El Baindbridge Fund pidió a la jueza federal Loretta Preska, en Estados Unidos, que le solicite información a la Argentina sobre el destino y el uso de las reservas de oro del Banco Central, que fueron enviadas por el gobierno de Javier Milei a Londres.
Este fondo ya tiene un fallo favorable por US$ 95 millones más intereses por deuda argentina en default, y está identificando activos para cobrar la sentencia.
En julio, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el envío de reservas de oro a Londres: «Es una movida muy positiva del Banco Central porque hoy tenemos oro que es como si fuera un inmueble, un edificio; no se puede usar para nada. En cambio, si ese oro está afuera, se le puede sacar un retorno».
«El país necesita maximizar los retornos sobre sus activos. Y tenerlo encerrado en el BCRA sin hacer nada es negativo», justificó el funcionario.
Sebastián Maril, CEO de Latin Advisor, comentó a PERFIL que Baindbrige basa su reclamo en que “Caputo, por ser ministro de Economía, no debería tomar decisiones sobre el oro que pertenece al Banco Central. De esa manera, puede ser utilizado para demostrar el alter ego, es decir que el Banco Central y que Argentina son lo mismo”.
Maril sostiene que Argentina continúa con una práctica equivocada que puede perjudica su posición en las cortes internacionales. “En los últimos 20 años, en los gobiernos de CFK, Mauricio Macri, Alberto Fernández y ahora Javier Milei, las personas que deben tomar decisiones dentro de cada cartera no lo están haciendo y están permitiendo que otros lo hagan”.
“Como Argentina mezcla esto, se puede comprobar fácilmente que es el alter ego en Aerolíneas Argentinas e YPF, por ejemplo. Para evitar que esto ocurra, el presidente de YPF debería haber ido al Congreso a hacer lo que hizo Sergio Massa el año pasado o el presidente del Banco Central debería haber tomado las decisiones sobre el sobre el oro como hizo Caputo”.
Reclamo de los beneficiarios por el juicio de YPF
Por otro lado, beneficiarios del fallo YPF también mencionaron ante la jueza neoyorkina el anuncio de Caputo el envío del oro al exterior como prueba de alter ego entre el Banco Central y la República.
En su presentación, los litigantes consideran que “cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) recibió una solicitud de información pública sobre la transferencia de reservas de oro fuera de Argentina, fue el Sr. Caputo, y no el Sr. Bausili, quien anunció la operación a la prensa (junto con otras declaraciones públicas sobre los planes del gobierno para fortalecer el peso, un tema de política monetaria dentro del ámbito del BCRA)».
«Además, la prensa informó ayer que el Sr. ‘Caputo está cerca de cerrar un préstamo de casi 5 mil millones de dólares del Banco de Basilea… para fortalecer las reservas del BCRA’”, menciona el escrito.
Maril opinó que, en general, “el argentino no se da cuenta que las decisiones que toma tiene consecuencias. ¿Por qué se envía el oro a Londres, que es el epicentro de los embargos junto con Nueva York? Allí están los juicios por cupón PBI e YPF, entre otros”.
“Con eso no digo que los beneficiarios de los fallos van a tener éxito en el embargo, pero ha causado mucho ruido en Wall Street el hecho de que un fondo que esté intentando ir contra el oro argentino”.
“Vamos a ver en góndola cada vez más productos de afuera”, dijo el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, al disertar este martes en el Agribusiness Conference 2024, que organizó en el hotel Alvear la Cámara de empresas de EEUU en la Argentina (Amcham). Como parte de un panel titulado “Comercio e integración internacional: impulsando las exportaciones argentinas al mundo”, el funcionario se refirió a la apertura de los mercados y a la vocación que tiene la actual gestión económica de eliminar la burocracia que “no genera valor”.
“Lo que hemos tratado de hacer es que el valor que se genera sea acá, y eventualmente con la apertura de mercados. Que no sea en una oficina pública, con trámites que no generan valor. Porque al final del día, cuando uno empieza a discutir la política detrás, la sustitución de importaciones y todo lo que lo empuja, es un burócrata decidiendo y no generando valor”, remarcó Lavigne, quien, ante líderes del sector privado, sociedad civil y la academia, agregó: “El valor lo generan los 45 millones de argentinos interactuando entre ellos y eligiendo lo que es mejor para producir”.
En este sentido, el secretario de Comercio planteó que la idea del Gobierno es que en 2025 los empresarios no tengan que hacer ningún trámite en la dependencia que él dirige. Y dijo: “La figura del secretario de Comercio debería ir evaporándose y que solo quede la generación de valor y la necesidad de apertura de mercados que le da competitividad para que Argentina se inserte al mundo y exporte. Y ésa es la agenda de la intrascendencia, es simplificarle la vida a ustedes en la medida de lo posible, en el día a día, en los trámites, en los accesos a los insumos”.
Lavigne precisó que lo único quedará para el año próximo es eliminar la ventanilla única de Comercio Exterior, para que se pueda operar desde un entorno amigable del sistema, “punta a punta todos los trámites de importaciones y exportaciones”. “Nos habíamos puesto como objetivo finalizar toda esa desregulación, simplificación y bajas arancelarias que hemos podido este año. Lo más trascendental es que hemos quitado la discrecionalidad del Estado, y es sacar las SIRA, que era un error total”, consignó.
El funcionario agregó que también están apuntando a evitar las dobles certificaciones. Por ejemplo, un producto certificado en el exterior, que entra a un país de alta vigilancia va a poder ingresar a la Argentina, dijo. “Lo más razonable es que ya no se tenga que pedir permiso para operar, para importar o para subir un precio en góndola en el supermercado”, afirmó Lavigne.El secretario de Comercio, Pablo Lavigne, repasó los objetivos de su gestión y se refirió a todas las medidas aperturistas y de desregulación que se están tomando desde el Gobierno
Consultado sobre la llegada de importaciones, afirmó que “el mundo funciona comerciando. Y si bien reconoció que “aparecerá el que diga ‘no quiero que entren remeras de Bangladesh, o no quiero que entre acero de Polonia´, el mundo crece cuando se comercia, y es sano que suceda, y vamos a ver en góndola cada vez más productos de afuera”. “Lo que nos ayuda la competencia es a innovar, a incorporar tecnología, es sano que suceda eso. Yo entiendo que algunos se van a ver afectados, pero como siempre sucede en el capitalismo, así funciona. El comercio genera valor, no lo destruye”, manifestó.
Apertura de mercados
“Sin importar no se puede exportar. Y una economía cerrada no es gratis. Entonces, se te van cerrando los mercados de exportación. Una apertura económica es una integración, una economía más grande, más comercio y precios más bajos”, concluyó Lavigne.
