«Están vaciando ARSAT para regalarla»

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Hace 10 años y una semana, un país menos enfermo que éste salió a calles y plazas para festejar el lanzamiento del satélite ARSAT-1. Fue como haber ganado el mundial de fútbol de 2014 (aquel año se perdió por poco): una fiesta popular. 

Cuando nuestras camionetas de mantenimiento (ploteadas con el logo de la empresa) paraban en cualquier estación de servicio del país para recargar gasoil, los empleados del surtidor, del buffet y hasta el cajero (¡Che, mirá, son de ARSAT!), salían a tomarse selfies. 

Eso duró meses. Inesperadamente, éramos un símbolo. Algunos profesionales de la empresa quedamos convencidos de que ARSAT se había vuelto un hecho irreversible.

Qué manga de pelotudos… En 2016, tras ganar la presidencia por un 1,5 %, el gobierno de Macri, usó el 100% del poder que da el Ejecutivo para discontinuar los planes de hacer 6 satélites ARSAT más, y cada vez más potentes. 

Lo hizo pese a que los satélites geo ganan plata a espuertas. Lo hizo pese a que la construcción de cada uno de los futuros estaba asegurada, y fondeada por la recaudación de los anteriores. Uno nuevo cada 3 años y hasta 2030. Eso, según la ley 27.208 de 2015. 

Macri la volteó con un decreto. Luego trató de vender el control del siguiente ARSAT en planos, el 3, a la Hughes Space. Le salió mal: se le rebelaron (inesperadamente, creo) la prensa y el congreso. 

Lo cierto es que, pese a aquel escándalo, no se volvió a construir ningún satélite argentino geoestacionario más. 

Ahora, siempre por decretazo, el gobierno de Javier Milei saca a la venta los últimos 100 MHz (megahertz) de ancho de banda de alta frecuencia en propiedad de ARSAT. 

Estaban destinados a desarrollar aplicaciones 5G para educación pública a distancia. Antes ya Macri le había cercenado a ARSAT 250 Mhz, 100 para Movistar y Personal respectivamente, y 50 para Claro.  En ambos casos la excusa es que ARSAT tiene ese capital parado al cuete. 

En ambos casos ARSAT tuvo una dirección hostil a la existencia misma de la empresa, y cuyas instrucciones por parte del Poder Ejecutivo fueron precisamente frenarla para desguazarla.

Las 104 grandes antenas que transmitían TV de alta definición gratis a las zonas donde vive el 90% de los argentinos, especialmente a jubilados y población carenciada, hoy están rotas o apagadas. Y la semana pasada Milei cruzó el Rubicón: celebró el aniversario del lanzamiento del ARSAT-1 poniendo a la venta el 49% de la firma. 

¿Habrá que hacer hoy un velorio popular? ¿Esto no amerita resistencia? A ARSAT la están carneando, y no por falta de éxito sino por exceso. 

¿Cómo pudo caer semejante firma en el olvido? El ARSAT-1 nos volvió el 8vo país del mundo con domino autónomo en diseño y construcción de satélites geoestacionarios de telecomunicaciones. 

Con ellos la firma defendió 2 posiciones orbitales que, incluso subexplotadas, generan 1/3 del PBI de una provincia como San Luis, pero sin los gastos. Podrían recaudar mucho más. Y podríamos perder mucho más. 

En 2019, al haberse suspendido “sine die” el ARSAT-3, la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas) nos intimó, según derecho, a darle la órbita 81º Oeste y la frecuencia Ka al siguiente aspirante (el Reino Unido). 

Si hubieran sido Azerbaiyán o Bangla Desh y no Inglaterra, tal vez la dirección macrista se habría encogido de hombros. Pero si los macristas aceptaban eso, y ya con florido historial diplomático de sumisión ante Su Graciosa Majestad,y de yapa con elecciones nacionales por suceder, políticamente eran boleta. Salieron como locos a alquilar el primer satélite medio ocioso en banda Ka, y eligieron el SES-17, pasado de años y ya más muerto que vivo. 

La firma luxemburguesa SES, la mayor operadora de geos del mundo, lo navegó por el cielo con sus escasas reservas de propelentes hasta la 81º Oeste y ahí sigue. Lo estamos alquilando por U$ 7 millones/año: ignoro si ese satélite gana plata o la pierde. Es como ocupar un sillón con un moribundo para que no te lo embarguen, y resume bien la política espacial del macrismo: que no haya ninguna, pero que no se note. 

Con los 2 ARSAT que pudimos poner en órbita se pagan todos los gastos de la firma, y queda saldo favorable. ¿Razones para enajenarla? Las que acabo de dar. Si es tan dura de matar, no bien vuelva una racha políticamente favorable, le empieza a comer mercado a los dueños del cinturón geoestacionario.

ARSAT todavía es la más diversa, compleja y exitosa empresa de telecomunicaciones del Hemisferio Sur. Su diseñador/constructor de satélites es INVAP. Y ambas firmas son estatales y públicas, guste o no guste.

Evidentemente entre tilingos y embajadas, no gusta, y ni te cuento de la empresa HISPASAT, la señora de los cielos sudacas. No bien la nueva dirección macrista de ARSAT canceló los satélites y dejó a INVAP colgada del pincel, la considerable TAI (Turkish Aerospace Industries), que factura U$ 1000 millones/año, tocó timbre para asociarse con el que habría sido el ARSAT-5, rebautizado SG-1 para la ocasión.

Los turcos saben de satélites en órbita baja, a entre 300 y 1000 km. de altura. 

Pero los geo son otra historia. En general deben navegar con su propia propulsión, a veces más de 400.000 km., desde donde se apearon del cohete de lanzamiento hasta sus sitios asignados por latitud. Luego deben estacionarse a 35.786 km. sobre la vertical de ese punto ecuatorial, y resistir 15 años de operaciones sin moverse. Son 15 años MUY largos, aguantando la radiación del viento solar, las pérdidas repetidas de contacto con sus enlaces terrestres causados por los tirones aleatorios de la gravedad lunar y solar, y cada equinoccio de primavera y de otoño, los cortocircuitos de placa. 

Los geos son más espacionaves no tripuladas que satélites, y TAI estaba impresionada por el éxito de nuestros dos primeros ARSAT.

Ignoro qué presiones recibió en este caso Turquía, como miembro de la OTAN, para abandonar esta alianza. La de TAI en INVAP no era una asociación nada ortodoxa respecto de la política de EEUU y el Reino Unido hacia la Argentina. La aeroespacial turca parecía entusiasmada, y ya estaba haciendo la folletería. 

Para remitirse a las pruebas, la imagen que abre este artículo, donde el SG-1 se ve iluminando Medio Oriente, África del Norte, Asia Central y todo el occidente euroasiático. Confieso con algo de vergüenza que nunca hicimos imágenes publicitarias tan bellas y libres de errores científicos de ilustrador. La Tierra aparece minúscula, tal como se la vería desde 35.786 km., «a 3 Tierras de la Tierra», medible en apenas 3,5 grados de arco visual.

La ruptura de la unión de empresas TAI-INVAP muestra que la memoria de los ofendidos por la mera existencia de ARSAT abarca también cancillerías, es perdurable, y va por la destrucción de su mayor capital intangible: los recursos humanos. 

Y lo está logrando. La última paritaria de FOETRA, el gremio de telecomunicaciones, fue la de noviembre de 2023, pero Milei decidió que no aplicaba a ARSAT. Los sueldos de técnicos y profesionales no se actualizaron más y hoy valen el 50% de lo que hace un año. 

Reinan los despidos a veces selectivos como entre 2016 y 2019, a veces al tuntún, para causar parálisis y terror. Pero ni falta hacen: 85 profesionales, entre ellos ingenieros orbitales, satelitales, de redes ópticas, en seguridad informática y matemáticos expertos en criptografía renunciaron por desaliento en lo que va de 2024. 

Son gente que no abunda en la región ni crece en los árboles, y no te viene por un clasificado en Clarín.

Se lotean otros bienes inmateriales de ARSAT que valen un dineral. El objetivo no es tanto desbaratarla como abaratarla, para que algún pesado se quede con bienes materiales estratégicos, y en cuya construcción no puso nada.

Hay más que simple rapiña en el asunto, hay estrategia defensiva.

