Se aprobó la siembra de un nuevo maíz transgénico con resistencia a plagas y herbicidas

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El subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, debutó poniendo la firma en la aprobación de un nuevo cultivo transgénico: se trata de una variedad de maíz que ofrece resistencia frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio. Fue desarrollado por Corteva bajo la denominación DP-91Ø521-2.

Mediante la Disposición 25/2024, que se publicó este martes en el Boletín Oficial, la Secretaría de Agricultura autorizó la comercialización de la semilla, de los productos y subproductos derivados de ésta, provenientes del maíz con el evento individual DP-91Ø521-2, que confiere protección frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio”.

El trámite había sido expuesto para recibir opiniones de la sociedad en abril pasado, junto a otra variedad de maíz transgénico DAS-Ø1131-3 (con protección frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glifosato), que por ahora no cuenta con aprobación final.

En cambio este maíz modificado de Corteva, que ya contaba con autorización de muchos otros países productores del mundo, sí tuvo el aval final firmado por Chiappe, al concluir el análisis tripartido que realiza la Argentina antes de habilitar cualquier cultivo transgénico. El maíz DP-91Ø521-2 fue aprobado por la Conabia a fines de 2023, por el Senasa en mayo de 2024; y finalmente por la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios.

¿Otra «Vaca Muerta»? Los inversores miran en Argentina al cobre y al litio

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La expectativa por los proyectos mineros en la Argentina no conoce de partidos políticos. Tanto los funcionarios del gobierno liberal de Javier Milei, como los gobernadores radicales y peronistas de San Juan, Mendoza, Catamarca, Salta y Jujuy, están activos hablando con las empresas internacionales para atraer inversiones en el país. Los recursos naturales están, sobre todo en cobre y litio, pero para que se desarrollen en su máximo potencial todavía falta que el país genere confianza de largo plazo, invierta en infraestructura y baje los costos de capital para hacer más competitivos los proyectos mineros, según indicaron actores de la industria.

Estos temas se debatieron esta semana en una conferencia sobre transición energética organizada por el Wilson Center, en Buenos Aires, que contó con la presencia del embajador de Estados Unidos en el país, Marc Stanley. “La Argentina es líder en recursos energéticos que el mundo necesita”, dijo.

La Agencia Internacional de la Energía (IEA) proyectó que para 2030 se va a necesitar el triple de los minerales críticos que se producen hoy. En la industria señalan que la situación del cobre y el litio es la que tenía Vaca Muerta 10 años atrás.

“Hay una conjunción de factores que permiten tener mucho optimismo por el presente y el futuro de la minería en la Argentina, que en general ha vivido de espaldas a este sector. Esto está cambiando y en buena medida tiene que ver con la transición energética. Para llegar a un mundo más limpio se requiere litio y cobre. La minería dejó de ser sinónimo de extractivismo negativo y más bien es una oportunidad de ir hacia un ambiente más sano, porque nos permite electrificar”, dijo el secretario de Minería, Luis Lucero.

En materia de cobre, la Argentina dejó de producir ese mineral en 2018, cuando cesó su actividad Bajo la Alumbrera, pero hay otros proyectos en carpeta próximos a empezar su desarrollo, como Taca Taca, en Salta; Mara, en Catamarca, o Josemaría, en San Juan.

Benjamin Gedan, director del Latin America Program del Wilson Center; Luis Lucero, secretario de Minería, y Juan Pablo Schaeffer, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad en Anglo American Chile
Benjamin Gedan, director del Latin America Program del Wilson Center; Luis Lucero, secretario de Minería, y Juan Pablo Schaeffer, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad en Anglo American Chile

Distinta es la situación en litio, donde si bien se derrumbó el precio de la tonelada de US$80.000 a US$20.000 en el último año, hay cuatro proyectos en producción. El principal es Cauchari-Olaroz, en Jujuy, operada por Lithium Argentina, listada en Toronto y Nueva York, en sociedad con la china Ganfeng y la provincial Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado. La producción comenzó en 2023, luego de una inversión de US$1000 millones, y la mina tiene una capacidad para generar 40.000 toneladas anuales, con una vida útil de más de 40 años.

Si bien Lithium Argentina tiene otro proyecto en Salta, Pastos Grandes, todavía está en estado de factibilidad, donde las inversiones están ralentizadas por la baja del precio del litio. “Solo aquellos proyectos que hoy están en construcción o en operación puedan mantenerse atractivos. La expectativa a medida de los plazos es que todos estos proyectos puedan ponerse en construcción, pero no va a ser algo tan sencillo como muchos pensábamos cuando los precios eran muy superiores”, dijo Ignacio Celorrio, vicepresidente de la empresa.

Ignacio Celorrio, vicepresidente ejecutivo de Lithium Argentina
Ignacio Celorrio, vicepresidente ejecutivo de Lithium Argentina

“Lo que importa en este mercado no es tanto la ganancia que se va a tener inmediatamente, sino si uno es confiable como productor en un mercado que se va incrementando a largo plazo. Ese es el secreto para la Argentina: poder producir en calidad, con constancia y poder ir ocupando mercados que, si no, otros los van a ocupar. Una de las razones por las cuales hubo sobre oferta de litio también es que antes la producción venía de Australia, China, uno poco de Estados Unidos y nada más. Pero en los últimos dos o tres años, empezó a producir África y Brasil. No es que el litio sea tan difícil de encontrar, sino que hay que saber producir de manera eficiente y en una calidad de constancia. Aunque el litio incremente el precio, no va a volver a valores excesivamente altos porque esta corrección va a volver de nuevo”, analizó el ejecutivo.

Martín Pérez de Solay, ex CEO de Allkem, la empresa australiana que se fusionó con la estadounidense Livent para crear Arcadium Lithium, recientemente adquirida por Rio Tinto, se refirió a la importancia estratégica que tiene el cobre en la Argentina. “Hay dos vectores de crecimiento global que hoy no podemos negar. Uno es que la cantidad de energía per cápita continúa en aumento en la medida que tenemos más inteligencia artificial. En la medida que tengamos mayor cantidad de aparatos en nuestras manos, vamos a necesitar más energía. La segunda parte es que la manera más eficiente de transformar la energía en algo más es a través de la electricidad. El cobre es la mejor manera de restaurar la última milla energética. El mundo va a necesitar muchísimo más cobre y la Argentina tiene un montón de proyectos a explorar”, señaló.

El actual profesor del ITBA remarca que un proyecto de cobre demanda una inversión inicial de entre US$3000 y US$5000 millones, y advierte que la ventana de oportunidad es relativamente corta. “El problema del cobre lo vamos a ver de aquí a cinco años. No hay proyectos muy grandes de cobre en el mundo iniciando operaciones. Casi todo lo que hay son extensiones de vida de proyectos existentes que de por sí tienen plazos de vida relativamente cortos. Entonces hay una ventana de oportunidad muy grande y sería una pena que la dejen de pasar”, agregó.

Por su parte, Juan Pablo Schaeffer, director de la minera Anglo American en Chile, contó las condiciones que generó el país limítrofe para volverse hoy un referente de la industria minera. “Se requiere de mucha estabilidad, mucho trabajo coordinado con las autoridades y una licencia social que permita dar viabilidad social en el proyecto. Eso tiene que ver no solamente con cómo vamos compensando los impactos ambientales y sociales, sino cómo generamos valor”, dijo.

“Chile también estableció un régimen similar al RIGI, el Decreto Ley (DL) 600, que también daba estabilidad tributaria y regulatoria de desarrollo del proyecto. Eso es clave para estas inversiones que son de muy largo plazo. En Chile tenemos la mina Los Bronces, que comenzó su explotación en 1867, y hoy la operamos muy cerca de Santiago. Son inversiones que realmente requieren un compromiso extraordinario. Y eso ha ayudado mucho, y eso hubo continuidad más allá de quien gobierna”, agregó.

Finalmente, el secretario de Minería también hizo hincapié en otros minerales que tiene la Argentina, como el oro y la plata. “El otro gran desafío que tiene la Argentina es retomar e incrementar la exploración. Santa Cruz es la provincia más productora de metales del país y las operaciones están llegando al fin de su vida útil. El cobre está tan atractivo que solemos olvidarnos de que en la Patagonia hay un potencial para oro, plata y uranio enorme. La Argentina, además de infraestructura, necesita retomar la inversión en prospección y exploración. Tenemos menos de 40 proyectos en etapa de prospección, que es la primera etapa de la exploración inicial. Como hay un ratio de éxito de aproximadamente de 1 a 100, tendríamos que estar prospectando muchísimo más y explorando muchísimo más para asegurarnos que en el futuro tengamos la producción que podríamos dar”, concluyó Lucero.

