Una nueva investigación confirma que unas huellas humanas fósiles halladas en Nuevo México son probablemente la prueba directa más antigua de la presencia humana en América, un hallazgo que pone en entredicho lo que muchos arqueólogos creían saber sobre el momento en que nuestros antepasados llegaron al Nuevo Mundo.
Las huellas fueron descubiertas al borde del lecho de un antiguo lago en el Parque Nacional de White Sands y datan de hace entre 21.000 y 23.000 años, según una investigación publicada el jueves en la revista Science.
La edad estimada de las huellas se publicó por primera vez en Science en 2021, pero algunos investigadores plantearon dudas sobre las fechas. Las preguntas se centraron en si las semillas de plantas acuáticas utilizadas para la datación original podrían haber absorbido carbono antiguo del lago, lo que, en teoría, podría desviar la datación por radiocarbono en miles de años.
El nuevo estudio presenta dos líneas adicionales de pruebas a favor de la datación más antigua. Utiliza dos materiales completamente distintos hallados en el yacimiento, polen de coníferas antiguas y granos de cuarzo.
La antigüedad de las huellas pone en tela de juicio la creencia de que los humanos no llegaron a América hasta unos miles de años antes de que el aumento del nivel del mar cubriera el puente terrestre de Bering entre Rusia y Alaska, quizá hace unos 15.000 años.
«Se trata de un tema que siempre ha sido controvertido porque es muy significativo: se trata de cómo entendemos el último capítulo del poblamiento del mundo», declaró Thomas Urban, científico arqueólogo de la Universidad de Cornell, que participó en el estudio de 2021 pero no en el nuevo.Thomas Stafford, geólogo arqueólogo independiente de Albuquerque, Nuevo México, que no participó en el estudio, dijo que «antes era un poco escéptico», pero ahora está convencido.»Si tres métodos totalmente distintos convergen en torno a un mismo rango de edad, eso es realmente significativo», afirmó.
El nuevo estudio aisló unos 75.000 granos de polen puro de la misma capa sedimentaria que contenía las huellas.»La datación del polen es ardua y complicada», afirma Kathleen Springer, geóloga investigadora del Servicio Geológico de Estados Unidos y coautora del nuevo estudio.Los científicos creen que la datación por radiocarbono de las plantas terrestres es más precisa que la de las acuáticas, pero se necesita una muestra lo suficientemente grande para analizarla, añadió.Los investigadores también estudiaron los daños acumulados en las redes cristalinas de los antiguos granos de cuarzo para obtener una estimación de la edad.
Las huellas antiguas de cualquier tipo -dejadas por humanos o megafauna como grandes felinos y lobos huargos- pueden proporcionar a los arqueólogos una instantánea de un momento en el tiempo, registrando cómo caminaban o cojeaban las personas o los animales y si se cruzaban en el camino. En White Sands también se han encontrado huellas de animales.
Aunque otros yacimientos arqueológicos de América apuntan a fechados similares -incluidos colgantes tallados en restos de perezosos terrestres gigantes en Brasil-, los científicos siguen cuestionándose si tales materiales indican realmente la presencia humana.
«White Sands es único porque no hay duda de que estas huellas fueron dejadas por personas, no es ambiguo», dijo Jennifer Raff, genetista antropológica de la Universidad de Kansas, que no participó en el estudio.
Finalmente hay avances decisivos en la contrucción de las dos represas del rio Santa Cruz. Seguramente el projecto hidroelectrico más importante que ha encarado Argentina en este siglo.
La represa Jorge Cepernic es la más chica del dúo hidroeléctrico Cepernic-Kirchner sobre el río Santa Cruz, y está situada corriente abajo de esta última. La noticia es que está por recibir la segunda de sus tres turbinas chinas la proxima semana. Desembarcaría el domingo 15 en Punta Quilla, proveniente de Shanghai. Con ello, el avance de esta obra llegará al 50%.
Es un turbinón importante: 5 días al menos para descargarlo y llevarlo 200 km. al lugar de emplazamiento. Pero blanco sobre negro, el represamiento, al menos parcial, del Santa Cruz empieza a ser un hecho, llueve, truene o brille el sol.
Entre tanto, la represa Néstor Kirchner, la mayor de ambas en capacidad instalada y situada corriente arriba de la Cepernic, está a espera de definiciones geológicas. Se está re-estudiando la resistencia de sus anclajes de pared en las barrancas del inmenso valle fluvial del Santa Cruz, cavado por un glaciar durante la última deglaciación, cuando ese río debe haber tenido el módulo del Paraná y el Uruguay sumados. Si esas viejas bardas son proclives a deslaves, habrá que fijarlas con mucha ingeniería.
Luego de construida la represa mayor, presumiblamente en 2028, ese valle se transformará en un embalse. Aguas abajo quedará el segundo embalse, el de la represa Cepernic, la primera en terminarse. Ambos embalses funcionarán en tándem de un modo bastante ingenioso que se explica luego.
El cronograma de obra para la Cepernic ahora queda así: instaladas sus tres turbinas tipo Kaplan, de 120 MWe la pieza, podría estar operativa en 2025. Tendrá una pared interesante, casi 2,5 km. de punta a punta y 41 metros de altura hasta el coronamiento. La potencia total instalada aquí será de 360 MWe, el equivalente de la pequeña central nuclear de Atucha 1 de NA-SA en la provincia de Buenos Aires. Y esa pared estará 170 km. aguas arriba de la ciudad de Comandante Piedrabuena.
Si hubiera población a pie de represa, esto daría para iluminar a 1 millón de habitantes. Y si el próximo gobierno no interfiere la obra (spoiler alert, ya sucedió entre 2015 y 2019), la Cepernic debería estar entrando en línea en 2025.
La obra más grande del río, la Néstor Kirchner, tendrá más turbinas, esta vez de tipo Francis, más eficientes con saltos importantes de nivel. Las de la serán 5 y de mayor módulo, de 190 MWe cada una, con una capacidad sumada de 950 MWe.
La financiación de todas estas obras está asegurada desde 2014, y si todavía no están inauguradas y dando potencia, geología de orillas aparte, es por denominación de origen del crédito original, de U$ 4714 millones: viene del China Development Bank Corporation (CDB), Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) y Bank of China Limited (BOC). En tiempos de Silvina Batakis como ministra de Hacienda, se amplió en U$ 300 millones más.
Este trío bancario no tiene obviamente problemas de chequera. Pero el State Department ve esta obra como un aumento de la influencia china sobre esta parte del planeta, y tiene razón, y no es problema nuestro.
Es una obra necesaria: falta potencia de base en la segunda provincia mayor de toda la Argentina, igual al Reino Unido por superficie (243.000 km2), pero tan primaria y falta de desarrollo industrial que su población entera (333.500 habitantes) cabe en el estadio de River Plate, si se amontonan como en el subte B y ocupan también el pasto. En el Reino Unido, en cambio, hay 67,5 millones de habitantes. Mirando el caso de las islas demasiado famosas, no les demos motivos para seguirse mudando aquí.
¿EEUU tal vez ofreció algún crédito igualmente blando y pagadero en electricidad, como China, para hacer ambas represas? No. Prefirió actuar como el perro del hortelano, al decir castizo: ni come él ni deja comer al amo. Nada hacer creer que cambiará de costumbres. «Old dogs don’t learn new tricks», como dicen en Avellaneda.
Pero éste el el último gran río argentino sin represar, y por muchas causas, es nuestro río más perfecto para represar, libre de todo problema que no sea diplomático. No hay población a desalojar en sus orillas: están enérgicamente deshabitadas en sus 385 km. de recorrido desde el desagüe del inmenso y profundo lago Argentino hasta el Atlántico.
¿Excepciones? Los campos de regadío de Pérez Companc y la ciudad de Comandante Piedrabuena en la barranca de la orilla izquierda, amén de Puerto Santa Cruz (5000 habitantes) en la derecha. A añadir, 500 habitantes más en el puerto de aguas profundas de Punta Quilla, donde empieza el mar. Y se acabó.
Todos esos compatriotas quedan aguas abajo de los lagos. No se inundarán. No hay que desalojar a nadie, más bien lo contrario: hay que poblar, o esa provincia la terminaremos perdiendo. Entre 1877 y 1878 Chile envió barcos de guerra aquí para campear en la zona. Cambió de idea cuando Buenos Aires mandó la flota de mar del Comodoro Py. Dado que no hubo tiros y para no desaprovechar el viaje, don Py fundó Puerto Santa Cruz.
Al año siguiente llegó Piedrabuena y fundó… bueno, Piedrabuena, 17 kilómetros aguas arriba. En 1881 y casi en vísperas de una guerra con Chile, se firmó un tratado de paz a ultimísimo momento, y se demarcaron límites. Pero no pasa año sin reclamos chilenos: Laguna del Desierto, los islotes atlánticos sobre el Beagle, los Hielos Continentales, desde hace dos años un considerable pedazo de Mar Argentino sobre el Estrecho de Drake, y la lista sigue y seguirá.
Por la letra del tratado de 1881, Argentina consideró siempre suyos territorios que luego jamás pobló. Por ocupación unilateral de los mismos por Chile, hubo varias situaciones de pre-guerra durante el siglo XX.
La última grave fue el 22 de diciembre de 1978. Los Airmacchi de la Armada Argentina, con las coheteras Zuni bajo las alas, estaban por salir a misilear la base naval de Punta Arenas, calentando turbinas en cabecera de pista de Ushuaia, cuando llegó contraorden. Que cortaran motor y se bajaran muchachos, Picton, Lennox y Nueva, los islotes sobre el Beagle, iban a fallo papal.
En esta parte de Santa Cruz sobran, desaprovechadas de modo suicida por la Argentina, tres cosas que faltan en casi todo el mundo: espacio, agua dulce y fuentes de potencia.
¿Qué más hace este río un activo a represar? Después del Paraná, el Uruguay y el Negro, es el cuarto río más caudaloso del país. Ambas orillas son argentinas, no hay ningún país vecino con el que negociar la obra, y la electricidad y obras de regadío son todas para nosotros, gran diferencia con Yacyretá y Salto Grande. No atraviesa varias provincias, lo que evita litigios como el que tiene históricamente la Pampa contra Mendoza por haberse quedado ésta con casi todo el caudal del Atuel. No hay sedimento que vaya a entarquinar los embalses o bloquear sus turbinas, porque el lago Argentino es frío, glaciario, profundísimo, casi abiótico, e intercepta limos y arcillas.
El agua fluye por él como por un caño, muy fría, pura y transparente a grado potable, con un majestuoso caudal promedio de 790 metros cúbicos por segundo anuales. La salida al mar, justamente por falta de sedimentos, es un estuario profundo y no un pequeño humedal a proteger como el de los otros (y pocos) ríos patagónicos argentinos.
Regulado su caudal no por uno sino por dos grandes lagos glaciarios (el Viedma, cauce arriba, desagua en el Argentino a través del río La Leona), controlados estos lagos a su vez por el derretimiento lento de los Hielos Continentales Patagónicos, el río Santa Cruz no depende linealmente de las lluvias en su alta cuenca. Y por ende tampoco de los cada vez más frecuentes y agudos ciclos Niño-Niña.
En esta última «superniña» que duró tres años, en 2021 y 2022 el fondo del Paraná se volvió un medanal caminable, como no sucedió jamás en tiempos históricos, y la represa de Yacyretá perdió hasta 2/3 de su producción eléctrica. En la Patagonia Norte, más dependientes de lluvias, los embalses de la cadena de 7 represas sobre las nacientes del Limay-Río Negro estuvieron en mínimos de nivel, y turbinando agua con cuentagotas.
Pero en su remoto ostracismo austral, el río Santa Cruz ni se enteró de la sequía. Siguió como siempre, rápido, transparente y con su profundidad de entre 6 y 15 metros. Es ver esa correntada y entender por qué el Perito Moreno tuvo que arrastrar sus botes desde la orilla y a la sirga para llegar a las nacientes y descubrir el lago Argentino. A remo eso no lo subís, salvo en kayak, y con unos brazos de patovica.
Las dos represas, coinciden los hidrólogos, no afectarán el régimen anual de crecida y estiaje del Santa Cruz, que de suyo es moderado en altibajos. Es el río perfecto, tan predecible como una central nuclear o térmica: puede funcionar a potencia nominal casi todo el año, y por ahora (tocamos madera) parece a salvo del cambio climático.
Contra la opinión de algunos amigos ecologistas, el embalsamiento del Santa Cruz no va a afectar al macá tobiano, bicho lindo y en declinación, si los hay. Pero el tobiano no es pájaro de este río sino de las lagunas de la Estepa Central Santacruceña, bastante lejos y al Norte. Agarren el mapa, chicos: no muerde.
Y si quieren conservar la fauna endémica del río llegaron un siglo tarde. La actual es importada: la invasión de salmónidos «sembrados» en los lagos y ríos patagónicos es una obra de nuestros tatarabuelos, y estos voraces bichos del Pacífico Norte se comieron casi todo puyén, pejerrey, perca, madrecita y todo otro pececito criollo que hubo antes de aquel lejano entonces. Ese cambio es irreversible. Las represas no afectarán a los salmónidos, que son exóticos, ahora acriollados, poco migratorios y bastante indestructibles.
La única especie nativa en peligro debido a las represas es la lamprea, un pez parásito que se prende como una ventosa a los salmónidos (hoy, plato único) y se los va devorando vivos durante años. Cambio lamprea por megavatios, regadío y trabajo industrial cuando quieran. Llame ya.
Este es un río bastante abiótico, como descubrió con asombro extenuado su primer visitante europeo, Charles Darwin. Este jovencito inglés -bueno, los marineros a sus órdenes- lucharon bravamente por remar a contracorriente, buscando un paso al Pacífico. Hasta que el Santa Cruz, no muy lejos del lago (no llegaron a verlo), les dio vuelta el bote en sus muchos remolinos.
El naturalista británico se volvió, estoico y como pudo, hasta la desembocadura, donde lo esperaba el bergantín HMS Beagle. Pero el 22 de abril de 1834, seguramente con la ropa mojada y mucha mala leche, escrachó al río con esta descripción.
«El país seguía siendo igual, y era sumamente. La similitud completa de la producción en toda la Patagonia es una de sus características más llamativas. Las llanuras uniformes de árida gravilla sostienen las mismas plantas enanas y cohibidas, y en los valles crecen los mismos arbustos espinosos. En todas partes vemos las mismas aves e insectos. Incluso las mismas orillas del río y de los arroyos que entran en él, apenas se animan con un tono más brillante de color verde. La maldición de la esterilidad cubre la tierra, y el agua que fluye sobre un lecho de guijarros participa de la misma maldición. Por lo tanto el número de aves acuáticas es muy escaso, porque no hay nada para mantener la vida en la corriente de este río estéril».
Nada cambió en el Santa Cruz desde que Darwin lo bendijo así, salvo la llegada de los salmónidos y la fundación de las ciudades de Comandante Piedrabuena en la orilla izquierda de su curso inferior, y la de Puerto Santa Cruz en su estuario.
Hoy también está Punta Quilla, 17 km. al Sur de Puerto Santa Cruz, donde termina el estuario. «Quilla» es el mejor puerto continental de la Patagonia Argentina, abrigado de ese viento que te saca el gel del pelo y también el pelo. Es apto para buques Panamax y tiene unos insólitos 26 metros de fondo. Fuera de los obvios poteros dizque españoles no es muy activo, dado que en el interior de Santa Cruz no hay población capaz de generar movimiento comercial.
El proyecto de las dos represas nació en 1970, con el gobierno militar de Marcelo Levingston y Aldo Ferrer como ministro de Economía.
Luego no pasó más nada hasta que el país sangró, se privatizó, endeudó, estalló, ardió, llegó un santacruceño adoptivo a presidente y se desempolvaron viejos planos, se hizo la licitación, pintaron los bancos chinos ofreciendo financiación y empezaron los estudios de suelos y primeros movimientos de tierra. En 2015, ahí ya había una obra.
Entre 2016 y 2019 el ministro de Energía, Juan Carlos Aranguren, auditó -es decir paralizó- las dos represas, y se tomó todo el tiempo del mundo para decidir que había que bajarle la potencia instalada total inicial, que era de 1830 MWe a los 1310 MWe. Según Aranguren, para no interferir el desagüe hacia el río del lago Argentino (hidrológicamente, eso no tiene sentido alguno), y para preservación de la fauna nativa (¿cuál?) en su desembocadura. Cuando un cacique petrolero de la Shell se pone ecologista, hasta el santo desconfía.
Hubo más. A las represas el presidente Mauricio Macri las regresó a sus nombres topográficos y originales: Cóndor Cliff y Barrancosa. Fuera de ello, el expresidente se fue con los deberes hechos: las dos obras paradas, aunque sumando nombres. Luego al macrismo lo suplantó la pandemia con todo éxito. Con Fernández las cosas se pusieron nuevamente en marcha, con su peculiar estilo inmóvil. La renegociación con los bancos chinos data recién de agosto de 2022.
La única buena noticia es que incluso con la baja de potencia instalada desde 1800 a 1310 MWedel complejo, se cree que la cosecha eléctrica anual seguirá inalterable. Cuando estén ambas represas, Cepernic usará su embalse, mucho menor, para generar «punta», es decir el consumo eléctrico que en Argentina hace pico desde las 17:00 a las 23:00 horas, la electricidad que se vende más cara.
El resto del día, dejará que el embalse Kirchner, un monstruito de 250 km2 represado por una pared de 2 km. de largo y 73 metros de altura en el coronamiento, vaya rellenando el nivel perdido. En la casa de máquinas de esa pared habrá 5 turbinas Francis, más eficientes en grandes desniveles, con 950 MWe instalados.
El embalse Kirchner generará «base», es decir la provisión 24x7x365 que pide un país con consumo eléctrico ciudadano e industrial. La potencia de base se vende más barata, es la que más falta en el país.
