Proyectos mineros de cobre, a la espera

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A 10 kilómetros de la frontera con Chile, a más de 4200 metros de altura, alrededor de 900 personas trabajan día a día entre las montañas con la ilusión de que avance la construcción del proyecto minero de cobre Josemaría. Después de 20 años de exploración, la empresa canadiense Lundin Mining está lista para dar el próximo paso, que implicaría inversiones por US$5000 millones, pero todavía espera más claridad de las condiciones económicas argentinas. En especial, que haya menos controles de cambios y más certidumbre tributaria. El mejor ejemplo del potencial argentino en cobre está del otro lado de la Cordillera de los Andes, en Chile y Perú, que son los dos mayores países productores del mundo. Solo Chile aporta el 25% de la oferta mundial de cobre, con 5 millones de toneladas métricas en 2023. “Es la Arabia Saudita del cobre”, grafican en el sector, por sus grandes reservas. En la Argentina, el único proyecto de cobre que se desarrolló dejó de operar en 2018, cuando cesó su actividad la mina Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca. Desde entonces, el país abandonó la comercialización de este mineral.

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“Si se mejoraran las condiciones para el sector, atacando las problemáticas que enfrenta, al menos seis de los proyectos de cobre más avanzados de la Argentina se encuentran en condiciones de iniciar inversiones para su construcción en el mediano plazo. Se trata de proyectos de clase mundial, algunos de los cuales son los de mayor potencial productivo del mundo aún sin explotar”, dicen casi con exasperación en la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM). Solo por los costos de exploración, las empresas llevan invertido en el país US$740 millones. Si se ponen en marcha los seis proyectos, ingresarían al país al menos US$20.000 millones más por inversión de capital, según estimaciones del sector. Luego estarían los ingresos de divisas por la exportación del mineral. Los representantes de las empresas mineras tuvieron una primera reunión en enero con el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, en Casa Rosada, para mostrarles el potencial económico del sector, que podría convertirse en el tercer generador de dólares, solo por detrás del campo y la energía. También había sido parte de la reunión la exsecretaria de Minería Flavia Royon, que fue despedida el mes pasado y todavía no tuvo reemplazo. De hecho, durante estos días se desarrolla en Canadá el evento más importante de minería en el mundo y la Argentina no tiene representación nacional. A nivel provincial viajaron los gobernadores de San Juan y Mendoza, además de varios empresarios locales, pero la principal pregunta que hacen los inversores está dirigida al Gobierno: cuándo se termina con la libre entra y salida de capitales.

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El mejor ejemplo del potencial argentino en cobre está del otro lado de la Cordillera de los Andes, en Chile y Perú

En el sector tenían ilusión de viajar a Canadá con el texto de la sanción de la ley ómnibus, que le dedicaba un capítulo al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que otorgaba beneficios impositivos y aduaneros (flexibilidad en importaciones). Sin embargo, se encuentran en la convención PDAC sin certezas sobre el proyecto de ley y sin representante nacional en Minería. Atento a esta falta, el Gobierno publicó la semana pasada en la página oficial de la Secretaría un catálogo de proyectos y videos institucionales en inglés y chino. “Las dificultades macroeconómicas y la alta presión tributaria han retrasado de forma persistente la puesta en marcha de nuevos proyectos de cobre en la Argentina. La principal operación de cobre local dejó de producir en 2018 y desde entonces no ha logrado poner en marcha ningún otro proyecto”, dicen en CAEM. A diferencia de lo que podría ocurrir con la demanda de petróleo, en el sector destacan que la transición energética generará un mayor consumo del mineral. “En los próximos 40 años se va a consumir lo mismo de cobre que en los últimos 120″, explican. El crecimiento, dicen, estará impulsado por el reemplazo de los vehículos a combustión interna por versiones eléctricas, que requieren cinco veces más de cobre. El mineral también es más utilizado en la construcción de parques eólicos y solares que en las plantas de generación térmica, y es más difícil de encontrarle un sustituto, a diferencia de otros minerales.

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Entre San Juan y Chile hay al menos seis proyectos mineros de cobre, oro y plata a menos de 15 km de distancia, cuyos resultados de exploración impresionan a los geólogos. A la zona la denominaron Distrito Vicuña, y promete ser la “Vaca Muerta” del noreste del país, ya que sería un punto de inflexión para la provincia, como fue el reservorio hidrocarburífero para Neuquén. Del lado argentino están los proyectos Josemaría, Las Pailas, Filo del Sol y Lunahuasi. Josemaría es actualmente el proyecto minero a cielo abierto más grande del país próximo a entrar en construcción. En la montaña, en el departamento sanjuanino Iglesia, hay construido casi un pueblo con contenedores viviendas, generación eléctrica, wifi, televisión satelital, gimnasio, salas de juegos (con pool y metegol), un quiosco en donde se puede pagar con billeteras virtuales y una sala de enfermería, que próximamente incluirá un quirófano, necesario para proyectos tan alejados de la civilización. Si no es por la vista que se observa desde las ventanas, con picos montañosos alrededor, y por la sensación de falta de aire al caminar, por momentos en las oficinas del campamento Batidero, el visitante se olvida que está a más de 4200 metros de altura, a solo 10 km de Chile. Incluso hay un amplio comedor comunitario que ofrece dos variedades de platos principales durante el almuerzo y la cena, y una extensa cantidad de postres y frutas frescas, que parecieran recién compradas. Sin embargo, el stock de comida alcanza a cubrir 50 días de alimentación de los más de 900 trabajadores, sin necesidad de bajar de la montaña. El tramo para llegar al campamento desde la ciudad de San Juan son 432 km, pero dura alrededor de 10 horas porque es un camino de ripio y atraviesa varias localidades, incluida Guandacol, en La Rioja, donde termina el asfalto.

En el departamento sanjuanino Iglesia, construyeron casi un pueblo con contenedores viviendas, generación eléctrica, wifi, televisión satelital, gimnasio, salas de juegos, quiosco y sala de enfermería

A través de ese trayecto, la empresa constructora Fluor, subcontratista de Lundin Mining, fue trasladando la infraestructura necesaria: desde los contenedores viviendas (donde algunas habitaciones cuentan con baño privado y bidet), hasta los tanques de almacenamiento de gasoil, que abastecen los grupos electrógenos y los vehículos (camiones, micros y ambulancias de emergencia). En la montaña, la actividad se centra en continuar con los trabajos de exploración y planificar la ingeniería del proyecto, para cuando se avance con la construcción de la mina de cobre. Para ello hay varios equipos conformados, que diseñan los informes de impacto ambiental y de ingeniería, que presentan antes las autoridades locales. Si la empresa minera decide pasar el estado del proyecto a construcción, primero se construirá una nueva ruta que comunique el campamento con la capital sin salir de la provincia. Esto facilitaría los costos logísticos para trasladar los equipos y procesar el mineral en la montaña. Se trata de seis molinos, que muelen las rocas extraídas en pedazos más chicos, y que están compuestos por piezas que pesan alrededor de 100 toneladas.

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La mayoría de los accesorios ya llegaron al centro de almacenaje, en San Juan, donde fueron trasladados por camión desde el puerto de Zárate, Buenos Aires, ya que el tren no está operativo por la desinversión de los gobiernos de las últimas décadas. Las piezas están apoyadas sobre vigas y cubos de hormigón para resguardarse de los sismos sanjuaninos. El proyecto de construcción, que tomaría tres años antes de comenzar a producir cobre, también implicaría la instalación de una línea eléctrica de alta tensión, para bajar la dependencia del gasoil y abaratar costos. También se necesitaría la contratación de más empleados, que llevaría a que alrededor de 6000 personas pasen a trabajar en la montaña, con el régimen laboral de 14 días en las alturas y siete de descanso. .

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Todo esto implicaría una inversión de capital de US$5000 millones. En el plan se incluye también la recuperación de las vías del tren, para trasladar luego el cobre de exportación al puerto de Rosario. De avanzar con los proyectos de cobre, San Juan podría convertirse en la cuarta mayor provincia exportadora, avanzando desde el puesto ocho, solo detrás de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. La restauración y readecuación de vías permitirá exportar más de 2000 tn diarias de concentrado de cobre. La vida útil de la mina está estimada en más de 19 años, según el estudio de factibilidad realizado en 2020, lo que permitiría que vuelva a haber producción de cobre en la Argentina por un largo tiempo.

