Viene el dengue. Y no hay acción contra los mosquitos Aedes

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La preocupación cero por la salud pública no es marca exclusiva del gobierno de Javier Milei. Sólo que la está llevando a terreno desconocido. La temporada de dengue 2023-204 cerró con 583.297 casos oficiales y 419 muertos, pero la Dra. Andrea Gamarnik, del Instituto Leloir del CONICET, cree que los infectados fueron millones. En tal caso, la mortalidad fue mucho mayor y la sabe el Dr. Magoya, notable epidemiólogo.

Gamarnik no habla al cuete. Es más, generalmente no habla, hace. La ANMAT acaba de autorizar su último desarrollo en diagnóstico, que se suma a sus desarrollos previos en Covid (ver aquí). Ésta vez se trata de un test de detección instantáneo de las cuatro cepas del virus del dengue. Obviamente va a servir para que los contagiados diagnosticados que evolucionen a graves se enteren a tiempo de qué les está pasando. Si se pierde el tiempo y no se contienen los síntomas agudos, empiezan las hemorragias múltiples y difusas, y fuiste.

El nuevo kit de Gamarnik permite aislar a los infectados, para que no infecten a la población de mosquitos que todavía no es portadora. Y por último, podría ponerle números precisos al tamaño de una pandemia que en Argentina se multiplicó por ocho desde 2019, pero se triplicó del anteúltimo verano al último.

La vacuna antidengue desarrollada por el laboratorio japonés Takeda, válida para las 4 cepas virales del dengue, había sido aprobada por la ANMAT en 2023. Inmuniza contra infección al 61,2% de los vacunados, e impide la hospitalización del 84,1%. Pero de campañas masivas, olvídate cariño. El precio al público de la dosis anda por los $ 94.000, y se necesitan dos.

Mientras se escatimaba en vacunación, el país entero se quedó sin repelentes para mosquitos. Los laboratorios provinciales de Santa Fe, San Luis, Formosa, Chaco y la provincia de Buenos Aires que fabricaban repelentes con base a DEET colapsaron y el mercado quedó en manos de la marca Off, de Johnson. Hermoso momento monopólico.

Y fiel a su nombre (que puede leerse como «rajá»), el Off desapareció de anaqueles para venderse en el mercado negro a precio de locos. Sí, la libertad avanza, y sobre tumbas.

Eso sucedió sin que el impasible, ignoto, remoto y finalmente efímero Ministro de Salud 1.0, Mario Russo, hiciera nada salvo farfullar las imbecilidades propias de su palo: descacharrar, pero eso no es cosa del gobierno. ¿Vacunarse? El que quiera garpar, pero no con la mía. Y vestir colores claros, usar mangas largas y joderse.

Desde el 3 de noviembre lo reemplaza un cardiólogo y gerenciador de sistemas de salud, Mario Lugones, cargo agravado por haber sido consejero en las sombras del actual gabinete. Vino precedido por su fama de negar autorizaciones de diagnóstico y tratamiento en la Fundación Güemes. Se va un Mario, entra otro, el 2.0. El 3.0, si llega, tal vez sea incluso más temible.

Los Ministros de Salud de este gobierno probablemente no aspiran a terminar mandato en 2027. Es probable que eso lo impida la coincidencia de un ajuste despiadado sobre la salud pública, y la tropicalización del clima en las 5 megalópolis argentinas. Tendremos más mosquitos Aedes aegyptii, difíciles de combatir porque son intradomésticos: fumigar en las calles es puro «pour la gallerie» de intendentes que quieren al menos fingir acción de gobierno. Pero es posible que los Ministros de Salud, pararrayos de impopularidad bien ganada, se vuelvan fusibles de reemplazo rápido.

Otra cosa sería diseminar mosquitos machos esterilizados con rayos gamma, o de ambos sexos, pero infectados en forma deliberada con bacterias del género Wolbachia. Usando ambas técnicas en forma masiva, el extremo norte y más tropical del estado australiano de Queensland acaba de declararse libre de dengue, primera vez en más de un siglo.

¿Hay mosquitos? Sí, pero menos que antes, y los que hay no son portadores de dengue. Los mosquitos se liberaban al ambiente urbano en vasos de plástico colgados de los árboles o de los postes de alumbrado, uno cada 50 metros, en muchos casos por los vecinos. Es caro, pero funciona. Como las vacunas de Takeda.

Aquí la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) estuvo liberando unos 80.000 machos de Aedes aegyptii irradiados por semana en el Barrio Uno, contiguo del Centro Atómico Ezeiza. No se conocen resultados epidemiológicos del programa, que se venía planificando durante años anteriores. Más allá de su continuidad en el tiempo, el problema es el alcance geográfico limitado del experimento: es probable que el impacto clínico, si lo hubo, no sea fácilmente medible: la población que trabaja o estudia a distancia del Barrio Uno seguramente tuvo amplia oportunidad de contagiarse fuera del mismo. Lo que se buscó es que haya menos mosquitos, punto.

En teoría, la población de mosquitos Aedes aegyptii debería declinar de modo medible con la liberación de machos infértiles. Las hembras son las únicas que pican: usan las proteínas de la sangre humana para multiplicar su puesta de huevos. Los machos son más «hippies»: se alimentan sólo de polen, puro flower power. La eficacia del método se debe a que la hembra se aparea una única vez en su corta vida (de unos 90 días). Y cuando lo hace con un macho irradiado pone huevos infértiles.

La técnica de la infección deliberada de mosquitos con Wolbachia parece, en teoría, aún más incisiva: los machos infectados infectan a las hembras sanas, las hembras infectadas a los machos, y lo que sigue parece magia: misteriosamente esta bacteria parece vacunar a las hembras contra la portación de virus del dengue. Tal vez incluso de los de la fiebre amarilla, el zika y la chikungunya. Las hembras pueden volverse portadoras sanas no infectantes, porque el virus no logra colonizar sus glándulas salivares, que te inyectan un mix de moléculas anticoagulantes y anestésicas. ¿Te pican? Sí, cuando se te va el efecto. Y te rascás y puteás, pero no te infectás.

Wolbachia es un género con miles de especies, dado que aparentemente es el parásito de la clase de artrópodos más diversificada y extendida del planeta: infecta a entre el 40 y el 60% de los insectos que conocemos. Obviamente, elegir qué especies usar para «vacunar» más eficazmente a qué mosquitos y contra qué es un tremendo desafío científico, técnico y social.

Los australianos ya saben cuáles especies funcan bien: repartieron billones de mosquitos infectados con ayuda activa de 165.000 pobladores desde 2011 a 2017 en las regiones urbanas y periféricas de Cairns y Townsville, y los nuevos casos de dengue bajaron un 93%. En 2019, habían desaparecido, incluso tras 5 años de no renovar la campaña. Todavía no se sabe la efectividad en zika, chikungunya y fiebre amarilla.

Obviamente, ninguna de ambas técnicas tiene viabilidad si detrás de su implementación no está el estado nacional, para garantizar su continuidad en el tiempo, su extensión en la geografía, y la aceptación y colaboración de los vecinos. En general, la población urbana argentina no está ni enterada de que existen estos métodos de abatimiento de la población de mosquitos y la del virus. Tampoco sabe que probaron efectividad. Porque reclamaría que no es el momento de hacer experimentos amarretes para comprobar lo sabido, sino campañas.

El gobierno parece el primer interesado en que nadie lo sepa, no sea que tenga que gastar un mango.

LES DEBEMOS UN CEMENTERIO. ¿TERMINARÁN SIENDO DOS?

Dato a tener en cuenta: a los Aedes aegyptii los porteños les debemos un cementerio. El mayor del país.

Estos bichos vinieron desde África, debido a que Buenos Aires fue un próspero mercado de esclavos durante los siglos XVIII e inicios del XIX. Los Aedes hoy son la argentinidad al palo, porque bajaron de los barcos, como dicen que dijo uno que dicen que fue presidente. Bajaron de los barcos negreros, origen de tantas fortunas y abolengos porteños.

Y se encontraron con una población blanca, india, criolla y mestiza virgen. Ñam-ñam.

En 1871 causaron una epidemia gigantesca de fiebre amarilla. Mató, entre el verano y un bruto rebrote otoñal, al 8% de la población de la ciudad. De 20 muertos por día en Baires se pasó a 500 y los cementerios se colmaron rápidamente.

¿Hubo fiebre amarilla antes? Sí, varios brotes, pero la prepotencia epidémica de la plaga de 1871 llegó a la zona centro del país desde Paraguay, con el retorno masivo de los soldados obligados a marchar a aquella guerra necesaria. Necesaria para el Reino Unido, que detestaba que el Paraguay tuviera industria propia, pero no deuda, y para el Imperio Brasileño, cuyas plantaciones se habían quedado sin esclavos.

Argentina no ganó nada, salvo alinear a punta de bayoneta a las provincias del NOA y NEA admiradoras del progreso tecnológico y la autonomía económica de Paraguay. Este disciplinamiento interno costó unos 30.000 soldados muertos. Entre ellos hubo un número desproporcionado de descendientes de esclavos, dado que en el pobrerío rural y orillero criollo, los negros eran, por portación de cara, los que menos lograban evadir los reclutamientos forzosos al voleo. Y toda esa gente murió más de fiebre amarilla que de balazos paraguayos.

No bien la fiebre amarilla bajó hasta Corrientes, ante los primeros casos locales el honorable presidente de la Nación (Domingo F. Sarmiento) y el gobernador bonaerense Emilio Castro y el municipal, Narciso Martínez de Hoz se rajó de la capital hacia las lindas quintas de fin de semana de Belgrano. No estuvieron solos en la heroica fuga: los acompañó la Corte Suprema en pleno, los cinco ministros del Poder Ejecutivo Nacional y la mayor parte de los diputados y senadores.

Entonces, Belgrano era un municipio entre rural y cheto, con bosque y quintas a horcajadas de las barrancas hacia el río. La estación de tren estaba separada del núcleo de la epidemia por una decenas larga de kilómetros de campo. Para los Aedes, al menos en 1871, fueron una barrera geográfica: son bichos flacuchentos y débiles, inaptos para la intemperie rural o volar a distancia.

Allí en Belgrano nuestros próceres organizaron gobierno (es un decir).

A contramano de la prensa, que negaba la existencia de la fiebre amarilla, el poeta y periodista Evaristo Carriego llamó a una asamblea popular en la actual Plaza de Mayo. E increíblemente le salió, colmó el lugar, llamado entonces Plaza de la Victoria.

Aquella asamblea, al más puro estilo de la Comuna de París, nombró a una comisión de dirigentes, entre ellos el médico Adolfo Argerich, y el abogado Roque Pérez, para administrar la ciudad y la epidemia. Por lo pronto, hubo que sacar los muertos que se pudrían en conventillos y casas donde no había quedado nadie con vida, y enterrarlos en algún lado. Además, hubo que organizar a la policía, carente de órdenes, para evitar los saqueos de tanto domicilio vacío.

La Comisión debió adoptar medidas bravas, a veces brutos palos de ciego: no se había establecido que los mosquitos Aedes aegyptii fueran vectores del virus de la enfermedad, ni que estos se criaban a torrentes en las zonas cenagosas de la cuenca del Riachuelo. A saber, la medicina de entonces no conocía siquiera la idea de vectores o de virus, y no había aceptado la teoría de que las enfermedades infecciosas estuvieran causadas por microorganismos.

Entre los palos de ciego, estuvo la idea de incendiar los inquilinatos más afectados: los de San Telmo, Monserrat, Barracas y los pantanos, zanjas y saladeros del sur de la ciudad. Si eso sirvió de algo, también lo sabe el célebre epidemiólogo, el Dr. Magoya.

Pero entre las muchas urgencias acertadas, «La Comisión» expropió 7 hectáreas de la estancia de veraneo del Colegio Central, la llamada Chacarita (o chacra chica) de los Colegiales, y la volvió el mayor cementerio del país. El futuro Colegio Nacional Buenos Aires perdió así la quinta de veraneo de sus estudiantes venidos de provincias remotas, y dos municipios muy rurales y de extramuros pasaron a llamarse definitivamente Colegiales y Chacarita.

El improvisado enterratorio fue servido logísticamente por la línea del «tranguay» Lacroze, hoy la línea de subtes B, que en horario nocturno transportaba los muertos dejados en la vereda por sus familiares, y envueltos en trapos. Y es que en la ciudad ya no quedaban ataúdes, ni carpinteros vivos o que no se hubieran pirado. Se las tomó un tercio entero de la población fija. Las calles estaban vacías.

Aquel otoño se registraron hasta 564 entierros en un día. Algunos, demasiado apresurados, de gente que salió de su sopor febril en la fosa común y dando alaridos, cuando ya le caían encima las primeras paladas de cal.

Las dos figuras más recordadas de La Comisión, Naón y Argerich, «la quedaron» porque se quedaron: los mató la fiebre amarilla haciendo de gobierno de una ciudad, una provincia y un país sin gobierno alguno. Los recuerdan una corta avenida en Belgrano R y un enorme hospital en La Boca.

Cantidad de médicos murieron, resignadamente heroicos, en sus puestos, administrando medidas terapéuticas en general ineficaces contra una fiebre inespecífica de tantas, que mataba -como tantas fiebres-, de hemorragias internas y fallo multiorgánico por deshidratación, entre diarreas y vómitos. Faltaban algunos años para que el médico cubano Carlos Finlay estableciera que el Aedes aegyptii transmitía la fiebre amarilla y no «el aire corrupto» de los pantanos. A Finlay, por tanto pantano desecado y tanta vida humana ahorrada, lo nombraron 7 veces para recibir el Nobel. Jamás se lo dieron.

La acción más recordada de gobierno de Sarmiento durante la epidemia fue ordenar al Ejército que acorralara, en sus barrosos barrios de Barracas al Sur, a las familias de los muchos excombatientes del Paraguay, con orden de no dejarlos salir y de tampoco suministrarles agua o víveres. Nuestro país trata como la mierda a sus veteranos de guerra, no es asunto nuevo. Tampoco su racismo. Separados los morochos y orilleros del sur del resto del país por una línea de bayonetas, los mosquitos dieron cuenta de ellos. Fue una limpieza étnica, como se dice hoy, y no la primera.

Pero a todo esto estaban llegando los fríos otoñales de Mayo, y los mosquitos y la fiebre amarilla estaban remitiendo, y Sarmiento pudo volver a La Rosada. Como dicen los libertarios, y en realidad el chiste antes se aplicó largamente a los radicales, los problemas se dividen entre los que no arregla nadie y los que se arreglan solos. Si las guerras de los rusos las gana el General Invierno, al gobierno del Domingo Faustino lo salvó el Coronel Otoño.

Para no contarle al Padre del Aula sólo las cagadas, al año siguiente Sarmiento empezó un tremendo programa de saneamiento. Consistió en la primera red de agua potable, la primera red cloacal y la pavimentación de la ciudad para eliminar lodazales. Para ello tuvo que contratar a un ingeniero inglés, John Bateman, ya que los argentinos, a diferencia de los británicos, al parecer no nacen ingenieros y jamás saben usar una pala.

La sanidad pública nació, entonces, concesionada a gringos, hasta que en 1912 Roque Saénz Peña, refractario y pelucón como era, la tuvo que nacionalizar para que no se limitara a cobrar y rascarse el higo.

Don Roque es el mismo presidente que estableció el voto obligatorio y anónimo. Refractario y pelucón como era, ya sabía que los presidentes impopulares elegidos a fraude caían en insurrecciones generales. Para más INRI, la de 1890 que, había barrido con Miguel Juárez Celman. Sáenz Peña sabía también que en una emergencia sanitaria ningún gobierno argentino podría sobrevivir inaugurando sólo cementerios.

Con tanta obra de saneamiento como hizo el estado nacional, los mosquitos Aedes no murieron, pero empezaron a tener problemas habitacionales. Otras ciudades del interior hicieron lo propio. La fiebre amarilla no volvió nunca al país, al menos no en esa escala. La tenemos cerquita, sin embargo, con 100.000 casos en Brasil.

Los Aedes aegyptii hoy transmiten no sólo la fiebre amarilla y el dengue, sino la chikungunya y el zika, virus jodidos que dejan secuelas, a veces transgeneracionales, y que recién estamos empezando a conocer. La última vez que en la Reina del Plata estos mosquitos tan polivalentes fueron combatidos con alguna eficacia por algún gobierno fue en los años ’60.

Si hay que señalar a presidentes de la Nación, entre mis recuerdos infantiles hay mucha acción pública contra los mosquitos en épocas de Arturo Frondizi y de Arturo Illia, radical pero médico. Y qué médico.

Es casi obvio que Ramón Carrillo, el Ministro de Salud de Perón, estuvo en ese lote, cuando yo no había nacido. Es probable que esté siendo injusto con otros presidentes y sanitaristas que, mal o bien, creían o al menos sabían que tenían que gobernar, y mal o bien, lo hacían. Las campañas de salud y la obra pública son caras de la misma moneda. Pero además, son caras.

Sin embargo, como demostró el gobierno de Milei por el absurdo durante el Primer Gran Dengue Nacional del verano pasado, las opciones son peores. Cuántas maldades hizo después Milei, que aquella tan «de movida» y tan letal, ya se olvidó. Aunque se preanuncia la segunda temporada. No se la pierda.

En aquellas épocas de mi infancia se fumigaba a lo bestia con DDT, y todavía era sumamente eficaz. A lo bestia significa que se fumigaba hasta en los floreros de las tumbas de, fijate vos, La Chacarita.

Desde 1962, estos mosquitos Aedes dejaron de verse, tanto adultos como huevos y larvas. No era que no hubiera otras especies reemplazantes, y a patadas, como el Culex pipiens. Pero ninguna especie es vectora de tantos virus y tan letales. Los inviernos eran más largos y fríos, y los huevos de Aedes no habían desarrollado resistencia a las heladas, que las había.