Se se creía bien anclada por Yacyretá, Salto Grande, las 7 represas del Comahue, las del Atuel y un centenar y medio más de obras menores que dan un 33% del consumo eléctrico nacional. Y supusimos que lo harían siempre, hasta que entendimos que todas ellas fueron construídas en base a las estadísticas climáticas de los primeras 7 décadas del siglo XX, pero ahora las lluvias se volvieron una montaña rusa, y hay más sequías y son más frecuentes, más duraderas y peores.
Funcionando en tándem, la Kirchner dando base y la Cepernic dando punta, la cosecha energética anual estará en 5000 gigavatios/año, equivalentes a los de la Central Nuclear de Embalse, de 656 MWe, e igualmente firmes. Y Embalse ilumina a 3 de cada 4 cordobeses, en una provincia muy industrial.
Represas Patagonia es la unión transitoria de empresas (UTE) conformada por las empresas China Gezhouba Group Corporation, Eling Energía S.A. e Hidrocuyo, que tiene a su cargo la construcción de las dos represas hidroeléctricas, una cerca de El Calafate y la segunda a la altura de Comandante Luis Piedra Buena.
El avance de las obras permite en la actualidad la realización de tareas de hormigonado en zona de vertedero y casa de máquinas, a su vez también tareas de construcción de terraplén de cierre de presa en margen izquierda y margen derecha, en el caso de la represa Jorge Cepernic.
Sumando gente en la obra y subcontratistas, inspección y supervisión, hay unos 3000 trabajadores relacionados de forma directa al proyecto. Y estos generan otros 5.000 puestos indirectos de servicios y materiales de obra.
Habrá un hito fundamental durante 2024 con el desvío de río, lo que permitirá iniciar el llenado del lago de la represa Cepernic, en tanto para lo que resta de este 2023 se continuará con los trabajos de movimientos de suelo y de hormigonado masivo según las etapas simultáneas.
En cuanto al financiamiento de la obra, en junio, en el marco de la visita a China del ministro de Economía, Sergio Massa, junto con la secretaria de Energía, Flavia Royon, y el presidente de Energía Argentina, Agustín Gerez, se acordó la continuidad de lo desembolsos por una inversión total de US$ 5.000 millones.
Para entonces se trabajó en la nueva adenda de los acuerdos bilaterales para que se pudiera concretar un desembolso de US$ 524 millones antes del 15 de junio y otro importe similar para lo que resta del año. En diciembre, el mismo consorcio transfirió a la Argentina US$ 288 millones para restituir fondos del Tesoro por los avances de obras durante 2021 y 2022.
Y en enero de este año concretó otro desembolso por US$ 212, que se vienen utilizando para los pagos actuales del componente nacional de la obra
La empresa china Gezhouba Group está al frente del consorcio que también integra la nacional Eling -ex Electroingeniería- con el financiamiento del conjunto de bancos integrado por China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited (ICBC) y Bank of China Limited.
El crédito se repaga con la generación de energía que producirán las centrales, es decir que el Contrato de Venta de Energía es el que reúne los fondos para afrontar el Crédito.
Es una generación anual importante en una provincia despoblada. ¿Venderle la electricidad a quién? El enlace con el Sistema Argentino de Interconexión es la línea de alta tensión (500 kilovoltios) que se tiró hacia la Patagonia Sur en tiempo de De Vido, y llegar hasta Patagonia Norte, que está unida más sólidamente con la Región Centro, la de mayor consumo eléctrico.
Como parece inevitable en la geografía hidroeléctrica argentina, los sitios de producción y los de consumo nunca distan menos de 1000 km., parte de la potencia generada se pierde como calor debido a la resistencia de los cables de aluminio, y estos son vulnerables a tornados e incendios, especialmente en verano.
Queda en los gobiernos nacional y santacruceño crear proyectos industriales electrointensivos (acero, aluminio, vidrio, cobre, cemento) que radique población permanente y genere educación y empleo registrado y de calidad. Si son industrias de exportación, tendrán el probablemente mejor puerto del país para sacar su producción al mundo por AMBOS océanos. Espero verlo.
Una vez concluido el periodo de amortización estimado en un plazo de diez años, quedarán para el Estado Nacional dos instalaciones que ahorrarán millones de dólares/año por sustitución de máquinas térmicas, y ni te cuento de importaciones de gas y de combustibles líquidos. También espero verlo.
La pelota la tiene el próximo gobierno.
Más de 8.000 toneladas de alimentos de origen vegetal y residuos orgánicos, provenientes del Mercado Central de Buenos Aires, fueron recuperados entre agosto de 2020 y septiembre de 2023 gracias al Programa de Reducción de Pérdidas y Desperdicios y Valorización de Residuos (PRP) impulsado por esa institución en articulación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Se trata, en detalle, de 3.617 toneladas de alimentos aptos para consumo humano y con valor nutritivo, que fueron donados a comedores populares y organizaciones sociales, y 4.440 toneladas de residuos de frutas y hortalizas, que fueron destinados a alimentación animal o a compostaje, que también es donado para ser reincorporado al sistema productivo, en cultivos agroecológicos. De otro modo, ese material hubiera terminado convertido en relleno sanitario.
“En un primer momento, el programa se implementó en una nave, luego en dos y, actualmente, se está trabajando en 8 de las 18 naves que forman parte del área transaccional”, recuerda Fabián Rainoldi, jefe de Departamento del PRP en el Mercado Central, y explica que el programa tiene tres objetivos. Uno de ellos es la recuperación alimentos aptos para consumo humano; otro, la valorización de los residuos orgánicos para la generación del compost o alimentación de animales. El tercero es la asistencia técnica a operadores y a productores, con el fin de reducir pérdidas en la cadena de producción, comercialización y consumo. Además, este programa atiende tres dimensiones: una social, otra ambiental y una tercera, normativa.
A través de este programa, se lograron recuperar alrededor de 6.000 kilos diarios de alimentos frescos para consumo humano, con los cuales se pudo alimentar a entre 38.000 y 40.000 personas por semana. Asimismo, se lograron reducir las pérdidas de alimentos y desperdicios en las naves participantes en casi un 50%. La iniciativa generó empleo para una veintena de trabajadoras y trabajadores que estaban en situación de calle o de volquete, es decir, que ya buscaban frutas y hortalizas entre los desperdicios, no solo para consumo propio sino también para comercilizarlas, y también a personas en recuperación de adicciones, de un hogar que funciona dentro del predio del Mercado Central.
A través de este programa, se lograron recuperar alrededor de 6.000 kilos diarios de alimentos frescos para consumo humano, con los cuales se pudo alimentar a entre 38.000 y 40.000 personas por semana.
“Cuando comenzó esta gestión había 70 comedores. En la época de pandemia, alimentamos a casi 900, y hoy estamos en un promedio de 550”, detalla Rainoldi, y aclara que la selección de las organizaciones destinatarias de los productos recuperados está a cargo de la Unidad de Acción Comunitaria, del Área de Alimentación Sana, Segura y Soberana del Mercado, adonde las organización interesadas pueden registrarse desde la web para poder ser tenidas en cuenta.
“Se establece un día para que pasen a buscar la mercadería”, explica el especialista, y adelanta que el objetivo a futuro de este programa es ampliar la cantidad de naves del área transaccional que forman parte del mismo y seguir aumentando el porcentaje de reducción de pérdidas. “Para las 8 naves en las que estamos trabajando, el porcentaje de recuperación y reducción de pérdidas es de un 47%. Queremos aumentar ese porcentaje y que vaya la menor cantidad de desperdicios posibles al CEAMSE o a un relleno sanitario”, dice Rainoldi.
Se estima que en la Argentina se desperdicia un 30% de frutas y un 40% de hortalizas por año. A nivel mundial, esta cifra alcanza al 13% de los alimentos producidos, que se pierden entre la cosecha y la venta minorista, mientras que el 17% de la producción total de alimentos se desperdicia en los hogares, la restauración y el comercio minorista. Estas pérdidas también implican el desperdicio de todos los recursos naturales que se utilizaron para su producción, como agua, tierra y energía. Además, generan emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), por lo que impactan en el cambio climático e intensifican la degradación ambiental.
Los productos elegidos son derivados a un galpón adonde hay una cámara frigorífica, y al día siguiente son entregados a las organizaciones beneficiarias.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés), la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos es una alternativa sustentable para disminuir los costos de producción y aumentar la eficiencia del sistema alimentario, mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición y contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente, lo que además ayudará a cumplir varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Para la FAO, este es un programa inédito, muy sólido y consistente, porque hablamos de inclusión laboral de trabajadores que estaban en vulnerabilidad social y que ahora tienen la posibilidad de tener un trabajo formal”, dice Rainoldi. También es un proyecto que apunta a la igualdad de género, ya que hay mujeres que trabajan en este programa y que cumplen roles de coordinación. Otro punto a tener en cuenta es la cuestión normativa vinculada a este proyecto, que se encuadra dentro del Código Alimentario Argentino, la Ley Donal, las resoluciones de SENASA y el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Para ejecutar esta iniciativa, se diseñaron procedimientos internos para la recuperación de alimentos y la producción de compostaje. Además, el equipo de separadoras y separadores es capacitado permanentemente, con cursos que dictan desde el Área de Calidad y Transparencia en manipulación de alimentos del Mercado. Así, el material es separado siguiendo distintos criterios, como características organolépticas referidas al color, la forma, la textura, el sabor, el olor y el tamaño. También se tienen en cuenta posibles problemas que pueda haber durante el almacenamiento, transporte y embalaje de los productos.
“Primero, los operadores del programa reciben las mercaderías que salen del circuito comercial, a través de una donación que les reporta beneficios a quienes adhieren al programa. Luego, la separación pasa por dos etapas, una en el propio volquete, a la salida del galpón, adonde el puestero entrega su mercadería y los operarios hacen un primer repaso del material”, detalla Rainoldi y agrega que luego, lo seleccionado pasa por una segunda selección. Por último, los productos elegidos son derivados a un galpón adonde hay una cámara frigorífica, y al día siguiente son entregados a las organizaciones beneficiarias.
“Es un doble repaso, muy importante para garantizar la calidad de los productos que se distribuyen. Así, es casi imposible que puedan entregar alimentos que no estén en condiciones de ser consumidos”, subraya el investigador del INTA Pedro Rizzo, especializado en el tratamiento de residuos orgánicos y efluentes, y aclara que la participación de esa institución, junto con el acompañamiento del INTI, fue principalmente vinculada al tratamiento de la materia orgánica destinada al compostaje.
Volcado de residuos orgánicos en el patio de compostaje del Mercado Central.
“El primer paso que propusimos con el INTI fue cuantificar el volumen de los residuos; es decir, cuánto se genera por día en un galpón, y empezar concientizar a los puesteros para que ya no mezclen los materiales, puesto que iba a haber otra metodología de disposición”, recuerda Rizzo y agrega que, en paralelo, comenzaron a hacer un muestreo sobre el material orgánico que se desechaba, para analizar la composición de los restos de distinto origen, como zanahorias, lechugas, tomates o lo que fuera, según la época del año.
“Eso nos permite conocer la calidad de la materia prima que se va a compostar, si tiene deficiencias de carbono o de nitrógeno”, ejemplifica Rizzo, y detalla que, en este caso en particular, como estos residuos contienen un alto contenido de humedad, era necesario que la pila de compostaje estuviera bien aireada para mantener la porosidad dentro de la pila. Por eso, los especialistas de INTA aconsejaron añadirle chips de poda, que el Mercado Central consiguió a través de la Municipalidad de Avellaneda, adonde con la poda del arbolado urbano forman fragmentos de madera de 10 a 15 centímetros.
“Ese material es muy buen estructurante y permite generar porosidad en la pila, evitando que se apelmace a medida que se va a degradando, lo que impide que el oxígeno se difunda óptimamente y genere olor a putrefacción”, explica Rizzo, y agrega que, a partir de esos resultados, empezaron a hacer recomendaciones a nivel predial, ya que el mercado cuenta con alrededor de dos hectáreas entoscadas para hacer el compostaje, sin que se contamine la napa de agua. “Empezamos a hacer pruebas ahí, y ahora estamos redactando un informe técnico en el que detallamos que las características de ese compost son de calidad de clase A, en lo que es la normativa de compost a nivel nacional, que es la mejor calidad que se puede obtener”, destaca Rizzo, y agrega que lo más desafiante de este proyecto fue el volumen a administrar.
“Estuvo muy bien acompañado por una decisión política del mercado, lo que permitió que los puesteros, acostumbrados durante muchos años a depositar sus residuos en un mismo volquete, lograran hacer esta diferenciación y se apropiaran de la propuesta”, advierte Rizzo, y considera que este es un caso “muy particular, que es necesario mostrar, porque si esto es posible a la escala del Mercado Central, que es uno de los más grandes de América Latina, replicarlo en mercados más pequeños posiblemente sea más fácil”.
Por su parte, Rainoldi agrega que, a partir de mayo del año pasado, también empezaron a recuperar materia inorgánica, como cajones de madera, pallets, cartones y zunchos de plástico, a los que se les puede dar otro uso. Por ejemplo, con los pallets ya están haciendo composteras, que luego son donadas para que sean utilizadas como composteras barriales, comunitarias o escolares. En el caso de la madera, específicamente, desde mayo del 2022 hasta septiembre de este año lograron recuperar 57.305 kilos.
“Estos años a cargo del programa me permitieron conocer más a fondo este lugar, que no es solamente un ente comercializador”, destaca Rainoldi. Y concluye: “Son 540 hectáreas en la cual conviven realidades muy diversas. Tener una visión integral del Mercado Central con su función social, ambiental y normativa, más allá de la comercialización, para mí es un desafío constante”.
Honda Motor de Argentina e YPF Luz están dando un paso significativo hacia la sostenibilidad y la reducción de las huellas de carbono, al utilizar 100% energía renovable en las operaciones que tiene la compañía de movilidad en la planta de Campana.
“Estamos felices con la implementación de esta nueva etapa de la alianza con YPF, que además se da en el marco de la celebración de nuestros 45 años de presencia en el país. Para nosotros es un orgullo fabricar motos argentinas con energía renovable, de la mano de la principal empresa energética del país con 100 años de historia”, aseguró Takashi Fujisaki, presidente de Honda Motor de Argentina.
La colaboración entre Honda e YPF comenzó a principios de 2022 con el objetivo de desarrollar soluciones de valor para la industria. En una primera etapa YPF Luz construyó el tendido para la provisión de energía renovable para el tramo que va desde el parque solar Zonda en San Juan hasta la planta de Honda en la provincia de Buenos Aires.
Esto permitió que para junio de junio de 2023, la compañía japonesa se transformara en la única fábrica de motos del país en utilizar energía sustentable en todos sus procesos de producción.
“Nos enorgullece acompañar a Honda Motor en su proceso de transición energética, abasteciendo su planta de Campana con energía limpia proveniente de Argentina. Gracias a este logro, Honda opera con energía rentable y eficiente, que reduce el impacto de su huella de carbono. Desde YPF Luz estamos felices de contribuir para que la industria sea cada vez más competitiva energéticamente”, afirmó Martín Mandarano, CEO de YPF Luz.
Este paso hacia la sostenibilidad está en línea con los objetivos de Honda a nivel global de lograr la neutralidad de carbono para 2050. Además de la provisión de energía sostenible, la compañía de movilidad japonesa está implementando medidas para optimizar el uso del agua, aumentar el reciclaje y mejorar el tratamiento de los residuos generados en la planta.
YPF registró un nuevo récord de perforación en Vaca Muerta al realizar un pozo de casi 6 mil metros de longitud en apenas dos semanas, producto de la carrera por mejorar la eficiencia en las operaciones, una de las grandes claves del negocio del shale..Se trata del pozo ADCH-1188 (h), que alcanzó los 5.935 perforados (3.018 metros de rama horizontal) en sólo 14,4 días: está ubicado en el yacimiento Aguada del Chañar, uno de los principales campos productores de petróleo no convencional de la cuenca, y fue realizado por el equipo Nabors F35..La marca máxima de velocidad de perforación está vinculado a la obsesión por alcanzar “la excelencia operacional” para bajar los costos de desarrollo para ganar competitividad, según definió el CEO de la compañía Pablo Iuliano durante su exposición en la AOG 2023, en Buenos Aires. “Así, el año pasado, en nuestro mejor bloque, alcanzamos una marca de casi 7 dólares por barril equivalente de petróleo”, explicó el líder de la empresa..
YPF registró en el segundo semestre del 2023 un promedio de perforación de 260 metros por día, lo que significa una mejora del 3,1% con respecto al trimestre anterior, y un 4,6% en relación a mismo periodo de 2022. A su vez, se trata de un 43% más que hace dos años atrás, cuando se logró un promedio de 185 metros diarios.
En julio de este año, el desempeño de la petrolera nacional en el segmento de construcción de pozos sostuvo una mejoría aún mayor, con un récord de 295 metros perforados por día y más de 235 etapas de fracturas mensuales. Los hitos más trascendentes en materia de velocidad de perforación se logró en un pozo de “diseño delgado” en el bloque Aguada del Chañar, donde logró 400 metros por día; y en un pozo “fat-design” en Loma Campana, que llegó a 365 metros por día, para una longitud lateral de más de 4.000 metros.
Bajar el costo de desarrollo
La mejora de las métricas está relacionada con el concepto de eficiencia de la “máquina crítica”, según se denominan a las plataformas de perforación y los sets de fractura. Es decir, que los equipos ganan más productividad en la medida en que estén perforando o fracturando cada vez más metros, y por ende van a contribuir a reducir los costos de desarrollo. “Los procesos y la tecnología determinan la mejora continua, es lo que necesitamos y lo que hicimos en Vaca Muerta y lo que hace el shale a nivel mundial”, explicó el CEO de YPF.
