domingo, 10 agosto, 2025 - 10:41 pm

Un informe de la FAUBA sobre el cultivo del arroz en la Argentina

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  • Aunque la superficie implantada del cereal se mantuvo, quienes lo producen son cada vez menos.
  • Un estudio de la FAUBA señaló al alto costo del abastecimiento de agua como uno de los principales motores del cambio. 
El arroz es uno de los cereales más importantes en todo el mundo. En la Argentina, el cultivo se concentra en la Mesopotamia y ocupa una superficie implantada estable hace 3 décadas. Sin embargo, un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) señaló que dentro de la producción de arroz ocurrieron cambios importantes. En 1990, los productores eran 600, y hoy, solo 170. Los molinos arroceros tomaron cada vez más relevancia en el sector y diversificaron la oferta de los productos a base del cereal, como alfajores, snacks o galletitas. El trabajo indica que el alto costo del abastecimiento de agua fue uno de los impulsores principales del cambio y, a la vez, busca entender cómo las diferentes políticas públicas afectan a la actividad, en miras de contribuir a su desarrollo. “El arroz es uno de los cultivos que más se produce y se consume a nivel global. Al año, cada persona come en promedio casi 55 kg. En comparación con estos valores, el mercado argentino del cultivo es pequeño —10 kg por habitante y por año— y relativamente estable”, contó Gustavo Mozeris, docente en la FAUBA, a partir de una investigación de la cátedra de Economía Agraria, liderada por Liliana Pagliettini. “Hoy, casi el 80% de la producción se concentra en la Mesopotamia —47% en Corrientes y 31% en Entre Ríos— ya que requiere una gran disponibilidad de agua. Desde hace 30 años se siembran unas 200 mil hectáreas, que rinden entre 1,1 y 1,5 millones de toneladas del cereal. Sin embargo, en los últimos 10 años ocurrieron cambios dentro del sector, cuyo principal determinante fue el manejo del agua”. “En 1990, los productores eran cerca de 600, y en la actualidad son 170. A su vez, la superficie implantada se concentró; hoy, el 10% de los productores más grandes producen casi el 70% del arroz del país”, destacó Gustavo que es profesor de la cátedra de Sistemas Agroalimentarios de la FAUBA. El arroz requiere una lámina de agua de entre 5 y 10 cm sobre el suelo. Como hay que inundar varias hectáreas, el manejo del agua tiene costos altos. En este contexto, muchos productores de arroz se cambiaron a cultivos como la soja o el maíz, que requieren mucha menos agua, y otros alquilaron sus campos a productores arroceros más grandes, con más ‘espalda’ económica, como los molinos arroceros. Mozeris afirmó que, entonces, los molinos tomaron más protagonismo. “Incorporaron las hectáreas que dejaron los productores, empezaron a producir su propio arroz y diversificaron el mercado interno. Buscaron agregar valor a su producción e introdujeron productos a base de arroz, como galletas infladas, alfajores y snacks, entre otros”. El agua como motor Por otro lado, Mozeris contó que las explotaciones de Entre Ríos se comenzaron a desplazar hacia el norte de la provincia y a Corrientes en función del abastecimiento de agua. “Para el cultivo, este recurso se puede conseguir de distintas maneras. Por ejemplo, a partir de pozos de más o menos 100 metros de profundidad, de agua superficial de ríos y arroyos, y de represas que la juntan y redistribuyen”. Cada modalidad se lleva adelante en zonas muy definidas en Entre Ríos. “Los pozos, en el centro de la provincia, y el abastecimiento por ríos, arroyos y represas, en el norte. En los últimos años se redujo la superficie irrigada o por suministro de pozo y aumentó la superficie bajo represa y por suministro superficial. El cambio se asoció al costo de extraer el agua, ya que realizar la perforación y mantener el pozo es muy costoso”. Mozeris aclaró que el abastecimiento de agua también varía en función de las sequías. “Cuando hay bajo nivel de agua, se reduce la superficie que se alimenta de ríos, arroyos y represas, y aumentan las áreas bajo pozo profundo. El costo del agua es clave para entender la actividad”. Desarrollo territorial Gustavo reflexionó sobre los recientes cambios en el sector: “Por un lado, la concentración de la superficie arrocera produjo una mayor oferta de marcas y de variedades de productos, pero por otro lado, sacó personas del territorio. Por esto, la FAUBA, en especial desde la cátedra de Economía Agraria, hace más de 30 años investiga qué valor se le asigna al agua en la producción de arroz para entender el sistema arrocero de manera integral”. “Entre otras cuestiones, queremos analizar de qué manera medidas como las retenciones o el cierre de exportaciones afectan a la industria, a los productores y a la exportación de arroz. En este sentido, tratamos de entender cómo los productores arroceros toman decisiones a partir de sus costos, de las tecnologías y del precio de otros cultivos. Así podríamos proponer acciones para aportar al desarrollo territorial de la Argentina”, cerró. (Sebastián M. Tamashro / SLT-FAUBA)

El gobernador de Catamarca esta en China por una nueva inversio en litio

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El gobernador de CatamarcaRaúl Jalil, llegó a China e iniciará este lunes una gira de cinco días para avanzar en los proyectos de industrialización del litio. La visita es la continuidad de la reunión que tuvieron a fines de febrero en la Quinta de Olivos el mandamás catamaqueño junto al embajador Sabino Vaca Narvaja, el presidente Alberto Fernández y el titular de la empresa minera china Zijin Mining, Chen Jinghe, que tiene a su cargo el proyecto Tres Quebradas, en Fiambalá, el más importante de nuestro país, que ya está produciendo.

La gira incluirá visitas y encuentros con empresarios y autoridades locales. La delegación argentina tiene previsto visitar el Instituto de Investigación de Nueva Energía y Nuevos Materiales, una mina de oro y cobre y la rama empresarial de Litio de la empresa Zijin Mining. También está pautada una presentación ante las empresas Golden Dragon Bus y Fujian Evergreen New Energy Technology.
En ese encuentro, se habló sobre nuevas inversiones para industrializar el litio y la posibilidad de mejorar la logística a través del Paso de San Francisco para facilitar la exportación de la producción utilizando los puertos de aguas profundas del Océano Pacífico.

La agenda en China

la agenda del gobernador de Catamarca en China tendrá una serie de encuentros con empresarios en el área de Alta Tecnología de Fuzhou y con las autoridades provinciales de Fujian y de Municipalidad de Longyan, donde firmará un memorandum de entendimiento (MOU) de cooperación. Jalil está acompañado por el embajador argentino Sabino Vaca Narvaja, el secretario general del Consejo Federal de Inversiones (CFI), Ignacio Lamothe, y el presidente de YPF Litio y de Y-TEC, Roberto Salvarezza. En el encuentro de febrero pasado en Olivos, «se habló sobre nuevas inversiones para industrializar el litio y la posibilidad de mejorar la logística a través del Paso de San Francisco para facilitar la exportación de la producción utilizando los puertos de aguas profundas del Océano Pacífico», indicaron desde la oficina en China de Vaca Narvaja. Asimismo, el gobernador Jalil organizó una delegación de autoridades provinciales (integrada por intendentes, diputados provinciales, empresarios y ministros provinciales) que irán de recorrido en paralelo. Su objetivo será, con agenda propia, potenciar la actividad turística en Catamarca.