En 2012, la telefonía celular que daban las telcos privadas era indescriptiblemente mala, pero carísima. CFK impulsó entonces a ARSAT a crear Libre.ar. Era un tiro a la santabárbara de las telcos, porque habría transformado a ARSAT de mayorista pura de telecomunicaciones en una firma «con milla final», es decir atención al público. Y con un ancho de banda y un despliegue inigualables para las telcos, que habían pasado ya 22 años cobrando caro y rascándose el higo. ¿Cuál de ellas tenía un red óptica como la REFEFO, entonces ya desplegada más de 15.000 km, y con un programa de construcción para llegar a 60.000 más o menos este año?

Para lidiar con Libre.ar, a ARSAT, entonces con 350 personas, le habrían hecho falta miles de empleados más, y capacitados en gestión masiva de atención al público. Estábamos un poco aterrorizados de la movida, en una empresa donde cada incorporación había demandado decenas de horas de selección por currículum laboral y/o méritos académicos. De pronto nos habríamos vuelto una firma enorme.

La red óptica es mucho más cara que las antenas celulares, ya la teníamos, y ésas las habríamos desplegado en meses. El objetivo declarado de Libre.ar era pisar el precio de las líneas y del servicio, y obligar a las telcos a mejorar la calidad del mismo.

Habríamos recibido una avalancha de exclientes furiosos. Las habríamos barrido del mercado celular y, sobre todo, el de la internet 4G y servicios IP, montados sobre Internet. Habríamos hecho pedazos el marco mafioso de la privatización de las telecomunicaciones de Menem, que fue liquidar un monopolio privado muy deteriorado, ENTEL, y crear otros dos peores, pero privados y blindados por los medios, el ejecutivo, el legislativo y los tribunales.

Nada aterra tanto a los presuntos cultores de la libre competencia como la libre competencia.

La idea de CFK, lamentablemente, duró un mes. Qué oportunidad perdida… En ARSAT nos encogimos de hombros y seguimos en lo nuestro, fibra y fibra y fibra, y los satélites, y la Televisión Directa al Hogar, y el soporte informático del Programa Conectar Igualdad para la alfabetización digital del estudiantado secundario. Todo a pulmón y (repito) con 350 laburantes. De Misiones Imposibles, teníamos más que Tom Cruise.

Pero el terror entre las telcos de que un escenario así se repita y sin marcha atrás, todavía subsiste.

Por eso hay que sacarle la fibra óptica a ARSAT. En manos del estado, siempre será una amenaza.

Lectores, bienvenidos a la Argentina.

¿REINA LA PAZ EN LA LEONERA DE LAS TELCOS?

La salida que conecta los 40.000 km de la Red Federal de Fibra Óptica de ARSAT con la Internet mundial pasa por la playa bonaerense de Las Toninas.

Repartirse una presa chica (una gacela Thompson, por ejemplo) suele generar conflictos entre los leones. Con las “telcos”, o multinacionales de telecomunicaciones, es lo mismo. O debería.

El próximo dueño cantado de ARSAT es Carlos Slim, en gateras desde 2016. Y lo que quiere es el activo principal de la firma, la Red Federal de Fibra Óptica, o REFEFO. Es una obra de infraestructura como no existe otra en América Latina, 40.000 km. de fibra óptica subterránea de 200 Gigaherz de ancho de banda. Su cerebro es el Data Center. 

El resto de la firma, televisión directa, conexión a internet de escuelas, reparticiones, fuerzas de seguridad y municipios remotos, así como los 2 satélites ARSAT, mantienen el país unido sin que el fisco ponga un centavo. El ARSAT-3 le iba a dar internet de alta velocidad a 200.000 argentinos de la población rural agrupada y dispersa que jamás habían tenido un teléfono público a tiro.

Y a Slim esas cosas le interesan un carajo. Su único rival local en la leonera por manducarse esta vaca es Telecom, es decir, Clarín, es decir Héctor Magnetto. 

La REFEFO le serviría a la empresa de telefonía celular de Slim, Claro, casi carente de antenas en las zonas más despobladas de Patagonia, el Chaco Árido y la Cordillera, para tener señal. 

Dicho sea de paso, si Movistar y Personal tienen señal en las 5 megalópolis y en las ciudades de más de 100.000 habitantes, es porque sus antenas usan la REFEFO. Eso sí, a costos absurdamente bajos, multinacionales y monopolios disfrazados con nombres de fantasía como pequeñas cooperativas de pueblo. Son como tiranosaurios disimulados en una canasta de pollitos. 

Entre 2000 y 2013, al no estar fondeadas en una red óptica fuerte pero sí saturadas de clientes, el servicio de las Telcos de celular fue un desastre en progreso. Tan malas eran las líneas que había quienes preferían usar las terrestres de Telefónica y Telecom (TASA y TECO, en el ambiente), montadas esencialmente sobre la red de cobre de la vieja ENTEL. 

Luego empezó al gran afano de cables, y continúa. Eso por razones de rentabilidad: el precio del cobre subió un 542% desde principios de siglo. ¿Acaso está constitucionalmente prohibida la minería de cables? Tiene menos impacto ambiental que la de mineral. ENTEL murió en 1990, pero cosa curiosa, todavía hay quienes siguen vendiendo su cadáver por fetas. 

Por ello, la Internet en Argentina habría seguido revistando como la peor del Cono Sur “sine die”. Pero entre 2013 y 2014 la REFEFO se hizo enorme, se iluminó con láseres infrarrojos y empezó a interconectar miles de antenas celulares con fibra óptica subterránea, gastos a cargo de Papá Estado. 

Si la Argentina funciona un poco y nuestros celulares 4G hacen algo, las “telcos” que te venden la línea están exentas de todo mérito. Los celulares se comunican gracias a la REFEFO, que pone la autopista. Las telcos se limitan a cobrar peaje.

El ARSAT-1 básicamente distribuye TV argentina en el Cono Sur y enlaza municipios, escuelas y cuarteles remotos de policía, gendarmería y FFAA. En 2015 subió el ARSAT-2, que por su posición 82º Oeste, balconea sobre las Tres Américas y vende TV y otros servicios de “broadcasting” entre Tierra del Fuego y Canadá. 

Ambos satélites, deliberadamente conservadores y de baja potencia eléctrica para ser más durables, operan al 90% de su capacidad y recaudan unos U$ 50 millones/año. Macri prohibió los 4 ARSAT siguientes y habilitó 21 satélites europeos y estadounidenses a operar sobre Argentina sin contraprestación (es ilegal, según la UTI), y sin embargo, los ARSAT ganan plata.  

El ARSAT-3 se iba a dedicar enteramente a dar Internet de alta velocidad en todo el país, especialmente en las zonas rurales. ¿Era necesario? Para darse siquiera una idea de la demanda insatisfecha de telecomunicaciones, sumando la REFEFO y los satélites, entre 2020 y 2024 ARSAT multiplicó un 823% sus ingresos.                     

Contra demasiadas expectativas, Alberto Fernández no puso un vintén en la terminación del ARSAT-3. Iba a tener al menos el triple de ancho de banda que la suma de sus dos predecesores. 

El problema de imagen de ARSAT es que sus cuatro mayores activos son invisibles para el argentino de a pie, pero no para los buitres que viven de comerle el hígado al país. 

Los satélites están a 35.786 km. de altura, 100 veces más altos que la Estación Espacial Internacional. Sólo los podés ver con un telescopio potente, y como dos puntitos fijos en el cielo, pese a que pesan 3 toneladas cada uno. Los ARSAT están hechos para durar aproximadamente 15 años, pero la gente sólo los vio durante sus dos lanzamientos.

Los ya 40.000 km. de la REFEFO son más invisibles aún: están a dos metros promedio bajo tierra en las 24 provincias. El Data Center desde la cual se maneja esta red está en un edificio de alta seguridad y aspecto anodino en el predio de ARSAT, en Benavídez. 

Pero allí anida, muy encriptada, el 90% de la data que hace funcionar al estado argentino en sus tres niveles: nacional, provincial y municipal. Y el 50% del Data Center da hotelería de datos o de servidores a un centenar de empresas privadas, algunas enormes. 

El Data come tanta potencia que necesita de 3 sistemas de refrigeración autónomos entre sí e independientes de la red eléctrica. Son los mismos recaudos de seguridad que una pequeña central nuclear. Podía inundarse o incendiarse Benavídez, que el data la y la REFEFO seguirían funcionando 3 semanas más.

En cuanto a los RRHH calificados que ARSAT hoy está perdiendo a espuertas son gente como Ud. o como yo. 

