La Argentina será sede de la V Cumbre Mundial de Salud Mental, a realizarse el año próximo, una decisión que fue celebrada por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, que la consideró un reconocimiento al compromiso del país con esta materia.
También destacó el incremento de casi un 100% de los fondos asignados a la atención de salud mental en el presupuesto nacional, al aumentar de 3.700 millones a 7.000 millones de pesos, al exponer durante la 4ta. Cumbre Mundial celebrada en Roma, Italia.
“Como muestra del compromiso de Argentina y por pedido expreso del Presidente, es un honor y un orgullo para mí y para mi país anunciar que Argentina será sede de la V Cumbre Mundial de Salud Mental en 2023, que se realizará en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta es una oportunidad importante no solo para Argentina, sino también para América Latina”, afirmó la ministra, al hablar en el cierre de la cuarta edición de la Global Mental Health Summit que se desarolló en la ciudad de Roma, con la participación de líderes políticos, expertos y referentes de la sociedad civil para debatir sobre salud mental y bienestar de forma inclusiva.
Desarrollada en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Cumbre de Salud Mental se realizó por primera vez en 2018 en Londres, con el objetivo de «fortalecer la acción global de los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para abordar las cuestiones clave relacionadas con la atención de la salud mental».
Las siguientes ediciones se realizaron en Ámsterdan (2019) y París (2021), por lo que Argentina se convertirá el año próximo en la primera sede de este encuentro internacional fuera del continente europeo.
Como muestra del compromiso de Argentina y del Presidente @alferdez, es un honor y un orgullo para nuestro país y para mí anunciar que Argentina será sede de la V Cumbre Mundial de Salud Mental en 2023.
Para las empresas, el riesgo de sufrir un ciberataque es cada vez mayor. De hecho, según Check Point Research, los ataques aumentaron un 59% en comparación al pasado año. Aquí en Argentina, según el Threat Intelligence Report, Argentina presentó en el segundo trimestre de este año 1700 ataques por semana, un 31% más que en el periodo anterior.
Si a esto le sumamos que según un informe del Foro Económico Mundial, el 95% de problemas de ciberseguridad tienen como origen un error humano, ya existe la tormenta perfecta para un ciberdelincuente. El estudio sobre la Fuerza de Trabajo en Ciberseguridad de 2021 (ISC)² mostró que faltan casi tres millones de profesionales de la ciberseguridad en todo el mundo.
En vista de ello, algunas empresas multinacionales han empezado a poner en marcha iniciativas cibernéticas para sus empleados. Por ejemplo, lanzando un plan de incentivos por el que las respuestas de los empleados a los ataques de phishing se tienen en cuenta como parte de la política general de bonificaciones de la empresa.
Conceptos clave que son imprescindibles en la ciberseguridad:Phishing: una técnica que triunfa y avanza, sobre todo, por la falta de formación de sus víctimas. Se trata de un correo electrónico en el que los ciberdelincuentes suplantan a una persona, empresa o institución para que le facilite sus datos personales para después venderlos, ganar acceso en un ciberataque o utilizarlos para robarles dinero.
Malware: el malware es un software malicioso diseñado para dañar un dispositivo o red. Para ello, la víctima tiene que instalar dicho software en su equipo, que normalmente se hace cuando se hace clic en un link que contiene el software y se instala. Hubo casos donde los atacantes lograron insertarlo en archivos de ofimática como documentos de texto o multimedia como fotografías o vídeos.
Ransomware: ataques de malware que implica que el atacante secuestra datos y extorsiona a la víctima para recuperar o no divulgar sus datos. En su primera versión, el atacante cifraba/encriptaba los datos en el dispositivo y extorsionaba a la víctima que debía pagar un monto para obtener la clave que le daba acceso a los mismos. Desde hace un tiempo se observan ataques de ransomware más sofisticados con doble y triple extorsión, que exigen un pago a fin de evitar publicar los datos confidenciales que robaron, sea a la empresa afectada (doble) hasta los clientes de la misma (triple). Al igual que el malware, suele entrar en un dispositivo a través de un enlace de una empresa de confianza o un archivo que se descarga en el mismo. Por lo tanto, es muy importante no descargar nada de un usuario desconocido y evitar numerosos problemas.
Prevención
Activar la autenticación en dos factores: se trata de una autenticación con una contraseña y otro método (puede ser una pregunta, datos biométricos o cualquier otro método que sirva como otra capa más de seguridad para entrar en nuestras cuentas. Al activar esta opción, siempre habrá una segunda autorización que evitará que un atacante acceda a una cuenta con tan solo una contraseña.
Utilizar contraseñas robustas: utilizar la misma clave para todo, o credenciales como “123456” o “contraseña” es ponérselo demasiado fácil a los ciberdelincuentes. Ahora hay multitud de plataformas que generan contraseñas difíciles de adivinar para los ciberdelincuentes (con letras, números, símbolos, mayúsculas y minúsculas), aunque también podemos crearla nosotros mismos, pero siempre utilizando diferentes combinaciones para cada servicio con las características nombradas.
Aprender las directrices para reconocer el phishing: cuando un atacante envía un email de phishing suele tener ciertos rasgos comunes. Las faltas de ortografía o el hecho de que pidan la introducción de las credenciales, es un indicativo bastante claro de que están intentando estafar a un usuario. Asimismo, si en algún correo electrónico una compañía solicita las credenciales de un cliente, es una señal de alerta ya que es algo que ninguna empresa hará a través de este método. Para evitarlo, siempre es mejor dirigirse desde un buscador a la página o plataforma oficial de la compañía a la que se quiere acceder.
Mantener actualizado el dispositivo: subsanar los errores de seguridad conocidos que posee el sistema operativo y los software instalados en el dispositivo es clave, ya que hace más difícil infectar un dispositivo o esparcir el malware en la red a través de alguna vulnerabilidad, por lo que siempre es recomendable instalar las últimas actualizaciones.
“En este mes de la ciberseguridad, buscamos concientizar a las personas sobre la importancia que posee su aporte a mejorar la ciberseguridad general, tanto en su casa como en el trabajo. Teniendo claro las ciberamenazas y a quién contactar en el caso de detectar una, se logra mitigar o reducir el impacto de muchos ciberataques”, asegura Alejandro Botter, gerente de ingeniería para el sur de Latinoamérica de Check Point.
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció ayer domingo que habrá un «Bono Social» para los sectores más vulnerables. También, que a partir del 1 de noviembre el nuevo mínimo no imponible del impuesto a las ganancias será de 330.000 pesos. Anunció un plan de 30 cuotas fijas para comprar TVs, aires acondicionados y celulares, y anticipó un nuevo programa “parecido al de precios cuidados”, pero con más productos y más largo en el tiempo: “precios justos”.
«Lo hablé con todos las personas que participan en las decisiones del Gobierno”, manifestó -se supone que en referencia a Alberto Fernández y Cristina Kirchner– en su primer contacto con la prensa tras participar en la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial en Washington, reunirse con los otros ministros de Economía y Finanzas del G20 y avanzar en negociaciones por la deuda con el Club de París, y adelantó los siguientes puntos:
Bono social
Este nuevo programa apuntará a sectores de la economía social y a los grupos de mayor riesgo. “Básicamente vamos a impulsar un refuerzo alimentario para adultos sin ningún ingreso, ni trabajo ni planes ni ninguna asistencia. Aspiramos a asistirlos de acá a fin de año a través de un bono. Se lo está terminando de pulir junto a la ANSES”.
Este bono había sido una promesa del ministro cuando finalizó el Dólar Soja: «este esfuerzo que hace el Estado pagando un mayor precio tiene un correlato social para compensar el problema de la inflación», precisó en conferencia de prensa a fines de septiembre.
Financiación al consumo
Se lanzará un programa para comprar televisores con tecnología 4K, aires acondicionados y celulares a 30 cuotas con una tasa de interés que sea la mitad a la actual.
«Tenemos cerrado un programa de trabajo con las asociaciones de bancos, con los fabricantes de electrónicos y las cadenas físicas. Es decir, con locales de venta de electrodomésticos, para acceder a los televisores por lo que representa de cara al Mundial y lo que pesa en la cultura nuestra de 50, 55 y 58 pulgadas con tecnología 4K; con acondicionadores de aire de bajo consumo porque queremos generar conciencia sobre el ahorro de energía». «También vamos con una alta gama de celulares de 30 cuotas fijas».
«El desafío a la hora de bajar subsidios no es que la gente pague mas sino que todos ahorremos: el Estado, recursos y la gente, energía», explicó el ministro.
«Seguramente, no esta semana sino la que viene, la Secretaría de Comercio, las empresas, los bancos y nosotros desde el Ministerio de Economía lo vamos a estar poniendo en marcha».
Un nuevo programa de precios
Tras el dato de inflación de INDEC que marcó un 6,2% en septiembre, el ministro aseguró que ese número no lo conforma ni le gusta: «tenemos que garantizar que el camino descendente se consolide, las medidas que vamos tomando van de la mano en esa idea».
«La inflación es el peor castigo que puede tener cualquier trabajador y jubilado de la Argentina», agregó. Afirmó que el congelamiento de predicios dictados por la fuerza «no funciona, no creo en eso como mecanismo».
«Creo en un trabajo acordado con las empresas de consumo masivo que representan más del 65% de lo que consumimos los argentinos. Me parece clave sentarnos a la mesa con las empresas y establecer los mecanismos con los que el estado puede darles certidumbres y garantías».
De ese modo, dijo, se buscará “darle la tranquilidad al consumidor de que pueda controlar, y estamos preparando un tablero de control online con todo el sistema de precios”. Agregó, “me gustaría que en el momento que lo pongamos en marcha sea con un número acordado de compañías, de comercios y en una mesa de acuerdo de trabajo entre los gremios y esas empresas, estamos en un tiempo en el que todos tenemos que ceder un poquito”.
«Es un trabajo conjunto de Comercio con las empresas de consumo masivo. Si no lo que termina pasando es que lo que acordamos en una oficina en el Ministerio después no se cumple en la góndola: por un lado nos permite darle la tranquilidad al consumidor de que puede controlar, más allá de que en paralelo siga el programa de precios cuidados y los controles”.
El impuesto a las ganancias
Massa adelantó que subirá el mínimo no imponible a partir del 1 de noviembre. Estará por arriba de los $ 330.000”.
«El adelanto de lo que llamamos modificación del mínimo no imponible está decidido. Vamos a estar subiendo el piso del mínimo no imponible a partir del 1 de noviembre. Va a estar arriba de los $330.000 y el objetivo es garantizar que los trabajadores no pierdan lo que ganan en horas extras o en producto de la paritaria por el Impuesto a las Ganancias«.
Comentario de AgendAR:
En nuestra opinión, que anticipamos en el título, estas medidas no indican un cambio en la política con la que Sergio Massa y su equipo tratan de estabilizar las variables de la economía argentina. Tampoco son un avance en esa dirección, claro.
Se trata de concesiones a distintos sectores de la población. En eso consiste el 90% de la política, aquí y en todos los países democráticos (Y en el largo plazo, tamibén en los autoritarios).
En ese sentido, se explica el aumento del mínimo no impónible sobre los ingresos, hasta un monto que -$ 330.000 mensuales- que sólo alcanza hoy un 10% de los trabajadores. Y que ha sido criticado por algunos comunicadroes, desde el criterio de progresividad en la carga fiscal.
Sucede que es justamente el sector de la fuerza laboral que tiene más capacidad de presión -por eso ganan esos sueldos- y cualquier gobierno debe tomarlos en cuenta.
Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) presentaron el primer electrolizador de mediana potencia fabricado íntegramente en el país para producir «hidrógeno verde».
«Hidrógeno verde» se le llama al hidrógeno obtenido usando energías renovables. Se trata de una tecnología clavepara aprovechar las energías solar y eólica, y para el futuro de los autos eléctricos.
«La importancia de este proyecto es que vamos a tener un electrolizador para producir hidrógeno en base a energías alternativas como la eólica o la solar», explica Daniel Barraco, investigador del Conicet y secretario de Ciencia y Tecnología de la UNC.
El uso del hidrógeno en lugar de los combustibles fósiles se está impulsando en el mundo «porque, ya sea que se utilice para producir energía eléctrica o como componente para otros motores a explosión, el resultado final es agua. O sea, que no es contaminante«, añadió.
Características:
Un electrolizador es un dispositivo electroquímico que tiene electrodos sumergidos en agua y separados por una membrana porosa, los cuales aplican una corriente eléctrica que provoca una reacción electroquímica que separa al oxígeno del hidrógeno. Ese hidrógeno es un vector energético que puede utilizarse en la industria y en vehículos, y cuando la energía que utiliza el electrolizador proviene de fuentes sustentables como la solar y la eólica se habla de hidrógeno verde.
Se trata de un desarrollo realizado en conjunto por la UNC, la Universidad Nacional de Catamarca y el Conicet, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba, el Gobierno nacional y la empresaFluorita Córdoba S.A.
«Lo que desarrollamos fue un prototipo de electrolizador alcalino convencional. Es el primero de mediana potencia que se realiza en Argentina; inicialmente iba a ser de 5 kilowatts pero pudimos extenderlo a 9», explicó Esteban Franceschini, investigador del Conicet y la UNC, y responsable del proyecto, que consta de tres etapas.
«En la primera producimos un prototipo monocelda de análisis de estanqueidad, para asegurar la ausencia de fugas; esta prueba se superó satisfactoriamente».
El segundo producto, el que se presentó, «es un prototipo para el acople de una celda electroquímica de una potencia de 1.6 kilowatts a todos los periféricos donde se lleva adelante la separación del hidrógeno y el oxígeno para su posterior uso, fuentes de corrientes, fuentes de potencia y los controladores».
Añadió que, «actualmente, se encuentra en desarrollo el lazo de control electrónico digital para el control de la producción de hidrógeno para realizarlo de manera segura. Ese va a ser el tercer prototipo que va a contactar con una celda de 9 kilowatts y un lazo de control electrónico digital que permitirá no sólo analizar el funcionamiento seguro del electrolizador sino también controlar vía web el funcionamiento del equipo, para que sea conectado en el parque solar Cerro Negro«.
El investigador describió que «la idea es que durante el invierno, cuando la energía de ese parque no se está utilizando, se genere el hidrógeno, se almacene y que, durante el verano, se utilice como reemplazo del gas que usa la empresa en su producción».
La ventaja de este tipo de energía es que la combustión del hidrógeno no emite dióxido de carbono (CO2), el principal gas responsable del cambio climático.
