Una noticia que circuló ayer y el domingo, hasta con entusiasmo, en los medios favorables a su legalización, indicaba que la Organización Mundial de la Salud consideraba que el cannabis -más conocido como marihuana- no es una droga peligrosa.
En AgendAR debemos informar que no es tan así. Es cierto, sí, que la actitud de la OMS no es tan severa como antes. Y esta vez no se trata, como el año pasado, de un posteo en Facebook reproducido por decenas de miles.
Los hechos del caso: hay un documento interno de la OMS, filtrado a la prensa (un Wikileaks de la hierba?) en el que su Director recomienda al Secretario General de la ONU, el portugués António Guterres, que la planta cannabis y su resina sean removidas de la categoría IV, la más restrictiva de la convención internacional de 1961 sobre drogas. Y que además el compuesto delta-9-tetrahydrocannabinol (el famoso THC) sea removido del tratado especial de 1971.
Esa categoría IV está reservada para las sustancias muy dañinas con aplicaciones médicas limitadas. La decisión final la tomarán, en su momento, las Naciones Unidas.
De todos modos, por la filtración de ese documento, ayer las acciones de todas las compañías vinculadas al cultivo de cannabis, subieron en forma espectacular en Wall Street. Las de la canadiense Weekend Unlimited Inc. vieron un alza del 150%. «Como si se hubieran fumado todo», comentaron en la bolsa.
Seguramente por coincidencia, también ayer el Ministerio de Seguridad, de Patricia Bullrich, habilitó el primer centro destinado al estudio y cultivo del cannabis medicinal, que funcionará en una finca de Jujuy. Hace dos semanas AgendAR informó sobre el tema.