Incluso con los flojos inviernos de esta década, el virus se estableció y parte de los Aedes porteños de hoy ya nacen portadores de dengue, y sus huevos se han hecho resistentes al poco frío de la Reina del Plata. Resultan tan domésticos, tan entrañables, tan de volar bajito y picarte los dedos de los pies cuando te estás haciendo un mate en patas, que casi son de la familia. Volvieron de los ochenta de la mano del cambio climático, y en 1995 sacaron ciudadanía en el AMBA y no los paró nadie. Por suerte, el actual gobierno decretó que el cambio climático no existe: estamos salvados.

Según la reproducción incontrolada de los Aedes en el AMBA, lo que no ha existido desde hace décadas es gobierno. Al menos, en esta materia. Llamar a descacharrar es de lo más correcto, pero si la pobreza y el trabajo en negro multiplican la vivienda precaria, o los basurales, es hablar al cuete.

Lo que descubre uno, leyendo el nuevo mapa de la costa de Benavídez y de Tigre, es que los muchos barrios cerrados al estilo de Nordelta, con sus grandes lagunas interiores, van a ser criaderos gigantes de Aedes.

Las técnicas de liberación masiva de mosquitos machos existen desde los años ’50. Han erradicado la mosquita mediterránea de la fruta en Mendoza, y no ha sido fácil. Se necesita mantenimiento continuo de campaña, o el bicho vuelve.

Con mosquitos urbanos, parásitos especializados en el ser humano, y de yapa intradomiciliaros, el desafío sería, cuando lo haya, mucho más bravo. Pero (ver Queensland) el éxito es posible, aunque no sea total, y va a costar guita y a las campañas habrá que hacerles bambolla. Si alguien viene a liberar mosquitos machos a mi barrio, o peor aún, a timbrear, pero sin ser anunciado por el adecuado estrépito de medios y de redes, lo más probable es que mis vecinos lo saquen a patadas.

Las técnicas son seguras: los mosquitos irradiados con gamma no irradian, y el género bacteriano Wolbachia ha estado en contacto con los humanos, vía insectos, desde que existimos. No parece afectarnos. La única ventaja de estos métodos tan activos y caros sobre los meramente químicos es indiscutible: en pocos años los insectos evolucionan para escaparse de cualquier molécula tóxica que les tires, pero no tienen tiempo de hacerse inmunes a la esterilidad artificial inducida, y mantenida continuamente. Darwin no los ayuda.

Ahora hay un test rápido, el de la Dra. Gamarnik y el Instituto Campomar, que depende del CONICET. El test sirve para detectar la infección con dengue con precisión, rapidez y bajo costo. También hay, por primera vez, un gobierno públicamente opuesto a la acción o noción misma de gobierno, y sumamente interesado en que no nos enteremos de cuánta gente se agarró el dengue.

Es un alivio saber que ahora el Ministerio de Salud ya no está en manos de un mero inepto sino de un ajustador puro y duro. Tal vez sea hora de inaugurar otro gran cementerio.

Alivia también mi alma saber que ya hay vacunas esenciales en peligro por las restricciones de presupuesto en salud , un bajón que enunciamos de un 35%, número ilusoriamente bajo, sabemos que es más. Por caso, la vacuna triple viral infantil contra la rubéola, las paperas y el sarampión. Esta última enfermedad fue la eruptiva respiratoria más contagiosa y más letal antes de que conociéramos el Covid.

El sarampión epidémico deja cantidad de chicos con secuelas neurológicas de ceguera y/o sordera, y también cognitivas y motrices. A los adultos, cosa que tiende a olvidarse, los puede matar rápido y bien. Por las dudas, cuando los colimbas entraban al servicio militar, se ligaban otra triple: en una cuadra donde duermen doscientos o trescientos soldados, el sarampión se puede propagar como fuego por bosque seco.

Aquí había desaparecido. Pero volvió al país con los ajustes en vacunación infantil de Mauricio Macri, ese precursor.

Daniel E. Arias

INVAP se convirtió en S. A. Su directorio se prepara ante el posible ingreso de nuevos accionistas

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Esta semana se conoció que Invap, el instituto que desarrolla y fabrica tecnología nuclear, espacial y médica dejó de ser una sociedad del Estado rionegrino para convertirse en  una sociedad anónima. Esto se interpretó como un paso previo a la privatización ya que habilitaría la entrada de nuevos accionistas. Por este motivo, su directorio trabaja en un nuevo estatuto para “minimizar” el impacto que podría tener la nueva forma jurídica. 

Este cambio en la forma societaria, aclaran fuentes cercanas a la empresa, fue realizado para adaptarse a lo dispuesto en el DNU Nº70/2023, que elimina la figura jurífica de “Sociedades del Estado”. No implica, en principio, una privatización ni un cambio en su propiedad. La provincia de Río Negro continuaría siendo el único accionista de Invap, manteniendo así el control total.

Un portavoz de la empresa dijo que lo que hacen es Wadaptar su forma societaria por obligación del DNU 70/2023 pero no cambia ni la propiedad ni la gobernanza compartida con Comisión Nacional de Energía Atómica“.

De todos modos, el cambio a Sociedad Anónima Unipersonal podría facilitar la entrada de nuevos accionistas, por lo que en Invap están trabajando en un nuevo estatuto que blinde a la empresa de ciertos efectos. Está previsto que el directorio de Invap emita un comunicado oficial en los próximos días para aclarar la situación y disipar las dudas generadas en torno a la transformación jurídica.

Las especulaciones surgieron a raíz de una presentación de un “hecho relevante” en la Comisión Nacional de Valores (CNV) referido a la asamblea del pasado 28 de octubre en referencia a la transformación de la empresa provincial en S.A.U. “El gobierno de @JMilei y sus aliados locales que sostienen el DNU 70/23, permiten que hoy el @invapargentina se convierta en Sociedad Anónima con el fin de privatizarla”, publicó en X el senador rionegrino Martín Doñate. 

“En la Asamblea General Extraordinaria del 28 de octubre de 2024 (la ”Asamblea“), la Sociedad ha resuelto transformarse en sociedad anónima unipersonal con efectos legales, contables y fiscales, a partir de que se apruebe el nuevo estatuto social, a fin de dar cumplimiento a lo requerido por el DNU N° 70/2023”, informaba la carta rubricada por la responsable de relaciones con el mercado, Ana Cabrera.

Asimismo, en el documento se agrega que “la Asamblea ha resuelto pasar a un cuarto intermedio a reanudarse el 20 de noviembre de 2024 a las 14:00, a fin de considerar la consecuente reforma de estatuto y el balance especial de transformación”.

Invap es una empresa argentina líder en el desarrollo de tecnología de alta complejidad, con una trayectoria de 48 años y más de 1.700 empleados. La empresa desarrolla y fabrica una amplia gama de productos, incluyendo reactores nucleares, satélites, radares y centros de medicina nuclear, y tiene clientes en los cinco continentes. Debido a su éxito y sus ingresos multimillonarios, Invap nunca necesitó aportes estatales.

Comentario de AgendAR:

INVAP no es un instituto sino una SE, una Sociedad del Estado, y necesita tanto un socio privado como Ud. y yo un tiro en la frente.

Tal como en el caso de nuestra otra SA nuclear del estado, NA-SA, lo que no se les perdona es el éxito, y máxime en empresas que son estatales. Ya porque prueban con su existencia la imbecilidad libertaria, ya porque existiendo también el desarrollo nuclear argentino siempre irritó a los EEUU, en la actual situación geopolítica, el que compre INVAP o NA-SA las va a cerrar, desguazar, o ambas cosas.

Y si legalmente sólo accede al 49% del capital accionario, no hace falta que repitamos que si le das el 49% de tu casa a un tigre, no sos el propietario. Sos el almuerzo.

Este empresa relativamente chica se apropió del mercado mundial de reactores mundiales multipropósito en 2000, cuando estaba por cerrar (por tercera vez) y tenía sólo 350 empleados. Sostenida en los 6 años de piso económico que le dio haber ganado la licitación por el reactor OPAL de Australia, INVAP diseñó, testeó, construyó y desplegó todo el sistema de radarización nacional, el militar y el aerocomercial.

A eso le sumó el diseño y despliegue del Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (SINARAME), diseñado a pedido del Servicio Meteorológico Nacional para dar alertas previos de tormentas severas. Cubre casi todo el territorio nacional.

La radarización comercial, militar y meteorológicas, por su grado de despliegue son únicos en la región. De yapa, cada unidad de cualquiera de estos sistemas costó entre la mitad y un tercio que las de los proveedores habituales (países de la OTAN). Su mantenimiento es más rápido y barato, porque los repuestos y el service están aquí. Ya se exportaron radares a Nigeria.

Como otra estrategia de diversificación para no morir, INVAP venía construyendo desde 1996 todos los 7 satélites de observación de la Tierra de la CONAE, y en 2006 se le añadió la construcción de los 2 ARSAT, satélites geoestacionarios de telecomunicaciones. Jamás falló ninguno.

Las incursiones de INVAP en tecnología dual, de control de grandes espacios -otra diversificación forzada por la quietud del mercado nuclear- son algo que cierto par de embajadas perdona incluso menos.

Junto con la cordobesa FixView, INVAP dotó de cámaras estabilizadas por giróscopos para vigilancia, búsqueda y rescate de los aviones patrulla de la Armada. El mismo par de socios diseñó los sensores del Pucará Fénix, remotorizado y dotado de un radar de apertura sintética, de cámaras de navegación nocturna y de un «data link» encriptado para comunicarse con otras unidades aéreas, terrestres o de mar. Estaba obviamente hecho para patrulla armada todo tiempo, y podía servir como sucedáneo de algo que la Fuerza Aérea no tiene: aviones AWACS, comandos de control aéreo de batalla.

A añadir a la lista de pecados duales de INVAP, el primer helidrón argentino, el RUAS-160, pensado para aeroaplicación automatizada y precisa en campos e incluso quintas. El RUAS es de pala doble contrarrotativa, sin «boom de cola». Está pensado también para operar desde las superficies minúsculas, obstruidas y sin hangar de todas las unidades de superficie de la Armada y la Prefectura Naval que carecen de helicópteros.

«Last but not least», INVAP refundó el terreno de los drones, dominado por aeromodelos de control remoto, a una serie de sistemas totalmente informatizados y de vuelo semiautónomo o totalmente autónomo. Fue el proyecto SARA (Sistema Aéreo Robótico Argentino).

SARA era una chica ambiciosa pero sistemática. Empezaba con un modelo de demostración de 17 kg. movido por un motor naftero de cortadora de pasto, y pasaba por drones medianos y gigantes de hasta 20 horas de autonomía, y motores pistoneros diseñado ad-hoc por Oreste «El Mago» Berta, el preparador de la Escuadra Torino que ganó en Nürbürgring. Pensado para cumplirse en 10 años, SARA terminaba con el Blanco Aéreo de Alta Velocidad, cuya plataforma a turbina tipo turbofan en la práctica podía servir perfectamente como misil crucero, antibúnker o antibuque. Poca felicidad causó la SARA en Port Stanley y en Whitehall.

SARA se lanzó entre 2014 y 2015, los dos años en que la firma barilochense estuvo a cargo de resucitar la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA).

Todos los satélites geoestacionarios programados uno cada tres años, y todos los programas aerorrobóticos duales referidos fueron abortados por los gobiernos de Macri. También la compra de radares, incluso los meteorológicos, y se jugó a no pagar los ya entregados y en servicio, con el objetivo claro de fundir la empresa, que vive de lo que vende. Hubo escándalo y el gobierno nacional tuvo que pagar. Lo hizo tarde y mal. Todavía había Parlamento, ¿recuerda? Aquel poder a veces casi independiente.

Lo que necesita INVAP es un estado argentino que no abdique de su función primaria, defender el territorio, la población y su economía, y se esfume en una rosada nube tóxica de multinacionales e intereses coloniales. Ignoro cómo puede defenderse legalmente INVAP de una adquisición hostil, ahora que perdió el régimen de Sociedad del Estado.

Con esa figure legal de SE, sobrevivió a cuatro intentos de quiebra promovidos alevosamente desde el Poder Ejecutivo. ¿Debo nombrar los presidentes? Pasando la película hacia atrás, Javier Milei, Mauricio Macri, Fernando de la Rúa y Carlos Menem. En posición de no hundir el barco pero tampoco dejarlo navegar, Alberto Fernández y Raúl Alfonsín. Fundada por Franco Varotto en 1974, la casi increíble trayectoria de exportaciones nucleares de INVAP se mantuvo durante 29 años de gobiernos democráticos a veces indiferentes y en general francamente hostiles a la empresa.

Un modo de entender la valía de la figura SE es que hasta Milei, INVAP logró sobrevivir a toda esa murga con ayuda del estado. Del estado peruano, del argelino, del egipcio, del australiano, del saudí e incluso del holandés. En todos esos lados vendió sus reactores de producción de radioisótopos e investigación, y jamás ganó una licitación por precio o financiación, sino por calidad de oferta tecnológica.

Y a pura calidad le sopló licitaciones en las narices a los hasta entonces patovicas de ese nicho de mercado: General Atomics (EEUU), Atomic Energy Commission of Canada Ltd (Canadá), Areva (Francia), Rosatom (Rusia), Hitachi (Japón), Kaeri (Corea del Sur), y siguen las firmas. Digamos que la empresa ha juntado algunos enemigos poderosos. Si a eso le sumamos un par de embajadas de la OTAN (sí, ésa y también la otra) que la ven como posible punto de apoyo para la reinvención de la vieja industria militar argentina, los de Bariloche son una rana que, lejos de escaparse de una olla que viene calentándose sin prisa ni piedad, ha logrado adaptarse y sobrevivir bien al agua hirviente. Si levantás la tapa de la cacerola, te guiña un ojo. Después de todo, ha durado más que tres expresidentes que aspiraron a enterrarla.

Supongo que Milei esta vez va a probar la sartén o el fuego.

¿Pueden defenderla de una compra hostil el estado provincial de Río Negro o la actual dirección de la CNEA, sus accionistas formales por el momento? Si pueden es especulativo, lo evidente es que no quieren. La CNEA paró todas sus obras estratégicas (la central nuclear compacta CAREM en el predio de las Atuchas, y el reactor de producción RA-10.

Río Negro debería defenderla: no tiene ninguna otra empresa de tecnología. Pero como retrato de su clase política, que no es mejor que la nacional pero la anticipa, aupada por Alberto Fernández le cedió 625.000 hectáreas de territorio por 75 años a una megaminera australiana, Fortescue, para fabricar…. ¿¿hidrógeno?? Levante la mano quién quiere hidrógeno. ¿Nadie? ¿Y oro, cobre, níquel, vanadio y tierras raras? Apa, demasiados.

Cierro esta reflexión con una anécdota. Como los australianos son por ahora políticamente antinucleares y en 2000 tenían la cabeza lavada y limada por Greenpeace, la ANSTO (Australian Nuclear Science and Technology Organization), tuvo que tomar precauciones durísimas para elegir al ganador de la licitación por su nuevo reactor, el actual OPAL. Por ello, en lugar de un jurado, hicieron varios: uno para evaluar la termohidráulica de cada oferente, otro para los sistemas de seguridad, otro para la capacidad de producción de radioisótopos, otro para la irradiación de silicio para chips, etc. etc.

Era un modo de blindar el resultado de la licitación ante una prensa nacional que anticipaban escarbardora como un pollo, lista para desenterrar cualquier matufia, y absolutamente adversa a la existencia misma del reactor.

Cada jurado operaba en total aislamiento de los otros, y enviaba su calificación de uno a diez puntos al Board of Directors de ANSTO. Allí los tipos estaban preocupadísimos. Sistemáticamente, cada comité le iba otorgando nueve o diez puntos a la oferta de INVAP. Cuando ésta empezó a ventajear por cabeza y cuello a la canadiense, el novedoso reactor MAPLE, esclava la muchachada del ANSTO de su autoinflingida decencia, el capo de la constructora australiana asociada a INVAP para la obra civil, John Holland-Evans Deakin, se llevó a un aparte al Ing. Héctor «Cacho» Otheguy.

– Mirá, Cacho- le dijeron- venimos ganando por muerte, pero no quieren darnos el contrato.

– ¿¿Y POR QUÉ CARAJO NO??- se sulfuró Cacho, que en general no perdía los estribos.

– Uffff… ¿Cómo te explico? Look here, mate… Más cerveza, mozo, por favor… Aquí nadie sabe si la Argentina va a seguir existiendo en 2001 o 2002. ¿Se entiende? Pinta que no. Y nadie quiere una obra parada y un cambio de proveedor en medio de la obra.

No sé cómo, pero INVAP ganó pese a todo, entregó el reactor OPAL funcionando, y chiquito como es, llegó a producir el 40% del suministro mundial de radioisótopos y el 10% del silicio irradiado de la industria microelectrónica de alto rendimiento. Es considerado el mejor del mundo. Gana guita a espuertas. Y con sus radiofármacos salvó millones de vidas en tres continentes. Y nos permitió ganar en Holanda y Arabia Saudita contra los mismo oponentes.

Sucede siempre.

La AECL canadiense, que en 1988 había jurado enterrar a INVAP, en cambio, quebró. Si hay licitación y va INVAP, EEUU directamente no se presenta.

Cacho Othegui se nos murió medio joven: el cuore no le aguantó tanta biaba. Pero su empresa, y la de Varotto, poblada de Maradonas y Messis de la tecnología argentina, sigue ahí, más resiliente a la intemperie argentina que un adoquín, y así de dura de masticar.

¿Se entiende por qué la quieren borrar?

Daniel E. Arias

Río Negro y Neuquén ponen vallas a la privatización de cuatro represas 

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Las provincias de Río Negro y Neuquén reclamaron al Gobierno nacional el traspaso del 51 por ciento del paquete accionario de las empresas hidroeléctricas Alicurá, Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila, ubicadas en la zona del Comahue sobre las cuencas de los ríos Limay y Nuequén, y que Javier Milei quiere privatizar en un plazo de 180 días (que ya está corriendo) con la venta del 100 por ciento de los activos de las cuatro firmas. 

