230 despidos indican una decisión: cancelar el CAREM. Movilización de trabajadores

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Trabajadores cortaron ayer lunes 9 la Autopista Panamericana en Zárate, a la altura del acceso al Complejo Atucha, en protesta por los (hasta ahora) 230 despidos en la obra del reactor CAREM. Se trata de un desarrollo de vanguardia en el continente que colocaba a la Argentina entre los líderes de un mercado estratégico a nivel mundial, compitiendo con grandes actores como Estados Unidos, China y Rusia.

«La decisión de la CNEA es paralizar el proyecto», confirmó Julio Gonzalez de UOCRA Zárate esta mañana sobre un proyecto que estaba pronto a finalizar, y que se enmarca en el ataque ideológico del gobierno a la ciencia nacional. La protesta, que contó con personal de ATE, UOCRA, Luz y Fuerza y UECARA, generó un kilómetro de cola de vehículos en ambos sentidos. Obviamente grandes medios se quedaron con esto último, sin detallar los motivos del reclamo ni la importancia del proyecto.

Se trata del primer reactor nuclear completamente propio del país, con tecnología de vanguardia en el mundo. Y que además le generaría a la Argentina un ingreso de divisas como exportador, teniendo en cuenta que solo un puñado de países están encarando algo similar en todo el planeta.

«Repudiamos los despidos. No podemos permitir que sigan destruyendo empleos y derechos conquistados con lucha. Esto no es un ataque a ellos, es un ataque a toda la clase trabajadora», advirtió la diputada provincial por Campana, Soledad Alonso.

El CAREM, un reactor de vanguardia

El proyecto CAREM es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en nuestro país. “Si Argentina logra desarrollarlo a tiempo –destacaba en octubre pasado el ex ministro de Ciencia, Roberto Salvarezza– estaría liderando un mercado de pequeños reactores que promete ser muy estratégico a nivel mundial compitiendo con grandes actores como Estados Unidos, China y Rusia”.

Tiene una gran proyección para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o de polos fabriles e industriales con alto consumo de energía (incluyendo la capacidad de alimentar plantas de desalinización de agua de mar).

En etapa avanzada de construcción en la localidad bonaerense de Lima, el CAREM-25 fue diseñado originalmente para generar una potencia de 25 megavatios eléctricos (de allí su nombre), pero a raíz de sucesivas mejoras en la ingeniería y por la tecnología que se aplicará en el turbogrupo, el prototipo será capaz de generar una potencia eléctrica superior a los 32 MWe (lo que permitiría abastecer, como ejemplo de equivalencia, a una población de unos 120 mil habitantes). 

El proyecto comprende una superficie de 18.500 m2, de los cuales alrededor de 14.000 m2 corresponden al llamado ‘módulo nuclear’, el sector que incluye la contención del reactor, la sala de control y todos los sistemas de seguridad y de operación de la central. La obra civil comenzó el 8 de febrero de 2014, momento desde el cual el CAREM se ha constituido como el primer SMR (modulares de baja y media potencia, según sigla en inglés) del mundo en estar oficialmente en construcción.

Los prejuicios y la presencia de Estados Unidos

Como resaltan Valeria Edelsztein y Claudio Cormick, se trata de un proyecto de avanzada a nivel mundial: la Central Argentina de Elementos Modulares o CAREM, un reactor modular pequeño (o SMR, por sus siglas en inglés), de construcción barata y rápida, e ideal para ciudades pequeñas y aisladas de los grandes tendidos eléctricos. “Su desarrollo y la oportuna puesta en marcha de un reactor de este tipo abre un sinfín de posibilidades para llevar energía a donde se la necesite”, comenta Tomás Avallone, operador de reactores nucleares y trabajador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

CAREM fue destacado el 5 de marzo de este año por la Nuclear Energy Agency como el proyecto cuya construcción estaba más avanzada en el mundo entre los únicos tres proyectos de SMR en curso, por delante del ACP100 chino y el Brest-OD ruso. Dos días después, la CNEA e INVAP anunciaban un memorando para exportar al mundo esta tecnología argentina. Las características del nuevo reactor lo volvían especialmente atractivo para exportar a países que actualmente no disponen de energía nuclear y cuyas redes eléctricas son pequeñas. “En términos económicos estamos hablando de exportaciones unitarias por más de 4 mil millones de dólares por cada reactor”, señala Avallone. Pero solo tres semanas más tarde, las noticias eran desalentadoras: el despido de 100 obreros de la construcción de CAREM marcaba la interrupción de este proyecto. ¿Qué pudo haber ocurrido? «Nuevamente prejuicios antinucleares… pero de un tipo diferente», remarcan Edelsztein y Cormick.

Y continúan: «Los prejuicios del nuevo gobierno argentino no son ecológicos como los de Alemania: el cuidado del ambiente no está en un lugar central entre las preocupaciones del experimento “libertario”; recordemos que Milei declaró que una empresa privada debe poder contaminar ríos “todo lo que quiera”. El prejuicio antinuclear mileísta es aquel según el cual “todo lo que hace el Estado argentino lo hace mal”: el desarrollo económico debería solo depender de la iniciativa privada».

CAREM.

Foto: CNEA

Así, la parálisis del CAREM no parece ser solo circunstancial, sino que se debe «al brutal ahogo presupuestario al que fue sometida la CNEA por el gobierno, y que, como denunciaron sus autoridades en un comunicado, significó también la interrupción de —entre otras actividades— la construcción del Centro Argentino de Protonterapia», subrayan.

Este centro, comenta Jesuana Aizcorbe, bioingeniera en la Gerencia de Aplicaciones Nucleares de la Salud en CNEA, “también está paralizado y casi terminado”. Sería “el primero en el hemisferio sur si no nos ganan los australianos” y permitiría “tratar ciertos tumores en pacientes pediátricos y en adultos”.

Pero hay más motivos para el pesimismo, y se apoyan en constatar un segundo prejuicio antinuclear de Milei. Según el presidente, alinearse con los intereses de los EE.UU. “nos permitirá la prosperidad económica de nuestros pueblos, requisito para garantizar la soberanía”. Es decir, habría ventajas económicas en no enfrentarse con el imperialismo norteamericano. Sin embargo, el sector nuclear es uno en el que se ve que esto no es así. Como narra Diego Hurtado, el desarrollo nuclear argentino enfrentó desde el comienzo las trabas de Estados Unidos, que buscó instalar la idea de que los gobiernos argentinos podían perseguir objetivos bélicos al desarrollar esta forma de energía.

Foto: X

Más cerca en el tiempo, y como comenta Avallone, la influencia estadounidense se deja entrever por detrás de la parálisis no solo de CAREM sino también de la cuarta central nuclear del país, financiada por China, rival geopolítico de EE.UU. “Durante el último tiempo es notable el interés del gobierno estadounidense por frenar el desarrollo del CAREM”, comenta.

Y agrega: “En cuanto a la construcción de una cuarta central nuclear, fueron muchos los cambios de rumbo en el último tiempo. Claramente hay un interés externo en que esos proyectos no lleguen a buen puerto. Un dato es que ni bien se firmó el acuerdo con el FMI, durante la presidencia de Mauricio Macri” —para el cual resultó clave el apoyo de EE.UU., principal accionista del Fondo—, “se frenó el proyecto de la cuarta central”. Concluye: “En definitiva, las relaciones carnales nunca fueron de la mano con el desarrollo industrial nacional”.

La historia de la Argentina atómica ¿iba? a tener un nuevo hito en la finalización de la construcción y la puesta en marcha de CAREM, se lamentan Edelsztein y Cormick. «Quitar a la CNEA el presupuesto para esta iniciativa –añaden– no significará liberar el terreno para que un hipotético sector privado dinámico amplíe nuestra matriz energética. Significará simplemente una parálisis. La diferencia entre que el Estado emprenda o no esas tareas de ampliación no es la diferencia entre “más” y “menos” Estado. Es la que hay entre el Estado de un país genuinamente “en vías de desarrollo” y el de uno que, salvo por no producir bananas, se encamine a ser ‘bananero’».

El auge de los tours de compras es otra señal de atraso cambiario

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El turismo emisivo aumentó 24,4% interanual en julio, básicamente impulsado por el renovado boom de tours de compras que cruzan la frontera con residentes argentinos deseosos de aprovechar los precios más bajos de muchos productos y mercaderías respecto de la plaza local.