Potenciar el litio

China es uno de los países que más presupuesto exploratorio destina a proyectos mineros argentinos, a través de empresas como Shandong Gold, Tibet Summit, Ganfeng Lithium y Zijin Mining. Seis dresponden a litio: Tres Quebradas ye las nueve iniciativas en marcha cora Lagun Verde, en Catamarca; Cauchari y La Providencia en Jujuy; y Mariana y Centenario Ratones, en Salta. La embajada en China agregó que se analiza impulsar la ampliación de las inversiones de los seis proyectos en marcha, lo que podría significar exportaciones por más de US$ 6.000 millones para fines de este año. Las iniciativas van en coincidencia con la misión minera del Plan Argentina Productiva 2030, para el Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico, presentado esta semana por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía, como así también por las iniciativas de la Mesa del Litio, que conforman los gobiernos provinciales con actividad minera.

ALOFT: La CONEA pone en practica los «enjambres» de satelites

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La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) está desarrollando una misión satelital conformada por dos nano satélites, llamados Cube-Sats, casi idénticos, con los cuales busca experimentar y validar tecnologías de vuelo en formación y comunicación intersatelital. El proyecto denominado ALOFT (Autonomous LEO Formation Flying Technology), se enmarca en la arquitectura segmentada, un nuevo paradigma en la industria espacial que promueve el lanzamiento de “enjambres” de pequeños satélites capaces de compartir recursos en órbita y cooperar entre sí, al combinar información de sus instrumentos, con tiempos de fabricación y costos más reducidos. “En línea con el Plan Nacional Espacial, y en sintonía con las tendencias globales, la CONAE aspira a situar a nuestro país como un promotor destacado de la nueva tecnología de sistemas satelitales distribuidos en vuelo en formación”, dijo Martín España, involucrado en el proyecto ALOFT. “Estos sistemas responden al concepto de arquitectura segmentada, que permite distribuir entre pequeños satélites, enlazados inalámbricamente, funciones tradicionalmente ejecutadas a bordo de un único satélite monolítico de gran tamaño”, explicó. “Lo que caracteriza a este nuevo paradigma es el control preciso de las geometrías relativas de vuelo coordinado. Esto permite adquirir datos en forma simultánea de una misma escena en Tierra desde múltiples puntos de vista, lo cual resulta en un salto cualitativo respecto de la información de ciencia hasta ahora aportada por sistemas monolíticos y mono-estáticos”, agregó.
La nueva tecnología de sistemas satelitales distribuidos en vuelo en formación permite adquirir datos en forma simultánea de una misma escena en Tierra desde múltiples puntos de vista. Estos sistemas responden al concepto de arquitectura segmentada. Foto: Gerhard Krieger, “Tutorial on Bistatic and Multistatic Synthetic Aperture Radar”, European Conference on Synthetic Aperture Radar (EUSAR), May 2006
Vuelo en formación La misión ALOFT probará en el espacio conceptos de navegación y control orbitales para el vuelo en formación autónomo. Estará compuesta por dos Cube-Sats, con 30 centímetros de diámetro y la tecnología más avanzada disponible comercialmente, equipados con micro-propulsores, un receptor GNSS de última generación (multiconstelación y multibanda), diseñado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y enlaces de comunicación intersatelital. Se prevén lanzar de aquí a tres años, a una órbita de entre 500 y 700 kilómetros de altura sobre la Tierra. Según Leonardo Comes, gerente de Gestión Tecnológica de la CONAE, se trata de “una misión de demostración tecnológica cuyo objetivo es lograr el dominio de tecnologías habilitantes. En particular se busca probar conceptos de comunicación intersatelital y algoritmos propios de control y de navegación en tiempo real, que apuntan a dominar el vuelo en formación”. “La arquitectura segmentada involucra el desarrollo de plataformas de satélites que trabajan de una manera colaborativa, donde cada uno tiene sus instrumentos y puede complementarse con los otros. Para poder implementar estos sistemas, necesitamos dominar ciertas tecnologías básicas que vamos a probar con ALOFT, como la comunicación intersatelital, para comunicar múltiples plataformas, y el vuelvo en formación, para determinar el tipo de posición orbital que deben tener entre ellas”, detalló. Nuevo paradigma Las misiones actuales constan de satélites monolíticos que pueden conformar una constelación, como los SAOCOM o Starlink, pero que, a diferencia de la segmentada, no vuelan en formación ni colaboran entre ellos. A partir de este nuevo paradigma, los satélites ya no formarán parte de constelaciones, sino de enjambres. Este concepto remite a un conjunto de satélites volando en una configuración de visibilidad mutua en la misma órbita y manteniendo sus posiciones relativas de manera segura pero laxa, en referencia al vuelo en formación.  
La misión ALOFT probará en el espacio conceptos de navegación y control orbitales para el vuelo en formación autónomo. Estará compuesta por dos Cube-Sats, con 30 centímetros de diámetro y la tecnología más avanzada disponible comercialmente.
  El proyecto de arquitectura segmentada de la CONAE apunta a desarrollar satélites en la línea de los SmallSat, que pesan entre 75 kilos y 250 kilos, en el marco de la seria SARE, para que en el futuro puedan ser puestos en órbita con el Tronador II, el lanzador de satélites argentino que también se encuentra en desarrollo por la agencia espacial nacional. La iniciativa involucra el diseño de una nueva plataforma de servicios, llamada Patagonia, que se caracteriza por ser flexible. Esto significa que se va a adaptar a los requerimientos específicos de cada misión, que puede ser óptica, de radar o poseer diferentes instrumentos. “Apuntamos a hacer satélites más pequeños, con funciones distribuidas y volando en formación”, indicó Josefina Pérès, gerenta de Proyectos Satelitales de la CONAE. En este sentido, destacó que, por ejemplo, estudian la posibilidad de distribuir el peso de la misión, colocando la memoria y el instrumento en satélites diferentes, y trasfiriendo los datos de un satélite a otro que vuele cerca y en formación. También analizan distribuir los instrumentos: “Podríamos tener un laboratorio de satélites en órbita con distintos sensores que, al volar cerca con una geometría controlada, nos permita obtener diferentes imágenes del terreno. Incluso podríamos utilizar tres satélites, dos con los instrumentos y otro con el servicio de bajada de datos”, adelantó Pérès. Otra línea de trabajo en relación a la arquitectura segmentada es el uso de componentes comerciales que se pueden espacializar (adaptar a las condiciones requeridas para su vida en el espacio), los cuales son más accesibles en el mercado, agilizan los tiempos de fabricación del satélite y permiten reducir costos. “La arquitectura segmentada logra la confiabilidad con redundancia o con capacidad de reemplazo rápido de los satélites”, explicó la profesional de la CONAE.

