Cinco días de suspensión para los trabajadores de General Motors
Los operarios cobrarán la semana de inactividad completa, a pesar de no concurrir a trabajar. No obstante, el Smata, que agrupa a los trabajadores, se declaró en estado de alerta.
«Tememos que detrás de esta medida llegue la suspensión de personal», sostuvo Marcelo Barros, secretario general del Smata Rosario.
Los operarios de la planta de Alvear retornarán a sus puestos de trabajo el lunes 7 de mayo.
Por la sequía se frena la venta de cosechadoras: caería un 30%
Por la sequía, las cosechadoras ponen el freno y la venta caería 30%
Industriales para el litio argentino, se buscan
El litio es uno de los elementos químicos más comunes en la corteza terrestre e incluso en los mares, pero son raros los lugares donde está lo suficientemente concentrado como para justificar su extracción, pese a una demanda que en 2020 llegará a los 28 billones de toneladas. Los tractores actuales de esa demanda son, básicamente, pilas y baterías recargables de bajo peso y larga duración. Aunque hace más de 70 años que es también un insumo esencial de aleaciones metalúrgicas críticas para la industria aeronáutica y luego la aeroespacial.
Litio no falta, pero probablemente falte el «litio fácil», que se lleva de los salares andinos como carbonato. Hay sitios equivalentes en EEUU y China, así como rocas con litio en Australia, por hablar de sitios hoy en producción. Pero la crema de los yacimientos mundiales, por concentración y facilidad extractiva, la constituye el «triángulo» formado por los salares de altura chilenos en Atacama, los bolivianos de Uyuni y el del Hombre Muerto en Jujuy. Y hay decenas más.
Elon Musk, el sudafricano dueño de varias firmas «high-tech» estadounidenses entre las cuales está la automotriz Tesla, dijo que la fabricación de medio millón de móviles eléctricos/año pondría al límite el recurso, al menos el «litio fácil». Tal vez don Elon exageraba (no es infrecuente), porque en 2016, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ya había 1,5 millones rodando, ya fueran «full electric» o «híbridos», y los salares andinos aún siguen lejos de su techo productivo.
Sin embargo, si se agotan, el mundo tendrá que recurrir a fuentes mucho más caras y sucias para extraer litio. Corea lo está haciendo de agua de mar, y el proceso es enormemente electrointensivo. Pero es difícil que Argentina pueda tener al mundo sujeto por el cuello con su litio, como sí lo tuvo Arabia Saudita con su petróleo en 1973.
Sucede que las baterías llamadas de ion de litio, variando según tamaño y potencia, usan muy poca masa de este metaloide ultraliviano y sumamente conductivo en relación a su masa total, generalmente como ánodo. Y eso vale para las baterías de un llavero hasta la de un camión totalmente eléctrico de los que hace Tesla, o a las que son tanto más grandes que ese camión, y que acumulan durante el día la electricidad solar en los desiertos australianos, para cubrir la demanda urbana nocturna.
Aunque al litio se lo llame «oro blanco», lo anterior marca una diferencia conceptual con los hidrocarburos o el uranio: este metaloide de suyo no tiene energía potencial, pero hay que ver lo bien que la almacena. Sin litio, el «factor de penetración» en el consumo eléctrico mundial de las fuentes energéticas limpias pero intermitentes, como el sol y el viento, tendría un techo bajísimo, del orden del 15%, de acuerdo a estimaciones de 2007 de la Asociación Argentina de Energía Eólica. Con acumuladores eléctricos de litio, el límite un tanto estrambótico que se fijó Alemania (llegar al 80% de electricidad libre de carbono en 2050) no es fácil. Pero tampoco es imposible.
Hasta hace poco, se hablaba de constituir una «OPEP del litio» entre Bolivia, Chile y Argentina, pero es difícil: los dos mayores consumidores mundiales (China y EEUU) son también productores, y a diferencia de los hidrocarburos, el litio tiene otros metaloides «de repuesto» en la tabla de los elementos químicos. El calcio y el magnesio, sin ir más lejos. Pero la dificultad mayor, que no trataron siquiera de remontar los gobiernos de Argentina, Bolivia y Chile desde hace décadas, fueron leyes de minería muy parecidas (y concesivas) preexistentes en los tres países, casi traducidas de algún original común en inglés.
Darlas vuelta era una batalla legislativa sin triunfo asegurado, que garantizaba parvas de juicios de mineras ya establecidas, y ante tribunales extranjeros. Cobrar retenciones a la exportación, en cambio, era plata en mano, aunque nadie trató siquiera de medirla en dólares contra el dumping ambiental y social, o la girada afuera por importación de baterías.
En esta situación, el litio sudamericano, sin calificar plenamente de «recurso estratégico», parece encaminarse a ser una nueva «maldición del recurso», como lo es hoy el petróleo para Nigeria o lo fue el estaño para Bolivia. El valor agregado se da afuera del país exportador, que se queda con un impacto ambiental permanente, y tendales de desocupados toda vez que recibe un palo el precio del «commodity». Éste se determina en las bolsas de valores de Shanghaii y New York.
La Argentina se descapitaliza dejando que se exporte su litio sin más proceso que los extractivos. Vender carbonato de litio es mucho peor, como negocio, que exportar soja, por compararlo con otra actividad primaria local. Y eso por varios motivos: El recurso no es renovable. En tres décadas de extracción este país, que fabrica autos y satélites (y fabricaba aviones) no generó una marca propia de baterías o una patente de aleaciones. El consumo hídrico de esta minería en salares altos, desérticos y sin agua es enorme y no deja nada para los cultivos y cría de subsistencia de las comunidades locales. Y la diferencia de valor entre insumo y producto final es desmesurada.