Corte de subsidios: Transener avisa que no podrá pagar los sueldos de Abril

Transener, una de las principales empresas del sector eléctrico, que cumple una tarea estratégica porque es la encargada de operar el sistema de alta tensión del país, envío este miércoles un hecho relevante a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para advertir a sus accionistas que, por una inédita decisión del gobierno de Javier Mileino contará con los fondos para cubrir los salarios del mes próximo. La compañía, que paradójicamente es propiedad del propio Estado, dado que Enarsa posee un 50% del capital accionario (el otro 50% está en manos de Pampa Energía), está obligada a informar la decisión por cotizar en la Bolsa porteña.

El comunicado se conoció después de que Jorge Garavaglia, representante del Ejecutivo en la comisión directiva de Cammesa, la empresa que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que tiene en su directorio a distribuidoras, generadores y transportistas, le comunicó a Transener que el Estado sólo le transferirá un 50% de los fondos que precisa la compañía para abonar las remuneraciones de su personal. Con este tipo de martingalas presupuestarias es que el ministro de Economía, Luis Caputo, ha logrado en enero alcanzar superávit financiero.

Es curioso: desde el recambio presidencial, el gobierno no le gira fondos a Cammesa, firma controlada por el propio Estado, y la está llevando a incumplir las obligaciones que tiene contractualmente con el mercado eléctrico. En el caso de las transportistas (Transener, Distrocuyo, Transba y Transcomahue, entre otras), el Estado es quien cubre parte de los costos de transporte de energía para las redes de 500 y 132 kV. No se trata de un subsidio, dado que las empresas reguladas como las distribuidoras y transportistas no reciben subvenciones directas del Tesoro (los subsidios se focalizan en la compra de combustibles), sino que, por diseño regulatorio, es el Estado quien tiene la obligación de cubrir los costos del sistema.

El gobierno de Milei pretende cambiar esa realidad para que sean los usuarios (los residenciales y los grandes clientes) quienes abonen directamente los costos reales de generación y transporte de energía, para lo cual están habilitando tanto un aumento del precio de la energía como del Valor Agregado de Distribución (VAD) de Edenor y Edesur, las únicas dos distribuidoras que están bajo competencia federal.

El problema es que la Secretaría de Energía recién va por la mitad del camino. El atraso de los precios y tarifas de electricidad es tan grande que no es factible construir un puente o una transición hacia un esquema de libre mercado en apenas tres meses. El riesgo de que el intento derive en un quebranto de toda la cadena de pagos del sector está cada vez más cerca.

De la decisión de Caputo de frenar las transferencias a Cammesa se desprende que el ministro de Economía y por consiguiente el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, aspiran a que sean los accionistas de Transener quienes inyecten capital o busquen alternativas de financiamiento para cubrir con recursos propios sus costos operativos hasta que el mercado recupere el funcionamiento que perdió desde la caída de la Convertibilidad. Un inconveniente, en ese sentido, es que los privados no tienen certeza de cuánto tiempo puede demandar la normalización del sistema. Rodríguez Chirillo sostiene que, para junio o julio, una vez que se instrumenten todos los aumentos de tarifas que restan (en especial para hogares categorizados como N2 y N3, de sectores populares y medios, respectivamente), el sistema de cobranzas del mercado debería estar saneado. Pero la mayoría de las empresas creen que el proceso demandará más tiempo.

¿Por qué es Transener la primera en blanquear que se quedó sin caja para pagar salarios? Por una sencilla razón: a diferencia de las distribuidoras, las transportistas no recaudan fondos del sistema. Las distribuidoras le pagan a Cammesa y es el Estado Nacional, a través de esa firma de capital mixto, el que paga la tarifa. El problema es que el atraso tarifario llevó a las distribuidoras a pagarle a Cammesa solo una porción de su factura, o directamente nada.

A diferencia de las distribuidoras, las transportistas no recaudan fondos del sistema. El régimen tarifario establece que el costo de la energía se pague a través de la recaudación de Cammesa, que proviene del pago que las distribuidoras le pagan a la compañía administradora del MEM y de aportes del propio Estado Nacional.

El problema es que el atraso tarifario llevó a las distribuidoras a pagarle a Cammesa solo una porción de su factura, o directamente nada. A su vez, ahora Caputo decidió que el Tesoro va a dejar de cubrir esos pagos y que la transportista deberá cubrir sus gastos con el aporte de los accionistas hasta que las distribuidoras recompongan su caja a partir del aumento de tarifas y comiencen a regularizar sus pagos. Según el gobierno, la normalización podría llevar unos tres meses, pero en el sector dudan de esos plazos porque la “normalización” no solo depende del Estado Nacional, como ocurre con las tarifas de Edenor y Edesur, sino también de las provincias, las cuales pueden seguir manteniendo el Valor Agregado de Distribución atrasado como ocurre, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires.  

ASML, la fábrica de chips de Europa, se va de Países Bajos. Y EE.UU. la quiere en su territorio

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La preocupación se extiende en el Gobierno en funciones de Países Bajos ante el riesgo inminente de que una de sus empresas emblemáticas, ASML Holding, se pueda trasladar fuera del país en un momento crucial para Europa en cuanto al sector de los chips y el dominio asiático.

Según la agencia Bloomberg, el actual Gobierno neerlandés se ha visto obligado a actuar y ha formado un equipo especial de trabajo para abordar las intenciones de expansión internacional de ASML.

La compañía, conocida como una de las principales potencias tecnológicas de Europa por su producción de máquinas de litografía utilizadas en la fabricación de chips, está valorada en más de 350.000 millones de euros.

ASML ha expresado su preocupación ante las autoridades neerlandesas sobre el entorno económico y empresarial del país, y ha apuntado a dificultades en áreas como la atracción de talento internacional, la congestión de la red eléctrica y las restricciones medioambientales, particularmente en la emisión de nitrógeno.

El medio De Telegraaf ha revelado que ASML ha comunicado su intención de expandir sus operaciones más allá de las fronteras de Países Bajos con Francia como una de las principales opciones para esta posible expansión.

Más tensión

Esta situación genera más tensión en Países Bajos, que ya han experimentado la pérdida de dos de sus empresas más importantes en años recientes debido a su régimen fiscal. Empresas emblemáticas como Unilever Shell trasladaron sus oficinas centrales al Reino Unido, mientras otras como la española Ferrovial se mudaba a Países Bajos.

Las preocupaciones de ASML se acentúan tras los resultados de las recientes elecciones, que vieron el ascenso del Partido de la Libertad. Entre las propuestas laborales de este partido se encuentran planes para restringir la llegada de estudiantes extranjeros y reducir las ventajas fiscales de los trabajadores expatriados en el país, medidas que podrían afectar la capacidad de ASML para atraer talento internacional.

Bloqueo a China

El gobierno de Países Bajos prohibió la exportación a China de máquinas de fabricación de chips de última generación de la compañía ASML, informó la empresa, en medio de presiones de Estados Unidos en este sector estratégico.

ASML dijo en un comunicado el lunes que el gobierno de Países Bajos revocó recientemente una licencia para enviar algunas de sus máquinas, «lo que afectaría a un pequeño número de clientes en China» de ASML.

​Países Bajos se unieron recientemente a Estados Unidos y Japón para limitar las exportaciones de equipos avanzados de fabricación de chips. El objetivo es impedir que Pekín adquiera chips avanzados que podrían usarse en armas y alta tecnología.

El director ejecutivo saliente de ASML, Peter Wennink, afirmó en una conferencia de prensa en enero: «Somos una empresa global, iremos a donde necesitemos ir para asegurarnos de que la empresa pueda crecer y atender a nuestros clientes». La jubilación de Wennink en abril provocará la llegada al cargo de Christophe Fouquet, quien asumirá el liderazgo de la empresa.

Congestión de red

Las empresas neerlandesas también se enfrentan a la congestión de la red eléctrica y la presión regulatoria en áreas como la expansión de instalaciones, que se suelen bloquear por restricciones ambientales.

En un debate parlamentario en febrero, el ministro de Asuntos Económicos en funciones, Micky Adriaansens, expresó su preocupación por el tratamiento regulatorio y fiscal a las empresas locales, y advirtió sobre los riesgos de debilitar el entorno empresarial del país.

Estas tensiones se suman a la escasez de viviendas en los Países Bajos. En un intento por mitigar el impacto de su crecimiento en el mercado inmobiliario local, ASML anunció el mes pasado una colaboración para construir 130 apartamentos asequibles en Veldhoven.

