El estadounidense John Hopfield y el británico-canadiense Geoffrey Hinton recibieron este martes el PremioNobel de Física 2024 por sus trabajos en redes neuronales artificiales, que permiten a las máquinas aprender, lo que sentó las bases en el desarrollo de la inteligencia artificial, dando lugar a modelos actuales de chatbots, como ChatGPT.
«Los dos ganadores del premio Nobel de Física de este año emplearon herramientas de la física para desarrollar métodos que son la base de los potentes sistemas de aprendizaje automático de hoy día», indicó el jurado en un comunicado.
«Aunque las computadoras no pueden pensar, las máquinas pueden imitar ahora funciones como la memoria y el aprendizaje. Los laureados de este año en Física han ayudado a hacer esto posible», añadieron en el escrito difundido por la red social Instagram.
Hopfield, de 91 años y profesor en la Universidad de Princeton, y Hinton, de 76 años y profesor de la Universidad de Toronto, fueron premiados «por sus descubrimientos e invenciones fundamentales que permiten el aprendizaje automático utilizando redes neuronales artificiales».
Las redes neuronales artificiales se inspiran en la red de neuronas del cerebro humano y ambos han estado trabajando en este tema desde la década de 1980.
Ellen Moons, presidenta del comité del Nobel de Física, explicó que los galardonados de este año «utilizaron conceptos fundamentales de la física estadística para diseñar redes neuronales artificiales que funcionan como memorias asociativas y hallan patrones en grandes conjuntos de datos».
«Estas redes neuronales artificiales se han utilizado para avanzar en la investigación en campos tan diversos como la física de partículas, la ciencia de materiales y la astrofísica, y se han convertido en parte de nuestra vida diaria, agregó en declaraciones a la prensa.
La Real Academia de las Ciencias Sueca indicó que la Inteligencia Artificial (IA) está «revolucionando la ciencia, la ingeniería y la vida diaria», gracias al trabajo de Hopfield y Hinton, aunque alertaron por los riesgos y responsabilidad que se debe tener al usar estas tecnologías.
Premios Nobel 2024
El Nobel de Física es el segundo que se entrega de la temporada, después de que este lunes se concediera el de Medicina a los científicos estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun, galardonados por su descubrimiento del microARN y su papel en la regulación de los genes.
El premioNobeldeFísica 2023 había sido concedido a la franco-sueca Anne L’Huillier, al francés Pierre Agostini y al austrohúngaro Ferenc Krausz por su investigación sobre las herramientas para explorar los electrones dentro de átomos y moléculas.
La temporada de estos galardones continúa esta semana con el anuncio del ganador o ganadores del Nobel de Química el miércoles, seguido de los tan esperados premios de Literatura el jueves y de la Paz el viernes. El Premio de Economía cerrará la temporada el lunes 14 de octubre.
La Segunda Guerra del Alto Karabaj, en primer lugar, y actualmente la guerra ruso-ucraniana, han demostrado que el empleo masivo de vehículos aéreos no tripulados de diferentes clases y tipos es una realidad, poniendo en jaque el uso de medios militares tradicionales. Si bien inicialmente fueron ideados como medios de vigilancia, inteligencia y reconocimiento, los drones continúan evolucionando para proporcionar a las Fuerzas Armadas capacidades de señalización de objetivos, apoyo a unidades de infantería y artillería, y ataque a objetivos terrestres y blindados. En este último caso, los drones FPV han ganado por mérito propio su lugar en la consideración de diversas fuerzas, entre ellas el Ejército Argentino.
Operador del 16 Air Assault Brigade Combat Team del Ejército Británico – Fotografía empleada a modo de ilustración.
En una entrevista realizada por Zona Militar al Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino, General de División Carlos Presti, este confirmó que la fuerza se ha propuesto como uno de sus objetivos la investigación y desarrollo de drones FPV para cumplir y suplir los requerimientos operativos.
Al respecto, el general Presti aclaró: “A partir de la observación de lo que sucede en los conflictos actuales, decidimos seguir evaluando opciones para adquirir sistemas portátiles de munición antitanque merodeadora, como los HERO-30 y HERO-120. Al mismo tiempo, estamos desarrollando proyectos para adaptarnos a estas nuevas exigencias tecnológicas. Entre ellos, la investigación y desarrollo de un sistema de drones FPV (First-Person View) lanzadores y merodeadores, fabricados con materiales descartables. Este proyecto responde a la necesidad táctica de contar con drones capaces de lanzar granadas o funcionar como municiones kamikazes”.
En el primer caso, las Fuerzas Armadas Argentinas se han convertido en pioneras a nivel regional al incorporar la primera munición merodeadora de la familia HERO, provista por la firma israelí Uvision. Inclusive, se busca avanzar en la adquisición de nuevos lotes, mientras se llevan a cabo cursos para operadores y se despliegan en ejercicios. Esto incluye las demostraciones y lanzamientos realizados en los Ejercicios Escuela de Fuego en Salinas del Bebedero, San Luis, y el recientemente finalizado Ejercicio Aonikenk en la Base de Infantería de Marina Baterías.
En cuanto a los drones FPV, estos se presentan como una solución más económica y menos compleja frente a otros vehículos aéreos no tripulados, al igual que suplir en etapas del conflicto la carencia de misiles guiados antitanque. Como se ha apreciado en la guerra ruso-ucraniana, su uso intensivo por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania se debió a que, siendo en su mayoría de origen comercial, estaban disponibles en grandes cantidades y podían adaptarse rápidamente para el lanzamiento de diversas cargas útiles, desde granadas hasta proyectiles con mayor carga explosiva.
A lo largo de los meses, el uso y la doctrina permitieron obtener retroalimentación de los operadores, refinando el diseño y las modificaciones aplicadas. Incluso se han desarrollado sistemas que combinan una munición merodeadora con las capacidades de un drone FPV, así como proyectiles adaptados para ser lanzados desde estas plataformas.
Aunque el Ejército Argentino no ha brindado mayores precisiones, se presume que la fuerza buscaría combinar ambos sistemas, utilizando las municiones merodeadoras para objetivos de mayor valor táctico en el campo de operaciones, mientras que los drones FPV serían desplegados en mayor número contra otros objetivos de menor valor y de oportunidad.
Hasta la fecha, algunas empresas nacionales, como la cordobesa FixView, están desarrollando propuestas para dotar a las Fuerzas Armadas con este tipo de plataformas. En primer lugar, según informó la propia compañía, se encuentra en fase de prototipo una munición merodeadora del tipo FPV, con vistas a avanzar en demostraciones de campo.
Por último, aún en fase conceptual, la empresa está realizando estudios de factibilidad para el desarrollo de una plataforma no tripulada capaz de transportar y lanzar proyectiles de mortero de 81 mm, combinando elementos de inteligencia artificial y guía por GPS para dirigir los proyectiles hacia su objetivo.
El cambio de gestión y la orden del presidente Javier Milei de ajustar al mínimo –y en lo posible, eliminar– las partidas para obra pública ya dejaron secuelas: dejaron al borde de la parálisis el “Sistema Riachuelo”, un megaproyecto de AySA que al ponerse en funcionamiento podría mejorarle la calidad de vida a un millón y medio de habitantes del conurbano bonaerense, con beneficios indirectos para otros 4,5 millones de usuarios. Con un dato adicional: el Banco Mundial giró a la Argentina los fondos para terminar las tareas, pero los contratistas cobran en cuentagotas y pueden quedar en condiciones de rescindir el contrato, según confirmaron cuatro fuentes al tanto de lo ocurrido durante estos meses.
Las miradas apuntan al Ministerio de Economía, que demoró las partidas para concluir el “lote 2″ del megaproyecto. Llegó a adeudar varios certificados de obra, incluidos los de abril ($1700 millones), mayo ($6000 millones) y junio ($4800 millones). Hasta que destrabó una transferencia a mediados de septiembre con el que evitó llegar a los 90 días de incumplimiento. Superar ese plazo hubiera habilitado a los contratistas a demandar en los tribunales al Estado nacional, aunque con ese desembolso parcial el Palacio de Hacienda sólo ganó unas semanas. El 1 de este mes debía afrontar otro vencimiento, que ante la consulta afirmaron que cancelarán en los próximos días.
“El problema no es que se hayan desviado los fondos [que giró el Banco Mundial], ni tampoco es un problema de AySA o de Acumar [por la Autoridad de Cuenca Riachuelo Matanza], sino el límite del crédito presupuestario. Y eso es algo que define Economía”, indicó una fuente que conoce, desde adentro, el desarrollo y ejecución del megaproyecto.
Desde el Palacio de Hacienda confirmaronlas demoras en los pagos, pero cargaron contra la anterior gestión, liderada por Sergio Massa. “Al asumir, la obra se encontraba parada por falta de pago desde agosto del 2023″, indicaron. En marzo se pagó deuda por $15.460.957.664,78″, precisaron. ¿Y qué pasó con los pagos pendientes desde marzo en adelante? Respuesta oficial: “Se encuentra en retraso el pago del certificado de junio que tenía como cronograma de pago previsto el 1 de octubre por $4.820.612.888. El retraso se produjo por falta de reconocimiento de número SWIFT de la casa de origen, más demoras en la acreditación en la cuenta designada para su erogación; previendo regularizar su erogación el 7 de octubre”.
Desde AYSA, en tanto, ofrecieron una respuesta similar, pero distinta: tras aclarar que la ACUMAR opera como unidad ejecutora que gestiona el préstamo y los fondos, para que luego AySA dispone para realizar los pagos, indicaron a LA NACION los certificados que vencieron en julio y agosto ya fueron cancelados. Ahora, abundó, está “a la espera de que la Acumar transfiera los fondos en las próximas semanas para regularizar el certificado que vencía en septiembre”, para luego indicar que “a pesar de estos retrasos, la obra continuó su ejecución” y que la ACUMAR “está gestionando con el Ministerio de Economía las ampliaciones de crédito presupuestario, a fin de garantizar la continuidad del proyecto”.
Radiografía de la obra pública
Concebido durante los albores del kirchnerismo, el “Sistema Riachuelo” resulta una radiografía precisa de cómo funciona la obra pública en la Argentina. Comenzó a gestarse en 2008 con la promesa de terminarlo en cuatro años, pero se licitó en 2011, se firmó en 2014 y la inauguración se planeó para 2019. Pasó luego para 2022. Y en septiembre de 2023, la entonces titular de AySA, Malena Galmarini, y su marido, el entonces ministro Massa, celebraron el “inicio al proceso de puesta en marcha”, en plena campaña presidencial de Massa. Pero el “inicio” no fue tal. El “Sistema Riachuelo” sigue hoy sin funcionar.
Por su complejidad, el megaproyecto se concibió en tres partes o “lotes”. El 1 y 3 quedaron desde su inicio bajo control y financiamiento del Banco Mundial, mientras que el “lote 2″ quedó bajo fondeo y control de Néstor Kirchner y Julio De Vido, que lo entregaron a constructoras amigas, afrontó todo tipo de vaivenes y hoy, tras ceder los controles y fondeo al Banco Mundial, mejoró su ejecución y los últimos datos oficiales marcan un 86% de avance, aunque actualizado llegaría al 92 por ciento.
Ahora, los involucrados afirman que las obras podrían completarse “en meses”, siempre que no haya demoras o imprevistos. Así, 2025 podría ser el año inaugural. Pero tampoco pueden garantizarlo, ya que dependen de las partidas que debe liberar el titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, quien sigue las directrices restrictivas de la Casa Rosada.
Las pautas que fijó Milei son claras. “La obra pública se termina. Es decir, no tenemos plata. Hay que recortar, porque el déficit fiscal es muy alto”, afirmó a fines de noviembre, ya como presidente electo. Y Caputo actuó en consecuencia: redujo al mínimo el flujo de partidas, con la consiguiente ralentización o paralización de obras públicas en distintos puntos del país.
El “Sistema Riachuelo” es, sin embargo, distinto. Porque su financiamiento no proviene de las arcas del Estado nacional, sino del Banco Mundial, que ya giró los fondos para completar las obras, a las que asigna prioridad, por los años de retraso y por la cuantía. Son cerca de US$1227 millones, su financiamiento más grande en toda América Latina y el Caribe.
Para los ejecutivos del Banco Mundial, en tanto, el megaproyecto conlleva desafíos y dolores de cabeza recurrentes. Deben lidiar con la realidad argentina y con las preguntas que llegan desde Washington, donde exigen respuestas y resultados. Pero prefieren mantener la vista en la meta:“El proyecto se sigue ejecutando, hubo algún retraso dado el cambio de administración, pero la obra continua y esperamos que se inaugure en 2025″, indicaron.
Los resultados durante los últimos años, sin embargo, distan de ser los esperados, como consignaron los informes que la Auditoría General de la Nación (AGN) y la Sindicatura General de la Nación (Sigen) emitieron en 2018 y 2021.
El informe de la Sigen expuso, entre otras falencias, el “deficiente grado de planificación y programación de las tareas” del Sistema Riachuelo, las “sucesivas modificaciones” que sufrió el megaproyecto, sus “significativos retrasos”, “las redeterminaciones de precios generadas en consecuencia” durante las presidencias de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, y hasta una contratación directa por 14 millones de euros.
Tres “lotes” con recorridos muy distintos
Los tres tramos o “lotes” registraron problemas, pero con diferencias evidentes de avance y transparencia, además de modificaciones periódicas de plazos y costos:
Lote 1: controlado y financiado por el Banco Mundial, abarcó la excavación de un túnel a entre 12 y 24 metros de profundidad, a lo largo de 30 kilómetros del llamado Colector Margen Izquierda y Desvío Colector Baja Costanera, más obras complementarias. Transportará los efluentes provenientes del margen izquierdo del Riachuelo y la ciudad de Buenos Aires, más una ampliación del sistema Baja Costanera, hasta Dock Sud. Consorcio ganador: la italiana Ghella y la argentina IECSA, la constructora que era de Angelo Calcaterra, luego procesado en el tramo local de Lava Jato y el caso Cuadernos, en el que acaban de beneficiarlo. El contrato comenzó a ejecutarse en 2015 y debió terminarse en 48 meses, plazo que se alargó. La obra se terminó en diciembre de 2022.
Lote 2: controlado y financiado por el Estado nacional y, tras años y marchas y contramarchas, por el Banco Mundial. Abarca la construcción de una estación elevadora de entrada de los efluentes que llegan a Dock Sud por el túnel del Lote 1, más una Planta de Pretratamiento Riachuelo y una estación de bombeo de salida de esos efluentes. Todo, en terrenos ganados al Río de la Plata. ¿Consorcio ganador? Esuco, JCR, CPC y C&E –todas cercanas al kirchnerismo-. Ya en tiempos del macrismo, se convocó a Ghella y se sustituyó a CPC, la constructora de Cristóbal López, por Impregilo, el grupo italiano socio de Sideco, el holding de la familia Macri, en la firma Yacylec. El contrato comenzó a ejecutarse en 2015 y debió terminarse en 48 meses. Avance de la obra: 92%.
Lote 3: controlado y financiado por el Banco Mundial, abarcó la construcción del Emisario Riachuelo que trasladará los efluentes pre tratados en las obras del Lote 2 en Dock Sud a lo largo de 12 kilómetros emisario subfluvial hasta su difusión en las aguas del Río de la Plata. Consorcio ganador: Impregilo SpA, Chediak –cuyo titular, José Chediak, fue luego procesado en la causa Cuadernos– y Healy Company. El contrato comenzó a ejecutarse en 2015 y debió terminarse en 48 meses, plazo que se alargó. La obra se terminó en marzo de 2023.
Hoy, con las obras finalizadas, los “lotes” 1 y 3 afrontan otros desafíos: registran períodos de garantía originales vencidos y extendidos ya por segunda vez, a la espera de completar los trabajos del “lote” 2, que a su vez está próximo a comenzar las pruebas finales con líquidos cloacales. Pero la paralización de las obras y las demoras en el pago de los certificados amenaza con postergar, otra vez, el final.
¿Un ejemplo? Según indicaron fuentes al tanto de las negociaciones, el consorcio contratista avisó que si para el 16 de septiembre no le pagaban los certificados de junio, se cumplirían los 90 días de incumplimiento e iniciaría las acciones de rescisión contractual, imputable al comitente. Es decir, al Estado nacional.
El problema es que el dinero para obras públicas no abunda durante los primeros meses de la gestión Milei. Y conlleva el dilema de la frazada corta. Y así es como el Ministerio de Economía retacea partidas y Acumar giró los pocos fondos de los que disponía a afrontar vencimientos en las obras de la Planta de Tratamiento de Efluentes Líquidos (Pteli). Al 31 de diciembre, ese proyecto registró el 79% de avance, según el monitor PISA de Acumar.
Para el Gobierno de Javier Milei, el sector nuclear parece ser más una posibilidad de conseguir dólares frescos que una vía para el desarrollo del país. Al menos eso se refleja en el presupuesto que propuso el Ejecutivo para el 2025, en el que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) pierde un 15,7% en términos reales contra este año, adonde ya había sufrido recortes muy importantes (ver gráfico).
Además, el sector nuclear viene sufriendo la parálisis en proyectos importantes, no solo de la central modular CAREM, sino también del reactor de investigación RA-10 (foto portada), a poco de su finalización.
En este contexto, la empresa estataEl Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), responsable de gestionar las centrales atómicas, que factura alrededor de 800 millones de dólares anuales y mantiene su superávit a partir de la venta de energía eléctrica, –que ha tenido aumentos importantes este año–, buscaría ser privatizada en el 49% de su paquete accionario.
Nicolás Malinovsky, director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECYT) y asistente a la reunión con los senadores, informó: “El 25 de septiembre pasado, el bloque de Senadores de Unión por la Patria nos recibió a los representantes del sector nuclear, funcionarios y trabajadores para poder transmitirle la situación crítica que se está viviendo, producto de una falta de financiamiento y de previsibilidad en la política nuclear. Se viene un desmantelamiento silencioso, desde la paralización de la obra del reactor CAREM a la posible privatización de Nucleoeléctrica Argentina”.
Variación del Presupuesto 2025 vs 2023 en organismos de ciencia y tecnología
Los recursos destinados para la CNEA se desploman un 39,9% en términos reales en dos años. El crédito vigente del organismo se deteriora un 28,7% real en 2024, a lo que se suma un nuevo retroceso de 15,7% previsto para 2025. Fuente: ciicti.org
Además, los salarios tienen aumentos muy por abajo de la inflación y esto está generando un éxodo de los empleados más calificados, en su mayoría ingenieros y técnicos especializados en el área, hacia el sector privado, con la dificultad que presenta este panorama hacia el futuro, ya que se trata de una pérdida de personal en el Estado que ha requerido de años de una formación específica, muy demandada en todo el mundo.
Solamente en NASA hubo unos 20 empleados que pasaron a otras industrias, principalmente a la industria petrolera. “Los salarios de la CNEA están por el piso, entonces se paralizan las obras pero también la gente se empieza a ir a otros lugares porque llegar a fin de mes está complicado, o empiezan a tener varios trabajos y se desvirtúa todo. La gente que entró desde 2022, ingenieros con tres años de formación en planta, se van a otras empresas porque el Estado no está acompañanado”, dijo Malinovsky.
“El bloque de senadores demostró mucho interés en lo que está pasando y consideran que el sector nuclear es muy importante, porque es un sector pujante en términos de desarrollo tecnológico vinculado a la industria energética del país”, dijo Malinovsky. Y agregó: “El senador José Mayans se puso a disposición para hacer una mesa de trabajo permanente para seguir lo que está pasando en el sector y nos pidió que elaboremos un informe con el presupuesto vinculado a las obras que son necesarias, para poder presionar para que formen parte del Presupuesto 2025”. NASA también tiene responsabilidades en la finalización de las obras del CAREM, el RA-10 y la planta de producción de combustibles nucleares Dioxitec, en Formosa. Además, la semana pasada, la central nuclear Atucha I salió de servicio porque va a iniciar sus obras de extensión de vida, que serán llevadas a cabo por NASA. El gobierno anterior había presupuestado que tendrían un costo de 450 millones de dólares pero la nueva gestión aumentó el presupuesto a 650 millones de dólares.