Los estados patagónicos plantean que la reforma constitucional de 1994 estable que los recursos naturales pertenecen a las provincias y que esto pone fin a las concesiones de las represas otorgadas en 1993, que ya están vencidas. Si la Casa Rosada no responde, los gobernadores de ambas provincias impulsarían un proyecto de ley, que tendría un amplio aval en el Congreso, en busca de sostener el control mayoritario de las empresas sobre su recurso hídrico común y frenaría el proceso privatizador. Las cuatro represas patagónicas (construidas con los recursos del Estado nacional) aportan una tercera parte del 35 por ciento que representa la producción de energía eléctrica que generan más de 70 hidroeléctricas de distintos tamaños de todo el sistema interconectado del país.

El planteo ante el gobierno nacional fue formalizado el viernes pasado por la senadora nacional rionegrina Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro y alineada con el gobernador Alberto Weretilneck y cuyo reclamo también representa la postura del mandatario neuquino Rolando Figueroa. Allí propone modificar el artículo primero del decreto 718 del 9 de agosto de 2024 firmado por Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que establece la privatización del total del paquete accionario de las cuatro represas “dentro de 180 días corridos” de su entrada en vigencia.

Silva propone que Nación solo pueda disponer de venta del 49 por ciento del capital accionario de las cuatro hidroeléctricas, a través –como dispone el decreto presidencial—“de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas en coordinación con la Secretaría de Energía, ambas dependientes del Ministerio de Economía llamará a Concurso Público Nacional e Internacional”. Mientras que “el 51 por ciento restante del capital accionario será traspasado a las Provincias de Río Negro y Neuquén conforme la ley que lo autorice”.

“Weretilneck tiene una relación muy estrecha con el gobernador de Neuquén (Figueroa) y lo que hemos conversado es que lo que hay que hacer, a nuestro criterio, es una mesa de negociación conformada con las dos provincias y a la Nación. La Nación en su momento, hace más de 30 años hizo la inversión que devino en las represas pero los recursos naturales con los que se produce la energía eléctrica son recursos de nuestros territorios”, sostuvo la senadora Silva.

Las provincias sostienen su reclamo en el derecho a la propiedad de los recursos naturales que estableció la reforma Constitucional del ’94. “Muchos de los puntos de la convención del ’94 fueron negociados minuciosamente por los dos grandes partidos políticos, la UCR y el PJ, pero hubo otros que no se negociaron y dejaron en libertad a los convencionales para que los trabajaran. Uno de ellos fue el relacionado con el ambiente y los recursos y se estableció que los recursos naturales son propiedad de las provincias”, argumentó la senadora rionegrina ante este diario y agregó: “Lo que pasa es que cuando las represas se dieron en concesión fue en 1993”. “Es la primera vez que esto va a ocurrir”, sentenció.

Concesionarios vencidos

Hoy las cuatro represas patagónicas que suman una capacidad instalada de generación eléctrica superior a los 4.000 MW están en manos de concesionarios privados –tras distintos pases de manos desde el ’93— y cuyas concesiones están vencidas.

Tres de ellas están sobre la cuenca del Río Limay. Alicurá (aporta el 11 por ciento de la energía hidroeléctrica del país) es operada por la empresa estadunidense AES, cuya concesión venció en 2022. La empresa italiana Enel opera El Chocón –que incluye el regulador Arroyito— (15 por ciento) y su concesión también expiró en 2022. Piedra del Águila (18 por ciento) es operada por la compañía argentina Central Puerto, con la concesión vencida en 2023.

La cuarta, Cerros Colorados, ubicada sobre el Río Neuquén antes de su confluencia con el Limay, está en las manos de la empresa argentina Aconcagua, que opera en la generación de energía (500 MW) y en la regulación hídrica de toda la región agrícola, cuya concesión venció en 2021.

Disputa

Todas ellas están bajo la órbita de las compañías estatales Enarsa (Energía Argentina NA) y NASA (Nucleoelétrica Argentina SA), que son parte del paquete de las empresas a privatizar incluidas en la Ley Bases del Gobierno libertario y aprobada por el Congreso. Una ley que, aún con diferencias, respaldaron los legisladores que responden a los gobernadores de Río Negro y Neuquén.

— La Ley Bases incluyó la privatización de Enarsa ¿no tuvieron en cuenta que esto incluía a las represas? —preguntó PáginaI12 a la senadora.

–En ese momento sí nos dimos cuenta de eso y hablamos sobre el tema. Hubo conversaciones y negociaciones que llegaron a un punto. Ahora es el momento de avanzar un poco más. Dentro de un contexto existente, donde no pareciera que el Gobierno Nacional es muy negociador, muy sui géneris con lo que se propone y el federalismo no le produce ninguna emoción ni pareciera que tuviera muchos rasgos federales— respondió Silva.

— Si no hay respuesta del Gobierno ¿se podría transformar en un proyecto de ley?

— Si, si. La verdad es que hay diferencias en cómo vemos algunas cuestiones pero somos varios legisladores los que estamos interesados en que si no hay respuesta esto se convierta en un proyecto de ley. Creo que en esto no habrá distinción de fuerzas políticas, por ahí de fundamentos: un partido provincial como el que yo represento pone el acento en el federalismo y los grandes partidos nacionales lo pondrán en otros temas, pero en lo que sí estamos de acuerdo es que las dos provincias deben tener participación en el destino de estas cuatro represas.

— El planteo es que las provincias mantengan el control mayoritario del paquete accionario. ¿Cuál es la intención: privatizar o mantenerlo bajo el control de los estados provinciales?

— Hay mucho de lo que se puede hacer y analizar. Lo que las provincias quieren es tener injerencia en la disposición que se haga en el uso de estos recursos. Sabemos que la energía es hoy un tema candente en el mundo y su producción a través del uso del agua, el gas o el viento.

— ¿La idea sería no privatizarlas?

— La idea es que den posibilidades de conversar. Pero las dos provincias en general no tienen propuestas privatizadoras. Por el contrario, como provincias patagónicas, el Estado tiene alta injerencia y los patagónicos creemos mucho en la presencia del Estado porque lo vemos cotidianamente, está en todas nuestras actividades, entonces sabemos lo que significa. 

Miguel Jorquera

Las exportaciones de petróleo crecieron un 64%. Chile, el principal destino. Crítica de AgendAR

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Las exportaciones de crudo argentino continúan su escalada, impulsadas principalmente por el desarrollo de Vaca Muerta. Durante los primeros siete meses de 2024, los envíos de petróleo al exterior experimentaron un crecimiento del 64%, superando en un 53% el promedio del año anterior. 

Este notable aumento se debe en gran medida al incremento de la producción en la Cuenca Neuquina, que alberga uno de los yacimientos de shale más importantes del mundo. El otro exportador, aunque en menor medida, fue la Cuenca del Golfo San Jorge, ubicada en la porción central de la Patagonia, ocupando parte de las provincias de Santa Cruz y Chubut.

Un dato destacable es que Chile se consolida como el principal destino de las exportaciones de petróleo argentino, superando a Estados Unidos. Este cambio en la dinámica comercial refleja la creciente integración energética entre ambos países y las ventajas logísticas de esta ruta.

El podio de los compradores de petróleo argentino

La reactivación del Oleoducto Trasandino (OTASA) que conecta la cuenca neuquina con la refinería de ENAP en Bíobío, fue fundamental para el aumento de las exportaciones al país vecino. 

Según datos difundidos por la Secretaría de Energía de la Nación, a lo largo de 2024, las exportaciones a Chile generaron 1.244 millones de dólares, representando cerca del 35% de los ingresos totales por ventas de crudo.

En segundo lugar, Estados Unidos registró compras por 1.233 millones de dólares, seguido por Brasil, que adquirió petróleo argentino por 441 millones de dólares.

Nota de AgendAR:

Desde que el presidente Carlos Menem construyó ductos de gas desde Loma de la Lata a distintas latitudes de Chile, pasaron cosas.

Una notable fue que Loma de la Lata se despresurizó. Debería haberse agotado recién en 2046, porque cuando el presidente Raúl Alfonsín lo puso en línea, YPF calculaba que éste, su yacimiento estrella, tenía 60 años de gas suponiendo que el PBI tuviera un crecimiento continuo del 6% anual. Repsol y Chile parece haber tenido algo que ver en esa muerte tan juvenil del mayor horizonte de «gas fácil» en la historia nacional y del subcontinente.

En 2018 (y esto lo publicamos aquí en AgendAR), tuvimos la grata sorpresa de saber que, por los mismos ductos y por decisión del mejor Ministro de Energía de la Shell, le estábamos comprando gas a Chile al doble del precio al que le vendíamos desde Vaca Muerta, la nueva estrella regional de «gas difícil». Sí, claro, las variaciones de oferta y demanda estacionales, blablabla, qué va a hacer. Era (es) un negoción. Para Chile. Y para las traders. Una de las cuales era, sorpresa, de la Shell.

Para vivir de lujo y repartiendo gas a lo Qatar, parafraseándolo al lamentado Aldo Ferrer, nos sobra casi toda la población y casi todo el territorio. Los emires no son problema, esos los generamos.

¿Se repetirá la historia de Loma de la Lata? Los hechos muestran que desde que los hidrocarburos ya no son de la Nación y te los administran distintos Magoyas, no es tan difícil matar como ternera una Vaca que, por nomenclatura, ya se admite Muerta.

Pero nos encanta vender energía barata y sin valor agregado. Genera trabajo. En otros países.

Total, aquí sobra.

Daniel E. Arias

La provincia de Buenos Aires lanzó el Plan Verano para evitar cortes. Habrá revisión tarifaria

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La provincia de Buenos Aires inició el proceso de Revisión Tarifaria Integral (RTI) para el servicio público de distribución de energía eléctrica de las cuatro distribuidoras provinciales de energía: Edelap, EDES, EDEA, EDEN, a partir de la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución 1133/2024.

El objetivo de la Provincia es llevar a cabo una nueva RTI de características estructurales. “Se busca definir un plan de inversiones que garantice un servicio eléctrico de calidad, actualice la infraestructura según la demanda actual, y reafirme el rol activo del Estado provincial en el control de las empresas”, precisaron desde el gobierno provincial.

Según informaron desde la Provincia, otra de las metas que persigue la RTI es mejorar los parámetros de calidad del servicio y al mismo tiempo garantizar a los usuarios tarifas asequibles y geográficamente homogéneas. A su vez, destacaron que “la revisión se propone modificar la estructura tarifaria hacia un modelo más transparente, que garantice la equidad en la asignación de costos y que de señales claras para la racionalización del consumo”.

Revisión tarifaria

Las distribuidoras que presentan servicio en la provincia deberán aportar toda la información y/o documentación que le sea requerida por la Subsecretaría de Energía de la provincia en los plazos que para cada caso se determinen.

El proceso de RTI se inicia conforme a lo establecido en la Ley N° 11.769 del marco regulatorio de energía eléctrica, que exige realizar Revisiones Tarifarias cada cinco años.

No obstante, debido a la emergencia económica, administrativa y energética provocada por la pandemia en 2020, se implementó una prórroga que culminó con la implementación de una etapa de transición tarifaria que se mantiene hasta la fecha. La última RTI se realizó en el año 2017, durante el gobierno de María Eugenia Vidal.

Es por esto que desde el gobierno provincial aseguraron: “La Provincia se encuentra ante la oportunidad de proyectar un plan concreto que garantice una verdadera mejora en los servicios públicos de energía eléctrica”.

Plan de verano

Además de la RTI, el gobierno provincial presentó el «Plan de Verano» para atender la demanda de energía durante el período estival y evitar los cortes de suministro. El subsecretario de Energía bonaerenseGastón Ghioni, explicó que la iniciativa consiste en que la Provincia junto con las distribuidoras y cooperativas llevará a cabo un diagnóstico y «en los lugares donde haya problemas de transporte y distribución se contratarán nuevos equipos de refuerzo”.

En los picos de mayor demanda se sumarán 20 megas para abastecer cinco puntos estratégicos de la ProvinciaCarmen de ArecoPergamino9 de JulioGeneral Viamonte Mar del Tuyú. «Estos equipos impactarán no solo en el servicio de dichas localidades sino también en las regiones lindantes», detallaron desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires.

La ANMAT aprobó un test nacional para detectar el virus del dengue

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La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó el primer test de antígeno nacional para el diagnóstico de dengue en Argentina: el kit Detect-AR Dengue. Este desarrollo es un logro del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir, dirigido por la investigadora del Conicet Andrea Gamarnik, en colaboración con el Laboratorio Lemos, que se encargará de su producción y comercialización. La aprobación de este test cobra gran relevancia tras la temporada pasada, cuando la Argentina registró un brote sin precedentes de la infección, lo que subraya la necesidad de herramientas accesibles y efectivas para diagnosticar la enfermedad.

El kit Detect-AR Dengue utiliza una técnica de Elisa (método de laboratorio usado para detectar la presencia de antígenos o anticuerpos en una muestra) para detectar el antígeno viral NS1, una proteína característica del virus que se encuentra en el torrente sanguíneo de los pacientes durante la fase aguda de la infección. Esto permite identificar cualquiera de los cuatro serotipos del virus en pacientes que ya presentan síntomas, como fiebre, dolor de cabeza y molestias musculares, pero que podrían confundirse con otras enfermedades. La posibilidad de confirmar el diagnóstico mediante un test específico es crucial, dado que el dengue puede evolucionar hacia formas graves y potencialmente mortales, como el shock hemorrágico. Aunque no existe un tratamiento específico para la patología, un diagnóstico preciso permite a los profesionales de la salud manejar los síntomas y prevenir complicaciones.

Para su aplicación, el test, que se debe realizar en un laboratorio de análisis clínicos, requiere una muestra de sangre, similar a la de un estudio de rutina, que se coloca en un pocillo recubierto con anticuerpos específicos para la proteína NS1 del dengue. Si esta proteína está presente en la muestra, queda retenida en el pocillo y genera un cambio de color, indicando un resultado positivo. Este proceso se realiza exclusivamente en laboratorios de análisis clínicos y no se vende directo al público debido a que la prueba de Elisa demanda personal capacitado y condiciones controladas. La naturaleza del test permite confirmar si una persona está cursando la infección en el momento de la prueba, pero no ofrece información sobre infecciones pasadas.

El desarrollo del kit fue una respuesta a las necesidades del sector de salud en la Argentina, particularmente en contextos de crisis sanitaria como el brote de principios del año pasado, donde la disponibilidad de insumos fue crítica. En palabras de Gamarnik, el equipo realizó una consulta con laboratorios clínicos antes de iniciar el proyecto, al detectar una fuerte demanda de métodos accesibles para identificar el antígeno viral NS1. En comparación con los métodos de determinación del ARN viral, como la PCR, esta técnica de Elisa tiene la ventaja de ser menos costosa y más sencilla, ya que no requiere de equipos complejos ni insumos adicionales. Además, es capaz de procesar hasta 96 muestras en simultáneo y proporciona resultados en un tiempo de aproximadamente tres horas, facilitando el diagnóstico rápido en momentos de alta demanda.

Hasta ahora, los test de Elisa disponibles en la Argentina para el diagnóstico del dengue eran importados, lo cual representaba un obstáculo en términos de costos y acceso. La producción nacional del Detect-AR Dengue, afirman los investigadores, no solo mejorará la disponibilidad de este tipo de herramientas en el país, sino que también permitirá un ahorro en importaciones y garantizará el acceso durante los brotes epidémicos. Belén García Fabiani, bioquímica y coordinadora del desarrollo, destacó que este test ofrece niveles de especificidad y sensibilidad comparables a los comerciales internacionales, cumpliendo con los estándares necesarios para su uso en laboratorios clínicos.

Según afirman sus desarrolladores, contar con este tipo de herramientas de producción local no solo facilita el diagnóstico en el ámbito clínico, sino que también fortalece el control sanitario y el seguimiento epidemiológico del dengue. En este sentido, Gamarnik enfatizó la relevancia de la cooperación entre el sistema científico y el sector de salud.

El kit será inicialmente producido en un lote de 500 unidades, lo que permitirá evaluar su aceptación y adopción en el ámbito clínico. Jorge Carradori, director técnico del Laboratorio Lemos, destacó que esta etapa es clave para consolidar su uso y su potencial de exportación en el futuro. Aún está pendiente la definición de un precio, pero se anticipa que será más económico que los test importados, lo que permitirá que tanto el sistema de salud público como el privado accedan a esta herramienta.

Alejandro Horvat

Argentina ¿proveedor global de GNL? Polémica en AgendAR

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Con un escenario exportador de petróleo mucho más despejado gracias a los proyectos de infraestructura en marcha, el gran tema de debate de esta Argentina Oil & Gas 2024 pasó por el GNL y los desafíos que tiene el país para convertirse en un proveedor global.

Siendo uno de los grandes jugadores gasíferos a nivel mundial, Shell aparece como una de las majors con mejores condiciones para convertirse en el socio que YPF necesita para desarrollar el ambicioso proyecto de licuefacción por 30 millones de toneladas al año.

En el marco de esa discusión, Forbes visitó el stand de Shell para preguntarle a su presidente, Germán Burmeister, qué hace falta para concretar este sueño que tiene toda la industria y cuál es la hoja de ruta de inversión en Vaca Muerta.

Llegaste hace muy poquito a la presidencia de la empresa en un momento en el que se están llevando a cabo discusiones claves para la industria energética del país. ¿Con qué te encontraste y qué es lo que te planteás para la empresa como objetivo macro? 

Creo que es un gran reconocimiento a la industria de haber puesto Vaca Muerta en el lugar en el que está hoy, generando esa expectativa de oportunidad para que sea algo transformacional para la economía argentina. Y yo creo que volver a la Argentina, ayudar a mi compañía siendo creativos a ser parte de un proceso de alguna manera u otra, la verdad, está buenísimo. 