También estuvo presente en el evento de AmCham horas antes, Juan Pazo, secretario de Coordinación de Producción, quien destacó la importancia del sector agropecuario y lo calificó como uno de los principales motores de la economía argentina. Durante su presentación, Pazo subrayó el compromiso del gobierno con el sector, haciendo hincapié en las medidas que se están tomando para fomentar su crecimiento y reducir las barreras que históricamente limitaron su desarrollo.
“El campo no es un enemigo, es un aliado estratégico”, afirmó Pazo, al tiempo que explicó que una de las prioridades de su gestión ha sido eliminar regulaciones innecesarias y complejidades que afectaban a la producción. Entre las medidas anunciadas, destacó la eliminación de requisitos burocráticos en la exportación de granos y la flexibilización del comercio entre productores, así como la simplificación de la normativa vinculada a la comercialización de productos como el trigo y la soja.El secretario de Coordinación Productiva, Juan Pazo, participó del foro de agronegocios de Amcham
Asimismo, en su intervención remarcó la importancia de la innovación tecnológica en el agro. Pazo señaló que el futuro del sector depende de la adopción de nuevas tecnologías que aumenten la productividad y reduzcan la dependencia de factores climáticos. “No podemos basar nuestra competitividad en golpes de suerte, sino en decisiones estratégicas que impulsen la innovación y el crecimiento sostenido”, apuntó.
Por último, en relación con la unificación del tipo de cambio, uno de los temas más esperados por el sector, Pazo indicó que si bien no hay un plazo definido, el gobierno está trabajando para que se concrete cuando se den las condiciones adecuadas. “La visibilidad y la previsibilidad son clave para el productor. Necesitamos darles confianza para que puedan tomar decisiones de inversión con mayor seguridad”, concluyó.
Desafíos para el sector
El evento contó con la presencia de variados empresarios del sector, que dialogaron sobre el enorme potencial de crecimiento que tiene el agro y a la vez enumeraron los desafíos que el país tiene por delante para explotar al máximo las capacidad de este sector.
Durante sus palabras de bienvenida, de hecho, el CEO de Amcham, Alejandro Díaz, se refirió a algunos de estos desafíos, entre los que mencionó la necesidad de trabajar en un marco regulatorio que le permita a las empresas realizar innovaciones y estar protegidas frente a ello.
“Hablamos de propiedad intelectual. Ningún país puede tener desarrollos innovadores, nuevos lanzamientos comerciales, si no encuentra un espacio en el que sus derechos sean protegidos. En el mundo, los únicos actores que invierten en desarrollo lo hacen a través de esa política de protección. Para avanzar en innovación y no perder competitividad frente a Paraguay o Brasil, por ejemplo, necesitamos que la Argentina ofrezca un marco regulatorio que contemple ese incentivo”, afirmó Díaz.
El CEO de Amcham también se refirió a la necesidad de tener una agenda de género en el sector, para que las mujeres sean más partícipes en esta industria; se refirió a la necesidad de reducir impuestos y, por último, trabajar en infraestructura. “Requerimos que, una vez que el Gobierno empiece a encontrar respuesta a los ingresos fiscales necesarios para ir al déficit cero, la reducción de la carga tributaria sea puesta sobre la mesa de discusión”, dijo el directivo.
Sobre la necesidad de contar con mayor y mejor infraestructura en el sector, Díaz afirmó: “La red vial y las dificultades en materia de conectividad son una dificultad para el sector. No hemos tenido mucho éxito en los sistemas de concesiones y cobro de peajes; hemos sido rupturistas seriales de todos contratos de estas caracterstcas. Pero hay que volver a establecer modelos de negocios donde se consiga acelerar ese proceso y no depender de que sea el sector público el único encargado de hacer infraestructura”, remató.
Una pila nuclear alimentada por desintegración radiactiva en lugar de reacciones químicas podría durar décadas. El diseño más eficiente hasta la fecha puede acercar este concepto a la realidad.
Los investigadores llevan desde el siglo XX queriendo utilizar átomos radiactivos para construir baterías excepcionalmente duraderas y resistentes a los daños. Aunque se han ensamblado algunos prototipos e incluso se han utilizado en misiones espaciales, no eran muy eficientes. Ahora, Shuao Wang, de la Universidad china de Soochow, y sus colegas han multiplicado por 8.000 la eficiencia del diseño de una pila nuclear.
Empezaron con una pequeña muestra del elemento americio, que suele considerarse residuo nuclear. Irradia energía en forma de partículas alfa, que transportan mucha energía pero la pierden rápidamente en su entorno. Así que los investigadores incrustaron americio en un cristal de polímero que convertía esta energía en un resplandor verde sostenido y estable.
A continuación, combinaron el cristal brillante dopado con americio con una fina célula fotovoltaica, un dispositivo que convierte la luz en electricidad. Por último, empaquetaron la diminuta pila nuclear en una célula de cuarzo de tamaño milimétrico.
Durante 200 horas de pruebas, según Wang, el dispositivo produjo un suministro estable de electricidad a una energía relativamente alta con una eficacia sin precedentes, y sólo necesitó cantidades mínimas de material radiactivo para funcionar. Aunque el americio tiene una vida media de 7380 años, la batería nuclear debería funcionar durante varias décadas, porque los componentes que rodean la muestra acabarán destruidos por la radiación.
Michael Spencer, de la Universidad Estatal Morgan de Maryland, afirma que la nueva batería ha «mejorado mucho la eficiencia global de conversión y la potencia de salida» en comparación con diseños anteriores. Sin embargo, sigue produciendo mucha menos energía que los dispositivos convencionales. Se necesitarían 40.000 millones de ellas para alimentar una bombilla de 60 vatios, por ejemplo.
Los investigadores ya están trabajando para mejorar la eficiencia y la potencia de su diseño. También quieren que su uso sea más fácil y seguro, ya que contiene materiales radiactivos posiblemente peligrosos.
«Lo ideal sería que nuestra batería micronuclear se utilizara para alimentar sensores en miniatura en entornos remotos o difíciles en los que las fuentes de energía tradicionales son poco prácticas, como la exploración de las profundidades marinas, las misiones espaciales o las estaciones de control remoto», explica Wang.
Con una convocatoria masiva, estudiantes, docentes, no docentes, gremios y partidos políticos marcharon, desde las 14, al Congreso de la Nación para reclamar por una recomposición salarial del personal y por la promulgación de la ley de financiamiento. Minutos antes de las 17, se realizó el acto en el que hablaron autoridades de federaciones y de sindicatos. Alrededor de las 18, comenzó la desconcentración.
“Los estudiantes le pedimos, en un grito de auxilio para salvar el sistema: ¡Promulgue la ley de financiamiento!”, fue el eje del documento que leyó Piera Fernández de Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA). La licencia en ciencias políticas fue la encargada de cerrar el acto central.