«Se viene un desmantelamiento silencioso, desde la paralización de la obra del reactor CAREM a la posible privatización de Nucleoeléctrica Argentina”, dice Malinovsky (centro).
En la reunión, no hubo senadores de otros bloques ya que fue una iniciativa de Unión por la Patria. Para esta semana había una reunión programada con senadores de Hacemos Coalición Federal y con representantes de las empresas nombrados por el Gobierno, pero finalmente se suspendió.
Según Malinovky, “la privatización de NASA sería la pérdida de conocimiento estratégico que llevó 70 años producir, los conocimientos de generación de energía eléctrica con reactores de potencia. Privatizarla sería entregar eso. NASA nace con el proceso de desregulación de los 90 con la intensión de ser privatizada, y (Eduardo) Rodríguez Chirillo, el actual secretario de Energía, fue uno de sus protagonistas. Antes, NASA era parte de la CNEA pero la crearon cuando vendieron todo el parque de generación de energía. En 2006, se cambió el sentido de NASA cuando se lanzó el plan nuclear con Néstor Kirchner y se pudieron encauzar las grandes obras, principalmente Atucha II, que estaba paralizada desde los años 80 y así se convirtió en mucho más que una gerenciadora, en una constructora de centrales con gran potencial”.
Hoy hay cinco grandes generadores de energía eléctrica en la Argentina: ENARSA, Pampa Energía, Central Puerto, YPF Energía y NASA. Esta última genera entre el 5% y el 10% de la energía. “Si perdemos a NASA se va a concentrar más el sector privado, con el impacto que eso puede tener en los costos en un país que necesita energía para el desarrollo industrial. No solo es NASA, también quieren privatizar a IMPSA, que tiene calificación nuclear y es una de las principales proveedoras de elementos para el CAREM, lo que además pondría en riesgo el proyecto”, dijo Malinovsky.
“Se sabe que la nueva gestión, con el presidente (Alberto) Lamagna y (Jeremías) Coppola, que viene de las criptomonedas, quieren que entren capitales privados y apuestan a que NASA podría ser privatizada por 1000 millones de dólares. Si eso sucede la estaríamos regalando porque 650 millones de dólares ya se tienen que usar para la extensión de vida de Atucha I, no quedaría nada en manos del Estado y entregaríamos el manejo de las tres centrales nucleares”, agregó el especialista.
El 25 de septiembre pasado, el bloque de Senadores de Unión por la Patria recibió a representantes del sector nuclear, funcionarios y trabajadores, quienes les transmitieron la situación crítica que se está viviendo, producto de una falta de financiamiento y de previsibilidad en la política nuclear.
Con respecto al CAREM, por ahora la obra civil está suspendida y el especialista cree que puede ser parte de una estrategia. “De caerse los contratos de obra, se pueden volver a licitar y entregarlos a empresas amigas, como pasó con Macri que cuando volvió la obra y se la entregaron a Caputo y Techint, sería un negocio financiero. La parálisis del sector es parte de la política exterior de este Gobierno alineada a los intereses de Estados Unidos, que necesita desmantelar uno de los sectores de desarrollo de tecnológico de punta en el país y que produce tecnología que fortalece otras industrias”, explicó.
Transición energética y energía nuclear
La energía nuclear está teniendo un resurgimiento en muchas partes del mundo, ya que es una forma de generar energía de forma constante, el contrario que las eólica y solar, y que no libera dióxido de carbono a la atomósfera, como la quema de hidrocarburos, por lo que es un complemento importante para evitar el calentamiento global.
Muchos países están construyendo nuevas centrales, especialmente China, Rusia e India, pero también Estados Unidos e Inglaterra, mientras que en la conferencia del clima COP28 del año pasado 20 países desarrollados acordaron triplicar la generación de energía de fuente nuclear para el año 2050. Según Malinovsky, “esta pérdida de capacidades también tiene que ver con cómo nos insertamos en un período de transición energética. Si uno estudia la Ley Bases, el RIGI, las resoluciones que va sacando la Secretaría de Energía, las inversiones que ofreció Estados Unidos para la transición energética de la Argentina nos van a condicionar a insertarnos como meros proveedores de materia prima, con Vaca Muerta y el litio. El sector nuclear no tiene razón de ser para ellos”.
Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), liderado por Ezequiel Álvarez, está desarrollando un modelo de inteligencia artificial bayesiana que permitirá anticipar focos de dengue en centros urbanos. La iniciativa parte de una colaboración con la gobernación de la provincia de Buenos Aires en líneas de innovación tecnológica.
A comienzos de este mes, Nicolás Kreplak, ministro de Salud bonaerense, anunció una serie de acciones contra el dengue, además de las instancias de vacunación. Entre ellas se destaca el uso de telemedicina y la implementación de herramientas de machine learning desarrolladas por la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) de la Unsam para la prevención de brotes de la enfermedad.
“Prevemos que la temporada de dengue durante este año sea muy grande, incluso superior a la del año pasado. Frente a este contexto, creemos que la mejor forma de organizar el sistema de salud es garantizar que a la guardia hospitalaria vayan las personas que necesiten recibir atención de mayor complejidad. Es que los casos leves solo requieren de reposo e hidratación. Por eso utilizaremos la telemedicina para realizar el diagnóstico, el seguimiento de los casos y la observación. Esto es importante porque a veces esperar en una guardia con muchas personas puede provocar que no se llegue a acceder a esas medidas de cuidado necesarias y, además, puede ser difícil que los casos más graves lleguen a atenderse con rapidez por el nivel de saturación de la atención en las guardias”, explica Kreplak.
Además de la telemedicina, la Provincia está implementando un sistema de alarmas tempranas. Los ciudadanos pueden llamar al 148 para avisar que tiene síntomas y acceder a la asistencia médica a distancia. Al mismo tiempo, esa información les permitirá a los responsables del área de Salud contar con datos claves. Sumada a la información proveniente de la vigilancia epidemiológica y de la atención de las guardias, entre otras fuentes, permitirán construir un modelo de inteligencia artificial con el objetivo de saber qué manzanas tienen más riesgo de contagiarse de dengue. “De esa manera podremos orientar con mayor fuerza las acciones estratégicas para reducir o morigerar la cantidad de contagios”, agrega el ministro de Salud bonaerense.
El desarrollo que menciona Kreplak es un proyecto interdisciplinario integrado por biólogas, zoólogas, epidemiólogas y funcionarios del equipo del gobierno provincial.
“En la dinámica de la epidemia del dengue, como en cualquier sistema, ocurren muchos procesos que se relacionan entre sí y dependen de ciertas magnitudes. Por ejemplo, el clima, los casos reportados en los últimos 20 días, la densidad de habitantes de una manzana, los llamados al número telefónico 148, la gente que va a la guardia, etc. Todos ellos son parte de las magnitudes observadas. Por otro lado, la cantidad de mosquitos infectados en una manzana, la cantidad de enfermos en una manzana y el nivel de descacharreo de la manzana son parte de las magnitudes no observadas”, describe Ezequiel Álvarez, investigador del Conicet en el Centro Internacional de Estudios Avanzados de la Unsam y líder de este desarrollo.
Sobre la tecnología
¿Qué es la inteligencia artificial bayesiana?Se trata de un enfoque que se basa en el aprendizaje a partir de la experiencia, en combinación con la aplicación del Teorema de Bayes. “En bayesian machine learning se aprovecha la parte sobre la que se tiene conocimiento, las relaciones entre los procesos y, a partir de las magnitudes observadas durante un tiempo, se pueden inferir verdaderas relaciones. Al hacer esto, el modelo aprende cómo se relacionan los procesos, entonces puede comenzar a inferir las magnitudes no observadas con la información que va llegando de las magnitudes observadas”, detalla Álvarez.
Según expresa el científico, el Teorema de Bayes es una técnica que se utiliza cuando hay algún dato que se ignora y se utilizan otros que sí se tienen y observan. Con esa información se obtiene una probabilidad del dato que se desconoce. “Nosotros queremos identificar la distribución probable de la cantidad de mosquitos infectados en cada manzana del Gran Buenos Aires. Esa es nuestra ‘variable latente’ a la que queremos llegar; para conseguirlo utilizaremos datos sobre la cantidad de llamadas al 148, densidad de población, nivel socioeconómico, cantidad de personas en las guardias hospitalarias, descacharreo y el clima de los últimos días, entre otros datos. Con todas las variables interconectadas y, gracias a la IA bayesiana, podremos encontrar la probabilidad de mosquitos en cada manzana”, afirma. Álvarez aclara que, aunque no sabrán la cantidad exacta de mosquitos, el programa de IA les permitirá inferir una distribución de probabilidad.
Un modelo de inferencia bayesiana es muy útil para analizar un sistema tan complejo como la epidemia del dengue porque la gente infectada se mueve, los mosquitos que transportan al igual que la enfermedad, y a eso se suman a los tiempos que tardan en aparecer los síntomas y los días en que el mosquito comienza a contagiar. Hay muchas variables que son muy complejas y ocurren muchos procesos que deben tenerse en cuenta.
“Tenemos que crear un modelo que aprenda de mirar todas las manzanas a la vez, durante todo el tiempo, y considerar todas las variables interconectadas, que son muchas. Cuando el modelo de inteligencia artificial bayesiano empiece a ver la data que estamos incorporando, empieza a aprender y puede estimar, día a día, la distribución de probabilidad de mosquitos de cada manzana”, sostiene el investigador.
Etapa de prueba
Álvarez adelanta que ya hicieron una primera versión del modelo. “Está funcionando muy bien y esperamos que mejore porque va aprendiendo a medida que pasa el tiempo. En este momento estamos haciendo un análisis previo de los datos del año pasado con la IA bayesiana para entender la correlación entre los datos. Todavía no está definido el modelo final”, señala.
El primer objetivo que tiene este grupo de investigadores es obtener un mapa para poder inferir, a partir de este mapa y de las observaciones de la epidemia del año pasado, cómo es el descacharreo en el Gran Buenos Aires. “Esto también nos va a dar el grip y la práctica para empezar a usar el modelo cuando lleguen los datos de esta temporada”, agrega el investigador.
La fecha estimada para recibir datos con el modelo terminado será a comienzos de diciembre. Según aclara Álvarez, no tiene sentido cerrarlo hoy si este programa puede continuar aprendiendo y mejorando hasta esa fecha. “Para que este modelo mejore, creamos datos sintéticos y verificamos la performance del modelo, por ejemplo. Hacemos discusiones grupales y surgen ideas para incorporar más datos. Por ejemplo, hace unos días se nos ocurrió sumar información geográfica de dónde se hace campaña”, revela.
La IA va aprendiendo cuanto más se utiliza. “Cuando empiecen a llegar los datos de este año, que suponemos será entre noviembre y diciembre, el modelo aprenderá y va a ser cada vez más preciso para poder estimar las variables que hoy no se pueden medir como la probabilidad de la cantidad de mosquitos enfermos en cada manzana”, destaca el científico.
“Al correr el modelo, junto con los datos que irán llegando de la epidemia, esperamos hallar que en algunos lugares esta distribución de probabilidad será mayor que en otros y esa información será clave para tomar acciones ágiles y eficientes a través de políticas públicas y, de esta manera, prevenir los brotes de dengue”, concluye Álvarez.
Según sintetiza el investigador, se espera que este desarrollo permita que las autoridades competentes puedan realizar diferentes acciones para reducir los brotes de dengue, optimizar los recursos de salud pública y fortalecer la prevención continua; y, como consecuencia de todas estas acciones, se reduzca drásticamente la cantidad de enfermos y los costos para el sistema sanitario.
Sigue artículo extractado de Zona Militar, y luego un comentario de AgendAR:
Tras más de una década de haber iniciado, el programa de modernización del Tanque Argentino Mediano (TAM) recobró un nuevo impulso en los últimos tiempos. Con la expectativa de alcanzar las diez unidades modernizadas para finales de año, el TAM 2C-A2 es actualmente uno de los principales Programas que lleva a delante el Ejército Argentino.
Durante la reciente entrevista exclusiva efectuada por Zona Militar al Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino, General de División Carlos Alberto Presti, el titular de la fuerza declaró al respecto que “El proyecto continúa con personal y medios propios en la modernización de los TAM2C-A2. La provisión principal de los componentes está a cargo de Elbit Systems, pero incluye a proveedores nacionales y extranjeros. El avance del proyecto depende de que la cadena de abastecimiento, se mantenga en tiempo y forma. De cumplirse, a fin de año tendremos diez vehículos en total”
El plan, que prevé la modernización de 74 unidades, cuenta con el trabajo conjunto entre la firma IMPSA, encargada del mecanizado de partes, la firma israelí Elbit Systems, quien provee los nuevos sistemas y el Batallón de Arsenales 602 “Coronel Ángel Monasterio” de la localidad de Boulogne, Buenos Aires. De acuerdo al cronograma previsto, el horizonte de trabajo se extiende a lo largo de unos 7 años para completar el total de tanques. Tal como fuera señalado al momento de presentarse las primeras cinco unidades de TAM 2C-A2 la tanda final a entregar se realizaría para el año 2027.
No obstante, la posible privatización de (IMPSA) – empresa estatal, con una participación del 63,7% del gobierno nacional y 21,2% del gobierno provincial mendocino- plantea dudas respecto de la continuidad del Programa, considerando que a día de hoy el poder político no ha aclarado si la propuesta de privatización deberá incluir un plan de continuación de este.
La incorporación de nuevas tecnologías, a las cuales se sumarán eventualmente la adquisición de Vehículos de Combate Blindados a Ruedas (VCBR) 8×8 y la modernización de los APC M113, que ofrecerán mayor movilidad y protección de las tropas, serán elementos clave para la transformación del Ejército en las próximas décadas.
Comentario de AgendAR:
Allá adónde esté, si hay internet, don Fray Luis Beltrán, cura con cojones y armero del Ejército de los Andes, le clavaría el “like” a la modernización del TAM 2C. No así a la política de adquisiciones del Ministerio de Defensa actual.
¿Cómo explicar al TAM? Este tanque rarísimo corretea a 80 km/h por pasos de montaña de 4800 metros, vadea arroyos de 2 metros de hondo y ríos de 4 metros si usa snórkel, flota sobre suelos de turba fueguina y le da lo mismo funcionar a 15º bajo cero que a 40º sobre cero.
El TAM, por Tanque Argentino Mediano, es un fierro viejo, veloz, sencillo, aguantador, barato y con un cañón quirúrgico y malevo. Y porque fue diseñado para nuestro país, tiene futuro en el mismo si se lo actualiza en sensores, computación y comunicaciones, disimulo y puntería.
El estándar 2C-A2 hace esto y transforma de nuevo el TAM en un arma efectiva, como lo era hace 50 años, en lugar de un vehículo de desfile. Eso, aunque la guerra de Ucrania muestre que el tanque, tal como existe hoy, relegará mucho del protagonismo que tuvo desde la 2da Guerra Mundial.
Eso no significa que vaya a desaparecer. Pero tendrá que rediseñarse en tecnología y tácticas de uso para sobrevivir a una infantería dotada de capacidades propias de observación y liquidación de blindados. Los drones cambiaron todo.
Fray Luis Beltrán, que aprendió metalurgia a los ponchazos, con la Enciclopedia de Diderot y cometiendo errores de novato en sus forjas de El Plumerillo, se asombraría con el concepto mismo de tanque. Es una síntesis de armas disociadas en tiempos de don Luis: la artillería y la caballería. Y como no creo haya podido siquiera imaginar los aviones, los drones aéreos, como síntesis de infantería y aviación, lo dejarían muy perplejo.
Sin embargo Beltrán fue el primer industrialista de nuestro Ejército. No se fumaría que el reequipamiento del arma principal del mismo dependa de multinacionales como la petrolera que va a comprar IMPSA (y por un vuelto). Tampoco que esté sujeto a países que hoy nos exigen alineamiento diplomático a cambio de tecnología, como Israel.
En tiempos de Beltrán no había repúblicas bananeras en América Latina: sólo colonias sin disfraz republicano alguno. Pero a don Luis le parecería inaceptable, por bananero, que el armamento de la Argentina por la que él peleó no esté atado al crecimiento de su economía.
Eso era lo que garantizaba institucionalmente el FONDEF, ley de la Constitución desde 2018, que el presidente Javier Milei acaba de voltear por decretazo. Ahora el rearme argentino lo deciden los antojos de un presidente: hoy quiero 10 TAM, mañana no, pasado, no sé.
La eliminación del FONDEF termina con algo más valioso que las armas: saber cómo diseñarlas y fabricarlas. En el fondo, eso decide el autoabastecimiento, y con ello cuándo, cómo y cuánto usarlas. La derogación (ilegal) del FONDEF abona aristocracias cuarteleras, ajenas a la producción dual e indiferentes a la innovación tecnológica. Indiferentes también a que sus paisanos tengan laburo calificado, casa, educación y salud. O no.
El FONDEF tuvo la intención fr evitar que el 0,8% del PBI de 2023 se quemara en comprar chatarra descartada de la OTAN. Pero este gobierno llegó para eso. A cambio de permitir la (presunta) renovación de 10 TAM, Milei abandona el blindado 6×6 multirruedas del Mercosur, el Guaraní, y nos va a llenar de Strykers yanquis viejos. Y eso se lo aplauden.
Se pinta un desarme como rearme. Se desmantela la base industrial y diplomática de nuestra soberanía, a cambio de una subordinación geopolítica a la OTAN, como si fuera nuestra aliada.
No lo es ni a palos. Constituye nuestra hipótesis de conflicto número uno, por ciertas islas demasiado famosas. Es una verdad de cajón. El Reino Unido la tiene clara, pero nuestra derecha, tanto la de motosierra y alarido, como la de elegante sport y la de gorra y borceguí, viven negándola.
No le comprás armas a tu enemigo. No te sirven. Ya llevamos 2,4 millones de km2 de caladeros marítimos perdidos ante el Reino Unido, junto con los U$ 13.000 millones/año de pesca que hoy generan para otros. Si chirriamos mucho por ello, cantidad de detritus bélicos comprados a la OTAN se quedan sin repuestos. Y a cantarle a Gardel.
La clase política argentina hace décadas que viene meando a cien metros del tarro en materia de defensa: en lugar de encarcelar a las cúpulas militares genocidas desde el ‘83, fue desmantelando la autonomía en equipamiento lograda, muy contra viento y marea, por tres generaciones de oficiales y tecnólogos patriotas. Como si la culpa del Proceso la hubieran tenido los fierros.
Por eso, AgendAR celebró el FONDEF y la sensatez del Ministerio de Defensa (MinDef) de Agustín Rossi y luego con Jorge Taiana: ante todo, recuperar a estándares actuales y en fábricas propias los viejos sistemas de armas de calidad y fabricados aquí. Y a la cabeza, el TAM.
Éste es el punto más débil del TAM, y de cualquier otro tanque de batalla, y el que hay que proteger de drones.
Modernizado al standard 2C-A2, los tres mayores defectos del TAM serán su falta de defensa contra drones y que habrá pocos: 74 mínimo, 104 con toda la furia, porque no se fabricaron más. ¿Con eso defendés a un país de 2,74 millones de km2? Ni ahí.
¿Por qué tan pocos TAM? Porque luego de Malvinas desapareció el ecosistema ideológico e industrial que los había creado. Es lo que hay que reconstruir.
EL TAM, COLETAZO TARDÍO DEL INDUSTRIALISMO MILITAR
Durante El Proceso todavía seguían vivos algunos restos del nacionalismo industrialista militar, creador, dueño y animador de una inmensa red fabril. Es difícil describírsela a los argentos sub-cuarenta. No te creen.
A lo largo del siglo XX el nacionalismo industrialista tuvo protagonistas como los generales Alonso Baldrich y Enrique Mosconi en petróleo y Manuel Savio en aceros, trenes, química, armamento e industria pesada. A añadir: el brigadier mayor Juan Ignacio de San Martín en aeronáutica. Todos, incluido de San Martín, vinieron del Ejército.