¿Cuáles son los próximos hitos que se vienen en materia de shale oil y a dónde apuntás? 

Nosotros hoy producimos aproximadamente 50.000 barriles día, entre negocios operados e inoperados. Nuestro próximo objetivo es terminar una planta de procesamiento de petróleo y gas en algún momento del año que viene y llegar a 70.000 barriles día en un plazo de 12, 14 o 18 meses.

¿Qué nivel de inversión se requiere para esta etapa? 

Hoy por hoy nosotros estamos invirtiendo entre 500 y 600 millones de dólares al año. 

Teniendo en cuenta toda la infraestructura que está en marcha y la capacidad de evacuación que va a liberar. ¿Qué nuevas áreas tenés en mente para desarrollar? 

Yo creo que Shell tiene una posición muy atractiva en cuanto a posiciones en la cuenca. Estamos estudiando los diferentes escenarios de crecimiento que son dependientes de varios factores. El país, la macro, la infraestructura, las regulaciones, la cadena de valor, la competitividad, el recurso de capital humano. Entonces creo que son varios factores que pueden impactar. Yo creo que todos los proyectos grandes de infraestructura que se están anunciando son fundamentales, así que, como participantes de la industria, bienvenidos. 

Hasta ahora la decisión de la compañía fue enfocarse en la ventana del petróleo. ¿Les interesa empezar a volcarse también como productores de gas en este nuevo escenario? 

A nivel mundial somos uno de los grandes jugadores del GNL y de gas, ya sea de gas por gasoducto, pero principalmente el GNL. Creo que Argentina está entrando, o se está posicionando como un potencial proveedor del GNL a nivel mundial, que es bienvenido. Y bueno, nosotros como compañía y por el rol global que tenemos, es una oportunidad más que vamos a investigar. Particularmente, desde un punto de vista personal, con mucho detalle porque como argentino hay temas que ver a nuestro país creciendo, generando una pata más de la mesa, para una economía que tiene pocas. El deseo está en todos, yo creo que independientemente de quién lo haga o quién participe, acá nos beneficiamos todos. 

¿Lo ves factible? ¿Hay debería hacer el país para crear las condiciones para que esto suceda? 

Yo creo que Argentina se tiene que convertir en un país creíble, con reglas claras, una economía estable donde pueda atraer inversiones. El gran problema de la Argentina en las últimas décadas ha sido una falta de inversión. Elegí cualquier ruta nacional, son las mismas que hace 50 años. La Argentina está sedienta de inversiones. No ahora, hace décadas. Y yo creo que eso es lo que hay que cambiar. 

Pero quizás esos son cambios que requieren muchos años y la ventana de oportunidad de GNL no te da ese tiempo. ¿Cómo estás viendo esos plazos? 

Yo creo que hay una ventana. Después si es de dos, tres o cuatro años, cada uno puede tener su opinión. Pero esa ventana no es eterna y hay que aprovecharla. 

¿Qué novedades tienen en materia de exploración offshore? 

Cuando estábamos celebrando nuestro aniversario de 110 años recibimos el permiso por la declaración de impacto ambiental, que era fundamental para poder empezar la campaña sísmica. Esta ya ha sido contratada y creo que vamos a estar empezándola a fin de año. Son varios meses de trabajo, después de estudio y de análisis, para ver si se amerita el próximo paso. 

¿Cómo percibís la situación actual del país? ¿Te parece que hay cambios positivos para que el sector pueda desarrollar todo ese potencial que hablamos hace tantos años? 

No sé si es una buena analogía, pero varios granitos de arena hacen una playa. Entonces, yo creo que nuestra industria es una de las pocas, pero ojalá de las muchas, que el país necesita para el bienestar y para el crecimiento de todos los argentinos. Entonces, en eso prefiero mirar el vaso medio lleno y ver que nuestra industria va a contribuir positivamente al desarrollo del país. ¿Va a impactar a todos? No lo sé, pero va a impactar a muchos. Y eso ya es súper importante.

Fernando Heredia

Nota de AgendAR:

Dado que la Shell dirigió (vía el Ing. Juan J. Aranguren) el Ministerio de Energía, cuando hubo uno, no hay como preguntarle a empresa tan conocedora si tenemos un gran futuro en exportar GNL. Con tanto gas natural que Shell exportó barato a Chile para recomprarlo caro, tiene autoridad de sobra en materia de metano.

Demanda mundial de GNL hay, y en rampa. ¿Pero cuándo se mocha? La India desiste de importar GNL por caro, y seguirá quemando su propio carbón, que le sale unas cinco veces más barato por rendimiento térmico. ¿Ucrania tal vez siga haciéndonos muchos años el favor de no firmar la paz con Rusia? Por ahora en Kiev prefieren seguir haciéndose matar para que a la UE tenga el privilegio del GNL estadounidense y la electricidad carísima, y no vuelva jamás a tener la maldición del gas natural ruso barato, sin licuefaccionar y sin fletes caros de barco metanero. Pero tal vez los ucranianos se cansen, o quizás antes los europeos.

China se maneja a carbón propio, importa hidrocaburos pero rechinando los dientes, y tiene el programa nucleoeléctrico más expansivo de la historia mundial. By the way, India también, el segundo mayor del mundo.

Pakistán, aliado chino inmemorial, acaba de descubrir enormes campos de petróleo y gas en su «offshore». Esos horizontes tienen tres ventajas geopolíticas casi inmedibles: están entre las reservas número 3 y 4 en el orden mundial, el gran bloqueo houthi del Mar Rojo no los afecta, y quedan dentro de aguas territoriales incontestadas.

Cuando los pakistaníes desarrollen esta ayuda inesperada (no menos de 10 años, y se descuenta crédito chino) tienen tres alternativas logísticas para llevar gas natural a China. Tienen dos líneas nuevas de tren ya construidas para entrar en China con GNL licuado en Pakistán, o pueden tender gasoductos a tender a la vera de esos nuevos ferrocarriles para llevarlo como metano gaseoso. Ninguna es especialmente barata pero tampoco cara, máxime con chequera china, y ambas son territorialmente seguras.

Eso sería jugar a adrenalina cero. Pero si los pakistaníes se sienten audaces y capaces de soportar bloqueos en los «choke points» de Malaca y Singapur, que EEUU cerraría inmediatamente en caso de guerra con China. Sucedería si Taiwan se declara formalmente independiente. Por lo demás, EEUU aprovechó o causó, vaya a saber, la guerra de Ucrania para volverse la garrafa de GNL de la UE. Lo hace a partir de gas frackeado en una enorme formación pérmica (Permian) que abarca buena parte del Midwest, y está construyendo nuevas plantas de licuefacción sobre su costa Este para decuplicar su capacidad de pre-guerra. Y ya no le alcanza esa costa.

No son los únicos jugadores nuevos. El descubrimiento de petróleo y gas offshore en un área de 29.000 km2 de Guyana y Surinam va rumbo de exportar crudo por 1,3 millones de barriles equivalentes por día. «Equivalentes», porque por ahora los operadores, básicamente Exxon y la china CNOOC. separan el gas para reinyectarlo en los pozos y evitar que se despresuricen. Cuando les convenga, y si les conviene, lo licuarán para exportarlo. Chevron quiere su tajada y por ahora confía en algún arbitraje. Los guyaneses la miran por TV.

Guyana, con menos de 900.000 habitantes más bien pobres y juveniles (29 años de edad promedio) deja hacer y se limita a preguntarse qué clase de país inventar (o dejar que le inventen), eso tras 5 siglos de genocidios y miseria colonial, y con un PBI que de pronto está creciendo un 62% anual. ¿Cómo pueden evitar la famosa «maldición del recurso», a saber, exportás naturaleza bruta a lo grande, pero no le cae un mango de desarrollo integral y real a tu país? Cuando estás cabalgando un tigre no te podés bajar, como dicen en Avellaneda, pero tampoco fijarle el rumbo.

Cuando las empresas instaladas en el Mar de Guyana salgan a vender gas licuado, saldrán matando. Y si no lo hacen es porque quizás en diez o quince años haya exceso de oferentes. Desde que llegaron herramientas tecnológicas como la sísmica de alta definición y el fracking masivo, pintan gas y petróleo nuevos en países que jamás creyeron tener. Y al mercado del GNL ingresan hasta países sin gas, o con muy poco.

México, por ejemplo, se dispone a licuefaccionar excedentes de gas de fracking estadounidense. Estos sobrantes van destinados a China, para lo cual se construirá un ducto de 800 km. a través de la Sierra Madre, desde el «heartland» del Permian hasta Puerto Libertad, México, sobre el Pacífico. Eso evita tener que atravesar con barcos metaneros el Canal de Panamá, problemáticamente falto de fondo por falta crónica de lluvias en las selvas que alimentan el Lago Gatún. Salir hacia China desde México ahorra 11 días de tránsito, mayormente en espera a que llegue la autorización de cruce.

Con tanto nuevo oferente de GNL la Argentina tendrá mucha competencia. Demasiada como para dejar que le sigan manejando el negocio a estilo de 2018, cuando le compraba gas (argentino) a Chile a la mitad del precio al que se le vendía (a Chile), en tiempos de Juan J. Aranguren, el mejor ministro de energía de la Shell que tuvimos. Hasta ahora todo indica que se seguirá en esa dirección, incluido comprarnos nuestro propio gas como si fuera de las multis, y tres veces el precio de producción.

Fijarle el rumbo al tigre requiere del país que fuimos entre la fundación de YPF (1922) y el arranque del Proceso (1976). El país actual no lo logra. Guyana somos todos.

Por caso, veamos lo que pasó con Petronas, la petrolera estatal malaya. Hasta hace meses estaba asociada con YPF en un plan que data de años para sacar el gas de Vaca Muerta por Bahía Blanca. Pero con la asunción del presidente Javier Milei, nuestra mayor empresa federal quedó bajo dirección de un elenco puesto por Techint. Esta empresa es cortés: no devuelve regalos. Empezó el proceso con 30 firmas y lo terminó con 46 y hoy tiene más de 100 en 24 países. Es el grupo económico más beneficiado por todo lo que sucedió y no sucedió en el país desde 1976 a la fecha, pero juega en primera desde que compró (es un decir) la enorme acería estatal Somisa en tiempos de Menem. Su sede hoy está en la UE.

Tal vez por cortesía hacia el presidente Milei, que gentilmente le concedió a Techint dirigir YPF, y quizás no sin retribuir cumpliendo un mandato presidencial (a saber, joderle un poco la vida al gobernador más presidenciable, Axel Kiciloff), YPF quiso forzar a Petronas a construir su planta de GNL no en Bahía Blanca, según planes que ya cumplen 5 años. Minga, nada de Bahía Blanca, olvidate de Bahía Blanca.

Allí, en Bahía Blanca, hay una ciudad donde albergar al personal, ductos y puerto construidos, electricidad asegurada y un predio reservado desde hace años para la unidad de licuefacción. Pero de pronto, YPF no quiso saber nada de eso. Acaso por aquella vocación expedicionaria que tuvo hace un siglo, cuando fundaba ciudades, YPF decidió que la planta de GNL se hacía en Punta Colorada, Río Negro, llamada cómicamente «Puerto».

Búsquenlo en Google, lectores. Vean las imágenes satelitales. Allí sólo hay un ruinoso embarcadero de pellets de hierro, y los requechos de los hornos donde se los cocinaba, relictos de la extinta empresa minera nacional Hipasam. Fuera de ello, en Punta Colorada no hay agua, ciudad o electricidad, y menos que menos un puerto. Nunca hubo mucho, pero desde que se fue Hipasam, ahí hay nada. Pero en cantidades.

Detalle al pie, en Punta Colorada también faltan 694 km. de gasoducto que habría que tender desde Fortín de Piedra, lugar de Vaca Muerta que provee el 20% del gas natural de Argentina, concedido a, ejem, Tecpetrol, de Techint. Como el intempestivo puerto y el ducto añadían U$ 30.000 millones, y de pronto los tenía que garpar Petronas. Pero eso no estaba en el libreto original, y los malayos hicieron mutis por el foro, sin portazo, pero…

Cosa que no despeinó a nadie en YPF. Ésta mantiene el proyecto de exportar petróleo y licuar gas de Fortín de Piedra en Punta Colorada, pero ahora con Tecpetrol en lugar de Petronas, lo cual lo vuelve un asunto interno de Techint: Fortín de Piedra bien podría llamarse Fortín de Rocca. Acaso para hacer menos familiar la cosa, se añadió Shell, que se compromete a comprar un tercio del GNL producido

Horacio Marín, ex Techint y hoy presidente de YPF, está saliendo a pasar la gorra para conseguir capitales externos. Algo me dice que el estado terminará endeudándose para que Techint y la Shell inventen un puerto privado de petróleo y gas en medio de un páramo.

De yapa, el paramo es un sitio complicado por sus vientos y corrientes de marea, bastante salvajes. Ya a Hipasam le costaba bastante embarcar pellets de hierro, a las apuradas, cuando la marea subía sus habituales 8 metros, y lo hacía en barcos que rara vez rascaban las 50.000 toneladas de peso muerto, pero más de una vez, el fondo de restingas. Si te agarraba una bajante o un viento del NO, el encallamiento de un mineralero de aquellos en las restingas no habría sido grave: los pellets no contaminan a distancia.

Pero para los no geógrafos, el límite sur del Golfo de San Matías es península Valdés, el mayor activo turístico internacional del país en la costa patagónica. Fue declarada «Patrimonio de la Humanidad» por la UNESCO en 1999. La península mueve un negocio de avistaje de fauna de alrededor de 240.000 visitantes/año, cuando al dólar se lo deja flotar. Los hoteleros y operadores turísticos de Madryn, ciudad de 140.000 habitantes, deben estar preocupados.

No sin razón. El nuevo negocio empezará con un boyón de carga para petroleros gigantes, de los de 400.000 y más toneladas de peso muerto. Jamás operaron en el país barcos de semejante porte, pero Marín llegó a dar por sentado que los habrá de 500.000 toneladas. Son ingobernables, los domina la inercia, es simple física newtoniana.

Otro barón criollo de la energía, Bulgheroni, se alió con la nórdica Golar en una UTE llamada Southern Energy, y tan seguros están de contar con caños de gas natural desde Vaca Muerta hasta Punta Colorada que para 2027 han contratado una planta flotante de licuefacción, el buque Hilli Episeyo, con una capacidad de 2,45 millones de toneladas por año (MPTA).

No es tanto en comparación con el proyecto inicial entre YPF y Petronas. Éste suponía ir instalando módulos terrestres de licuefacción en Bahía Blanca a lo largo de un par de décadas hasta llegar a 30 o 40 MPTA. Los malayos se piantaron de este país al que el nuevo cacique de la Shell, Germán Burmeister, le recomienda ser previsible y de reglas claras.

Ya lo decía Emilio Sálgari, los imprevisibles de la historia son estos malayos, sin duda. Y tanto así que en 1974 construyeron una petrolera propia (Petronas) sobre no muchos recursos propios, pero monopolizando su explotación. En medio siglo de darles el olivo y no dejarse patotear por las otras seis grandes petroleras del mundo, se volvieron la adición más reciente al grupo de «Las siete hermanitas». Los sorpresivos malayos tienen la firma número 216 en el ranking de Fortune, y en 2022 le generaron entradas por U$ 50.000 millones al estado de Malasia.

Como dice Energía y Negocios, revista que suponemos no dirige Miriam Bregman, «escuchar al presidente del país, donde se invertirían miles de millones “¡Amo ser el topo que destruye el Estado desde adentro! Es como estar infiltrado en las filas enemigas”, debió haber impactado mucho más en la decisión de Petronas que cualquier vaivén del mercado internacional». 

En cuanto al considerable lote en el puerto de Bahía Blanca donde se iba a construir la planta de licuefacción de YPF-Petronas ahora se destina a… ¿adivine qué empresa? Techint.

Apa.

Daniel E. Arias

Despidos en la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, Santa Fe, y acusaciones de vaciamiento

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La Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, ubicada en Santa Fe, enfrenta un conflicto laboral tras el despido de tres empleados. Representantes sindicales de ATE Rosario acusan a la gestión actual de promover un «vaciamiento» de la planta y denuncian una política de ajuste que pone en riesgo la producción. También señalan que se usan materiales adquiridos en la gestión anterior, generando incertidumbre sobre el futuro de las instalaciones.

Esta semana se confirmaron tres despidos en la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, en la provincia de Santa Fe. Desde ATE Rosario aseguraron que se trata de una «línea de desguace y de cierre de plantas productivas».

La noticia empezó a girar la semana pasada y recién este martes se confirmó, en paralelo a los despidos en la Fábrica Militar de Río Tercero, donde serían unos 100 empleados quienes quedarían sin trabajo. A este caso se suma el de la firma petroquímica Dow, en la localidad santasina de Puerto San Martín que busca despedir a otros 120 trabajadores.

«Los recientes despidos por parte de la gestión de Hugo Pascarelli, escalan en la línea previamente planteada por los retiros voluntarios, que en muchos casos hasta el día de la fecha sólo es una dispensa de una parte del personal (ya que no han recibido el pago de dicho acuerdo con la patronal)», señalaron desde ATE Rosario y lo compararon el caso de Jachal, donde efectivamente cerraron el establecimiento.

«La falta de vinculación en convenios y planes productivos deja en evidencia la intencionalidad de esta gestión en cerrar y vender a nuestras fábricas militares. La historia bien marca que desde que Fabricaciones Militares fue sujeta a privatización, de 14 unidades productivas solo quedaron 4. Esa resistencia de aquellos años 90`es lo que hoy una vez más nos permite debatir, organizarnos y salir a luchar.», concluyeron.

El gasoducto Presidente Néstor Kirchner como una metáfora argentina

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Más que una anécdota sobre la política energética nacional, el desarrollo del sector Oil ç/Gas o la evolución de la obra pública., es una muestra de la crisis del país de los últimos años y de la falta de altura en las circunstancias de su clase política. Y de cómo “la grieta” retrasa el desarrollo argentino.