A su vez, el hidrógeno se puede utilizar en los autos eléctricos en reemplazo de baterías de litio, para lo que se necesita una tecnología llamada celda de combustible.
Según informó la UNC en un comunicado al presentar el flamante electrolizador, los investigadores Ezequiel Leiva, Agustín Sigal y Ramiro Rodríguez estimaron que «usando sólo el 10 por ciento de tierras aptas para proyectos renovables sería suficiente para reemplazar el total de la importación de combustible de Argentina».
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Además, indicaron que «otra alternativa para iniciar la transición energética consistiría en cortar con hidrógeno el GNC, al igual que ocurre ahora con las naftas y los biocombustibles, lo que no requiere ninguna modificación en los motores».
En el mediano plazo se espera que el hidrógeno sea el combustible de los vehículos eléctricos, y para fines del 2030 se estima que en el mundo ya circularán 2,7 millones de vehículos eléctricos a hidrógeno.
La presentación del prototipo se realizó en la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, en Ciudad Universitaria, con la presencia de los investigadores que realizaron el desarrollo; el ministro de Ciencia de Córdoba, Pablo de Chiara; y Barraco.
En Argentina se lanzó este mes y hasta el 13 de noviembre una campaña de actualización de la vacunación contra varias enfermedades virales eliminadas o controladas en el país (sarampión, rubéola y paperas).
Incluye, por primera vez desde 2014 para una campaña de este tipo, el refuerzo de la protección contra poliomielitis o polio.
La decisión se tomó en momentos en que buena parte de la región se encuentra en niveles altos de riesgo de reintroducción de la enfermedad. Su último caso se notificó en en nuestro país en Salta en 1984, y fue erradicada oficialmente de las tres Américas en 1994 gracias al éxito de las vacunas.
La polio parece una postal del pasado, pero Brasil confirmó días atrás su primer caso en 33 años y la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, está en alerta tras la notificación de un paciente con la enfermedad y la detección del virus que la causa en aguas cloacales.
Según académicos y funcionarios hay que mantener altas las tasas de vacunación y es necesario recordar el drama que representó la polio para generaciones enteras antes de que se desarrollaran las primeras vacunas.
En la Argentina, la poliomielitis estuvo presente en forma endémica desde finales del siglo XIX y comenzó a recrudecer en los veranos y otoños del nuevo siglo. Durante 1924 presentó una tasa de 2,6 casos de parálisis infantil por 100.000 habitantes, que se triplicó para 1936; ascendió más del doble para 1953 y en 1956 llegó a la tasa récord de 33,3/100.000, afectando a unos 6.500 niños.
“Ese brote es el que alcanzó mayor impacto”, dijo a la terapeuta ocupacional y doctora en Ciencias Sociales Daniela Edelvis Testa, docente investigadora en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), en Florencio Varela.
“Ese brote afectó gravemente los músculos respiratorios, lo cual requería contar con pulmotores y otros dispositivos de asistencia respiratoria para conservar la vida. Las imágenes dentro de esos aparatos y las pequeñas cabezas de niños y niñas asomando han quedado entre los recuerdos icónicos de esa experiencia”, añadió.
La eficacia de la inmunización antipoliomielítica, a partir de la utilización a nivel global desde la década de 1960 de la vacuna oral creada por Albert Sabin, presenta varias caras, reconoció Testa. “Si bien revela el aprendizaje por parte de la sociedad civil y de la comunidad médica para controlar la enfermedad y el relevante papel de los organismos internacionales en la planificación de políticas sanitarias regionales y globales, también ha contribuido a que el interés por esta enfermedad haya desaparecido de las agendas públicas, informativas y de investigación. Pasó a ser vista como un problema del pasado y se la ubica entre las enfermedades raras u olvidadas”, expresó la investigadora, quien añadió que existe una “deuda histórica y social” con las personas con discapacidades por la polio.
¿Recuperar esa memoria puede servir como elemento de persuasión para aumentar las coberturas de vacunación? Quizás no sea tan lineal. “La argentina cuenta con una gran tradición de campañas de vacunación en el siglo XX, en el que fábricas y escuelas han tenido un importante papel como lugares de divulgación de consejos sanitarios y, también, como espacios de inoculación. Esa tradición de más de 100 años ha permitido que, a pesar de existir voces en contra de la vacuna contra COVID-19, éstas no hayan sido hegemónicas y la población las aceptara en su mayoría”, señaló la doctora en Ciencias Sociales Karina Ramacciotti, investigadora del Conicet y profesora de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), quien es coautora del libro “Historia de la salud y la enfermedad bajo la lupa de las ciencias sociales”.
“Las campañas sanitarias actuales se posan sobre dicha larga tradición y sería interesante que se utilizaran como mecanismo de persuasión otras campañas de vacunación, pero esa apelación no debería basarse en mensajes alarmistas ni descontextualizados porque si no son contraproducentes y generan el efecto contrario a lo que se pretende”, alertó Ramacciotti.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, todas las niñas y niños de 13 meses a 4 años inclusive deben recibir durante la flamante campaña las dosis adicionales, gratuitas y obligatorias de las vacunas triple viral (contra sarampión, rubéola y paperas) e IPV (inyectable contra poliomielitis), más allá de las dosis recibidas previamente. No se requiere orden médica.
Legisladores oficialistas plantearon en el Senado bonaerense tres proyectos de ley para dar impulso a la producción energética en territorio provincial. Entienden podría ser «un cambio estructural en las finanzas» de la Provincia.
En una charla abierta en el Salón Armendáriz de la Legislatura, el senador Francisco «Paco» Durañona explicó sus propuestas denominadas “Buenos Aires, la energía para el desarrollo nacional”, y llamó a una discusión profunda entre todas las fuerzas políticas.
«Puede ser un antes y un después en la historia de las finanzas bonaerenses, por eso consideramos relevante el debate y la participación de todos los sectores”, manifestó, y remarcó: “Es un tema en el cual no debe haber oscuridad, por eso abrimos el debate político, y al pueblo en general, para que haya participación y consenso”.
La idea de declarar a Buenos Aires como provincia petrolera ya había sido expuesta por el gobernador Axel Kicillof, y se cimienta sobre la base de que en el territorio bonaerense se genera el 87% de la energía total del país, en particular a través de las refinerías de Ensenada y Bahía Blanca. A la vez, la Provincia es la que más energía consume en toda Argentina, ya sea por su capacidad productiva y su desarrollo industrial, como por su cantidad de habitantes.
En esa dirección, explicaron que la declaración de Buenos Aires como Provincia Petrolera, busca declarar de interés público provincial la promoción, el desarrollo y la ejecución de planes destinados a incrementar la producción y el tratamiento de hidrocarburos líquidos y gaseosos, incluyendo sus derivados.
Señalan que de esa forma se le daría impulso al incremento racional de la producción y tratamiento de hidrocarburos líquidos y gaseosos de manera sostenible; se iría hacia el pleno desarrollo de la industria de los hidrocarburos y la petroquímica; y se fomentaría la generación de empleo.
La declaración se concretaría en el marco de la sanción de una Ley de Hidrocarburos provincial, en consonancia con la normativa nacional, y se crearía una Comisión Bicameral Exploración de Hidrocarburos Offshore, para analizar y estudiar el desarrollo de la exploración petrolera en la Cuenca Argentina Norte.
Se trata del proyecto de exploración en el Mar Argentino en la zona ubicada a entre unos 300km al sudeste y 400 km sur de la ciudad Mar del Plata, una región de 9.500 km2; el cual no estuvo exento de divergencias entre organizaciones ambientalistas, el jefe comunal de General Pueyrredón, la Provincia y el Estado nacional, que aún se dirimen en los tribunales de esa localidad balnearia.
Hace meses que en AgendAR no publicamos información sobre este conflicto. Nuestros temas son la actividad productiva y los intereses argentinos, así que tendemos a pasar por alto las noticias que hacen a la guerra; sabemos que pueden encontrarlas en otros medios.
Pero nos parece conveniente ayudar a tenerla presente, cuando falta una semana para comenzar el noveno mes de esta guerra. Porque ha cambiado al mundo, y también nuestra realidad inmediata: el precio de los granos, de la energía,… Y nada es lejano en un planeta al que los satélites más cercanos dan la vuelta en 90 minutos.
Mapas como éste, e información razonablemente precisa, pueden encontrarse en la página del Institute for the Study of War, aquí.
En Uruguay, el país con la moneda más fuerte de la región en el último tiempo, el dólar sigue siendo rey para los ahorristas. Más del 74% (US$ 27.387 millones) de los depósitos bancarios a agosto estaban denominados en dólares. 🇺🇾💵t.co/0vau1VmWCN
Este dato que apunta el agudo periodista Nicolás Deza es algo más que un fenómeno cultural rioplatense (también lo encontramos en Perú, como en otros países). Muestra algo más importante: el bimonetarismo no es una causa inevitable de una infliación altísima como la que padecemos. Los motivos hay que buscarlos en otro lado.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó en septiembre 6,2%. Ocho décimas menos que el 7% de agosto, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El Nivel general del IPC acumuló un alza de 66,1% en los primeros 9 meses del año. En los 12 meses desde octubre 2021 registró un incremento de 83%.
Las categorías que lideraron el alza mensual fueron fueron las denominadas Estacionales (11,7%). Se debe, en parte, a las subas en Prendas de vestir, Verduras, tubérculos y legumbres, y Frutas).
Para acceder al informe mensual del INDEC, cliquear aquí.
El magnate de la tecnología Elon Musk presentó el viernes pasado un nuevo prototipo del último proyecto de su compañía Tesla: un robot humanoide conocido como Optimus.
Según Musk, aunque Optimus es solo un prototipo, podría estar a la venta al público dentro de unos años.
Los ingenieros de la compañía dijeron que los robots primero tendrán que pasar exigentes periodos de prueba en los puestos de trabajo de la cadena de producción de los automóviles Tesla.
Como señala la BBC, Musk, además de autos y androides, es conocido por invertir en todo tipo de proyectos relacionados con la tecnología: hizo una oferta de comprar Twitter que ahora se discute en la justicia, es dueño de SpaceX (compañía de cohetes espaciales) e invirtió en una compañía que desarrolló un lanzallamas para el público.
Este proyecto puede ser viable o una fantasía publictaria. Pero no se puede descartar las posibilidades de una imaginación tecnológica, unida a un ego gigantesco y miles de millones de dólares.
Por ahora, acercamos este informe de la Universidad Nacional de Quilmes sobre Optimus y sobre otros robots humanoides que ya están funcionando o en diseño.
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Mide 1,73 metros, pesa 57 kilos y puede correr hasta 8 km por hora, regar las plantas, saludar, transportar 20 kilos y levantar 68. Se llama Optimus, y es el nuevo robot humanoide de la empresa Tesla,que busca convertirse en el primero en venderse masivamente. La firma fabricante de automóviles presentó un prototipo de robot humanoide que caminó rígidamente, sin amarras, en el escenario en el Día de la Inteligencia Artificial de Tesla, saludó lentamente a la multitud e hizo gestos con las manos durante aproximadamente un minuto.
Por lo visto, Optimus, que dispone de wifi y puede actualizarse y programarse a través de Internet, está destinado a realizar tareas sencillas en los hogares. En los videos mostrados por Tesla, el robot está cargando cajas o regando las plantas. Son funciones básicas y repetitivas, aunque, como siempre, Elon Musk, el CEO de la compañía, piensa a lo grande: “El trabajo físico será una elección y podría transformar la economía mundial”.
¿Qué es un robot humanoide?
El término robot humanoide suele referirse a aquellos robots cuya forma es similar a la de los humanos. Sin embargo, la definición varía según a quién se le pregunte: hay quien dice que un humanoide debería tener un “cuerpo completo” que incluya dos brazos y dos piernas, exactamente como un humano. Sin embargo, otros se centran más en la comunicación o en su capacidad para realizar tareas y extienden la definición a un robot móvil con ruedas que tiene “la mitad superior del cuerpo”, con una cabeza, torso y dos brazos.
Otros ejemplares en la robótica
Tesla no es el primer fabricante de automóviles en desarrollar un robot humanoide. Junto con Boston Dynamics, de Hyundai, Honda también trabajó en robots llamados “Asimo” durante casi 20 años. En su forma final, Asimo era un robot humanoide del tamaño de un niño capaz de caminar, correr, subir y bajar escaleras sin ataduras y manipular objetos con los dedos.
La robótica tiene especial interés en el sector militar, una muestra de ello es el modelo Petman. Se trata de un robot androide diseñado para probar la efectividad de los trajes del ejército contra ataques químicos. Está equipado con decenas de sensores que detectan si los gases tóxicos se filtran a través de la ropa. El robot está recubierto además con una piel especial que simula a la humana para sudar y crear un microclima bajo el traje lo más parecido al que se produciría en una situación real. De esta manera se puede probar al cien por ciento las condiciones, resistencia y efectividad de los trajes anti-químicos.
Asimismo, están los robots humanoides que desarrollan labores de rescate en desastres naturales. Atlas es un robot humanoide concebido para labores de rescate en desastres naturales, que se integra en el ejército de EE.UU. Con una altura de 1,88 metros, 150 kilogramos de peso y aspecto humano, Atlas es el robot más imponente que se haya concebido. Conforman su estructura 28 articulaciones accionadas hidráulicamente, un potente ordenador que le permite moverse con inquietante parecido a un humano y un equipo de música integrado. Atlas no tiene ningún problema para caminar sobre terrenos irregulares.
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El modelo humanoide Geminoid HI-4 tiene la capacidad de poder conversar con personas, incorpora 12 servomotores para controlar la expresión facial, y posee además capacidad de movimiento de los ojos.
Otros ejemplares de este tipo de robot son Kodomoroid y Otonaroid, las androides presentadoras de noticias en la televisión de Japón. Son androides serviciales, y están programadas para distintas tareas como presentadoras en los medios de comunicación. Tienen apariencia de mujeres jóvenes y se puede interactuar con ellas. Su función principal es leer noticias, algo que pueden hacer en diferentes idiomas y con diferentes voces.
A nivel mundial, la fabricación de robots humanoides tiene un espacio muy importante en el sector cultural. El HRP-4C, creado por el Instituto Nacional de Tecnología y Ciencia Industrial Avanzada de Tokio y presentado al público en 2009, se trata de una mujer robot de fisonomía asiática de 1,58 m de estatura y 43 kg de peso contando con la batería. Utiliza 30 motores para desplazarse y es capaz de adoptar poses e, incluso, de bailar y cantar. El rostro, recubierto de silicona, cuenta con ocho motores propios para modificar su expresión de una forma asombrosamente realista.