“La universidad pública, base de la democracia y el desarrollo social, lucha por su supervivencia”, fue el nombre del documento que firmó el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la FUA y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
“La columna vertebral de la Nación es la educación pública que iguala y nos hace libres y la universidad pública es la herramienta por excelencia de movilidad social ascendente. Que no despojen al pueblo argentino de sus sueños de grandeza. Que no apaguen las vocaciones más nobles vinculadas al conocimiento y al trabajo con niñas, niños, jóvenes y adultos que transitan nuestras aulas y laboratorios”, leyó Fernández de Piccoli.
La marcha también se replicó en el interior del país, principalmente, en ciudades como Córdoba, Rosario y Mendoza, entre otras.
La convocatoria
A las 14, en Plaza Houssay frente a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ya estaba llena de manifestantes para marchar hacia el Congreso. “Salarios dignos para docentes y no docentes”, “Defendamos la educación y la salud pública”, se leía en los pasacalles sobre la explanada del edificio. Estos resumían algunos de los reclamos de la segunda marcha federal universitaria que enfrenta el gobierno de Javier Milei.
“Orgullo UBA”, se leía en la primera bandera que encabezaba la columna de docentes, no docentes y estudiantes de la UBA. Detrás aparecían muchas otras como la de la FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires), la de Aduba (Asociación de Docentes de la UBA) o la del Centro de Estudiantes de Veterinaria. De fondo se escuchaban bombos, redoblantes y bombas de estruendo.
Sobre la avenida Córdoba encabezaba la columna de Aduba. Una fila de hombres con pecheras detrás de una soga aguardaban la orden para empezar a movilizarse. En la plaza, de traje, Emiliano Yacobitti, el vicerrector de la UBA, estaba rodeado de móviles de televisión. Iban llegando otros dirigentes políticos como Gabriel Solano, legislador porteño del Polo Obrero. Un cordón de policías cortaba el tránsito unas dos cuadras.
Al ritmo de “se defiende, la UBA se defiende” para las 14.15, la primera fila de manifestantes, que llevaba una gran bandera negra con ese lema, empezaron a avanzar por avenida Callao con destino al Congreso.
Los pañuelos azules en defensa de la universidad pública, a $2000, se sumaron al stock de los verdes por la ley del aborto, y los violetas por el 8M que venden por la calle. También hay remeras a $15.000 o pilusos de La Cámpora a $5000.
La columna de estudiantes de la UBA marchó al Congreso desde la plaza HoussaySantiago Filipuzzi – LA NACION
“Hay que salir, no queda otra. Es una tragedia. He caminado muchísimas veces esta avenida en la época de la dictadura. Económicas es una facultad que defiende mucho al otro a pesar de que el Presidente dice que hacemos política, la única política es pensar en el prójimo”, dijo Carlos Caballero, contador público de 78 años.
El Congreso
Cerca del Congreso aparecían las banderas de las agrupaciones políticas y sindicales: la Confederación General del Trabajo (CGT), la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el Polo obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y Libres del sur. El Parlamento está completamente vallado. No se puede acceder por la calle Entre Ríos, en donde solo había un grupo de policías con cascos y escudos protegidos por una segunda valla. Ahí se acumulaban otros reclamos: “Aerolíneas es argentina”, “No a los despidos”, “Devuelvan a Loan”.
“Libertad es poder estudiar”, “Libertad es tener para comer”, se leía.
El escenario está recién en la otra punta de la plaza, de espaldas a la Casa Rosada y de frente al Congreso. Pese a la presencia de agrupaciones políticas, las inmediaciones de la estructura de 13 metros estaban rodeadas por personal de los gremios universitarios. Desde ese extremo también llegaba un flujo constante de personas.
Testimonios
Milagros Villalba, de 21 años, vive en Florencio Varela y está en tercer año de medicina en la UBA. Ella hoy decidió marchar: “Vine porque los docentes que nos dan clases trabajan mucho y muy bien. Nos dan educación de calidad y merecen un sueldo digno y condiciones de trabajo dignas”. Ella y su hermana, egresada de abogacía, son la primera generación de estudiantes universitarios en su familia. Su padre es plomero y su madre, ama de casa. Su sueño es poder completar sus estudios en la UBA y poder trabajar como médica. “Yo sé que cuando termine la carrera y empiece a trabajar también somos nosotros los estudiantes de medicina los que vamos a llenar los hospitales, los que vamos a trabajar por sueldos muy bajos pero aún así amamos la profesión y amamos el trabajo. Nos gustaría que el Gobierno también lo valorara”.
Lautaro Irizar, de 21 años, y Naomi Maldonado, son de Glew, y también se sumaron a la movilización. Ella estudia en la Universidad Nacional de Lanús. “Estamos viendo los recortes que están afectando ya nuestras universidades. En estos días nos dijeron que van a mudar la sede de diseño industrial a otro lugar, que en realidad es un galpón que no tiene nada. También dentro de la universidad están pasando cosas que antes no pasaban, por ejemplo, que no nos dejen pegar carteles y que nos desalienten a organizarnos. Por eso, decidimos participar en esta movilización, principalmente en defensa de la universidad pública, que es la única forma que tiene un país para progresar”.
El ambiente de marcha se sentía desde temprano en las estaciones de trenes. Si bien en muchas universidades, las agrupaciones se movilizaron desde temprano, pasado el mediodía muchos se encontraban en las terminales ferroviarias y de subte para llegar todos juntos a la marcha. Así ocurrió en la Universidad Nacional de Lanús, que tiene su sede muy cerca de la estación de tren. Allí un grupo importante salió con sus pancartas y banderas antes de las 14 con destino al Congreso. Lo mismo ocurrió en la estación Kosteki y Santillán, ex-Avellaneda.
“Universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”, cantan los miembros de la Asociación Gremial Docente de la UBA, ubicados a la derecha del escenario, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen. “No al veto”, forman con letras en telgopor que levantan. Se mueven alrededor de una gran bandera violeta que expone algunos de los reclamos: “Defendamos la ciencia y la educación. Triplicación del presupuesto. Aumento del salario y becas estudiantiles”.
Detrás se sumaban la columna de la Universidad Nacional de Quilmes. Sus integrantes cantaban: “Traigan al gorila de Milei para que vea que este pueblo no cambia de idea, pelea, pelea por la educación”.
La marcha anterior
Tienen un precedente multitudinario el 23 de abril pasado, con la manifestación que congregó a unas 430.000, según el cálculo de LA NACION, luego de que para este año se aplicara el mismo presupuesto que para 2023, con una inflación superior al 20% en los primeros meses del Gobierno. En su momento, el descontento social llevó a que este se elevará a un 270%, que solo solventó los gastos de funcionamiento para este año, y que no contempló cuestiones esenciales como los salarios del personal docente y no docente.
Marcha universitaria
Es más, el propio rector de la UBA, Ricardo Gelpi, advirtió sobre el peligro que acarrea el recorte, que concluiría en una paulatina degradación de las clases, la investigación, los hospitales.
