Los precios de los combustibles volverán a subir esta semana, cuando se aplique una nueva actualización del impuesto a los combustibles líquidos, como definió la AFIP por pedido del Ministerio de Economía. Según cálculos privados, el impacto final en los precios de surtidor sería de 3%, aproximadamente, a nivel nacional. Sin embargo, se espera que las empresas apliquen una suba adicional para trasladar el aumento de sus costos y para recomponer rentabilidad.
El impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono (ICL e IDC) subirá 51% el próximo viernes, el primer día de marzo. “En naftas, eso implica una suba promedio de $26 por litro a nivel país, pero que será mayor en las zonas centro y norte, donde no hay exenciones impositivas. En gasoil, la suba del impuesto es de $21 por litro”, dijo la economista Patricia Charvay, de la consultora Economía y Energía.
En la Ciudad de Buenos Aires (CABA), el aumento en surtidor por la actualización de los impuestos sería de 4,4%, según cálculos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). “El 1° de marzo, el incremento del impuesto de monto fijo sube $33, que eleva el tributo desde $65 por litro a $98 en CABA; es decir, una suba del 50%. Considerando el precio de un litro de nafta súper en CABA, esta actualización del tributo (bajo el supuesto de traslado pleno) implicaría pasar de un valor de $750 a $783, lo que significa una suba de 4,4%”, dijeron.
Además de la actualización del impuesto, las empresas petroleras podrían aplicar un aumento mayor para trasladar el alza de sus costos. Si bien los precios de los combustibles subieron 6,5% el 1° de febrero pasado, las empresas dijeron que se debió íntegramente a la actualización del impuesto a los combustibles y al aumento de los costos de los biocombustibles. “En realidad, en febrero estamos -2% abajo”, dijeron en YPF, haciendo referencia a la devaluación mensual del tipo de cambio oficial, que no se trasladó al surtidor.
A principio de mes, el Gobierno “descongeló” el tributo que grava a los combustibles, que estaba sin modificación desde julio de 2021 y que debe actualizarse cada tres meses, tomando como cálculo la variación de la inflación acumulada en ese período. El Gobierno aplicó una suba por el atraso de 2021 y 2022, y difirió para los próximos meses los aumentos que correspondían a la inflación de 2023.
Las empresas refineras trasladaron la actualización impositiva al valor final del surtidor y aplicaron una suba adicional de dos puntos porcentuales por el aumento del bioetanol y el biodiesel, que se usa como corte en la producción de nafta y gasoil, respectivamente.
Hasta hoy, los precios de YPF en CABA son: la nafta súper, $744; la nafta premium, $918; el gasoil súper, $784, y el gasoil premium, $998.
Los precios de los combustibles aumentaron 86% desde que asumió Javier Milei, repartido en tres incrementos de 38%, 27% y 6,5%. La suba tan pronunciada en poco tiempo se explica por el incremento de las dos principales variables que inciden en los costos de las empresas refinadoras: el tipo de cambio, ya que los contratos están dolarizados, y el valor del barril de petróleo.
En diciembre, el Gobierno no solo aplicó una fuerte devaluación de 56% de la moneda, sino que también dejó de presionar sobre el precio interno del barril de petróleo que se comercializa en el país y que era más barato que el internacional. De esta manera, el sector comenzó a acomodar los costos internos al nuevo contexto de liberalización de mercado.
El año pasado, mientras las productoras de petróleo vendieron sus barriles en el mercado interno a las refinerías a un precio promedio de US$61, el valor de exportación fue US$72, acorde con la cotización promedio del Brent, que se toma de referencia en el país. Se trató de una brecha de 18%, que las dos partes del sector privado (downstream y upstream) buscarán cerrar este año.
Se trata del tanque reflector construido en los talleres de INVAP ubicados en el Centro Atómico Bariloche (CAB). Será trasladado por tierra en los próximos días al Centro Atómico Ezeiza (CAE) para su montaje final. Se viene la terminación del RA-10, un reactor capaz de dominar el mercado mundial de radioisótopos médicos y facturar U$ 90 millones año… si el gobierno no para la obra. Ya sucedió antes.
Diseñado por la CNEA y fabricado por INVAP en aleación de un metal rarísimo, el zirconio, la pieza más difícil del futuro reactor RA-10 se terminó en los talleres de fabricación mecánica de INVAP. Hubo celebración en plan gasolero, autoridades, discursos y una emoción difícil de entender si uno no considera cuánto tiempo y cuántas dificultades hubo que resolver. Importa lo que dijo la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la investigadora Adriana Serquis.