A algo más de un año de su inauguración, esta semana se conocieron dos noticias sobre el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, la megaobra de tuberías que transporta gas natural desde el yacimiento petrolífero Vaca Muerta y la ciudad bonaerense de Salliqueló. La primera, es que el gobierno de Javier Milei estudia seriamente cambiarle el nombre. La intención es quitar al expresidente y reemplazarlo por alguna de estas dos opciones: Julio Argentino Roca o el biólogo Francisco “Perito” Moreno. Para algunos libertarios, la opción debería ser la primera; así, de paso, se reivindica una figura algo odiada por el kirchnerismo. Si hay venganza, que sea total. Otros dirigentes, más políticos, consideran que el nuevo nombre debería ser el del explorador, coleccionista y político argentino, hombre de la generación del 80. Como Roca. Afirman los que defienden esta opción en la Casa Rosada, que en el futuro sería más difícil para una eventual nueva era kirchnerista reemplazar el nombre de Moreno que el de Roca.

Cuestiones marginales. La segunda noticia es algo más relevante para las cuentas públicas. Según datos de la industria del sector, gracias a la operatividad del gasoducto, el país se ahorrará este año unos 4 mil millones de dólares en importación de combustibles, en comparación con lo sucedido en la gestión 2023. Se menciona incluso que con los primeros embarques del combustible al exterior, los ingresos podrían ubicarse entre los 2 mil millones de dólares. Y alcanzar los 5 mil millones en el 2025, ya sin necesidad además de pensar en importaciones. El trayecto ascendente para los próximos cinco años ubicaría la cifra de exportaciones en unos US$ 20 mil millones. Esto implica que el gasoducto está ya generando divisas. Si se tiene en cuenta además que el costo de la megaobra fue de 2.700 millones de dólares totales, con unos 800 millones para cubrir la primera etapa, esto implica que en sólo un ejercicio fiscal el gasto generado no sólo se cubrió, sino que se repagó, al menos una vez.  

El cálculo se vuelve más notable si se tiene en cuenta que el gasoducto es una obra que inicialmente estaba programada, y con posibilidades ciertas de ser concretada, desde el 2014. Hace 10 años entonces que el Gasoducto podría haber estado construido. Para ese año Vaca Muerta aún no estaba desarrollada, y hubiera sido una obra de anticipación poco común en el país haberse adelantado con semejante astucia. El yacimiento sí estaba en condiciones de producir el suficiente gas como para abastecer la demanda interna del combustible y con posibilidades ciertas de exportación desde el 2019. Salvando el complicado 2020, el Gasoducto hubiera permitido el ahorro de energía por unos US$ 4 mil millones anuales durante cuatro años y generando exportaciones anuales por unos US$ 5 mil millones. Incluso, si hubiera estado activo en febrero del 2022, cuando Vladimir Putin dio la orden de invasión a Ucrania, ese monto podría haber llegado a los 7 mil millones de dólares. Sumando dólares de manera simple, y en un cálculo conservador, la cifra llega a entre 35 mil o 39 mil millones de dólares. Con este monto, probablemente, Mauricio Macri hubiera podido encarar la crisis de pago de deuda del 2019, y si bien debería haber recurrido al Fondo Monetario Internacional, no hubiera necesitado que el préstamo total por el stand by firmado con el organismo llegue a los US$ 44.800 millones. Mucho menos debería haber traído nuevamente al cepo a la historia financiera del país al final de su mandato, luego de la corrida por unos US$ 6 mil millones (financiada con los dólares del crédito del Fondo) que operó en el sistema financiero argentino entre abril y agosto de 2019, en medio de las elecciones presidenciales de ese año.

Seguramente la reestructuración de la deuda que llevó adelante Martín Guzmán entre agosto y octubre del 2020 como primer ministro de Economía de Alberto Fernández podría haber sido menos dura para los acreedores; y el Valor Presente Neto (VPN) de los bonos renegociados podría haber navegado, quizá, por arriba del 54,8% de porcentaje de lanzamiento. Quizá en el 2021 la crisis entre Guzmán y el kirchnerismo por el volumen de eliminación de subsidios a las tarifas de luz, gas y aguas podría haber sido más negociado. Probablemente la negociación con el FMI para un Facilidades Extendidas firmado en marzo del 2022, y que llevó a la posterior renuncia de Guzmán y al final de la relación entre el albertismo y el kirchnerismo, podría haber alcanzado otro nivel ante las posibilidades más firmes de repago por parte de la Argentina. Ya con Sergio Massa como ministro de Economía y candidato por el entonces oficialismo, el ingreso de divisas por parte del gasoducto y la posibilidad de no gastar divisas en importación de energía, podrían haber ayudado a solventar con menos dureza la histórica sequía del primer semestre del 2023, la que según se coincide le costó al país exportaciones por unos US$ 9 mil millones. Ese dinero, es casi el cálculo exacto entre las posibilidades ciertas de venta de gas natural al exterior y el ahorro por la importación de ese combustible.

Ya en el 2024, si el gasoducto hubiera estado 100% en funcionamiento, la generación de divisas superaría los 10 mil millones; con lo que Javier Milei podría haber implementado un ajuste de 15 mil millones de dólares, con el mismo resultado planificado: llevar el déficit de 3% del PBI del 2023 al 2,1% de superávit primario en este mismo ejercicio. Quizá, eventualmente, si el gasoducto se hubiera construido sólo dos años antes (algo que era absolutamente posible), este año no habría sido necesario, por ejemplo, el ajuste en el presupuesto universitario, no se hubiera suspendido el 100% de la obra pública y los jubilados no habrían perdido por goleada contra la inflación. Todo esto hubiera sido posible con que la clase política argentina se hubiera puesto de acuerdo, y accedido a ejecutar la obra de traslado del gas de Vaca Muerta a la provincia de Buenos Aires, al mismo tiempo del desarrollo del yacimiento.

Sin embargo, para el kirchnerismo terminal del 2014-2015 era una obra demasiado vinculada a la actividad petrolera privada, priorizando, por ejemplo las represas Kirchner-Cepernic, que serían construidas con la intervención del Estado chino. Obra que, por otro lado, está por ahora suspendida y a un 30% de ejecución. Por su parte, el macrismo versión 2016- 2017 sospechaba que el proyecto estaba demasiado vinculado con el kirchnerismo a partir de una idea algo confusa sobre la evolución de la renacionalización de YPF. Finalmente a fines del 2018 decidió, al ritmo de la enésima crisis energética que vivía el país, acelerar el proyecto y lanzar su concreción en 2018. Corrida financiera del 2019 mediante, el 31 de julio de 2019, antes de dejar la gestión, Macri llamó la obra a licitación. Luego, el 30 de diciembre 2020, el gobierno de Alberto Fernández suspendió esa licitación, por importantes cuestiones políticas. No le gustaba que hubiera sido el macrismo el que firmaba los contratos. Con la pandemia el proceso se suspendió primero, y cajoneó después. El albertismo peleaba internamente por la comprensión de su importancia, mientras que a la vicepresidenta no le gustaban ni los responsables de construirlo ni la manera en que se proyectaba la obra. Finalmente en febrero del 2022, en un año donde se proyectaba la enésima crisis de provisión de gas en los hogares y la importación del combustible amenazaba con bombardear las lánguidas reservas, el proyecto renació.

La primera etapa del Kirchner fue inaugurada el 9 de julio de 2023, extendiéndose por 573 km, desde la localidad de Tratayen en Neuquén hasta la ciudad bonaerense de Salliqueló. La obra fue responsabilidad de una Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por Techint y Sacde (Grupo Mindlin). Hoy transporta 12 millones de metros cúbicos por día (MM m3/d), mientras que en una segunda etapa con la planta compresora alcanzará los 24 MM m3/d y, en una última etapa con el gasoducto completo en sus dos fases, llegará  a los 44 MM m3/d. Con un consumo en el país promedio de 130 MM m3/d, con picos de 200 MM de 3/d.

Terminada la primera etapa hasta Salliqueló, la segunda está programada hasta San Jerónimo, Santa Fe. Recorrerá unos 484 km, con una capacidad de transporte llegará a los 44 MM m3/d. Ambas etapas son responsabilidad de Techint-Sacde. Los privados se enorgullecen. Una obra de estas características, en una primera etapa, demandaría unos 24 meses en ser instalado. Para concretarlo, Tenaris (del grupo Techint) dedicó el 100% de su capacidad productiva de la planta de Valentín Alsina para producir los tubos con costura del GPNK; entre octubre 2022 y abril 2023. Para el rediseño y potenciación de la línea de producción se invirtieron más de 8 millones de dólares e implicó 150 mil horas/hombre.

Carlos Burgueño

Perú anuncia reactores nucleares modulares en la Amazonía. Comentario de AgendAR

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Durante la I EXPO Internacional del Sector Eléctrico, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) presentó un plan ambicioso para instalar reactores nucleares en Iquitos, selva peruana, con el fin de garantizar un suministro eléctrico constante y seguro. Este proyecto piloto, explicado por el viceministro de Electricidad, Víctor Carlos Estrella, está diseñado para proporcionar energía a los «circuitos aislados» de la región oriental del Perú.

La idea de instalar pequeños reactores modulares (SMR) de 300 MWh en Loreto ha sido respaldada por el Minem y el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), en colaboración con organismos internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este proyecto no solo promete cubrir la creciente demanda energética en la región, sino que también pretende sentar las bases para una nueva era de generación eléctrica en el país​.

¿En qué consiste el proyecto

El proyecto busca implementar reactores SMR, una alternativa a las grandes centrales nucleares, para proporcionar energía limpia y constante en zonas remotas. Estos reactores de menor tamaño no requieren grandes infraestructuras y pueden funcionar en regiones con acceso limitado. La elección de Iquitos responde a la necesidad de modernizar su sistema eléctrico, que actualmente depende del petróleo y sufre constantes fallos de suministro​.

Esta propuesta, según el viceministro Estrella, se encuentra en fase de estudios técnicos y de viabilidad, con la participación de países como Corea, Japón y China. La integración de estos reactores permitirá la estabilidad energética de la región, asegurando un suministro las 24 horas del día, algo fundamental para mejorar la calidad de vida de los habitantes locales​.

¿Cuál es el funcionamiento del sistema eléctrico en Iquitos?

El sistema eléctrico de Iquitos opera de manera independiente al Sistema Eléctrico Nacional (SEIN) debido a su ubicación geográfica, lo que dificulta la construcción de líneas de transmisión desde el resto del país. Actualmente, la ciudad depende de la generación térmica con petróleo, lo que resulta costoso y poco eficiente. La implementación de reactores nucleares SMR podría revolucionar la forma en que se abastece la electricidad en la región, ofreciendo una solución más sostenible y menos contaminante​.

 Reactor nuclear SMR. Foto: difusión

Reactor nuclear SMR. Foto: difusión

Energía nuclear para abastecer de electricidad a Iquitos

La introducción de energía nuclear en Iquitos tiene como objetivo resolver las continuas deficiencias energéticas. Recientemente, se declaró la situación de «grave deficiencia» del sistema, impulsando medidas de emergencia para asegurar la provisión eléctrica. El Minem planea dejar una base sólida para la implementación de tecnología termonuclear, garantizando el acceso continuo a la energía en circuitos aislados​.

 Minem instalará reactores nucleares en la selva peruana. Foto: difusión

Minem instalará reactores nucleares en la selva peruana. Foto: difusión

Otros desafíos que enfrenta el sector eléctrico en Perú

Además de la implementación de reactores nucleares, el Minem busca reformar el sector eléctrico, promoviendo la incorporación de energías renovables como la solar y eólica. También se están llevando a cabo esfuerzos para modernizar las normativas del sector y aumentar la cobertura eléctrica, con la meta de alcanzar un 96% de acceso en todo el país para 2026​.

¿Perú tiene un centro nuclear?

Desde el año 1988 el Perú posee un centro nuclear llamado Óscar Miró Quesada de la Guerra. Este centro se encuentra en la localidad de Huarangal, en el distrito de Carabayllo, Lima, y es la instalación más importante para la investigación y desarrollo nuclear en el país.www.youtube.com/embed/hf-VXkMsY2A

¿Qué otros proyectos se están construyendo en Perú?

Terminal Portuario Multipropósito de Chancay   

El Megapuerto de Chancay es reconocido como el hub portuario y logístico más significativo del Pacífico Sur hacia Asia, convirtiéndose en un elemento esencial para el comercio internacional de la región. Este desarrollo subraya el atractivo de nuestro país para los empresarios extranjeros.

Avance del megapuerto de Chancay. Foto: Plataforma del Gobierno del Perú

Avance del megapuerto de Chancay. Foto: Plataforma del Gobierno del Perú

Autopista del Sol  

La Autopista del Sol constituye un eje vial de integración de los departamentos de La Libertad, Lambayeque y Piura con los ejes viales binacionales; propicia el crecimiento comercial y económico, al impulsar la agroindustria, la minería y el turismo.

Un breve comentario de AgendAR:

Perú tiene dos reactores argentinos de CNEA-INVAP desde fines de los ’70, el RP-0 y el RP-10. Funcionan joya ambos. Éste último fue el mayor reactor de producción de radioisótopos del Hemisferio Sur hasta que se inauguró el OPAL de Sydney, Australia, en 2006. Perú era candidata lógica para un CAREM, que al menos está en construcción. El BXWT que se van a comprar es, efectivamente, un Power Point, folletería y otros formas de metaverso. Si la CNEN de Perú no tocó timbre aquí es porque se lo prohibieron, y si lo hizo es porque teníamos prohibido abrir la puerta. Nunca lo sabremos.

Daniel E. Arias

China importa cada vez más soja; prevé guerra comercial con Trump. Argentina, proveedor

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El empuje que vienen registrando las compras chinas de poroto de soja son una evidencia de que el gobierno de la nación asiática se está muy probablemente preparando para una nueva “guerra comercial” con EE.UU.

Las importaciones chinas de poroto de soja en el pasado mes de septiembre fueron de 11,37 millones de toneladas, una cifra 59% superior a la registrada en el mismo mes del año pasado, según datos oficiales publicados por la Aduana de la nación asiática.

En lo que va del presente año la cifra de ingreso de soja a China –según la misma fuente– es de 81,84 millones de toneladas, un volumen 8% mayor que el registrado en el mismo período de 2023.

A diferencia del maíz, donde China tiene proveedores alternativos, la soja es, por el volumen de negocios, una cuestión crítica, ya que no existe un oferente en el mundo que pueda suplantar a EE.UU.

Los precios de la soja estadounidense pasaron desde agosto pasado a ser los más bajos del mundo ante la probable anticipación de un escenario equivalente al presente durante la primera presidencia de Trump (2017 a 2020), en la cual se instrumentaron barreras comerciales contra China que, como contrapartida, promovieron represalias de la nación asiática contra las exportaciones agroindustriales de EE.UU.

Si ese escenario –que es “cantado” si Donald Trump resulta electo en los sufragios presidenciales de noviembre próximo– llega a concretarse, entonces China necesita originar toda la soja que pueda antes del cambio de mandato a inicios de 2025.

Por supuesto, el drama para los “farmers” estadounidenses representa, como contrapartida, una oportunidad para los productores sudamericanos, quienes en un escenario de “guerra comercial” podrían llegar a exportar poroto de soja a China a precios mucho más convenientes.

Esto es importante considerarlo porque los valores futuros de la soja 2024/25 tanto en el CME Group (“Chicago”) como en el Matba Rofex (Rosario; Argentina) no necesariamente reflejan en la actualidad ese desdoblamiento potencial de los valores FOB de ambos orígenes.

La primera inversión en el marco del RIGI: un proyecto de parque solar de YPF en Mendoza

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El primer proceso de inversión bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) será en la localidad de Las Heras, en la provincia de Mendoza. Allí una compañía de YPF (empresa con 51% de acciones estatales) invertirá u$s 220 millones en la primera etapa de un parque solar.

YPF Luz fue constituida en 2013 bajo la iniciativa de generar energía eléctrica con la impronta de la transición energética. Es por ello que promueven la generación de energía eólica, solar y térmica, superando el 9% de la generación de energía eléctrica en el país. En este caso, la compañía -de la que YPF es accionista- se constituyó como Vehículo de Proyecto Único (VPU) para realizar la inversión bajo el régimen aprobado en la ley Bases, el pasado julio.

El gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, dio más detalles del proceso: «El primer proyecto en Argentina presentado bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es en Mendoza, lo hace YPF Luz y es el proyecto El Quemado con una capacidad instalada de 200 MW, desarrollado en nuestro gobierno por EMESA». Mendoza adhirió al RIGI en agosto de este año.

«El Municipio de Las Heras será parte activa de este proyecto. Es importante aclarar que, dentro de este régimen, las empresas estarán exentas del pago de sellos e ingresos brutos, un incentivo directo a la inversión y al desarrollo. El proyecto está contemplado en dos etapas y la capacidad total es de 305 MW, lo que reafirma el gran potencial de esta iniciativa y su impacto positivo para Mendoza», agregó el mandatario.

La noticia también fue celebrada por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en redes sociales: «Ingresó el primer proyecto gracias al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI): la inversión será de unos 220 millones de dólares para impulsar el desarrollo de un parque solar en la provincia de Mendoza».

Parque Solar El Quemado: en qué consiste el proyecto

El proyecto tuvo su origen bajo el desarrollo de la Empresa Mendocina de Energía (Emesa), aunque posteriormente fue adquirido por YPF en junio del 2023. Para esta primera etapa, en donde se aspira a incrementar la capacidad instalada a 200 MW y contará con una nueva subestación eléctrica de 220 KV en la línea Cruz de Piedra-San Juan, se estima un trabajo de 18 meses de duración. La planificación estipula ingresar en operación para el primer semestre del 2026.