La cifra la reveló hoy el Indec, al actualizar la Estadística de Turismo Internacional (ETI), que muestra que las salidas al exterior alcanzaron a 1.190.400 de visitantes residentes por todas las vías internacionales, dato que contrasta con los 959.000 visitantes no residentes que vinieron, cifra que resultó 21,9% menor a la registrada en igual mes de 2023. En resumen, el mes pasado cerró con un saldo negativo de 231.4 000 visitantes.

Son números que confirman una balanza turística que, a pesar de los recargos aplicados al “dólar tarjeta” para desalentarlos (es el más caro del mercado), se muestra cada vez más desbalanceada hacia el turismo emisivo (56,7%), con todo lo que eso implica en un contexto en que las reservas del Banco Central (BCRA) se mantienen en terreno fuertemente negativo y cuando esa entidad no pudo seguir comprando reservas hoy, ya que cerró la rueda del día con saldo neutro.

En tanto, hace sólo unos días la última Encuesta de Ocupación Hotelera, también realizada por el Indec pero con estadísticas a junio, mostró un descenso del 20,7% interanual en el turismo extranjero en junio.

los egresos por turismo representaron un 69,5% de la salida total de divisas por servicios vía el mercado oficial de cambios en ese mes, cuando la balanza turística ya fue deficitaria en US$537,6 millones (monto ya muy similar al rojo de US$544,6 millones que había mostrado en junio de 2023).

Las “excusiones de compra” resultaron ser en julio por lejos el motor principal del turismo emisivo, según muestra con elocuencia la estadística oficial. El informe detalla que los principales destinos de los viajeros locales fueron Brasil (19,1%); Chile (17,9%) y Paraguay (16,0%). Luego hay un 21,1% que se repartió entre Europa (10,7%) y América del Norte (Estados Unidos y Canadá, con 10,4%).

Señal de atraso cambiario
Señal de atraso cambiario

Pero la revelación llega cuando se observa que, en la comparación interanual, crece 119,2% la cantidad de residentes que cruzaron hacia Chile y 100,7% la que lo hizo hacia Paraguay, dos destinos muy frecuentes para los tours de compras. “Todos rajando a Chile de shopping, aunque se están apurando un poco, porque si sigue este esquema, en el verano vuelve el ‘deme dos’ de la Plata Dulce”, observó con ironía al comentar estos datos por la red X el analista financiero Juan Manuel Palacios.

Es un fenómeno inverso al que se vio durante varios meses del año pasado, cuando era común que uruguayos y chilenos cruzaran a comprar en supermercados argentinos ubicados en ciudades fronterizas o casi.

En el mercado coinciden en señalar a la fuerte erosión que sufrió la competitividad cambiaria del peso en los últimos ocho meses y medio como principal causante de este repetido fenómeno. Aluden al abierto diferencial que hubo entre la tasa de ajuste del 2% mensual fijada para el tipo de cambio oficial y la tasa de inflación local, a pesar de la fuerte desaceleración que registró en los últimos meses.

La expectativa oficial es que el diferencial de precios, básicamente en productos de consumo masivo, se vaya erosionando desde septiembre, una vez que la prometida rebaja de 10 puntos en alícuota del impuesto PAIS se traslade a los valores al público. Incluso el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró días atrás contar con un compromiso de numerosas cámaras empresarias al respecto.

Mientras tanto, las reservas del BCRA vuelven a mostrarse presionadas por el déficit de la cuenta de servicios, básicamente impulsado por el déficit turístico. En particular porque, así como los argentinos encuentran incentivos a consumir en el exterior, muchos extranjeros enfrentan desincentivos concretos para hacerlo aquí.

Javier Blanco

Se detuvieron todos los proyectos espaciales argentinos. Preocupación de Conrado Varotto

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) está sin directorio nombrado desde hace más de ocho meses; VENG tiene prácticamente paralizado el lanzador

Con su programa de desarrollo de satélites de observación terrena y de comunicaciones, sus radares y su lanzador en ciernes, no cabe duda de que la Argentina es el país que lidera la actividad espacial en Sudamérica en las últimas décadas. Así lo reconocen otros países de la región y lo atestiguan sus colaboraciones con la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana, entre otras. Cada uno de sus logros se alcanzaron gracias a políticas de Estado sostenidas en el tiempo, que atravesaron distintas administraciones y permitieron formar recursos humanos altamente especializados sobre la base de un Plan Espacial Nacional diseñado y coordinado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), creada en 1991. Pero a pesar de la probada excelencia de su trabajo, ni esta entidad ni Veng, su subsidiaria encargada del desarrollo del Tronador II y de otras aplicaciones de tecnología aeroespacial, están a salvo de la miríada de ataques al sistema científico que se renuevan a diario y configuran un proceso de destrucción sin precedente. 

El directorio de la Conae se renueva cada cuatro años. Pero aunque los mandatos se fueron venciendo, desde que asumió la nueva gestión no se nombró ningún reemplazo. Es más, el organismo no se reúne desde el año pasado. “La situación presupuestaria es terrible –comenta confidencialmente uno de sus integrantes–. Conae sobrevivió a muchos gobiernos, pero lo que más me preocupa es que quieren nombrar a los responsables a espaldas de las propias instituciones, sin que importe el prestigio que tiene, ni que esté en riesgo la colaboración con agencias internacionales e incluso el manejo de los satélites que están en órbita”.

Según fuentes de la institución que prefieren no dar su nombre, a pesar de que los cargos en el directorio de la Conae y de Veng son ad honorem, estaría la intención de incorporar personas que carecen de las capacidades técnicas indispensables. Si no se pueden pagar los sueldos en la Conae y en Veng, que es la que opera los satélites que están en órbita, peligra su sostenimiento en el espacio. Con una planta de 460 personas, en agosto los fondos para la compañía tecnológica llegaron el último día del mes.

Los miembros del directorio de la Conae se nombran por decreto del Poder Ejecutivo. Varios mandatos se fueron venciendo y no se nombró al presidente ni al vicepresidente. Lo que marca el estatuto es que la persona a cargo de la presidencia es el ministro o secretario del área de ciencia y tecnología, y como eso no se cumplió, en lo que va del año no hubo ninguna reunión de directorio.

Mientras tanto, el director ejecutivo y técnico, Raúl Kulichevsky, debe hacerse cargo de tomar decisiones sobre las colaboraciones internacionales para darles continuidad a las que ya están en marcha, sin posibilidad de firmar acuerdos para otras iniciativas.

Por otra parte, ya ejecutaron todo el presupuesto que había sido prorrogado del año pasado, y el refuerzo que les fue adjudicado es solo para gastos corrientes y sueldos. 

Sin recursos y con una gestión lo más austera posible, también se redujeron al máximo las tareas en los tres satélites que Invap tiene en desarrollo (el SABIA-Mar y el Saocom2, para Conae, y SG-1 para ArSat). La Conae tiene deudas con muchas empresas y no pudieron renovar contratos. Y aunque las actuales autoridades del área estuvieron de acuerdo con un pedido de refuerzo para gastos de capital, el Ministerio de Economía todavía no lo autoriza. Fuentes de Invap comentan que parece haber una disociación entre los funcionarios del área de ciencia y las «altas jerarquías».

El presupuesto nunca dejó de ser un problema –explica Conrado Varotto, cofundador de Invap en 1976, y alma mater de la Conae entre 1994 y 2018–. Pero el tema pasa por cuál es el umbral. En el área espacial, espero que no peligre el manejo de los satélites. Por lo que tengo entendido, de alguna forma le están buscando la vuelta. La tienen difícil”.

