China aprobó ayer martes 23 la importación de dos nuevas variedades de soja genéticamente modificadas (OGM), incluida la variedad DBN-Ø9ØØ4-6, desarrollada por la firma DBN (Dabei Nong Biotechnology), asociada con la argentina Bioceres. Como informamos en AgendAR, desde febrero de 2019 esta variedad cuenta con la aprobación de seguridad de las autoridades argentinas para ser producida en nuestro país.
La aprobación oficial de China es una instancia definitoria en estos temas y abre el camino para las habilitaciones efectivas. Con el visto bueno del gobierno chino, principal comprador de soja del mundo, se podrá poner en marcha la producción y comercialización de la semilla.
Aunque esta variedad fue desarrollada por la empresa china DBN, la autorización regulatoria en Argentina fue solicitada por la empresa local Bioceres, aliada estratégica de la compañía asiática. El grupo con sede en Rosario podría facilitar el proceso de comercialización en función de lo que vaya decidiendo DBN, que posee la propiedad intelectual sobre este evento biotecnológico.
Mientras tanto, la firma local de biotecnología también espera obtener pronto la aprobación de importación por parte de China para su variedad de soja resistente a la sequía, HB4. Aunque todavía no se efectivizó la desregulación del evento en soja HB4 en China, esta autorización valida la estrategia elegida por Bioceres y de su aliado DBN.
La otra soja aprobada por China es la MON87751, una variedad resistente a insectos lepidópteros desarrollada por Bayer, informó el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales chino, que también aclaró que los cultivos aprobados para la importación se utilizarán exclusivamente como alimento para animales. Todas las aprobaciones entraron en vigencia a partir del 11 de junio y durarán cinco años.
Además, el ministerio chino también renovó los certificados de seguridad para la importación de otros seis cultivos transgénicos, cinco variedades de maíz y otro cultivo de soja, desarrollados por Bayer, Corteva y Syngenta.
Hace tiempo que Beijing viene aprobando las importaciones de productos modificados genéticamente para alimentar al ganado, pero no ha comercializado completamente la producción de granos modificados genéticamente en el país. Sin embargo, en enero, otorgó certificados de seguridad a dos variedades de maíz transgénico, incluido uno desarrollado por DBN. Los productos deben superar dos pasos regulatorios adicionales antes de que puedan cultivarse en China.