Comentario de AgendAR:

AMSL no fabrica chips. Fabrica las máquinas de litografía ultravioleta extremo con la que los taiwaneses fabrican chips con cableados ultrafinos, de 3 nanómetros, probablemente el límite cuántico para que los electrones no salten como locos por fuera de sus conductores por efecto túnel. Esos chips no son de aplicación militar inmediata. El armamento inteligente de hoy usa chips que eran «top of the line» hace 20 o 30 años.

Son más resistentes a ataques con pulsos de ondas electromagnéticas. Pero dado que la mitad de la guerra entre estados hoy pasa por hackeos informáticos apuntados contra la infraestructura civil y militar del enemigo, tener chips de muy alto grado de integración y componentes de pocos nanómetros es un asunto militar HOY.

Por eso EEUU quiere a AMSL en territorio propio. Y hasta donde yo sé, lo está logrando. Es inevitable que el gobierno holandés esté furioso, y que el CEO de AMSL le diga que su empresa es libre de instalarse adonde se le cante. La UE calla y otorga.

Daniel E. Arias

Elon Musk, un emprendedor estatal

Elon Musk es un exponente paradigmático de lo que los estadounidenses promovieron por todo el mundo como el modelo de capitalista exitoso, el selfmade manAquel que forja su propio éxito por el tesón de su esfuerzo y su talento. Los mitos, como ya sabían los griegos, pueden contener algo de verdad pero tomados literalmente son un conjunto de falsedades. La propaganda pretende que el mito del éxito autoconstruido se tome al pie de la letra y sin crítica.

Nacido en Pretoria, Sudáfrica, en 1971, Elon fue el primer hijo de Errol Musk, un sudafricano blanco (afrikáner) y la modelo y nutricionista canadiense Maye Haldeman. Errol era un ingeniero y empresario inmobiliario millonario que, entre otras cosas, según su propia confesión, explotó una mina ilegal de esmeraldas en Zambia cuando Elon era pequeño. Todo esto ya va desvirtuando la historia creada por el jefe mayor de Tesla acerca de que todo su capital, intelectual y monetario, lo forjó solo. Lo cierto es que el primogénito de Errol nació en cuna de oro.

Es verdad que, a los 18 años, Elon, su madre y sus dos hermanos, Kimbal y Tosca, se mudaron a Canadá huyendo de los maltratos del padre y que durante ese tiempo el futuro mandamás de Tesla y su familia pasaron necesidades porque Errol les había cortado el acceso a las cuentas bancarias. Pero, en 1992, Elon se fue a Estados Unidos para estudiar Física y Economía en la Universidad de Pensilvania gracias a una beca, y de allí pasó a la Universidad de Stanford para hacer un doctorado, el cual abandonó a pocos días de inscribirse para comenzar su raid como empresario tecnológico.

El entorno

Stanford es uno de los nodos centrales del Silicon Valley, el núcleo del desarrollo tecnológico de la informática y la programación en Estados Unidos, en el norte de California. A mediados de la década de 1990, Musk se insertó en un ecosistema de innovación y negocios como no existía otro igual en el planeta. Este detalle es fundamental para explicar el éxito de tantos empresarios norteamericanos, como Bill Gates, Steve Jobs y el propio Elon Musk. Un dato que suele ser omitido por la mayoría de estos “triunfadores” en los autorrelatos sobre los orígenes de sus conquistas.

En el caso de Musk esto es especialmente evidente. Hombre de indudables y precoces talentos, tuvo que mudarse a un ecosistema empresarial y tecnológico específico para poder llegar a la cima en la que se encuentra en la actualidad. En su Sudáfrica natal eso hubiera sido imposible. Quizás hubiera podido ser un millonario más, como su padre, pero no la persona que sueña con diseñar y construir la primer nave espacial tripulada por humanos que llegue a Marte.

Ahora bien, el ecosistema que le hizo de invernadero a Musk en los alrededores de la ciudad de San Francisco había sido creado en la década de 1960 y apoyado, en buena medida, por el Estado norteamericano, como lo han demostrado la economista italo-británica Mariana Mazzucato y la historiadora estadounidense Margaret O’Mara.

Los bonos de carbono han sido una muy buena fuente de financiamiento extra para Tesla. La compañía obtiene estos bonos por las bajas emisiones de sus autos y luego se los vende a otras automotrices que siguen teniendo como eje de su negocio la venta de vehículos de combustión interna.

Hipocresía libertaria

Como suele ser habitual en el discurso libertario, en lo discursivo denostan la intervención estatal y el gasto de los fondos públicos, pero en privado son los primeros en apelar profusamente a ellos.

El 6 de diciembre de 2021, la columnista del diario estadounidense The Wall Street Journal, Joanna Stern, le realizó a Musk una entrevista por videoconferencia. El sudafricano se encontraba en la entonces reciente megafactoría de Tesla ubicada en Austin, Texas. Con poco más de 400.000 metros cuadrados, es una de las más grandes del planeta para cualquier rubro industrial que se considere y fue construida con ayuda de los subsidios que Texas le concedió a Tesla.

Aún así, en la entrevista con Stern, Musk hizo gala de su discurso anti estatista. Consultado sobre que le parecía el entonces proyecto de ley elaborado por el gobierno de Joe Biden para financiar un plan de inversión destinado a la expansión y mejora de la infraestructura nacional, Musk respondió: “Honestamente, podría ser mejor si el proyecto de ley no se aprueba, porque hemos gastado tanto dinero que es como si el déficit presupuestario federal fuera una locura”.

Luego, Stern indagó sobre el apoyo a la innovación por parte del gobierno federal estadounidense. Musk aprovechó para volver a la carga con sus muletillas libertarias: “Creo que el papel del gobierno debería ser el de árbitro, pero no el de jugador en el campo. Así que, en general, creo que el gobierno debería tratar de apartarse del camino y no impedir el progreso. Creo que hay un problema general, no sólo en Estados Unidos, sino en la mayoría de los países donde las reglas y regulaciones siguen aumentando cada año”.

La entrevistadora también tocó el tema de los subsidios gubernamentales, por ejemplo, para el desarrollo de la infraestructura que precisan los autos eléctricos como los que hace y vende Tesla. Con total tranquilidad, Musk espetó: “Literalmente, estoy diciendo que nos deshagamos de todos los subsidios”. La confianza de Musk probablemente provenía de la seguridad de que no habría repreguntas sobre el tema. Fue una pena que no se aprovechara la ocasión para consultarle sobre la planta automotriz a sus espaldas, que tanto orgullo le generaba. Los periodistas Maggie Severns, Matt Stiles y Alex Leeds Matthews revelaron en una nota (29/04/2022), en The Messenger, que para lograr que Tesla eligiera a Texas como sede de la nueva mega fábrica su gobierno le había ofreció 60 millones de dólares en beneficios, parte de los cuales salieron de los fondos escolares del distrito.

En la pelea por el sitio de emplazamiento de la mega planta, en donde también hubo otras postulantes, la que seguramente se lleva el premio al ingenio, y a la abyección, fue la ciudad de Tulsa, en el Estado de Oklahoma, que entre las dádivas ofrecidas a Tesla se encontraba pintar una estatua de siete pisos alegórica a un trabajador petrolero cuyos rasgos eran sorprendentemente familiares a los de Musk.

El periodista Jerry Hirsch de Los Ángeles Times (30/05/2015) y la ONG Good Jobs First han realizado un extenso rastreo de los beneficios estales recibidos por Musk y sus empresas.

Space X, fundada en 2002 por Musk, ha sido viable y se ha desarrollado merced a los contratos con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) y la Fuerza Aérea estadounidense (USAF por sus siglas en inglés).

La ayuda estatal es mala si es para otros

A la hora de contabilizar los fondos estatales que las empresas de Musk han ido recolectando a lo largo de su nacimiento y creación deben tenerse en cuenta modalidades y fuentes muy diferentes. Las principales son: subsidios, reembolsos, exenciones de impuestos o tasas, y los créditos de carbono.

En el caso de los reembolsos y las exenciones impositivas, algunas no van directamente a la empresa proveedora del bien o servicio, sino que se dirigen a la demanda. Eso ocurre por ejemplo con los autos de Tesla o los paneles solares de Solarcity.

En el primer caso, el Estado, a nivel local, o el federal, subsidia de diferentes maneras el precio de los Tesla como una forma de incentivar la compra de vehículos menos contaminantes. Por ejemplo, el Model Y tiene en la actualidad un precio, sin incluir impuestos y comisiones, de 42.990 dólares, pero con el crédito fiscal que aporta el estado federal y el estímulo para el ahorro de combustibles fósiles baja a 31.890 dólares, más de un 20% menos. Estas reducciones de precio, vía aportes estatales, son una manera de mejorarle el negocio a Musk, ampliándole el mercado. Más gente puede acceder a sus autos de lo que lo harían si el precio fuese más caro.