En números. La tonelada de litio oscila alrededor de los U$ 6000 dólares, y la tonelada de baterías, U$ 7,5 millones: el supuesto «oro blanco» es apenas el 0,08% del valor de las pilas, que los argentinos importamos en su totalidad. No es una rampa, es un acantilado de tecnología patentada y empleo calificado. Es mucho más abrupta que la que diferencia, por ejemplo, entre el mineral de cobre y el de hierro, y los motores eléctricos con carcasa de acero y cableado de cobre.
En los autos eléctricos o híbridos que ya empiezan a venderse en Argentina, tanto las baterías como los motores son 100% importados. Eso en un país que tiene aproximadamente el 30% del «litio fácil» del planeta, y que es uno de los 25 en el mundo con industria automotriz. No hay peligro de que nos quedemos sin litio: vuelve como baterías. Un reciclador, ahí.
La empresa Y-TEC, un «joint venture» de YPF y el Ministerio de Ciencias, y también la Universidad Nacional de Córdoba son dos repositorios nacionales de ciencia de materiales listos para fabricar baterías. Con la Ley de Minería de los ’90, vinieron mineras por decenas. Pero en las tres últimas décadas, cuando el litio argentino empezó a exportarse, jamás aparecieron capitales nacionales para hacer una marca de pila, batería o acumulador argentino y sustituir no importaciones sino EXPORTACIONES, que es lo que define un perfil de país.
La sequía generó pérdidas en el 90% de las empresas agrícolas
Según un relevamiento realizado por CREA durante la primera quincena de marzo, se registró un fuerte impacto de las adversidades climáticas en la producción.
El 87% de las empresas agrícolas y el 94% de las ganaderas, según CREA muestran impactos negativos producto de la fuerte sequía de los últimos meses.
Esta fue la edición número 17 de la encuesta. Participaron 1231 empresarios y más de 200 asesores de todas las zonas del Movimiento.
Leer más: Agrovoz
Abren retiro voluntario para personal estatal
Es para toda la Administración Nacional: comprende al Poder Ejecutivo, ministerios y los organismos descentralizados e instituciones de la seguridad social.
Esto engloba tanto al PAMI y la Anses como a la AFIP, el Senasa, INTA e INTI, entre otros.
El régimen de retiro está contemplado en el artículo 109 de la Ley N° 27.431 de Presupuesto 2018.
Por ahora fueron excluidos de este retiro voluntario efectivos de las Fuerzas Armadas y otras fuerzas de seguridad, los miembros de la AFI, docentes, profesionales de la salud o del Servicio Exterior y científicos.
Información original: Infobae
Según CAME esta semana fue santa para el turismo
Durante los 5 días que duró el feriado, se movieron por el país y gastaron $7.567 millones, un monto que ayuda a derramar dinamismo en las economías regionales.
En la Semana Santa 2018 se registró viajes de 2,4 millones de personas por toda Argentina. Estas realizaron un gasto directo de $7.567 millones en las ciudades que forman parte del circuito turístico nacional.
Las ventas totales crecieron 3.6%.
Se abrió la importación de papa brasilera
Según denuncias de la Federación Agraria en plena temporada de comercialización de la cosecha local el Gobierno habilitó la importación de papa.
La producción local se está volviendo menos competitiva que la importada por el incremento en costos tales como el aumento de tarifas en el servicio energético, logística y carga impositiva.
También afectadas por esta política oficial de apertura comercial se encuentran las producciones de tomate, olivícola, vitivinícola, yerba mate, verduras (zapallo, acelga, lechuga, morrones y rúcula) y especias.
Fuente Original:
• www.faa.com.ar/Contenido/noticia8259.html#.WromV4jwbIU
El nuevo negocio de los «nutricéuticos»
Laboratorios Bagó y la multinacional argentina Arcor, dos de las más grandes empresas locales en sus rubros, firmaron una alianza para lanzar «Simple». Se trata de una nueva línea de 5 suplementos dietarios de venta libre, “nutricéuticos” (de nutrición y farmacéutica) que se distribuirán inicialmente en farmacias de todo el país.
Las tradicionales farmacias se han transformado, desde hace largo tiempo, en supermercados con un modelo de “franchising”. Es inevitable que empresas que abastecen, entre otros, los quioscos, ahora colonicen estas nuevas góndolas con nuevos productos para-farmacéuticos. Bagó y ARCOR vieron el nicho, probablemente muy provechoso.
Fuente original: www.clarin.com/economia/bago-arcor-asocian-lanzar-suplementos-dietarios_0_H1hD9FW9z.html
Argentina puede sustituir la importación de gas
La Argentina tiene potencial para sustituir la importación de gas, afirman expertos del INTA, a partir de enfocarse en la producción de biogás.
Con esta política, nuestro país podría generar 14,40 billones de metros cúbicos de biometano, ahorrando U$S 2.300 millones -el 28 % del déficit comercial argentino-, según Jorge Hilbert –investigador del Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar y especialista en Bioenergía-
Estos datos se publicaron durante la reciente «Conferencia 2018 del Consorcio Italiano de Biogas». En la Argentina, ya hay unas 100 plantas de biogás y 36 nuevos proyectos en el área agrícola y agroindustrial que se postularon al Plan Renovar.