Río Negro y Neuquén ponen vallas a la privatización de cuatro represas 

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Las provincias de Río Negro y Neuquén reclamaron al Gobierno nacional el traspaso del 51 por ciento del paquete accionario de las empresas hidroeléctricas Alicurá, Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila, ubicadas en la zona del Comahue sobre las cuencas de los ríos Limay y Nuequén, y que Javier Milei quiere privatizar en un plazo de 180 días (que ya está corriendo) con la venta del 100 por ciento de los activos de las cuatro firmas. 

Los estados patagónicos plantean que la reforma constitucional de 1994 estable que los recursos naturales pertenecen a las provincias y que esto pone fin a las concesiones de las represas otorgadas en 1993, que ya están vencidas. Si la Casa Rosada no responde, los gobernadores de ambas provincias impulsarían un proyecto de ley, que tendría un amplio aval en el Congreso, en busca de sostener el control mayoritario de las empresas sobre su recurso hídrico común y frenaría el proceso privatizador. Las cuatro represas patagónicas (construidas con los recursos del Estado nacional) aportan una tercera parte del 35 por ciento que representa la producción de energía eléctrica que generan más de 70 hidroeléctricas de distintos tamaños de todo el sistema interconectado del país.

El planteo ante el gobierno nacional fue formalizado el viernes pasado por la senadora nacional rionegrina Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro y alineada con el gobernador Alberto Weretilneck y cuyo reclamo también representa la postura del mandatario neuquino Rolando Figueroa. Allí propone modificar el artículo primero del decreto 718 del 9 de agosto de 2024 firmado por Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que establece la privatización del total del paquete accionario de las cuatro represas “dentro de 180 días corridos” de su entrada en vigencia.

Silva propone que Nación solo pueda disponer de venta del 49 por ciento del capital accionario de las cuatro hidroeléctricas, a través –como dispone el decreto presidencial—“de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas en coordinación con la Secretaría de Energía, ambas dependientes del Ministerio de Economía llamará a Concurso Público Nacional e Internacional”. Mientras que “el 51 por ciento restante del capital accionario será traspasado a las Provincias de Río Negro y Neuquén conforme la ley que lo autorice”.

“Weretilneck tiene una relación muy estrecha con el gobernador de Neuquén (Figueroa) y lo que hemos conversado es que lo que hay que hacer, a nuestro criterio, es una mesa de negociación conformada con las dos provincias y a la Nación. La Nación en su momento, hace más de 30 años hizo la inversión que devino en las represas pero los recursos naturales con los que se produce la energía eléctrica son recursos de nuestros territorios”, sostuvo la senadora Silva.

Las provincias sostienen su reclamo en el derecho a la propiedad de los recursos naturales que estableció la reforma Constitucional del ’94. “Muchos de los puntos de la convención del ’94 fueron negociados minuciosamente por los dos grandes partidos políticos, la UCR y el PJ, pero hubo otros que no se negociaron y dejaron en libertad a los convencionales para que los trabajaran. Uno de ellos fue el relacionado con el ambiente y los recursos y se estableció que los recursos naturales son propiedad de las provincias”, argumentó la senadora rionegrina ante este diario y agregó: “Lo que pasa es que cuando las represas se dieron en concesión fue en 1993”. “Es la primera vez que esto va a ocurrir”, sentenció.

Concesionarios vencidos

Hoy las cuatro represas patagónicas que suman una capacidad instalada de generación eléctrica superior a los 4.000 MW están en manos de concesionarios privados –tras distintos pases de manos desde el ’93— y cuyas concesiones están vencidas.

Tres de ellas están sobre la cuenca del Río Limay. Alicurá (aporta el 11 por ciento de la energía hidroeléctrica del país) es operada por la empresa estadunidense AES, cuya concesión venció en 2022. La empresa italiana Enel opera El Chocón –que incluye el regulador Arroyito— (15 por ciento) y su concesión también expiró en 2022. Piedra del Águila (18 por ciento) es operada por la compañía argentina Central Puerto, con la concesión vencida en 2023.

La cuarta, Cerros Colorados, ubicada sobre el Río Neuquén antes de su confluencia con el Limay, está en las manos de la empresa argentina Aconcagua, que opera en la generación de energía (500 MW) y en la regulación hídrica de toda la región agrícola, cuya concesión venció en 2021.

Disputa

Todas ellas están bajo la órbita de las compañías estatales Enarsa (Energía Argentina NA) y NASA (Nucleoelétrica Argentina SA), que son parte del paquete de las empresas a privatizar incluidas en la Ley Bases del Gobierno libertario y aprobada por el Congreso. Una ley que, aún con diferencias, respaldaron los legisladores que responden a los gobernadores de Río Negro y Neuquén.

— La Ley Bases incluyó la privatización de Enarsa ¿no tuvieron en cuenta que esto incluía a las represas? —preguntó PáginaI12 a la senadora.

–En ese momento sí nos dimos cuenta de eso y hablamos sobre el tema. Hubo conversaciones y negociaciones que llegaron a un punto. Ahora es el momento de avanzar un poco más. Dentro de un contexto existente, donde no pareciera que el Gobierno Nacional es muy negociador, muy sui géneris con lo que se propone y el federalismo no le produce ninguna emoción ni pareciera que tuviera muchos rasgos federales— respondió Silva.

— Si no hay respuesta del Gobierno ¿se podría transformar en un proyecto de ley?

— Si, si. La verdad es que hay diferencias en cómo vemos algunas cuestiones pero somos varios legisladores los que estamos interesados en que si no hay respuesta esto se convierta en un proyecto de ley. Creo que en esto no habrá distinción de fuerzas políticas, por ahí de fundamentos: un partido provincial como el que yo represento pone el acento en el federalismo y los grandes partidos nacionales lo pondrán en otros temas, pero en lo que sí estamos de acuerdo es que las dos provincias deben tener participación en el destino de estas cuatro represas.

— El planteo es que las provincias mantengan el control mayoritario del paquete accionario. ¿Cuál es la intención: privatizar o mantenerlo bajo el control de los estados provinciales?

— Hay mucho de lo que se puede hacer y analizar. Lo que las provincias quieren es tener injerencia en la disposición que se haga en el uso de estos recursos. Sabemos que la energía es hoy un tema candente en el mundo y su producción a través del uso del agua, el gas o el viento.

— ¿La idea sería no privatizarlas?

— La idea es que den posibilidades de conversar. Pero las dos provincias en general no tienen propuestas privatizadoras. Por el contrario, como provincias patagónicas, el Estado tiene alta injerencia y los patagónicos creemos mucho en la presencia del Estado porque lo vemos cotidianamente, está en todas nuestras actividades, entonces sabemos lo que significa. 

Miguel Jorquera

Las exportaciones de petróleo crecieron un 64%. Chile, el principal destino. Crítica de AgendAR

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Las exportaciones de crudo argentino continúan su escalada, impulsadas principalmente por el desarrollo de Vaca Muerta. Durante los primeros siete meses de 2024, los envíos de petróleo al exterior experimentaron un crecimiento del 64%, superando en un 53% el promedio del año anterior. 

