Como comentamos el martes aquí, el Gobierno va a disponer una baja de las retenciones a la soja de alrededor de 3 puntos por 90 días. Además, se anunciará una baja definitiva de hasta 4 puntos de los derechos de exportación de la carne bovina.
En este nuevo esquema la soja, que actualmente tributa una retención del 33%, pasaría al 30% durante los próximos 90 días y la carne bovina que hoy paga 9% pasaría al 5% de manera definitiva.
El Gobierno necesita con urgencia generar un mayor ingreso de dólares a la Argentina. Estas medidas se toman, entonces, para fomentar la liquidación de los stocks de soja del sector exportador.
Según las estadísticas oficiales actualmente hay alrededor de 17,4 millones de toneladas de soja en los silos en manos de los productores, con una cotización de alrededor de u$s 380 por tonelada.
Si esos stocks se liquidan en su totalidad, la Argentina contaría con el ingreso de unos u$s 6.600 millones en lo que resta del año. El 30 % del fisco y el 70% de los productores.
Así también, el gobierno cancelaría los muy demorados pagos de compensaciones a los pequeños y medianos productores, establecidos en el Fondo de Compensación para el sector agrícola que prevé una devolución de derechos de exportación para explotaciones de menos de 1.000 toneladas de soja, que según cálculos oficiales serían unos 42.406 productores, equivalentes a un 74 % del total.
Este sería el inicio de una batería de medidas que el Gobierno plantea para fomentar las exportaciones del campo. En una segunda etapa se prevé el lanzamiento de un plan estructural con beneficios fiscales e impositivos destinados a los productores agropecuarios.
Desde hace semanas el Gabinete económico conformado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, venía evaluando la posibilidad de implementar medidas extraordinarias para que el campo acelere la liquidación de divisas que viene mostrando una baja interanual de alrededor del 23%.
Esta semana el plan concreto para bajar las retenciones se puso sobre una mesa de negociación con las empresas agroexportadoras. Fue el propio Guzmán quien encabezó las negociaciones porque las firmas pedían una baja de al menos cinco puntos y una alícuota diferencial para aquellos productos con mayor valor agregado como harinas y aceites de soja. El martes y luego de un extenso encuentro las partes no se pusieron de acuerdo y ahora el Gobierno avanzará con su plan.
En paralelo el equipo económico también se habría comprometido a abrir una segunda etapa de diálogo en la que convocará al Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) para consensuar una batería de medidas con la mirada puesta en el largo plazo para incrementar las exportaciones agroindustriales. (Ver nuestra nota De qué se trata el plan quinquenal del Consejo Agroindustrial Argentino).
Entre las medidas que contempla este proyecto se incluye la posibilidad de que los productores descuenten de Ganancias un porcentaje de 120% de las facturas relacionadas a la compra de fertilizantes, y de 150% las que están relacionadas con seguros y semillas fiscalizadas. También se plantea un plan canje de maquinaria agrícola, vehículos e implementos, entre otros incentivos.
Observaciones de AgendAR:
En nuestra opinión (y de muchos otros), estas medidas quizás sirvan para empezar a revisar la actitud hostil que los productores agrarios tienen con este gobierno. En el mediano plazo. Pero no alcanzarán para hacer que se apuren la liquidar la soja que mantengan en su poder en estos 3 meses. Lo que no tuvieron que vender ya para comprar fertilizantes, semillas y otros insumos ¿los va motivar la diferencia de un 3% para desprenderse de un stock que se cotiza en dólares?).
Creemos que esto debe verse, en lo inmediato, en el marco de una negociación con las cerealeras, que sí están en condiciones de hacer un adelanto importante al gobierno argentino.
En este contexto, las agroexportadoras remarcan como fundamental que se reimplementen definitivamente alícuotas diferenciales para favorecer las exportaciones de productos con mayor valor agregado de la cadena sojera. Las estadísticas dan cuenta de que la caída interanual de la molienda de la oleaginosa alcanza el 22%, lo que implica u$s 2.500 millones menos de liquidación. Las empresas de crushing ostentan una capacidad ociosa de alrededor del 50%.
De todos modos, volvemos a repetir algo que dijimos al comienzo de esta semana: ninguna solución será estable en tanto existan dos valores del dólar, separados por una brecha muy grande. Así, siempre será una tentación grande para el que puede exportar retener su producto, y para el importador «aprovechar» el dólar oficial, más barato. Y esa brecha entre los valores del dólar – también lo hemos repetido- no aparece porque el dólar oficial esté «barato», sino porque nadie quiere «quedarse» en pesos, en una moneda que se desvaloriza.