El debate se dio en la conferencia organizada por el programa latinoamericano del think tank Wilson Center, que dirige Benjamin Gedan, quien fue director de América del Sur en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y responsable de la Argentina en el Departamento de Estado de Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama

Sofía Diamante

INVAP: estudio preliminar para un reactor en Uganda

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Con 48 millones de habitantes, Uganda necesita aumentar su capacidad de producción de energía eléctrica y la energía nuclear es considerada una fuente estable y económica para lograrlo. Los planes de desarrollo energético del país africano fijan como objetivo generar 24 Gw de energía eléctrica de origen nuclear en los próximos 20 años, el equivalente a construir más de 30 Atucha II. Actualmente, si bien Uganda puede comprar llave en mano centrales nucleares, necesitará personal calificado para operar y controlar esas instalaciones, y para conformar un ente regulador con profesionales capacitados en el área.

En este contexto, la empresa estatal rionegrina INVAP firmó un acuerdo con Uganda para la realización de un análisis de factibilidad y estudio de sitio para la instalación en ese país de un centro nuclear de ciencia y tecnología. INVAP es un jugador internacional importante en este ámbito, ya que ha vendido reactores nucleares de investigación y da capacitaciones a equipos en diversas parte del mundo.

La primera etapa del proyecto consiste en una consultoría de un año para hacer las evaluaciones de factibilidad y del sitio de instalación del centro nuclear: estudios de hidrología, meteorología, estratégicos, analizar las inundaciones históricas y demás para analizar el lugar potencial de instalación del reactor. Además, se deben hacer estudios técnicos para ver qué tan preparado está el país y sus redes de transporte de energía para la instalación de reactores nucleares.

«Lo que esperamos, y será el próximo paso, es diseñar todo el centro de ciencia y tecnología nuclear, en especial, un reactor de investigación, que es nuestro fuerte», dice Alejandro Ibáñez, jefe del Proyecto Uganda de INVAP.

Además, INVAP debe realizar una propuesta de ingeniería preliminar de cómo debería ser este centro y qué instalaciones tendría, en función de otros reactores nucleares de investigación que la empresa de Río Negro ha instalado en otras partes del mundo.

Uganda busca que se puede capacitar a la gente en este centro y que también se pueda hacer investigación, ya que estaría en una universidad, y que tenga producción de radioisótopos para medicina nuclear. “Lo que esperamos, y será el próximo paso, es diseñar todo el centro de ciencia y tecnología nuclear, en especial, un reactor de investigación, que es nuestro fuerte”, dijo Alejandro Ibáñez, jefe del proyecto Uganda por INVAP.

Felipe Albornoz, gerente del área de Proyectos Nucleares de la empresa, dijo: “Esto nació hace casi dos años cuando hubo una conferencia en Egipto dedicada a toda África, en la que tuvimos una invitación y participación especial porque se cumplieron los 25 años de la puesta en marcha del reactor que hicimos en Egipto. En esa misma conferencia estaba gente de Uganda, que ya tenía en su cabeza estas ambiciones. El interés lo fuimos desarrollando, empezamos a visitar Uganda viendo qué era lo que querían y terminamos firmando este contrato. Ellos también hablaron con Corea, Rusia y otros posibles proveedores pero nos dijeron que el intercambio con nosotros fue mucho más rico porque los escuchamos y los tratamos de igual a igual. Escuchamos al cliente y le damos soluciones en base a eso, no andamos tratando de vender un producto que ya tengamos”.

Hoy Uganda solo tiene un centro de salud de medicina nuclear y algunas aplicaciones industriales pero su objetivo es ampliar sus capacidades. Uganda produce ingenieros, aunque no nucleares, pero algunos sí hacen sus posgrados en ingeniería nuclear en otros países. Al volver, tienen muy pocas aplicaciones y existe la necesidad de retener a estos recursos humanos en el país.

«Empezamos a visitar Uganda viendo qué era lo que querían y terminamos firmando este contrato», dice Felipe Albornoz, gerente del área de Proyectos Nucleares de INVAP.

En cuanto a los beneficios que el convenio trae para la Argentina, Albornoz explicó: “África va a tener mucha demanda a futuro en energía y medicina. La zona ecuatorial es la de mayor crecimiento demográfico del mundo y las necesidades crecen en la misma medida. INVAP puede aportar a estos objetivos y queremos estar desde el principio. Es similar a lo que hicimos en los años 80 en los países del norte de África, son países distintos pero los procesos son similares y para nosotros fue muy positiva. Creemos que podemos ocupar este lugar, hemos recorrido este camino en nuestro país y podemos ayudarlos en ese camino”.

El contrato será solo de un año de duración, para hacer los estudios prelminares, pero se espera que luego haya nuevos contratos para diferentes objetivos, y que además sirva como ejemplo para trabajar con otros países de la región. Según Ibáñez, “esto lo vemos como un primer paso para entrar en Uganda y en África ecuatorial. Tenemos negocios en todos los continentes y acá hay una gran oportunidad. La idea, tanto de ellos como nuestra, es seguir trabajando juntos”. En el mismo sentido, Albornoz agregó: “Así como hoy estamos en Uganda, también hemos tenido conversaciones de diferentes grados de interés con otros países de la región, como Kenia, Ruanda, la República Democrática del Congo, Senegal, Ghana y Etiopía, que han mostrado su interés para entrar en el mundo de la energía nuclear. Algunos ya tienen un pequeño reactor y gente preparada, o como Kenia, se han desarrollado en medicina nuclear y se están convirtiendo en un nodo de atención para la región. Las oportunidades están y este convenio nos ayuda a que los vecinos lo vean, que sepan que hay una empresa que viene de la Argentina y está trabajando allá, para nosotros eso es muy importante”.

Rafael Grossi: “Hasta ahora, los bandos en guerra ejercieron «contención nuclear»

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(Publicamos exclusivamente las preguntas de la periodista y las respuestas del Director del OIEA).

-Enfrentamos un escenario geopolítico realmente convulsionado. Lo entrevisté en 2021, en La Repregunta, cuando todavía no había sucedido la invasión rusa a Ucrania y estaba todavía más lejos el ataque terrorista de Hamás contra Israel y la conflictividad que se disparó desde entonces con la guerra de Gaza y los nuevos actores que empezaron a jugar. ¿Hay que volver a pensar si es posible una política de seguridad nuclear sostenible dado este nuevo contexto, mucho más convulsionado?

-Es un debate que se está dando en este momento, justamente porque, como bien señalás, hay un nivel de conflictividad muy grande en el mundo. Tensiones geopolíticas que, como en el caso de la guerra entre Ucrania y Rusia, llegan a esta manifestación sobre la doctrina nuclear. Otros, como el de Oriente Medio. Aunque la violencia allí es una constante, enfrenta en este momento un pico muy alto. Naturalmente, la dimensión nuclear, y no me refiero a la energía nuclear civil sino al posible uso de las armas nucleares o a la utilización de centrales nucleares con fines militares, emerge como algo inevitable. En los últimos días se ha hablado mucho de la doctrina del uso de las armas nucleares a partir de declaraciones del presidente Putin. En Corea del Norte, Kim Jong-un se muestra paseándose en una sala de centrífugas (NdelE: máquinas separadoras y purificadoras de uranio) y anunciando que va a aumentar exponencialmente sus arsenales nucleares. Líderes de países que hoy no tienen armas nucleares declaran abiertamente que podrían ejercer esa opción: dotarse de armas. También están los arsenales nucleares de las potencias que tienen armas nucleares. Hay más países en posesión de armas nucleares pero hay cinco que son poseedores legales de armas nucleares, reconocidos por el Tratado de No Proliferación Nuclear: son los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Estos países. Estaba en un proceso muy gradual de reducción de sus arsenales nucleares pero ahora han puesto fin a ese proceso y en muchos casos, hay un rebote de sus arsenales y están empezando a crecer nuevamente. Es decir que la posibilidad y la amenaza del uso del arma nuclear vuelve a aparecer, aunque sea en el plano discursivo: en el plano de la amenaza o en el plano de la amenaza implícita.

-Para aclarar: los cinco miembros del Consejo de Seguridad son Rusia, China, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. ¿Qué otros países tienen armas nucleares, aunque no legalmente en términos internacionales?

-La India, Pakistán, Corea del Norte. Y hay otro caso… Un país cuya política es no negar ni afirmar la presencia de armas nucleares pero en relación al cual existe una fuerte presunción de la existencia de un arsenal nuclear: es el caso de Israel.

-Es decir que Israel no lo ha confirmado pero los datos indicarían que es así.

-Así es.