“La tecnología que usamos es la misma que la que se utiliza en Permian. El tema es que esa tecnología no está diseñada para Vaca Muerta sino para Permian, donde la roca es distinta, como las herramientas de perforación, por ejemplo. Necesitamos desarrollar tecnología para diseñar esas herramientas y tener los estándares de perforación del shale americano, y ahí vamos a ser mucho más competitivos”, destacó Iuliano.
Además, agregó: “En términos de procesos, hay que asegurar que la interfaz hombre-máquina sea eficiente, basándose en el desarrollo de los factores humanos. También es clave profundizar los modelos industriales o factoría”.
En el segundo trimestre de 2023, el costo promedio de desarrollo dentro de las operaciones del hub core de Vaca Muerta fue de 9,8 dólares por barril equivalente de petróleo.
El gobierno nacional puso en marcha este martes el operativo para repatriar a los 1.246 argentinos que hasta ahora solicitaron ser rescatados de Tel Aviv a raíz del ataque a gran escala lanzado por Hamas contra la población civil de Israel.
Un avión Hércules de la Fuerza Aérea Argentina despegó ayer el mediodía desde El Palomar con el objetivo de rescatar al primer contingente de ciudadanos argentinos en Israel a través de un puente aéreo con Roma. Una vez allí, se continuará con el traslado de los civiles mediante una aeronave de Aerolíneas Argentinas.
El canciller Santiago Cafiero y el ministro de Defensa, Jorge Taiana, se reunieron a media mañana este martes para dar detalles del operativo conjunto con las Fuerza Aérea, bautizado como «Regreso Seguro».
«Vamos con una aeronave militar porque entramos a un aeropuerto que está en zona de guerra; desde el jueves 12 comenzaríamos con los puentes aéreos entre Israel y Roma, donde primero se les dará acogida temporaria y luego se los traerá desde Fiumicino en vuelos de Aerolíneas Argentinas», explicó el general de Brigada, Jorge Berredo, en declaraciones a Radio Mitre.
Según informaron autoridades nacionales, el plan constará en principio de tres puentes aéreos por día que permitirán evacuar a unas 200 personas, por lo que entre jueves y sábado se podría alcanzar la meta de las 625 personas evacuadas. También se sumarán más vuelos en caso de ser necesario.
El plan de vuelo incluye escalas previas en Brasil, Cabo Verde y en Chipre, donde descansaría la tripulación antes de llegar a Tel Aviv. La travesía demoraría unas 16 horas.
«El embarque en Israel estará a cargo de la Agregaduría de Defensa de la Embajada Argentina en dicho país junto a la respectiva Embajada. La Agregaduría de Defensa en Italia, junto a nuestra sede diplomática, operará una zona de acogida intermedia para, desde la península itálica y por vuelos comerciales de Aerolíneas Argentinas, completar el traslado a nuestro país», detallaron desde la Fuerza Aérea en un comunicado que publicaron en su cuenta oficial de X.
En este contexto de guerra, hasta el momento eran siete los argentinos muertos y 15 los reportados como desaparecidos. En todos los casos se trata de habitantes de kibutz ubicados en el sur del país, en zonas aledañas a la Franja de Gaza.
En el marco del Programa Federal “Construir Ciencia” el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación financiará la construcción del “Centro de Innovación en Bioeconomía y Energías Renovables” en la Ciudad Estación Juárez Celman en el predio Campus Norte perteneciente a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Significa una inversión de $1.000.- millones de pesos. El Ministro de Ciencia, Daniel Filmus, y el Rector de la UNC, Jhon Boretto, firmaron el convenio.
Filmus destacó la importancia de poder “desarrollar capacidades propias en materia de energías renovables para resolver desafíos que el mundo se plantea». “Es muy importante generar un plan de conciencia ciudadana respecto de la importancia de la transición energética para que sea sustentable para el planeta pero que, a su vez, no obstaculice el desarrollo productivo del país. Es a través de la ciencia y la tecnología como política de Estado junto con las universidades, nuestras investigadoras e investigadores y la articulación público-privada que podremos transformar nuestro modelo productivo agregándole valor a nuestros productos, diversificando nuestras exportaciones, generando empleo de calidad, ofreciéndoles más oportunidades a nuestros jóvenes y mejorando las condiciones de vida de nuestra gente”.
Por su parte, Boretto señaló: “La posibilidad de concretar la construcción de este centro es muy importante por eso agradecemos el apoyo del Ministerio de Ciencia. Este proyecto nos permitirá trabajar en temas estratégicos como la bioeconomía y las energías renovables que requieren de un trabajo interdisciplinario y de todo el capital científico y tecnológico con el que cuenta la universidad. Pensamos desarrollarlo a través de un esquema de gobernanza compartida entre el sector público -el gobierno provincial-, el sector privado y el mundo científico académico lo que nos va a permitir generar espacios de desarrollo y experimentación de proyectos en estas temáticas en el marco de las problemáticas ambientales que afrontamos en la actualidad”.
El nuevo centro tendrá una infraestructura e instalaciones de vanguardia de 1.009m2, destinada a que empresas y emprendedores puedan alojar sus actividades de investigación científica y tecnológica, desarrollo, innovación y escalado piloto de sus proyectos socioproductivos, para lo que contará con un Banco de Cepas, Laboratorios de Simulación Digital y Laboratorios de Bioseguridad Nivel 3. Así, se fortalecerán las industrias agropecuaria, de alimentos, farmacéutica, de la salud y ambiental.
Sobre el Programa Federal “Construir Ciencia”
El Programa Federal “Construir Ciencia” tiene por objetivo contribuir al fortalecimiento de las capacidades de investigación científica, desarrollo e innovación tecnológica de las instituciones del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), a través de la creación o adecuación de sus infraestructuras, considerando una perspectiva federal para incrementar las capacidades y reducir asimetrías existentes entre jurisdicciones y regiones del país. Desde 2022 la suma de $ 144.300.000.000.- pesos en 93 obras de infraestructura en todo el país.
Estuvieron presentes el Subsecretario de Coordinación Institucional, Pablo Nuñez, y el Ministro de Ciencia y Tecnología de Córdoba, Pablo De Chiara.
Los infartos son la principal causa de muerte en la Argentina, con 100.000 casos por año, y también son la principal causa de pérdida de años de vida productivos o de buena salud debido a la discapacidad que generan las enfermedades cardiovasculares.
En el mundo, los infartos representan el 31% de las muertes, aunque año a año baja la incidencia relacionada al envejecimiento de la población y por la mejora en los tratamientos.
Al igual que en otras áreas de la salud, el rápido desarrollo de la inteligencia artificial encuentra aplicaciones en diversos campos, en este caso como asistencia a quienes deben realizar diagnósticos. El proyecto “Inteligencia artificial para prevenir enfermedades cardiovasculares”, una iniciativa conjunta entre la empresa Eira Healthcare e investigadores del Instituto de Investigación de Ciencias de la Salud (INICSA) de la Universidad Nacional de Córdoba y el CONICET, está desarrollando un técnica de inteligencia artificial para detectar riesgo cardiovascular en diagnóstico por imágenes.
A partir del trabajo en conjunto se desarrolló un software que asiste a los médicos en la detección de arterioesclerosis cardiovascular en el análisis de las ecografías de carótida y cruzando información con otras variables de la consulta.
“Se le están haciendo estudios a pacientes que tienen determinadas características de historia clínica y el médico le va marcando cosas al sistema para que el algoritmo pueda reconocer esas imágenes”, dice Romero.
La artereoescleroris es una afección en la que una placa formada por grasa, colesterol y calcio, entre otras sustancias, se acumula en las paredes de las arterias y con el tiempo se endurece, con lo que reduce el flujo de sangre por los vasos pudiendo generar infartos. Por eos, determiar el área total que ocupa la placa es vital para prevenir posibles problemas de salud. El software busca evitar uno de los limitantes más importantes de la técnica de diagnóstico, que es la variabilidad de los resultados obtenidos a partir de las imágenes, que dependen del técnico operador del ecógrafo, y así ayudar en la detección temprana y en el monitoreo de factores de riesgo.
El proyecto cuenta con financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la gestión de la Fundación Sadosky, institución pública privada que favorece la articulación entre el sistema científico-tecnológico. La iniciativa es una de las 16 propuestas seleccionadas en la edición 2022 de la convocatoria Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software, en la que se busca generar un nexo entre investigadores y empresas para desarrollar productos tecnológicos.
El software busca evitar uno de los limitantes más importantes de la técnica de diagnóstico, que es la variabilidad de los resultados obtenidos a partir de las imágenes, que dependen del técnico operador del ecógrafo, y así ayudar en la detección temprana y en el monitoreo de factores de riesgo.
El desarrollo ya está en su etapa final de entrenamiento del algoritmo y pronto presentará resultados preliminares. Gilda Romero es la responsable del proyecto por parte de la Fundación Sadosky y dijo: “Se le están haciendo estudios a pacientes que tienen determinadas características de historia clínica y el médico le va marcando cosas al sistema para que el algoritmo pueda reconocer esas imágenes. Esto permitirá tener una identificación más certera del riesgo que dependa menos de la experiencia de quien maneja el ecógrafo”.
El proyecto tuvo una primera etapa en la que se desarrolló el software, una segunda etapa en la que se cargaron imágenes para entrenar al modelo en las diversas formas en que se toman imágenes por parte de diferentes operadores de ecógrafo, y una tercera en la que se cargan en forma masiva las imágenes para que la inteligencia artificial pueda determinar el riesgo cardiovascular. Se trata de una técnica novedosa y se espera que facilite el diagnóstico de estas afecciones.
“En la convocatoria 2022 se presentaron muchos proyectos vinculados a la salud, lo cual es muy interesante porque la inteligencia artificial es una tecnología disruptiva en el área y permite hacer más eficiente todo el proceso y ser más certeros en el diagnóstico y predecir enfermedades”, explicó Romero. La Fundación Sadosky ya lanzó una nueva edición de la convocatoria Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software 2023, que entre sus particularidades están el énfasis puesto en la distribución federal y también en que se genera una gran cantidad de trabajo remoto en la mayoría de los proyectos. Los proyectos se pueden ver en solucionesinnovadoras.fundacionsadosky.org.ar/proyectos-seleccionados-en-2023/
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Daniel Filmus se reunió con su par de Brasil, Luciana Santos, para firmar convenios de cooperación para el desarrollo de un reactor nuclear de investigación en Brasil con tecnología argentina y fortalecer el desarrollo regional de la biotecnología en la producción de alimentos.
En el marco de su visita oficial a la Argentina, Santos fue acompañada por Filmus en una agenda marcada por las firmas de convenios en materia nuclear entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN) de Brasil; y en materia de Investigación y Desarrollo, entre la cartera científica argentina, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) y la Financiadora de Estudios y Proyectos (FINEP) de Brasil.
Santos indicó que «Argentina es reconocida internacionalmente en el desarrollo de proyectos de producción de radioisótopos y queremos contar con esa experiencia en la construcción de nuestro Reactor Multipropósito Brasilero». «Me da mucha alegría que estemos transformando en acciones concretas estos proyectos iniciados este año», expresó y mencionó algunas áreas prioritarias definidas dentro de la cooperación bilateral como la nuclear, en el caso del RA-10 y RMB, y la espacial, con el satélite SABIA-Mar.
Por su parte, Filmus celebró la integración con Brasil, y mencionó las áreas prioritarias donde trabajan los dos países, que en algunos casos fueron interrumpidos en el gobierno anterior, «en el área satelital se ha recuperado el proyecto colaborativo SABIA-Mar, y también, el proyecto Llama».
El ministro además mencionó, en el marco de la cooperación, al Centro Latinoamericano de Biotecnología (Cabbio); y la reciente noticia de que Argentina y Brasil fueron seleccionados por la Organización Panamericana de Salud (OPS) para realizar vacunas de ARN mensajero. «A futuro queremos iniciar un satélite meteorológico latinoamericano junto con Brasil y acompañamiento de más países de la región», destacó.
En tabto, la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, expresó: «Con Brasil nos une desde hace mucho tiempo la autoridad la ABACC, la Agencia Brasileña Argentina de Contabilidad y Control de materiales nucleares. Esa Asociación, Brasil, Argentina y la OIEA tienen un acuerdo cuatripartito por el cual se hacen los controles mutuos de salvaguardias. Con ese control mutuo ambos países muestran su compromiso con los usos pacíficos de la energía nuclear y sus aplicaciones».
En ese sentido, Serquis señaló que ambos países «han desarrollado mucha tecnología en el ámbito nuclear de manera bastante complementaria. Tenemos un acuerdo entre los dos países desde hace años en el cual establecimos como proyectos similares el RA-10, el reactor multipropósito nuestro, y el RMB por parte de Brasil, en el cual se había acordado la cooperación en materia en estos reactores de investigación».
En medio de la polémica por la suba del gasto durante la campaña electoral, el Gobierno puede mostrar como un logro haber reducido en un 17,5% los subsidios a la energía en lo que va de 2023.
Esto obedeció, según un informe elaborado por Economía & Energía, a “la disminución de los precios internacionales, la mejora hídrica, el proceso de segmentación tarifaria y, en menor medida, la ampliación de la capacidad de evacuación de gas natural desde la Cuenca Neuquina”.
No obstante, las transferencias orientadas al sector siguen teniendo un impacto significativo en las arcas nacionales. De hecho, expresan una leve suba en comparación con los fondos erogados durante los primeros nueve meses de 2021.
En términos monetarios, el reporte indicó que entre enero y septiembre de este año los subsidios llegaron a 8.282 millones de dólares; o sea, US$ 1.759 millones menos que los US$ 10.041 millones desembolsados en los primeros nueve meses de 2022, pero US$ 155 millones más que los US$ 8.127 millones verificados en el mismo lapso de 2021.
El recorte con respecto a la temporada pasada tuvo como epicentro a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). En ese sentido, el trabajo resaltó que “la reducción del costo monómico de generación y el aumento del precio abonado por la demanda (precio estacional), permitieron una baja de los subsidios desde los US$ 65 por megawatt/hora (Mwh) en los primeros ocho meses de 2022 a US$ 47 por Mwh en idéntico período del presente año”.
En concreto, los fondos volcados a Cammesa disminuyeron desde los US$ 6.909 millones acumulados entre enero de septiembre de 2022 hasta los US$ 4.668 millones en el mismo lapso de 2023.
Los subsidios destinados a la estatal Enarsa, en cambio, se incrementaron en la comparación interanual. Esto sucedió, de acuerdo con Economía & Energía, “a pesar de la contracción que experimentaron los precios internacionales”.
Recorte y segmentación
Los subsidios a la energía se convirtieron en una mención recurrente dentro de los discursos políticos de los máximos aspirantes a ocupar la Presidencia de la Nación. En la recta final de su campaña, el ministro de Economía y candidato por Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, presentó el proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2024, con el que se prevé alcanzar el equilibrio fiscal a partir de una mayor recaudación y de una fuerte reducción de los subsidios al segmento.
Atada a los compromisos sellados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la propuesta de Massa para el año que viene apunta a destinar un 7,1% del gasto público al abastecimiento de energía, la inversión y el mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y mineros.
La idea es que un 62,63% de los costos mayoristas del sistema eléctrico sea cubierto por los usuarios en el marco de la segmentación tarifaria. Vale aclarar que para 2023 estaba previsto que el gasto estatal oscilara en torno a un 9,8% del presupuesto y que los usuarios cubrieran un 49% del total.
Similar sería la evolución de la política de subsidios en el caso del gas natural. Entre otras medidas, en dicho ámbito se procurará incentivar las inversiones en exploración y explotación de nuevos yacimientos, además de ampliar la cantidad de usuarios beneficiados por el Programa Hogares con Garrafa (HOGAR).
Planes opositores
La política tarifaria que plantean los principales asesores energéticos de Patricia Bullrich se basa en la implementación de aumentos “reales, mensuales y poco graduales”, respetando la segmentación por nivel de ingresos y la aplicación de una tarifa social federal.
En materia gasífera, específicamente, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC) anticipó que respetará los compromisos firmados bajo el Plan Gas.Ar, aunque promoviendo una paulatina liberación a partir de 2028, con tendencia al precio export parity, y sin descartar una eventual renegociación contractual con las distribuidoras. Con respecto a los combustibles, la intención de Bullrich sería acoplar sin demasiado gradualismo su valor local al del mercado regional e internacional.
Más extrema aún es la visión de Javier Milei, quien impulsa una fuerte reducción de los subsidios energéticos en todos los estratos sociales, proyectando un abrupto aumento de las tarifas. Según el candidato de La Libertad Avanza (LLA), su gobierno sólo subsidiaría de manera directa a los usuarios más vulnerables, estipulando un límite de consumo.
El ganador de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) también expresó que cumplirá con los acuerdos del Plan Gas.Ar. No obstante, proyectó el restablecimiento del mercado a término, además de impulsar una migración de los contratos con Cammesa y Enarsa hacia los consumidores del gas.
Finalmente, Milei adelantó que de resultar electo abolirá los derechos de exportación y los aranceles de importación para el petróleo y los combustibles. Así, las naftas y el gasoil en el mercado interno igualarían bruscamente la cotización export parity.
La empresa automotriz Stellantis y Argentina Litio y Energía S.A. (ALE), una subsidiaria de Argentina Lithium & Energy Corp., anunciaron una inversión de 90 millones de dólares de Stellantis para avanzar en los cuatro proyectos de exploración de la empresa en Argentina. De esta manera Stellantis adquiere una participación del 19,9% en ALE.
El acuerdo de siete años prevé que la entrega de producción comience en el año 2028.
«Esta adquisición representa un paso importante para Stellantis en nuestra estrategia de movilidad sostenible y de la importancia de América del Sur en el plan global de la compañía. El litio es un componente esencial en la fabricación de baterías, y asegurar un suministro estable y sostenible es fundamental para nuestro éxito en esta área a nivel global», afirmó Antonio Filosa, Presidente de Stellantis América del Sur.