Nada en su apariencia o hábitos induce a pensar que sin ellos no existirían los Watsapp, las transferencias por celular, las memes de Tik-Tok, los pagos con tarjeta, Mercado Libre o las comunicaciones de gobierno que permiten que un país de 2,74 millones de km2 mantenga cierta unidad política y administrativa, y algún control de su territorio. 

Si Slim fuera dueño del 49% de ARSAT, de la unidad nacional se ocuparía la Corporación América. Don Carlos le cobraría peaje a sus dos competidores… que parecen extrañamente tranquilos. Incluso Clarín, que juega de local, y según historial, pone y saca gobiernos. 

Gane quien gane, no pinta ningún escenario competitivo, sino de cero cornadas entre bueyes, poco mantenimiento, cero inversión y servicios entre malos y pésimos. «Business as usual». ¿No ha pasado con todas las demás privatizaciones de servicios esenciales? ¿Los ferrocarriles y la electricidad andan acaso mejor?

En cuanto al estado, seguirá con el 51% de la ARSAT residual para pagar gastos de saqueo, porque de poner plata, olvídate cariño. No por nada entre 2012 y 2014 ARSAT instaló tanta fibra óptica como Telefónica entre 1990 y 2014, pero con dos veces más ancho de banda. 

Quien me suministró este dato que publiqué ipso facto, un ingeniero en redes de la REFEFO, fue echado de ARSAT por la patota macrista en 2016. No repito su nombre por no joderlo aún más: las “telcos” son  memoriosas. 

En cuanto a los satélites ARSAT, fuertes y duros como son, saldrán de servicio entre 2029 y 2030. No es imposible que el Reino Unido se apropie legalmente de sus posiciones. Particularmente a la 81º Oeste, los Brits le van a sacar más plata que la que producen esas islas demasiado famosas.

ARSAT fue fundada justamente en 2006 para  impedir ese robo de posiciones, que venía palanqueado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones. A la UTI le gusta la concentración. Hay sólo 1800 posiciones orbitales en todo el planeta, y EEUU tiene copadas más de 800, y de las mejores. Nosotros sólo tenemos 2, pero apetecibles.

Sobre quién mandará en la futura empresa “publica-privada” no hay dudas. Si un tigre es dueño del 49% de tu casa, no sos el propietario: sos el almuerzo. 

Y de nuevo, lectores, bienvenidos a la Argentina.

Daniel E. Arias

“El peor escenario del que tengamos recuerdo”, advierte la Sociedad Argentina de Cardiología

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Apuntan a la migración de médicos hacia otros países, la deserción en las residencias, los bajos ingresos y las deficiencias estructurales de las condiciones laborales y el financiamiento.

La entidad que representa a los cardiólogos advirtió públicamente sobre el “dramático estado” en el que los profesionales están trabajando en el país. Perciben, según se indicó, que su trabajo –el acto médico– está devaluado.

“Estamos transitando el peor escenario del que tengamos recuerdo alguno: aun en la crisis de 2001, contábamos con personal médico numeroso, especialistas capacitados e instituciones viables. Todo eso se fue deteriorando y, hoy, no lo tenemos”, sostuvo Pablo Stutzbach, presidente electo de la Sociedad Argentina de Cardiología. ¿Por qué? Por una sucesión de “políticas erráticas y sin horizonte”, acotó Víctor Mauro, presidente de la SAC.

En conferencia de prensa en la sede de la entidad, señaló que la situación es tan apremiante a partir de los resultados de una encuesta entre sus miembros que esta semana, durante el 50° Congreso Argentino de Cardiología, dedicarán dos horas a un debate en el que se cruzarán autoridades de Salud, financiadores y prestadores. Será este miércoles y plantearán problemas que van desde cómo se financia y gestiona el sistema hasta los honorarios, las condiciones en las que se está trabajando en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular y el valor que se le está dando a la formación profesional, la calidad de la atención y la seguridad de los pacientes.

“El 60% de los cardiólogos de una edad promedio de 47 años y una media de 12 años de formación está dispuesto a emigrar si consigue una oferta laboral interesante en el exterior. Esa proporción crece al 80% entre los médicos que están haciendo la residencia”, dijo Mauro. “Incluso, tres de cada 10 cardiólogos pensaron en dejar la medicina”, continuó.

Los datos surgen de una encuesta hecha en abril pasado a una muestra de 1475 cardiólogos representativa de más de 6000 socios. La mayoría (85%) manifestó haber perdido capacidad de sostener el nivel de formación y actualización profesional por “limitaciones económicas”: en aquel momento, el 41% declaró retener un ingreso de bolsillo de entre $400.000 y $1,5 millones. “Prácticamente la mitad de los cardiólogos están en un nivel socioeconómico de clase baja superior o clase media baja”, ya había dicho Mauro hace un mes al mostrar los datos.

Desde entonces, los honorarios “mejoraron un poco”, en gran parte por el acuerdo entre sociedades y asociaciones profesionales en fijar un honorario ético mínimo. Sin embargo, aun no terminan de actualizarse, según explicó hoy.

Tras repasar los resultados, las autoridades de la SAC atribuyeron esa caída sostenida a un gasto en salud por reordenar y actualizar. Fue, según explicaron, a costa de que los financiadores del sistema de salud asumieron costos “cada vez más altos” de la atención de las enfermedades cardiovasculares en una población con mayor expectativa de vida que hace décadas.

“Hoy se detectan y tratan muchas enfermedades que antes no se diagnosticaban y no tenían tratamiento, pero esto tiene un costo económico que desborda al sistema y la variable de ajuste terminan siendo los cardiólogos y sus salarios”, expresó Stutzbach. En esa línea, para Mauro, “los aumentos de la inversión no les están llegando a los profesionales ni al recurso humano y vemos cómo eso atenta contra la posibilidad de formación individual y de los equipos, como así también contra la calidad de la atención”.

Pérdida de interés

Otro punto que abordaron durante la conferencia de prensa fue la preocupación por la pérdida de interés que observan en los médicos jóvenes por la residencia, junto con lo que definieron como una “caída en el perfil global académico” de los profesionales que se inscriben a los concursos de ingreso.

Con cada vez más voces que reclaman que la residencia sea obligatoria para poder ejercer, se mantienen las dificultades para completar los cupos ofrecidos cada año, sobre todo en los centros privados especializados. En el sector público, en tanto, está siendo más alta la deserción una vez iniciada la residencia, según mencionó Sergio Baratta, vicepresidente 1° de la SAC.

“Sabemos fehacientemente que la calidad de la formación muestra un deterioro significativo –agregó Stutzbach–. Antes, quedar afuera [de la residencia] era jugar en otra división, no en primera. Pero eso, hoy, ya no ocurre. Como la medicina, en general, es una profesión muy exigente en la formación y actualización permanente, buscan caminos más cortos o cómodos.”

En paralelo, se está dando una migración de profesionales formados en el país, ya sea porque regresan a sus países o, en el caso de los argentinos, porque buscan mejores mercados laborales, más estables y mejor pagos. “Se van los mejores. Es una sangría que afecta al sistema y pone en peligro a la cardiología”, coincidieron las autoridades de la SAC.

“Es necesario trabajar más en mejorar un sistema de salud desigual y cuidar recursos humanos cada vez más deteriorados”, había dicho Mauro el mes pasado en el auditorio del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) al referirse con sus colegas a la crisis que atraviesa la práctica profesional. Casi un 60% de los cardiólogos, de hecho, considera que la sobrecarga de trabajo puede afectar la calidad de la atención a sus pacientes.

“¡Queremos que nos escuchen, pero apenas nos oyen en este momento!”, planteó Mauro en la reunión del CACI dos semanas después del “apagón de monitores”, un paro simbólico por 48 horas con la que especialistas en hemodinamia y cardiología intervencionista buscaron exponer la pérdida de valor de los honorarios.

En ese encuentro del mes pasado, a propósito de conmemorarse el Día Internacional de la Cardiología Intervencionista, también el CACI y la Federación Argentina de Cardiología (FAC) presentaron sus encuestas. Los datos relevaron, como en el trabajo de la SAC, un alto porcentaje de burnout, honorarios por debajo de la demanda laboral y el nivel de formación, escaso tiempo libre y familiar, falta de oferta de perfeccionamiento en las instituciones y alta percepción de corrupción en el sistema de salud y baja confianza en que la crisis que atraviesa vaya a cambiar, según se presentó el 16 de septiembre en el auditorio del CACI, ubicado a metros de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En la SAC, hoy insistieron en que “el gran problema” del sistema de salud es que “no se puso como foco el paciente, cómo le va y la calidad de la atención que recibe”.