Los robots en otros mundos
La NASA también impulsa la fabricación de robots humanoides para sus investigaciones astrofísicas. Diseñado para realizar tareas complejas en ambientes peligrosos, Valkyrie es un robot humano que puede caminar sobre terreno irregular, subir una escalera, usar herramientas y manejar. Mide 1,9 metros, pesa 125 kilos y funciona con baterías que lleva en una mochila y que le dan alrededor de una hora de energía. Tiene 44 grados de libertad, y ejes de rotación en las articulaciones, lo que significa que es relativamente flexible.
Con todo, los robots humanoides constituyen uno de los desarrollos en sistemas robóticos de mayor auge en la actualidad. Su natural orientación a la imitación del ser humano ofrece un campo de trabajo en cuestiones como la inteligencia artificial, la interacción hombre máquina y la cooperación entre robots como ninguna otra plataforma robótica. Parece que llegaron para quedarse.
La primera parte de esta nota está aquí.
En la 1ra. parte mencioné a dos “Saracho boys” que empezaron su carrera en la DIGAN: Max Gregorio Cernadas y Rafael Grossi. Hasta que existió la DIGAN, la diplomacia nuclear argentina ante Viena la debía inventar la propia CNEA, y debido al respeto reverencial de todo el arco político civil y militar argento hacia la institución hasta 1983, los gobiernos nacionales, fueran legítimos o no, la suscribían.
Dado que la CNEA durante sus primeros 44 años dependió directamente de Presidencia de la Nación, al menos hasta fines de 1983 cuando pedía audiencia era escuchada al toque por presidentes tan incompatibles entre sí como el reflexivo don Arturo Illia, el ofuscado general Juan Carlos Onganía, el complejísimo Juan D. Perón o aquel genocida insípido, Jorge Rafael Videla. Y lo que se charlaba en esas tenidas al día siguiente era política externa oficial del país en materia nuclear, y así se comunicaba a Viena, sede del OIEA. Y también al Palacio San Martín, que queda más cerca.
Era una diplomacia muy basada tres ideas fuerza, a las que adherían gentes tan distintas como el Alte. Pedro Iraolagoitía (peroncho duro y puro), su colega Oscar Quihillat (no los hacen más liberales), o el metalurgista e ideólogo nuclear Jorge Sabato (radical, pero “de los de antes”). Esas tres ideas fueron:
* Si es tecnología nuclear preferimos desarrollarla a comprarla. No queremos exportar dólares ni importar salvaguardias.
* Si es nuestra, la transferimos. Gratis a la industria argentina o negociando con nuestros clientes internacionales, todo legal y bajo salvaguardias OIEA.* Last but not least, somos pacíficos no porque no sepamos o no podamos hacer la bomba, sino porque no queremos. Ergo: no nos jodan.
Mientras tuvo vigencia esa doctrina nunca escrita (pero bien conocida), nadie en estos andurriales del Sur intentó seriamente quedarse con un metro cuadrado de territorio seco o de mar legalmente argentino.
El anuncio de Pilca en 1983 no cayó en saco roto: Pinochet se abstuvo de toda acción armada contra una Argentina que acababa de perder una guerra, un tercio de su Fuerza Aérea y todo respeto de la población por sus propios militares.
El mismísimo Reino Unido esperó, prudente, hasta 1986, a ver qué onda con los vencidos. Al ver que el país no mejoraba ni reponía su armamento convencional y que además estaba autodestruyendo su Programa Nuclear, Su Graciosa Majestad empezó, muy de a poco, un seguidilla de anuncios unilaterales incontestados, según los cuales se quedaba con tal o cual pedazo de Mar Argentino, y toda su pesca. Y si había petróleo, el que hubiera (no hay). Política en la que ha ido envalentonándose y acumulando mar a mares: ya va por 1,65 millones de km2. Britannia, rule our waves!
El Palacio San Martín, a pesar de su alineación crónica con EEUU desde los ‘30, se tenía que bancar a la CNEA en Viena, entre otras cosas por falta de experticia propia. Y es que por su currícula de estudios puramente humanística, su erudición extrema en naderías protocolares y su vacío perfecto en cuestiones científicas y técnicas, tiene mayoría absoluta de habitantes que raramente distingue el uranio de los canapés.
La DIGAN acabó con eso, al menos un tiempo: sus primeros integrantes fueron elegidos a dedo por Saracho entre los mejores promedios del Instituto de Exterior, casi imberbes y con los estudios aún incompletos, y mandados a sepultarse un año entero en el Centro Atómico Bariloche de la CNEA, con un programa de estudios diseñado por la entonces juvenil empresa INVAP. Por eso hoy el director del OIEA es el argentino Grossi, y un simple secretario como Max Gregorio Cernadas frenó a Schlaudeman y sus mamuts en la puerta del CAB.
La DIGAN decididamente NO se construyó para que ratificáramos Tlatelolco o firmáramos su ampliación a nivel mundial, el TNP, o Tratado de No Proliferación. Pero terminó haciendo eso en tiempos de Menem porque la “reformateó” su canciller, Guido Di Tella, aquel tilingo que aconsejaba, con entusiasmo de inventor, tener relaciones carnales con EEUU (pasivas).
El TNP legaliza que los grandes proliferadores (EEUU, Rusia, el RU, Francia y China) no sean jamás inspeccionados y multipliquen y mejoren sus armas a placer. Pero mientras se abocan a ello, pueden visitar sin invitación, anuncio o límite todos nuestros laboratorios, talleres e instalaciones nucleares, “a ver que no estemos proliferando”. Sacan fotos, acceden a documentación, se llevan lo que quieren. Y es que ahora todas nuestras instalaciones están todas bajo salvaguardias. Olvidate de generar patentes, olvidate de la propiedad intelectual: Big Brother is watching you!
Nuestros años de aceptar salvaguardias únicamente sobre lo importado fueron de diplomacia inteligente: conllevaba algo de los beneficios que da tener la bomba, pero ninguno de los inconvenientes.
Blindado en esa postura y ante la propuesta del TNP en 1968 (tiempos de Onganía), la respuesta del embajador argento ante el OIEA, José María Ruda (radical “de los de antes”) fue llamar al documento “El desarme de los desarmados”. Era una síntesis tan redonda que Ruda la puso de título de un libro tan recomendable como ignorado. Pero antes se paró en la Asamblea General de la ONU y dijo (sic) “que un régimen nuclear que no obligue a las potencias nucleares era absurdo en su promulgación”.
Lo sigue siendo. Por eso la lista de países con armas atómicas pasó de los 5 legales según el TNP en 1968 (EEUU, la URSS/Rusia, Francia, el RU y China) a los 10 de hoy. Se añadieron 5 ilegales: la India, Pakistán, Israel, Sudáfrica y Corea del Norte. Sudáfrica reculó al asumir la presidencia Nelson Mandela: éste firmó el TNP y destruyó públicamente su armamento. Pero es un caso único. Y ni Mandela ni los gobiernos que sucedieron al suyo desmantelaron los recursos humanos nucleares del país. Si alguna vez vuelven a querer bombas, estos Springboks saben hacerlas. No da para patotearlos.
Países con armas nucleares, 2022
Y no es imposible que a la lista de armados se añada Irán, y detrás, Turquía y las petromonarquías de Medio Oriente. Sería buenísimo que eso no suceda, pero para ahí vamos no pese al TNP, sino debido al TNP.
La ONU y en realidad el mundo necesitan una ley nuclear universal más igualitaria: Saracho y la DIGAN inicial militaron por eso. Pero por su lógica de “Me Tarzan, You Jane”, el TNP se está desmoronando solito: antes pide reemplazo que refuerzo.
Con tal de que no iniciáramos un programa nuclear bélico, hasta el Reino Unido evitaba entuertos inútiles con Argentina. Al punto de que los “prime ministers” Harold Wilson (en 1974) y luego Maggie Thatcher (¡¡en 1981!!) intentaron vendernos las Malvinas. Ya no les veían mayor utilidad como apostadero: los enemigos navales de Su Majestad, la URSS y China, estaban todos en el Hemisferio Norte.
Y las ofertas por las islas demasiado famosas fueron bastante aceptables, atestigua el historiador Federico Lorenz, con 8 librosdedicados al tema Malvinas. Negociar duramente sobre la base de alguna de ellas habría cambiado bastante nuestra historia, pero Perón se murió al mes y monedas de recibir la oferta de Wilson y el dictador Roberto Viola dejó sin contestar la de Thatcher, lo que al año siguiente fue un regalo inesperado para esa señora: cuando se gobierna contra los laburantes, siempre es bueno tener alguna guerrita a mano para escaparse de una posible revuelta popular. Válido aquí y en Londres.
Como exportador nuclear que somos, desarrollar secretos comerciales con el TNP a cuestas se ha vuelto bastante imposible, y quizás ya nos haya dejado fuera de competencia en materia de centrales nucleoeléctricas. Cinco copias casi clonales del proyecto argentino CAREM en EEUU (NuScale, mPower y IRIS), China (ACP 100 Linglong) y Corea (SMART) dan una idea de hasta qué punto se volvió gratis robarnos tecnología.
Muy a contramano de su status actual, la DIGAN se hizo para poner la Cancillería, con sus muchas embajadas, como vendedora de las exportaciones nucleares argentinas. Éstas empezaron en 1978, con la venta del Complejo Nuclear de Huarangal, en Perú, completo con dos reactores (el RP-0 y el RP-10). Y Ornstein estuvo en lo de Huarangal como Jefe de Proyecto, para terminarlo y entregarlo.
Un día como cualquier otro (muy neblinoso) en el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), Huarangal, Lima, con los reactores RP-0 y RP-10 hechos por la CNEA e INVAP.
Dadas las represalias de EEUU contra que saliéramos a vender “en su traspatio”, que fueron durísimas e incluyeron el boicot de uranio enriquecido, creo que Ornstein celebró inicialmente la llegada de la DIGAN de Saracho en auxilio del Programa Nuclear, en 1984.
Lo que no quita que ambos personajes luego no mantuvieran peleas memorables y a puertas cerradas sobre si debíamos vender o no tecnología nuclear pacífica al país X o al país Y, conforme los EEUU cambiaban de enemigo favorito a toda velocidad dentro del mundo islámico: al alineado y obsecuente hoy, mañana lo declaramos terrorista y viceversa. That’s the name of the game!
EEUU no objetó que en 1965 –aquí, tiempos de Illia- el Shah de Irán recibiera ayuda de la CNEA –y bien pagada- para construir su primer reactorcito nuclear en Teherán. Como que al Shah lo coronaron ellos.
Caído el Shah, el Irán de Khomeini, a quien también inventaron ellos, fue anatema: no había que venderle nada, ni siquiera trigo (aunque en 1986 los persas habían suplantado a los soviéticos como primer cliente de Argentina).
Pero en 1987 los EEUU aprobaron a través del OIEA, que casi siempre (pero no siempre) manejan en Viena “de taquito”, que INVAP reconstruyera ese mismo reactorcito de Teherán, gastos pagos por Viena, para funcionar con uranio enriquecido al 20% (grado civil), en lugar de 90% (grado militar).
Y sin embargo, en 1991 los EEUU pusieron a INVAP al borde de la quiebra cuando estaba por embarcar caños y maquinaria a Irán, también bajo salvaguardias OIEA, para fabricar dióxido de uranio natural.
Es imposible hacer bombas con uranio natural: la movida iba dirigida claramente a lograr la bancarrota de INVAP, que venía del crimen serial de exportar el reactor NUR a Argelia y el ETRR2 de Inshas a Egipto. Bastante le costó luego a Menem hacer fracasar una tercera exportación de INVAP mucho más importante: la de la central nucleoeléctrica compacta CAREM a Turquía, siguiente destino del infatigable Saracho luego de dejar la DIGAN en 1987.
La TAEK (Comisión Atómica de Turquía) no tenía la tecnología, pero quiso asociarse con INVAP para testear dos prototipos, uno en cada país, y luego salir a venderlos producidos en serie, como aviones, y para ensamblar en destino. Para las ventas, se usaría la red internacional de negocios de Turquía, mucho más vasta y antigua que la de INVAP. Un win-win redondo, que habría cambiado el perfil de exportaciones de la Argentina en favor de la industria. Menem destruyó el acuerdo.
Desde entonces INVAP logró venderle reactores a Australia, Arabia Saudita y a Holanda. “Pudieron hacerlo porque firmaron el TNP, morochos”, te dicen en Viena. No, brother, lo entendiste al revés. Pudimos hacerlo pese a. Y no me vengas con Protocolos Adicionales, porque no te firmo más nada.
Ornstein, cuya navegación por la diplomacia –como se ve- no dejó tormenta sin atravesar, fue un integrante de esa rarísima raza híbrida, la de los “marinos nucleares”. Hasta que no los conocí, no sospechaba siquiera de su existencia, aunque estaban bien a la vista.
Montados sobre un decreto de Perón, fueron quienes crearon la CNEA en 1950. En su línea se inscriben los Altes. Roberto Iraolagoitía, Oscar Quihillalt y Carlos Castro Madero. Todos ellos fueron sumamente industrialistas y nacionalistas, las ovejas blancas de una Armada que desde su creación hasta 2013, según el catálogo Histarmar, sólo fabricó el 14,77% de sus naves: el resto, fueron importadas, y en ellas figura ese melancólico lote de chatarra de la OTAN con el que en 1982 fuimos a pelearnos con… caramba, ¿la OTAN?
Consta antes múltiples testigos que Castro Madero hizo lo posible por impedir que el Alte. Isaac Anaya, el ideólogo del desembarco en Malvinas, diera curso a una guerra que nuestro país sólo podía perder. Tras la derrota y ya retirado del arma y de la CNEA, Castro Madero se puso como misión de vida convencer a la Argentina de 1984 de meterle propulsión nuclear a uno de los submarinos TR-1700, entonces en construcción, detenida en 1994 y todavía hoy sin terminar. No lo logró.
El Dr. José Converti, de la CNEA, tiene diseñado el motor atómico para ello y el futuro ARA Santa Fe lo espera en el astillero Storni, pero los almirantes hoy quieren importar submarinos convencionales franceses, a U$ 800 M la unidad, aunque aquí tienen un astillero especializado (el Storni), dos submarinos excelentes a terminar y uno a reparar, todos TR-1700. Es que quieren generar recursos humanos (bueno, en Toulon, Francia). Lo dicho: los marinos nucleares fueron las ovejas blancas.