Este notable aumento se debe en gran medida al incremento de la producción en la Cuenca Neuquina, que alberga uno de los yacimientos de shale más importantes del mundo. El otro exportador, aunque en menor medida, fue la Cuenca del Golfo San Jorge, ubicada en la porción central de la Patagonia, ocupando parte de las provincias de Santa Cruz y Chubut.

Un dato destacable es que Chile se consolida como el principal destino de las exportaciones de petróleo argentino, superando a Estados Unidos. Este cambio en la dinámica comercial refleja la creciente integración energética entre ambos países y las ventajas logísticas de esta ruta.

El podio de los compradores de petróleo argentino

La reactivación del Oleoducto Trasandino (OTASA) que conecta la cuenca neuquina con la refinería de ENAP en Bíobío, fue fundamental para el aumento de las exportaciones al país vecino. 

Según datos difundidos por la Secretaría de Energía de la Nación, a lo largo de 2024, las exportaciones a Chile generaron 1.244 millones de dólares, representando cerca del 35% de los ingresos totales por ventas de crudo.

En segundo lugar, Estados Unidos registró compras por 1.233 millones de dólares, seguido por Brasil, que adquirió petróleo argentino por 441 millones de dólares.

Nota de AgendAR:

Desde que el presidente Carlos Menem construyó ductos de gas desde Loma de la Lata a distintas latitudes de Chile, pasaron cosas.

Una notable fue que Loma de la Lata se despresurizó. Debería haberse agotado recién en 2046, porque cuando el presidente Raúl Alfonsín lo puso en línea, YPF calculaba que éste, su yacimiento estrella, tenía 60 años de gas suponiendo que el PBI tuviera un crecimiento continuo del 6% anual. Repsol y Chile parece haber tenido algo que ver en esa muerte tan juvenil del mayor horizonte de «gas fácil» en la historia nacional y del subcontinente.

En 2018 (y esto lo publicamos aquí en AgendAR), tuvimos la grata sorpresa de saber que, por los mismos ductos y por decisión del mejor Ministro de Energía de la Shell, le estábamos comprando gas a Chile al doble del precio al que le vendíamos desde Vaca Muerta, la nueva estrella regional de «gas difícil». Sí, claro, las variaciones de oferta y demanda estacionales, blablabla, qué va a hacer. Era (es) un negoción. Para Chile. Y para las traders. Una de las cuales era, sorpresa, de la Shell.

Para vivir de lujo y repartiendo gas a lo Qatar, parafraseándolo al lamentado Aldo Ferrer, nos sobra casi toda la población y casi todo el territorio. Los emires no son problema, esos los generamos.

¿Se repetirá la historia de Loma de la Lata? Los hechos muestran que desde que los hidrocarburos ya no son de la Nación y te los administran distintos Magoyas, no es tan difícil matar como ternera una Vaca que, por nomenclatura, ya se admite Muerta.

Pero nos encanta vender energía barata y sin valor agregado. Genera trabajo. En otros países.

Total, aquí sobra.

Daniel E. Arias

La provincia de Buenos Aires lanzó el Plan Verano para evitar cortes. Habrá revisión tarifaria

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La provincia de Buenos Aires inició el proceso de Revisión Tarifaria Integral (RTI) para el servicio público de distribución de energía eléctrica de las cuatro distribuidoras provinciales de energía: Edelap, EDES, EDEA, EDEN, a partir de la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución 1133/2024.

El objetivo de la Provincia es llevar a cabo una nueva RTI de características estructurales. “Se busca definir un plan de inversiones que garantice un servicio eléctrico de calidad, actualice la infraestructura según la demanda actual, y reafirme el rol activo del Estado provincial en el control de las empresas”, precisaron desde el gobierno provincial.

Según informaron desde la Provincia, otra de las metas que persigue la RTI es mejorar los parámetros de calidad del servicio y al mismo tiempo garantizar a los usuarios tarifas asequibles y geográficamente homogéneas. A su vez, destacaron que “la revisión se propone modificar la estructura tarifaria hacia un modelo más transparente, que garantice la equidad en la asignación de costos y que de señales claras para la racionalización del consumo”.

Revisión tarifaria

Las distribuidoras que presentan servicio en la provincia deberán aportar toda la información y/o documentación que le sea requerida por la Subsecretaría de Energía de la provincia en los plazos que para cada caso se determinen.

El proceso de RTI se inicia conforme a lo establecido en la Ley N° 11.769 del marco regulatorio de energía eléctrica, que exige realizar Revisiones Tarifarias cada cinco años.

No obstante, debido a la emergencia económica, administrativa y energética provocada por la pandemia en 2020, se implementó una prórroga que culminó con la implementación de una etapa de transición tarifaria que se mantiene hasta la fecha. La última RTI se realizó en el año 2017, durante el gobierno de María Eugenia Vidal.

Es por esto que desde el gobierno provincial aseguraron: “La Provincia se encuentra ante la oportunidad de proyectar un plan concreto que garantice una verdadera mejora en los servicios públicos de energía eléctrica”.

Plan de verano

Además de la RTI, el gobierno provincial presentó el «Plan de Verano» para atender la demanda de energía durante el período estival y evitar los cortes de suministro. El subsecretario de Energía bonaerenseGastón Ghioni, explicó que la iniciativa consiste en que la Provincia junto con las distribuidoras y cooperativas llevará a cabo un diagnóstico y «en los lugares donde haya problemas de transporte y distribución se contratarán nuevos equipos de refuerzo”.

En los picos de mayor demanda se sumarán 20 megas para abastecer cinco puntos estratégicos de la ProvinciaCarmen de ArecoPergamino9 de JulioGeneral Viamonte Mar del Tuyú. «Estos equipos impactarán no solo en el servicio de dichas localidades sino también en las regiones lindantes», detallaron desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires.

La ANMAT aprobó un test nacional para detectar el virus del dengue

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La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó el primer test de antígeno nacional para el diagnóstico de dengue en Argentina: el kit Detect-AR Dengue. Este desarrollo es un logro del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir, dirigido por la investigadora del Conicet Andrea Gamarnik, en colaboración con el Laboratorio Lemos, que se encargará de su producción y comercialización. La aprobación de este test cobra gran relevancia tras la temporada pasada, cuando la Argentina registró un brote sin precedentes de la infección, lo que subraya la necesidad de herramientas accesibles y efectivas para diagnosticar la enfermedad.