«Esta obra no es solo ingeniería, sino que es una obra de arte para el ámbito de la metalurgia de nuestro país, en particular de este taller de INVAP que ha logrado algo que emociona. Tanto por lo que significa como un nuevo hito para el desarrollo nuclear de nuestro país, como también porque nos va a brindar nuevas capacidades que son muy requeridas a nivel internacional, ya sea por el área de medicina, con la producción de radioisótopos, y las facilidades (léase instalaciones) para la producción de silicio, el testeo de materiales y el avance enorme para el área de ciencia y tecnología en el uso de neutrones», destacó Serquis.
De igual manera, el gerente del Área Nuclear de INVAP, Felipe Albornoz, señaló que terminar esta pieza fue un hito técnico, porque es el corazón del reactor del RA-10, junto con su núcleo de elementos combustibles, al que envuelve. «Todo el resto de la instalación se construye alrededor de estos (dos) componentes- añadió- y poder imaginarlo, diseñarlo y luego fabricarlo en nuestro país, con nuestra gente en Bariloche, es un motivo de orgullo. Y es un motivo de celebración también porque CNEA con sus 70 años de historia nuclear e INVAP con sus casi 50 años pueden seguir aportando este tipo de desarrollos para hacer un país mejor».
Con un peso de 2.540 kg., su diámetro de 2 metros y una altura de 1,40 metros, el tanque reflector está en el interior de la pileta del reactor, aloja el núcleo y una cantidad de componentes móviles del mismo. Es finalmente un tacho, pero uno muy complejo, hecho de una superaleación terriblemente difícil de cortar, soldar o estampar, el zircaloy, y con tolerancias dimensionales como sólo se ven en la industria nuclear y en la espacial.
¿No sería más fácil usar algún acero resistente a la radiación? No, porque el tanque tiene que bancarse una tremenda emisión de neutrones desde adentro, y el zircaloy es la única aleación que los deja pasar como el vidrio a la luz, sin deterioro del material. Esa pieza tiene que durar medio o siglo o más, y sin pérdidas de agua pesada.
A diferencia de los componentes de las centrales de potencia exitosas, como las CANDU canadienses o las PWR de Électricité de France, cuyos componentes se pueden producir a escala, ésta es una obra única y -como dijo Serquis- sumamente artesanal. Y es que los reactores, a diferencia de las centrales nucleoeléctricas, se diseñan y construyen «a medida» del país cliente. Hay muy pocos reactores en el mundo que sean clones, y francamente son bastante malos. Cuando INVAP construya el reactor que le vendió a Holanda, tal vez tenga que fabricar un tanque reflector aún mayor que éste, y será otra aventura de artesanía metalúrgica.
Luego de 32 meses en construcción sin contar el tiempo de diseño, la instalación del tanque permitirá el inicio del montaje de los internos de la pileta del reactor. Completada esa etapa, se procederá al llenado de la pileta con agua común, aunque casi totalmente desmineralizada. El agua común atrapa neutrones y rayos gamma: se usa como blindaje contra la radiación y además como refrigerante del núcleo. También se llenará el tanque que se ubica casi en el fondo de la enorme pileta, pero con agua pesada. Cada líquido tiene su circuito de refrigeración enteramente independiente: no se deben mezclar jamás.
Uno juraría que la gente de INVAP y de la CNEA ya le había tomado cariño a este considerable tacho lleno de penetraciones inexplicables (salvo para un experto en termohidráulica), y no lo quería dejar ir. Pero estaban celebrando su partida. En el Centro Atómico Ezeiza, donde se está terminando la obra nuclear y la civil del RA-10, vendrá el montaje, el final de obra, los ensayos de operación en frío, la carga del combustible nuclear.
Y finalmente, si nadie lo impide, la puesta en marcha del mayor reactor multipropósito del Hemisferio Sur, el tercero del mundo en potencia térmica, y probablemente el primero en capacidades científicas y de producción de radioisótopos de uso médico e industrial.
Lo de que será el primero en producción se puede predecir con bastante confianza. Desde 2006 el mejor reactor de producción e investigación del mundo sigue siendo el OPAL de Australia, construido por INVAP. «Mejor» significa cuatro cosas muy concretas: produce radioisótopos en cantidades muy superiores a las inferibles de su potencia térmica (apenas 20 MW), irradia toneladas de silicio monocristalino para fabricar chips de alto rendimiento, recibe constantes contratos de firmas e instituciones australianas e internacionales para investigar en ciencia de materiales, y casi no tiene salidas de servicio por desperfectos.
En los hechos, el OPAL, pese a su baja potencia, abastece la medicina australiana y la regional, amén del inmenso consumo de radioisótopos médicos de los EEUU y Canadá. Eso fue algo bastante inesperado, porque lo tendrían que haber hecho los dos reactores MAPLE canadienses, que sumaban 80 MW entre ambos. Pero no se pudieron inaugurar: eran grandotes (podían abastecer el 200% del mercado mundial de radioisótopos), pero también ligeramente inestables. Las autoridades regulatorias canadienses nunca los dejaron entrar en producción.