Los industrialistas navales son gente con dos únicos antecedentes en la alta oficialidad de mar: el Alte. William Brown y mucho después, el Alte. Segundo Storni. Tal vez haya sucesores de los marinos nucleares, pero no aparecen a la vista.
Muy contra sus instintos, la Armada tuvo que crear y luego defender a la CNEA: esa institución chúcara, llena de científicos barbudos y respondones, e ingenieros fierreros y remisos a lo importado. La protegió con una mezcla de orgullo, desconfianza y esperanza: Onganía nunca intentó siquiera una Noche de los Bastones Largos en el ámbito nuclear. La CNEA –fundacionalmente opuesta a “la bomba”- le podía dar a la Armada lo único que hace entrar en “meltdown” el corazón de cualquier almirante, y que es absoluta y totalmente imposible de importar: un submarino nuclear.
Y además, con ese prestigio de lo atómico, la Armada siempre ganó palanca para discutir cargos públicos con el Ejército, una fuerza mucho más poderosa, cuando los frecuentes golpes de estado.
Pero en 1976 el Alte. Emilio Massera y el general Menéndez secuestraron y mataron a 17 científicos y técnicos de la CNEA, muchos de ellos de un laboratorio fundado por decreto del propio Perón y que ofendía particularmente a los EEUU: el de Reprocesamiento.
Es fama que Castro Madero trató de que Massera y Menéndez liberaran a todos, aunque tuvo muy pocos éxitos, y en ese cruce de la Av. Libertador, desde la Sede Central de la CNEA hasta la Escuela de Mecánica de la Armada, volvió pálido y se encerró el resto del día en su despacho con órdenes de no ser molestado, cuenta el Dr. Luis Colangelo, entonces Jefe de Relaciones Públicas de la CNEA. Probablemente ese día cosechó algunos de los 5 by-passes coronarios con que terminaría muriendo en 1990. Más éxitos tuvo don Carlos en llevarse a la siguiente lista de víctimas al Centro Atómico Bariloche y a INVAP, entre ellos al famoso Dr. Tommy Buch, para evitar que los mataran. Pero es algo que incluso hoy no se le reconoce.
Al menguado capaz de confundir a Castro Madero con aquel playboy mafioso y genocida, Emilio Massera, les recuerdo (está en el libro de Max Gregorio Cernadas) lo que el «Almirante Cero» le dijo en uno de tantos choques: «Si yo fuera presidente, Ud. no sería ni portero de la CNEA».
Los marinos nucleares fueron seres muy contradictorios: proteccionistas de puertas de la CNEA para adentro, de puertas para afuera apoyaban sin reparos al neoconservador más peludo que encontraran subido a la palmera política. Y aquí sí que abundan.
Nunca me hice amigo de Roberto Ornstein, algo que hoy lamento, y fue para no discutir de política nacional, o sobre desaparecidos. O incluso sobre el TNP. Ignoro si Ornstein estaba a favor de ese documento, o simplemente se lo tuvo que tragar en silencio y sin agua, como parte del feroz mundo monopolar posterior a 1991. Un periodista se puede poner principista, un diplomático no puede no ser pragmático.
El principismo daltónico es la causa por la que, a partir de 1985, cuando me volví un periodista científico con cierta debilidad por lo atómico, nunca llamé por teléfono al mayor constructor del Programa Nuclear Argentino, que fue sin duda Carlos Castro Madero. Y por no haber tenido ese coraje de cruzar al menos un rato una grieta muy profunda por un tablón precario, me deprimí ferozmente cuando se murió. Cosa que hoy se me repite con Ornstein. Y explica que haya tardado dos semanas en escribir este mamotreto, de cuyo desorden y emocionalidad pido disculpas.
Esos navales fueron un poco como aquellos milicos mitológicos que generó el Ejército durante el siglo XX: los generales ingenieros Manuel Savio y Enrique Guglialmelli en metalurgia, industria pesada y fabricación de armas, Enrique Mosconi y Alonso Baldrich en petróleo y química, y el brigadier Juan de San Martín en construcción aeronáutica. Son los que –muy a su riesgo y pagándolo caro, a veces con prisión- aprovecharon ese recurso tan raro en Sudamérica, la educación pública y gratuita de calidad, para inventar la industria argentina sustitutiva liviana, y luego la compleja y pesada, marca de un país mejor que el actual en todo.
Roberto Ornstein no es el único ni el último retirado insustituible en seguir yendo a la CNEA “ad honorem”. Van quedando pocos y los llaman “los Eméritos”.
“El Apagón Nuclear” es el título que la periodista Eleonora Gosman, de Clarín, le puso al período de destrucción de recursos entre 1983 y 2006. La gente incorporada durante el Primer Renacimiento Nuclear, sucedido entre 2006 y 2015, advertida de que hay próceres sueltos y vivos por los pasillos, los mira dudando cuando los cruza, mientras se pregunta: “¿Y quién será este viejo?”.
Cosa que, certifico, a los viejos los desconcierta. Son los que discutían mano a mano el Programa Nuclear con Jorge Sabato. Son los inventores de la CNEA. Es como si Nikola Tesla, que impuso la electricidad alterna, anduviera por los pasillos del directorio de la Westinghouse, y los CEOs y sus secretarios no lo reconocieran. “Tesla, Tesla… me suena. ¿No es un auto?”
Sí, OK, el tema es Ornstein. Pero es imposible entenderlo fuera de su salsa histórica, que es triplemente rara por marinera, por nuclear y por desconocida. Creo que la persona más adecuada para explicar a Ornstein se acaba de morir. Fue el propio Ornstein, la única vez que se vio obligado a hablar públicamente de su persona.
Lo hizo en un reportaje del sagaz Fernando Krakowiak en Página 12, allá por 2010.
Ornstein no fue el único entrevistado en la ocasión: estaba también otro Emérito célebre de la CNEA, el Dr. Renato Radicella, otra historia que habrá que contar alguna vez. Pero en la foto (y esto es muy característico de él), Ornstein prefirió ponerse en segundo plano. Tarde, pero empiezo a conocerte, Roberto.
«–¿Por qué siguen viniendo a la CNEA?
Ornstein: –Porque siento un fuerte sentido de pertenencia. La CNEA es una institución única en el país que a uno lo va atrapando. Yo ingresé en 1979, ya de grande, y en muy poco tiempo me entusiasmó el empuje de la gente. Desde entonces, hemos pasado por épocas buenas y malas, pero la mayoría de la gente mantuvo esa pertenencia.
Además, creo que estoy cumpliendo un papel todavía útil para la institución, y mientras mi salud y las sucesivas presidencias me lo permitan pienso seguir trabajando y compartiendo lo que aprendí con las nuevas generaciones.
–¿Cuáles son los proyectos más importantes de los que formaron parte?
Radicella habla de su participación en la exportación del Centro Atómico de Huarangal a Perú, completo, con dos reactores, y el del reactor experimental NUR a Argelia desde INVAP. Ornstein contesta lo siguiente:
–Yo estuve como jefe durante la terminación del Proyecto Perú, cuando Radicella dejó el cargo, y desde el área de Relaciones Internacionales intervine bastante en el resto de las exportaciones nucleares que realizó el país. Además, representé a la Argentina como gobernador alterno del Organismo Internacional de Energía Atómica durante casi 15 años. En la actualidad, sigo trabajando en el área de Relaciones Internacionales.
–¿En qué medida el resurgir de la actividad nuclear durante los últimos años influyó para que ustedes decidieran seguir en la CNEA?
Va sólo la contestación de Ornstein:
– El apoyo del Gobierno a la actividad nuclear es un aliento. Esto no ocurría desde la década del 80, y se evidencia en un notable incremento del presupuesto y en el desbloqueo de las vacantes después de más de doce años de congelamiento. Nosotros no podíamos cubrir ninguna vacante y el promedio de edad en el organismo se había elevado hasta los 56 años. Ahora, en cambio, se incorporó una gran cantidad de gente joven que está permitiendo impulsar una renovación.
El reportaje sigue. Krakowiak pregunta por qué el átomo ha resurgido en Argentina y el mundo, a lo que Ornstein contesta (¡y lo hace en 2010!) que el petróleo se está encareciendo y viene de lugares inestables y llenos de guerras, y que además en Argentina no hay tanto gas como cree el Ing. Jorge Lapeña (un antinuclear acérrimo), y que los combustibles fósiles están desquiciando el clima en todo el planeta. Siguiendo con el desmantelamiento del Programa durante el Apagón Nuclear entre 1983 y 2006, Ornstein dice:
– No hay que olvidarse de que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, mandó a los científicos a lavar los platos a su casa.
Krakowiak se entera, no sin sorpresa pese lo conocedor, de que a los antiguos A1 (categoría top del elemento profesional de la CNEA) Cavallo les ofrecía U$ 100.000 de jubilación anticipada, con tal de que se fueran a romper el átomo a otra parte. Hechos los cálculos de depreciación del dólar, a fines de 2021 eran U$ 199.000. Y Krakowiak también se entera de que en general, en lo peor del Apagón Nuclear, los atómicos se negaron a agarrar viaje.
–¿Qué hacían durante esos años?- pregunta Krakowiak (lo supongo desconcertado). Y dice Ornstein:
– No soy de los que se van a casa a mirar televisión. Voy a seguir trabajando hasta el día en que me muera, salvo que la salud me lo impida.
¿Me piden algo más personal? En un mail al citado Mario Mariscotti, Ornstein confiesa que decidió volver a trabajar a la CNEA como fuera, cuando a pocos días de jubilarse se vio en el espejo barbudo y con pijama. ¿Qué pulcro oficial naval soporta esa visión?
Pero hay más. Transcribo parte de un mail que me mandó su reciente viuda, Laura.
“Días atràs encontré un dato en su PC que te puede interesar… es la nota (o borrador de nota) que redactò Roberto con tal motivo, con números de decreto, explicación legal, etc…. en la que al pie informa a la superioridad de Marina, que renuncia al retiro pero no al estado militar.
“Desde ese dìa hasta el ùltimo de la vida Roberto no cobrò retiro militar alguno, eso sì, continuò aportando voluntariamente a las instituciones de las que formaba parte, (Centro Naval, Sociedad Militar Seguro de Vida, Asociaciòn Socorros Mutuos de las Fuerzas Armadas, Hogar Stella Maris, Hospital Naval Dr Pedro Mallo, etc), en calidad de adherente».
“En 2012, habiendo cumplido ya 85 años y con los años de aportes por CNEA necesarios, se jubilò por ANSES.«En ese entonces la Presidente de CNEA, Dra Norma Boero, lo designó Investigador Consulto por 5 años, por el mérito de su tarea y él siguiò trabajando ‘ad honorem’ por propia decisiòn, por considerar que su trabajo quedaba cubierto con la jubilación de ANSES.“Al cumplir los 90 años le fue renovada esa distinción, por la que continuó trabajando para CNEA, en la redacciòn de la Memoria Institucional y de la Revista, tal y como venía haciendolo desde el año 2000, hasta que a finales del año 2019, delegó esas responsabilidades en personal más joven al que previamente habìa estado formando para la tarea.“En la Asociación Mutual de Empleados de la CNEA, en la que ocupò diversos cargos, su participaciòn se prolongó ininterrumpidamente hasta el jueves 22 de septiembre de 2022, atento a que por la situaciòn sanitaria de pandemia, trabajó en forma virtual desde 2020.“Dos fechas para tener presentes: Roberto decidió partir el 26 de septiembre 2022. Su cumpleaños 95 sería el 2 de octubre…“Se puede decir que cumplió, también, su sueño de trabajar hasta que la muerte lo llamara...»
No comment.
La empresa estatal adjudicó las válvulas de 30 pulgadas de diámetro, que sirven para el bloqueo de línea, indispensable para operar el gasoducto. Fuentes oficiales aseguraron que las válvulas de 24 y 30 pulgadas se entregarán a mediados de enero, lo que permitiría llegar al próximo invierno con el gasoducto operativo.
Desde ENARSA afirman que ya se formalizó la adquisición de 56 válvulas de 36 pulgadas a la firma Cameron Argentina, subsidiaria de la compañía de servicios petroleros Schlumberger. Se trata de una contratación clave porque es un material crítico para la construcción del gasoducto, la obra de infraestructura más importante que está llevando adelante el gobierno.
Además, la empresa estatal concretó también la adquisición de otro grupo de válvulas de 20 y 24 pulgadas a la firma argentina Válvulas Worcester (Valbol). Las mismas fuentes señalaron que la fecha de entrega de los componentes, claves para la obra, será a mediados de enero del año que viene.
Este plazo es un dato relevante, ya que el objetivo del gobierno es llegar con el gasoducto operativo para el próximo invierno y así evacuar un mayor volumen de gas de Vaca Muerta hacia los grandes centros de consumo del país, con la consiguiente reducción de importaciones. EconoJournal había advertido que la demora en la contratación de estos componentes podía perjudicar los plazos de la obra.
Despejar la principal variable
Enarsa había lanzado la primera licitación de las válvulas de 20, 24, 30 y 36 pulgadas en junio, pero el proceso fue declarado desierto. Luego, en agosto, el Directorio de la compañía resolvió aprobar un llamado para una contratación directa competitiva. Enarsa invitó a ocho compañías a este proceso y recibió oferta de seis: Valvtronic, Wenlen, Cameron Argentina, Kioshi, Valbol y Tormene Americana.
La Comisión Evaluadora creada por Enarsa para acompañar el proceso de adquisición de las válvulas del Gasoducto Néstor Kirchner y sus obras complementarias declaró inadmisibles todas las ofertas. Aunque en un dictamen complementario posterior hizo lugar a la impugnación presentada por Valbol (figuraba como deudora en AFIP, pero la firma aseguró que fue un error del sistema), a quien finalmente adjudicó 30 de las 140 válvulas totales que necesita la obra.
Ahora, Enarsa despejó esta variable central del proceso de licitación con la adjudicación a Valbol y Cameron Argentina, que había presentado la oferta más económica, de 56 válvulas de 36 pulgadas, un material sensible ya que sirven para operar el ducto.
La Casa Blanca subió a su página (cliquear aquí) este 12 de octubre la versión actual de la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.Es un documento largo y complejo, que merece un análisis profundo (y lo tendrá, principalmente por las cancillerías de las otras potencias).Nos parece útil reproducir ahora en AgendAR estas breves observaciones de Alejandro Frenkel, del CONICET, doctor en Ciencias Sociales de la UBA y profesor en la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM. Pone énfasis en la mirada hacia nuestra región, y la compara con la ESN publicada en 2017, durante la gestión Trump.