Los bonos de carbono ameritan alguna explicación previa porque son un instrumento financiero poco conocido en la Argentina y América Latina. Ellos se difundieron principalmente a partir de la Climate Action Reserve (CAR) creada en 2008 por el Estado de California, tomando como base un registro conformado siete años antes (The California Climate Action Registry) para contabilizar y promover acciones de mitigación de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero. La idea central es que las empresas bajen sus emisiones de estos gases o desarrollen productos o servicios que contribuyan a que se reduzca el efecto invernadero. A cambio, reciben del Estado unos bonos que pueden comercializar en el mercado financiero. Si una empresa no puede disminuir sus emisiones respecto a los topes fijados por el gobierno puede adquirir esos créditos de otra compañía que si lo hace y así compensar la contaminación que la primera provoca y evitar posibles sanciones.

Los bonos de carbono han sido una muy buena fuente de financiamiento extra para Tesla. La compañía obtiene estos bonos por las bajas emisiones de sus autos y luego se los vende a otras automotrices que siguen teniendo como eje de su negocio la venta de vehículos de combustión interna.

Tesla ha recibido también otros aportes estatales como se puede apreciar en el cuadro, como los 1.300 millones de dólares otorgados por el Estado de Nevada en 2013 para que Musk instalara su mega factoría de baterías. Como la cifra más que duplicaba el importe máximo que la legislación de Nevada podía otorgar como beneficio económico a empresas privadas, contabilizando subsidios directos, desgravaciones impositivas y otros instrumentos, Nevada debió cambiar su normativa al respecto para satisfacer las exigencias del sudafricano.

Otra de las empresas insignia de Musk es SpaceX. Hacedora de proezas tecnológicas como los cohetes parcialmente recuperables de aterrizaje vertical, Falcon 9. La compañía fundada en 2002 por Musk ha sido viable y se ha desarrollado merced a los contratos con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) y la Fuerza Aérea estadounidense (USAF por sus siglas en inglés). Entre ambas instituciones estadounidenses SpaceX ha recibido contratos por cerca de 5.500 millones de dólares desde su fundación hasta 2015, mientras que el Estado de Texas aportó alrededor de 20 millones de dólares para la construcción del sitio de lanzamiento de la empresa en su territorio.

Solarcity ha sido otra de las aventuras de Musk. Al igual que Tesla, la empresa dedicada a la fabricación de paneles solares, baterías eléctricas para almacenamiento de energía a gran escala y consultoría, no fue una compañía originalmente fundada por él. Solarcity fue gestada por sus primos, Lyndon y Peter Rive, en 2006, aunque Musk fue uno de los inversionistas iniciales. En 2016, el magnate sudafricano le compró a los Rive su parte y pasó a controlarla. Para entonces, Solarcity ya había sido beneficiaria de unos 126 millones de dólares provenientes del Estado de California y de alrededor de 497 millones de dólares del gobierno federal, sin contar los más de 1.000 millones de dólares aportados por Washington de modo indirecto a través de subsidios a la compra de los paneles solares como parte de las políticas de transformación de la matriz energética para enfrentar el cambio climático. En aquel momento, Musk tenía poco más del 20% de la empresa y con la adquisición de la mayoría del paquete accionario la obtención de fondos estatales continuaría. En 2017, Solarcity obtuvo aportes por cerca de 750 millones de dólares del Estado de Nueva York para que se construyera en su suelo una nueva planta de producción.

El listado anterior no incluye a otras empresas menores de Musk como NeuralinkTheBoring Company, la recientemente adquirida y rebautizada X (antes Twitter) o Starlink, que en realidad es una unidad de negocios de SpaceX.

A Starlink tampoco le faltaron ganas de hacerse con algún subsidio estatal, el problema fue que no pudo cumplir con las condiciones de prestación del servicio de Internet rural que le exigía la Comisión de Comunicaciones Federales (FCC por sus siglas en inglés) estadounidense y en 2022 le negaron los 885,5 millones de dólares a los que había postulado.

Apología del buen subsidio

En todos los casos mencionados, el Estado, en sus diferentes niveles, ha realizado aportes económicos significativos, sean en forma directa (subsidios) o indirecta (desgravaciones impositivas o subsidios a la demanda) en favor de compañías privadas sin que recibiera una parte de la propiedad de las mismas. De esta forma, cuando haya ganancias, el Estado no participará de ellas, aunque haya sido un financista gratuito fundamental de esas compañías.

Del lado empresario, y también del político, se suele esgrimir, como razón para todos estos beneficios públicos para un privado, los puestos de trabajo que generan estas inversiones, la expansión económica que conllevan y los mayores ingresos fiscales que producen. No obstante, no se ve la razón por la cual el Estado debería contribuir a incrementar aún más las ingentes fortunas personales de los dueños de las empresas beneficiarias para conseguir esos objetivos en lugar de realizar esas inversiones por sí mismo o promover a otros actores sociales sin ánimo de lucro y de perfil más comunitario, o a pymes. Así como el discurso antiestatal considera como gasto ineficiente o corrupto cualquier sobrecosto que no se destine específicamente a un bien o servicio público calificado como legítimo, de igual modo debería estimarse como inaceptable que buena parte de los fondos gubernamentales terminen engrosando la riqueza particular de un grupo de personas.

De todas maneras, tal vez lo más llamativo es esta extraña regla que se verifica en diversas latitudes, por la cual cuantos más subsidios recibe un empresario más repudia al Estado y todas sus políticas. Una actitud que se repite desde Musk, en Estados Unidos, hasta en Sudamérica con Marcos Galperín, de Mercado Libre.

La bandera de la eficiencia

La ideología empresaria suele hacer flamear la insignia de la eficiencia para justificar tanto beneficio estatal para las corporaciones privadas siendoque luego estigmatiza laayuda destinada a otros sectores de la sociedad. Una de las vías argumentativas de ese enfoque es alegar que es mejor que el Estado delegue en particulares actividades que podría hacer él mismo porque la iniciativa privada es más eficiente. Este razonamiento, en el caso de Musk y sus empresas, se emplea profusamente en la relación entre SpaceX y la NASA.

Atif Ansar y Bent Flyvbjerg, dos economistas de la Universidad de Oxford, publicaron en 2022 un estudio comparativo entre la eficiencia de la empresa de Musk y la mítica agencia estadounidense en lo que respecta a la realización y cumplimiento de misiones espaciales. La conclusión de los investigadores es que SpaceX es más eficiente que la NASA en las cuatro dimensiones que eligieron para la comparación: costos, velocidad de acceso al mercado, cumplimiento de los cronogramas y escalabilidad de los sistemas desarrollados (por ejemplo, los vectores, cohetes, de lanzamiento). En algunos aspectos las diferencias de eficiencia entre estas dos entidades son muy significativas. Sin embargo, Ansar y Flyvbjerg aclaran que el propósito de su trabajo no fue denostar al sector público y ensalzar al privado, sino mostrar las ventajas de los proyectos basados en plataformas, empleado por SpaceX; en contraposición con aquéllos orientados a los “saltos cuánticos”, tradicionalmente empleado por la NASA. Es más, los investigadores enfatizan que el éxito de SpaceX, y hasta su propia existencia, no hubiera sido posible sin la iniciativa de la NASA, tomada a mediados de la década de 2000, de impulsar enfoques distintos a los empleados por ella misma para el abordaje de proyectos complejos.

Hay otras dos cuestiones a considerar en la comparación entre la eficiencia de la NASA y SpaceX. Una mencionada al pasar por Ansa y Flyvbjerg, y la otra no tanto. La primera es que buena parte de la baja performance de la agencia espacial estadounidense en sus programas se ha debido a la tradicional aversión a los riesgos de las entidades gubernamentales, que les impide aventurarse más en estrategias de aprendizaje por experimentación previa, como habría hecho SpaceX. El tema es que frecuentemente esta aversión al riesgo proviene de la multiplicación de una cultura de la supervisión y el escrutinio sobre los entes estatales, promovida mucho más allá de los razonable por quienes son enemigos declarados de lo público bajo el argumento de la eterna sospecha de todo lo que realiza el Estado y sus organizaciones.

La segunda cuestión, es la omisión a una clara referencia a los conocimientos que la NASA ha transferido a SpaceX. Cuando Musk llegó con sus enfoques revolucionarios de gestión de proyectos y sus jornadas extenuantes de trabajo para sus ingenieros y sus cohetes, el camino ya había sido en buena medida abierto por el esfuerzo estatal de la NASA que, a su vez, aportaría dinero y recursos para que la empresa se luciera.

