La guerra comercial entre China y EEUU tiene su primera víctima: Nvidia

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Quién crea que la inteligencia artificial generativa es cosa del software, acierta y se equivoca a partes iguales. La nueva IA vive fundamentalmente de herramientas usables en dispositivos como móviles u ordenadores, pero a menudo precisa de tener granjas de servidores que la procesen. Servidores con potentes tarjetas gráficas y en las cuales Nvidia es el rey.

La compañía estadounidense especializada en el diseño y fabricación de GPUs para la IA se ha encontrado un problema en China: les están investigando por presuntas violaciones de la ley antimonopolio. Una acusación que a Apple le suena demasiado, pero que afortunadamente esquivará en China gracias a cómo está gestionando su entrada en la IA.

«Esta investigación es más una acción política que legal»

En plena guerra comercial entre Estados Unidos y China, con tintes de ir a más cuando Donald Trump sea oficialmente el nuevo presidente, los expertos en el sector tecnológico apuntan a que el conflicto chino con Nvidia responde más a una cuestión de carácter político que a una infracción real. Todo a la par que China prioriza la compra de chips de compañías locales.

Como adelantábamos en la introducción, Nvidia se ha convertido en una empresa líder en el sector de la IA generativa gracias a sus componentes especializados. Y tanto es así que desde hace meses se disputa precisamente con compañías como Apple el prestigio de ser la compañía más valiosa del mundo. Y esto, en una China que busca la independencia de occidente, no gusta.

Nvidia tiene gran parte de cuota de mercado en China gracias a sus chips y medios como Financial Times apuntan a que la apertura de una investigación busca el desprestigio de la compañía y que con ello se reduzcan sus acuerdos comerciales e incluso el valor de sus acciones. De hecho, estas últimas bajaron en algo más de un 2% tras conocerse esta investigación.

Todo parece a apuntar a esas intenciones de China por dominar su propio mercado con empresas locales. Son varias las que apuntan a ello, pero una se alza como la líder indiscutible de las chinas gracias a su facturación anual de 7.000 millones de dólares en el país: Huawei. Una compañía que además es referente en eso de independizarse de occidente en todos los sentidos, incluyendo su sistema operativo HarmonyOS Next.

En su lento ascenso en IA, Apple se fía más de Amazon

Para sorpresa de muchos, la semana pasada conocíamos que Apple buscaba socios muy diferentes a Nvidia para seguir creciendo en materia de inteligencia artificial. En concreto Amazon, a quienes han anunciado que fiarán sus siguientes propuestas para sus granjas de servidores, de la mano de AWS y los chips Trainium 2, especializados en el entrenamiento de aprendizaje profundo.

No fue ni mucho menos un movimiento casual y es que, más allá de restar relevancia a Nvidia en un sector tan destacado como el de la IA, a Apple también le resulta más económico a medio-largo plazo. Y es que los costes de mantenimiento de los chips Trainium 2 podrían ser hasta un 40% inferiores a los de Nvidia, según informaba Reuters.

Fue una noticia que confirmó la propia Apple por voz del director de aprendizaje automático e IA de la compañía, Benoit Dupin, quien en el marco de la AWS Reinvent reveló que ya estaban trabajando en ello. Y todo en un momento en el que se espera que la siguiente gran novedad de Apple Intelligence venga de la mano de un nuevo LLM que servirá, según las filtraciones, para potenciar la nueva Siri que veremos con iOS 19.

Los expertos señalan la falta de IA de Apple como la principal causa de reducción de ingresos en China

Eso sí, si en la práctica alejarse de Nvidia podría interpretarse como positivo de cara a la presencia de la IA de Apple en China, lo cierto es que no será tan sencillo. Hace tiempo que sabemos que Apple debe encontrar un socio chino para poder llevar servicios de IA al país. De momento no lo ha encontrado y los expertos señalan que la ausencia de inteligencia artificial en los iPhone 16 es el principal motivo de reducción de ventas en China.

Teniendo presentes las muchas sospechas de espionaje por parte del gobierno chino y la ingente relevancia que está cobrando la IA, en Apple veían cuando menos compleja la idea de aliarse con una compañía local. Sin embargo, ante esa perspectiva de caer de forma aún más estrepitosa en el mercado chino, algunos medios como The Information apuntan a que finalmente pasarán por el aro. El cómo y cuándo sigue siendo una incógnita.

La 1ª misión de un Saab 340 de la Fuerza Aérea: transportó a un grupo de científicos a la Antártida

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La Fuerza Aérea Argentina ha completado un nuevo hito en la operación de aeronaves Saab 340 en la Antártida. Este se ha alcanzado con el reciente arribo de una aeronave del Escuadrón VI de Transporte de la IX Brigada Aérea a la Base Antártica Presidente Frei de la Fuerza Aérea de Chile, a fin de trasladar a un grupo de científicos argentinos.

A principios de año, la Fuerza Aérea completó un importante logro en el fortalecimiento de la presencia de la República Argentina en el Continente Blanco. Como fuera reportado un, el Saab 340 T-34 de la IX Brigada Aérea aterrizo por primera vez en la Base Antártica Conjunta Marambio, abriendo la posibilidad de que un nuevo sistema de armas pudiera operar en estos territorios.

Durante la jornada de ayer, estos esfuerzos sumaron un nuevo logro, cuando otro Saab 340, T-33, completó por primera vez una misión operativa con el transporte de un grupo de científicos argentinos a la Antártida.

Siguiendo lo reportado por la FAA “… operativo comenzó el 3 de diciembre cuando un grupo de científicos viajaron desde El Palomar hacia Río Gallegos a bordo de un avión Fokker F28 de la Fuerza Aérea Argentina”.

Prosiguiendo el 4 de diciembre prosiguió el traslado de los científicos a través del mencionado Saab 340, el cual realizó una escala previa en Ushuaia, antes de realizar el cruce con destino a la base antártica Presidente Frei. Arribado a la Antártica, el grupo de científicos argentino continua con su travesía con destino a la Base Carlini, a fin de “estudios científicos fundamentales para el conocimiento y preservación de los ecosistemas antárticos”.

Desde la Fuerza Aérea Argentina han destacado en sus redes sociales que: “Este tipo de despliegues no solo subrayan la importancia de la cooperación entre las instituciones científicas y militares, sino que también reafirman el rol de Fuerza Aérea Argentina como un actor comprometido con la exploración y preservación del continente blanco”.

El INTA lucha por su supervivencia

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Las últimas dos semanas no fueron normales en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Después de una maratónica sesión de 12 horas el jueves 28, y que continuó al día siguiente con el llamado a una reunión de urgencia, el Consejo Directivo del INTA rechazó la propuesta del Gobierno de desvincular a 227 empleados del organismo, un plan para vender tierras y propiedades (con la excepción del edificio de la calle Cerviño, en el barrio de Palermo, y de 41 hectáreas en Salta, que fueron aprobadas) y la intención de ubicar en el organigrama de la institución a ocho directores alineados con la nueva gestión, liderada por Nicolás Bronzovich.

“En estos 75 días vamos a revisar toda la planta laboral, no sólo los ingresos de 2023”, dijo Bronzovich en la única entrevista que brindó tras la reunión, al programa Aire de Campo de Radio Rivadavia. Uno de los argumentos del Gobierno para impulsar la reducción es que en 2014 la cantidad de personal llegó a los 7300 trabajadores, con respecto a los cerca de 3500 que tenía en 2003.

“Lo que no dicen es que ahora tenemos 6466 y que con el plan de retiros y las jubilaciones que se intimaron, y que están en trámite, seguramente quedemos en 6100”, dijo Mario Romero, secretario general de APINTA. “Si creen que hay gente que no trabaja van a tener que ver eso, a nosotros no nos consta, sino más bien todo lo contrario. Y si hay alguien que no trabaja hay también alguien que se está haciendo el distraído”, agregó Romero, quien dijo que el jueves por la noche hubo una fuerte presión sobre miembros del consejo del INTA por parte del Gobierno.

La semana pasada hubo múltiples movilizaciones en todo el país debido al plan de ajuste que propone el Gobierno para el INTA.

El Consejo Directivo del INTA está conformado por presidencia y vicepresidencia de la entidad, un representante de la Secretaría de Agricultura, de las facultades de Agronomía y Ciencias Veterinarias (Universidades Nacionales), de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA) y de las entidades que conforman la mesa de enlace (Coninagro, CRA, Federación Agraria Argentina y Sociedad Rural Argentina).

«El Gobierno puso en marcha un plan para modernizar el INTA, que es un organismo fundamental para el desarrollo del campo argentino, cuyos objetivos fueron desvirtuados por la gestión anterior», había dicho el vocero presidencial Manuel Adorni el miércoles 7, un día antes de la reunión directiva en la institución. El Ejecutivo también creó un cuerpo de cuatro asesores (Gonzalo Abaurrea, Matías Nardello, Inés Liendo y Luis Negruchi) para trabajar en un plan en un plazo de 180 días.

«La preocupación principal son los puestos de trabajo. Hoy el INTA está semi intervenido por la Secretaría de Agricultura y por AAPRESID (la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), de las cual son cuadros Bronzovich y (Beatriz) Giraudo, la vicepresidenta. Cuando hablan de reducir la planta y vender propiedades, lo que está detrás es un negocio inmobiliario y el desfinanciamiento del organismo. Esas tierras no son solo patrimonio del INTA, son de todos. Y no es cierto que no estén en uso, porque si no se usan para investigación se usan para producción, a través de cooperativas. Otro argumento con el que salieron es que se gasta mucho en combustible. Parece que no entienden que el INTA es un organismo que está presente en todo el país, en Tierra del Fuego, en Abra Pampa. Estamos hablando de lugares donde quizás para moverte a un campo experimental o ver a un productor tenés que hacer cientos de kilómetros», dijo Romero.

Bruno Massare

Comentario de AgendAR:

Un día como hoy pero de 1956 se fundó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), institución estatal descentralizada y con autarquía operativa y financiera, dedicada al desarrollo sostenible de la actividad agroalimentaria y agroindustrial, a la innovación tecnológica y a la transferencia de conocimiento adquirido a todo nuestro país.

Está presente en el Noroeste, el Noreste, en Cuyo, en la Región Pampeana y en la Patagonia, a través de 15 centros regionales, 52 estaciones experimentales, más de 350 Unidades de Extensión, 6 centros de investigación, 22 institutos de investigación y una sede central en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Desempeñan tareas casi 8000 trabajadores/as que garantizan soporte y acompañamiento a miles de productores y se retroalimentan con las prácticas visualizadas en el propio terreno con esos mismos productores/as.

La institución se especializa en: Investigación de agroindustria, en ciencias veterinarias y agronómicas, en la actividad agropecuaria, en el desarrollo tecnológico para agricultura familiar, en recursos naturales y en economía, política y sociedad. Sus institutos abarcan una infinidad de temáticas: tecnología de alimentos, ingeniería rural, biotecnología, genética, microbiología, virología, agua, clima, suelos, floricultura, entre otros. Mucha teoría pero también, mucha práctica.

Por primera vez en su historia, la presidencia del instituto está a cargo de una mujer. Se trata de la ingeniera agrónoma, investigadora y docente Susana Mirassou que ingresó en 1988, revistó en diferentes sectores de trabajo y se especializó en recursos naturales y sustentabilidad.

En un principio, sus trabajadores/as se nuclearon sindicalmente en los gremios estatales mayoritarios, ATE y UPCN. Pero el 13 de agosto de 1966 se fundó la_ Asociación del Personal del Inta (APINTA)_, a instancias de los compañeros/as de Concordia, Concepción del Uruguay y Paraná, en la provincia de Entre Ríos, y en 1971 alcanzaron el reconocimiento nacional con lo cual se fueron transformando en una organización sindical de peso dentro de los establecimientos.

El Instituto Experimental de Investigación Agrícola y Ganadera de la provincia de Santa Fe es el antecedente institucional más parecido al INTA pero que no se replicó en otras jurisdicciones. Durante décadas se fue ampliando el área sembrada y de pastoreo, con las dificultades históricas que supone el uso y tenencia de la tierra en nuestro país; en 1956 la producción agrícola-ganadera generaba el 95% de las exportaciones pero su ritmo de crecimiento era lento, en especial, por falta de incorporación de avances tecnológicos. La creación del INTA fue un intento de acortar la brecha y se resolvió financiarla con un impuesto del 1,5% de las exportaciones del sector.

Durante los gobiernos democráticos el INTA creció en influencia, capacidad investigativa y dotación especializada. Durante las dictaduras hubo un reflujo de la actividad. Un clásico de nuestra historia respecto a las instituciones estatales que responden con eficacia a los desafíos que presentan las nuevas tecnologías, los cambios productivos o la investigación de calidad.

No obstante, la sabiduría colectiva pudo más y su dotación supo ampliar la variedad de ramas de investigación. Casi no existe actividad que no sea estudiada dentro del sector: cereales, oleaginosas, frutas, flores, hortalizas, forestación nativa, manejo de cultivos, plagas, malezas y enfermedades, patologías biológicas, genética, producción animal, apicultura, técnicas de cosecha, postcosecha, empaque, distribución y comercialización, trazabilidad de los productos cárnicos y lácteos, manejo de suelos, impacto del clima, uso racional del agua, agricultura familiar, sustentabilidad productiva, impacto económico de tecnologías aplicadas, mejoras en las cadenas de valor, interacción entre el sector público, cooperativo y privado, energías renovables.

El resultado de estas investigaciones se comparte con los productores/as, se acopia y aplica la información recibida por quienes producen, se intenta integrar nuevas formas de producción y aplicación de tecnología con las diferentes culturas, en algunos casos, milenarias y se establece un plan interactivo con novedades, cambios, requerimientos, descubrimientos, ciencia y costumbres.

Salú INTA!! Por tu inserción en todo el territorio nacional, por tu dinámica para recepcionar saberes y devolver información y nuevas posibilidades de producción, por vivir en esa tensión permanente entre avance tecnológico, sustentabilidad del medio ambiente y producción de alimentos saludable.

La «low cost» Flybondi acumula cancelaciones y cambios en sus planes de vuelo

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A comienzos de la semana, la aerolínea low cost Flybondi volvió a ser noticia debido a una serie de vuelos cancelados, que se sumaron al elevado número de noviembre, cuando la compañía llegó a 384 suspensiones, según la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). La preocupación llegó hasta el Gobierno, que se reunió ayer con las autoridades de la empresa para encontrar soluciones y reducir el número de inconvenientes. Y hoy los intimó a presentar un plan correctivo dentro de las próximas 48 horas.

Según un comunicado de la Secretaría de Transporte, el plan debe contemplar una reducción significativa de las cancelaciones y la implementación de medidas de contingencia que garanticen la protección de los derechos de los pasajeros. En caso de no cumplir con este requerimiento dentro del plazo establecido, Flybondi será objeto de un sumario, con la consecuente multa económica. A su vez, si el elevado número de cancelaciones persiste, se tomarían mayores medidas, como la quita de autorización para operar rutas.

La información oficial le da un marco al problema. El mes pasado, Flybondi operó 1991 vuelos, de los cuales 384 fueron cancelados, lo que representa el 20% del total de sus operaciones. Es decir, una de cada cinco tuvieron dificultades para cumplir con lo previsto.

Por otro lado, se estima que alrededor de 700 vuelos debieron ser reprogramados (cambiados dentro de las 48 horas). En otros términos, si se suman las cifras anteriores, casi uno de cada dos aviones modificó su plan original.

Hasta ahora, la ANAC no ha labrado nuevas actas contra la compañía, ya que se confeccionan luego de los primeros cinco días del mes siguiente. Es decir, esta semana se podría conocer si hay nuevas actuaciones, más allá de las tres actas que se hicieron en octubre, cuando ANAC registró 23 cancelaciones de Flybondi.

