek y Embalse, que pertenece a NA-SA, una forma de terapia radiante muy accesible, efectiva y barata, empleada en el tratamiento de casi el 50% de los tumores, nos va a salir más cara.
Si por situaciones más banales necesitamos una cirugía o una transfusión o simplemente donar sangre, casi todos los insumos plásticos descartables, jeringas, vías y tubos, son reciclados. Pero como esos polímeros no se bancan el calor de un autoclave, para su esterilización y reempaque deben ser irradiados con gamma por la Comisión Nacional de Energía Atómica en Ezeiza. Ahí también se usan fuentes de cobalto. Dése el gusto de cerrar Dioxitek, habrá que importar descartables, y no sólo los pacientes sino las obras sociales y las prepagas lo van a putear en japonés, Arabia.
Diputado, en las Tres Américas hay sólo dos productores de cobalto 60: Canadá y Argentina. Somos exportadores, pero tenemos autoabastecimiento. Privatice Dioxitek y alguien se lo va a llevar todo, y aquí los precios de quemar un cáncer, o al menos reducirlo, van a subir. Todas las prestaciones médicas van a subir. Ponerse una inyección va a subir: las jeringas son irradiadas.
Pero además, en su propósito de privatizar todo lo nuclear, Ud. va a perder no sólo una parte de su expectativa de vida o de su cuenta bancaria, sino su empleo.
Seguramente, aunque joven y poco informado, el enérgico Arabia recuerda los días de apagón continuo (desde el 6 al 20 de Marzo). Lo sufrieron los de habitantes del sur del AMBA sometidos a la privatizada Edesur, que reparte imparcialmente electricidad o «black outs», según venga la meteorología.
Ese de 14 días dejó sin luz, agua y cadena de frío a 202.287 habitantes. Muchos viejos solos murieron deshidratados en departamentos altos. Y ni le cuento de los bebés deshidratados en las guardias de los hospitales. Llenas de la gente con violentas diarreas y pérdida de conciencia por alimentos en mal estado. Eso sucedió finalizando la última ola de calor de las 10 de aquel verano atroz, después de tres años sin lluvias en las cuencas hidroeléctricas argentinas.
Entre las víctimas de aquel mega-apagón -y de tantos otros- está el gobierno de Alberto Fernández, Dios lo conserve en España. O más lejos, si se puede. Los apagones tumban gobiernos y bobiernos.
Ud. debería enterarse de que el mentado no es el primer nabo tumbado del sillón de Rivadavia por un combo estival de hiperinflación y apagones. Recuerdo dos radicales al menos que ni siquiera pudieron terminar su mandato, uno que se fue en limosina presidencial, y otro que se fue en helicóptero. Y le recuerdo que en casos como el de Marzo de 2023, y yendo para atrás, Diciembre de 2021 y Diciembre de 1988, el 10% y hasta el 15% de la electricidad nacional provenían de ese polvo amarillo, el dióxido de uranio, que produce Dioxitek. En ola de calor y con la red demandando casi 30 gigavatios/hora, ese porcentaje puede hacer la diferencia.
Diputado: con los ríos hidroeléctricos secos por eventos climáticos Niña, el parque térmico hecho fruta, la red de transporte de alto voltaje «tocate un tango» y la de distribución lo mismo, cuando los megaapagones coinciden con una hiperinflación, en este país los presidentes en verano patinan feo y se caen del cargo. Y se llevan puestos diputados como a Ud. de a carradas.
Ese polvo amarillento de dióxido de uranio Dioxitek lo produce a partir de octóxido de diuranio.
Como puede ver, Dioxitek es una empresa más química que metalúrgica, y ese polvo amarillo, o «yellow cake», es su «core business». Me encanta hablarle a jóvenes como Ud. en empresariés, o spanglish tilingo, ese dialecto del castellano perpetrado por las revistas de la «gente de bien», o «market friendly». Me toman más en serio.
A ese insumo, el polvo amarillo, todavía le faltan decenas de procesos fisicoquímicos y metalúrgicos adicionales para transformarse en un elemento combustible para las dos Atuchas o Embalse. No lo voy a aburrir, entiendo que Ud. no ha leído demasiado y navega la realidad por Wattsapp.
Mire, fabricar elementos combustibles nucleares es más complejo que envolver un triciclo. Y no quiero abrumar con explicaciones a un joven y enérgico diputado. Que debe seguramente muy ocupado leyendo qué carajos está tratando de privatizar, sin que le importe un carajo saber de qué carajos se trata.
Me encanta decir «Carajo». Si lo hago gritando y diez mil veces seguidas, por ahí me nombran diputado.
Por lo demás, el joven y enérgico diputado supongo que sabe bien qué carajos es Aerolíneas Argentinas. Lo infiero porque lo sabe la mayor parte de los argentinos, que además entienden qué hace. Pero pese a ello, Arabia también la quiere privatizar.
Damián Arabia te privatiza si no te conoce, y si te conoce, te privatiza igual. Lo vamos entendiendo.