-Para repasar esa conflictividad en los países más críticos, vinculado con el tema nuclear. Primero, Rusia. Hace unos diez días, el presidente Putin planteó un cambio en la doctrina nuclear: sostuvo que ya no sólo podría reaccionar nuclearmente si fuera atacado por una potencia nuclear sino si una potencia nuclear, por ejemplo, Estados Unidos, apoya un país no nuclear, por ejemplo, Ucrania, y su soberanía se ve particularmente en riesgo. ¿Qué chances hay de que Rusia, que es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lleve adelante esa política apoyado por China?

-Todavía son movimientos retóricos y obedecen al agravamiento del conflicto. Hay todo un debate acerca de la admisibilidad de que ciertos sistemas de armamento provistos por países occidentales, en particular Estados Unidos y Europa, a Ucrania puedan ser utilizados libremente contra objetivos dentro de la Federación de Rusia. Ante esa posibilidad, el presidente ruso dice: si esto es así, estamos prácticamente en una guerra directa y se puede considerar que los aliados de Ucrania están directamente en una guerra con la Federación de Rusia. Este tipo de especulación, como en un juego de billar donde ataques de unos unidos a otros que sí tienen armas nucleares generan una reacción, no es únicamente propio de Rusia. Hay documentos de otros países, que no puedo citar, donde ese escenario también está previsto. No estoy banalizando lo que ha dicho Putin, es algo serio, pero también es una forma de marcar una línea roja, aunque no sabemos si se pasa, si reaccionará o no. Muchas veces, los líderes marcan líneas rojas y después, esas líneas rojas no lo son tanto.

-Funciona como una estrategia disuasoria.

-Efectivamente. Es como decir: tengan mucho cuidado con lo que hacen porque nosotros no vamos a descartar el uso del arma nuclear. Esta es la situación que se está planteando en este momento.

-En el caso de Irán, desde diciembre del año pasado, la OIEA viene denunciando una expansión exponencial de la cantidad de uranio enriquecido, a niveles preocupantes en términos de la posibilidad de fabricar una bomba atómica: 60 por ciento, y para las bombas se necesita 90 por ciento. Esa marcha no se aminoró.

-Exactamente.

-¿Eso suma un elemento de preocupación en el conflicto de Medio Oriente?

-Genera una preocupación muy grande, Luciana. Hace un par de semanas, durante el segmento de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, retomé contacto con el gobierno iraní. Estuve con el canciller iraní. Es muy probable que esté viajando a Teherán dentro de muy pocos días para encontrarme con el nuevo Presidente (Masoud) Pezeshkian. Aquí hay dos órdenes de cosas. Por un lado, el programa nuclear de Irán, que si bien no tiene hoy armas nucleares, sí tiene unos desarrollos tecnológicos y producción de material sumamente inquietantes. Porque ningún país que no tenga armas nucleares enriquece uranio a estos niveles. Hay una pregunta válida en la comunidad internacional: ¿para qué están enriqueciendo uranio a estos niveles tan altos? Por otro lado, hay una cuestión concomitante: también estoy conversando con los países firmantes del acuerdo de 2015. Fue un acuerdo entre Irán y las potencias occidentales, coordinado por la Unión Europea. Primero fue abandonado por el entonces presidente (Donald) Trump y después, también por Irán. A partir de ahí, se dio un piedra libre e Irán empezó a desarrollar su programa nuclear de una manera más y más incontrolada. Hay un debate planteado en el sentido de qué es lo que va a suceder: los iraníes están en un compás de espera, así me lo han dicho. Porque una cosa va a ser trabajar con una administración (Kamala) Harris y otra, trabajar con una administración Trump II. Todo eso está planteando un interrogante muy grande acerca de si se podrá volver a poner el genio dentro de la botella, es decir, si el programa nuclear de Irán puede ingresar a una forma más controlada a través de las inspecciones del organismo que yo dirijo. O si nos mantendremos en esta latencia de un conflicto que en cualquier momento puede derivar en el uso de de la violencia de las fuerza armada en esta región, que se superpone con la situación en Gaza. Hay una altísima volatilidad en este momento.

-Usted describe señales de alarma en relación a este comportamiento de Irán. A la hora de mencionar el caso de Israel y su falta de transparencia sobre su política nuclear, esa alarma no se muestra tan marcada en su respuesta. La pregunta aquí es: cuando Israel, que es una democracia liberal en medio de autocracias en Medio Oriente, tiene una política nuclear no tan transparente, ¿cómo reacciona la OIEA? Claramente hay una enorme preocupación respecto de Irán. ¿Cómo reacciona la OIEA respecto de esta falta de transparencia de Israel y su política nuclear?

-Uno lo podría catalogar como decimos en la Argentina: de eso no se habla. En el caso de Israel, ellos definen su política nuclear como de opacidad: “opacity” es la terminología que ellos mismos han utilizado para definir la cuestión. Si analizamos históricamente, todas las crisis de no proliferación que hemos tenido, con la excepción de Corea del Norte, han sido en esa región. Recapitulemos: Irak, Siria, Libia y el propio Irán. Son países de Medio Oriente que han buscado o han procurado, en algún momento dado, tener armas nucleares para contar con una posibilidad de contrarrestar lo que ven como la influencia o el poderío israelí. En el caso de Irán, es como una especie de tensión permanente que existe. En los otros casos, ya sabemos cómo terminaron. Irak terminó trágicamente con Sadam Hussein colgado y todo el programa nuclear desmantelado. Libia, lo mismo con Kadafi, que terminó en un desagüe y el programa nuclear también desmantelado. Siria lo desmanteló. Estamos trabajando con Siria y con el presidente Bashar al-Assad desde hace muy poco. Estamos avanzando. Espero que lo logremos. Siria tenía un reactor que aparentemente fue bombardeado por Israel en 2007. Toda esta crisis actual no es casual: hay que fijarse en dónde han tenido lugar. Por eso la cuestión de Irán es tan crucial: tenemos que lograr llegar a un modus vivendi, a un acuerdo razonable con Irán. Es realmente importante y es uno de los puntos de quiebre en la agenda internacional. Por eso hubo ese acuerdo en 2015, que fue abandonado. Ahora hay toda una intención de ver si se puede volver a algún tipo de acuerdo, el mismo acuerdo anterior reformulado u otro acuerdo diferente. Son cosas que estamos empezando a discutir. Por eso hablé con el canciller iraní en Nueva York hace un par de semanas y ahora voy a ir a Teherán para hablar con el nuevo Presidente. Teníamos un diálogo con el anterior Presidente, que murió en un accidente hace pocos meses.

-En las discusiones de la OIEA y en Naciones Unidas, estos países de Medio Oriente, como por ejemplo Irán, a los que los inspectores de la OIEA no pueden acceder, ¿plantean una cuestión de doble vara? ¿Por qué se exige el ingreso de inspectores de la OIEA a Irán y no a Israel?

-Lo plantean constantemente, constantemente.

-¿Y cuál es la respuesta de la gobernanza internacional?

-La respuesta es que en el caso de Israel, como también en el de India y de Pakistán, ellos directamente optaron por no firmar el Tratado de No Proliferación: por eso no están en una posición de ilegalidad. Ellos dijeron: este juego no lo juego, no voy a entrar en ese orden. Sus líderes pensaron que probablemente podrían necesitar el arma nuclear. Y ese fue el caso en particular en el subcontinente asiático. India hace su primer ensayo nuclear en 1974. Lo sigue Pakistán. Hoy son dos potencias que tiene armas nucleares, pero están por fuera del orden internacional nuclear. Israel, también. En los debates, que son debates circulares porque se reiteran constantemente, los países árabes y algunos otros países más también hablan de esta doble vara. La respuesta de India, Pakistán o Israel es que no han violado ningún acuerdo, que no han entrado en ningún compromiso internacional.

¿Pero Irán entró también presionado por las sanciones?

-No. Irán es miembro del Tratado de No Proliferación desde hace muchos años, ya desde la época del Sha. Tenían un programa nuclear civil. Luego ya durante el régimen revolucionario post 1979, un poco más adelante, empezó con ciertos desarrollos que sugerían que podían tratarse de desarrollos bélicos. El consenso de la inteligencia internacional y de nuestros propios inspectores es que Irán no tiene armas nucleares. No las tiene. Decir otra cosa sería confundir a la audiencia. Sin embargo, sí tiene una serie de desarrollos tecnológicos que apuntan implícitamente en esa dirección. Y esto trae malos recuerdos porque es lo que sucedió también con Corea del Norte: cruzó la línea roja en 2006. Hoy tiene un arsenal de cincuenta o sesenta ojivas nucleares.

-Usted estuvo en Nueva York en los días en que se llevó adelante la Asamblea General de Naciones Unidas y se dio esa gran conversación por parte de los líderes mundiales en torno al Pacto para el Futuro.

-Así es.