Según fuentes calificadas del mundo aeronáutico, el problema de la low cost sería la falta de respaldo o plan de contingencia ante una situación tan esperable como que un avión entre en mantenimiento.

Consultados sobre las demoras y cancelaciones recientes, fuentes de Flybondi afirmaron que se debe a cuestiones operativas vinculadas a la disponibilidad de flota. Y agregaron que persiste el problema del acceso a las divisas, que el año pasado estuvo a punto de dejar en tierra dos aviones.

Según lo expresado por su CEO, Mauricio Sana, los alquileres de aviones se pagan recién 30 días después del último día de servicio, mientras que los repuestos se abonan en cuatro cuotas mensuales después de la fecha de despacho. “¿Qué significa esto? Que hoy tengo la cadena de suministros del avión rota, porque algo que antes podía resolver en seis horas, ahora me toma 96. Es un efecto dominó que termina en que el pasajero lo nota. Antes no se notaba. Lo podíamos resolver”, explicó.

El 20 de octubre último, un avión de Flybondi sufrió una falla mecánica en el aeropuerto de Puerto Madryn, Chubut, y recién un día y medio después se pudo resolver el problema. Mientras tanto, la aeroestación quedó paralizada, ya que solo cuenta con una posición, lo que hace que cualquier inconveniente en plataforma deje a la terminal fuera de operaciones.

Flybondi es la primera low cost de la Argentina, fundada en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri. El principal inversor de la compañía es Cartesian Capital Group LLC, seguido por Yamasa Co. Limited y Givin Capital, así como inversores privados locales y de Europa.

Bajo la premisa “la libertad de volar”, la empresa comenzó a operar el 26 de enero de 2018. Fue seguida por la low cost Norwegian en octubre de ese mismo año, y por Jetsmart en diciembre, lo que dio origen a lo que desde el macrismo llamaron “la revolución de los aviones”, con el ingreso de nuevas compañías y la apertura comercial del aeropuerto de El Palomar.

Sin embargo, solo un año después, en diciembre de 2019, Norwegian fue absorbida por Jetsmart y, en 2020, el gobierno de Alberto Fernández cerró El Palomar para operaciones aerocomerciales bajo la excusa de las medidas de aislamiento por la pandemia de Covid-19.

A pesar de esto, Flybondi sobrevivió a la crisis que afectó a todo el sector y retomó un proceso de crecimiento agresivo en diciembre de 2021. Pero en 2023 se enfrentó a un nuevo problema local: la falta de dólares para pagar el leasing (alquileres) de los aviones.

Desde que arrancó sus operaciones, Flybondi solo registra un accidente por un contacto anormal con la pista de aterrizaje ocurrido el 6 de enero de este año en el aeropuerto Internacional Astor Piazzolla de Mar del Plata.

De acuerdo con fuentes de la compañía, el incidente fue un “golpe en la parte inferior del avión durante el aterrizaje”, al que denominaron “hard landing”, es decir, un aterrizaje brusco con mayor energía y fuerza que uno normal.

”No hubo consecuencias para pasajeros y tripulación; desembarcaron normalmente”, afirmaron desde Flybondi.

María Julieta Rumi

Un año de Javier Milei: 10 indicadores de su gestión

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1- Inflación: baja sostenida tras un pico inicial

Al finalizar diciembre de 2023, la inflación fue del 25,5%, el registro más alto en 3 décadas.

En 2024, luego de que se registraron subas del 20,6% (enero), 13,2% (febrero) y 11% (marzo), la velocidad de la inflación fue desacelerándose hasta llegar al 2,7% en octubre, el dato más bajo en 3 años.

2- Salarios: aún por debajo del final de la gestión anterior

Según información oficial, los salarios registrados en septiembre de 2024 cayeron 6,8% real (es decir, considerando el efecto de la inflación) con respecto a noviembre de 2023.

Sin embargo, a partir de marzo los salarios recuperaron parte de las pérdidas ocurridas en diciembre de 2023, y registran un incremento real del 9,8% con respecto a ese mes.

3- La jubilación mínima perdió poder adquisitivo; la AUH no

Con la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, aquellos jubilados que cobran ingresos superiores al haber mínimo ($ 259.599 en diciembre) tuvieron un incremento real del 11,8% en diciembre. Sin embargo, los jubilados que cobran la mínima tuvieron una caída del 6,6%, debido al congelamiento desde marzo del bono extraordinario que reciben ($ 70 mil).

La Asignación Universal por Hijo (AUH) aumentó un 105,6% real en diciembre con respecto a igual mes del año pasado.

4- Más desempleo y menos trabajo privado

En el primer trimestre de 2024 el desempleo aumentó 1,2 puntos porcentuales con respecto a igual período de 2023, ubicándose en el 7,7%. En el segundo trimestre, fue del 7,6%.

Si se considera el universo de asalariados registrados (que informa la Secretaría de Empleo de la Nación), entre noviembre de 2023 y agosto de 2024 se perdieron 85.500 empleos de ese tipo.

5- Pobreza: fuerte suba inicial y tendencia a la baja

En el segundo semestre de 2023 la pobreza fue del 41,7% según el INDEC. En tanto, en el primer semestre de 2024, aumentó al 52,9%.

Si se analizan los datos por trimestres, un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) muestra que la pobreza aumentó del 45,2% en el cuarto trimestre de 2023 al 54,8% en el primer trimestre de 2024, para luego bajar al 51% en el segundo trimestre.

6- La actividad rebota desde un piso bajo, pero el crecimiento es dispar

Según datos del INDEC, el desarrollo de la actividad en 2024 fue dispar. Sin embargo, en los meses de julio (2,7%) y agosto (0,9%) mostró un incremento, seguida de una leve caída del 0,3% en septiembre.

Entre las diferentes actividades la evolución también fue heterogénea: mientras que la agricultura, la energía y la minería mostraron fuertes aumentos, la industria, la construcción y el comercio cayeron con respecto a 2023.

7- El consumo, en caída

El consumo privado cayó en el primer semestre un 8,2% interanual. En tanto, otros indicadores más específicos muestran un freno en la caída, pero sin dar aún señales de recuperación.

Las ventas en supermercados informadas por el INDEC se encontraban en septiembre de 2024 un 10% por debajo de los niveles de noviembre de 2023. En la comparación intermensual, el índice se mantiene estable desde junio, sin mostrar nuevas caídas, pero tampoco un repunte.

8- Balanza comercial positiva

Luego de un 2023 con un fuerte déficit comercial (-US$ 6.872 millones), en los primeros 10 meses de gestión de Javier Milei la balanza comercial acumula un superávit de US$ 21 mil millones.

En materia de comercio exterior, el Gobierno nacional se encamina a terminar 2024 con un importante superávit energético (US$ 4.302 millones hasta octubre), el mayor de los últimos 15 años.

9- Superávit fiscal y financiero

Desde el primer mes hasta octubre inclusive (último dato disponible), el Gobierno alcanzó el superávit primario (la diferencia entre los ingresos y los gastos corrientes del Estado).

También mantuvo durante 9 de los 10 meses de 2024 el superávit financiero (el resultado primario menos el pago de intereses de deuda).

10- La brecha cambiaria se redujo y bajó el riesgo país

Milei asumió la presidencia con una brecha cambiaria cercana al 150%. A principios de diciembre de 2024, se ubicó por debajo del 5% en todas las variantes paralelas. Se trata de los niveles más bajos registrados desde agosto de 2019.

El riesgo país era de 1.923 puntos básicos. A inicios del mes, se ubicó en los 760 puntos básicos.

El gobernador Kicillof anunció que Buenos Aires quiere hacerse cargo de Aerolíneas Argentinas. Invitó a otras provincias a acompañar

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El gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció que comprará acciones de Aerolíneas Argentinas y convocará a otras provincias a participar del paquete de acciones de la línea de bandera, en caso que el gobierno de la Nación “quiera liquidar la empresa”.

La provincia de Buenos Aires no va a permitir la venta de Aerolíneas. Es un instrumento central para el desarrollo, la conectividad. No es que nadie quiere Aerolíneas, la Provincia si la quiere”, argumentó el gobernador Axel Kicillof al anunciar que convocará también a otros gobernadores a sostener la empresa estatal. El anuncio del mandatario peronista se da cuando desde la gestión de Javier Milei se busca privatizar la compañía estatal.

“La provincia plantea que si hay intención de transferir nosotros empezamos un camino con gobernadores y trabajadores: vamos a trabajar también con sector aerocomercial y turístico porque creemos que es de las mejores del mundo”, dijo Kicillof al anunciar la compra de acciones ante un escenario de venta de la línea de bandera.

“El gobierno nacional ha amenazado con venderla, disolverla, llevarla a la quiebra. Si la Nación plantea venta de paquete accionario o transferencia a trabajadores o declararla en quiebra o disolverla, nosotros lo vamos a impedir, en la medida de lo posible”, expresó el mandatario bonaerense.

“Ante la imposibilidad que tiene el gobierno nacional de gestionar nada queremos que se deje de mentir- dijo Kicillof-. No nos podemos dar el lujo para que liquide venda o mal venda a Aerolíneas. Si el Gobierno plantea liquidarla que sepa que el gobierno de la provincia la va a sostener. Aerolíneas no se vende: hay 21 destinos del interior a los que solo viaja la línea de bandera. Destinos a los que llama no rentables”, precisó. Y agregó, desafiante: “Quieren cerrar vuelos. Estamos en la antesala de una estafa”.

“Hoy estamos a la espera pero preparándonos para una decisión: la provincia de Buenos Aires empieza a explorar todos los caminos para dar una respuesta. No estamos en condiciones de que el gobierno destruya Aerolíneas . No podemos atravesar un vaciamiento ni una estafa. Nosotros vamos a impedir el desastre. La provincia tiene diferentes caminos, algunos necesita de la Legislatura”, señaló.

Kicillof cuantificó los beneficios económicos para la provincia de Buenos Aires en 2665 millones de dólares, sin contar impuestos, contribuciones y tasas. Si la provincia empieza a perder vuelos esa será la pérdida para la provincia, precisó.

“Hoy llamamos a trabajar junto con los gobernadores y los trabajadores para sacarle más el jugo: la provincia de Buenos Aires tiene diez millones de pasajes, tiene mucho movimiento. Es fundamental que eso no cese”, dijo.

Representantes sindicales acompañaron al gobernador durante el anuncio. Estuvieron presentes los titulares de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano; y de la Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA): Rubén Fernández; el secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey; el secretario gremial de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Mateo Ferrería; y la ex diputada nacional Alicia Castro. Más el gerente General de Autopistas de Buenos Aires, Pablo Ceriani; ex presidente de Aerolíneas Argentinas.

“Hoy vemos las cuentas de Aerolíneas Argentinas Si la vendieran por su tasación patrimonial, según los últimos balances, es dársela a alguien. No es solo recibirla sino sacarle más el jugo todo lo posible: Hubs, destinos regionales. Fomentar el turismo, dado que muchos los vuelos van a nuestros aeropuertos. Hay mucho movimiento, para la provincia de Buenos Aires es fundamental”, remarcó Kicillof.

El gobernador hizo el anuncio tras cumplirse nuevo aniversario de la creación de la líneas de bandera el 7 de diciembre de 1950.

María José Lucesole

Llegan los «agentes de IA», chatbots con inteligencia artificial. Una empresa argentina en el rubro

La argentina Botmaker presentó soluciones de IA integradas a sus bots, capaces de generar respuestas automáticas con inteligencia artificial tanto en chats como en respuestas de correos electrónicos y llamadas telefónicas.

Los chatbots están entre nosotros hace tiempo ya. Interactuamos para pedir información, hacer reclamos o pedir un turno para una vacuna o sacar el registro. Una de las empresas que está detrás del desarrollo de estos sistemas que usamos a diario es Botmaker, la plataforma argentina encargada de haber desarrollado desde Boti, el chatbot del Gobierno de la ciudad, hasta Tina, chatbot de WhatsApp del gobierno nacional integrado con Mi Argentina.

La empresa, cofundada por Alejandro Zuzenberg y Hernán Liendo, presentó su última incorporación: Agentes de IA, un producto muy en boga a nivel mundial, que genera conversaciones con los usuarios mediante la interpretación generativa con IA, pero yendo un paso más allá, ya que puede tomar decisiones resolviendo consultas de manera autónoma. La diferencia con todo lo conocido es que la conversación y las respuestas son en lenguaje natural, utilizando diferentes modelos de lenguajes, pero entrenados con la información y configuración de cada empresa.

Y es un concepto transversal a la industria de la IA; de hecho, Globant lo eligió como una de las cinco tendencias tecnológicas a mirar en 2025. Google tiene Agentes de IA para Gemini, llamados Gems; OpenAI dice que ChatGPT tendrá Agentes de IA en 2025; Copilot tiene sus Agentes. Todos avanzan en el mismo camino: ofrecer una herramienta de IA que funciona con mayor autonomía que los chatbots convencionales, con un alcance más acotado en cuanto a temática, pero también más profundo: los agentes pueden interactuar con otros sistemas, recabar información nueva y procesarla, y tomar decisiones en forma autónoma.

Alejandro Zuzenberg, exdirector de Facebook Argentina y cofundador de Botmaker
Alejandro Zuzenberg, exdirector de Facebook Argentina y cofundador de Botmaker

Botmaker también presentó días Mailbot, un producto que conecta cuentas de correos electrónicos corporativos para diseñar flujos de atención a través de respuestas automáticas también generadas con inteligencia artificial generativa.

De esta manera, el servicio integral contempla tres modos automatizados de atención al cliente:

  • Mensajería: Mailbot, respuestas por correo electrónico usando inteligencia artificial generativa
  • Chat: Chatbot, con integración en WhatsApp, Instagram y hasta 20 canales de mensajería
  • Llamados: Callbot, con llamados realizados por voces entrenadas con inteligencia artificial de una base de voces sintéticas o bien, grabadas por el cliente.

Los Agentes de IA se complementan con este servicio y con los chats, y permiten diseñar conversaciones que van un paso más allá de un “árbol de opciones”, que entienden y responden a con lenguaje natural y que permiten a las empresas configurar cada tipo de respuestas. Es decir, si el chat o el mail tendrá memoria de consultas y qué gama de respuestas incorporarán a sus servicios.

La programación del chat es simple, funciona de la misma manera que hoy utilizamos los prompts en ChatGPT, con diversas capacidades. Entre ellas, se destacan las intenciones en la conversación con el usuario mediante la IA generativa y la capacidad de un intercambio más ágil, natural y transaccional con los usuarios. El servicio contempla el entrenamiento de bots en unos minutos u horas, sin alucinaciones -como se llama a las respuestas erráticas de la IA- y la fiabilidad de un servicio seguro y privado, que no compartirá datos de clientes con motores generativos públicos.

En una demostración para la prensa, su CEO Alejandro Zuzenberg mostró cómo funciona un chatbot generativo para reservar una mesa en un restaurante y pedir comida para tres comensales. Además de conversar de manera natural con el asistente y dialogar sobre el menú de comida, se le indicó que uno de los comensales era celíaco, para redefinir, en base a esa indicación, el pedido solicitado. La experiencia, muy similar a la que tenemos diariamente con un chat de IA generativa, ya está siendo usada por muchos de los clientes de Botmaker.

Por ejemplo, Boti, el asistente del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, implementó esta función en su conversación en la opción de recomendaciones turísticas para pasear por la Ciudad. Al elegir esa opción, no solamente se le pueden pedir recomendaciones de lugares, sino otras indicaciones específicas, como por ejemplo: ¿a qué lugar puedo ir a pasear un día de lluvia? ¿Qué lugares son aptos para personas con movilidad reducida? y así sucesivamente.