Hablan las Pymes: «La inflación está destrozando nuestras esperanzas y sueños»

Reproducimos este texto de Guillermo Siro, presidente de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA) Como si se tratara de una película que se repite una y otra vez, en nuestro país parece que los problemas se imponen sobre nuestras ganas de superar obstáculos para poder despegar y lograr un desarrollo sustentable de nuestra economía.
Lamentablemente estamos condenados a los temas recurrentes y a pensar en nuestra principal problemática que hoy en día sigue siendo una inflación que está descontrolada pero que, bajo ningún aspecto, podemos tomar como normal. Ocurre que no podemos naturalizar como parte del paisaje cotidiano a una inflación de más del 100 por ciento anual, con preocupante porcentaje en marzo que sera del 6,6 como en Febrero o más. Además, todos sabemos que la inflación es un promedio en esta suba generalizada de precios. Por ejemplo, la canasta básica de alimentos en el Gran Buenos Aires aumenta en niveles aún superiores. Lo cierto es que nuestra moneda vale cada vez menos y pierde poder adquisitivo, no solo, frente al dólar o al euro, pero también frente a monedas de países hermanos de Sudamérica, como el peso chileno o el uruguayo. También hay un efecto no deseado con respecto a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores formales e informales e incluyó en este sujeto colectivo a las pymes, que somos también trabajadores que, a la vez, estamos generando empleo para los argentinos y argentinas. Es también una obviedad que además de perder capacidad de compra, las pymes muchas veces caen bajo la tentación de ver el crecimiento de ingresos a valor nominal y no real y no nos damos cuenta que eso es puro coro de las sirenas de Ulises, porque cuando queremos darnos cuenta lo único que hay es un incremento en la circulación. En consecuencia, nos mentimos y nos convencemos de que nos está yendo bien. Pero cuando hacemos la sintonía fina de nuestros números y vemos los stocks nos damos cuenta tarde que la rentabilidad se ha reducido. Entonces ahí nos despabilamos y en muchos casos comprobamos que estamos trabajando a pérdida y cada vez tenemos menos ingresos reales por nuestros negocios, en nuestra fábricas, en nuestras industrias, en nuestros comercios de proximidad y que esto es consecuencia de que las variables están totalmente desarticuladas. Hay que resaltar, además, que tenemos una estructura de precios relativa que está totalmente desarreglada y que hay que normalizar. Además sufrimos una carga impositiva muy alta. Tenemos una ineficiencia en la administración de los recursos por parte del Estado. No hablo sólo del gobierno, también por parte de las pymes que muchas veces no aplicamos política de gestión y eso hace que administremos mal nuestros recursos. Falta de analisis de costo o exceso rentabilidad de sectores dominantes como pueden ser los bancos o las cabezas de las cadenas de valor. Todo este combo nos remite a las causas de la terrible inflación que tiene nuestro país y que estemos sumamente preocupados y que, lamentablemente, sigamos hablando de lo mismo una y otra vez desde hace varios meses. Si bien valoramos el esfuerzo del ministro de Economía, Sergio Massa, es oportuno señalar que pese a su compromiso de atacar a las causas de la inflación, esto no se esta viendo en la economía cotidiana. De otra manera no se hubieran observado los deficientes resultados de marzo donde esperábamos alguna señal auspiciosa porque estadísticamente es justo el mes donde se observa una tendencia a la baja. Desde luego que estaremos acompañando todos los esfuerzos que se hagan para ganar la madre de todas las batallas que significa domar a la inflación para, de esa manera, recuperar la esperanza y la confianza en el futuro que, por el momento, hemos perdido.

Pablo Cervi: «La PIAP tiene futuro en la producción de fertilizante»

El candidato a gobernador de Juntos por el Cambio Neuquén, Pablo Cervi, aseguró que la reconversión de la PIAP (Planta Industrial de Agua Pesada), para que pueda producir fertilizantes, es una de las formas de avanzar en la industrialización de la producción de la Provincia generando “trabajo de calidad para los neuquinos”. Tras recorrer la planta acompañado de los trabajadores, dijo que “generar valor agregado en Neuquén es una de las bases de nuestro plan de gobierno, y si reconvertimos la PIAP, será una alternativa para generar valor acá, con trabajo para nuestra gente”. “Desde el Congreso venimos acompañando las campañas para que se reactive la planta. Pero la provincia necesita diversificar su economía y agregar valor a la producción, y esta planta es clave en nuestro proyecto”. El candidato de Juntos por el Cambio Neuquén enfatizó que su plan era avanzar en la diversificación de la matriz productiva neuquina, y señaló que “el campo es uno de los grandes motores que tiene nuestra economía, y en la PIAP podemos tranquilamente producir hidrógeno y fertilizantes a partir del gas que tenemos en nuestro territorio”. Tras recorrer una vez la PIAP, Cervi contó que los trabajadores detallaron el abandono que sienten por parte de la provincia y que “Arroyito está alejado de todo y abandonado por Neuquén». Comentario de AgendAR: El precio internacional de la tonelada de urea granulada anda entre U$ 440 y 500, está altísimo. Pero el de la tonelada de agua pesada, el producto para el que se construyó la PIAP, está a entre U$ 600.000 y 700.000. Para producir agua pesada no hace falta invertir U$ 1000 millones en reconvertir una de las dos líneas de producción de la PIAP para fabricar urea granulada. Sólo recontratar a los alrededor de 400 profesionales y técnicos que echó Juntos por el Cambio entre 2017 y 2019. No va a ser fácil hacerlos volver. ¿Qué estabilidad se les puede ofrecer, si vuelven a gobernar personas que no entienden la diferencia entre U$ 500 y U$ 700.000 la tonelada de producto?  Algunos en JxC sí entienden la diferencia. Pero también saben que el Departamento de Estado de los EEUU se ha opuesto históricamente a que la Argentina fabrique agua pesada, «porque es proliferante». No debe serlo tanto, porque usamos este producto desde 1974 y no tenemos armas nucleares ni intención de desarrollar ninguna, mientras que EEUU tiene unas 5000. Los que logran sumar dos más dos en JxC prefieren hacer «obediencia debida», tener la PIAP cerrada, y la boca también. El verso de la fabricación de urea… es un verso. Pero permite hablar del asunto y fingir un plan. Más de uno se lo toma en serio. Como este insumo tan caro tiene muchas aplicaciones tecnológicas, hay una demanda insatisfecha mundial creciente, y la aparente novedad de que la PIAP reabriría hace que lleguen pedidos de cotización. ¿Cómo explicarle que el único plan es que siga cerrada? Pero si algún demente endeudara al país en U$ 1000 millones para reconvertir una de las dos líneas para fabricar un producto, ¿cómo explicarle al argentino de a pie que eso se hizo para fabricar y vender un producto 1400 veces más barato? La PIAP, que en un año pico de trabajo llegó a 180 toneladas de producto, es la mayor planta de producción agua pesada en el mundo, y tanto así que su salida de servicio aumentó el precio internacional. Desde que la cerró el macrismo, y sólo para reponer las pérdidas de sus tres centrales nucleares en funcionamiento, la Argentina está importando unas 30 toneladas/año. Estos CEOs sí que saben de negocios. Daniel E. Arias    

