Conflictos, y miedos, inducidos. La economía del sistema global

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Introducción de AgendAR:

Ricardo Auer introduce en el debate geopolítico argentino dos conceptos esclarecedores. El primero, que incorporé hace tiempo en mis análisis, es que no estamos en un mundo multipolar.

Es cierto que ya no existe el sistema bipolar, que incluía las resistencias a dejarse incluir en él, de las largas décadas de la Guerra Fría. Ni tampoco el engañosamente unipolar de los ’90 del siglo pasado.

Pero no es multipolar. Es multinodal. Las Grandes Potencias no alinean a los países de sus «zonas de influencia», salvo a los más débiles y con menor densidad nacional. México, hasta ahora integrado económicamente a los EE.UU., desarrolla su propia política internacional y negocia con quien quiere.

Azerbaiyán, antes parte de la URSS e integrada comercialmente a Rusia, está desarrollando su alianza con Turquía.

Aún Argentina, que proclama su identidad ideológica con «Occidente» -EE.UU. e Israel- encuentra sus principales clientes en Brasil, China y Vietnam.

Entonces, la afinidad con una Gran Potencia no obliga ni garantiza nada. Cada país debe tratar de negociar con múltiples «nodos» del sistema global. Que no son sólo los estados nacionales. También las grandes tecnológicas transnacionales, los fondos de inversión ídem, y otros núcleos de poder menos estudiados.

El otro concepto, que R. A. desarrolla en este artículo, es el papel que juegan los complejos militar-industrial-tecnológico-financieros. Por supuesto, el concepto en sí no es nuevo! Lo mencionó el entonces presidente Eisenhower en los ’50 del siglo pasado.

Lo que hace Ricardo aquí es mostrarlos como la herramienta central de las Grandes Potencias en el actual sistema global. En otra nota señala como también aparecen tensiones entre esos complejos y la conducción política de las Grandes Potencias de las que serían herramientas.

Pero lo que me interesa es señalar que también las Potencias medianas o que aspiran a serlo desarrollan piezas de esos complejos, al menos en el aspecto militar-industrial-tecnológico. 

Las industrias de defensa son una herramienta insustituible. Un ejemplo paradigmático es Suecia, que no aspira a ser una potencia pero sí a defender sus intereses y su identidad. Algo de eso desarrollaremos próximamente en AgendAR.

En nuestro subcontinente, tenemos un ejemplo más cercano al que mirar.

La conclusión inescapable, estimo, es que si Argentina aspira a ser algo más que un peón en el sistema global, debe desarrollar su propio «complejo», con metas realistas y a largo plazo. En el plano tecnológico, tenemos lo fundamental: hombres y mujeres formados y que forman, aunque hoy muchos de ellos tienen que emigrar.

En todo caso, su repatriación, como la construcción de las otras patas del «complejo», deberá esperar al final de este ridículo experimento que aspira a construir una economía moderna sin Estado. Para reflexionar en el peligroso mundo que mientras atravesaremos, los dejo con Auer.

Abel B. Fernández

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Todos nos preguntamos cuál será el rumbo que en los próximos años tomará el mundo. En los medios de comunicación masivos se agita un eventual riesgo de catástrofe nuclear, impulsando el miedo colectivo. Muchos líderes hablan de la búsqueda de la paz, pero simultáneamente favorecen acciones tendientes a prolongar las guerras. Veamos algunos hechos.

La Unión Europea motoriza a la OTAN para continuar la guerra contra Rusia, en territorio ucraniano; Trump los empuja a elevar su presupuesto en Defensa a un 5% de sus respectivos PBI; es el mismo Trump que mantiene amigables conversaciones con Putin y planifica negocios conjuntos con Rusia, mientras retacea municiones de precisión a Ucrania. Rusia mantiene buenas relaciones y apoya declamativamente a Irán, pero no deja de tener buenas relaciones e intercambio tecnológico con IsraelChina se ha convertido en el máximo defensor del libre comercio, trata de desentenderse de los problemas de Medio Oriente, pero aumenta progresivamente su arsenal nuclear. Nadie quiere irritar a Kim Il Sung, líder de Corea del Norte, poseedor de armamento nuclear. Arabia Saudita y los Emiratos del Golfo no ven con buenos ojos el crecimiento del poder hegemónico que está adquiriendo Israel y prefieren que EEUU llegue a acuerdos con Irán para emparejar la cancha. EEUU indica que China es su principal competidor, pero negocia aranceles con la condición de la entrega de recursos estratégicos, como las tierras raras.

El mundo actual se mueve en un extraño equilibrio, bastante inestable, entre la paz y la guerra. Es un mundo en conflicto permanente, visibilizado por el miedo, la zozobra y la incertidumbre con las que conviven casi todas las sociedades. Las reglas entre los Estados se van escribiendo sobre la marcha. Esta situación secorresponde directamente con los fuertes cambios que ocurren en todos los aspectos de la actividad humana: tecnológicos, económicos, productivos, sociales, éticos, y otros. Sumado a eso, también se lo atribuye a la transición entre el antiguo mundo uni o bipolar y el nuevo mundo multinodal, con varios nodos de poder que se mueven con diversos grados de libertad relativa, lo cual les permite negociar todos con todos; por no tener una adhesión unívoca o exclusiva con alguna de las mayores potencias.

Tal es el caso de India, Turquía, Arabia Saudita, Israel, Vietnam, Indonesia, y tantos otros; son las potencias emergentes, con altos márgenes de autonomía estratégica. En otros términos, la inestabilidad permanente es producto de una compleja lucha en orden a poder controlar los tres factores más importantes, portadores de futuro, como lo son la tecnología moderna, los recursos estratégicos, y el control social en cada país. Es la doctrina global imperante actualmente. Las innovaciones que motorizan estos tres factores son, entre otros, el recambio de los sistemas de armas, utilizando las nuevas tecnologías que va creando un nuevo arte de la guerra; captar y consolidar geopolíticamente países que dispongan de recursos estratégicos; y el desarrollo de todas las herramientas necesarias para ejercer la guerra cognitiva, usada para fraccionar a los oponentes y fidelizar las propias y así ejercer más eficientemente el control social en todas las sociedades. La entrega de la Big Data europea a las grandes tecnológicas norteamericanas explica acabadamente la dependencia militar de la UE con EEUU; que ya no podrían iniciar una guerra sin su aprobación.

En casi todos los países que se manejen con criterios de cierta autonomía estratégica, esta doctrina se refleja en sus respectivas organizaciones y en sus políticas externas. Queda claro a esta altura de los últimos acontecimientos que: 1) disponer de poder nuclear permite mayores grados de libertad; 2) ningún país quiere una guerra total, ni global, ni una victoria definitiva, sino que a lo sumo se proponen guerras acotadas en tiempo y espacio; 3) nadie se opone al mantenimiento de las polarizaciones, la fragmentación social, la disrupción moderada, el miedo sostenido y el sometimiento de los países díscolos; 4) las potencias intermedias también se organizan como sistemas nacionales de poder para operar esos conflictos globales en el marco de la guerra irrestricta, sin límites o híbrida.

EEUU ha desarrollado dos alianzas en paralelo que actúan sinérgicamente para fortalecer su poder, de acuerdo a los criterios enunciados anteriormente: el tangible y clásico complejo militar financiero tecnológico (Lockheed Martin, Raytheon, General Dynamics y otras). Son los que facturan con el aumento del gasto militar europeo o cuando los países árabes u otros países deslizan jugosos contratos en las manos de Trump. El otro complejo es el que maneja los intangibles, el de las plataformas ultratecnológicas. Las principales, conocidas como las “Cinco Grandes” (Alphabet/Google, Amazon, Apple, Meta/Facebook, y Microsoft) manejan, centralizan y regulan el ciberespacio y todas sus aplicaciones en las redes sociales, los algoritmos y demás herramientas necesarias en la guerra cognitiva, que facilita el control social, vía las polarizaciones, los sesgos de confirmación, los fake-news, la post verdad, y por eso se los llama “tecnofeudales” o los “ingenieros del caos”. Pero también proporcionan inteligencia artificial, nubes seguras y algoritmos predictivos para operaciones encubiertas, satélites que direccionan misiles y drones de precisión. Son las dos pinzas que se asocian en post del poder global, que no siempre van en armonía con los intereses del Estado norteamericano. Estos dos poderosos complejos tienen altos grados de libertad y por eso tenemos un mundo en crisis, en perpetua tensión, pero siempre manejable y más aún, rentable.

Sólo aparecen en las sombras los que financian a ambos complejos y son esos pools financieros, con presupuestos superiores a la mayoría de los estados nacionales (Blackrock, Vanguard y otros), que captan fabulosos ingresos por los intereses cobrados a los Estados que, extrañamente, siempre permanecen con déficits presupuestarios y generan bonos de deuda, con intereses bajos, pero de volúmenes enormes (EEUU, Europa, Japón y otros). Esas enormes ganancias financieras son invertidas en los principales negocios del mundo actual, las empresas tecnológicas de creación y producción de nuevas armas, y en el crecimiento exponencial de las ultratecnológicas, cuyos verdaderos dueños no son sólo sus visibles CEO´s, sino probablemente estos pools financieros y algunas agencias gubernamentales. En conjunto, ambas tienen el poder para modelar el mundo actual y de inducir múltiples conflictos, que les generan jugosas ganancias; por eso son el factor más dinámico de la economía global.

Pero estos grupos no están sólos, ni EEUU es el único responsable de este estado de cosas. China y Rusia también disponen de los mismos complejos financieros-tecnológicos-militares y además China es uno de los líderes de la organización del control social vía sus propias plataformas cibernéticas. Sus empresas más conocidas son las BATX (Baidu, Alibaba, Tencent, y Xiaomi). Y así el resto de las potencias intermedias contribuyen con esquemas similares, en la medida de su poder. Israel vive, desde su creación, en guerra permanente. Se dice que su modelo de defensa es su modelo de negocio nacional: un complejo de guerra exportable. Tienen competitivas empresas de seguridad (Raphael, Elbit Systems y otras) y exportan a todo el mundo, hasta un 80% de su producción de drones y sistemas antimisiles. Su ecosistema tecnológico (Intel Israel, Nvidia y otros), desarrolla innovaciones duales: útiles tanto para uso civil como para uso bélico (ciberespionaje). Irán, si bien muestra una retórica religiosa mantiene un espíritu imperial tradicional, y se organiza alrededor de una estructura oligárquica empresarial, bajo el paraguas de los Guardianes de la Revolución, que controlan hasta el 40% de la economía nacional, desde pozos petroleros hasta redes de todo tipo. Podríamos asegurar que las mismas o similares estructuras de poder se repiten en todos los países que aspiran a participar del debate mundial, como India, Turquía, Vietnam y otros. En todos ellos, si bien hay divisiones y oposiciones, predomina un criterio de unidad nacional, generalmente conducido por las descriptas estructuras de poder, que además son las dinamizadoras de sus economías nacionales, ya que derraman, parcialmente, sobre la economía popular.

Resumiendo, el sistema global se asienta en estructuras de poder nacionales, con raíces en la política, el sistema financiero, y las dos ramas más dinamizadoras de la economía global: los complejo militar-financiero-tecnológico y las plataformas ultratecnológicas, propias o asociadas. El entramado de todas ellas, compitiendo y colaborando entre sí, produce una retroalimentación de sus respectivos avances y retrocesos en la obtención de mayor poder relativo. En los actuales conflictos la pregunta no es quién gana o quién pierde, sino quién sobrevive lucrando con los múltiples conflictos inducidos, que no parecen tener final claro.

Asoma así un sistema mundial crecientemente complejo, que a veces cuesta entender, pero que no busca su hecatombe final, sino que busca su autoregulación, manteniendo esa engañosa pax cargada de grandes incertidumbres. El engaño sería ilusionarse con un final feliz, ya que los fundamentos de este sistema mundial, atenta básicamente contra el desarrollo de los pueblos, a los que los reduce a simples consumidores, sean de bienes físicos o de intangibles, entretenidos en las redes sociales, con mínimas o reducidas posibilidades de participación en las decisiones estratégicas que son las que determinan el destino de los pueblos. Tan fuerte es este direccionamiento del sistema global, que se está diluyendo el debate por un futuro más humano: medio ambiente, desarrollo de los pueblos, menor concentración de las riquezas, mayor justicia y bienestar social, migraciones, respeto a las decisiones nacionales, un orden global basado en reglas, cuestiones éticas y la solidaridad. Las élites globales han impuestos su mirada materialista, con predominio de lo financiero, y está produciendo hasta la pérdida de interés de todos estos temas por parte de los medios masivos, cooptados por esas mismas élites. Impera el clima de guerra, de permanente conflicto y de negocios; un sálvese quien pueda ultra-individualista. Será hora de repensar todo esto. Argentina, inmersa en una brutal superficialidad, sigue bailando sobre la cubierta de un barco sin rumbo.

Ricardo Auer

¿Por qué debería importarnos el INTI?

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¿Por qué debería importarte el INTI? Porque cuando encendés la cocina, cuando ponés en marcha un auto, cuando comés algo envasado, cuando exportás una máquina o tomás un medicamento… ahí está el INTI. Invisible. Silencioso. Impostergable.

INTI es único. Incomparable.

Porque en el mundo hay otros organismos que hacen metrología. Hay otros que capacitan. Algunos investigan. Otros certifican. Pero uno solo combina todo eso con presencia federal, con asistencia directa a PyMEs, con innovación aplicada, con desarrollo territorial, con transferencia tecnológica, con acompañamiento en alimentos, energía, salud, industria 4.0, biomateriales, movilidad sustentable…
Ese uno es argentino. Se llama INTI.

Y no tiene copia.

Y es curioso, ¿no? Cuanto más estratégico, menos conocido. Cuanto más útil, más ninguneado.

¿Querés soberanía? Tenés que saber cuánto pesa, cuánto mide y cómo se fabrica. Sin INTI, la industria argentina sería una intuición, no una política.

Porque ésta es la paradoja argentina: los países más desarrollados protegen a sus institutos tecnológicos… y nosotros los discutimos.

Por eso hay que visibilizarlo.

Porque donde no hay marketing, tiene que haber memoria.

Porque donde no hay lobby, tiene que haber justicia.

Y porque sin instituciones como el INTI, lo que desaparece no es un laboratorio: es la posibilidad de tener un país que se respete a sí mismo.

INTI: el secreto mejor hecho de la Argentina. Y el que más nos conviene que se sepa.

Y si esta nota te hizo pensar… no la guardes.

Tal vez, al compartirla, estés haciendo mucho más que un clic. Tal vez estés cuidando algo que aún no sabías que era tuyo.

OPINIÓN EMBRONCADA DE AGENDAR:

Conocí el INTI por dentro, en épocas de Alfonsín, y luego de Menem. Ya entonces, por laburar en silencio, era el patito feo aunque imprescindible de la industria argentina: poco conocido en casa, y muy respetado afuera.

El INTI tenía acuerdos enormes con el VSL holandés y el PTB alemán cuando Holanda y Alemania eran potencias industriales, libres de la plaga de las pulgadas, libras, galones, millas, nudos, acres y otras aberraciones metrológicas imperiales o de petroleros.

La raíz «metro» de la palabra metrología indica la preferencia industrial obligatoria de la Argentina por las unidades decimales MKS. En ese sistema racional creado por la Revolución Francesa, un Ford Falcon Standard pesaba 1,5 toneladas y no 3307 libras, se vendía con un motor de 3.0 litros de cilindrada en lugar de 227 pulgadas cúbicas, y en ruta a 90 km/h tragaba 8,5 litros de súper cada 100 kilómetros. Y olvídate, cariño, de los galones por milla.

Esas unidades no decimales son para gringos incurables, y al usuario y comprador argento no lo dejan comparar nada con nada.

Al dueño del supraescrito Falcon le emputecen la vida, porque a la hora de las reparaciones caseras, compró el auto en MKS, pero los tornillos vienen con el paso no en milímetros sino en fracciones de pulgada. Y al piloto de avión lo hacen despegar con la duda de que el operario que le llenó el tanque no haya confundido galones con litros. En tal caso va a tratar de llegar de A a B con 3,79 veces menos combustible que el que necesitaba, y se va a quedar con las turbinas paradas sin acercarse a destino, o a un aeropuerto de alternativa.

Ha pasado en vuelos desde Canadá, país MKS desde 1975, a EEUU, país de unidades imperiales desde siempre y para siempre, y las cosas terminaron mal para los pasajeros. Ha pasado incluso sobre el mar.

Ha pasado cuantimás en la sonda espacial Mars Climate Orbiter. La NASA usa sensatamente metros, kilogramos y segundos, pero su contratista, Lockheed Martin, usa pulgadas, libras e (inevitablemente) segundos. El programa de la computadora a bordo, perpetrado por Lockheed Martin, interpretó mal resultante la trayectoria de entrada a la atmósfera marciana ordenado por la NASA, y el aparato de U$ 125 se incineró en ella.

Por errores similares entre proveedores estadounidenses y clientes en otros países se caen puentes, edificios y represas, y se queman fábricas. No sucede en Liberia ni en Myanmar, los otros dos únicos países del mundo que usan unidades imperiales, en parte por su falta de fábricas.

La pertinacia de los EEUU en seguir con éstas unidades de medida viene de dos fuentes: el conservadurismo de la población, y la obstinación de la industria local en encajarnos artículos, buenos o malos, pero «Made in USA». Lo cómico es que la industria yanqui se mudó a China hace tres décadas, y China usa la metrología MKS: le sirve para vender aceitadamente sus productos a 193 países de la ONU. La otra razón por que China adoptó el sistema MKS es porque hasta 1949, los países con metrología imperial los venían jodiendo desde el siglo XIX.

Los chinos lo llaman aún «el siglo de la humillación».

Si Ud., oh lector, quiere medir por default qué significó para la vida urbana el debilitamiento de la autoridad del INTI en control de calidad industrial, considere que todas las motocicletas de los rappiteros ahora son importadas, y que sus proveedores chinos, indios o vietnamitas nos mandan las de calidad C, que economizan (entre otras cosas) en el silenciador.

Desde tiempos de Menem, baipaseando legalmente al INTI, tales motos se han vuelto la principal fuente de contaminación sónica del AMBA, y no quieras ver de Tucumán o Córdoba.

¿Lo vuelven loco los motoqueros, lector? ¿No lo dejan dormir? ¿Le impiden conversar en un bar, salvo a gritos?

En 1980 eso no sucedía, y no porque no hubiera motos.

Las usaban los laburantes para ir tal trabajo, cuando había laburantes y trabajo. Teníamos motos a patadas, en general nacionales (Siambrettas, Pumas, Gileras), y venían con silenciadores decentes. La cana te paraba si, de puro tuerca o gamuza, circulabas con escape libre y estabas estrepitoso. Porque sin la aprobación del INTI, medida en decibeles emitidos a la salida del escape, las motos y motonetas Nac & Pop no podían venderse. Eso no las salvó del Dr. Joe ni del Mingo Cavallo.

Hasta tiempos del riojano rijoso, el INTI y sus departamentos de Metrología y de Transporte fueron la única y mejor barrera no arancelaria para defender al país de las importaciones truchas (pero hoy legales) de muchas cosas. De calefacción a gas, discos de freno, neumáticos, electrónica e instrumental químico y quirúrgico. En el INTI comparaban la performance real de esos sistemas con las declaradas por el importador, por el fabricante, y con los máximos y mínimos legales de la Argentina. Cosa de no comprar gato por liebre.

En general, las importaciones oriundas del Sudeste Asiático no coincidían con lo declarado por los mentados cretinos, ni con los reglamentos locales. Lleve esto al plano de las termocuplas de calefones y calefactores, de frenos, luces de posición o los sistemas de escape de los autos, oh lector. Y va a entender cómo el INTI evitó indirectamente la muerte por intoxicación con monóxido de carbono o por estrolamiento en accidentes de tránsito de sus conocidos, de Ud. mismo o de sus hijos, oh lector.

Todo eso se fue al requinto con decretazos y recortes de personal en tiempos del Domingo Cavallo 1.0 y 2.0. Y hoy, con el Toto Caputo, no quiera ver.

Ahora, por fin, libres de la tiranía del INTI, somos por fin libres de que nos maten nuestros aparatos «made in Peringolandia del Noroeste«. Hay que ver cómo avanza la libertad-carajo sin nuestra casta parásita y mandril de ingenieros, físicos y químicos empobrecedores, que obstaculiza el mercado y frena el progreso.