Los chatbots utilizan bases de conocimiento del cliente y Copilot para enviar sugerencias a los agentes del chat. El usuario puede configurar qué base de conocimiento debe utilizar para responder, dar instrucciones, etc.

Los precios varían según las necesidades del cliente, pero en todos los casos se paga por conversación, a raíz de cinco centavos de dólar (80 pesos argentinos) cada intercambio (esto, desde el lado de la compañía; para los usuarios no tiene costo).

Botmaker nació en 2016, tiene presencia en más de 40 países y sus principales clientes son empresas y gobiernos de Brasil, Argentina, Colombia, México y Estados Unidos. Fue pionera en ofrecer la tecnología ChatGPT dentro de sus productos para que la atención al cliente por chatbots sea asertiva y humanizada, siguiendo los procesos pertinentes de protección de datos y cumplimiento de la normativa legal de cada país. Trabaja, además, en alianza con diferentes partners y empresas de tecnología como Apple, Google y Meta.

Irina Sternik

Una bióloga marplatense ganó la beca L’Oréal-UNESCO

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Julieta Merlo, doctora en biología por la Universidad Nacional de Mar del Plata, trabaja bajo la dirección de la destacada científica Silvia Ceré.

El desarrollo de una industria nacional de stents bioabsorbibles es el eje del trabajo de Merlo, quien destacó la importancia de ofrecer alternativas económicas y accesibles, especialmente en contextos donde la importación de estos dispositivos resulta compleja. “Nuestra meta es mejorar la recuperación del paciente y reducir riesgos a largo plazo mediante la incorporación de componentes bioactivos en la superficie de los stents”, explicó.

La relevancia del proyecto radica en su capacidad de impactar positivamente en la salud pública, al mejorar tanto la accesibilidad como la efectividad de los tratamientos médicos en el país.

Merlo valoró este reconocimiento como un impulso para continuar desarrollando innovaciones con un impacto tangible en la medicina y en la calidad de vida de las personas. Asimismo, destacó que su labor combina ciencia básica y aplicada: “Lo que más me entusiasma es explorar las interacciones microscópicas entre los materiales, las moléculas biológicas que añadimos y los tejidos. Estas investigaciones nos permiten diseñar soluciones que abordan problemas reales de salud pública.”

Colaboraciones interdisciplinarias

El proyecto de Merlo ha avanzado gracias a la colaboración con destacados equipos. Entre ellos, el Laboratorio de Patologías del Metabolismo y el Envejecimiento del Instituto Pasteur en Uruguay, liderado por Carlos Escande y Santiago Ruiz, quienes desarrollaron el compuesto NATOH.

Este material, que será incorporado a los stents, destaca por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y su acción localizada en las arterias afectadas.

Otros desarrollos

Además, el Instituto de Física de Rosario (IFIR, CONICET-UNR), bajo la dirección de la investigadora Malarria, participó en la fabricación de la aleación metálica de hierro-manganeso-carbono-silicio que constituye la base del proyecto. Esta aleación fue diseñada como parte del trabajo doctoral de la ingeniera Melina Hankovits, en colaboración con el equipo de Merlo.

“Estas sinergias interdisciplinarias son fundamentales para el progreso del proyecto y para maximizar su impacto en la medicina”, subrayó Merlo.

Vocación y visión científica

La investigadora también reflexionó sobre su motivación en la ciencia: “Para mí, ser científica es perseguir preguntas relacionadas con la vida y los sistemas vivos. Disfruto de la diversidad de tareas, el trabajo en equipo y la constante generación de ideas nuevas, que son la esencia de esta labor.”

La Beca L’Oréal-UNESCO obtenida por Julieta Merlo pone en valor el potencial de la ciencia argentina para aportar soluciones innovadoras de impacto global. Además, reafirma el prestigio del INTEMA, que ha sido destacado en el ranking SCImago 2024 como uno de los institutos más innovadores de América Latina.

Un año sin avances en las represas de Santa Cruz. El Gobierno nacional apunta a la empresa china

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El proyecto de las represas de Santa Cruz cumplió un año sin avances ni desembolsos. La situación preocupa no solo a la administración provincial de Claudio Vidal, sino también a sindicatos y al gobierno nacional, que ahora presentó fuertes cuestionamientos hacia la UTE responsable de los trabajos, integrada por Gezhouba, Eling Energía (ex Electroingeniería) e Hidrocuyo.

Según el último informe presentado por el Jefe de Gabinete Guillermo Francos la paralización de las obras, fue “iniciada unilateralmente” por las firmas en noviembre de 2023. A pesar de las conversaciones entre ambas partes, el Gobierno aclaró que no está obligado a firmar una adenda al contrato vigente y que cualquier modificación dependerá del análisis del interés público.

“Ha generado una controversia contractual en términos técnicos, económicos y legales. Más allá de que existen conversaciones con el contratista, no existe un deber de suscribir una enmienda al contrato, y una eventual adenda dependerá de la evaluación sobre el interés público en suscribirla”, afirmó el documento.

En este contexto, el Ministerio de Economía informó que no se han realizado nuevos desembolsos debido a la negativa del contratista a suscribir las solicitudes de financiamiento establecidas en el contrato. En mayo, el Gobierno había confirmado que finalizará la iniciativa, pero no puso plazos.

Interrogantes sobre el mantenimiento de la obra

El estado de la obra también está en el centro de las preocupaciones. Aunque no se han detectado daños estructurales visibles relacionados con la sobrecarga hídrica, las autoridades nacionales indicaron que será necesario realizar una evaluación exhaustiva para determinar si la paralización afectó las instalaciones.

Mientras tanto, subrayaron que la responsabilidad de mantenimiento y preservación recae íntegramente en la UTE, a quien además se le reprochó no cumplir con los estándares de producción y calidad requeridos.

En paralelo, la situación de los trabajadores permanece sin resolverse. Desde noviembre del año pasado, más de 2.800 obreros vinculados a las represas están sin actividad, y el Gobierno nacional sostuvo que su situación laboral corresponde exclusivamente al contratista.

En febrero de 2024, la UTE solicitó un Procedimiento Preventivo de Crisis ante la Secretaría de Trabajo, argumentando falta de fondos para continuar con la obra. Las negociaciones realizadas en ese marco no pudieron evitar el deterioro de las condiciones laborales, y el procedimiento culminó sin acuerdos en marzo.

Además, el informe remarcó que las normativas aplicables varían según los trabajadores. Por ejemplo, las disposiciones del Procedimiento Preventivo de Crisis no son válidas para los empleados representados por la UOCRA, quienes deben regirse por la Ley 22.250.

En cualquier caso, el Gobierno destacó que “no corresponde emitir juicios sobre salarios, indemnizaciones u otros conflictos laborales que excedan sus competencias legales, dejando el futuro de los empleados en una compleja incertidumbre”.

Nueva negociación por las represas de Santa Cruz

A mediados de octubre, la conducción de Enarsa que encabeza Tristán Socas sumó a Sergio Viana como nuevo interlocutor con el consorcio integrado por la compañía china Gezhouba y Eling. El objetivo del equipo de negociación es reactivar la construcción de las represas de Santa Cruz el 15 de enero.

Hasta el momento, la UTE integrada por Gezhouba y Eling Energía (ex Electroingeniería) lleva ejecutadas obras por unos 1.850 millones de dólares, en tanto que el grado de avance de la construcción es de 42% en el caso de la represa Jorge Cepernic y 20% en la represa Néstor Kirchner.

Entre 2021 y 2023, el consorcio hizo un aporte de capital propio cercano a los 450 millones de dólares para continuar con los trabajos.

Rusia deja de vender uranio enriquecido a EE.UU. Esa historia aquí ya la pasamos.

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Prólogo doblemente necesario, porque nadie más hablará de ello: se les viene el apagón nuclear y el «brown out» (insuficiencia eléctrica) nacional, hermanos yanquis. Y ustedes se los compraron. A joderse.

Y esto no es antiimperialismo de café, es pura tecnología. A nosotros, Uds. nos hicieron boicot de enriquecido en 1981, y nos las vimos negras con los reactores y los pacientes cardíacos y oncológicos. Pero jamás hubo peligro de que se nos apagara la luz. ¿Saben por qué? Porque nuestra única central en línea (entonces Atucha 1), quemaba natural. Las dos subsiguientes, Embalse y Atucha 2, también.

Me explico. Los EEUU jamás tuvieron centrales tipo CANDU. Son canadienses y de uranio natural «polenteado» (la palabra técnica es «moderado») con agua pesada. Si en lugar de 94 centrales a uranio enriquecido tuvieran la misma potencia instalada de CANDUs, habrían tenido un factor histórico de disponibiidad mucho mayor, habrían pagado la mitad o menos del costo de adquisición, tendrían una cadena de provisión de componentes totalmente estandarizados, coherente y barata, a prueba de extorsiones diplomáticas de «la Maffia del enriquecido» (que Uds. han liderado), y cero accidentes de derretimiento del núcleo.

Cero, pero cero. Se construyeron 52 CANDU desde 1962, todas seguras. Con esta tecnología no habrían tenido problemas serios en la tierra de los libres y hogar de los valientes, como el de Three Mile Island, Pennsylvania, 1979, ni en Japón, donde en Fukushima, 2011, fundieron núcleo e incendiaron combustibles 4 Westinghouse MK1 a la vez, máquina berreta si alguna vez hubo una.

En esa materia, marcas, modelos y módulos, en EEUU reina la anarquía total y fundacional. Cada propietario, que suele ser una de las muchas «utilities» de servicios eléctricos regionales, encarga la tecnología que se le canta, y para los proveedores de centrales, unas pocas firmas, «the customer is always right». Que en el spanglish de las revistas argentinas de negocios se traduce como «El customer siempre está right».

De tan variopinta arca de Noé quedan 94 máquinas operativas de las 112 que hubo en los ’90, y raramente hay dos mellizas o trillizas. Lo único que comparten y es estatal y federal es el licenciamiento de la NRC (Nuclear Regulatory Commission). Es un trámite de suyo complejo ycaro. Pero al tener que repetirse decenas de veces para plantas tan FOAK, «First of a Kind», inicio de una serie que luego se trunca, hace farragoso el pasaje de planos a operaciones. Demasiadas carpetas, oficinas, revisiones técnicas, inspectores, auditores y sellos. Y de producir los repuestos en masa para abaratar el mantenimiento de una flota de cierta homogeneidad, olvídate cariño.

Si el parque nuclear estadounidense dejó de crecer en los ’80, fue porque ante el panorama que ellas mismas crearon y el gobierno que deja crecer el caos privado, las utilities prefirieron el carbón, y hoy el gas natural, menos regulados. Por eso los EEUU, ombligo del mundo como creen serlo, acuñaron el mantra de que la electricidad nuclear es cara. Los chinos y los hindúes creen que no, pero se sabe: estos asiáticos son una manga de intervencionistas, y el estado es dueño y señor de todo lo nucleoeléctrico. Y los franceses, lo mismo.

Lo otro que comparten TODAS las plantas de EEUU es el combustible: uranio enriquecido a grado central, igual o por debajo del 5% de ley del isótopo físil 235, que es el que interesa por reactivo. Esa fue una decisión federal del State Department y el Pentágono: dado que Westinghouse y General Electric estaban destinados a ser el primer proveedor de centrales del Tercer Mundo, Sur Global o Planeta Deudor, había que poder venderles enriquecido, es decir el caballo y el pasto. Y con eso del pasto, tenerlos bien cortitos de rienda: si te niegan una firma, o una base militar, o tienen malas juntas, boicot de combustible y apagón nuclear.

El uranio natural es poco reactivo, por su abrumadora cantidad de uranio 238, nada físil. Aunque le hagas cantidad de transformaciones químicas para pasarlo de mineral a concentrado, y de concentrado a dióxido de uranio puro, y de éste a pastillas de cerámica, sigue siendo un combustible chirle, con siempre la misma ley de riqueza (o más bien pobreza) que el uranio natural que salió de la mina, el geológico.

Sólo tiene un 0,71% del isótopo 235, pero las centrales canadienses CANDU de 7 países y sus imitaciones NPCIL de la India lo queman alegremente desde 1962. Es que «polentean» su escasa reactividad con agua pesada, paradójicamente llamada moderador, cosas de físicos. El agua pesada es de producción cara, pero los países usuarios de la tecnología CANDU que la fabrican por sí mismos, se salvan de aprietes.

Canadá, como miembro de la OTAN, ha mandado armas públicamente y tropas secretamente a la guerra de Ucrania. Al punto de que la semana pasada los rusos les mataron al Tte. Coronel e ingeniero en misiles Ken Miller de un misilazo. El hombre debe haber tomado el vuelo equivocado, porque en lugar de Alberta, Canadá, al frente del Regimiento 41 de Ingenieros, estaba en Ucrania, como entrenador. No es el primer militar canadiense en viajar de regreso en ataúd.

¿Don Vladimir Putin puede represaliar a Canadá con el uranio enriquecido? ¿»Y para qué lo querríamos», contestarian los canadienses?

Tanto EEUU como Canadá uranio tienen minas de uranio, obviamente natural. Todo el uranio de la corteza terrestre es natural, reactivamente soso. Las minas canadienses, en general están en Athabasca, Ontario, son las de mayor concentración de uranio en roca del mundo, hasta el 10% en masa de mineral. Es una ley fenomenal, otros países uraníferos, como Kazajistán o Níger, tienen más uranio, pero jamás de una pureza semejante.

EEUU, que hasta los ’90 tuvo minería propia, tuvo también las mayores instalaciones de enriquecimiento del mundo en Savannah River, Georgia. Pero pasada la Primera Guerra Fría, y dado que éstas estaban viejas y gastaban electricidad a lo bestia (el 10% del consumo nacional), en lugar de modernizarlas, sus dueños privados las cerraron, las utilities eléctricas pasaron a importar enriquecido.

Con el derrumbe de la URSS y la demanda enorme que producen 112 plantas, ¿quién se iba a perder el negocio de venderles enriquecido? El Dios Mercado había ganado en el mundo, y ése Dios proveería SIEMPRE. Terminó siendo un estado nuevo quien proveyó, la Federación Rusa, por precios imbatibles. Pero como los rusos se habían vuelto creyentes del mismo Dios, todo bien con pagarle a los ivanes.

¿Vladimir Putin puede hoy parar las 22 plantas canadienses? Ni ahí. ¿Y las de los EEUU? Dios dirá. No es fácil rezarle al mercado.

Cuando EEUU empezó con ataques misilísticos dentro de territorio ruso, los ivanes suspiraron con su famosa melancolía nacional: se iban a perder un mercado enorme. Pero nada bueno les espera a quienes se metan con la Santa Madre Ródina, y decretaron boicot de enriquecido. Viéndosela venir, dado que la OTAN empezó la actual guerra de Ucrania al menos en 2009, EEUU llamó al toque a URENCO, consorcio británico, alemán y holandés. Esa empresa enriquece a grado civil y militar para toda la UE, salvo Francia, que se corta sola.

Pero URENCO estaba al límite de capacidad. En 2010 pactaron hacerse de una planta nueva y moderna, diseñada, construida y operada por URENCO USA, que en teoría podría surtir la mitad de la demanda civil americana, aunque su página web declara que es sólo un tercio. Subrayo «en teoría», porque por alguna causa, EEUU le siguió comprando al enemigo hasta la semana pasada. A Rusia, en contraste le sobra uranio, le sobra capacidad de enriquecimiento (tienen el 40% de la mundial) y no es teórica: exporta excedentes. Tantos, que de las 94 centrales nucleares estadounidenses, 44 utilizan exclusivamente combustible comprado a la estatal rusa Tenex.

