Los casos positivos del nuevo coronavirus registrados en Argentina han subido consistentemente en las últimos semanas. Por eso es natural que muchos compatriotas, angustiados ante una pandemia que nadie esperaba y que parece no tener fin, se pregunten por la utilidad de las medidas de política sanitaria que ha tomado el gobierno, y de una larga e irregular cuarentena.
Este cuestionamiento, legítimo, se ha envenenado entre nosotros, como era previsible, por una amarga «grieta» política. Es visible que son los opositores al gobierno los más descontentos, mientras que sus partidarios defienden las políticas.
Sin pretender «neutralidad», en AgendAR buscamos el mejor criterio para evaluarlas. Los registros no son perfectos, no pueden serlo; y eso sin tomar en cuenta que en muchos países su infraestructura sanitaria sólo puede brindar datos muy aproximados. Y en algunos, no se brindan con rapidez.
Por eso elegimos un dato lúgubre pero más verificable que otros: las muertes atribuidas al coronavirus. Tampoco es exacto, claro, pero es más preciso que el registro de contagios, o de camas ocupadas cuando hay muchas diferencias en las disponibilidades por país. Éste es el mapa que marca, con la intensidad de sus colores, como está cada país en ese trágico «ranking».
La intensidad del color refleja la mayor o menor cantidad de muertes. Damos los números de muertes por millón de habitantes a la fecha de ayer -13 de septiembre- de países referenciales y de nuestros vecinos.
Argentina: 247,94; EE.UU.: 585,2; España: 636,23; Italia: 588,85; Suecia: 578,85; Brasil: 617,29; Perú: 927,85; Chile: 622,25; Uruguay: 12,95; Paraguay: 72,06.
(Estos datos son reunidos por la Johns Hopkins University y puede accederse a ellos aquí).
Por supuesto, estos números son provisorios, varían día a día, los cambios llegan a ser significativos conforme pasan los meses. Cuando concluya esta pandemia, se podrá evaluar mejor lo que se hizo y los resultados.