Como consecuencia de los ajustes en las tarifas, combustibles y el alza el dólar, las compañías industriales que dominan el mercado alimenticio y de limpieza remarcaron sus productos un 12% en promedio, Se notará en las góndolas desde mañana lunes 1° de abril.
Las empresas que informaron los incrementos en los hipermercados «son las de primera línea». Pero también los incrementos se observarán en comercios de cercanía como autoservicios, almacenes y supermercados chinos.
Los fuertes aumentos que rondarán entre el 10% y 15% (e impactarán en la inflación de abril) corresponden a Coca Cola; Arcor (polenta, salsas, mermeladas, duraznos en conserva, chocolatadas, golosinas); Mondelez (galletitas, jugos, golosinas); Quilmes (en el segmento de gaseosas); Aceitera General Deheza; La Virginia (café, té); Celusal; La Serenísima; Danone; yerba Playadito; y los productos de limpieza de Unilever.
Asimismo, habrá un notable aumento en el precio de los fiambres, donde las subas variarán entre el 10% y el 30%. Desde el 1° de abril, en este producto puntual se espera que las mayores remarcaciones se vean en los comercios de barrio por encima de las grandes superficies. Como ya es costumbre, los nombres de las empresas que remarcan se repiten en forma mensual y en un contexto de bajo consumo donde debería suceder el fenómeno inverso.
Sin embargo, una de las razones siempre expuestas es que hubo una devaluación brutal el año pasado que siguió este año; y una gran suba de las tarifas, que sumados a la disparada en el precio de los combustibles, conforman «una inflación reprimida» que antes no se podía trasladar y en este momento, sí. De todas formas, llama la atención este análisis porque el consumo cae todos los meses en mayor medida. Aparece que las empresas ponderan la mayor rentabilidad sobre las ventas en volumen.
Desde las cadenas de hipermercados explican que recibieron las listas de los proveedores y que inexorablemente los aumentos se materializarán. «Los listados nunca llegan con argumentaciones». Los formadores de precios, tanto la industria como los supermercados, serían quienes deciden cuándo y cuánto aumentan los valores de los bienes.