Incluso un país que ha decidido por botas y por votos, y repetidamente y con éxito, la muerte de su propia industria, un país ya sin fronteras y sin aduanas, el INTI sigue siendo indispensable. Hasta donde lo dejan, evita que se importe chatarra peligrosa, construida «ad hoc» en países de altas jornadas de trabajo y bajos salarios. Y para nosotros, las republiquetas compradoras.

Después de todo, eso lo votaron sin saber 14.345.078 de ciudadanos, en general varones jóvenes, que están perdiendo el INTI, el trabajo y la patria, y muchos de los cuales se están cortando las veitzim, y descubriendo que esta libertad es una mierda.

Daniel E. Arias

Bioceres SA entra en cesación de pagos

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 Durante la hasta ahora breve gestión del actual gobierno, también defaultearon Los Grobo Agropecuaria, Agrofina, Red Surcos, Grupo Albanesi y Celulosa Argentina. Algo está pasando en el agro de nuestro país.

Según datos del Mercado Argentino de Valores y la Caja de Valores, la deuda total asciende a unos u$s 30 millones con vencimientos proyectados hasta julio de 2026. Además, enfrenta compromisos adicionales por u$s 7,5 millones durante este mes.

   Creada en 2001 por un grupo de productores agropecuarios, Bioceres SA fue la semilla de lo que hoy es Bioceres Crop Solutions Corp (BIOX), la compañía que cotiza en Nasdaq y es conocida por desarrollar tecnologías agrícolas como el trigo y la soja tolerantes a sequía. Sin embargo, ambas operan bajo estructuras legales independientes, y desde BIOX aclararon que no están involucrados en el default de Bioceres SA.

   A pesar del incumplimiento, Bioceres SA no registra cheques rechazados ni facturas de crédito en circulación en el Banco Central. Esto podría indicar que, fuera del circuito bursátil, su situación financiera aún no presenta signos críticos visibles.

   En junio, BIOX anunció cambios estratégicos en su Consejo de Administración, con el ingreso de Noah Kolatch y Scott Crocco, dos ejecutivos con trayectoria internacional. Kolatch dirige Jasper Lake LLC, una firma de inversión familiar, y Crocco fue CFO de compañías como Air Products & Chemicals e Imperial Dade. Ambos se suman en un momento en que la compañía refuerza su orientación hacia el capital internacional y la generación de valor para los accionistas.

   Por otro lado, Bioceres Group, hasta ahora controlante de Bioceres SA, se fusionó con Moolec Science, otra compañía de biotecnología, aunque mantiene operaciones como matriz de un grupo biotech. A pesar de los movimientos societarios, fuentes del mercado señalan que el default daña la solvencia local de Bioceres SA, y deja interrogantes sobre el futuro de esa parte del holding.

   La figura de Federico Trucco, CEO de BIOX, resulta clave para entender el entramado del grupo. De acuerdo con actas de asamblea de noviembre de 2023, Trucco ocupaba simultáneamente cargos en distintas filiales: presidente de Bioceres Semillas SAU, director titular de Bioceres SA —la firma que cayó en default— y representante legal en la Argentina de Bioceres Tech Services LLC, registrada en Delaware, EEUU. También lidera Bioceres Crop Solutions, la única empresa del grupo que cotiza en bolsa.   

Otros ejecutivos históricos del grupo, como Ricardo Yapur (ex vicepresidente de Bioceres Semillas y director en Bioceres SA) y Enrique López Lecube (ex CFO), ya no forman parte del management actual ni de la controlante.

   Aunque el default no afecta directamente a BIOX ni a sus operaciones globales, pone en evidencia tensiones financieras en el núcleo local del grupo. La continuidad operativa de Bioceres SA queda en duda, mientras el holding apuesta a una expansión internacional con un nuevo perfil corporativo.

La baja de la natalidad y el envejecimiento de la población llegaron a América Latina

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Mientras discutimos las oportunidades y amenazas que representan los avances de la Inteligencia Artificial, el cambio climático y los nuevos (des)equilibrios geopolíticos para el mundo del trabajo, opera por lo bajo otra transformación gradual pero inexorable: la transición demográfica. Son dos las tendencias que están reconfigurando la estructura poblacional en América Latina y el Caribe y que ocupan cada vez más espacio en el debate público: la caída en las tasas de fertilidad y el aumento en la esperanza de vida. ¿Qué implican estos cambios para el presente y el futuro de la región? Fue la pregunta que abordamos en la mesa de diálogo sobre transición demográfica organizada por ParlAméricas en Montevideo unos días atrás. Junto a parlamentarias y parlamentarios de toda la región, exploramos estos desafíos a la luz de tres horizontes temporales: los cambios que ya están en marcha, los que se avecinan y el futuro que podemos construir.

Escenario 1: menos chicos, más adultos mayores. En línea con los demás países emergentes, la población de América Latina y el Caribe experimenta las dos transiciones mencionadas: tasas de natalidad en caída y mayor esperanza de vida. Esto ya tiene efectos visibles en las dinámicas de educación y empleo.

Para empezar, ya hay menos niños y niñas que hace algunas décadas atrás. Desde 2001 la población menor de 15 años cae año a año y hoy es un 12% menor que entonces. Esto tiene impactos variados en la sociedad. Uno es positivo y se relaciona con el sistema educativo: al haber menos estudiantes en primaria y secundaria, se reduce la presión sobre la infraestructura escolar y se abre la oportunidad de redoblar la inversión por cada alumno.

Uno de los factores fundamentales detrás de la caída de los nacimientos es la reducción del embarazo adolescente. En lo que va del siglo, la tasa de fertilidad de las mujeres latinoamericanas de 15 a 19 años se redujo un 40%. Con menos responsabilidades de cuidado a edades tempranas, hay más mujeres jóvenes estudiando, trabajando o buscando trabajo. Frente a este nuevo escenario aparece otra área de oportunidad: repensar las transiciones clave en la vida de las jóvenes, desde la escuela secundaria hasta la educación superior, y de los trayectos educativos al primer empleo. Innovar en estos tramos con enfoque de género puede marcar grandes diferencias frente a las nuevas realidades demográficas.

 Pero la transición no se limita a la cantidad de nacimientos: también vivimos más que en cualquier momento de la historia. En este contexto, la participación de la población de más de 65 años se duplicó desde el año 2000: hoy alcanza el 10% de la población total de la región y, en 50 años, llegará al 30%. El envejecimiento poblacional genera presiones para la sociedad, ya que aumenta las demandas sobre tres sistemas clave: la salud, los servicios de cuidados y el sistema previsional. Para los mercados laborales, eso se traduce en la necesidad y oportunidad de formar más profesionales para estos sistemas y de potenciar los llamados age-friendly jobs, aquellos que capitalizan la experiencia y posibilidades de los trabajadores de más edad.

Escenario 2: mercados laborales en contracción. Si el primer escenario nos habla de efectos en marcha, el segundo mira un poco más allá y nos alerta sobre los desafíos que se avecinan. Hasta ahora hablamos de un cambio en la composición de la población pasiva: menos niñas y niños compensado con más adultos mayores. Sin embargo, a medida que pase el tiempo comenzará a caer la población en edad de trabajar, y esto no se revertirá porque –obviamente– hoy hay menos niños. En ausencia de otros cambios, se proyecta un mercado laboral cada vez más chico.

Veámoslo con algunos números. Hoy, el 68% de la población tiene entre 15 y 64 años; es el punto máximo de población en edad de trabajar que la región tuvo y se espera que tenga (etapa conocida como dividendo demográfico). Durante algunos años más esta proporción se mantendrá relativamente estable. Pero en una década o dos comenzará a disminuir: los jóvenes que ingresen al mercado laboral ya no compensarán a los adultos que pasen al retiro.

El fin del dividendo demográfico recrudecerá un desafío que ya atravesamos en el siglo XX: una mayor tasa de dependencia, es decir, una menor proporción de personas en edad de trabajar en relación con una población pasiva que se expande. A través de los sistemas de pensiones o de transferencia privadas, la población activa siempre ha tenido la responsabilidad de contribuir con el bienestar de los niños y niñas, las personas retiradas o quienes no están en condiciones de generar ingresos. ¿Cómo lograr que menos trabajadores y trabajadoras puedan generar ingresos suficientes para sostener a una población pasiva que crece?

Buscar esta respuesta nos enfrenta con un desafío tan urgente como histórico: aumentar la productividad laboral. Es un tema complejo para la región: hoy se necesita de tres personas en América Latina y el Caribe para producir el mismo valor agregado que produce una sola persona en un país de altos ingresos. No se trata de falta de inventiva ni voluntad, sino que en la región se trabaja en entornos con tecnologías y arreglos organizacionales antiguos. Es la punta de un iceberg que se complementa con sistemas educativos desfinanciados y serios problemas de diseño y resultados, un sistema financiero raquítico, macroeconomías inestables, baja inversión en investigación y desarrollo, y unas cuantas cosas más.

Escenario 3: diseñar el futuro. A diferencia de los escenarios anteriores, que exploran tendencias ya visibles o inminentes, este tercer horizonte mira hacia el largo plazo. ¿Qué hacer para que el envejecimiento poblacional no se convierta en una carga imposible de sostener? Cinco pilares podrían ser la base de ese futuro frente a los desafíos demográficos que abordamos:

Primero, un sistema educativo ágil frente a las nuevas necesidades, que acompañe a las personas en cada etapa de la vida. Esto significaría expandir el acceso a la educación en la primera infancia, etapa clave para el desarrollo de habilidades socioemocionales y blandas; mejorar la calidad de la educación básica para garantizar que todas las personas consoliden competencias fundamentales y modernizar la educación técnico-profesional para responder a trayectorias laborales cada vez más dinámicas.

Segundo, una red de cuidados accesible y de calidad, que atienda a una población que envejece, pero que también genere empleos dignos y bien remunerados. Expandir y profesionalizar el sector del cuidado, donde trabajan mayormente mujeres, también podría contribuir a achicar la brecha de género de participación y de ingresos del mercado laboral.

Tercero, estrategias para impulsar la productividad laboral. Con la población en edad de trabajar proyectada en caída, potenciar el valor que cada persona puede generar con su trabajo (y los impuestos que pague) es fundamental. ¿Cómo sino podrían financiarse las reformas en las áreas educativas y de salud que hacen falta? El fomento a la productividad laboral requiere políticas sistémicas e inversiones estratégicas que impulsen sectores con alto potencial de crecimiento y transformación, como la tecnología, su intersección con la ciencia, los servicios digitales, la economía creativa y del conocimiento, los empleos verdes y la economía del cuidado.

Cuarto, en un contexto de envejecimiento poblacional y prolongación de la vida laboral, es fundamental impulsar los age-friendly jobs. Promover entornos laborales inclusivos y flexibles puede mejorar la calidad de vida de los trabajadores de mayor edad y promover la productividad a través de la diversidad generacional en las organizaciones, pero además es una buena estrategia para contrarrestar la contracción de los mercados laborales.

Y quinto, igualdad de género. Cerrar la brecha de género es una cuestión de justicia, pero desde un punto de vista demográfico donde cada persona en edad de trabajar cuenta, es además una decisión estratégica. No tiene sentido afrontar un futuro de menos trabajadores dejando a la mitad del talento disponible fuera de las oportunidades. Eso implica abrir más caminos para las mujeres en sectores con buenas perspectivas futuras –como el empleo en áreas STEM y verdes– y mejorar las condiciones de trabajo en aquellos donde ya están representadas.

Megan Ballesty y Ramiro Albrieu

El INTI, hoy y mañana a tiro de decreto

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El Gobierno pretende centralizar el organismo de asistencia a la industria para que las decisiones dependan de forma más directa del Poder Ejecutivo y el Ministerio de Economía, con lo que perdería autonomía y podría ser el paso previo a su desmantelamiento. Se teme que la modificación se realice a través un decreto antes del 8 de julio, cuando vencen las facultades delegadas del Presidente de la Nación.

Trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se encuentran en alerta frente a la amenaza de cambiar la estructura del organismo y centralizarlo, para que dependa de forma más directa del Poder Ejecutivo y el Ministerio de Economía. Hoy, el INTI tiene autonomía para tomar decisiones sobre el financiamiento de sus investigaciones, para la priorización de proyectos y el funcionamiento de sus centros tecnológicos, decisiones que se toman a partir de cuestiones técnicas y los objetivos estratégicos del instituto, aunque siempre con la dirección de un gerente nombrado por el Ministerio de Economía, y antes, cuando había, por el Ministerio de Industria. Esto permite agilidad para la firma de convenios y para adaptarse a necesidades de la industria sin mediar el permiso burocrático ministerial. Así, puede hacer convenios con empresas y cobrar por ellos para luego reinvertir el dinero en su propia estructura. Además, esto le permite lanzar proyectos propios en cualquiera de sus 40 centros tecnológicos o en los centros regionales que se ubican en las diferentes provincias, y hacer su planificación estratégica. El control está hecho por el Ministerio de Economía y por la Sindicatura General de la Nación.

El INTI perdió el 35% de su presupuesto, una caída récord que va en sintonía con el resto del sistema científico, pero el cambio de estructura, que ya había sido cambiada en 2018 por el presidente Macri, es el más negativo de los cambios que se le harán desde su fundación en 1954. Un trabajador del INTI, dijo: “Estoy en la mira y si saben que comento cosas sobre el INTI lo pueden usar de excusa para despedirme”. Este tipo de situaciones dan cuenta de la dificultad que está habiendo para trabajar en organismos públicos, adonde generalmente son los jefes los que se van con las diferentes gestiones pero los trabajadores de planta generan el conocimiento y la acumulación de capacidades en las instituciones. Hoy se busca que sea la dirección política la que tenga el control y tome todas las decisiones desplazando a los consejos técnicos y profesionales. Gente que no conoce la institución, ni la industria, y que no tiene ningún aprecio por el INTI serán quienes harán la modificación más grande en su estructura y misión pensada de forma cerrada e improvisada.

“El cambio que proponen tiene que ver con una mirada ideológica en la que el Estado no tiene que intervenir en nada. Y bajo el falso pretexto de mejorar la eficiencia lo que se busca es disciplinar a los 17 organismos de tecnología del país. Este instituto no puede ser reemplazado por el sector privado porque no les da la estructura y nos les permite ser rentables. Acá se busca el desarrollo del país y mejorar la productividad de las empresas”, le dijo el integrante del organismo.

En lo que va de la gestión libertaria, este organismo de asistencia a la industria perdió el 25% de su personal, ya que 736 personas dejaron su cargo.

El INTI cuenta con una estructura de presidencia y de gerencias por área, y con 40 centros tecnológicos, como Alimentos, Construcciones, Caucho, Electrónica, o Mecánica, entre otros. Algunos con muchas décadas de funcionamiento y otros que responden a tecnologías más recientes, como nanoelectrónica. Todavía no se sabe exactamente cuál es la nueva estructura que se propone para el INTI. Solo se anuncia que sería más dependiente del Gobierno de turno y que luego vendría una reestructuración que seguramente traerá despidos.

Las decisiones sobre este tipo de reformas vienen del lado del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger. En la misma dirección fueron los cambios en la Agencia I+D+i publicados en un decreto en el Boletín Oficial (447/2025) y que permitirán que el Ejecutivo tenga más incidencia sobre qué trabajos científicos se podrán financiar y cuáles no, desplazando la toma de decisiones del Directorio, que estaba formado por 10 miembros y ahora pasará a estar formado por solo dos, nombrados por Presidencia. El funcionamiento de la Agencia, desfinanciada casi por completo, se tradujo en su falta de operatividad desde la gestión de este Gobierno: su ejecución presupuestaria es prácticamente nula, pese a contar con fondos de organismos internacionales.

En la mayoría de los países con algún tipo de desarrollo industrial hay institutos que cumplen la misma función que el INTI, como el Fraunhofer en Alemania, el LATU en Uruguay, que tiene un directorio nombrado por el ministro de Industria, Energía y Minería, por el Banco de Uruguay y por las Cámaras Empresarias, o algunos con funciones más específicas como el Instituto Mexicano del Petróleo.

El beneficio de que sea una institución descentralizada es que permite rápida capacidad de respuesta a las necesidades de las empresas. Hace que se pueda trabajar con empresas grandes, pequeñas, o investigadores, se pueden hacer convenios y tener agilidad de trabajo, y que los fondos conseguidos se puedan reinvertir en investigaciones de la misma institución. Al centralizarlo se aumenta la burocracia y dificulta el trabajo, especialmente con empresas chicas, y los fondos dependen de resoluciones ministeriales. Justamente, son las pymes las que más necesitan del INTI porque es a las que más les cuesta tener acceso a un laboratorio o a un equipo de profesionales de tiempo completo para poder innovar o corregir problemas de procesos o manufactura. También, al centralizar las decisiones eso lleva a restar federalización, algo que ya se ha visto afectado con los recortes en las provincias donde hay sedes del organismo, ya que se eliminaron unidades de extensión en más de 20 localidades.

El año pasado, en el INTI hubo un plan de retiro voluntario que tomaron 300 trabajadores y actualmente falta personal en muchas áreas tecnológicas y regiones.

Otra función importante del INTI es ser el encargado de hacer certificaciones y controles de medidas para verificar la calidad de los productos, tanto los fabricados en el país como los importados. La semana pasada se eliminó la necesidad de verificar la calidad de las pilas, dando por buena su certificación de origen. La norma corría tanto para las pilas estándar como para las usadas en procedimientos médicos complejos, de las que depende la vida de un paciente. Además, desde que esta ley estaba vigente se había mejorado mucho la calidad, tanto en duración de las pilas importadas como en la contaminación que producían.

Durante 2024, el INTI brindó 11.000 servicios de asesoría a empresas y algunas de ellas presentaron comunicados para hablar en defensa del instituto. La más importante fue la UIA, que se expresó en contra de la descentralización del INTI. También hubo 3000 adhesiones remarcando la importancia del INTI y diversas cámaras industriales se expresaron a favor.

En lo que va de la gestión libertaria, este organismo de asistencia a la industria perdió el 25% de su personal, ya que 736 personas dejaron su cargo. El año pasado hubo un plan de retiro voluntario que tomaron 300 trabajadores y actualmente falta personal en muchas áreas tecnológicas y regiones. Por ejemplo, en el Centro de Alimentos, en la Patagonia, hay cinco personas que recorren distancias muy grandes para hacer asistencias. Despidos de personal o reducciones de presupuesto para viáticos tienen una incidencia muy grande en la capacidad de poder cumplir la función del INTI que muchas veces tiene que ver con mejorar procesos para aumentar la calidad del producto y así, por ejemplo, poder exportarlo o aumentar la productividad. Especialistas con años de experiencia se han ido del instituto, lo cual corta la cadena de conocimiento hacia las trabajadores más jóvenes.

Al cierre de esta nota, empleados y empleadas del INTI organizaban una vigilia en defensa del organismo y como respuesta la intento de desmantelamiento y pérdida de capacidades y recursos generadas por las políticas del Gobierno nacional.

Matías Alonso

Las vacunas individualizadas de ARNm contra el cáncer ya se prueban en humanos en EE.UU.

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Biofarmacéuticos e investigadores universitarios están vacunando a pacientes con cáncer con vacunas de ARNm individualizadas que codifican antígenos novedosos derivados de mutaciones surgidas en sus propios tumores. Los estudios en cáncer de páncreas, de riñón y en toda una serie de tumores sólidos tradicionalmente recalcitrantes al tratamiento ya han arrojado resultados positivos, que prometen ir más allá de lo posible con los inhibidores de los puntos de control y hacer frente a los tumores que escapan al sistema inmunitario. Pero los tumores presentan una enorme diversidad molecular, y seleccionar los nuevos antígenos (neoantígenos) para el reconocimiento inmunitario es una tarea enormemente compleja. En el caso de los candidatos más avanzados, el mRNA-4157 de Moderna y Merck, en estudios de fase 3, el momento de presentar una solicitud reglamentaria sigue siendo incierto. Se espera que el año que viene se obtenga un primer resultado en melanoma.