-En esas conversaciones, ¿cuánto peso tuvo este cambio geopolítico y el impacto que tienen las políticas nucleares? Porque por un lado está el uso bélico, pero aún en el uso nuclear no bélico, por ejemplo, para generación de energía eléctrica, hay riesgos dado el cambio geopolítico. La central nuclear de Zaporiyia en Ucrania, que provee energía eléctrica, es un ejemplo claro de eso: cómo un territorio que estaba en paz, cuando entra en una guerra, si tiene una central nuclear, se convierte en un riesgo nuclear. ¿Hubo conversaciones en torno al Pato para el Futuro que hayan involucrado estas cuestiones?

-No las hubo y eso es bastante curioso. Toda la dimensión nuclear y lo que estamos conversando vos y yo hoy es como un terreno aparte que está reservado a la OIEA y nuestro trabajo con estos países. Entre los inspiradores de este Pacto del Futuro, el secretario general (António) Guterres, y los países que lo negociaron y lo aprobaron están mirando más a otra parte de la agenda internacional: al desarrollo, a los derechos humanos, a la plataforma digital. Hay referencias: la palabra nuclear aparece aquí y allá, sobre todo en su dimensión virtuosa porque ahora existe un gran consenso internacional acerca de la importancia de la energía nuclear en el marco del calentamiento global. Los países no tienen tantas herramientas eficaces para combatirlo y al mismo tiempo, seguir dando la energía necesaria en sus economías. Pero estas cuestiones estratégicas que estamos conversando no entraron dentro de ese documento.

-Para usted, como experto dueño de una perspectiva global y al mismo tiempo, con una mirada muy específica sobre cada país, este cambio de contexto geopolítico tan abrupto y dramático que se viene sosteniendo y se viene agravando desde la invasión a Ucrania, ¿empieza a tener un peso en la discusión pacífica del uso de la energía nuclear para producir energía eléctrica cuando puede quedar atrapado en zonas de guerra?

-Ése es un debate muy interesante. Yo también estoy sentado en las mesas energéticas internacionales, por ejemplo, en las famosas Cops. El año pasado se dijo: la energía nuclear tiene que ser acelerada. Yo veo una preocupación no en cuanto a lo intrínseco de la energía nuclear, que tiene un buen récord de seguridad. La preocupación tiene que ver con que no se utilice militarmente. Los anglosajones tienen esta palabra: “weaponization”, transformar una instalación industrial pacífica, como puede ser una central nuclear, en un arma o en algo que puede tener una impronta militar. Por eso nosotros hemos concitado tanto apoyo en nuestra operación permanente en Zaporiyia. Nos instalamos allí. Yo fui en 2022. Tenemos expertos del organismo que están allí constantemente informando de lo que pasa. El presidente Zelenski me pidió que hiciera lo mismo en todas las otras centrales de Ucrania dentro del territorio bajo control legítimo ucraniano. Ucrania es un país muy nuclear: el 50 por ciento de su energía es de origen nuclear. Tienen quince reactores, menos seis porque los seis de Zaporiyia están bajo control ruso.

-Precisamente, es un ejemplo clarísimo:centrales nucleares para la paz y para la generación de energía no contaminante se convierten en blancos militares que, si son usados de esa manera, pueden producir un impacto bélico nuclear insospechado. En este nuevo contexto, ¿cambió la conversación sobre la expansión de la energía nuclear como proveedora en energía eléctrica? ¿Empieza a cambiar?

-No, pero hay una gran preocupación. Si nos fijamos en lo que viene sucediendo, y pese a que ha habido muchos momentos de gran peligro y gran riesgo en Zaporiyia, existe una cierta contención o restricción de los beligerantes con relación a la planta, que podría estar siendo bombardeada. Sin embargo, hubo intentos de bombardeo, que fueron frenados. En este momento, la guerra en Ucrania es una guerra de drones: hemos tenido bastantes episodios de drones con cargas explosivas convencionales, que preocupan aquí y allá. Pero no se ha llegado a esta línea. Y eso porque en gran medida, para muchos países, la energía nuclear es indispensable, incluido Rusia. Rusia tiene treinta reactores nucleares en funcionamiento y sigue construyendo. Rusia es el vendedor de reactores nucleares líder en el mundo. Es el mayor exportador hoy por hoy. Y te voy a sorprender con esto que te voy a decir: Rusia tiene el dominio del mercado de combustible nuclear… ¿sabés dónde? En Estados Unidos.

-Qué interesante.

-Estado Unidos adquiere la mayor parte del combustible nuclear, el uranio enriquecido, de Rusia. Viene de contratos pre bélicos determinados,por una cuestión simplemente de oferta y demanda del mercado y de cómo funcionaba.

-¿Se sostuvo esa provisión en medio de la guerra en Ucrania?

-Sí, se ha sostenido a diferencia de lo que sucede con el gas, por ejemplo: se ha cortado el suministro de gas, no así lo nuclear. ¿Y por qué es esto? ¿Por una cuestión filantrópica? Evidentemente, no. Es porque no existe hoy por hoy una capacidad de producción de combustible nuclear que permita que la flota de reactores nucleares en Estados Unidos y en otros países siga funcionando.

-¿Pero por qué Rusia no frena ese suministro? Sería una manera de impactar claramente en un aliado de Ucrania.

-Efectivamente. Pero en primer lugar, para Rusia y para Rosatom (NdelE: Consorcio ruso de energía nuclear), el mercado exterior es muy importante. Una guerra, y esta guerra en particular, tiene algunos pliegues que pueden sorprender a primera vista. Y éste es uno de ellos. Otro dato: en la Unión Europea hay cuarenta y un reactores rusos.

-Quiero pasar a otro tema que impacta directamente en la Argentina y en América Latina. Desde hace unos años, se discute la presencia de China y de Rusia en distintos sectores críticos de nuestra región. El análisis ha estado contenido dentro de lo que se llama el “soft power”, una manera de estar comercialmente presente a través de inversiones, de desarrollos y de financiamientos. El tema era la presencia de Rosatom en la Argentina o las inversiones y el financiamiento chino en el sector nuclear en la Argentina con Atucha III, por ejemplo, lo que ya generaba polémica. ¿Cambia la discusión ahora que se empieza a ver que los desarrollos civiles pueden convertirse en desarrollos estratégico militares? Estados Unidos y la general Laura Richardson, jefe del Comando Sur, han insistido mucho con la preocupación por la presencia china y rusa en América Latina. El contexto actual, ¿le suma un argumento a esa preocupación?

-Sí, le suma un argumento, pero en la realidad eso no está pasando. En este momento, tenemos unos 350 gigabytes de potencia nuclear instalada en el mundo. Estamos yendo hacia el doble. En el caso de nuestra región o de otras regiones en el mundo, hay una cierta discusión pero es más de carácter geopolítico que otra cosa. Estas son cuestiones de carácter político más que tecnológico: tener un reactor chino o ruso o indio no implica una dependencia política. Pongo otro ejemplo: Turquía, que es un país de la OTAN, le ha comprado cuatro reactores a Rusia y está construyendo cuatro reactores nucleares. Hay que desmitificar. Es legítima la discusión política. No es mi terreno. Es la decisión soberana de los países y de los gobiernos decidir que no quieren acercarse tanto a China, por ejemplo, o a Rusia o que se quieren acercar a unos u otros. Es una decisión política. No es que a través de la tecnología nuclear se dé una cuestión de dominación. Sí genera un relacionamiento muy profundo. Una central nuclear implica una relación de casi cien años por la duración de los reactores. Entonces no es un tema banal. Por algo esta General y otras personas evocan el tema, y lo hacen con sus argumentos. Desde la OIEA, tratamos de despolitizar lo que no es politizable. Hay cosas que son politizadas, pero la elección de un vendedor para un reactor no implica, intrínsecamente, una cuestión política.

-El presidente Javier Milei estuvo en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York hace pocas semanas. Hizo un discurso muy crítico de las instituciones de gobernanza internacional. Planteó algunas cuestiones de doble vara. Está la presencia de Rusia en el Consejo de Seguridad como miembro permanente o el liderazgo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que es rotativo, en manos de países autocráticos, donde, por ejemplo, los derechos de las mujeres están completamente abolidos. Usted mencionó el reclamo por la doble vara en materia nuclear en términos de cómo se mira a Irán y cómo se mide Israel. Dado el cambio de contexto brutal que se da desde febrero de 2022, con la invasión rusa y todos los otros conflictos que cada vez son más intensos en Medio Oriente, ¿qué grado de efectividad tienen hoy organizaciones globales como la OIEA o Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad a la hora de poder vigilar, controlar y limitar la proliferación nuclear bélica negativa? Organizaciones que han sido creadas hace 70 años, 50 años, en otros contextos, por ejemplo, pos Segunda Guerra Mundial, cuando se quería ir hacia una negociación de paz. ¿Cuánto puede hacer la OIEA para realmente controlar y evitar que la proliferación nuclear avance por el camino incorrecto?