«Estamos encantados de tener a Stellantis como socio en el futuro desarrollo de nuestros proyectos de litio en Argentina», dijo el presidente y director ejecutivo de Argentina Lithium & Energy Corp., Nikolaos Cacos. “Juntos compartimos la visión de construir una operación minera de litio que brinde a las comunidades y provincias involucradas un futuro prometedor. Esperamos una relación sólida y exitosa con Stellantis y estamos comprometidos a ofrecer un producto de litio sostenible que contribuya a la electrificación de la movilidad y la protección de nuestra atmósfera”.
Como parte del plan estratégico Dare Forward 2030, Stellantis anunció planes para alcanzar un mix de 100% de ventas de BEV (vehículos 100% eléctricos) en Europa y un mix de 50% de ventas de BEV y camiones ligeros en los Estados Unidos para el año 2030. Para lograr estos objetivos de ventas, la Compañía está asegurando aproximadamente 400 GWh de capacidad de baterías, incluido el respaldo de seis plantas de fabricación de baterías en América del Norte y Europa.
Las autoridades del Ejército Argentino y de la Municipalidad de Tolhuin concretaron esta semana la firma del acuerdo para la cesión de terrenos donde comenzará a instalarse la Guarnición Militar Conjunta Tierra del Fuego. Se trata de una unidad militar que se trasladará a la ciudad con el objetivo de reforzar presencia de las Fuerzas Armadas en la provincia del sur del país.
El documento aprueba la entrega de un predio de 3.211 metros cuadrados, además de la cabecera del Lago Fagnano, ubicado en la isla Grande, localizada en el extremo austral del continente. Allí se completará la construcción de las instalaciones que permitirá alojar un primer contingente de soldados, el cual materializará el despliegue paulatino y permanente de personal del Ejército en dicha localidad.
Según detallaron, el control de dicho establecimiento y el accionar del personal en la zona estará a cargo del “Escalón Adelantado Río Grande”, la agrupación compuesta por un grupo de oficiales y suboficiales que se desplegó en la comuna fueguina a principios de este año con el objetivo de dar los primeros pasos para concretar la nueva unidad militar. A fines de enero desembarcó en el puerto de Ushuaia la totalidad del material y vehículos para la dotación del mismo.
La firma del acuerdo entre las autoridades del Ejército Argentino y la Municipalidad de Tolhuin
El espacio donde se llevarán a cabo las obras para la guarnición militar conjunta Tierra del Fuego fue elegido luego de que una comisión -integrada por el director general de Ingenieros e Infraestructura del Ejército, el jefe del Escalón Adelantado Río Grande, oficiales ingenieros militares, arquitectos y suboficiales- realizará trabajos topográficos en el lugar.
Al respecto de la instalación de la nueva unidad militar, las autoridades remarcaron que es “de vital importancia por su ubicación geográfica particular”. En este sentido, explicaron que la misma permitirá incrementar la presencia de las fuerzas armadas en esta región del país, además de capacitar y preparar a sus integrantes para cumplir con las diferentes tareas que la Defensa Nacional les imponga en el sur de Argentina.
Asimismo, detallaron que la zona también podrá utilizarse como base tanto para las prácticas previas a las campañas antárticas -dado que se requiere una instrucción en movilidad, supervivencia y actividades técnicas en climas extremadamente fríos- como para el empleo del material específico a utilizar en la Antártida durante el desarrollo de las campañas invernales y estivales. “Además, resulta apto para el adiestramiento de los buzos del Ejército y de las otras fuerzas armadas, al facilitar la adquisición de conocimientos, y el empleo del material y adaptación del personal a las operaciones en aguas gélidas”, señalaron.
La firma del acuerdo se realizó con la presencia del intendente local, Daniel Harrington; el Jefe de la Delegación del Estado Mayor General del Ejército “Ushuaia”, coronel César Hernán Maiztegui Marcó; el Jefe del Escalón Adelantado Río Grande, coronel Víctor Hugo Olivarez e integrantes de la Prefectura Naval Argentina.
La iniciativa surgió a raíz de una resolución del Ministerio de Defensa publicada en el año 2022 lanzada con el objetivo de “fortalecer progresivamente el adiestramiento de su personal en esa zona geográfica”.
El proyecto consta de dos etapas. En la primera de ellas, ya concretada, se realizó la delimitación y demarcación del predio donde se construirán las futuras instalaciones. También se facilitó el arribo del contingente que luego desarrolló la nivelación, las redes de servicios y los alambrados perimetrales.
La segunda etapa, que comenzará en las próximas semanas, el Ejército tiene previsto iniciar las obras en el predio, consolidar la presencia de comando y logística del Ejército en Río Grande (puerta de ingreso aeronaval a la isla), y fortalecer progresivamente el adiestramiento en la zona de fuerzas desplazadas por cortos períodos de tiempo. Además, habían anunciado que en el mediano plazo se prevé construir pistas de instrucción, polígonos y demás medios de apoyo.
El 6 de octubre la Central Hidroeléctrica Guillermo Céspedes, ubicada en cercanías Pomona, sobre el Canal Matriz Sur del Sistema de Riego Valle Medio, celebro su sexagésimo aniversario.
Actualmente, el Departamento Provincial de Aguas cuenta con cinco centrales hidroeléctricas distribuidas en la provincia, que en su totalidad generan 120 GWh año (Energía Media Anual).
La central fue construida por la empresa estatal nacional Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado (AyEE) y nombrada en honor al ingeniero Guillermo Céspedes, figura destacada en el desarrollo de sistemas de riego en nuestro país.
En 1991, con la disolución de Agua y Energía Eléctrica (AEyE), la propiedad de la central fue transferida a la Provincia, que comenzó a operarla a través de la sociedad del estado Energía Río Negro (ERSE) y posteriormente Edersa (Empresa de Energía de Río Negro S.A).
Finalmente, en 2004, la responsabilidad de la central fue asumida por el Departamento Provincial de Aguas (DPA), junto con las centrales hidroeléctricas Julián Romero, Cipolletti y Roca. En 2005, el DPA otorgó la concesión de operación y mantenimiento a Aguas Rionegrinas Sociedad del Estado (ARSE).
Céspedes opera con dos máquinas hidráulicas que generan electricidad aprovechando la energía del flujo de agua del canal de riego. El sistema está diseñado para garantizar que la operación de las máquinas no interfiera con el riego.
Con una potencia eléctrica instalada de 5.52 MW y una generación anual de alrededor de 30 GWh, un equivalente aproximado al consumo de 21000 hogares, la central inyecta la energía producida en el Sistema Argentino de Interconexión a través del Mercado Mayorista Eléctrico (MEM) y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
La presidenta de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por su sigla en inglés), Lina Khan, presentó su muy anticipado y audaz caso en contra de Amazon. Esta acción apunta a que el gobierno de Biden está decidido a restaurar un enfoque que había ido en declive desde el gobierno de Carter en la legislación aplicable a la competencia. Sin duda, es una decisión que provocará nuevas críticas sobre sus supuestas exageraciones. Pero lo cierto es que Amazon es precisamente el tipo de empresa que el Congreso tenía en mente cuando promulgó las numerosas leyes antimonopolio de Estados Unidos.
Eso sí, el Congreso de 1890, que aprobó la primera de esas leyes, nunca se habría imaginado el mundo en que vivimos hoy.
En ese entonces, los llamados “barones ladrones” se apropiaron de la economía y la política, pero también debían superar las restricciones de imperios basados en bienes físicos. No podían construir líneas de ferrocarril o erigir una planta acerera sin antes sortear obstáculos de logística y capital, un proceso que requería mucho tiempo.
En cambio, los barones tecnológicos de la actualidad, de plataformas enormes como Amazon, Google y Meta, pueden implementar tácticas contrarias a la competencia, engañosas e injustas con la agilidad y velocidad de un sistema digital. Como en cualquier truco de dónde está la bolita, la mano rápida engaña al ojo.
En este sentido, Amazon es el superdepredador de nuestra era de plataformas. Con subsidios otorgados en un principio a los usuarios finales y condiciones favorables ofrecidas más adelante a sus clientes comerciales, Amazon aprovechó su flexibilidad digital para atrapar a ambos tipos de clientes y extraer cada vez más del valor que creaban. Este programa de redistribución de los usuarios de las plataformas a los accionistas continuó hasta que Amazon se convirtió en un lugar vestigial, un coloso minorista prácticamente sin trabas de la competencia y la regulación, donde los precios se elevan y la calidad baja y una mezcla indiferenciada de productos de marcas poco conocidas se envuelven con reseñas falsas.
Es difícil recordar que el supuesto objetivo original de internet era conectar a los productores con los compradores, a los artistas con las audiencias y a los miembros de distintas comunidades entre sí sin permiso o control de terceros. En sus primeros años, Amazon era bueno con sus usuarios. Vendía productos a precios asequibles y sus envíos eran rápidos y confiables. Verificaba con diligencia la autenticidad de las reseñas incluidas en su sitio y operaba una “búsqueda honesta” cuyas páginas de resultados contenían las mejores coincidencias para cada búsqueda.
Después, Amazon comenzó su estrategia de captura a diestra y siniestra. A través de Prime, les vendió a los clientes un año de envíos pagados por anticipado. Con sus negocios de publicidad digital, alentó a los clientes a adquirir suscripciones, construyó una base cautiva de lectores e implementó tecnología y textos extensos de leyes de derechos de autor desconocidas para impedir que ofrecieran los libros a otras plataformas. Abrió los envíos Prime a una tarifa baja para sus proveedores, con lo que liberó a las empresas de la compleja logística de surtido de pedidos.
Entre tanto, sus enormes subsidios, posibles gracias al interés de sus inversionistas en respaldar un monopolio incipiente, les dificultaban cada vez más a los sitios minoristas rivales ganar tracción, pues las arcas de Amazon parecían no tener fondo, así que podía vender bienes por debajo de su costo y acabar con cualquier empresa nueva que osaba competir con ella. Esto creó otra forma de monopolio para Amazon: se hizo cada vez más difícil no comprarle.
Mientras más atrapados estábamos, menos necesitaba ofrecernos Amazon. Las búsquedas honestas y accesibles para los clientes se fueron degradando porque la empresa empezó a permitirles a las minoristas pagar para aparecer más arriba en las listas: para 2021, los anuncios generaron 31.000 millones de dólares en ventas. Los vendedores se hicieron más dependientes de Amazon para exhibir y entregar sus bienes, así que la empresa se vio en total libertad para sacarles dinero también a ellos con una tarifa tras otra y se ha informado de que incluso hizo copias de los productos más vendidos.
El ejército de trabajadores de Amazon también sufre: es normal que ocurran mutilaciones en el trabajo y las enfermerías de las instalaciones envían de regreso a situaciones peligrosas a trabajadores con lesiones graves. Los empleados de sus almacenes orinan en botellas para poder cumplir las exigencias imposibles de rapidez en el surtido de pedidos; sus conductores se ven obligados a defecar en bolsas. Amazon fue pionera del “megaciclo”, un turno nocturno obligatorio de 10 horas y media en sus almacenes, así como un nuevo tipo de semiempresario independiente que obtiene en préstamo pequeñas fortunas y contrata a legiones de conductores enfundados en uniformes de Amazon, pero se ve forzado a pagar la factura de todas esas camionetas de entregas y además corre el riesgo de que su contrato se dé por terminado en cualquier momento.
En un discurso de respaldo a su trascendental proyecto de ley antimonopolio de 1890, el senador John Sherman dijo: “Si no toleramos a un rey en el poder político, no deberíamos tolerar que nadie reine sobre la producción, transportación y venta de productos básicos para la vida. Si no estamos dispuestos a rendirnos ante un emperador, no deberíamos rendirnos ante un autócrata del comercio”.
Esta desconfianza del poder corporativo murió en la era de Ronald Reagan, cuando los reguladores adoptaron una nueva postura basada en la idea de que los monopolios demuestran eficiencia, por lo que deben promoverse, y el “bienestar del consumidor” expresado en precios bajos es el bien absoluto de la legislación antimonopolio. Sin duda, Amazon es el rey de nuestro tiempo. Nuestras leyes antimonopolio se diseñaron específicamente para protegernos de este poder corporativo abrumador; tanto de su acumulación como de su abuso.
Esto es algo que Khan, la presidenta de la FTC, comprende mejor que casi cualquier otra persona: en sus épocas de estudiante de derecho, publicó el artículo “La paradoja antimonopolio de Amazon” en la revista The Yale Law Journal en 2017. Ese artículo lanzó su carrera como teórica antimonopolio, que culminó con su designación para dirigir la comisión de comercio apenas cuatro años más tarde. Resulta irónico que debido al profundo conocimiento de Khan sobre Amazon y sus críticas del pasado a la empresa, esta haya buscado recusarla de investigaciones antimonopolio.
Khan ha tenido en la mira a algunas de las mayores empresas tecnológicas que el mundo ha visto en la historia. Algunas veces, ha perdido la batalla. La FTC no logró impedir que Microsoft adquiriera Activision Blizzard ni que Meta adquiriera Within. Así que los detractores de Khan intentan mancillarla con acusaciones de prácticas poco ortodoxas y falta de sinceridad. Pero Khan está dedicada a la honorable y necesaria tarea de restaurar el programa de cumplimiento de la ley del gobierno federal. Busca revitalizar el uso de los poderes imperecederos —y por mucho tiempo inactivos— que ostenta.
El mejor momento para combatir a este poder fue durante el cuarto de siglo pasado, cuando el fundador de Amazon, Jeff Bezos, invirtió el capital de sus accionistas en campañas depredadoras de precios, aparentemente en flagrante violación de la Ley Robinson-Patman de 1936, y en una serie de adquisiciones anticompetitivas que sin duda contravinieron la Ley Antimonopolio Clayton de 1914.
El segundo mejor momento para combatir a este poder es ahora. Khan, a quien se han unido más de una decena de estados para enfrentar a Amazon, se ha planteado una tarea monumental, urgente y necesaria. Está luchando para ganar; pero si pierde de nuevo, no será una señal de derrota.
El edificio calcificado de precedentes promonopolio comprados a un alto precio es fuerte, pero parece quebradizo. Con nuestro apoyo, Khan, junto con sus colegas de la comisión y Jonathan Kanter, su homólogo en la división antimonopolio del Departamento de Justicia, seguirán martillando este viejo caparazón amarillento hasta que se desmorone.
La gran mayoría de los chinos en Argentina proviene del condado de Fuqing, parte de la ciudad de Fuzhou, provincia de Fujian; desde su llegada se convirtieron en supermercadistas, pero hoy el fenómeno se está revirtiendo y cada vez hay menos autoservicios chinos. Ahora hay una nueva corriente migratoria mas joven y con formacion universitaria.
El aluvión comenzó a mediados de los 2000. Si los primeros inmigrantes de China continental habían llegado al país a cuentagotas durante los 80, para comienzos del nuevo milenio ya podía hablarse de una comunidad pujante. En la ciudad de Buenos Aires abrieron supermercado tras supermercado, rubro que no tardaron en saturar (llegó a haber un autoservicio chino cada dos o tres cuadras).
Y fue entonces, a mediados del 2010, que la comunidad china comenzó a esparcirse por el resto del territorio nacional. Tal fue el impacto de este flujo migratorio y sus respectivos comercios que algunos gobiernos municipales optaron por poner límites. La Plata, por ejemplo, prohibió la instalación de un supermercado chino a menos de 600 metros del otro.
Un primer dato llamó la atención cuando el fenómeno comenzó a ser estudiado: por lo menos el 80 por ciento de los chinos instalados en el país provenía de la misma provincia, Fujian, ubicada al sudeste de China, frente a la isla de Taiwán. Un segundo dato también despuntó: pese a que los chinos emigraron a ciudades de todo el mundo en las últimas décadas, creando cientos de China Towns alrededor del globo, solo en la Argentina abrieron supermercados a mansalva.
El pequeño río frente a los edificios de tierra de Fujian (también conocidos como Hakka tulou).Shutterstock
De Fujian a la Argentina, ¿por qué?
“Dentro de lo que es China, Fujian es una provincia históricamente pobre o relegada del centro. Eso explica la competencia cultural de quienes llegaban a la Argentina -afirma Miguel Calvete, presidente de la Federación de Supermercados y Asociaciones chinas de la Argentina-. Acá muchos vinieron ‘de prestado’ y a veces sin secundario completo. Vino una clase media o media baja, te diría. Y a partir de eso, crecieron. Muchos de los inmigrantes de Fujian se convirtieron en millonarios, otros no. Hay 180.000 chinos hoy en la Argentina”. Según desliza una investigación sobre organizaciones de inmigrantes chinos en el país (2014), los pocos inmigrantes chinos provenientes de otras regiones descalifican a los supermercadistas fujianeses por ser “brutos” y por no saber hacer otra cosa que trabajar.
La inmigración china suele darse en todo el mundo a través del boca en boca y es por eso, según Calvete, que es común que en un país en particular se instalen chinos de una misma ciudad o provincia. En este contexto, la llegada de los fujianeses a la Argentina tiene que ver con una cuestión primordialmente económica. “No fueron a Europa o Estados Unidos porque allá necesitaban más dinero para asentarse. Ni hablar de Sidney, que es para la clase alta directamente. Ni hablar de Londres”, suma Carlos Lin, comunicador y referente de la comunidad china en la Argentina.
La mayoría de los fujianeses que llegaron a la Argentina lo hicieron sin saber exactamente dónde quedaba el país, sin siquiera conocer por encima sus costumbres ni su idioma. Llegaron confiando en la recomendación de un amigo o familiar. Así lo afirma la doctora en antropología social Luciana Denardi. “Llegaron guiados por el rumor de que Argentina era un país tranquilo, que había oportunidades para trabajar. Muchos incluso mencionan: ‘Bueno, acá hay buena educación. Es un lugar tranquilo para vivir con los hijos’. Ellos siempre dicen que Argentina es un país supergeneroso”, asegura la académica de la Escuela IDAES de la Universidad de San Martín e Investigadora Asistente de Conicet.