Los neoantígenos son nuevas proteínas inmunógenas presentes en las células cancerosas. Surgen de mutaciones en el genoma tumoral y son dianas atractivas porque no sólo generan respuestas inmunitarias antitumorales, sino que además son específicas de la huella tumoral individual de cada paciente. No todos los antígenos asociados a tumores (AAT) pueden estimular la respuesta inmunitaria. Los TAA más comunes habrán sido encontrados por las células T del sistema inmunitario en el timo durante el desarrollo y serán reconocidos como «propios». En ese caso, las células T autorreactivas que los reconocen se eliminan antes de que puedan atacar los tejidos del organismo. En cambio, es probable que los neoantígenos -en particular los inmunológicamente distantes de las proteínas endógenas- aparezcan como «extraños» al sistema inmunitario, una ventaja para las vacunas contra el cáncer. «Ataca uno de los puntos débiles fundamentales de este campo», afirma Patrick Ott, del Instituto Oncológico Dana-Farber. La mayoría de las vacunas convencionales contra el cáncer no son realmente específicas para el tumor, ya que sus dianas no son realmente extrañas. «Los “neones” no tienen ese problema».

Identificar qué neoantígenos estimulan una respuesta robusta de las células T no es fácil. Aún no se ha definido un conjunto completo de «reglas» para la selección de neoantígenos, y los resultados de los distintos grupos que trabajan con los mismos conjuntos de datos son muy divergentes. Una cuestión clave es si los neoantígenos se unen a las proteínas del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) para garantizar la activación inmunitaria. Predecir si un neoantígeno se une al CMH de clase I para activar las células CD8 destructoras de tumores es en gran medida un problema resuelto, pero ha resultado más complicado anticipar si un neoantígeno se unirá a las moléculas CMH de clase II para estimular las células T ayudantes CD4. Hay otros muchos parámetros relacionados con el procesamiento, la presentación y el reconocimiento de los neoantígenos por parte de los linfocitos T. Hoy en día, los creadores de vacunas recurren a la inteligencia artificial para optimizarlos. Sin embargo, muchos de los detalles siguen sin desvelarse. «No sabemos exactamente lo que hacen otras empresas», afirma Alessandro Riva, presidente y director general de Transgene, con sede en Estrasburgo (Francia), que ha establecido una alianza para la identificación de neoantígenos con NEC, empresa de electrónica e inteligencia artificial con sede en Tokio.

Para fabricar una vacuna de ARNm, el primer paso es tomar muestras tumorales de un individuo, normalmente de una biopsia o durante la extirpación quirúrgica del tumor primario. El ADN de estos tumores se secuencia para identificar los TAA y los neoantígenos tumorales. Los investigadores suelen seleccionar entre 20 y 40 neoantígenos, que luego diseñan en una secuencia de ARNm, lo que permite atacar muchos a la vez. Las moléculas de ARNm que codifican los neoantígenos se formulan en nanopartículas lipídicas. Las células dendríticas captan y presentan los neoantígenos, cebando a las células T. En la actualidad, el tiempo que transcurre desde la extirpación del tumor hasta la administración de la vacuna es de uno o dos meses en el caso de las vacunas de ARNm.

Sin embargo, establecer si las vacunas de neoantígenos funcionan en la clínica ha sido una tarea ardua. Beatriz Carreno, entonces de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (ahora en la Universidad de Pensilvania), y sus colegas demostraron la seguridad y viabilidad de las vacunas dirigidas por neoantígenos, en un ensayo clínico de una vacuna de células dendríticas hace una década. La probaron en tres pacientes con melanoma e informaron de que aumentaba la amplitud y diversidad de la respuesta de las células T contra los neoantígenos de cada paciente.

Poco después, BioNTech, Neon Therapeutics (que BioNTech adquirió en 2020) y Moderna iniciaron sus programas clínicos. Sin embargo, no todo han sido avances positivos. Ha habido una serie de bajas notables en el camino, como Aduro Biotech, Advaxis Immunotherapies, Genocea Biosciences y Pact Pharma. Gritstone Bio, otra de las pioneras, entró en concurso de acreedores en octubre de 2024, después de que los datos provisionales de un ensayo de fase 2 en pacientes con cáncer colorrectal metastásico de su régimen de inmunoterapia Granite no convencieran a los inversores de que tenía un camino viable hacia una aprobación. A pesar de este contratiempo, Andrew Allen, fundador y antiguo director general de la empresa, sigue siendo optimista en cuanto a que el ensayo en curso acabará arrojando una señal positiva de supervivencia global (SG), sobre todo en pacientes que, para empezar, tenían una carga de enfermedad baja. «Esos datos de SG van a ser fundamentales y deberían estar disponibles en el segundo semestre de este año», afirma. Sea cual sea el resultado, será demasiado tarde para Gritstone, la mayor parte de cuyos activos fueron adquiridos a principios de este año por Seattle Project Corp.

Hasta ahora, las pruebas más convincentes de la eficacia de la vacuna proceden de un ensayo de fase 2b con ARNm-4157 en 157 pacientes con melanoma de alto riesgo que ya habían sido operados. Al cabo de tres años, la combinación de la vacuna y Keytruda redujo el riesgo de recurrencia o muerte en un 49% en comparación con Keytruda solo. Las tasas de supervivencia sin recidiva a 30 meses fueron del 74,8% para los que recibieron la terapia combinada y del 55,6% para los que solo recibieron Keytruda. Es el primer ensayo aleatorizado de una vacuna dirigida a neoantígenos que demuestra un beneficio clínico. «Por eso este estudio es tan emocionante para nosotros, pero el estudio es pequeño», dice Ott. Además, la heterogeneidad de los participantes y las dificultades para mantener la aleatorización (el estudio se realizó durante la pandemia COVID-19) también introducen un sesgo potencial. «Sabemos que sólo un pequeño número de pacientes puede llevar los resultados en una dirección», afirma. Por tanto, se esperan con impaciencia los datos de la fase 3.

La complejidad de las vacunas individualizadas -y del sistema inmunitario- puede dificultar a los investigadores clínicos hacer predicciones firmes sobre su posible eficacia en una indicación oncológica determinada o en una fase concreta del tratamiento. Pero parece que las vacunas dirigidas a neoantígenos se aplican mejor poco después de la extirpación quirúrgica del tumor. Ott ha sido coautor recientemente de un informe sobre el ensayo de fase 1 en curso de BioNTech y Genentech con cevumeran autogénico en más de 200 pacientes con tumores sólidos avanzados. Aunque el estudio detectó respuestas inmunitarias neoantígeno-específicas en el 71% de los participantes, sólo tres tuvieron algún tipo de respuesta clínica. «Probablemente no sea la población adecuada», dice Ott, refiriéndose al posible inconveniente de incluir a pacientes con enfermedad avanzada, que ya han recibido varias líneas de tratamiento. En la enfermedad en estadio inicial, la aptitud inmunitaria está menos comprometida y, lo que es más, los tumores en estadio inicial tienen menos heterogeneidad clonal y pueden ser erradicados más fácilmente por una respuesta inmunitaria relativamente estrecha que los tumores muy mutados en estadio avanzado. BioNTech y Genentech están probando la terapia en pacientes con tumores en estadios tempranos en varias indicaciones (Tabla 1).

CureVac es otra empresa pionera en terapias basadas en el ARNm, aunque su vacuna contra el cáncer basada en neoantígenos aún se encuentra en fase preclínica. La empresa ha desarrollado un enfoque distintivo. Mientras que la mayoría de las iniciativas de descubrimiento de neoantígenos se limitan a la secuenciación del exoma, lo que limita la búsqueda a las regiones de los genes de los pacientes que codifican proteínas, CureVac lleva a cabo la secuenciación de todo el genoma del tumor para descubrir otras clases de antígenos que puedan encontrarse en otras regiones del genoma. Es práctica habitual realizar análisis transcriptómicos del ARN, para confirmar que los neoantígenos putativos se expresan realmente como proteínas. Una vez más, CureVac se diferencia de las demás empresas, que suelen realizar secuenciación de ARN con lecturas cortas de varios cientos de nucleótidos. «Nosotros hacemos lecturas largas de ARN, porque en estos ARN largos se encuentran a menudo esas nuevas clases de antígenos que se traducen en proteínas expresadas o sobreexpresadas en los tumores», afirma Myriam Mendila, directora de operaciones de CureVac. La empresa ha dado a conocer una de estas clases, que denomina péptidos de marco de lectura neoabierto. Suelen derivarse de alteraciones estructurales del genoma, pequeñas inserciones o deleciones genómicas, mutaciones que alteran el empalme del ARNm o alteraciones de los codones de parada. Su análisis de 61 tumores de seis tipos distintos de cáncer reveló un «framoma» tumoral -el conjunto de todos los posibles péptidos de marco de lectura neoabierto en el genoma de un tumor- de hasta 2.000 aminoácidos.

Aunque las vacunas individualizadas basadas en ARNm son las más avanzadas, también se están desarrollando clínicamente otras plataformas de vacunas para administrar neoantígenos. Transgene utiliza el virus vaccinia Ankara modificado (MVA) para expresar hasta 30 neoantígenos en su vacuna individualizada TG4050. En un ensayo de fase 1/2 en curso en pacientes con cáncer de cabeza y cuello en estadio III o IV recién diagnosticado y operable, los 16 pacientes evaluables que recibieron TG4050 inmediatamente después de la cirugía, quimioterapia y radioterapia permanecieron libres de recaída tras una mediana de 24,1 meses de seguimiento, según la última actualización de la empresa, en noviembre de 2024. Por el contrario, 3 de los 16 pacientes de un grupo de control, que sólo recibieron tratamiento estándar, sufrieron recaídas en el mismo periodo de tiempo.

La ventaja más evidente de los vectores virales es su gran inmunogenicidad. Sin embargo, el proceso de fabricación tarda unos 28 días más que la producción de ARNm debido a la necesidad de pasar de la semilla inicial a una dosis clínica. La clave, dice Riva, es tener la vacuna lista después de que los pacientes hayan completado la terapia de primera línea, normalmente cirugía, quimioterapia y radioterapia. «Si eres capaz de producir la vacuna en tres meses o menos, puedes cubrir la mayor parte de la población de pacientes en la fase inicial». La empresa está optimizando aún más su proceso para acercar el plazo a los dos meses, añade.

Nouscom, de Basilea (Suiza), ha adoptado un enfoque híbrido en su programa más avanzado, NOUS-209, para el síndrome de Lynch, una afección genética causada por mutaciones en varios genes implicados en la reparación de errores de emparejamiento del ADN. Esto conduce a una acumulación de errores de replicación del ADN, lo que expone a los afectados al riesgo de desarrollar cáncer colorrectal y otros tipos de cáncer, incluido el de endometrio en las mujeres. NOUS-209 es una vacuna comercial que codifica 209 neoantígenos (nuevos péptidos derivados de mutaciones de cambio de marco) compartidos por una amplia población de pacientes. Según Marina Udier, Directora General de Nouscom, cada paciente suele tener unos 50 neoantígenos. La vacuna se administra en un régimen de prime-boost, que comprende un vector de adenovirus de gran simio seguido de un vector de MVA. Como la carga neoantigénica es tan grande, la empresa genera cuatro versiones diferentes de cada uno de estos vectores. Los cuatro pueden combinarse en un solo cóctel para facilitar su administración tanto en la fase inicial como en la de refuerzo.

El objetivo de la terapia de Lynch no es tratar un cáncer existente, sino desencadenar una respuesta inmunitaria que intercepte las células cancerosas que expresan neoantígenos antes de que se conviertan en tumores propiamente dichos. «Hoy en día no hay nada que ofrecer a estas personas, aparte de una vigilancia frecuente e invasiva que, por supuesto, no previene el cáncer ni trata la enfermedad», afirma. Nouscom informó recientemente de que NOUS-209 provocó una respuesta de células T CD8 y CD4 dirigida a neoantígenos en los 37 pacientes que evaluó en un ensayo de fase 1/2. También demostró que la respuesta inducida de células CD8 y CD4 inducida por NOUS-209 fue superior a la de NOUS-209. También demostró que las células T CD8 inducidas eran capaces de destruir células cancerosas ex vivo. Su objetivo ahora es llevar NOUS-209 a un ensayo de fase 2/3 que podría servir de base para una solicitud de autorización.

Ygion Biomedical, de Viena, recaudó 17 millones de dólares el año pasado para impulsar una tecnología de administración dirigida denominada Cargonaut. La empresa no ha desvelado su mecanismo, pero consta de una molécula portadora en la que se cargan péptidos que codifican neoantígenos. El constructo también contiene una fracción de activación, diseñada para garantizar que las células presentadoras de antígenos de los pacientes inicien una potente respuesta inmunitaria cuando se expongan a los neoantígenos tumorales. «Nuestros datos demuestran que podemos desencadenar una respuesta inmunitaria rápida, muy rápida, por esta vía dirigida», afirma Sophie Zettl, directora comercial de Ygion.

La empresa, que aún se encuentra en fase de desarrollo preclínico, está considerando como indicación principal el glioblastoma, un cáncer cerebral agresivo de mal pronóstico y limitadas opciones de tratamiento. Un estudio observacional publicado recientemente, realizado en el Centro de Genética Humana de Tubinga (Alemania), demostró que una vacuna neoantígena basada en péptidos -que carecía de la tecnología de administración inmunoestimuladora de Ygion- mejoraba la supervivencia de los pacientes que presentaban una respuesta inmunitaria potente.

Mientras tanto, Moderna está construyendo en Marlborough (Massachusetts) una planta de producción específica para el ARNm-4157, con vistas a su aprobación por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en un futuro no muy lejano. Un factor que complica la situación es que los procesos utilizados para fabricar productos a gran escala no se aplican fácilmente a las vacunas personalizadas. Habrá que estar muy atentos a cómo tramita la FDA la solicitud de Moderna, sobre todo teniendo en cuenta que Vinay Prasad, un crítico de las vacunas terapéuticas contra el cáncer, dirige ahora el Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la agencia. La actual vía de aprobación europea tampoco es sencilla. «Si nos fijamos en los plazos de fabricación, diría que entre un tercio y la mitad están relacionados con los requisitos normativos», afirma Wolfgang Fischl, cofundador y director general de Ygion. Sólo las pruebas de esterilidad pueden llevar hasta dos semanas con el régimen actual. El proyecto de directrices de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido -que sólo se ocupa de las vacunas individualizadas basadas en ARNm- propone regular los aspectos de diseño de producto de las terapias, incluida la recogida y almacenamiento de muestras, la secuenciación del genoma, el análisis bioinformático y la identificación y selección de neoantígenos, con arreglo a la normativa sobre productos sanitarios. Pero las terapias propiamente dichas se regularán como medicamentos humanos. La complejidad de la normativa refleja la complejidad de los productos. Pero unos datos clínicos convincentes pueden acelerar la evolución de este campo.

Cormac Sheridan

Combustible para la aviación civil: el nuevo mercado para el agro argentino

Hace unas semanas, el pasado 28 de mayo, se realizó el Congreso anual de Maizar, con el lema “Por más valor”. Este importante espacio de reflexión e intercambio resulta una buena oportunidad para poner en la mesa de debate los potenciales usos del maíz en la Argentina y el mundo.

De esos usos potenciales, uno de los principales en el futuro pasa por el inimaginable mundo de los aviones. Ocurre que la aviación internacional civil enfrenta el urgente desafío de descarbonizar sus operaciones, con el objetivo de alcanzar la meta de emisiones netas cero de dióxido de carbono (CO₂) para el año 2050, en línea con los compromisos firmados en el Acuerdo de París. Para avanzar en esta dirección, el sector ha planteado una serie de medidas basadas en nuevas tecnologías, mejoras en la eficiencia de las aeronaves y logísticas.

Sin embargo, la gran apuesta de la aviación internacional civil para reducir sus emisiones pasa por los Combustibles Sostenibles de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés). El progreso en el desarrollo tecnológico permite que, con el almidón del maíz, la caña de azúcar o los aceites que se extraen de la soja, se produzca una molécula casi idéntica al combustible convencional derivado del petróleo y admitida para su uso en todas las aeronaves.

Sin lugar a dudas, los SAF son la nueva ola de innovación en materia de biocombustibles y constituyen la herramienta fundamental para descarbonizar el sector aéreo. En este sentido, representan un gran desafío para el mundo y una gran oportunidad para la Argentina y la región.

Para producir este tipo de combustibles limpios, existen dos materias primas que se destacan por su madurez tecnológica, por su disponibilidad abundante y sostenible, y por sus costos: en primer lugar, los aceites vegetales y grasas animales, a través de la ruta tecnológica HEFA (Hydroprocessed Esters and Fatty Acids), y, en segundo lugar, los azúcares y almidones, a través de la ruta ATJ (Alcohol to Jet).

La Argentina tiene uno de los polos de crushing de poroto de soja más grandes y eficientes del mundo, que hace años opera muy por debajo de su capacidad. Si trabajara a capacidad plena (70 millones de toneladas por año), el país podría producir el aceite de soja necesario para generar más de 12 millones de metros cúbicos de SAF.

Lo mismo ocurre con el maíz: la Argentina es el segundo exportador mundial, con un promedio de ventas al exterior de 35 millones de toneladas anuales de este cereal sin procesamiento. Fermentando el almidón de este maíz, para luego destilarlo y deshidratarlo, se puede producir el bioetanol necesario para generar casi nueve millones de metros cúbicos de SAF.

ACA BIO productora biodiesel
ACA BIO productora biodieselMario Sar

El país cuenta con un sector agropecuario de punta, que produce materia prima con una intensidad de carbono muy baja: este es un activo ambiental cada vez más remunerado y resulta especialmente importante en el caso del SAF, donde cada gramo de CO₂ que se mitiga otorga beneficios monetarios. A valores promedio de los últimos dos años, la producción potencial de SAF en la Argentina supera los US$ 40.000 millones. Esa es la magnitud de la oportunidad que se abre.

En el mundo ya hay 170 aeropuertos que despachan regularmente SAF, 11 rutas tecnológicas aprobadas para la producción de este combustible, 53.900 millones de litros bajo acuerdos de offtake entre productores y consumidores (aerolíneas y vendedores de combustibles), 469 plantas de producción anunciadas o en construcción, y US$ 47.300 millones de inversiones anunciadas o en ejecución en este tema.

Un hub

Para poder transformar a la Argentina y las Américas en un hub global de exportación de SAF, resulta imprescindible desarrollar políticas públicas a nivel nacional – alineadas a nivel regional e internacional, de manera tal que las materias primas producidas localmente sean elegibles para ser industrializadas en formato de combustibles sostenibles de aviación – y avanzar en certificaciones de sostenibilidad de las cadenas de valor locales.

El desafío para el sector de la aviación es mayúsculo; la oportunidad que tiene la Argentina para ser un proveedor global de SAF también lo es.

Agustín Torroba

El sistema de gas natural, al límite ante la ola polar. Las interrupciones en hogares e industrias

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Está interrumpido el suministro hasta para industrias con contratos en firme. El sistema opera al límite. Si la ola de frío continúa la situación se podría agravar aún más. En los últimos días hay menos producción de Vaca Muerta. Además, Cammesa demanda volúmenes mínimos para generación térmica, se redujo la exportación a Chile y se espera un barco de GNL para este viernes en la terminal de Escobar. Mar del Plata la localidad más afectada.

Por la ola de bajas temperaturas que afecta desde hace cinco días a la zona centro del país, la de mayor consumo a nivel nacional, el sistema de gas natural flaquea y son varios los ejemplos que dan cuenta de que la red opera al límite de sus posibilidades. El más evidente es que, por primera vez en años, la presión en el tendido de ductos de distribución cayó tanto que los reguladores de los medidores residenciales empezaron a interrumpir, de forma automática, el servicio en hogares de algunas ciudades grandes de la provincia de Buenos Aires, como, por ejemplo, Mar del Plata.

Camuzzi, una de las cuatro grandes distribuidoras del mercado (las otras Metrogas, Naturgy y EcoGas), comunicó este miércoles por la noche que existían más de 250 denuncias en la ciudad balnearia de hogares que se quedaron sin suministro de gas natural por la profunda bajante de presión que se registró en los gasoductos operados por la distribuidora. Se estima que a primeras horas del jueves el número actualizado de usuarios afectados es mucho más alto.