Ayer, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, junto al subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, afirmaron que todo lo solicitado por el sector educativo ya fue concedido y que la movilización de hoy es opositora. “Es una marcha antigobierno, por varias de sus consignas, que ceñida solamente al problema de los salarios”, dijo Torrendell, que el fin de semana había afirmado que las universidades públicas nacionales “inventan alumnos”.
El domingo 15 de septiembre, el presidente Javier Milei fue el orador de un acto en un Congreso casi vacío y que fue transmitido en cadena nacional, en el que expresó que los pagos de deuda estarán blindados pero que los gastos que haga el Estado en áreas como educación, jubilaciones o ciencia dependerán de cuánto se recaude y, aunque hay una partida asignada para cada una de estas área, se reduciría en caso de no contar con los ingresos supuestos.
A grandes rasgos, el proyecto espera que la inflación para todo el año 2025 sea de 18,3% y que a diciembre del próximo año el dólar alcance los 1207 pesos. Como parte de estas estimaciones, la Argentina tendría un 5% de crecimiento gracias a un aumento de los ingresos por la recaudación del Impuesto a las Ganancias y un aumento del 100 % en la recaudación por vía de los derechos de exportación.
El presupuesto también suspende leyes que dan un aumento progresivo a la inversión en algunas áreas del Estado, como las leyes de Financiamiento de la Educación, que prevé que ésta debe representar el 6% del PBI, la de Financiamiento de la Ciencia, que establece aumentos progresivos año a año hasta poder alcanzar el 1%, y la de Educación Técnica Profesional, que creó un fondo específico para sostener la inversión en un sector de la educación que fue postergado durante muchos años. En el proyecto presentado se suspende la aplicación de estas leyes durante 2025, por lo que los montos asignados a estas áreas serán sensiblemente menores.
Fuente: Análisis del proyecto presentado por el Gobierno Nacional, en clave de ciencia y tecnología. Elaborado por el Grupo EPC-CIICTI.
Daniel Filmus fue tanto Ministro de Ciencia como de Educación, por lo que conoce desde cerca las necesidades que impulsaron estas normas, como en el caso de su involucramiento en la aprobación de de la ley de Financiamiento de la Ciencia, que contó con amplias mayorías en el Congreso y se esperaba que fuera una herramienta que pudiera darle previsivilidad al sistema y una política de largo plazo para desarrollar ciencia y tecnología en el país. Filmus dijo: “Este presupuesto lo tiene que votar el Congreso y me imagino que la mayoría de los diputados y senadores no estarán de acuerdo, aunque, en los hechos, es algo que viene sucediendo este año, en el que parece que estas leyes estuvieran suspendidas. Así como se votó la Ley de Financiamiento Universitario, esperamos que también se defienda la educación y no se vaya en contra del desarrollo educativo y científico, porque eso implica perjudicar a los jóvenes, a las familias y a los investigadores”.
En 2022, como porcentaje del PBI, la inversión en la Función Ciencia y Técnica (CyT) del Presupuesto fue de 0,285%, en 2023 fue del 0,302% y este año bajó a 0,213 %. Según las estimaciones que se pueden hacer a partir del Presupuesto 2025 presentado por el Ejecutivo, el año próximo estaría en torno a 0,2%, proyecta el análisis del proyecto de Presupuesto elaborado por el Grupo EPC-CIICTI. Según la Ley de Financiamiento de la Ciencia, la Función CyT 2025 debería estar en 0,45 %. Pese a eso, el monto de inversión previsto para el año que viene es equivalente al que tenía la Argentina en 2002, un año de crisis extrema.
Los organismos de ciencia y tecnología (OCTs) tendrán un fuerte recorte en su presupuesto en 2025. Fuente: Análisis del proyecto presentado por el Gobierno Nacional, en clave de ciencia y tecnología. Elaborado por el Grupo EPC-CIICTI.
“En algunos organismos como el CONICET hubo un recorte del 40%, en la CNEA es mayor, en el INTI del 30%. Es imposible poder desarrollar ciencia y tecnología con esos recursos. El Ministerio de Ciencia, o lo que queda de él (actualmente con rango de secretaría) tiene un recorte del 70%, y la Agencia I+D+i tiene menos de la mitad de los recursos y es la que financia la ciencia de todo el país. Esto implica la parálisis del plan de ciencia, del plan nuclear, del la biotecnología y demás. La Argentina tiene grandes investigadores pero lo que estamos viendo es que muchos están buscando irse del país, especialmente los jóvenes. Cuando desarrollás tecnología de punta y te retrasás un año, después no hacés tecnología sino historia de la tecnología. La dificultad para después ponerte a tono con los desarrollos es enorme y se pierde la inversión que se ha hecho hasta ahora. El freno al reactor modular CAREM, en el que se viene trabajando hace décadas, va a quedar obsoleto para cuando se retomen las inversiones”, denució Filmus.
La ciencia en nuestro país se financia, principalmente, con dos instituciones diferentes: El CONICET, responsable de los salarios de becarios e investigadores, y la Agencia I+D+i, que financia los proyectos de investigación. La caída presupuestaria en estos dos organismos implica que habrá menos ingresos a carrera y becas pero también que serán de menor monto, salarios que seguirán siendo los más bajos de la región pese a una formación de gran nivel que implicó años de inversión para el país. Este tipo de políticas expulsa a los rescursos humanos argentinos a seguir su trabajo en el exterior o abandonar la ciencia. Muchos ven en esta política una intención de destrucción del sistema científico público y no solo una reducción, como pasó en períodos del menemismo o del macrismo. “Estamos hablando de una cuestión de no retorno y después de esto la ciencia y la universidad argentina no van a ser iguales”, dijo Filmus.
«La Argentina tiene grandes investigadores pero lo que estamos viendo es que muchos están buscando irse del país, especialmente los jóvenes», dijo Filmus.
La escuela austríaca y la ideología del ajuste
“A principio de año publicamos un libro que se llama “¡Afuera! El lugar de la ciencia y la educación en el anarcocapitalismo”, en el que varios hemos escrito sobre qué concepciones tiene la escuela austríaca sobre la ciencia y la tecnología, por eso digo que no se trata de una política de ajuste, sino de una que implica que la investigación tiene que ser solo financiada por el sector privado, dando la espalda a lo que pasa en todo el mundo. Se trata de que la educación no tiene que ser escolarización, no creen que tenga que ser obligatoria, lo ha dicho (el diputado) Benegas Lynch: que si un padre quiere mandar a su hijo a trabajar, lo puede hacer. Ellos plantean que la educación estatal solo sirve para el adoctrinamiento y que no tiene que haber educación pública, que es el mercado el que tiene que resolver estos temas y la forma en la que lo quieren hacer es que todo se pueda comprar y vender, así como lo plantearon respecto de los niños o de los órganos. La idea del mercado absoluto queda reflejada en la presentación del presupuesto, cuando el presidente dice que lo que no tiene fondos privados no tiene la necesidad de tener derechos que lo defienda. Pero la Constitución Argentina dice que el Estado debe defender derechos como el acceso a la educación y la salud”, explicó Filmus.