El kit Detect-AR Dengue utiliza una técnica de Elisa (método de laboratorio usado para detectar la presencia de antígenos o anticuerpos en una muestra) para detectar el antígeno viral NS1, una proteína característica del virus que se encuentra en el torrente sanguíneo de los pacientes durante la fase aguda de la infección. Esto permite identificar cualquiera de los cuatro serotipos del virus en pacientes que ya presentan síntomas, como fiebre, dolor de cabeza y molestias musculares, pero que podrían confundirse con otras enfermedades. La posibilidad de confirmar el diagnóstico mediante un test específico es crucial, dado que el dengue puede evolucionar hacia formas graves y potencialmente mortales, como el shock hemorrágico. Aunque no existe un tratamiento específico para la patología, un diagnóstico preciso permite a los profesionales de la salud manejar los síntomas y prevenir complicaciones.

Para su aplicación, el test, que se debe realizar en un laboratorio de análisis clínicos, requiere una muestra de sangre, similar a la de un estudio de rutina, que se coloca en un pocillo recubierto con anticuerpos específicos para la proteína NS1 del dengue. Si esta proteína está presente en la muestra, queda retenida en el pocillo y genera un cambio de color, indicando un resultado positivo. Este proceso se realiza exclusivamente en laboratorios de análisis clínicos y no se vende directo al público debido a que la prueba de Elisa demanda personal capacitado y condiciones controladas. La naturaleza del test permite confirmar si una persona está cursando la infección en el momento de la prueba, pero no ofrece información sobre infecciones pasadas.

El desarrollo del kit fue una respuesta a las necesidades del sector de salud en la Argentina, particularmente en contextos de crisis sanitaria como el brote de principios del año pasado, donde la disponibilidad de insumos fue crítica. En palabras de Gamarnik, el equipo realizó una consulta con laboratorios clínicos antes de iniciar el proyecto, al detectar una fuerte demanda de métodos accesibles para identificar el antígeno viral NS1. En comparación con los métodos de determinación del ARN viral, como la PCR, esta técnica de Elisa tiene la ventaja de ser menos costosa y más sencilla, ya que no requiere de equipos complejos ni insumos adicionales. Además, es capaz de procesar hasta 96 muestras en simultáneo y proporciona resultados en un tiempo de aproximadamente tres horas, facilitando el diagnóstico rápido en momentos de alta demanda.

Hasta ahora, los test de Elisa disponibles en la Argentina para el diagnóstico del dengue eran importados, lo cual representaba un obstáculo en términos de costos y acceso. La producción nacional del Detect-AR Dengue, afirman los investigadores, no solo mejorará la disponibilidad de este tipo de herramientas en el país, sino que también permitirá un ahorro en importaciones y garantizará el acceso durante los brotes epidémicos. Belén García Fabiani, bioquímica y coordinadora del desarrollo, destacó que este test ofrece niveles de especificidad y sensibilidad comparables a los comerciales internacionales, cumpliendo con los estándares necesarios para su uso en laboratorios clínicos.

Según afirman sus desarrolladores, contar con este tipo de herramientas de producción local no solo facilita el diagnóstico en el ámbito clínico, sino que también fortalece el control sanitario y el seguimiento epidemiológico del dengue. En este sentido, Gamarnik enfatizó la relevancia de la cooperación entre el sistema científico y el sector de salud.

El kit será inicialmente producido en un lote de 500 unidades, lo que permitirá evaluar su aceptación y adopción en el ámbito clínico. Jorge Carradori, director técnico del Laboratorio Lemos, destacó que esta etapa es clave para consolidar su uso y su potencial de exportación en el futuro. Aún está pendiente la definición de un precio, pero se anticipa que será más económico que los test importados, lo que permitirá que tanto el sistema de salud público como el privado accedan a esta herramienta.

Alejandro Horvat

Argentina ¿proveedor global de GNL? Polémica en AgendAR

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Con un escenario exportador de petróleo mucho más despejado gracias a los proyectos de infraestructura en marcha, el gran tema de debate de esta Argentina Oil & Gas 2024 pasó por el GNL y los desafíos que tiene el país para convertirse en un proveedor global.

Siendo uno de los grandes jugadores gasíferos a nivel mundial, Shell aparece como una de las majors con mejores condiciones para convertirse en el socio que YPF necesita para desarrollar el ambicioso proyecto de licuefacción por 30 millones de toneladas al año.

En el marco de esa discusión, Forbes visitó el stand de Shell para preguntarle a su presidente, Germán Burmeister, qué hace falta para concretar este sueño que tiene toda la industria y cuál es la hoja de ruta de inversión en Vaca Muerta.

Llegaste hace muy poquito a la presidencia de la empresa en un momento en el que se están llevando a cabo discusiones claves para la industria energética del país. ¿Con qué te encontraste y qué es lo que te planteás para la empresa como objetivo macro? 

Creo que es un gran reconocimiento a la industria de haber puesto Vaca Muerta en el lugar en el que está hoy, generando esa expectativa de oportunidad para que sea algo transformacional para la economía argentina. Y yo creo que volver a la Argentina, ayudar a mi compañía siendo creativos a ser parte de un proceso de alguna manera u otra, la verdad, está buenísimo. 

¿Cuáles son los próximos hitos que se vienen en materia de shale oil y a dónde apuntás? 

Nosotros hoy producimos aproximadamente 50.000 barriles día, entre negocios operados e inoperados. Nuestro próximo objetivo es terminar una planta de procesamiento de petróleo y gas en algún momento del año que viene y llegar a 70.000 barriles día en un plazo de 12, 14 o 18 meses.

¿Qué nivel de inversión se requiere para esta etapa? 

Hoy por hoy nosotros estamos invirtiendo entre 500 y 600 millones de dólares al año. 

Teniendo en cuenta toda la infraestructura que está en marcha y la capacidad de evacuación que va a liberar. ¿Qué nuevas áreas tenés en mente para desarrollar? 

Yo creo que Shell tiene una posición muy atractiva en cuanto a posiciones en la cuenca. Estamos estudiando los diferentes escenarios de crecimiento que son dependientes de varios factores. El país, la macro, la infraestructura, las regulaciones, la cadena de valor, la competitividad, el recurso de capital humano. Entonces creo que son varios factores que pueden impactar. Yo creo que todos los proyectos grandes de infraestructura que se están anunciando son fundamentales, así que, como participantes de la industria, bienvenidos. 

Hasta ahora la decisión de la compañía fue enfocarse en la ventana del petróleo. ¿Les interesa empezar a volcarse también como productores de gas en este nuevo escenario? 

A nivel mundial somos uno de los grandes jugadores del GNL y de gas, ya sea de gas por gasoducto, pero principalmente el GNL. Creo que Argentina está entrando, o se está posicionando como un potencial proveedor del GNL a nivel mundial, que es bienvenido. Y bueno, nosotros como compañía y por el rol global que tenemos, es una oportunidad más que vamos a investigar. Particularmente, desde un punto de vista personal, con mucho detalle porque como argentino hay temas que ver a nuestro país creciendo, generando una pata más de la mesa, para una economía que tiene pocas. El deseo está en todos, yo creo que independientemente de quién lo haga o quién participe, acá nos beneficiamos todos. 

¿Lo ves factible? ¿Hay debería hacer el país para crear las condiciones para que esto suceda? 