Los precios del petróleo ante la crisis financiera internacional

El portal especializado en energía Econojournal comenta un detallado informe sobre la evolución de los precios del petróleo que presenta una visión optimista desde las petroleras de precios estables. De todos modos, los países petroleros toman sus precauciones. Ayer 2 de Abril, Arabia Saudita y Rusia decidieron recortar 500.000 bpd cada uno. La producción global caerá en 1,1 millones de bpd desde mayo y 1,6 desde junio. Las cotizaciones del Brent y WTI tocaron recientemente sus valores más bajos desde 2021, en un escenario financiero internacional convulsionado por los rescates de bancos. Un reporte de la consultora PwC indica que los precios se mantendrán estables a corto y mediano plazo pese a la volatilidad actual. El impacto sobre Argentina. El Brent y el WTI tocaron recientemente sus valores más bajos desde 2021, en un escenario financiero internacional convulsionado por los rescates de bancos en Estados Unidos y Europa. No obstante, los precios del petróleo podrían sostenerse a pesar de la volatilidad reciente y al enfriamiento de la economía generado por la suba de las tasas de interés en EE.UU. La crisis del Silicon Valley Bank (SVB) en EE.UU. desató el pánico en la industria bancaria. La situación también sacudió a los mercados y a las commodities. El precio del Brent tocó los US$ 70,22 por barril, mientras que el precio del WTI cayó a US$ 66 por barril, registrando sus valores más bajos desde diciembre de 2021. El gobierno estadounidense intervino en la crisis bancaria y garantizó la cobertura de todos los depósitos en los bancos SVB y Signature Bank. Otros bancos pidieron extender esas garantías a los depósitos en todo el sistema bancario, pero el Tesoro remarcó que la medida era extraordinaria. Al otro lado del Atlántico, el banco Credit Suisse, que ya arrastraba problemas, recibió de lleno el coletazo de la crisis del SVB. El desplome de sus acciones y la sangría de depósitos forzó al gobierno suizo a buscar una salida. Esta llegó el domingo pasado con la adquisición del banco por parte de UBS, su histórico competidor en Suiza, luego de un acuerdo con el gobierno.
Algunas instituciones comenzaron a revisar sus expectativas de precios. Por ejemplo, el banco Goldman Sachs acaba de reducir sus pronósticos de precios del petróleo para 2023, citando como razones un aumento de la oferta de crudo y una menor demanda. El Brent cotizará a US$ 94 por barril durante los próximos 12 meses y US$ 97 en la segunda mitad de 2024, por debajo de un mínimo de 100 dólares por barril anteriormente previsto para ambos años. Por otro lado, la Administración de Información Energética (EIA) de los EE.UU. rebajó el precio medio del Brent a US$ 82,95 por barril para todo el 2023 en su último reporte energético de corto plazo.

Precios estables para el petróleo

Los precios del petróleo se han moderado desde los máximos vistos en 2022. Las expectativas de enfriamiento de la economía generadas por el ciclo de suba de tasas de la Reserva Federal (FED) de los EE.UU. influyeron en parte en esa moderación. La pregunta es cuánto se verán afectados los precios internacionales del crudo si el enfriamiento se convierte en una recesión. Parte de la respuesta se encuentra analizando los fundamentos del mercado petrolero. Para la consultora PwC los precios se mantendrán estables a corto y mediano plazo. Así surge del último “Oil & Gas benchmarking”, un relevamiento de las expectativas de precios de los hidrocarburos que la consultora realiza entre distintos brokers relacionados con la industria. El último reporte indica un precio medio del barril Brent de US$ 91 en 2023 y US$ 81 en 2024. Para el barril WTI el precio medio relevado es de US$ 86 este año y US$ 76,5 en 2024. “Todos los stakeholders relacionados con la industria están viendo precios en el mediano y largo plazo por encima de los 80 dólares”, señaló Ezequiel Mirazón, socio a cargo de Energía en PwC. “Es un precio razonable para todos. Para las empresas privadas, para los países productores de la OPEP, para los consumidores, para las empresas de servicios, para la industria petrolera. Todos los stakeholders se han acomodado a un valor que parecería que es razonable para todos”, añadió.

Fundamentos

Entre los fundamentos para el sostenimiento de los precios figuran la mejora de los parámetros de la oferta y demanda de petróleo, los recortes de oferta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la reducción de la producción por parte de Rusia a raíz de las sanciones derivadas del conflicto bélico con Ucrania y el aumento sostenido de la demanda de países como India y China, según el reporte de la consultora estadounidense. El informe destaca que tanto China como India, que son los principales importadores de petróleo, han recuperado los volúmenes de consumo luego del derrumbe de 2020. Esto, sumado a los reportes que avalan el hecho de que el consumo se incrementará en los próximos años, al punto de mantenerse en 101 millones de barriles diarios o incrementarse a 102 millones, hace prever un panorama positivo para el mercado petrolero. Además la OPEP+ ratifica su postura de mantener su producción limitada entre los 45 millones de barriles por día, lo que deriva en una estabilidad prolongada de los precios de cara a los próximos años. “Los precios están afectados por la coyuntura. Hay volatilidad en los precios este año con respecto a cómo inició el año. Es una volatilidad razonable en el contexto de una inflación volando cerca de los dos dígitos, de turbulencias con algunos bancos. En este contexto la industria energética se ha defendido bastante bien”, señaló Mirazón sobre el contexto. Por otro lado, las políticas de transición energética no tendrían un impacto significativo sobre la demanda y los precios de los hidrocarburos en el corto plazo. “Esta muy en boga la transición energética. Lo que muestra este informe es que los precios del petróleo van a estar fuertes en los próximos años”, dijo Mirazón.

Nicolás Deza

El precio de la soja subió por las bajas existencias en EE.UU.

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El valor de la soja subió el viernes un 2,1% en la Bolsa de Chicago, donde el ajuste de la posición mayo de la oleaginosa trepó de 541,79 a 553,18 dólares por tonelada, y completó la semana con una mejora del 5,4% frente a los 524,79 dólares vigentes el viernes anterior.

Entre las razones que posibilitaron la mejora –la semana anterior concluyó con una baja del 3,9%– se destacaron dos informes publicados el viernes por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) sobre existencias trimestrales y sobre las perspectivas de siembras para la campaña 2023/2024.

Lo más valioso para la evolución de los precios estuvo en el primero de esos trabajos, donde el organismo relevó las existencias estadounidenses de soja al 1° de marzo en 45,86 millones de toneladas, un 12,8% por debajo del volumen de igual momento de 2022, de 52,58 millones de toneladas, y también debajo de los 47,41 millones esperados en promedio por los operadores.

En el segundo reporte el USDA proyectó la siembra de soja estadounidense –se inicia a mediados de abril– en 35,41 millones de hectáreas, por debajo de los 35,71 millones estimados por los privados, pero sin cambios respecto del área cubierta en la campaña 2022/2023. Cabe recordar que, a fines de febrero pasado, durante su Foro Anual, el organismo ya había anticipado el dato que confirmó hoy. En esa ocasión, además, pronosticó un rinde promedio nacional de 34,97 quintales por hectárea y un volumen para la nueva cosecha de 122,74 millones de toneladas, datos superiores a los 33,29 quintales y a los 116,38 millones de toneladas del ciclo agrícola anterior.

Brecha entre campañas

Relacionado con esa chance de que la producción estadounidense crezca, aunque sea levemente, pero también con un ritmo de exportaciones de Brasil que se prevé muy ágil gracias a la cosecha récord que está levantando actualmente y a la previsión meteorológica que augura el fin del ciclo de La Niña que afectó el hemisferio Sur durante tres años seguidos, y que dejó como corolario la reducción casi a la mitad la oferta argentina, los precios de la soja en Chicago dejan expuesta una brecha importante entre las posiciones cercanas y las correspondientes a la campaña 2023/2024.

En efecto, hoy la posición noviembre de la soja, que marca la entrada formal de la nueva cosecha estadounidense, subió un 1,2% y cerró con un ajuste de 484,92 dólares por tonelada, 68,26 dólares por debajo del valor del contrato mayo.