Fabiola Czubaj

También el grupo Techint planea exportat GNL. La planta de licuefacción sería en Bahía Blanca

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Paolo Rocca, el CEO de Tenaris/Techint mpulsa un proyecto para exportar la producción de Vaca Muerta y el plan contempla la instalación de una planta de licuefacción en Bahía Blanca, donde YPF iba emplazarla antes de que decidiera mudarla a Río Negro en medio de la guerra del GNL que dejó al gobernador de Buenos AiresAxel Kicillof, con las manos vacías.

La carrera para ver quién se queda con los dólares de las primeras exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL) sumó un nuevo competidor que pisa fuerte en los negocios energéticos y que logró colocar a sus exejecutivos en puestos clave del gobierno de Javier Milei.

A los proyectos que encabezan YPF y Pan American Energy (PAE) con la noruega Golar LNG, ahora se sumó una nueva iniciativa de Techint que apunta a transformar una parte de la producción de Vaca Muerta en GNL que será despachada por barco al exterior.

Tras los primeros bosquejos a principios de 2023, el holding de Rocca se encamina a oficializar su proyecto de producción y exportación de GNL antes de que concluya el año. Fuentes del sector confirmaron que lo hará después de que la administración libertaria termine de reglamentar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).

Axel Kicillof y la planta en Buenos Aires

Si bien la configuración definitiva dependerá de los resultados que arrojen los estudios de ingeniería y de factibilidad económica que estarán concluidos dentro de diez meses, el proyecto de Techint tiene como dato político que su localización se asentaría en el puerto de Bahía Blanca.

La confirmación de ese dato significaría una suerte de revancha económica y política para la administración de Kicillof, ya que compensaría, en parte, la decisión de YPF de mudar el emplazamiento original del territorio bonaerense a la provincia de Río Negro; todo con el beneplácito de la Casa Rosada.

A diferencia de los proyectos de la petrolera de mayoría accionaria estatal y del tándem PAE-Golar, el que impulsa Techint tiene una característica técnica diferente: prevé arrancar directamente con una planta modular de licuefacción en tierra en lugar de las instalaciones flotantes que contemplan las otras iniciativas.

El negocio gasífero de Paolo Rocca

El negocio gasífero de Techint está en manos de Tecpetrol, la petrolera del grupo que opera en Vaca Muera el yacimiento Fortín de Piedra, donde desembolsó entre 2017 y el año pasado una inversión acumulada de u$s3.500 millones.

En 2023, su producción de gas promedio se ubicó en 17 millones de metros cúbicos diarios (MM3/D), con picos en el período invernal que escalaron hasta 24 MM3/D. Prevé cerrar este año con un promedio diario de producción de 20 MM3/D, equivalente a casi al 20% del consumo total de gas en el país.

De acuerdo con su plan estratégico, apunta a elevar el nivel actual de producción hasta 40 MM3/D en un plazo de dos décadas.

En este horizonte de incremento productivo se enmarca el proyecto de exportación de GNL, cuyo primer módulo tendría una capacidad de producción de hasta 4 millones de toneladas anuales (MTPA) de GNL.

Detalles del proyecto de Techint

Fuentes del sector gasífero consultadas por Letra P anticiparon los trazos principales del proyecto de Techint:

  • Contempla la instalación de una planta de licuefacción en tierra (on shore) de tipo modular y con la posibilidad de ampliarlo en función del incremento de las exportaciones de GNL. La primera fase operativa de la planta demandaría entre 24 y 30 meses de obras. Al módulo inicial de 4 MTPA podrían añadirse otros similares hasta alcanzar una capacidad máxima de 20 MTPA.
  • Transita en la etapa denominada Front End Engineering Design (FEED) y el diseño final de la ingeniería estaría concluido al inicio del primer semestre de 2025.
  • Con estos estudios, el grupo deberá definir si financia las obras con recursos propios o sale a buscar fondos en el sistema bancario o con los compradores potenciales del GNL.
  • Aunque no hay cifras precisas, se estima que la inversión inicial podría rondar entre u$s1.500 millones y u$s2.000 millones.

Otros proyectos en Vaca Muerta

El megaproyecto de GNL que impulsa YPF para exportar la producción de Vaca Muerta desde el puerto rionegrino de Punta Colorada prevé un paquete de inversiones calculado en u$s30.000 millones. El 70% de ese monto corresponde a la construcción de nuevos gasoductos e instalaciones portuarias.

En materia operativa, contempla tres instancias. En la primera y segunda etapa funcionará con dos embarcaciones flotantes de licuefacción que tendrán una capacidad de producción equivalente a 20 millones de metros cúbicos diarios (MM3/D) cada una. La tercera etapa comprende la construcción de una planta firme en tierra que podrá producir y exportar el equivalente unos 40 MM3/D.

Para que sea viable, la compañía de mayoría estatal que comanda el ex Techint Horacio Marín tiene que salir a buscar los compradores posibles del GNL para suscribir los acuerdos de exportación a largo plazo que permitan apalancar la financiación de las obras con bancos internacionales y fondos de inversiones.

YPF tendría cerrado un acuerdo con Shell para venderle hasta un tercio de la futura producción de GNL y cubrir de esa manera el lugar que se apresta a dejar vacante Petronas, la petrolera malaya con la cual YPF iba a llevar adelante el proyecto.

El otro proyecto de GNL es del grupo Southern Energy (SE) integrado por PAE, la petrolera conducida por Marcos Bulgheroni, y la nórdica Golar. Es de una escala menor al de YPF, pero está más avanzado y con una fecha cierta de comienzo de las operaciones.

El consorcio ya confirmó que iniciará los envíos al exterior en 2027 desde el buque FLNG Hilli Episeyo, que estará anclado en el Golfo San Matías con una capacidad de producción de 2,45 MTPA de GNL, equivalentes a 11,5 MM3/D de gas natural.

Antonio Rossi

La inteligencia artificial irrumpe en el mundo de la ciencia. Lo muestra el Nobel de Física 2024

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En los últimos años, los observadores de la tecnología se han hecho cada vez más eco de la amenaza que supone la inteligencia artificial para la variedad humana. Los modelos de inteligencia artificial escriben y hablan como nosotros, dibujan y pintan como nosotros, nos ganan al ajedrez y al Go. Expresan un inquietante simulacro de creatividad, sobre todo en lo que se refiere a la verdad.

La inteligencia artificial llega también a la ciencia, como parecían querer demostrar los Premios Nobel de esta semana. El martes se concedió el Premio Nobel de Física a dos científicos que ayudaron a los ordenadores a «aprender» de forma más parecida a como lo hace el cerebro humano. Un día después, el Nobel de Química recayó en tres investigadores por utilizar la inteligencia artificial para inventar nuevas proteínas y desvelar la estructura de las ya existentes, un problema que dejó perplejos a los biólogos durante décadas, pero que la inteligencia artificial podría resolver en cuestión de minutos.

Que empiecen las quejas: Esto era informática, no física ni química. De hecho, de los cinco galardonados el martes y el miércoles, podría decirse que sólo uno, el bioquímico de la Universidad de Washington David Baker, trabaja en el campo por el que fue premiado.

Los Nobel científicos tienden a premiar los resultados concretos frente a las teorías, los descubrimientos empíricos frente a las ideas puras. Pero ese esquema tampoco se ha mantenido este año. Uno de los premios fue a parar a científicos que se apoyaron en la física como base sobre la que construir modelos informáticos utilizados para ningún resultado innovador en particular. Los galardonados del miércoles, en cambio, habían creado modelos informáticos que suponían grandes avances en bioquímica.

Sin duda, se trata de logros extraordinarios y fundamentalmente humanos. Pero el reconocimiento del Nobel puso de relieve una perspectiva escalofriante: en adelante, quizá los científicos se limiten a fabricar las herramientas que hacen los avances, en lugar de hacer ellos mismos el trabajo revolucionario o incluso entender cómo se produjo. La inteligencia artificial diseña y construye cientos de Notre Dame y Hagia Sophias moleculares, y un investigador recibe una palmadita por inventar la pala.

