Según los modelos del UN Population Division Data Portal, la población mundial alcanzó los 8 mil millones de personas ayer, 15/11/2022, menos de un siglo después de que el planeta albergara solo 2 mil millones.
Este rápido crecimiento fue impulsado por los avances en la salud pública y la medicina, que permitieron que más niños sobrevivan hasta la edad adulta. Y las tasas de fecundidad se mantuvieron altas en los países de bajos ingresos.
Pero el crecimiento se está desacelerando y, dentro de unas pocas décadas, la población de la Tierra comenzará a reducirse. Hoy en día, casi la mitad de la población de la Tierra vive en lugares donde la fertilidad a lo largo de la vida es inferior a 2,1 nacimientos por mujer, aproximadamente el nivel necesario para que las poblaciones con baja mortalidad dejen de crecer a largo plazo.
De aquí a 2050, más de la mitad del aumento de la población mundial se producirá en solo ocho países: la República Democrática del Congo, Egipto, Etiopía, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Tanzania e India.
El caso de India
En algún momento del año que viene, el llanto de un recién nacido en India marcará un momento decisivo para el país: el de superar a China y convertirse en la nación más poblada del mundo. Sin embargo, en lndia, la historia del boom demográfico son en realidad dos historias.
En el norte, la población sigue en aumento, liderado por solo dos estados. En el sur, más rico, las cifras se están estabilizando y hasta disminuyen en algunas zonas. Las profundas diferencias entre estas regiones ponen al Gobierno frente a un desafío único: las consecuencias de un baby boom y el envejecimiento de la población, todo dentro de un mismo país.
En India viven actualmente más de 1.390 millones de personas, cuatro veces más que en Estados Unidos y más de 20 veces más que en Gran Bretaña. En China viven 1.410 millones, pero India está en camino de ponerse en cabeza en 2023 con los 86.000 bebés que nacen en el país cada día (frente a los 49.400 de China). India puede alcanzar los 1.650 millones de personas en 2060.
El crecimiento demográfico ejercerá una presión enorme sobre los recursos, la estabilidad económica y la sociedad de India, con repercusiones que se sentirán mucho más allá de sus fronteras. La disminución de recursos como el agua podría convertirse en un factor decisivo para el futuro de la población en un país que sufre fenómenos meteorológicos extremos el 80% del año y está en primera línea de la crisis climática.
Un país, dos historias
Hace más de un siglo que prolifera el temor de una “explosión demográfica” en India, un escenario donde el desarrollo económico no sería suficiente para sostener el peso de una población que crece de manera descontrolada y los recursos del país se verían desbordados, dejando a millones de personas en estado de inanición.
La población de India creció a un ritmo considerable tras la independencia del país: pasó de 350 millones a 1.000 millones de personas entre 1947 y 1997. Pero desde los años 80 ha habido varias iniciativas para convencer a los ciudadanos sobre las ventajas de la planificación familiar, sobre todo en los entornos más pobres y marginales, que suelen tener más hijos. Como resultado, la tasa de fertilidad de India comenzó a descender más rápido de lo que preveían los escenarios fatalistas sobre la “explosión” demográfica.
Pero el freno al crecimiento de la población no ha sido homogéneo en todo el país. La arraigada división entre el norte y el sur ha jugado un papel clave en la demografía, con consecuencias políticas y sociales. En la próxima década, un tercio del crecimiento demográfico de India tendrá su origen en solo dos estados del norte, Bihar y Uttar Pradesh.
El deseo de tener hijos varones, que en algunas partes del país todavía se consideran mucho más deseables que las hijas, ha sido una razón clave para las mujeres del pueblo. Surta Devi, de 36 años, cuenta que tuvo seis hijos para asegurarse de que hubiera dos hombres que “continuaran el linaje”. “Solo después de dar a luz a todos mis hijos, los médicos me hablaron de la planificación familiar”.
El rejuvenecimiento de la población
Un reto demográfico específico, extendido por todo el país y especialmente concentrado en los estados más pobres del norte, es el del rejuvenecimiento de la población. La mediana de edad de un indio es de 29 años y el país tiene que lidiar con una población joven extensa, ambiciosa y cada vez más inquieta, en su mayoría no cualificada, para la que no hay suficientes colegios, universidades ni programas de formación. Pero, sobre todo, no hay suficientes puestos de trabajo.
Según la ONU, cada año se producen 10 millones de embarazos no deseados en India.
El aborto es legal en el país pero ha habido que esperar hasta 2022 para que fuera legal también para las mujeres solteras. Para las casadas sigue siendo un tabú y la mayoría de los abortos son practicados por los “curanderos” de los pueblos, a menudo con consecuencias para la salud a largo plazo.
“La crisis a la que se enfrentará pronto el sur es la del envejecimiento poblacional”, dice Aparajita Chattopadhyay, profesora del Instituto Internacional de Ciencias de la Población. “India pronto tendrá a más del 10% de su población envejecida, lo que en nuestro contexto es una cifra gigantesca. Esto plantea problemas importantes en términos de empleo, de seguridad social, pero sobre todo en la sanidad, donde el gasto sigue siendo muy bajo y la incidencia de enfermedades como la diabetes es muy alta entre las personas mayores. Esto no se puede ignorar”.