Ninguno se salvó de pasar tiempo en prisión con cargos truchados. Uno de ellos, Enrique Pistarini, constructor del aeropuerto de Ezeiza, de todas nuestras bases aéreas y de incontables obras logísticas en todo el país, murió de hambre, de frío y sin antención médica en la prisión de Ushuaia.
Casi todo lo que lograron construir fue sometido después a endeudamiento, vaciamiento, privatización, demolición y cierre por sus conmilitones vendepatrias, así como sus abundantes manyaorejas civiles. O viceversa, según la época. El TAM fue parte de las luchas por el alma militar argentina, que hoy ganan los malos por goleada.
Todavía con mando de tropa o atrincherados en empresas como Fabricaciones Militares o reparticiones como CITEFA (Centro de Investigaciones Técnicas de las Fuerzas Armadas), a fines de los ’70 muchos de estos milicos Nac & Pop aún cortaban, pinchaban y decidían. Algunas de sus decisiones estratégicas cambiaron la historia argentina en forma irreversible.
Un ejemplo es la fundación de la planta de aluminio de ALUAR en Puerto Madryn. Se tomó para que la Fuerza Aérea tuviera aluminio nacional para sus aviones. El diseño de planta fue 100% obra de la Universidad Nacional de La Plata. Y como el aluminio metálico es literalmente electricidad congelada, ALUAR supuso la construcción de la represa de Futaleufú, a 300 km., para darle electricidad a la planta.
Medio siglo después, la aeronáutica ya perdió toda veleidad de fabricar aviones propios: los más o menos 150 Pucarás y Pampas que construyó jamás se hicieron con duraluminio nacional. Pero con ALUAR e industrias nacidas “a pie de planta”, Madryn, ciudad expulsora de jóvenes hasta los ’60, desde los ’70 pasó de 5000 habitantes a los 120.000, con RRHH capacitados, alta ocupación, universidad e investigación científica. Parece otro planeta. Y eso se empezó durante la dictadura del general Marcelo Levingston. Pero se continuó durante la de Agustín Lanusse , que no era exactamente un “progre”.
El Nahuel, demasiado alto, como el Sherman, pero muy angulado, como el T-34 soviético.
No hay primates que puedan desmentir o revertir esa historia. La silenciaron bien, sin embargo.
En la posguerra, el tanque fue el arma fundamental de casi cualquier ejército moderno. La Argentina tenía en su haber la rareza de haber diseñado uno propio y al parecer bueno (el Nahuel), del cual –típicamente- sólo produjo 12 ejemplares.
El Nahuel parecía una cruza del M4 Sherman yanqui con el muy diagonal y esquinado T-36 soviético. Para hacerlo hubo que inventar habilidades nuevas en forja, laminado, torneado y mecánica de precisión en más de 80 empresas. Algunas eran grandes fábricas del estado, de aviones o de barcos, pero predominaban decenas de PyMES privadas que debieron capacitarse y equiparse “ad hoc”, ganosas de ligar un contrato largo.
Terminada la 2da Guerra en una Europa arrasada y hambrienta, los Aliados ofrecieron 400 Sherman M4 y Firefly de rezago, pagables con trigo argento. Perón se tiró de palomita sobre la oferta, lo cual nos dio una masa enorme de blindados, aunque hechos percha.
Previsiblemente, los Sherman se canibalizaron unos a otros por repuestos hasta que, pasadas dos décadas, quedaron sólo algunos pocos activos: los necesarios para desfiles y golpes de estado. Y los 12 Nahuel, a chatarra. Y sus proveedores, a joderse. Historia repetida.
El error no fue comprar los Sherman. Fue comprar 400, en lugar de 100, y abandonar el Nahuel. Pero eso último no se lo achaquen a Perón.
En los ’60 ya había disputas de fronteras entre Argentina y Chile, o entre Argentina y Brasil por el manejo de las altas cabeceras de los ríos de la Cuenca del Plata. Como el Cono Sur se iba enfierrando, había alertas de podrida regional y prohibición yanqui de equiparnos, al menos a nosotros.
Sin embargo, monsieur le Géneral Charles De Gaulle no recibía órdenes del State Department, parbleu! Con su eterna vocación de fregar a los yanquis, Le Grand Charles decidió darle al dictador Juan C. Onganía lo que éste pidiera.
El presidente de los Bastones Largos tenía ideas cortas y compró mal hasta lo bueno. De ahí salieron los 19 primeros Mirage III para la Fuerza Aérea, una joya… pero sin “offset” alguno. En la jerga, offset viene a ser: “Te compramos 10 Mirage “made chez toi”, Grand Charles, pero me vendés la tecnología, y aquí fabricamos decenas”.
Es conocer la geografía propia: el 8vo país del mundo por extensión no lo defendés con menos de 150 cazas, especialmente interceptores puros de gran trepada pero corto alcance. Es el caso del Mirage.
Brilló en 1967 en la Guerra de los 6 Días, pero en Malvinas conocimos bien sus límites: a altura mediana o baja, no tenía chances contra los Harrier británicos. Y el Mirage llegaba al área de operaciones sin casi combustible para volver. ¡¡Y no tenía lanza de reabastecimiento en vuelo!!
El Ejército en general es más apegado a lo real. La República Federal Alemana ofreció su Leopard M1, pero pesa 42 toneladas y habría colapsado la mayor parte de los puentes carreteros argentinos. Lo otro es que los alemanes no querían saber nada de transferir la tecnología y de que se fabricara aquí.
Nuevamente, De Gaulle aprovechó e hizo negocios. Se firmó la compra de 80 AMX-13 franceses, y la mitad se ensambló en el Batallón de Arsenales 601 de Boulogne Sur Mer, Pcia. de Buenos Aires.
Pero si aquel acuerdo fue bueno, el tanque era una mierda. ¿A quién se le ocurre poner un cañón de 105 mm. en un blindadito de apenas 13 toneladas? En la Escuela de Caballería era “vox populi” que tirando en movimiento y con la torreta girada, te ponías el tanque de gorra.
No obstante se negoció bien la fabricación bajo licencia de ese cañón, que sigue siendo excelente, y sobre todo, la de su munición antipersonal y antiblindado en la planta de Fabricaciones Militares de Río Tercero, Córdoba. Son la herencia que recibió el TAM.
A la luz de los problemas del AMX-13, los milicos Nac & Pop invocaron la sombra terrible del Nahuel y decretaron fatwah antibananera: prohibición de salir a llenar el carrito con el primer oferente europeo. El próximo tanque sería argentino, aunque juntando componentes e ideas en la UE.
De modo que con la RFA como nuevo y perplejo socio y sobre la base del ignoto carrier de infantería alemán Marder, de ThyssenKrupp, se diseñó un tanque medianito y criollo, apto para operar en distintos roles en una geografía mucho mayor, más variada y exigente que la Brecha de Fulda.
Aclaración: la brecha es un par de corredores llanos inscriptos entre las sierras de Vogelsberg, Rhon y Pessart. Allí debía empezar la Tercera Guerra Mundial, quizás tras un cruce en masa del Rhin por tanques pesados T-72 soviéticos y alemanes orientales, todos arremetiendo hacia el Oeste.
Por ello, los MBT (Main Battle Tanks) de la OTAN de aquel entonces pesaban bien arriba de 40 y hasta 60 toneladas y gastaban ñoncas de 120 mm. con ánima lisa, que dan velocidad de vuelo a la munición perforante. Esos MBT son tanques diseñados para trenzarse con los soviéticos, y viceversa, todo en un marco de llanuras logísticamente bien servidas de rutas, vías férreas y canales.
Los campos de Fulda son sitios adonde un tanque MBT llega a la batalla en tren, quizás en camión con acoplado, y más raramente, rodando por asfalto. Y ya en combate, pega y recibe tiros generalmente horizontales. Nada más ajeno a la lucha en tres dimensiones que un MBT de los ‘70, y por eso fracasan a lo grande en Ucrania.
But this is Argentina, octavo país del mundo por superficie seca: aquí caben 4 Ucranias y media, o 5 Francias, pero casi el 70% del territorio es árido, o montañoso, o despoblado.
De yapa, todo está cada vez más lejos de todo, porque desde 1958 una caterva infinita de turros y vendepatrias viene clausurando ramales de tren, y las rutas son y seguirán siendo una perdición.
Los malos tienen más yeites. Mientras los milicos Nac & Pop discutían acaloradamente el TAM como alternativa nacional a la compra de MBTs como los M-60 brasucas y los Leopard chilenos, el Ministro de Economía, José Martínez de Hoz, iba cerrando 10.000 km. de vías férreas, clausurando 1000 de las 2400 estaciones, echando a 66.000 ferroviarios y desguazando las 6 líneas patagónicas sin interconexión al sur del ramal Roca.
De este modo, los ágiles TAM perdían toda logística asistida terrestre, salvo la macilenta ruta nacional 3 o la impasable 40, en casi 750.000 km2 de Patagonia Argenta. El general Augusto Pinochet debía relamerse.
En este cuadro, el MBT tipo de la OTAN, con su sediento motor de más de 1000 HP no sólo no cruza ningún puente argentino: se vuelve un búnker inmóvil de fierro al toque de quedarse sin gasoil, si nos tomamos el trabajo de bombardear los camiones cisterna a retaguardia. Aquí se necesita otra cosa más autónoma.
La batea del Marder, livianita como la de todo transporte artillado de tropas, tenía el motor delante en lugar de atrás. Esa misma idea había sido ganadora cuando compramos la licencia del AMX-13, y gustó y se conservó a la hora de diseñar el TAM.
Un TAM a punto de pasear por el fondo del arroyo de Azul, provincia de Buenos Aires, y sin snórkel.
Un MTB con motor delantero es más raro que un perro verde. Los israelíes, sin embargo, adaptaron ese truco para su bestial MBT Merkava: el block de un diésel grandote da blindaje adicional a la tripulación contra corchazos por frente, los más frecuentes en lucha blindada. Y la tripulación, como todo recurso humano calificado, es la parte más cara de cualquier tanque.
El truco también protege bastante la munición del cañón de 105 mm. Eso permite llevar a bordo del TAM una alta cantidad de corchos: arriba de 50 (el AMX-13 cargaba sólo 12, en comparación). La oruga del TAM es de fierro y no de goma, menos durable. Y es que sin trenes ni rutas capaces de bancar camiones-plato, un TAM debe llegar por las suyas al frente, y más rodando por ripio y piedra que por asfalto.
Los de Thyssen se rascaban la cabeza ante la suma de rarezas gauchas que iba saliendo, pero “der Kunde hat immer recht”, que en el castellano de revistas argentinas de negocios significa: “El customer está siempre right”.
Los nibelungos pensaban que éramos bastante pelotudos (Arschlöger!!). ¿Por qué no adoptar algún blindado multirruedas, en lugar de calzado con orugas? Son más rápidos y dan más autonomía. No dejaban de tener una parte de razón.
En los ’70 ya lo hacían los sudafricanos, con territorios gigantes y caminos horribles. Y es que los boers no se sienten europeos ni tienen el berretín de armarse como si lo fueran. A los brasileños también les empezaba a caer la ficha del multirruedas, y por lo mismo.
En contrapartida, una oruga relativamente ancha y un peso mediano se llevan mejor con los barros de la llanura chaqueña y de la estepa patagónica, en los que podés enterrarte hasta los ejes aunque tengas 6 u 8 ruedas de tracción.
La torreta del TAM se dibujó muy petisa, porque, después del frente, es la parte que se come todos los corchazos del zaino y felón enemigo. En cuanto al cañón, un 120 mm. era potencia al cuete y repetir la historia del AMX-13, aquel enano con tanto garrote que no lograba blandirlo.
Se prefirió el viejo L7 inglés, que ya se fabricaba aquí bajo licencia, con munición y todo. A 2000 metros da una muy buena puntería. Si había que pelear con vecinos grandotes, eran preferibles la movilidad y la exactitud.
Ud. se preguntará cómo un país que cierra sus ramales y sus fábricas de locomotoras y vagones se atreve siquiera a producir tanques. Buena pregunta: son industrias distintas, pero tienen una vasta cadena de proveedores metalmecánicos en común. La misma pregunta habría valido en los ’90, cuando Menem –perfeccionando lo de Martínez de Hoz- nos dejó además sin astilleros.
Lo dicho: el TAM nació en una Argentina que empezaba a evaporarse como ecosistema industrial complejo.
El asunto es si potenciarlo puede servir para resucitarlo un poco. Porque las armas sirven para dos cosas: para crear trabajo, y para no tener que usarlas. Toda guerra, incluso ganada, en el fondo es un fracaso.
SE FUNDA LA PLANTA TAMSE PARA CERRARLA
Los TAM 2C-A2 en reconstrucción en la planta TAMSE de Boulogne, cuando fue reabierta. Poco duró.
El Ejército capacitó ingenieros mecánicos, armeros, electrónicos y de comunicaciones en Thyssen, y en el predio del Batallón de Arsenales 601 armó TAMSE, una Sociedad del Estado con 15.000 m2 de planta. La firma está en Boulogne Sur Mer, provincia de Buenos Aires. La Fábrica de Municiones de Río Tercero, Córdoba, hacía las torretas, cañones y orugas.
El plan era destetarse carrera marr de los componentes nibelungos y reemplazarlos por nacionales. Y así se fueron integrando Mecatrol, Fiat Argentina, los astilleros ASTARSA y Mestrina, RepMan, Synteplast, Lusol, Pictum, Rodajes Argentinos, Montefiore, Joleni, AEG Telefunken Argentina, Alfredo López, Grisolia y Romero, Técnica Toledo, Champion, Dearmedelec, Tensa y decenas más.
El momento cumbre de la nacionalización del TAM fue cuando los Altos Hornos Zapla, de Fabricaciones Militares, sustituyeron con aceros jujeños al alto cromo los blindajes alemanes.
En 1980 el TAM, con sus escuetas 30 a 35 toneladas, y su coraza y cañón modestos, a fuerza de confiable, móvil y preciso era quizás el mejor tanque de la región. Ésta se iba llenando de viejos MBT, todos muy OTAN, más poderosos pero nada amigados con sus geografías.
El TAM llegó rápido al 70% nacional en valor, y lo único que le quedaba teutónico era el motor diésel MTU, de unos wagnerianos 720 HP. Pero ya se le venía uno nacional, salido de la planta GMD de locomotoras de la Fiat en Ferreyra, Córdoba.
Y todo este despliegue no sirvió de mucho cuando en 1983 entre Martínez de Hoz, la timba financiera, la libre importación y la libertad de repatriar ganancias fundieron el país hasta el caracú. Y trascartón, la guerra de Malvinas, comienzo de nuestro propio “siglo de la humillación”.
TAMSE sólo llegó a construir 247 tanques, que llegan a 400 sumando los derivados de artillería que usan la misma batea: son un lanzacohetes multitubo y un obús autopropulsado de 155 mm. Hay también un vehículo comando, con grandes equipos de comunicaciones.
Con la democracia el TAM tuvo problemas. En la Semana Santa de 1977, el general Ernesto Alais tenía que llegar en 4 horas desde Rosario hasta Campo de Mayo para sofocar el primer levantamiento carapintada del teniente coronel Aldo Rico. Pasaron 4 días sin que llegara.
Los TAM no mostraron en absoluto su famosa velocidad rutera de 80 km/h. El tema de Rico, atrincherado en la Escuela de Infantería, era –sigue siendo- el indulto de los genocidas. Alais tenía su propio pasado negro en Tucumán, como exjefe del Regimiento 19 de Infantería, y poco apuro en enfrentarlo.
Raúl Alfonsín, caudillo radical de Chascomús y padre putativo de la democracia, no puso un mango en recuperar la industria militar. Y no sólo porque el país estuviera fundido. Más bien, Alfonsín inició esa rara tradición criolla de desmilitarizar la política y dejar sin fierros a las Fuerzas Armadas, en lugar de encanar a sus golpistas y represores. Es como cortarle el cable de potencia a una computadora para sacarle los virus. No se los sacás. Pero además, perdiste la computadora.
Pero esa política te gana aplausos externos. Desde nuestra derrota en la Guerra de Malvinas, y justamente porque el Reino Unido ganó muy con lo justo, nuestro programa industrial de defensa está escrito por el State Department, rubricado en Whitehall y traducido en Miami. No es muy largo. Dice: “Argentina no debe rearmarse, punto”. Y le damos bola, como si EEUU nos garantizara la paz, y el desarme garantizara nuestros derechos humanos.
Ya en tiempos de Carlos Menem, cuando el tercer y último alzamiento carapintada, dirigido desde la cafúa por Mohamed Alí Seineldín (lo llamó “Virgen del Rosario”), el 3 de diciembre de 1990 los alzados tomaron la planta de TAMSE.
Tras cagarse el día entero a morterazos y cañonazos con los leales en pleno barrio de Boulogne, los carapintadas se escaparon con 6 tanques TAM por la Panamericana. Los vecinos sobrevivieron todos, no así sus casas.
El último TAM de la columna, sin embargo, se llevó puesto el bondi 314 de la línea 60, que bajaba repleto de gente desde la autopista al barrio. Lo volcó y arrastró decenas de metros. Del arabesco resultante de chapa los bomberos fueron extrayendo a cizalla 20 heridos, casi todos graves, y 5 muertos, entre ellos un pibe de 17 que volvía del cole. Sin palabras.
Aquel día los TAM por fin mostraron su famosa velocidad al rajarse de los leales. Y eso, porque por fin había leales: la tercera rebelión carapintada fracasó por inútil: el presidente Carlos Menem ya había librado de culpa y cargo a los genocidas, y a los altos ofiches con alto prontuario les garpaba más ser re-buenos y re-constitucionales. Pero eso sí, Menem cerró TAMSE.
Las víctimas del interno 347 de la línea 60 en Av. Rolón, embestido por un TAM el 03/12/1990.
En fin, a TAMSE luego le sobrevinieron el menemato y la nada: cierre de la fábrica en 1994. Desde entonces, la planta reabrió para consumir componentes de anaquel y recauchutar los TAM remanentes, o en canibalizar los más chotos para garronearle vidas extra a los más enteros.
Luego, para borrar pruebas físicas de la venta ilegal de obuses a Croacia, Menem hizo volar FM Río Tercero. Murieron 7 personas, hubo decenas de heridos graves y desapareció la mitad de la ciudad. Y también se perdieron dos capacidades críticas del TAM: la fabricación del cañón de 105 mm., y la de sus municiones, que desde entonces hay que importar de Israel o de Corea. Cada tiro antitanque tipo “flecha”, o APDS, sale U$ 36.000. Eso explica que practicar tiro con munición sea imposible.
Menem jamás estuvo preso por tanto daño. Murió senador, para vergüenza de su partido y de nuestra democracia.
Con esta segunda modernización a standard 2C-A2, TAMSE tendría algo de sentido y futuro, y también sus proveedores: se necesitan unos 200 componentes metálicos nuevos para actualizar cada tanque.
El problema es que, munición aparte, la cantidad de componentes ópticos, electrónicos e informáticos para la tarea es enorme. Eso ya era difícil cuando existía el FONDEF. Cuando Milei habla de modernizar al menos 74 tanques antes de 2027, miente. Quienes dicen creerle también.
Chile, para el caso, ha venido acumulando muchos MBT alemanes Leopard “de dos cosechas distintas”: 234 modelos 2A4 y 140 antiguos V1. Ambos modelos pesan casi 63 toneladas y llevan cañones de 120 mm: unos terribles Goliaths.
Pero los transandinos son más esclavos de sus errores que nosotros, porque son más caros. La guerra de Ucrania abunda en drones suicidas de unos centenares de dólares que hacen puré a blindados que no bajan de U$ 5 a 10 millones, sin importar si son rusos u occidentales. Eso nos recuerda que la piedra de David era suficientemente buena, y si erraba el tiro, de reposición barata.
Por eso Brasil fue arrimando la bocha a los multirrueda todo lo que pudo. Hoy los primos tienen 470 MBT a oruga de 2da mano: son 91 M60 estadounidenses y 378 viejos Leopard 1 A, de los modelos 5 y 1. Son francamente inútiles y evidencia de pensamiento senil. Pero los brasucas hoy tienen otra visión.