Para Varotto lo más preocupante es que no se contemple la gravedad de interrumpir estos programas sin dar al mismo tiempo un mensaje esperanzador. “La sensación que tengo es que el déficit fiscal está por encima de todo, no importa qué. Y si para evitar el déficit fiscal hay que hacer lo que sea, se hace –comenta–. Cuando usted traza una política general de ese tipo (como si fuera un país en guerra que tiene que dedicar el 50 o 60% del presupuesto al esfuerzo bélico), es difícil atender cuestiones más profundas. Para mí, mucho más serio que el problema de presupuesto es el de la perspectiva. ¿Qué quiero decir con esto? En toda mi vida pasé por tantas situaciones de crisis… Sea porque me tocaban como responsable de un organismo o porque como empresa no me pagaban. Uno las pasó de todos los colores. Pero la Argentina tiene gente de mi edad, mucho más joven, nenes que nacen y que van a nacer. Y el mundo está en un momento de transformación acelerada. Entonces, desde mi punto de vista, si aunque uno no tenga plata, da el mensaje desde el máximo nivel de la conducción del país de que la ciencia y tecnología son fundamentales, que son las que nos van a permitir el avance del país, que esto es un sacrificio momentáneo, pero que entendemos que, por ejemplo, el espacio es ultra importante, que no podemos quedarnos atrás, que tenemos un nivel muy alto, y que en dos o tres años vamos a tratar de que todo se recomponga, se le está dando una esperanza a los pibes. Y digo desde la máxima conducción porque considero que no es suficiente que ese mensaje sea dado por los responsables del área de ciencia y tecnología. Pero la máxima conducción está con la cabeza en la parte económica. No se puede negar que los argentinos eligieron eso, pero lo hicieron para que les saquen el problema urgente. Sin embargo, también es urgente dar ese mensaje de esperanza. Lo contrario llevaría a la conclusión de que nadie pensó en cuáles son las consecuencias. Porque los pibes que se están yendo, después ¿cómo los recupero? Previendo que el país crezca, después dejará de hacerlo justamente porque no va a tener la gente. Los que se fueron, se instalaron en el exterior y difícilmente vuelvan, y encima no se formaron los que vendrían atrás. Hay que dar un mensaje de esperanza y es que la ciencia y la tecnología van a hacer que se levante el país, por algo son consideradas el ‘cuarto factor’. En lugar de decir ‘No hay plata y vamos a dejar de hacer todo’, habría que decir ‘Aguanten, en poco tiempo nos ordenamos y ustedes son los que nos van a hacer volar’”.

Y advierte: “Si realmente se resolvieran los problemas actuales y el país empezara a crecer, dejaría de hacerlo justamente por eso. Es como si usted tuviera que cultivar un terreno y para eso tuviera que remover e incendiar todo. En el camino tiene que cuidar las semillas, sino después no va a poder sembrar”.

Nora Bär

¿Qué hacer con la inteligencia artificial?

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La Fundación Sadosky elaboró un documento que intenta responder a lo que consideran son preguntas urgentes sobre la inteligencia artificial. El informe aborda interrogantes sobre el origen y el uso de estas tecnologías, su impacto en la sociedad y sus implicancias éticas. 

La guía “10 preguntas frecuentes y urgentes sobre Inteligencia Artificial”, elaborada por la iniciativa ProgramAR, de la Fundación Sadosky, en conjunto con especialistas de diversas áreas, coincide con un momento en el cual tanto en la Argentina como en el resto del mundo se masifica el uso de este tipo de tecnologías y, a medida que eso sucede, también aparecen los interrogantes no solo sobre cómo aprovecharlas, sino también sobre los problemas que surgen por su profundo impacto en la sociedad, desde el mundo laboral o la escuela, hasta lo ético y ambiental, entre muchos otros aspectos.

“Nosotros notamos que, en distintos ámbitos, sobre todo desde el surgimiento de Chat GPT, empezó a haber mucha inquietud sobre cómo usar este tipo de herramientas, y nos parecía que faltaban algunas preguntas clave que son anteriores al uso, como el hecho de si realmente entendemos cómo funcionan. Queríamos dar cuenta de varios aspectos que nos parecen críticos para luego poder posicionarnos de otra manera en el uso de estos sistemas”, dijo la coordinadora de la iniciativa ProgramAR, Mara Borchardt.

Algunas de las preguntas que plantea e intenta responder el documento son cómo se construyen las aplicaciones de IA, cuál es el costo (de producción y de uso) de estas tecnologías, si se puede considerar que estos sistemas “razonan”, si podemos esperar que sus resultados sean éticos o considerados justos, y si el contenido digital que generan puede afectar la diversidad cultural, entre otras.

«Si vamos a usar sistemas creados por otros, tenemos que analizar qué impacto va a tener ese uso en los resultados que nos van a dar», dice Borchardt.

“Una de las cosas que más nos llamaba la atención era que el solo nombre ‘inteligencia artificial’ le atribuye a los sistemas un carácter humanoide, cognitivo, de certeza o con la capacidad para esgrimir un juicio, una cantidad de desempeños cognitivos que no hacen a las características de estos sistemas”, explica Borchardt, cuando se refiere a que, en realidad, la mayor parte de estos sistemas se basan en técnicas de aprendizaje automático, modelos predictivos entrenados con grandes masas de datos.

Precisamente, uno de los grandes problemas es que tanto esos datos como el diseño de los sistemas llevan consigo los sesgos de quienes los han generado, los seres humanos. “La tecnología no tiene capacidad de resolver lo que nosotros no podemos atender. Es más bien al revés: mucha tecnología es entrenada con bases de datos fuertemente sesgadas. Si uno mira los conjuntos poblacionales que tienen acceso a Internet, ya que sobre ese conjunto de datos se entrenan los sistemas, entonces vamos a a ver que se repiten esos sesgos de gente blanca, muy de clase media y en general masculinizada”, explica la coordinadora de ProgramAR. Y agrega: “Si vamos a usar sistemas creados por otros, tenemos que analizar qué impacto va a tener ese uso en los resultados que nos van a dar, y qué tan adaptados van a estar a nuestra realidad si los datos con los que fueron entrenados esos modelos no se corresponden con nuestra población”.

Otra de las preguntas que busca responder el documento es qué debe hacer la escuela ante el auge de la IA. El informe propone incorporar esta temática en las escuelas y hacerlo desde una perspectiva crítica y ética (tanto para usarla como para crearla). “Esto no es posible sin comprender cómo funcionan y han sido desarrolladas las aplicaciones y los dispositivos basados en IA”, se señala en el texto de la Fundación Sadosky. Borchardt considera que hay avances en este sentido en el sistema educativo local. “Si bien la educación en la Argentina es potestad de las provincias, también hay lineamientos nacionales e internacionales con recomendaciones para incorporar contenidos en computación e inteligencia artificial, y muchas provincias tienen líneas de trabajo para modificar la currícula de tecnología en las escuelas, de manera que permitan abordar estos temas”.

