OMS: “La desigualdad en la distribución de vacunas es un catastrófico fracaso moral”

El titular del organismo, Tedros Ghebreyesus, criticó la actitud de los fabricantes de vacunas que buscan la aprobación reglamentaria de los países prósperos en lugar de someter sus datos a la OMS para obtener una luz verde global.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el mundo puede enfrentarse a un “catastrófico fracaso moral” si los países ricos acapararan las vacunas contra el coronavirus en detrimento de las naciones pobres. Pero este alerta ya se dio hace un par de semanas, y en el informe de ayer de la OMS se puede leer que se registran 121.464.666 de contagios confirmados en el mundo, y el número de muertes por esa causa alcanza a 2.684.093.

En un informe preparado para la reunión de la OMS, un panel de especialistas subrayó que “al referirse a la cronología inicial de la primera fase de la epidemia, se constata que habría sido posible actuar más rápido sobre la base de las primeras señales“.

“Lo que está claro para el grupo es que las autoridades sanitarias locales y nacionales de China podrían haber aplicado medidas de salud pública más contundentes en enero“, agregó y destacó que la rápida transmisión del virus en el mundo a principios de 2020 se vio facilitada por el hecho de que “la epidemia fue en gran parte ocultada” en esa potencia asiática.

Mientras tanto, el director general de la OMS, Tedros alertó sobre una de las principales preocupaciones actuales de la organización multilateral: la creciente concentración de vacunas en manos de unos pocos países en detrimento a gran parte del mundo que aún no consiguió dosis o solo negoció para una parte insuficiente de su población.

“Debo ser franco. El mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral y el precio de este fracaso será pagado con vidas en los países más pobres del mundo”, sentenció Tedros.

En un discurso en la apertura de un consejo ejecutivo de esta agencia de la ONU, en Ginebra, criticó la actitud “egoísta” de los países más ricos y a los fabricantes de vacunas que buscan la aprobación reglamentaria de los países prósperos en lugar de someter sus datos a la OMS para obtener una luz verde a escala mundial para la utilización de la vacuna.

Para el director general de la OMS la situación pone en peligro el acceso equitativo en todo el mundo a la vacuna y afirmó que 39 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus ya se habían administrado a fines de enero en al menos 49 países ricos y en apenas un puñado de naciones en desarrollo.

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