Con 59 votos a favor, sin votos negativos ni abstenciones, el Senado de la Nación convirtió en ley este miércoles 24 el proyecto que propone escalonar la inversión que realiza el Estado en ciencia y tecnología, llevando los recursos desde el 0,28% actual, al 1% del PBI en 2032.
Estuvieron presentes en la sesión el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza; la presidenta del CONICET, Ana Franchi, y el subsecretario de Coordinación Institucional, Pablo Nuñez.
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La iniciativa declara de interés nacional el desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de la República Argentina y establece el «incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional destinado a la función ciencia y técnica, por su capacidad estratégica para el desarrollo económico, social y ambiental».
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Este incremento deberá destinarse a promover la federalización del sistema científico tecnológico a través de la producción, difusión y apropiación del conocimiento científico y tecnológico en todo el territorio nacional, priorizando las zonas geográficas de menor desarrollo relativo.
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También se busca «desarrollar y diversificar la matriz productiva mediante el impulso de políticas de innovación sustentable; generar nuevos empleos de calidad a través de la transferencia de tecnología y la incorporación de personal proveniente del sistema científico y tecnológico en el sector productivo nacional; visibilizar los avances científicos tecnológicos, promoviendo estrategias de divulgación para la generación de vocaciones científicas y como herramienta educativa; y promover la formación de profesionales y técnicos especializados en el país y en el exterior».
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Con el fin de garantizar estos objetivos, la inversión crecerá anualmente de acuerdo a los porcentajes mínimos: 0,28% del PBI en el año 2021; 0,31% en 2022; 0,34% en 2023; 0,39% en 2024; 0,45% en 2025; 0,52% en 2026; 0,59% en 2027; 0,68% en 2028; 0,78% en 2029; 0,90% en 2030; 0,95% en 2031; 1% en 2032. La asignación de recursos para ciencia y tecnología del presupuesto nacional nunca será inferior, en términos absolutos, a la del presupuesto del año anterior. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación será la autoridad de aplicación de la ley.
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Otros objetivos del proyecto son «incrementar la infraestructura y equipamiento para potenciar las actividades de investigación, desarrollo e innovación, alentando su radicación en las provincias argentinas; desarrollar instrumentos y mejorar los procesos internos para el financiamiento de proyectos orientados a la investigación científica, tecnológica y a la innovación».
Se plantea «generar incentivos para la inversión del sector privado en actividades que involucren la investigación, el desarrollo y la innovación, fomentando el desarrollo de empresas de base tecnológica y la creación de aglomerados productivos».
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También se procura «estimular la generación de divisas mediante la exportación de productos y servicios con agregado de valor «.
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Otros puntos son «jerarquizar la investigación; y establecer mecanismos que garanticen una mejora, estabilidad y equidad en las remuneraciones de los recursos humanos del sistemal».
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A fin de promover un sistema de ciencia y tecnología de carácter federal se establecerá una distribución de los fondos con criterio federal, atendiendo a promover una reducción progresiva de las asimetrías presentes entre las distintas regiones del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
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La presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, la oficialista rionegrina Silvina García Larraburu, dijo que «Esta es una iniciativa muy esperada por la comunidad científica y tecnológica, nos va a permitir tener una ley marco de financiamiento para el sector, vamos a otorgarle previsibilidad y asegurar su crecimiento más allá de los cambios de gobierno», enumeró.
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La propuesta se elaboró en consenso entre las principales fuerzas políticas, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio y fue aprobada por 189 votos a favor y cero en contra en Diputados, para luego pasar al Senado, donde obtuvo unanimidad. .
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Esta iniciativa beneficiara a todos los organismos de ciencia y tecnología que integran la Función y Técnica y que se distribuyen entre 9 ministerios: La Fundación Miguel Lillo, CONICET, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), el Instituto Nacional del Agua (INA), el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MinCyT), el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Servicio Geológico Minero (SEGEMAR), la Administración Nacional de Laboratorios (ANLIS), el Servicio Hidrográfico Naval (SHN), el Centro de Investigación en Tecnologías para la Defensa (CITEDEF), el área de Ciencia y Técnica de las Universidades Nacionales, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) y el Instituto Antártico Argentino (IAA).
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Esos 17 organismos son una parte (la mitad) del total de lo que representa el sector de ciencia y tecnología nacional. Es decir que la Función Ciencia y Técnica representa aproximadamente el 50% de toda la inversión de ciencia y técnica que hace la Argentina.
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En ese espectro más amplio, que esta ley no alcanza (pero si impacta), está la inversión que realizan las empresas privadas, por ejemplo, y los cargos de dedicación exclusiva de las universidades.
Esta Ley, por tanto, plantea incentivar con inversión en un área específica y considerable alcanzada por el sector público, para generar una sinergia en ese resto del sistema científico y tecnológico, y también en el productivo.
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Hoy la inversión que realiza Argentina para la Función Ciencia y Técnica, se encuentra en el 0,25% del PBI, (en su mejor época, durante el kirchnerismo alcanzó el 0,35% del PBI) por lo que la iniciativa plantea cuadruplicar la asignación a lo largo de once años, con una cláusula que impide que los recursos año a año sean menores que el año anterior.
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La tabla de inversión del nuevo proyecto:
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2021: 0,28% del PBI
2022: 0,31% del PBI
2023: 0,34% del PBI
2024: 0,39% del PBI
2025: 0,45% del PBI
2026: 0,52% del PBI
2027: 0,59% del PBI
2028: 0,68% del PBI
2029: 0,78% del PBI
2030: 0,90% del PBI
2031: 0,95% del PBI
2032: 1% del PBI
Estas cifras son todavía modestas, pero dan un horizonte de previsibilidad; y con este nivel de recursos a lo largo de nuestra historia, la ciencia y la tecnología argentinas han conseguido logros importantes, cuando se les permitió trabajar con continuidad.