El CANDU es un diseño estandarizado. Ha ido mejorando con las décadas, pero lo cierto es que cualquiera de los 52 CANDU que se han construido en 7 países están hechas con los mismos componentes. Básicamente, las CANDU y NPCIL constan de tubos de superaleaciones de circonio para los manojos de combustible, y de tubos de aleaciones de níquel, y tubos de aceros especiales para los circuitos de enfriamiento.

Con esos repuestos fabricados masivamente, hacés tanto una unidad de demostración de 220 MWe, como Douglas Point, Ontario, 1962, como una de 1000 MWe el estilo de la Monark que se va a construir en esa provincia canadiense.

Cualquiera de las 22 CANDU canadienses ubicadas en 5 parques nucleares en 3 provincias (Ontario, Québec y New Brunswick) , puede intercambiar repuestos con nuestra central de Embalse, en Córdoba. También con el complejo de 4 CANDU en Cernavoda, Rumania, o con las 18 en operaciones y las 6 en construcción y 7 pedidas en la India. Un manojo de combustible de nuestra Embalse puede funcionar en el núcleo de Qinshan 1 y 2 en China, o en Krakapar 1, 2, 3 y 4 en Gujarat, Indiak, y ni se entera de la diferencia.

Eso explica que la firma argentina CONUAR, con 2/3 del paquete en manos del grupo Pérez Companc y 1/3 y la tecnología en propiedad de la CNEA, hoy esté fabricando este tipo de caños high-tech para exportar a la India, Rumania y a Canadá. La lista sigue, porque los países con CANDU incluyen otros gigantes como China, Corea del Sur y obviamente Argentina.

Nuestro único error lamentable con esta ingeniería es tener una sola CANDU, la citada Embalse, teniendo derecho legal a «clonarla» N veces en territorio nacional. Siempre fue y sigue siendo la mejor de nuestro parque nucleoeléctrico por seguridad, disponibilidad, precio y vida operativa.

Cada vez que alguno de estos países construye nuevas plantas de potencia, o le hace «retubamiento» a las que ya tiene para sacarles 30 años más de vida operativa, CONUAR y NA-SA aprovechan y vende caños y/o servicios MUY sofisticados, respectivamente. En materia de problemas, soluciones a los problemas y modernizaciones, la disímil banda de propietarios de CANDU forman un grupo llamado CANDU Owners Group, o COG, e intercambian chismes, quejas y soluciones. Son como un grupete de egresados de secundaria en Watsapp.

La muchachada del COG siempre se preguntó por qué demonios Argentina tiene desde 1984 una única CANDU, pero la respuesta es larga y muy geopolítica. Lo que sí saben es que el retubamiento de la solitaria Embalse la Argentina lo hizo sin ayuda exterior, y con componentes propios, y que si antes andaba joya, ahora anda joya y media. El COG sabe que vendemos expertise, componentes de manojos de combustible y repuestos baratos de la primera y todavía única central totalmente modular vendida masivamente en el mundo. Aunque algún marketinero canadiense, probablemente ya jubilado o muy réquiem, y antes algo bobo, se olvidó de mencionarlo.

Entendemos tiernamente el julepe que tienen los EEUU: el 20% de su capacidad eléctrica es nuclear, pero sus 94 centrales remanentes responden a más de 40 modelos, marcas y diseños distintos, de modo que ya de suyo nacen innecesariamente caras. Henry Ford I, bastante nazi aunque nada estúpido a la hora de abaratar las cosas produciéndolas iguales y en masa, se tiraría de los pelos. Pero lo fundamental es que todas esas 94, así como las 10 que cerraron por viejas, caras o ambas cosas, funcionaban y funcionan con uranio enriquecido.

Hace 70 años que los EEUU vienen tratando por las buenas, por las malas y por las sucias (campañas de ultraecologistas y medios locales) de disuadirlos de construir más centrales CANDU, e ir cerrando las existentes.

Y de paso y cañazo, comprar algunas centrales estadounidenses de uranio enriquecido, cuantimás. El famoso síndrome de Estocolmo, eso de ponerse a favor de tu carcelero, hizo que en los ’90 los canadienses pararan su plan de exportación y dejaran envejecer y cerrar algunas de sus CANDU, y permitiera caer en la quiebra a la diseñadora federal AECL (Atomic Energy Commission of Canada, Ltd) y a la constructora provincial principal, Ontario Hydro.

Pero a la hora de comprar parque núcleoeléctrico yanqui, y de yapa experimental, los Canucks no han parado de las cartas de intención, que no valen el papel en que están impresas: son amor platónico. Y «Thanks, but no, thanks», les han contestado. Y ahora los Canucks, con la vieja AECL transformada en Atkins Realis, más nacional que el jarabe de arce y la Policía Montada, se disponen a ampliar su capacidad instalada con modelos realmente grandes, los Monark.

Y se han venido aquí a aprovechar la crisis de recursos humanos creada en NA-SA por Javier Milei para llevarse nuestros ingenieros nucleares en carrito de supermercado.

ARGENTOS CASTIGADOS POR CARTERISTAS

Nosotros mismos, oh lectores argentos, hemos sufrido las represalias en uranio enriquecido de Washington. Cuando en 1981 la CNEA e INVAP empezaron a construir los reactores RP-0 y RP-10 en Perú, el presidente Jimmy Carter (que había sido ingeniero nuclear de la US Navy) se puso como loco. Y mandó a romper viejos contratos de aprovisionamiento de enriquecido a la Argentina, que los necesitaba para sus reactores RA-1, RA-2, RA-3, RA-6 y los de Perú.

El Jimmy era un capo como reactorista, y lo mostró tomando él solito las decisiones críticas del «meltdown» de la central nuclear de Three Mile Island, y fueron todas correctas. Lo hizo por teléfono, porque entre el operador privado y la NRA no pegaban una. Pero don Carter solía pisarse los propios zapatos en política exterior, y nos sometió a embargo de uranio enriquecido, y lo hizo aquel mismo 1981 en que le aplicó sanciones a la URSS, que había invadido Afganistán, y donde más le dolía a Moscú: la comida.

La más grave fue la de no entregarles trigo estadounidense, asunto capital para los soviéticos. Eran famosamente malos como administradores agrícolas, y les fracasaban las cosechas en la mejor tierra negra y «de pan llevar» no de Europa, sino del mundo: el «chernosol» ucraniano y ruso. Eso hacía que las colas frente a las panaderías soviéticas fueran no sólo largas sino inexplicables, y que el pan se acabara antes de atender a la mitad. Y eso en Moscú: no quieras ver en las ciudades chicas y en Siberia.

Las sanciones de Carter a la Argentina nuclear por atreverse a exportar su tecnología en la región aquí iban a costar muchas vidas argentas y sudacas, y ni te cuento de nuestro prestigio como exportadores nucleares, que estaba todavía por nacer. Cuando se nos acabara el stock de reservas de uranio enriquecido al 90% del RA-3 de Ezeiza, se paraba ese reactor y se terminaba la producción nacional de radiofármacos para diagnóstico y terapia cardíaca y oncológica. Teníamos autoabastecimiento en radiofármacos y medicina nuclear. Y además exportábamos al resto del Cono Sur. Como dije, muchas vidas y de prestigio, olvídate, chico.

Al Contraalmirante Carlos Castro Madero se le ocurrió una idea ingeniosa. El principal cliente de trigo de la Argentina era la URSS, asunto absolutamente aprobado por gente tan poco comunista como el general Roberto Viola o al Sr. Guillermo Alchouron, presidentes del país y de la Sociedad Rural Argentina, respectivamente. Ni uno ni otro tenía problemas ideológicos con exterminar a obreros, estudiantes, profes, médicos y familias de izquierda, pero de venderle trigo a los ivanes, todo bien: históricamente, pagaban como duques. De modo que la Argentina les dio la casi exclusividad de su principal producción agrícola de entonces, el trigo, en discreto canje por uranio enriquecido para sus reactores.

En el Kremlin se tiraron de palomita sobre la propuesta, no sólo porque acortaba la paciente cola para comprar pan, en general bajo la nieve, o al menos una lluvia aborreciblemente fría. Pero además, vendernos enriquecido era enredarle los piolines diplomáticos a los EEUU. Todavía en la Plaza Roja resuena el eco de las carcajadas del difunto camarada Secretario General Leonid Brezhnev, el Opio de los Pueblos lo tenga en su gloria.

De modo que con un poco de rediseño de núcleos y sistemas termohidráulicos de enfriamiento, aquí readaptamos los reactores argentinos y los peruanos para funcionar con uranio enriquecido al 20%. Al 90%, su combustible original hasta entonces provisto por EEUU, habría estado mejor, pero para esa época ya el Organismo Internacional de Energía Atómica ponía el 20% como límite máximo de enriquecimiento comercial. No por bobera: con 20 kilos de uranio al 90% tenés una bomba atómica tipo cañón, como la de Hiroshima.

Lo que Jimmy Carter no logró fue apagarnos la luz. En aquel momento el AMBA dependía muchísimo de la electricidad producida por Atucha 1, en Lima, Provincia de Buenos Aires, a 160 km. de la entonces Capital Federal. Había cantidad de parque eléctrico a fuel-oil perteneciente a la empresa estatal SEGBA, pero tenían bastante atraso en los mantenimientos.

Además, SEGBA había sido obligada a hacerse cargo de la monumental Central de Costanera de la Ítalo, manejada por una empresa suiza que a fuerza de coimas logró mantener su concesión, cancelada en 1975, hasta 1978. Eso dejó a los suizos con las manos libres para vaciar la empresa, dejar de pagar el fuel-oil a YPF y que las máquinas terminaran de decaer a chatarra, para irse en 1978 tranquilísimos con un vagón de guita que les pagaron José Martínez de Hoz y su Secretario Walter Klein a precio de nuevo.

Haciéndola corta, en el melancólico lote de chatarra que en 1981 iluminaba el AMBA, o Baires y Conurbano, como se la llamaba entonces, la única máquina fiable era Atucha 1, de la entonces intocable CNEA, vaca políticamente sagrada. Era chiquita pero nueva en serio, y no se rompía aunque era un prototipo, y porque se la mantenía con primor.

Y lo más importante de todo, quemaba pastillas de cerámica hechas de dióxido de uranio natural, con el mismo tenor de uranio 235 que tiene en la roca madre de las minas de Los Gigantes, en Córdoba, y de Huemul y Sierra Pintada, en Mendoza. Y se venían más centrales: Embalse, entonces en obra, y luego Atucha II, y luego planes para 6 CANDU más a terminar en 1990. Todas de uranio natural.

De esa rodada de 1981 salimos caminando y con las riendas en la mano. El reactor RP-10 peruano fue el mayor del hemisferio sur hasta 2006, cuando se inauguró el OPAL en Sydney, Australia, obra de INVAP. Que con el prestigio ganado en Perú, luego le vendió reactores multipropósito a Argelia, Egipto, la ut supra mentada Australia, Holanda, Arabia Saudita, y dentro de poco, Uganda.

Por eso, a la Argentina actual un boicot de uranio enriquecido le resbala. No le podés apagar la luz. La estupidez es no haber seguido el plan de 6 CANDU más. La estupidez de yapa, en tiempos del Carlos (Menem), fue haber abandonado la minería de uranio. Y la estupidez cumbre, es haberle permitido también el cierre de la Planta Industrial de Agua Pesada. De ser el mayor fabricante del mundo, pasamos a importador.

Pero de esas imbecilidades nos hemos ocupado la semana pasada, y el artículo está aquí.

Léalo, nadie publica las barbaridades que dice AgendAR. Y son ciertas, venimos investigándolas desde 1985.

GUÍA PARA ROMPER LA UNIDAD PATRÓN

Y de despedida, amigos yanquis: sin tomar partido ni a favor ni en contra de Rusia, este quilombo Uds. se lo compraron.

Por lo cual les sugerimos, en plan avuncular y consejero, que hagan de tripas corazón y le compren algunas CANDU a Canadá. Nunca se accidentaron aquí y tampoco en 6 países más, se construyen fácilmente y de cualquier potencia por modulares, tienen un factor de disponibilidad apabullante, arriba del 90% del año, y no hace falta pararlas para recargarles el combustible. Pueden quemar uranio natural, o cualquier combustible alternativo que les pongas. Son un caño. Bueno, miles de caños.

Y está tan estandarizada la construcción, que entre inicio e inauguración pasan 6 años, porque todos los países del COG y la India han conservado recursos humanos calificados en la cadena de proveedores, de componentes, y sobre todo, de empresas contratistas de obra. No hay que rehacer 3 veces la misma soldadura, hasta que logra pasar una inspección de la NRC, y estar 18 años para terminar una central que debió entregarse andando en 6 años, y a cuatro veces el precio pautado. Es lo que les viene pasando a Uds.

Las CANDU salen como piña. Salvo que anden Uds. intrigando en el medio, chantajeando a los canadienses para que no entreguen los componentes en tiempo y forma, no cumplan ni ebrios ni dormidos con la transferencia de tecnología, subcontraten a ignorantes y hagan todo lo posible porque la obra no se termine jamás. Es lo que hicieron aquí.

Las CANDU siguen siendo las mejores centrales del mundo, pero con el peor proveedor. Embalse la terminamos por la nuestra, después de que la CNEA, harta de incumplimientos, rompió contrato con AECL. Lógicamente, la bola se corrió en todo el mundillo nuclear, y los Canucks no volvieron a exportar una central a su clientela natural, los países de escaso desarrollo industrial.

En fin, ése era el objetivo real de los EEUU.

Dado que Uds. mismos no han logrado exterminar enteramente la maldición CANDU, estos fierros son a prueba de todo incluso en términos geopolíticos. Si me hacen caso, deberán cerrar el State Department, pero Ottawa va a estar encantada. Cómprense algunas CANDU y se le ríen en la cara al tío Vladimir.

Es obvio que antes de que me den bola, se va a congelar el infierno.

Pero también se pueden congelar ustedes, al menos en los estados del Norte, al menos un poco, tal vez el invierno boreal de 2025. Depende de la velocidad de URENCO USA para suplantar el enriquecido ruso que queman 44 de sus 94 centrales. Entre todas, producen el 20% de la potencia eléctrica circulante.

Qué momento. Joe Biden ha logrado superar a Jimmy Carter. Como decía un colega argento mucho más famoso que yo, eso es romper el boludómetro.

Bueno, como también decía mi colega otro colega, pero compatriota de Uds., el entrañable Edward Morrow: «Good night, and good luck».

Daniel E. Arias

“Creímos que el suelo era indestructible”: Degradación de la tierra en la Argentina

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La Argentina, un país cuya economía depende en gran parte de su clima, tiene casi el 70% de su superficie con suelos clasificados como áridos, semiáridos o subhúmedos. Se calcula que el 36% del territorio nacional, unos 100 millones de hectáreas, presentan algún proceso de degradación por erosión hídrica, eólica o biológica asociada al menos en parte con malas prácticas productivas como el sobrepastoreo, la deforestación y los incendios intencionales, entre otros. Las dos regiones más afectadas son la Patagonia –por el sobrepastoreo ovino– y las provincias que integran el Gran Chaco (Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco) por los desmontes y los cambios de uso del suelo. Estos datos, que se desprenden del último Informe sobre el Estado del Ambiente de 2021 renuevan el debate sobre los efectos que generan a nivel local tanto las sequías como los procesos de desertificación del territorio.

“Estos procesos de desertificación se aceleran por las otras dos grandes crisis ecológicas: la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Sin ecosistemas sanos no hay producción posible”, explicó Ana Di Pangracio, directora ejecutiva de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).