Como en otras épocas de oscurantismo, investigadores jóvenes y de trayectoria se marchan de Argentina en busca de nuevas posibilidades. “Si durante el macrismo hubo un desinterés por la ciencia, ahora quieren destruirla directamente”.
La ciencia y la tecnología en Argentina afrontan, probablemente, su contexto más penoso desde el retorno democrático. Si alguien en la comunidad científica tenía dudas del trato que el gobierno de Milei tendría con los cerebros locales, ya puede ir sacándoselas de una vez. Como en los 90, en 2001 y en la época macrista, los investigadores e investigadoras del país, que se formaron en universidades públicas y que concentraron sus esfuerzos en brindar sus aportes en suelo doméstico, ya comienzan a irse.
Cerebros en fuga, nuevamente, para los que la única salida que les ofrece la gestión libertaria es Ezeiza. “Si a fines de 2015 había una falta de interés por la ciencia, lo que se advierte ahora es un interés por destruirla directamente. Quieren que no hagamos ciencia, que nos vayamos”, apunta Alejandro Díaz Caro, científico repatriado en 2014 y que ahora retorna a Francia porque Argentina no le brinda chances de futuro.
El de Díaz Caro es uno de los casos más relevantes porque, hace unas semanas, compartió sus sensaciones mediante un posteo en redes sociales que se volvió viral. Ahora conversa con Página 12, mientras embala cajas y ultima detalles de la mudanza. “Fui repatriado a partir del Programa Raíces en 2014 y comencé a trabajar en la Universidad Nacional de Quilmes. Sin embargo, un año y medio después llegó el macrismo y ya comenzó la debacle y el desfinanciamiento para la ciencia. Desde ese momento hasta ahora siempre fui subsistiendo a partir de convenios internacionales y proyectos con otros países, pero ya no más”.
Bajo el paraguas de “No hay plata”, el Gobierno limitó cualquier posibilidad para el desarrollo de investigaciones pujantes. “Con la degradación del Ministerio en Subsecretaría, echaron a los administrativos que se encargaban de las relaciones internacionales. En efecto, este año ya dejaron de abrir los llamados de colaboraciones con otros países. El dinero que le demandaría al Estado es prácticamente nada, pero no les interesa”, comenta el experto en computación cuántica del Conicet y de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
Como refiere Díaz Caro, gracias al programa Raíces, impulsado por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, entre 2003 y mediados de 2016 fueron repatriados 1299 científicos, que se distribuyeron en dependencias públicas y privadas. Hubo entonces un promedio de 102 investigadores que volvían por año; de hecho, en diciembre de 2008 el Raíces se convirtió en ley. Desde la asunción de Mauricio Macri, la caída fue abrupta. Las cifras muestran el lugar residual en que fue colocado ese plan durante la gestión Cambiemos. En 2017, los repatriados fueron dos y en 2018, cuatro. Si bien durante el gobierno de Alberto Fernández, el área recuperó el rango de Ministerio que había perdido durante el macrismo y el programa fue relanzado, en el presente, frente a la motosierra de Milei, el escenario vuelve a ponerse gris para los hombres y mujeres de la academia.
Repatriados y ahora expulsados
La semana que viene Díaz Caro partirá a Francia y se incorporará al Instituto Nacional de Investigaciones Informáticas, por un lapso de tres años, con una posibilidad muy cierta de insertarse de manera permanente. A diferencia de Argentina, Francia valora los talentos científicos y los capta, precisamente, porque confía en que pueden aportar al modelo de desarrollo nacional.
Hasta fin de año, sin embargo, tiene la intención de seguir dando clases en la Licenciatura en Informática en la UNQ, al menos, de manera virtual. Tiene este interés, precisamente, porque los docentes en las universidades públicas, ante un escenario similar al de la ciencia, comienzan a escoger otros destinos. “El que no se va del país se va a la industria, al sector privado. Hay carreras que están perdiendo todos los docentes por la situación universitaria”.
La desdicha se deja entrever en el tono del investigador pronto a emigrar. “Es muy duro armar equipos y proyectos, y luego tener que desarmarlos. Es remar en dulce de leche, tratar de arreglárselas todo el tiempo con lo que se puede es desgastante en algún punto”. Luego, Díaz Caro se refiere a que la ciencia y la tecnología en Argentina no lograron convertirse en una política de Estado. Si bien hubo gobiernos que ponderaron su lugar de relevancia, la promoción de la producción del conocimiento local queda, usualmente, supeditada a las gestiones de turno.
Pablo Manavella es otro de los casos emblemáticos. Es un bioquímico formado en la Universidad Nacional de Córdoba, doctor por la Universidad Nacional del Litoral y posdoctorado en Alemania. “En 2014 volví a partir de una ayuda que en ese momento brindaba Conicet y me ayudó a solventar los gastos de reinstalación en Argentina. Aunque no era el Raíces específicamente, el retorno que proponía era muy similar”, inicia su relato el Investigador principal del Conicet, que se especializa en el estudio de ARN pequeños, unas moléculas presentes en todos los organismos eucariotas (los que tienen células con un núcleo definido y una membrana que lo separa del resto de la célula) que regulan muchos de los procesos fundamentales de la vida. Aunque lo explora en plantas que sirven como modelo, el objetivo es comprender qué sucede con los humanos, pues cuando estas moléculas están descontroladas pueden generar enfermedades de todo tipo, como cáncer y diabetes.
“Durante el tiempo que estuve en Argentina, luego de la repatriación, me fue muy bien. Tengo publicados más de 50 papers, recibí premios nacionales e internacionales, mi laboratorio contó con financiamientos locales y de afuera, incluyendo el Max Planck y otras agencias, así como también soy editor en revistas prestigiosas del mundo científico”, dice Manavella. Durante ese tiempo, de hecho, rechazó ofertas de traslado en Alemania, Holanda y Francia, pero a partir de 2024 la situación se volvió insostenible y terminó por mudarse a España, donde tiene un cargo en el Csic, el equivalente al Conicet en aquel país.
“Me fui de Argentina hace unos meses porque desde lo laboral tenía la sensación de que era muy difícil seguir con mi línea de investigación. La biología molecular de plantas es un área cara y requiere de tecnologías que estén a la altura. Con el nuevo gobierno la cosa empeoró notablemente: una cuota de un pict (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica) grande no alcanza para prácticamente nada, es algo así como mil euros por año, algo irrisorio para los montos que se requieren”, declara.