Un viejo premio en un mundo nuevo

Pero concedamos a los humanos lo que se merecen. La ciencia siempre ha utilizado herramientas e instrumentos, y nuestra relación con ellos se ha hecho más compleja con su sofisticación. Pocos astrónomos miran ya al cielo, ni siquiera ponen un ojo en un telescopio. Los sensores de la Tierra y el espacio «observan», recopilando cantidades alucinantes de datos; los programas informáticos los analizan en busca de patrones familiares y extraños; y un equipo de investigadores los examina, a veces desde el otro lado del mundo. Los cielos son píxeles en un monitor. ¿A quién pertenece el descubrimiento? ¿Dónde acaba la maquinaria y empieza lo humano?

En todo caso, al destacar el papel de la inteligencia artificial en la ciencia, el Comité Nobel subrayó el anacronismo en que se ha convertido su reconocimiento. Los premios concebidos por Alfred Nobel en 1895 recompensaban una cierta visión romántica de la ciencia: el genio solitario (típicamente masculino) que plantaba banderas en los continentes de la Física, la Química y la Medicina. Pero los problemas actuales del mundo, desde el cambio climático y la inseguridad alimentaria hasta el cáncer y la extinción, no respetan esas fronteras. Raro es el biólogo o químico puro; cada vez es más común el geoquímico, el paleogenómico, el teórico evolutivo computacional, el astrobiólogo.

La inteligencia artificial está difuminando aún más estas divisiones. Richard Socher, director ejecutivo de You.com y otro de los padrinos de la inteligencia artificial, ha afirmado que la mayor contribución de la tecnología llegará cuando vincule y explote las bases de datos de disciplinas hasta ahora dispares, desde la cristalografía a la neurociencia, para forjar nuevas e inesperadas colaboraciones entre científicos.

«Entre» es la palabra clave. La ciencia es cada vez más un trabajo de equipo, una realidad hermosa y esencial que los premios Nobel, con sus estrictas reglas y categorías, son incapaces de celebrar como es debido. «Es lamentable que, debido a los estatutos de la Fundación Nobel, el premio tenga que recaer en no más de tres personas, cuando nuestro maravilloso descubrimiento es obra de más de mil», dijo Kip Thorne, físico de Caltech, tras ganar el Nobel de Física en 2017.

Y si el Comité del Nobel premia ahora las contribuciones de la inteligencia artificial, ¿no debería reconocer también a los investigadores de cuyos resultados ha aprendido? Para resolver el problema de la estructura de las proteínas, AlphaFold, la inteligencia artificial galardonada este año con el premio de Química, se entrenó con una base de datos que recogía el trabajo de más de 30.000 biólogos.

Ningún ser humano puede existir solo, y nuestras máquinas tampoco, al menos de momento. Lo que hacen con su tiempo refleja nuestras decisiones. Lo que descubren con él es una destilación de lo que nosotros mismos hemos aprendido, o esperamos aprender. La inteligencia artificial somos nosotros: una gran muestra de humanidad, una suma de partes mejor de lo que hasta ahora hemos conseguido reunir cada uno por nuestra cuenta. Eso merece un premio o dos.

Un equipo de la UBA quedó entre los ocho mejores en el Mundial de Ingeniería en Petróleo

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La Universidad de Buenos Aires (UBA) volvió a ser noticia por el desempeño de sus alumnos. En esta oportunidad, el logro llegó de la mano de un grupo de cinco estudiantes que participó en el Mundial de Ingeniería en Petróleo y quedó entre los ocho mejores del total de 32 equipos que compitieron.

El grupo en cuestión está integrado por Catalina Daniela Montes, Sofía Celeste Stratico, Stefano Saitta, Melanie Iara Micheltorena Ibarra y Nicolás Gaspar Laborde, todos ellos estudiantes de la Facultad de Ingeniería. Es la primera vez que una comitiva argentina llega a esa instancia del PetroBowl, que en esta edición se desarrolló en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans.

Los jóvenes, que tienen entre 22 y 24 y están cursando la carrera de Ingeniería en Petróleo, ya habían logrado el tercer puesto en la competencia a nivel regional de Latinoamérica y Caribe, que se llevó adelante en Río de Janeiro en mayo.

Según informaron desde la casa de estudios, sus representantes llegaron con mucha confianza a esta instancia tras la clasificación que habían obtenido hace cinco meses. “Sabemos que es una competencia dura, con muy buenos equipos con integrantes que están cursando Maestrías o Doctorados lo cual los ubica, a priori, por encima de nosotros pero con todo el esfuerzo y la dedicación que hemos puesto confiamos en que dejaremos a la UBA y al país en un lugar de prestigio”, había dicho Melanie Micheltorena en aquel entonces.

El Petrobowl es “un concurso anual de conocimientos con preguntas rápidas sobre la industria petrolera en el que participan alumnos de universidades de todo el mundo. La primera vez que se hizo fue en 2002 y, 13 años más tarde, se convirtió en una competición global con la introducción de seis eliminatorias regionales. Con ese filtro, cada región selecciona a los equipos que participarán en el campeonato internacional.

Prepararse para el Petrobowl supone un tremendo desafío ya que nos enfrentamos a las mejores universidades del mundo así que mantenemos prácticas semanales. También, cada miembro del equipo memoriza preguntas, investiga conceptos, que luego debatimos en equipo y con profesores de la Facultad o profesionales de la industria”, describió la capitana del grupo, Catalina Montes.

En tanto, los cinco estudiantes coincidieron en que, “más allá de representar una competencia que demanda una preparación técnica y no técnica, que implica formación en geopolítica, economía y en diversas áreas”, significa también “un aprendizaje más personal desde la perspectiva de argumentar las respuestas, construir una dinámica grupal, aprender de todos los equipos y mentores con los que se tiene la suerte de enfrentar”. “Esto nos permitió representar a la Universidad y al país con un sentido de pertenencia que nos enorgullece”, expresaron.

Sofía Stratico, quien está próxima a recibirse y dejará su lugar en el equipo, resaltó que a pesar de que la carrera que estudia es una de las incorporaciones más recientes a la facultad, pudieron estar “a la altura de universidades tanto del ámbito nacional como internacional”. “Nuestra performance no sólo es un fiel reflejo del indudable prestigio de la Universidad de Buenos Aires, la Facultad de Ingeniería y el Instituto del Gas y del Petróleo, si no también del excelente cuerpo docente y cada empresa y asociación que aportó valor agregado a nuestra formación en diferentes oportunidades”, agregó la joven.

En México se construirá una planta de GNL. Quieren que sea el 4to. productor mundial

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Mientras que en la Argentina YPF y otras empresas evalúan la posibilidad de construir una planta de gas natural licuado (GNL), en México se está llevando adelante un proyecto similar que está más avanzado y que funcionaría como un espejo para los planes nacionales. Se trata de la terminal de GNL Saguaro Energía, que se construirá sobre la costa del Pacífico, en Puerto Libertad, Sonora, con una inversión inicial de US$15.000 millones, y que permitirá exportar el sobrante de gas de Estados Unidos a los mercados de Asia.

La construcción de la terminal de GNL se considera un proyecto game-changer (punto de inflexión) en México, ya que posicionará al país como el cuarto exportador de gas licuado del mundo, solo por detrás de Australia, Qatar y Estados Unidos. Los planes de la obra comenzaron en abril de 2020, de la mano de la empresa Mexico Pacific.

Si bien México no es un productor de gas, se abastecerá con la oferta de Permian, la cuenca de producción no convencional de Texas, Estados Unidos, que permitió desarrollar la tecnología del fracking para que sea rentable extraer gas y petróleo de rocas duras. En otras palabras, el desarrollo de Permian posibilitó que Vaca Muerta sea hoy una realidad que cambió la matriz energética argentina.

Desde Permian al Puerto Libertad se construirá el gasoducto Sierra Madre, de 800 kilómetros de longitud, que tendrá un diámetro de 48 pulgadas, cuatro plantas compresoras y que transportará 80 millones de metros cúbicos por día (m3/d). Para tomar dimensión, el gasoducto Néstor Kirchner, construido el año pasado en la Argentina, tiene una longitud de 573 km, con tubos que tienen un diámetro de 36 pulgadas y transporta 22 millones de m3/d.

La planta de GNL Saguaro Energía se instalará a unos 200 km al sur de la frontera con Estados Unidos y permitirá a México exportar 15 millones de toneladas por año (MTPA). Se eligió ubicarla sobre la costa del Pacífico para ahorrar 11 días de transporte a Asia, ya que se evita de esta manera cruzar el canal de Panamá.