Para Sergio Montico, ingeniero agrónomo a cargo de la cátedra de Manejo de Tierras de la facultad de Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Argentina tiene un problema “grave” de erosión, tanto hídrica –en la región pampeana norte– como eólica –en el sur del país–. “Esto genera problemas productivos y ambientales porque se deteriora el suelo y disminuye tanto su capacidad productiva como su posibilidad de brindar servicios ecosistémicos”, dijo el experto.

Por su lado, Maximiliano Eisa, ingeniero agrónomo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Balcarce (INTA) y miembro de la Asociación Argentina de Ciencias del Suelo, explicó que desde el sector “se ve el problema y se viene reclamando”. “A veces desde los ámbitos productivos y políticos se siguen asombrando por el nivel de degradación de los suelos. Tenemos los mejores suelos del mundo y nos creímos que eran indestructibles, pero hoy vemos otra cosa”, señaló.

Un país que depende el clima

Sobre esto se conversará a nivel global a partir de este lunes en la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Cnuld, por sus siglas en inglés) que tiene lugar en Riad, Arabia Saudita, un encuentro donde se buscará acelerar las acciones para la gestión sostenible de las tierras y mejorar la resiliencia frente a las sequías. Según datos de esta institución, el 40% de las tierras del planeta están degradadas y las sequías han aumentado un 29% desde 2000 hasta ahora como consecuencia del cambio climático, así como también por efecto de las modificaciones en los usos del suelo con fines agrícolas y ganaderos.

La Argentina, que adhiere a esa Convención desde 1996, estará representada por el embajador en ese país, Facundo Vila. Consultados sobre la estrategia del actual gobierno en el tema y el papel que tendrá la Argentina en esa cumbre, así como sobre la composición de la delegación nacional, desde la Subsecretaría de Ambiente decidieron no contestar, por el momento.

El país padece de primera mano estos fenómenos. La zona núcleo, la más productiva en términos agropecuarios (centro norte de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y este de Córdoba), acaba de dejar atrás una sequía que duró más de tres años –la más extensa de las últimas seis décadas– con gravísimas pérdidas económicas, sociales y ambientales. Según un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario, el país perdió unos 20.000 millones de dólares a causa de este fenómeno, solo durante el año pasado, por la disminución de volúmenes en los tres principales cultivos (soja, maíz y trigo): “La sequía se cobró tres puntos del PBI argentino del año 2023″, se lee en el documento.

El último Informe sobre el Estado del Ambiente –publicado a principios de 2023, con datos de 2021– señala que casi el 70 % del territorio nacional está clasificado como “tierras secas”. Es decir, aquellas que por sus características climáticas son áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Estos territorios “presentan mayor vulnerabilidad a la erosión y a la pérdida de su capacidad de brindar servicios ecosistémicos ante cualquier alteración que afecte su equilibrio”. Son varios los factores que producen esto: la erosión hídrica y eólica, la compactación, la salinización y la pérdida de la cobertura vegetal y la de la biodiversidad del suelo, entre otros.

La Argentina cuenta con un Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación, Degradación de Tierras y Mitigación de la Sequía (PAN), cuyo objetivo es prevenir y reducir el fenómeno. En ese contexto, el país adoptó metas a 2030, que incluyen la protección de bosques nativos, el fomento de métodos productivos sustentables (como el manejo de bosques con ganadería integrada), el fortalecimiento de los sistemas de Manejo del Fuego y la mejora de prácticas agrícolas de riego y de rotación de cultivos, detalló Di Pangracio.

Productores, investigadores y técnicos especializados del agro afirman que la Argentina es líder a nivel mundial en una práctica conservacionista del suelo como la siembra directa que se adopta en más de un 90% en la superficie agrícola del país, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Esta técnica consiste en la no remoción del suelo mediante el uso del arado, lo que permite mantener la materia orgánica, un mejor almacenamiento del agua y un menor uso de combustible en la siembra de los cultivos. En los últimos años, además, se están incorporando los llamados cultivos de servicio que contribuyen a mantener el suelo siempre verde durante todo el año e incrementar la captura de carbono.

“Muchos de los problemas socioambientales del país se originan en la falta de ordenamiento ambiental del territorio, algo que reconoce la Ley General del Ambiente, pero en lo cual no se ha avanzado”, agregó la experta.

Montico, por su lado, señaló que la erosión hídrica que padecen las provincias de la zona productiva húmeda (Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, norte de Buenos Aires) es fuente de problemas que van desde el arrastre de sedimentos por lluvias intensas a “otros componentes como residuos de fitosanitarios o efluentes”. “Esto significa problemas ambientales severos”, dijo.

Agenda global

La protección de los suelos y la lucha contra la erosión y la desertificación es un tema que está en la agenda de discusión global. Según la Cnuld, el 40% de las tierras del planeta están degradadas, lo que afecta a la mitad de la población mundial y genera graves consecuencias para el clima, la biodiversidad y los medios de vida. “Entre 2015 y 2019, se perdieron al menos 100 millones de hectáreas de tierras sanas y productivas cada año, un área equivalente al doble del tamaño de Groenlandia”, advierte el organismo.

La agenda de la cumbre sobre desertificación busca acelerar la restauración de las tierras degradadas y mejorar las respuestas ante las sequías. Para Di Pangracio, la COP16 “es una renovada oportunidad para que siga profundizando la participación y el apoyo directo a las personas más afectadas por la desertificación, degradación y sequías, como los pueblos indígenas y comunidades locales, incluyendo a mujeres y jóvenes, para una mayor equidad y seguridad en la tenencia de la tierra”.

Jorgelina Hiba

El camino de un científico que fundó la Empresa de Base Tecnológica que exporta enzimas al mundo

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Apenas se convirtió en científico del CONICET, Hugo Menzella adoptó como máxima la vieja idea de Becket: “prueba otra vez, fracasa de nuevo, fracasa mejor”. Guiado por ese lema, doce años atrás creó Keclon, la Empresas de Base Tecnológica del CONICET que hoy exporta tecnología de enzimas a Europa, Brasil y en breve lo hará a Estados Unidos. “Pareciera que los científicos tenemos prohibido fracasar –dice por videollamada desde el Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos (IPROBYQ) que dirige, en Rosario-. Y aunque tendemos a ocultarlo, el fracaso es innato para el progreso y no debiera ser vergonzante, sino un gran aliado porque te da experiencia y conocimiento. Sin fracaso no hay nada nuevo porque te quedás en la zona de confort, que de confortable no tiene nada. No me refiero hacer start-ups, sino a la ciencia. Hacer ciencia es caminar a oscuras en terreno desconocido. La única forma de no tropezar es quedarse quieto y no avanzar”.

Menzella participó en el desarrollo de la primera enzima capaz de utilizarse en la industria alimenticia de Sudamérica. Corría la década del 90 y hablar de enzimas industriales era futurista: solo la producían dos empresas –una danesa y otra holandesa- en todo el mundo. Él tenía poco más de veinte años, era bioquímico y solo había leído sobre el tema en la Revista Muy Interesante. Por sus conocimientos en el universo de la Química sabía que en la naturaleza el queso se fabricaba a partir de una enzima -una proteína invisible al ojo humano- presente en el estómago de los terneros de menos dos meses de edad y que, aplicada a la leche, la coagulaba. Hizo su tesis doctoral sobre aquella enzima del estómago de los terneros logrando producirla a gran escala a través de una bacteria. “Era como viajar con un lavarropas a la Luna –dice-. Usando como fabrica a la bacteria de Escherichia coli con un gen de vaca se produjo esa enzima en grandes cantidades sin matar más terneros”.

Guiado por una curiosidad infinita por el mundo de las enzimas emigró junto a su familia hacia Estados Unidos. Radicado en California, se le abrió un nuevo mundo: el de las enzimas sintéticas. “Tuve la suerte de trabajar en una de las primeras empresa de biología sintética del mundo, antes que se acuñara el término ´biología sintética´. Ahí aprendí a diseñar enzimas que no existen en la naturaleza, a escribir las instrucciones en un gen en el idioma adecuado para cada especie de bacterias, para luego insertar esas instrucciones modificando genéticamente a las bacterias. Aprendí un montón de cosas que después me ayudaron a fundar Keclon”. La primera enzima sintética que diseñó tuvo como destino mejorar una droga anticancerígena. Estaba feliz y también añoraba volver a Argentina: por eso la bautizó Renomé, en honor a una canción de la banda de rock argentina Los Twist. “Estaba haciendo cosas de vanguardia, pero extrañaba mucho. Viví casi siete años y volví en 2010, para trabajar a la misma facultad donde había estudiado, enseñar lo que había aprendido y trabajar en CONICET”.

Fue entonces cuando se propuso llegar a aplicar lo que había aprendido en el exterior para solucionar problemas de la industria nacional. “Cuando haces tecnología tu trabajo más importante es salir a buscar problemas. Porque el mayor de los problemas es justamente no tener un problema para solucionar usando la tecnología que domina, como lo sería para un bombero que no existieran los incendios. Yo sabía hacer de EEUU drogas oncológicas sofisticadas, que acá no se hacían, entonces usé ese conocimiento para volver a lo que yo había hecho en la tesis, que eran enzimas para la industria”. Así fue como se abrió paso como líder del desarrollo de la tecnología de las enzimas para problemas de la industria de los biocombustibles: un sector que estaba en pleno ascenso. Lo lograron en apenas unos meses, pero pronto la legislación cambió y los biocombustibles comenzaron a pagar retenciones, lo que redundó en que dejaran de ser tan competitivos. Entonces, la tecnología desarrollada por Keclon para favorecer esa industria perdió la enorme demanda que tenía. “Fue una lección dura. Ahí descubrí que los problemas que resuelvas como científico tienen que ser genuinos y no un problema que dependa de la firma de un funcionario”, dice Menzella. “Fue fracasar para empezar de vuelta. Como lo habíamos hecho rápido y nos habían sobrado fondos, buscamos otro problema y encontramos el tema de la refinación del aceite. Se lo ofrecimos a Molinos Agro, una empresa a la que hasta el día de hoy es no solo cliente, sino que invirtió y es accionista de Keclon”.

Hoy, Keclon es un ejemplo de transferencia científica: diseña enzimas para aplicar en productos de diferentes industrias -la alimenticia, la aceitera, la de biocombustibles, la cosmética, la biomédica- y exporta sus enzimas al mundo. “Lo que hicimos nosotros se puede hacer en todos los institutos –asegura el científico-, solo es necesario meterse en problemas. Esto no significa que no haya investigadores que sigan haciendo ciencia básica y descubran cosas, sin ellos no existiríamos. Pero también estamos los que diseñamos productos y nos ubicamos en la frontera entre el conocimiento y el beneficio de la sociedad. Tradicionalmente, para los científicos juntarse con la empresa era una especie de pecado. Hay que animarse a romper los reglamentos para hacer lo correcto, para que evolucione y haya progreso. En resumen, a meterse en problemas y disfrutar de eso”.

Nombran en Fabricaciones Militares al ex CEO de una empresa proveedora

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El abogado y empresario Juan Manuel Vaquer, expresidente de DuPont para la Argentina y América Latina, fue designado el jueves pasado como presidente de Fabricaciones Militares (FM), empresa que pasó de estatal a Sociedad Anónima Unipersonal, pero que sigue bajo la órbita del Estado. Su nombramiento generó ruidos ya que la compañía en la que se desempeñó abastece a Fabricaciones Militares de la tela balística de la que está hecho el panel del interior de chalecos antibalas y antipunzantes que se producen en la planta de Fray Luis Beltrán, en la provincia de Santa Fe.

Vaquer fue designado el jueves pasado en reemplazo de Hugo Pascarelli. Lo acompañan en el directorio de FM Sergio Echeverría, como vicepresidente, y Diego Arenas, como director titular.

Abogado, graduado en la Universidad Nacional de Buenos Aires, Vaquer tiene un máster en derecho internacional de la Southern Methodist University. Se unió a DuPont Argentina en 1990 como abogado y cinco años más tarde, se trasladó a Ginebra, donde trabajó como asesor jurídico para las unidades de negocio de la compañía en Europa. Regresó a la Argentina como gerente del departamento de legales; en 2004 asumió la vicepresidencia de esa área para América Latina y en 2008 ascendió a presidente de DuPont para el cono sur. Dejó el mundo corporativo en 2019 y se desempeña en el estudio JP O’Farrell.

Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el gremio estatal que representa a los empleados de Fabricaciones Militares, advirtieron no solo sobre el vínculo de DuPont con Vaquer sino que además resaltaron sus nexos con los Estados Unidos. Las fuentes dijeron que intentará sumar capital privado a FM. Vaquer fue también titular de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham).

Según información que tiene el gremio de ATE, Vaquer visitará el lunes próximo Fray Luis Beltrán, a 15 kilómetros de Rosario, que en abril de este año fue declarada “zona militar”, con lo que se habilita a las Fuerzas Armadas a instrumentar y dirigir materiales “que resulten necesarios para impedir y/o reprimir la comisión de todo delito” en la jurisdicción demarcada. Esa planta cuenta con tres líneas productivas, la de chalecos, la de armas y la de municiones. De esa planta, DuPont es proveedora de poliparafenileno tereftalamidasu, la tela registrada con la marca “Kevlar”, según confirmaron fuentes de FM. El tejido fue desarrollado para la empresa que lo comercializa desde 1972 y es líder en el mundo. Es un material que, dicen las fuentes, “se debe comprar sí o sí a Estados Unidos”.

Después de la visita a Fray Luis Beltrán, Vaquer realizará un recorrido por las otras plantas que dependen de Fabricaciones Militares. Son dos en Córdoba (Río Tercero y Villa María), una en Buenos Aires (Azul), y la de San José de Jáchal, en San Juan. Los delegados de las diferentes plantas están “muy interesados” en conocer los planes aunque presuponen que se avanzará en sumar capital privado para lo cual se convirtió en sociedad anónima. Ese cambio de figura jurídica se había anticipado en el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 del presidente Javier Milei.

“Fabricaciones Militares se transforma en Sociedad Anónima Unipersersonal para modernizar la estructura operativa, dotándola de mayor agilidad y flexibilidad para competir en el mercado actual. Igualmente seguirá sujeta a los mecanismos de control del sector público, garantizando transparencia y eficacia en su gestión”, se explicó oficialmente sobre el cambio.

Fabricaciones Militares activó en abril un programa de retiros voluntarios y de jubilaciones anticipadas que tenía como objetivo un achicamiento del 20% del plantel. El plan alcanzaba a unos 288 trabajadores, pero finalmente se retiraron 305; a comienzos de año otros 50 ya habían dejado sus cargos.

Impuesto a la riqueza

“Pagar me da una autoridad moral porque como dice el nombre del impuesto estoy haciendo un esfuerzo extraordinario. Lo que pido (a los políticos) no es un esfuerzo extraordinario sino que se trabaje con honestidad y transparencia”, remarcó Vaquer el 31 de marzo de 2021, cuando contó que pagó el llamado Aporte Solidario Extraordinario o impuesto a la riqueza, que regía entonces para aquellas personas y sucesiones indivisas con bienes que excedieran los $200 millones.

“No podemos olvidar el porcentaje de pobreza estructural que tenemos en el país y tenemos que hacer algo diferente”, dijo ese día en una entrevista en LN+.

Hace poco más de un año, en el AmCham Ethics & Transparency Forum, que se realizó bajo la consigna “construyendo una cultura de transparencia”, señaló: “No tenemos derecho a rendirnos, no es imposible trabajar la cultura de la integridad en nuestro país”.