Y después continúa: “Era obvio que no se iba a respetar la Ley de Financiamiento científico (vigente desde 2021), con lo cual el presupuesto que parecía esperanzador, estaba claro que iba a caer y eso terminó de alejar a la gente joven que, en definitiva, es la que permite que los laboratorios funcionen”. El científico refiere, en este sentido, a un “desenamoramiento” que están afrontando los investigadores jóvenes con respecto a la ciencia. Una distancia que fue provocada por las acciones —o la falta de ellas— del gobierno libertario.
Jóvenes promesas, jóvenes desilusiones
El desarraigo se vuelve más duro, sobre todo, cuando quien se marcha del país no lo hace por decisión propia sino porque lo echan. El gobierno que durante la campaña lo manifestaba abiertamente, a partir de la propuesta de eliminar el Conicet —todavía queda en el imaginario el “Conicet afuera” de Milei en diálogo con el periodista Jonatan Viale—, o bien, sugiriendo su privatización, ahora propone una salida menos impactante, pero igual de nociva. De hecho, no hay mejor manera de limitar las potencialidades de un espacio que desfinanciándolo. La invitación a irse es, para muchos cerebros argentinos, la única salida, con salarios que se deprecian cada mes y con oportunidades jugosas del otro lado del mundo.
Carolina Marvaldi, doctora de la UBA especializada en Ciencias de la Salud, puntualmente en el área de reproducción y parto prematuro, cuenta su experiencia. “Hace ocho años que estoy investigando, obtuve una beca de la Agencia cuando inicié el doctorado y después una de Conicet para finalizarlo”, dice. Sin embargo, luego varias puertas se cerraron y tuvo que comenzar a buscar opciones en el exterior. “A partir de este año comenzaré a trabajar en el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos”, la principal agencia gubernamental en el rubro en el que Marvaldi investiga. Desde allí, seguirá explorando avances en el mismo tema, puntualmente en patologías placentarias.
Los que más sufren una situación adversa son los becarios porque, ante la falta de recursos por parte del Estado, ven en vivo y en directo cómo se trunca su chance de nutrir el curriculum, el principal capital simbólico de la gente que trabaja de pensar, experimentar y escribir. Si no pueden competir, deben buscar mejores rumbos. O bien, lo que deciden muchos: dedicarse a la industria y hallar un lugar en el sector privado, pese a que se formaron para investigar y desde hace años concentran sus esfuerzos en ello.
Argentina, tierra de desesperanza
Lo ilustrativo del caso de Díaz Caro, Manavella y Marvaldi es que tras dejar Argentina son incorporados a instituciones científicas de relevancia internacional. Habiendo sido formados por la universidad pública, esa situación representa todo un síntoma de la calidad formativa del sistema. “Obviamente que me gustaría volver. Me formé en el sistema público: desde el jardín de infantes hasta mi doctorado. Lo que más quiero es poder volver, pero sabemos que en esta situación está un poco complicado. Para poder seguir investigando en este contexto, irme era lo único que me quedaba”, explica Marvaldi.
“Fue una decisión muy dura. Es muy difícil abandonar el país que quiero y el sistema científico que admiro. Los científicos argentinos son extraordinarios, ya que con lo poco que se tiene se hacen cosas increíbles. Por mi parte, probaré un par de años y junto a mi familia tomaremos la decisión de instalarnos para siempre o regresar más adelante”, apunta Manavella.
En el presente, con el Estado retirado, el sistema científico está desguarnecido. No solo se frenaron los inicios a la Carrera del Investigador Científico en el Conicet, sino que se ató de pies y manos a uno de los organismos fundamentales en el financiamiento de proyectos en el sector: la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. La contradicción en el gobierno libertario es evidente: por un lado, desfinancia y expulsa a los científicos y, por otro, se presenta como un polo de innovación atractivo para desarrollos como la Inteligencia Artificial y el machine learning. ¿De qué manera el gobierno se propone convertir a Argentina en un polo tecnológico si echa a sus recursos humanos? En concreto: ¿realmente quiere que el país se transforme en un nodo regional de ciencia o las intenciones son otras?
Poco más de 12.300 kilómetros separan a Buenos Aires de Beirut, la capital del Líbano. La ciudad fue blanco de operaciones militares de Israel, que ayer recibió como respuesta un ataque de misiles por parte de Irán. Y más allá de la distancia, la creciente tensión bélica en Medio Oriente puede tener consecuencias sobre la economía argentina.
El foco más directo es el vinculado con la energía. Tras la escalada bélica en la región, y la disparada de 200 cohetes desde Irán sobre Israel, se registró en el mercado internacional una suba en el precio internacional del petróleo. Hoy, el barril Brent, una de las referencias del sector, muestra una suba del 2,5% y cotiza por encima de US$73. La misma dinámica se registra en los futuros del petróleo, con alzas algunos puntos superiores.
Si bien se trata de rebotes de algunos puntos porcentuales, en el mercado internacional siguen de cerca la evolución del conflicto bélico. El Brent había caído casi un 9% en el último mes, en una tendencia que incluso había motivado a la conducción de YPF de aplicar una baja en el precio de venta de los surtidores locales. Sin embargo, una intensificación de los ataques en la región puso en alerta a analistas, por un movimiento que podría afectar el suministro o el transporte de hidrocarburos en esa región.
Y si bien la suba en el precio internacional podría también generar un efecto incremental para las exportaciones de crudo argentinas, que supondrían un mayor ingreso de dólares, la consecuencia negativa se trasladaría al precio de venta de los combustibles y afectar negativamente en la inflación, una de las prioridades del Gobierno.
A su vez, la creciente tensión bélica en Medio Oriente, que convoca también a los Estados Unidos, aliado de Israel, se refleja en el movimiento de las principales bolsas del mundo. Desde ayer, las acciones en las plazas europeas y en Wall Street operan en rojo, con caídas en las cotizaciones de las acciones y los índices bursátiles. Ayer, por caso, el índice paneuropeo STOXX 600 cayó un 0,4%, invirtiendo su tendencia tras subir hasta un 0,5% durante la jornada.
En Wall Street, por su parte, hoy registran caídas el Nasdaq 100 (1,1%), que registra el movimiento de las 100 principales empresas tecnológicas, y el S&P 500 (0,6%), que refleja la dinámica de las mayores compañías de esa plaza. En ese contexto adverso, caía algunos puntos el rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, en un movimiento que refleja mayor demanda de los capitales internacionales por activos considerados “refugios seguros”.
Proyectiles disparados sobre Tel Aviv.JACK GUEZ – AFP
Esa dinámica, aunque marginal, representa un escenario algo más adverso para la Argentina. En un contexto de mayor volatilidad en el mercado financiero internacional, se reduce el flujo de capitales hacia mercados emergentes o de mayor riesgo, como los latinoamericanos, con mayor búsqueda de cobertura en activos más seguros, como los bonos estadounidenses.