¿Que se puede decir de una planta única, como el RA-10, capaz de superar al OPAL con una cuarta parte de la potencia de aquellos dos MAPLE? Lo que afirmaba el viejo slogan de un secarropas también argentino: «Poderoso, el chiquitín».
El RA-10, con 30 MW térmicos, no será nada chiquitín. El edificio, dentro de los amplios espacios parquizados y con bosque del Centro Atómico Ezeiza, ocupa una planta similar a la de una manzana porteña. Uno aquilata la potencia térmica de la máquina cuando ve las torres de enfriamiento del agua refrigerante. Cuando en 2010 las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Fernández anunciaron la obra en 2010, ésta se pensaba binacional: con ingeniería argentina y algunas diferencias, se construiría junto con el RBM (Reator Brasileiro Multiproposito)… pero pasaron cosas.
Hubo golpe de estado civil en Brasil y luego, cosas peores. Aquí la fase de diseño se alargó bastante. Y es que por lejos, éste reactor es más complejo que el OPAL, porque está pensado para hacer más cosas, y además muy diferentes entre sí. Pero terminado el diseño y con la obra ya empezada, sobrevinieron Mauricio Macri y trascartón el Covid, y ésta se atrasó aún más.
Lo hizo porque en 2016 Macri clavó a la CNEA con la mitad de su presupuesto de 2015, onda «agarrate del pincel que te saco la escalera», y así siguieron las cosas, a macilenta velocidad de tortuga renga, hasta bien entrado julio de 2021, cuando el presidente Alberto Fernández redescubrió desganadamente el átomo, tuvo que nombrar autoridades competentes en la CNEA (Serquis) y puso algo más de plata.
“El proyecto se está acercando a su etapa final. El tanque de reflector es el componente más complejo del reactor y a la vez resulta crítico para que se puedan desarrollar todas sus aplicaciones”, dijo el gerente del proyecto, el Ing. Nuclear Herman Blaumann, el padre de la criatura. Blaumann ha prometido que cuando entregue el reactor funcionando, se jubila. Pero la Argentina ha venido frenando ese acontecimiento de mil maneras.
La estructura y los materiales del tanque reflector se definieron en base al análisis de lo que querían los futuros usuarios del RA-10 en materia de productos y servicios, lo que supuso años de reuniones con el sistema de salud, las universidades, las empresas metalúrgicas y las electrónicas. Eso decidió la potencia térmica, los materiales y la forma del núcleo de uranio enriquecido a casi el 20%, la cantidad de agua pesada necesaria para moderar (léase potenciar) su reactividad, la densidad necesaria de los flujos de neutrones para cada tarea, los sistemas de irradiación, los de refrigeración, la arquitectura del edificio que aloja la pileta y la del enorme edificio general. Éste abarca los laboratorios e instalaciones radioquímicas de producción, así como los sistemas de control y seguridad.
Se espera que el RA-10 esté en operación en 2026. Sería lógico, dado que este reactor recupera el costo de diseño y construcción en apenas 4 años de vender radioisótopos médicos, especialmente molibdeno 99m. Luego, si sale tan fuerte y confiable como su predecesor argentino, el RA-3, tendrá 50 o 60 años más en operaciones para ganar plata para el país. Salvo que dentro de una o dos décadas se decida ganar MUCHA plata y se lo repotencie, como se hizo ya 2 veces con su bisabuelo, el RA-3. Éste debutó en 1967 con 3 MW, y hoy tiene 10, y sigue firme, abasteciendo a la Argentina y el Cono Sur.
En cuanto al molibdeno 99m, se usa en diagnóstico por imagen nuclear, y constituye el 80% del negocio de abastecer los hospitales y centros de medicina nuclear de Sudamérica. No es improbable que terminemos vendiendo radioisótopos en la UE, en Medio Oriente, en África y en Lejano Oriente. Eso depende de nuestra habilidad en márketing, no de nuestra capacidad de producción. Damas, caballeros y niños, esta planta podría dominar fácilmente entre el 20 y el 30% del mercado de radioisótopos mundial. No es una fanfarronada patriótica. Con un reactor argentino y más chico, Australia llegó a dominar por momentos el 40%.
Es un mercado que crece en flecha: en 2022 cerró en U$ 679,80 millones, y en 2031 se espera que valga U$ 993,03 millones. Para ese año podríamos haber capturado el 20% y estaríamos vendiendo a la región y al mundo unos U$ 199 millones, siendo modestos. Pero el RA-10 da para más. Y el mercado obliga: crece al 4,3% anual porque no pasa año sin que se descubran nuevas aplicaciones médicas.
