Durante décadas, la tradición oral le atribuyó propiedades antiinflamatorias al extracto de jarilla, un arbusto silvestre que crece en Argentina. Un grupo de investigadores del Conicet comprobó que el mito tenía una base real y, tras una larga investigación científica, la obtención de patentes y el desarrollo de un proceso industrial, un laboratorio argentino ya está produciendo y exportando lociones a base de esa planta que permiten tratar la pérdida del cabello (alopecia). ¿Eficacia? Sumando diversos grados de respuesta y distintos tipos de alopecia, se llega al 84%.
El extracto de jarilla fue sometido en el laboratorio a diversas pruebas que se convirtieron en papers publicados en revistas científicas. “Hicimos estudios in vitro y en modelos animales. Incluso pruebas informales entre el personal del laboratorio. Finalmente, armamos un estudio controlado con 52 pacientes y determinamos la tasa de eficiencia: tuvimos buenos resultados en el 84% de los casos de personas afectadas por diversas clases de alopecias”, detalló Anesini.
“Las personas con alopecia pueden recurrir al finasteride o al minoxidil, medicamentos que originalmente se usaban con otros fines pero que tienen el efecto secundario de frenar la caída del cabello”, dijo Sergio Garré, director del laboratorio especializado en fitocosmética Garré-Guevara. Y agregó: “Pero son fármacos, y a veces causan efectos secundarios. Incluso alguno está contraindicado para mujeres que están amamantando”.
Lo más interesante del producto desarrollado por el Conicet es que, al ser un fitocosmético y no causar efectos secundarios, puede ser utilizado por todas las personas.
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Dra Iramis Lugones Portal, responsable de I&D en el laboratorio. la dra Claudia Anesini del Conicet y Sergio Garré, director del Laboratorio. (Imagen cortesía de Garre/CONICET)