Según el Reporte de Estimación Diaria del Sistema que realiza el Enargas, este miércoles la demanda prioritaria (usuarios residenciales) llegó a 100 millones de metros cúbicos de gas por día (MMm3/d), marcando una clara suba en comparación con el martes, que fue de 93,7 MMm3/d y con el sábado pasado, cuando la demanda fue de 79,8 MMm3/d. Pero más allá del récord de consumo domiciliario, la debilidad del sistema gasífero se acentuó por problemas en el segmento de producción de gas, especialmente en Neuquén, dado que las empresas petroleras inyectaron esta semana, en promedio, unos 130 MMm3/día de gas, unos 10 millones menos que la media de la semana pasada, cuando se inyectaron a la red troncal de gasoductos unos 140 MMm3/día.

En el gobierno existe malestar por la bajante y el Enargas, el ente regulador de gas, ya ordenó una investigación para conocer las causas que explican por qué las empresas productoras —YPF, TotalEnergies, Tecpetrol, Pluspetrol, PAE, Pampa y CGC, entre otras— tuvieron menos gas disponible esta semana, la más fría del año, que la anterior. Así lo indicaron fuentes públicas y privadas. Fuentes del ente regulador indicaron faltantes de gas provenientes de yacimientos de gas no convencional en Vaca Muerta como Aguada Pichana Este y La Calera.

Al límite

Este miércoles al mediodía el gobierno tuvo que cortar el gas a industrias y estaciones de GNC en la mayoría de las provincias por la falta de suministro en el sistema que se registró en los últimos días producto del aumento de la demanda por la ola de frío que afecta al país.

El Comité de Crisis, formado por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), la Secretaría de Energía, Cammesa, Enarsa y empresas transportistas y distribuidoras, se reunió al menos en dos oportunidades en lo que va de la semana para evaluar qué medidas tomar ante la fragilidad del sistema.

El consumo total del sistema de transporte fue de 156,6 MMm3/d y el line pack (el volumen de gas que se puede almacenar dentro de la red troncal de gasoductos para mantener la presión del sistema y facilitar el flujo continuo) fue de 319,2 MMm3/d, de acuerdo a los mismo datos del Enargas, mientras que la semana pasada se había mantenido en valores superiores a los 345 MMm3/d. En rigor, la pérdida del line pack del sistema de transporte de gas en las últimas 24 horas fue de casi 30 MMm3/d.

Este miércoles el gobierno informó que, para garantizar el suministro a usuarios residenciales, hospitales y escuelas, interrumpió el suministro a las industrias con contratos en firme y a estaciones de GNC en las regiones de Buenos Aires Norte, Centro Norte, Litoral, Norte, Noroeste, Cuyo y Sur. “En el resto del país se restringió el corte de suministro a contratos interrumpibles y en algunas localidades a mínimos técnicos de los contratos firmes”, remarcó la Secretaría de Energía. En mayo del año pasado también hubo faltante de gas con cortes a industrias.

Mar del Plata

Una de las zonas más comprometidas es Mar del Plata, donde se cayó la presión más que en otras regiones. La merma en la presión generó interrupciones del suministro de gas en hogares a partir de la tarde del miércoles. Hasta que se reestablezca el servicio normalmente, están suspendidas las clases y se determinó el corte total del gas a industrias y centros comerciales y el cierre obligatorio de restaurantes y bares a la noche.

Técnicamente lo que ocurrió en Mar del Plata es que en los nichos de gas de los usuarios residenciales, junto al medidor, hay un dispositivo conocido en la jerga como “regulador”, que al detectar baja presión en la red cortó automáticamente el suministro como medida de seguridad, interrumpiendo el paso del fluido al interior de la vivienda.

La distribuidora Camuzzi Gas Pampeana, que abastece a la provincia de Buenos Aires -excepto al GBA- y La Pampa, emitió un comunicado este miércoles donde resaltó que “el sistema que abastece a Mar del Plata no está recibiendo, por parte de terceros, los volúmenes de fluido y presiones necesarias para garantizar la normal prestación del servicio” y que “los cortes de suministro tienen su origen en factores externos a la compañía”. Hasta el miércoles a la noche la distribuidora había recibido más de 250 denuncias de usuarios residenciales por falta de gas.

La operación del sistema

El aumento del consumo se vio restringido por problemas en la producción en áreas no convencionales de Vaca Muerta. A la par del crecimiento de la demanda hubo productores de gas que entregaron menos volúmenes del previsto.

Fuentes del sector confirmaron que autoridades pidieron un informe técnico para entender por qué estos días hay menos inyección de gas, teniendo en cuenta que hay capacidad de transporte disponible en el sistema centro-oeste de gasoductos y también en el Gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner).

Por su parte, Cammesa, la compañía que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), tomó por debajo de los 25 MMm3/d para la demanda de la generación térmica, ubicándose así en el mínimo de los requerimientos técnicos. Si la ola polar continúa la demanda para generación podría bajar a 20 MMm3/d, pero de este modo pondría en riesgo el suministro eléctrico en algunas regiones.

En tanto, la regasificación de Gas Natural Licuado (GNL) importadoen la terminal de Escobar está entre 18 y 20 MMm3/d, según el reporte diario del Enargas. El próximo barco está previsto que descargue este viernes. Este año el gobierno tenía planeado importar 29 barcos para abastecer la demanda local. Otro factor con el que contó el sistema fue la importación desde Bolivia, que alcanzó los 2,5 MMm3/d a cargo de Trafigura, uno de los mayores traders de combustibles del planeta, que adquirió el fluido para abastecer a las generadoras eléctricas, tal como publicó este medio el 18 de junio.

Además, ante la falta de gas en el sistema, en las últimas horas se realizaron cortes de las exportaciones a Chile. Se estaban enviando al país vecino 6 MMm3/d con contratos de venta en firme, pero con transporte interrumpible. Ahora los volúmenes de exportaciones bajaron a 300.000 m3/día.

Otro recurso que este miércoles se debió utilizar fue la planta de peak shaving de la empresa Naturgy, ubicada en General Rodríguez (Buenos Aires), que es una instalación única en América Latina que produce y almacena gas natural licuado (GNL) para balancear el suministro en momentos de alta demanda, como la de estos días. Esta planta actúa como un sistema de respaldo que suma una capacidad de almacenamiento de 30 MMm3/d. Este miércoles se inyectaron 2,9 MMm3/d para cubrir el pico de demanda entre las 20 y 21 de la noche, cuando aumenta considerablemente el consumo de los hogares.

Roberto Bellato

El gobierno actual ha renunciado a la oportunidad espacial. Muchos argentinos, no

(Este artículo fue publicado por primera vez en agosto del año pasado. Lamentablemente, sigue siendo válido en lo que hace a la política oficial. Pero también continúa el esfuerzo de muchos argentinos, aquí y en el exterior).

En momentos en que los proyectos de satélites argentinos están en vilo por falta de interés del Gobierno, en iniciativas como el ARSAT-3 o los reemplazos de los satélites SAOCOM, que llevan muchos años para planificarse y realizarse, se pierden progresos y personal capacitado. También hay cada vez más empresas que se dedican a la industria espacial pero dependen en gran parte de proyectos estatales, de financiamiento estatal, o de la formación de recursos humanos en instituciones públicas.

En la Argentina, este movimiento, llamado new space, tiene la particularidad de que muchos argentinos terminan trabajando en empresas fundadas por compatriotas en otros países de la región, como Uruguay o Brasil, que ofrecen menos trabas para importar, una macroeconomía más estable y políticas estatales de largo plazo.

Investigadores de la UBA publicaron un estudio en el que analizaron las principales herramientas que usan las siete agencias espaciales más importantes del mundo para vincular el área espacial con empresas privadas y el fomento de la investigación y el desarrollo. El área de la industria satelital se puede convertir en fuente de negocios para las empresas y también en un impulsor de mejoras tecnológicas en otras áreas industriales.

Paulo Pascuini, uno de los autores del estudio «El sector espacial como impulsor de la I+D y el desarrollo empresarial: una revisión de instrumentos de política», junto con su colega Andrés López (ambos son investigadores del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA-CONICET), dijo: “Una de las implicancias de la mayor participación privada en la industria espacial es que como los actores privados tienen mayor tolerancia al riesgo que las instituciones de gobierno, aumenta la cantidad de proyectos para el desarrollo de tecnología que tiene asociada una probabilidad de éxito baja. El desarrollo de esas nuevas tecnologías genera impactos sociales a partir de la utilización que hacemos en la Tierra de servicios basados en información satelital. De hecho, la tecnología espacial es incorporada en otros sectores generando derrame, el surgimiento y desarrollo de empresas, empleo y una gran variedad de impactos económicos”.

Algunas de las herramientas que las agencias espaciales usan para fomentar la creación y el crecimiento de empresas ligadas al espacio tienen que ver con el financiamiento directo de proyectos, algo difícil de conseguir en la Argentina de hoy, pero otra muy usada está relacionada con permitir el uso de instalaciones, como laboratorios, para empresas que los necesiten. En la Argentina hay instituciones como el INTI o el INTA que están muy acostumbradas a brindar servicios para empresas en sus laboratorios, ya que justamente fueron creadas específicamente para la vinculación tecnológica, pero no es tan común en empresas estatales de alta tecnología. De todas formas, la empresa privada más grande del sector, Satellogic, ha hecho muchos trabajos conjuntos con la CNEA y la CONAE.

“Hay muchas startups espaciales argentinas que necesitan hacer testeos y pruebas de los desarrollos que están llevando adelante y podrían beneficiarse de las instalaciones y el equipamiento que poseen instituciones espaciales como la CONAE. Actualmente no existen mecanismos que permitan que esas instalaciones puedan ser aprovechadas por las empresas de manera ágil. Lo que reportan las startups es que el tipo de gestiones necesarias para llevar adelante actividades con las instituciones tradicionales, no solo la agencia si no también las empresas de base tecnológica que tradicionalmente han atendido las necesidades de los proyectos impulsados por el Estado, no se adaptan a la dinámica y velocidad con la que operan las startups.”, explicó Pascuini.

Este tipo de situaciones ha llevado a que algunas empresas de tecnología satelital creadas en la Argentina hayan radicado su empresa en otro país. Satellogic, por ejemplo, hace casi 10 años se mudó a Uruguay para llevar a cabo la construcción de sus satélites. Frente a este problema, Pascuini explica que “las empresas se instalan en el exterior por algunos motivos que posiblemente no sean fáciles de modificar en el corto plazo. Muchas veces van a Estados Unidos o Europa porque quieren conseguir capital de riesgo y es más fácil hacerlo desde allá. También, por ejemplo, la NASA o el departamento de defensa de Estados Unidos tienen restricciones para contratar productos de tecnología espacial fuera de su territorio, por lo que para venderles es más fácil saltar la barrera radicándose allá. Otro motivo para radicarse en el exterior es el acceso a tecnología para producir que no se encuentra disponible en la Argentina, por ejemplo vinculada a la impresión de placas electrónicas, debido a aquí no hay la escala necesaria para que tenga sentido llevar esas actividades localmente. Otras veces el motivo tiene que ver con la velocidad que requieren las empresas para importar componentes, algo que como sabemos en Argentina puede ser muy tedioso y burocrático. No obstante, muchas de estas empresas con sedes en el exterior siguen llevando actividades en la Argentina debido, principalmente, a la disponibilidad de capital humano calificado”.

Largo plazo

La Argentina está teniendo muchos problemas para mantener proyectos de alta tecnología porque llevan muchos años de desarrollo y financiamiento y no se ha podido mantener con los cambios de gobiernos. En 2015 se aprobó la Ley de Desarrollo de la Industria Satelital que aprobaba el plan satelital 2015-2035, que garantizaba la construcción de varios satélites de telecomunicaciones. En 2016, el gobierno de Mauricio Macri anunció la postergación de la construcción del ARSAT-3, que finalmente se convirtió en un congelamiento del proyecto. En 2020 se reactivó pero sin llegar al ensamble y hoy cuenta nuevamente con retrasos y falta de financiamiento.

“El presupuesto espacial ha sufrido históricamente grandes fluctuaciones dependiendo de la administración de turno. Las misiones impulsadas desde el Estado han propiciado el desarrollo de proveedores de base tecnológica locales que se ubican principalmente en CABA, La Plata, Córdoba, y Bariloche. El problema que generan los ciclos de desfinanciamiento es que estos proveedores no pueden estar esperando a que llegue el nuevo financiamiento con el próximo gobierno para seguir realizando actividades exclusivamente espaciales, por lo que necesariamente deben ampliar sus actividades a otros sectores, por ejemplo oil & gas. La inestabilidad en el financiamiento no es un problema de una gestión en particular, y además de responder a la escasez de recursos es el resultado de una falta de capacidad institucional para impulsar proyectos cuyos tiempos extienden a los de las administraciones de turno. Independientemente de si el nivel de financiamiento para las actividades espaciales impulsadas por el Estado es alto o bajo, existe una falta de previsibilidad sobre su evolución. Por ejemplo, desde el 2016 no hay un Plan Nacional Espacial aprobado por el ejecutivo, y si bien una alternativa a considerar es que este plan, que es elaborado por la CONAE, sea aprobado por el congreso, de manera de tener un compromiso político más amplio, también tenemos un ejemplo de que esto puede no funcionar. Se trata del el Plan Satelital Geoestacionario Argentino  aprobado por Ley en el congreso en 2015 que establecía que hasta 2023 se deberían haber construido y lanzado 5 satélites, algo que como sabemos no ha sucedido sucedió”.

Matías Alonso

Luis Petri acordó en Washington incorporar los blindados Stryker al Ejército. Comenta AgendAR

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En la primera visita de alto nivel militar a Estados Unidos desde la asunción de Donald Trump, en enero pasado, el ministro de Defensa, Luis Petri, firmó este miércoles junto al jefe del Pentágono, Pete Hegseth, una carta de aceptación para incorporar vehículos blindados Stryker al Ejército argentino.

El ministro, que la semana pasada había viajado a Dinamarca en virtud de la compra de seis aviones caza supersónicos F-16, destacó tras el encuentro el fortalecimiento de los vínculos militares con Estados Unidos, con el que el Gobierno ha mostrado un alineamiento total bajo la administración republicana.

“La Argentina avanza en la modernización de sus Fuerzas Armadas y fortalece sus vínculos militares con Estados Unidos. Impulsados por el presidente Javier Milei, seguimos recuperando capacidades estratégicas para defender nuestra soberanía y garantizar la paz de todos los argentinos”, señaló Petri en una publicación en su cuenta de X.

Hegseth, por su parte, afirmó que China representa una amenaza para Estados Unidos, la Argentina y la región, y añadió que “la paz regional exige la máxima voluntad y tenacidad”, según una comunicado del Departamento de Defensa norteamericano.

Un blindado Stryker en el desfile militar del 14 de junio, en Washington
Un blindado Stryker en el desfile militar del 14 de junio, en WashingtonKAYLA BARTKOWSKI – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

“Creo que podemos afrontar juntos estos retos de seguridad compartidos, y sé que lo haremos”, afirmó el secretario de Defensa, quien aplaudió los esfuerzos de Argentina por reforzar su relación en materia de defensa con Estados Unidos, destacando su decisión de adquirir los F-16 estadounidenses, así como los vehículos de combate Stryker.

No hubo precisiones de las partes sobre la cantidad de vehículos que pretende incorporar la Argentina y el costo de la operación.

Según el Ministerio de Defensa argentino, la reunión entre Petri y Hegseth “marcó el inicio de una nueva etapa de cooperación militar, liderazgo regional y defensa de los valores del mundo libre”, al tiempo que “consolidó una alianza estratégica entre dos gobiernos que entienden a la defensa como condición necesaria para la paz, la libertad y la soberanía”.

La cartera que conduce Petri informó del avance en un acuerdo integral que incluirá nuevas líneas de cooperación en ciberdefensa, frontera terrestre, interoperabilidad militar y equipamiento estratégico, “inspirado en el exitoso modelo del Garden Support estadounidense”.

“Estados Unidos demostró que la paz no se negocia, se garantiza desde la fuerza. El liderazgo de Trump en el conflicto con Irán dejó una enseñanza clara: las democracias deben tener capacidad de disuasión para defender sus valores y la libertad de sus compatriotas. Desde que asumió Milei, la Argentina está transitando ese mismo camino”, destacó Petri, sentado junto a Hegseth.

Luis Petri junto a Pete Hegseth, secretario de defensa de EE. UU.
Luis Petri junto a Pete Hegseth, secretario de defensa de EE. UU.Red X

En su rol como secretario de Defensa norteamericano, Hegseth fue uno de los funcionarios que dio detalles de la operación “Martillo de Medianoche” con la que Estados Unidos bombardeó tres instalaciones del programa nuclear iraní en plena guerra con Israel, otro aliado clave del Gobierno en el frente internacional.

“El régimen iraní lo entendió con crudeza: la destrucción de sus instalaciones nucleares fue el resultado de una decisión valiente. Trump demostró que no se negocia con terroristas, se los derrota. Nosotros creemos lo mismo”, agregó Petri, al reafirmar el alineamiento de la Argentina “con las democracias que no negocian sus principios”.

El Stryker es un vehículo de transporte blindado de personal producido por la compañía General Dynamics, que, por ejemplo, ha sido usado en la guerra en Ucrania, con unidades enviadas por Estados Unidos.

En su presentación conjunta, Petri y Hegseth coincidieron en que el mundo está en una nueva fase de “amenazas híbridas, expansión autoritaria y desafíos estratégicos globales”, contexto en el que la Argentina “debe recuperar su lugar como actor central del hemisferio occidental”, señaló el Ministerio de Defensa en un comunicado.

“Se destacó especialmente el respaldo de Estados Unidos al proceso de modernización y repotenciación de las Fuerzas Armadas, como ya ocurrió con la adquisición de los F-16 que llegarán en diciembre», añadió la nota.

“Estamos recuperando capacidades militares, modernizando nuestras Fuerzas Armadas y fortaleciendo la alianza estratégica con Estados Unidos, nuestro socio en la defensa de la libertad y los valores democráticos”, remarcó Petri.

“Estamos muy comprometidos con la lucha que Estados Unidos ha emprendido contra el terrorismo internacional. Nuestra relación está en su mejor momento, y nuestra asociación seguirá creciendo en todas las áreas de gobierno, pero fundamentalmente en defensa“, concluyó el ministro.

El martes, Petri se había reunido en Washington con Robert Greenway, director del Centro Allison para la Seguridad Nacional de The Heritage Foundation. Conversaron sobre “la visión estratégica que impulsa la Argentina en materia de defensa bajo el liderazgo de Milei, basada en la modernización, la proyección internacional y unas Fuerzas Armadas al servicio de la paz, la libertad y los valores democráticos”, señaló el ministro en X.

Guillermo Idiart

Breve comentario de AgendAR:

Los Stryker son muy impresionantes y cuestan dos o tres millones de dólares por unidad. Pero alcanza con un dron cuadricóptero chiquito FPV de U$ 10.000 para hacerlo puré con precisión y desde 5 km. de distancia. Un cuadricóptero guiado por fibra óptica es costo/efectivo como una par de botellas Molotov, no expone al operador, y resulta tan inevitable como la muerte, los impuestos o la bala de un francotirador.

Pregúntenle a los ucranianos que, enlatados en sus Strykers de segunda mano, tratan de frenar el avance hacia el oeste de la línea de contacto. O, cruzando esa línea, pregúntenle a los pobres ivanes que deben atravesarla en sus propios carriers BTR-50, BTR-82, o en los Kurganets-25.

Para asar soldados y suboficiales bajo fuego de drones, ya teníamos los Iveco 6×6, con y sin artillería, fabricados en Barracas, cero kilómetro, pagados en pesos e interoperables con el Ejército Brasileños. «Teníamos», dijo el mosquito. Porque el presidente Mauricio Macri, comprador en jefe de chatarra OTAN, mató el proyecto a la basura para comprar Strykers viejos.

Se quedó con las ganas porque todavía existían el poder legislativo, cierta prensa y alguna oposión.

Conclusión: Petri quiere comprar los mismos Strykers viejos que Macri y para lo mismo: operar contra su propia población, ahora que ya empezó la caza de pobres habilitada por los decretos de la ministra Pato Bullrich.

No trate de usarlos para enfrentar un ejército regular, si nos invade alguno. No trate de conseguir repuestos cuando se rompan.

A la vista de lo que pasa en la guerra de Ucrania, en AgendAR queremos drones, y nacionales, y pagados en pesos. Y también sistemas antidron, ya que ahora matar simples soldados aislados empieza a tener sentido militar y económico.