Para complementar esta situación, marzo aportó en Chicago un alza del 1,8% para la posición mayo, tras variar de 543,44 a 553,18 dólares por tonelada, mientras que para noviembre dejó un quebranto del 2%, luego de pasar de 495,03 a los 484,92 dólares de hoy.

Por último, en la firmeza semanal de los precios de la soja estadounidense también tuvieron que ver al aumento del valor del petróleo, que saltó un 9,3%, de 69,20 a 75,64 dólares por barril, y la apreciación del real frente al dólar, que resultó del 3,4%, al pasar la paridad de 5,2475 a 5,0678. Este movimiento de las monedas implica una pérdida de competitividad para las exportaciones de Brasil y les resta estímulo a los productores para desprenderse de sus granos.

Mercado desierto en Rosario

Tras la confirmación de que habrá una versión 3 del dólar soja, y en la espera de los detalles de su implementación que el Gobierno difundirá el lunes, el mercado argentino para la oleaginosa disponible hoy quedó desierto. Así lo indicó la Bolsa de Comercio de Rosario, que en su informe diario señaló que “no se registraron ofrecimientos abiertos de compra por parte del sector industrial”. Fuentes privadas relevaron propuestas de las fábricas de 70.500 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario, sin cambios respecto de ayer.

En el Matba Rofex las posiciones abril y mayo de la soja mostraron alzas de US$3,20 y de 1,50, al cerrar con ajustes de 363,20 y de 370 dólares por tonelada. En el balance semanal, y en contraste con Chicago, estos contratos perdieron un 3,9 y un 0,8% frente a los valores vigentes el jueves 23, de 378 y de 372,90 dólares por tonelada.

La posición julio de la oleaginosa en el mercado de futuros argentino, que quedaría por fuera –de momento– de la nueva versión del dólar soja, hoy subió US$5,50 al terminar la jornada con un precio de 400 dólares por tonelada, mientras que en balance de la semana reflejó una mejora del 4,5% en la comparación con los 382,60 dólares del cierre el segmento comercial precedente.

 

VENG, la UNSAM y Space Sur: vigilancia satelital para las Fuerzas Armadas

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Con el foco puesto en la creciente actividad espacial, VENG S.A., la Universidad de San Martín (UNSAM) y Space Sur presentaron su nuevo proyecto de observación y vigilancia satelital a las Fuerzas Armadas Argentinas. Denominado como “FOCUS”, tiene como fin brindar al Instrumento Militar Nacional capacidades de procesamiento de imágenes satelitales a través de una constelación de microsatélites.

La presentación del Proyecto FOCUS tuvo lugar en el día 29 de marzo, a través de una reunión en la cual participó el Ministro de Defensa de la República Argentina, Jorge Taiana; siendo acompañado el jefe de Gabinete del MinDef, Héctor Mazzei; el subjefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Pedro Girardi, el subsecretario de Investigación Científica y Política Industrial, Roberto Adaro.

Desde las empresas privadas y estatales involucradas, junto a universidades nacionales, destacaron en su presentación a las autoridades ministeriales las posibilidades y potenciales del Proyecto FOCUS. Si bien fueron enumeradas las capacidades que puede brindar a las Fuerzas Armadas, también expresaron el uso dual del sistema, con el fin de brindar servicios de procesamiento y comercialización de imágenes satelitales de alta resolución. Pensado en clientes nacionales, como internacionales, de forma económica y eficiente.

En lo referidos a lo que puede brindar a las Fuerzas Armadas Argentina, el Proyecto FOCUS se presenta como una constelación de microsatélites de diseño y fabricación nacional, equipados con tecnología de observación SAR Banda X de alta resolución.

Los representantes de VENG S.A. (Vehículo Espacial Nueva Generación), la Universidad de San Martín (UNSAM) y la empresa Space Sur, indicaron que: “a partir de este desarrollo las Fuerzas Armadas contarán con una capacidad inédita de observación y vigilancia sobre el territorio argentino (continental y marítimo) con actualizaciones constantes y en un entorno de comunicación cibersegura”.

Agregaron esto: “Este sistema podrá emplearse tanto en operaciones militares, de vigilancia y control de los espacios, de búsqueda y rescate, y de apoyo logístico a las Fuerzas de Seguridad en cualquier condición atmosférica y de luminosidad solar, así como de una resolución sub-métrica”.