Yo creo que Argentina se tiene que convertir en un país creíble, con reglas claras, una economía estable donde pueda atraer inversiones. El gran problema de la Argentina en las últimas décadas ha sido una falta de inversión. Elegí cualquier ruta nacional, son las mismas que hace 50 años. La Argentina está sedienta de inversiones. No ahora, hace décadas. Y yo creo que eso es lo que hay que cambiar. 

Pero quizás esos son cambios que requieren muchos años y la ventana de oportunidad de GNL no te da ese tiempo. ¿Cómo estás viendo esos plazos? 

Yo creo que hay una ventana. Después si es de dos, tres o cuatro años, cada uno puede tener su opinión. Pero esa ventana no es eterna y hay que aprovecharla. 

¿Qué novedades tienen en materia de exploración offshore? 

Cuando estábamos celebrando nuestro aniversario de 110 años recibimos el permiso por la declaración de impacto ambiental, que era fundamental para poder empezar la campaña sísmica. Esta ya ha sido contratada y creo que vamos a estar empezándola a fin de año. Son varios meses de trabajo, después de estudio y de análisis, para ver si se amerita el próximo paso. 

¿Cómo percibís la situación actual del país? ¿Te parece que hay cambios positivos para que el sector pueda desarrollar todo ese potencial que hablamos hace tantos años? 

No sé si es una buena analogía, pero varios granitos de arena hacen una playa. Entonces, yo creo que nuestra industria es una de las pocas, pero ojalá de las muchas, que el país necesita para el bienestar y para el crecimiento de todos los argentinos. Entonces, en eso prefiero mirar el vaso medio lleno y ver que nuestra industria va a contribuir positivamente al desarrollo del país. ¿Va a impactar a todos? No lo sé, pero va a impactar a muchos. Y eso ya es súper importante.

Fernando Heredia

Nota de AgendAR:

Dado que la Shell dirigió (vía el Ing. Juan J. Aranguren) el Ministerio de Energía, cuando hubo uno, no hay como preguntarle a empresa tan conocedora si tenemos un gran futuro en exportar GNL. Con tanto gas natural que Shell exportó barato a Chile para recomprarlo caro, tiene autoridad de sobra en materia de metano.

Demanda mundial de GNL hay, y en rampa. ¿Pero cuándo se mocha? La India desiste de importar GNL por caro, y seguirá quemando su propio carbón, que le sale unas cinco veces más barato por rendimiento térmico. ¿Ucrania tal vez siga haciéndonos muchos años el favor de no firmar la paz con Rusia? Por ahora en Kiev prefieren seguir haciéndose matar para que a la UE tenga el privilegio del GNL estadounidense y la electricidad carísima, y no vuelva jamás a tener la maldición del gas natural ruso barato, sin licuefaccionar y sin fletes caros de barco metanero. Pero tal vez los ucranianos se cansen, o quizás antes los europeos.

China se maneja a carbón propio, importa hidrocaburos pero rechinando los dientes, y tiene el programa nucleoeléctrico más expansivo de la historia mundial. By the way, India también, el segundo mayor del mundo.

Pakistán, aliado chino inmemorial, acaba de descubrir enormes campos de petróleo y gas en su «offshore». Esos horizontes tienen tres ventajas geopolíticas casi inmedibles: están entre las reservas número 3 y 4 en el orden mundial, el gran bloqueo houthi del Mar Rojo no los afecta, y quedan dentro de aguas territoriales incontestadas.

Cuando los pakistaníes desarrollen esta ayuda inesperada (no menos de 10 años, y se descuenta crédito chino) tienen tres alternativas logísticas para llevar gas natural a China. Tienen dos líneas nuevas de tren ya construidas para entrar en China con GNL licuado en Pakistán, o pueden tender gasoductos a tender a la vera de esos nuevos ferrocarriles para llevarlo como metano gaseoso. Ninguna es especialmente barata pero tampoco cara, máxime con chequera china, y ambas son territorialmente seguras.

Eso sería jugar a adrenalina cero. Pero si los pakistaníes se sienten audaces y capaces de soportar bloqueos en los «choke points» de Malaca y Singapur, que EEUU cerraría inmediatamente en caso de guerra con China. Sucedería si Taiwan se declara formalmente independiente. Por lo demás, EEUU aprovechó o causó, vaya a saber, la guerra de Ucrania para volverse la garrafa de GNL de la UE. Lo hace a partir de gas frackeado en una enorme formación pérmica (Permian) que abarca buena parte del Midwest, y está construyendo nuevas plantas de licuefacción sobre su costa Este para decuplicar su capacidad de pre-guerra. Y ya no le alcanza esa costa.

No son los únicos jugadores nuevos. El descubrimiento de petróleo y gas offshore en un área de 29.000 km2 de Guyana y Surinam va rumbo de exportar crudo por 1,3 millones de barriles equivalentes por día. «Equivalentes», porque por ahora los operadores, básicamente Exxon y la china CNOOC. separan el gas para reinyectarlo en los pozos y evitar que se despresuricen. Cuando les convenga, y si les conviene, lo licuarán para exportarlo. Chevron quiere su tajada y por ahora confía en algún arbitraje. Los guyaneses la miran por TV.

Guyana, con menos de 900.000 habitantes más bien pobres y juveniles (29 años de edad promedio) deja hacer y se limita a preguntarse qué clase de país inventar (o dejar que le inventen), eso tras 5 siglos de genocidios y miseria colonial, y con un PBI que de pronto está creciendo un 62% anual. ¿Cómo pueden evitar la famosa «maldición del recurso», a saber, exportás naturaleza bruta a lo grande, pero no le cae un mango de desarrollo integral y real a tu país? Cuando estás cabalgando un tigre no te podés bajar, como dicen en Avellaneda, pero tampoco fijarle el rumbo.

Cuando las empresas instaladas en el Mar de Guyana salgan a vender gas licuado, saldrán matando. Y si no lo hacen es porque quizás en diez o quince años haya exceso de oferentes. Desde que llegaron herramientas tecnológicas como la sísmica de alta definición y el fracking masivo, pintan gas y petróleo nuevos en países que jamás creyeron tener. Y al mercado del GNL ingresan hasta países sin gas, o con muy poco.

México, por ejemplo, se dispone a licuefaccionar excedentes de gas de fracking estadounidense. Estos sobrantes van destinados a China, para lo cual se construirá un ducto de 800 km. a través de la Sierra Madre, desde el «heartland» del Permian hasta Puerto Libertad, México, sobre el Pacífico. Eso evita tener que atravesar con barcos metaneros el Canal de Panamá, problemáticamente falto de fondo por falta crónica de lluvias en las selvas que alimentan el Lago Gatún. Salir hacia China desde México ahorra 11 días de tránsito, mayormente en espera a que llegue la autorización de cruce.