La próxima pregunta que surge, en este contexto, es por qué en este país abrieron supermercado tras supermercado y no lo hicieron en el resto del mundo. Calvete destaca que los chinos son, por excelencia, comerciantes, y que se sintieron cómodos en el rubro del autoservicio, sistema que empezó a implantarse en el país entre los ‘70 y los ‘80, porque este no requería gran interacción con los clientes, por lo cual ellos no necesitaban un buen manejo del español. Pero fueron más que nada las facilidades que ofrecía el gobierno argentino para poner este tipo de negocios lo que permitió que solamente en este país los inmigrantes chinos se volvieran sinónimo de supermercadistas.
“Lo que ellos me dijeron es que en la época en que empezaron a venir era muy fácil instalar un supermercado en términos de los trámites necesarios para hacerlo. Por lo general, los familiares que habían llegado antes los esperaban con el supermercado listo para que ellos lleguen y empiecen a trabajar”, explica Denardi.
Según especialistas, gran parte de quienes hoy tienen supermercados chinos en Argentina no se dedicaban al rubro del comercio de los alimentos en su país natal.Shutterstock
-Existe esta idea muy difundida de que hay una especie de mafia china con la que ellos se endeudan para poder venir y poner el supermercado. ¿Eso es verdad?
Denardi: No. Sí se endeudan para viajar, eso sí, pero le piden dinero prestado a sus familiares, a sus amigos, y después lo van devolviendo. Sí hubo situaciones en las que aparecieron estos personajes, pero la Embajada China colaboró mucho con la policía argentina para ocuparse de esta cuestión. Es un tema del que a ellos no les gusta mucho hablar.
En pocos años, los chinos instalados en la argentina se posicionaron como la quinta corriente migratoria con mayor presencia en el país, solo superada por inmigrantes de origen latinoamericano. Hoy hay 10.788 supermercados chinos en la Argentina. Algunos de sus propietarios ya no trabajan en el local sino que emplean a inmigrantes de otros países, como bolivianos, peruanos y paraguayos. A lo largo de las décadas, la mayoría de los fujianeses pudo desarrollarse económicamente en el país. Muchos tuvieron hijos acá. Hoy, los mayores de esa generación ya terminaron el secundario. Pero actualmente, destacan los especialistas, el flujo de fujianeses parece estar retrocediendo. Esto se debe, entre otras cuestiones, a que las razones de base por las que decidieron dejar China para “hacerse la América” en la Argentina ya han cambiado.
¿El fin de los supermercados chinos?
Si en un principio las corrientes migratorias chinas (de los 80 en adelante) surgieron de la necesidad imperiosa de vivir mejor, ahora es posible afirmar que la situación del país del que huyeron ha cambiado rotundamente. “China viene de un período muy difícil, de mucha pobreza. Pero a fines de los 70, principios de los 80, se da la reforma y la apertura de China hacia el mundo. Se empiezan a generar los cambios necesarios para que China sea lo que es hoy. En las ciudades más importantes las condiciones mejoraron rápido, pero en otros lugares, como Fujian, todo se dio un poco más tarde, así que muchos se fueron a buscar oportunidades a otros países”, cuenta Denardi.
Dentro del cúmulo Chuxi Tulou, temprano en la mañana. Tulou es la vivienda rural tradicional única de Hakka, Fujian.Shutterstock
La llegada de muchos de los primeros fujianeses a la Argentina coincidió con el uno a uno, lo cual alentó la inmigración. Pero fue especialmente después de que el país comenzara a recuperarse de la crisis del 2001 cuando, según los especialistas, empezaron a llegar la mayor parte de los chinos que hoy residen en el país.
“Llegaron para progresar en la Argentina. Progresar no significa que los hijos sigan en el supermercado, sino que los hijos se hagan profesionales”, explica el periodista y antropólogo de ascendencia china Gustavo Ng. El mismo destaca que muchos hijos de chinos nacidos en la Argentina hoy estudian en la universidad o ya están ejerciendo diferentes profesiones, lejos de las góndolas familiares en las que se criaron. Y es por eso, por la falta de un recambio generacional en el local, que algunos supermercados chinos han comenzado a cerrar.
Hay otro factor que fogonea el cierre de estos autoservicios: al jubilarse “los chinos tienden a volver a China”, explica Denardi. “Siempre quieren volver a cuidar a sus mayores, a sus padres. Es parte de su cultura, es un mandato muy fuerte, se sienten en la obligación de volver”, asegura. En los últimos años la tendencia se vio, además, intensificada por la pandemia y por la crisis económica argentina. El comienzo de la primera cuarentena por coronavirus coincidió con el Año Nuevo chino, fiesta para la cual muchos fujianeses radicados en la Argentina habían viajado de visita en sus pueblos y ciudades de origen. Algunos de ellos no pudieron volver durante meses, por lo que un porcentaje de ellos decidió volver a armar sus vidas allí. A esto se sumó el contexto inflacionario argentino y, a su vez, la mejora económica que vivió Fujian en las últimas décadas. Según datos de la Federación de Supermercados y Asociaciones chinas de la Argentina, el 10 por ciento de la comunidad ha regresado a su país de origen en los últimos años. Para el antropólogo Alejandro Grimson este porcentaje es bajo si se lo compara con el de otros flujos migratorios que llegaron al país a lo largo de la historia. “De la migración clásica, la europea transatlántica de 1880 a 1930, se volvió más o menos un 60 por ciento. Vino más del doble de gente que la que se quedó”, afirma el doctor en Antropología e investigador independiente del Conicet.
Vista aérea de la Universidad de Xiamen; Fujian se ha desarrollado económicamente en los últimos años, dejando de ser la provincia históricamente pobre que fue hasta hace pocas décadas.Shutterstock
Los datos actuales permiten concluir que, al menos por ahora, gran parte de la comunidad china instalada en la Argentina elige quedarse. Según Denardi, esto se debe a que “el inmigrante de Fujian tiene más posibilidad de crecer acá, en la Argentina, que en China, por más crisis que tengamos”. “En China la competencia es tan severa que solo los muy preparados, los muy formados, son los que terminan teniendo éxito. No alcanza solamente con la fuerza de trabajo y el sacrificio de trabajar de lunes a lunes. Entonces, en la Argentina, a pesar de todo, terminan ganando más. Están descontentos con el dólar, con la inseguridad, con mil cosas, pero siguen estando acá”, dice.
Ng no duda en afirmar que la cantidad de supermercados chinos está decayendo en todo el país. “No hay datos oficiales de esto, pero la tendencia es completamente firme. Creo que para muchos porteños es evidente la cantidad de supermercados chinos que ya han cerrado”, dice.
A su vez, en los últimos años, ha llegado una nueva inmigración china a la argentina. No es tan masiva como la del 2000 y tampoco proviene únicamente de Fujian. Se trata de una corriente de personas jóvenes, en muchos casos con formación universitaria y proveninetes de grandes ciudades, que una vez instalados en el territorio argentino intentan marcar una distancia cultural respecto de los supermercadistas fujianeses, a quienes critican, por ejemplo, por “solo saber trabajar”.
En todos los casos, y siempre que sea factible, se deberá promover la participación de empresas consideradas MiPyMEs, según lo dispuesto.
Además, cuando las entidades alcanzadas por el régimen de Compre Argentino procedan a la adquisición, locación o leasing de bienes no producidos en el país que representen un valor igual o superior a 240.000 módulos, deberá incluirse expresamente en el respectivo pliego de bases y condiciones particulares de la contratación la obligación a cargo del adjudicatario de suscribir acuerdos de cooperación productiva por un porcentaje no inferior al 20% del valor total de la oferta, puntualizó el decreto.
Y añadió que para los suministros que se efectúen en el marco de estos acuerdos de cooperación, deberá promoverse el mayor componente de valor agregado.
También, el Gobierno dispuso que los ACP deberán prever la adquisición, producción o contratación de bienes producidos en la Argentina “en los términos de la presente reglamentación o la provisión o contratación de servicios locales, en ambos casos directamente vinculados al proceso productivo realizado en territorio nacional, con el fin de ejecutar el contrato objeto de la licitación”.
Mediante la Ley N° 27.437, se estableció el Régimen de Compre Argentino y un programa de Desarrollo de Proveedores con el objeto de otorgar preferencia a la adquisición, locación o leasing de bienes de origen nacional.
Ahora, la Casa Rosada consideró necesario realizar diversas modificaciones en relación con los ACP, “con el fin de potenciar el espíritu del texto de la Ley”, ya que esa norma “no contempló al momento de su sanción la posibilidad de que la contratación local exigida por la obligación del ACP pudiera ser provista por el propio oferente en su calidad de empresa productora de bienes y/o empresa proveedora de servicios locales”.
Esa carencia “perjudica al potencial oferente local en su carácter de productor de bienes o proveedor de servicios locales propios frente a los potenciales oferentes que podrían contratar bienes o servicios locales a un tercero”, aclaró el texto oficial.
Para el Poder Ejecutivo, los cambios “garantizan una mayor concurrencia de potenciales oferentes en los procesos de contrataciones del Estado y la igualdad de condiciones entre los mismos”.
Uno por uno, los cambios
ARTÍCULO 1°.- Sustitúyese el artículo 9° de la Ley N° 27.437 de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores por el siguiente: “ARTÍCULO 9°.- En las formas y condiciones que establezca la reglamentación, los acuerdos de cooperación productiva consistirán en el compromiso cierto por parte del adjudicatario de adquirir, contratar, producir o proveer bienes y/o servicios locales. En todos los casos deberán encontrarse vinculados al objeto del proceso de selección. La compra de acciones de empresas locales, los gastos asociados a actividades de mercadeo, promoción publicitaria o similares no serán considerados cooperación productiva a los fines del presente artículo. En todos los casos, y siempre que sea factible, se deberá promover la participación de empresas consideradas MiPyMEs según la Ley N° 27.264 y sus modificatorias”.
ARTÍCULO 2°.- Sustitúyese el artículo 10 de la Ley N° 27.437 de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores por el siguiente: “ARTÍCULO 10.- Cuando las entidades alcanzadas por el presente régimen comprendidas en los incisos a) y b) del artículo 8° de la Ley N° 24.156 y sus modificatorias procedan a la adquisición, locación o leasing de bienes no producidos en el país que representen un valor igual o superior a DOSCIENTOS CUARENTA MIL MÓDULOS (M 240.000) deberá incluirse expresamente en el respectivo pliego de bases y condiciones particulares de la contratación la obligación a cargo del adjudicatario de suscribir acuerdos de cooperación productiva por un porcentaje no inferior al VEINTE POR CIENTO (20 %) del valor total de la oferta. Para los suministros que se efectúen en el marco de estos acuerdos de cooperación, deberá promoverse el mayor componente de valor agregado de los mismos. En los casos que no resulte factible alcanzar el monto exigido mediante la contratación, producción o provisión mencionada, la autoridad de aplicación podrá autorizar que dicho monto pueda completarse mediante la radicación de inversiones en el territorio nacional, transferencia tecnológica, inversiones en investigación o desarrollo e innovación tecnológica a efectuarse dentro del mismo sector productivo del objeto de la contratación y/o su cadena de valor, en las formas y condiciones que establezca la reglamentación. Para el caso de que el monto de dichos acuerdos resultara superior al mínimo exigido en el párrafo anterior, el valor correspondiente a dicho excedente podrá ser utilizado por el mismo adjudicatario en futuras contrataciones para integrar dicho valor mínimo, siempre y cuando el porcentaje de la cooperación productiva de tales contrataciones sea de un mínimo de VEINTE POR CIENTO (20 %), en las formas y condiciones que establezca la reglamentación. El excedente no podrá computarse cuando el porcentaje del Acuerdo de Cooperación Productiva sea disminuido según lo establecido en el artículo 15 de la presente ley”.
ARTÍCULO 3°.- Sustitúyese el artículo 25 del Anexo al Decreto N° 800/18 por el siguiente: “ARTÍCULO 25.- En las formas y condiciones que establezca la Autoridad de Aplicación, los Acuerdos de Cooperación Productiva (en adelante ACP) deberán prever la adquisición, producción o contratación de bienes producidos en la REPÚBLICA ARGENTINA en los términos de la presente reglamentación o la provisión o contratación de servicios locales, en ambos casos directamente vinculados al proceso productivo realizado en territorio nacional, con el fin de ejecutar el contrato objeto de la licitación. En los casos en que no resulte factible alcanzar el monto establecido en el artículo 10 de la Ley N° 27.437 conforme lo expresado en el párrafo precedente, la Autoridad de Aplicación podrá autorizar que dicho monto se complete mediante las siguientes categorías, a efectuarse dentro del mismo sector productivo del bien objeto de la contratación y/o su cadena de valor:
*Inversiones: adquisiciones de bienes de capital e instalaciones productivas y/o inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D) realizadas por el adjudicatario en territorio nacional.
*Transferencia tecnológica: adquisiciones de derechos locales de uso de patentes, inventos no patentados, licencias, marcas, diseños y modelos industriales, know-how o asistencia técnica vinculada a introducir mejoras y/o innovaciones de procesos, productos o técnicas organizacionales o de comercialización.
*Investigación y capacitación técnica: actividades de investigación y capacitación relacionadas con la producción o el mantenimiento de los bienes adquiridos, su sector productivo y/o su cadena de valor. Este rubro no podrá superar un VEINTE POR CIENTO (20%) del total del monto del ACP“.
Preguntas y Respuestas
1- ¿Qué establece la Ley de Compre Argentino?
La Ley de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores es una herramienta de política industrial que permite canalizar el poder de compra del estado para mejorar la capacidad productiva nacional y promover el desarrollo de proveedores locales.
2- ¿Cómo favorece a la industria nacional?
La ley otorga a los proveedores nacionales prioridad en las compras públicas y promueve procesos de transferencia tecnológica a favor de las empresas locales, brindando la posibilidad de insertarlos en cadenas globales de valor y favoreciendo su acceso a mercados internacionales.
3- ¿Quiénes son los sujetos alcanzados de la ley?
Los organismos de la Administración Pública Nacional.
Las empresas y sociedades del Estado, los entes públicos y fondos fiduciarios.
Licenciatarios, concesionarios, permisionarios y autorizados por el Estado Nacional para la realización de obras y servicios públicos del Estado Nacional y sus contratistas directos.
El Poder Legislativo, el Poder Judicial de la Nación y el Ministerio Público de la Nación.
CAMMESA (para contrataciones realizadas en representación del Estado Nacional).
4- ¿Qué instrumentos utiliza la ley para promover la participación de la industria nacional en las compras públicas?
Revisión de proyectos de pliego: intervención antes de la publicación del pliego para garantizar la igualdad de acceso a los proveedores nacionales, en contrataciones de la Administración Pública Nacional y Empresas del Estado igual o superiores a $640 millones. La Autoridad de Aplicación puede exigir modificaciones del proyecto de pliego cuando existan restricciones de participación de la producción nacional o condiciones desiguales de competencia.
Márgenes de preferencia para bienes de origen nacional: en todas las contrataciones superiores a $4 millones (15% para MIPyMES y 8% para el resto)
Márgenes de preferencia para bienes no nacionales pero con algún grado de integración local: siempre y cuando no participen ofertas de bienes nacionales en todas las contrataciones superiores a $4 millones (1% hasta un máximo de 8% por cada 5 p.p. de integración local).
Posibilidad de mejorar la oferta para MIPyMES: para oferentes de bienes de origen nacional en compras de bienes de la Administración Pública Nacional menores a $80 millones, siempre y cuando su precio no haya superado en más de un veinte 20% a la mejor cotización o precio testigo.
Reservas de mercado para MIPyMES: en las compras de la Administración Pública Nacional de hasta $4 millones (bienes) y $400 millones (obra en vivienda y edificios públicos).
Exigencia de Certificado de Verificación para Bienes de Origen No Nacional (CDV): con el objetivo de verificar del valor de los bienes no nacionales.
Acuerdos de Cooperación Productiva: exigencia a los proveedores de bienes no producidos en nuestro país de suscribir un compromiso de subcontratación de bienes y servicios locales y en caso que no sea posible, transferir tecnología a proveedores locales, radicar inversiones o realizar investigación y desarrollo, en contrataciones de la Administración Pública Nacional y Empresas del Estado igual o superiores a $1920 millones.
Posibilidad de modificar condiciones en contrataciones de bienes de alto contenido científico-tecnológico, en contrataciones de la Administración Pública Nacional y Empresas del Estado igual o superiores a $640 millones.
5- ¿Quiénes son los beneficiarios de la ley?
Cualquier proveedor nacional que participe en procedimientos de selección mediante licitación o concurso público, o contrataciones privadas de los sujetos alcanzados por la ley.
6- ¿Cómo se define un bien de origen nacional?
Para ser de origen nacional, el bien debe cumplir dos condiciones:
i) Ser producidos en Argentina, es decir, ser resultado de un proceso productivo realizado en el territorio nacional.
ii) Su contenido importado (conjuntos, subconjuntos, partes, piezas y materias primas) no debe superar el 40% del precio final del bien. En el caso de los conjuntos y subconjuntos que conforman el bien final, su valor será considerado como contenido importado si no cumplen individualmente con la misma condición de origen nacional exigida para los bienes finales.
7- ¿Cómo se define una obra de origen nacional?
Cuando al menos el 50% de los materiales utilizados en la obra cumplan con el requisito de bienes de origen nacional y la empresa además cumpla con los requisitos para ser considerada como empresa local de capital interno, según lo establecido en la Ley 18.875.
8- ¿Cómo se certifica que el bien es de origen nacional?
A fin de comprobar el origen nacional de los bienes, de la obra pública y el contenido nacional de los bienes no nacionales, los pliegos de bases y condiciones particulares o documentación equivalente deben incluir el Formulario de Declaración Jurada de contenido nacional aprobado por la Autoridad de Aplicación.