-El organismo hace y hace mucho, inclusive hace más de aquello para lo cual fue creado. El hecho inédito de que un organismo internacional esté operando de manera independiente en un territorio ocupado, en una zona de combate, como sucede en Zaporiyia… O como Kursk, porque también tuve que ir personalmente a Rusia por la posibilidad de que una central rusa fuera atacada en el marco de la incursión militar ucraniana: este tipo de ejemplos muestra una cierta reivindicación del multilateralismo. Hablamos del discurso del presidente Milei y otros planteos que en realidad no son nuevos. Esto ha sucedido también en el pasado, con un planteo legítimo: en el fondo, ¿cuál es la influencia de estos organismos? Existe un debate sobre la capacidad de estos organismos de influir en una realidad internacional tan conflictiva y tan áspera. En el caso de la OIEA, tenemos un récord bastante bueno, aunque por supuesto se puede hacer mucho más. Pero en un contexto de crecimiento de la energía nuclear, con más de cuatrocientos reactores en el mundo, de no existir un régimen de control de inspectores desplegados por todo el mundo, controlando que no haya un desvío de material pacífico a usos bélicos, estaríamos en un mundo con quince, dieciséis o diecisiete países dotados de armas nucleares. Y seguramente, con casos de uso de armas nucleares en más de una ocasión. De todas maneras, la pregunta acerca del multilateralismo en este mundo es válida.

-En las Naciones Unidas, la canciller Diana Mondino planteó la decisión argentina de no asociarse al Pacto para el Futuro. Dijo textualmente: “Argentina quiere tener alas para su desarrollo sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas”. Una organización como la que usted preside requiere de la participación voluntaria de los países. ¿Ve con preocupación que una democracia consolidada como la Argentina empiece a hacer estos cuestionamientos y plantee su soberanía como algo a ser protegido ante esta gobernanza internacional? Eso podría impactar eventualmente, si se sigue en este camino, con resistencias a controles en ciertos ámbitos.

-Son ámbitos diferentes. Una cosa es participar, como lo hace la Argentina y otros países de nuestra región, en un régimen técnico, lo que es absolutamente necesario. Cuando uno tiene un instrumento tecnológico tan importante y serio como la energía nuclear, tiene que participar de esquemas de estandarización internacional. No se trata de gobernanza internacional porque yo no le digo a la Argentina o a Rusia o a Bangladesh lo que tiene que hacer con su política nuclear. Nosotros establecemos los denominadores mínimos comunes y los controles que deben existir. Esto es una cosa. Otra cosa es el debate acerca de aspectos vinculados con la visión del mundo, aspectos culturales, los derechos de las personas. Ahí sí es donde se ve un debate muy grande en el sistema internacional acerca de la injerencia del sistema de Naciones Unidas. Eso también se ve en la Unión Europea de manera mucho más concreta. Yo vivo en Austria, mi organismo tiene su sede en Austria. Estamos viendo cómo, en los procesos electorales en Europa, se da también un poco esa vuelta hacia el soberanismo y la reducción de la injerencia internacional. Es un debate como el de platónicos y aristotélicos, va y viene en la vida internacional, en la línea de la historia internacional.

-Desde la asunción de la nueva administración del presidente Milei, la Argentina ha fijado como política el ajuste y el déficit cero. Ha impactado en distintos desarrollos como el desarrollo del reactor Carem 25, un tipo de reactor muy exportable de uranio enriquecido y agua liviana, que son los que consume el mundo. Es un sector de exportación con potencial para la Argentina y ahora está frenado. Con su mirada de experto, ¿cuál es su análisis?

-Pese a ser argentino y con un corazón bien argentino, como funcionario internacional, no debo opinar sobre las políticas nacionales, ni de Argentina ni de otros países. Pero sí puedo decir una cosa, que es importante, porque he trabajado con el sector nuclear argentino toda la vida. La presencia de la Argentina en la conferencia general de la OIEA, que fue justo la semana antes de la Asamblea General, fue realmente notable. Estuvo la canciller Mondino, a quien tuve el honor de recibir. La Argentina desplegó los stands de INVAP, de la Comisión Nacional de Energía Atómica. El espacio que ocupa la Argentina internacionalmente en tecnología nuclear es notable. Me tocó el honor de asistir a una presentación organizada por el Reino de los Países Bajos donde se hablaba de un reactor argentino: el reactor Pallas que se está construyendo en los Países Bajos. Es un reactor de investigación, muy grande. El equivalente del RA10 que se está terminando en la Argentina. Se basa más en el reactor que hizo INVAP en Australia, otro ejemplo maravilloso donde la Argentina ganó licitaciones frente a Francia y Corea del Sur. Creo que la potencia y la capacidad del sector nuclear argentino internacionalmente va más allá de la propia coyuntura. Estoy seguro que la Argentina encontrará vías prácticas de conciliar su disciplina fiscal con los desarrollos nucleares, que son importantes y que, además, tienen una virtud comercial importantísima. INVAP, exportando en Holanda y INVAP exportando en Australia, Estoy seguro de que la Argentina sabrá encontrar la vía media.

-Ni bien asumió, el presidente Milei planteó que estaba muy interesado en que un argentino de su prestigio y conocimiento fuera canciller de la Argentina. Finalmente fue elegida Diana Mondino. Sin embargo, en las últimas semanas volvieron los rumores del interés del Presidente. ¿Le interesaría? ¿Estaría dispuesto a escuchar una propuesta como esa?

-No, en absoluto. En primer lugar, respeto muchísimo al presidente Milei, a quien conozco personalmente; y a la canciller Diana Mondino. Tengo una tarea internacional de una enorme responsabilidad en Oriente Medio, entre China y Japón, en Irán, en Ucrania. Mi mejor aporte es ser un argentino que hace una contribución efectiva a la paz y a la seguridad en el mundo. Ese es mi aporte.

-Me surge una última pregunta. En esta escalada de Irán con el uranio enriquecido y en el contexto de América Latina, una Venezuela donde se intensifica la discrecionalidad de la dictadura de Maduro, ¿los lazos entre Irán y Venezuela acarrean preocupaciones nucleares?

-En absoluto. Venezuela no tiene energía nuclear. Tiene algunas instalaciones, sobre todo vinculadas a la salud, la oncología y la radioterapia, que estamos tratando de apoyar. Debido a las grandes dificultades que tiene Venezuela en cuanto a su relacionamiento externo, todo su sistema oncológico está realmente muy deteriorado. Y no, no existe ninguna actividad allí. Por supuesto, tenemos inspectores que van a Venezuela y lo poco que hay ahí es inspeccionado, pero no existe en Venezuela ningún proyecto, ninguna actividad, ninguna instalación que sea relevante o que represente una preocupación en materia de proliferación.

Luciana Vázquez

FAdeA entregó otro helicóptero AB-206 modernizado al Ejército Argentino

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La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) completó la entrega del 12º helicóptero AB-206 a la Dirección de Aviación del Ejército Argentino tras someterlo a una inspección mayor y especial debido a su prolongado estacionamiento. Además, se llevó a cabo la modernización de la aviónica, incorporando nuevos equipos de comunicación y navegación en colaboración con Redimec.

Es importante destacar que al helicóptero se le realizaron inspecciones exhaustivas en toda su estructura, ensayos no destructivos, pintura interior y exterior, y una revisión completa de los componentes dinámicos, el motor, así como el tapizado y los interiores.

Con esta entrega se completan doce aeronaves entregadas al Comando de Aviación de Ejército Argentino, restando otras tres en las instalaciones de FAdeA a la espera de un contrato para su modernización.

El aparato, con número de serie 9199, recibió la matrícula AE-324 y operó con los Carabinieri de Italia con la matrícula CC81.

Funes de Rioja «En el Titanic no había botes para todos»

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El presidente de la Unión Industrial Argentina usó la metáfora del barco a punto de colisionar para graficar una crisis que es fuerte y en la cual hay pymes en situación crítica que necesitan un rescate y el Gobierno las ignora.

La crisis de la industria está escalando a niveles pocas veces vistos, tanto como las tensiones internas entre empresarios por los posicionamientos institucionales de la Unión Industrial Argentina (UIA) ante semejante escenario. Los comunicados de la entidad que preside Daniel Funes de Rioja buscan suavizar el mensaje crítico para evitar chocar con el Gobierno de Milei, pero puertas adentro, el clima está caliente. El martes último, en la reunión de Junta de Directiva, hubo un levantamiento de los sectores del plástico, la madera y los metales contra el nivel despiadado de importaciones que está habilitando el Gobierno y que, junto a la caída en las ventas, está jaqueando el futuro de las pymes. 

