Los argentinos guardan fuera del sistema financiero local: la cifra a finales del año superó los US$277.793 millones.
Son datos difundidos por el Indec, en su informe trimestral “Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa”, que corresponde al cuarto trimestre de 2023. Y esos $277.793 millones estimados tienen en cuenta los fondos atesorados en cajas de seguridad, el dinero de cuentas bancarias declaradas en el exterior y los billetes guardados “en el colchón”, tanto en dólares como en otras divisas.
La cifra, incluida en el segmento “Otras inversiones” de la sección de posición de inversión internacional del informe del ente estadístico oficial, refleja un crecimiento del 8,5% con relación al número estimado por el Indec un año atrás. En términos absolutos, son US$21.869 millones más que los US$255.924 millones estimados a fines de 2022.
La variación arroja un crecimiento real, más allá de la nominal, si se tiene en cuenta que la inflación en Estados Unidos en 2023 llegó al 3,4% interanual.
Casi un tercio del crecimiento de los fondos “en el colchón” de los argentinos se concentró en el último trimestre del año, en un contexto de incertidumbre política, estancamiento económico, brecha cambiaria en alza y dolarización de carteras. Según el Indec, este número creció en US$6848 millones (creció un 2,5% en tres meses).
“La acumulación de activos externos que quedan por fuera del sistema tiene larga data, por lo que la cifra actual, si bien es significativa, no es más que un reflejo de la continuidad de la debilidad en la demanda de pesos. Esto es en un contexto donde la inestabilidad macroeconómica es la norma más que la excepción, situación que se plasma en una desconfianza en los activos locales en un contexto de tasas reales sistemáticamente negativas dada la escalada de los precios”, dice Milagros Suardi, economista de la consultora EcoGo.
“El fenómeno se fue profundizando con el correr de los años, en tanto la economía convive con una restricción a la compra de dólares oficiales y una elevada brecha cambiaria. En el fondo, es un problema de desconfianza, en una economía que no crece, que no tiene crédito en pesos y menos en dólares, y que es a su vez un determinante para la imposibilidad de crecer”, agrega la analista.
Más allá del número, sirve cotejar ese crecimiento y el stock de fondos fuera del sistema con otras variables macro. Por ejemplo, los más de US$277.000 millones estimados por el Indec para el cierre de 2023 son casi diez veces las reservas brutas que hoy tiene el Banco Central (BCRA): según informó hoy el organismo, se ubicaron en US$28.261 millones.
La salida de fondos del sistema financiero local, la formación de activos externos y la dolarización de ahorros por parte de las familias es una dinámica que condiciona hace años a la economía argentina, en una tendencia permanente más allá de gobiernos y administraciones. La acumulación de sucesivas crisis económicas, cepos, confiscaciones de depósitos, inflación, cambios de moneda, déficit fiscal, emisión y pérdida del poder adquisitivo configuraron, además, un escenario de desconfianza hacia el sistema financiero local y de debilitamiento del peso, que, para muchos con capacidad de ahorro, no cumple con su función de resguardo de valor y refugio para ese capital.
En el día a día, el peso, que pierde poder adquisitivo por efecto de la inflación, es usado para concretar pagos y transacciones cotidianas (aunque cada vez más rubros, desde las propiedades o los autos a cuestiones de menores montos, como los instrumentos musicales, las reparaciones o la ropa importada, se cotiza y se realiza en dólares), y perdió su rol como reserva de valor. En consecuencia, miles de argentinos que tienen capacidad de ahorro recurren al dólar u otras divisas para intentar cuidar sus ahorros y esquivar la inflación.
El informe del Indec también considera otros segmentos en los cuales los argentinos mantienen sus ahorros fuera del sistema financiero local. De acuerdo con lo publicado hoy, en el concepto de “Inversión directa” (bienes, propiedades u otros activos físicos) los argentinos tenían declarados a fin de 2023 unos US$48.299 millones. Son US$4722 millones más que un año atrás, lo cual implica un crecimiento del 10,8% interanual.
En tanto, la categoría “Inversiones de cartera”, que incluye títulos públicos, acciones y otros instrumentos financieros, concentra unos US$88.226 millones, cifra que refleja un incremento interanual del 16,9%.