El otro tema sobre el que discordamos con Petri: él dice que EEUU necesita como socio a la Argentina para darle estabilidad a la región. Es la sociedad del elefante y la hormiga, y adivine qué: no somos el elefante.

El último que creyó esa boludez fue, arda en el infierno, el general Leopoldo Fortunato Galtieri.

No le fue bien.

Tampoco al país.

Daniel E. Arias

«Dólar barato»: las 4 vías de intervención oficial en el tipo de cambio

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El ancla en el precio del dólar sigue siendo un pilar fundamental de la estrategia desinflacionaria del Gobierno, pese al cambio en el esquema cambiario que trajo aparejado el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien el oficialismo asegura que la divisa flota de manera libre, los analistas advierten que en los últimos meses la intervención indirecta volcó más de u$s7.000 millones al mercado de cambios, lo cual permitió contener el valor del «billete verde».

Con la liberación del cepo para «personas humanas» y el fin del «crawling peg» del 1% mensual, el dólar oficial mayorista tuvo un ajuste cercano al 9% en la segunda quincena de abril. La devaluación fue menor a la que esperaba el mercado; de hecho, el tipo de cambio aún no logró en ninguna jornada terminar por encima del centro de las bandas de flotación fijadas en el nuevo esquema (este lunes cerró en $1.205, rozando dicho centro).

Sin embargo, la flotación fue más «sucia» que «libre». Un informe de la consultora C-P analizó cuatro mecanismos que utilizó el Gobierno para influir sobre el precio del dólar.

Los cuatro artilugios del Gobierno para contener el precio del dólar

En primer lugar, destacó la venta de contratos en el mercado de futuros A3. «Entre abril y mayo la posición vendida del Banco Central (BCRA) subió u$s1.571 millones. En junio estimamos podría llegar a u$s1.900 millones«, señaló Pablo Moldovan, director de C-P.

Sobre este tema, el economista de Economía Open Federico Machado, explicó que la venta de futuros no implica gastar dólares en efectivo, pero sí impacta en el precio del dólar hoy, mediante la tasa implícita.

«Si yo puedo comprar un dólar futuro a diciembre de 2025 que vale $1.300, entonces puedo vender un dólar a $1.180 (precio del mayorista la semana pasada), colocar esos pesos al 2,6% mensual y comprar un Dólar Futuro para cubrirme. A fin de año tendré un dólar (valga lo que valga) + $57 (TNA en dólares del 9,6% con riesgo prácticamente nulo). Así, al vender dólar futuro, el BCRA incentiva que otros agentes vendan dólares hoy», ejemplificó.

En segundo lugar, el trabajo de C-P marcó el aporte de las rebajas transitorias a las retenciones, que posibilitaron una liquidación del agro superior a la que suele ver para estos meses. «Estimamos que entre abril y junio, el impacto fue de unos u$s800 millones adicionales», precisó Moldovan.

Este incentivo para los productores agropecuarios, más la quita del dólar «blend», explicaron buena parte del superávit de bienes que registró el BCRA durante mayo, según un análisis realizado por la consultora Equilibra en base al Balance Cambiario de la autoridad monetaria. La liquidación fue de u$s7.961 millones, cifra superior a los u$s7.095 millones devengados por las cuentas de INDEC, lo cual refleja el adelanto en el cobro de exportaciones que hubo durante el mes en cuestión.

Como tercer punto, C-P subrayó al incumplimiento de la meta de reservas con el FMI. Moldovan detalló que el Gobierno debería haber comprado u$s3.100 millones entre abril y junio, pero «como no lo hizo, redujo la demanda de dólares y ayudó a contener el precio».

Por último, el informe hizo foco sobre las colocaciones de deuda, «que aportaron u$s1.500 millones, moderaron el incumplimiento con el FMI, y redujeron también la demanda potencial de dólares».

El ancla cambiaria contiene la inflación, pero deteriora las cuentas externas

En resumen, entre estas cuatro vías, la intervención oficial logró un caudal de u$s7.300 millones. «Todo esto ocurrió en una época donde abunda la oferta de dólares (y se mantienen restricciones sobre empresas). En un mercado libre la estacionalidad diría que el dólar debería haber bajado. En cambio, subió un 10% desde abril», alertó Moldovan.

Este control artificial sobre el precio del dólar se da en un contexto de extendido deterioro en las cuentas externas del país, pese a su contribución a la desaceleración de la inflación. La semana pasada el INDEC publicó los datos de la Balanza de Pagos, que mostraron el déficit de servicios más alto desde que hay registros.

Este «rojo» se explica fundamentalmente por el encarecimiento del país en dólares, que incentiva el turismo el exterior y desalienta la recepción de viajeros extranjeros. Además, este atraso cambiario, más la creciente apertura comercial, también están generando un fuerte crecimiento de las importaciones de bienes, una situación particularmente visible en la industria automotriz debido a las divisas que consume cada compra de vehículos.

Con este escenario, crecen las dudas sobre la sostenibilidad del tipo de cambio actual. Al respecto, recientemente el J.P. Morgan le recomendó a los inversores abandonar las estrategias de «carry trade» y posicionarse en dólares, dada la creciente salida de billetes, el fin de la cosecha gruesa y la incertidumbre que suele acompañar a los contextos electorales.

Del lado del Gobierno buscan mostrar la solidez del financiamiento por parte de organismos internacionales y destacan el apoyo de estos al plan económico y sus sólidos «fundamentals», como la eliminación del déficit fiscal.

Santiago Reina

China nos compra por 1ª vez harina de soja. Hoy Argentina puede ser el principal proveedor

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Por primera vez desde que China aprobó las importaciones de harina de soja argentina en 2019, fabricantes chinos de alimentos para animales cerraron un acuerdo por 30.000 toneladas del producto, según informó la agencia Reuters, a partir de cuatro fuentes comerciales.

El envío, adquirido de forma conjunta por varias empresas chinas, está programado para llegar en septiembre a la provincia de Guangdong.

China, el mayor consumidor mundial de harina de soja para alimentación animal, suele producirla localmente a partir de soja importada, principalmente desde Brasil y Estados Unidos.

La soja (en granos, harinas, aceite y biocombustible) es el complejo de productos que más divisas aporta a la economía argentina.

Sin embargo, ante el riesgo de interrupciones comerciales con Washington, los fabricantes están explorando alternativas para diversificar sus fuentes de suministro.

En este contexto,Argentina –el principal exportador global de aceite y harina de soja– podría ser una opción para el abastecimiento del mercado chino.

Según el Instituto de Estadística y Censos (Indec), las exportaciones de harina y pellets de soja acumularon U$S 10.560 millones durante todo el año 2024, representando el 13,2 % de todas las exportaciones argentinas de bienes, y fue el producto que más dólares trajo a la Argentina.

Aún no sabemos cuál fue el daño en Irán ni qué pasó con el uranio enriquecido

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Cenital publica, entre otras cosas, RADAR donde aparecen interesantes artículo sobre la realidad global. En esta entrega que reproducimos aquí preguntan» qué daño tuvo finalmente Irán y dónde está el uranio enriquecido; examinamos el resultado de la cumbre de la OTAN; auscultamos el (lento) avance de la transición energética global y repasamos brevemente una encuesta en Europa sobre alineamientos geopolíticos».  

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¿Qué quedó del programa nuclear de Irán?

Ahora que el cese al fuego entre Israel e Irán parece estar funcionando, la pregunta que dominó la semana fue: ¿cuál fue el daño sobre las instalaciones nucleares? ¿Pueden Benjamín Netanyahu y Donald Trump estar tranquilos de que destruyeron buena parte del programa nuclear? Aún queda mucho por conocer y estamos lejos de tener una estimación independiente y objetiva, idealmente de la OIEA. 

Hasta acá tenemos dos versiones. 

  • Por un lado, la CIA estima que a Irán le podría llevar “años” reconstruir las facilidades que fueron destruidas. Fox News también abonó esta versión. 
  • Por otro lado, distintos medios como CNN, el New York Times, o Reuters, dieron a conocer una estimación clasificada de cinco páginas elaborada por la Defense Intelligence Agency (DAI). El reporte indica que el ataque retrasó el programa nuclear de Irán entre uno y dos meses en el escenario más optimista y menos de un año en el más pesimista. 

Cercano a esta segunda estimación se encuentra el Jefe de la OIEA, Rafael Grossi, quien en una entrevista con CBS News ayer sugirió que Irán podría montar unas cuantas cascadas de centrífugas “en cuestión de meses” o “incluso en menos tiempo”.

¿De dónde sale la métrica para hablar de meses? De una línea de base histórica. Como explica Jeffrey Lewis, director del Programa de No-proliferación del Este de Asia del James Martin Center for Nonproliferation Studies, Irán ha podido, históricamente, instalar entra una y dos cascadas de centrífugas por semana (una cascada es un conjunto de centrífugas, más o menos 170). El cálculo de Lewis es que Irán podría instalar una planta de reemplazo similar a la de Fordow en menos de tres meses y comenzar nuevamente a enriquecer uranio.

Más allá de la reconstrucción nuclear de Irán, hay dos interrogantes más:

  • ¿Dónde están los casi 400 kilos de uranio enriquecido? No lo sabemos. Es difícil pensar que desaparecieron en los ataques de EE. UU. Se pueden haber perdido una parte, pero cuesta pensar que se perdió todo. Lo más probable es que estén escondidos y a salvo en algún lugar desconocido. De ser así, la amenaza nuclear de Irán seguirá siendo un problema sin resolver para el gobierno de Israel y la comunidad internacional en general.
  • En su entrevista, Lewis señala que también es probable que Irán tenga instalaciones nucleares de las cuales desconocemos su existencia o solo tengamos sospechas leves o infundadas.

Mi conclusión parcial:

Capacidades e intenciones no son sinónimos. La OIEA puede medir cuántas centrífugas giran, pero no puede leer la mente de Teherán. Técnicamente, tener uranio enriquecido al 60 % no tiene sentido civil alguno: ese grado de pureza solo abre camino a una cosa, y no es generar electricidad.

De allí a concluir que, si un bombardeo dañó instalaciones, también se han desinflado las ganas de construir una bomba, hay un salto de fe que ni la mejor inteligencia puede justificar. Más bien, podríamos estar ante un curioso fenómeno de retroceso tecnológico con un avance simultáneo de la voluntad estratégica: las máquinas paradas, pero la ambición intacta.

Si creías que el último episodio de “Israel-Irán: el conflicto final” había cerrado el telón, mejor tómate esto como un simple descanso: la próxima temporada podría traer más giros de guión.

Cumbre de la OTAN: a los pies de Trump

El 25 de junio pasado tuvo lugar la cumbre de la OTAN en un contexto global cargado de intensidad geopolítica. Las fricciones entre Trump y el norte global se mostraron días antes del 25, cuando en la cumbre del G7 Trump señaló sus diferencias con el bloque (un funcionario canadiense se refirió a la organización del encuentro como “preparando la alfombra roja para Godzilla”). Pero la cumbre de La Haya parece haber sido una obra unipersonal en la que casi todo giró en torno a Trump. ¿Qué cosas nos dejó el encuentro de la OTAN más allá de la auto-humillación a la que se sometió su secretario general Mark Rutte llamando “daddy” a Donald Trump?

Una declaración sin principios. Como señala Andrew Corbett del King ‘s College, en todas las declaraciones de la OTAN desde 2022, el grupo invocaba su adhesión al derecho internacional y a los propósitos de la Carta de la ONU. No fue el caso en esta ocasión. Nadie quiso irritar a Trump con reglas y principios del derecho internacional. Esto ya se pudo ver durante el ataque de Estados Unidos a Irán y en la gimnasia con que los líderes europeos evitaron cuestionar la acción de Trump. “Estados Unidos está actuando para aliviar (la) amenaza”, dijo Keir Starmer. El ataque es un paso “en la dirección correcta”, señaló Emmanuel Macron. Israel está haciendo “el trabajo sucio”, observó Friedrich Merz. ¿Legalidad? A donde vamos, no necesitamos legalidad sino tener “las cartas”, como le gusta decir a Trump.

Sin solución para la guerra en Ucrania. La cumbre de la OTAN no fue para estudiar la supervivencia de Ucrania sino para asegurar la supervivencia de la OTAN misma. El comunicado destaca la amenaza a largo plazo que presenta Rusia y la necesidad de apoyar a Ucrania, no hay una hoja de ruta, ni una negociación en marcha, ni siquiera una condena a Moscú. Parece claro que Trump juega al desgaste de Ucrania y a la necesidad de aceptar la realidad en el terreno; esto es que Ucrania acepte perder cerca del 10% de su territorio. 

Una Europa más comprometida con el gasto militar. Los miembros de la OTAN acordaron elevar el gasto militar al 3.5% del PBI, además de un 1.5% en infraestructura de uso dual, un rubro que seguramente traiga mucha contabilidad creativa. Se espera, entonces, que hacia 2035 todos los miembros de la OTAN gasten el 5% del PBI en defensa, algo que España se negó a aceptar. Claramente, Europa dio una señal costosa en términos de cuánto valora la alianza y cuánto valora la presencia de Estados Unidos en la agrupación. De hecho, algunos hablan de un acuerdo “5 x 5”: Europa aumenta el presupuesto a un 5% del PBI y Estados Unidos mantiene su compromiso con el Artículo 5 de la OTAN, que establece que el ataque a un miembro será interpretado como un ataque a toda la alianza.

Un respiro parcial. Europa aseguró, al menos por ahora, la continuidad de la alianza transatlántica. Pero la relación con Washington no se despliega sobre una sola dimensión, la estratégica, sino sobre otras dos dimensiones que no dan señal de convergencia: la guerra comercial, inspirada en el nacionalismo económico, y la divergencia entre valores liberales y antiliberales presente a ambos lados del Atlántico.

SONAR

Clima: entre la transición, la seguridad energética y la seguridad nacional

La semana pasada se dio a conocer el Statistical Review of World Energy que publica el Energy Institute anualmente desde 1952. En este SONAR, me gustaría repasar los principales números del informe para luego hacer una reflexión acerca de hacia dónde vamos en materia de transición energética.

Siendo estrictos, la transición no comenzó. En 2024, el petróleo, el carbón, el gas, nuclear, hidro, eólica y solar, todas las fuentes registraron incrementos. El mundo aún está en modo “acumulación” antes que “transición”. Sí, las renovables crecen a un ritmo mayor que los combustibles fósiles, pero el petróleo aún satisface el 34% de la demanda total de energía y todos los fósiles juntos rondan el 80% del consumo global. 

Las emisiones de carbono aumentaron 1%. El número uno en emisiones sigue siendo China, dando cuenta de un tercio del total de emisiones. Junto con la India representan el 62% del incremento de emisiones a nivel global. Se habla, sin embargo, de que China estaría llegando a su pico de demanda de petróleo. En Estados Unidos y en Europa, en cambio, las emisiones bajaron.

El mundo se está electrificando. El ritmo es más lento del deseado, pero en 2024 la demanda de electricidad creció 4%, por encima del total de demanda de energía. El “pero”: la mitad de este crecimiento viene de China, que duplicó su stock de energía solar en dos años. Hoy las tasas chinas no son de crecimiento, son de renovables: en 2024 agregó el doble de lo que agregaron Estados Unidos, Europa y la India juntos.

La producción de gas sigue creciendo. Estados Unidos, Rusia, Irán y China dieron cuenta del 53% de la producción global. China pasó de ser el sexto productor en 2015 al cuarto el año pasado. Lo que produce satisface el 56% de su demanda doméstica.

China sigue siendo adicta al carbón. El mundo consume más carbón que en 1960; pero el grueso de esta demanda es china (67% de la demanda global), seguida por la India. Esto coloca a China en los extremos del marrón y del verde: demanda más carbón que el resto del mundo combinado, pero también produce más renovables y vende más autos eléctricos que el resto del mundo. El jueves pasado, Xiaomi lanzó la pre-venta del YU7, un auto eléctrico deportivo. En 3 minutos vendió 200 mil autos.

El renacer nuclear viene lento. El sector nuclear aumentó 3% para satisfacer poco más del 5% de la demanda global de energía. No está mal si consideramos que la generación proveniente de la energía solar y eólica aumentó del 13 al 15%, un punto menos. El “pero”: dos tercios del incremento vino de Francia y Japón, que volvieron a poner plantas en servicio. 

Los minerales crecen y bajan. La minería de tierras raras creció un 3.2%. China dio cuenta del 74% de la producción global y del 48% de las reservas mundiales. La producción de litio creció 16%. Aunque Chile concentra el 23% del mercado mundial, la producción en la Argentina creció 109%. El “pero”: los precios globales cayeron en 2024: el carbonato de litio cayó 69%, el grafito 26% y el cobalto 23%. Aún se aprecia volatilidad y dificultades en encontrar un equilibrio entre anticipación de demanda y capacidad productiva.

¿Qué significa esta tendencia?

Hasta acá el ritmo global. ¿Cómo poner estos números en el contexto más amplio de la política mundial? El dato más significativo es la erosión de un orden global y el aumento de la fricción geopolítica que reconfigura las preferencias políticas en las principales capitales del mundo. Hoy tenemos guerras con misiles y guerras con tarifas. También está la guerra cultural. Venimos de la guerra contra el terrorismo. Y antes contra las drogas. Claro que nada está resuelto, pero seguimos haciendo guerras, simbólicas y materiales. 

“Siempre fue así”, me dirán. Sí, la guerra integra el repertorio que los humanos tenemos para hacernos daño más o menos desde que dejamos de ir de un lado a otro y comenzamos a quedarnos quietos unos 10 mil años atrás. Lo importante, sin embargo, es la variación. El año 2005 fue el año con menos muertes por conflicto desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, según datos del Uppsala Conflict Data Program. Pero el año pasado, hubo 61 conflictos en donde al menos uno de los actores era estatal, el mayor número desde 1946.

Agreguemos a este cuadro otras disrupciones globales, incluyendo la pandemia o eventos climáticos, y lo que tenemos es que el sistema de energía global ha tenido que enfrentar disrupción de la cadena de suministros, escasez de aprovisionamiento, precios récord de energía y volatilidad de los mercados globales. ¿El resultado? La preocupación por la transición energética, impulsada por el cambio climático, pasó a estar más asociada con la necesidad de garantizar seguridad energética a través de mayores niveles de independencia y resiliencia frente al conflicto y la incertidumbre global. 

El resultado, al menos hasta acá, es que, año tras año, las grandes potencias evitaron importar combustibles al reemplazarlos con renovables. China evitó importar cerca de 87 exajulios en los últimos cinco años, una cantidad mayor que el consumo energético total de Europa en 2024. Europa y Estados Unidos también se beneficiaron en este tiempo: Europa dejó de importar unos 63 exajulios y Estados Unidos unos 34.

¿Cuál es el otro lado de la moneda? Que la competencia estratégica y la conflictividad geopolítica están desviando la atención lejos del imperativo climático. Tomando datos del primer semestre de 2025, Fernando Martín Espejo, del Global Trade Alert, señala que algo se está quebrando en el consenso verde de Occidente. Los datos del New Industrial Policy Observatory (NIPO) muestran que, en lo que va de 2025, las economías occidentales han pisado el freno en políticas industriales orientadas a la transición climática. Donde antes dominaban términos como “hidrógeno”, “eólica” o “vehículos eléctricos”, hoy mandan otros dos: seguridad nacional y geopolítica.

Las cifras son elocuentes: sólo 34 medidas industriales verdes en Occidente entre enero y junio de 2025, casi la mitad de las 62 registradas en el mismo período de 2024. Mientras tanto, el volumen total de políticas industriales se mantiene alto. No es que los gobiernos hagan menos política industrial; simplemente están redireccionando prioridades.

La tendencia es clara: en 2023-2024, sólo el 22% de las políticas industriales en Occidente se justificaban por motivos geopolíticos o de seguridad. Hoy, esa proporción se disparó al 54 %. En cambio, las medidas motivadas por objetivos climáticos cayeron al 15 %, superadas incluso por las enfocadas en competitividad económica.

No todo el mundo está en la misma página. Los países no occidentales, aunque también sienten el tirón de la seguridad nacional, no han recortado tanto sus políticas climáticas. Más bien al contrario: pasaron de dedicar un 13 % a objetivos verdes a un 20 %. Para ellos, la transición verde sigue siendo una oportunidad estratégica.