En ese mitin, al que asisten las representaciones de todo el país y es el más representativo del clima nacional, Funes tomó la palabra y dejó una frase inquietante sobre el modelo Milei y la recesión fabril. Mientras mostraba enojo con la habilitación de importados, baja de aranceles, valores criterio y hasta situaciones de dumping, admitió que es necesario que, «mientras el gobierno ordena las variables, nos tire algún bote, para darnos aire». A continuación, fue directo y grafico lo que los industriales ven en el modelo Milei: «El problema -dijo- es que en el Titanic no había suficientes botes para todos»

La colisión del transatlántico británico fue una clara metáfora de lo que los industriales califican como un régimen económico y político de supervivencia del más apto, que muy probablemente deje un tendal de pymes sin poder competir con impuestos altos, caída en las ventas y, ahora, el plus de los importados. «Si se animó a vetar aumentos a universidades, con la cantidad de gente que se juntó en la calle, qué nos queda a nosotros?», se quejó otro alto dirigente

Tal es el vacío que el Gobierno les hace a los industriales que los nexos son con segundas y terceras líneas, muy lejos de los que definen. En UIA saben que el ajuste y la política anti industria tiene tres responsables: el ministro de Economía, Luis Caputo; el de Desregulación, Federico Sturzenegger, y el propio Presidente Milei. Sturzenegger, de hecho, es el enemigo perfecto: está en disputa con los laboratorios nacionales de CILFA por los importados y ahora también con la industria del plástico, a la que acusa de cobrar una tasa a clientes que, en realidad, no existe. Uno de los que más se plantó en la reunión de junta fue, de de hecho, Antonio Paolini, el jefe de la Cámara de la Industria Plástica. También marcó la cancha Pedro Reyna, de los madereros de FAIMA.

Postales del «industricidio»

Es que, más allá de los comunicados lavados de la UIA, la crisis de demanda e importaciones es un polvorín. Hace unas horas, la Fundación Protejer, alertó que la baja de aranceles a hilados importados del 18 al 6 por ciento «pone en riesgo la continuidad de 10 fábricas nacionales que generan alrededor de 1.000 puestos de trabajo formal y calificado». En paralelo, en la provincia de Santa Fe la crisis arrasa: el cierre reciente de la petroquímica Dow generó que el gremio de obreros petroquímicos Soepu saliera a negociar para evitar ese cierre, a riesgo de que «pueda detonar la matríz productiva de la provincia». 

«Acá el problema es que nadie quiere pegar la primera piña, pero cuando entre la primera, van a entrar todas juntas», precisó otro de los presentes, criticando la moderación de las posiciones fabriles ante la crisis. En ese escenario, la UIA se limitó a dar a conocer un texto en el cual marcó dos cosas: la primera es «que se presentó un estudio comparativo sobre competitividad y costo argentino que ubica al país entre los menos competitivos de la región por las asimetrías que es necesario corregir. Y hay preocupación por la competencia desleal frente a la importación de bienes terminados y la pérdida de empleos en el sector». 

En segundo término, graficaron que «las autoridades manifestaron su preocupación por la pérdida de puestos laborales en el sector industrial. Luego de la recuperación postpandemia y sin haber retornado a los máximos previos, el empleo industrial acumula desde agosto de 2023 una caída de 33.617 asalariados (-2,8%)». Agregaron, además, que por sectores industriales, las mayores caídas desde agosto son en la Metalmecánica (-8.927), Confección (-8.492), Madera y papel (-3.518), Automotores y neumáticos (-2.091), Química y petroquímica (-1.854), y Otras manufacturas (-9.552).Si bien en el mes de julio el empleo industrial registró una desaceleración en la pérdida mensual (-0,2%, -2.855 puestos), el sector acumuló 11 meses de caídas consecutivas. 

El video de Trump

En una crítica en voz baja pero brutal, circuló por los grupos de Whatsapp de los industriales un video del ex presidente estadounidense Donald Trump, con quien Milei se identifica, explicando que «los globalistas gravan con impuestos y regulaciones a la empresa nacional, mientras abren las importaciones. Nacionalistas le quitan impuestos a la empresa nacional y gravan con aranceles a los extranjeros». Un dardo directo al plan importador del Gobierno. 

En ese video, Trump afirma que «nuestra Constitución tenía aranceles que enfatizaban la tributación de la producción extranjera, no la nacional». «Sin embargo hoy, 240 años después de la revolución, hemos puestos las cosas patas para arriba», siguió Trump. 

En esa línea, agregó que «permitimos que países extranjeros nos exporten sus productos libres de impuestos, ¿qué tan estupido es esto? La ola de globalización ha acabado con nuestra clase media. Eso es culpa de una clase política que le rinde culto al globalismo por encima del americanismo». Cualquier similitud con la realidad argentina, no es pura coincidencia.

Leandro Renou 

El Balseiro y la fuga de cerebros

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La fuga de cerebros no se detiene en los organismos científicos y tecnológicos de Argentina. Si se tiene en cuenta el último año de Alberto Fernández y el inicio del mandato de Javier Milei, entre jubilaciones y renuncias, ya son 62 las bajas docentes en el Instituto Balseiro nada más. El principal problema es que los puestos son cubiertos por jóvenes recién graduados y no equiparan la experiencia de aquellos que dejan la institución. Para completar el cóctel, si años previos los estudiantes inscriptos a sus doctorados en Ingeniería y Física eran entre 15 y 25, a octubre de este año no hay ni uno solo. En la actualidad, los jóvenes no vislumbran buenas chances de progreso en suelo local.

En diálogo con Página 12, el director del Balseiro, Mariano Cantero, cuyo discurso puede condensarse en su desgarrador “Estoy desesperado”, detalla el panorama: “Trato de ser muy cuidadoso con la investidura presidencial y con los legisladores, pero hay que contar fría y crudamente la realidad que estamos pasando”. Y continúa: “Las instituciones no son las infraestructuras, sino las personas. La caída en los salarios de los científicos no comenzó ahora, ya estábamos bajos; lo que ocurre es que en el presente todo se aceleró a un ritmo que da temor. Con seis meses más así, no queda nada. Hay mucha angustia entre los docentes y los no docentes, porque no llegan a fin de mes”.

Como cualquiera podría haber aventurado durante la campaña, la motosierra libertaria no distingue “lo que funciona” de lo que no, y comienza a deshilacharse un instituto de punta con décadas de dedicación y resultados que avalan su prestigio. La comparación con los 90, cuando Argentina tenía el cartel “Se vende”, es muy clara según el ingeniero nuclear. “Esto mismo que vivimos hoy, lo viví como estudiante del Balseiro a fines de los 90. La diferencia es que el mundo va mucho más rápido. Por eso, el impacto de perder recursos humanos hoy es mucho más extremo con respecto a lo que sucedía hace 30 años”.

“Me quita el sueño esta preocupación” es una frase que se cuela en medio de su relato. Para colmo, dice Cantero, “el contexto no ayuda a los alumnos y profesores que podrían venir, porque Bariloche es una ciudad carísima”. Según refiere, entre el alquiler de una casa, el colegio de los chicos y alguna actividad extra, la comida y los impuestos, superan el millón y medio de pesos. “Nuestros salarios están bajísimos, son una miseria”, remata.

Formados por el Estado, expulsados por el gobierno

Uno de los aspectos que suelen destacarse con la fuga de cerebros es que se pierden recursos muy valiosos, en la medida en que se marchan cuando el Estado ya ha dedicado una inversión considerable en su formación de grado, doctorado, posdoctorado y en un eventual ingreso a instituciones como Conicet. Precisamente, cuando llega el momento de que los investigadores retornen la formación recibida a través de resultados y la educación, a su vez, de nuevos recursos humanos –cuando alcanzan la madurez en la carrera– deben marcharse porque el país les cierra las puertas.

En este sentido, la mayoría de las renuncias que destaca Cantero corresponden a la franja etaria de investigadores que tienen entre 35 y 45 años, es decir, que poseen entre 5 y 10 años de experiencia en los diferentes campos disciplinares. En cambio quienes se incorporan como profesores para cubrir las vacantes, tienen 28 o 30 años y están recién doctorados. En esa brecha, se pierden 15 años de experiencia. Es el caso, por ejemplo, de lo sucedido durante el último mes, cuando renunció el director de la carrera de Ingeniería Nuclear, doctor especialista en temas electrónicos que se fue a Estados Unidos. También, durante los últimos 30 días dejaron sus cargos un especialista en Inteligencia Artificial que se fue a España y otro en física de láseres que hizo lo propio y viajó a Alemania. “Si esto se espiraliza a este ritmo vamos a tener un problema grande, porque la ciencia y la tecnología avanzan muy rápido, no dan respiro. Rápidamente quedaremos relegados en temas nucleares”, advierte.