El Gobierno nacional avanza las gestiones para la llegada del tren hasta Vaca Muerta, lo que permitirá conectar el corazón productivo energético de Argentina con uno de los principales puertos del país, en Bahía Blanca. Las obras involucrarán financiamiento por casi u$s 1200 millones que se negocia con China, pero también hay interés del sector privado.
Sucede que la ampliación de la estructura ferroviaria permitirá bajar los costos para la llegada de insumos, y aumentar la capacidad de transporte en hasta 6 veces. “Para que Vaca Muerta tenga las enormes proyecciones de producción que tiene actualmente, hay que dotarla de recursos, y para eso el tren se tiene que sumar al desarrollo productivo de la zona”, aseguró Silvestre Fontana, jefe de gabinete, gestión e infraestructura de ADIF, que es la agencia encargada de la infraestructura ferroviaria del Ministerio de Transporte.
La infraestructura para llegar con el Tren Norpatagónico consistirá en dos etapas. Por un lado, se busca “poner a punto” la renovación de vías de la traza existente entre Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, hasta la estación Contraalmirante Cordero, en General Roca, Río Negro, de una extensión de 755 kilómetros.
Por el otro, construirán una nueva traza, de 77 kilómetros, que irá desde Contraalmirante Cordero hasta Añelo, Neuquén, la ciudad cabecera de Vaca Muerta. Entre ambas obras, el Ministerio de Transporte negocia un monto de u$s 1200 millones en financiamiento. “Poner a punto la infraestructura cuesta u$s 1000 millones, que se negocian con China. Es necesario renovar todas las vías existentes para transportar las cantidades que pensamos que se van a necesitar”, explicó Fontana.
Por otra parte, el miembro de ADIF reveló que hay sectores empresarios interesados en invertir en el nuevo tramo del tren, que costará u$s 180 millones. “Las petroleras de la zona está muy interesadas por invertir, por la mejora que esto traerá en su competitividad”, agregó Fontana.
En la actualidad, el tramo que llega hasta Vaca Muerta es el “prioritario” para el Gobierno. Son 83 kilómetros de una vía nueva. Actualmente, las obras que se llevan a cabo son la ejecución de lo que se conoce como “playón ferroviario”, con una inversión del Estado de u$s 9 millones. Desde Transporte prevén que el nuevo tramo del tren podría estar listo para llegar a Añelo en 2025.
El tren permitiría allanar el camino para que Vaca Muerta llegue al millón de barriles de petróleo por día. Para ello, más allá de las fracturas, la producción o el empleo, se debe multiplicar el transporte de insumos. Por eso estiman que el tren tiene que quintuplicar su frecuencia, y dejar de pasar solo 1 vez por día, como ocurre en la actualidad.
Desde el gobierno nacional se afirma que el ferrocarril es el único modo que puede ofrecer la escala y los costos que viabilicen los proyectos regionales como competitivos. La demanda total de insumos proyectados en 2018 era de 1,58 millones de toneladas, mientras que para el 2030 se espera que ascienda a 4,15 millones. Incluye productos e insumos como el metanol, arena, tubos, cemento y otros materiales.
El mayor salto de la demanda se dará en la arena, insumo clave para el desarrollo de la técnica del fracking. Mientras que en el 2018 se estimaba que Vaca Muerta requería 985.000 toneladas de arena, para el 2030 se espera una demanda de transporte ferroviario por 2,73 millones.
La Universidad CAECE invita a todos los interesados a participar de la primera Feria Nacional de Nanotecnología que se realizará el martes 10 de octubre de 17.00 a 20.30 hs en Av. De Mayo 866, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Este encuentro será con motivo de la celebración del Día Internacional de la Nanotecnología -una fecha que marca un hito en el avance científico y tecnológico de esta disciplina- y es organizado por estudiantes de la Licenciatura en la Universidad. Será el primero de su tipo en el país y promete ser una fuente de inspiración e innovación.
La nanotecnología, una disciplina que trabaja con materiales y estructuras a escala nanométrica, ha estado experimentando un crecimiento significativo en la Argentina. En este contexto, estudiantes organizadores del encuentro, destacan la importancia de esta ciencia para el impulso del país: «Pequeños desarrollos generan grandes cambios«, afirma José Luis Junior Villa, estudiante avanzado de Nanotecnología en CAECE, para resignificar la potencialidad que promete la aplicación nano.
Dorina Beatriz Moschini, Licenciada en Ciencias de la Educación y también estudiante avanzada de Nanotecnología en CAECE, agrega: «La nanotecnología se está consolidando en Argentina, y es esencial establecer vínculos entre el sector público y privado para ser innovadores de nuevos productos.»
La agenda del evento incluirá presentaciones de destacados expertos en el campo de la disciplina, como la Prof. Dr. Romina Glisoni, Jefa del grupo de nanomateriales de NANOBIOTEC-CONICET. Además, Ing. Laura Toledo, Representante de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), compartirá información valiosa sobre el pasado, presente y futuro de esta ciencia. La inteligencia artificial también será protagonista del evento, con la participación de la Ing. Lic. María Fernanda Santilli, Líder de Inteligencia Artificial de YPF-TEC, quien explorará la aplicación de IA artificial en la nanoinformática.
La Feria culminará con una sesión dedicada a proyectos de estudiantes, donde se presentarán las tesis en desarrollo de las Licenciadas en Nanotecnología 2021, Shadia Matzin y Stephanie Ayelen Beati. Además, habrá un espacio de vinculación Universidad-Empresa con stands de organizaciones que ofrecerán oportunidades laborales para alumnos y jóvenes profesionales interesados en la nanotecnología.
Este evento es gratuito, aunque requiere de inscripción previa a través del siguiente link. Para aquellos que no podrán asistir presencialmente, el evento se transmitirá en vivo a través de streaming de la Universidad.
Este artículo fue publicado en dos partes, el 18 y 19 de abril. Frente a la ofensiva por apurar definiciones, y a pesar que obviamente esta gestión de gobierno ya no tiene tiempo ni recursos para una decisión de esta envergadura, nos parece oportuno reiterar los argumentos. Un país no puede afrontar los desafíos actuales sin una base industrial y tecnológica propia. Los armamentos comprados pueden ser necesarios. Pero no son suficientes.
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Ni novias de la OTAN ni de China, lectores. En lo que se refiere a la defensa aérea del país, AgendAR cree que la Fuerza Aérea necesita efectivamente importar cazas supersónicos… cuando pinte algo bueno. Por ahora, no estaría sucediendo.Las armas suelen ser compras directas. Pero si AgendAR escribiera una licitación, pediría aparatos nuevos, bipostos (con dos tripulantes), y con lanza de reabastecimiento aéreo compatible con nuestras viejas “Chanchas” Hércules C-130 o cualquier otro tanquero con doble canasta. Somos un país gigante en territorio, sin reabastecimiento en vuelo la única misión posible sería defensiva: la intercepción.Queremos que la oferta aterrice con un “offset” nacional importante: que aquí se fabriquen y mantengan las turbinas de ese avión. Trataremos de que futuras conducciones aeronáuticas no cierren esa segunda fábrica de turbofanes, como cerraron en 1956 la primera, de turbojets Rolls Royce fabricados bajo licencia.Dado que un caza es hoy más una computadora con alas que un motor con alas, queremos también software no monolítico, con una computadora de misión libre de prohibiciones ocultas incrustadas en el hardware por el fabricante, de ésas que si querés alterar te dejan el avión en tierra.El segundo “offset” nacional es que, para nuestra paz mental, esa computadora la termine produciendo INVAP, con transferencia de tecnología. Ya produce con éxito sus propias computadoras de vuelo de satélites desde 1996. Y no son menos complejas.Y es que llegado el caso preferimos elegir nosotros a nuestros enemigos, y no limitarnos a la lista cerrada que nos fijen la OTAN o el Partido Comunista Chino, según el caso.Somos parte de ese conjunto amorfo de 100 países donde viven unos 4000 millones de habitantes que no gana nada con tomar partido en la actual bipolaridad del mundo. Pero también somos un país que desde 2003 viene fabricando radares cada vez mejores y ya exporta, y desde 2010 también detectores ópticos e infrarrojos, además de computadoras de vuelo.De modo que más que un proveedor buscamos un socio que ponga la plataforma de vuelo, o varios, porque son desarrollos caros. Los términos de la licitación excluirían deliberadamente esa posición de cliente sumiso adquirida por 68 años de cancelación sistemática de proyectos propios, entre los cuales hubo algunos buenos, y de importación constante y acrítica de chatarra norteamericana y europea.Por todo ello, queremos también una aviónica no monolítica. En castellano, que el software a bordo permita añadir al avión todos nuestros sensores y las armas lanzables que decidamos nosotros, sean de origen chino, de la OTAN, brasileño, ruso, sudafricano o propio, y con la misma facilidad de integración con la que se instala una app en un celular.Obviamente, queremos también que el futuro caza de nuestros amores sea monoturbina, para mantener una hora de vuelo lo suficientemente barata. Y es que no necesitamos un “bomb truck” que cargue 10 toneladas de lanzables, sino un avioncito veloz y multirrol, que lleve tal vez 5 toneladas de misiles o bombas, pero que por bajo costo de hora de vuelo nos permita ir volviendo a aquellas míticas 180 horas/año de entrenamiento real que supimos tener. Sí, hace mucho.Eso, aunque teníamos unos aviones generalmente de mierda, mayormente de 3ra mano, pagó en 7 barcos británicos hundidos, allá por 1982. Ninguno de tales naves se fue a pique por obra de aviones supersónicos: los A4B y C de la FAA y los A4Q y los Super Étendard de la aviación naval son subsónicos.Nuestros aviones de ataque supersónicos, los Dagger israelíes, estropearon su cuota de barcos a cañón, pero al parecer no hundieron ninguno. Nuestros cazas supersónicos Mirage III tampoco voltearon aviones, y fueron barridos toda vez que trataron de meterse a baja altura con los Harrier, sumamente subsónicos, pero armados unos misiles Sidewinder 9L que te la cuento.De modo que no queremos un avión necesariamente hiperveloz. Lo que sí queremos es que tenga capacidad de supercrucero, es decir de navegar supersónico sin usar postcombustor, que puede hasta cuadruplicar el gasto de combustible. Lo dicho, país gigante, misiones largas.Y sí, por supuesto, queremos célula (el conjunto fuselaje y alas) de materiales compuestos, cuya duración excede en mucho las de duraluminio y no te enloquece con el mantenimiento. Y con transferencia de tecnología para fabricar las piezas aquí. Nos interesa que desde que se firmen los MOUs (memorandos de intención) hasta poder producir el aparato íntegramente en el país no pase más de una década.Y añadimos al menos un cañón a bordo de tiro rápido, nada de quita y pon que deteriore la aerodinámica o el peso del avión, que es el modo de artillar a nuestro actual Pampa III block 2. Y que use munición de 20, 23, 25 o 30 mm. que también fabriquemos aquí, cuando Fabricaciones Militares vuelva a producir algo más que armas livianas, sus balas, chalecos antibalas, explosivos y vagones.Es una estupidez ajena a todo pensamiento interfuerzas creer que se puede reconstruir nuestra aviación si no se reconstruye FM, sobre todo sus fábricas de munición, cohetes y armas de tubo. Porque una bala de 30 mm. importada para un cañón DEFA como los de los viejos A4 sale U$ 300 la unidad, incluso con un detonador simple de contacto, y sería mucho más barata hecha en el país, y costando pesos, no dólares.Una ráfaga de U$ 30.000 dólares es una condena a no hacer jamás prácticas de tiro. Necesarias porque un caza debe seguir siendo peligroso aún cuando se queda sin misiles aire-aire, aire-tierra o aire-mar. Porque estos son todavía mucho, pero mucho más caros. Y no los hemos producido jamás, salvo por el viejo Martín Pescador.Esa historia merece una digresión. Es ilustrativa.
Un-misil-antibuque-Martin-Pescador-bajo-el-ala-de-un-Aermacchi-339-de-la-Armada-en-1985.-Lastima-que-hubo-que-perder-una-guerra-para-poder-sacar-esta-fotoEl Martín Pescador era filoguiado, de no más de 8 km. de alcance y bastante atrasado para los ’80. Fue uno de los muchos proyectos de CITEFA (Centro de Investigación y Desarrollo de las Fuerzas Armadas) de los que se fueron bajando las tres fuerzas, ganosas de comprar chiches importados.Pero en los años posteriores a la derrota de Malvinas, el Martín Pescador se fabricó en escala (más de 300 unidades) y voló bajo las alas de todo avión biposto argentino, fuera naval o de la Fuerza Aérea, e incluso de los helicópteros de las tres fuerzas.Y es nuestra poco informada opinión que, por su potencial antibuque y antitanque y su capacidad de reposición sin pedir permiso a nadie, este misilito que las tres fuerzas despreciaron y se negaron a producir antes de la Guerra de Malvinas, contribuyó no poco a que entre la posguerra inmediata y 1990, el general Augusto Pinochet no se tentara con hacer leña del árbol caído con Argentina.Caído, pero con púas. Púas propias, además.Por último, aclaramos por qué nos parece que un caza supersónico para la Argentina debe ser multifuerzas y biposto. Debe servir al menos a dos de las tres armas, cuando éstas acepten que el hombre verdaderamente importante es el que va en el asiento de atrás, dirigiendo una pequeña orquesta de drones al frente, conectadas todas las partes por data-link encriptado: aviones, drones y sistemas antiaéreos en superficie. Hoy un caza ya no es siquiera una computadora con alas: es un nodo interactivo en una red informática.Pensamos sólo en drones nacionales, porque para eso sí nos da el cuero. Llevarían sensores, misiles aire-aire, bombas inteligentes o armamento electrónico, intercambiables según misión. Se necesitarían distintas plataformas de muy diversa función, motorización y costo.Nos interesa -nuestra obsesión fundacional- la fabricación nacional, que sus computadoras de misión usen chips de grado comercial fácilmente conseguibles en cualquier lado, y corran software argentino. Añadiríamos materiales compuestos y una baja firma de radar, al menos en perspectiva frontal.Ud. quiere saber qué caza hay que comprar, y yo hablándole de drones. Es a propósito. Créame, los cazas pronto van a ser como pastores dirigiendo lobos en lugar de ovejas. Van servir para dirigir drones al combate, si califica como dron o robótico el armamento inteligente lanzable. Si no tienen esta capacidad, no van a servir para casi nada, salvo para darles una muerte heroica a pilotos sumamente irremplazables.Esto se empezó a ver en la Guerra de Malvinas, donde los ataques más terribles contra la Task Force se ejecutaron con Exocets AM39 y AM38, que son robots aéreos. Como lo eran los dos Neptuno que en 2022 hundieron al crucero misilístico ruso Moskvá, tan erizado de radares y sistemas antiaéreos y antimisil. Única diferencia: los Neptuno navegaban con motores turbofán, no con cohetes sólidos, lo que les da un alcance de más de 300 km. Los Exocet modernos también.En Ucrania la deriva del combate aéreo es clarísima. Todo piloto de caza que vuele demasiado por encima del ras de edificios y árboles y pinte en el radar de una batería antiaérea misilística móvil, es boleta. Y volando tan bajo, en general uno está demasiado concentrado en no hacerse puré contra una chimenea o línea de alta tensión, y no logra meter una bomba en nada de valor militar, aunque sí hacer desastres con la edificación y la vida de los civiles.Mientras no aparezcan una plataforma supercrucero y un oferente que nos den todos esos requisitos, creemos que la parte aeronáutica del FONDEF, un bolsillo con apenas U$ 500 millones/año para repartir entre tres armas tecnológicamente en ruinas, tiene que ir a drones. Y en esa categoría van también los sistemas automatizados de defensa antiaérea. Y la frase clave aquí es ésta: desarrollo y/o fabricación local.Las bases para un “affectio societatis” son estas: después de Australia, somos el país que más manya de radares del Hemisferio Sur. Podemos conversar con fabricantes de buenas plataformas tripuladas. El socio pone la bala, nosotros el ojo que detecta y que apunta.Algunos misiles simples y de combustible sólido más vale que los volvamos a hacer aquí. Para combate urbano, y especialmente contra blindados, a nuestra infantería más le valen 100 RPGs bobos que 1 un NLAW inteligente, o que medio Javelin genial. A la hora de las cuentas cuestan lo mismo, pero si se nos acaban los RPG sencillamente fabricamos más. Ese principio, si uno es un país pobre pero gigante en territorio, es bastante generalizable a casi todo tipo de armas.Para cosas muy difíciles como misiles aire-aire, o antiaéreos de mediano y largo alcance, necesitamos ir “en vaquita” con países tecnológicamente creíbles, siempre que no se nos prendan de la yugular y que no quieran meternos en su política interna o externa, o en guerras de terceros. Pienso únicamente en fabricantes emergentes como Brasil, Turquía, Sudáfrica, Israel, Rusia, Irán, etc. Pero hay más opciones.