Gabriela Origlia

«La privatización o quiebra de IMPSA: nuevo golpe a la modernización del Ejército Argentino»

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Uno de los principales objetivos fijados por el gobierno encabezado por el presidente Javier Milei ha sido la privatización de diversas empresas del sector público nacional. Más allá de los razonables argumentos de racionalización de recursos y austeridad, bajo el mantra de que “todo lo que pueda ser privatizado, será privatizado”, pareciera que los análisis solo se han centrado en aspectos económicos y financieros, dejando de lado el impacto sobre otras áreas del Estado Nacional. Una de ellas es la que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Defensa, encabezado por Luis Petri. El ejemplo más claro de lo señalado es la situación que atraviesa IMPSA, fijada como la primera privatización de la administración Milei y que, según lo indicado por medios internacionales como Bloomberg, enfrenta el peligro de una posible quiebra que se torna cada vez más latente.

En el plano del Instrumento Militar Nacional, IMPSA juega actualmente un papel importante en uno de los esfuerzos de actualización más relevantes emprendidos por el Ejército Argentino: el Programa de Modernización del Tanque Argentino Mediano (TAM) al estándar TAM 2C. Este programa busca dotar de una segunda vida al principal medio de combate de la fuerza, con la actualización de un total de 74 ejemplares. No obstante, iniciado hace más de diez años, ha transitado idas y vueltas, renegociaciones de plazos de pago y ajustes en los cronogramas de entrega. La introducción de un nuevo estándar, denominado TAM 2C-A2, que incorpora los últimos kits de modernización provistos por la empresa israelí Elbit Systems, parecía encauzar definitivamente el programa.

Una muestra de este avance fue el relanzamiento del programa efectuado por la actual gestión al frente del Edificio Libertador, con la presentación, a principios de julio, de las primeras unidades de preserie. Desde el Ejército Argentino, a través de una entrevista brindada a Zona Militar, el propio Jefe de la Institución, General de División Carlos Presti, fijó como objetivo contar, a finales del corriente año, con la primera tanda de diez tanques modernizados.

Durante aquel acto de julio se presentaron cinco ejemplares modernizados al nuevo estándar: el primer prototipo TAM 2C-A2, el ejemplar presentado en 2023 y tres nuevos TAM actualizados. También se evidenciaron los trabajos avanzados en una torre y la presencia de tres torres más que mostraban los procesos de mecanizado y modificaciones efectuados por la firma mendocina IMPSA.

Mediante múltiples convenios, IMPSA participa activamente en el Programa TAM 2C, siendo la empresa encargada de recibir las torres de los tanques seleccionados para su modernización, realizar los trabajos de mecanizado y modificaciones, e instalar los soportes que alojarán los futuros componentes del kit de actualización. Además, gracias a convenios firmados en 2023, la empresa fabrica los kits de faldones laterales para los TAM 2C-A2, destinados a las unidades de preserie y producción (71 unidades).

Gracias a la presentación del Jefe de Gabinete de Ministros ante la Cámara de Senadores del Congreso de la Nación, se pudo conocer el estado de avance de estos programas. En lo específico a los proyectos de IMPSA y el Ejército, el Informe N.º 141 detalla:

  • Provisión de repuestos TAM: ejecución al 7 %
  • Modernización de 71 torretas de tanques TAM: ejecución al 17 %
  • Suministro de soportería asociada al tanque TAM: ejecución al 10 %
  • Modernización del tanque TAM (faldones y soldaduras): ejecución al 16 %

A principios de septiembre, con la confirmación de que el gobierno nacional avanzaría con la privatización de IMPSA, desde Zona Militar expresamos dudas y preocupaciones, ya que originalmente las gestiones para este proceso no incluían cláusulas que garantizaran la producción de las torres destinadas al programa de modernización del Ejército Argentino. Posteriormente, diversas fuentes indicaron que esta situación fue contemplada. Sin embargo, frente a la improvisación demostrada y la falta de una comunicación oficial del Ministerio de Defensa al respecto, las dudas persistieron.

Según reportaron los medios internacionales la pasada semana, la primera privatización de la era Milei enfrenta nuevas dificultades. Estas fuentes señalan que IMPSA posee deudas por 536 millones de dólares con sus acreedores y que la empresa interesada en adquirirla, Industrial Acquisitions Fund (IAF), exige que dichas deudas sean liquidadas antes de la compra. Para ello, se han iniciado gestiones con la corredora AdCap Securities Ltd. en busca de una solución.

El hermetismo en el Edificio Libertador, sumado al del Ministerio de Economía, es total respecto al avance del proceso de privatización. Además, se ha fijado una nueva fecha límite: el 15 de diciembre. Ese día se definirá el futuro de IMPSA, ya que el gobierno ha advertido que, de no avanzar con la privatización, se declarará la quiebra de la empresa.

Mientras tanto, ningún sector ha mencionado el impacto que esto podría tener en el Programa de Modernización TAM 2C-A2. Tampoco se ha indicado si se están evaluando alternativas para que otra empresa con capacidades similares asuma estos trabajos, lo que tendría implicancias en el cronograma de entregas.

Por último, y a pesar de lo previamente señalado, a menos de un mes para el cierre de 2024, parece alejarse el objetivo de contar con las diez unidades de preserie, contradiciendo lo anunciado desde la cartera de Defensa y el Ejército Argentino, lo que pone en jaque, una vez más, uno de sus principales programas de modernización de la Institución.

Desplazan al directorio de VENG, la empresa aeroespacial de la CONAE

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Con una situación presupuestaria crítica, y con el directorio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) sin reunirse desde el año pasado, las autoridades de ciencia y tecnología acaban de comunicar extraoficialmente que desplazan al directorio de Veng, su subsidiaria encargada del desarrollo del Tronador II y de otras aplicaciones de tecnología aeroespacial, además de la operación de los satélites argentinos de observación terrena que se encuentran en órbita. 

La noticia cayó como un balde de agua fría en momentos en que sus miembros estaban colaborando para mantener a flote la empresa y buscar aportes privados. “Hace dos semanas habíamos tenido una reunión y estábamos intentando hacer las cosas ordenadamente para solucionar los problemas –comentan desde la empresa–. No se entiende que quieran convocar a asamblea cuando es el directorio el que debe hacerlo”.

El directorio de Veng estaba compuesto por su presidente, Marcos Actis, ingeniero aeronáutico y decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, que tuvo a su cargo el desarrollo del lanzador argentino; su vicepresidente, Leonardo Comes Penalva, ingeniero electrónico y gerente de gestión tecnológica de Conae; y como director titular, el ingeniero Guillermo David Benito, referente de Invap. Todos cumplían funciones ad honorem

Los reemplazantes serían Roberto Yasielski, director de la carrera de Ingeniería en Sistemas Espaciales de la Universidad Nacional de San Martín, como presidente; Leonardo Comes seguiría como vicepresidente; y Martín Suárez Gazzero (de CNEA), Julio Manco (abogado y miembro de directorio de la Fábrica Argentina de Aviones) y Mariano Luna (de la Universidad de San Andrés) como directores. Ayer a última hora todavía no se había recibido la comunicación oficial.  

En Veng, creada a fines de los años noventa, pero que comenzó a operar en la práctica en 2007, trabajan 463 ingenieros, técnicos y científicos de altísima calificación. “Son chicos de un valor extraordinario que no debemos perder”, subrayan. Trescientos de ellos se desempeñan en la estación de recepción de datos satelitales de Falda del Carmen, y sin esa dotación sería imposible operar y mantener los satélites en órbita. La Conae tiene una planta muy reducida: apenas 230 empleados.

La empresa se concibió para desarrollar el programa Tronador de acceso al espacio (un lanzador de cargas útiles), pero también participó como contratista en los satélites SAC-D/Aquarius y Saocom, y en el diseño y operación de la estación terrena de Tierra del Fuego. Del Tronador, hasta ahora se habían llegado a desarrollar los tanques y se estaba probando el motor de la segunda etapa, pero este año quedó todo parado.

Según el último informe de indicadores macroeconómicos del Grupo Economía, Política, Ciencia del Centro Iberoamericano de Investigación en CTI (EPC-Ciicti), en octubre la función ciencia y tecnología perdió el 30,5% de su presupuesto en términos reales en comparación con el mismo mes de 2023, muy por encima del promedio del presupuesto nacional, que descendió un 24,4% real. Esta disminución implica que la inversión estatal en ciencia, tecnología e innovación representará el 0,216% del PBI cuando finalice 2024, lejos de lo pautado por la Ley de Financiamiento de la Ciencia, que establecía un 0,39% para este período.

En este momento, igual que la Conae, Veng está en la cuerda floja por el desfinanciamiento generalizado del área de ciencia y tecnología. Es más, se encuentran entre los organismos más afectados, con una reducción del 55% del presupuesto en relación con el año pasado. 

“Se viene arrastrando una situación de posible cesación de pagos que ya se dio a mitad de año (…) aparentemente quedaría presupuesto como para que se paguen salarios hasta diciembre –advirtieron representantes de ATE en un comunicado–. Si la empresa se cae, se llevará a cuestas también la Conae. Es decir, que dejaría de funcionar la operación de los satélites y de las estaciones terrenas para la adquisición de información satelital”.

El default con una firma kazaja pone en riesgo la operación de nuestras centrales nucleares

La empresa kazaja Kazatomprom ganó una licitación para proveerle a la estatal Dioxitek el concentrado de uranio necesario para fabricar los elementos combustibles que requieren las centrales nucleares argentinas. El primero de los tres envíos pactados llegó el 1 de diciembre del año pasado, pero el gobierno de Javier Milei no cumplió con las condiciones de pago y los kazajos interrumpieron el abastecimiento, lo que podría derivar en la paralización de Atucha II y Embalse para mediados de año próximo cuando se acaben las reservas.

Atucha II tiene una capacidad de generación de 745 MW y Embalse otros 683 MW. Por lo tanto, si esas centrales dejan de generar energía se perderían 1428 MW en un momento donde la capacidad de generación se encuentra por debajo de la demanda de energía proyectada para los próximos meses. Los elementos combustibles también son indispensables para que opere Atucha I, pero esa central salió de servicio a fines de septiembre para que se lleve adelante la extensión de su vida útil, obra que demorará unos 30 meses.

El default con los kazajos

El acuerdo con Kazatomprom contemplaba tres envíos anuales de unas 170 toneladas de uranio concentrado cada uno. El mecanismo de fijación de precio acordado fue bajo un esquema spot que toma la cotización promedio del insumo en una revista especializada durante las 8 semanas anteriores a la llegada del embarque.

El precio final del primer envío fue de US$ 34,5 millones. El 50% se debía pagar a los 30 días y el otro 50% a los 60 días. Sin embargo, cuando todavía no se había pagado ni siquiera la primera parte el Banco Central emitió una comunicación donde estableció que las deudas de importación de bienes y servicios debían ser canceladas con los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal).

Como era de esperar, los kazajos se negaron a aceptar los Bopreal, pero Dioxitek no tenía acceso al mercado de cambios. Por lo tanto, la negociación se empantanó y Argentina quedó en default. La empresa estatal pagó el 95% de la deuda recién entre junio y julio, pero antes de realizar el segundo envío los kazajos endurecieron su postura y exigieron que se cancele el monto que faltaba, se pague una multa por el incumplimiento, se firme una adenda al contrato y se les otorgue una carta de crédito garantizada.

El primer embarque había salido desde San Petersburgo y demoró 6 meses en llegar a Buenos Aires, pero por las sanciones que se le aplicó a Rusia luego de la invasión de Ucrania ningún banco se mostró dispuesto a otorgar una carta de crédito para un envío proveniente de San Petersburgo. Una segunda opción que se exploró fue que el concentrado de uranio llegara desde Georgia, aunque el viaje ya no iba a demorar 6 sino 8 meses.

Si en julio se hubiera cumplido con las condiciones que fijó Kazatomprom, el segundo embarque podría haber arribado en marzo de 2025. Distintos funcionarios advirtieron durante meses sobre la necesidad de resolver el tema con urgencia porque las proyecciones indican que Dioxitek se va a quedar sin concentrado de uranio a mediados de mayo de 2025 y el stock de elementos combustibles que tienen las centrales nucleares es mínimo. Sin embargo, el gobierno nunca terminó de resolver el tema.

En los últimos meses incluso se exploró la posibilidad de buscar otros proveedores para un envío puntual, pero para que Nucleoeléctrica, la empresa que administra las centrales, autorice la compra, primero se debe obtener una nota de Kazatomprom que diga que no va a poder enviar el producto en los plazos requeridos y los kazajos no van a enviar ninguna carta hasta que se les cancele la deuda pendiente. Además, mantener el default con esa firma también complica la relación con cualquier otro proveedor del sector. Se confirmó con dos técnicos del sector nuclear sin contacto entre sí que hasta este viernes la deuda continuaba impaga.

Cómo se elaboran los elementos combustibles

Con el concentrado de uranio, Dioxitek produce polvo de dióxido de uranio que es utilizado por la empresa Conuar para fabricar pastillas de dióxido de uranio que se le proveen a las centrales nucleares. Esas pastillas se colocan en el interior de tubos de aleación de zirconio (llamados vainas) que se ensamblan para formar los elementos combustibles. Estos elementos son estructuras diseñadas específicamente para cada tipo de reactor.

Se utiliza el término elementos combustibles, en lugar de simplemente combustibles, para destacar que no se trata de una sustancia simple o cruda, como el carbón o el petróleo, sino de una estructura compleja y diseñada específicamente para ser usada en reactores nucleares. Embalse, por ejemplo, es un reactor de tecnología Candu con un diseño estándar. Por lo tanto, los canadienses podrían llegar a proveer los elementos combustibles. Atucha II, en cambio, es un diseño original desarrollado por Kraftwerk Union (KWU), una filial de Siemens, pero cuando se retomó la construcción en octubre de 2006 KWU había desaparecido y fue la estatal Nucleoeléctrica la que terminó la obra introduciendo ciertas variantes al diseño original, lo que obliga a ser más cautelosos al momento de evaluar la incorporación de elementos combustibles alternativos.

Fernando Krakowiak

Opínión de AgendAR:

El problema, lectores, no es únicamente estar en rojo con el mayor proveedor mundial de uranio, que es Kazajistán. Otros proveedores posibles, como Canadá o Rusia, no nos venderán un gramo hasta que salgamos de esta deuda.

Pero la mayor deuda la tenemos con nosotros mismos. Tenemos sólo tres centrales nucleares, una chica (Atucha 1) y dos medianas (Atucha 2 y Embalse). Dada la escasa demanda que supone un programa nucleoeléctrico absolutamente enano, como el argentino, tenemos todavía al menos dos décadas de uranio en la mina de Sierra Pintada, inmediaciones de San Rafael, Mendoza. Ni hablar de yacimientos ya prospectados y medidos pero nunca explotados, como Cerro Solo, en Chubut.

No somos un país uranífero, como Canadá, Kazajistán o Rusia, pero somos un país CON uranio. ¿Por qué estamos dependiendo entonces de Kazajistán?

Las causas del cierre prematuro de Sierra Pintada son impresentables. En 1989 cayó la URSS. En 1992 y 1997 se firmaron nuevos pactos de desarme (START II y SORT) entre la novedosa Federación Rusa y los EEUU. Tuvieron un éxito limitado pero medible, si consideramos que en 1985 había más de 63.600 cabezas nucleares en los arsenales yanquis y soviéticos y de las otras cuatro potencias con este tipo de armas, y hoy quedan 12.121. Y esos pactos inundaron el mundo de uranio baratísimo. Porque las nuevas minas fueron los arsenales.

Ese último número está en ascenso nuevamente. Y sigue siendo más que suficiente para eliminar a casi toda la especie humana. No tanto durante la guerra y por efecto directo de las armas, como después, durante el «invierno nuclear» subsecuente. Puede durar décadas, y en ese período, además de fríos subcongelantes incluso en los trópicos, desapareceran todas las fuentes de alimento de los que hayan sobrevivido a la guerra en sí.