La propia compañía informó que «en esta primera etapa, contará con más de 330.000 paneles bifaciales de última generación, instalados en una superficie de 350 hectáreas. La potencia instalada será de 200 MW, que equivale a la energía que utilizan más de 180.000 hogares y evitará la emisión de más de 298.000 toneladas de dióxido de carbono al año“.

«Están vaciando ARSAT para regalarla»

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Hace 10 años y una semana, un país menos enfermo que éste salió a calles y plazas para festejar el lanzamiento del satélite ARSAT-1. Fue como haber ganado el mundial de fútbol de 2014 (aquel año se perdió por poco): una fiesta popular. 

Cuando nuestras camionetas de mantenimiento (ploteadas con el logo de la empresa) paraban en cualquier estación de servicio del país para recargar gasoil, los empleados del surtidor, del buffet y hasta el cajero (¡Che, mirá, son de ARSAT!), salían a tomarse selfies. 

Eso duró meses. Inesperadamente, éramos un símbolo. Algunos profesionales de la empresa quedamos convencidos de que ARSAT se había vuelto un hecho irreversible.

Qué manga de pelotudos… En 2016, tras ganar la presidencia por un 1,5 %, el gobierno de Macri, usó el 100% del poder que da el Ejecutivo para discontinuar los planes de hacer 6 satélites ARSAT más, y cada vez más potentes. 

Lo hizo pese a que los satélites geo ganan plata a espuertas. Lo hizo pese a que la construcción de cada uno de los futuros estaba asegurada, y fondeada por la recaudación de los anteriores. Uno nuevo cada 3 años y hasta 2030. Eso, según la ley 27.208 de 2015. 

Macri la volteó con un decreto. Luego trató de vender el control del siguiente ARSAT en planos, el 3, a la Hughes Space. Le salió mal: se le rebelaron (inesperadamente, creo) la prensa y el congreso. 

Lo cierto es que, pese a aquel escándalo, no se volvió a construir ningún satélite argentino geoestacionario más. 

Ahora, siempre por decretazo, el gobierno de Javier Milei saca a la venta los últimos 100 MHz (megahertz) de ancho de banda de alta frecuencia en propiedad de ARSAT. 

Estaban destinados a desarrollar aplicaciones 5G para educación pública a distancia. Antes ya Macri le había cercenado a ARSAT 250 Mhz, 100 para Movistar y Personal respectivamente, y 50 para Claro.  En ambos casos la excusa es que ARSAT tiene ese capital parado al cuete. 

En ambos casos ARSAT tuvo una dirección hostil a la existencia misma de la empresa, y cuyas instrucciones por parte del Poder Ejecutivo fueron precisamente frenarla para desguazarla.

Las 104 grandes antenas que transmitían TV de alta definición gratis a las zonas donde vive el 90% de los argentinos, especialmente a jubilados y población carenciada, hoy están rotas o apagadas. Y la semana pasada Milei cruzó el Rubicón: celebró el aniversario del lanzamiento del ARSAT-1 poniendo a la venta el 49% de la firma. 

¿Habrá que hacer hoy un velorio popular? ¿Esto no amerita resistencia? A ARSAT la están carneando, y no por falta de éxito sino por exceso. 

¿Cómo pudo caer semejante firma en el olvido? El ARSAT-1 nos volvió el 8vo país del mundo con domino autónomo en diseño y construcción de satélites geoestacionarios de telecomunicaciones. 

Con ellos la firma defendió 2 posiciones orbitales que, incluso subexplotadas, generan 1/3 del PBI de una provincia como San Luis, pero sin los gastos. Podrían recaudar mucho más. Y podríamos perder mucho más. 

En 2019, al haberse suspendido “sine die” el ARSAT-3, la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas) nos intimó, según derecho, a darle la órbita 81º Oeste y la frecuencia Ka al siguiente aspirante (el Reino Unido). 

Si hubieran sido Azerbaiyán o Bangla Desh y no Inglaterra, tal vez la dirección macrista se habría encogido de hombros. Pero si los macristas aceptaban eso, y ya con florido historial diplomático de sumisión ante Su Graciosa Majestad,y de yapa con elecciones nacionales por suceder, políticamente eran boleta. Salieron como locos a alquilar el primer satélite medio ocioso en banda Ka, y eligieron el SES-17, pasado de años y ya más muerto que vivo. 

La firma luxemburguesa SES, la mayor operadora de geos del mundo, lo navegó por el cielo con sus escasas reservas de propelentes hasta la 81º Oeste y ahí sigue. Lo estamos alquilando por U$ 7 millones/año: ignoro si ese satélite gana plata o la pierde. Es como ocupar un sillón con un moribundo para que no te lo embarguen, y resume bien la política espacial del macrismo: que no haya ninguna, pero que no se note. 

Con los 2 ARSAT que pudimos poner en órbita se pagan todos los gastos de la firma, y queda saldo favorable. ¿Razones para enajenarla? Las que acabo de dar. Si es tan dura de matar, no bien vuelva una racha políticamente favorable, le empieza a comer mercado a los dueños del cinturón geoestacionario.

ARSAT todavía es la más diversa, compleja y exitosa empresa de telecomunicaciones del Hemisferio Sur. Su diseñador/constructor de satélites es INVAP. Y ambas firmas son estatales y públicas, guste o no guste.

Evidentemente entre tilingos y embajadas, no gusta, y ni te cuento de la empresa HISPASAT, la señora de los cielos sudacas. No bien la nueva dirección macrista de ARSAT canceló los satélites y dejó a INVAP colgada del pincel, la considerable TAI (Turkish Aerospace Industries), que factura U$ 1000 millones/año, tocó timbre para asociarse con el que habría sido el ARSAT-5, rebautizado SG-1 para la ocasión.

Los turcos saben de satélites en órbita baja, a entre 300 y 1000 km. de altura. 

Pero los geo son otra historia. En general deben navegar con su propia propulsión, a veces más de 400.000 km., desde donde se apearon del cohete de lanzamiento hasta sus sitios asignados por latitud. Luego deben estacionarse a 35.786 km. sobre la vertical de ese punto ecuatorial, y resistir 15 años de operaciones sin moverse. Son 15 años MUY largos, aguantando la radiación del viento solar, las pérdidas repetidas de contacto con sus enlaces terrestres causados por los tirones aleatorios de la gravedad lunar y solar, y cada equinoccio de primavera y de otoño, los cortocircuitos de placa. 

Los geos son más espacionaves no tripuladas que satélites, y TAI estaba impresionada por el éxito de nuestros dos primeros ARSAT.

Ignoro qué presiones recibió en este caso Turquía, como miembro de la OTAN, para abandonar esta alianza. La de TAI en INVAP no era una asociación nada ortodoxa respecto de la política de EEUU y el Reino Unido hacia la Argentina. La aeroespacial turca parecía entusiasmada, y ya estaba haciendo la folletería. 

Para remitirse a las pruebas, la imagen que abre este artículo, donde el SG-1 se ve iluminando Medio Oriente, África del Norte, Asia Central y todo el occidente euroasiático. Confieso con algo de vergüenza que nunca hicimos imágenes publicitarias tan bellas y libres de errores científicos de ilustrador. La Tierra aparece minúscula, tal como se la vería desde 35.786 km., «a 3 Tierras de la Tierra», medible en apenas 3,5 grados de arco visual.

La ruptura de la unión de empresas TAI-INVAP muestra que la memoria de los ofendidos por la mera existencia de ARSAT abarca también cancillerías, es perdurable, y va por la destrucción de su mayor capital intangible: los recursos humanos. 

Y lo está logrando. La última paritaria de FOETRA, el gremio de telecomunicaciones, fue la de noviembre de 2023, pero Milei decidió que no aplicaba a ARSAT. Los sueldos de técnicos y profesionales no se actualizaron más y hoy valen el 50% de lo que hace un año. 

Reinan los despidos a veces selectivos como entre 2016 y 2019, a veces al tuntún, para causar parálisis y terror. Pero ni falta hacen: 85 profesionales, entre ellos ingenieros orbitales, satelitales, de redes ópticas, en seguridad informática y matemáticos expertos en criptografía renunciaron por desaliento en lo que va de 2024. 

Son gente que no abunda en la región ni crece en los árboles, y no te viene por un clasificado en Clarín.

Se lotean otros bienes inmateriales de ARSAT que valen un dineral. El objetivo no es tanto desbaratarla como abaratarla, para que algún pesado se quede con bienes materiales estratégicos, y en cuya construcción no puso nada.

Hay más que simple rapiña en el asunto, hay estrategia defensiva.

En 2012, la telefonía celular que daban las telcos privadas era indescriptiblemente mala, pero carísima. CFK impulsó entonces a ARSAT a crear Libre.ar. Era un tiro a la santabárbara de las telcos, porque habría transformado a ARSAT de mayorista pura de telecomunicaciones en una firma «con milla final», es decir atención al público. Y con un ancho de banda y un despliegue inigualables para las telcos, que habían pasado ya 22 años cobrando caro y rascándose el higo. ¿Cuál de ellas tenía un red óptica como la REFEFO, entonces ya desplegada más de 15.000 km, y con un programa de construcción para llegar a 60.000 más o menos este año?

Para lidiar con Libre.ar, a ARSAT, entonces con 350 personas, le habrían hecho falta miles de empleados más, y capacitados en gestión masiva de atención al público. Estábamos un poco aterrorizados de la movida, en una empresa donde cada incorporación había demandado decenas de horas de selección por currículum laboral y/o méritos académicos. De pronto nos habríamos vuelto una firma enorme.

La red óptica es mucho más cara que las antenas celulares, ya la teníamos, y ésas las habríamos desplegado en meses. El objetivo declarado de Libre.ar era pisar el precio de las líneas y del servicio, y obligar a las telcos a mejorar la calidad del mismo.

Habríamos recibido una avalancha de exclientes furiosos. Las habríamos barrido del mercado celular y, sobre todo, el de la internet 4G y servicios IP, montados sobre Internet. Habríamos hecho pedazos el marco mafioso de la privatización de las telecomunicaciones de Menem, que fue liquidar un monopolio privado muy deteriorado, ENTEL, y crear otros dos peores, pero privados y blindados por los medios, el ejecutivo, el legislativo y los tribunales.

Nada aterra tanto a los presuntos cultores de la libre competencia como la libre competencia.

La idea de CFK, lamentablemente, duró un mes. Qué oportunidad perdida… En ARSAT nos encogimos de hombros y seguimos en lo nuestro, fibra y fibra y fibra, y los satélites, y la Televisión Directa al Hogar, y el soporte informático del Programa Conectar Igualdad para la alfabetización digital del estudiantado secundario. Todo a pulmón y (repito) con 350 laburantes. De Misiones Imposibles, teníamos más que Tom Cruise.

Pero el terror entre las telcos de que un escenario así se repita y sin marcha atrás, todavía subsiste.

Por eso hay que sacarle la fibra óptica a ARSAT. En manos del estado, siempre será una amenaza.

Lectores, bienvenidos a la Argentina.

¿REINA LA PAZ EN LA LEONERA DE LAS TELCOS?

La salida que conecta los 40.000 km de la Red Federal de Fibra Óptica de ARSAT con la Internet mundial pasa por la playa bonaerense de Las Toninas.

Repartirse una presa chica (una gacela Thompson, por ejemplo) suele generar conflictos entre los leones. Con las “telcos”, o multinacionales de telecomunicaciones, es lo mismo. O debería.

El próximo dueño cantado de ARSAT es Carlos Slim, en gateras desde 2016. Y lo que quiere es el activo principal de la firma, la Red Federal de Fibra Óptica, o REFEFO. Es una obra de infraestructura como no existe otra en América Latina, 40.000 km. de fibra óptica subterránea de 200 Gigaherz de ancho de banda. Su cerebro es el Data Center. 

El resto de la firma, televisión directa, conexión a internet de escuelas, reparticiones, fuerzas de seguridad y municipios remotos, así como los 2 satélites ARSAT, mantienen el país unido sin que el fisco ponga un centavo. El ARSAT-3 le iba a dar internet de alta velocidad a 200.000 argentinos de la población rural agrupada y dispersa que jamás habían tenido un teléfono público a tiro.

Y a Slim esas cosas le interesan un carajo. Su único rival local en la leonera por manducarse esta vaca es Telecom, es decir, Clarín, es decir Héctor Magnetto. 

La REFEFO le serviría a la empresa de telefonía celular de Slim, Claro, casi carente de antenas en las zonas más despobladas de Patagonia, el Chaco Árido y la Cordillera, para tener señal. 

Dicho sea de paso, si Movistar y Personal tienen señal en las 5 megalópolis y en las ciudades de más de 100.000 habitantes, es porque sus antenas usan la REFEFO. Eso sí, a costos absurdamente bajos, multinacionales y monopolios disfrazados con nombres de fantasía como pequeñas cooperativas de pueblo. Son como tiranosaurios disimulados en una canasta de pollitos. 

Entre 2000 y 2013, al no estar fondeadas en una red óptica fuerte pero sí saturadas de clientes, el servicio de las Telcos de celular fue un desastre en progreso. Tan malas eran las líneas que había quienes preferían usar las terrestres de Telefónica y Telecom (TASA y TECO, en el ambiente), montadas esencialmente sobre la red de cobre de la vieja ENTEL. 

Luego empezó al gran afano de cables, y continúa. Eso por razones de rentabilidad: el precio del cobre subió un 542% desde principios de siglo. ¿Acaso está constitucionalmente prohibida la minería de cables? Tiene menos impacto ambiental que la de mineral. ENTEL murió en 1990, pero cosa curiosa, todavía hay quienes siguen vendiendo su cadáver por fetas. 

Por ello, la Internet en Argentina habría seguido revistando como la peor del Cono Sur “sine die”. Pero entre 2013 y 2014 la REFEFO se hizo enorme, se iluminó con láseres infrarrojos y empezó a interconectar miles de antenas celulares con fibra óptica subterránea, gastos a cargo de Papá Estado. 

Si la Argentina funciona un poco y nuestros celulares 4G hacen algo, las “telcos” que te venden la línea están exentas de todo mérito. Los celulares se comunican gracias a la REFEFO, que pone la autopista. Las telcos se limitan a cobrar peaje.

El ARSAT-1 básicamente distribuye TV argentina en el Cono Sur y enlaza municipios, escuelas y cuarteles remotos de policía, gendarmería y FFAA. En 2015 subió el ARSAT-2, que por su posición 82º Oeste, balconea sobre las Tres Américas y vende TV y otros servicios de “broadcasting” entre Tierra del Fuego y Canadá. 

Ambos satélites, deliberadamente conservadores y de baja potencia eléctrica para ser más durables, operan al 90% de su capacidad y recaudan unos U$ 50 millones/año. Macri prohibió los 4 ARSAT siguientes y habilitó 21 satélites europeos y estadounidenses a operar sobre Argentina sin contraprestación (es ilegal, según la UTI), y sin embargo, los ARSAT ganan plata.  

El ARSAT-3 se iba a dedicar enteramente a dar Internet de alta velocidad en todo el país, especialmente en las zonas rurales. ¿Era necesario? Para darse siquiera una idea de la demanda insatisfecha de telecomunicaciones, sumando la REFEFO y los satélites, entre 2020 y 2024 ARSAT multiplicó un 823% sus ingresos.                     

Contra demasiadas expectativas, Alberto Fernández no puso un vintén en la terminación del ARSAT-3. Iba a tener al menos el triple de ancho de banda que la suma de sus dos predecesores. 

El problema de imagen de ARSAT es que sus cuatro mayores activos son invisibles para el argentino de a pie, pero no para los buitres que viven de comerle el hígado al país. 

Los satélites están a 35.786 km. de altura, 100 veces más altos que la Estación Espacial Internacional. Sólo los podés ver con un telescopio potente, y como dos puntitos fijos en el cielo, pese a que pesan 3 toneladas cada uno. Los ARSAT están hechos para durar aproximadamente 15 años, pero la gente sólo los vio durante sus dos lanzamientos.

Los ya 40.000 km. de la REFEFO son más invisibles aún: están a dos metros promedio bajo tierra en las 24 provincias. El Data Center desde la cual se maneja esta red está en un edificio de alta seguridad y aspecto anodino en el predio de ARSAT, en Benavídez. 

Pero allí anida, muy encriptada, el 90% de la data que hace funcionar al estado argentino en sus tres niveles: nacional, provincial y municipal. Y el 50% del Data Center da hotelería de datos o de servidores a un centenar de empresas privadas, algunas enormes. 

El Data come tanta potencia que necesita de 3 sistemas de refrigeración autónomos entre sí e independientes de la red eléctrica. Son los mismos recaudos de seguridad que una pequeña central nuclear. Podía inundarse o incendiarse Benavídez, que el data la y la REFEFO seguirían funcionando 3 semanas más.

En cuanto a los RRHH calificados que ARSAT hoy está perdiendo a espuertas son gente como Ud. o como yo. 

Nada en su apariencia o hábitos induce a pensar que sin ellos no existirían los Watsapp, las transferencias por celular, las memes de Tik-Tok, los pagos con tarjeta, Mercado Libre o las comunicaciones de gobierno que permiten que un país de 2,74 millones de km2 mantenga cierta unidad política y administrativa, y algún control de su territorio. 

Si Slim fuera dueño del 49% de ARSAT, de la unidad nacional se ocuparía la Corporación América. Don Carlos le cobraría peaje a sus dos competidores… que parecen extrañamente tranquilos. Incluso Clarín, que juega de local, y según historial, pone y saca gobiernos. 

Gane quien gane, no pinta ningún escenario competitivo, sino de cero cornadas entre bueyes, poco mantenimiento, cero inversión y servicios entre malos y pésimos. «Business as usual». ¿No ha pasado con todas las demás privatizaciones de servicios esenciales? ¿Los ferrocarriles y la electricidad andan acaso mejor?

En cuanto al estado, seguirá con el 51% de la ARSAT residual para pagar gastos de saqueo, porque de poner plata, olvídate cariño. No por nada entre 2012 y 2014 ARSAT instaló tanta fibra óptica como Telefónica entre 1990 y 2014, pero con dos veces más ancho de banda. 