Con tanto nuevo oferente de GNL la Argentina tendrá mucha competencia. Demasiada como para dejar que le sigan manejando el negocio a estilo de 2018, cuando le compraba gas (argentino) a Chile a la mitad del precio al que se le vendía (a Chile), en tiempos de Juan J. Aranguren, el mejor ministro de energía de la Shell que tuvimos. Hasta ahora todo indica que se seguirá en esa dirección, incluido comprarnos nuestro propio gas como si fuera de las multis, y tres veces el precio de producción.

Fijarle el rumbo al tigre requiere del país que fuimos entre la fundación de YPF (1922) y el arranque del Proceso (1976). El país actual no lo logra. Guyana somos todos.

Por caso, veamos lo que pasó con Petronas, la petrolera estatal malaya. Hasta hace meses estaba asociada con YPF en un plan que data de años para sacar el gas de Vaca Muerta por Bahía Blanca. Pero con la asunción del presidente Javier Milei, nuestra mayor empresa federal quedó bajo dirección de un elenco puesto por Techint. Esta empresa es cortés: no devuelve regalos. Empezó el proceso con 30 firmas y lo terminó con 46 y hoy tiene más de 100 en 24 países. Es el grupo económico más beneficiado por todo lo que sucedió y no sucedió en el país desde 1976 a la fecha, pero juega en primera desde que compró (es un decir) la enorme acería estatal Somisa en tiempos de Menem. Su sede hoy está en la UE.

Tal vez por cortesía hacia el presidente Milei, que gentilmente le concedió a Techint dirigir YPF, y quizás no sin retribuir cumpliendo un mandato presidencial (a saber, joderle un poco la vida al gobernador más presidenciable, Axel Kiciloff), YPF quiso forzar a Petronas a construir su planta de GNL no en Bahía Blanca, según planes que ya cumplen 5 años. Minga, nada de Bahía Blanca, olvidate de Bahía Blanca.

Allí, en Bahía Blanca, hay una ciudad donde albergar al personal, ductos y puerto construidos, electricidad asegurada y un predio reservado desde hace años para la unidad de licuefacción. Pero de pronto, YPF no quiso saber nada de eso. Acaso por aquella vocación expedicionaria que tuvo hace un siglo, cuando fundaba ciudades, YPF decidió que la planta de GNL se hacía en Punta Colorada, Río Negro, llamada cómicamente «Puerto».

Búsquenlo en Google, lectores. Vean las imágenes satelitales. Allí sólo hay un ruinoso embarcadero de pellets de hierro, y los requechos de los hornos donde se los cocinaba, relictos de la extinta empresa minera nacional Hipasam. Fuera de ello, en Punta Colorada no hay agua, ciudad o electricidad, y menos que menos un puerto. Nunca hubo mucho, pero desde que se fue Hipasam, ahí hay nada. Pero en cantidades.

Detalle al pie, en Punta Colorada también faltan 694 km. de gasoducto que habría que tender desde Fortín de Piedra, lugar de Vaca Muerta que provee el 20% del gas natural de Argentina, concedido a, ejem, Tecpetrol, de Techint. Como el intempestivo puerto y el ducto añadían U$ 30.000 millones, y de pronto los tenía que garpar Petronas. Pero eso no estaba en el libreto original, y los malayos hicieron mutis por el foro, sin portazo, pero…

Cosa que no despeinó a nadie en YPF. Ésta mantiene el proyecto de exportar petróleo y licuar gas de Fortín de Piedra en Punta Colorada, pero ahora con Tecpetrol en lugar de Petronas, lo cual lo vuelve un asunto interno de Techint: Fortín de Piedra bien podría llamarse Fortín de Rocca. Acaso para hacer menos familiar la cosa, se añadió Shell, que se compromete a comprar un tercio del GNL producido

Horacio Marín, ex Techint y hoy presidente de YPF, está saliendo a pasar la gorra para conseguir capitales externos. Algo me dice que el estado terminará endeudándose para que Techint y la Shell inventen un puerto privado de petróleo y gas en medio de un páramo.

De yapa, el paramo es un sitio complicado por sus vientos y corrientes de marea, bastante salvajes. Ya a Hipasam le costaba bastante embarcar pellets de hierro, a las apuradas, cuando la marea subía sus habituales 8 metros, y lo hacía en barcos que rara vez rascaban las 50.000 toneladas de peso muerto, pero más de una vez, el fondo de restingas. Si te agarraba una bajante o un viento del NO, el encallamiento de un mineralero de aquellos en las restingas no habría sido grave: los pellets no contaminan a distancia.

Pero para los no geógrafos, el límite sur del Golfo de San Matías es península Valdés, el mayor activo turístico internacional del país en la costa patagónica. Fue declarada «Patrimonio de la Humanidad» por la UNESCO en 1999. La península mueve un negocio de avistaje de fauna de alrededor de 240.000 visitantes/año, cuando al dólar se lo deja flotar. Los hoteleros y operadores turísticos de Madryn, ciudad de 140.000 habitantes, deben estar preocupados.

No sin razón. El nuevo negocio empezará con un boyón de carga para petroleros gigantes, de los de 400.000 y más toneladas de peso muerto. Jamás operaron en el país barcos de semejante porte, pero Marín llegó a dar por sentado que los habrá de 500.000 toneladas. Son ingobernables, los domina la inercia, es simple física newtoniana.

Otro barón criollo de la energía, Bulgheroni, se alió con la nórdica Golar en una UTE llamada Southern Energy, y tan seguros están de contar con caños de gas natural desde Vaca Muerta hasta Punta Colorada que para 2027 han contratado una planta flotante de licuefacción, el buque Hilli Episeyo, con una capacidad de 2,45 millones de toneladas por año (MPTA).

No es tanto en comparación con el proyecto inicial entre YPF y Petronas. Éste suponía ir instalando módulos terrestres de licuefacción en Bahía Blanca a lo largo de un par de décadas hasta llegar a 30 o 40 MPTA. Los malayos se piantaron de este país al que el nuevo cacique de la Shell, Germán Burmeister, le recomienda ser previsible y de reglas claras.

Ya lo decía Emilio Sálgari, los imprevisibles de la historia son estos malayos, sin duda. Y tanto así que en 1974 construyeron una petrolera propia (Petronas) sobre no muchos recursos propios, pero monopolizando su explotación. En medio siglo de darles el olivo y no dejarse patotear por las otras seis grandes petroleras del mundo, se volvieron la adición más reciente al grupo de «Las siete hermanitas». Los sorpresivos malayos tienen la firma número 216 en el ranking de Fortune, y en 2022 le generaron entradas por U$ 50.000 millones al estado de Malasia.

Como dice Energía y Negocios, revista que suponemos no dirige Miriam Bregman, «escuchar al presidente del país, donde se invertirían miles de millones “¡Amo ser el topo que destruye el Estado desde adentro! Es como estar infiltrado en las filas enemigas”, debió haber impactado mucho más en la decisión de Petronas que cualquier vaivén del mercado internacional». 