Si los primos entran en un conflicto largo, dependerán mucho más de sus multirruedas Guaraní, Urutú y Cascavel, aunque no son propiamente tanques sino blindados livianos de combate o transportes de infantería más o menos artillados. Los Guaraní son los más modernos, versátiles y equipados, y están reemplazando a los otros dos modelos.
Si se arma entre blindados, hoy a los brasucas les cierra mejor tener muchos carriers mezclados con unos pocos tanques grandes. Para ello tienen el Guaraní 6×6, un IVECO italiano fabricado bajo licencia en Sete Lagoas con la idea de llegar a 2044 unidades, de las que ya se entregaron 650.
El Guaraní 6×6 es un carrier para dos motoristas y plantel de 9 soldados, blindado contra balas hasta calibre .50, metralla de mortero y explosión de minas. Es anfibio, tiene buenos sensores y equipos de comunicaciones, y capacidad de combate autónomo gracias a una torreta telecomandada local RemaX con metras 7,62 mm o .50 mm.
Una torreta estadounidense compatible con el Guaraní puede llevar un cañón automático Bushmaster multitubo de 30 mm., con el que se puede dejar ciego y aislado un MBT de 50 o 60 toneladas alemán, yanqui, británico o francés, sin dejarlo siquiera apuntar su cañón de 120 mm.
El Guaraní es muy multifunción, como el TAM, y su batea sirve para vehículo de comando, para tubos lanzamisiles o para un mortero de 120 mm. Para el caso, la más furibunda y móvil pieza de artillería del Ejército Argentino es el Palmaria, un “howitzer” de 155 mm. de largo alcance montado sobre el muy versátil chasis de un TAM.
Para Brasil, los multirrueda Guaraní, sin importar si son 4×4, 6×6 u 8×8, resultan más ahorrativos, más nuevos, más rápidos y, sobre todo, más propios que sus vehículos de oruga, y ni hablar de sus tanques pesados o MBTs.
Deben haber firmado condiciones muy libres de restricciones con los tanos de IVECO (un brazo de la FIAT), porque planeaban exportar el Guaraní a toda la región. Los vehículos venían con un crédito del BNDES, que viene teniendo un rol impresionante en la exportación de armamento brasileño a decenas de países.
Están casi condenados a que les vaya bien. Pero en el invierno de 2023 el Ministerio de Hacienda de Brasil, dirigido por el trabalhista Fernando Haddad, canceló una orden argentina por 156 vehículos formulada por el Jorge Taiana, cuando era MinDef, apoyado por plata del FONDEF, que acababa de llegar al 0,8% del PBI argento (US 628 mil millones en 2023).
En su momento pensé que era una tremenda turrada, visto que esa cancelación la tiene que haber firmado Lula. ¿Y el Mercosur y el Unasur, qué, Seu Luiz Inacio da Silva? Pero hoy saco cuentas de que los brasucas preveían la victoria libertaria, y que si subía Milei, los íbamos a clavar con el crédito.
Esto viene a cuento de que por primera vez en 40 años de democracia argentina por fin había una platita para rearme independiente de resultados electorales. No es alta tarasca, pero frente a la inopia invicta desde 1982, permitiría ir regresando, en tal vez una década, tal vez en dos, a mínimos de credibilidad disuasiva.
Hemos hecho el experimento geopolítico de carecer de autodefensa durante 40 años, siendo dueños (aún) del país número 8 del mundo por extensión territorial indiscutida. Más de un imbécil cree que eso nos salió bien.
Bien, un carajo. Una cosa es meter genocidas en cana. Otra cosa es dejar desarmados a los milicos NO genocidas, y con la obligación incumplible de defender territorios gigantes.
¿Cuánto de incumplible?
EL PRECIO DEL DESARME UNILATERAL
Los TAM 2C tirando en el polígono del Regimiento 9 de Caballería de Puerto Deseado, Santa Cruz.
Nadie que conserve 3 submarinos viables, una flota de mar medianita, un portaaviones, aviación naval y grandes astilleros especializados está obligado a humillarse como la Argentina, aunque haya perdido una guerra.
Pero Carlos Menem, Mauricio Macri y el tiempo lograron que perdiéramos también los astilleros, el portaaviones, casi toda la flota, y los submarinos y aviones. El FONDEF fue lo único que hizo el kirchnerismo para empezar a mitigar el “cuesta abajo en mi rodada”.
A un país que se desarma a pedido, no se lo respeta. Nuestra cancillería, con pocas y breves excepciones, no es famosa por defender a su país. Pero integra un poder político que lleva décadas desmantelando de equipamiento y RRHH a las Fuerzas Armadas. ¿Qué credibilidad tendría si pateara el tablero actual?
Las consecuencias territoriales de la Guerra de Malvinas por ahora se expresaron mayormente en el mar, lo que permite practicar una perfecta ignorancia de lo que llevamos perdido y estamos por perder.
Con la desaparición de su Armada, la Argentina se aseguró el descontrol sobre ese millón residual de km2 que le han dejado de ZEE indiscutida. Allí, por pesca pirata o legal pero incontrolada, el país está perdiendo U$ 4.500 M/año de materia prima.
Si se le añade el valor para llegar a los anaqueles del Hemisferio Norte, son casi U$ 14.000 millones, cálculos de César Lerena, experto en pesca y en romperle las pilkes a nuestros cancilleres. Tarea patriótica y hoy por hoy estéril, si la hay.
A partid de 1986, se fue imponiendo la ley de las 200 millas de Zona Económica Exclusiva a partir de las líneas costeras de base de CONVEMAR, organismo de las Naciones Unidas para fijar límites marinos.
Con eso, en lugar de 11.410 km2 del archipiélago malvinero y sus 12 millas desde la línea de base costera, en los años siguientes, y reclamando sus 200 millas, paso a paso, el Reino Unido fue arrinconándonos contra la costa y expulsándonos del Atlántico Sur.
Como dueño por fuerza de los tres archipiélagos australes (las Georgias y las Sandwich), ya se apropió de modo efectivo de 1.639.900 m2 de Plataforma Continental Argentina donde hasta 1982 podíamos pescar con titularidad semiplena. Pero esa zona hoy la administra Londres.
El negocio de la venta de licencias pesqueras emitidas desde Port Stanley logró que desde la guerra de Malvinas, las pesqueras españolas, chinas, coreanas, taiwanesas, japonesas, polacas (and what not) levantaran 47 mil millones de toneladas de varias especies de muy diverso valor, y sin pagarnos un mango.
A alrededor de U$ 4000 la tonelada genérica, Lerena calcula que llevamos perdidos unos U$ 188 mil millones. Ojo, Lerena no computa los puestos de trabajo perdidos en buques, plantas de fileteo y envasado y astilleros argentinos. Porque teníamos más de 22, y eso contando sólo los grandes, y salvo 3, todos privados.
Tampoco computa el “by catch”, o pesca incidental, típicamente lo que tiraste muerto al mar para hacer espacio en bodega, ya que pintó merluza grande, más valiosa. Tampoco computa los trasbordos ilegales desde pesqueros a “reefers”, barcos factoría congeladores, más allá de la milla 200.
En 1970 aquí no había pesqueras que no fueran nacionales. Tras la catástrofe de Malvinas, en realidad mucho más política y social que militar, hoy 7 de las 10 principales exportadoras con planta de fileteado en tierra son españolas y chinas. ¿Y las viejas marcas argentinas de pescado enlatado, como La Campagnola, o Mellino, o Estrella de Mar? Kaput.
¿Cuántos miles de puestos de trabajo argentinos costó eso? Aproximadamente 6000 con el hundimiento de las conservadoras marplatenses. Cerca de 40.000 en toda la costa, durante el colapso biológico del Mar Argentino entre 2003 y 2006, vaciado a mansalva por las pesqueras españolas. Eso es una pérdida peor que arriar la celeste y blanca en Stanley, aunque sean consecuencia y causa.
Hay unos 120 buques extranjeros que pescan en las islas demasiado famosas, con licencia emitida por Stanley, y extraen unas 250.000 toneladas y gozan de puerto y servicios logísticos en Montevideo.
Pero esos son apenas la frutilla de la torta. Atraídos por la evidente falta de defensa territorial argentina, desde hace una década nos visita cada estación cálida una flota de ya 650 barcos asiáticos, mayormente chinos, que operan desde la milla 201 durante el día. De noche se meten en la ZEE, con las radiobalizas identificatorias apagadas.
Ud. habrá notado, como cliente de hipermercados extranjeros (son los que quedan), que desde 2015 desaparecieron las secciones de pescadería. Tenían aquellas enormes góndolas llenas de hielo picado y reluciente pesca del día, nunca menos de 10 especies.
Hoy las reemplaza una heladerita miserable de congelados, o un mostradorcito amarrete con cuatro merluzas hubbsi minúsculas, muertas en la niñez porque ahora se pescan juveniles.
Eso indica que los tres caladeros del Mar Argentino están nuevamente para atrás y al borde del colapso, como entre 2003 y 2008, o que hay una decisión firme de abastecer ya no a España, sino también a China. Lo que lleva a que el consumo argentino individual de pescado sea de 5 kg/año, contra más o menos 17 kg. promedio de las 193 naciones. Nuestro acceso dietario al pescado más o menos el de Paraguay.
Lo oigo rechinar: “Hablá de tanques, aparato”. Téngame paciencia.
Sólo Bolivia ranquea debajo del nuestro. Pero hablo de dos países enérgicamente mediterráneos. Nosotros tenemos Tendría 6.816 km, según el CONICET, 5.087 km. según el Servicio de Hidrografía Naval, y 4.725 según el Instituto Geográfico Militar. Y son tres buenas instituciones científicas.
Lo escalofriante es que desde que nos corrieron a tiros de las Malvinas, nuestro trauma cultural con el mar es tan grande que no tenemos idea de cuánta costa tenemos sobre el Atlántico.
Cuando La Embajada nos caga a pedos por permitir tanto chino suelto en nuestro millón de km2 residual de ZEE, nos ofrecen patrullar, siempre generosos, con sus guardacostas, la US Coast Guard. El primero que picó la carnada para pedir ese “servicio” fue el gobernador mileísta de Chubut, Ignacio Torres, y ofreció darles puerto permanente: un patriota. Posó para la foto con el inevitable embajador Marc Stanley y otros pescados.
Pero como eso todavía es infumable para el resto del país, la Prefectura o la Armada reciben órdenes de capturar simbólicamente a algún pirata al voleo, en tiempos de Mauricio Macri, sin ir más lejos. No es que les sobren efectivos para ello, ni que sea tan fácil: a veces hay persecución rumbo a la milla 200, e intentos de colisión por parte de los pesqueros, y tiros.
Cuando se prende alguno se lo trae a puerto y la prensa boba se hace una fiesta de argentinidad al palo. Pasadas las celebraciones, los jueces federales de lugares “hot” como Comodoro Rivadavia duermen el expediente hasta que triunfa el perdón cristiano, o todo prescribe, lo primero que suceda. Y después el buque regresa silbando bajito a su patria y su piratería.
No se puede repetir mucho la patriada, porque China también se enoja. Y lo que le falta aquí de manija política, le sobra de económica.
Si se los decomisara, sería un problema qué hacer con las tripulaciones, normalmente filipinas, malasias y semiesclavas. ¿Cómo remitirlas a sus países de origen? Pero además son tantos los buques que no habría lugar para ponerlos en los muelles de los puertos patagónicos.
Y como las naves no tienen valor comercial (son chatarra que flota de milagro), las patronales los abandonan hasta que se terminan inundando y hundiendo. El primer caso que conocí fue el del Mar Brillante, chino, abandonado y naufragado en Puerto Deseado. Fue un grave despelote, con buzos tácticos de la Prefectura y explosivos, remover ese casco.
Cosas así pasaron varias veces antes y también desde entonces. El modo de joderlos bien jodidos a los piratas es simple: les decomisás de oficio las artes de pesca, generalmente más costosas que el barco. Y a cantarle a Gardel. Los jueces lo saben. No lo hacen.
En este cuadro, de los 965.314 km2 de territorios secos antárticos argentinos que forman nuestro novedoso y re-patriótico mapa bicontinental, olvídate, cariño. Pero en lugar de la propiedad virtual de esos lares polares, me interesaría poder defender, para empezar, las provincias patagónicas. Y es que según el rumbo que traemos, el próximo mapa argentino sorprendente terminará más o menos en el Río Colorado, y
¿Pero este no era un artículo sobre tanques, y específicamente, de la renovación del TAM? Lo sigue siendo. Ese tanque se diseñó para llegar hasta los Andes y bloquear los pasos desde Chile, así de simple.
Las guerras entre estados pobres pero con enormes fronteras son malas. Suelen terminar con ambos contendientes proclamándose ganadores, con el mismo mapa con el que empezaron, y con un duradero “amén” de millones de muertos y heridos y devastación social, económica y ambiental.
Sucedió con el conflicto entre Bolivia y Paraguay (1932 a 1935), y también con el de Irán e Irak (1980 a 1988).
En una guerra corta y sorpresiva, estilo la de los 6 días entre Israel y sus vecinos árabes, por equipamiento y preparación Chile nos sacaría media Patagonia en días. Si no lo ha hecho (todavía), es porque con nuestros ventajas educativas e industriales remanentes, generamos dudas.
Podemos transformar una blitzkrieg en una guerra de desgaste, y seguirla y seguirla. Si terminamos peleando con palos y piedras, al menos podemos fabricar nuestros propios palos y piedras. Con su negativa a la educación pública y gratuita casi incólume desde 1818, Chile no tanto.
El año pasado me alegré de que Taiana como Ministro de Defensa destinara el FONDEF a, entre otras cosas, modernizar el viejo TAM. Pero si queremos modernizar más de 10 tanques a estándar 2C-A2, será mejor que la tecnología nueva en sensores y computadoras no las ponga Elbit, de Israel, sino INVAP, Fixview y otras empresas argentinas que diseñaron sistemas radáricos, ópticos e infrarrojos, y plataformas estabilizadas.
No me interesa tanto el tanque, porque estamos en una época en que son alimento balanceado para drones. Me interesan más las cadenas de valor industrial que pueden sustentar ese tanque. Y construir en Argentina, donde también está IVECO, los Guaraní que Brasil no se atreve a vendernos para que no lo clavemos en plata. Y artillarlos aquí.
By the way, INVAP, a quien Macri le suspendió todos los drones del Proyecto SARA en 2016, ahora está diseñándole sistemas antidrón al Ejército Argentino.
El TAM estará con nosotros bastante tiempo. Pero necesitamos desarrollar misiles de infantería, baratos, suficientemente buenos, fabricables en masa y de tecnología propia.
Y sobre todo, necesitamos radares, sistemas de guerra electrónica y drones. No sólo aéreos sino terrestres, marinos y submarinos. Son lo sencillo, lo barato, lo posible. Y son el futuro.
Nadie empata una guerra con armas prestadas. Ni siquiera con armas regaladas. Ucrania, damas y caballeros, no lo está logrando.
El general Manuel Savio, al que recordamos aquí, habría entendido bien por qué. El general San Martín, también.
El Baindbridge Fund pidió a la jueza federal Loretta Preska, en Estados Unidos, que le solicite información a la Argentina sobre el destino y el uso de las reservas de oro del Banco Central, que fueron enviadas por el gobierno de Javier Milei a Londres.
Este fondo ya tiene un fallo favorable por US$ 95 millones más intereses por deuda argentina en default, y está identificando activos para cobrar la sentencia.
En julio, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el envío de reservas de oro a Londres: «Es una movida muy positiva del Banco Central porque hoy tenemos oro que es como si fuera un inmueble, un edificio; no se puede usar para nada. En cambio, si ese oro está afuera, se le puede sacar un retorno».
«El país necesita maximizar los retornos sobre sus activos. Y tenerlo encerrado en el BCRA sin hacer nada es negativo», justificó el funcionario.
Sebastián Maril, CEO de Latin Advisor, comentó a PERFIL que Baindbrige basa su reclamo en que “Caputo, por ser ministro de Economía, no debería tomar decisiones sobre el oro que pertenece al Banco Central. De esa manera, puede ser utilizado para demostrar el alter ego, es decir que el Banco Central y que Argentina son lo mismo”.
Maril sostiene que Argentina continúa con una práctica equivocada que puede perjudica su posición en las cortes internacionales. “En los últimos 20 años, en los gobiernos de CFK, Mauricio Macri, Alberto Fernández y ahora Javier Milei, las personas que deben tomar decisiones dentro de cada cartera no lo están haciendo y están permitiendo que otros lo hagan”.
“Como Argentina mezcla esto, se puede comprobar fácilmente que es el alter ego en Aerolíneas Argentinas e YPF, por ejemplo. Para evitar que esto ocurra, el presidente de YPF debería haber ido al Congreso a hacer lo que hizo Sergio Massa el año pasado o el presidente del Banco Central debería haber tomado las decisiones sobre el sobre el oro como hizo Caputo”.
Reclamo de los beneficiarios por el juicio de YPF
Por otro lado, beneficiarios del fallo YPF también mencionaron ante la jueza neoyorkina el anuncio de Caputo el envío del oro al exterior como prueba de alter ego entre el Banco Central y la República.
En su presentación, los litigantes consideran que “cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) recibió una solicitud de información pública sobre la transferencia de reservas de oro fuera de Argentina, fue el Sr. Caputo, y no el Sr. Bausili, quien anunció la operación a la prensa (junto con otras declaraciones públicas sobre los planes del gobierno para fortalecer el peso, un tema de política monetaria dentro del ámbito del BCRA)».
«Además, la prensa informó ayer que el Sr. ‘Caputo está cerca de cerrar un préstamo de casi 5 mil millones de dólares del Banco de Basilea… para fortalecer las reservas del BCRA’”, menciona el escrito.
Maril opinó que, en general, “el argentino no se da cuenta que las decisiones que toma tiene consecuencias. ¿Por qué se envía el oro a Londres, que es el epicentro de los embargos junto con Nueva York? Allí están los juicios por cupón PBI e YPF, entre otros”.
“Con eso no digo que los beneficiarios de los fallos van a tener éxito en el embargo, pero ha causado mucho ruido en Wall Street el hecho de que un fondo que esté intentando ir contra el oro argentino”.
“Vamos a ver en góndola cada vez más productos de afuera”, dijo el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, al disertar este martes en el Agribusiness Conference 2024, que organizó en el hotel Alvear la Cámara de empresas de EEUU en la Argentina (Amcham). Como parte de un panel titulado “Comercio e integración internacional: impulsando las exportaciones argentinas al mundo”, el funcionario se refirió a la apertura de los mercados y a la vocación que tiene la actual gestión económica de eliminar la burocracia que “no genera valor”.
“Lo que hemos tratado de hacer es que el valor que se genera sea acá, y eventualmente con la apertura de mercados. Que no sea en una oficina pública, con trámites que no generan valor. Porque al final del día, cuando uno empieza a discutir la política detrás, la sustitución de importaciones y todo lo que lo empuja, es un burócrata decidiendo y no generando valor”, remarcó Lavigne, quien, ante líderes del sector privado, sociedad civil y la academia, agregó: “El valor lo generan los 45 millones de argentinos interactuando entre ellos y eligiendo lo que es mejor para producir”.
En este sentido, el secretario de Comercio planteó que la idea del Gobierno es que en 2025 los empresarios no tengan que hacer ningún trámite en la dependencia que él dirige. Y dijo: “La figura del secretario de Comercio debería ir evaporándose y que solo quede la generación de valor y la necesidad de apertura de mercados que le da competitividad para que Argentina se inserte al mundo y exporte. Y ésa es la agenda de la intrascendencia, es simplificarle la vida a ustedes en la medida de lo posible, en el día a día, en los trámites, en los accesos a los insumos”.
Lavigne precisó que lo único quedará para el año próximo es eliminar la ventanilla única de Comercio Exterior, para que se pueda operar desde un entorno amigable del sistema, “punta a punta todos los trámites de importaciones y exportaciones”. “Nos habíamos puesto como objetivo finalizar toda esa desregulación, simplificación y bajas arancelarias que hemos podido este año. Lo más trascendental es que hemos quitado la discrecionalidad del Estado, y es sacar las SIRA, que era un error total”, consignó.