Las principales amenazas estatales globales siguen siendo China y Rusia. Mientras que China es un competidor que intenta redefinir el orden internacional a su favor (y cuenta con la capacidad de hacerlo), Rusia es un Estado revisionista que amenaza directamente al sistema internacional.
En el texto prima una visión que divide al mundo entre democracias vs autocracias. En ese sentido, plantea la necesidad de promover la democracia «hacia adentro» y «hacia afuera». Dato duro: se menciona 38 veces la palabra «democracia» (en la Estrategia de Seguridad Nacional de Trump sólo aparece 6 veces).
¿Qué dice sobre América Latina? 1) Prioridad a los temas migratorios, cambio climático-transición energética, derechos humanos y democracia. De hecho, afirma que la estabildad democrática y la resolución pacífica de los conflictos son una «tradición» propia y compartida de la región.
2) Habla de amenazas «internas» (pandillas), «trasnacionales» (narcotráfico, crimen organizado) y «externas» («actores malignos»). En ese sentido, habla de cooperar para contrarrestar la injerencia externa de países como China, Rusia o Irán (Doctrina Monroe, recargada).
3) Menciona la prioridad que tienen Canadá y México (T-MEC) para reforzar la competitividad global de EEUU (en la ESN de Trump de 2017 no se menciona a México sino simplemente la alianza con Canadá).
Las Naciones Unidas y la Cruz Roja advirtieron esta semana que regiones enteras se volverán inhabitables en las próximas décadas a causa de las olas de calor, que serán cada vez más frecuentes e intensas. En ese marco instaron a los países a prepararse para evitar un importante número de muertes a través de inversiones sostenidas en el tiempo que permitan atenuar el impacto del cambio climático.
Según los organismos, existen límites a partir de los cuales los seres humanos expuestos a un calor y humedad extremos no pueden sobrevivir y a partir de los cuales las sociedades no son capaces de adaptarse.
«Las olas de calor podrían alcanzar y superar (esos) límites fisiológicos y sociales» en las próximas décadas, sobre todo en regiones como el norte de África y el sur y el suroeste de Asia, informaron la ONU y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) en un informe conjunto.
Ese pronóstico derivará en «sufrimientos y pérdidas de vidas humanas a gran escala, movimientos de población y una agravación de las desigualdades», resaltaron en una conferencia de prensa Martin Griffiths, jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), y Jagan Chapagain, secretario general de la FICR.
«No queremos dramatizar la situación, pero los datos muestran claramente que el futuro es muy sombrío», lamentó Chapagain sobre el reporte difundido este lunes, a menos de un mes de la conferencia anual de la ONU sobre cambio climático (COP27), que se celebrará en noviembre en Egipto.
El peligro meteorológico más mortífero
Según el documento de la ONU y la FICR, en casi en todas los territorios en los que existen estadísticas disponibles, las olas de calor constituyen el peligro meteorológico más mortífero, un fenómeno que se volverá cada vez más letal a medida que se acentúe el cambio climático.
Las olas de calor ya han provocado algunas de las catástrofes más mortíferas jamás registradas: el informe recuerda que la ola de calor que azotó Europa en 2003 dejó más de 70.000 muertos, y que la canícula que vivió Rusia en 2010 mató a más de 55.000 personas.
Según el documento, los expertos prevén que las tasas de mortalidad vinculadas con el calor extremo sean muy altas, «comparables, en magnitud, con todos los cánceres para finales de siglo».
Asesino silencioso
Este año, regiones y países enteros del norte de África, Australia, Europa, el sur de Asia y Oriente Medio, así como China y el oeste de Estados Unidos, han sufrido temperaturas récord.
El calor extremo, advirtió el informe en ese sentido, es un «asesino silencioso» cuyos efectos van a amplificarse, creando inmensos desafíos para el desarrollo sostenible del planeta y provocando nuevas necesidades humanitarias.
«El sistema humanitario no tiene los medios para resolver por sí solo una crisis de tal magnitud. Ya nos faltan fondos y recursos para responder a algunas de las peores crisis humanitarias de este año», dijo Griffiths durante la rueda de prensa de presentación del documento.
Atenuar el cambio climático
Los organismos llamaron a hacer importantes inversiones, de forma urgente y sostenidas en el tiempo, para atenuar el impacto del cambio climático y contribuir a la adaptación a largo plazo de las poblaciones de los países más vulnerables, ya que según un estudio citado en el informe, el número de personas pobres que viven en condiciones de calor extremo en zonas urbanas aumentará un 700% para 2050, especialmente en África occidental y el sureste asiático.
En ese marco, Naciones Unidas y la Cruz Roja insistieron en la importancia de reconocer los límites de la adaptación al calor extremo ya que algunas medidas, como el aumento de los sistemas de climatización, son costosas, consumen mucha energía y no son viables a largo plazo, al contribuir de por sí al cambio climático.
Sí es importante, concluyeron, reducir «de forma agresiva» las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que sino el planeta se enfrentará a «niveles de calor extremo inimaginables hoy en día», insistieron ambos organismos.
Reproducimos las observaciones que hace hoy @marcelofalak en su imprescindible newsletter DesPertar. Describe mejor que economistas o funcionarios la situación actual. Agregamos un comentario al final.
«Más temprano que tarde, Sergio Massa deberá tomar una decisión: si su obsesión es, como afirma en sus reuniones privadas, reducir la brecha entre los tipos de cambio paralelos y el oficial para desalentar las expectativas de devaluación de este último, debería cambiar su política de multiplicación de dólares especiales y tomar decisiones más contundentes, que no pasarían necesariamente por una devaluación lisa y llana, ruinosa para la parte más pobre de la sociedad. Si no lo hiciera, el brete que hoy lo envuelve podría resultar bastante mayor.
No había que mirar las estrellas para saber que el anuncio del «dólar Catar» iba a provocar un veloz incremento del blue. Como se dijo ayer en desPertar, si viajar al exterior va a costar desde hoy –con la reglamentación respectiva ya publicada– unos 314 pesos por dólar, será inevitable que esas personas prefieran comprar billetes verdes más baratos en el segmento paralelo para hacer sus gastos. Y a mayor demanda, mayor precio.
La escalada ya empezó. El blue, que antes del fin de semana largo había cerrado a 277 pesos, el martes –tras el anuncio– saltó a 280 y ayer, a 289. Punta a punta, 4,33% en solo dos ruedas, 3,21% solamente en la de ayer.
En síntesis: el «dólar Catar», que encarece el «tarjeta» ya recargado tres veces anteriormente con un 25% a cuenta del impuesto a los Bienes Personales, le pone un nuevo piso al blue.
Dólar ilegal, ¿cuál es el problema?
El blue influye mucho menos que el tipo de cambio oficial en la formación de precios internos e incluso menos que los dólares negociados en bolsa.
Sin embargo, no es inocuo, hace titulares, crea expectativas y estimula a remarcar a los pequeños comercios. Además, su trayectoria no es ajena a la de los financieros, que de hecho ayer crecieron hasta 2,3% y superaron incluso la barrera del ilegal.
Si la idea de Massa es reducir la brecha cambiaria «desde abajo», acelerando las minidevaluaciones cotidianas del oficial, y «desde arriba», amesetando los paralelos, un desdoblamiento creciente y desordenado como el que se está llevando a cabo es un torpedo que el Gobierno lanza, con efecto banana, sobre la propia canoa con la que pretende atravesar un maremoto. De hecho, la brecha con el blue interrumpió su reciente tendencia a la baja y volvió a superar un peligroso 90%.
El intento de reducir la brecha en estas condiciones es complejo. El dólar oficial mayorista se ha ajustado en lo que va del año 47%, sin que le alcance, pese a los esfuerzos, para empardar una inflación que hasta agosto acumulaba 56,4% en el año. A eso habrá que sumarle una cifra que será mayor que 6 y menor que 7 –según le anticipó el ministro de Economía al FMI en Washington–. Actualizar la paridad que rige el grueso del comercio exterior implica acelerar la inflación.
Las causas de una resistencia
¿Por qué, así las cosas, no realizar un desdoblamiento más simple, con un «dólar comercial» que rija los aspectos más sensibles de las importaciones –las esenciales para la producción, las vinculadas a los alimentos o las que tengan mayor potencial inflacionario– y enviar todo lo demás –el turismo al exterior, la contratación de Coldplay, el atesoramiento privado…– a uno libre o financiero?
Quienes tenemos más de 50 años sabemos que el tema es sensible por dos motivos: por un lado, esos esquemas complican a las empresas –estatales y privadas– que deben hacer frente al pago de deudas; por el otro, tienden a ampliar la brecha con el oficial y las expectativas de devaluación porque, básicamente, implican liberar al Banco Central de todas las cajas deficitarias en divisas.»
Comentario de AgendAR:
Los análisis técnicos de economistas y, sobre todo, el discurso ideologizado que los políticos se sienten obligados a mantener frente a sus militantes, tapan un hecho simple: al contener al valor del dólar oficial -con el que se pagan las importaciones-, se está subsidiando la importación y los gastos en el exterior. Por eso, el gobierno pone impuestos, «percepciones»,… para que no sea mucho más barato importar, comprar afuera, que producir aquí.
Es cierto que una devaluación provocaría un salto inflacionario -otro más- que perjudicaría a los de ingresos fijos, o informales. Y también a las empresas endeudadas en dólares.
Pero esta política de parches se está haciendo cada vez más difícil de sostener. Tampoco está deteniendo la inflación. Y ha destruído el sistema de precios: el ama de casa que va al supermercado y el empresario que debe reponer stock ya no saben cuánto les va a costar.
Confiamos que en el equipo de Massa haya técnicos que sepan de economía y de la realidad productiva y social argentina- que estén pensando las medidas necesarias para que un sinceramiento del mercado cambiario no golpee -aún más- a la población. Lo que se debió haber hecho, con menos costo, hace más o menos un año.
Porque si no lo hacen, lo hará el proximo gobierno, cualquiera sea. Con un costo mayor.
Agenda! Vuelven las EXPERIENCIA DE VERANO en el Sabato! Durante el mes de febrero vas a poder realizar un trabajo de investigación en alguno de los laboratorios del Centro Atómico Constituyentes. pic.twitter.com/V6wn2puFV0
Este 26 de septiembre, tras décadas de trabajo duro en la diplomacia nuclear del país, nos dejó el capitán (RE) Roberto Ornstein, sin llegar a cumplir 95 años por unos pocos días. Como dice su viuda, Laura, se dio el gusto de morir lúcido, eficiente y trabajando. Yo añado: y gratis y “pro Patria”. Sobre eso, vuelvo después.
Dos atómicos que hoy nos faltan: el Dr. Renato Radicella, en primer plano. Y en segundo, tratando de no hacerse notar, casi por costumbre, el Cpn (RE) Roberto Ornstein. Foto Pablo Piovano, P12, 2010.
Podría hacer una lista larga de desacuerdos con Ornstein, pero también otra de acuerdos, y es kilómetros mayor. Desde los ’60, Ornstein representó como experto científico, técnico y legal de la Armada los intereses marítimos, fluviales, limítrofes y nucleares de la Argentina en la región.
Con Uruguay puso las bases físicas y legales de dos tratados, el del Río de la Plata y el del Río Uruguay, todavía vigentes, y con Brasil puso límites al uso inconsulto de la altas cuencas del Uruguay y Paraná, en un trabajoso acuerdo que a comienzos de los ’70 mitigó una situación que podría haber escalado mal.
No todos fueron éxitos. Le tocaron algunos casos muy difíciles y otros directamente imposibles, como pasó con la delimitación de fronteras sobre el Canal del Beagle, que casi termina en guerra con Chile en 1978.
Sólo con esta intro uno debería googlear “Ornstein tratados fotos” y el acompañamiento de imágenes de este recordatorio estaría resuelto, pero no. Si algo define a Ornstein es el haber estado en la cocina de asuntos claves para la paz en la región, sin jamás pintar en cámara. Laura estuvo semana y monedas buscándome fotos que no fueran familiares, y encontró sólo laborales pero colectivas, en las que Roberto logra invariablemente perderse en un ángulo o un segundo o tercer plano.
Capitán de varios buques, dos de ellos oceanográficos, Ornstein dejó con no poco dolor, por decirlo a lo Yukio Mishima, “la gracia del mar” para entrar a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en 1979: eso va después. Lo hizo para ocuparse de las relaciones internacionales no sólo con Brasil sino fundamentalmente con las potencias nucleares y con el resto del mundo, a través del Organismo Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas (OIEA). Pero sobre se contagió del entusiasmo de una institución en un momento espectacular de despliegue científico, tecnológico y productivo.
Pido perdón por las disgresiones que deberé cometer para dar el contexto histórico, en lugar de hablar de la persona, como se estila en un recordatorio común. Sucede que a Ornstein no lo traté más de dos o tres veces, y sea por capitán, por germánico o por diplomático, era experto en no dejarse conocer. Pero además, ese hombre ES nuestra historia nuclear. No se lo puede explicar sin explicarla. O intentar, al menos.
Los buques que más lo marcaron fueron científicos, dos oceanográficos del Servicio de Hidrografía Naval (los ARA Cánepa y Laserre). Eso le daba ventaja como diplomático: cuando discutía con el vecindario sudaca sobre propiedad o copropiedad de ríos, estuarios, canales y mares, Ornstein ya era baquiano en el terreno, antes que en los libros. Había pasado años generando y corrigiendo mapas y tablas de orillas, de corrientes, de caudales de avenida y de estiaje, de mareas máximas y mínimas, y de topografía y morfología de fondos.
Pero la diplomacia no se estudia sondeando fondos. La incorporó durante años en sus estudios como oficial de estado mayor en relaciones internacionales, y luego cursó el equivalente de un master con la Royal Navy.
Atajo objeciones previsibles: todo esto sucedió cuando las Fuerzas Armadas pasaban más tiempo siendo gobierno que Fuerzas Armadas, para detrimento del país, de la Constitución y propio.
Sin embargo, es correcta la delimitación de fronteras que intentó Ornstein en el caso chileno, según la cual los islotes de Picton, Lennox y Nueva debían ser argentinos de acuerdo a pactos y tratados anteriores con Chile, cuyos tres principios eran muy claros: la línea de las altas cumbres andinas, la de división de aguas de los ríos, y en materia litorial, Chile en el Pacífico y la Argentina en el Atlántico. Fue un error acordar con Chile que fuera el Reino Unido quien laudara sobre el tema, y otro error aún peor desconocer ese laudo y ponerse en pie de guerra, pero ese último no es de Ornstein.