De todas maneras, los indicadores locales muestran, al menos en el corto plazo, una dinámica más condicionada por factores internos, con un riesgo país que ronda los 1300 puntos y refleja que los mercados financieros internacionales están virtualmente cerrados para la Argentina. La baja de este indicador en las últimas semanas, en simultáneo a una baja de los dólares paralelos y una compresión de la brecha cambiaria, está vinculada con el ingreso de divisas al país en el marco del blanqueo de capitales que se creó en la Ley Bases. En efecto, los depósitos en dólares dentro del sistema financiero local crecieron en el último mes en más de US$10.000 millones.
Existe en todo el mundo cierta aprobación importante para la industria nuclear. Con sus objeciones y sus defensas, avanza en la aceptación social con fuerte base científica que va demostrando su importancia para los países que la impulsan.
Este modelo alienta el uso de la tecnología de fisión, ya que ofrece ventajas al ser libre de dióxido de carbono y asegurar provisión eléctrica por medio de energía que se genera de manera permanente y no expele gases de efecto invernadero, lo cual colabora, y mucho, en la atenuación del proceso de calentamiento global.
En la actualidad, es usual la utilización de un modelo de centrales nucleares bastante alejadas de lo que conocemos mediante filmes o en virtud de imágenes devenidas de los desgraciados acontecimientos en cuanto a fallas de las enormes construcciones nucleares tradicionales. Se trata de las Small Modular Reactor (Reactores Modulares pequeños) (SMRs), que son centrales nucleoeléctricas de dimensiones pequeñas y con menos potencia eléctrica y tienen un desarrollo más simple y mejores formas de seguridad, a la vez que su construcción demanda menos tiempo, menores costos e inversiones.
Estas calidades permiten optimizar la forma en que se fabrican y tienen comodidad para instalarse en territorios que no cuentan con sistema de interconexión eléctrica y se adaptan a circunstancias variadas.
En todo el mundo hay cerca de cien diseños de SMRs y entre ellos está el CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), que es un proyecto de central nuclear de baja potencia, desarrollado con diseño de última generación, lo que coloca a Argentina en un selecto club de países que lideran este tipo de tecnología. ¡No es poca cosa!
El concepto CAREM data de 1984, cuando fue presentado en Lima, en una conferencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre reactores de pequeño y mediano tamaño. O sea, que es parte de la modernidad y la actualidad en reactores nucleares.
Supera a los reactores nucleares de agua presurizada convencionales, los conocidos como PWR, que operan desde hace más de cuarenta años. En su construcción y desarrollo, en el marco de la Comisión Nacional de Energía Atómica, participan empresas de capitales públicos y privados argentinos. En 2005, el CAREM argentino fue elegido entre más de diez proyectos a nivel mundial por una comisión de expertos convocados por el Departamento de Energía de USA.
Utiliza combustible nuclear de óxido de uranio, muy similar al que usan los reactores de las centrales de Atucha y Embalse, solo que, en el caso del CAREM, enriquecido al 1% o 2%, y agua ligera como refrigerante.
CAREM es reconocido internacionalmente por tener una eficiencia superior a los diseños de tercera generación perteneciendo a la gama de baja y mediana potencia. Es innovador e inaugura la IV generación de reactores bajo el concepto de integración y seguridad pasiva.
Hasta acá, algunos detalles técnicos y de valoración de por qué es importante su continuación como parte de la excelente ubicación argentina en el plano internacional de la tecnología nuclear, lograda entre otras cuestiones por la incansable y calificada tarea de INVAP.
Ahora veamos, ¿cómo actúa el gobierno libertario ante estas indudables positividades que ofrece el CAREM?. Lo primero que surge es que actúa mal, pésimamente mal.
Desde la actual gerencia del área CAREM, anuncian que no seguirán avanzando en la construcción civil y plantean frenar la obra por completo. Esto motiva el despido de trabajadores y, por ende, conduce a la paralización del proyecto CAREM, que es el primer reactor nuclear 100% argentino.
Entonces podemos suponer que se intenta desmantelar la política nuclear de nuestro país, y lo hacen desde razonamientos contables (!), desde cálculos que valoran la urgencia de mostrar un superávit fiscal, falaz y falso, ya que hasta ahora viene sosteniéndose en el agravio a jubilados, la desfinanciación de universidades, la recesión económica y ahora agregan “el ahorro mediante la suspensión o demora del CAREM”.
Afirman, desde la conducción actual del proyecto, que no se pone en juicio la continuidad del CAREM, pero lo cierto es que si se detiene la obra civil y se echa a los trabajadores que la venían realizando, toda la parte que corresponde luego al área de ingeniería sufrirá intensas y largas demoras.
El ajuste, definido orgullosamente por Milei como “el más grande de la historia en todo el mundo”, llega brutal e irracionalmente a nuestros activos estratégicos más importantes, como es el desarrollo nuclear.
La inteligencia argentina puesta en duda por analfabetos científicos, que hoy gobiernan. Empresas, grandes y Pymes, proveedores del CAREM, llevadas a la quiebra por este gobierno.
Trabajadores que hasta ayer sustentaban a sus familias trabajando en la obra civil, y que se encuadran en gremios como Uocra, Luz y Fuerza y ATE, hoy pasan a engrosar el universo de los desocupados.
Para finalizar, un dato que habla en sí mismo de la capacidad argentina en este campo: enormes conglomerados empresarios e industriales, e incluso digitales, como Hitachi, Terra Power, Bill Gates y Westinghouse, quieren construir sus modelos de centrales nucleares de menor porte como el CAREM y recién están comenzando, mientras nuestro país ya tiene recorrido un largo y provechoso camino.
A todo esto, se opone el gobierno libertario. Y a este gobierno debemos oponernos para defender este tipo de causas. Causas que son nobles, y útiles para el país.
Ocho multinacionales se fueron del país durante el gobierno de Javier Milei. Así lo indica un informe de la consultora Audemus, que también revela 86 eventos de crisis en grandes firmas.
Así, las compañías que abandonaron Argentina son: HSBC, Xerox, Clorox, Prudential, Nutrien, ENAP, Fresenius Medical Care y Procter & Gamble.
En tanto, según afirman desde Ámbito Financiero, la lista podría agrandarse; un gigante del sector automotriz habría ofrecido su operación a al menos a tres empresarios locales.
A su vez, el relevamiento de Aduemus marca que aparte de las ocho salidas, hubo 68 firmas que realizaron despidos o abrieron retiros voluntarios y diez que suspendieron a parte de sus empleados.
En la división por sectores, el más afectado es el textil/calzado con 22 eventos, le siguen el metalúrgico, comercio y la electrónica con seis. Luego, aparecen otros como salud, medicina, energía y minería con cinco, automotriz con cuatro. La industria en su conjunto acumula 57 y los servicios 11. Además, desde finales de 2023, desaparecieron cerca de 12.000 empresas empleadoras.