Como reactor fábrica, ya le arrojamos suficientes elogios sobre el RA-10. Pero es multipropósito, por lo cual es también un centro de investigación tecnológico en ciencias básicas, en aplicaciones de salud, industria y agro, y además un reactor escuela no sólo nacional sino internacional.
En suma, el RA-10 será una universidad nuclear con el mejor reactor del momento. Vendrá gente de toda la región al Centro Atómico Ezeiza a estudiar ingeniería, química, medicina, materiales y otras disciplinas nucleares. Algunos de ellos tal vez lleguen a posiciones de poder dentro de sus países, lo que nos abrirá puertas para distintos negocios de alta tecnología.
Tampoco es fanfarronada porque esto ya sucedió varias veces. A no olvidar que antes de que se inaugurara el OPAL, el reactor de producción más potente del Hemisferio Sur era el RP-10 de Perú, obra de INVAP y la CNEA entregada en 1987. Luego siguieron reactores en Argelia, Egipto y Arabia Saudta, y hoy se está diseñando el de Holanda.
INVAP es la proveedora de reactores más prestigiosa del mundo. Hazte fama, y te garanto que vas a trabajar 12 o 13 horas por día. Peor aún, te va a gustar. No hacés otra cosa. Vas a vivir extenuado y orgulloso. Es como jugar en la selección, pero hay menos plata, Mundial todos los años, y venimos ganándolos. ¿Se entiende?
En materia de microelectrónica, el RA-10 venderá decenas de toneladas de silicio irradiado a las fábricas de chips de todo el mundo.
¿Por qué una obra tan buena para el país no se terminó?
Buena pregunta, pero ya la contestamos. ¿Puro entreguismo? Sí, pero con eso no alcanza. El negocio de tener una planta de este tipo es demasiado bueno y múltiple. Sucede que el nivel de estupidez científica y tecnológica dentro de la política argentina viene alcanzando niveles insuperables. El diputado o senador de a pie no tienen la más maldita idea de para qué sirve el RA-10. No la tiene incluso si pudo llegar a la mediana o a la tercera edad porque dio el lujo, raro en otros países, de hacerse un test de stress-test cardiológico por imagen nuclear con molibdeno 99m… producido por el RA-3.
Más de uno zafó de un bobazo o de un cáncer gracias al RA-3, y no lo sabe. Este insumo de diagnóstico de muy alta resolución aquí no faltó nunca, pero sí en EEUU, en Canadá, la UE y Japón, donde se murió cantidad gente rica y cantidad mucho mayor de pobrerío por falta de buenos diagnósticos y tratamientos por radioisótopos. Canadá y los EEUU son dos países adelantadísimos en asuntos nucleares. En materia de centrales de potencia, Canadá tiene 18 y EEUU 94. Pero que se tienen que aprovisionar desde Australia. Gracias a un reactor argentino, ejem. ¿Toc-toc, algún diputado o senador escuchó eso?
En fin, que a los australianos se les viene competencia.
“La gente joven del plantel que se está formando será el futuro para este reactor. Para nosotros es un gran aliciente, tanto por haber logrado la transferencia de conocimiento hacia las nuevas generaciones, como también por haber creado un gran equipo, comprometido y capacitado para hacerse cargo de la instalación”, destaca Blaumann.
Talleres metalúrgicos sumamente artesanales de INVAP en el Centro Atómico Bariloche. Al fondo, haciendo el «dos de oros» y con el look que tenían algunos alienígenas en películas de mi niñez, el tanque reflector. Los señores pelados y canosos estuvieron en la fabricación de los componentes del OPAL de Australia, allá por 2004. Pero hoy se ven muchas más mujeres, y caras nuevas y jóvenes.
Un comentario final: las 2,1 toneladas de agua pesada, u óxido de deuterio, que llenarán el tanque reflector, habrá que importarlas. La CNEA tenía la mayor fábrica de agua pesada del planeta, la PIAP de Arroyito, Neuquén. ¿Adivine el lector qué presidente la cerró? Sí, aquel. ¿Y qué presidente no la reabrió? Sí, ése.
Pero tuvieron antecesores. Antes la cerraron Menem y De la Rúa. Se reabrió dificultosamente en tiempos de Cristina Kirchner para pagar deudas de agua pesada con países proveedores, que son muy pocos. Y se la volvió a cerrar justo cuando, tras mucho mantenimiento, estaba preparándose para fabricar las alrededor de 600 toneladas de carga inicial de agua pesada de Atucha III CANDU. Proyecto sumamente necesario, a la luz de nuestros apagones en el AMBA, que liquidó adivine Ud. qué presidente. Sí, ése. Y que no reabrió ¿cuál otro? Mire, uno que se mudó a Madrid.
Lo dicho, pasaron cosas.