Por el contrario, abomino de la nueva cartografía que propuso el gobierno legal y legítimo de Carlos Menem respecto del Parque Nacional Los Glaciares, en Santa Cruz: pasen y sírvanse el terreno que quieran, vecinos. Sólo tienen que pedir. Vendepatrias los hubo en todos los gobiernos, tanto “de facto” como “de iure”, pero cada vez los hay más y peores.
Para ir al comienzo del comienzo de la historia nuclear de Ornstein, el año 1967 lo vió como asesor de un organismo creado por la dictadura del general Juan C. Onganía, el CONASE (Consejo Nacional de Seguridad). Esa oficina duró poco pero ejerció mucho poder. Su lado mejor parece su actuación en la compra de nuestra primera centralita nuclear, Atucha I, decidida -todavía sin proveedor- en 1965 por el gobierno civil del Dr. Arturo Illia.
La CONASE le pasó discretamente como un camión y por encima a la Secretaría de Energía, eternamente pro-petrolera y anti-atómica, para que Atucha 1 pudiera existir, y además tener una potencia mayor de 200 MW. También disuadió de opinar demasiado al Ministro de Economía, Adalbert Krieger Vasena, que estaba a favor de una central nuclear, a condición de que fuera una GE MK-1. Sí, como las cuatro que se rompieron en Fukushima, y de yapa, de uranio enriquecido. Eso nos hubiera vuelto dependientes en combustibles “ad aeternum”.
Esas cosas sucedían en 1967, cuando Ornstein, a fuerza de estudioso (“Un bocho”, resume su viuda Laura), ya se había vuelto baquiano también en asuntos nucleares. Y por ello fue mandado a negociar un tratado de desarme en México.
No fue ni es cualquier tratado: éste lo inventó EEUU para que lo firmaran Sudamérica y el Caribe, su así llamado “patio trasero”, y era un experimento. Había chances de que incluso en una Sudacaland llena de títeres militares del Pentágono se lo rechazara por unilateral, ya que su esencia es: “Yo, potencia armada, te exijo a vos, paisito desarmado, que te desarmes, y te controlo. Yo no me desarmo ni me dejo controlar”.
Pero si en este fin del mundo semejante documento tenía éxito, tal vez se pudiera imponer al resto del mundo, con el nombre de TNP o Tratado de No Proliferación. Aquel de 1967, menos ambicioso, fue el primer pacto de desarme atómico regional de la historia, y pasó a ella por el nombre del barrio de México DF donde sucedió la pulseada: Tlatelolco.
Reuniones preparatorias del Tratado de Tlatelolco en 1967. Ornstein está en algún lado, escapado de salir en la foto entre las delegaciones regionales.
Porque hubo pulseada que los autodenominados americanos no esperaban: Brasil y Argentina unieron fuerzas para limitar el alcance del tratado a las armas nucleares explosivas. De bombas, minga. OK con eso.
Pero ambos países preservaron su derecho de desarrollar tecnología atómica libre de salvaguardias, siempre que fuera pacífica y de desarrollo local. En esa lista de habilitaciones entraban los pequeños reactores científicos e industriales, las grandes centrales nucleoeléctricas, los motores navales nucleares para barcos y submarinos, e incluso la contratación de uso de bombas atómicas para apertura de obras de escala geológica, como canales subterráneos.
Ojo: hablamos de 1967, cuando EEUU, a través de su DoE (Department of Energy) aún ofrecía esta rara ingeniería como servicio a terceros. Eso sí, nada de que el cliente usara bombas propias, ojo. Estaba tan extendida la convicción de que este tipo de ingeniería extrema de suelos era el futuro del manejo hídrico y de la navegación, que el OIEA tenía un departamento “ad hoc” para regular contratos, de los cuales jamás se firmó ninguno. Brasil, entonces la dictadura militar sudaca favorita de los EEUU, lo de que las bombas no podían ser propias tardó unos años en entenderlo (ver aquí, aquí y aquí).
EEUU no podía, lógicamente, mandar representantes con voz y voto a la mesa de Tlatelolco: sólo observadores. Pero de los que miran fijo. Cuenta Ornstein en su correspondencia con Mario Mariscotti, ex gerente de Investigación y Desarrollo de la CNEA e historiador nuclear, que esa silenciosa delegación yanqui operaba a través de México como estado ventrílocuo.
Nada llamativo: don Gustavo García Ordaz, el presidente mexicano de entonces, fue agente de la CIA (deschavado en EEUU por su colega Philip Agee en 1975). Un año después del Tratado, García Ordaz hizo pasar el nombre de Tlatelolco a otro tipo de fama: mandó a los francotiradores del Batallón Olimpia (un grupo paramilitar secreto) y a miembros del Estado Mayor Presidencial a ejecutar a entre 300 y 400 de unos 10.000 manifestantes universitarios en la Plaza de las Tres Culturas de ese barrio.
El disenso de los números es porque el largo ametrallamiento fue seguido por robo de cadáveres, pero resulta suficientemente histórico como para figurar en el monumento que hoy recuerda el hecho.
Es fama que Brasil, Argentina y por arrastre Chile, firmaron Tlatelolco con objeciones y tapujos en 1967. Pero no lo ratificaron, un modo diplomático de decirle al State Department: “Sigan participando”.
El problema es que los Johnnies siempre siguen participando, y se llevaron el premio en 1994, cuando el ya citado Carlos Menem, pasando por encima de los chirridos angustiados de casi toda la vieja dirigencia nuclear, ratificó Tlatelolco y firmó el TNP.
Ésta habría sido mi mayor discusión con Roberto, si yo no hubiera estado décadas evitándola: ¿firmar tratados de desarme cuyo 2do garante, el Reino Unido, había traído 31 bombas antisubmarinas nucleares a aguas de Malvinas? Supongo que a fuerza de naval, Roberto me habría contestado que donde manda capitán, no manda marinero, y también aquello de que por fuerza ahorcan.
Creo que habríamos acordado en que lo que Argentina sacó de la mesa de Tlatelolco fue la capacidad de coordinarse diplomáticamente con Brasil para desmarcarse de los EEUU. Hasta entonces –y en buena parte por asuntos ligados a los más de 40 embalses que estaba construyendo nuestro vecino en la cuenca superior del Paraná- Brasil era sólo un viejo rival regional que iba a manejar ese río como se le diera la gana, no un posible aliado.
Y un vecino históricamente temible. Fuimos enemigos en 6 guerras durante el siglo XIX, sin contar las anteriores al 25 de Mayo de 1810, cuando éramos meras colonias de los Borbones aquí, y de los Braganza allá. La historiografía argentina y brasuca desacuerdan bastante sobre quiénes fueron los ganadores y perdedores de cada una de esas guerras. De modo que esa novedosa coordinación diplomática en 1967, que lleva la marca Ornstein en el orillo, es el antecedente más viejo de algo muy impensable entonces: el Mercosur.
Como recuerda el embajador Max Gregorio Cernadas en su libro “Una épica de la paz”, el Mercosur a su vez nació de un acuerdo nuclear muy arreglado entre bambalinas con Itamaraty por Ornstein y un nuevo jugador civil: el embajador Adolfo Saracho, creador de DIGAN, o Dirección de Asuntos Nucleares y Desarme, poblada por entonces por estudiantes casi lampiños del Servicio de Exterior, como el propio Max y el no mucho más barbado Rafael Grossi, actual director del OIEA.
No les ha ido mal. Pero cómo trabajaban aquellos muchachos… En 1987, el presidente brasileño José Sarney viajó a Río Negro en tren con su par argento Raúl Alfonsín para inspeccionar la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu, Río Negro, en 1987, que fácilmente podría haber desatado una carrera bélica regional.
1987, José Sarney y Raúl Alfonsín en el vagón comedor presidencial del Ferrocarril Roca rumbo a Pilcaniyeu, la planta de enriquecimiento de uranio de la CNEA.
No hoy. Entre otras cosas porque Pilca ya era deliberadamente atrasada y experimental en 1981, justamente para ser inútil en términos bélicos (pero no así diplomáticos). Y eso la autoridad “top” de Brasil –aunque lo supiera- tenía que verlo oficialmente, y además ser vista mientras lo veía.
Hoy los primos brasucas tienen una planta de enriquecimiento moderna e industrial en Resende, Rio de Janeiro, pero en 1981 estaban en el casillero cero, fracasando a repetición en sus intentos, y –peor aún- hablando públicamente de ellos como si fueran éxitos. Costumbres también nuestras.
Lo cierto es que en 1981 la instalación argentina ya daba sus primeros tropezones técnicos en la dirección correcta. Y sí era secreta, y tanto lo era que la CIA sólo tenía vagas sospechas de su existencia pero ninguna evidencia. Espero que al Station Master de entonces lo hayan mandado a Kabul, como premio.
Y es que no puede haber sido ajeno al secuestro, tortura y ejecución en 1976 por las patotas del general de ejército Luciano Benjamín Menéndez, y la naval del Alte. Emilio Massera de varios investigadores nucleares en reprocesamiento, que puede ser una vía hacia el reciclado del combustible nuclear, pero también hacia la bomba de plutonio.
Ese mismo Station Master reportaba que no estábamos en condiciones tecnológicas de ir por esa otra vía más ineficiente y menos rendidora, la del uranio eriquecido, porque habríamos sido detectados por importación de componentes críticos, por imágenes satelitales y por consumo de electricidad. Cómo se equivocó ese tipo. Lo dicho: a Kabul.
Tan secreta era Pilca que el presidente de la CNEA, Carlos Castro Madero no le había dicho de su existencia ni siquiera a su colega, conmilitón y gerente de Relaciones Exteriores, Roberto Ornstein. A fines de 1983 Castro Madero tuvo que ponerlo a Roberto “en el loop” porque había que informarle de la existencia de Pilca a Raúl Alfonsín, ya presidente electo, para lo cual Castro Madero necesitaba un buen consejero diplomático.
Dato a retener: con tecnología vieja e ineficiente, de difusión gaseosa, una planta de enriquecimiento chica como Pilca tardaría en el orden de siglos en enriquecer uranio en la cantidad ni el grado necesarios para una bomba atómica simplota, parecida a Little Boy, la de Hiroshima.
Lo mínimo para una única bomba decente anda por los 25 kg. de uranio enriquecido al 90%. Pero alcanza con que un país domine alguna tecnología de enriquecimiento de uranio para que la escale o no de uso civil a militar, y ésa es una decisión puramente política. Y se sabe, no hay nada como una derrota militar para desatar un “vale todo”.
A Maggie Thatcher, aunque la Dama de Hierro parecía peinada más con portland que con spray, se le deben haber parado los pelos de punta cuando escuchó a Castro Madero. Ella ganándonos una guerra en 1982, y nosotros enriqueciendo uranio. No tener la foto…
Lo cierto es que Pilca se diseñó y construyó en una increíble clandestinidad, habida cuenta de sus materiales y de su consumo eléctrico, y por una razón nada militar: el boicot de uranio enriquecido decretado por EEUU contra Argentina.
Esa medida nos pegó duro. Todos los reactores argentinos desde el primero, que fue el RA-1 de 1958, funcionaban a uranio muy enriquecido (90%) provisto por los EEUU, que en la jerga se abrevia HEU (Highly Enriched Uranium).
Eso incluía al RA-3, única planta productora de radioisótopos médicos para oncología y cardiología del subcontinente y del cual dependían ya decenas de miles de pacientes. Esa gente se quedaba sin diagnósticos por imagen nuclear, y sin tratamientos. También funcionaban con HEU yanqui los 2 reactores que le estábamos vendiendo a Perú, uno de los cuales también era una planta de radioisótopos médicos, todavía hoy la mayor de Sudamérica.
No era locura argenta. Todos los reactores de investigación o irradiación del mundo usaban HEU y teníamos acuerdos de provisión asegurada con EEUU desde los ’50, todos bonitamente rubricados y sin fecha de expiración. Bastó que el State Department se enteraran de que estábamos robándole un posible cliente (Perú) para que nos declararan proliferantes y nos rompieran los papelitos ante la nariz.
Lo que muestra la astucia de la CNEA cuando de las 17 ofertas recibidas en la licitación de Atucha 1, descartó todas las centrales nucleoeléctricas con uranio de bajo enriquecimiento (LEU, por Low Enrichment Uranium, entre un 2 y un 5%). En 1981 el State Department sencillamente nos habría apagado la central por boicot de combustible, y a comprar velas, los porteños. Y sé cómo votó Ornstein sobre el tema en 1968. Lo hizo bien.
No nos habrán apagado la luz, pero hubo que rediseñar todos los reactores, incluidos los de Perú, para que funcionaran con uranio enriquecido al 20%, que en la jerga se llama HALEU (High Assay Low Enrichement Uranium, un oxímoron). El HALEU es una buena frontera entre enriquecimiento civil y militar, porque puede servir en reactores anteriores a los ’80 (aunque con un rediseño drástico y costoso de planta, si lo sabremos nosotros).
El HALEU, en sí, es tan útil para hacer bombas como la gelatina de frutilla. Sin embargo puede ser una buena materia prima para llegar a HEU de uso bélico con un menor costo de energía eléctrica e instalaciones de enriquecimiento más chicas.
No es buena idea, porque la venta internacional de cada gramo de HALEU y su uso final por el comprador están salvaguardados, es decir vigilados, por el OIEA a lo perro. Y como el OIEA, donde EEUU hace y deshace, en 1981 no nos iba a dar o conseguir un gramo, el proveedor fue la URSS. Bajo salvaguardias, of course, y a cambio de bastante trigo argento. In your face, USA.
Con Pilca declarada, podemos comprar uranio enriquecido al 20% sin problemas, con tal de que no ampliemos y/o modernicemos la planta. Basta una imagen satelital para saber que no es una instalación militar: tendría que tener una superficie mucho mayor, y ni te cuento del consumo eléctrico. Es decir, no hace falta 007 para controlarla en tiempo real: hoy alcanza con Google View y las facturas de Transener.
Incluso los 007 de este mundo son proclives al prejuicio, por suerte. El 19 de noviembre de 1983, al día siguiente del brevísimo discurso de Castro Madero por cadena nacional, el desconcertado State Deparment puso públicamente en duda que el asunto fuera cierto. Ignoro los gringos si nos subvaloraban o se sobrevaloraban, pero bastó con una frase de Castro Madero ante el periodismo para entender cómo se vengarían cuando pudieran.
¿Cuál frase? Con un optimismo digno de hijo de la Ilustración (además de contraalmirante, el hombre era un reactorista doctorado), Castro Madero dijo –con otras palabras- que la investigación tecnológica es irreversible, y que la Argentina no podía desaprender esa tecnología.