Las incongruencias de Musk también surgen cuando pretende que un Estado le asegure la provisión barata de litio para las baterías de sus Tesla, tal como exhibió en su apología del golpe contra Evo Morales en Bolivia, en una serie de tuits de julio de 2020.

De todas maneras, hay cierta diferencia inconmensurable entre un libertario como Musk, que hizo su fortuna aportando importantes cuotas de innovación, y las versiones tercermundistas y autóctonas que no pasan de ser un grupo de fanáticos y oportunistas. La trayectoria de Musk, como el de todos los selfmademan, lejos de exhibir el cenit de los logros de la iniciativa privada, lo que revelan al ojo observador es que no es posible lograr el desarrollo social ni las ganancias personales sin un poderoso Estado presente.

Carlos de la Vega

En el CONICET desarrollaron modelo para estudiar el cáncer de ojo pediátrico

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Especialistas del CONICET en el Hospital Garrahan y colegas de otras instituciones lograron desarrollar por primera vez un modelo preclínico y cultivos celulares primarios que reproducen la biología del retinoblastoma (el cáncer de ojo pediátrico más común) metastásico y que servirán para diseñar tratamientos innovadores que puedan curar a estos pacientes. El avance se describe en la revista Investigative ophthalmology & visual science.

La incidencia de retinoblastoma en el mundo es de 1 caso cada 17 mil nacidos vivos y en Argentina se detectan entre 40 y 45 casos nuevos por año en menores de 15 años.

El retinoblastoma se puede eliminar cuando se detecta en forma temprana y suele ser sensible a la quimioterapia. Sin embargo, el pronóstico empeora si el cáncer se disemina principalmente al sistema nervioso central: en esos casos, hasta 9 de cada 10 pacientes no logra curarse pese a la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía.

“Es imprescindible avanzar en el conocimiento de por qué se disemina el tumor, determinar los factores de riesgo moleculares que controlan ese proceso. Los modelos preclínicos que logramos generar serán útiles para evaluar nuevas terapéuticas y finalmente, encontrar nuevos tratamientos para esta población que hoy carece de alternativas”, afirma Paula Schaiquevich, líder del avance, investigadora del CONICET y directora de la Unidad de Tratamientos Innovadores del Hospital Garrahan.

Detección tardía

En los países desarrollados este tipo de tumor se suele detectar a tiempo, pero en los de ingresos medios y medios-bajos, como consecuencia del diagnóstico tardío, limitaciones en el acceso a tratamientos, factores culturales y otras variables, más de la mitad de los niños afectados se diagnostican con enfermedad metastásica, es decir, cuando el tumor se diseminó por fuera del ojo a otros órganos y tejidos.

Schaiquevich enfatiza la importancia de desarrollar un modelo preclínico para el estudio del retinoblastoma. Este tipo de cáncer, como la mayoría de las malignidades pediátricas, son enfermedades raras. “Por ello, es muy difícil realizar estudios clínicos para identificar nuevos tratamientos que incluyan un número significativo de pacientes. Al ser ‘pocos’ pacientes, se dificulta la realización de varios estudios clínicos para identificar cual sería la ‘mejor’ terapéutica. Para ello, estos modelos, como el que hemos desarrollado, son muy importantes porque nos permiten evaluar y ‘filtrar’ seleccionando los tratamientos que sean los más promisorios para que luego sí se puedan evaluar en estudios en pacientes”, puntualiza.

Investigación traslacional y clínica

Previo al estudio liderado por especialistas del CONICET no existían células tumorales de pacientes retinoblastoma metastásico que se pudiesen cultivar en el laboratorio, así como animales de laboratorio (ratones) con ese tipo de tumor en los que se puede estudiar la progresión del tumor y testear nuevas drogas.

“En este estudio, desarrollamos modelos celulares y animales con ese tipo de tumor y luego de evaluarlos, sabemos que se presentan características histológicas, moleculares y farmacológicas similares a los pacientes. Para ello desarrollamos estudios moleculares, genómicos, histopatológicos, y de pruebas farmacológicas que reflejaron un comportamiento distinto para cada modelo, pero similar a lo que ocurre en el paciente del cual obtuvimos las células tumorales”, explica Schaiquevich.

Tumores invasores

En diferentes análisis, la científica del CONICET y colegas constataron que los tumores crecían e invadían órganos y tejidos en el animal como ocurrió en los pacientes de los cuales se tomaron las células del tumor. “Son modelos confiables y reproducen la biología del tumor del paciente del cual derivan. Incluso, los estudios de laboratorio nos muestran que las células tumorales en el laboratorio responden a la quimioterapia como se observó en los pacientes”, afirma Schaiquevich. Y agrega: “Así podemos usar estos modelos para descubrir nuevos tratamientos, sean fármacos nuevos o bien aquellos que ya estén en el mercado pero que se usen para el tratamiento de otros tumores pediátricos o incluso, para otras enfermedades”.

Un aspecto muy importante del proyecto “es que generamos capacidades locales en nuestro país para la evaluación genómica y molecular del retinoblastoma y el desarrollo y caracterización de modelos preclínicos de este tumor. Las herramientas aprendidas pueden aplicarse a desarrollar nuevos modelos en otros tumores pediátricos”, afirmó Schaiquevich.

Estudios previos, liderados por la investigadora del CONICET, han permitido mejorar el tratamiento del retinoblastoma intraocular (no metastásico) en un ojo, bilateral (los dos ojos) y refractario (cuando el paciente no responde al tratamiento estándar).

Retinoblastoma

Antes, para el retinoblastoma intraocular, se administraba quimioterapia por vía endovenosa, pero los fármacos además de eliminar células cancerígenas dañaban tejidos sanos. “Con el grupo de investigación en retinoblastoma, realizamos estudios preclínicos que permitieron optimizar los esquemas terapéuticos y definir cuáles quimioterápicos usar conjuntamente en niños afectados con retinoblastoma intraocular para lograr una mayor eficacia del tratamiento y disminuir la probabilidad de eventos adversos, incluso serios que pueden poner en peligro la vida del paciente”, explica Schaiquevich. Y continúa: “Estos estudios permitieron comprobar la eficacia y seguridad de dos técnicas de administración de quimioterapia (Quimioterapia superselectiva intra-arteria oftálmica y Quimioterapia intravítrea) que se desarrollaron en Japón, Estados Unidos y en Suiza y cuyo fin era administrar la quimioterapia principalmente en el tumor para evitar efectos secundarios sistémicos (en la sangre y otros tejidos normales). Los resultados de nuestras investigaciones, descritos en revistas científicas internacionales, permitieron que el equipo de oncólogos, oftalmólogos y neurointervencionistas del Hospital Garrahan pudiesen emplear esos procedimientos y tratar con éxito a niños y niñas con retinoblastoma intraocular”.

“Contar con grupos de investigación del CONICET desde hace más de 15 años dentro del hospital ha sido muy beneficioso para aplicar terapias efectivas a los pacientes pediátricos con retinoblastoma intraocular. Este trabajo interdisciplinario permite que la ciencia ayude a resolver desafíos que enfrentamos en la clínica”, afirma Pedro Zubizarreta, médico pediatra y jefe del Servicio de Hematología y Oncología del Garrahan. Y concluye: “Los chicos y chicas con retinoblastoma metastásico tienen disminuida la posibilidad de curación. Por esta razón es necesario el desarrollo de nuevas tecnologías y posibilidades terapéuticas para este grupo de pacientes. El modelo experimental desarrollado por Schaiquevich y colegas para entender la biología de este tumor cuando se disemina pretende aportar nuevos conocimientos que contribuyan con ese objetivo”.

Modelo preclínico

El desarrollo del modelo preclínico para el estudio del retinoblastoma metastásico forma parte de una línea de investigaciones desarrolladas en el marco de un trabajo conjunto coordinado e integrado por investigadores e investigadoras, becarios y becarias del CONICET en el hospital pediátrico de referencia nacional Garrahan, en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto Leloir), especialistas de instituciones internacionales, y personal médico del Garrahan.

Los estudios se realizaron gracias a la obtención de distintas fuentes de financiamiento científico nacionales como el CONICET y el apoyo de la Fundación Natali Dafne Flexer, The Fund for Ophtahlmic Knowledge (Nueva York, Estados Unidos), la Fundación Nelia et Amadeo Barletta, la Fundación Leo Messi y el Instituto Oncológico Henry Moore.