Bruno Massare

Algo ha estado alterando el eje de la Tierra: nosotros

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Alrededor del cambio de milenio, el giro de la Tierra empezó a desviarse, y nadie sabía muy bien por qué. Durante décadas, los científicos habían observado cómo la posición media del eje de rotación de nuestro planeta, la varilla imaginaria alrededor de la cual gira, se alejaba suavemente del Polo Norte geográfico y se dirigía con rumbo Sur hacia Canadá. Pero, de repente, dio un giro brusco y empezó a dirigirse hacia el Este. Con el tiempo, los investigadores llegaron a una sorprendente conclusión sobre lo que había ocurrido. El derretimiento acelerado de las capas de hielo polares y de los glaciares de montaña había cambiado la forma en que la masa se distribuía por el planeta lo suficiente como para influir en su giro. Ahora, algunos de los mismos científicos han identificado otro factor que ha tenido el mismo tipo de efecto: cantidades colosales de agua bombeada del suelo para cultivos y hogares. Recuerda Ki-Weon Seo, el geofísico coreano que dirigió la investigación detrás del último descubrimiento, su extrañeza cuando sus cálculos mostraron una fuerte relación entre la extracción de agua subterránea y la deriva del eje de la Tierra. Fue una gran sorpresa, Seo, de la Universidad Nacional de Seúl. Los hidrólogos llevan tiempo advirtiendo de las consecuencias de la sobreexplotación de las aguas subterráneas, sobre todo a medida que el agua de los acuíferos subterráneos se convierte en un recurso cada vez más vital en zonas afectadas por la sequía. El caso de libro es el Oeste de los EEUU, que desde hace 5 décadas se va transformando en un desierto estricto, y donde la lluvia ya no repone las napas, generalmente profundas. Cuando se bombea agua del subsuelo, pero sin reposición, la tierra puede hundirse, con daños para viviendas e infraestructura, pero además se aplastan volumétricamente las rocas porosas subterráneas capaces de volver a almacenar las cada vez más raras y escasas lluvias. Entre 1960 y 2000, la sobreexplotación de aguas subterráneas se multiplicó hasta llegar a unos 270 mil millones de litros al año, según calculan los científicos. Desde entonces, los satélites que miden las variaciones de la gravedad terrestre han revelado la asombrosa magnitud de la disminución de las reservas de agua subterránea en determinadas regiones, como la India y el Valle Central de California. «No me sorprende que tenga un efecto» en el giro de la Tierra, dijo Matthew Rodell, científico de la Tierra en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA. Pero «es impresionante que (los coreanos) hayan sido capaces de deducirlo de los datos», dijo el Dr. Rodell, refiriéndose a los autores de la nueva investigación, publicada este mes en la revista Geophysical Research Letters. «Y que las observaciones que tienen del movimiento polar sean lo suficientemente precisas como para ver ese efecto». El eje de la Tierra no se ha movido lo suficiente como para afectar a las estaciones, que vienen determinadas por la inclinación del planeta. Pero los patrones finos y las variaciones en el giro del planeta importan enormemente a los sistemas de navegación por satélite que guían aviones, misiles y aplicaciones de mapas. Esto ha motivado a los investigadores a intentar comprender por qué se mueve el eje y hacia dónde podría dirigirse. No se siente, pero la rotación de nuestro planeta no es ni mucho menos tan suave como la del globo terráqueo que está sobre tu mesa. Al desplazarse por el espacio, la Tierra se tambalea como un frisbee mal lanzado. Esto se debe en parte a que se abomba en el ecuador y en parte a que las masas de aire giran constantemente en la atmósfera y el agua se mueve en los océanos, traccionada en vertical por la gravedad lunar y la solar, y en horizontal a lo largo y ancho del mapa oceánico debido al vaivén de las corrientes de marea locales, y a las más organizadas y direccionales corrientes globales de circulación termohalina. Esa constante redistribución de masas hace que el planeta se bambolee ligeramente hacia un lado y hacia otro, como un camión cargado de bidones de agua que ruedan a los tumbos por la caja. Además, el eje se desvía por causas más profundas. Una de las principales es que la corteza y el manto de la Tierra se están recuperando tras haber estado cubiertos durante milenios por gigantescas capas de hielo, rebotando como un colchón del que se desprende el cuerpo de una persona que se levanta. El hielo se derritió y ahora está en el mar, bastante más cerca, en vertical, del eje terrestre. Esto ha ido cambiando constantemente el equilibrio de masas alrededor del planeta. Más recientemente, el equilibrio también se ha visto alterado por factores más estrechamente relacionados con la actividad humana y el clima global. Entre ellos figuran el deshielo de los glaciares de montaña y de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, los cambios en la humedad del suelo y el embalsamiento de agua tras las presas. El llenado del mayor embalse artificial del planeta, que transformó en un lago al Río Amarillo de China, o Yang-tsé Kiang, atrasó la rotación terrestre en 0,06 milésimas de segundo, por el mismo principio físico (la conservación del momento angular) que hace que una patinadora sobre hielo gire más despacio cuando abre los brazos y desplaza parte de su masa hacia afuera de su eje de giro. Estamos hablando de 39 mil millones de millones de kilogramos de agua que, de no existir la Represa de las Tres Gargantas, deberían estar en el Mar de la China, por la escorrentía naturalmente rápida del Yang-tsé Kiang. Pero que ahora, con la represa interpuesta, están atascados en un lago monstruoso a una altura promedio de 175 metros sobre el océano. Sólo que la masa de agua de este embalse es asimétrica respecto del eje Norte-Sur de la Tierra, no está contrapesada por una carga similar de agua a similar altura sobre el mar pero en las antípodas de China, es decir el continente norteamericano. Es como si la bailarina desplegara no dos brazos sino un solo: se frenaría algo menos, pero además se bambolearía un poco. Otro factor importante, según el estudio del Dr. Seo y sus colegas, es el agotamiento de las aguas subterráneas. En cuanto al efecto sobre el eje de la Tierra, el bombeo de agua del subsuelo fue el segundo en magnitud, entre 1993 y 2010, sólo superado por el ajuste de la corteza del planeta tras el glaciar, según el estudio. Otras fuerzas también podrían estar tirando del eje de la Tierra en su nueva dirección, pero aún no se entienden completamente, dijo Clark R. Wilson, geofísico de la Universidad de Texas en Austin y otro autor del estudio. «Es posible, por ejemplo, que haya algo en el núcleo fluido de la Tierra que también esté contribuyendo», dijo. Aun así, el último descubrimiento apunta a nuevas posibilidades de utilizar la información sobre el giro de la Tierra para estudiar el clima, dijo el Dr. Wilson. Dado que los científicos han recopilado datos muy precisos sobre la posición del eje de la Tierra durante gran parte del siglo XX, podrían utilizarlos para comprender los cambios en el uso de las aguas subterráneas y superficiales que tuvieron lugar antes de que se dispusiera de los datos más modernos y fiables. El Dr. Seo afirma que ya ha empezado a explorar esta posibilidad. Todo lo dicho confirma que los humanos hemos iniciado un nuevo período no sólo de la climatología y la organización de la biosfera, sino de la geología y la mecánica orbital terrestre. Estamos en el Antropoceno. Estamos cambiando cosas muy fundamentales, y además gigantescas.

Raymond Zhong

Ni el Paraná puede con los barcos gigantes del comercio actual

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El práctico asesor Jorge Eugenio Falcón pidió ser sobreseído en la causa en la que se investiga el choque del buque cerealero En May contra uno de los pilotes del puente Zárate-Brazo Largo, ocurrido en enero pasado. El marino mercante argentino, que asesoraba en la navegación al capitán del navío cuando ocurrió el accidente, apeló el procesamiento dictado por el Juzgado Federal de Campana, que lo había procesado como responsable del choque, al igual que al capitán de la embarcación, el chino Deng Wei.

La inédita colisión no solo provocó daños en la estructura del complejo que une Buenos Aires y Entre Ríos, sino también pérdidas millonarias por el bloqueo parcial de la navegación del canal durante cinco días. La situación volvió a la normalidad recién cuando, tras tareas de salvamiento que requirieron varios días planificación, la Prefectura Naval Argentina logró remover el buque del puente sin generar mayores daños a la base del pilote. Según las estimaciones realizadas en su momento por la Dirección Nacional de Vialidad, el monto de reparación de los daños causados al Complejo Ferroviario “Bartolomé Mitre” ascendía a US$15 millones.

(Aclaración de AgendAR: «ferroviario», porque el complejo de dos puentes sucesivos, uno sobre el Paraná de las Palmas y el otro sobre el Paraná Guazú, es de doble uso: autos y camiones, y el ramal del Ferrocarril Mitre que Buenos Aires con el Litoral).

El 13 de agosto pasado, tras analizar el resultado de las pericias, el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, había procesado a Falcón “prima facie” coautor del delito culposo de puesta en peligro para la seguridad de una nave, que tiene previsto una pena de prisión de seis meses a tres años.

Según consta en la causa, a las 21.05, estando a unos dos kilómetros del puente, Falcón le ordenó al capitán Weng un rumbo de 288° (caída a estribor), y dos minutos después, le ordenó un nuevo rumbo al 285° (continuando con caída a estribor), lo que provocó que el buque saliera del canal de navegación. Este rumbo, se cree, “habría provocado una rozadura del buque con el fondo del lecho, lo que provocó un efecto veril o banco”.

“Se estima que Jorge Eugenio Falcón, en su calidad de práctico, no asesoró correctamente en la navegación del buque En May, el cual circulaba por la margen izquierda del Río Paraná de las Palmas y por fuera del canal de navegación y, si bien intentó corregir el rumbo cuando advirtió que el buque caía hacia babor, atento al efecto veril o banco producido, ello fue realizado en forma tardía, conforme ilustran las imágenes que dan cuenta del rumbo adoptado por el buque En May”, se lee en el documento, firmado por González Charvay.

En el recurso de apelación, la defensa de Falcón desacreditó el informe accidentológico de Prefectura y el procesamiento, el cual consideró “notoriamente injusto”. Afirmó que el práctico asesor “realizó las técnicas de navegación reglamentariamente” y que, por eso, “su conducta profesional no debería ser reprochable penalmente”.

En el documento cuestionó principalmente la conclusión de que hubo un “error humano” por parte de Falcón, sugiriendo que no se ha demostrado de manera suficiente su responsabilidad en el incidente.

