El Gobierno no dará marcha atrás con la suspensión de la baja de las retenciones para la harina y el aceite de soja ni con la eliminación del diferencial del 3% que ambos subproductos tenían con el grano. Eso dejaron en claro la semana pasada el vicejefe de Gabinete, Lopetegui, y el ministro de Agroindustria, Etchevehere, a los exportadores que concurrieron a la Casa Rosada.
La Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) le pidió una reunión al presidente Mauricio Macri. Para la entidad, esa medida causaría el cierre de plantas y una primarización de las exportaciones.
Luego de la solicitud para Macri, Lopetegui y Etchevehere recibieron a referentes de tres empresas que integran la cámara: Amancio Oneto (Molinos Agro), Sergio Nardelli (Vicentin) y Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza (AGD). También participó de la mesa el presidente de Ciara, Gustavo Idígoras. No estuvieron presentes referentes de las multinacionales del sector.
El año pasado, el complejo de la soja representó exportaciones de harinas y pellets de la extracción de aceite de soja por un monto de 9082 millones de dólares, de aceite de soja por unos 3726 millones de dólares y de poroto de soja por un valor de 2732 millones de dólares. La industria oleaginosa armó un complejo de 55 fábricas que, entre soja y girasol, tiene una capacidad para procesar 202.800 toneladas por día. El 78% de esa industria está en el Gran Rosario.
AgendAR había analizado la importancia de este complejo en El Gran Rosario: el complejo industrial oleaginoso más importante del mundo. Y más recientemente, informamos de la oposición de varias provincias a la eliminación de las ventajas a la industrialización local de la soja: Una Liga de Provincias para defender la producción de biocombustibles.
Para los exportadores, que estiman que el Gobierno este año no se ahorrará más de US$ 115 millones con la medida, hay riesgo de que se avance hacia una primarización de las exportaciones. Según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el país tiene 65 destinatarios para la harina de soja, de los cuales los diez primeros se llevan el 61%; 50 destinatarios de aceite de soja, de los cuales los primeros 10 se llevan el 91%, en tanto que en el caso del poroto de soja solo hay 11 destinos, de los cuales el 90% va al mercado de China.