En cuanto al considerable lote en el puerto de Bahía Blanca donde se iba a construir la planta de licuefacción de YPF-Petronas ahora se destina a… ¿adivine qué empresa? Techint.

Apa.

Daniel E. Arias

Despidos en la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, Santa Fe, y acusaciones de vaciamiento

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La Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, ubicada en Santa Fe, enfrenta un conflicto laboral tras el despido de tres empleados. Representantes sindicales de ATE Rosario acusan a la gestión actual de promover un «vaciamiento» de la planta y denuncian una política de ajuste que pone en riesgo la producción. También señalan que se usan materiales adquiridos en la gestión anterior, generando incertidumbre sobre el futuro de las instalaciones.

Esta semana se confirmaron tres despidos en la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, en la provincia de Santa Fe. Desde ATE Rosario aseguraron que se trata de una «línea de desguace y de cierre de plantas productivas».

La noticia empezó a girar la semana pasada y recién este martes se confirmó, en paralelo a los despidos en la Fábrica Militar de Río Tercero, donde serían unos 100 empleados quienes quedarían sin trabajo. A este caso se suma el de la firma petroquímica Dow, en la localidad santasina de Puerto San Martín que busca despedir a otros 120 trabajadores.

«Los recientes despidos por parte de la gestión de Hugo Pascarelli, escalan en la línea previamente planteada por los retiros voluntarios, que en muchos casos hasta el día de la fecha sólo es una dispensa de una parte del personal (ya que no han recibido el pago de dicho acuerdo con la patronal)», señalaron desde ATE Rosario y lo compararon el caso de Jachal, donde efectivamente cerraron el establecimiento.

«La falta de vinculación en convenios y planes productivos deja en evidencia la intencionalidad de esta gestión en cerrar y vender a nuestras fábricas militares. La historia bien marca que desde que Fabricaciones Militares fue sujeta a privatización, de 14 unidades productivas solo quedaron 4. Esa resistencia de aquellos años 90`es lo que hoy una vez más nos permite debatir, organizarnos y salir a luchar.», concluyeron.

El gasoducto Presidente Néstor Kirchner como una metáfora argentina

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Más que una anécdota sobre la política energética nacional, el desarrollo del sector Oil ç/Gas o la evolución de la obra pública., es una muestra de la crisis del país de los últimos años y de la falta de altura en las circunstancias de su clase política. Y de cómo “la grieta” retrasa el desarrollo argentino.

A algo más de un año de su inauguración, esta semana se conocieron dos noticias sobre el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, la megaobra de tuberías que transporta gas natural desde el yacimiento petrolífero Vaca Muerta y la ciudad bonaerense de Salliqueló. La primera, es que el gobierno de Javier Milei estudia seriamente cambiarle el nombre. La intención es quitar al expresidente y reemplazarlo por alguna de estas dos opciones: Julio Argentino Roca o el biólogo Francisco “Perito” Moreno. Para algunos libertarios, la opción debería ser la primera; así, de paso, se reivindica una figura algo odiada por el kirchnerismo. Si hay venganza, que sea total. Otros dirigentes, más políticos, consideran que el nuevo nombre debería ser el del explorador, coleccionista y político argentino, hombre de la generación del 80. Como Roca. Afirman los que defienden esta opción en la Casa Rosada, que en el futuro sería más difícil para una eventual nueva era kirchnerista reemplazar el nombre de Moreno que el de Roca.

Cuestiones marginales. La segunda noticia es algo más relevante para las cuentas públicas. Según datos de la industria del sector, gracias a la operatividad del gasoducto, el país se ahorrará este año unos 4 mil millones de dólares en importación de combustibles, en comparación con lo sucedido en la gestión 2023. Se menciona incluso que con los primeros embarques del combustible al exterior, los ingresos podrían ubicarse entre los 2 mil millones de dólares. Y alcanzar los 5 mil millones en el 2025, ya sin necesidad además de pensar en importaciones. El trayecto ascendente para los próximos cinco años ubicaría la cifra de exportaciones en unos US$ 20 mil millones. Esto implica que el gasoducto está ya generando divisas. Si se tiene en cuenta además que el costo de la megaobra fue de 2.700 millones de dólares totales, con unos 800 millones para cubrir la primera etapa, esto implica que en sólo un ejercicio fiscal el gasto generado no sólo se cubrió, sino que se repagó, al menos una vez.  

El cálculo se vuelve más notable si se tiene en cuenta que el gasoducto es una obra que inicialmente estaba programada, y con posibilidades ciertas de ser concretada, desde el 2014. Hace 10 años entonces que el Gasoducto podría haber estado construido. Para ese año Vaca Muerta aún no estaba desarrollada, y hubiera sido una obra de anticipación poco común en el país haberse adelantado con semejante astucia. El yacimiento sí estaba en condiciones de producir el suficiente gas como para abastecer la demanda interna del combustible y con posibilidades ciertas de exportación desde el 2019. Salvando el complicado 2020, el Gasoducto hubiera permitido el ahorro de energía por unos US$ 4 mil millones anuales durante cuatro años y generando exportaciones anuales por unos US$ 5 mil millones. Incluso, si hubiera estado activo en febrero del 2022, cuando Vladimir Putin dio la orden de invasión a Ucrania, ese monto podría haber llegado a los 7 mil millones de dólares. Sumando dólares de manera simple, y en un cálculo conservador, la cifra llega a entre 35 mil o 39 mil millones de dólares. Con este monto, probablemente, Mauricio Macri hubiera podido encarar la crisis de pago de deuda del 2019, y si bien debería haber recurrido al Fondo Monetario Internacional, no hubiera necesitado que el préstamo total por el stand by firmado con el organismo llegue a los US$ 44.800 millones. Mucho menos debería haber traído nuevamente al cepo a la historia financiera del país al final de su mandato, luego de la corrida por unos US$ 6 mil millones (financiada con los dólares del crédito del Fondo) que operó en el sistema financiero argentino entre abril y agosto de 2019, en medio de las elecciones presidenciales de ese año.

Seguramente la reestructuración de la deuda que llevó adelante Martín Guzmán entre agosto y octubre del 2020 como primer ministro de Economía de Alberto Fernández podría haber sido menos dura para los acreedores; y el Valor Presente Neto (VPN) de los bonos renegociados podría haber navegado, quizá, por arriba del 54,8% de porcentaje de lanzamiento. Quizá en el 2021 la crisis entre Guzmán y el kirchnerismo por el volumen de eliminación de subsidios a las tarifas de luz, gas y aguas podría haber sido más negociado. Probablemente la negociación con el FMI para un Facilidades Extendidas firmado en marzo del 2022, y que llevó a la posterior renuncia de Guzmán y al final de la relación entre el albertismo y el kirchnerismo, podría haber alcanzado otro nivel ante las posibilidades más firmes de repago por parte de la Argentina. Ya con Sergio Massa como ministro de Economía y candidato por el entonces oficialismo, el ingreso de divisas por parte del gasoducto y la posibilidad de no gastar divisas en importación de energía, podrían haber ayudado a solventar con menos dureza la histórica sequía del primer semestre del 2023, la que según se coincide le costó al país exportaciones por unos US$ 9 mil millones. Ese dinero, es casi el cálculo exacto entre las posibilidades ciertas de venta de gas natural al exterior y el ahorro por la importación de ese combustible.