Su principal argumento es que el barco no estaba respondiendo de manera adecuada, lo que provocó una “situación de emergencia”, dado que el buque “tuvo deriva hacia una banda (babor) dentro de un ámbito espacial reducido”.

Sobre las órdenes que le dio Falcón al capitán, las cuales los peritos consideraron una de las causas del choque, la defensa del práctico afirmó, en su apelación: “Entiendo que las maniobras ordenadas estuvieron encaminadas al tratar de corregir la derrota del buque, y, al perfilarse la posibilidad de un riesgo inminente, fueron dirigidas a lograr la atenuación de las consecuencias dañosas”.

“La maniobra ordenada de todo timón hacia la banda de estribor y toda máquina adelante fue conforme a las buenas prácticas marineras, el arte de navegar cuya garantía náutica se extiende el deber de actuar prudentemente en situaciones de peligro para tratar de evitar daños mayores”, siguió el abogado del práctico, Ricardo Silva Angulo, y agregó: “El buque no respondía a los efectos conjuntos de máquinas propulsoras y todo timón hacia estribor”.

Tras el choque, durante su primera declaración judicial, el capitán Deng Weng también había negado que existiera responsabilidad humana detrás del accidente. Había afirmado que el buque había perdido el control por una avería en el timón, lo cual más tarde fue desmentido por los peritos, que no encontraron daños en el timón ni tampoco ningún otro tipo de avería en la embarcación que pudiera haber ocasionado el choque.

En la apelación al procesamiento de Falcón, la defensa cuestionó el conocimiento técnico de los peritos a cargo de la investigación y, principalmente, las conclusiones. “El juez se valió de las pruebas de cargo del informe accidentológico sin valorar las credenciales del sujeto encargado de la misma (asesor técnico naval), no efectivizó una sana crítica coherente y aséptica respecto al material probatorio de descargo”, escribió el abogado.

Consideró, a su vez, que el procesamiento buscó ”responsabilizar dogmáticamente a un trabajador de la Marina Mercante a costa de un irrazonable informe pericial”, y sugirió la incorporación de “criterios técnicos y náuticos basados en la revisión de pares (profesionales con experiencia directa en navegación fluvial)”.

María Nöllmann

Comentario de AgendAR:

La sentencia del juez federal de Campana culpa a un laburante de una situación de riesgo crónica. La causan las cerealeras, los armadores navieros y el estado federal, por dejar que estas empresas decidan con qué se navega, y cómo. Sin duda están más protegidos que un práctico de buque, y desde hace tres décadas.

Si Ud., lector/a, se fija en los pilares maestros de los dos puentes del complejo Zárate-Brazo Largo, están montados sobre unas bases cúbicas enormes. No llegan a ser islas artficiales extensas. Y es que cuando se lo diseñó, nadie en sus cabales se hubiera imaginado el tránsito de 4200 grandes buques por año por el Paraná de las Palmas, y muchos de ellos clase Panamax. Eran tan impensables para el Paraná como el Titanic o el Bismarck, que de todos modos eran más chicos.

El En-May mide de eslora lo que la Alvear Tower de Puerto Madero mide de altura, 223 metros. ¿Qué hace semejante bestia de buque en un río como el Paraná? Pues los hay mucho mayores, lector/a. El estrago de U$ 15 M pudo ser peor, y con una nueva bajante prolongada en curso, hechos como éste o peores se van a repetir inevitablemente.

El Paraná de las Palmas, por mucho que se drague, mueve montañas de sedimentos. Históricamente, siempre dio para barcos de hasta 25.000 toneladas de desplazamiento. ¿Pero de 200.000 toneladas?

Aunque está en el puesto doce del mundo por caudal, casi 20.000 m3 por segundo, el Paraná es chico para los barcos Post-Panamax. El problema es que mueve 160.000 millones de toneladas de sedimento fino, mediano y grueso, mayormente arcillas aportadas por el Río Bermejo, y arenas del desgaste de las rocas de la Serra Geral brasileña. No importa si draga la Administración General de Puertos, como se hacía antes de Menem, o la empresa belga Jan de Nul cuando el riojano privatizó y el río y lo concesionó, o el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, como decretó Milei. Las luchas contra fuerzas de la naturaleza las suele ganar la naturaleza.

Aunque drague King Kong, el Paraná de las Palmas tiende a perder profundidad. A esto hay que agregar sus variaciones de caudal por cambio climático, que son cada vez más brutales. ¿Cómo se hace para mantener el fondo y el ancho de un canal de navegación de un río que vive sepultándolo en sedimento? ¿Y cómo se evita que barcos gigantes e ingobernables por diseño se claven en las paredes del canal y pierdan el control, como hizo el En May, especialmente si el río está bajísimo? Esto pasa sistemáticamente.

Pero ahora un juez federal decidió que es mejor mandar en cana a un laburante, que pelearse con las cerealeras del Gran Rosario y los armadores chinos, y próximamente, el Ejército de los Estados Unidos.

Pero estos han normalizado las malas prácticas de navegación, y viven de hacerlo.

Somos la primera generación de argentinos que ha visto el fondo del Paraná, y hasta lo ha podido caminar. Lo pudimos hacer a partir del segundo año de una Superniña» de tres años al hilo entre 2019 y 2023. En la alta cuenca del Paraná no caía una gota. Aquí tampoco. En los últimos dos, el río estuvo reducido a un tercio de su caudal medio.

Esas eventos «históricos» ahora empiezan a ser banales por frecuentes. El En Mai se clavó contra un pilar del Mitre por la falta de fondo (es decir, falta de agua) en el canal de navegación, creado a pura draga. Pero en los meses anteriores, siempre a lo largo del Paraná de las Palmas, se habían producido cinco varaduras. Casi todas implicaron el cierre del tránsito fluvial en ascenso o descenso: estos barcos gigantes atravesados bloquean ambas manos a la vez. Y a diferencia de lo que dice la Bolsa de Cereales de Rosario, no es que el maldito canal sea chico y que haya que dragar más. Es que los barcos son demasiado colosales.

Si éste es el modo de que las cerealeras, las aceiteras y los armadores navales ganan plata, tal vez deban cambiar de contadores. Imposible no recordar que en EEUU se los llama «bean counters» (contadores de porotos). Y si hay algo que no saben, ni pueden ni deben hacer es tomar decisiones de ingeniería naviera. Pero lo hacen, y en EEUU, desde 1960 hasta 2015, buques demasiado grandes para los ríos y estuarios en que operaban tiraron abajo 35 puentes en el mundo y mataron a 350 personas.

Significativamente, los accidentes se volvieron mayores y peores a partir de los ’80, cuando el gigantismo se apropió del comercio naviero internacional, y engendró titanes sin mayor capacidad de maniobra, dominados por la fuerza llamada «inercia» (en mi barrio, tratá de pararlo o desviarlo, y después contame). Añado otro dato: la pericia de la Prefectura Naval Argentina determinó que el timón del En May respondía en el momento del accidente. Lo que no dice ni dirá jamás es que un barco de 223 metros diseñado deliberadamente con un solo timón y una sola hélice no tiene mayor respuesta direccional, y dentro aguas interiores maniobra tan cómodo como un rinoceronte en cine.

Hay que dar gracias a algún dios, rosarino o chino, porque cuando el En May se incrustó venía vacío y navegando río arriba. Eso puede haber evitado una situación peor. Con corriente de popa y muchas toneladas de carga, ese pequeño timón que el ingeniero que diseñó el En May se acordó de ponerle a su barco no controla gran cosa. Tampoco puso dos hélices, el ingeniero, aunque ayudan mucho a maniobrar: son de bronce y pueden constituir el 20% del costo del barco. Además, implica tener dos motores. Y en las navieras hoy mandan los bean counters, no los capitanes o los prácticos.

El río baja a una velocidad media anual de 5 a 7 km. por hora, la de una caminata humana rápida. Para que un barco del porte del En May responda a su timoncito, se necesita que ataque el agua con una velocidad diferencial de al menos 14 km/hora. Sumando vectorialmente ambas velocidades, la del agua y la del barco respecto del agua, llegamos fácil a 20 km/hora. ¿Se bancan los pilares del puente Mitre el impacto de 80 o 100.000 toneladas a esa velocidad?