El funcionario agregó que también están apuntando a evitar las dobles certificaciones. Por ejemplo, un producto certificado en el exterior, que entra a un país de alta vigilancia va a poder ingresar a la Argentina, dijo. “Lo más razonable es que ya no se tenga que pedir permiso para operar, para importar o para subir un precio en góndola en el supermercado”, afirmó Lavigne.El secretario de Comercio, Pablo Lavigne, repasó los objetivos de su gestión y se refirió a todas las medidas aperturistas y de desregulación que se están tomando desde el Gobierno
Consultado sobre la llegada de importaciones, afirmó que “el mundo funciona comerciando. Y si bien reconoció que “aparecerá el que diga ‘no quiero que entren remeras de Bangladesh, o no quiero que entre acero de Polonia´, el mundo crece cuando se comercia, y es sano que suceda, y vamos a ver en góndola cada vez más productos de afuera”. “Lo que nos ayuda la competencia es a innovar, a incorporar tecnología, es sano que suceda eso. Yo entiendo que algunos se van a ver afectados, pero como siempre sucede en el capitalismo, así funciona. El comercio genera valor, no lo destruye”, manifestó.
Apertura de mercados
“Sin importar no se puede exportar. Y una economía cerrada no es gratis. Entonces, se te van cerrando los mercados de exportación. Una apertura económica es una integración, una economía más grande, más comercio y precios más bajos”, concluyó Lavigne.
También estuvo presente en el evento de AmCham horas antes, Juan Pazo, secretario de Coordinación de Producción, quien destacó la importancia del sector agropecuario y lo calificó como uno de los principales motores de la economía argentina. Durante su presentación, Pazo subrayó el compromiso del gobierno con el sector, haciendo hincapié en las medidas que se están tomando para fomentar su crecimiento y reducir las barreras que históricamente limitaron su desarrollo.
“El campo no es un enemigo, es un aliado estratégico”, afirmó Pazo, al tiempo que explicó que una de las prioridades de su gestión ha sido eliminar regulaciones innecesarias y complejidades que afectaban a la producción. Entre las medidas anunciadas, destacó la eliminación de requisitos burocráticos en la exportación de granos y la flexibilización del comercio entre productores, así como la simplificación de la normativa vinculada a la comercialización de productos como el trigo y la soja.El secretario de Coordinación Productiva, Juan Pazo, participó del foro de agronegocios de Amcham
Asimismo, en su intervención remarcó la importancia de la innovación tecnológica en el agro. Pazo señaló que el futuro del sector depende de la adopción de nuevas tecnologías que aumenten la productividad y reduzcan la dependencia de factores climáticos. “No podemos basar nuestra competitividad en golpes de suerte, sino en decisiones estratégicas que impulsen la innovación y el crecimiento sostenido”, apuntó.
Por último, en relación con la unificación del tipo de cambio, uno de los temas más esperados por el sector, Pazo indicó que si bien no hay un plazo definido, el gobierno está trabajando para que se concrete cuando se den las condiciones adecuadas. “La visibilidad y la previsibilidad son clave para el productor. Necesitamos darles confianza para que puedan tomar decisiones de inversión con mayor seguridad”, concluyó.
Desafíos para el sector
El evento contó con la presencia de variados empresarios del sector, que dialogaron sobre el enorme potencial de crecimiento que tiene el agro y a la vez enumeraron los desafíos que el país tiene por delante para explotar al máximo las capacidad de este sector.
Durante sus palabras de bienvenida, de hecho, el CEO de Amcham, Alejandro Díaz, se refirió a algunos de estos desafíos, entre los que mencionó la necesidad de trabajar en un marco regulatorio que le permita a las empresas realizar innovaciones y estar protegidas frente a ello.
“Hablamos de propiedad intelectual. Ningún país puede tener desarrollos innovadores, nuevos lanzamientos comerciales, si no encuentra un espacio en el que sus derechos sean protegidos. En el mundo, los únicos actores que invierten en desarrollo lo hacen a través de esa política de protección. Para avanzar en innovación y no perder competitividad frente a Paraguay o Brasil, por ejemplo, necesitamos que la Argentina ofrezca un marco regulatorio que contemple ese incentivo”, afirmó Díaz.
El CEO de Amcham también se refirió a la necesidad de tener una agenda de género en el sector, para que las mujeres sean más partícipes en esta industria; se refirió a la necesidad de reducir impuestos y, por último, trabajar en infraestructura. “Requerimos que, una vez que el Gobierno empiece a encontrar respuesta a los ingresos fiscales necesarios para ir al déficit cero, la reducción de la carga tributaria sea puesta sobre la mesa de discusión”, dijo el directivo.
Sobre la necesidad de contar con mayor y mejor infraestructura en el sector, Díaz afirmó: “La red vial y las dificultades en materia de conectividad son una dificultad para el sector. No hemos tenido mucho éxito en los sistemas de concesiones y cobro de peajes; hemos sido rupturistas seriales de todos contratos de estas caracterstcas. Pero hay que volver a establecer modelos de negocios donde se consiga acelerar ese proceso y no depender de que sea el sector público el único encargado de hacer infraestructura”, remató.
Una pila nuclear alimentada por desintegración radiactiva en lugar de reacciones químicas podría durar décadas. El diseño más eficiente hasta la fecha puede acercar este concepto a la realidad.
Los investigadores llevan desde el siglo XX queriendo utilizar átomos radiactivos para construir baterías excepcionalmente duraderas y resistentes a los daños. Aunque se han ensamblado algunos prototipos e incluso se han utilizado en misiones espaciales, no eran muy eficientes. Ahora, Shuao Wang, de la Universidad china de Soochow, y sus colegas han multiplicado por 8.000 la eficiencia del diseño de una pila nuclear.
Empezaron con una pequeña muestra del elemento americio, que suele considerarse residuo nuclear. Irradia energía en forma de partículas alfa, que transportan mucha energía pero la pierden rápidamente en su entorno. Así que los investigadores incrustaron americio en un cristal de polímero que convertía esta energía en un resplandor verde sostenido y estable.
A continuación, combinaron el cristal brillante dopado con americio con una fina célula fotovoltaica, un dispositivo que convierte la luz en electricidad. Por último, empaquetaron la diminuta pila nuclear en una célula de cuarzo de tamaño milimétrico.
Durante 200 horas de pruebas, según Wang, el dispositivo produjo un suministro estable de electricidad a una energía relativamente alta con una eficacia sin precedentes, y sólo necesitó cantidades mínimas de material radiactivo para funcionar. Aunque el americio tiene una vida media de 7380 años, la batería nuclear debería funcionar durante varias décadas, porque los componentes que rodean la muestra acabarán destruidos por la radiación.
Michael Spencer, de la Universidad Estatal Morgan de Maryland, afirma que la nueva batería ha «mejorado mucho la eficiencia global de conversión y la potencia de salida» en comparación con diseños anteriores. Sin embargo, sigue produciendo mucha menos energía que los dispositivos convencionales. Se necesitarían 40.000 millones de ellas para alimentar una bombilla de 60 vatios, por ejemplo.
Los investigadores ya están trabajando para mejorar la eficiencia y la potencia de su diseño. También quieren que su uso sea más fácil y seguro, ya que contiene materiales radiactivos posiblemente peligrosos.
«Lo ideal sería que nuestra batería micronuclear se utilizara para alimentar sensores en miniatura en entornos remotos o difíciles en los que las fuentes de energía tradicionales son poco prácticas, como la exploración de las profundidades marinas, las misiones espaciales o las estaciones de control remoto», explica Wang.
Con una convocatoria masiva, estudiantes, docentes, no docentes, gremios y partidos políticos marcharon, desde las 14, al Congreso de la Nación para reclamar por una recomposición salarial del personal y por la promulgación de la ley de financiamiento. Minutos antes de las 17, se realizó el acto en el que hablaron autoridades de federaciones y de sindicatos. Alrededor de las 18, comenzó la desconcentración.
“Los estudiantes le pedimos, en un grito de auxilio para salvar el sistema: ¡Promulgue la ley de financiamiento!”, fue el eje del documento que leyó Piera Fernández de Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA). La licencia en ciencias políticas fue la encargada de cerrar el acto central.
“La universidad pública, base de la democracia y el desarrollo social, lucha por su supervivencia”, fue el nombre del documento que firmó el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la FUA y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
“La columna vertebral de la Nación es la educación pública que iguala y nos hace libres y la universidad pública es la herramienta por excelencia de movilidad social ascendente. Que no despojen al pueblo argentino de sus sueños de grandeza. Que no apaguen las vocaciones más nobles vinculadas al conocimiento y al trabajo con niñas, niños, jóvenes y adultos que transitan nuestras aulas y laboratorios”, leyó Fernández de Piccoli.
La marcha también se replicó en el interior del país, principalmente, en ciudades como Córdoba, Rosario y Mendoza, entre otras.
La convocatoria
A las 14, en Plaza Houssay frente a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ya estaba llena de manifestantes para marchar hacia el Congreso. “Salarios dignos para docentes y no docentes”, “Defendamos la educación y la salud pública”, se leía en los pasacalles sobre la explanada del edificio. Estos resumían algunos de los reclamos de la segunda marcha federal universitaria que enfrenta el gobierno de Javier Milei.
“Orgullo UBA”, se leía en la primera bandera que encabezaba la columna de docentes, no docentes y estudiantes de la UBA. Detrás aparecían muchas otras como la de la FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires), la de Aduba (Asociación de Docentes de la UBA) o la del Centro de Estudiantes de Veterinaria. De fondo se escuchaban bombos, redoblantes y bombas de estruendo.
Sobre la avenida Córdoba encabezaba la columna de Aduba. Una fila de hombres con pecheras detrás de una soga aguardaban la orden para empezar a movilizarse. En la plaza, de traje, Emiliano Yacobitti, el vicerrector de la UBA, estaba rodeado de móviles de televisión. Iban llegando otros dirigentes políticos como Gabriel Solano, legislador porteño del Polo Obrero. Un cordón de policías cortaba el tránsito unas dos cuadras.
Al ritmo de “se defiende, la UBA se defiende” para las 14.15, la primera fila de manifestantes, que llevaba una gran bandera negra con ese lema, empezaron a avanzar por avenida Callao con destino al Congreso.
Los pañuelos azules en defensa de la universidad pública, a $2000, se sumaron al stock de los verdes por la ley del aborto, y los violetas por el 8M que venden por la calle. También hay remeras a $15.000 o pilusos de La Cámpora a $5000.
La columna de estudiantes de la UBA marchó al Congreso desde la plaza HoussaySantiago Filipuzzi – LA NACION
“Hay que salir, no queda otra. Es una tragedia. He caminado muchísimas veces esta avenida en la época de la dictadura. Económicas es una facultad que defiende mucho al otro a pesar de que el Presidente dice que hacemos política, la única política es pensar en el prójimo”, dijo Carlos Caballero, contador público de 78 años.
El Congreso
Cerca del Congreso aparecían las banderas de las agrupaciones políticas y sindicales: la Confederación General del Trabajo (CGT), la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el Polo obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y Libres del sur. El Parlamento está completamente vallado. No se puede acceder por la calle Entre Ríos, en donde solo había un grupo de policías con cascos y escudos protegidos por una segunda valla. Ahí se acumulaban otros reclamos: “Aerolíneas es argentina”, “No a los despidos”, “Devuelvan a Loan”.
“Libertad es poder estudiar”, “Libertad es tener para comer”, se leía.
El escenario está recién en la otra punta de la plaza, de espaldas a la Casa Rosada y de frente al Congreso. Pese a la presencia de agrupaciones políticas, las inmediaciones de la estructura de 13 metros estaban rodeadas por personal de los gremios universitarios. Desde ese extremo también llegaba un flujo constante de personas.
Testimonios
Milagros Villalba, de 21 años, vive en Florencio Varela y está en tercer año de medicina en la UBA. Ella hoy decidió marchar: “Vine porque los docentes que nos dan clases trabajan mucho y muy bien. Nos dan educación de calidad y merecen un sueldo digno y condiciones de trabajo dignas”. Ella y su hermana, egresada de abogacía, son la primera generación de estudiantes universitarios en su familia. Su padre es plomero y su madre, ama de casa. Su sueño es poder completar sus estudios en la UBA y poder trabajar como médica. “Yo sé que cuando termine la carrera y empiece a trabajar también somos nosotros los estudiantes de medicina los que vamos a llenar los hospitales, los que vamos a trabajar por sueldos muy bajos pero aún así amamos la profesión y amamos el trabajo. Nos gustaría que el Gobierno también lo valorara”.
Lautaro Irizar, de 21 años, y Naomi Maldonado, son de Glew, y también se sumaron a la movilización. Ella estudia en la Universidad Nacional de Lanús. “Estamos viendo los recortes que están afectando ya nuestras universidades. En estos días nos dijeron que van a mudar la sede de diseño industrial a otro lugar, que en realidad es un galpón que no tiene nada. También dentro de la universidad están pasando cosas que antes no pasaban, por ejemplo, que no nos dejen pegar carteles y que nos desalienten a organizarnos. Por eso, decidimos participar en esta movilización, principalmente en defensa de la universidad pública, que es la única forma que tiene un país para progresar”.
El ambiente de marcha se sentía desde temprano en las estaciones de trenes. Si bien en muchas universidades, las agrupaciones se movilizaron desde temprano, pasado el mediodía muchos se encontraban en las terminales ferroviarias y de subte para llegar todos juntos a la marcha. Así ocurrió en la Universidad Nacional de Lanús, que tiene su sede muy cerca de la estación de tren. Allí un grupo importante salió con sus pancartas y banderas antes de las 14 con destino al Congreso. Lo mismo ocurrió en la estación Kosteki y Santillán, ex-Avellaneda.
“Universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”, cantan los miembros de la Asociación Gremial Docente de la UBA, ubicados a la derecha del escenario, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen. “No al veto”, forman con letras en telgopor que levantan. Se mueven alrededor de una gran bandera violeta que expone algunos de los reclamos: “Defendamos la ciencia y la educación. Triplicación del presupuesto. Aumento del salario y becas estudiantiles”.
Detrás se sumaban la columna de la Universidad Nacional de Quilmes. Sus integrantes cantaban: “Traigan al gorila de Milei para que vea que este pueblo no cambia de idea, pelea, pelea por la educación”.
La marcha anterior
Tienen un precedente multitudinario el 23 de abril pasado, con la manifestación que congregó a unas 430.000, según el cálculo de LA NACION, luego de que para este año se aplicara el mismo presupuesto que para 2023, con una inflación superior al 20% en los primeros meses del Gobierno. En su momento, el descontento social llevó a que este se elevará a un 270%, que solo solventó los gastos de funcionamiento para este año, y que no contempló cuestiones esenciales como los salarios del personal docente y no docente.
Marcha universitaria
Es más, el propio rector de la UBA, Ricardo Gelpi, advirtió sobre el peligro que acarrea el recorte, que concluiría en una paulatina degradación de las clases, la investigación, los hospitales.
Ayer, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, junto al subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, afirmaron que todo lo solicitado por el sector educativo ya fue concedido y que la movilización de hoy es opositora. “Es una marcha antigobierno, por varias de sus consignas, que ceñida solamente al problema de los salarios”, dijo Torrendell, que el fin de semana había afirmado que las universidades públicas nacionales “inventan alumnos”.
El domingo 15 de septiembre, el presidente Javier Milei fue el orador de un acto en un Congreso casi vacío y que fue transmitido en cadena nacional, en el que expresó que los pagos de deuda estarán blindados pero que los gastos que haga el Estado en áreas como educación, jubilaciones o ciencia dependerán de cuánto se recaude y, aunque hay una partida asignada para cada una de estas área, se reduciría en caso de no contar con los ingresos supuestos.
A grandes rasgos, el proyecto espera que la inflación para todo el año 2025 sea de 18,3% y que a diciembre del próximo año el dólar alcance los 1207 pesos. Como parte de estas estimaciones, la Argentina tendría un 5% de crecimiento gracias a un aumento de los ingresos por la recaudación del Impuesto a las Ganancias y un aumento del 100 % en la recaudación por vía de los derechos de exportación.
El presupuesto también suspende leyes que dan un aumento progresivo a la inversión en algunas áreas del Estado, como las leyes de Financiamiento de la Educación, que prevé que ésta debe representar el 6% del PBI, la de Financiamiento de la Ciencia, que establece aumentos progresivos año a año hasta poder alcanzar el 1%, y la de Educación Técnica Profesional, que creó un fondo específico para sostener la inversión en un sector de la educación que fue postergado durante muchos años. En el proyecto presentado se suspende la aplicación de estas leyes durante 2025, por lo que los montos asignados a estas áreas serán sensiblemente menores.
Fuente: Análisis del proyecto presentado por el Gobierno Nacional, en clave de ciencia y tecnología. Elaborado por el Grupo EPC-CIICTI.
Daniel Filmus fue tanto Ministro de Ciencia como de Educación, por lo que conoce desde cerca las necesidades que impulsaron estas normas, como en el caso de su involucramiento en la aprobación de de la ley de Financiamiento de la Ciencia, que contó con amplias mayorías en el Congreso y se esperaba que fuera una herramienta que pudiera darle previsivilidad al sistema y una política de largo plazo para desarrollar ciencia y tecnología en el país. Filmus dijo: “Este presupuesto lo tiene que votar el Congreso y me imagino que la mayoría de los diputados y senadores no estarán de acuerdo, aunque, en los hechos, es algo que viene sucediendo este año, en el que parece que estas leyes estuvieran suspendidas. Así como se votó la Ley de Financiamiento Universitario, esperamos que también se defienda la educación y no se vaya en contra del desarrollo educativo y científico, porque eso implica perjudicar a los jóvenes, a las familias y a los investigadores”.
En 2022, como porcentaje del PBI, la inversión en la Función Ciencia y Técnica (CyT) del Presupuesto fue de 0,285%, en 2023 fue del 0,302% y este año bajó a 0,213 %. Según las estimaciones que se pueden hacer a partir del Presupuesto 2025 presentado por el Ejecutivo, el año próximo estaría en torno a 0,2%, proyecta el análisis del proyecto de Presupuesto elaborado por el Grupo EPC-CIICTI. Según la Ley de Financiamiento de la Ciencia, la Función CyT 2025 debería estar en 0,45 %. Pese a eso, el monto de inversión previsto para el año que viene es equivalente al que tenía la Argentina en 2002, un año de crisis extrema.
Los organismos de ciencia y tecnología (OCTs) tendrán un fuerte recorte en su presupuesto en 2025. Fuente: Análisis del proyecto presentado por el Gobierno Nacional, en clave de ciencia y tecnología. Elaborado por el Grupo EPC-CIICTI.
“En algunos organismos como el CONICET hubo un recorte del 40%, en la CNEA es mayor, en el INTI del 30%. Es imposible poder desarrollar ciencia y tecnología con esos recursos. El Ministerio de Ciencia, o lo que queda de él (actualmente con rango de secretaría) tiene un recorte del 70%, y la Agencia I+D+i tiene menos de la mitad de los recursos y es la que financia la ciencia de todo el país. Esto implica la parálisis del plan de ciencia, del plan nuclear, del la biotecnología y demás. La Argentina tiene grandes investigadores pero lo que estamos viendo es que muchos están buscando irse del país, especialmente los jóvenes. Cuando desarrollás tecnología de punta y te retrasás un año, después no hacés tecnología sino historia de la tecnología. La dificultad para después ponerte a tono con los desarrollos es enorme y se pierde la inversión que se ha hecho hasta ahora. El freno al reactor modular CAREM, en el que se viene trabajando hace décadas, va a quedar obsoleto para cuando se retomen las inversiones”, denució Filmus.
La ciencia en nuestro país se financia, principalmente, con dos instituciones diferentes: El CONICET, responsable de los salarios de becarios e investigadores, y la Agencia I+D+i, que financia los proyectos de investigación. La caída presupuestaria en estos dos organismos implica que habrá menos ingresos a carrera y becas pero también que serán de menor monto, salarios que seguirán siendo los más bajos de la región pese a una formación de gran nivel que implicó años de inversión para el país. Este tipo de políticas expulsa a los rescursos humanos argentinos a seguir su trabajo en el exterior o abandonar la ciencia. Muchos ven en esta política una intención de destrucción del sistema científico público y no solo una reducción, como pasó en períodos del menemismo o del macrismo. “Estamos hablando de una cuestión de no retorno y después de esto la ciencia y la universidad argentina no van a ser iguales”, dijo Filmus.