¿El riesgo? Una agenda climática mundial cada vez más fragmentada. Si cada país prioriza sus intereses geopolíticos, los proyectos verdes pierden escala, se diluye la coordinación y la transición energética global podría ralentizarse. En suma, el clima empieza a perder terreno en el tablero industrial occidental. Y eso, en un mundo cada vez más geopolítico, es una señal preocupante.

ESCRITORIO

Trump’s European Revolution es un policy brief del European Council on Foreign Relations (ECFR) de la semana pasada, basado en una encuesta a 16.440 europeos (mayo 2025, 12 países) que examina cómo la reelección de Donald Trump está redefiniendo no solo la política estadounidense, sino también las identidades políticas y las actitudes geopolíticas en Europa .

Entre los hallazgos más notables:

  • Transformación de los partidos políticos. La extrema derecha europea se ve cada vez más como la vanguardia de un proyecto “revolucionario” alineado con Trump, mientras que partidos tradicionalmente centristas se reinventan como nuevos “soberanistas” europeos dispuestos a defender su autonomía frente a Washington .
  • De proyecto de paz a proyecto de guerra. Una mayoría significativa de encuestados apoya aumentar el gasto en defensa, reintroducir la conscripción y desarrollar disuasivos nucleares propios; y aún estarían dispuestos a seguir apoyando a Ucrania si Estados Unidos los abandona .
  • Paradojas europeas. Aunque casi todos ven la elección de Trump como “mala” para Estados Unidos, sus propios países y la paz mundial (mayorías absolutas en Dinamarca, Alemania, Portugal, España, Suiza y Reino Unido) , mantienen una relativa confianza en la fiabilidad de las garantías de seguridad estadounidenses y en que Estados Unidos volverá tras el mandato de Trump. Al mismo tiempo, dudan de que Europa pueda alcanzar la autonomía estratégica a tiempo y optan por “comprar tiempo” mediante apoyo a Ucrania como sustituto de tropas estadounidenses. 
  • La diagonal partidaria. Si mirás el gráfico de abajo, vas a ver una diagonal que organiza a los partidos a partir de dos dimensiones: creencias de que el sistema político de Estados Unidos (no) funciona bien y creencias de que Trump (no) es bueno para sus ciudadanos. Hay dos cuadrantes casi vacíos: pensar que el sistema está roto pero Trump es bueno para los ciudadanos y pensar que el sistema funciona y Trump es malo para los ciudadanos. Los partidos de derecha extrema creen, básicamente, que todo está bien en Estados Unidos, tanto el sistema como su liderazgo. Los partidos, en cambio, coinciden en señalar lo disfuncional que es el sistema político como su líder. 

Federico Merke

Represas de Santa Cruz: el gobierno negocia reactivar solo una de las dos

La construcción de las represas comenzó en 2015. Debían estar terminadas en 5 años y medio, pero luego de una década se construyó menos del 30% y hace casi dos años que la obra está parada por reclamos cruzados entre los contratistas y el Estado. EconoJournal confirmó con fuentes oficiales y privadas que la intención del gobierno de Milei es reactivar al menos la central Jorge Cepernic, la obra más chica del complejo y la que tiene el mayor grado de avance, pero la negociación continúa empantanada. La historia de un proyecto accidentado donde todos se desconfían.

“La maravilla de la política consiste en convertir en obras concretas lo que siempre fueron sueños”, aseguró Cristina Fernández Kirchner el 4 de febrero de 2015 en Beijing cuando firmó la orden de inicio para la construcción de las represas de Santa Cruz. El plan preveía que ambas estuviesen terminadas en cinco años y medio, pero luego de una década se construyó menos del 30% y hace casi dos años que la obra está parada por reclamos cruzados entre los contratistas y el Estado. Fuentes oficiales y privadas confirmaron que la intención del gobierno de Milei es reactivar al menos la central Jorge Cepernic (ex La Barrancosa), la obra más chica del complejo y la que tiene el mayor grado de avance, pero la negociación continúa empantanada.

Las diferencias

La Unión Transitoria de Empresas (UTE) que integran la china GezhoubaEling (ex Electroingeniería) e Hidrocuyo detuvo la construcción en noviembre de 2023 porque el gobierno de Alberto Fernández había dejado de pagar certificados de obra y porque el Estado acumula una deuda con el consorcio que, según fuentes cercanas a la UTE, llega a los 400 millones de dólares.

El gobierno de Milei retomó esa negociación, pero luego de un año y medio siguen sin ponerse de acuerdo en ninguno de los dos puntos. Con respecto al pago de los certificados de avance de obra, la posición oficial es que no se pagan porque dejaron de llegar fondos del crédito chino. En el informe presentado el jueves pasado en el Senado, el jefe de Gabinete Guillermo Francos sostuvo que “las solicitudes de desembolso deben ser efectuadas por el contratista, y no ha presentado solicitudes de nuevos desembolsos desde el 16 de diciembre del 2022”.

Cerca de la UTE, en cambio, afirman que “los fondos no deben ser pedidos por las empresas porque el cliente del crédito es el Estado nacional”. Fuentes oficiales insisten en que no tienen problema en viabilizar esa solicitud, pero remarcan que el año pasado los privados no quisieron firmar ese pedido. “Lo que sucede es que, para pedir ese desembolso, tanto Enarsa como las contratistas tienen que firmar un documento en el que le dicen al banco que no hay ningún problema contractual y los problemas contractuales existen”, responden cerca de la UTE.

Ahí es donde aparece el segundo punto de conflicto. Los privados dicen que para poder hacer el pedido de los fondos tiene que estar normalizado el contrato, lo que incluye un acuerdo sobre cómo el Estado va a saldar la deuda de US$ 400 millones. Eso es lo que debería incluir la adenda XII del contrato, pero esa adenda no se firma porque no hay acuerdo sobre el monto de la deuda.

Fuentes del gobierno nacional vienen sosteniendo desde el inicio que la cifra que reclama la UTE está inflada y en la administración de Santa Cruz, que encabeza Claudio Vidal, coinciden con que la UTE está floja de papeles en ese punto. Enarsa cumple un rol central de comitente, supervisor técnico y coordinador institucional en la construcción del complejo hidroeléctrico.

Antes de que la obra se frenara, la UTE tenía empleados a 2858 trabajadores, pero a comienzos de 2024 el consorcio despidió prácticamente a todos y en la actualidad solo quedan 120 personas, entre los que se encuentra el personal abocado al cuidado de los activos.

Historia accidentada

La construcción de las represas tuvo problemas prácticamente desde su inicio. En diciembre de 2016, la Corte Suprema de Justicia ordenó suspender las obras hasta que se realizara un estudio de impacto ambiental y una audiencia pública. En medio de ese proceso el gobierno de Mauricio Macri rediseñó el proyecto reduciendo su potencia y la cota de embalse. A fines de 2017 se reactivó el emprendimiento, pero un año después se produjo una grieta de unos veinte metros por un desplazamiento de tierra en uno de los taludes de contención del vertedero de la central más grande, lo que obligó a un rediseño del proyecto, con el consiguiente encarecimiento de la obra. Ese hecho provocó enormes dudas sobre la capacidad técnica con la que se estaban realizando los trabajos. En marzo de 2020 se sumó el freno por la pandemia, lo que encareció todavía más los costos. Finalmente, en noviembre de 2023 la contratista detuvo las obras por falta de presupuesto.

Las represas tuvieron problemas hasta con el nombre. En la primera y en la segunda licitación que se iniciaron en 2007 y 2010, ambas frustradas, se las conocía como Condor Cliff y La Barrancosa, pero en la licitación de 2012, se las renombró como Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Durante la administración de Macri, les volvieron a poner el nombre anterior, pero en junio de 2021 el gobierno de Alberto Fernández las bautizó una vez más como Kirchner y Cepernic. Lo cierto es que con ninguno de esos nombres la construcción logró despegar.

Según el informe que presentó Francos el jueves pasado en el Senado, de los US$ 4750 millones previstos en el convenio de financiamiento firmado en 2014 con un consorcio de bancos chinos hasta el momento se desembolsaron US$ 1850 millones, casi el 40%, pero el grado de avance en la construcción de la represa Néstor Kirchner, la más grande, es de solo 19%, mientras que en el caso de Jorge Cepernic llega al 46%. “Resultaría más efectivo concentrar los recursos y la inversión en avanzar primero con la represa Jorge Cepernic mientras se generan las condiciones técnicas y económicas para el reinicio de la otra represa Néstor Kirchner en una etapa posterior”, reconoció Francos en su informe.

La central Cepernic representa un tercio de la obra total, las tres turbinas Kaplan de 120 MW que requiere ya se construyeron a medida tomando en cuenta el salto hidráulico y el caudal del río Santa Cruz (dos están en Argentina y la tercera en China) y, a diferencia de la represa Néstor Kirchner, no tuvo ningún problema de desplazamiento de suelo. Por eso el gobierno quiere al menos terminar esa construcción, pero las diferencias en torno a la deuda que reclaman los privados sigue trabando todo. La intención es lograr un acuerdo antes de septiembre, que es cuando termina la veda de invierno y podrían retomarse las actividades, aunque no es fácil porque es una negociación en la que todos se desconfían.

Relación tensa entre socios

Fernández de Kirchner le adjudicó la construcción del complejo hidroeléctrico en agosto de 2013 a un consorcio encabezado por la firma china Gezhouba, del que formaba parte Electroingeniería, empresa cordobesa que obtuvo múltiples contratos de obra pública durante el kirchnerismo y que terminó con sus dos principales accionistas, Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta, procesados por el delito de cohecho en la causa conocida como “Los cuadernos de las coimas”. Cerca de la compañía sostienen que todas esas adjudicaciones fueron por licitación pública y remarcan que, a diferencia de otros empresarios involucrados en la causa, Ferreyra y Acosta nunca reconocieron el pago de coimas.

La empresa luego cambió su nombre por Eling y fuentes cercanas a la firma aseguran que sus dueños también cambiaron. “En 2018 Ferreyra y Acosta pidieron licencia a su cargo de presidente y vicepresidente y tomaron el liderazgo Juan Manuel Pereyra y Carlos Bergoglio hijo, quienes eran directores de Finanzas y de Ingeniería y pasaron a ser presidente y vicepresidente, respectivamente. A su vez, en 2022 se termina de concretar la salida completa de Gerardo Ferreyra y su familia de la compañía. Desde entonces, las acciones quedaron en poder de Juan Manuel PereyraCarlos Bergoglio hijo y los hijos de Osvaldo Acosta, en partes iguales”.

Sin embargo, tanto en el gobierno nacional como en el gobierno de Santa Cruz que conduce Claudio Vidal creen que el cambio de nombre y de accionistas fue principalmente cosmético. Argumentan que hay vínculos muy estrechos entre los viejos y los nuevos accionistas no solo porque los hijos de Acosta permanecen sino porque Pereyra ingresó en el área de finanzas de Electroingeniería en 1999 y fue escalando hasta convertirse en presidente luego de la detención de Acosta, mientras que Carlos Bergoglio es el hijo del ejecutivo homónimo, fallecido en 2024, que se desempeñó como director de Relaciones Institucionales y vocero de la empresa hasta que se jubiló en 2015. Por su cercanía al kirchnerismo, el gobierno nacional y en la gobernación santacruceña le tienen una profunda desconfianza a ese socio local. Incluso fuentes oficiales dejaron trascender que la relación entre Eling y Gezhouba no es buena por una deuda millonaria que la firma argentina mantiene con su socio asiático. No obstante, cerca de la compañía argentina negaron que Eling tengan una deuda con Gezhouba.

El vínculo del gobierno nacional con China tampoco es de lo más fluido. “Nosotros no hacemos pactos con comunistas”, respondió Milei en agosto de 2023 cuando el periodista Juan Pablo Spinetto de Bloomberg News le preguntó durante la campaña electoral sobre cómo iba a ser la relación con el gigante asiático si ganaba las elecciones. Una vez electo suavizó su postura. En septiembre del año pasado declaró que “China es un socio comercial muy interesante”. “No exigen nada, lo único que piden es que no les molesten”, sostuvo. Además, en noviembre se reunió con Xi Jinping en el G20 para acordar la renovación de swap de monedas. Ese giro del presidente hace prever que no debería haber inconvenientes para negociar la adenda XII, aunque el alineamiento de Milei con Estados Unidos y las presiones del gobierno de Donald Trump para que China no pise fuerte en la región generan dudas sobre la verdadera voluntad de un acuerdo

“Más allá de que existen conversaciones con el contratista, cabe señalar que no existe un deber de suscribir una enmienda al contrato. Una eventual adenda dependerá de la evaluación sobre el interés público en suscribirla”, se limitó a responder Francos en el informe enviado al Senado.

Todas las fuentes consultadas coincidieron en que las negociaciones continúan y se busca alcanzar un acuerdo, pero al mismo tiempo remarcan que esa negociación ya lleva un año y medio y no puede extenderse indefinidamente. “Si la negociación fracasa, la opción es poner fin a esta parte del acuerdo país-país, dejar sin efecto el contrato, accionar legalmente, volver a licitar la obra y buscar financiamiento para finalizar la construcción”, concluyó una de las fuentes.

Fernando Krakowiak

Grok ahora dice como sería un Pulqui II 2025 «hecho en Argentina». Le discute AgendAR

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El Pulqui II original, diseñado por Kurt Tank e ingenieros argentinos en la década de 1950fue un proyecto aeronáutico pionero en Argentina y el primer caza a reacción de la región. Sin embargo, los rápidos avances tecnológicos de la época lo dejaron obsoleto y su producción se detuvo tras cambios políticos y económicos. Solo se construyeron cinco prototipos. Ahora, la inteligencia artificial nos permite ver cómo sería un modelo 2025 “hecho en Argentina”.

Aquel Pulqui II original era un caza a reacción monomotor con alas en flecha, propulsado por un motor Rolls-Royce Nene II, que alcanzaba velocidades de hasta 1080 km/h en picado y estaba diseñado como interceptor subsónico. Contaba con cola en T, cabina presurizada y estructura metálica, pero enfrentaba desafíos como un alcance limitado, la falta de asiento eyectable y un empuje insuficiente para el vuelo supersónico.

La producción se interrumpió tras el golpe de Estado de 1955 y la posterior decisión de adquirir aviones F-86 Sabre estadounidenses. Ahora, según planteó la Inteligencia artificial Grok: “El nuevo Pulqui II no sería una simple réplica, sino un caza ligero y multifunción o un entrenador avanzado, reflejando la experiencia aeroespacial actual del país y sus limitaciones presupuestarias”.

Del mismo modo, el chatbot de la red social X imaginó que el nuevo caza “fusionaría la herencia de su diseño original con las innovaciones más recientes en aerodinámica y construcción”. “La tecnología a bordo del Pulqui II moderno lo pondría a la par de los cazas ligeros más avanzados del mundo”, completó la IA antes de enumerar varios detalles su fabricación:

  • Fuselaje y Aerodinámica:
    • Configuración: Adoptaría un diseño monomotor de ala baja con aerodinámica avanzada. Las alas en flecha originales de 40° podrían evolucionar hacia una configuración delta o delta compuesta para una maniobrabilidad superior y un alto ángulo de ataque.
    • Materiales: Se haría un uso extensivo de compuestos (fibra de carbono, fibra de vidrio) y aleaciones de titanio para reducir significativamente el peso y aumentar la durabilidad, a diferencia de la construcción totalmente metálica del modelo original. Esto mejoraría el consumo de combustible y la integridad estructural.
    • Sigilo Parcial: Aunque no sería un avión totalmente sigiloso como el F-35, un Pulqui II moderno podría incorporar características de sigilo parcial, como compartimentos de armas internos y diseños de antenas conformes, para reducir su detectabilidad.
  • Cabina Digital: Una cabina de cristal con pantallas multifunción (MFD), pantalla de visualización frontal (HUD) y sistemas de visualización montados en el casco para una percepción de la situación superior. Se podrían integrar controles activados por voz y toma de decisiones asistida por IA.
  • Radar y Sensores: Equiparía un radar de matriz activa de barrido electrónico (AESA), como una versión reducida del Leonardo Raven ES-05, para una detección y seguimiento de objetivos superiores. Los sistemas electroópticos/infrarrojos (EO/IR) apoyarían las misiones de ataque terrestre.

Guerra Centrada en Red: Contaría con sistemas de enlace de datos compatibles con los estándares de la OTAN (Link 16) para la interoperabilidad con fuerzas aliadas, permitiendo compartir datos en tiempo real.

En tanto, la Inteligencia artificial indicó que el motor del nuevo Pulqui II sería “la clave para alcanzar un rendimiento muy superior al de su predecesor, permitiendo vuelo supersónico sostenido”. “Ofrecería un mejor consumo de combustible específico, abordando el alcance limitado del Pulqui II original. La adición de tanques de combustible externos o conformados podría ampliar aún más su radio de acción”, completó Grok.

  • Motor Moderno: Estaría impulsado por un motor de turbofán moderno, como el General Electric F414 (utilizado en el F/A-18 Super Hornet) o un derivado del Eurojet EJ200 (del Eurofighter Typhoon), que proporcionarían entre 20.000 y 22.000 lbf de empuje. Esto le permitiría alcanzar velocidades supersónicas (Mach 1.5-2.0) y, posiblemente, capacidad de supercrucero (vuelo supersónico sostenido sin postcombustión).

Vectorización de Empuje (Opcional): Podría integrar toberas vectorizadoras de empuje para una mayor agilidad, especialmente en misiones de superioridad aérea, aunque esto implicaría un aumento de costos.

En tanto, la Inteligencia artificial indicó que el motor del nuevo Pulqui II sería “la clave para alcanzar un rendimiento muy superior al de su predecesor, permitiendo vuelo supersónico sostenido”. “Ofrecería un mejor consumo de combustible específico, abordando el alcance limitado del Pulqui II original. La adición de tanques de combustible externos o conformados podría ampliar aún más su radio de acción”, completó Grok.

  • Motor Moderno: Estaría impulsado por un motor de turbofán moderno, como el General Electric F414 (utilizado en el F/A-18 Super Hornet) o un derivado del Eurojet EJ200 (del Eurofighter Typhoon), que proporcionarían entre 20.000 y 22.000 lbf de empuje. Esto le permitiría alcanzar velocidades supersónicas (Mach 1.5-2.0) y, posiblemente, capacidad de supercrucero (vuelo supersónico sostenido sin postcombustión).
  • Vectorización de Empuje (Opcional): Podría integrar toberas vectorizadoras de empuje para una mayor agilidad, especialmente en misiones de superioridad aérea, aunque esto implicaría un aumento de costos.
Así sería el el caza Pulqui II modelo 2025 “hecho en Argentina”, según la Inteligencia artificial Grok
  • Velocidad: Una velocidad máxima de Mach 1.8-2.0, con capacidad de supercrucero a Mach 1.2-1.4.
  • Autonomía: Aproximadamente 2.500-3.000 km con tanques externos, una mejora sustancial respecto a la limitada autonomía del original.
  • Techo de Vuelo: De 15.000-18.000 metros, superando los 13.500 metros del modelo original.
  • Maniobrabilidad: Capacidad de 9G con controles fly-by-wire para una agilidad excepcional.

Armamento del Pulqui II modelo 2025, según Inteligencia artificial

Por otra parte, el chatbot completó que el nuevo Pulqui II estaría diseñado para ser un verdadero «cuchillo suizo» en el aire, capaz de llevar una amplia gama de armamento. Una combinación de municiones aire-aire y aire-tierra, que incluirían:

  • Misiles guiados por infrarrojos de corto alcance (ej. AIM-9X Sidewinder o Diehl IRIS-T).
  • Misiles más allá del alcance visual (ej. MBDA Meteor o AIM-120 AMRAAM).
  • Municiones guiadas de precisión (ej. JDAM, SDB) para ataques terrestres.
  • Un cañón interno de 20 mm o 30 mm para enfrentamientos a corta distancia.
  • Modularidad: Contaría con bahías de armas modulares y puntos duros (4 a 6 estaciones subalares) para acomodar varias cargas útiles, incluyendo misiles antibuque o armas de separación, en línea con sus capacidades multifunción.

Comentario de AgendAR:

Los errores de diseńo en que incurre Grok son interesantes. Grok piensa que el Nuevo Pulqui 2 sería un refrito del F-16 con ala delta. Dado que el Pulqui 2 fue discontinuado en 1956 y la Fábrica Militar de Aviones también, al menos como diseñadora de jets de combate, no existe un linaje de Pulquis derivados del diseño original de Kurt Tank.