La decisión de reducir los arsenales, sin embargo, tiene bases militares y económicas, cero pacifismo en el asunto. Con mucho menos que 12.121 cabezas nucleares está asegurada la destrucción recíproca de las potencias rivales (y la de casi toda la Argentina, que no es potencia ni rival). Pero el mantenimiento de las armas termonucleares es acuciante y carísimo. Por ejemplo, hay que reponerles constantemente la carga de tritio, el isótopo más pesado del hidrógeno. Es carísimo, Y tiene una vida media de 12,5 años, lo que significa que en ese lapso la carga inicial ha decaído en hidrógeno común, perfectamente inútil para generar una reacción nuclear de fusión.

Además, para una destrucción mutua asegurada, 63.600 armas básicamente termonucleares eran una exageración. Los nuevos sistemas de navegación y puntería, como el GPS, permitían liquidar un blanco a 12.000 km. de distancia con una sola explosión impecable e implacablemente precisa, en lugar de varias de mayor potencia y caídas en derredor. Era toda la puntería permitida con los istemas de navegación inerciales anteriores.

De modo que para bajar los costos de mantenimiento del equilibrio del terror, las minas de uranio fueron los arsenales excedentes, y básicamente los de la Rusia de Boris Yeltsin, que a EEUU le firmaba cualquier cosa sin mayor reciprocidad.

Los acuerdos se basaron en el axioma «Swords into ploughshares», fundir espadas para hacer arados, slogan inicial del Organismo Internacional de Energía Atómica allá por 1957. La idea del OIEA fue, era y todavía es dar de baja un exceso de alrededor de 50.000 cabezas nucleares y darle empleo civil a sus elementos físiles. Estos son mayormente, plutonio 239 y en menor medida, uranio 235, enriquecidos a una pureza mayor del 90%.

Ambos elementos se pueden diluir en uranio natural, que es casi todo uranio 238, físicamente casi imposible de fisionar, y el resultado puede ser uranio de usos pacíficos: enriquecido a algo menos del 20% para reactores multipropósito, o a valores muy inferiores (entre el 5% y algo menos del 1%) para centrales de potencia. El uranio reciclado de estas últimas, combinado con un poco de plutonio, forma combustibles llamados MOX, cerámicas de óxidos mixtos de uranio y plutonio, y es perfectamente equivalente al uranio enriquecido fresco y sin usar. Evita mucha minería.

Pero en el siglo XXI las cosas cambiaron. El parque nucleoeléctrico mundial empezó a crecer, impulsado en buena medida por el cambio climático. El precio del uranio empezó a dispararse, sobre todo porque los mayores consumidores del mundo tienen pocas reservas geológicas (caso de China y de la India), o les sobran, pero hicieron la idiotez de cerrar sus minas (EEUU) «porque el mercado arregla todo», o porque compran mineral de uranio, y pagando basura, a sus semicolonias africanas (Francia). Canadá y Rusia nunca abandonaron la minería. Los canadienses, porque tienen una flota considerable de centrales propias.

Pero además, los canadienses le tienen que dar de comer a las 94 centrales que todavía persisten en actividad en EEUU y que suministran el 20% de la potencia eléctrica de la tierra de los libres y hogar de los valientes. Los yanquis dejaron cerrar 10 en la última década y media «porque la energía nuclear es cara», y hoy se quieren cortar las venas, porque debido a la guerra de Ucrania, los rusos les acaban de anunciar que no les venden más uranio enriquecido.

Como «el mercado provee», en los últimos 30 años los autodenominados americanos dejaron que las plantas de enriquecimiento de Savannah River cerraran y se desguazaran, el uranio que les suministra Canadá es natural, y no tienen plan B. Los rusos no dejaron jamás de producir porque tienen bastante uranio en casa, un programa nuclear bastante coherente, son el mayor exportador mundial de centrales y su política es venderlas con combustible enriquecido ruso incluído.

La propuesta ruso un acuerdo ideal para nabos tecnológicos: te damos el caballo y también el pasto, y te cobramos ambos, y nos llevamos a casa el plutonio generado, plín-plin-plin-caja-caja-caja. Vos no tenés que ocuparte de nada. Ahora los ivanes son re-capitalistas, pero desde que se murió Yeltsin, ya no son idiotas. Entienden perfectamente que el uranio no es una commodity de mercado, y en cambio es un asunto estratégico. Y tanto lo es así y tanto ya no son idiotas que hoy están amenazando a EEUU con un apagón generalizado. Si te desaparece el 20% de la potencia firme del país, lo que te desaparece después es el país. Pero antes, cae el gobierno.

Aquí algo sabemos de eso.

Los ut-supra descriptos son tres modos estúpidos de quedarse sin uranio. Obviamente, la Argentina de Carlos Menem no podía perderse una imbecilidad que imitara a la de los EEUU. Además, cuando la dirección de Manuel Mondino de la CNEA dejó de demandar uranio para Sierra Pintada, le tiró la mina encima a Mendoza, para que ésta le vendiera uranio a Magoya.

Obviamente, ya que estaba, Mendoza debía gestionar por la propia la remediación ambiental de colas de molienda de mineral y de aguas de cantera. Es una cantidad importante de residuos con uranio, radio y radón, otros metales pesados no uraníferos ni radioactivos, y barros y líquidos tratados con ácido sulfúrico y de gran acidez. En suma, les dejó el muerto.

Los residuos de minería de uranio no son sustancialmente distintos o más peligrosos para la salud que los detritos de minería de oro, o de cobre, cuyo tratamiento y disposición en todo el Tercer Mundo suelen ser legal o ilegalmente pésimos. Pero los de uranio sin duda tienen peor prensa.

Y además, una cosa es que una provincia se atreva a plantarse con exigencias de remediación ambiental a una multinacional minera. Eso jamás sucedió en ninguna provincia minera de la Argentina, donde los gobernas están en un perpetuo noviazgo con estas corporaciones. Otra cosa es pegarle patadas a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que en tiempos de Menemy según si dirección, tenía la misma capacidad de autodefensa que una gallina réquiem.

Conclusión, que con la entrega del subsuelo, antes patrimonio nacional, a las provincias, Mendoza se declaró sumamente ecologista y cerró la mina. Desde 2010 la CNEA gastó U$ 17 millones en remediar las colas de proceso de Malargüe, y lo habrá hecho tarde pero de un modo inobjetable. Miles de toneladas de colas de procesamiento de baja radioactividad en la perifera de esa ciudad hoy están encerrados por arriba, abajo y los costados en una estructura hecha de múltiples capas de materiales geológicos de alta resistencia e impermeabilidad.

Antes de su encapsulamiento emitían radón, pero en una proporción menor a la que respiran espeleólogos de Mendoza, y los guías de turismo estival en la famosa Caverna de las Brujas. Son muchas las formaciones geológicas mendocinas que tienen uranio y emiten radón. Un mochilero imaginario que hubiera puesto su carpa en ese médano gris de colas situado en las afueras de Malargüe un año entero, habría aumentado sus chances de cáncer de pulmón como un fumador de los de un paquete diario en igual tiempo.

Los de Malargüe llaman «La Empanada» al confinamiento geológico, por su forma redondeada. El encierro está hecho para aguantar 5 siglos de lluvias, nieve, terremotos y perforación por raíces y por roedores. Pasado ese tiempo, habrán perdido todo impacto radiobiológico y químico. «La Empanada» está bajo monitoreo de la Autoridad Regulatoria Nuclear y del Ministerio de Medio Ambiente de Mendoza, parquizado y transformado en la mayor área recreativa de la provincia.

¿Se le exigen iguales cuidados a Bajo de la Alumbrera o a la Barrick en su minería de oro y cobre? Haceme reír… Ni ahí.

A nadie se le ocurrió que Mendoza en realidad pudiera ser más deudora que acreedora de la CNEA. Las colas encapsuladas en «La Empanada» de Malargüe a partir de 2010 habían electricidad por el equivalente de 10 años de años de consumo de la provincia de aquel año. Y bueh.

La CNEA, que desde tiempos de Alfonsín hasta hoy no ha tenido suficiente plata para desarrollar su central nuclear de exportación CAREM, ha venido rascando sus bolsillos para remediar con igual efectividad los pasivos ambientales de Sierra Pintada. Tiene la expectativa de que en algún momento Mendoza autorice dé luz verde a la reapertura de la mina.

Personalmente, creo que antes se va a congelar el infierno. Salvo que ahí pinte la canadiense CAMECO y desenvaine una platita, o la estatal francesa ORANO, a la que el actual gobierno nacionalista de Níger está expulsando de las minas de las que se llevó medio siglo de mineral baratito. Y hasta podría ser la kazaja Kazatomprom, de la que Milei nos ha vuelto deudores insolventes, con alguna propuesta ruinosa, tipo «O nos dan la mina, o se comen el apagón, argentos. Y de yapa, los ponemos en el Veraz. O su equivalente uranífero».

La insistencia en el cierro de la mina no sale de que Mendoza sea una provincia fundacionalmente ecologista, que lo es y de un modo absolutamente serio por su legislación constitucional sobre aguas desde 1916. Bueno, tras haberse manejado impecablemente desde entonces, ahora le cedió su manejo de aguas a Mekorot, una firma israelí. San Juan también. Sin comentarios.

Tampoco se trata de que la CNEA no esté remediando Sierra Pintada, porque lo hace con todo centavito que le sobra, y eso sale en los diarios locales. Las razones para no tener cerrada la mina son más banales, o más bananeras. Su explotación suponía trabajo estable, registrado y permanente mientras durara el uranio. Y como viene el partido, con sólo tres centrales nucleares, dos medianas y una chica, hay para rato.

Nada puede ofender más a los viñateros y grandes fincas frutícolas de San Rafael, acostumbrados inmemorialmente a tomar y despedir personal temporario según las vendimias y cosechas, y a negrearlo a rajatabla, que la presencia de un ente estatal que genera contratos permanentes, en blanco, y que los obliga a pagar más. Eso les hace hervir la sangre de ecologismo. Imaginate, te tomás un champú de San Rafael y esa noche no podés dormir por la luz azul de Cerenkov que despedís.

¿Por qué está cerrada Sierra Pintada? La explicación más lejana es el derrumbe de la URSS, pero la más cercana es la tacañería de gente de bien, tilingos finos pero algo acostumbrados al trabajo infantil.

El crimen es éste, y viene de largo. Lo de además haber cagado en plata a Kazajistán es pura imbecilidad añadida de este gobierno. Pero los libertarios no inventaron nada.

Son apenas la frutilla sobre una duradera torta de boñigas de cipayo.

Daniel E. Arias

Nucleoeléctrica negocia un crédito de US$ 210 millones para la extensión de vida de Atucha I

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El presidente de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), Alberto Lamagna, anunció que la empresa esta negociando con la Corporación Andina de Fomento (CAF) un desembolso por US$ 210 millones para el proyecto de extensión de vida de la central nuclear Atucha I. Lamagna también se explayó sobre la posibilidad de formar una joint venture con la francesa Framatome para producir radioisótopos médicos, en una exposición realizada en la reunión anual de la Asociación Argentina de Tecnología Nuclear (AATN).

La empresa estatal operadora de las centrales nucleares comenzó en septiembre la parada prolongada de extensión de vida operativa de Atucha I. Este proyecto y la construcción del Almacenamiento en Seco de Combustibles Gastados de Atucha II demandarán una inversión global cercana a los US$ 700 millones.

El presidente de la compañía afirmó que estan en conversaciones con la CAF para obtener un financiamiento por US$ 210 millones para la extensión de Atucha I y que estos fondos probablemente estarán disponibles ya en 2025.

«Con el apoyo y el seguimiento técnico del Organismo Internacional de Energía Atómica y de su director general Rafael Grossi iniciamos un posible financiamiento de la CAF», dijo Lamagna en el evento llevado a cabo en el Palacio Libertad (ex CCK).

También hay conversaciones con el banco BPI por un financiamiento por US$ 120 millones, aunque el presidente de NA-SA destacó que cuentan con los aportes del Tesoro nacional garantizados para este año y 2025. Por otro lado, la empresa lanzó en 2022 el fideicomiso NASA IV, con el que consiguió un fondeo total de US$ 180 millones.

El gobierno nacional liberó este mes una partida para gastos de capital para Nucleolectrica por 104.659 millones de pesos. Un segundo desembolso ocurriría en los primeros meses del próximo año.

Una jLamagna exponiendo en la reunión anual de la AATN.

Una joint-venture con la empresa francesa Framatome

Lamagna también se explayó sobre el acuerdo al que arrimaron con Framatome para avanzar en la producción de radioisótopos medicinales. Este acuerdo podría derivar en la conformación de una joint venture con la empresa francesa.

Nucleoeléctrica anunció ayer la firma con Framatome de un acuerdo para llevar a cabo un estudio de prefactibilidad sobre la instalación de sistemas para la producción de radioisótopos de vida corta, como Lutecio-177, en las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. Framatome cuenta con esta tecnología y ya esta siendo utilizada en una central CANDU en Canadá.

Lamagna explicó que Nucleoectrica analiza proyectos de joint ventures con otras compañías de diversa índole. En ese sentido, explicó que el acuerdo con Framatome podría derivar «en una empresa spin off de NA-SA o formar (el proyecto) parte de NA-SA». «Hay una primavera nuclear en el mundo y hay posibilidades de hacer joint ventures con más compañías», concluyó.

Nicolás Deza

Fuerza Aérea: Un IA-63 Pampa III realizó un vuelo de prueba con un misil guiado argentino

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Gracias a una serie de imágenes capturadas por el fotógrafo Jorge Méndez, se pudo apreciar al IA-63 Pampa III B2 EX-03 del Centro de Ensayos en Vuelo de la Fuerza Aérea Argentina portando lo que sería una bomba guiada stand-off inerte de la serie Dardo.

Tal como se aprecia en las fotografías, el Pampa III del Centro de Ensayos en Vuelo operó esta semana desde la pista de Escuela de Aviación Militar junto al IA-58 Pucará A-568.

Vale recordar que ambas aeronaves forman parte del material de vuelo de la unidad que se aloja en el predio de la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín”.

En las imágenes no solo se aprecia claramente la bomba guiada stand-off Dardo, sino que también se observó a una bomba inerte de 250 kilogramos y un pod anaranjado que contiene cámaras para fotografía/video.

Por el momento no han trascendido mayores detalles del vuelo, y si el mismo corresponde a una nueva campaña de ensayos del proyecto para el desarrollo local de una bomba guiada stand-off.

El proyecto FAS-850 “Dardo” corresponde a una iniciativa a los fines de materializar una bomba guiada stand-off compatible con algunos de los sistemas de armas de la Fuerza Aérea Argentina.

A lo largo del proyecto se fueron concibiendo diversas variantes, las cuales incorporaron mejoras con el paso del tiempo, con el fin de perfeccionar sus capacidades en cuanto a alcance y precisión.

Comentario de AgendAR:

La debilidad del sistema Dardo es que hoy, a fuerza de décadas de demoras, ya se hizo viejo: la navegación por GPS es fácil de interferir o de «spoofear».

La Dardo hoy tiene un 2do sistema de back-up no interferible y barato, el viejo guiado inercial de los misiles de los ’70, llamado INS (Inertial Navigation System). Garantiza una precisión mínima de 200 o 300 metros. Si te «spoofean» el GPS y la bomba pierde su guiado satelital, el INS va a seguir dándole su ubicación y velocidad con una precisión que se va diluyendo en el tiempo. Pero si el «spoofing» enemigo no es perfecto y cada tanto el GPS intercala un dato fiable, la precisión no decae tan rápido.

