Embraer sigue vendiendo bien sus cargueros militares C-390 Millennium, y la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martin (FAdeA) sigue firma como proveedor de componentes estructurales del avión, confirmó la planta el 5 de noviembre, a través de sus redes sociales.
EMBRAER quiere reemplazar con su C-390 Millenium las flotas envejecidas de Hércules C-130, y le está peleando mercado a Lockheed con éxito. Se acaban de pasar al Millennium Austria, Países Bajos y, mas recientemente, la República Checa y Corea del Sur. Marruecos firmó un memorando de entendimiento.
El avance del C-390 garantiza órdenes de compra en su «upstream» de proveedores calificados. FAdeA acaba de enviar un lote a Brasil de un lower rack, un upper rack y 4 puertas de tren de nariz; sin especificar para qué aeronaves van de las que están en fabricación.
Desde el año 2011 FAdeA participa del Programa KC-390 de la Fuerza Aérea Brasileña en asociación con Embraer para la fabricación puertas del tren de aterrizaje delantero, puerta delantera derecha, rampa de acceso trasero, y cono de cola.
Comentario de AgendAR:
Ese contrato lo hizo INVAP cuando dirigió la FAdeA en 2014/15. Iba a ser de canje: componentes estructurales a cambio de aviones KC-390 terminados según una tabla de equivalencias largamente discutida y pactada.
Para la Fuerza Aérea Argentina, era una oportunidad de oro de reequipar su viejísima y escueta flota de Hércules. FAdeA inició una reconversión y reentrenamiento para fabricar piezas de formas complejas en un material nuevo para esa planta: compuestos de fibra y carbono.
Pero «Nunca faltan encontrones/cuando un pobre se divierte», como dice en el Martín Fierro. Intervino Su Graciosa Majestad y amenazó a EMBRAER con no suministrar más aviónica BAE. Los brasucas no se la esperaban. Nosotros tampoco. De modo que ahora esos componentes se siguen fabricando y entregando, pero por dólares.
Tulio Calderón de INVAP, presidente de FADEA, no es un tipo que acepte derrotas sin sacarles alguna victoria: juntó a los ingenieros aeronáuticos para transformar su nuevo dominio de los plásticos compuestos en un monomotor de entrenamiento primario militar, el IA-100 Malvina.
Pareció un momento de «FAdeA, Levántate y anda». Fue el primer avión de diseño y producción argentinos en más de 40 años. El Malvina, que es lindísimo, salió de planos a prototipo en un año. Estaba haciendo sus primeros vuelos cuando asumió Mauricio Macri y canceló totalmente la fabricación (y también la de drones). God Save The Queen.
Ninguna de ambas construcciones se retomó. Los estudios de mercado del Malvina indicaban un horizonte de exportación de al menos 300 aviones en distintas fuerzas aéreas, además del autoequipamiento nacional con unos 30 aparatos. Era suficiente para reinstalar a la FAdeA, que se ha vuelto un taller de chapa y pintura para líneas aéreas, en el mapa de los fabricantes mundiales.
Con menos que eso empezó EMBRAER en los ’70, cuando ellos eran los chiquitos y la Fábrica Militar de Aviones la grandota de la región. La vida te da sorpresas.
Si le echás dos porciones de INVAP a diez de FAdeA, FAdeA resucita.
Como consecuencia de cosas como ésta es que el presidente Javier Milei quiere privatizar INVAP y darle FAdeA a la provincia de Córdoba.
Es un modo elegante (o no) de matarlas.
Daniel E. Arias