Ya en el 2024, si el gasoducto hubiera estado 100% en funcionamiento, la generación de divisas superaría los 10 mil millones; con lo que Javier Milei podría haber implementado un ajuste de 15 mil millones de dólares, con el mismo resultado planificado: llevar el déficit de 3% del PBI del 2023 al 2,1% de superávit primario en este mismo ejercicio. Quizá, eventualmente, si el gasoducto se hubiera construido sólo dos años antes (algo que era absolutamente posible), este año no habría sido necesario, por ejemplo, el ajuste en el presupuesto universitario, no se hubiera suspendido el 100% de la obra pública y los jubilados no habrían perdido por goleada contra la inflación. Todo esto hubiera sido posible con que la clase política argentina se hubiera puesto de acuerdo, y accedido a ejecutar la obra de traslado del gas de Vaca Muerta a la provincia de Buenos Aires, al mismo tiempo del desarrollo del yacimiento.

Sin embargo, para el kirchnerismo terminal del 2014-2015 era una obra demasiado vinculada a la actividad petrolera privada, priorizando, por ejemplo las represas Kirchner-Cepernic, que serían construidas con la intervención del Estado chino. Obra que, por otro lado, está por ahora suspendida y a un 30% de ejecución. Por su parte, el macrismo versión 2016- 2017 sospechaba que el proyecto estaba demasiado vinculado con el kirchnerismo a partir de una idea algo confusa sobre la evolución de la renacionalización de YPF. Finalmente a fines del 2018 decidió, al ritmo de la enésima crisis energética que vivía el país, acelerar el proyecto y lanzar su concreción en 2018. Corrida financiera del 2019 mediante, el 31 de julio de 2019, antes de dejar la gestión, Macri llamó la obra a licitación. Luego, el 30 de diciembre 2020, el gobierno de Alberto Fernández suspendió esa licitación, por importantes cuestiones políticas. No le gustaba que hubiera sido el macrismo el que firmaba los contratos. Con la pandemia el proceso se suspendió primero, y cajoneó después. El albertismo peleaba internamente por la comprensión de su importancia, mientras que a la vicepresidenta no le gustaban ni los responsables de construirlo ni la manera en que se proyectaba la obra. Finalmente en febrero del 2022, en un año donde se proyectaba la enésima crisis de provisión de gas en los hogares y la importación del combustible amenazaba con bombardear las lánguidas reservas, el proyecto renació.

La primera etapa del Kirchner fue inaugurada el 9 de julio de 2023, extendiéndose por 573 km, desde la localidad de Tratayen en Neuquén hasta la ciudad bonaerense de Salliqueló. La obra fue responsabilidad de una Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por Techint y Sacde (Grupo Mindlin). Hoy transporta 12 millones de metros cúbicos por día (MM m3/d), mientras que en una segunda etapa con la planta compresora alcanzará los 24 MM m3/d y, en una última etapa con el gasoducto completo en sus dos fases, llegará  a los 44 MM m3/d. Con un consumo en el país promedio de 130 MM m3/d, con picos de 200 MM de 3/d.

Terminada la primera etapa hasta Salliqueló, la segunda está programada hasta San Jerónimo, Santa Fe. Recorrerá unos 484 km, con una capacidad de transporte llegará a los 44 MM m3/d. Ambas etapas son responsabilidad de Techint-Sacde. Los privados se enorgullecen. Una obra de estas características, en una primera etapa, demandaría unos 24 meses en ser instalado. Para concretarlo, Tenaris (del grupo Techint) dedicó el 100% de su capacidad productiva de la planta de Valentín Alsina para producir los tubos con costura del GPNK; entre octubre 2022 y abril 2023. Para el rediseño y potenciación de la línea de producción se invirtieron más de 8 millones de dólares e implicó 150 mil horas/hombre.

Carlos Burgueño

Perú anuncia reactores nucleares modulares en la Amazonía. Comentario de AgendAR

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Durante la I EXPO Internacional del Sector Eléctrico, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) presentó un plan ambicioso para instalar reactores nucleares en Iquitos, selva peruana, con el fin de garantizar un suministro eléctrico constante y seguro. Este proyecto piloto, explicado por el viceministro de Electricidad, Víctor Carlos Estrella, está diseñado para proporcionar energía a los «circuitos aislados» de la región oriental del Perú.

La idea de instalar pequeños reactores modulares (SMR) de 300 MWh en Loreto ha sido respaldada por el Minem y el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), en colaboración con organismos internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este proyecto no solo promete cubrir la creciente demanda energética en la región, sino que también pretende sentar las bases para una nueva era de generación eléctrica en el país​.

¿En qué consiste el proyecto

El proyecto busca implementar reactores SMR, una alternativa a las grandes centrales nucleares, para proporcionar energía limpia y constante en zonas remotas. Estos reactores de menor tamaño no requieren grandes infraestructuras y pueden funcionar en regiones con acceso limitado. La elección de Iquitos responde a la necesidad de modernizar su sistema eléctrico, que actualmente depende del petróleo y sufre constantes fallos de suministro​.

Esta propuesta, según el viceministro Estrella, se encuentra en fase de estudios técnicos y de viabilidad, con la participación de países como Corea, Japón y China. La integración de estos reactores permitirá la estabilidad energética de la región, asegurando un suministro las 24 horas del día, algo fundamental para mejorar la calidad de vida de los habitantes locales​.

¿Cuál es el funcionamiento del sistema eléctrico en Iquitos?

El sistema eléctrico de Iquitos opera de manera independiente al Sistema Eléctrico Nacional (SEIN) debido a su ubicación geográfica, lo que dificulta la construcción de líneas de transmisión desde el resto del país. Actualmente, la ciudad depende de la generación térmica con petróleo, lo que resulta costoso y poco eficiente. La implementación de reactores nucleares SMR podría revolucionar la forma en que se abastece la electricidad en la región, ofreciendo una solución más sostenible y menos contaminante​.

 Reactor nuclear SMR. Foto: difusión

Reactor nuclear SMR. Foto: difusión

Energía nuclear para abastecer de electricidad a Iquitos

La introducción de energía nuclear en Iquitos tiene como objetivo resolver las continuas deficiencias energéticas. Recientemente, se declaró la situación de «grave deficiencia» del sistema, impulsando medidas de emergencia para asegurar la provisión eléctrica. El Minem planea dejar una base sólida para la implementación de tecnología termonuclear, garantizando el acceso continuo a la energía en circuitos aislados​.

