Las autoridades rusas confirmaron este martes 17 que se había registrado una explosión y un incendio en un laboratorio donde se almacenan, entre otras cosas, virus tan letales como el del ébola. El Centro Nacional de Investigación de Virología y Biotecnología, conocido en la era soviética como Instituto Vector, había sufrido daños menores en uno de sus edificios, ubicados en la localidad de Novosibirsk, en la región de Siberia, según informó la agencia estatal rusa Ria-Novosti.
La razón del comunicado fue tranquilizar: la explosión, causada por un cilindro de gas, había ocurrido en una «zona donde no se encontraba material biológico almacenado». «Los voceros del Centro de Investigación han enfatizado que este incidente no representa ninguna amenaza biológica ni de ningún orden para la población en general», señaló la agencia.
Pero la noticia ya estaba dando la vuelta por redes sociales (en Twitter, el hashtag #bioweapons era tendencia) por una simple razón: este laboratorio es uno de los dos lugares en el mundo donde se encuentra una muestra del virus que causa la viruela, una de las enfermedades más letales en la historia de la humanidad.
«Este edificio fue utilizado dentro del programa de defensa contra armas biológicas en la era soviética y ahora se dedica a la investigación de enfermedades como la hepatitis e y el ébola», confirmó Ria-Novosti.
¿Por qué se conserva el virus que provoca la viruela?
A lo largo de la historia humana, la viruela ha sido una amenaza siempre presente: se sabe que causó la muerte del faraón Ramsés V hace más de 3.000 años. En el siglo XX, la viruela causó la muerte de casi 300 millones de personas alrededor del planeta. Pero antes que concluyera, hacia 1980, fue erradicada: el último caso conocido fue el de un joven en Somalia en octubre de 1977.
Pero no es posible descartar por completo la aparición de una nueva cepa, «refugiada» en animales domésticos o -la paranoia es otra enfermedad muy antigua, por buenos motivos- utilizada como arma. Y se estima que el desarrollo de nuevas vacunas efectivas debe hacerse en muestras vivas del virus.
Como sea, la Organización Mundial de la Salud decidió guardar dos muestras en los únicos laboratorios que tenían el nivel suficiente de seguridad para albergar ese virus: los CDC de Atlanta, en el corazón de EE.UU., y el laboratorio del Instituto Vector, en la Siberia rusa.