Si el próximo impacto naviero nos tira el Mitre, y puede pasar, y esta sentencia judicial aumenta el riesgo de que pase, transcurriría un tiempo indeterminable de logística naviera y vial interrumpidas. Quedarían amputadas una de otra las repúblicas de Argentina y Brasil por tierra y por agua. Por tierra, porque se muere la RN14 y los siguientes puntos de cruce hacia Brasil quedan muy a trasmano de la Pampa Ondulada, o «Zona Núcleo» del agro.

Habría que derivar los camiones de doble acoplado que hoy abruman la RN14 hacia puentes muy de aguas arriba: el General Belgrano, por el que pasa la RN 16 y que une Resistencia con Chaco. O el San Roque González, que enlaza Posadas, en Misiones, con Encarnación, Paraguay.

Sí, es como ir a de Baires a Córdoba pasando por Trelew.

En cuanto al Ferrocarril Urquiza, que saca al mundo la producción de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, y parte de la del Sur de Brasil, el occidente de Uruguay y parte del Paraguay, alpiste, lo perdiste. Si yo fuera Roggio, actual concesionario de este considerable complejo ferroviario, estaría un poco preocupado de lo que puede llegar a sucederle a «mi puente».

Caído el mismo, quedaría amputada del mapamundi parte de la llanura Chacopampeana, no sólo la Zona Núcleo, o Cinturón Rosafé. Perderíamos durante un tiempo, pero de un saque, a casi todos nuestros compradores asiáticos de grano, carnes, GNL y minerales, que son también nuestros mayores proveedores de tecnología. Entiendo que esta perspectiva no despeine al State Department, pero este país, el nuestro, ¿no debería preocuparlo?

Cuando la Argentina vuelva a tener estado y presidente, y ganas de ser una nación y no un lugar, habrá que repensar el Paraná.

Un experto en puertos, logística y navegación, Ricardo Bianchi, nos hizo llegar varias propuestas al respecto. Nos parece especialmente atinada la de construir una gran plataforma metálica de trasbordo en la zona de espera del Plata, ubicada más o menos en la cabecera de otra obra a espera de estado y de presidente, el Canal Magdalena.

Con o sin esa enorme plataforma de trasbordo, el Canal Magdalena acortaría la salida al mar y le permitiría a la Argentina conectar entre sí por agua todos los puertos marítimos del país, sin tener que pasar (y pagando peaje) por aguas uruguayas.

Esa instalación de trasbordo tendría la ingeniería relativamente simple de una plataforma petrolera de aguas someras. Obviamente, sería de un tamaño y una capacidad de cargas físicas mucho mayor. Serviría únicamente para cargar y descargar rápido y bien barcos Post-Panamax, y mucho mayores que el En May. Pero el Plata y el Paraná en sí deberían funcionar con barcos controlables y de bajo peligro para la infraestructura portuaria y vial. Panamax, no.

Con esa estación que sugiere Bianchi, el Canal Magdalena para acortar viajes y el no tener pagarle más peajes a Uruguay, sospecho que la inversión en ambas obras se pagaría sola, y bastante rápido. Lo haría aún más rápido si se sale del Paraná al Plata por el brazo Guazú. Como por su corriente y su menor carga de sedimento se draga solo, es mucho más profundo que el de las Palmas. No hay que pagarle un mango a Jan de Nul, ni los milicos yanquis. El trabajo lo hace Tata Dios, sin merma de soberanía, y de paso gratis.

Imposible no citar a un profesor de ciencias que nos lee siempre, Ricardo Miró. Nos recordó que don Manuel Belgrano intentó fundar la Escuela de Náutica para que este virreinato (que lo fue y hoy vuelve a serlo) pudiera desarrollar su propia navegación. La Audiencia de Cádiz ocupaba transitoriamente el poder en España en lugar del rey Borbón. Pero para nosotros era de similar toxicidad, y ordenó cerrarla. «Aquí navegamos nosotros», era el mensaje.

Se acató.

Echados (durante un tiempo) los Borbones, Domingo F. Sarmiento, tipo lleno de luces y de sombras, en uno de sus momentos luminosos volvió a fundar la Escuela de Náutica. Tras la Segunda Guerra Mundial, Juan D. Perón sacó la cuenta de que los frigoríficos y las navieras británicas habían vivido esquilmando a la Argentina con 70 años de subfacturación.

Intentar el destape de esa olla en 1935 le había costado la vida al senador por Santa Fe, Enzo Bordabehere, y, por extensión, a su mentor, Lisandro de la Torre. Visto todo lo cual decidimos no confiar en terceros países para exportar e importar bienes agropecuarios, y se fundó la Empresa Líneas Marítimas Argentinas, ELMA.

Le iba bien, una de las mayores navieras del mundo, más de 60 barcos, oficinas en cada puerto importante para nuestro comercio exterior. Justamente por ello, cuando tras un «golpe de mercado» llegó al poder Carlos Menem, remató ELMA, vendió sus barcos e incluso sus oficinas internacionales. Y privatizó los puertos nacionales. Y concedió el Paraná, e incluso le cambió el nombre.

Con esta sentencia judicial, un laburante argentino en cana y muchos probables accidentes a futuro, quienes dominan hoy el comercio globalizado nos dicen nuevamente: «Aquí navegamos nosotros».

Pero es notorio que lo hacen para el carajo.

Daniel E. Arias

Sobre este tema, clave para el mayor complejo exportador de Argentina, hemos publicado en AgendAR estas notas:

Los cargueros gigantes voltean puentes: cae uno en Baltimore, EEUU. El argentino de Zárate-Brazo Largo se la banca, por ahora

193 puentes importantes en EEUU sin defensas anti-buque. ¿Y por casa cómo andamos?

Frente a la baja del Paraná, una solución racional para las exportaciones argentinas

El sector petróleo-gas ya es el 2do. mayor exportador argentino, después de la soja

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El complejo petrolero-petroquímico registró exportaciones récord en el primer semestre de 2024 y desplazó al automotriz como el segundo complejo que más ventas al exterior realizó, detrás del sojero. El cambio fue explicado fundamentalmente por la buena performance en los envíos de petróleo crudo.

Según un informe publicado este martes por el INDEC, el principal sector exportador entre enero y junio fue el de soja y sus derivados, con un total de ventas de u$s9.760 millones, 25,7% superior al número que se había verificado en el mismo período del año pasado. Asimismo, al restar las importaciones se observó una exportación neta de u$s7.999 millones.

Esto último fue resultado, además de la mejora en las ventas, de un derrumbe del 48,7% interanual en las compras. Vale recordar que 2023 estuvo atravesado por una de las peores sequías de la historia, que obligó al país a incrementar sus importaciones de porotos de soja para fabricar productos como la harina de soja, dado el faltante local.

El sector petrolero desplazó al automotriz en la tabla de exportaciones

La principal novedad del relevamiento fue que el segundo lugar lo ocupó el sector integrado por los subcomplejos de petróleo, gas y productos petroquímicos. En este caso las exportaciones pegaron un salto interanual del 25,8% para sumar unos u$s5.123 millones, máximo absoluto de la serie iniciada en 2002.

Este incremento fue traccionado por un salto del 60,2% en las ventas de petróleo crudo, con destino principalmente a Estados Unidos y Chile. También incidió el aumento en las ventas de aprovisionamiento de combustibles y lubricantes a buques y aeronaves.

De este modo, el segmento de petróleo incrementó considerablemente sus exportaciones netas, ya que las importaciones se hundieron 55,9%. En un sentido similar, la balanza comercial en gas se revirtió ya que el déficit de 2023 pasó a ser superávit este año, aunque esto se produjo pese a una caída interanual del 13,1% en las ventas externas, la cual fue más que compensada por un desplome del 58% en las compras.

Mientras tanto, en petroquímica hubo un déficit en los primeros seis meses del año, aunque el saldo negativo se redujo en comparación con el año anterior.

La buena performance del sector hidrocarburífero, impulsada por el boom de producción en Vaca Muerta, hizo que sus exportaciones superaran a las de la industria automotriz, que en el primer semestre sufrió caídas interanuales en sus ventas tanto de vehículos para transporte de mercancías como de vehículos para transporte de pasajeros y de autopartes.

Las exportaciones crecieron en lo que va de 2024, luego de la profunda sequía de 2023

En el agregado, el sector exportó u$s3.757 millones, un 9,8% por debajo de la cifra de 2023. Pese a esta merma, el déficit comercial del rubro se contrajo como consecuencia de un declive aun mayor de las importaciones.