En realidad, sí podía, pero para eso había que destruir y dispersar los recursos humanos de la CNEA, especialmente los del Ciclo de Combustibles. Habrá sido por eso que, tras la renuncia de Castro Madero, Alfonsín le dio la dirección de la CNEA al Ing. Alberto Costantini, sin formación nuclear alguna, pero con gran actuación como asesor de Álvaro Alsogaray para intentar, como parte del Plan Larkin del Banco Mundial, el cierre instantáneo de 13.000 km. de ferrocarriles argentinos en 1961. Esa intentona culminó en dos huelgas ferroviarias, una por tiempo indefinido.
En la CNEA, Costantini hizo más o menos lo mismo, pero con menos oposición: el orgullo nuclear de sus operadores, mucho más que la ley, impide parar las centrales, pero habría sido la respuesta adecuada a los desmanes del nuevo presidente “democrático” de la CNEA, el primero desde 1950 en provocar un éxodo masivo de profesionales atómicos argentinos a otros países o a otra industrias. Pero no el último. Porque ésa ha sido, vaya a saber debido a qué, la política de los gobiernos de Alfonsín, Menem 1.0, Menem 2.0, De la Rúa, Duhalde y Macri: destruir los recursos humanos nucleares, provocar el equivalente institucional de un Alzheimer. Y según viene de apoyo externo, esa política continuará.
Pero volviendo a fines de 1983 y a esa pequeña cadenita nacional del 18 de Noviembre, con Argentina no ratificante de Tlatelolco ni firmante del TNP bastaba con que Pilca fuera de tecnología puramente local para que estuviera “libre de salvaguardias”, es decir fuera de derechos de inspección por el OIEA.
O por el Dalai Lama o por Magoya, como lo descubrió amargamente, ya con Alfonsín presidente, el embajador estadounidense Harry Schlaudeman. El tipo trató de abrirse paso hasta la plantita a lo matón y chapeando, estilo patrón de la United Fruit en república bananera.
Y un entonces ignoto aspirante a secretario de la DIGAN de 24 años, Max Gregorio Cernadas, lo tuvo que parar amablemente pero en seco en la puerta del Centro Atómico Bariloche (CAB), sentarlo con sus mamuts del Servicio Secreto en una mesa del barcito de los estudiantes de Física e Ingeniería Nuclear junto a la puerta de acceso (creo recordar que se llamaba “El neutrón loco”), someter al yanqui a un seguidilla de cafés casi tan malo como el “regular” de la patria de los libres y hogar de los valientes, y escuchar la retahila de amenazas de represalia generales y personalizadas de aquel capanga. Durante 4 horas.
Al cabo de las cuales a Schlaudeman se le fueron acabando los neutrones o las pilas, y se puso más mansito. Sólo entonces Max recibió instrucciones desde Buenos Aires de dejarlo pasar al CAB, sacate el gusto, gringo.
Al cuete, además, porque en el CAB, en la Avenida Bustillo frente al Nahuel Huapi y sumido en bosques, hay sólo aulas, un reactorcito nuclear (el RA-6) y no se enriquece nada (ni nadie, a decir verdad). Y en cambio Pilca está perdida en medio de una quebradita de la más solitaria estepa, a unos 60 km hacia el Oeste del lago, según vuela el cuervo.
Pero además de que en Bariloche no hay cuervos, en 1983 el camino desde Bariloche hacia Pilca era deliberadamente horroroso. Para llegar antes de la noche convenía empezarlo antes del mediodía, y además hacerlo en una cuatro por cuatro, y no en una limosina blindada y con mamuts. Aunque podían ser útiles a falta de grúa, cuando el auto se encajara.
Yendo un poco para atrás en el tiempo, ante la consulta de Castro Madero sobre cómo deschavar la existencia de Pilca ante Alfonsín, el sorprendido Ornstein le contestó que eso debía hacerse en un domicilio particular, casi sin testigos. Alfonsín debía ser quien decidiera si (plan A) era él quien le contaba la novedad al mundo, o si (plan B) eso lo debía hacer Castro Madero como presidente saliente de la CNEA.
Esa reunión secreta sucedió en la casa de Jorge Martínez Favini, apoderado legal de la CNEA y radical histórico. En el sótano, Alfonsín se enteró por primera vez de qué cosa era el uranio natural y qué otras eran el LEU, el HALEU y el HEU, y por qué necesitábamos una plantita al menos testimonial para lograr LEU: para evitar futuros boicots.
Alfonsín no estaba nada convencido. El propio Max Gregorio Cernadas, alfonsinista fervoroso, admite que el presidente electo creyó que Pilca era otro “peludo de regalo” que le dejaba el Proceso a su gobierno, más o menos los desaparecidos y la deuda externa. El futuro canciller Dante Caputo, que lo acompañaba, juzgó el asunto con igual e inexperta paranoia.
Ambos optaron previsiblemente por el plan B. Ergo, fueCastro Madero quien hizo el anuncio de la existencia y propósito de Pilca por cadena nacional el 18 de noviembre de 1983, razonablemente antes de la jura de Alfonsín, que fue el 10 de Diciembre de 1983.
Pero significativamente, y también en acuerdo con Alfonsín, la novedad Castro Madero la dio horas antes y por separado a los países de la región. Me lo puedo imaginar –sólo imaginar- al general Augusto Pinochet, que tanta ayuda material le dio a la Task Force en nuestro pifostio malvinero, poniéndose color tiza al pensar que quizás le había pisado la cola a un tigre.
Pero la reacción más interesante fue la del último dictador brasileño, Joao Figueiredo. El tipo venía del arma de Inteligencia, y se notó: se rió mucho y felicitó a la Argentina por teléfono, acaso deportivamente. Los brasucas no confiaban en absoluto en el abastecimiento de enriquecido por EEUU, máxime habida cuenta de nuestra experiencia, y a ellos en el ’83 no les estaba yendo bien en absoluto en sus intentos con centrífugas.
Lo cómico es que aún hoy me cruzo con cultos papafritas que me dicen que el uranio enriquecido dejó de ser un material estratégico y se volvió un commodity, como las batatas: si lo pedís, lo tenés. Pero dudo de que Irán cause terror en Israel o en EEUU si acumula batatas. Por el contrario, acumulando HALEU, en cambio, parecería que sí lo logra.
Este sencillo experimento conceptual con boniatos y persas me exime de presentar más pruebas. El uranio enriquecido no es un commodity. I hereby rest my case, your Honour.
Lo cierto es que entre la revelación de Pilca ante la prensa local y mundial y su exhibición oficial ante terceros países mediaron 5 años, en los cuales la planta siguió mayormente inaccesible e invisible, salvo para la mirada inevitable de los satélites de espionaje de la OTAN. Y durante ese tiempo era más fácil imaginar anacondas y tucanes en la Base Marambio que a periodistas y a un presidente brasuca en Pilca.
De la movida de invitar a Sarney a Pilca salió el ABACC (Agencia Brasileño-Argentina para la Contabilidad y Control de Materiales Nucleares), el organismo de inspección recíproca que le permite a ambos países no enterrar dinero estúpidamente en una carrera de armamento atómico. Y como una cosa lleva a la otra, de la confianza generada por el ABBAC salió el Mercosur, cosa hoy bastante olvidada.
Esta historia explica por qué toda vez que Ornstein pisaba Brasil era disertante de honor ante la Fundación Getulio Vargas. Vargas fue general, presidente, industrialista, estatista y distribucionista. Su postura ante la 2da Guerra Mundial no fue la neutralidad de Argentina sino intervenir: tras no pocas vacilaciones, Vargas optó por el bando Aliado. Sin embargo, en todo lo demás fue una especie de Juan D. Perón brasileño, aunque en un país menos escolarizado, menos industrial y obrero, menos ingenieril y más rural.
Aún así Vargas vivió convencido –como Perón- de que ni Argentina ni Brasil tenían mayor chance de un desarrollo capitalista independiente si no unían sus economías.
Tal vez haga falta un Mercosur 2.0 para ello: el que viva, lo verá, como suele decir Abel Fernández, dueño de AgendAR.
Roberto Ornstein por lo menos vio el nacer el Mercosur 1.0. Y lo vio de un modo poco inocente: es uno de los padres secretos de la criatura, cosa que se sabe más en Brasil que aquí.
Lo dicho: el hombre en sus pagos logra siempre esquivar la foto.
Los avances en investigación científica e innovación tecnológica alcanzados por algunos países de América Latina se verán frenados debido al proceso inflacionario mundial y la consiguiente alza de precios que ya padece la región cuando aún no termina de recuperarse de los estragos de la pandemia de COVID-19. Más aún, esa desaceleración de la ciencia, tecnología e innovación ya se está sintiendo, advierten especialistas consultados por SciDev.Net quienes, sin embargo, no se atreven a pronosticar el exacto alcance que tendrá no solo sobre sus programas y proyectos sino sobre el mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos, objetivo final al que toda buena ciencia aspira.
“Puedo decir con certeza que la ciencia que hago hoy es más cara que hace diez años. Tenemos menos dinero ingresando, y ese dinero está infravalorado para tratar de hacer las mismas cosas que antes”.
Aldo Zarbin, profesor del Departamento de Química de la Universidad Federal de Paraná (Brasil)
Analistas del Fondo Monetario Internacional estiman que los precios continuarán aumentando en Latinoamérica y prevén que 2022 terminará con una inflación regional de 12,1 y 8,7 por ciento en 2023, las tasas más elevadas del último cuarto de siglo, subrayan.
“La inflación, sin duda, complica y disminuye la eficiencia del proceso de desarrollo tecnológico y científico”, señala desde Buenos Aires (Argentina) María Julieta Comin, gerente de Desarrollo Tecnológico e Innovación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial.
“Se vuelve muy difícil la planificación y los proyectos no pueden ejecutarse según han sido pensados porque al momento de presentación el monto en moneda extranjera es uno y al momento de ejecución, es otro, más bajo, y en general ya no se puede hacer lo que se planificó”, explica.
Su compatriota Pablo Kreimer, director del Centro de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Maimónides de Buenos Aires, detalla que la alta inflación que vive Argentina afecta a todas las áreas de la sociedad, “aunque su impacto es diferente según el sector social implicado”.
Según datos del Banco Central de Argentina, la inflación en agosto (último dato disponible) fue 7 por ciento y la inflación interanual (de agosto 2021 a agosto 2022), 78,5 por ciento, la segunda más alta de la región después de Venezuela. Algunos economistas vaticinan que el país cerraría 2022 con una inflación interanual de tres dígitos.
Kreimer, quien también es profesor titular de la Universidad Nacional de Quilmes, en Buenos Aires, señala que en el desarrollo científico, el impacto inflacionario se observa en la pérdida del valor de compra de los subsidios otorgados por las instituciones locales y en los salarios de investigadores y becarios. “Si la compra de insumos y equipamiento básicos para la investigación disminuye drásticamente, la capacidad de llevar adelante determinadas investigaciones se ve afectada”, subraya.
Frente a esa realidad, María Julieta Comin cree que las políticas de los gobiernos pueden ayudar a contrarrestar, al menos parcialmente, el efecto inflacionario “en función de la promoción de la ciencia y la tecnología como políticas de Estado”.
Indetenible subida de precios
Pero, ¿qué pasa cuando el Estado en lugar de prestar apoyo disminuye severamente la asignación de recursos? “Se sufre el triple”, responde Aldo Zarbin, profesor del Departamento de Química de la Universidad Federal de Paraná (Brasil) y miembro de la Academia Brasileña de Ciencias.
“La cantidad de recursos que recibimos en ciencia ha disminuido drásticamente, y este valor frente al dólar actual es insuficiente. Hay un aumento de los precios de todo —ya que la ciencia depende de insumos y equipos importados— [a lo que se añade] la devaluación del real y, en tercer lugar, hay falta de inversiones a través del gobierno federal. Como los precios en todo el mundo están aumentando, es catastrófico”, resume.
Argentina, Brasil y México ocupan los primeros lugares entre los países del G20 con mayor inflación en agosto. Fuente: Folha de Sao Paulo con datos de Bloomberg.
La variación en el tipo de cambio es un dolor de cabeza para los científicos brasileños. Como ejemplo basta ver que el 7 de octubre un dólar costaba 5,21 reales y con un real se compraba US$ 0,19 centavos. Este año, el menor precio del dólar en Brasil fue a principios de abril, cuando llegó a cotizarse a 4,60 reales.
Hasta agosto 2022 (último dato disponible) la inflación en Brasil registró un acumulado de 8,7 por ciento en los últimos 12 meses, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, ligeramente inferior a la inflación acumulada de la región hasta agosto, que fue 11,2 por ciento según Statista, pero que aún así impacta en la subida interna de precios.
El Banco Central de Brasil había previsto una meta de inflación para 2022 de 3,5 por ciento, pero al terminar los ochos primeros meses del año la inflación ya estaba cinco puntos porcentuales más alta.
“Puedo decir con certeza que la ciencia que hago hoy es más cara que hace diez años. Tenemos menos dinero ingresando, y ese dinero está infravalorado, para tratar de hacer las mismas cosas que antes”, asegura Zarbin.
“Hoy, 33 millones de brasileños pasan hambre. No hay nada más importante que eso. Haces ciencia para mejorar la vida de las personas, pero inicialmente necesitan comer para existir y tener dignidad. El aumento general de precios está dejando con hambre a 33 millones de brasileños”, recalca Zarbin, citando datos de la encuesta realizada por Olhe para Fome.
Negociar para subsistir
Desde el estado de Baja California, al norte de México, Juan Carlos Herguera, líder del Consorcio en Investigación del Golfo de México (CIGOM), coincide con sus colegas sudamericanos. “En general todo ha aumentado”, afirma.
Aunque en setiembre México registró una inflación de 0,6 por ciento según el Instituto Nacional de Estadística, su inflación anualizada (setiembre de 2021 a setiembre 2022) es de 8,7 por ciento, mientras su inflación acumulada en este año es de seis por ciento. Directivos del Banco de México esperan que la tendencia se desacelere en el último trimestre del año, aunque advierten que las perspectivas inflacionarias continuarán hasta inicios de 2024.
“Generalmente se pide una cotización, se traduce a pesos y entre el momento en que se somete la propuesta al momento en que se puede hacer el gasto, pasan 9 o 12 meses, lo cual implica que suba aún más el precio”, detalla Herguera.
Él sabe de lo que habla pues el CIGOM reúne a investigadores y académicos de diversas disciplinas de reconocidas instituciones científicas y educativas mexicanas que han aprendido a ‘negociar’ para poder seguir adelante con sus proyectos e investigaciones.