Comentario de AgendAR: Desde el siglo pasado Conrado Varotto, fundador de la CONAE, viene planificando un futuro de satélites de bajo peso, bajo costo, fácil reposición y «arquitectura segmentada». En castellano derecho, eso significa que las muchas funciones concentradas en los satélites típicos de la CONAE, en general monolíticos y de alto costo, se podían dispersar en constelaciones de satélites mucho más baratos e intercomunicados entre sí. En tiempos de Varotto la CONAE se volvió razonablemente exitosa con satélites monolíticos de observación terrestre, exactamente lo contrario de la arquitectura segmentada. El SAC-C, lanzado en 2000, tenía 11 sensores distintos en una plataforma de apenas 480 kg, y un diseño y un manejo evidentemente buenos: debía durar 5 años en órbita, y aguantó 13. En contraposición, el satélite típico de la NASA tenía a lo sumo 2 sensores, pero con el viento a favor del presupuesto de esa agencia, cruzaba del diseño al lanzamiento en no más de 3 años. La NA-SA, generalmente a cargo del mayor costo desagregado de la misión, el lanzamiento, nos felicitaba por nuestra capacidad de integración. A nosotros que ellos no la necesitaran nos daba bastante envidia… A la CONAE, pese a sus mejores intenciones, los satélites se le volvían monolíticos «en mesa de diseño», donde se eternizaban. La repartición nació pobre y vivió y vive pobre. Por ello, tuvo que ir desarrollando una diplomacia satelital extraña, de salir a reclutar agencias espaciales y universidades extranjeras para que pusieran sus sensores en nuestras plataformas, y de paso algunos morlacos, obvio. Esto, por lógica, obligaba al rediseño tanto eléctrico como de comunicaciones de las plataformas. 11 sensores son al menos 8 o 9 rediseños «da capo al fine», y una misión por década. El punto de inflexión fueron las misiones SAOCOM, de radar en banda L. La CONAE buscó un único socio, la Agenzia Spaziale Italiana (ASI), que dentro del mundo de la Agencia Espacial Europea (ESA) recibía y recibe un trato de pariente pobre. Varotto le hizo a la ASI una propuesta a la que ésta no podía decirle que no: la constelación SIASGE, o Sistema Italo Argentino de Gestión de Emergencias, destinada a prevención y/o control de catástrofes y crisis ambientales, y basada en satélites de radar en órbita polar heliosincrónica baja, de 600 km. de altura. A los ítalos les tocaban los satélites «fáciles», con radar en banda X, y a la CONAE los difíciles (sin comillas), en banda L. Cada cual resolvía su propia ingeniería y sus propios costos. Los resultados, es decir las imágenes, se compartían. ¿Cómo se iba a negar la ASI? Salvo los japoneses, nadie estaba tan loco como para lidiar con satélites tan horrorosamente difíciles de resolver como los dos actuales SAOCOM, con sus pantallas de radar del tamaño de canchas de squash. ¿Para qué meterse en semejante camisa de once varas? Para la CONAE, estaba claro desde el vamos: aunque la banda L de onda de 23 cm. de longitud da imágenes de resolución relativamente baja, tiene la virtud de penetrar el follaje y la tierra y detectar el agua, da igual si superficial o subterránea. Nuestros SAOCOM pueden medir el estado de ríos, lagos, napas y acuíferos, y pronosticar desde sequías e incendios a inundaciones y enfermedades ligadas al agua, como el cólera o las 4 virosis (fiebre amarilla, dengue, chikingunya y zika) transmitidas por el mosquito Aedes aegyptii. Y otras tropicales que se nos vienen al humo, por el recalentamiento climático. Pueden pronosticar el derrumbe de una ladera cubierta de bosque que absorbió demasiada lluvia. O la voladura inminente de un volcán pliniano en la frontera con Chile por cambios altimétricos en la cumbre. Logran determinar el avance de un derrame de petróleo, por río o por mar, sea de día o de noche. No alcanzan a discernir un barco chico, pero sí su estela en el mar, y más aún la de una flota. La banda L recién empieza a mostrar sus capacidades. Es una solución en busca de problemas. Los SAOCOM podrían haber evitado la catastrófica inundación de Santa Fe Capital en 2003, pero estaban en construcción, demorada por la falta de presupuesto. Raro, porque el país estaba resucitando económicamente después del colapso de 2000 a 2002. No era mal momento para darle bola a lo espacial. En 2000, el lanzamiento exitoso del SAC-C fue la única buena noticia que logró dar, como presidente, Fernando de la Rúa, quien -como se evidenció en su insulso discursito y por su ausencia en el sitio de lanzamiento o en el acto en la Estación Terrena Córdoba- no tenía ni idea de para qué servía. Lo mismo pudo decirse entonces de toda nuestra clase política. Pero el campo argentino, por ejemplo, con el SAC-C empezó a consumir por primera vez en su historia imágenes de un satélite argentino, como que había sido diseñado para ese sector productivo. Las cámaras del SAC-C (los expertos las llaman radiómetros) no lograban resolver objetos menores de 100 metros, pero las propiedades rurales en Argentina raramente miden una o dos hectáreas: por lo general van de 100 a las 900.000 que acumula Benetton. Y tener un satélite propio le permite al país apuntar sus cámaras adonde están los problemas del país mientras suceden. No sucede lo mismo con los satélites de la NASA o la ESA. Tienen otras prioridades. Por otra parte, en eso de usar cámaras de baja resolución hubo no poco realismo político, al menos en los ’90. El  Reino Unido y los EEUU habrían evitado a todo trance que Argentina tuviera una capacidad de observación óptica capaz de identificar un destructor clase 42 en Port Mare, o determinar cuántos y qué tipo de aviones tenía la RAF en la base de Mount Pleasant, en las islas demasiado famosas. Hoy la alta resolución ha seguido la evolución de sistemas como el GPS: ya no es asunto militar, cualquier satélite comercial la tiene. Con la banda radárica X en los ’90 pasaba lo mismo que con las cámaras ópticas de alta definición: estaba mucho más al alcance tecnológico de Argentina que la L: después de todo, usa antenas más chicas, placas fotovoltaicas menores y baterías menos potentes. Pero esa resolución en radar espacial en los ’90 era cosa de militares. Nadie le iba a objetar a Italia que tuviera este tipo de satélites, dado que «il paese del «bel canto» se abstuvo enérgicamente de hundirle 7 barcos a su Graciosa Majestad en las islas demasiado famosas en 1982. Con nosotros es otra historia. El pacto CONAE-ASI fue tolerado por la OTAN porque era asimétricamente restrictivo: la Argentina no tenía acceso pleno a toda imagen generada por los satélites COSMO-SKYMED italianos, sólo a las carentes de valor militar. Italia, en cambio, no tiene límites para usar las imágenes de los SAOCOM, y en la ASI están encantados con ello, y también con mirar a la ESA, por fin, un poco por sobre el hombro. Por algo en los ’90 no le pudieron decir que no a la propuesta de Varotto. Tardamos, pero cumplimos.  Tras dos décadas de avanzar con cuentagotas debido a la permanente inopia de la CONAE, los SAOCOM llegaron al espacio tardísimo, a partir de 2018, con baterías obsoletas y pesadas de níquel-cadmio que ya no existían en el mercado espacial, y una potencia eléctrica acotada a unas 160 imágenes/día. Eran realmente -y son- dos Rastrojeros. Si quisiéramos repetirlos, no conseguiríamos los componentes. Aún así, la información que generan estos Rastrojeros es de un valor impresionante, y máxime por lo escasa. Sólo la JAXA, la agencia espacial académica japonesa, tiene banda L, con el satélite ALOS-DAIICHI-2, que es uno solo. Los países asiáticos bien forrados ya son todos clientes de la CONAE, vía distribuidores. ¿Eso le puede dar suficientes fondos a la CONAE, ahora dirigida por Raúl Kulichevsky, para 2 SAOCOM más, pero livianitos y más potentes? Lo ignoro. También ignoro si frente al éxito comercial y al hecho de que por fin hay dos satélites que vuelven menos «Landsat-dependientes» a los productores rurales y administradores de la Argentina, estos seguirán sin poner un mango en lo espacial criollo. Seríamos muy estúpidos. La CONAE es un hijo tardío de la CNEA, es decir la Comisión Nacional de Energía Atómica, la cuna de la tecnología local realmente alta. Varotto viene de ahí, y mucho antes de fundar la CONAE hizo lo propio con INVAP, la constructora de todos los satélites de la agencia espacial argentina. Jorge Sabato, el verdadero autor intelectual de toda esta movida, en los ’60 escribió junto con el físico Alberto Maiztegui el mejor manual de física de secundaria del país. Carecía de la soporífera solemnidad glacial de otros. Aquel par de volúmenes fue solo una parte de su campaña para educar «a nuestra burguesía chanta», como la llamaba. Dejó la vida en ello. Pero no sin algunos logros. De no haberse muerto en 1983, Sabato hoy diría que hay más mérito para nuestro país en haber puesto en órbita terrestre 2 Rastrojeros que el que tuvo Elon Musk al mandar a órbita solar su autito Tesla Roadster, chiche para niños ricos como él, e inútil incluso en tierra. En cuanto a la ventaja de los radares espaciales contra las cámaras (bueh, radíómetros ópticos) es clarita: no usan la luz del sol para otra cosa que para generar electricidad a bordo. Iluminan la superficie con su propia emisión de microondas, recogen los ecos y mastican matemáticamente esa información hasta sintetizarla en imágenes de calidad visual. De modo que muestran lo que hay de día y de noche, llueva, truene o brille el sol. Si uno tiene una constelación de algunas decenas de estos bichos, y además logra hacerlos baratos y segmentados, su capacidad de observación es casi la de los dioses griegos de la Ilíada, que misteriosamente veían la guerra de Troya como desde el ringside. Pero si además uno puede armar imágenes combinando bandas X y L, su conciencia de qué pasa en el planeta a toda hora y en toda circunstancia se vuelve ya más propia de las teologías monoteístas. Hacia allá vamos. De modo que cuando uno se entera de que VENG, una empresa fundada por la CONAE que trata de seguir el modelo de INVAP ahora planifica radares en banda X, y nada menos que con una universidad pública con un potente perfil científico como la UNSAM y con el Ministerio de Defensa como respaldo, hay que descorchar cerveza. Una IPA artesanal, mínimo. Bienvenida también Space Sur a este consorcio. Es una empresa privada «de garage», que nació haciendo aplicaciones informáticas para uso e interpretación de información óptica y ahora radárica generada por satélites. Empezó en 2006 y no le debe estar yendo mal, porque con el impulso de los SAOCOM y la banda L, está abriendo su primera cabecera de playa en Europa. El champagne en AgendAR lo reservamos para cuando este consorcio llamado FOCUS logre construir el prototipo de una constelación inicial de arquitectura segmentada con radar en banda X, aunque se trate de pocos aparatos. Y nos anotamos con un cajón de Rutini para cuando logren ponerla en órbita, aunque todavía no sea con un cohete Tronador hecho por VENG. Cuando llegue el primer despliegue orbital de los FOCUS, ése va a ser un acto, para decirlo en dos palabras, de «Varottismo explícito». Tratamos deliberadamente de no usar palabras demasiado grossas como «patriotismo», que bajan la credibilidad. Pero bueno, el lector sabrá entender. Daniel E. Arias  