 Minem instalará reactores nucleares en la selva peruana. Foto: difusión

Minem instalará reactores nucleares en la selva peruana. Foto: difusión

Otros desafíos que enfrenta el sector eléctrico en Perú

Además de la implementación de reactores nucleares, el Minem busca reformar el sector eléctrico, promoviendo la incorporación de energías renovables como la solar y eólica. También se están llevando a cabo esfuerzos para modernizar las normativas del sector y aumentar la cobertura eléctrica, con la meta de alcanzar un 96% de acceso en todo el país para 2026​.

¿Perú tiene un centro nuclear?

Desde el año 1988 el Perú posee un centro nuclear llamado Óscar Miró Quesada de la Guerra. Este centro se encuentra en la localidad de Huarangal, en el distrito de Carabayllo, Lima, y es la instalación más importante para la investigación y desarrollo nuclear en el país.www.youtube.com/embed/hf-VXkMsY2A

¿Qué otros proyectos se están construyendo en Perú?

Terminal Portuario Multipropósito de Chancay   

El Megapuerto de Chancay es reconocido como el hub portuario y logístico más significativo del Pacífico Sur hacia Asia, convirtiéndose en un elemento esencial para el comercio internacional de la región. Este desarrollo subraya el atractivo de nuestro país para los empresarios extranjeros.

Avance del megapuerto de Chancay. Foto: Plataforma del Gobierno del Perú

Avance del megapuerto de Chancay. Foto: Plataforma del Gobierno del Perú

Autopista del Sol  

La Autopista del Sol constituye un eje vial de integración de los departamentos de La Libertad, Lambayeque y Piura con los ejes viales binacionales; propicia el crecimiento comercial y económico, al impulsar la agroindustria, la minería y el turismo.

Un breve comentario de AgendAR:

Perú tiene dos reactores argentinos de CNEA-INVAP desde fines de los ’70, el RP-0 y el RP-10. Funcionan joya ambos. Éste último fue el mayor reactor de producción de radioisótopos del Hemisferio Sur hasta que se inauguró el OPAL de Sydney, Australia, en 2006. Perú era candidata lógica para un CAREM, que al menos está en construcción. El BXWT que se van a comprar es, efectivamente, un Power Point, folletería y otros formas de metaverso. Si la CNEN de Perú no tocó timbre aquí es porque se lo prohibieron, y si lo hizo es porque teníamos prohibido abrir la puerta. Nunca lo sabremos.

Daniel E. Arias

China importa cada vez más soja; prevé guerra comercial con Trump. Argentina, proveedor

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El empuje que vienen registrando las compras chinas de poroto de soja son una evidencia de que el gobierno de la nación asiática se está muy probablemente preparando para una nueva “guerra comercial” con EE.UU.

Las importaciones chinas de poroto de soja en el pasado mes de septiembre fueron de 11,37 millones de toneladas, una cifra 59% superior a la registrada en el mismo mes del año pasado, según datos oficiales publicados por la Aduana de la nación asiática.

En lo que va del presente año la cifra de ingreso de soja a China –según la misma fuente– es de 81,84 millones de toneladas, un volumen 8% mayor que el registrado en el mismo período de 2023.

A diferencia del maíz, donde China tiene proveedores alternativos, la soja es, por el volumen de negocios, una cuestión crítica, ya que no existe un oferente en el mundo que pueda suplantar a EE.UU.

Los precios de la soja estadounidense pasaron desde agosto pasado a ser los más bajos del mundo ante la probable anticipación de un escenario equivalente al presente durante la primera presidencia de Trump (2017 a 2020), en la cual se instrumentaron barreras comerciales contra China que, como contrapartida, promovieron represalias de la nación asiática contra las exportaciones agroindustriales de EE.UU.

Si ese escenario –que es “cantado” si Donald Trump resulta electo en los sufragios presidenciales de noviembre próximo– llega a concretarse, entonces China necesita originar toda la soja que pueda antes del cambio de mandato a inicios de 2025.

Por supuesto, el drama para los “farmers” estadounidenses representa, como contrapartida, una oportunidad para los productores sudamericanos, quienes en un escenario de “guerra comercial” podrían llegar a exportar poroto de soja a China a precios mucho más convenientes.

Esto es importante considerarlo porque los valores futuros de la soja 2024/25 tanto en el CME Group (“Chicago”) como en el Matba Rofex (Rosario; Argentina) no necesariamente reflejan en la actualidad ese desdoblamiento potencial de los valores FOB de ambos orígenes.

La primera inversión en el marco del RIGI: un proyecto de parque solar de YPF en Mendoza

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El primer proceso de inversión bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) será en la localidad de Las Heras, en la provincia de Mendoza. Allí una compañía de YPF (empresa con 51% de acciones estatales) invertirá u$s 220 millones en la primera etapa de un parque solar.

YPF Luz fue constituida en 2013 bajo la iniciativa de generar energía eléctrica con la impronta de la transición energética. Es por ello que promueven la generación de energía eólica, solar y térmica, superando el 9% de la generación de energía eléctrica en el país. En este caso, la compañía -de la que YPF es accionista- se constituyó como Vehículo de Proyecto Único (VPU) para realizar la inversión bajo el régimen aprobado en la ley Bases, el pasado julio.

El gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, dio más detalles del proceso: «El primer proyecto en Argentina presentado bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es en Mendoza, lo hace YPF Luz y es el proyecto El Quemado con una capacidad instalada de 200 MW, desarrollado en nuestro gobierno por EMESA». Mendoza adhirió al RIGI en agosto de este año.

«El Municipio de Las Heras será parte activa de este proyecto. Es importante aclarar que, dentro de este régimen, las empresas estarán exentas del pago de sellos e ingresos brutos, un incentivo directo a la inversión y al desarrollo. El proyecto está contemplado en dos etapas y la capacidad total es de 305 MW, lo que reafirma el gran potencial de esta iniciativa y su impacto positivo para Mendoza», agregó el mandatario.

La noticia también fue celebrada por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en redes sociales: «Ingresó el primer proyecto gracias al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI): la inversión será de unos 220 millones de dólares para impulsar el desarrollo de un parque solar en la provincia de Mendoza».

Parque Solar El Quemado: en qué consiste el proyecto

El proyecto tuvo su origen bajo el desarrollo de la Empresa Mendocina de Energía (Emesa), aunque posteriormente fue adquirido por YPF en junio del 2023. Para esta primera etapa, en donde se aspira a incrementar la capacidad instalada a 200 MW y contará con una nueva subestación eléctrica de 220 KV en la línea Cruz de Piedra-San Juan, se estima un trabajo de 18 meses de duración. La planificación estipula ingresar en operación para el primer semestre del 2026.

La propia compañía informó que «en esta primera etapa, contará con más de 330.000 paneles bifaciales de última generación, instalados en una superficie de 350 hectáreas. La potencia instalada será de 200 MW, que equivale a la energía que utilizan más de 180.000 hogares y evitará la emisión de más de 298.000 toneladas de dióxido de carbono al año“.