“La inflación ha afectado insumos importantes, sobre todo la infraestructura analítica, reactivos y material de cómputo. A veces te quedas atrapado, otras veces puedes negociar, pedir ayuda a tu institución, sobre todo cuando se trata de infraestructura cara. Les decimos: ‘Si no me lo gasto, lo vamos a perder’, y ayudan, pero son casos muy contados. También podemos solicitar autorización para gastar en algo distinto a lo que se había planificado, pero también es poco frecuente. Y lo malo es que si no gastas los recursos, hay que devolverlos”, relata.
Un alto precio para la ciencia
En los tres países —México, Argentina y Brasil—, que son líderes regionales en investigación científica y desarrollo tecnológico, las áreas más afectadas por la inflación y el aumento de costos son las ciencias que dependen de equipos e insumos importados.
El caso del mexicano Herguera es un buen ejemplo: “En mi laboratorio usamos tanques de helio ultrafino y consumimos un tanque en 5-8 semanas, dependiendo del flujo de muestras que tengamos. Esos tanques, nos los vendían en US$ 600 cada uno. Pero en los últimos 3 meses han subido a US$ 1.000 cada uno”.
“Estamos viviendo de lo que queda y trabajando con lo que tenemos. Por ejemplo, cuando el equipo se descompone no tenemos los recursos para repararlo y mantenerlo porque los precios son demasiado altos… Así que trabajamos con lo que podemos, haciendo reemplazos, adaptando piezas y equipos, viendo si alguien tendría una pieza para colocarla y hacer que el equipo funcione. Los disolventes y reactivos de alta calidad están siendo sustituidos por otros de menor calidad y acabamos purificando la sustancia en el laboratorio”, sostiene el brasileño Zarbin.
Los kits de diagnóstico y la secuenciación de algunas variantes del virus desarrollados durante la epidemia de COVID-19 se verían ahora frenados por el alto precio de los insumos. Crédito de la imagen: Raquel Portugal/Fiocruz.
“Las dificultades a la hora de gestionar proyectos debido a la devaluación de los subsidios sin duda afectan a la ciudadanía”, reflexiona por su parte la argentina Comin.
“Baja la eficiencia, tanto de la generación de conocimiento o de ciencia básica (y no hay tecnología sin ciencia) como también de los desarrollos tecnológicos que apuntan a productos o procesos, con impacto directo en la sociedad en todas las áreas”. Esto incluye desde “el desarrollo de una vacuna, de un dispositivo de diagnóstico, el impulso a la movilidad sustentable, el desarrollo nacional de la cadena de valor de la electro-movilidad, energías verdes, entre otros”, añade.
Su colega Kreimer, aunque más escéptico sobre los aportes concretos de la ciencia latinoamericana para mejorar el bienestar de sus ciudadanos —que él resume como CANA, es decir, Conocimiento Aplicable No Aplicado—, sí reconoce que han habido “casos excepcionales” en los que se ha producido un conocimiento científico útil y aprovechable.
Cita como ejemplo los kits de diagnóstico y la secuenciación de algunas variantes del virus desarrollados durante la epidemia de COVID-19, “que ahora se verán frenados”.
Y subraya que la alta inflación “no hace más que agudizar el antiguo problema de una baja transferencia efectiva de los conocimientos a la sociedad en general y al mundo productivo en particular”.
Pero Fernando Peirano, presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, organismo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, dice que las instituciones “deben tener mecanismos que reconozcan la realidad macroeconómica del país”.
Y asegura que la Agencia que dirige brinda apoyo real y constante a los investigadores, a pesar de las dificultades macroeconómicas que se enfrentan, “en un contexto de iniciativas, tanto científicas como productivas muy renovadas”.
“Se trata de tener inversiones que transformen nuestra matriz productiva haciéndola mucho más federal, con mayor contenido tecnológico, que es la base para tener mejores empleos y exportaciones en un futuro próximo”, asevera.
Transformar dificultades en oportunidades
Acostumbrados a trabajar bajo condiciones adversas, ¿podrán, una vez más, los científicos latinoamericanos convertir la adversidad en oportunidad y, por ejemplo, aprovechar para desarrollar insumos nacionales o regionales?
“En líneas generales, diría que es muy difícil”, responde Kreimer. “Hay una industria mundial globalizada y muy especializada, que produce insumos para la investigación. Esas empresas trabajan con escalas gigantes (su mercado es todo el mundo) y logran costos mucho más bajos. Ello vale tanto para la fabricación de equipos e insumos, como para algunos servicios”, añade.
“Es posible que haya algún que otro nicho donde pueda hacerse desarrollo local (algunos muy importantes, por cierto, como el desarrollo de software), pero la producción de insumos y de equipos está fuertemente estandarizada, industrializada y globalizada”, precisa.
Por su parte, Zarbin —en vísperas de la segunda vuelta electoral, que el próximo 30 de octubre definirá al nuevo presidente de Brasil— es cauto sobre el futuro del sector. “No necesitamos crear expectativas. Estamos hablando de dos expresidentes. Uno cuyo mandato está por terminar y otro que ya cumplió dos mandatos. La diferencia de enfoque entre los dos es absolutamente antagónica”.
“En el gobierno de Lula alcanzamos la mayor tasa de inversión en ciencia y tecnología que el país haya tenido. Y bajo el gobierno de Bolsonaro alcanzamos el nivel más bajo de inversión. Punto. No hay expectativas; hay realidad”, afirma.
Comin reconoce que cambiar la actual situación no es algo que esté al alcance de los investigadores. “Lo que puede hacerse es adaptar los proyectos de acuerdo con nuestras realidades, intentando que no baje la calidad, el impacto, la originalidad y el grado de innovación”.
“Deben darse muchas condiciones para desarrollar la mayoría de las cadenas de valor necesarias para tener producción nacional de insumos y equipamientos. No es solo decisión política; también es cuestión de economía de escala que, en muchos casos, hace que el desarrollo local no sea factible”, indica.
Pero cree que si se piensa a nivel regional, mediante una franca articulación entre países, podría avanzarse en algunos aspectos.
Este artículo fue producido por SciDev.Net con la colaboración de Claudia Mazzeo (Argentina), Renata Fontanetto (Brasil) y Aleida Rueda (México).
⚛️🤝 Noticia fuerte en la industria nuclear mundial: Cameco 🇨🇦 y BRP 🇨🇦 comprarán Westinghouse Electric 🇺🇸 por US$ 7900 millones
Cameco, uno de los principales productores de uranio del mundo, adquirirá el 49%. WE es propietaria de diseños como el reactor AP 1000: pic.twitter.com/ZRhw6kgnS9
El gigante canadiense del uranio Cameco Corporation y el inversor en energía limpia Brookfield Renewable Partners han anunciado que unirán fuerzas en la adquisición de la empresa global de servicios nucleares Westinghouse Electric Company.
La adquisición otorga a Westinghouse un valor empresarial total de casi 8.000 millones de dólares estadounidenses.
Según el acuerdo, la experiencia de Cameco en la industria nuclear se combina con las habilidades de Brookfield en energía limpia para crear lo que se ha denominado una «plataforma poderosa» para el crecimiento estratégico en todo el sector nuclear.
Comentario de AgendAR:
La AP 1000 que menciona Nicolás Deza es el Rolls Royce de las centrales nucleares.
Los chinos compraron la licencia y terminaron construyendo cuatro unidades a «velocidad warp», en versión achinada llamada CAP 1000, en las provincias de Zheijang y Shandong, mientras la solitaria obra en EEUU (Vogtle 2) pasaba una década de «stop & go» y sobrecostos impagables.
Estas centrales chinas son de módulo parecido pero distintas de nuestra futura Hualong-1, y se dice que mejores.
El gobierno aumentó el valor de las divisas para los viajes y los consumos en el extranjero -cuando superen los u$s 300 por mes; también para productos suntuarios y para las contrataciones de artistas extranjeros para espectáculos que se realizan en el país.
Con la intención de evitar una devaluación brusca y cuidar las reservas en el Banco Central, el gobierno encarecerá desde hoy los dólares para el turismo y los consumos en el exterior; algunos bienes de suntuarios y los recitales en el país (que requieren giros de divisas). Nacen, finalmente, el “dólar Qatar” y el “dólar Coldplay”, entre otros. El primero será de $ 314, confirmaron fuentes oficiales, mientras que el segundo, de $ 204.
A diferencia de lo que ocurrió con el llamado “dólar soja”, que requirió una modificación del tipo de cambio oficial que fue duramente criticada por el FMI, para el encarecimiento de estas actividades, el Gobierno volverá a optar por la sumatoria de percepciones y la ampliación del impuesto PAIS a otros bienes. El oficialismo espera reducir de esta manera los US$ 800 millones mensuales que pierde por la vía del turismo emisivo.
Las medidas oficiales, aseguran en el gobierno, no afectarán los consumos mensuales con tarjeta de crédito en el exterior de hasta US$ 300 mensuales, el pago de aplicaciones o de servicios de streaming (como Spotify o Netflix, entre otras) ni al llamado “dólar ahorro”, aquel que los argentinos usan como atesoramiento.
Para el consumo con tarjeta de crédito y débito en el exterior, hasta los US$ 300 mensuales, al dólar oficial -cotización Banco Nación- en $ 157- se le suma el impuesto PAIS (30%), y la percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales (45%). Eso da un tipo de cambio de $ 275. En el Gobierno creen que en este grupo de consumidores se hallan quienes pagan aplicaciones o servicios de streaming.
La modificación será para los consumos mayores a los US$ 300 mensuales con tarjetas de crédito y débito, y para pasajes al exterior y paquetes turísticos en el exterior. A los mismos se les agregará un 25% a cuenta de Bienes Personales, lo que llevará el tipo de cambio a $ 314. Ese valor no sólo se aplicará sobre el excedente de ese consumo mensual -de US$300-, sino sobre el total de lo consumido en moneda extranjera durante ese mes.
O sea, una vez excedido ese tope mensual, que se determina por CUIT, todo el cambio de lo consumido se hará a $300 tanto con las tarjetas de crédito como de débito. La aplicación de esta percepción extra saldrá hoy en el Boletín Oficial, y ese valor comenzará a regir desde hoy mismo (no se afectarán consumos retroactivos).
Según indicaron en el Gobierno, hay 2,8 millones de personas (93% de consumidores vía tarjeta en dólares) que gastaron en agosto pasado US$ 60 millones. Son un 19% total del consumo. En tanto, sólo unas 200.000 personas (el 7% del total) consumieron US$ 263 millones, el 81% del total del gasto en dólares con tarjeta. Los números revelarían, según el Gobierno, que la medida que se aplicará desde mañana está enfocado en los consumos elevados de una clase acomodada.
En un contacto con la prensa, el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, dijo que estas medidas se toman por las “solicitudes” de las cámaras empresarias. “Queremos cuidar las reservas; cuidar los dólares para la inversión y no la fuga”, afirmó. El reemplazante de Mercedes Marcó del Pont aseguró que estas medidas “no prohíben la compra de ningún bien”.
Las fuentes oficiales indicaron además que los pasajes terrestres a países limítrofes ya no pagaban el impuesto PAIS ni tampoco las percepciones impuestas por la AFIP. Ahora tampoco serán afectadas por el nuevo 25% por Bienes Personales. Lo mismo ocurrirá con gastos médicos y proyectos de investigación, que también están exentos.
Dólar de “Moto de Agua” y “Coldplay”
Además, el Gobierno encarecerá las compras en el exterior de bienes suntuarios o de lujo. Los mismos tendrán ahora un dólar de $ 300, gracias también a una percepción extra de 25% de Bienes Personales. Sumarán el mismo esquema del dólar turista: el impuesto PAIS y un 45% de percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales que no pagaban. Estos productos fueron listados en el anexo de la medida tomada por el BCRA que resolvió que tienen permitido un giro de divisas a los 365 días. “No se afecta la compra de ningún bien necesario para la producción”, explicaron.
Son alta gama, jets privados y pequeños aviones, embarcaciones de uso recreativo, bebidas alcohólicas premium, relojes, piedras preciosas, máquinas tragamonedas y máquinas para minado de criptomonedas.
En el Gobierno se informó que las contrataciones de actividades artísticas en el exterior (recitales o actividades deportivas, entre otras) pagará ahora un dólar de $204, el llamado “dólar Coldplay”. Se trata de dólar oficial a $157 (cotización del Banco Nación) a la que se sube el Impuesto PAIS (30%). Para este encarecimiento del tipo de cambio se requerirá la publicación de un decreto para ampliar los bienes afectados por aquel gravamen, que está aprobado en la ley de solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública. Esa norma le da al Poder Ejecutivo la facultad de ampliar el abanico de bienes que pueden ser afectados por el impuesto creado por Martín Guzmán.
“Cada sujeto del exterior [por ejemplo, artista musical] recibe la retención del impuesto a las ganancias que le practica el sujeto local que paga la contratación”, explicaron las fuentes oficiales sobre el cobro de impuestos.
Actualmente, según la información que brindaron fuentes oficiales, los dólares a los organizadores de recitales y eventos deportivos se estaban girando a 180 días (en el BCRA informaron que la “devaluación fiscal” sobre estos productos pondrá en revisión ahora esos tiempos). De hecho, quienes organizaron el recital de Coldplay todavía no accedieron a sus divisas.
Semanas atrás, varias cámaras empresarias habían reclamado al Gobierno que priorizara los dólares para la producción nacional. La primera en pedir un freno en el drenaje de dólares para el turismo fue CAME, en una reunión con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, a la que se sumaron varias en la provincia de Buenos Aires impulsadas por Martín Insaurralde. Sin embargo, la Unión Industrial Argentina (UIA) también le pidió en un encuentro al ministro de Economía, Sergio Massa, que cuide las divisas para la producción, pero específicamente frenando la importación de bienes suntuarios.
La semana pasada, con el objetivo de consolidar lo recaudado con el dólar soja, el Ministerio de Economía pasó 2700 posiciones arancelarias de Licencias Automáticas (LA) a Licencias No Automáticas (LNA). El foco del oficialismo estuvo puesto en bienes terminados, pero también terminaron afectando a insumos industriales y maquinaria.
Durante el fin de semana largo, se conoció que el próximo 17 de octubre, el Gobierno modificará todo el sistema de control del comercio exterior (muere la SIMI, nace la SIRA), con la intención de ordenar y dar previsibilidad, pero también para ajustar importaciones en medio de la escasez de reservas y mientras la dinámica de la brecha cambiaria se mantiene.