MAR DEL PLATA-. Este jueves, en la primera jornada del congreso A Todo Trigo 2022 en esta ciudad, no fue un día más. La noticia de que el Gobierno aprobó la comercialización de las variedades del trigo HB4 tolerante a sequía puso contentos a quienes estaban vinculados a ese logro y participaban del evento.
Aunque medido por el revuelo que provocó la medida en los empresarios de la cadena alimenticia que no vieron con buenos ojos la decisión, el director de Bioceres, Claudio Dunan, no podía disimular una sonrisa en su rostro.
“Lo de Australia -uno de los mayores productores de trigo del mundo, que días atrás aprobó su evento transgénico para harinas- y lo de hoy publicado en el Boletín Oficial son cosas muy buenas para nosotros”, señaló. Vale recordar que Bioceres ya cuenta con la aprobación de harina de trigo HB4 para consumo en Brasil, Colombia y por un ente conjunto de Australia-Nueva Zelanda.
Ahora, la hoja de ruta del evento tecnológico para la compañía en los próximos 12 meses está puesta en Indonesia, donde ya hicieron la presentación, mientras mantienen expectativas para Sudáfrica, Bolivia, Filipinas y Vietnam, entre otros mercados.
Pero lo más novedoso en el corto tiempo es que en las próximas semanas estarán lanzando al mercado argentino un producto con marca que, aunque no anticiparon el nombre, dirá específicamente que está fabricado con HB4.
Dunan afirmó también que “los brasileños quieren tener HB4 para sembrar, porque a ellos les va a generar mayor producción y menor necesidad de importación”.
“Esperamos también dar una noticia referida a esto en el rango de tiempo de 12 meses. Existe muy buena recepción en la actualidad en ese país. Hay una sinergia entre las distintas aprobaciones. En Estados Unidos, la agencia Federal de Pequeños Negocios (SBA) de ese país está evaluando también para consumo que, si bien no es un país importador, tener su aprobación significa tener una valoración en los mercados”.
En este contexto, indicó que la aprobación australiana es un “hito mundial” y de enorme impacto “porque es uno de mercados más sofisticados desde el punto de vista regulatorio el que dijo que el HB4 está permitido para el consumo humano”.
“Es un cambio de paradigma. Además, compramos una empresa en Australia para empezar a desarrollar variedades de trigo HB4 en ese país”, contó.
En relación al rechazo que manifestó la mayor parte de la cadena sobre esta cuestión, expresó que se debe salir de estas generalidades de que el consumidor no lo quiere, “hay que hacer un doble clic”.
“Toda innovación genera un poco de reacción, ha sido siempre igual. Si bien hay un segmento del mercado que no le gustan los transgénicos, es la misma gente que no está de acuerdo con los agroquímicos, es un segmento de no más del 30%, o sea que hay entre el 70 y 80% del mercado en el que se puede trabajar”.
Igualmente, señaló que, más allá de las autorizaciones de las variedades que aprobó el Gobierno ayer, la empresa ya venía definiendo que iba a seguir con producción de HB4 de identidad preservada -es decir, completamente separada de las otras variedades de trigo- como en las últimas campañas.
“Por varias razones, tenemos que seguir generando la propuesta de valor que representa nuestra tecnología: es un trigo que tiene menor impacto ambiental, anda mejor en áreas más marginales y eso se lo tenemos que asegurar al consumidor final. Es absolutamente clave, sobre todo porque todavía no está desregulado en mercados que son importantes. Lo hacemos para reducir también el riesgo de presencia adventicia en la cadena convencional”.
Si bien el sector lo llama contaminación, ellos prefieren llamarla presencia adventicia que significa “la incidencia inesperada de algo distinto del cultivo deseado, que incluye pequeñas cantidades de semillas de malezas, de otros cultivos, tierra, insectos, o material foráneo (por ejemplo plástico o piedra)”.
El programa que lleva adelante es de producción de unas 55.000 hectáreas de agricultura de contratos con productores, donde le proveen las semillas y son dueños de la producción, con identidad preservada y con prácticas para que esa producción quede confinada, donde entre otras cosas hay un trabajo especial con cosechadoras y se almacena en silobolsas que quedan identificados con GPS y con seguros.
“Los únicos que pueden comercializar ese trigo es Bioceres. Todo es muy seguro y para que haya una presencia adventicia debería ser algo adrede, casi delictivo. El sistema funciona, no ha habido riesgos y vamos a repetirlo. Si ocurriese y tuviéramos una catástrofe hoy tenemos mercados en donde se podría renegociar y reacomodar sin impacto de precios”.
“Cuando tengamos abiertos esos mercados del sudeste asiático, eso nos va a abrir la oportunidad de empezar a pensar en incrementar la superficie o producir de una manera distinta pero por el momento vamos a mantener a resguardo”, añadió.
Por último, dijo que hoy por hoy no existe un diferencial de precios en el mercado de trigo relacionado a la presencia adventicia de trigo transgénico.