Las centrales de potencia argentinas, las dos Atuchas y Embalse, consumen unas 27 toneladas/año de agua pesada, necesaria para avivar la escasa reactividad del uranio natural. Cada una de estas centrales tiene centenares de toneladas de agua pesada como moderador (léase «potenciador») y como refrigerante. Pero cuando se recambian elementos combustibles, estos salen mojados por tensión superficial, lo que implica una pérdida inevitable del líquido. Que vale lo suyo.
¿Cuánto vale? Las centrales CANDU, como Embalse, en Córdoba, se han puesto nuevamente de moda, porque a diferencia de las de agua liviana, han funcionado más de 70 años en 7 países sin ningún accidente. Además, quien tiene centrales de uranio natural se hace independiente de la mafia internacional de enriquecimiento de uranio, con la que cualquier encontronazo diplomático puede significar desabastecimiento. Ya nos pasó con EEUU en 1981, cuando el State Department nos castigó por venderle dos reactores a Perú, parte al parecer de su patio trasero continental.
Tan rápida es la rampa de la demanda mundial de agua pesada, especialmente entre los países con centrales CANDU, y tan inelástica es la oferta, que el cierre de la PIAP logró que el precio saltara de U$ 300.000 la tonelada a un millón de dólares. Tal cual, un palo verde por algo menos de un metro cúbico de agua pesada. Y nuestras lumbreras políticas quieren transformar esta planta cerrada en una fábrica de fertilizantes que valen unas 740 veces menos.
Fija que el agua pesada del RA-10 la vamos a tener que importar. La carga inicial, escasas 2,1 toneladas, no despeinan a nadie. Pero cuando tengamos un gobierno con algún sentido industrial, tecnológico y nacional, vamos a tener que reabrir la PIAP y construir más centrales CANDU, como Embalse, que está entre las mejores del mundo por disponibilidad. Pero ésta tiene que ser de diseño argentino.
Además, como exportadores de agua pesada, no nos puede ir mal, porque ése es un mercado que está creciendo. No nos va mal con nada nuclear. Otra cosa es con los gobiernos.
Daniel E. Arias
PS: Me avisan amigos de la CNEA que la carga de agua pesada para el RA-10 fue fabricada en la PIAP de Neuquén antes de su cierre, y encanutada por alguien políticamente muy previsor. No cambia el estado de cosas.
La compañía tecnológica Nvidia fue la protagonista de los mercados internacionales. Esta semana presentó sus resultados trimestrales y los números superaron ampliamente las expectativas de los analistas, lo que disparó la acción un 16,4% en la Bolsa de Nueva York. No solo se trató de una buena noticia para el bolsillo de los inversores, sino que generó un efecto contagio en el resto de los activos que operan en Wall Street.
En las primeras negociaciones, la acción de Nvidia registra una suba del 2,35% y se vende a US$803,83. A modo de comparación, dos días atrás valía US$674,71. Es decir, cada acción se revalorizó US$129,12 en 48 horas (+19,1%).
Este envión se explica por los buenos resultados trimestrales que presentó la compañía, ya que superó tanto las proyecciones de ventas (+7,5%) como la de ganancias por acción (+11,9%). Nuevamente, reforzó por qué fue apodada una de las “siete magníficas” de Wall Street (junto con Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta y Tesla) e incluso su CEO aseguró que este trimestre las ventas irán mejor todavía.
“La computación acelerada y la IA generativa han alcanzado un punto de inflexión”, dijo Jensen Huang, el CEO de la compañía líder en el mercado de procesadores necesarios para el desarrollo de inteligencia artificial. Este sector creció con fuerza en el último año y eso le valió a Nividia obtener ingresos por US$22.100 millones en el cuarto trimestre de 2023 (los analistas esperaban que fueran de US$20.620 millones) y un beneficio por acción de US$5,15 (frente al US$4,64 estimado).
Nvidia es líder en el mercado de procesadores necesarios para el desarrollo de inteligencia artificial. (Photo by Annabelle Chih/Getty Images)Annabelle Chih – Getty Images AsiaPac
“La empresa vio crecer sus ingresos en un 265% año contra año, y 22% con respecto al trimestre anterior, principalmente gracias a sus unidades de centro de datos que tuvieron un crecimiento del 409% en el año y que conforman la mayor parte de los ingresos de la compañía. El increíble momento que atraviesa la compañía viene de la mano no solo de la altísima demanda por GPUs, sino también por la marcada ventaja competitiva que ofrece Nvidia en sus productos y particularmente en su línea H100, el cual ofrece un mayor rendimiento en el segmento de procesadores de datos para el uso de inteligencia artificial”, explicó Maximiliano Donzelli, head of research de IOL invertironline.
Incluso, con la vista puesta en el trimestre en curso, la compañía adelantó que esperan ingresos por alrededor de US$24.000 millones, cifra por encima de los US$22.170 millones que esperaba el mercado. La capitalización bursátil (market cap) de Nvidia aumentó en más de US$700 millones en lo que va del año (y US$272 millones solo ayer), llevando su valor a US$1,96 billones.