Se espera que la mayor parte de la terminal de GNL de México esté en funcionamiento en 2028. El proyecto contempla, en una segunda etapa, duplicar la capacidad de procesamiento a 30 MTPA. La iniciativa de YPF y Petronas, por su parte, tendría una capacidad de entre 25 y 30 MTPA.

Los países asiáticos son el principal mercado donde está la demanda de GNL, además de Europa, ya que están en pleno proceso de reemplazar carbón por gas como fuente de energía. Hasta 2021, el 55% de la generación eléctrica de China todavía funcionaba a base de carbón, luego de haber invertido en los años anteriores para diversificar sus fuentes de suministro e incluir la energía renovable, nuclear y el consumo de GNL.

Antes de comenzar la construcción de la planta de GNL en México, la empresa a cargo del proyecto, Mexico Pacific, firmó contratos de ventas de gas por 20 años para asegurarse los clientes y luego, con esos contratos, conseguir el financiamiento. A la fecha, ya anunció acuerdos con Shell, ExxonMobil, Woodside, Zhejiang Energy y Guangzhou. La empresa contrató a la japonesa Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) para dirigir el financiamiento del proyecto.

Al momento comenzaron las obras para las instalaciones temporales y de movimiento de tierras, trabajos de desmonte, despalme y compactación, de las cuales participa la constructora argentina Techint, que fue adjudicataria. “Las actividades relacionadas con las instalaciones temporales incluyen señalamientos externos básicos, cercado de áreas, instalación de servicios primarios, como energía vía generación a diésel, y el servicio médico, entre otras”, explica la página de la empresa que fundó la familia Rocca.

Proyecto argentino

A principio de mes, YPF y Petronas anunciaron que, en caso de avanzar con la construcción de la planta de GNL, se instalará en el puerto Punta Colorada, en Río Negro. Previamente, llegarán al país buques de licuefacción de gas que se emplazarán en ese puerto para comenzar el proceso de convertir el gas de su estado natural a líquido, para que pueda ser exportador por barcos en vez de utilizar gasoductos.

De hecho, Pan American Energy (PAE) ya anunció la contratación de al menos un buque de licuefacción de la noruega Golar, que llegará al país en 2027. Se espera que en los próximos meses otras productoras de gas se asocien a este proyecto, incluyendo a YPF.

La empresa de Noruega confirmó que se utilizará el buque FLNG Hilli Episeyo, que actualmente está operando en Camerún, y que tiene una longitud de casi 300 metros, y una capacidad nominal de 2,45 MTPA, equivalente a 11,5 millones de metros cúbicos día de gas natural.

Inicialmente, la terminal de GNL flotante se abastecerá de gas natural utilizando la infraestructura y capacidad existente del sistema en los meses del año con menor demanda local (el verano). Posteriormente, el objetivo es que pueda operar todo el año.

Como parte del acuerdo, se creó una empresa llamada Southern Energy, de la cual Golar tendrá una participación del 10%. Las acciones restantes están al momento en manos de PAE, que es la responsable de la compra del gas nacional, las operaciones, la venta y la comercialización de los volúmenes de GNL de la Argentina. Sin embargo, la participación podría distribuirse entre las futuras empresas que ingresen al proyecto.

En un contexto internacional que cambió luego de que el mayor exportador de gas a Europa, Rusia, invadiera Ucrania, los países buscan diversificar sus fuentes de energía y asegurarse el abastecimiento. En este marco, la Argentina tiene la oportunidad de ofrecer los excedentes de gas que genera Vaca Muerta. Se trata de un mercado muy competitivo, en el cual pocas economías tienen las instalaciones necesarias para convertir el gas natural a líquido. Hoy es liderado por Australia, Qatar, Estados Unidos, Rusia y Malasia.

Sofía Diamante

Inteligencia artificial contra el ACV: un desarrollo argentino

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Durante un accidente cerebrovascular (ACV), el flujo de sangre que circula por el cerebro se ve interrumpido, lo que hace que partes del mismo pierdan nutrientes y el oxígeno necesario para funcionar. En pocos minutos empiezan a morir neuronas, lo que puede afectar de forma permanente funciones del cerebro como caminar y hablar, y puede desencadenar la muerte.

Un ACV puede darse por obstrucciones en las venas o por el rompimiento de alguna de ellas. Sus causas pueden ser una alta presión arterial, diabetes y problemas del corazón, y son más frecuentes en fumadores, personas con antecedentes familiares y edad avanzada.

La empresa Entelai, en asociación con el Instituto de Neurociencias (FLENI-CONICET), desarrolló un asistente virtual que utiliza inteligencia artificial (IA) para el reconocimiento, a través del diálogo con los pacientes, de síntomas compatibles con accidente cerebrovascular (ACV). El proyecto fue parte de la convocatoria Soluciones Innovadoras de la Fundación Sadosky en el año 2023.

El ACV se puede detectar mediante la consulta clínica cuando el paciente siente entumecimiento de alguna extremidad, confusión al hablar o problemas de la visión, y se confirma con un estudio de imágenes del cerebro. En la consulta clínica es muy importante que el médico pueda detectar los síntomas y muchas veces es difícil lograrlo, especialmente si el médico no conoce al paciente con anterioridad, por eso es tan alto el porcentaje de fallas en el diagnóstico y tan importante que se pueda contar con la mayor cantidad posible de datos para la evaluación.
Entelai ya había desarrollado varios sistemas de IA para el ámbito de la salud. Entre otros, un sistema para analizar resonancias magnéticas y otro para diagnosticar cefaleas con una precisión equivalente a la de un neurólogo, que actualmente comercializan en una asociación con el laboratorio Novartis.

Un ACV puede darse por obstrucciones en las venas o por el rompimiento de alguna de ellas. Sus causas pueden ser una alta presión arterial, diabetes y problemas del corazón, y son más frecuentes en fumadores, personas con antecedentes familiares y edad avanzada.

El sistema desarrollado hoy se está validando con pacientes que están internados y que se rehabilitan de secuelas causadas por accidentes cerebrovasculares. Se trata de un chat que funciona sobre la aplicación de mensajería Telegram que puede ir haciendo preguntas al paciente y así dar indicios de si tiene la enfermedad o no. Se espera que sea una herramienta muy útil para pacientes sobre los que exista una presunción de que pueden estar sufriendo un accidente cerebrovascular, o como herramienta complementaria para quienes reciben pacientes en sala de espera, para que puedan darle la prioridad correspondiente.

El médico neurólogo Lucas Alessandro es el jefe de proyecto y explicó: “Es una herramienta de diagnóstico con inteligencia artificial que con preguntas clínicas orientadas a sus antecedentes y la evaluación de un síntoma puede hacer un dignóstico sobre un probable ACV. Estamos trabajando sobre un algoritmo que ya existe, de Entelai y FLENI, que hoy tiene un uso y permite una evaluación de síntomas en general y la idea de este proyecto es afinar más la sensibilidad para los pacientes que tengan una enfermedad cerebro vascular aguda. Estamos diferenciando esta enfermedad porque son pacientes con más riesgo de una patología muy severa e inhabilitante, y mientras menos tiempo pase hasta que se diagnostica mejora mucho el pronóstico”.

El médico Santiago Crema, de FLENI, e integrante de la iniciativa, dijo: “El proyecto con la Fundación Sadosky abarca las dos cuestiones, por un lado la necesidad a nivel médico y por el otro la creación de un chatbot específico de ACV. Durante la epidemia de COVID hubo muchos de estos chats para detectar si la gente tenía esta enfermedad pero estaban mal entrenados, por lo que daban muchos falsos positivos. Eran muy sensibles a esta enfermedad pero incapaces de detectar otras. Por eso, con los chatbots que ya tenemos queremos darles un marco más dirigido a ACV y poder pulir eso. Una vez finalizada la validación, que se realiza con pacientes fuera de peligro y con comité de ética mediante, vendrán otras fases con uso real. La intención es que se pueda dar diagnóstico temprano pero también llegar a los centros de salud con especialización en el tema más cercanos adonde está el paciente”.

El sistema funciona de manera automatizada y no hay mediación con el médico. El objetivo es que se pueda acceder mediante una app de mensajería común para hacer más fácil el acceso y también integrarlo a los chats de asistencia de los centros de salud, como en el caso del Hospital FLENI, que es donde se están haciendo las pruebas con pacientes actualmente.