Se abre un Centro de Energías Renovables en la provincia de Buenos Aires

El proyecto cuenta con un presupuesto de $2.400 millones de pesos y es financiado a partir del «Agregado Tarifario», un componente de la tarifa eléctrica que abonan los usuarios y usuarias de la Provincia de Buenos Aires. Los fondos de este agregado se utilizan para obras en la red eléctrica y una proporción para generación renovable. 

La obra consiste en la construcción de un edificio bioclimático con autogeneración renovable y sistema de bombeo de agua mediante la utilización de paneles solares, que funcionará como Centro de Investigación y Desarrollo.  

El objetivo es que el Centro no sea sólo un espacio formativo, sino también un lugar de pruebas y proyectos vinculados a las tecnologías de generación renovable, eficiencia energética y electro movilidad en el que la sustentabilidad es una definición transversal a todos los proyectos. Durante el evento, el presidente de la CIC, Roberto Salvarezza sostuvo: «Tenemos un gobierno nacional que está atacando a la ciencia y desfinancia nuestras universidades. Donde niegan el cambio climático, nosotros respondemos con esta obra ponderando la actividad de la ciencia y la tecnología”.

“Esta es la primera obra que se realiza en el Campus Tecnológico de la CIC en décadas y está relacionada con la ciencia, la innovación y con un tema que es central en nuestra vida contemporánea como lo es la energía”, destacó Alejandro Villar, actual Director Ejecutivo del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico y ex Presidente de la CIC. Por su lado, el subsecretario de Ciencia e Innovación Tecnológica, Federico Agüero afirmó que “el gobierno de la Provincia sigue apostando por la Ciencia y la Tecnología como un motor de desarrollo y como un área clave que hay que fomentar, desarrollar, acompañar y ayudar para que llegue a todos los sectores sociales y de la producción”.   

“Lo que estamos pensando con este centro de investigación está en las antípodas de lo que piensan desde el gobierno nacional en términos de hacía dónde va a llevar la ciencia y cuál es el rol del Estado”, concluyó Gastón Ghioni, subsecretario de Energía de la Provincia.  

En este predio se instalará además un sistema de bombeo solar y un sistema fotovoltaico para autoconsumo con conexión a la red de distribución local para la eventual inyección de los excedentes, conforme el Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública establecido por la Ley 15.325. Ambos sistemas estarán destinados a proveer agua y energía eléctrica mediante el uso de fuentes renovables para abastecer la demanda del  edificio.

Se realizó el acto de inicio de obra del primer Centro de Energías Renovables ubicado en el Campus Tecnológico de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), en Gonnet. El evento contó con la presencia del presidente de la CIC, Roberto Salvarezza; el director ejecutivo del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico, Alejandro Villar; el subsecretario de Ciencia e Innovación Tecnológica de la cartera productiva bonaerense, Federico Agüero y el subsecretario de Energía, Gastón Ghioni. 

La crisis en la producción se profundiza: se desplomaron los motores de la economía

Los 13 insumos de la construcción que mide el Indec tuvieron caídas en enero. El promedio de todos da un desplome generalizado que carece de precedentes en al menos los últimos 12 meses y que, encabezado por el asfalto, casi duplica el de diciembre: -21,7% en relación con enero de 2023A la industria manufacturera también le fue mal: bajaron 14 de los 16 sectores que releva el organismo, lo que representa una disminución anual de 12,4% en enero, la octava consecutiva desde mayo.

Es la magnitud de la recesión en que ha entrado la Argentina, algo que a los industriales les preocupa incluso más que el comportamiento de los precios, y que en gran parte de los casos se explica en el ajuste del Gobierno y en un proceso que empezó en la última parte del gobierno de Alberto Fernández: muchas empresas venían acumulando stock para sacarse los pesos de encima y ahora, ante la caída en el consumo, directamente dejan de producir.

En la construcción influye principalmente la paralización de la obra pública que dispuso el presidente, Javier Milei. “El que tiene stock lo convierte ahora en plata; lo liquida como puede, porque nadie compra”, explica Javier Madanes Quintanilla, dueño de Aluar, fabricante de aluminio que produjo en enero un 50% menos que durante el mismo mes del año pasado. Fate, su otra compañía, tuvo una baja del 35 por ciento.

La crisis ocupa gran parte de las conversaciones del mundo de la producción, que conviven a su vez con el optimismo que se detecta en el ámbito de las finanzas: la brecha cae, el Banco Central recupera reservas y baja el riesgo país. Hace una semana, en la reunión semanal de la Unión Industrial Argentina, casi no se habló de otra cosa que de la parálisis en las plantas. Ayer, la entidad fabril publicó su encuesta mensual y expone el estado de ánimo. Por primera vez desde enero de 2022, por ejemplo, más de la mitad de los consultados (53%) dice tener retrasos en al menos uno de los pagos: salarios, proveedores, compromisos financieros, servicios públicos o impuestos. Y hay un 7% que no pudo hacer frente a ninguno de ellos; es el doble que la media habitual.

Las proyecciones tampoco mejoran para febrero, sino todo lo contrario: el índice de expectativas industriales que hace la UADE, un trabajo que suele anticipar el comportamiento de la actividad porque expresa muchas veces las decisiones de los gerentes de compras, dio ese mes 38,2, bastante por debajo del 42,8 que había registrado en enero. “Si está por debajo de 50 anticipa una caída; si lo supera, viene una expansión”, explica Fausto Spotorno, coordinador del Instituto de Economía de la universidad.

Por orden de incidencia en el nivel general, los 14 sectores fabriles que bajaron son “Alimentos y bebidas” (6,4%), “Sustancias y productos químicos” (12,1%), “Maquinaria y equipo” (33,5%), “Industrias metálicas básicas” (19,3%), “Otros equipos, aparatos e instrumentos” (32,5%), “Productos minerales no metálicos” (15,6%), “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras” (24,6%), “Productos de metal” (15,2%), “Madera, papel, edición e impresión” (7,9%), “Productos de caucho y plástico” (12,1%), “Prendas de vestir, cuero y calzado” (13,9%), “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes” (12,4%), “Productos textiles” (9,5%) y “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear” (1,3%). Sólo subieron “Productos de tabaco” (14,1%), probablemente por la exportación y la producción informal, y “otro equipo de transporte” (7,8%).

Dante Sica, economista de la consultora Abeceb, que trabaja hace años con el sector industrial, anticipa para la Argentina un primer semestre complicado y, dice, una recuperación desde entonces y sólo para los sectores más dinámicos y de mayor inversión: energía, minería, agro. “Esperamos una recesión corta y profunda”, define, y agrega que a los de electrónica, línea blanca, prendas de vestir o calzado les va llevar más tiempo porque el consumo y los salarios van a seguir cayendo.

Lo anticipa un informe de Abeceb que proyecta menos ingresos disponibles para compras: los gastos para transporte, combustibles, servicios públicos y alquiler, que se llevaban 40% del salario en 2023, subieron ahora al 60%. “Hay muchas actividades sobreestoqueadas -agrega Sica-. Las empresas compraban mercadería para sacarse los pesos de encima y ahora tienen menos demanda. Es lo que pasó a Acindar: paró las plantas porque el tipo del corralón tiene acero hasta en los ojos”.

Parte del comportamiento que explica el ex ministro de la Producción se da también en la construcción. Pero ahí lo más relevante fue el ajuste que viene aplicando el Gobierno: la fabricación de asfalto, el insumo por excelencia de la obra pública, descendió 62%, más que ningún otro, y la encuesta que hace el Indec entre empresarios tampoco promete mejores perspectivas. Entre las contrastistas del Estado, el 76% piensa que la obra pública va a disminuir entre febrero y abril de este año.

En los otros insumos también hubo caídas: yeso (40,6%), hierro redondo y aceros para la construcción (38,6%), hormigón elaborado (28,6%), cemento portland (19,9%), mosaicos graníticos y calcáreos (18,5%), ladrillos huecos (18,1%), cales (12,6%), pisos y revestimientos cerámicos (,10,7%), pinturas para construcción (10,4%), grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción (9,1%), placas de yeso (7,3%) y artículos sanitarios de cerámica (3,7%).

Spotorno cree que lo que viene será duro porque los consumidores tampoco están dispuestos a gastar. “La gente sobreconsumió: como el año pasado era caro comprar dólares, ahorraron menos y destinaron recursos a otros consumos, como restaurantes”, dice, y anticipa que la recuperación no vendrá por un incentivo en la demanda sino, en todo caso, por una normalización macroeconómica.