Tal vez el joven y enérgico Arabia sabe que Aerolíneas fue privatizada dos veces. Pero tal vez no lo sabe: no seamos prejuiciosos. La Argentina es muy complicada y él no parece muy enterado de casi nada.
Primero el nunca bien recordado Carlos Menem saneó el rojo de Aerolíneas (U$ 868 millones) con plata del estado y se la entregó desendeudada a Iberia, que la compró (es un decir) con plata de dos préstamos a nombre de… Aerolíneas, la cual empezó su carrera privada de despegue con esa deuda letal. Jamás pudo sacársela, y fue creciendo. Crash.
Es como que yo me compre la casa del joven y enérgico Damián Arabia con plata del joven y enérgico Damián Arabia. ¿Entiende, diputado? ¿Tiene casa? ¿Me mandaría fotos? Me encantaría que me venda su casa. No voy a cobrarle mucho. Pero primero, me la repara y pinta y la deja fetén y firme de papeles.
Para su ilustración, prosigo la historia, don Damián. Luego de este robo inicial contra el estado argentino, Iberia vació prolijamente a Aerolíneas. Vendió sus activos principales: toda la flota nueva de Boeing 747, rutas internacionales valiosas como las directas a Holanda, Francia, Alemania, Inglaterra y Suiza, y las combinaciones a París, Londres y Frankfurt, amén de la transantártica desde Baires a Auckland y Tokyo.
Iberia también remató las oficinas de Aerolíneas en Roma, París, Nueva York, Miami, Madrid, Bogotá, Lima y Caracas, y tres simuladores de vuelo avanzados, como no los tenía nadie en Sudamérica.
Para dar un número, de 28 Jumbos propios que tenía Aerolínea, no quedó ninguno. La Aerolíneas de Iberia en cambio, terminó sus días con una flota intercontinental vieja y alquilada. Iberia a Aerolíneas la desplumó como a un pollo, la cuarteó, la cocinó, la repartió, masticó se parte, la tragó y le tiró los huesos… a un amigo.
Se puede cuestionar si dejarse robar por el estado español, dueño de Iberia, y para peor con un socialista al frente (Felipe González) es una privatización verdadera. Probablemente no para un talibán antiestatal. Un «true believer», se lo digo en gringo para que me tome en serio.
Pero lo que siguió después me exime de convencerlo de nada.
Cuando en 200 Iberia terminó de fundir a Aerolíneas, llamó a convocatoria de sus muchos acreedores y le entregó la firma y una yapa de U$ 750 millones al amigable grupo turístico ibérico Marsans. Todo ello, bajo los ojos impasibles del gobierno o bobierno (que de ambos modos puede y debe decirse) de Fernando de la Rúa. Quien finalmente parece haber sido más afín al helicóptero que al avión.
Y Marsans, que a la sazón tenía una empresita de morondanga con vuelos charter en el Caribe y las Canarias, Air Comet, pisó la tarasca que le debía la Aerolíneas intrusada por Iberia para invertirla en cuatro nuevas unidades de negocios, Ipso pucho, empezó a caranchear los aviones de Aerolíneas, que de yapa no eran propios sino alquilados.
En castellano, le sacaba repuestos a los aparatos que no pensaba reparar en absoluto, y los instalaba en los que necesitaba para seguir volando… cada vez menos. Ninguno de los cuales le pertenecía, joya. Lo cual dio lugar a unos juicios por estafa que te la cuento.
Las unidades de negocios de Marsans eran un Ponzi perfecto. Sí, por Charles Ponzi, quien no inventó este tipo de estafa piramidal pero lo perfeccionó mucho. Otro día se lo explico mejor. Como todo Ponzi se agota, un buen día Marsans dejó de pagar sueldos, la nafta y las tasas aeroportuarias.
En 2008, la devastada Aerolíneas volvió al estado argentino, tarde y mal. Desde entonces se ha venido recauchutando como se pudo. Sí, se parece un poco a la historia de YPF con Repsol, pero no derivemos.
De Antonio Mata, el CEO de la mafia de Air Comet que terminó de reventar a Aerolíneas, me acuerdo bien. La Argentina le gustaba, aunque aquí tiene causas por defraudación, y otras también en España, donde lo engayolaron dos años.
Hablando de estafas, Mata en 2010 era el dueño del diario Crítica, al que yo le escribía una sección científica. Pero bueno, lo vació también y se quedó debiéndome un año entero de colaboraciones. A otros colegas los clavó con más guita. Siempre me acuerdo de Mata.
Pero no derivemos.
Un diputado joven y enérgico como Ud. debería conocer algo de historia nacional, y máxime si es tan reciente que -visto que gracias a Ud. a Aerolíneas se le viene encima un tercer vaciamiento- no logramos despegar de ella.
Diputado Arabia, Ud. votó por privatizar Dioxitek, una empresa estratégica que no conoce, o porque no la conoce.
En ambos casos, Ud. no merece su cargo.
Saludos atentos, carajo:
Daniel E. Arias