“Esta dinámica se da gracias a una alta demanda de sus aceleradores de inteligencia artificial y chips que procesan datos para modelos de IA. Sus productos han ayudado a impulsar el auge de chatbots y otros servicios de IA generativa, que pueden crear texto y gráficos basados en simples prompts. En el último tiempo se observó un gran performance de las llamadas ‘siete magníficas’, superando en capitalización bursátil a casi todos los principales países del mundo. Específicamente, el market cap de Nvidia, Meta, Amazon y Microsoft fue ganando terreno por sobre Apple, Tesla y Google, así, algunos empiezan a hablar de las cuatro magníficas”, señalaron desde Portfolio Personal de Inversiones (PPI).
Esta semana, Nvidia subió dos escalones en el ranking de las compañías más valiosas del mundo y quedó cuarta en la lista. Únicamente se ubican por delante la tecnológica Microsoft (US$3,06 billones), Aplpe (US$2,8 billones) y la petrolera Saudi Aramco (US$2,06 billones).
El Ente Nacional de Comunicaciones autorizó hoy que las empresas tecnológicas Starlink, Amazon y OneWeb a operar en el país y ofrecer el servicio de internet vía satélite. Lo hizo a través de cuatro resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, firmadas el pasado viernes por el interventor el organismo, Juan Martín Ozores.
“Nuestra misión es crear un ecosistema simple, claro y transparente que brinde la seguridad jurídica necesaria para fomentar la inversión, el desarrollo de la competencia y la prestación de servicios de calidad en los sectores de telecomunicaciones.”, señalaron desde ENACOM.
“Estas decisiones marcan nuestros objetivos: queremos un organismo técnico, profesional y dinámico, con un rol fuerte sobre la exigencia de un marco normativo simple y previsible que permita sentar las bases para el desarrollo de la sociedad del conocimiento y la economía digital”, agregaron.
El presidente Javier Milei ya había anunciado la desregulación de los servicios de internet satelital a mediados de diciembre, cuando presentó en cadena nacional el DNU que se encuentra vigente.
Starlink es la empresa global de servicios de internet por satélite que fundó en 2015 Elon Musk, como parte de su compañía espacial SpaceX. La firma ya lanzó casi 4.000 satélites y proporciona internet de alta velocidad a más de un millón de lugares en todo el mundo, la mayoría de los cuales son hogares.
La confirmación de la entrada de la compañía en Argentina se dio apenas días después de que Milei ganara las elecciones. El mismo día del balotaje, el empresario y magnate sudafricano expresó su alegría por la victoria de Milei en un breve mensaje publicado en su red social en respuesta a otro usuario.
“La prosperidad está por llegar a Argentina”, consideró Musk, que meses atrás entró de lleno en la campaña electoral argentina cuando promocionó la entrevista del polémico periodista Tucker Carlson a Milei.
Los acercamientos entre Milei y Musk
Los guiños de Milei a Musk continuaron: en el Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos se había incluido el permiso para la circulación de vehículos autodirigidos, productos que Tesla ofrece.
El texto indicaba que “se autoriza en la República Argentina la conducción por parte de sistemas autónomos para vehículos autodirigidos sean estos particulares, de pasajeros o de carga”. Esto sólo le daba un marco legal a esta tecnología, que no estaba contemplada en ningún artículo de la ley que regula el tránsito en Argentina.
También, Milei había señalado en una entrevista: “Me llamó Elon Musk y está sumamente interesado en el litio. Y también están interesados el gobierno de los Estados Unidos y muchas empresas del país. Pero necesitan un marco jurídico que respeten los derechos de propiedad”.
Cabe mencionar que el litio es el componente necesario para la fabricación de las baterias que usan los autos eléctricos.
En este marco, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil había advertido sobre la posible llegada de Musk a la industria argentina del mineral: “Para mí está muy bien que venga siempre y cuando se cumplan las reglas de juego y las normas de control ambiental económico y social”
“En Catamarca hay mucha seguridad jurídica y, junto con Salta y Jujuy, tiene un boom muy importante de inversiones no sólo de capitales extranjeros sino también de argentinos”, agregó en declaraciones a Radio Splendid.
Por otra parte, el empresario había halagado el discurso del presidente en el Foro Económico Mundial realizado en Davos: “Buena explicación de lo que hace que los países sean más o menos prósperos”, comentó Musk en X.
Si bien por el momento no hay una fecha confirmada para su llegada, una posibilidad que se analiza es que Musk visite Buenos Aires en marzo, para cuando está prevista una cumbre de empresarios internacionales que estaría siendo organizada por el cofundador de Tinder, Sean Rad, con quien también Milei tuvo un diálogo virtual.