“The more, the merrier”, como dicen los Brits. Si alguien se ofende en este mundo bipolar, el sentido de las armas es ofender y que no haya necesidad de usarlas. ¿Alianzas estratégicas? Por ahora, sólo con la región. Porque como dijo el canciller, Lord Henry Palmerston en 1848 (aunque de una manera más rococó), no tenemos amigos permanentes, sólo intereses permanentes.Buscamos todo tipo de socios para todo tipo de drones, desde cuadricópteros espías a municiones volantes kamikaze de diversa complejidad, alcance y velocidad, y entre ellos, misiles o bombas de planeo antibuque. Y todo en lo posible barato y descartable.Más que el combate aire-aire, que ya en 1982 nos era imposible por caro, nos interesa destruir sorpresivamente a los cazas enemigos en tierra o mar o en el aire. No es barato, pero no es imposible. Lo hizo Azerbaiyán con Armenia en la guerra de 2020, y usando drones kamikaze israelíes Harop y turcos Bayraktar.Podemos fabricar cosas parecidas y probablemente mejores. Y aquí es donde diferenciamos “drones” en serio de juguetes marciales. Drones en serio trataron de ser los del proyecto SARA (Sistema Aeronáutico Robotizado Argentino), por su motorización nacional, y sus sensores y capacidades de misión autonómicas. Se los empezó a desarrollar en 2014, cuando la firma barilochense estatal INVAP hizo pie en FAdeA, la Fábrica Argentina de Aviones de Córdoba. Fue un tremendo error que eso no sucediera antes.Imagen de un SARA clase III con motores pistoneros tipo Boxer, desarrollados por Oreste Berta para este proyecto de INVAP y FAdeA discontinuado en 2016.Los discontinuó el Ministerio de Defensa del presidente Mauricio Macri, en 2016, cuando ya estaba volando -con torpezas de debutante- el primer modelo de demostración de los sistemas de navegación. Hubo mucho apoyo del Ejército, boicot no muy encubierto de la Fuerza Aérea e impasible neutralidad de la Marina, que pese a tener un 100% de activos vulnerables a drones, no se ocupa de esas cosas.Hay en esto una percepción de base errónea: los drones no van a matar de desocupación a los pilotos de combate. Sirven básicamente para que puedan seguir haciendo su oficio, y en realidad mucho mejor, y sin hacerse matar, al menos no de modo rápido o totalmente inútil.Se entiende el entusiasmo que mostró el Ejército: los drones le prometen el cielo por poca plata. Y nunca fue de ellos. Se entiende el poco entusiasmo de los aeronáuticos y marinos, dueños supuestamente titulares, en compartirlo. Pero en la única guerra entre estados que peleó Argentina durante el siglo pasado, la rivalidad interfuerzas fue más dañina que el enemigo.Volviendo al caso de INVAP y su proyecto SARA, los verdaderos drones son bastante parecidos a casi todos los satélites modernos, que en general hacen cantidad de operaciones autónomas sin conexión con sus estaciones terrestres. En el caso de nuestros satélites en órbita polar helisincrónica, como los SAOCOM, porque dichas estaciones están mayormente ocultas por el planeta la mayor parte del tiempo. Por eso nuestra entrada al mundo de la aviación robótica pasa por Bariloche.Allí INVAP diseñó, construyó y testeó para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, CONAE, todos los satélites SAC y SAOCOM de observación terrestre. Para la empresa nacional de telecomunicaciones ARSAT, hizo los ARSAT 1 y 2. Y todos anduvieron bien, y en general, espectacularmente bien. Los ARSAT desde el 3 al 8 fueron discontinuados por Macri. Este gobierno, significativamente, no los retomó.Para ponerse a salvo de este tipo de agachadas, INVAP está desarrollando el GSATCOM con TAI, Turkish Aeronautics Industry por acuerdo entre empresas. Vaya casualidad, TAI es el proveedor de uno de los tres drones más exitosos del primer año de la guerra de Ucrania, el TB2 Bayraktar.Es interesante que Turquía VENDE su dron a Ucrania, y al resto del mundo, pero de fabricación local, ni hablar. Antes de la guerra, costaban alrededor de U$ 1 millón la unidad. Hoy, cinco veces más. Y de todos modos, sigue siendo una sexta parte del costo de un Reaper estadounidense.INVAP también está diseñando los SAOCOM 2 para la CONAE, visto que las unidades 1A y 1B tienen enorme éxito en Asia vendiendo imágenes de radar en banda L, capaces de penetrar la superficie terrestre y detectar y medir agua. Y son vehículos sumamente robóticos, por eso de tener que resolver por su cuenta, y con sus computadoras, una cantidad de problemas de navegación.INVAP también está construyendo el helidrón RUAS 160, con 80 kg de carga útil., un pequeño helicóptero robótico, apto para observación y/o combate, para la Armada, la policía de Santa Fe y como equipo de fumigación autónomo para productores rurales medianos y chicos.Los marinos aceptaron comprar uno solo, y según usos y costumbres, podrían estar años enteros decidiendo si lo homologan o no, hasta que, también según usos y costumbres, algún Nelson criollo descubra una mejor oferta OTAN.Pero el RUAS los marinos lo necesitan desesperadamente y ahora: de las 5 corbetas MEKO 140, sólo 2 tienen hangar para helicópteros. Un RUAS despega desde casi cualquier cubierta, aún muy obstruida por estructuras como cables o cañones, y no necesita hangar porque es barato y sacrificable.Arash 2, el modelo de “loitering bomb” posterior al Shahed 136, con un motor más eficiente y menos ruidoso, y algo más de alcance. Rusia tal vez ya lo esté fabricando, aunque Irán lo desmiente.Algunos drones pueden ser tan baratos que es más caro derribarlos que dejarlos seguir viaje. Por ejemplo, el Shahed 136 iraní, propulsado por un motor de motoneta de 50 HP y dos tiempos que avergonzaría a un rapittero argento que distribuye pizzas, viaja a apenas 180 km/h pero tiene un alcance de hasta 2000 km. y anda en los U$ 10.000 dólares la unidad. Bajarlo con una ráfaga (48 tiros) de un Flakpanzer (tanque antiaéreo) Gephard sale U$ 48.400, con munición de proximidad de 35 mm. Voltearlo con un misil antiaéreo FIM Stinger 92J, entre U$ 60.000 y 120.000, según modelo.Como dice con orgullo el Ministerio de Defensa alemán, en un día un Gephard logró bajar 19 Shahed, solito con su alma y sus dos cañones apuntados por radar. Si es verdad, los rusos ese día perdieron U$ 160.000 en drones, y los ucranianos, U$ 480.000 en munición, pero eso sin contar gastos fijos de la plataforma (los Gephard son de los años ’70 y consumen repuestos y mantenimiento a lo grande).Ignoramos cuánto daño hicieron los Shahed que siguieron viaje hasta sus blancos, dado que viajan en enjambre y lo normal es que algunos -el 15%, admiten los ucranianos- sobrevivan hasta su picada kamikaze final. Como los iraníes son oferentes menos fifí que los turcos, hoy agrandados como alpargata de gordo con por el éxito de sus Bayraktar, los Shahed ahora se fabrican en Rusia, en plantas construidas cautelosamente detrás de los Urales, bien lejos del frente ucraniano.Esto podría ser cierto para el modelo siguiente de esta “loitering bomb”, el Arash 2, sumamente copiado del Harop israelí. Pero mucho más barato.Como sea, aunque Ucrania dice que Rusia agotó su stock de Shaheds y que además logra derribar al 85% de los mismos, estos siguen despedazando con no mucha oposición la red eléctrica ucraniana en sus ataques en enjambre.Son toscos, feos, lentos y bien distintos de los grandes aeromodelos a control puramente remoto en que pensaba casi todo civil cuando le hablaban de drones, y se remitía a Hollywood y a Netflix. Digamos un motovelero Predator o un Reaper de los EEUU, utilísimos si se mantienen a 15.000 metros de altura y el enemigo es tan ratón que no tiene siquiera radares para detectarlos, y de medios de intercepción, ni hablar. En luchas menos desiguales, no duran ni un suspiro.Y estos no son baratos. El 2 de febrero pasado el India Times informó de una compra de 30 MQ-9B Predator por Nueva Delhi, a U$ 3000 millones. El artículo no habla de offset nacional, pero la India tiene suficientes recursos aeronáuticos e informáticos como para clonarlos y mejorarlos, cosa que Washington sabe, y por eso faja U$ 100 millones cada avioncito, un planeador (según sus alas flacas y larguísimas) de enorme autonomía propulsado por un vulgar motor pistonero.El Reaper, un turbohélice, debería por lógica ser bastante más caro. Sin embargo, en 2021 la USAF batió que el precio de compra interno de cada uno de estos motoveleros anda en U$ 56,5 millones la unidad, incluido el data link que permite controlarlos por satélite desde las antípodas de la Tierra. El eterno problema de los sistemas yanquis desde los años ‘70: no logran hacer nada barato. En realidad, ni tratan. Sería mal visto: very bad for business.Lo que determina dron y no avión es la navegación semiautónoma o plenamente autónoma, no la carga útil. Por eso, no son drones esos imponentes Vigía que presenta la Fuerza Aérea en las ferias de armas, como si se tratara de aparatos capaces de alguna conducta robótica. Son aeromodelos teledirigidos, juguetes militares, no mucho más.Vigía clase II en 2017.Va de nuevo, porque es antiintuitivo para casi todo termocéfalo sin o con gorra: lo que diferencia un dron son los sensores y la capacidad de procesamiento de datos, no el tamaño, la velocidad, la autonomía o sus grandes dotes aerodinámicas.En 2016 el modelo de demostración del SARA lograba despegar, navegar y aterrizar, aunque no sin algunas piñas, y con su motorcito de 14 HP sonaba como una cortadora de pasto. No impresionaba mucho.
Los comentarios en los foros de defensa eran horribles, decían que en Easy se compraban cosas mejores y fabricadas en China.Pero ese pre-SARA a escala chica, llamémoslo Sarita, iba camino del vuelo autónomo. Al ojo entendido, eso marcaba la diferencia entre el programa SARA y la sarasa. No abunda el ojo entendido entre los foristas de temas militares. Y la autonomía tecnológica no es algo que caliente a esos muchachos.Todo lo dicho hasta ahora es muy general, y Ud. quiere que cumpla con lo prometido en el título, y le hable de cazas supersónicos para Argentina que sean fotografiables, más o menos existentes, o quizás inminentes.No hay.
En lo inmediato, sí hay una decisión a tomar, y es patear indefinidamente dos ofertas. Tenemos a dos importantes visitantes estadounidenses para convencernos de que compremos 32 cazas F-16 de la Real Fuerza Aérea Danesa, la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur, ya casi habitué del país, y a la vicecancilleresa del State Department, Wendy Sherman, una señora que tampoco extrañaremos.Encajarnos el F-16 danés por donde mejor nos entre no es la misión única de ambas caciquesas, pero hoy sí es quizás la principal. Los cazas de superioridad aérea son máquinas que tienen un tremendo valor simbólico (estos en particular, casi ningún otro). Comprar el F-16 es como renovar nuestros votos de matrimonio militar con EEUU y Europa Occidental.Tenemos también a la delegación múltiple de la Administración Estatal para la Ciencia, la Tecnología y la Industria de la Defensa Nacional de China (SASTIND), que tratará -entre muchas otras cosas- de hacernos adquirir de una vez 12 cazas pakistaníes JF-17 que vienen ofreciéndonos con cierta esperanza (en disminución) desde que terminó el gobierno de Mauricio Macri.
A la hora de redactar un pliego de licitación, ya que no vemos virtud alguna en matrimonios militares ni compras directas, en AgendAR nunca consideraríamos la oferta de los autodenominados americanos.
Para nosotros, la OTAN es hipótesis de conflicto: esa alianza ocupa de forma prepotente 12.000 km2 de archipiélagos y 1.675.000 km2 de mar que deberían ser argentinos pero quedaron bajo control británico. Eso nos cuesta entre U$ 2000 y 3000 millones/año de pesca pirata consentida, y sumando. Perdón por tan fatigada indignación de lesa patria, pero hablando en plata, lo último que necesitamos son armas de quienes nos roban o nos hacen ser robados.
No es una cuestión de principios sino de practicidad. No sirven.
Para los aviadores argentinos, el 2do misil más letal de la Task Force, después del aire-aire Sidewinder AIM 9L, fue el ya viejo Sea Dart. A los gringos les vino bien, a nosotros no nos sirvió de nada.
A los detalles. El Sea Dart un ram-jet de los años ’60 guiado por radar pasivo (la iluminación del blanco la pone el radar de la fragata). Volaba a 2,5 Mach, dos veces y media la velocidad del sonido, con una primera etapa de combustible sólido que lo sacaba volando de rampa hasta ponerlo supersónico, y luego la segunda etapa viajaba quemando querosene en un motor muy sencillo que respira aire, pero sin partes móviles ni rotativas. Brutalmente simple, pero sofisticado. Algo así deberíamos estar diseñando nosotros para nuestras tres armas.
Disparado desde los destructores clase 42, los Sea Dart bajaron como moscas a nuestros A4 a distancias de 50 km. Salvo que los aviadores argentinos estuvieran casi pegados al agua, donde los ecos del oleaje los disimulaban un poco ante el radar del barco atacante, los vetustos Sea Dart tenían propulsión asegurada todo el viaje, y por ende gran capacidad de maniobra incluso en su vuelo terminal.
Daban poca escapatoria: los destructores Tipo 42 británicos dispararon por lo menos dieciocho Sea Dart y seis el portaaviones HMS Invincible. Cinco de ellos iban contra helicópteros o aviones a cotas altas, de los cuales cuatro hicieron blanco; pero solo dos de los diecinueve lanzados contra aviones a baja altitud consiguieron acertar, es decir, menos de un 11 %.
No es un número que consuele a la Argentina: la mitad de la fuerza de aviones A4C que bombardeó al HMS Invincible el 30 de mayo de 1982 fue derribada antes de arribar al portaaviones y desde más de 50 km. de distancia por el destructor Exeter con sólo dos Sea Dart. Eso sucedió pese a que los aviones argentinos iban a entre 10 y 15 metros de altura sobre el agua: es casi incomprensible que el radar tipo 1022 de la nave los pudiera registrar. En teoría, debían quedarle ocultos bajo la línea del horizonte.
Hasta ahí, subrayo que usado contra nosotros, el Sea Dart fue lo bastante efectivo como para obligar a los aviones argentinos a volar pegados al agua, altura a la que se desperdicia combustible y se estaba a merced de misiles antiaéreos de corto alcance y de patrullas de Harriers.
Los Super Étendard navales que en aquella misión contra el Invincible dispararon un minuto antes su misil AM 39 Exocet no tuvieron el mismo problema: se fugaron sin ser detectados. Y el misil le pegó al portaaviones por enfilada y desde popa: debe haber hecho un colosal descalabro. Subrayo: eso lo hizo un robot aéreo.
Dato interesante, pese a su escasa carga explosiva (22 kg), con su sola velocidad el Sea Dart probó ser también un arma antibuque muy potente, aunque después de Malvinas. ¿Podemos desarrollar algo así, que sea disparable desde un barco y también desde un avión o helicóptero, y contra blancos como un barco, un avión o un helicóptero?
Por supuesto que podemos, pero con un software mucho más sofisticado para cálculos autónomos de intercepción. Y por ahora, contando las monedas en mi sobolyi, me interesa más el misil (que es un robot) que el barco o el avión o el helicóptero.
Lo que no quiero es comprarle otro misil antiaéreo a la OTAN.
¿Por qué? No por capricho. Misteriosamente, en la madrugada del 1 de abril, nuestra ARA Hércules, un destructor clase 42, le surtió dos Sea Dart a un Harrier británico en vuelo de exploración, es decir a no menos de 5000 metros de altura… y ambos misiles pifiaron blanco. Apa.
Muy probablemente, el radar pasivo del misil reconoció el IFF (Identification Friend or Foe) de un avión de su mismo origen nacional. Y el IFF no es nada nuevo: es un traspondedor cuya primera versión data de 1940. Ni mamados los británicos nos iban a vender un sistema capaz de ser usado en su contra. Nosotros para ellos siempre fuimos hipótesis de conflicto. Y seremos. Incluso si aquí gobiernan colaboracionistas, cosa asaz frecuente desde 1989.
De modo que esto de no comprar armas de la OTAN es cosa de sentido común, nomás. Y si lo dicho vale para los misiles, no quieras ver para los cazas supersónicos.
No somos los únicos bobos del planeta. Uno recuerda las desventuras de Mahatir Muhammad cuando fue Ministro de Defensa de Indonesia, y EEUU le enchufó unos F-18 Hornet nuevitos, pero con algunos «backdoors» inextricables incrustados en la aviónica. Impedían que la computadora de vuelo programara misiones no autorizadas por los EEUU. Explicación: Indonesia tiene una tradición de hacer un poco lo que se le canta en política exterior: carece de esa alineación total con EEUU de otras subpotencias militares de la región, como Singapur o Australia.
Lo cierto es que don Mahatir descubrió el truco cuando los aviones ya estaban entregados: tarde para lágrimas (ver aquí). Como dijo Mahatir, antes de mandar a los EEUU al carajo y pedir cazas rusos Sukhoi 35, presuntamente más fieles a su comprador que a su fabricante, los Hornet eran lindísimos, pero como elemento de política exterior, a Indonesia sólo le servían para desfile.
A la luz de historias como ésta no me preocupa que Su Graciosa Majestad, Carlos III, objete nuestra adquisición de los decrépitos F-16 daneses porque están llenos de componentes británicos. Exactamente por lo mismo, me preocuparía mucho más si depone sus objeciones. En cuanto al argentino que le ponga el gancho a ese contrato, la primera vez la OTAN te puede joder por boludo, la segunda por sobón, pero la tercera ya es por coimero y traidor.
La oferta china en algún momento pareció muy interesante al comodoro Xavier Isaac, un profesional criterioso. Pero son casi U$ 650 millones por un pequeño puñado de cazas que, vayan adonde vayan, no pueden cambiar en absoluto la situación de indefensión aérea que se ha ido agravando en el país desde que perdimos la Guerra de Malvinas.
Y es que el país real hoy, es decir su área continental sin la rebanada de Antártida que reclamamos como propia, tiene 2,78 millones de km2 de tierras secas sin discusión de dueño, y una Zona Económica Exclusiva (residual) de 1 millón de km2 de Mar Argentino. ¿Cómo se cubre eso con 12 cazas supersónicos, aunque vengan cada uno un radar AESA de altas capacidades y 2 misiles aire-aire PL-15 de largo alcance?