Lo mismo sucede en las universidades nacionales, cuyos docentes de prestigio comienzan a marcharse al sector privado, o bien se dedican a otros campos. “El denominado ‘valor de mercado’ de un docente-investigador del Instituto Balseiro es cuatro o cinco veces lo que gana acá. No hace falta ir a Europa o EEUU, ya que en Brasil o Uruguay un profesor de tiempo completo gana algo así como cuatro o cinco mil dólares. Las ofertas internacionales son muy altas y no las pueden rechazar”, dice.

En el pasado, cuando la brecha salarial entre lo que pagaba Argentina y lo que destinaban los países vecinos no era tan grande, los recursos humanos formados por el Balseiro fueron la llave para la creación de empresas tecnológicas como Invap, NA-SA y sus centrales nucleares de potencia, la Fábrica de Aleaciones Especiales (FAE), la Fábrica de Combustibles Nucleares Argentinos, la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), la Planta Industrial de Agua Pesada, así como los Centros de Medicina Nuclear y Radioterapia en varias regiones de Argentina.

Aulas vacías

Según el director, los docentes no solo se van por la desactualización de sus salarios con respecto a la región, sino también por las pocas o nulas ventanillas en las cuales pueden postularse para hallar un trabajo. Como se describió en notas previas, el Gobierno prácticamente paralizó las inversiones en el desarrollo nuclear del país. Lo que sucedió con el Carem, el reactor 100 por ciento argentino, es ilustrativo: aunque restaba poco tiempo para poder finalizar la obra (que redundaría en el ingreso al país de miles de millones de dólares), el gobierno decidió paralizarla y echar a todos sus empleados.

Al compás de la fuga de profesores se produce otro fenómeno: disminuyen las matrículas de inscripción a las carreras que ofrece el Instituto. “Por primera vez en la historia, a octubre de este año, no hay estudiantes de doctorado inscriptos”. De hecho, según confiesa el director, recién se están evaluando las primeras tres postulaciones, cuando tradicionalmente se inscribían y se graduaban camadas de entre 15 y 25 alumnos. Ello puede explicarse, en parte, por un sentido común: la falta de futuro.

Del Gobierno no había novedades hasta la semana pasada, cuando Eduardo Serenellini, secretario de Prensa de Presidencia de la Nación, visitó el Instituto. “Le conté lo que hacemos y quedó sorprendido gratamente. Al mismo tiempo, aproveché para compartirle que para sostener los resultados que históricamente tuvimos necesitamos tener a las personas en Argentina. Las instituciones son las personas y se nos están yendo. Podemos dar muchísimo a la Argentina, necesitamos que el presidente lo sepa”.

La Inteligencia Artificial, por ejemplo, es un tópico que el propio Javier Milei se interesa en publicitar. El país podría transformarse, desde la perspectiva del Ejecutivo, en un “polo de innovación”. Al respecto, Cantero refiere una experiencia puntual. “Estábamos armando una diplomatura en Inteligencia Artificial. La persona que estaba trabajando con nosotros y estaba armando todo acaba de irse a España. Ahora tengo que buscar cómo lo reemplazo”, dice.

Sin valor agregado

La fuga de cerebros se produce en tiempo real, en uno de las instituciones de referencia a nivel nacional e internacional. Aulas de las que participaron referentes y expertas de la talla de Juan Martín Maldacena, Karen Hallberg, Conrado Varotto y Fabiana Gennari, entre otros.

El Balseiro, creado en 1955 y de gestión compartida entre la Universidad Nacional de Cuyo y la Comisión Nacional de Energía Atómica, es la mejor expresión que reúne a los cerebros más importantes en materia de ingenierías (nuclear, mecánica y telecomunicaciones) y física, sectores pujantes para el desarrollo de cualquier nación, menos para Argentina. También posee carreras de posgrado vinculadas a medicina nuclear, radioterapia e investigación interdisciplinaria en salud.

De hecho, como reza en su sitio oficial: “Con el convencimiento de que nuestro país debe desarrollarse en base a una matriz productiva de alto valor agregado, el Instituto Balseiro aporta profesionales y conocimiento para el sector nuclear con fines pacíficos y para áreas estratégicas, como energía, alimentos, salud, ambiente y comunicaciones”. La clave para comprender por qué este gobierno también ajusta a este Instituto radica en el fragmento: “matriz productiva con alto valor agregado”. En concreto, el actual gobierno no posee ni matriz productiva, ni tiene intenciones en agregar valor de ningún tipo.

Esta fuga forma parte de la lucha que la gestión libertaria tiene con las universidades, el sistema científico y todas las instituciones que participan de la producción del conocimiento y posibilitan, en definitiva, la movilidad social ascendente. Ese fenómeno que provoca que, a mediano plazo, la desigualdad se acote.

“Hay algo que en el medio del conflicto se pierde de vista y es que las instituciones son las personas”, define Cantero. Por eso, ajustar el bolsillo de las personas es destruir las instituciones. El gobierno lo tiene en claro, quizás por eso actúa en consecuencia.

Bajan los aranceles para importar 89 categorías de productos

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El Gobierno nacional oficializó ayer miércoles 16 de octubre la reducción de aranceles a la importación de 89 productos con la intención que bajen los precios internos. La medida fue publicada en el Boletín Oficial a través del Decreto 908/2024 e incluye café, latas para alimentos, plástico para botellas, motos, neumáticos, la licra y el poliéster de la industria textil, y algunos electrodomésticos como luces LED, cafeteras, pavas y hornos eléctricos.

“Resulta oportuno y conveniente con el fin de equilibrar los niveles de incentivos para la producción, así como también la competitividad y mejorar el precio al que acceden los consumidores a ciertos bienes, realizar modificaciones en los tratamientos arancelarios”, argumentó el Gobierno en la norma, que ya había sido anticipada días atrás por el ministro de Economía, Luis Caputo.

Los principales productos impactados

  • Café: este es uno de los productos más cotidianos incluidos en la medida del Gobierno. Una baja arancelaria importante experimentará el café tostado molido, que pasará de un 35% a un 20% de impuesto a la importación. El café tostado molido es el que se encuentra en las góndolas de los supermercados. Por lo tanto, el oficialismo aguarda que esto se refleje en el bolsillo de las familias. A su vez, el producto premium cafetero también tendrá una rebaja arancelaria de 35% a 30%. Esto aplica para las cápsulas.
  • Latas para productos alimenticios: otro ítem vinculado a las góndolas de los supermercados donde el Gobierno busca generar un golpe de efecto. En este caso, la alícuota bajará de 35% a 12,6%. Es decir, una reducción de más de la mitad con la que el Ministerio de Economía pretende prolongar la desaceleración de la inflación en los alimentos, que en septiembre volvió a ubicarse debajo del 3%, algo que no se observaba desde noviembre de 2021.
  • Hornos y calentadores: es uno de los electrodomésticos más beneficiados por la medida del Gobierno. Pasará de un arancel de importación del 35% a uno del 20%.
  • Ventiladores: estos aparatos, al igual que los hornos, pasarán de un 35% a 20% de alícuota importadora. De esta manera, en la previa del verano, podrían experimentar una baja de precios, si el Gobierno consigue su objetivo.
  • Motos: este es uno de los sectores que empezó a mostrar un repunte ya que según datos de ACARA, los patentamientos de motos vienen creciendo intermensualmente. En este caso, su arancel baja de un 20% al 15%.

Esta medida generó una reacción de una parte del sector empresario local. “Los esfuerzos fiscales que hacen para bajar impuestos son todos para la importación”, recriminó un directivo de una cámara industrial sectorial. Este hombre del mundo pyme reconoció que el anuncio de Caputo sobre reducción de tributos generó un punto de inflexión. “Es la primera vez que meten varios productos terminados. Eso puede ayudar contra la inflación, pero nada a favor de la competitividad de los que producimos acá”, completó.

Además, desde la administración libertaria hicieron alusión a nuevos ordenamientos jurídicos y normas aprobadas a nivel nacional y regional, como el Tratado del Mercosur entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en el que se estableció que “el Mercado Común implica la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente; el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros estados o agrupaciones de Estados y la coordinación de posiciones en foros económico comerciales regionales e internacionales; la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados Partes de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden, con el fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia entre los Estados Partes; y el compromiso de los Estados Partes de armonizar sus legislaciones en las áreas pertinentes para lograr el fortalecimiento del proceso de integración”.

El ministro de Economía, Luis Caputo, había adelantado la decisión de la administración de Javier Milei en sus redes sociales a principios de mes. “Continuamos reduciendo aranceles a la importación. A través de un decreto estamos reduciendo aranceles a múltiples bienes de consumo que tenían aranceles elevados. Entre ellos se encuentran motos, neumáticos para autos y para motos, pequeños electrodomésticos, café, luminarias LED, etc. Además reducimos aranceles a insumos relevantes para la economía como lo son los plásticos PET (usado en botellas) y ABS (usado en diversos aparatos domésticos) e hilados sintéticos utilizados por toda la industria textil: lycra y poliéster. Por último se reduce el arancel a diversas maquinarias y se implementan las bajas ya anunciadas a moldes y matrices y equipos de riego”, enumeró el funcionario el pasado 1 de octubre.

