El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, llegó ayer 20 de febrero a Teherán, en medio del anuncio de las autoridades de Irán de poner fin este martes 23 a las inspecciones de la OIEA en sus instalaciones nucleares.
Grossi fue recibido por el vocero de la Organización de Energía Atómica de Irán, Behrouz Kamalvandi, y el representante de la República Islámica ante el OIEA, Kazem Gharibabadi.
Se trata de la segunda visita en un año a la nación persa del director del organismo rector de la ONU para el sector nuclear. La primera tuvo lugar en agosto pasado, cuando Irán «concedió voluntariamente a la OIEA acceso a dos sitios que reclamaba. Se acordaron la fechas para el acceso y para las actividades de verificación», según el comunicado emitido entonces.
Ahora, las autoridades iraníes alertaron que a partir del martes estarán cerradas a cualquier control sus centrales e instituciones dedicadas a la fisión atómica.
Esa decisión obedece a una ley aprobada por la Asamblea Consultiva Islámica (Parlamento) que estipula suspender compromisos con el Plan Integral de Acción Conjunta o acuerdo nuclear, si el resto de los firmantes continúa sin cumplir lo sellado en ese pacto.
Previamente, el gobierno de Irán había declarado que su país volvería a regirse por los términos del acuerdo nuclear firmado en 2015 durante la presidencia de Obama, si Estados Unidos levantaba las sanciones aplicadas durante la presidencia de Trump.
Y desde el otro lado, Europa y Estados Unidos, después de cuatro años de alejamiento, afinan sus posiciones ante Irán. Los jefes de las diplomacias francesa, británica, alemana y estadounidense instaron este miércoles a Teherán a respetar las obligaciones que impone el acuerdo nuclear.
Esto facilitará que, tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, Washington regrese al pacto con el que Donald Trump rompió unilateralmente en 2018, según afirmaron en Europa al término de la reunión de los ministros de Exteriores europeos con el flamante secretario de Estado Antony Blinken.
Nuestro compatriota encara un «zurcido» delicado.