Con la carga explosiva más bien chica (220 kg.) de una MK84 estadounidense o una Expal española, la Dardo con doble guiado (GPS + inercial) sólo tendría utilidad usada «en enjambre», para aumentar las chances de que al menos una haga impacto directo y las demás dañen los alrededores. Eso, en una guerra simétrica, en que el enemigo tiene contramedidas electrónicas.

Éstas son las armas antiaéreas más baratas, del mismo modo que las bombas de planeo son los más baratos de los misiles. Usadas masivamente por la aviación rusa desde 2023, muy desde retaguardia y contra blancos fijos, su relación costo/efectividad en Ucrania sigue siendo enorme.

Como arma antibuque o contra otros objetivos móviles la Dardo tampoco parece muy disuasiva. Lo sería si puede recibir actualizaciones en vuelo de la ubicación del blanco desde un dron radarizado sacrificable, cuyas instrucciones tengan mayor autoridad que el GPS y el sistema inercial.

Eso ya sería un triple sistema de navegación. Aumentaría el costo y complejidad de la bomba y el dron, si es detectable, volvería más predecible el ataque. Sin embargo, la haría peligrosa contra blancos móviles defendidos por contramedidas electrónicas, como barcos o columnas de tanques. Sería un desarrollo más largo y por ende, más caro. Podrían bajarse costos con una Dardo con triple sistema que haga de «yegua madrina» y dirija un enjambre de bombas de planeo similares por fuera y por carga explosiva, pero menos inteligentes y más baratas.

La Dardo es un arma «fire & forget», el avión que la suelta da la vuelta para escaparse. Quien conozca algo de la historia tecnológica argentina, sabe que esto es casi como retomar la bomba planeadora Tábano. Fue diseñada por el ingeniero polaco Ricardo Dyballa en los años ’50 y ’60. Era portada y dirigida por radio por los viejos bombarderos Lincoln, y con sus alas y su motor cohete de combustibles líquidos, daba un alcance en aquel entonces fenomenal, de unos 60 km.

Se la construyó y testeó largo y tendido. Pero se la fue dejando envejecer técnicamente sin hacerla entrar en producción y despliegue, y para sorpresa de nadie, la cúpula aeronáutica la cajoneó «por vieja».

La Dardo II, lamentablemente, va por ese mismo camino. Hace ya más de una década que la Fuerza Aérea Argentina muestra maquetas en las exposiciones de armas, y se les hace modificaciones teóricas al sistema de navegación o propulsión. Pero de ahí a testear una bomba real, y hacerla construir en serie hay una distancia que aquí es siempre insalvable.

Lo que no se puede discutir es la necesidad de que en cualquier versión, barata o cara o ambas, la Dardo se fabrique aquí, aunque nuestros proveedores habituales (la OTAN e Israel) tengan opciones más capaces.

Podemos repetir el deshonor y la estupidez menemistas de volver a aliarnos con la OTAN contra algún enemigo elegido por EEUU. Ese asunto lo pagamos con dos atentados en Baires y 107 muertos. Pero en guerras nuestras, nunca podremos pelear con armas de la OTAN y sus aliados íntimos. Y eso porque nuestros enemigos reales las conocen, saben explotar sus debilidades y neutralizarlas, y SON miembros de la OTAN.

Hoy esos proveedores han cerrado filas, como parte de la Segunda Guerra Fría. Si ésta se vuelve a calentar en el Atlántico Sur, y bien puede suceder, y si queremos defender nuestra neutralidad pero también nuestro territorio, será preferible tener piedras y palos. Pero propios.

Para el caso, los mosquetes y cañones de montaña que le construyó al Ejército de los Andes Fray Luis Beltrán, que no era ingeniero, metalurgista o armero, estaban lejos de los estándares de calidad europeos.

Pero terminaron para siempre con el Imperio Español en Sudamérica.

Daniel E. Arias

Se frenó el plan del desguace del INTA

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En la sede Central del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se desarrolló la reunión del Consejo Directivo para aprobar la “modernización” del organismo autárquico que planteó el gobierno de Javier Milei, que consistía en el despido de 227 personas y ventas de campos y edificios emblemáticos.

Pero tras más de 12 horas reunidos, se levantó la sesión y se suspendió. Finalmente, no hubo votación por falta de acuerdos entre las 10 integrantes de dicho consejo.

Según trascendió de la reunión, hubo acuerdos sobre la venta de tierras del organismo, pero cuando comenzaron a trabajar la baja del personal, hubo un quiebre entre los representantes.

“La Presidencia y la Vicepresidencia consultaron a la Secretaría de Agricultura y no les dieron margen. Voten y que salga como salga. No hubo votación, dejaron sin quórum la sesión, no se resolvió nada. No hay despidos, achique, no hay ventas, no hay nada y tampoco se aprobó el listado de retiros voluntarios”, dijo Mario Romero, secretario General de Apinta, el gremio que representa a los trabajadores, cerca de las 21 horas.

Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria Argentina, había ratificado este miércoles la posición de la entidad que habían comunicado días atrás. “Nos vamos a oponer si la posición del Gobierno es baja de contratos y venta de tierras. A lo que no nos oponemos es a revisar cosas que se deben revisar, pero debe ser estratégico”, había remarcado.

Cabe destacar que el Consejo Directivo está conformado por el Presidente y Vicepresidente del INTA y un representante de la Secretaría de Agricultura, de las facultades de Agronomía, de las facultades de Ciencias Veterinarias (Universidades Nacionales), de la la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA) y de las entidades que conforman la mesa de enlace (Coninagro, CRA, Federación Agraria Argentina y Sociedad Rural Argentina).

¿Vender todo para darle más recursos?

Desde el Gobierno dicen que la venta de las tierras donde se realiza investigación clave para la actividad agropecuaria es para “darle más recursos al organismo”. “Ojalá que los directivos del INTA opten por aprobar estas medidas que le van a brindar más recursos al organismo público para mejorar su equipamiento, modernizarlo y potenciar sus investigaciones”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni, cuando mencionó este miércoles del plan de modernización del INTA.

El plan de “modernización” del Gobierno implica la venta de edificios, tierras y el despido de 227 empleados. “El Gobierno puso en marcha un plan para modernizar el INTA, que es un organismo fundamental para el desarrollo del campo argentino, cuyos objetivos fueron desvirtuados por la gestión anterior”, había apuntado el funcionario.

Afuera de la reunión, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y Apinta, se movilizaron para expresar su “repudio” contra el llamado plan de “modernización” del organismo que impulsa el gobierno nacional.

Hasta 65 profesionales que tienen a su cargo la dirección de las Estaciones Experimentales y los Institutos de Investigación de ese organismo criticaron los despidos de personal y el ajuste institucional. En una carta dirigida al Consejo Directivo Nacional, reivindicaron en primer término la calidad de su trabajo profesional y el de sus dirigidos.

Aviones de hasta 19 plazas para conectar la extensa Argentina. Polémica en AgendAR

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Se pretende fomentar conexiones áéreas entre las distintas provincias argentinas mediante la simplificación de los procedimientos de autorización para aeronaves con capacidad de hasta 19 pasajeros. La medida desregulatoria, que busca diversificar el mercado aerocomercial y mejorar la conectividad, es celebrada en el sector, pero un exdirector de Aerolíneas Argentinas advirtió que se trata de “un invento”.

La nueva normativa permitirá a las empresas gestionar con mayor rapidez la autorización para operar vuelos no regulares, tanto nacionales como internacionales, destinados al transporte de pasajeros y carga. Según un comunicado de la Secretaría de Transporte, la medida también apunta a fortalecer las economías regionales al ofrecer nuevas alternativas de conectividad aérea.

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En diálogo con Punto y aparte (90.7 Punto a Punto Radio), Jorge Molina, especialista en aeronáutica y exdirector de la compañía de bandera nacional, reconoció que desregular y agilizar trámites es un paso necesario para eliminar trabas burocráticas, pero advirtió que el mercado argentino carece actualmente de la infraestructura y demanda necesarias para sustentar vuelos con aeronaves pequeñas.

“En Argentina no existe todavía el mercado para este tipo de vuelos para abastecer rutas aéreas no frecuentes en el interior. Las empresas que existen hoy en Argentina son de taxis aéreos, de vuelos no regulares. Pasar a la regularidad de vuelos se dará con la eficiencia económica con la que cuenten las empresas al final del día”, explicó.

El experto indicó que la infraestructura aeroportuaria del país presenta limitaciones, con muchos aeropuertos que no operan las 24 horas ni cuentan con la tecnología necesaria para este tipo de operaciones.

La medida gubernamental llega en un contexto en el que el transporte aéreo en Argentina tiene alto potencial de expansión, estimado en un crecimiento de hasta tres veces el número actual de pasajeros, según Molina. No obstante, el experto advirtió: “Volar es caro y necesitamos de inversiones y, con cepo, ninguna empresa extranjera vendrá a invertir sin poder llevarse las ganancias”.

Aviones de pequeño porte

Molina indicó que las aeronaves de hasta 19 pasajeros “no hay muchas en el mundo” y, además, “son caras operativamente”. “En los países de la región no hay empresas aéreas con aviones de esta capacidad. Estamos tratando de inventar algo que no existe en esta parte del planeta”, sostuvo.

Y agregó: “En Alaska, por ejemplo, que es un lugar donde sí hay estos aviones, el gobierno de Estados Unidos apoya fuertemente con subsidios porque de lo contrario no llegaría ninguna aeronave a ese punto”.

Además, el asesor de empresas aéreas señaló que “la parte operativa, el mantenimiento, el personal, todo eso lo hace inoperativo a un avión de estas características” en los términos que pretende el gobierno nacional.

“Estas aeronaves tienen muy poca capacidad de carga. Por lo tanto, si alguien viniera de Villa Dolores a Córdoba, no podría volver con las compras, valijas, cajas o bolsas a su localidad”, finalizó.

Andy Ferreyra

Comentario de AgendAR:

La historia se puede contar al revés de cómo la narra Molina. Cuando EMBRAER era una firma insignificante de Sao Paulo, en 1965, diseñó un transporte biturbohélice de cabotaje liviano para 21 pasajeros, el EMB 110 Bandeirante. Era casi idéntico al Guaraní 2, de nuestra Fábrica Militar de Aviones.

Pero es difícil imaginar dos destinos tan diferentes para dos aeronaves tan parecidas. Citando del historiador Carlos Ay, de Gaceta Aeronáutica, «…los méritos del modelo incluyen haber sido el primer diseño sudamericano en cruzar en vuelo el Océano Atlántico rumbo a Europa (1965) y atravesar el Estrecho de Drake para sobrevolar la Antártida (1968), ser el único modelo nacional en realizar vuelos regulares de transporte aéreo comercial (1973-1994), haber prestado servicio en operaciones de transporte, aerofotografía y calibración de radioayudas para las fuerzas armadas argentinas (1966-2007) y atender necesidades de transporte aéreo en organismos públicos federales y provinciales (1971-1994)». Nada menos, pero nada más.

EMBRAER, en aquel momento propiedad de la Fuerza Aérea Brasileña, más que dedicar el Bandeirante como avión militar de enlace entre sus bases aéreas, o como patrullero, o a vegetar en el poco cabotaje civil que permitía el escaso desarrollo de los aeródromos municipales brasucas, apostó a fabricarlo en series grandes y salió a venderlo al mundo. Ojo, el Guaraní era algo mejor que el Bandeirante en asuntos como velocidad crucero, pero a fecha de 1990 EMBRAER había ubicado más de 500 en aeronáuticas militares europeas de todos los continentes, y fundamentalmente, los muchos operadores privados de corta distancia.

En 2020 todavía volaban 39 Bandeirantes en propiedad de 15 aerolíneas chicas. Y la que no era chica era EMBRAER. Hoy es la tercera constructora mundial de jets comerciales de alcance medio, y le saca mercado a Boeing en EEUU y a Airbus en Europa.

En contraste, la FMA (Fábrica Militar de Aviones) obedeció al mandato secreto que asumió la Fuerza Aérea Argentina desde 1956: fabricar artesanalmente y no competir afuera. Se fabricaron 35 sólo Guaraní 2.

En 1990 se repitió la misma «hazaña»: el CBA Vector, desarrollado en conjunto por FMA con EMBRAER, fue dado de baja por Carlos Menem y Fernando Collor de Melo, el Menem brasileño, con tres prototipos volando, y más de 200 memorandos de intención de compra. En aquel año, fue la máquina biturbohélice más avanzada y rápida del mundo para cabotaje liviano.

EMBRAER, sin embargo, no perdió los U$ 600 millones que había invertido en el proyecto. Aprovechó el fuselaje y la aviónica del CBA Vector para su primer jet de cabotaje, y apoyándose en ese peldaño, se volvió lo que es hoy. Pero antes de eso, y por agachadas y furcios parecidos, Collor fue expulsado de la presidencia de Brasil. Menem no, y tanto sobrevivió como presidente que tuvo tiempo de regalarle la FMA a Lockheed.

Con estos antecedentes aeronáuticos, es inevitable que un CEO como Molina crea que el biturbo de cabotaje argentino deba a) ser importado, b) esperar a que los aeródromos de pista de pasto o de tierra sean pavimentados y dotados de torre de control, radar y balizas electrónicas para operar con niebla, lluvia, de noche, o todo junto.

Obviamente, es el momento en que Molina cuela el mantra libertario de que esto sólo se hará con plata venida de afuera, que acudirá a la lid no bien se levante el cepo cambiario.

La mala memoria de Molina, quizás por exceso de juventud o de vejez, lo ignoro, le hacen olvidar que el día mismo que el presidente argentino Raúl Alfonsín retiró el cepo cambiario, la alegre muchachada de mesadineristas, cueveros y banqueros de la City porteña secó la plaza de dólares y desató la primera hiperinflación argentina del siglo XX. No llegaron dólares, más bien se fugaron a lo bestia, y más afuera que a los colchones.

Obviamente, esto se llevó puesto al gobierno de Alfonsín.

A veces el mundo funciona exactamente al revés de lo que opinan, al menos públicamente, los CEOs. Y si se trata de colgar mi mantra, ahí les va: la infraestructura aeronáutica de la Argentina la construyó el estado nacional, creador, propulsor y propietario también de sus dos líneas principales: Aerolíneas y LADE.

La última conectó siempre las ciudades patagónicas no sólo con la Capital, sino entre sí. En su apogeo, LADE llegó a operar hasta 30 destinos en Argentina, incluyendo las islas Malvinas entre 1972 y 1982.

Llegó a tener aviones intercontinentales (éste es un país grande) como el Boeing 707, pero su trabajo principal de aerolínea «de fomento» lo ejercía con una flota de jets pequeños, los Fokker 28, y biturbohélice Fokker 28. Pero para donde las pistas muy cortas o muy malas, (Río Senguer, Río Mayo, El Maitén, Río Turbio) LADE llegaba con sus Twin Otter, biturbos lentos pero excepcionalmente robustos, y si además las cargas eran pesadas, con Hércules, y cuando directamente no había pista alguna, LADE usó hidroaviones (en Malvinas, en 1971).

«Fomento» significa que el estado asume pérdida operativa para que las ciudades de zonas despobladas prosperen, y en el caso de los 750.000 km2 de provincias patagónicas, para no perderlas por despoblamiento. Si este trabajo no lo hace el estado nacional, no lo hace nadie. La iniciativa privada argentina siempre estuvo bastante privada de iniciativa.

LADE la cerró Menem, sorpresa. Reabrió en tiempos de NK y fue recuperándose y reequipándose lentamente de flota, y retomando destinos. Estaba por iniciar vuelos turísticos a la Antártida. Pero la hizo desaparecer Macri, sorpresa.

Que no me venga Molina a decir que el cabotaje no existe en esta parte del mundo. Justo en este país, además.

Daniel E. Arias