Quien me suministró este dato que publiqué ipso facto, un ingeniero en redes de la REFEFO, fue echado de ARSAT por la patota macrista en 2016. No repito su nombre por no joderlo aún más: las “telcos” son  memoriosas. 

En cuanto a los satélites ARSAT, fuertes y duros como son, saldrán de servicio entre 2029 y 2030. No es imposible que el Reino Unido se apropie legalmente de sus posiciones. Particularmente a la 81º Oeste, los Brits le van a sacar más plata que la que producen esas islas demasiado famosas.

ARSAT fue fundada justamente en 2006 para  impedir ese robo de posiciones, que venía palanqueado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones. A la UTI le gusta la concentración. Hay sólo 1800 posiciones orbitales en todo el planeta, y EEUU tiene copadas más de 800, y de las mejores. Nosotros sólo tenemos 2, pero apetecibles.

Sobre quién mandará en la futura empresa “publica-privada” no hay dudas. Si un tigre es dueño del 49% de tu casa, no sos el propietario: sos el almuerzo. 

Y de nuevo, lectores, bienvenidos a la Argentina.

Daniel E. Arias

“El peor escenario del que tengamos recuerdo”, advierte la Sociedad Argentina de Cardiología

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Apuntan a la migración de médicos hacia otros países, la deserción en las residencias, los bajos ingresos y las deficiencias estructurales de las condiciones laborales y el financiamiento.

La entidad que representa a los cardiólogos advirtió públicamente sobre el “dramático estado” en el que los profesionales están trabajando en el país. Perciben, según se indicó, que su trabajo –el acto médico– está devaluado.

“Estamos transitando el peor escenario del que tengamos recuerdo alguno: aun en la crisis de 2001, contábamos con personal médico numeroso, especialistas capacitados e instituciones viables. Todo eso se fue deteriorando y, hoy, no lo tenemos”, sostuvo Pablo Stutzbach, presidente electo de la Sociedad Argentina de Cardiología. ¿Por qué? Por una sucesión de “políticas erráticas y sin horizonte”, acotó Víctor Mauro, presidente de la SAC.

En conferencia de prensa en la sede de la entidad, señaló que la situación es tan apremiante a partir de los resultados de una encuesta entre sus miembros que esta semana, durante el 50° Congreso Argentino de Cardiología, dedicarán dos horas a un debate en el que se cruzarán autoridades de Salud, financiadores y prestadores. Será este miércoles y plantearán problemas que van desde cómo se financia y gestiona el sistema hasta los honorarios, las condiciones en las que se está trabajando en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular y el valor que se le está dando a la formación profesional, la calidad de la atención y la seguridad de los pacientes.

“El 60% de los cardiólogos de una edad promedio de 47 años y una media de 12 años de formación está dispuesto a emigrar si consigue una oferta laboral interesante en el exterior. Esa proporción crece al 80% entre los médicos que están haciendo la residencia”, dijo Mauro. “Incluso, tres de cada 10 cardiólogos pensaron en dejar la medicina”, continuó.

Los datos surgen de una encuesta hecha en abril pasado a una muestra de 1475 cardiólogos representativa de más de 6000 socios. La mayoría (85%) manifestó haber perdido capacidad de sostener el nivel de formación y actualización profesional por “limitaciones económicas”: en aquel momento, el 41% declaró retener un ingreso de bolsillo de entre $400.000 y $1,5 millones. “Prácticamente la mitad de los cardiólogos están en un nivel socioeconómico de clase baja superior o clase media baja”, ya había dicho Mauro hace un mes al mostrar los datos.

Desde entonces, los honorarios “mejoraron un poco”, en gran parte por el acuerdo entre sociedades y asociaciones profesionales en fijar un honorario ético mínimo. Sin embargo, aun no terminan de actualizarse, según explicó hoy.

Tras repasar los resultados, las autoridades de la SAC atribuyeron esa caída sostenida a un gasto en salud por reordenar y actualizar. Fue, según explicaron, a costa de que los financiadores del sistema de salud asumieron costos “cada vez más altos” de la atención de las enfermedades cardiovasculares en una población con mayor expectativa de vida que hace décadas.

“Hoy se detectan y tratan muchas enfermedades que antes no se diagnosticaban y no tenían tratamiento, pero esto tiene un costo económico que desborda al sistema y la variable de ajuste terminan siendo los cardiólogos y sus salarios”, expresó Stutzbach. En esa línea, para Mauro, “los aumentos de la inversión no les están llegando a los profesionales ni al recurso humano y vemos cómo eso atenta contra la posibilidad de formación individual y de los equipos, como así también contra la calidad de la atención”.

Pérdida de interés

Otro punto que abordaron durante la conferencia de prensa fue la preocupación por la pérdida de interés que observan en los médicos jóvenes por la residencia, junto con lo que definieron como una “caída en el perfil global académico” de los profesionales que se inscriben a los concursos de ingreso.

Con cada vez más voces que reclaman que la residencia sea obligatoria para poder ejercer, se mantienen las dificultades para completar los cupos ofrecidos cada año, sobre todo en los centros privados especializados. En el sector público, en tanto, está siendo más alta la deserción una vez iniciada la residencia, según mencionó Sergio Baratta, vicepresidente 1° de la SAC.

“Sabemos fehacientemente que la calidad de la formación muestra un deterioro significativo –agregó Stutzbach–. Antes, quedar afuera [de la residencia] era jugar en otra división, no en primera. Pero eso, hoy, ya no ocurre. Como la medicina, en general, es una profesión muy exigente en la formación y actualización permanente, buscan caminos más cortos o cómodos.”

En paralelo, se está dando una migración de profesionales formados en el país, ya sea porque regresan a sus países o, en el caso de los argentinos, porque buscan mejores mercados laborales, más estables y mejor pagos. “Se van los mejores. Es una sangría que afecta al sistema y pone en peligro a la cardiología”, coincidieron las autoridades de la SAC.

“Es necesario trabajar más en mejorar un sistema de salud desigual y cuidar recursos humanos cada vez más deteriorados”, había dicho Mauro el mes pasado en el auditorio del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) al referirse con sus colegas a la crisis que atraviesa la práctica profesional. Casi un 60% de los cardiólogos, de hecho, considera que la sobrecarga de trabajo puede afectar la calidad de la atención a sus pacientes.

“¡Queremos que nos escuchen, pero apenas nos oyen en este momento!”, planteó Mauro en la reunión del CACI dos semanas después del “apagón de monitores”, un paro simbólico por 48 horas con la que especialistas en hemodinamia y cardiología intervencionista buscaron exponer la pérdida de valor de los honorarios.

En ese encuentro del mes pasado, a propósito de conmemorarse el Día Internacional de la Cardiología Intervencionista, también el CACI y la Federación Argentina de Cardiología (FAC) presentaron sus encuestas. Los datos relevaron, como en el trabajo de la SAC, un alto porcentaje de burnout, honorarios por debajo de la demanda laboral y el nivel de formación, escaso tiempo libre y familiar, falta de oferta de perfeccionamiento en las instituciones y alta percepción de corrupción en el sistema de salud y baja confianza en que la crisis que atraviesa vaya a cambiar, según se presentó el 16 de septiembre en el auditorio del CACI, ubicado a metros de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En la SAC, hoy insistieron en que “el gran problema” del sistema de salud es que “no se puso como foco el paciente, cómo le va y la calidad de la atención que recibe”.

Fabiola Czubaj

También el grupo Techint planea exportat GNL. La planta de licuefacción sería en Bahía Blanca

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Paolo Rocca, el CEO de Tenaris/Techint mpulsa un proyecto para exportar la producción de Vaca Muerta y el plan contempla la instalación de una planta de licuefacción en Bahía Blanca, donde YPF iba emplazarla antes de que decidiera mudarla a Río Negro en medio de la guerra del GNL que dejó al gobernador de Buenos AiresAxel Kicillof, con las manos vacías.

La carrera para ver quién se queda con los dólares de las primeras exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL) sumó un nuevo competidor que pisa fuerte en los negocios energéticos y que logró colocar a sus exejecutivos en puestos clave del gobierno de Javier Milei.

A los proyectos que encabezan YPF y Pan American Energy (PAE) con la noruega Golar LNG, ahora se sumó una nueva iniciativa de Techint que apunta a transformar una parte de la producción de Vaca Muerta en GNL que será despachada por barco al exterior.

Tras los primeros bosquejos a principios de 2023, el holding de Rocca se encamina a oficializar su proyecto de producción y exportación de GNL antes de que concluya el año. Fuentes del sector confirmaron que lo hará después de que la administración libertaria termine de reglamentar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).

Axel Kicillof y la planta en Buenos Aires

Si bien la configuración definitiva dependerá de los resultados que arrojen los estudios de ingeniería y de factibilidad económica que estarán concluidos dentro de diez meses, el proyecto de Techint tiene como dato político que su localización se asentaría en el puerto de Bahía Blanca.

La confirmación de ese dato significaría una suerte de revancha económica y política para la administración de Kicillof, ya que compensaría, en parte, la decisión de YPF de mudar el emplazamiento original del territorio bonaerense a la provincia de Río Negro; todo con el beneplácito de la Casa Rosada.

A diferencia de los proyectos de la petrolera de mayoría accionaria estatal y del tándem PAE-Golar, el que impulsa Techint tiene una característica técnica diferente: prevé arrancar directamente con una planta modular de licuefacción en tierra en lugar de las instalaciones flotantes que contemplan las otras iniciativas.

El negocio gasífero de Paolo Rocca

El negocio gasífero de Techint está en manos de Tecpetrol, la petrolera del grupo que opera en Vaca Muera el yacimiento Fortín de Piedra, donde desembolsó entre 2017 y el año pasado una inversión acumulada de u$s3.500 millones.

En 2023, su producción de gas promedio se ubicó en 17 millones de metros cúbicos diarios (MM3/D), con picos en el período invernal que escalaron hasta 24 MM3/D. Prevé cerrar este año con un promedio diario de producción de 20 MM3/D, equivalente a casi al 20% del consumo total de gas en el país.

De acuerdo con su plan estratégico, apunta a elevar el nivel actual de producción hasta 40 MM3/D en un plazo de dos décadas.

En este horizonte de incremento productivo se enmarca el proyecto de exportación de GNL, cuyo primer módulo tendría una capacidad de producción de hasta 4 millones de toneladas anuales (MTPA) de GNL.

Detalles del proyecto de Techint

Fuentes del sector gasífero consultadas por Letra P anticiparon los trazos principales del proyecto de Techint:

  • Contempla la instalación de una planta de licuefacción en tierra (on shore) de tipo modular y con la posibilidad de ampliarlo en función del incremento de las exportaciones de GNL. La primera fase operativa de la planta demandaría entre 24 y 30 meses de obras. Al módulo inicial de 4 MTPA podrían añadirse otros similares hasta alcanzar una capacidad máxima de 20 MTPA.
  • Transita en la etapa denominada Front End Engineering Design (FEED) y el diseño final de la ingeniería estaría concluido al inicio del primer semestre de 2025.
  • Con estos estudios, el grupo deberá definir si financia las obras con recursos propios o sale a buscar fondos en el sistema bancario o con los compradores potenciales del GNL.
  • Aunque no hay cifras precisas, se estima que la inversión inicial podría rondar entre u$s1.500 millones y u$s2.000 millones.

Otros proyectos en Vaca Muerta

El megaproyecto de GNL que impulsa YPF para exportar la producción de Vaca Muerta desde el puerto rionegrino de Punta Colorada prevé un paquete de inversiones calculado en u$s30.000 millones. El 70% de ese monto corresponde a la construcción de nuevos gasoductos e instalaciones portuarias.

En materia operativa, contempla tres instancias. En la primera y segunda etapa funcionará con dos embarcaciones flotantes de licuefacción que tendrán una capacidad de producción equivalente a 20 millones de metros cúbicos diarios (MM3/D) cada una. La tercera etapa comprende la construcción de una planta firme en tierra que podrá producir y exportar el equivalente unos 40 MM3/D.

Para que sea viable, la compañía de mayoría estatal que comanda el ex Techint Horacio Marín tiene que salir a buscar los compradores posibles del GNL para suscribir los acuerdos de exportación a largo plazo que permitan apalancar la financiación de las obras con bancos internacionales y fondos de inversiones.

YPF tendría cerrado un acuerdo con Shell para venderle hasta un tercio de la futura producción de GNL y cubrir de esa manera el lugar que se apresta a dejar vacante Petronas, la petrolera malaya con la cual YPF iba a llevar adelante el proyecto.

El otro proyecto de GNL es del grupo Southern Energy (SE) integrado por PAE, la petrolera conducida por Marcos Bulgheroni, y la nórdica Golar. Es de una escala menor al de YPF, pero está más avanzado y con una fecha cierta de comienzo de las operaciones.

El consorcio ya confirmó que iniciará los envíos al exterior en 2027 desde el buque FLNG Hilli Episeyo, que estará anclado en el Golfo San Matías con una capacidad de producción de 2,45 MTPA de GNL, equivalentes a 11,5 MM3/D de gas natural.

Antonio Rossi

La inteligencia artificial irrumpe en el mundo de la ciencia. Lo muestra el Nobel de Física 2024

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En los últimos años, los observadores de la tecnología se han hecho cada vez más eco de la amenaza que supone la inteligencia artificial para la variedad humana. Los modelos de inteligencia artificial escriben y hablan como nosotros, dibujan y pintan como nosotros, nos ganan al ajedrez y al Go. Expresan un inquietante simulacro de creatividad, sobre todo en lo que se refiere a la verdad.

La inteligencia artificial llega también a la ciencia, como parecían querer demostrar los Premios Nobel de esta semana. El martes se concedió el Premio Nobel de Física a dos científicos que ayudaron a los ordenadores a «aprender» de forma más parecida a como lo hace el cerebro humano. Un día después, el Nobel de Química recayó en tres investigadores por utilizar la inteligencia artificial para inventar nuevas proteínas y desvelar la estructura de las ya existentes, un problema que dejó perplejos a los biólogos durante décadas, pero que la inteligencia artificial podría resolver en cuestión de minutos.

Que empiecen las quejas: Esto era informática, no física ni química. De hecho, de los cinco galardonados el martes y el miércoles, podría decirse que sólo uno, el bioquímico de la Universidad de Washington David Baker, trabaja en el campo por el que fue premiado.

Los Nobel científicos tienden a premiar los resultados concretos frente a las teorías, los descubrimientos empíricos frente a las ideas puras. Pero ese esquema tampoco se ha mantenido este año. Uno de los premios fue a parar a científicos que se apoyaron en la física como base sobre la que construir modelos informáticos utilizados para ningún resultado innovador en particular. Los galardonados del miércoles, en cambio, habían creado modelos informáticos que suponían grandes avances en bioquímica.

Sin duda, se trata de logros extraordinarios y fundamentalmente humanos. Pero el reconocimiento del Nobel puso de relieve una perspectiva escalofriante: en adelante, quizá los científicos se limiten a fabricar las herramientas que hacen los avances, en lugar de hacer ellos mismos el trabajo revolucionario o incluso entender cómo se produjo. La inteligencia artificial diseña y construye cientos de Notre Dame y Hagia Sophias moleculares, y un investigador recibe una palmadita por inventar la pala.

Un viejo premio en un mundo nuevo

Pero concedamos a los humanos lo que se merecen. La ciencia siempre ha utilizado herramientas e instrumentos, y nuestra relación con ellos se ha hecho más compleja con su sofisticación. Pocos astrónomos miran ya al cielo, ni siquiera ponen un ojo en un telescopio. Los sensores de la Tierra y el espacio «observan», recopilando cantidades alucinantes de datos; los programas informáticos los analizan en busca de patrones familiares y extraños; y un equipo de investigadores los examina, a veces desde el otro lado del mundo. Los cielos son píxeles en un monitor. ¿A quién pertenece el descubrimiento? ¿Dónde acaba la maquinaria y empieza lo humano?

En todo caso, al destacar el papel de la inteligencia artificial en la ciencia, el Comité Nobel subrayó el anacronismo en que se ha convertido su reconocimiento. Los premios concebidos por Alfred Nobel en 1895 recompensaban una cierta visión romántica de la ciencia: el genio solitario (típicamente masculino) que plantaba banderas en los continentes de la Física, la Química y la Medicina. Pero los problemas actuales del mundo, desde el cambio climático y la inseguridad alimentaria hasta el cáncer y la extinción, no respetan esas fronteras. Raro es el biólogo o químico puro; cada vez es más común el geoquímico, el paleogenómico, el teórico evolutivo computacional, el astrobiólogo.

La inteligencia artificial está difuminando aún más estas divisiones. Richard Socher, director ejecutivo de You.com y otro de los padrinos de la inteligencia artificial, ha afirmado que la mayor contribución de la tecnología llegará cuando vincule y explote las bases de datos de disciplinas hasta ahora dispares, desde la cristalografía a la neurociencia, para forjar nuevas e inesperadas colaboraciones entre científicos.

«Entre» es la palabra clave. La ciencia es cada vez más un trabajo de equipo, una realidad hermosa y esencial que los premios Nobel, con sus estrictas reglas y categorías, son incapaces de celebrar como es debido. «Es lamentable que, debido a los estatutos de la Fundación Nobel, el premio tenga que recaer en no más de tres personas, cuando nuestro maravilloso descubrimiento es obra de más de mil», dijo Kip Thorne, físico de Caltech, tras ganar el Nobel de Física en 2017.

Y si el Comité del Nobel premia ahora las contribuciones de la inteligencia artificial, ¿no debería reconocer también a los investigadores de cuyos resultados ha aprendido? Para resolver el problema de la estructura de las proteínas, AlphaFold, la inteligencia artificial galardonada este año con el premio de Química, se entrenó con una base de datos que recogía el trabajo de más de 30.000 biólogos.