Información difundida por el director de Planificación Productiva de Fundar, Daniel Schteingart.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que la empresa de capitales alemanes Oiltanking invertirá US$ 500 millones en una mega obra para potenciar la comercialización petrolera en el puerto de Coronel Rosales, Bahía Blanca, y la definió como «la inversión más grande de la Argentina en curso»
Así cuestionó a Javier Milei por su intervención para evitar que la planta de GNL anunciada no se radique en Buenos Aires, ante el posible retiro de Petronas de esa obra.
«Para los que se llenan la boca de mentiras, de chicanas y para los que, canchereando, terminan arruinando inversiones, nosotros calladitos, trabajando intensamente, con humildad y mucha seriedad, estamos desarrollando la inversión más grande de la Argentina», dijo Kicillof.
El anuncio llega en la misma semana en la que Kicillof logró en Diputados la aprobación del régimen de inversiones provincial, que posicionó en contraste al RIGI que Milei puso como factor central para quitarle la planta de GNL a la provincia de Buenos Aires.
Esta obra también está vinculada al avance del Proyecto Duplicar de Oldelval, destinada a ampliar la capacidad de transporte de crudo, que ya alcanzó un 70% de avance, según informaron desde la compañía. Este oleoducto la estación de bombeo de Allen, en Río Negro, con el puerto Rosales, requirió una inversión de 1.200 millones de dólares y aumenta la capacidad de transporte de crudo, llevando los 36.000 metros cúbicos diarios actuales a 86.000 metros cúbicos diarios, es decir, un incremento de 50.000 metros cúbicos por día. Este salto en capacidad permitirá exportar hasta 310.000 barriles diarios de petróleo, lo que representará ingresos anuales cercanos a los 8.000 millones de dólares.
“Con la puesta en marcha del Proyecto Duplicar, la Argentina podrá potenciar las exportaciones de petróleo de la cuenca neuquina y asegurar el crecimiento sostenido de la región, otorgar previsión a las compañías productoras, y generar importantes ingresos al país”, destacaron desde la empresa.
Terminal Puerto Rosales
La inversión anunciada por Kicillof en Bahía Blanca, permitirá la expansión de la Terminal de Puerto Rosales y hará de este complejo portuario el de mayor exportación de hidrocarburos del país, permitiendo sumar trabajo y valor agregado al petróleo de Vaca Muerta.
La inversión tiene como eje una expansión del 50% en la estructura del puerto, para duplicar el volumen de recepción de petróleo e incrementar la exportación de petróleo crudo, no convencional, a partir de un mayor tráfico de buques de diversos portes y volúmenes.
El lunes anterior, Kicillof ya había expuesto la posible salida de Petronas de la inversión de la planta de GNL y recordó que la petrolera malaya «estaba decidida a realizar esa inversión» en Bahía Blanca.
Ante eso, dijo: «Necesitamos que el presidente de la Nación deje de lado las chicanas y trabaje para que esa inversión, que estaba confirmada y hoy está en riesgo, finalmente se produzca».
El gobernador dijo en Punta Alta que la inversión de Oiltanking con YPF «va a ser un verdadero cambio geoestratégico para la Argentina» y que hará del Puerto Rosales «la puerta de salida del petroleo de Vaca Muerta en la provincia». «Es una inversión faraónica, gigantesca».
Kicillof explicó, además, que la inversión de Oiltanking «se acordó con este gobierno provincial, sin ningún régimen provincial pero sí con una mirada estratégica, con seriedad. Con capacidad de cumplir lo que se dice». «No hacía falta andar mintiendo y canchereando por ahí», apuntó.
Más antecedentes sobre la empresa Oiltanking
Se trata de la firma encargada de administrar las cargas y descargas de buques petroleros en el Puerto Rosales (Punta Alta) y de operar el almacenamiento de crudo en las playas de tanques. La composición accionaria de Oiltanking se reparte entre 70% para la alemana Marquard & Bahls AG y 30% restante a cargo de YPF.
Hace más de dos años, la empresa tiene en carpeta una inversión de US$500 millones para la construcción de un muelle en Puerto Rosales, que le permita operar en condiciones climáticas más adversas que las actuales monoboyas para cargar y descargar petróleo de los buques. Esto permitirá el atraque en dos posiciones de buques tanque desde Panamax hasta Suezmax.
De hecho, la puesta en marcha ya comenzó hace un año y medio y concluirá en 2026 con el total de la capacidad de almacenaje y operación de buques. La empresa lleva desembolsados más de US$230 millones sobre el total de US$500 millones de presupuesto original.
La compañía además construirá seis tanques de almacenamiento de 50.000 metros cúbicos (m3) cada uno. De esta forma, se ampliaría la capacidad de los actuales 480.000 m3 a 780.000 m3. El objetivo es expandir las instalaciones actuales para recibir 86.000 m3/d desde la cuenca neuquina, donde está Vaca Muerta, por el ducto de Oldelval y evacuar por buque el excedente destinado a exportación, que sería aproximadamente 44.000 m3/d.
“Actualmente, estamos en la primera fase de la etapa 1 del proyecto, que consiste en la construcción de la casa de bombas; las tuberías de recepción, aspiración y exportación de crudo; el sistema contraincendios y el sistema eléctrico e instrumentación. A su vez, estamos trabajando en la ampliación de la capacidad eléctrica, el movimiento de suelos y la construcción de las fundaciones. Luego continuaremos con la fase 2 y 3, que incluye la construcción de los tanques”, dijeron en Oiltanking.
A comienzo de año, las monoboyas que se utilizan para la descarga de buques de petróleo tuvieron dos roturas en menos de tres semanas, lo que generó un derrame de al menos 950 litros y la suspensión de la operación de parte del abastecimiento interno del país y de exportación.
A Puerto Rosales llegan los buques de Comodoro Rivadavia con el petróleo pesado –llamado Escalante– que se produce en el Golfo San Jorge, para suministrar a las principales refinerías del país: YPF (La Plata), Raízen (Dock Sud) –abastece las estaciones de servicio Shell–, Axion (Campana) y Trafigura (Bahía Blanca) –dueña de Puma Energy–.
El petróleo liviano –llamado Medanito– de la cuenca neuquina (Vaca Muerta) llega a las refinerías de Buenos Aires por oleoducto. Sin embargo, se carga y se exporta a través de Puerto Rosales.
Oiltanking Ebytem SA (OTE), como es su nombre oficial, lleva más de 28 años de operación en la Argentina en el sector de transporte y almacenaje de hidrocarburos. Su intención es ser “actor y participe de la ampliación del sistema logístico de petróleo crudo, que posibilite la exportación de la producción incremental proveniente de la cuenca neuquina hacia los mercados del exterior”, según dijo en un comunicado.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año, las exportaciones de petróleo crecieron 54,6% y pasaron de representar US$2317 millones a US$3582 millones. En agosto, en particular, las ventas externas de crudo crecieron 8,9% y los principales destinos fueron Chile, Uruguay, Estados Unidos, Brasil, Bolivia, según el último informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) que publica el Indec.