El Committee on Space Research, un organismo internacional multilateral, se hizo eco de las principales medidas a nivel nacional del gobierno de Javier Milei, y pidió que no se desfinance la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
A través de un comunicado, la entidad que tiene por objetivo la promoción de la investigación científica en el espacio a nivel mundial, sugirió que el gobierno de Javier Milei debería sostener el financiamiento para el organismo científico argentino especializado en el desarrollo aeroespacial y que acumula una trayectoria destacada a nivel internacional.
Se trata de la CONAE, que consiguió avanzar con la puesta en órbita de satélites de telecomunicaciones, como los ARSAT, y de observación de la Tierra, como los SAOCOM, entre sus hitos más destacados.
El COSPAR funciona como un foro internacional y se hace eco sobre la manera que avanza en diferentes áreas la investigación en el sector aeroespacial.
En ese sentido, llama a no cortar el financiamiento de la investigación básica, por parte del gobierno de Javier Milei, en un escenario de recorte de becas de investigación en el CONICET (organismo que provee investigadores y proyectos a la CONAE), despidos y congelamiento del presupuesto 2024 para todo el área de Ciencia y Tecnología, a valores de 2023, y con una inflación apuntada en el orden del 200%.
“Argentina ha definido un Plan Nacional Espacial ejecutado en 30 años por la CONAE”, sostiene el documento de la COSPAR firmado por el presidente del organismo, Pascale Ehrenfreund y por el Director Ejecutivo, Jean Claude Worms, y plantea que “el espacio se convirtió en un área de gran importancia geopolítica, por lo que requiere de una sólida inversión en investigación básica espacial de cara a los proyectos tecnológicos del futuro”.
La COSPAR, uno de los organismos que asesora, entre otros, a la ONU y otras organizaciones intergubernamentales en cuestiones climáticas, protección planetaria y navegación satelital, recomendó “que las autoridades argentinas sostengan el financiamiento para la investigación básica en el área aeroespacial”.
Tras atravesar cinco años de menguantes niveles de producción, los productores de ciruela deshidratada en Argentina vislumbran una vigorosa recuperación en los volúmenes de cosecha, proyectando un incremento superior al 50%. Según el informe del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), las estimaciones para este año anticipan una producción en Mendoza de 121.245 toneladas frescas, traduciéndose en 40.000 toneladas secas destinadas al sector industrial.
El repunte adquiere una relevancia particular al considerar que la cosecha promedio de los últimos años no ha superado las 65.000 toneladas frescas. De concretarse este augurio, los productores lograrán recuperar el promedio de los últimos diez años, estimado en 30.000 toneladas secas.
Francisco Araujo, coordinador del Clúster de Ciruela de Industria de Mendoza, explicó: “Para esta campaña 2024 tuvimos la suerte de tener un clima muy benigno. No tuvimos heladas en el momento crítico en torno a la floración, cuando se está formando el fruto, y nos encontramos con que vamos a tener una cosecha aceptable, en mayor cantidad a la de años anteriores”.
A pesar de este horizonte alentador, infirió que hay una “lógica” preocupación entre los productores debido a la posible presión en los precios, ocasionada por los altos niveles de inventario que podría generar un producto destinado en más del 90% al mercado internacional.
“Al haber una oferta de ciruelas que supera al menos en un 50% lo que veníamos produciendo, empieza a haber preocupación porque puede dar la impresión de que hay un exceso de oferta de ciruelas”, dijo.
No obstante, aclaró que aún no se confirma la situación, ya que la cosecha no ha comenzado y el nuevo año comercial se inicia a finales de febrero, momento en el cual se comenzarán establecerán los precios.
Ese fue el caso de un productor. “A pesar de ser un año excelente para las ciruelas para deshidratado, los precios que se manejan son para llorar”, expresó Enzo García, que produce en el departamento de General Alvear frutales, viñedos, hortalizas y ganadería.
García reveló que le quedó toda la ciruela del año pasado sin vender, incluso asegura que tiene unos kilos del año anterior. En este contexto, advierte que los precios que trascendieron extraoficialmente no le permitirían ni siquiera penas cubrir los costos del secado de la fruta.
El productor, que desde hace 32 años se dedica a esta actividad que heredó de su padre, comenzará a cosechar en dos semanas. En total, cuenta con unas 12 hectáreas de ciruela, que dan una producción fresca de 300.000 kilos. Para este año, García espera alcanzar una producción superior a los 400.000 kilos.
Localización
El negocio de la ciruela se encuentra principalmente en la provincia de Mendoza, especialmente en el sur, donde está el 80% de la superficie implantada y el 90% de la industria. Como se indicó, más del 90% de la producción se exporta. Mientras que a nivel interno el consumo es bajo, alrededor de 2000 toneladas por año, los principales mercados de destino son Brasil, Rusia, Estados Unidos y Europa.