Dentro de los bienes finales, las latas para alimentos son las que quedaron con el arancel de importación más bajo (13%).

La importación de neumáticos de autos y motos, en tanto, se ubica en el segundo puesto de los productos más beneficiados por la baja impositiva; el 35% por derechos de importación se transforma en un 16%. Le siguen las cremas y preparaciones para afeitar, cuyo arancel cae de un 35% a un 18%.

El listado de bienes finales con nuevo arancel para la importación lo completan las motos, bicicletas, el café molido, energizantes, ventiladores, calefactores eléctricos, cafeteras, pavas y hornos eléctricos, cremas solares y desodorantes, focos, tubos y artefactos LED y gafas de sol. Todos ellos pasan de un 35% a un 20% de impuestos.

En tanto, los aranceles a la importación de lycra pasarán de 18% a 2%. Además, los nuevos aranceles al plástico tendrá impactará en el que se utiliza en botellas, como por ejemplo la de gaseosas, con una reducción del 12,6% al 6%.

A continuación, la lista de productos que reducen su arancel:

  • Neumáticos de autos: De 35% a 16%
  • Neumáticos de motos: De 35 a 16%
  • Motos: De 35% a 20%
  • Bicicletas: De 35% a 20%
  • Café molido: De 35% a 20%
  • Energizantes: De 35% a 20%
  • Latas de alimentos: De 35% a 13%
  • Ventiladores: De 35% a 20%
  • Calefactores eléctricos: De 35% a 20%
  • Cafeteras, pavas y hornos eléctricos: De 35% a 20%
  • Cremas solares y desodorantes: De 25% a 18%
  • Focos, tubos y artefactos LED: De 35%/25% a 20%
  • Gafas de sol: De 35% a 20%
  • Plástico ABS: De 12,6% a 2%
  • Plástico PET (botellas): De 12,6% a 6%
  • Hilado de poliéster: De 18% a 6%
  • Hilado de elatómero (lycra): De 18% a 2%
  • Moldes y matrices: De 24%/35% a 12,6%
  • Maquinarias diversas: De 12,6% a 2%
  • Ventiladores industriales: De 35% a 20%

En esta misma línea, a principios de mayo el Gobierno informó una reducción de aranceles a importaciones en tres áreas:

  • Heladeras y lavarropas: del 35% al 20%.
  • Neumáticos: del 35% al 16%.
  • Principales insumos plásticos: del 12,6% al 6%.

El gobernador de Santa Cruz viajó a China para destrabar la construcción de las represas

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 En un viaje que se preparó bajo un fuerte hermetismo, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, se reunió en Beijing con Huailiang Liu, presidente de China Gezhouba Group Company (CGGC), la principal accionista de la UTE que construye las represas hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, paralizadas desde diciembre.“Estamos trabajando sin descanso para que las represas se pongan en marcha y generen los empleos que nuestra gente necesita”, afirmó Vidal desde el gigante asiático.

“Este es el tipo de proyectos que puede cambiar la realidad de Santa Cruz, y estamos decididos a que suceda”, enfatizó, a través de un comunicado de prensa que distribuyó este mediodía la gobernación. La reducida comitiva santacruceña está integrada por el ministro de la Producción, Gustavo Martínez, y –lo que llamó fuertemente la atención– por el recién nombrado interventor de la empresa estatal nacional Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), Pablo Gordillo Arriagada.

El viaje de Vidal se da luego del sorpresivo giro de Javier Milei frente a China, a la que elogió recientemente, y mientras el gobierno nacional evalúa fechas posibles para concretar una reunión entre el Presidente y su par chino, Xi Jinping. En este contexto, el gobierno argentino evalúa tres momentos: la cumbre del G20 a mediados de noviembre en Brasil, la cumbre Celac-China, en abril próximo, o una bilateral antes de junio del 2025, según informó ayer este medio.

Más allá de una mejora en las relaciones entre los dos países, las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner en Santa Cruz, las dos obras civiles más grandes que China tiene fuera de su territorio, están frenadas desde diciembre y el gobernador santacruceño encaró el viaje más relevante en los diez meses que lleva como gestión. En China fue recibido también por el embajador argentino en aquel país, Marcelo Suárez Salvia, quien lo acompañó en las reuniones.

El gobernador de Santa Cruz en la sede de Ghezhouba, Beijing, China.
El gobernador de Santa Cruz en la sede de Ghezhouba, Beijing, China.Sec de Medios

“Este es el tipo de proyectos que puede cambiar la realidad de Santa Cruz, y estamos decididos a que suceda”, afirmó Vidal a través de un comunicado de prensa que distribuyó este mediodía la gobernación. La reducida comitiva santacruceña está integrada por el ministro de la Producción, Gustavo Martínez y el recién nombrado interventor de la empresa estatal nacional, Yacimientos Carboníferos Río Turbio, YCRT, Pablo Gordillo Arriagada.

“China, para el gobernador Vidal, representa un aliado estratégico fundamental, ya que no solo puede proporcionar el apoyo financiero necesario para mejorar el desarrollo productivo de la provincia, sino que también puede aportar tecnologías avanzadas que acompañen el proceso de modernización urgente para la recuperación económica y el desarrollo sostenible de Santa Cruz”, sostienen desde el gobierno provincial.

No es el primer contacto de Vidal con los constructores de la obra. En enero pasado, Zhang Jun, el CEO de la empresa, viajó hasta Río Gallegos, y le había solicitado a Vidal que interceda ante el gobierno nacional con el fin de tener certezas sobre el futuro de la obra, que están detenidas desde diciembre pasado y hoy cuentan con notable retraso en su construcción. Los vínculos con China siguieron aceitándose este año: en abril se dio la firma de un convenio de cooperación en materia económica y de inversiones entre el gobierno de Santa Cruz y la ciudad de Fuzhou, provincia de Fujian.

“Además de ser una de las obras de infraestructura más importantes en la historia de la provincia, estas represas tienen el potencial de dinamizar la economía regional, generando empleo sostenible y potenciando sectores clave como el energético e industrial”, sostienen desde el gobierno provincial.

“La colaboración con China no solo apunta a concretar la construcción de las represas, sino a establecer un vínculo a largo plazo que permita a la provincia desarrollar su perfil productivo de manera sostenible”, sostienen fuentes oficiales.

Una historia de contramarchas

Más allá de las inversiones, la reactivación de las obras es clave en Santa Cruz. Sin embargo, la última adenda (la XII) entre ambos países, que establecía nuevas condiciones de la obra, aún no está firmada. Las represas se financian con un crédito que otorgó el gobierno chino, a través del consorcio de bancos compuesto por China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) y Bank of China. A la fecha, transfirieron a la Argentina US$1850 millones del crédito total de US$4714 millones. El último desembolso realizado fue en noviembre de 2022, luego de transferir dos pagos por US$538 millones.

El proyecto hidroeléctrico se caracterizó por una sucesión de marchas y contramarchas en su desarrollo. Arrancó en el último año del gobierno de Cristina Kirchner, fue frenado por una cautelar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y revisado durante la gestión del expresidente Mauricio Macri, cuando, además de rediseñar la potencia de las represas, recuperaron sus nombres originales: Cóndor Cliff y La Barrancosa, tras haberse llamado durante cinco años Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, respectivamente. Con el Gobierno de Alberto Fernández volvieron a renombrarse.

En 2021, ante el incumplimiento en los plazos prefijados, el financiamiento entró en suspenso hasta que la Argentina y China llegaron a un acuerdo, el año siguiente. Se trata de un acuerdo de enmienda y restablecimiento del contrato de línea de crédito. Los últimos datos oficiales disponibles indican que las obras tienen un avance cercano al 40%, en el caso de la represa Jorge Cepernic (ex-La Barrancosa), y de 25%, en el caso de la represa Néstor Kirchner (ex-Cóndor Cliff).

Las centrales están ubicadas a 145 kilómetros de El Calafate y permitirán aumentar un 4,5% la oferta de energía eléctrica nacional. La represa Jorge Cepernic tendrá una altura de 41 metros y contará con tres turbinas del tipo Kaplan, que proveerán 1780 GWh por año. La Néstor Kirchner tendrá 73 metros de altura y contendrá cinco turbinas del estilo Francis, que generarán 3167 GWh por año. En esta última, las demoras se acentuaron a partir del 2019 cuando saltaron las alertas por un desplazamiento de suelos en el área donde se estaba construyendo y desde entonces se trabaja en una readecuación del proyecto inicial.

Mariela Arias