Esa es, en realidad, una coincidencia de todo el establishment económico, y acaso el único dato alentador de la encuesta de la UIA. Mientras en 2022 la mayor parte de los consultados veía mejor que hoy a su empresa, algo menos al sector y muy mal al país, ahora la ecuación parece haberse invertido: una de cada dos espera que tanto la situación propia como la del sector y del país mejoren en el transcurso de un año.

Francisco Olivera

Empieza el montaje del tanque reflector del RA-10 en el Centro Atómico Ezeiza

Luego de su llegada desde Bariloche a Ezeiza, el tanque reflector del RA-10 fue izado hasta el nivel de la pileta del reactor. En el acto estuvieron presentes autoridades nacionales y de la CNEA. También representantes de las empresas que participan en la construcción.

El Centro Atómico Ezeiza este martes fue el escenario de un nuevo hito del desarrollo nuclear argentino. Con una enorme grúa fue izado el tanque reflector al nivel correspondiente a la pileta del reactor RA-10, para que próximamente comience su instalación.

Este momento histórico fue presenciado por el secretario de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación, Carlos Guberman; el subsecretario de Evaluación Presupuestaria, Enrique Pinedo; la directora nacional de Inversión Pública, Marina Barbeito; junto a la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis; personal del organismo que trabaja en el proyecto y representantes de las empresas nacionales que participan en la construcción del reactor. También estuvieron presentes representantes de la Secretaría de Energía de la Nación y los vicepresidentes de CONICET Claudia Capurro y Alberto Baruj.

El Ing. Nuclear Herman Blaumann, gerente del proyecto del RA-10, recibió a los visitantes con una explicación en la que señaló que «el tanque reflector es un componente crítico por su ingeniería de construcción. Allí se distribuyen los neutrones para todas las aplicaciones del reactor y después de su instalación se inicia la etapa de montaje de internos de piletas. Todo empieza a converger, no solo la obra en sí, sino también la fabricación de los elementos combustibles; el informe de seguridad para tener la licencia de para comenzar a funcionar, y el plantel de operación del reactor. De manera que nos vamos acercando a la puesta en marcha, que esperamos que pueda comenzar el año que viene”.

Blaumann mencionó también a cada empresa que contribuyó a hacer realidad este reactor, desde la que se ocupó de la obra civil hasta la que construyó una nueva subestación eléctrica para dotar al Centro Atómico Ezeiza de la potencia extra que va a necesitar no solo para el RA-10, sino para todos sus otros proyectos.

El tanque reflector del RA-10 fue fabricado por INVAP en el Centro Atómico Bariloche, desde donde fue traído por tierra hasta Ezeiza. Es el corazón del reactor junto con su núcleo y su componente más complejo. Su función será contener el agua pesada que reflejará los neutrones producidos en la reacción en cadena, así como albergar los dispositivos para aprovechar esos neutrones en las diferentes aplicaciones previstas en la instalación.

Este tanque pesa 2.540 kilogramos, tiene 2 metros de diámetro y 1,4 metro de alto. Su construcción, un proceso que demandó 32 meses de trabajo, implicó un gran desafío tecnológico que lo convierte en una pieza de ingeniería única en su tipo. Está hecho de aleación de zirconio (Zircaloy), un material que soporta la emisión de neutrones sin deteriorarse. Su diseño se definió en función de los requerimientos de los futuros usuarios del reactor y sus implicancias en cuanto a volúmenes, flujo neutrónico y condiciones de operación.

“Hay muy pocos países en el mundo que puedan generar un producto como este tanque y que fue hecho en los talleres de INVAP en el Centro Atómico Bariloche”, destacó Adriana Serquis. Antes había explicado que esto se logró gracias a un ecosistema nuclear que nació en 1950 con la CNEA “que tuvo la visión de que esta tecnología podía llegar a tener usos inimaginables, como ser aplicada para tratamientos médicos o para la detección de enfermedades complejas, como el cáncer, fines para los que hoy se utilizan los radioisótopos”, puso como ejemplo. “Todo esto requiere conocimiento, calificaciones y una experiencia que se fue conformando a lo largo de muchísimos años y de muchas generaciones. Esa capacidad que tenemos como país es única y no hay que perderla”, enfatizó.

La instalación del tanque reflector es una tarea de gran precisión y permitirá el inicio del montaje de los internos de la pileta del reactor. Una vez completado este último trabajo, se llenará la pileta y, en enero de 2025, comenzarán los ensayos preoperacionales para después continuar con la puesta en marcha.

Se espera que el RA-10 estará operativo en 2026. Para entonces, producirá radioisótopos de uso médico para el país y el mundo, así como también silicio dopado para la industria electrónica. Además, tendrá como instalación asociada el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN), donde se podrán desarrollar avanzadas técnicas de investigación útiles en los campos de las ciencias básicas, la salud y la industria. También contará con un Laboratorio para Estudio de Materiales Irradiados (LEMI), que permitirá que la CNEA amplíe sus capacidades para producir y calificar nuevos combustibles y componentes para futuros reactores nucleares experimentales y de potencia.

Dura carta de 68 premios Nobel a Milei: preocupación por la ciencia argentina

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El exministro de Ciencia y Tecnología Daniel Filmus compartió este miércoles una carta firmada por 68 ganadores del Premio Nobel en el que manifiestan al presidente Javier Milei preocupación por la eliminación de la cartera de Ciencia y Tecnología, posibles recortes dentro de área y el despido de empleados administrativos del CONICET.“Vemos como el sistema argentino de ciencia y tecnología se acerca a un peligroso precipicio, y nos desesperan las consecuencias que esta situación podría tener tanto para el pueblo argentino como para el mundo”, señalan el escrito de menos de dos páginas, que agrupa a referentes de la medicina, química y física.

En el documento, que está dirigido además al jefe de Gabinete Nicolás Posse y el presidente del CONICET Daniel Salamone, se expresa “temor” porque “Argentina haga a un lado a los científicos y sus estudiantes”. “Nos preocupa que la dramática devaluación de los presupuestos para el CONICET y las universidades nacionales no solo refleje una dramática devaluación de la ciencia argentina sino también la devaluación de los argentinos y el futuro de la Argentina”, se advierte.

En calidad de científicos internacionales, insisten en “haber presenciado las contribuciones transformativas de la Argentina en materia científica”.

En esa línea, enumeran: “Si no fue por la ciencia argentina, las causas del cáncer de pulmón y diabetes seguirían siendo un misterio por décadas. Si no fuera por la ciencia argentina, careceríamos del conocimiento y tecnología que permita a un país con pluviosidad modesta alimentar a su población y el mundo. Si no fuera por la ciencia argentina, no contaríamos con elementos clave para nuestro entendimiento del universo, desde el desarrollo de un simple virus hasta sus átomos”.

Justificándose en avances fruto del trabajo de la comunidad científica argentina, los 68 premios Nobel afirman que “devaluar o cancelar la ciencia argentina sería un grave error”. “Cualquier economía moderna como la Argentina debe poder generar nuevas tecnologías enfocadas y aplicar otras ajenas en contextos locales”, insisten.

“Seríamos ingenuos si no comprendiéramos que cualquier país que dependa solo de este espíritu perdería su independencia económica. Pero sin una infraestructura para la ciencia, un país desciende a la indefensión y la vulnerabilidad. Sin desarrollar su propia tecnología para avanzar ni capacitar a las personas o desarrollar la infraestructura necesaria para el conocimiento científico y tecnológico de problemas nacionales y regionales, ¿en qué situación quedaría Argentina?”, se preguntan.

Y vuelven a resaltar: “Argentina es el único país de la región que ha desarrollado su propia vacuna Covid-19, construido y lanzado satélites de comunicaciones, y diseñado y construido reactores nucleares de última generación. Ocupa el puesto 10 del mundo en número de empresas de biotecnología, un logro sorprendente que promete grandes avances en medicina y agricultura. Los científicos argentinos destacan en muchas áreas, como la geología, la paleontología, la bioquímica, la biología molecular, la inmunología, la ecología, la física, la arqueología y los estudios medioambientales, atmosféricos y sociales”.

La carta concluye con un pedido al jefe de Estado. “Le instamos respetuosamente a que restablezca los presupuestos de las restricciones impuestas recientemente al importantísimo sector de la ciencia y la tecnología de su país. La congelación de los programas de investigación y la disminución del número de becarios de postgrado y de jóvenes investigadores provocarán la destrucción de un sistema que costó muchos años construir”.