Sencillo: no se cubre. La única ganancia real e indiscutible es poder mantener 30 o 40 pilotos en rotación para ganar cierto entrenamiento. Caro, obviamente: no hay motivos para suponer que la hora de vuelo de un JF-17 sea inferior a U$ 8000, que es la de un F-16 más o menos actualizado.
Pero además es entrenamiento muy a futuro, ojo. Pakistan Aeronautical Complex (PAC) tardaría bastante en fabricar su único modelo de caza interesante para Argentina, que es el JF-17 block 3 C. Los modelos block 1 y 2 A y B le sobran a la Fuerza Aérea Pakistaní (suma al menos 126). Seguramente se venderán baratos, pero son muy inferiores en performance y aviónica.
Y como Pakistán vive fundacionalmente sumido en una guerra de baja intensidad con la India, hoy necesita sustituir o actualizar su fuerza de JF-17 al estándar block 3 C.
JF-17 block III C de la Fuerza Aérea Pakistaní y los Himalayas como fondo. Puede ser más rápido comprarse los Himalayas, y más barato.
La capacidad de producción de PAC anda por los 12 aparatos anuales, con toda la furia, aunque Eurasian Times asegura que son 20. No cambia mucho el resultado, ni es que los pakistaníes sean lentos fabricando, sino que un caza moderno de generación 4,5 como el de marras es un rompecabezas muy enrevesado, de construcción artesanal y muy poco automatizable. Es todo un tema armar las líneas de producción y capacitar a la gente.
Para ponerlo en perspectiva criolla: un Pampa 3 block 2 de entrenamiento avanzado, subsónico, sin radares ni armas a bordo, sencillísimo en comparación, consta de unos 20.000 componentes, de los cuales el 87% son importados y cuestan dólares. Descorcharé champagne el año que en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) logremos fabricar doce unidades.
Será el segundo champú, porque habré descorchado otro el día que FAdeA logre fabricar siquiera seis. No estoy culpando a FAdeA de nada, creo que en estos precisos momentos es una fábrica particularmente bien dirigida, algo que sucede sólo a veces. Pero no recibe plata como para acopiar, por ejemplo, 24 turbinas Honeywell TFE 731-40-2N de un saque y ligar el correspondiente descuento mayorista.
Creo que un avión casi sin aviopartistas nacionales, particularmente en la propulsión, nace condenado a ser un adorno. Salvo que medie la decisión política -y bastante heroica- de fabricar la mayor parte de sus componentes en forma local.
Volviendo a PAC, Pakistán tiene otros clientes más interesantes que nosotros haciendo cola por el mismo avión: Myanmar, Irak y Nigeria. El segundo siempre país está en guerra, el tercero no tanto, pero tiene petróleo a mares y compra en grande. Nadie nos cederá su lugar. Busquemos un banquito, porque el JF-17 block 3 C será todo lo supersónico que quieras… pero de comprarlo, vendría lento. Salvo que, como objeta un lector bien informado, lo fabrique CATIC en China. Pero no creo que los chinos se apresuren por nosotros, y eso aunque tuviéramos un gobierno menos temeroso de ese dúo dinámico, las señoras Laura y Wendy.
“La oferta estadounidense es mejor porque no se trata de cazas imaginarios sino construidos y existentes”. Eso es el slogan del vasto y polifónico coro de viudas de la OTAN, que canta seguido en los multimedios. La escucha, complacida, cierta alta oficialidad aeronáutica, en parte porque escribió la música y la letra (aunque no firma).
Y es que Laura y Wendy nos ofrecen, señores, 32 F-16 que la Real Fuerza Aérea de Dinamarca compró en los ’70, recibió en los ’80 y remodernizó entre 1995 y 2005. Tienen existencia, sin duda. Demasiada.
Los F-16 daneses que EEUU quiere que compremos sí o sí, y hoy. Apenas si tienen entre 38 y 43 añitos y como 5 guerras encima. Pero vienen joya nunca taxi, ojo.
“Pero les recontrasobra vida residual”, nos aseguran las viudas de la OTAN, porque la célula del F-16 resiste mucho más de 5000 horas de vuelo. Llega a 8000, lo cual es estricta verdad. Y con una ayudita (no sería gratis) de la Lockheed, tal vez ese conjunto de fuselaje y alas llegue a 12.000 horas. No por nada entre los años ’70 y 2010 el F-16 fue el caza más popular del mundo, según ventas. Eso es cierto e innegable.
Sin embargo attenti, compatriotas: estos cazas daneses llegan desde una fuerza verdaderamente expedicionaria. Han estado en todos los pestos en que EEUU se metió desde la Primera Guerra del Golfo, en 1991, luego las guerras de la desintegración de Yugoslavia desde 1992 hasta su fin en 2001, y desde aquel mismo año (2001) hasta su término en 2022, en la larga intervención yanqui en Afganistán.
Pero también actuaron en 2011 para liquidar a Muamar Gadafi en Libia, y de paso desmantelar el estado libio y así ranfañar gas gratis para Europa (eso salió mal). Los tiempos de recreo, los F-16 daneses lo pasaron luchando en Siria e Irak contra el Estado Islámico, surgido tras la derrota del iraquí Saddam Hussein en la Segunda Guerra del Golfo, en 2003, otra gesta hidrocarburífera de la cual también formaron parte.
Desmentimos enérgicamente que hayan estado en la Guerra de Troya: macanas de Homero, comprado por los chinos. Pero a no dudar que están hechos rigurosamente fruta.
En lugar de los insípidos cazas chino-pakistaníes, que no sólo no existen sino que -por lo mismo- no tienen nada para contar, misias Laura y Wendy nos ofrecen aparatos con más épica que el Cantar del Mío Cid, vamos. Y si están muy percha, siempre podremos decir, no sin orgullo y citando a don Francisco Quevedo, “no por obra del tiempo sino de las armas”. Que hay que ver lo que un viraje de 8G le hace a la raíz de las alas (las fisura), y máxime si el avión viene cargando munición.
Mi fuente mejor informada, otanero militante el hombre, me dice que la operación está cocinada y que no hay tu tía. Me lo dijo varias veces en años anteriores. Añade que están mucho más intactos que los 46 F-16 de varios modelos que afligen a la Fuerza Aérea Chilena por temas de repuestos. No lo discuto, pero si yo fuera chileno, jamás habría firmado la segunda compra de tales aviones.
¿Por qué? Por vetustos y baqueteados. Hablo de los 36 comprados de 2da mano a Holanda, también metida -como la muy expedicionaria Dinamarca- en toda trifulca yanqui. Aunque desde 2005, ya aterrizados con un suspiro de alivio en el país transandino, esos cazas se hayan ganado seguir envejeciendo más en desfile que en guerra, no puedo jurar que los 46 que figuran en el orden de batalla de la FACH (Fuerza Aérea Chilena) tengan una disponibilidad del 50%.
Tampoco los habría comprado porque no doy fe de los gusanos informáticos incrustados en sus computadoras de misión, aunque los aviadores chilenos gozan de mucha más confianza de la OTAN y en la OTAN.
Y tampoco los habría comprado como argentino en 2005 de haber tenido la plata para ello. Porque como la hipótesis de guerra principal de Chile desgraciadamente todavía venimos a ser nosotros, si alguna vez se arma la podrida con los vecinos, quien tenga más F-16 en condiciones de despegar deja la lucha en cuanto se le terminen los repuestos.
Nosotros siempre podríamos reconstruir atalajes y volver a fabricar Pucarás, eso sabemos (o supimos) hacerlo. Lo dicho, en lucha entre pares, en 3 semanas todo el mundo perdió sus armas sofisticadas, y gana, o al menos no pierde todo, quien sea capaz de sostener el combate con palos y piedras.
Pero soy argentino y no compro F-16 porque son OTAN. Punto.
Desde que el mundo volvió a ponerse bipolar en serio, la gente afilada en geopolítica cree que hay que jurarle lealtad a Washington o a Beijing, porque de otro modo las represalias serán duras. Y por ello, debemos sí o sí comprarles cazas a uno según los unos, o al otro según los otros.
No dudo de las represalias duras: EEUU decide cada día lo que dejaremos que el FMI haga con nosotros, y el FMI es a nuestro PBI lo que el veneno para ratas a la comida para bebés. China, por su parte, es nuestro mayor cliente agropecuario, garante de deuda por swap, y ni te cuento de lo que tiene aquí invertido y por invertir en energía, minería, petróleo y genética vegetal. Su capacidad de venganza es menos explícita y brutal pero mucho más minuciosa, y probablemente más duradera.
El problema es aprender a pensar como pobre. Un pobre que piensa como un rico tiene dos problemas, porque además de pobre es un tarado. Con los jets de caza desde la generación 4 en adelante hay que pensar como pobre, porque son cada vez más complejos, caros, difíciles de construir e impagables, y por ende, escasos.
Por lo mismo, por muy rico que seas, el daño político y económico que te causa el derribo de siquiera un jet de superioridad aérea es inmenso: es que se han vuelto emblemas nacionales.
De su caza estrella, el F-22, EEUU logró construir sólo 270 y no se exporta. No tanto por el daño que pueden infligir, sino porque el que pueden recibir en su imagen los EEUU si les bajan uno de un misilazo, en algunas de sus muchas guerritas.
Para los pobres de la UE tienen el F-35, esa maravilla cuyo desarrollo insumió 3 décadas, cuyo costo anda en U$ 130 millones la unidad, según las malas lenguas, y que a fuerza de fabricación en cantidad mucho mayor (ya hay alrededor de 900) ha logrado bajar a unos U$ 100 millones.
Para el comprador sigue siendo demasiado caro para llevarlo a la guerra, donde las cosas se ensucian y rompen. Y como al parecer ahora es de adquisición obligatoria en casi toda la OTAN, de su capacidad de derribo no hay dudas: el F-35 destruyó la aeronáutica nacional británica y la italiana, y hoy empieza a hacer lo propio con la francesa y la sueca. Si el F-35 da semejantes palizas a los propios, cómo será con los enemigos…
Gráfico demostrativo de la ley Nro. 14 de Norman Augustine: el crecimiento de costos de los aviones tácticos es exponencial. ¿U$ 130 millones por un F-35?
Un ejecutivo aeronáutico y subsecretario del Ejército de los EEUU entre 1975 y 1977, Norman Ralph Augustine, escribió un catálogo de 52 “leyes”, en el mismo sentido sarcástico en que también son leyes las del ingeniero aeroespacial especializado en seguridad Edward Murphy, el autor del inolvidable e irrefutable: “Si algo puede salir mal, lo hará”.
La “ley” Nro. 14 de Augustine se atiene a los cazas supersónicos. Dice así:
“En 2054, todo el presupuesto de defensa logrará comprar un único avión táctico. Tendrán que compartirlo la Fuerza Aérea y la Marina 3 días y medio por semana, excepto en los años bisiestos, cuando quedará a disposición de los Marines el día extra”.
Y Augustine viene teniendo razón: el presupuesto de defensa de los EEUU hasta hace poco fue el equivalente a la suma de los de los demás 191 estados-nación reconocidos por la ONU. Pero crece linealmente, mientras que el costo de los cazas lo hace exponencialmente desde los ‘70.
No son los únicos con ese problema. ¿Por qué los Sukhoi 54 rusos en general casi no vuelan sobre territorio ucraniano? Porque son demasiado caros, escasos y simbólicos, casi el equivalente ruso del F-22. Los MiG 29 ucranianos y los Su-25 rusos, más viejos, sacrificables y menos emblemáticos, volaron bravamente mientras pudieron.
Pero con tanta batería antiaérea S-300 en poder de ambos contendientes, tan peligrosas para quien vuela en altura, y con tanto MANPAD disparable desde el hombro para quienes se pegan al suelo, los pilotos militares en esa guerra ya no se jubilan.
Se ha vuelto tan cara y emblemática la aviación tripulada de caza, y tan bipolar y fracturado el mundo, que comprarse hoy un avión de superioridad aérea es comprarse una política externa, ajena, además, y de yapa jurarle lealtad. Es contraer una deuda política gigante e interminable a cambio de una utilidad militar mínima.
Pero dado que pero dado que ambas partes prometen castigos económicos muy duros a quien jure por la cancillería equivocada, acaso lo mejor sea jurarle lealtad a Argentina. Lo digo porque soy de aquí y también lo son mis hijos, y sobre todo lo es la poca industria argentina de defensa que nos va quedando desde 1983, cuando empezó nuestro desarme unilateral.
Si queda claro que las armas las quiero para que NO haya guerra, y como las guerras las gana el que tiene armas hasta el final, aunque sean palos y garrotes, elijo volver a tener una industria de defensa. Y puedo tolerarle cierto grado de atraso. A cambio de que me suministre suficientes garrotes y piedras, y míos.
Las guerras se han vuelto hiperletales para los aviones, si la otra parte tiene buenas baterías misilísticas. En los pocos días que duró la Guerra de Yom Kippur, en 1973, la fuerza aérea israelí perdió 128 cazas, entre Phantoms, A4 Skyhawks y Mirages.
Israel ganó esa guerra gracias a un puente aéreo con los EEUU, que literalmente le suministró reposiciones de casi todo, menos de los cazas franceses, casi en tiempo real. Los Phantom y A4 aterrizaban, les repintaban las escarapelas, se bajaba el piloto yanqui, subía el israelí y salían a pelear. ¿EEUU o China se jugarían así por nosotros?
Prefiero de jurarle lealtad a la FAdeA, a INVAP, a las 4 fábricas que le quedan a FM, que supo tener 14 plantas y emplear a 17.000 expertos, entre ingenieros, técnicos y obreros calificados, al complejo CINAR, a los Astilleros Río Santiago, y siguen las firmas. Y sobre todo, le juro lealtad al puñado de proveedores privados de alta calificación que abastecen los restos de nuestro otrora poderoso complejo industrial-militar.
Hablo de jurarle lealtad al sistema de investigación y desarrollo del país, enraizado en decenas de universidades y laboratorios, a la CNEA, a la CONAE, a ARSAT y a la educación pública gratuita que hizo posible que tuviéramos una industria, cuyo carozo fundante fueron las ligadas a defensa.
Tengo claro que los grandes fundadores de esa industria, el brigadier Juan de San Martín y el general Manuel Savio, terminaron presos por su trabajo. Pero tengo claro que fue duradero. FM acaba de reabrir su fábrica de explosivos FANAZUL, en la provincia de Buenos Aires, cerrada por Mauricio Macri. Y la FAdeA este año estará haciendo las pruebas de vuelo del IA-100, un pistonero monocasco de entrenamiento inicial hecho totalmente de materiales compuestos. Es el primer avión militar (o dual) argentino en… ¿40 años? Se diseñó e hizo vuelo inaugural en un año. Es una belleza. ¿Alguien valora esa tremenda resiliencia tecnológica?
Es doloroso ver cómo los milicos, incluso hoy, del mismo modo en que desprecian este avioncito, siguen abjurando de la educación pública, estatal, laica y gratuita, de la cual detestan cuatro cosas: que sea pública, estatal, laica y gratuita.
Pero el poco y pobre armamento que les queda y con el que podrán contar hasta el final, si alguna vez se vuelve a armar la podrida con potencias vecinas o con sus “proxies”, se hizo porque esa educación existe. Siglo y medio formando recursos humanos. En Chile de eso hay poco.
Esa misma educación pública nuestra vuelve no inevitable, pero sí posible, que vayamos reconstruyendo nuestra industria y termine siendo relativamente avanzada.
¿O acaso en medio de la peor y más larga malaria del Programa Nuclear Argentino, INVAP no nos hizo el primer proveedor de reactores nucleares del mundo? Lo somos desde 2000, cuando ganamos la licitación de Australia. Eso, mientras nuestro país caía en default y se incendiaba y ramas enteras de nuestra industria desaparecían. Lectores, esto es Argentina: hacemos goles en tiempo de descuento.
¿Qué caza me compro, entonces? Por ahora, paso de supersónicos, pero me pondría en serio a fabricar bipostos, preferentemente jets pero admito también turbohélices y pistoneros, que controlen enjambres de drones. La guerra entre Azerbaiyán y Armenia en 2020, en que el primer país destruyó en tierra la flota aérea y las baterías antiaéreas y de artillería del segundo con drones ridículamente simples y en un par de semanas, le hizo abrir los ojos a más de uno. La actual guerra en Ucrania, que se pelea casi entre sistemas aéreos y antiaéreos automatizados, muestra que corren malos tiempos para émulos del Barón Rojo.
Y pongo un clasificado: país que ya logra exportar radares busca socio no sólo para dotarse de cazas, sino para baterías antiaéreas móviles, de tubo y/o misileras.
Y a futuro, cuando el FONDEF sea menos flaco, escucho ofertas de constructores aeronáuticos de alguno de esos 100 países no alineados pero con 4000 millones de habitantes que tengan algo para ofrecer y acepten construcción local, y quieran dejarnos una segunda fábrica de turbinas.
Aclaro: la primera que tuvimos (estaba junto a la actual FAdeA y era enorme) fabricaba las Rolls Royce Derwent V de los Gloster Meteor y las Nene del Pulqui II bajo licencia. Bajo la dirección del ing. Raúl Magallanes fabricó un total de 25 turbinas. Pero fue rápida y enteramente desmantelada por el golpe de 1955. La orden fue no dejar nada en pie.
Tan borrada de la faz de la tierra fue que nadie la recuerda, aunque estaba al lado de otra fábrica de tamaño equivalente de motores aeronáuticos pistoneros, los radiales «El Gaucho» y «El Indio», que hacían volar los entrenadores DL-22 y el bombardero IA-35 Huanquero. Todo estaba en el predio del Instituto Aerotécnico, al lado de la actual FAdeA. No conviene recordar esas dos fábricas. Y menos, hoy.
Toda opción que no me deje empleo industrial o mejores recursos humanos es autodestructiva en lo político y económico, y profundamente estúpida en lo militar. Mientras sigamos siendo un país de ingenierías, seguiremos siendo un país, y no un lugar.
Nadie dijo que eso sea fácil.