Agustín Rossi: “Por medio del FONDEF ya podremos planificar a futuro”

Como AgendAR informó en detalle aquí, esta semana el Senado convirtió en ley el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), un financiamiento específico e incremental para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas.

La flamante Ley 27565 establece que los recursos del FONDEF serán afectados a la recuperación, modernización o incorporación de materiales, buscará reequipar a las Fuerzas Armadas y también sustituir importaciones, con el objetivo de insertar a pymes nacionales en el mercado internacional, incrementar las acciones de investigación y desarrollo, y asimilar las innovaciones tecnológicas en el entramado productivo nacional.

Los recursos para financiar este fondo se conformarán con el 0,5% del presupuesto del sector público en el año 2021, el 0,65% en 2022 y el 0,8% en 2023 y en años sucesivos. Para el año próximo, el FONDEF administraría unos 37.000 millones de pesos, que serán independientes del presupuesto del Ministerio de Defensa (157.000 millones de pesos, de los cuales 121.000 millones corresponden a salarios). El monto asignado por el FONDEF deberá ejecutarse en su totalidad y las comisiones de Defensa de ambas cámaras del Congreso serán responsables de monitorearlo.

El autor del proyecto, que ya había recibido media sanción en la Cámara Baja el año pasado, fue el ex diputado Agustín Rossi, hoy titular del Ministerio de Defensa. Rossi será el encargado de ejecutar el presupuesto del FONDEF, y en este reportaje explica cómo destinarán estos fondos a partir del año que viene, con especial énfasis en “privilegiar todo lo que se pueda producir en la Argentina y, en el caso de lo que haya que importar, hacerlo siempre con mecanismos de transferencia de tecnología o joint venture”.

¿Cuáles son los proyectos a impulsar en Defensa a partir de la puesta en marcha del FONDEF?

En una primera instancia vamos a repotenciar todos los proyectos con los que ya estamos avanzando. El avión Pampa; el Pucará Fénix, que es la remotorización del Pucará; el IA100, que es un avión de entrenamiento básico militar; el P3 Orión, que está en FADEA y hay que terminarlo; y un Hércules que nos quedó afuera del programa de modernización que hicimos en Dallas. Por otro lado, tenemos que terminar la lancha LICA (Lancha para Instrucción de Cadetes) que está en el astillero Río Santiago, y avanzar en un programa de remolcadores para la Armada Argentina. Tenemos la idea de ver si podemos empezar a construir un buque polar, algo que nos llevará unos cinco o seis años. Y para el Ejército Argentino está el programa de remotorización de los Unimog. Vamos a trabajar fundamentalmente en estas tareas que ya veníamos haciendo y tenemos que potenciar.

Durante el gobierno de Cristina Fernández hubo leyes para que no se interrumpieran grandes proyectos tecnológicos como el Plan Satelital o el Plan Nuclear, que tras el cambio de Gobierno no se cumplieron. ¿Qué instrumentos hay para que con esta ley no pase lo mismo?

Entiendo que esas leyes lo que tenían eran objetivos. Acá lo que tenemos es la creación de un fondo específico que se integra con un porcentaje de los ingresos totales que tenga la administración, entonces el que preside está obligado a cumplir con ese fondo específico. Hay una diferencia desde el punto de vista de la categoría jurídica. Acá se integra un fondo específico para la Defensa. Cada vez que ingresa un peso en el Estado nacional, el 0,5% de este peso tiene que ser destinado al FONDEF. Creo que son situaciones distintas, judicialmente distintas. Como fui el autor puedo decir que lo pensamos con ese sentido.

La creación del presupuesto y la asignación de partidas es una función del Poder Ejecutivo a partir de las prioridades que establezca en su gestión. ¿Está bien que el poder Legislativo ponga limitaciones en este sentido?