Agunstín Rossi informa sobre el proyecto de acuerdo Mercosur-UE: Señala grandes perjuicios

En paralelo a la reunión bilateral de Alberto Fernández y Joe Biden en Washington, el Gobierno difundió una mirada muy crítica en términos diplomáticos sobre los alcances del acuerdo por el libre comercio del Mercosur y la Unión Europea. Calificó como «demandas unilaterales» que podrían generar pérdidas millonarias para Argentina y alertó sobre «líneas de acción» que se están tomando para modificar el acuerdo. No sólo esto. La Argentina sostuvo que los cambios propuestos por la Unión Europea al Mercosur «podrían afectar las concesiones ya negociadas en el Acuerdo» y desechó la posibilidad de que todo esto se vaya a negociar en lo inmediato en la cumbre de jefes de Estado de la Celac-UE en Bélgica en junio próximo. En la respuesta del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, a la pregunta 44 de legisladores de la oposición que figura en el informe 135 de la Jefatura de Gabinete a la Cámara de Diputados que se presentó ayer en el Congreso, aparecen las duras advertencias de la Argentina al acuerdo UE-Mercosur.
El canciller Santiago Cafiero en la última reunión de ministros del Mercosur
«El Ministerio de Relaciones Exteriores informa que desde el cierre del acuerdo en principio en julio de 2019, la UE ha planteado una serie de nuevas medidas y demandas unilaterales que han demorado el avance de las negociaciones», contestó Rossi en su informe al Parlamento.

Pérdidas millonarias

Entre las medidas mencionadas como «unilaterales» se mencionó el denominado «Pacto Verde», un paquete regulatorio por el que la UE busca implementar reformas en aspectos como la energía, el uso del suelo, la deforestación y las emisiones, entre otros, que al entender del Mercosur «podrían afectar las concesiones ya negociadas en el Acuerdo».
Estas regulaciones con nuevas exigencias, que se aplicarán a las empresas de los países miembros de la UE, también impactarán al resto de los proveedores extra UE, incluidas las empresas del Mercosur, según la advertencia lanzada desde Buenos Aires. Un ejemplo concreto del impacto del «Pacto Verde» sobre las exportaciones al mercado europeo es el del biodiesel argentino. «De aprobarse la regulación que se encuentra en elaboración por parte de la UE, la Argentina podría perder sus exportaciones de biodiesel a estos países, que el año pasado sumaron US$ 1.850 y representaron el 17% del total exportado por nuestro país a dicho bloque», sostiene el informe 135 del jefe de Gabinete.
Argentina alertó sobre el impacto en el comercio si se instrumenta el acuerdo con la UE
Una de las regulaciones vinculadas al tema ambiental es la propuesta de un instrumento común sobre desarrollo sustentable (o «side letter», que también incluye cuestiones laborales y de derechos humanos) de modo adicional a lo acordado en 2019 en el capítulo específico del Acuerdo.

Dudas de la arquitectura

Según Rossi, esta propuesta está siendo analizada en consultas con los Estados Parte del Mercosur para que su texto «contemple los intereses de ambos bloques y una visión compartida sobre el desarrollo sustentable». También en el informe del jefe de gabinete al Parlamento se destaca que «subsisten dudas sobre la llamada «arquitectura del acuerdo» ahora propuesta por la UE». Así, remarca, que esas dudas consisten en que no queda claro si el acuerdo de libre comercio sellado entre ambos bloques en el 2016 se tratará de un único Acuerdo como estaba previsto, o será dividido en dos instrumentos.
Finalmente, otro de los aspectos pendientes que mencionó la Argentina es el capítulo de propiedad intelectual, donde aún está abierto el «Anexo de Usuarios Previos» debido a nuevos criterios y «exigencias unilaterales» de la UE. Al entender del gobierno de Alberto Fernández estos planteos de la Unión Europea «podrían afectar a empresas argentinas que utilizan determinadas indicaciones geográficas para sus productos».
El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, emitió ayer su informe a Diputados
Por último, el informe que emitió Rossi al Congreso dice que la Argentina junto a sus socios sigue de cerca todos estos aspectos y evalúa posibles «cursos de acción a seguir», con propuestas y compensaciones que se trabajan en conjunto con los socios del Mercosur. Así, se insta a una nueva negociación con la UE de modo que «colaboren de forma efectiva a aumentar el comercio, las inversiones, la creación de trabajo y mejorar la calidad de vida en ambos bloques». Esto podría ser de difícil aplicación porque la normativa de acuerdos comerciales no contempla una reapertura de los documentos firmados.

Cláusula especial

Los cuestionamientos de la Argentina a la Unión Europea por los cambios propuestos para el acuerdo con el Mercosur vienen de arrastre, aunque este último informe parece lapidario en términos de objeciones técnicas. El gobierno de Alberto Fernández heredó la firma del acuerdo UE-Mercosur desde la gestión de Mauricio Macri. Desde el inicio, la nueva administración vio con cautela y recelo los alcances de ese entendimiento y siempre remarcó que para ponerlo en práctica se debía fomentar un «equilibrio» en el que todos ganen. Sin embargo, en los últimos tiempos se plantearon más quejas y trabas a las propuestas de la UE. De hecho, en una jugada de alto impacto diplomático y económico, la Unión Europea buscó acercar una propuesta concreta al Mercosur para destrabar de una vez por todas y poner en marcha el acuerdo de libre comercio sellado entre ambos bloques en 2019 y que por diferencias de criterio nunca se pudo empezar a instrumentar.
La presidenta de la Comisión de la UE, Ursula Von der Leyen, estará en Argentina en abril
Rupert Schlegelmilch, el emisario de la Unión Europea para el Comercio y la Agricultura llegó a Buenos Aires hace 20 días y comenzó a desplegar una serie de reuniones con el gobierno argentino y socios del Mercosur de Paraguay, Brasil y Uruguay bajo un claro objetivo: «avanzar de manera firme para hacer del Acuerdo UE-Mercosur una realidad», según adelantó. En la ronda de negociaciones con el gobierno argentino y los socios del Mercosur, el enviado de la UE estuvo acompañado por el embajador de la Unión Europea, Amador Sánchez Rico. Allí se planteó una hoja de ruta concreta para salir del estancamiento en que se encuentra el acuerdo en el capítulo de comercio por las objeciones sobre el desarrollo sostenible. El 14 de abril llegará a Buenos Aires la presidenta de la UE, Ursula Von der Leyen para tratar de destrabar estos cortocircuitos. Desde esa línea, la UE busca avanzar en una cláusula de «instrumento adicional» que los europeos tienen en su legislación para destrabar todo el capítulo de desarrollo sostenible y avanzar de una vez con el capítulo de libre comercio del acuerdo con el Mercosur.