Se busca que el sistema pueda funcionar en el futuro como reemplazo o complemento a los call centers que deben guiar y derivar a un paciente al tipo de consulta a la que tiene que dirigirse. Pero para eso se debe lograr que la respuesta sea igual o mejor que la atención en estos servicios.

“Creemos que con este sistema podemos bajar mucho el tiempo desde que el paciente detecta el problema hasta que es atendido. Primero, porque los pacientes tardan mucho porque prefieren esperar a que los síntomas cedan cuando en realidad se están poniendo en riesgo. Al tener una herramienta en el celular, que está a mano de todos, se puede lograr no demorar esa consulta”, dijo Alessandro.

El ACV se puede detectar mediante la consulta clínica cuando el paciente siente entumecimiento de alguna extremidad, confusión al hablar o problemas de la visión, y se confirma con un estudio de imágenes del cerebro.

“Este algoritmo es un apéndice de lo que venimos trabajando hace años, en los algoritmos que ya tenemos desarrollados, no con esta rigurosidad de aprobación, pero sí para poder contener a pacientes con dolor de pecho que puedan tener riesgo cardíaco y pacientes con dolor abdominal intenso que podría ser una peritonitis. Nuestra idea en el futuro también es poder integrarnos a sistemas de emergencias por mensajería instantánea. Estamos desarrollando muchas cosas por mensaje escrito y también con mensaje de voz, que también pueden ser útiles, y estamos empezando a desarrollar cosas de valoración biométrica como asimetría facial o asimetría pupilar. Este trabajo tiene varios spin-off que en algún momento van a nuclearse todos bajo el mismo propósito”, explicó Crema.

Aspectos éticos y legales del diagnóstico con IA

En este tipo de sistemas automatizados, un error se puede pagar con vidas humanas, por lo que su uso es sumamente crítico y debe ser supervisado. Además, es importante que los sistemas tengan protecciones contra ciberataques, protejan los datos personales, den consentimiento informado a los pacientes y respeten la normativa legal sobre salud pública. Según Alessandro, “son herramientas muy nuevas y puede haber mucha reticencia ética, lo que me parece bien, y tenemos que hacerlo en el ambiente más seguro posible. El objetivo es tener la mayor sensibilidad alcanzable, es decir, que no se nos escape ningún paciente con un ACV potencial. La idea es ser lo suficientemente serios para tener una herramienta más rigurosa que otras. Ninguna herramienta es perfecta: hoy el error de diagnóstico en medicina es altísimo y la principal causa de morbimortalidad en los pacientes. En Estados Unidos, el 20% de la morbimortalidad tiene que ver con problemas de diagnóstico”.

Se aprobó la siembra de un nuevo maíz transgénico con resistencia a plagas y herbicidas

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El subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, debutó poniendo la firma en la aprobación de un nuevo cultivo transgénico: se trata de una variedad de maíz que ofrece resistencia frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio. Fue desarrollado por Corteva bajo la denominación DP-91Ø521-2.

Mediante la Disposición 25/2024, que se publicó este martes en el Boletín Oficial, la Secretaría de Agricultura autorizó la comercialización de la semilla, de los productos y subproductos derivados de ésta, provenientes del maíz con el evento individual DP-91Ø521-2, que confiere protección frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio”.

El trámite había sido expuesto para recibir opiniones de la sociedad en abril pasado, junto a otra variedad de maíz transgénico DAS-Ø1131-3 (con protección frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glifosato), que por ahora no cuenta con aprobación final.

En cambio este maíz modificado de Corteva, que ya contaba con autorización de muchos otros países productores del mundo, sí tuvo el aval final firmado por Chiappe, al concluir el análisis tripartido que realiza la Argentina antes de habilitar cualquier cultivo transgénico. El maíz DP-91Ø521-2 fue aprobado por la Conabia a fines de 2023, por el Senasa en mayo de 2024; y finalmente por la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios.

¿Otra «Vaca Muerta»? Los inversores miran en Argentina al cobre y al litio

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La expectativa por los proyectos mineros en la Argentina no conoce de partidos políticos. Tanto los funcionarios del gobierno liberal de Javier Milei, como los gobernadores radicales y peronistas de San Juan, Mendoza, Catamarca, Salta y Jujuy, están activos hablando con las empresas internacionales para atraer inversiones en el país. Los recursos naturales están, sobre todo en cobre y litio, pero para que se desarrollen en su máximo potencial todavía falta que el país genere confianza de largo plazo, invierta en infraestructura y baje los costos de capital para hacer más competitivos los proyectos mineros, según indicaron actores de la industria.

Estos temas se debatieron esta semana en una conferencia sobre transición energética organizada por el Wilson Center, en Buenos Aires, que contó con la presencia del embajador de Estados Unidos en el país, Marc Stanley. “La Argentina es líder en recursos energéticos que el mundo necesita”, dijo.

La Agencia Internacional de la Energía (IEA) proyectó que para 2030 se va a necesitar el triple de los minerales críticos que se producen hoy. En la industria señalan que la situación del cobre y el litio es la que tenía Vaca Muerta 10 años atrás.

“Hay una conjunción de factores que permiten tener mucho optimismo por el presente y el futuro de la minería en la Argentina, que en general ha vivido de espaldas a este sector. Esto está cambiando y en buena medida tiene que ver con la transición energética. Para llegar a un mundo más limpio se requiere litio y cobre. La minería dejó de ser sinónimo de extractivismo negativo y más bien es una oportunidad de ir hacia un ambiente más sano, porque nos permite electrificar”, dijo el secretario de Minería, Luis Lucero.

En materia de cobre, la Argentina dejó de producir ese mineral en 2018, cuando cesó su actividad Bajo la Alumbrera, pero hay otros proyectos en carpeta próximos a empezar su desarrollo, como Taca Taca, en Salta; Mara, en Catamarca, o Josemaría, en San Juan.

Benjamin Gedan, director del Latin America Program del Wilson Center; Luis Lucero, secretario de Minería, y Juan Pablo Schaeffer, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad en Anglo American Chile
Benjamin Gedan, director del Latin America Program del Wilson Center; Luis Lucero, secretario de Minería, y Juan Pablo Schaeffer, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad en Anglo American Chile

Distinta es la situación en litio, donde si bien se derrumbó el precio de la tonelada de US$80.000 a US$20.000 en el último año, hay cuatro proyectos en producción. El principal es Cauchari-Olaroz, en Jujuy, operada por Lithium Argentina, listada en Toronto y Nueva York, en sociedad con la china Ganfeng y la provincial Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado. La producción comenzó en 2023, luego de una inversión de US$1000 millones, y la mina tiene una capacidad para generar 40.000 toneladas anuales, con una vida útil de más de 40 años.

Si bien Lithium Argentina tiene otro proyecto en Salta, Pastos Grandes, todavía está en estado de factibilidad, donde las inversiones están ralentizadas por la baja del precio del litio. “Solo aquellos proyectos que hoy están en construcción o en operación puedan mantenerse atractivos. La expectativa a medida de los plazos es que todos estos proyectos puedan ponerse en construcción, pero no va a ser algo tan sencillo como muchos pensábamos cuando los precios eran muy superiores”, dijo Ignacio Celorrio, vicepresidente de la empresa.

Ignacio Celorrio, vicepresidente ejecutivo de Lithium Argentina
Ignacio Celorrio, vicepresidente ejecutivo de Lithium Argentina

“Lo que importa en este mercado no es tanto la ganancia que se va a tener inmediatamente, sino si uno es confiable como productor en un mercado que se va incrementando a largo plazo. Ese es el secreto para la Argentina: poder producir en calidad, con constancia y poder ir ocupando mercados que, si no, otros los van a ocupar. Una de las razones por las cuales hubo sobre oferta de litio también es que antes la producción venía de Australia, China, uno poco de Estados Unidos y nada más. Pero en los últimos dos o tres años, empezó a producir África y Brasil. No es que el litio sea tan difícil de encontrar, sino que hay que saber producir de manera eficiente y en una calidad de constancia. Aunque el litio incremente el precio, no va a volver a valores excesivamente altos porque esta corrección va a volver de nuevo”, analizó el ejecutivo.