Ningún ser humano puede existir solo, y nuestras máquinas tampoco, al menos de momento. Lo que hacen con su tiempo refleja nuestras decisiones. Lo que descubren con él es una destilación de lo que nosotros mismos hemos aprendido, o esperamos aprender. La inteligencia artificial somos nosotros: una gran muestra de humanidad, una suma de partes mejor de lo que hasta ahora hemos conseguido reunir cada uno por nuestra cuenta. Eso merece un premio o dos.

Un equipo de la UBA quedó entre los ocho mejores en el Mundial de Ingeniería en Petróleo

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La Universidad de Buenos Aires (UBA) volvió a ser noticia por el desempeño de sus alumnos. En esta oportunidad, el logro llegó de la mano de un grupo de cinco estudiantes que participó en el Mundial de Ingeniería en Petróleo y quedó entre los ocho mejores del total de 32 equipos que compitieron.

El grupo en cuestión está integrado por Catalina Daniela Montes, Sofía Celeste Stratico, Stefano Saitta, Melanie Iara Micheltorena Ibarra y Nicolás Gaspar Laborde, todos ellos estudiantes de la Facultad de Ingeniería. Es la primera vez que una comitiva argentina llega a esa instancia del PetroBowl, que en esta edición se desarrolló en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans.

Los jóvenes, que tienen entre 22 y 24 y están cursando la carrera de Ingeniería en Petróleo, ya habían logrado el tercer puesto en la competencia a nivel regional de Latinoamérica y Caribe, que se llevó adelante en Río de Janeiro en mayo.

Según informaron desde la casa de estudios, sus representantes llegaron con mucha confianza a esta instancia tras la clasificación que habían obtenido hace cinco meses. “Sabemos que es una competencia dura, con muy buenos equipos con integrantes que están cursando Maestrías o Doctorados lo cual los ubica, a priori, por encima de nosotros pero con todo el esfuerzo y la dedicación que hemos puesto confiamos en que dejaremos a la UBA y al país en un lugar de prestigio”, había dicho Melanie Micheltorena en aquel entonces.

El Petrobowl es “un concurso anual de conocimientos con preguntas rápidas sobre la industria petrolera en el que participan alumnos de universidades de todo el mundo. La primera vez que se hizo fue en 2002 y, 13 años más tarde, se convirtió en una competición global con la introducción de seis eliminatorias regionales. Con ese filtro, cada región selecciona a los equipos que participarán en el campeonato internacional.

Prepararse para el Petrobowl supone un tremendo desafío ya que nos enfrentamos a las mejores universidades del mundo así que mantenemos prácticas semanales. También, cada miembro del equipo memoriza preguntas, investiga conceptos, que luego debatimos en equipo y con profesores de la Facultad o profesionales de la industria”, describió la capitana del grupo, Catalina Montes.

En tanto, los cinco estudiantes coincidieron en que, “más allá de representar una competencia que demanda una preparación técnica y no técnica, que implica formación en geopolítica, economía y en diversas áreas”, significa también “un aprendizaje más personal desde la perspectiva de argumentar las respuestas, construir una dinámica grupal, aprender de todos los equipos y mentores con los que se tiene la suerte de enfrentar”. “Esto nos permitió representar a la Universidad y al país con un sentido de pertenencia que nos enorgullece”, expresaron.

Sofía Stratico, quien está próxima a recibirse y dejará su lugar en el equipo, resaltó que a pesar de que la carrera que estudia es una de las incorporaciones más recientes a la facultad, pudieron estar “a la altura de universidades tanto del ámbito nacional como internacional”. “Nuestra performance no sólo es un fiel reflejo del indudable prestigio de la Universidad de Buenos Aires, la Facultad de Ingeniería y el Instituto del Gas y del Petróleo, si no también del excelente cuerpo docente y cada empresa y asociación que aportó valor agregado a nuestra formación en diferentes oportunidades”, agregó la joven.

En México se construirá una planta de GNL. Quieren que sea el 4to. productor mundial

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Mientras que en la Argentina YPF y otras empresas evalúan la posibilidad de construir una planta de gas natural licuado (GNL), en México se está llevando adelante un proyecto similar que está más avanzado y que funcionaría como un espejo para los planes nacionales. Se trata de la terminal de GNL Saguaro Energía, que se construirá sobre la costa del Pacífico, en Puerto Libertad, Sonora, con una inversión inicial de US$15.000 millones, y que permitirá exportar el sobrante de gas de Estados Unidos a los mercados de Asia.

La construcción de la terminal de GNL se considera un proyecto game-changer (punto de inflexión) en México, ya que posicionará al país como el cuarto exportador de gas licuado del mundo, solo por detrás de Australia, Qatar y Estados Unidos. Los planes de la obra comenzaron en abril de 2020, de la mano de la empresa Mexico Pacific.

Si bien México no es un productor de gas, se abastecerá con la oferta de Permian, la cuenca de producción no convencional de Texas, Estados Unidos, que permitió desarrollar la tecnología del fracking para que sea rentable extraer gas y petróleo de rocas duras. En otras palabras, el desarrollo de Permian posibilitó que Vaca Muerta sea hoy una realidad que cambió la matriz energética argentina.

Desde Permian al Puerto Libertad se construirá el gasoducto Sierra Madre, de 800 kilómetros de longitud, que tendrá un diámetro de 48 pulgadas, cuatro plantas compresoras y que transportará 80 millones de metros cúbicos por día (m3/d). Para tomar dimensión, el gasoducto Néstor Kirchner, construido el año pasado en la Argentina, tiene una longitud de 573 km, con tubos que tienen un diámetro de 36 pulgadas y transporta 22 millones de m3/d.

La planta de GNL Saguaro Energía se instalará a unos 200 km al sur de la frontera con Estados Unidos y permitirá a México exportar 15 millones de toneladas por año (MTPA). Se eligió ubicarla sobre la costa del Pacífico para ahorrar 11 días de transporte a Asia, ya que se evita de esta manera cruzar el canal de Panamá.

Se espera que la mayor parte de la terminal de GNL de México esté en funcionamiento en 2028. El proyecto contempla, en una segunda etapa, duplicar la capacidad de procesamiento a 30 MTPA. La iniciativa de YPF y Petronas, por su parte, tendría una capacidad de entre 25 y 30 MTPA.

Los países asiáticos son el principal mercado donde está la demanda de GNL, además de Europa, ya que están en pleno proceso de reemplazar carbón por gas como fuente de energía. Hasta 2021, el 55% de la generación eléctrica de China todavía funcionaba a base de carbón, luego de haber invertido en los años anteriores para diversificar sus fuentes de suministro e incluir la energía renovable, nuclear y el consumo de GNL.

Antes de comenzar la construcción de la planta de GNL en México, la empresa a cargo del proyecto, Mexico Pacific, firmó contratos de ventas de gas por 20 años para asegurarse los clientes y luego, con esos contratos, conseguir el financiamiento. A la fecha, ya anunció acuerdos con Shell, ExxonMobil, Woodside, Zhejiang Energy y Guangzhou. La empresa contrató a la japonesa Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) para dirigir el financiamiento del proyecto.

Al momento comenzaron las obras para las instalaciones temporales y de movimiento de tierras, trabajos de desmonte, despalme y compactación, de las cuales participa la constructora argentina Techint, que fue adjudicataria. “Las actividades relacionadas con las instalaciones temporales incluyen señalamientos externos básicos, cercado de áreas, instalación de servicios primarios, como energía vía generación a diésel, y el servicio médico, entre otras”, explica la página de la empresa que fundó la familia Rocca.

Proyecto argentino

A principio de mes, YPF y Petronas anunciaron que, en caso de avanzar con la construcción de la planta de GNL, se instalará en el puerto Punta Colorada, en Río Negro. Previamente, llegarán al país buques de licuefacción de gas que se emplazarán en ese puerto para comenzar el proceso de convertir el gas de su estado natural a líquido, para que pueda ser exportador por barcos en vez de utilizar gasoductos.

De hecho, Pan American Energy (PAE) ya anunció la contratación de al menos un buque de licuefacción de la noruega Golar, que llegará al país en 2027. Se espera que en los próximos meses otras productoras de gas se asocien a este proyecto, incluyendo a YPF.

La empresa de Noruega confirmó que se utilizará el buque FLNG Hilli Episeyo, que actualmente está operando en Camerún, y que tiene una longitud de casi 300 metros, y una capacidad nominal de 2,45 MTPA, equivalente a 11,5 millones de metros cúbicos día de gas natural.

Inicialmente, la terminal de GNL flotante se abastecerá de gas natural utilizando la infraestructura y capacidad existente del sistema en los meses del año con menor demanda local (el verano). Posteriormente, el objetivo es que pueda operar todo el año.

Como parte del acuerdo, se creó una empresa llamada Southern Energy, de la cual Golar tendrá una participación del 10%. Las acciones restantes están al momento en manos de PAE, que es la responsable de la compra del gas nacional, las operaciones, la venta y la comercialización de los volúmenes de GNL de la Argentina. Sin embargo, la participación podría distribuirse entre las futuras empresas que ingresen al proyecto.

En un contexto internacional que cambió luego de que el mayor exportador de gas a Europa, Rusia, invadiera Ucrania, los países buscan diversificar sus fuentes de energía y asegurarse el abastecimiento. En este marco, la Argentina tiene la oportunidad de ofrecer los excedentes de gas que genera Vaca Muerta. Se trata de un mercado muy competitivo, en el cual pocas economías tienen las instalaciones necesarias para convertir el gas natural a líquido. Hoy es liderado por Australia, Qatar, Estados Unidos, Rusia y Malasia.

Sofía Diamante

Inteligencia artificial contra el ACV: un desarrollo argentino

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Durante un accidente cerebrovascular (ACV), el flujo de sangre que circula por el cerebro se ve interrumpido, lo que hace que partes del mismo pierdan nutrientes y el oxígeno necesario para funcionar. En pocos minutos empiezan a morir neuronas, lo que puede afectar de forma permanente funciones del cerebro como caminar y hablar, y puede desencadenar la muerte.

Un ACV puede darse por obstrucciones en las venas o por el rompimiento de alguna de ellas. Sus causas pueden ser una alta presión arterial, diabetes y problemas del corazón, y son más frecuentes en fumadores, personas con antecedentes familiares y edad avanzada.

La empresa Entelai, en asociación con el Instituto de Neurociencias (FLENI-CONICET), desarrolló un asistente virtual que utiliza inteligencia artificial (IA) para el reconocimiento, a través del diálogo con los pacientes, de síntomas compatibles con accidente cerebrovascular (ACV). El proyecto fue parte de la convocatoria Soluciones Innovadoras de la Fundación Sadosky en el año 2023.

El ACV se puede detectar mediante la consulta clínica cuando el paciente siente entumecimiento de alguna extremidad, confusión al hablar o problemas de la visión, y se confirma con un estudio de imágenes del cerebro. En la consulta clínica es muy importante que el médico pueda detectar los síntomas y muchas veces es difícil lograrlo, especialmente si el médico no conoce al paciente con anterioridad, por eso es tan alto el porcentaje de fallas en el diagnóstico y tan importante que se pueda contar con la mayor cantidad posible de datos para la evaluación.
Entelai ya había desarrollado varios sistemas de IA para el ámbito de la salud. Entre otros, un sistema para analizar resonancias magnéticas y otro para diagnosticar cefaleas con una precisión equivalente a la de un neurólogo, que actualmente comercializan en una asociación con el laboratorio Novartis.

Un ACV puede darse por obstrucciones en las venas o por el rompimiento de alguna de ellas. Sus causas pueden ser una alta presión arterial, diabetes y problemas del corazón, y son más frecuentes en fumadores, personas con antecedentes familiares y edad avanzada.

El sistema desarrollado hoy se está validando con pacientes que están internados y que se rehabilitan de secuelas causadas por accidentes cerebrovasculares. Se trata de un chat que funciona sobre la aplicación de mensajería Telegram que puede ir haciendo preguntas al paciente y así dar indicios de si tiene la enfermedad o no. Se espera que sea una herramienta muy útil para pacientes sobre los que exista una presunción de que pueden estar sufriendo un accidente cerebrovascular, o como herramienta complementaria para quienes reciben pacientes en sala de espera, para que puedan darle la prioridad correspondiente.

El médico neurólogo Lucas Alessandro es el jefe de proyecto y explicó: “Es una herramienta de diagnóstico con inteligencia artificial que con preguntas clínicas orientadas a sus antecedentes y la evaluación de un síntoma puede hacer un dignóstico sobre un probable ACV. Estamos trabajando sobre un algoritmo que ya existe, de Entelai y FLENI, que hoy tiene un uso y permite una evaluación de síntomas en general y la idea de este proyecto es afinar más la sensibilidad para los pacientes que tengan una enfermedad cerebro vascular aguda. Estamos diferenciando esta enfermedad porque son pacientes con más riesgo de una patología muy severa e inhabilitante, y mientras menos tiempo pase hasta que se diagnostica mejora mucho el pronóstico”.

El médico Santiago Crema, de FLENI, e integrante de la iniciativa, dijo: “El proyecto con la Fundación Sadosky abarca las dos cuestiones, por un lado la necesidad a nivel médico y por el otro la creación de un chatbot específico de ACV. Durante la epidemia de COVID hubo muchos de estos chats para detectar si la gente tenía esta enfermedad pero estaban mal entrenados, por lo que daban muchos falsos positivos. Eran muy sensibles a esta enfermedad pero incapaces de detectar otras. Por eso, con los chatbots que ya tenemos queremos darles un marco más dirigido a ACV y poder pulir eso. Una vez finalizada la validación, que se realiza con pacientes fuera de peligro y con comité de ética mediante, vendrán otras fases con uso real. La intención es que se pueda dar diagnóstico temprano pero también llegar a los centros de salud con especialización en el tema más cercanos adonde está el paciente”.

El sistema funciona de manera automatizada y no hay mediación con el médico. El objetivo es que se pueda acceder mediante una app de mensajería común para hacer más fácil el acceso y también integrarlo a los chats de asistencia de los centros de salud, como en el caso del Hospital FLENI, que es donde se están haciendo las pruebas con pacientes actualmente.

Se busca que el sistema pueda funcionar en el futuro como reemplazo o complemento a los call centers que deben guiar y derivar a un paciente al tipo de consulta a la que tiene que dirigirse. Pero para eso se debe lograr que la respuesta sea igual o mejor que la atención en estos servicios.

“Creemos que con este sistema podemos bajar mucho el tiempo desde que el paciente detecta el problema hasta que es atendido. Primero, porque los pacientes tardan mucho porque prefieren esperar a que los síntomas cedan cuando en realidad se están poniendo en riesgo. Al tener una herramienta en el celular, que está a mano de todos, se puede lograr no demorar esa consulta”, dijo Alessandro.

El ACV se puede detectar mediante la consulta clínica cuando el paciente siente entumecimiento de alguna extremidad, confusión al hablar o problemas de la visión, y se confirma con un estudio de imágenes del cerebro.

“Este algoritmo es un apéndice de lo que venimos trabajando hace años, en los algoritmos que ya tenemos desarrollados, no con esta rigurosidad de aprobación, pero sí para poder contener a pacientes con dolor de pecho que puedan tener riesgo cardíaco y pacientes con dolor abdominal intenso que podría ser una peritonitis. Nuestra idea en el futuro también es poder integrarnos a sistemas de emergencias por mensajería instantánea. Estamos desarrollando muchas cosas por mensaje escrito y también con mensaje de voz, que también pueden ser útiles, y estamos empezando a desarrollar cosas de valoración biométrica como asimetría facial o asimetría pupilar. Este trabajo tiene varios spin-off que en algún momento van a nuclearse todos bajo el mismo propósito”, explicó Crema.

Aspectos éticos y legales del diagnóstico con IA

En este tipo de sistemas automatizados, un error se puede pagar con vidas humanas, por lo que su uso es sumamente crítico y debe ser supervisado. Además, es importante que los sistemas tengan protecciones contra ciberataques, protejan los datos personales, den consentimiento informado a los pacientes y respeten la normativa legal sobre salud pública. Según Alessandro, “son herramientas muy nuevas y puede haber mucha reticencia ética, lo que me parece bien, y tenemos que hacerlo en el ambiente más seguro posible. El objetivo es tener la mayor sensibilidad alcanzable, es decir, que no se nos escape ningún paciente con un ACV potencial. La idea es ser lo suficientemente serios para tener una herramienta más rigurosa que otras. Ninguna herramienta es perfecta: hoy el error de diagnóstico en medicina es altísimo y la principal causa de morbimortalidad en los pacientes. En Estados Unidos, el 20% de la morbimortalidad tiene que ver con problemas de diagnóstico”.

Se aprobó la siembra de un nuevo maíz transgénico con resistencia a plagas y herbicidas

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El subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, debutó poniendo la firma en la aprobación de un nuevo cultivo transgénico: se trata de una variedad de maíz que ofrece resistencia frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio. Fue desarrollado por Corteva bajo la denominación DP-91Ø521-2.

Mediante la Disposición 25/2024, que se publicó este martes en el Boletín Oficial, la Secretaría de Agricultura autorizó la comercialización de la semilla, de los productos y subproductos derivados de ésta, provenientes del maíz con el evento individual DP-91Ø521-2, que confiere protección frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio”.

El trámite había sido expuesto para recibir opiniones de la sociedad en abril pasado, junto a otra variedad de maíz transgénico DAS-Ø1131-3 (con protección frente a ciertos insectos lepidópteros y tolerancia al herbicida glifosato), que por ahora no cuenta con aprobación final.

En cambio este maíz modificado de Corteva, que ya contaba con autorización de muchos otros países productores del mundo, sí tuvo el aval final firmado por Chiappe, al concluir el análisis tripartido que realiza la Argentina antes de habilitar cualquier cultivo transgénico. El maíz DP-91Ø521-2 fue aprobado por la Conabia a fines de 2023, por el Senasa en mayo de 2024; y finalmente por la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios.