Un avance para evitar infecciones hospitalarias

Científicos de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) lograron inhibir el desarrollo de la bacteria que causa la mayor cantidad de infecciones hospitalarias.

Los científicos María Laura Martín, Carla Giacomelli y Sergio Dassie pudieron frenar el crecimiento de comunidades de Staphylococcus aureus (estafilococos), a través de la modificación del material con el que está hecha la superficie de varios dispositivos médicos.

Ese estafilococo es un microorganismo que provoca desde infecciones menores hasta otras que ponen en riesgo la vida. Como sepsis, endocarditis y neumonía. “Nuestro trabajo es de ciencia básica, pero si se realizaran ensayos de validación, las superficies podrían incorporarse en dispositivos biomédicos tales como catéteres, marcapasos, prótesis, válvulas cardíacas o lentes de contacto”, aseguró Giacomelli, la directora del equipo de trabajo conformado por integrantes del Instituto de Investigaciones en Fisicoquímica de Córdoba (Infiqc), que depende de la UNC y del CONICET.

El Staphylococcus aureus, así como otras bacterias, se unen y forman “biofilms” -o comunidades- cuando se ponen en contacto con la superficie de un dispositivo médico. Así, resisten mejor las defensas inmunes y la acción de antibióticos.

En las imágenes de microscopía se ven mayoritariamente bacterias adheridas vivas (puntos verdes) sobre la superficie sin modificar, mientras que sobre las superficies modificadas por los científicos se observan bacterias adheridas muertas (puntos rojos) o «ausencia de adhesión bacteriana».

¿Qué significa modificar las superficies para frenar el crecimiento de las infecciones hospitalarias? Giacomelli y su equipo no desarrollaron un nuevo material o dispositivo médico, sino que modificaron la superficie de uno ya existente difundido en el ámbito médico, que está constituido de dióxido de silicio.

“Modificamos esta superficie con proteínas plasmáticas sometidas a un tratamiento térmico y observamos una disminución del 90% en el número de bacterias vivas adheridas inicialmente y una completa inhibición de la formación de biofilm”, indicó la doctora María Laura Martín.

“Se podría implementar esta modificación superficial en diferentes dispositivos médicos, ya que representa una estrategia novedosa, fácil, económica y utiliza componentes biocompatibles y de toxicidad nula”, agregó Giacomelli.

En principio, afirmó la investigadora, la modificación de superficies podría utilizarse para biomateriales implantables u otros dispositivos que no estén en contacto con tejidos vivos.

“En el primer caso, se necesitaría implementar previamente estudios in vivo (que son hechos dentro del cuerpo de un organismo), para garantizar la efectividad contra infecciones posquirúrgicas por el uso de implantes o dispositivos médicos al mismo tiempo que se asegura su inocuidad”, afirmó.

En 2017, Giacomelli fue la primera científica cordobesa en ganar el premio “Dra. María Cristina Giordano” de la Asociación Argentina de Investigación Fisicoquímica (AAIFQ) por sus aportes a la investigación y la formación de recursos humanos.

VIAClarin