Martín Pérez de Solay, ex CEO de Allkem, la empresa australiana que se fusionó con la estadounidense Livent para crear Arcadium Lithium, recientemente adquirida por Rio Tinto, se refirió a la importancia estratégica que tiene el cobre en la Argentina. “Hay dos vectores de crecimiento global que hoy no podemos negar. Uno es que la cantidad de energía per cápita continúa en aumento en la medida que tenemos más inteligencia artificial. En la medida que tengamos mayor cantidad de aparatos en nuestras manos, vamos a necesitar más energía. La segunda parte es que la manera más eficiente de transformar la energía en algo más es a través de la electricidad. El cobre es la mejor manera de restaurar la última milla energética. El mundo va a necesitar muchísimo más cobre y la Argentina tiene un montón de proyectos a explorar”, señaló.

El actual profesor del ITBA remarca que un proyecto de cobre demanda una inversión inicial de entre US$3000 y US$5000 millones, y advierte que la ventana de oportunidad es relativamente corta. “El problema del cobre lo vamos a ver de aquí a cinco años. No hay proyectos muy grandes de cobre en el mundo iniciando operaciones. Casi todo lo que hay son extensiones de vida de proyectos existentes que de por sí tienen plazos de vida relativamente cortos. Entonces hay una ventana de oportunidad muy grande y sería una pena que la dejen de pasar”, agregó.

Por su parte, Juan Pablo Schaeffer, director de la minera Anglo American en Chile, contó las condiciones que generó el país limítrofe para volverse hoy un referente de la industria minera. “Se requiere de mucha estabilidad, mucho trabajo coordinado con las autoridades y una licencia social que permita dar viabilidad social en el proyecto. Eso tiene que ver no solamente con cómo vamos compensando los impactos ambientales y sociales, sino cómo generamos valor”, dijo.

“Chile también estableció un régimen similar al RIGI, el Decreto Ley (DL) 600, que también daba estabilidad tributaria y regulatoria de desarrollo del proyecto. Eso es clave para estas inversiones que son de muy largo plazo. En Chile tenemos la mina Los Bronces, que comenzó su explotación en 1867, y hoy la operamos muy cerca de Santiago. Son inversiones que realmente requieren un compromiso extraordinario. Y eso ha ayudado mucho, y eso hubo continuidad más allá de quien gobierna”, agregó.

Finalmente, el secretario de Minería también hizo hincapié en otros minerales que tiene la Argentina, como el oro y la plata. “El otro gran desafío que tiene la Argentina es retomar e incrementar la exploración. Santa Cruz es la provincia más productora de metales del país y las operaciones están llegando al fin de su vida útil. El cobre está tan atractivo que solemos olvidarnos de que en la Patagonia hay un potencial para oro, plata y uranio enorme. La Argentina, además de infraestructura, necesita retomar la inversión en prospección y exploración. Tenemos menos de 40 proyectos en etapa de prospección, que es la primera etapa de la exploración inicial. Como hay un ratio de éxito de aproximadamente de 1 a 100, tendríamos que estar prospectando muchísimo más y explorando muchísimo más para asegurarnos que en el futuro tengamos la producción que podríamos dar”, concluyó Lucero.

El debate se dio en la conferencia organizada por el programa latinoamericano del think tank Wilson Center, que dirige Benjamin Gedan, quien fue director de América del Sur en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y responsable de la Argentina en el Departamento de Estado de Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama

Sofía Diamante

INVAP: estudio preliminar para un reactor en Uganda

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Con 48 millones de habitantes, Uganda necesita aumentar su capacidad de producción de energía eléctrica y la energía nuclear es considerada una fuente estable y económica para lograrlo. Los planes de desarrollo energético del país africano fijan como objetivo generar 24 Gw de energía eléctrica de origen nuclear en los próximos 20 años, el equivalente a construir más de 30 Atucha II. Actualmente, si bien Uganda puede comprar llave en mano centrales nucleares, necesitará personal calificado para operar y controlar esas instalaciones, y para conformar un ente regulador con profesionales capacitados en el área.

En este contexto, la empresa estatal rionegrina INVAP firmó un acuerdo con Uganda para la realización de un análisis de factibilidad y estudio de sitio para la instalación en ese país de un centro nuclear de ciencia y tecnología. INVAP es un jugador internacional importante en este ámbito, ya que ha vendido reactores nucleares de investigación y da capacitaciones a equipos en diversas parte del mundo.

La primera etapa del proyecto consiste en una consultoría de un año para hacer las evaluaciones de factibilidad y del sitio de instalación del centro nuclear: estudios de hidrología, meteorología, estratégicos, analizar las inundaciones históricas y demás para analizar el lugar potencial de instalación del reactor. Además, se deben hacer estudios técnicos para ver qué tan preparado está el país y sus redes de transporte de energía para la instalación de reactores nucleares.

«Lo que esperamos, y será el próximo paso, es diseñar todo el centro de ciencia y tecnología nuclear, en especial, un reactor de investigación, que es nuestro fuerte», dice Alejandro Ibáñez, jefe del Proyecto Uganda de INVAP.

Además, INVAP debe realizar una propuesta de ingeniería preliminar de cómo debería ser este centro y qué instalaciones tendría, en función de otros reactores nucleares de investigación que la empresa de Río Negro ha instalado en otras partes del mundo.

Uganda busca que se puede capacitar a la gente en este centro y que también se pueda hacer investigación, ya que estaría en una universidad, y que tenga producción de radioisótopos para medicina nuclear. “Lo que esperamos, y será el próximo paso, es diseñar todo el centro de ciencia y tecnología nuclear, en especial, un reactor de investigación, que es nuestro fuerte”, dijo Alejandro Ibáñez, jefe del proyecto Uganda por INVAP.

Felipe Albornoz, gerente del área de Proyectos Nucleares de la empresa, dijo: “Esto nació hace casi dos años cuando hubo una conferencia en Egipto dedicada a toda África, en la que tuvimos una invitación y participación especial porque se cumplieron los 25 años de la puesta en marcha del reactor que hicimos en Egipto. En esa misma conferencia estaba gente de Uganda, que ya tenía en su cabeza estas ambiciones. El interés lo fuimos desarrollando, empezamos a visitar Uganda viendo qué era lo que querían y terminamos firmando este contrato. Ellos también hablaron con Corea, Rusia y otros posibles proveedores pero nos dijeron que el intercambio con nosotros fue mucho más rico porque los escuchamos y los tratamos de igual a igual. Escuchamos al cliente y le damos soluciones en base a eso, no andamos tratando de vender un producto que ya tengamos”.

Hoy Uganda solo tiene un centro de salud de medicina nuclear y algunas aplicaciones industriales pero su objetivo es ampliar sus capacidades. Uganda produce ingenieros, aunque no nucleares, pero algunos sí hacen sus posgrados en ingeniería nuclear en otros países. Al volver, tienen muy pocas aplicaciones y existe la necesidad de retener a estos recursos humanos en el país.

«Empezamos a visitar Uganda viendo qué era lo que querían y terminamos firmando este contrato», dice Felipe Albornoz, gerente del área de Proyectos Nucleares de INVAP.

En cuanto a los beneficios que el convenio trae para la Argentina, Albornoz explicó: “África va a tener mucha demanda a futuro en energía y medicina. La zona ecuatorial es la de mayor crecimiento demográfico del mundo y las necesidades crecen en la misma medida. INVAP puede aportar a estos objetivos y queremos estar desde el principio. Es similar a lo que hicimos en los años 80 en los países del norte de África, son países distintos pero los procesos son similares y para nosotros fue muy positiva. Creemos que podemos ocupar este lugar, hemos recorrido este camino en nuestro país y podemos ayudarlos en ese camino”.

El contrato será solo de un año de duración, para hacer los estudios prelminares, pero se espera que luego haya nuevos contratos para diferentes objetivos, y que además sirva como ejemplo para trabajar con otros países de la región. Según Ibáñez, “esto lo vemos como un primer paso para entrar en Uganda y en África ecuatorial. Tenemos negocios en todos los continentes y acá hay una gran oportunidad. La idea, tanto de ellos como nuestra, es seguir trabajando juntos”. En el mismo sentido, Albornoz agregó: “Así como hoy estamos en Uganda, también hemos tenido conversaciones de diferentes grados de interés con otros países de la región, como Kenia, Ruanda, la República Democrática del Congo, Senegal, Ghana y Etiopía, que han mostrado su interés para entrar en el mundo de la energía nuclear. Algunos ya tienen un pequeño reactor y gente preparada, o como Kenia, se han desarrollado en medicina nuclear y se están convirtiendo en un nodo de atención para la región. Las oportunidades están y este convenio nos ayuda a que los vecinos lo vean, que sepan que hay una empresa que viene de la Argentina y está trabajando allá, para nosotros eso es muy importante”.