China reafirma su alianza con Rusia… Hasta un cierto limite

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Aportes al debate, reproducimos este interesante artículo de Patricio Giusto, Docente universitario (UNLP/UNDEF). El presidente Xi Jinping realizó una esperada gira durante tres días a Moscú, que dejó muchas cuestiones para analizar. El mandatario chino y su par Vladimir Putin firmaron dos declaraciones, una muy extensa titulada «Profundización de la Asociación Estratégica Integral de Coordinación para la Nueva Era» y una más breve titulada «Plan de Desarrollo Pre-2030 sobre Prioridades en la Cooperación Económica China-Rusia». Los textos tienen una clarísima impronta china en cuanto a la terminología, ideas y proyectos contenidos. Está claro que Rusia tuvo una participación más bien secundaria en la redacción, lo que da la pauta de la nueva realidad en esta relación, cada vez más desbalanceada en favor de China. Lejos del tono más bien ambivalente y hasta crítico que se vio de parte de Xi hacia Putin en la última cumbre entre ambos en septiembre, esta vez Xi envío señales plenamente positivas al líder ruso, con una reafirmación de la alianza estratégica y una fuerte coincidencia sobre la visión internacional. Probablemente, esta postura tan «pro-rusa», podríamos decir de Xi, tuvo que ver con que el anfitrión fue Putin. Pero también cabe destacar otros dos elementos: Xi parece dispuesto a insistir con una salida negociada a la guerra, para lo cual necesita a Putin conforme y perfectamente alineado y, al mismo tiempo, el líder chino quiso enviar una señal inequívoca a EE.UU. de que no va a retroceder en su alianza con Rusia, pese a las renovadas presiones. El problema es que la reafirmación de la alianza con Rusia y el apoyo tan explícito a Putin, como se vio en esta cumbre, tiende a alejar a China de la posibilidad de lograr una negociación con Ucrania. De hecho, a partir del tenor y contenido de la cumbre en Moscú, se puso en duda la llamada entre Xi y Volodimir Zelenski, que estaba prevista tras la visita a Moscú. Mientras tanto, EE.UU. respondió a la cumbre Putin-Xi comprometiendo más apoyo militar a Ucrania y criticando con dureza la postura china. Putin reiteró que el plan de paz de 12 puntos de China podría servir como «base» para una resolución pacífica, una vez que Ucrania y Occidente estén dispuestos a comprometerse. Pero también reiteró que «estamos lejos de ese momento». Otro dato interesante es que Ucrania, supuesto objetivo primordial del viaje de Xi a Moscú, no fue un tema tan preponderante en las conversaciones. De hecho, ocupó casi el mismo espacio de tratamiento que otros temas, como ser: la delicada situación en la península coreana, las provocaciones de EE.UU. sobre Taiwán y la amenaza que constituye la ascendente alianza del AUKUS, entre otros. En la cumbre Putin-Xi se reivindicaron valores compartidos que colisionan directamente con la visión de EE.UU. y sus aliados, como ser: visión relativista de los derechos humanos y la democracia, condena a las «revoluciones de color» supuestamente promovidas por EE.UU., apoyo a la multipolaridad y a la mayor representación del «Sur Global», oposición a los bloques de seguridad occidentales, condena a las sanciones económicas unilaterales y defensa de las Naciones Unidas como la fuente exclusiva de toma de decisiones internacionales. De más está decir, cuanto más se reafirmen estos principios y cuántos más adherentes globales sumen, más se profundizará la tensión con EE.UU. y sus aliados. Hubo también una exaltación del Brics, la Organización de Cooperación de Shanghái y otras plataformas alternativas a las lideradas por EE.UU. Cabe esperar un reimpulso a la ampliación del BRICS, sobre todo a partir de la trascendental visita a fin de mes de Lula da Silva a China. Respecto a la cooperación en defensa, China mantiene su posición de no involucramiento militar, aunque quedó plasmado el compromiso con Rusia de «brindar un apoyo mutuo con respecto a los asuntos de defensa». Esto no es novedoso, es un principio que ya era parte de la alianza estratégica antes de la guerra. Lo novedoso sería que China finalmente active ese apoyo en favor de Rusia. La prioridad de Beijing sigue siendo evitarlo a toda costa, por sus graves implicancias en materia de sanciones y afectación de las relaciones con Occidente, en general. Es más, Xi volvió a marcarle a Putin la «línea roja» que constituye el posible uso de armas nucleares. En esto, paradojalmente China tiene una plena coincidencia con EE.UU. En cuanto a los nuevos proyectos de cooperación, fue una gran frustración para Putin que finalmente no se firmó el acuerdo referido al mega-proyecto de segundo gasoducto para exportar gas a China vía Mongolia. Pero probablemente esto suceda dentro de algunos meses. Rusia necesita desesperadamente expandir las exportaciones de gas natural a China e India, a medida que las sanciones económicas han ido reduciendo notablemente las ventas a Europa, con nuevos proveedores. De todas formas, hubo importantes avances en materia de cooperación comercial, financiera, e infraestructura. Y algo muy relevante desde el punto de vista geopolítico: se firmaron compromisos para seguir mejorando la comunicación marítima a través del Ártico. Vale resaltar que el Ártico y la Antártida son dos grandes temas en los cuales China y Rusia tienen intereses económicos y geoestratégicos compartidos. Más allá del curso de la guerra, no hay que perder de vista un elemento fundamental: los intereses geopolíticos de China y Rusia son sólo coincidentes en materia económica (muy coincidentes, por cierto) y respecto a la seguridad regional, sobre todo en relación a Asia Central y Corea del Norte. En cuanto a la visión del orden internacional, las miradas entre China y Rusia ya eran divergentes antes de la invasión a Ucrania. Y esta guerra, que tanto ha incomodado a China, no hizo más que agudizar esas diferencias. La Rusia de Putin es un actor disruptivo del orden internacional, algo contrario a los intereses globales de China que, si bien puede ser considerado un actor revisionista en algunos aspectos, es ante todo una superpotencia que busca contribuir al sostenimiento del actual orden económico internacional, del cual se ha beneficiado ampliamente en los últimos 45 años. Por supuesto, con las aspiraciones lógicas de cualquier superpotencia para imponerle su impronta de acuerdo a sus intereses. En definitiva: Xi volvió a demostrar lo importante que Rusia es para China. Pero ni ahora ni nunca lo será tanto como el vínculo con Occidente, lo que incluye desde luego a su principal socio comercial, que es EE.UU. China seguirá sosteniendo y utilizando a Rusia en todo lo que pueda, pero jamás sacrificaría su relación con Occidente. En el marco de ese intrincado dilema, que incluye a múltiples actores con intereses contrapuestos, sigue palpitando la esperanza del fin de la guerra.