«La Argentina tiene grandes investigadores pero lo que estamos viendo es que muchos están buscando irse del país, especialmente los jóvenes», dijo Filmus.
La escuela austríaca y la ideología del ajuste
“A principio de año publicamos un libro que se llama “¡Afuera! El lugar de la ciencia y la educación en el anarcocapitalismo”, en el que varios hemos escrito sobre qué concepciones tiene la escuela austríaca sobre la ciencia y la tecnología, por eso digo que no se trata de una política de ajuste, sino de una que implica que la investigación tiene que ser solo financiada por el sector privado, dando la espalda a lo que pasa en todo el mundo. Se trata de que la educación no tiene que ser escolarización, no creen que tenga que ser obligatoria, lo ha dicho (el diputado) Benegas Lynch: que si un padre quiere mandar a su hijo a trabajar, lo puede hacer. Ellos plantean que la educación estatal solo sirve para el adoctrinamiento y que no tiene que haber educación pública, que es el mercado el que tiene que resolver estos temas y la forma en la que lo quieren hacer es que todo se pueda comprar y vender, así como lo plantearon respecto de los niños o de los órganos. La idea del mercado absoluto queda reflejada en la presentación del presupuesto, cuando el presidente dice que lo que no tiene fondos privados no tiene la necesidad de tener derechos que lo defienda. Pero la Constitución Argentina dice que el Estado debe defender derechos como el acceso a la educación y la salud”, explicó Filmus.
Como en otras épocas de oscurantismo, investigadores jóvenes y de trayectoria se marchan de Argentina en busca de nuevas posibilidades. “Si durante el macrismo hubo un desinterés por la ciencia, ahora quieren destruirla directamente”.
La ciencia y la tecnología en Argentina afrontan, probablemente, su contexto más penoso desde el retorno democrático. Si alguien en la comunidad científica tenía dudas del trato que el gobierno de Milei tendría con los cerebros locales, ya puede ir sacándoselas de una vez. Como en los 90, en 2001 y en la época macrista, los investigadores e investigadoras del país, que se formaron en universidades públicas y que concentraron sus esfuerzos en brindar sus aportes en suelo doméstico, ya comienzan a irse.
Cerebros en fuga, nuevamente, para los que la única salida que les ofrece la gestión libertaria es Ezeiza. “Si a fines de 2015 había una falta de interés por la ciencia, lo que se advierte ahora es un interés por destruirla directamente. Quieren que no hagamos ciencia, que nos vayamos”, apunta Alejandro Díaz Caro, científico repatriado en 2014 y que ahora retorna a Francia porque Argentina no le brinda chances de futuro.
El de Díaz Caro es uno de los casos más relevantes porque, hace unas semanas, compartió sus sensaciones mediante un posteo en redes sociales que se volvió viral. Ahora conversa con Página 12, mientras embala cajas y ultima detalles de la mudanza. “Fui repatriado a partir del Programa Raíces en 2014 y comencé a trabajar en la Universidad Nacional de Quilmes. Sin embargo, un año y medio después llegó el macrismo y ya comenzó la debacle y el desfinanciamiento para la ciencia. Desde ese momento hasta ahora siempre fui subsistiendo a partir de convenios internacionales y proyectos con otros países, pero ya no más”.
Bajo el paraguas de “No hay plata”, el Gobierno limitó cualquier posibilidad para el desarrollo de investigaciones pujantes. “Con la degradación del Ministerio en Subsecretaría, echaron a los administrativos que se encargaban de las relaciones internacionales. En efecto, este año ya dejaron de abrir los llamados de colaboraciones con otros países. El dinero que le demandaría al Estado es prácticamente nada, pero no les interesa”, comenta el experto en computación cuántica del Conicet y de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
Como refiere Díaz Caro, gracias al programa Raíces, impulsado por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, entre 2003 y mediados de 2016 fueron repatriados 1299 científicos, que se distribuyeron en dependencias públicas y privadas. Hubo entonces un promedio de 102 investigadores que volvían por año; de hecho, en diciembre de 2008 el Raíces se convirtió en ley. Desde la asunción de Mauricio Macri, la caída fue abrupta. Las cifras muestran el lugar residual en que fue colocado ese plan durante la gestión Cambiemos. En 2017, los repatriados fueron dos y en 2018, cuatro. Si bien durante el gobierno de Alberto Fernández, el área recuperó el rango de Ministerio que había perdido durante el macrismo y el programa fue relanzado, en el presente, frente a la motosierra de Milei, el escenario vuelve a ponerse gris para los hombres y mujeres de la academia.
Repatriados y ahora expulsados
La semana que viene Díaz Caro partirá a Francia y se incorporará al Instituto Nacional de Investigaciones Informáticas, por un lapso de tres años, con una posibilidad muy cierta de insertarse de manera permanente. A diferencia de Argentina, Francia valora los talentos científicos y los capta, precisamente, porque confía en que pueden aportar al modelo de desarrollo nacional.
Hasta fin de año, sin embargo, tiene la intención de seguir dando clases en la Licenciatura en Informática en la UNQ, al menos, de manera virtual. Tiene este interés, precisamente, porque los docentes en las universidades públicas, ante un escenario similar al de la ciencia, comienzan a escoger otros destinos. “El que no se va del país se va a la industria, al sector privado. Hay carreras que están perdiendo todos los docentes por la situación universitaria”.
La desdicha se deja entrever en el tono del investigador pronto a emigrar. “Es muy duro armar equipos y proyectos, y luego tener que desarmarlos. Es remar en dulce de leche, tratar de arreglárselas todo el tiempo con lo que se puede es desgastante en algún punto”. Luego, Díaz Caro se refiere a que la ciencia y la tecnología en Argentina no lograron convertirse en una política de Estado. Si bien hubo gobiernos que ponderaron su lugar de relevancia, la promoción de la producción del conocimiento local queda, usualmente, supeditada a las gestiones de turno.
Pablo Manavella es otro de los casos emblemáticos. Es un bioquímico formado en la Universidad Nacional de Córdoba, doctor por la Universidad Nacional del Litoral y posdoctorado en Alemania. “En 2014 volví a partir de una ayuda que en ese momento brindaba Conicet y me ayudó a solventar los gastos de reinstalación en Argentina. Aunque no era el Raíces específicamente, el retorno que proponía era muy similar”, inicia su relato el Investigador principal del Conicet, que se especializa en el estudio de ARN pequeños, unas moléculas presentes en todos los organismos eucariotas (los que tienen células con un núcleo definido y una membrana que lo separa del resto de la célula) que regulan muchos de los procesos fundamentales de la vida. Aunque lo explora en plantas que sirven como modelo, el objetivo es comprender qué sucede con los humanos, pues cuando estas moléculas están descontroladas pueden generar enfermedades de todo tipo, como cáncer y diabetes.
“Durante el tiempo que estuve en Argentina, luego de la repatriación, me fue muy bien. Tengo publicados más de 50 papers, recibí premios nacionales e internacionales, mi laboratorio contó con financiamientos locales y de afuera, incluyendo el Max Planck y otras agencias, así como también soy editor en revistas prestigiosas del mundo científico”, dice Manavella. Durante ese tiempo, de hecho, rechazó ofertas de traslado en Alemania, Holanda y Francia, pero a partir de 2024 la situación se volvió insostenible y terminó por mudarse a España, donde tiene un cargo en el Csic, el equivalente al Conicet en aquel país.
“Me fui de Argentina hace unos meses porque desde lo laboral tenía la sensación de que era muy difícil seguir con mi línea de investigación. La biología molecular de plantas es un área cara y requiere de tecnologías que estén a la altura. Con el nuevo gobierno la cosa empeoró notablemente: una cuota de un pict (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica) grande no alcanza para prácticamente nada, es algo así como mil euros por año, algo irrisorio para los montos que se requieren”, declara.
Y después continúa: “Era obvio que no se iba a respetar la Ley de Financiamiento científico (vigente desde 2021), con lo cual el presupuesto que parecía esperanzador, estaba claro que iba a caer y eso terminó de alejar a la gente joven que, en definitiva, es la que permite que los laboratorios funcionen”. El científico refiere, en este sentido, a un “desenamoramiento” que están afrontando los investigadores jóvenes con respecto a la ciencia. Una distancia que fue provocada por las acciones —o la falta de ellas— del gobierno libertario.
Jóvenes promesas, jóvenes desilusiones
El desarraigo se vuelve más duro, sobre todo, cuando quien se marcha del país no lo hace por decisión propia sino porque lo echan. El gobierno que durante la campaña lo manifestaba abiertamente, a partir de la propuesta de eliminar el Conicet —todavía queda en el imaginario el “Conicet afuera” de Milei en diálogo con el periodista Jonatan Viale—, o bien, sugiriendo su privatización, ahora propone una salida menos impactante, pero igual de nociva. De hecho, no hay mejor manera de limitar las potencialidades de un espacio que desfinanciándolo. La invitación a irse es, para muchos cerebros argentinos, la única salida, con salarios que se deprecian cada mes y con oportunidades jugosas del otro lado del mundo.
Carolina Marvaldi, doctora de la UBA especializada en Ciencias de la Salud, puntualmente en el área de reproducción y parto prematuro, cuenta su experiencia. “Hace ocho años que estoy investigando, obtuve una beca de la Agencia cuando inicié el doctorado y después una de Conicet para finalizarlo”, dice. Sin embargo, luego varias puertas se cerraron y tuvo que comenzar a buscar opciones en el exterior. “A partir de este año comenzaré a trabajar en el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos”, la principal agencia gubernamental en el rubro en el que Marvaldi investiga. Desde allí, seguirá explorando avances en el mismo tema, puntualmente en patologías placentarias.
Los que más sufren una situación adversa son los becarios porque, ante la falta de recursos por parte del Estado, ven en vivo y en directo cómo se trunca su chance de nutrir el curriculum, el principal capital simbólico de la gente que trabaja de pensar, experimentar y escribir. Si no pueden competir, deben buscar mejores rumbos. O bien, lo que deciden muchos: dedicarse a la industria y hallar un lugar en el sector privado, pese a que se formaron para investigar y desde hace años concentran sus esfuerzos en ello.
Argentina, tierra de desesperanza
Lo ilustrativo del caso de Díaz Caro, Manavella y Marvaldi es que tras dejar Argentina son incorporados a instituciones científicas de relevancia internacional. Habiendo sido formados por la universidad pública, esa situación representa todo un síntoma de la calidad formativa del sistema. “Obviamente que me gustaría volver. Me formé en el sistema público: desde el jardín de infantes hasta mi doctorado. Lo que más quiero es poder volver, pero sabemos que en esta situación está un poco complicado. Para poder seguir investigando en este contexto, irme era lo único que me quedaba”, explica Marvaldi.
“Fue una decisión muy dura. Es muy difícil abandonar el país que quiero y el sistema científico que admiro. Los científicos argentinos son extraordinarios, ya que con lo poco que se tiene se hacen cosas increíbles. Por mi parte, probaré un par de años y junto a mi familia tomaremos la decisión de instalarnos para siempre o regresar más adelante”, apunta Manavella.
En el presente, con el Estado retirado, el sistema científico está desguarnecido. No solo se frenaron los inicios a la Carrera del Investigador Científico en el Conicet, sino que se ató de pies y manos a uno de los organismos fundamentales en el financiamiento de proyectos en el sector: la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. La contradicción en el gobierno libertario es evidente: por un lado, desfinancia y expulsa a los científicos y, por otro, se presenta como un polo de innovación atractivo para desarrollos como la Inteligencia Artificial y el machine learning. ¿De qué manera el gobierno se propone convertir a Argentina en un polo tecnológico si echa a sus recursos humanos? En concreto: ¿realmente quiere que el país se transforme en un nodo regional de ciencia o las intenciones son otras?
Poco más de 12.300 kilómetros separan a Buenos Aires de Beirut, la capital del Líbano. La ciudad fue blanco de operaciones militares de Israel, que ayer recibió como respuesta un ataque de misiles por parte de Irán. Y más allá de la distancia, la creciente tensión bélica en Medio Oriente puede tener consecuencias sobre la economía argentina.
El foco más directo es el vinculado con la energía. Tras la escalada bélica en la región, y la disparada de 200 cohetes desde Irán sobre Israel, se registró en el mercado internacional una suba en el precio internacional del petróleo. Hoy, el barril Brent, una de las referencias del sector, muestra una suba del 2,5% y cotiza por encima de US$73. La misma dinámica se registra en los futuros del petróleo, con alzas algunos puntos superiores.
Si bien se trata de rebotes de algunos puntos porcentuales, en el mercado internacional siguen de cerca la evolución del conflicto bélico. El Brent había caído casi un 9% en el último mes, en una tendencia que incluso había motivado a la conducción de YPF de aplicar una baja en el precio de venta de los surtidores locales. Sin embargo, una intensificación de los ataques en la región puso en alerta a analistas, por un movimiento que podría afectar el suministro o el transporte de hidrocarburos en esa región.
Y si bien la suba en el precio internacional podría también generar un efecto incremental para las exportaciones de crudo argentinas, que supondrían un mayor ingreso de dólares, la consecuencia negativa se trasladaría al precio de venta de los combustibles y afectar negativamente en la inflación, una de las prioridades del Gobierno.
A su vez, la creciente tensión bélica en Medio Oriente, que convoca también a los Estados Unidos, aliado de Israel, se refleja en el movimiento de las principales bolsas del mundo. Desde ayer, las acciones en las plazas europeas y en Wall Street operan en rojo, con caídas en las cotizaciones de las acciones y los índices bursátiles. Ayer, por caso, el índice paneuropeo STOXX 600 cayó un 0,4%, invirtiendo su tendencia tras subir hasta un 0,5% durante la jornada.
En Wall Street, por su parte, hoy registran caídas el Nasdaq 100 (1,1%), que registra el movimiento de las 100 principales empresas tecnológicas, y el S&P 500 (0,6%), que refleja la dinámica de las mayores compañías de esa plaza. En ese contexto adverso, caía algunos puntos el rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, en un movimiento que refleja mayor demanda de los capitales internacionales por activos considerados “refugios seguros”.
Proyectiles disparados sobre Tel Aviv.JACK GUEZ – AFP
Esa dinámica, aunque marginal, representa un escenario algo más adverso para la Argentina. En un contexto de mayor volatilidad en el mercado financiero internacional, se reduce el flujo de capitales hacia mercados emergentes o de mayor riesgo, como los latinoamericanos, con mayor búsqueda de cobertura en activos más seguros, como los bonos estadounidenses.
De todas maneras, los indicadores locales muestran, al menos en el corto plazo, una dinámica más condicionada por factores internos, con un riesgo país que ronda los 1300 puntos y refleja que los mercados financieros internacionales están virtualmente cerrados para la Argentina. La baja de este indicador en las últimas semanas, en simultáneo a una baja de los dólares paralelos y una compresión de la brecha cambiaria, está vinculada con el ingreso de divisas al país en el marco del blanqueo de capitales que se creó en la Ley Bases. En efecto, los depósitos en dólares dentro del sistema financiero local crecieron en el último mes en más de US$10.000 millones.
Existe en todo el mundo cierta aprobación importante para la industria nuclear. Con sus objeciones y sus defensas, avanza en la aceptación social con fuerte base científica que va demostrando su importancia para los países que la impulsan.
Este modelo alienta el uso de la tecnología de fisión, ya que ofrece ventajas al ser libre de dióxido de carbono y asegurar provisión eléctrica por medio de energía que se genera de manera permanente y no expele gases de efecto invernadero, lo cual colabora, y mucho, en la atenuación del proceso de calentamiento global.
En la actualidad, es usual la utilización de un modelo de centrales nucleares bastante alejadas de lo que conocemos mediante filmes o en virtud de imágenes devenidas de los desgraciados acontecimientos en cuanto a fallas de las enormes construcciones nucleares tradicionales. Se trata de las Small Modular Reactor (Reactores Modulares pequeños) (SMRs), que son centrales nucleoeléctricas de dimensiones pequeñas y con menos potencia eléctrica y tienen un desarrollo más simple y mejores formas de seguridad, a la vez que su construcción demanda menos tiempo, menores costos e inversiones.
Estas calidades permiten optimizar la forma en que se fabrican y tienen comodidad para instalarse en territorios que no cuentan con sistema de interconexión eléctrica y se adaptan a circunstancias variadas.
En todo el mundo hay cerca de cien diseños de SMRs y entre ellos está el CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), que es un proyecto de central nuclear de baja potencia, desarrollado con diseño de última generación, lo que coloca a Argentina en un selecto club de países que lideran este tipo de tecnología. ¡No es poca cosa!
El concepto CAREM data de 1984, cuando fue presentado en Lima, en una conferencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre reactores de pequeño y mediano tamaño. O sea, que es parte de la modernidad y la actualidad en reactores nucleares.
Supera a los reactores nucleares de agua presurizada convencionales, los conocidos como PWR, que operan desde hace más de cuarenta años. En su construcción y desarrollo, en el marco de la Comisión Nacional de Energía Atómica, participan empresas de capitales públicos y privados argentinos. En 2005, el CAREM argentino fue elegido entre más de diez proyectos a nivel mundial por una comisión de expertos convocados por el Departamento de Energía de USA.
Utiliza combustible nuclear de óxido de uranio, muy similar al que usan los reactores de las centrales de Atucha y Embalse, solo que, en el caso del CAREM, enriquecido al 1% o 2%, y agua ligera como refrigerante.
CAREM es reconocido internacionalmente por tener una eficiencia superior a los diseños de tercera generación perteneciendo a la gama de baja y mediana potencia. Es innovador e inaugura la IV generación de reactores bajo el concepto de integración y seguridad pasiva.
Hasta acá, algunos detalles técnicos y de valoración de por qué es importante su continuación como parte de la excelente ubicación argentina en el plano internacional de la tecnología nuclear, lograda entre otras cuestiones por la incansable y calificada tarea de INVAP.
Ahora veamos, ¿cómo actúa el gobierno libertario ante estas indudables positividades que ofrece el CAREM?. Lo primero que surge es que actúa mal, pésimamente mal.
Desde la actual gerencia del área CAREM, anuncian que no seguirán avanzando en la construcción civil y plantean frenar la obra por completo. Esto motiva el despido de trabajadores y, por ende, conduce a la paralización del proyecto CAREM, que es el primer reactor nuclear 100% argentino.
Entonces podemos suponer que se intenta desmantelar la política nuclear de nuestro país, y lo hacen desde razonamientos contables (!), desde cálculos que valoran la urgencia de mostrar un superávit fiscal, falaz y falso, ya que hasta ahora viene sosteniéndose en el agravio a jubilados, la desfinanciación de universidades, la recesión económica y ahora agregan “el ahorro mediante la suspensión o demora del CAREM”.
Afirman, desde la conducción actual del proyecto, que no se pone en juicio la continuidad del CAREM, pero lo cierto es que si se detiene la obra civil y se echa a los trabajadores que la venían realizando, toda la parte que corresponde luego al área de ingeniería sufrirá intensas y largas demoras.
El ajuste, definido orgullosamente por Milei como “el más grande de la historia en todo el mundo”, llega brutal e irracionalmente a nuestros activos estratégicos más importantes, como es el desarrollo nuclear.
La inteligencia argentina puesta en duda por analfabetos científicos, que hoy gobiernan. Empresas, grandes y Pymes, proveedores del CAREM, llevadas a la quiebra por este gobierno.
Trabajadores que hasta ayer sustentaban a sus familias trabajando en la obra civil, y que se encuadran en gremios como Uocra, Luz y Fuerza y ATE, hoy pasan a engrosar el universo de los desocupados.
Para finalizar, un dato que habla en sí mismo de la capacidad argentina en este campo: enormes conglomerados empresarios e industriales, e incluso digitales, como Hitachi, Terra Power, Bill Gates y Westinghouse, quieren construir sus modelos de centrales nucleares de menor porte como el CAREM y recién están comenzando, mientras nuestro país ya tiene recorrido un largo y provechoso camino.
A todo esto, se opone el gobierno libertario. Y a este gobierno debemos oponernos para defender este tipo de causas. Causas que son nobles, y útiles para el país.
Ocho multinacionales se fueron del país durante el gobierno de Javier Milei. Así lo indica un informe de la consultora Audemus, que también revela 86 eventos de crisis en grandes firmas.
Así, las compañías que abandonaron Argentina son: HSBC, Xerox, Clorox, Prudential, Nutrien, ENAP, Fresenius Medical Care y Procter & Gamble.
En tanto, según afirman desde Ámbito Financiero, la lista podría agrandarse; un gigante del sector automotriz habría ofrecido su operación a al menos a tres empresarios locales.
A su vez, el relevamiento de Aduemus marca que aparte de las ocho salidas, hubo 68 firmas que realizaron despidos o abrieron retiros voluntarios y diez que suspendieron a parte de sus empleados.
En la división por sectores, el más afectado es el textil/calzado con 22 eventos, le siguen el metalúrgico, comercio y la electrónica con seis. Luego, aparecen otros como salud, medicina, energía y minería con cinco, automotriz con cuatro. La industria en su conjunto acumula 57 y los servicios 11. Además, desde finales de 2023, desaparecieron cerca de 12.000 empresas empleadoras.
Información difundida por el director de Planificación Productiva de Fundar, Daniel Schteingart.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que la empresa de capitales alemanes Oiltanking invertirá US$ 500 millones en una mega obra para potenciar la comercialización petrolera en el puerto de Coronel Rosales, Bahía Blanca, y la definió como «la inversión más grande de la Argentina en curso»
Así cuestionó a Javier Milei por su intervención para evitar que la planta de GNL anunciada no se radique en Buenos Aires, ante el posible retiro de Petronas de esa obra.
«Para los que se llenan la boca de mentiras, de chicanas y para los que, canchereando, terminan arruinando inversiones, nosotros calladitos, trabajando intensamente, con humildad y mucha seriedad, estamos desarrollando la inversión más grande de la Argentina», dijo Kicillof.
El anuncio llega en la misma semana en la que Kicillof logró en Diputados la aprobación del régimen de inversiones provincial, que posicionó en contraste al RIGI que Milei puso como factor central para quitarle la planta de GNL a la provincia de Buenos Aires.
Esta obra también está vinculada al avance del Proyecto Duplicar de Oldelval, destinada a ampliar la capacidad de transporte de crudo, que ya alcanzó un 70% de avance, según informaron desde la compañía. Este oleoducto la estación de bombeo de Allen, en Río Negro, con el puerto Rosales, requirió una inversión de 1.200 millones de dólares y aumenta la capacidad de transporte de crudo, llevando los 36.000 metros cúbicos diarios actuales a 86.000 metros cúbicos diarios, es decir, un incremento de 50.000 metros cúbicos por día. Este salto en capacidad permitirá exportar hasta 310.000 barriles diarios de petróleo, lo que representará ingresos anuales cercanos a los 8.000 millones de dólares.
“Con la puesta en marcha del Proyecto Duplicar, la Argentina podrá potenciar las exportaciones de petróleo de la cuenca neuquina y asegurar el crecimiento sostenido de la región, otorgar previsión a las compañías productoras, y generar importantes ingresos al país”, destacaron desde la empresa.
Terminal Puerto Rosales
La inversión anunciada por Kicillof en Bahía Blanca, permitirá la expansión de la Terminal de Puerto Rosales y hará de este complejo portuario el de mayor exportación de hidrocarburos del país, permitiendo sumar trabajo y valor agregado al petróleo de Vaca Muerta.
La inversión tiene como eje una expansión del 50% en la estructura del puerto, para duplicar el volumen de recepción de petróleo e incrementar la exportación de petróleo crudo, no convencional, a partir de un mayor tráfico de buques de diversos portes y volúmenes.
El lunes anterior, Kicillof ya había expuesto la posible salida de Petronas de la inversión de la planta de GNL y recordó que la petrolera malaya «estaba decidida a realizar esa inversión» en Bahía Blanca.
Ante eso, dijo: «Necesitamos que el presidente de la Nación deje de lado las chicanas y trabaje para que esa inversión, que estaba confirmada y hoy está en riesgo, finalmente se produzca».
El gobernador dijo en Punta Alta que la inversión de Oiltanking con YPF «va a ser un verdadero cambio geoestratégico para la Argentina» y que hará del Puerto Rosales «la puerta de salida del petroleo de Vaca Muerta en la provincia». «Es una inversión faraónica, gigantesca».
Kicillof explicó, además, que la inversión de Oiltanking «se acordó con este gobierno provincial, sin ningún régimen provincial pero sí con una mirada estratégica, con seriedad. Con capacidad de cumplir lo que se dice». «No hacía falta andar mintiendo y canchereando por ahí», apuntó.
Más antecedentes sobre la empresa Oiltanking
Se trata de la firma encargada de administrar las cargas y descargas de buques petroleros en el Puerto Rosales (Punta Alta) y de operar el almacenamiento de crudo en las playas de tanques. La composición accionaria de Oiltanking se reparte entre 70% para la alemana Marquard & Bahls AG y 30% restante a cargo de YPF.
Hace más de dos años, la empresa tiene en carpeta una inversión de US$500 millones para la construcción de un muelle en Puerto Rosales, que le permita operar en condiciones climáticas más adversas que las actuales monoboyas para cargar y descargar petróleo de los buques. Esto permitirá el atraque en dos posiciones de buques tanque desde Panamax hasta Suezmax.
De hecho, la puesta en marcha ya comenzó hace un año y medio y concluirá en 2026 con el total de la capacidad de almacenaje y operación de buques. La empresa lleva desembolsados más de US$230 millones sobre el total de US$500 millones de presupuesto original.
La compañía además construirá seis tanques de almacenamiento de 50.000 metros cúbicos (m3) cada uno. De esta forma, se ampliaría la capacidad de los actuales 480.000 m3 a 780.000 m3. El objetivo es expandir las instalaciones actuales para recibir 86.000 m3/d desde la cuenca neuquina, donde está Vaca Muerta, por el ducto de Oldelval y evacuar por buque el excedente destinado a exportación, que sería aproximadamente 44.000 m3/d.
“Actualmente, estamos en la primera fase de la etapa 1 del proyecto, que consiste en la construcción de la casa de bombas; las tuberías de recepción, aspiración y exportación de crudo; el sistema contraincendios y el sistema eléctrico e instrumentación. A su vez, estamos trabajando en la ampliación de la capacidad eléctrica, el movimiento de suelos y la construcción de las fundaciones. Luego continuaremos con la fase 2 y 3, que incluye la construcción de los tanques”, dijeron en Oiltanking.
A comienzo de año, las monoboyas que se utilizan para la descarga de buques de petróleo tuvieron dos roturas en menos de tres semanas, lo que generó un derrame de al menos 950 litros y la suspensión de la operación de parte del abastecimiento interno del país y de exportación.
A Puerto Rosales llegan los buques de Comodoro Rivadavia con el petróleo pesado –llamado Escalante– que se produce en el Golfo San Jorge, para suministrar a las principales refinerías del país: YPF (La Plata), Raízen (Dock Sud) –abastece las estaciones de servicio Shell–, Axion (Campana) y Trafigura (Bahía Blanca) –dueña de Puma Energy–.
El petróleo liviano –llamado Medanito– de la cuenca neuquina (Vaca Muerta) llega a las refinerías de Buenos Aires por oleoducto. Sin embargo, se carga y se exporta a través de Puerto Rosales.
Oiltanking Ebytem SA (OTE), como es su nombre oficial, lleva más de 28 años de operación en la Argentina en el sector de transporte y almacenaje de hidrocarburos. Su intención es ser “actor y participe de la ampliación del sistema logístico de petróleo crudo, que posibilite la exportación de la producción incremental proveniente de la cuenca neuquina hacia los mercados del exterior”, según dijo en un comunicado.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año, las exportaciones de petróleo crecieron 54,6% y pasaron de representar US$2317 millones a US$3582 millones. En agosto, en particular, las ventas externas de crudo crecieron 8,9% y los principales destinos fueron Chile, Uruguay, Estados Unidos, Brasil, Bolivia, según el último informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) que publica el Indec.
Si bien en octubre la inflación podría finalmente perforar el piso del 4% mensual –según el último Relevamiento de Expectativas del Banco Central, los precios podrían subir un 3,5%–, hay algunos aumentos previstos para el mes que se ubican muy por encima de este número, como el boleto de subte, que tendrá un incremento del 16,46%. También subirán las facturas del servicio de electricidad, el servicio de agua en el área metropolitana Buenos Aires (AMBA), la cuota de los colegios privados con subvención del Estado en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, y las empresas de medicina prepaga.
Subte
A partir del martes, el boleto de subte con la tarjeta SUBE registrada pasará de los $650 actuales a $757, si bien a cada pasajero se le aplicarán automáticamente descuentos del 20%, 30% y 40% una vez que se supere una determinada cantidad de viajes mensuales. En tanto, para el Premetro, los viajes empezarán a costar $264,95.
Por otro lado, el boleto sin tarjeta SUBE registrada pasará a $859,07, mientras que la tarifa del Premetro sin registro será de $300,67.
Estos valores iban a empezar a regir el 1º de agosto pasado. Sin embargo, una serie de medidas judiciales precautelares retrasaron los incrementos previstos por el gobierno de la ciudad.
Tarifas
En tanto, en electricidad habrá un aumento en los tres componentes de la factura (generación, distribución y transporte), lo que impactará en un aumento final promedio del 3%. El gobierno nacional busca de esta manera atenuar los posibles cortes de luz en el verano, con la idea de que con más ingresos las empresas podrían invertir más.
En el servicio de agua en el AMBA, las boletas de AySA subirán 4,9%, siguiendo la fórmula polinómica que tiene en cuenta el índice de salarios (IS), el de precios internos al por mayor (IPIM) y el de precios al consumidor (IPC). En el año, las boletas de agua de AySA aumentaron 285%.
Alquiler
Por otro lado, quienes tengan que renovar un contrato de alquiler en octubre y lo hayan firmado bajo la ley de alquileres y el índice de contratos de locación (ICL), tendrán un incremento del 237,5% desde el mes próximo, aunque en este rubro dependerá de cada negociación particular.
Colegios
Las cuotas de los colegios privados de la provincia de Buenos Aires tendrán una suba del 4%, que se suma al 4,5% de septiembre pasado. En la Capital Federal el aumento será del 3,1%, y el mes anterior había sido de 3,9%. Los incrementos están en función de una estructura de costos que contiene los aumentos de los docentes curriculares, de los docentes extracurriculares, del personal no docente y el alza del IPC, siendo esta estructura distinta en la ciudad y en la provincia.
Prepagas
Las prepagas también ajustarán los valores de las cuotas, pero el aumento dependerá de la empresa que se tenga contratada. Por caso, Galeno informó a sus socios un aumento del 4,8%; OSDE, del 4,9%; Omint y el Hospital Italiano, del 5,9%, mientras que otras firmas, como Accord Salud, aplicarán un ajuste del 8,4%.
Pero cabe aclarar que, por una resolución de la Superintendencia de Servicios de Salud que salió publicada en el Boletín Oficial a principios de septiembre (2155/2024), las entidades podrán disponer distintos incrementos dependiendo de las condiciones del plan (con o sin copagos, entre otras variantes) y las regiones o zonas en las que se brinda la atención médico-asistencial.
A contramano
Sin embargo, no todos son aumentos. En gas, el Gobierno aplicará una baja del precio de producción de US$3,45 a US$3,10 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), que compensará la suba de 2,7% en el valor de transporte y distribución. La boleta final, por lo tanto, podría bajar hasta 6% para los usuarios de ingresos altos (N1) y un poco menos para los hogares de ingresos medios (N3) y bajos (N2), donde el valor de transporte y distribución tiene un mayor peso. Como además baja significativamente el consumo de gas en estos meses, el valor de la factura va a caer mucho más a partir de octubre, cuando se hace la comparación con el mes anterior.
Por último, los precios de la nafta podrían bajar 1,5% y los del gasoil, 3% en los próximos días, fecha que aún no se informó con precisión. Esto se debe a la baja del crudo Brent, la cotización internacional del barril de petróleo que toma de referencia la Argentina, que cayó 9% en el último mes, de US$80 a US$71. A su vez, esto permitirá compensar los aumentos en biocombustibles y en los impuestos, que subieron $10,79 para la nafta y $9,55 en gasoil.
Actualmente, el litro de nafta súper de YPF en la ciudad de Buenos Aires cuesta $992, mientras que la premium vale $1226. El gasoil súper vale $1032, mientras que el diésel premium, $1312. Con la baja de precios, los nuevos valores serían: $977 la nafta súper, $1208 la nafta premium, $1001 el gasoil súper y $1273 el gasoil premium.
Lectores, nos están faltando 11.420 MWe capaces de dar «potencia de base», esa que está disponible 24×7. Es más o menos un tercio de la demanda máxima del Sistema Argentino de Interconexión. ¿Cómo desaparecieron? Es complejo pero simple, y ahí les va.
Esta primavera veremos las primeras olas de calor de un verano que pinta infernal, y terminará muy avanzado el otoño de 2025. Hace meses que falta de agua en los ríos hidroeléctricos, y además hay mucha central térmica de gas en manos privadas y hecha fruta. En suma, que la electricidad de base va a faltar. Gravemente.
A la «sequía hidroeléctrica» y a el parque térmico fuera de servicio, hay que añadirle la posibilidad (o más bien, la certeza) de fuegos, cortocircuitos y caídas por viento en las tres LATs (Líneas de Alta Tensión) que «acometen» el AMBA. En verano, con los yuyos secos y en zonas pobladas, donde no faltan puchos mal apagados, los incendios son más la regla que la excepción.
El último apagón masivo de este origen que tuvimos sucedió el 1 de marzo de 2023, cuando el humo de un incendio de pasto hizo entrar en cortocircuito una de estas LATs provenientes del Comahue en un tramo que atraviesa el partido de Zárate. Sí, su sospecha es fundada: el aire es aislante y evita fogonazos entre los cables, o su descarga a tierra. Pero el humo puede ser un buen conductor. El del incendio del 1 de marzo de 2023 generó un fogonazo entre cables, y ahí se pudrió todo.
En milésimas de segundo, la mayor central térmica del AMBA, que es Costanera, detectó una fluctuación de frecuencia en la red y se desconectó automáticamente de la misma para protegerse. La salida de servicio de sus 2306 MW arrancó una reacción en cadena de desconexiones de grandes y pequeños proveedores desde el AMBA hacia el noroeste. Quedaron sin luz la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y sigue la lista por el NOA.
En los grandes circuitos eléctricos nacionales, como el Sistema Argentino de Interconexión, las cosas suceden de golpe y en tiempo real.
Las LATs que conectan esa gigantesca isla eléctrica del AMBA con el resto del país deberían ser al menos 5. Es el número «de seguridad» para evitar la propagación de desconexiones locales, que en un instante se vuelven nacionales.
Dice el Ing. Francisco Rey, ex-vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica y analista de prospectiva del Sistema Argentino de Interconexión: «En 2014 tuvimos reuniones con CAMMESA por las LATs de Atucha III y las de Río Negro. Allí en carpetas ya estaba la estación transformadora de Plomier, provincia de Buenos Aires, punto de llegada de la que debía ser la cuarta LAT hacia el AMBA. Ignoro desde cuando CAMMESA la tenía programada. Fijate que la segunda LAT entre Yacyretá y Resistencia ya estaba programada. Esa línea se paralizó en 2016, cuando ya estaban comprados parte de los materiales. Estaba prevista su terminación en 2017. De haberse terminado, se habría evitado el apagón de 2019».
Rey se refiere al apagón del día del padre, que fue nacional y algo más: abarcó a Uruguay, Chile y Paraguay. Como dijo AgendAR en aquel momento, hay responsabilidad de Transener, creada en 1993 sobre activos públicos. En la práctica, es otra casilla de peaje de ésas que le puso Menem a las rutas nacionales hechas por el estado. Cobra por transportar electricidad sobre el 85% del territorio, pero no se le cae un centavo en inversión dado que el marco legal no la obliga a ello. A todo ello el ENRE (Ente Nacional Regulatorio de la Electricidad), otra gran idea de Menem, consiste en hacer como que regula.
Retomando lo que dice Rey, tanto «laissez faire» nos costó el primer apagón total en el Cono Sur el 16 de junio de 2019, por caída de la LAT que trae electricidad al AMBA desde la represa de Yacyretá. Una de las torres que sostienen los cables sobre el Paraná se derrumbó, no por su buen diseño o su buen estado. Le faltaba al menos otra LAT de respaldo, pero el Ministro de Energía de Mauricio Macri, el Ing. Juan C. Aranguren, hombre de la Shell, la suspendió. Tendría buenos motivos.
De ahí aquel apagón de padre y madre, sucedido justamente el día del padre. Y en los países vecinos se acordaron de nuestras madres.
El verano de apagones que nos espera no tiene una única causa ni un único agente. Es la suma de múltiples causas con múltiples actores. Por eso, a la hora de distribuir sambenitos, no se salva nadie. No hay inocentes.
Para explicar la sequía… bueno, siempre las hubo, y los diarios argentinos del siglo XIX hablan tupido del asunto. Pero, cambio climático mediante, desde más o menos 1970 a hoy se han vuelto más frecuentes, más largas y más profundas.
Se puede rezar por la lluvia, bailar la danza apache de la lluvia, o adaptarse a la nueva realidad. Reemplazar la capacidad de generación eléctrica de base de ríos poderosos como el Limay-Negro, el Paraná y el Uruguay requiere o quemar mucho más gas, o tener un parque nuclear bastante mayor que el actual. Lo forman sólo tres centrales, las Atuchas 1 y 2, y Embalse en Córdoba.
Las centrales nucleares planificadas pero faltantes son dos, y sumarían 1820 MW entre ambas, pero el Ing. Aranguren también las suspendió. Tendría buenos motivos. Como decía su presidente, te las debo.
Pero ahora que abunda el gas, gracias al fracking en Vaca Muerta, la electricidad no aparece mágicamente en la Región Centro. Y eso sucede porque el parque térmico está hecho percha.
Ojo, lectores, si son debidamente canosos/as, recordarán que lo mismo le pasó a Alfonsín en el verano de 1988/9. El caudillo radical jamás se enteró de que las viejas centrales de fueloil de las generadoras estatales como SEGBA o Ítalo estaban sin mantenimiento. Y a la hora de tener potencia de respaldo, o «un palenque ande rascarse», como dicen los ingenieros en redes, el Secretario de Energía de Alfonsín, Jorge Lapeña, otro hombre del petróleo, se enteró sobre la marcha de que, cambio climático mediante, puede haber sequías simultáneas en ríos hidroeléctricos tan distantes entre sí como el Limay y el Uruguay. Apa.
La suma de apagones e hiperinflación confirmó un diagnóstico político de acefalía, o síndrome de «¿Adonde está el piloto?». Sucedieron los primeros saqueos de supermercados de nuestra historia, y Alfonsín tuvo que apearse del gobierno antes de tiempo. La Argentina fue, como quien dice, de la sartén al fuego, porque lo relevó Carlos Menem. Que ha sido el autor intelectual (es un decir) del modelo eléctrico argentino actual, llamado también «el liberalismo al palo» por los entendidos.
Hace muchas décadas que sucesivos gobiernos, militares y civiles, dejan que la cartera de Energía, sea Secretaría o Ministerio, la maneje el Club del Petróleo, así como hasta los ’40 al país lo manejaba el Jockey Club. En ambos casos, eso fue problema.
Con Menem se llenó el país de centrales eléctricas de gas, se privatizó YPF y su sucesora, Repsol, vació impunemente los campos de gas de Loma de la Lata entregándole el metro cúbico a muy bajo costo a las generadoras. Algunas computaban el precio del gas como «costo cero». Y lo que sobraba, que era una bestialidad, se exportó a Chile a excelente precio (para Chile).
Así Repsol liquidó un yacimiento con gas para 60 años en apenas 13 años. Cuando se fue, de yapa cobró indemnización. A partir de entonces nuestro país pasó a importar gas boliviano por ducto, y GNL proveniente de los Emiratos. En 2013 ese blooper con Repsol estaba costando U$ 15.000 millones/año. En España seguramente cuentan chistes de argentinos.
Ahora bien, muerta Repsol (también es un decir) apareció gas nacional en… Vaca Muerta, muy cerca de Loma de la Lata. Su explotación es más cara y ambientalmente impresentable. Pero eso sí, hay gas para rato (dicho tocando madera).
Sin embargo, se pudo comprobar durante el gobierno de Mauricio Macri que uno se puede parar ante Vaca Muerta con la varita de Harry Potter y clamar «Expecto Patronum», y sin embargo el gas no llega caminando solo hasta las empresas generadoras de la Región Centro. Para eso hacen falta gasoductos funcionales. La obra se hizo recién en tiempos de Alberto Fernández. Los apagones con que debutó el gobierno de Javier Milei se debieron a que éste interrumpió el final de obra del gasoducto Néstor Kirchner, ya construido. Funcionaba a media capacidad: faltaban instalar las dos etapas finales de presurización.
Ahora que el gas sí llega a las generadoras, el fluido carece sin embargo de la virtud mágica de hacer que las turbinas y los ciclos combinados estén en orden de batalla. Parece que otra vez cundió la falta de mantenimiento, como le pasó a Alfonsín, el que se enteró tarde. Pero como ahora las centrales térmicas de generación están en manos directas de miembros del Club del Petróleo y el ENRE también, está naturalizado que el estado no le revisa la trastienda técnica a ningún privado: entre bomberos no hay pisadas de manguera. Qué linda es la amistad.
Y ahora hurguemos un poco en las centrales nucleares que nos están faltando. Y también dos hidroeléctricas muy a prueba de sequía, las del río Santa Cruz. Sí, sospecha bien, las sequías no lo despeinan porque está alimentado por el lago glaciario más colosal del subcontinente, el Argentino. Al que además no le faltan lluvias ni deshielos, por su latitud muy alta, y porque los Andes ahí son relativamente petisos y dejan pasar las nubes que vienen desde el Pacífico.
Tener una cancillería vendida históricamente al State Department explica 10 años de bloqueo exitoso no de dos sino de cuatro grandes centrales de electricidad de base: Atucha 3 CANDU por 700 MW, la Hwualong-1 con 1120 MW, y las dos hidro sobre el río Santa Cruz, la Kirchner y la Cepernic, inicialmente planificadas con 1600 MW entre ambas. En un resumen apretado, ante los ojos desconfiados del State Department, todas eran demasiado chinas por financiación, y de yapa, las nucleares demasiado nucleares, y Atucha III CANDU, demasiado argentina.
Vale decir que hoy nos están faltando 3420 MW de base que en 2014 suponíamos asegurados, y que sabíamos que iban a estar en línea este año. Pero pasaron cosas.
Ante tanta inversión china en nuestro sistema eléctrico, la valiente muchachada de La Embajada movilizó sus topos y «sleepers». Las cuatro centrales a las que nos referimos fueron suspendidas por el Ing. Juan C. Aranguren, si la memoria no me falla. Tendría buenas razones. Pero de que en tiempos ulteriores no avanzaran los papeles para los respectivos inicios de obra se encargó el recurrente Dr. Gustavo Béliz, Secretario de Planeamiento Estratégico del gobierno de Alberto Fernández, y en tiempos de Menem, el escritor de sus discursos.
Obviamente al Secretario le inventaron la secretaría y el cargo. Supongo que a pedido de terceros. Supongo que con buenas razones. Es bastante extraño tener que pasarle factura al Palacio San Martín por los apagones que se vienen. Sin embargo, ése es el sitio que recibe los «non papers» de La Embajada y los transmite al gobierno argentino, el que sea. El Tío Sam ranquea alto en esos silenciosos pasillos.
Entre la indisponibilidad hidráulica y la térmica suman, como dijo en AgendAR el citado Ing. Francisco Rey, 7800 MW de base que no están porque no llueve.
Pero la cuenta sigue. Falta una chorrera más de megavatios ya instalados, porque el estado no controla la generación de potencia de base ni exige inversiones y mantenimiento a su transportador a distancia. Si a estos 7800 MW «desaparecidos» se le suman los 3420 MW de las dos nucleares y las dos hidro sin construir, llegamos a la sorprendente cifra de 11.420 MW que faltan en el Sistema Argentino de Interconexión.
Es una enormidad. Es tan bananero, tan de terror que casi resulta cómico. Señoras y señores, cajonearon o se fumaron un tercio de la demanda máxima histórica estival.
Lo poco cómico del asunto es obvio: viejos solos que se mueren en sus departamentitos y chabolas, deshidratados y cocinados por los golpes de calor y porque no funcionan el aire acondicionado ni el ventilador, y si el piso es alto, no hay agua en las canillas. Personas de todo tipo con síndrome urémico hemolítico por envenenamiento con comida deteriorada por el corte de la cadena de frío. Piñas entre autos y colectivos, a toda hora, por desconexión de semáforos. Muertes en el curso de asaltos al voleo en las calles a oscuras.
Como guinda en la punta del helado, tarifazos a lo bestia, porque eso cura todo, y cantidad de fábricas, comercios, restaurantes que quiebran, y desocupación a baldazos.
La tormenta perfecta.
Alfonsín, que en comparación con la murga actual era Abraham Lincoln, no llegó a término por cosas parecidas.
Subrayo, por cortesía dado que nuestro público nos entiende como por señas de truco, la diferencia entre potencia de base, disponible 24×7, y la de las fuentes intermitentes. A saber: el sol no brilla de noche, y el viento no sólo es intermitente sino impredecible en tiempo real. En cambio la Central Nuclear de Embalse da su potencia máxima (hoy 656 MWe) 340 días por año desde que se inauguró, en 1984.
La proliferación de fuentes intermitentes en tiempos del ingeniero Mauricio Macri te pone tan a salvo de apagones como la multiplicación de bikinis y galochas te salvaría del frío en Marambio (la base polar).
En unos meses, estimados lectores, podrán comprobarlo.
Daniel E. Arias
PS: Me corrije un lector. Dice: «Transener sólo opera y mantiene la red, pero no es responsable de la expansión. Con la legislación y el esquema eléctrico que quedaron desde tiempos de Menem, no existen ni la planificación energética ni hay políticas de estado al respecto. Resultados a la vista. ¡Comprá velas de bajo consumo!»
Otro lector añade: «Algunas obras debieron estar listas en 2020, como un contrato de ENARSA para poner una central de gas de 900 MW en Campana, provincia de Buenos Aires, con crédito chino». Ergo, eso se frenó en tiempos de Alberto Fernández (y de Béliz). Lo dicho, no hay inocentes.
La pobreza saltó del 40,1% al 52,9%en el primer semestre de 2024 frente al mismo período del año previo, lo que representa la cifra más alta en 20 años, mientras que la indigencia escaló del 9,3% al 18,1%, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Extrapolado a la población total, esto implica que unos 24,8 millones de argentinos son pobres, mientras que unos 8,5 millones están en situación de indigencia.
El 42,5% de los hogares se encuentran bajo situación de pobreza, unos 4.319.760, donde vive el 52,9% de las personas. Dentro de ese conjunto, se distingue un 13,6% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), unos 1.378.142, que incluyen al 18,1% de las personas. «El nivel de pobreza es sumamente alto, un dato pésimo. Pero dada la crisis en la que estamos, nadie puede sorprenderse», aseguró a Ámbito el economista Juan Graña.
En ese sentido, el experto destacó que dentro de este dato, «lo más preocupante es el crecimiento de la indigencia», que fue mucho mayor al de la pobreza, ya que se duplicó en el último año y mostró un alza de 52% frente al segundo semestre 2023. «Vemos que no sólo hay más argentinos pobres, sino que la pobreza se agudizó y allí la falta de políticas estatales se siente mucho más», analizó.
Al cierre de 2023, unos 19,5 millones de argentinos estaban bajo la línea de la pobreza, mientras que ahora se sumaron unos 5,3 millones más y alcanzaron los 24,8 millones. En tanto, la cantidad de indigentes aumentó en cerca de 3 millones, teniendo en cuenta la radiografía social del primer semestre del Gobierno de Javier Milei.
«Los voceros oficiales del Gobierno tratan de abrumar todos los días con números y cifras planteando que ya está llegando la recuperación, que en realidad vinieron a salvar al país de una etapa de decadencia, que no tiene ningún correlato con la realidad, ninguna verificación con los números. Estas son las cifras oficiales del propio Instituto Nacional de Estadística y Censos del país, lo que visibiliza una situación cada vez más compleja y más grave. Mucha más gente está cruzada por múltiples necesidades insatisfechas«, aseguró el economista Isaac Rudnik.
Dos tercios de los niños, niñas y adolescentes son pobres
En cuanto a los grupos de edad, se destaca que dos tercios (el 66,1% del total) de las personas de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza.
El porcentaje total de personas bajo la línea de pobreza para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 60,7% y 48,6%, respectivamente. En la población de 65 años y más, el 29,7% de las personas se ubicó en hogares bajo la LP.
Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA), 62,9%; y Noroeste (NOA), 57,0%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 49,1%; y Pampeana, 49,9%.
En los aglomerados de 500.000 y más habitantes se observó un aumento de la pobreza de 11,0 p.p., en tanto que en los aglomerados de menos de 500.000 el incremento fue de 12,3 p.p. con respecto al segundo semestre de 2023,
Pobreza en Argentina: ¿qué se espera hacia adelante?
Según datos del propio INDEC, el índice de salarios promedio para los trabajadores formales fue, entre enero y junio de este año, 15% inferior, en términos reales, al promedio del segundo semestre de 2023, tomando en cuenta la inflación que tuvo la Canasta Básica Total (CBT) desde julio del año pasado.
Sin embargo, el economista en jefe de Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, destacó que «durante 2024, la fuerte baja de la inflación y la mejora de los salarios reales, que fueron acomodándose tras el shock inicial, auguran que en el segundo semestre la tasa de pobreza volverá a bajar. En esta línea, si tomamos algunas estimaciones mensuales, como las que realiza la UTDT, vemos que la pobreza ya empezó a bajar, aunque sigue en niveles muy altos».
La pérdida de empleo, un dato clave
El director del observatorio, Agustín Salvia, remarcó que la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía y el bajo salario en el sector privado son dos factores cruciales a la hora de los altos niveles de pobreza e indigencia.
»El sector de los trabajadores informales pobres, que cayó en la indigencia y que depende en gran medida de los programas sociales, no se recuperó. Es en este contexto que se observa una mayor desigualdad entre los distintos sectores trabajadores», agregó.
Vale recordar, no obstante, que el indicador de la UCA no es estrictamente comparable con el del INDEC, dado que tienen metodologías distintas.
La presentación del Informe N° 140 de la Jefatura de Gabinete de Ministros al Congreso de la Nación aportó diversas novedades sobre el presente y futuro de la Fuerzas Armadas Argentinas. Una de las preguntas formuladas por los legisladores estuvo centrada en la actualidad y prospectivas del programa IA-63 Pampa de la Fuerza Aérea Argentina, como de la entrega de nuevas aeronaves por parte de la Fabrica Argentina de Aviones Brigadier San Martin (FAdeA).
Al respecto, yendo directo al grano, la pregunta N° 1661 del informe aborda esta cuestión al solicitar “… cuál es plan que tiene el Ministerio de Defensa respecto a la continuidad de los programas de producción de la Fábrica Militar de Aviones (FADEA), en particular los productos IA-63, Pampa III, Bloque II e IA-100 Malvina”. La respuesta emanada del informe arrojo un manto de dudas sobre el presente del IA-63 Pampa y su futuro inmediato.
En este sentido, la Jefatura de Gabinete de Ministros detalló parte de la actual situación que atraviesa FAdeA con la asunción de un nuevo directorio y la realización de una auditoria sobre el estado de la firma cordobesa. Esta última arrojó las siguientes conclusiones, expresando que: “La auditoría, realizada por Deloitte & Co. S.A., concluye que existe un desequilibrio financiero toda vez que el cumplimiento de las entregas pendientes requiere la compra de materiales y la provisión de horas por un valor que, se ha estimado, supera los cobros pendientes”.
Añadiendo: “el Directorio concluye que existe muy escasa probabilidad de obtener los fondos presupuestarios para la ejecución de los citados contratos, con excepción de hitos que a la fecha de su asunción evidencian un alto grado de avance, tal como la entrega de la aeronave Pampa SN 1036 – finalmente entregada en junio de 2024– o el desarrollo del prototipo y la adecuación del BOM (Bill of Materials) de la aeronave Pucará, hitos que también se finalizaron en julio 2024”.
Esto último señalado hace referencia a la última entrega de aeronaves para equipar a la Fuerza Aérea Argentina registrada en el pasado mes de junio, la cual consistió en las aeronaves IA-63 Pampa III Bloque II matriculados A711 y A712, tratándose de una aeronave de nueva factura y otra modernizada en las instalaciones, siendo destinados X Brigada Aérea con asiento en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
Como señaláramos en dicha ocasión, esta entrega forma parte del contrato plurianual formalizado en el año 2021, el cual comprende los siguientes trabajos y estructuras: “… Av 1034 a la Av 1039; La conversión de tres IA-63 Pampa II a Pampa III Bloque II; La Certificación de la versión Pampa III Bloque II, para lo cual se realizará la campaña con los EX-03 y EX-04; la adquisición y entrega de Estaciones de Planificación a la empresa israelí Elbit, compra que incluye una Estación de Planificación de Misión Fija y dos Estaciones Móviles de Planificación de Misión. FAdeA realizará la certificación; y la adquisición del 35% de materiales para la fabricación de tres IA-63 Pampa III Bloque II”.
Regresando al informe, la respuesta de la Jefatura de Gabinete de Ministros aclara que: “Por todo lo expuesto, el Directorio considera que no podrá dar cumplimiento a los mencionados contratos por carecer la Empresa – en las condiciones recibidas al asumir estas autoridades -, de los recursos suficientes para ello. Como consecuencia, se encuentran temporariamente suspendidas las ejecuciones de los contratos referenciados, salvo en lo referido a los hitos ya citados por su bajo nivel de inversión pendiente”.
Sin mayores datos aportada en el Informe N°140, la actual situación de cara a cumplimiento del contrato mencionado del año 2021 es incierta, a la espera de mayores datos de como FAdeA podrá dar cumplimiento para finalizar las entregas de IA-63 Pampa III Bloque II a la Fuerza Aérea Argentina.
Comentario AgendAR:
Nuevamente, matan la fabricación de Pampas Block 3 clase 2 nuevos, y la actualización a ese estándar de la veintena operativa de Block 2.
Pero además liquidan por 5ta vez la actualización de los 20 últimos Pucará intactos al standard Fénix. Ésta lo vuelve un avión de patrulla armada con hora de vuelo barata, gran autonomía y sensores avanzados, algo que no existe en el mercado mundial.
En lugar de aprovechar esta oportunidad, van a chatarrear la flota remanente de Pucas de ataque a tierra. Hoy están en hangar porque tienen turbinas Astazou pasadas de años.
Hasta 2023, la idea era al menos remotorizar estos Pucas con la misma turbina Pratt & Withney PT-6 que se usa en los Pampa, de modo de poder hacer compras conjuntas para ambos aviones y así conseguir mejor precio y disponibilidad de motores en FAdeA. Lógica simple y fordista de producción.
Ahora quedan eliminados por una aparente decisión administrativa de cagatintas, siempre cubiertos bajo el paraguas de una consultora yanqui, y siempre la misma, los tres últimos desarrollos de la fábrica desde los ’70 hasta hoy: el Pucará, el Pampa y el proyecto de drones SARA.
Desgraciadamente el Pampa en su última versión, un avión colosal por sus capacidades, es difícil de defender de tanta puñalada cercana porque está muy dolarizado, y de yapa, sujeto a vetos de la OTAN. Su pecado original fue nacer con un 100% de componentes importados, lo cual fue un obstáculo formidable para poder fabricarlo en series más o menos aceptables, de 12 aviones/año. El total de componentes de un Pampa anda por 20.000 aviopartes, de las cuales entre 2011 y 2015 se logró la provisión nacional de no más de 3000, un 15%, y no de las más complejas y caras.
Es más, el avión se hizo aún más dependiente de la buena voluntad de terceros cuando se fue llenando de aviónica Elbit. Que es excelente, pero una parte demasiado fundamental -y nada barata- de la actualización Pampa III block 2. Ya en ocasión de la posible exportación de 3 Pampas a la Bolivia de Evo Morales, la cancillería israelí tocó silbato, vetó la venta por considerar a Morales un antisemita (????) y amenazó con cortar el abastecimiento de componentes electrónicos e informáticos a FAdeA.
Desde la guerra por las islas demasiado famosas, la OTAN hará cualquier cosa con tal de que no volvamos a fabricar aviones militares, y tampoco aviones a secas. Se la hicimos demasiado fácil. Pero en consecuencia, el Pampa ni se construye adentro ni se vende afuera.
Lectores, matar el Pampa y además el Puca es medio siglo de trabajo argentino experto tirado a la basura, incluidos 220 Pucas pedidos por una decena de países a los que ni se les contestó. Paradójicamente, el Puca fue el mayor éxito de fabricación de la historia de la fábrica cordobesa (110 aviones) y de pedidos de exterior.
El Puca es un avión casi totalmente nacional, no un proyecto «off the shelf» como el Pampa. Y siempre fue demasiado buen avión para limitarse a su rol inicial de COIN, es decir de avión de contrainsurgencia. Tampoco es el avión ideal para CAS, porque la infantería enemiga regular, incluso la más pobre, puede tener misiles lanzables desde el hombro, o MANPADS, dicho en miliqués-otanés.
Esto hace forzoso buscarle aplicaciones no previstas a este avión de gran autonomía y enorme resistencia mecánica. Remotorizado y con los radares de INVAP y el pod óptico e infrarrojo de FixView, ambas empresas argentinas, se llegó al Puca Fénix. Este avión podría ser una patrulla armada para todo tiempo y todo terreno. Hoy mismo, si estuviera disponible, generaría centenares de pedidos. Con un data link que lo conecte a otros activos militares terrestres y marinos, es un AWACS de mediana altura y para bajos presupuestos, y de yapa, con armamento propio.
Eso es algo que sencillamente no existe en el mercado mundial de armas aéreas.
¿Puedo ser sincero? La larga lista de cipayos, zapallos y cretinos que viene boicoteando este proyecto está adentro del país. Venía de antes, pero no faltó durante ningún gobierno civil desde 1983, y en buena medida opera dentro de la propia Fuerza Aérea. A los pilotos militares, el trabajo de patrulla, al parecer tan poco heroico, los aburre, y a la cúpula le gusta más importar aviones de prestaciones un poco inferiores y con cero industria argentina, como en su momento el Tucano y luego el Texan II. Eso deja buenas jubilaciones.
Hay un último y cuarto programa, el del entrenador primario argentino IA-100 Malvina, también discontinuado desde 2016, y retomado penosamente y sin plata durante el gobierno de Alberto Fernández.
Para éste gobierno, queda despejado el campo de toda enojosa fabricación nacional: se avecina un futuro venturoso en importación de chatarra voladora de la OTAN de total inutilidad bélica. Como anticipo de lo que se viene, los 24 F-16 de 44 años de decrepitud, y de yapa, sin armas de combate. Se acaban de comprar a Dinamarca. Iban a ser 44, pero afortunadamente para la Argentina y para mal de Ucrania, 19 fueron a dar a ese país.
Alguno de ellos mató al Cnl. Oleksy Mes en su primer despegue.
Buenos únicamente para desfile. Pero con precauciones.
Daniel E. Arias
PS: Me corrije un lector. Me dice que ningún Pampa, viejo o nuevo, tuvo motor Pratt & Whitney. Se les puso inicialmente un turbofan Garret, y después otro de Honeywell. Tiene razón.