Uno por uno, los premios Nobel que firmaron el documento

El escrito lleva la rúbrica de los ganadores del Nobel de Química Thomas R. Cech, Martin Chalfie, Aaron Ciechanover, Walter Gilbert, Richard Henderson, Avram Hershko, Roald Hoffmann, Brian K. Kobilka, Roger D. Kornberg, Yuan T. Lee, Robert J. Lefkowitz, Jean-Marie Lehn, Tomas Lindahl, Roderick MacKinnon, Paul L. Modrich, Jean-Pierre Sauvage, Richard R. Schrock, Sir John E. Walker, Arieh Warshel, Sir Gregory P. Winter y Kurt Wuthrich.

También firmó el ganador del Nobel de Economía Finn E. Kydland y los también laureados en el área de Medicina Harvey J. Alter, Werner Arber, Francoise Barre-Sino, Elizabeth H. Blackburn, Andrew Z. Fire, Jules A. Hoffmann, Tasuku Honjo, H. Robert Horvitz, Sir Michael Houghton, Tim Hunt, Louis J. Ignarro, William G. Kaelin Jr., Barry J. Marshall, Craig C. Mello, Edvard Moser, May-Britt Moser, Sir Paul M. Nurse, Stanley B. Prusiner, Sir Peter J. Ratcliffe, Charles M. Rice, Sir Richard J. Roberts, Michael Rosbash, Phillip A. Sharp, Susumu Tonegawa, Harold E. Varmus y Torsten N. Wiesel.

Por último, adhirieron a la moción los ganadores del Nobel de Física Barry Clark Barish, Steven Chu, Albert Fert, Andre Geim, Sheldon Glashow, David J. Gross, John L. Hall, Serge Haroche, Takaaki Kajita, Ferenc Krausz, Anthony J. Leggett, Michel Mayor, Konstantin Novoselov, Giorgio Parisi, Roger Penrose, William D. Phillips, H. David Politzer, Donna Stricland, Kip Stephen Thorne y David J. Wineland.

Redimec y Tandanor colaboran en el desarrollo de un VSNT para control marítimo

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Recientemente, Redimec desarrolló las pruebas de flotabilidad de un Vehículo de Superficie No Tripulado (VSNT) que se encuentra en una etapa inicial de construcción y que la empresa está desarrollando en colaboración con el astillero Tandanor.

Desarrolladas las pruebas de flotación y equilibrio, así como de estabilidad con carga, la próxima etapa es equipar el vehículo con la electrónica desarrollada en laboratorio, a efectos de prepararlo para las pruebas de controlabilidad y autonomía, con el objetivo de tener un vehículo finalizado, con ensayos realizados, a mediados del mes de abril de 2024.

Este proyecto responde al desafío de innovar para ampliar la capacidad de relevamiento en distintos cuerpos de agua, tanto interiores como abiertos. Hoy en día muchas de estas actividades de relevamiento y control están supeditadas a la contratación de empresas de servicio con embarcaciones operativamente costosas y algunas veces inadecuadas para ciertas operaciones de batimetría.

En respuesta a esta limitación, la empresa se planteó el objetivo de desarrollar una plataforma multipropósito, de relativo bajo costo de adquisición, bajo costo de operación, flexibilidad operativa y amigable con el ambiente.

Para ello la fuerza de Ingeniería de Redimec seleccionó todo el equipamiento de control, comunicación y sensado, desarrolló la ingeniería para la integración de los mismos, diseñó el sistema eléctrico y actualmente trabaja en la prueba e implementación a bordo de todos los sistemas junto con el desarrollo de un software dedicado. Este proyecto recibió apoyo del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación a través del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR)

El perfil de la embarcación en desarrollo está definido por las siguientes características:

– Modularidad y flexibilidad en la carga útil.
– Seguimiento autónomo de ruta de trabajo y puntos de ruta.
– Información y control remoto y en tiempo real.
– Propulsión eléctrica.
– Costo operativo mínimo.
– Amigable con el medioambiente.

Modularidad

Si bien inicialmente este prototipo fue concebido para relevamiento hidrográfico, estudios hidrodinámicos con ADCP (Acoustic Doppler Current Profiler) y geotécnicos SBP (Sub Bottom Profiler), también pueden instalarse sensores medioambientales para convertir la plataforma en una estación dinámica, que compruebe a su paso calidad de aire, calidad de agua, presencia de hidrocarburos en agua y otras variables.

Más allá de esto, su flexibilidad y concepto modular permite embarcar equipamiento para las más diferentes misiones, incluso de defensa y seguridad, por ejemplo: AIS, cámaras de inspección remota (rango visible y térmico), radar o sonar lateral para inspección de embarcaciones y estructuras (apto para operaciones contra tráfico de drogas).

Para la implementación del equipamiento de a bordo, la plataforma cuenta con un puente y una capacidad de carga de 350 kg. La flexibilidad de carga útil y el soporte a nivel local permite pensar en un uso escalable de acuerdo con las misiones que se pretendan cubrir.

Autonomía y control

Desde la genética del proyecto se contempló la implementación a bordo de un piloto automático y el seguimiento autónomo de rutas y/o patrones de navegación, a través de la programación de puntos de ruta en un software de cartografía electrónica embebido en una computadora de misión (MC) abordo.

Esta MC envía información al piloto automático para las correcciones en ruta. Además, recibe parámetros de estado de salud de los diferentes sistemas (baterías, consumo de motores, consumo de equipamiento de misión, entre otros), que permiten la supervisión en tierra de estatus de misión.

Como medio alternativo de control se previó un sistema de gobierno manual que según especificaciones podría alcanzar un rango de control hasta 10 Km, lo que estará supeditado a las pruebas de campo (propagación, absorción, rebotes y altura de antenas). En pos de facilitar el seguimiento se planeó la instalación de una cámara de video para visualización frontal remota.
La embarcación brindará información y podrá ser controlada en tiempo real a través de un enlace de radio. Para optimizar operaciones, latencia y ancho de banda, la computadora con el software de captura estará a bordo. Esta computadora se podrá controlar remotamente en tiempo real a través del enlace de radio mediante VNC (Virtual Network Computing).

Es en este campo que el equipo de I+D de Redimec se encuentra desarrollando un software dedicado que permite el intercambio de información y comandos desde el puesto de supervisión en tierra al equipamiento de a bordo.

Complementariedad y cobertura

Con tan solo cuatro metros y medio de eslora, dos metros treinta de manga total y un puntal de 50 centímetros, la plataforma diseñada por Redimec y Tandanor, resulta fácilmente desplegable desde tierra o desde un buque madre y puede complementar embarcaciones o flotas existentes, desarrollando operaciones en zonas de acceso difícil o denegado para plataformas tradicionales.

Por otro lado, en la primera etapa de planificación, Redimec pensó este vehículo de superficie para relevamientos en rías de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde. Para que fuese apto para operar en este tipo de áreas protegidas se incluyeron motores eléctricos, lo que evita la emisión de gases o vertido de fluidos indeseables a la vez que no genera contaminación auditiva. Esto le da la condición de ?amigable con el medio ambiente?, y en este sentido, además admite la posibilidad de incorporar paneles solares para aumentar autonomía y sustentabilidad del vehículo.

Jugar de local

Si bien esta solución está basada en integración de equipamiento de otros fabricantes, se trata de componentes ampliamente probados en el mercado internacional, desarrollados por firmas a las que Redimec representa localmente.

Esto garantiza integración bajo los estándares de dichos fabricantes, pero con ingeniería y mano de obra nacional, lo que es sinónimo de mantenimiento y soporte local durante todo el ciclo de vida con la posibilidad de entrenamiento para su uso a cargo del desarrollador.

Desde la presidencia de la empresa expresan: Con el rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología, el VSNT es un medio indispensable para realizar tareas en el mar. Además, la principal ventaja de los VSNT es que son inteligentes. Los VSNT individuales pueden realizar tareas de adquisición de inteligencia, búsqueda y rescate en superficie y exploración de recursos marinos, mientras que los VSNT agrupados pueden realizar tareas de detección y formación cooperativa, escolta inteligente y otras tareas operativas. Esto nos plantea un desafío actual y futuro, que estamos dispuestos a enfrentar.

La implementación de este desarrollo permitiría la transferencia de conocimiento de fabricantes, el despliegue y afianzamiento de capacidades locales y sirve de base para futuros desarrollos. Se trata sin dudas de un proyecto que más allá de su funcionalidad concreta, aporta a la soberanía científico-industrial y territorial de la Argentina.