En suma, no sabemos cómo sería un Pulqui hoy, porque ni el país ni la fábrica en que nació son lo mismo.

El diseño y construcción de cazas es cosa de países ricos, con una tradición, o al menos una vocación industrial y una base de recursos humanos muy calificados. Entre 1940 y 1955 la Argentina pudo ser eso: la industria sustitutiva nos sacó del rol de «granero del mundo» y nos volvió brevemente la ferretería industrial del Cono Sur.

Argentina había sido pionera regional en aeronáutica, con la fundación de la Fábrica Militar de Aviones en 1927. Hasta 1943, esta planta tuvo un rol un poco vegetativo: fabricó mayormente bajo licencia y en series reducidas unos 15 aparatos monomotores. Estábamos lejísimos de ser una eminencia aeronáutica, pero fuimos ganando en talleres, reparaciones, y en construir una cadena de proveedores y buena mano de obra especializada.

1943 es un año liminar: la fábrica presentó sus dos primeros (y únicos, y últimos) ejemplos de motorización local: los pistoneros radiales «El Indio» y «El Gaucho». Ahí ya hay una decisión implícita de llevar las cosas a otro nivel. El almácigo estaba listo para ser plantado.

1943 es también un momento en el que queda claro quiénes van a perder la guerra, y algunos empíezan a hacer discretamente las valijas. La Argentina terminó siendo una buena pista de aterrizaje para cantidad de ingenieros aeronáuticos europeos como el citado Tank, los hermanos Hórten, el polaco Riczard Dyballa y el marqués Cesare Pallavicini, y siguen las firmas.

No venían solos. Cada cual traía casi casi completos sus equipos expertos fogueados en aviación militar práctica. Tank, de hecho, desde 1941 hasta 1945 podía jactarse de haber diseñado el mejor caza de toda la Segunda Guerra, el Focke Wulf 190, con todas sus derivaciones. De la noche a la mañana nos quedamos con la crema de la aeronáutica del viejo continente, y con chequera para bancarla.

Es decir que el Pulqui 2 no salió de un repollo. Se vino a la Argentina en la cabeza de Kurt Tank y sus casi 60 expertos con el nombre de Ta-183 Huckebein («Cuervo»), quizás el caza más feo de la 2da Guerra. Nunca llegó a construirse. Habría sido un interceptor de corta autonomía y trepada muy rápida: exactamente lo que necesitaba una Alemania con territorio decreciente, el Ejército Rojo a la puertas, y bajo bombardeo 24×7 por parte de los Aliados Occidentales.

Entre la fealdad del Huckebein y la belleza clásica del Pulqui 2 no hay una crisis estética de Tank. Lo que entiende el alemán es que en un país de 2,74 millones de km2, que sólo ha producido dos motores pistoneros, y con tres o cuatro pistas aéreas pavimentadas, hay que hacer otra cosa muy diferente de un interceptor. Y como Inglaterra avisó que sólo pagaría su deuda de guerra no en plata sino en especies, Perón, que tuvo que optar entre no cobrar nada o bancarse chatarra de descarte como los Gloster Meteor, aprovechó para sacarle al gobierno laborista de Clement Attlee los planos y la capacitación para construir las turbinas Rolls Royce Nene.

Tipo acostumbrado a arreglárselas con lo que hay, Tank acomodó la Nene, que como toda turbina de flujo radial es tan aerodinámica como un barrilito, en un fuselaje mucho más largo que el del Huckebein. En este país donde las distancias entre A y B son generalmente enormes, es el modo de alojar unos tanques de combustible importantes, que permitan al menos volar desde Córdoba a Capital ida y vuelta.

Un poco sin darse cuenta, Tank estaba transformando su interceptor Huckebein en un caza más moderno, apto para escolta y ataque a tierra, casi un multirrol. Y como aquí había que operar desde pistas de polvo, o de pasto si había suerte, el alemán le metió al avión resultante un tren de aterrizaje muy robusto, presionado por los ingenieros aeronáuticos argentinos Norberto Morchio y Humberto Ricciardi.

En suma, el país, su geografía y su historia rediseñaron al Huckebein y lo volvieron un animal enteramente distinto. Lo que retuvo fue las alas en flecha, el extraño empenaje en forma de T, con un timón de deriva enorme, y el tren de aterrizaje tipo triciclo, con rueda frontal.

Muy pocos diseños aeronáuticos soportan el paso del tiempo sin cambios drásticos de función y forma, y esos se vuelven clásicos. Un transporte militar Hércules sigue hoy sigue siendo muy parecido al modelo de 1954, pese a las diferencias de motorización y aviónica. Mantener el nombre durante más de 70 años no es simplemente una viveza comercial.

Otra cosa es resucitar nombres viejos gloriosos para ponérselos a aviones nuevos con los que no hay nada en común, como el caso de los cazas Grumman para portaaviones de la 2da Guerra y los de los años ’70. Es el caso del Tomcat. El primer Tomcat es fue un pistonero radial, tosco como un arado y feo como un forúnculo, pero resistente a todo tipo de daños. Sus pilotos lo llamaban «el tanque de aluminio». El segundo Tomcat es el que vimos en Top Gun, con una ingeniería complejísima, que incluía un ala de geometría variable.

Lo que hay de común entre el primero y el segundo Tomcat es que la fábrica y el país siguen siendo los mismos, y ambos mantienen una herencia tecnológica, científica e industrialista. Obviamente no es el caso de la Fábrica Argentina de Aviones, con más muertes en el debe que resucitamientos en el haber, y tampoco el de la Argentina.

El Pulqui que nos regala Grok es bonito, pero probablemente no lograría despegar, y si lo hiciera, sería difícil que aterrice. Es una suma de errores de diseño, y no tiene absolutamente ningún parentesco técnico con nuestro Pulqui 2.

En plan de política-ficción, se puede especular con qué evolución hubiera tenido el Pulqui si Perón cumplía con su segundo mandato de gobierno hasta 1957, como mandaba la Constitución. Podrían haberle sucedido varias cosas: la primera es la radarización, con un radomo cónico sobre la toma de aire frontal, más o menos como la que desarrolló la Fiat para hacer su propia versión del Sabre F-86, el G-91, que fue mucho mejor que el Sabre porque los italianos le sacaron algunas toneladas de cosas superfluas.

Como en nuestro país habría sido difícil sacar un radar en serio de la galera, bajo ese radomo al menos habría podido caber un radar de tiro para cañones. Ponerle un radar de barrido mecánico habría sido posible: teníamos una industria electrónica bastante buena, en los ’50 y ’60. Pero un radar imaginario argento habría tenido una sección frontal bastante grande, de modo que la toma de aire frontal probablemente habría dado lugar a dos tomas laterales. Es lo que hizo Tank en la India, con su segundo jet de combate, el HAL Marut.

El fuselaje del Pulqui se habría alargado y afinado al medio, en búsqueda de aumentar la capacidad de combustible y disminuir la resistencia aerodinámica. Son evoluciones previsibles, ya que las que siguieron los cazas monomotores estadounidenses, británicos, franceses y soviéticos.

En los ’60 y los ’70, los interceptores dejaron de ser interceptores y se volvieron aviones de superioridad aérea. Su misión ya no era defender un territorio y derribar bombarderos atacantes cayéndoles desde arriba, sino dominar el aire de un lugar determinado y durante un tiempo determinado. Los cañones dejaron de ser el arma principal: la aparición de los misiles aire-aire guiados por infrarrojo hizo más raro el «dogfight», la pelea giratoria entre cazas a distancia visual.

La mejora de los sistemas de guiado y de propulsión de los misiles hizo que los contendientes pudieran agredirse a distancias de decenas de kilómetros y sin haberse visto jamás, y obligó a los pilotos a desarrollar habilidades nuevas y diferentes a las de la acrobacia aérea. Y eso a su vez generó diferencias en el diseño estructural de los aviones: si no llevabas suficientes misiles, tus limitaciones en misión ya no pasarían por la cantidad de combustible, sino también por tu armamento disponible.

El ser muy supersónico, es decir superar el Mach 2, dejó de ser relevante. Por mucho que te apures, un misil, no importa si disparado desde el aire o la superficie, va a ir más rápido que tu avión. Andá pensando en contramedidas físicas, como las bengalas o el chaff, o en defensas electrónicas que confundan al misil o al que lo dispara. O date por muerto.

Si la Argentina hubiera conservado su industrialismo y la Fábrica Militar de Aviones su identidad, el Pulqui probablemente habría llegado al centenar de aparatos (los que figuraban en planes de la Fuerza Aérea en 1945). Tank habría podido dedicarse a los puntos flojos: mejorar la estabilidad en vuelo lento de su criatura, y su capacidad de llevar cargas «desprendibles», ya se tratara de tanques suplementarios, de bombas bobas o de misiles aire-tierra, aire-mar o aire-aire.

¿Habría sido exportable el Pulqui 2? Joder, en 1956 ya lo era de sobra. Teníamos más de 300 pedidos por Pakistán y Holanda. Hasta la Lockheed, que no había podido presentar un caza decente desde los años ’40, se lo quería llevar «bajo licencia».

¿La exportación habría asegurado el destino de la fábrica y la marca? Eso es especular demasiado. A medida que el mundo bélico iba reduciéndose a una riña por intermediarios entre EEUU y la URSS, los grandes fabricantes de cazas de Europa entraron a quebrar uno tras otro, y el que no quebró se fusionó, es decir, se lo comieron vivo. Haga la prueba y pregunte por Hawker, por Supermarine, por Gloster, por Aermacchi, por Fokker, por Douglas, y siguen los nombres. ¿Quién los conoce, hoy?

Los cazas son animales caros de crear y de mantener. En los ’80, los únicos PBI que podían mantener un stud diversificado de aviones de superioridad aérea y de intercepción eran los EEUU y la URSS, ya un poco un mundo de Lockheeds contra MiGs. Las subpotencias miraban el duelo desde afuera, con sus Dassault y sus Saab.

Los que no quieren morir en la ultraespecialización apelan al diseño multirrol. Tank quizás se habría adelantado a la idea francesa y sueca de un ala delta muy rápida, pero combinada con un par de canards al frente. Los canards pueden tener distintas funciones, pero la principal suele ser la generación de vórtices de baja presión sobre el extradós alar. Eso garantiza mayor sustento alar en maniobra escarpada y/o lenta.

Es bastante probable que el Pulqui 3, de existir, se pareciera un poco al Laví israelí, y bastante más al Saab Gripen sueco. Subrayo el «de existir», porque lo propio de nuestra época es el «derribo en tierra». Sin pilotos ni misiles y usando únicamente chantaje diplomático, la Lockheed logró que el IAI Laví se cancelara tras sólo fabricarse tres prototipos: no era cuestión de complicarle el mercado al F-16 Viper, y el Lavi lo habría hecho. Era mejor.

Los chinos, a la sazón amigos de Israel, se lo compraron sin papeles y tal es el origen del J-10C, el caza monomotor más numeroso de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China. Como analista de tendencias, Grok no parece un árbitro imparcial: se le escapa la otra mitad del mundo.

Si hay que guiarse por los puros números, el caza más fabricado de estos días es el J-10, con alrededor de 50 fabricados cada año por Chengdu Aicraft Corporation. ¿Se parece en algo al Pulqui 3 Grok? Ni ahí. Grok, se te vive escapando la tortuga.

El único mundo más inmisericorde que el aeronáutico es el de la motorización aeronáutica. El proyecto Pulqui 2 tenía sentido porque la Argentina podía fabricar TODO el avión, incluida la turbina. Para ello, había firmado una transferencia de tecnología con Rolls Royce para poner dos plantas: una para fabricar el modelo Avon, y otra para el Nene, algo más poderosa.

De esa fábrica no queda ni el recuerdo.

Lo digo en forma literal. La Argentina es un país experto en hacer desaparecer personas, sindicatos y ramas enteras de la producción, pero sigo sin entender por qué los nostálgicos se olvidan de que tuvimos una fábrica de turbinas. Como las aviones son lindos e icónicos y las turbinas no, rememoran las grandezas del Pulqui 2, denostan la prosapia del brigadier general Heriberto Ahrens, aquel olvidable gorra cuyo mayor mérito como aviador fue cancelar aquel programa, y se ajustan a su ritual de viudas.

Përo incluso los más tangueros se olvidan de que en 1954 estábamos testeando las primeras Nene. Que es lo que cuenta.

Onda, que puedo tener el mejor carro del mundo, pero mejor que no me falte el caballo. Tengo amigos repletos de cultura aeronáutica, capaces de diferenciar un remache de Gloster Meteor de otro de un Mirage III, que niegan que alguna vez esa planta haya existido. También tengo un amigo que trabajó en ella a los 15 años.

Redondeando, si el Pulqui 2 hubiera sobrevivido al golpe de estado de 1955, se habría quedado rápidamente sin motores. Entre 1950 y 1953, las turbinas de flujo radial, como las que propulsaban el feroz MiG 15, habían llegado a su límite. No podían mejorarse, se habían vuelto una vía muerta, en el sentido tecnológico.

Dato interesante, el MiG 15 usaba una turbina Klimov, hecha por ingeniería inversa de la Rolls Royce Nene.

El futuro lo tendrían las turbinas de flujo axial, entre muchas causas por su menor sección frontal. Pero cuando la fábrica cordobesa de las Nene fue rasqueteada hasta de las memorias, eso no era siquiera previsible. Cuantimás después de que el MiG 15 probara ser el caza más letal de la guerra de Corea entre 1950 y 1952.

Dato interesante, el MiG-15 fue hecho a partir de planos del Huckebein de Kurt Tank, de ahí su enorme parecido.

Grok se autodenomina un buscador potenciado por inteligencia artificial que trata de ser imparcial y objetivo, pero lo dicho: se le escapa la otra mitad del planeta.

El radar de nuestro Pulqui imaginario sería un AESA hecho por INVAP. ¿Para qué usar un Thomson o un Galileo si tenemos prestaciones equivalentes, menor precio y repuestos, service y garantía locales? Lo bueno de tener un caza POCO multinacional por sistemas es que es todo tuyo, y podés elegir tus guerras.

Ya que estás ahí, Grok, desconfío de esa toma gigante en el dorso de la popa: queda justo detrás de la cabina burbuja, y esta generaría turbulencias en el aire ingerido por la turbina. Esto provocaría fácilmente «flame out» por inversión de flujo de aire. Eso mató a uno de los pilotos de prueba del Pulqui 2, una parada súbita de turbina a baja altura.

Los misiles y radares no serían necesariamente compatibles con códigos OTAN para operación conjunta con esa alianza, con la que tenemos una disputa por esas islas demasiado famosas. Serían más bien compatibles con armas tanto occidentales, rusas y chinas, todo junto, como la aviónica del caza liviano pakistaní JF-17. Agarrá los libros de historia, Grok. Buscá «Guerra de Malvinas».

Para comprarse un caza, lo que necesita un país es tener plata. Para fabricar caza, lo que necesita un país es tener un país, y la memoria de serlo. Ya no es nuestro caso.

Las inteligencias artificiales a veces son amplificadoras de los prejuicios naturales. Según su visión del Pulqui, Grok es a la inteligencia artificial lo que su dueño, Elon Musk, es a la fabricación automotriz.

El que sea dueño de un Tesla, que pase al estrado y rinda testimonio.

Daniel E. Arias

China o EE.UU.: ¿quién va ganando en América Latina?

El anuncio del presidente de China, Xi Jinping, de una línea de crédito de 9100 millones de dólares, inversiones en infraestructura y exenciones de visado para varios países latinoamericanos fue solo el ejemplo más reciente de cómo China está aprovechando la agenda negativa del presidente Donald Trump en la región.

 Xi hizo estos anuncios durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) el 13 de mayo en Pekín. Allí, presentó a China como el “bueno de la película”, en contraste con los aumentos de aranceles, los recortes de ayuda exterior y las restricciones migratorias impulsadas por Trump.

“No hay ganadores en las guerras arancelarias ni en las guerras comerciales”, dijo Xi en su discurso inaugural ante presidentes como los de Brasil, Colombia, Chile y altos funcionarios de unos 30 países. “Las políticas intimidatorias y hegemónicas solo conducen al autoaislamiento”.

Se refería claramente a los aumentos arancelarios de Trump, así como a sus recortes de ayuda exterior, su ofensiva contra los inmigrantes y su promesa de “retomar el control” del Canal de Panamá.

El nuevo megapréstamo permitirá a las empresas chinas aumentar sus inversiones y su comercio con la región, aseguró Xi.

Además, anunció una política de entrada sin visado para turistas de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay. A partir del 1° de junio, los visitantes de estos países podrán permanecer hasta 30 días en China sin necesidad de visa. Funcionarios chinos señalaron que esta política podría extenderse a otros países latinoamericanos.

China también invitará anualmente a 300 políticos latinoamericanos y caribeños a visitar el país durante los próximos tres años. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, predijo una “década dorada” para las relaciones entre China y América Latina, según informó el South China Morning Post.

En una irónica inversión de roles, el régimen comunista chino es visto ahora por varios países como un defensor del libre comercio y del multilateralismo, mientras que los Estados Unidos de Trump son percibidos como una nación populista que no respeta los acuerdos y practica el nacionalismo económico.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo en su discurso ante la Celac: “El presidente Xi Jinping y yo abogamos por un comercio justo, basado en las normas de la Organización Mundial del Comercio”. Y añadió, en eco de las palabras de Xi: “Las guerras comerciales no tienen ganadores”.

Es cierto que la economía china está creciendo menos que antes y que esta nueva línea de crédito es menos de la mitad de lo que China ofreció en la primera cumbre de la Celac en 2015. Sin embargo, este préstamo permite a China proyectarse como un socio más confiable para la región que Washington.

 Ryan Berg, experto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, me dijo que lo que más le preocupa son las invitaciones de China a 300 políticos latinoamericanos al año para mostrarles el “modelo de gobernanza chino”.

 “¿Qué demonios es eso?”, me preguntó Berg. “Parece un intento de transmitir el mensaje de que la autocracia es un modelo de desarrollo aceptable”.

Lo cierto es que, mientras China anuncia préstamos, inversiones, visas y turismo político, Trump solo proyecta una imagen negativa de América Latina, sin proponer soluciones que beneficien a ambas partes.

 Cuando Trump habla de América Latina, se refiere a crímenes atroces, drogas e inmigración ilegal, en lugar de destacar oportunidades de cooperación.

 Y cuando una periodista le preguntó por América Latina en su primer día de regreso a la Casa Blanca en enero, Trump respondió: “No los necesitamos. Ellos nos necesitan a nosotros”. Pero en realidad, Estados Unidos necesita que América Latina crezca para poder aumentar el comercio, atraer inversiones y reducir la migración.

Para ser justos, la falta de atención de Washington hacia América Latina y la creciente presencia de China comenzaron hace unas dos décadas, mucho antes del primer mandato de Trump.

Pero Trump está empeorando la situación al no presentar ninguna agenda positiva y mostrar públicamente su desprecio por la región. Los chinos, mientras tanto, encantados.

Andrés Oppenheimer

Juicio YPF: el fallo de Preska pretende obligar al Estado argentino a negociar con el fondo Berford

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La jueza Loretta Preska, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, ordenó al Estado argentino transferir las acciones que posee en YPF a los fondos Burford Capital y Eton Park como parte de pago por la expropiación de la petrolera concretada en 2012. El fallo constituye un duro golpe para Argentina y fuerza al gobierno de Javier Milei, que ya anticipó que apelará, a sentarse a negociar, algo que hasta ahora había estado evitando.   

La magistrada había fallado de manera definitiva a favor de ambos fondos en septiembre de 2023 ordenándole al Estado argentino pagar unos US$ 16.000 millones. El gobierno debería haber depositado una garantía durante el proceso de apelación, pero como no lo hizo ahora Preska accedió al pedido de embargo sobre las acciones de la petrolera, en contra de la recomendación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos

Según informes del Administrative Office of the U.S. Courts, organismo central de apoyo administrativo del Poder Judicial de ese país, menos del 10% de los fallos de primera instancia son revertidos en instancias superiores. Por lo tanto, las posibilidades de lograr algo por la vía judicial son extremadamente bajas, lo que obliga al gobierno a tener que negociar con Burford Capital para cancelar su deuda, quien también lleva la demanda de Eton Park.

