El Telescopio Espacial Hubble -en órbita a 593 kilómetros de altura desde 1990, y pronto a ser reemplazado por el James Webb- detectó la estrella más distante jamás observada, que fue denominada Earendel, cuya luz viajó durante 12.900 millones de años hasta llegar a sus lentes.
Esa estrella era un gigante supercaliente y superbrillante que se había formado hace unos 13.000 millones de años en los comienzos del universo como lo conocemos.
Pero esta luminosa estrella azul hace tiempo que desapareció, era tan masiva que es casi seguro que explotó en una supernova apenas unos millones de años después que se formara.
«Estamos viendo la estrella tal y como era hace 12.900 millones de años, lo que la sitúa unos 900 millones de años después del Big Bang», dijo el astrónomo Brian Welch, estudiante de doctorado de la Universidad Johns Hopkins y autor principal del estudio que aparece en la revista Nature este miércoles (30.03.2022). «Definitivamente, hemos tenido suerte».
Earendel será «una ventana a una era del universo con la que no estamos familiarizados, pero que condujo a todo lo que conocemos. Es como si hubiéramos estado leyendo un libro interesante, pero comenzamos en el segundo capítulo y ahora tenemos la oportunidad de ver cómo empezó todo«, agregó Welch.
La anterior poseedora del récord, Ícaro, también una estrella supergigante azul observada por el Hubble, se formó hace 9.400 millones de años. Es decir, más de 4.000 millones de años después del Big Bang.
En ambos casos, los astrónomos utilizaron una técnica conocida como lente gravitacional para ampliar la minúscula luz de la estrella. La gravedad de los cúmulos de galaxias más cercanos a nosotros sirve de lente para magnificar los objetos más lejanos. Si no fuera por eso, Ícaro y Earendel no habrían sido discernibles dadas sus enormes distancias.
Aunque el Hubble ha detectado galaxias a una distancia de entre 300 y 400 millones de años del Big Bang que formó el universo, sus estrellas individuales son imposibles de distinguir.
«En esos casos, estamos viendo la luz de millones de estrellas mezcladas», dijo Welch. «En ésta, está ampliada de modo que podemos ver sólo esta estrella».
Esta estrella será un objeto principal de estudio para el nuevo telescopio espacial James Webb, que actualmente se está calibrando en el espacio.
«El James Webb la observará este año», según un comunicado la Agencia Espacial Europea (ESA), que opera el telescopio con la NASA.
A diferencia del Hubble, que tiene una pequeña capacidad de infrarrojos, James Webb solo operará en estas longitudes de onda, lo que permitirá retroceder aún más en el tiempo.