En total, las exportaciones alcanzaron unos u$s38.176 millones en la primera mitad del año, con una suba interanual de 14,0%. Este semestre se caracterizó por un descenso de precios, cuyo índice disminuyó 7,7%, y un incremento en las cantidades, con una suba del índice de 23,5% respecto a los primeros seis meses del año anterior. Además de los sectores mencionados previamente, vale remarcar el extraordinario avance de casi 150% que experimentaron las exportaciones del complejo triguero, también marcadas por la sequía de 2023.

De acuerdo con los números del INDEC, estos fueron los 10 principales complejos exportadores en el primer semestre:

  1. Complejo sojero: u$s9.760 millones (25,6%)
  2. Compleo petrolero-petroquímico: u$s5.123 millones (13,4%)
  3. Complejo automotriz: u$s3.757 millones (9,8%)
  4. Complejo maicero: u$s3.725 millones (9,8%)
  5. Complejo triguero: u$s1.901 millones (5%)
  6. Complejo carne y cuero bovinos: u$s1.771 millones (4,6%)
  7. Complejo oro y plata: u$s1.531 millones (4%)
  8. Complejo pesquero: u$s970 millones (2,5%)
  9. Complejo frutícola: u$s891 millones (2,3%)
  10. Complejo cebada: u$s758 millones (2%)

«Agro digital»: en AAPRESID exploran la representación virtual

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En el XXXII Congreso Aapresid, que se realizó en La Rural con el apoyo de Expoagro, se analizó cómo usar los sistemas de representación digital de la realidad para plantear escenarios alternativos y producciones amigables con el ambiente.

Un gemelo digital es una representación virtual de la realidad que incluye objetos físicos, procesos y relaciones.

Cuando se construye sobre una base de geografía, se convierte en un gemelo digital geoespacial. En el caso de la agricultura, los gemelos son modelos virtuales que replican las condiciones de lotes específicos, incluso con la variabilidad climática.

Suponen la creación de simulaciones realistas de ecosistemas agrícolas completos a partir de la teledetección de datos”, describió Bruno Basso, de la Universidad Estatal de Michigan, quien disertó sobre “Gemelos digitales para posibilitar la transición hacia la sostenibilidad con los sistemas agroalimentarios”. Basso es italiano y reside en los Estados Unidos.

Basso apuntó que se trata de tecnología electrónica y satelital que permite saber “si la planta está explorando en el suelo, si falta agua, si falta nitrógeno, y puede diseñar un modelo que describe la condición específica de ese ambiente y marcar las zonas de variaciones”. Asimismo, los gemelos pueden plantear “escenarios alternativos” porque tienen componentes de inteligencia artificial.

El especialista aseveró que, además de simular y predecir escenarios productivos, el valor de los gemelos digitales está en que son “modelos científicos” que sirven para validar que una producción es sustentable, con el consecuente valor económico diferenciado que puede darle a esa producción. “Esto va a tener una repercusión enorme en los próximos 10 años”, afirmó.

En este orden, describió que estos modelos pueden certificar, por ejemplo, que un sistema productivo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que autorizará luego al productor para “salir a buscar créditos verdes”.

A su vez, también mide el servicio ecosistémico de una producción (más allá del cultivo), y brinda información sobre la toda la biodiversidad de un ambiente, como el relevo de especies arbóreas y de presencia de polinizadores, entre otros.

Se patentó en EE.UU. un desarrollo de la Y-TEC y la Universidad Nacional de Córdoba

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El sistema sirve para detectar material en pozos petroleros no convencionales. El investigador de Famaf y principal responsable del desarrollo es Rodolfo Acosta.

En octubre de 2019, el equipo científico de YPF Tecnología S.A. (Y-TEC), Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba presentaron para su patentamiento en EE.UU. un sistema de resonancia magnética para la detección de compuestos orgánicos y fluidos en rocas de yacimientos llamados shale; es decir, pozos petroleros no convencionales.

La Oficina de Patentes de los EE.UU. la publicó en 2021; en 2023 se concluyó el proceso, y ya se consiguió el otorgamiento final de la patente.

En el equipo científico participaron activamente Gustavo Monti, Yamila Garro Linck, Manuel Velasco, Belén Franzoni y Emilia Siletta.

Rodolfo Acosta, docente e investigador de Famaf, lideró el proyecto. Desde su lugar de trabajo, y le explicó a UNCiencia cuáles son los alcances de este novedoso sistema y la importancia de este logro para la ciencia argentina.

Al ser consultados sobre ¿Cómo se gestó este proceso?, Acosto rememoró que “en 2019 la empresa Y-TEC nos contrató para desarrollar una serie de capacitaciones para poder trabajar con un equipamiento que habían adquirido. Durante esa relación nos confiaron ciertos problemas que estaban enfrentando, y como nosotros podíamos ayudarlos comenzamos un contrato de I+D que concluyó en la patente.”

Respecto del logro de una innovación de nivel internacional en un campo muy trabajado como es la aplicación de resonancia magnética en la producción petrolera, el responsable del proyecto explicó que “la resonancia magnética se utiliza desde hace muchos años en la producción petrolera. Es algo consolidado en los yacimientos convencionales, pero que no se traslada directamente a las explotaciones no convencionales, las que se denominan shale, como las de Vaca Muerta, donde la geología es diferente. En los yacimientos convencionales, el petróleo está confinado en una formación arenosa; en cambio, en explotaciones como esta del tipo shale, el petróleo está atrapado en formaciones rocosas que devuelven una señal mucho más veloz, que los equipos tradicionales no podían decodificar. Pero quizás tenemos que empezar por contar qué es o cómo se usa la resonancia magnética para este tipo de aplicaciones.”

Usos de la resonancia magnética

“La resonancia magnética permite “ver” en lo más profundo de la materia, allí donde en realidad no se puede mirar de otra forma. Funciona como si pusieras el material dentro de una emisora de radio. Las ondas de radiofrecuencia alteran el orden magnético de cualquier material; al reordenarse devuelven un eco con una velocidad particular para cada tipo de material. En los fluidos el eco es más largo, en sólidos es muy rápido. Así se puede reconocer la presencia de materia orgánica, fluidos, y de qué tipo. Dicho de otra forma, se excita el material mediante un dispositivo, y se ve el tipo de señales que emite en respuesta. De esa forma se sabe cuál es el material que está emitiendo en respuesta al estímulo”, detalló Acosta quién señaló también de qué manera pueden determinar si en un pozo hay agua, gas, u otra cosa al explicar que “esa información es sensible para el encargado de pozo. Dependiendo de lo que esté presente, se definen los equipos a emplear bajo tierra, y en superficie. Para la empresa representa dinero.”

La solución que desarrollaron en la UNC

Rodolfo Acosta, docente e investigador de Famaf, quien lideró el proyecto manifestó que “simplemente determinamos la presencia de señales provenientes de material sólido mediante la resonancia magnética en las muestras en este tipo de explotaciones, y desarrollamos los algoritmos necesarios para su determinación” y además puntualizó a partir de muestras de diferentes densidades de petroleo, si tienen una hoja de ruta futura para esta tecnología al remarcar que “la patente pertenece 50% a Y-TEC, 25% a Conicet y 25% a la Universidad Nacional de Córdoba. Se licenció por cinco años en exclusividad, para el mercado mundial, a la empresa canadiense Green Imaging Technologies, que ofrece servicios al sector petrolero. Será un módulo dentro de su suite de software para el sector. Por nuestra parte ya hemos realizado un par de publicaciones ofreciendo mejoras.”

Al consultarle si han probado aplicar esta tecnología a otras industrias, Acosta destacó que “realizamos un trabajo en alimentos, pero fue sólo a nivel de publicaciones en conjunto con Pablo Ribotta, del Icytac. Por ahora estamos abocados al sector petrolero. De hecho, nos hemos sumado a un consorcio entre Conicet y el sector, impulsado por Martin Cismondi del IPQA (Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos y Química Aplicada). Es la Red Consorcio sobre Fluidos en la Industria del Gas y Petróleo – FIGyP –, en la que participan la academia y empresas como YPF y Pluspetrol, entre otras”, al tiempo que adelantó que queda mucho por trabajar en la relación entre el mundo académico y las empresas, y anticipó que “es fundamental lograr un puente entre el mundo académico y las empresas. Necesitamos mucha más colaboración de este tipo, porque además de los productos que se generan, representan una ocasión para generar confianza. Y esa confianza, a su vez, es importante para que las empresas se abran a decir, sin temor ni recelos, cuáles son los problemas técnicos que enfrentan y en los cuales la academia puede colaborar; algo muy sensible para ellos.”