Este nuevo fallo de Preska llega cuando todavía no se resolvieron las apelaciones por su decisión anterior que se tramitan en la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York. Allí tanto la Argentina como Burford están buscando la revisión del fallo de primera instancia. Los demandantes piden que se incluya a YPF como culpable de la estatización, mientras que el Estado argentino quiere que se revierta la sentencia.

El impacto sobre YPF

Si bien el nuevo fallo de Preska también será apelado, la decisión impacta de lleno sobre YPF. En marzo de 2023, la magistrada había dejado formalmente a la petrolera fuera de la causa al dictaminar que no era responsable de los daños reclamados.

Esa decisión se basó en el razonamiento de que la obligación de lanzar una oferta de compra no correspondía a YPF, sino al Estado argentino, que tomó control de las acciones sin seguir las reglas establecidas en el estatuto de la propia empresa.

Sin embargo, en los hechos ahora YPF vuelve al centro de la escena y a la compañía le será complicando continuar normalmente con sus planes de inversión. Por ese motivo, sus acciones sufrieron una fuerte caída tanto en Nueva York como en Buenos Aires luego de que se conoció la noticia.

Cerca del gobierno destacan que la decisión de Preska es de cumplimiento imposible porque las acciones de YPF que tiene el Estado argentino están registradas en la Caja de Valores de Buenos Aires, no en Estados Unidos. Además, la ley 26.741, que habilitó la expropiación, prohíbe al Gobierno transferir las acciones expropiadas sin la previa aprobación del Congreso. Sin embargo, el daño sobre la petrolera argentina ya está hecho.

Javier Milei junto al presidente de YPF Horacio Marín.

La historia del juicio

El fondo inglés inició en 2015 el litigio contra YPF y el Estado argentino en nombre de las sociedades Petersen Energía y Petersen Energía Inversora, instrumentos radicados en Madrid con los que la familia Eskenazi había comprado el 25,4% de YPF entre 2008 y 2011.

Gracias a un acuerdo que no tenía ninguna racionalidad económica, impulsado por el entonces presidente Néstor Kirchner, los Eskenazi habían financiado la compra de las acciones de YPF con créditos que insólitamente iban cancelando con los dividendos que obtenían de la compañía. Cuando el Estado argentino desembarcó en la firma en 2012, se dejaron de pagar dividendos y los Ezkenazi perdieron sus acciones a manos de los acreedores que le habían prestado el dinero, entre quienes figuraban Credit Suisse, Goldman Sachs, Citi, BNP, Itaú, Standard, Santander e incluso la propia Repsol.

El administrador concursal Luis Armando Betancor, del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid, decidió entonces que la mejor forma de sacar valor del proceso era reclamarle al Estado argentino y a YPF una indemnización. El argumento central era que, cuando el 51% de la firma pasó a manos del Estado argentino, el estatuto societario de la compañía lo obligaba a hacer una oferta pública de adquisición por el 49% restante. Ante la falta de recursos para financiar el juicio, Betancor abrió un concurso y fue Burford Capital quien se terminó quedando con el derecho de litigar.

En el balance anual de 2015, Burford informó a sus accionistas que había sido designado para financiar a los liquidadores de las sociedades Petersen Energía y Petersen Energía Inversora, que quebraron luego de la expropiación, llevando adelante una demanda contra el Estado argentino e YPF en los tribunales de Nueva York. Allí reconoció que “Burford tiene derecho al 70% de la recuperación en el caso de Petersen (del cual Burford deberá pagar gastos significativos)”.

Se supone que el 30% restante de los beneficios quedará para la administración del concurso, la cual debería repartir ese dinero entre los acreedores del Grupo Petersen. No está claro si la familia Ezkenazi también podría percibir algún beneficio. Ellos lo han negado cada vez que tuvieron oportunidad, pero en el gobierno argentino, e incluso en el mundo empresario, hay quienes desconfían de que efectivamente hayan quedado al margen. Incluso se especula con algún tipo de acuerdo privado entre los Ezkenazi y Burford. A su vez, Burford ha ido vendiendo partes de su porcentaje.

Burford financió además la demanda de Eton Park, el tercer mayor accionista de YPF después de Repsol y Petersen en el momento de la expropiación. En su balance anual de 2019 el fondo inglés aseguró que llevaba invertidos US$ 26 millones en los reclamos de Eton Park, “que son esencialmente idénticos a los reclamos de Petersen y siguen el mismo camino de litigio en EE. UU”.

A su vez, reveló que en ese caso había acordado embolsar el 75% de los ingresos que pudieran recuperarse a partir de la demanda. Por lo tanto, se supone que Eton Park se quedará con el 25% restante.

Fernando Krakowiak

El gobierno plantea políticas de defensa y seguridad ante posibles repercusiones del conflicto en Medio Oriente

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El Gobierno del presidente Javier Milei impulsa una estrategia anticipatoria y coordinada para blindar a la Argentina frente a posibles amenazas internacionales derivadas de las tensiones en Medio Oriente entre Irán y Estados Unidos e Israel.

Mientras el mundo observa con creciente preocupación la posibilidad de una escalada militar, el gobierno argentino comenzó a delinear una serie de acciones anticipatorias destinadas a fortalecer la defensa nacional ante eventuales repercusiones globales

Las recientes tensiones entre Irán, Estados Unidos e Israel, sumadas a los antecedentes locales de terrorismo internacional, colocan a Argentina en un lugar de atención estratégica en el escenario regional.

El gobierno argentino comenzó a delinear una serie de acciones anticipatorias destinadas a fortalecer la defensa nacional ante eventuales repercusiones globales.

Seguridad y defensa: una estrategia preventiva y multisectorial

En este sentido, fuentes oficiales confiaron que se han comenzado a activar mecanismos de coordinación entre el Ministerio de Defensa, Seguridad, Cancillería e Inteligencia, siguiendo un enfoque integral y preventivo, en línea con la Ley de Defensa Nacional. El objetivo es claro: anticiparse a cualquier tipo de amenaza directa o indirecta que pudiera derivarse de un conflicto que, aunque lejano geográficamente, podría tener impactos concretos en América Latina y en particular en Argentina.

El enfoque contempla desde el refuerzo de capacidades defensivas tradicionales hasta medidas específicas de contrainteligencia, ciberdefensa y cooperación internacional. La experiencia trágica de los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel en la década del 90’ es un antecedente que sigue marcando las decisiones estratégicas del país en este tipo de escenarios.

Blindaje en puntos sensibles de Argentina

Sin brindar detalles operativos, se confirmó que se están tomando medidas especiales en zonas consideradas críticas, como la Triple Frontera, principales nodos portuarios y aeropuertos, además de misiones diplomáticas extranjeras. También se busca fortalecer las capacidades de reacción inmediata y protección de infraestructura crítica, incluyendo redes de energía, transporte y sistemas satelitales.

En paralelo, las fuerzas de seguridad están incrementando su nivel de alerta y coordinación, especialmente en grandes ciudades como Buenos Aires, Rosario y Córdoba, donde se realizarán simulacros de evacuación y respuesta ante posibles eventos de emergencia.

Diplomacia activa y respaldo internacional

Asimismo, desde la Cancillería, se está impulsando una agenda de reuniones con aliados estratégicos y organismos multilaterales, reforzando la cooperación en materia de defensa y seguridad. También se han iniciado conversaciones con países vecinos para compartir información y establecer protocolos comunes de actuación ante eventuales crisis regionales.

En este sentido, se menciona la posible activación de mecanismos bilaterales con Estados Unidos y otros países del hemisferio occidental, así como instancias regionales de defensa como el Consejo de Seguridad de la ONU o el TIAR, en caso de que la situación internacional lo amerite.

Información sin alarmas, pero con firmeza

Consciente de la sensibilidad del tema, el Ejecutivo está trabajando en una estrategia de comunicación que combine la transparencia institucional con la necesidad de evitar alarmismo. Para ello, se prevé la activación de un comité de voceros oficiales y el monitoreo activo de redes sociales y medios de comunicación, con el objetivo de prevenir la circulación de noticias falsas o campañas de desinformación.

El gobierno nacional está tomando medidas especiales para zonas consideradas críticas, como la planta de Atucha o la Triple Frontera.

Argentina: un país no beligerante, pero con memoria

En esta coyuntura, Argentina no participa en conflictos armados internacionales, pero los antecedentes de ataques terroristas en suelo nacional la colocan en una posición particular de vulnerabilidad

Su condena al terrorismo, su cercanía diplomática con países como Estados Unidos e Israel, y la presencia de comunidades y objetivos potencialmente sensibles, hacen que se tomen recaudos adicionales.

Por lo tanto, desde el Ministerio de Defensa se insiste en que se trata de una “estrategia defensiva, preventiva y soberana”, en cumplimiento del derecho internacional y con pleno respeto a las garantías constitucionales. Sin embargo, el tono es claro: frente a amenazas híbridas y difusas, que van desde el ciberataque al sabotaje urbano, la respuesta debe ser integrada, moderna y decidida.

El futuro se juega hoy

La lectura oficial es que la preparación ante un escenario incierto no puede dejarse para último momento. “Prevenir es defender”, afirman desde el entorno del ministro Luis Petri. Por eso, aunque el país no esté en guerra ni enfrente agresiones directas, se asume con responsabilidad la necesidad de estar listo ante cualquier situación. En definitiva, la historia ha demostrado que la distancia geográfica no siempre protege frente a conflictos globales. En tiempos de interconexión, la mejor defensa empieza mucho antes del primer disparo.

Daniel Esteban

Nuevo gigante cerealero global: la fusión de Bunge y Viterra espera la aprobación de China

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Uno de los mayores operadores del comercio de granos del mundo, Bunge, está a punto de obtener una resolución de los reguladores chinos sobre su compra por US$8200 millones de Viterra. Así lo informó la agencia Reuters.

Se espera un veredicto en los próximos días, según dijo Bloomberg News, que luego mencionó Reuters. La fusión, anunciada inicialmente en 2023, “crearía un gigante global del comercio y procesamiento de cultivos con una escala más cercana a la de sus principales rivales: Archer-Daniels-Midland (ADM. N), y Cargill“. A nivel global Bunge integra el denominado grupo de las grandes ABCD, que incluye a Archer-Daniels-Midland Co., la misma Bunge, Cargill y Louis Dreyfus.

Tanto Bunge como Viterra son firmas que tienen presencia en el comercio agrícola en la Argentina. Son relevantes en la industrialización de soja, como en biodiésel y otros productos, y en la venta al exterior. Vale agregar que en la Argentina Bunge y Viterra formaron parte de los interesados estratégicos en controlar, junto a la cooperativa ACA, a la cerealera Vicentin.

El acuerdo ha obtenido la mayoría de las aprobaciones globales necesarias para la fusión, incluidas las de la UE y Canadá
El acuerdo ha obtenido la mayoría de las aprobaciones globales necesarias para la fusión, incluidas las de la UE y CanadáMarcelo Manera – LA NACION

La aprobación regulatoria en China es uno de los últimos obstáculos restantes para el cierre del acuerdo, según se dijo. Bunge y Viterra informaron a la agencia de noticias, en dos declaraciones separadas y con un texto similar, que las compañías se encontraban en la fase final de la aprobación regulatoria y agradecieron a los funcionarios chinos por el “diálogo constructivo durante todo el proceso de revisión”.

En tanto, el Ministerio de Comercio de China no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Reuters. El acuerdo ha obtenido la mayoría de las aprobaciones globales necesarias para la fusión, incluidas las de la UE y Canadá. El plazo de finalización, inicialmente previsto para mediados de 2024, se ha ampliado en varias ocasiones, y la fecha actual es mañana.

Cuando se anunció la fusión de Bunge y Viterra en junio de 2023, en las compañías dijeron que se crearía una “innovadora empresa global de agronegocios bien posicionada para satisfacer las demandas de mercados cada vez más complejos y servir mejor a los agricultores y clientes finales”.

«Con una red global mejorada, la mayor diversificación de la compañía combinada a través de geografías, ciclos estacionales y cultivos aumentará la opcionalidad en la gestión de riesgos y aumentará la resiliencia”, destacaron.

En esa oportunidad, Greg Heckman, director ejecutivo de Bunge, señaló: “La combinación de Bunge y Viterra acelera significativamente la estrategia de Bunge, basándose en nuestro propósito fundamental de conectar a los agricultores con los consumidores para entregar alimentos, piensos y combustibles esenciales al mundo”.

Añadió: “Nuestras huellas de activos altamente complementarias crearán una red que conecta las regiones de producción más grandes del mundo con áreas de consumo de más rápido crecimiento, mejorando el equilibrio geográfico y la adaptabilidad de nuestras cadenas de valor globales y beneficiando a los agricultores y clientes finales. Con una combinación global diversificada de ganancias en procesamiento, manejo y comercialización, y productos de valor agregado, aumentaremos la resiliencia de nuestra generación de flujo de efectivo”.

Por su parte, David Mattiske, director ejecutivo de Viterra, dijo: “Viterra y Bunge son dos empresas agrícolas líderes. Al combinar nuestras redes de origen, procesamiento y distribución altamente complementarias, estamos mejor posicionados para satisfacer la creciente demanda de los alimentos, piensos y combustibles que ofrecemos”.

Argentina: hacia una economía dual

Los números positivos conviven con otros que encienden luces de alarma sobre el futuro del plan; preocupación en las empresas por la pérdida de rentabilidad y el costo del crédito

¿La actividad sube “como pedo de buzo” (Javier Milei dixit) o el modelo muestra señales de fatiga que anticipan que “se cae” (Cristina Kirchner dixit)? ¿Asistimos al inicio de un proceso de crecimiento económico, no solo un rebote, o estamos en crisis como machacan el kirchnerismo y los sindicalistas? Los políticos simplifican, exageran, pero es cierto que hay algo más que especulación o sesgo: los datos de 2025 empiezan a consolidar una heterogeneidad que los analistas venían anticipando y que muestra una economía con dos caras, algo que, curiosamente, el Gobierno utiliza como argumento a favor para rechazar las advertencias de quienes están inquietos con este escenario asimétrico.

Es una disparidad que se aprecia en varios indicadores económicos y financieros. Repasemos: el PBI creció a un ritmo interanual de casi 6% en el primer trimestre, la inflación de mayo cayó al nivel más bajo en cinco años -u ocho si se exceptúa la pandemia- y la pobreza, como lógica consecuencia, se está reduciendo desde el pico de principios de 2024. También se mantiene a rajatabla el superávit fiscal y se abrió parcialmente el cepo sin impacto en el precio del dólar, que lleva ya más de dos meses en calma. Crece además la inversión en bienes de capital y se recuperan algunos rubros del consumo, en especial los bienes durables. En el terreno financiero, el Gobierno recibió el respaldo efectivo del FMI y el simbólico del Tesoro de Estados Unidos, y logró las primeras colocaciones de deuda con demanda de inversores globales.

Hasta aquí las buenas noticias, pero también hay de las otras, las que encienden luces de alarma. Subió el desempleo en el primer trimestre del año, aumentaron la morosidad en los créditos bancarios y los cheques rechazados, así como las empresas con problemas para pagar salarios y deudas. En tanto, el saldo de la balanza comercial como fuente de dólares genuinos para el país se está achicando, producto de una caída en las exportaciones y un incremento en las importaciones; el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos se agranda, el Banco Central no consigue acumular reservas (salvo por la vía del endeudamiento) y en 2026 y 2027 el país deberá afrontar importantes vencimientos de deuda.

Está también, lo que podría ser una tormenta en formación o una lluvia pasajera, según quien lo analice, y que abrió un fuerte debate en el mundo económico: cuál es hoy el tipo de cambio de equilibrio y si existe o no atraso cambiario. Hay síntomas evidentes para sumar a la discusión, que muestran un dólar barato en términos relativos, como queda a la vista con el aumento de casi 50% interanual en mayo del turismo argentino al exterior, o -la otra forma de verlo- que en varios rubros la Argentina está cara en dólares, en base a un relevamiento que identificó ocho sectores en los que el país tiene los precios en góndola más caros del mundo.

Estos ruidos que empiezan a aparecer en la macro y la microeconomía fueron abordados públicamente por la cámara de comercio de Estados Unidos en el país (AmCham), que planteó preocupaciones que seguramente podría suscribir cualquier otra entidad empresaria.

Aunque AmCham destacó logros del plan Caputo, señaló que el ritmo de recuperación de las ventas, tras las caídas de 2024, se frenó, al tiempo que alertó sobre el peso de la carga impositiva, tanto tributaria como laboral, y los costos operativos, que se reflejan en situaciones de rentabilidad negativa con posibles consecuencias en el nivel de empleo.

“Si bien hay claros indicadores del aumento del crédito, en particular el hipotecario, el costo de financiarse es excesivo en función de los niveles de rentabilidad. Las tasas en pesos siguen altas y el crédito sigue siendo prácticamente inaccesible para muchas de las pymes”, agregó la cámara que agrupa no solo a empresas norteamericanas, sino también locales.

Esta visión es compartida dentro de la industria nacional. “La actividad está amesetada. En marzo, que es el último dato disponible, ya se perdieron más de 4000 puestos de trabajo; te diría que hay dos grandes preocupaciones: primero, qué pasa con la actividad y, segundo, qué pasa con la política cambiaria”, dice un referente del sector.

“Las reformas tributaria, laboral e impositiva para descomprimir la presión de los costos todavía no empezaron y al mismo tiempo se fomenta la importación; hay sectores en los que las compras a China vienen creciendo a más del 100% anual. Las empresas intensivas en empleo son las que más preocupadas están. Es un panorama heterogéneo: las pymes son las más golpeadas y las grandes resisten más. Todo lo relacionado con el agro está mejor y el sector textil está muy golpeado. Dentro de los alimentos, a su vez, hay mucha heterogeneidad”, explica.

“Tenés que empezar en el corto plazo a bajar costos a las pymes y luego al resto. Se está precarizando el mercado de trabajo; por cada empleo formal necesitás tres cuentapropistas para tener un consumo equivalente. Hay que ver si se genera el círculo virtuoso de empleo, consumo y actividad, o, por el contrario, un círculo vicioso en el que esos tres factores caen”.

Por su parte, un economista enfocado en la macro advierte que “la pérdida de productividad funciona como un techo de cristal para la rentabilidad empresaria, el empleo formal privado y el salario real; esto explica por qué cuesta seguir recuperándose después de salir del piso de la recesión. Por eso las reformas importantes que están pendientes son también urgentes. Y junto a esto, en un plano más coyuntural, tenemos que hasta cerca de fines de 2024 la tasa de interés positiva en dólares era neutra o negativa en términos de inflación y desde principios de año esa relación se alteró”.

La esperanza del mercado

“Los defaults de empresas son puntuales y no generalizados. Los Grobo, Agrofina, Celulosa y algunas más. Además de las dificultades con los pagarés bursátiles. Si bien la suba de la mora es cierta, para nosotros es fruto del crecimiento del crédito al sector privado desde niveles muy bajos a los actuales. Por eso es lógico que haya más mora. En cuanto al nivel de las tasas, está relacionada con la falta de pesos del sistema. Con la inflación a la baja seguramente también se adecuará”, matiza, en cambio, un banquero que conoce bien la situación del sector en su conjunto.

Más allá de que el ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a prometer que se avanzará en cambios estructurales, el Gobierno confía en que fulminar la inflación es lo mejor que puede hacer por ahora para que la economía despegue. En cuanto al frente cambiario y financiero, tanto él como el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, dicen no estar preocupados por el déficit en las cuentas externas, ni por la no acumulación de reservas (que permitiría afrontar con más solidez los pagos de deuda y eventos disruptivos locales o globales), y niegan que haya atraso cambiario.

En el mercado creen, se esperanzan, que se trata de una estrategia transitoria para llegar con el índice de precios completamente domado a las elecciones de septiembre y octubre, cuyos resultados juzgan claves para que el Gobierno pueda avanzar en las reformas económicas que permitirían que el programa sea sustentable en el tiempo y para despejar las dudas de los inversores del exterior. Con esta perspectiva habría que analizar la tolerancia que parece mostrar el FMI ante los incumplimientos del acuerdo por parte de la Argentina y la calma cambiaria.

Un resultado adverso podría complicar el panorama, pero aun con uno favorable, el desafío que tiene la administración Milei por delante es enorme. De nuevo, fue AmCham la que lo puso en palabras hace un mes: con la estabilidad sola no alcanza.

José Luis Brea