El Poder Legislativo tiene todas las posibilidades de asignar presupuesto donde quiera. De hecho, cuando se habla de la coparticipación, es una ley que le dice al Ejecutivo cómo tiene que distribuir la plata que tiene. Así que no haya ninguna duda de que esto es una potestad del Poder Legislativo, de poder definir una ley con una asignación específica. También podría haberlo hecho sin una asignación específica y decir que se hará con recursos presupuestarios. La idea de destinar un presupuesto a un fondo específico tiene que ver con esto. Además, ya existen fondos similares como el de equipamiento de las escuelas técnicas, que es el 0,2% del los ingresos de la Administración Pública.

En el caso del avión Pampa, parece difícil poder pedirle a las empresas que inviertan para hacer más piezas nacionales cuando solo se producen dos aviones por año. Por otro lado, es difícil producir más aviones con tantas piezas importadas. ¿Cómo se resuelve esta disyuntiva?

Creo que el FONDEF va a ayudar a resolver la disyuntiva. El problema fundamental es el flujo de fondos. Si hay un flujo de fondos se puede aspirar a fabricar algo más que dos Pampa por año. Sobre todo porque el FONDEF da recursos para este año, el siguiente, el subsiguiente y los próximos, entonces permite planificar a futuro. Yo entiendo que si FADEA va y le pide a una pyme de la industria aeronáutica que modifique una línea de producción para hacer una determinada parte del Pampa III, para sustituir importaciones, la pregunta siguiente sería: ¿Cuántas me van a comprar? A partir del FONDEF se van a poder hacer planificaciones plurianuales que harán eso posible.

¿Van a hacer contratos plurianuales con FADEA?

Siempre estamos intentando hacer planes plurianuales con FADEA, lo que necesitábamos era tener recursos. Yo suelo decir que los argentinos  somos campeones de los prototipos: tenemos una idea, la convertimos en un proyecto, lo convertimos en realidad y después fabricamos uno, dos o tres productos de este proyecto, pero nunca podemos llegar a la serie porque nunca tenemos un flujo continuo de fondos, que es lo que un proyecto importante exige.

Hace pocos días se cumplieron los 80 años de LADE, la línea aérea de fomento administrada por la Fuerza Aérea. Como consecuencia de la pandemia, hay grandes cambios en todo el mercado aerocomercial. ¿Habrá cambios en LADE?

Tenemos tomada la decisión de reposicionar a LADE. En los cuatro años de macrismo había una clara decisión de desarticular a LADE, prácticamente quedó con un avión Saab y dos Twin Otter con sede en Comodoro Rivadavia. Hoy tenemos tres, casi cuatro aviones Saab. Vamos a tener dos o tres Fokker y el Boeing 737 que estamos comprando para la Fuerza Aérea, y vamos a seguir manteniendo los Twin Otter. Lo que vamos a hacer con estos dos últimos es llevarlos a Río Gallegos para hacer un puente permanente de dos vuelos por día con Ushuaia. Por otro lado, queremos potenciar todo el circuito de la Patagonia, que es el histórico de LADE. De hecho, hay una declaración de todos los senadores de la Patagonia para que LADE vuelva a hacer ese circuito.

¿Cuál será el posicionamiento de LADE?

LADE es una línea aérea de fomento. Su objetivo no está en ejecutar los circuitos comerciales más rentables, sino en tratar de unir aquellas localidades que no son rentables. Estamos pensando también en una articulación mayor con Aerolíneas Argentinas, de manera de ser complementaria e inclusive hacer algunas rutas que a Aerolíneas no le conviene hacer con los aviones grandes.

¿A qué ruta se afectará el 737 que están por comprar?

No tenemos definido qué ruta hacer con el 737. Es un avión de transporte interesante, no solo puede hacer esas rutas, puede tener diferentes usos. Lo primero que tenemos que hacer es que LADE vuelva a volar en la Patagonia argentina. Una vez que eso esté funcionando, que esté aceitado, veremos qué otros circuitos podemos hacer. Hay un plan que tiene que ver con un relevamiento comercial que hicimos, y es hacer un circuito por las segundas o terceras ciudades de cada una de las provincias. En general, las líneas comerciales trabajan sobre las capitales de provincia y nosotros podríamos trabajar sobre el interior del interior, me parece que sería importante.

VIAAgencia TSS / Unsam - Matías Alonso