Es entonces un desarrollo provechoso por donde se lo mire le consultamos al investigador, quien nos confirmó que “esos problemas posibilitan a su vez abrir nuevas líneas de investigación y posibilidades de desarrollo. Si la empresa decide invertir en esas soluciones repercute favorablemente en equipamiento, y en ingresos extras que nunca están de más, pero no es lo principal. Lo importante desde nuestro punto de vista es que abre una dimensión compleja de problemas que pueden generar muchos doctorandos, y no sólo eso: los resultados pueden generar una base estadística que te lleva a otro nivel.”

En detalle, la Patente se titula: Detección de materiales sólidos orgánicos y fluidos en rocas shale mediante RMN de bajo campo, su Responsable: es Rodolfo Acosta, las Entidades involucradas: Y-TEC, Conicet, UNC y el Objetivo: detección de compuestos orgánicos en yacimientos no convencionales, mientras que se Otorgamiento data de junio de 2023.

El desembarco de Santiago Caputo en el sector nuclear dilata una definición crucial para Atucha I

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El gobierno se está quedando sin tiempo si quiere tomar una decisión drástica para que Atucha I pueda operar en el verano. La central nuclear tiene combustible dentro del reactor para no más de dos meses de operación, por lo que debería salir cuanto antes para reingresar a fin de año. Pero esta posibilidad tiene como principal barrera el vencimiento de la licencia de operación de la central nuclear en septiembre.

La semana pasada, la primera línea del Ejecutivo planteó su necesidad de potencia eléctrica para el verano en una reunión al máximo nivel político con funcionarios de la Autoridad Regulatoria Nuclear que encabezó el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, según pudo saber EconoJournal. La dilatación en el gobierno para definir si le pedirán formalmente algún tipo de excepción al organismo regulador nuclear se explica también por las resistencias e incertidumbre que genera la avanzada del asesor presidencial Santiago Caputo sobre los directorios de las empresas del área nuclear.

La posibilidad de que se registren cortes de luz en los momentos de mayor calor por falta de generación —escenario que planteó Cammesa, la compañía que administra el despacho eléctrico, en un informe publicado en junio— provoca inquietud en el área energética del gobierno. Como informó, Cammesa había comenzado a explorar con Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) la posibilidad de postergar el proyecto de extensión de vida de la central nuclear Atucha I. Pero el problema es que la licencia de operación de Atucha I vencerá el 29 de septiembre, limitando al máximo la posibilidad de lograr una excepción.

La sensibilidad de la cuestión finalmente escaló al nivel político. El directorio de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), el organismo regulador del sector nuclear, fue convocado la semana pasada a Casa Rosada. Por parte del gobierno participaron Francos y también el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, y el presidente de Nucleoeléctrica, Luis Fasanella. También estuvo presente Daniel González, el virtual secretario coordinador de las áreas de Energía y de Minería en el Ministerio de Economía.

Según una reunión acontecida el lunes de la semana pasada, la Secretaría de Energía y la empresa operadora de las centrales nucleares expusieron los escenarios de demanda y suministro de energía para el verano y la necesidad de disponer de la central nuclear. En cambio, la ARN desaconsejó poner a Atucha I en operación en el verano porque la central ya cumplió su ciclo y debe comenzar la parada de reacondicionamiento para extender su vida útil por 20 años más, una obra que tomará dos años.

La reunión en Casa de Gobierno finalizó sin ningún pedido formal al organismo regulador. Este medio consultó a la Secretaría de Energía si pedirán algún tipo de excepción, pero al momento de esta publicación no obtuvo respuesta.

Ramificaciones de la interna política

Con independencia de la decisión final, el gobierno deja entrever en la búsqueda a contrarreloj para contar con los 362 MW de Atucha I una genuina preocupación por el suministro energético para el verano. Pero en un nivel más profundo exhibe cómo las internas políticas dentro del gobierno se ramificaron al sector nuclear, llevando a dilatar la toma de decisiones.

Santiago Caputo, el principal asesor y hombre de máxima confianza del presidente Javier Milei, concretará esta semana el desembarco de hombres de su confianza en Nucleoeléctrica y Dioxitek para intentar avanzar con su privatización, en una maniobra que tensiona con el perfil más profesional que Francos busca imprimir en la conducción del sector nuclear. «Se esta estructurando una interna entre la gente que responde a Francos y Caputo, pero me parece que ya la ganó Caputo», disparó una fuente conocedora de las internas por el control del sector nuclear.

Las designaciones en los directorios en estas empresas debieron concretarse la semana pasada, pero se vieron retrasadas por los desacuerdos. Esto explica la fallida asamblea para designar autoridades en Dioxitek, la empresa que provee el dióxido de uranio para el combustible nuclear. El presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Germán Guido Lavalle, detonó la asamblea al cuestionar la intención de la Secretaría de Energía y Caputo de ocupar la silla en el directorio que le corresponde al organismo nuclear por ser accionista en Dioxitek, actualmente ocupada por Daniel Marchi.

Mientras tanto, el asesor presidencial promueve en NA-SA las designaciones de Guido Giana y Jeremías Coppola como directores. Giana cobró notoriedad mediática y política en 2020 durante el conflicto por la usurpación y posterior desalojo de un importante predio en Guernica —precisamente por ser dueño, junto con su familia, de esas tierras en el sur de la provincia de Buenos Aires. Fue candidato a intendente en Presidente Perón por el PRO en 2015 y luego fue funcionario del PAMI durante los cuatro años del mandato de Mauricio Macri. Luego de la presidencia de Macri recaló como director de Administración y Finanzas del Sanatorio Güemes, propiedad de Mario Lugones, padre de Ramiro, consejero y amigo del asesor presidencial, con quien trabó una relación de amistad.

Por otro lado, Coppola es un joven licenciado en Finanzas de la Universidad de San Andrés que se enfocó en el negocio de trading de criptomonedas, según se desprende de su perfil en LinkedIn. Ni Giana ni Coppola cuentan con una experiencia previa vinculada al sector nuclear y energético.

Extensión de vida

Por el lado de Nucleoeléctrica, la designación de autoridades se produce en un momento crítico. La empresa debería comenzar con el proyecto de extensión de vida de Atucha I, pero hoy no hay certezas sobre su ejecución. La prioridad del gobierno sería empujar el ingreso de accionistas privados en la empresa generadora o llevarla a un modelo de concesión para que el sector privado financie el proyecto en lugar del Estado. Alberto Lamagna, un doctor en física que trabajó en la CNEA, llegará a la presidencia de la empresa promovido por el titular de la Unidad Ejecutora de EmpresasDiego Chaher, que tiene el mandato de acelerar la privatización o concesión de las empresas que son propiedad del Estado.

Fuentes dentro de la empresa cuestionaron el argumento de la falta de fondos para el proyecto. Nucleoeléctrica licitó tres tramos del fideicomiso NASA IV para la prolongación de vida de Atucha I y la construcción del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados de Atucha II (ASECG II). El fondeo total logrado fue de US$ 180 millones. El costo global estimado por estos proyectos asciende a US$ 700 millones.

También recordaron que el gobierno le generó un perjuicio financiero a NA-SA al dejarla fuera del esquema de regularización de la deuda acumulada por el Estado con las generadoras eléctricas y productoras de gas natural, instrumentado a principios de año por el ministro de Economía, Luis Caputo. A diferencia del resto de las generadoras, la compañía estatal no recibió bonos del Estado a cambio de la deuda por la energía generada en el primer trimestre del año.

«Si el gobierno necesita fondos podría priorizar el proyecto para que Nucleoeléctrica pueda recibir financiamiento de la CAF (Corporación Andina de Fomento), pero hasta ahora no lo ha hecho», apuntó una fuente. La CAF tiene fondos disponibles para proyectos de infraestructura para la Argentina por US$ 200 millones para el 2025. Por otro lado, el banco público francés Bpifrance aportaría los fondos necesarios para la ejecución del contrato de Nucleoeléctrica con Framatome para la provisión de algunos componentes.

Las asambleas para designar autoridades en Nucleoeléctrica y Dioxitek tendrán lugar hoy y mañana miércoles, respectivamente.

 Nicolás Deza