“En los últimos años, la Argentina tuvo bajas en sus producciones, cuando históricamente había alcanzado niveles más altos. Esto desencadenó una disminución en la superficie implantada, ya que producíamos menos y teníamos menor rentabilidad, lo que limitaba la capacidad del productor para reinvertir. Pasamos de 17.000 hectáreas a las actuales 10.000, afectando la presencia argentina en los mercados internacionales al tener una oferta exportable menos abundante y menos consistente”, comenta.
Según el informe del IDR, la superficie productiva ha ido disminuyendo desde la temporada 2010/11 alcanzando este año, actualizado el dato por el censo de productores de ciruela 2021, 9657 hectáreas productivas (edad de plantación desde 6 años a 40 años).
En el mercado externo, la Argentina compite con Chile, que es el principal productor y exportador de este tipo de ciruela en el mundo. El país vecino produce y exporta tres veces más que la Argentina, con una superficie similar. Tiene solo 12.000 hectáreas contra las 10.000 argentinas, pero tiene una mayor eficiencia por cuestiones climáticas y macroeconómicas.
Además, Araujo indicó que Chile tiene una gran ventaja competitiva respecto de la Argentina porque tiene tratados de libre comercio con muchos países que le permiten vender la ciruela con un mejor diferencial de precio. Da como ejemplo Europa, donde Chile ingresa con cero arancel, mientras que la Argentina tiene un gravamen del 10%. También ocurre con China, donde el producto argentino ingresa con un arancel de 30%. “Cada vez que queremos abrir un mercado nos cuesta muchísimo porque nuestro principal competidor tiene una política de comercio exterior mucho más abierta y agresiva que la de la Argentina”, destacó.
Otro país importante para este mercado es Rusia, que es cliente de la Argentina desde 2000, que incluso llegó a estar entre el puesto uno y dos de las exportaciones argentinas. En rigor, según un informe del Observatorio Ciruela Industria allí se destinaron en 2021, año previo al inicio de la guerra con Ucrania, 1316 toneladas, ubicándose en segundo lugar después de Brasil, en donde se vendieron, 6856 toneladas.
Con el inicio de la invasión a Ucrania, se suspendieron los envíos a Rusia y ahora progresivamente algunas empresas están pudiendo volver. No obstante, por los problemas económicos que se generaron a partir del conflicto bélico hubo una baja del consumo.
Araujo sostuvo que los “dos mayores desafíos de este sector que genera mucho empleo y arraigo territorial en la provincia de Mendoza son: la incorporación de tecnología en las fincas y la generación de mecanismos de comercio exterior que le permitan a la Argentina competir de igual a igual con Chile en este producto que es especialmente valorado por sus cualidades alimenticias en todo el mundo. Producimos alimentos saludables para el mundo”.
Las olas de calor intensas, prolongadas y repetitivas; los brotes de enfermedades como el dengue, que no son endémicas, y las sequías, no son los únicos riesgos y amenazas que la crisis climática ha instalado en la Ciudad de Buenos Aires. La suba del nivel del Río de la Plata aparece también como un potencial efecto del devenir térmico que debe ser tenido en cuenta en el diseño de las políticas públicas locales y recomiendan reevaluar y detener las construcciones en la costa.
Así lo advirtió en un documento el grupo de expertos que conforman el Consejo Asesor Externo de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad: “Las proyecciones de su ascenso en los dos escenarios extremos para el año 2100 están en el rango de 0,55 a 1,25 metros, dependiendo del nivel de las emisiones de gases de invernadero futuras. Es muy probable que el aumento del nivel medio del mar durante el siglo XXI sea más rápido que el observado durante los últimos 40 o 50 años en cualquiera de los escenarios posibles. El estuario del Plata fue llamado ‘río’ por razones geopolíticas estratégicas, pero su dinámica está determinada por la onda de marea oceánica, incluyendo el nivel medio del mar, porque en realidad es un estuario”, indica.
Proyecciones del aumento del nivel del mar para el año 2100
“El cambio climático representa una amenaza, particularmente, para las ciudades costeras. El nivel del mar está ascendiendo en forma acelerada: duplicó su tasa de ascenso en la última década en comparación con la última década del siglo XX. Las proyecciones indican que esto no se detendrá en lo que resta de este siglo. La recomendación del consejo asesor es la planificación del uso de la zona costera, teniendo en cuenta los cambios ya observados y la amenaza del ascenso del nivel del mar, que es determinante para el nivel del Río de la Plata. La costa es una zona de riesgo y en ese contexto debe hacerse un plan para el ordenamiento del territorio que asegure la protección de personas, infraestructura y no comprometa el acceso al agua del que depende de Buenos Aires”, explicó a Infobae Inés Camilloni.
El documento de los expertos desarrolla una serie de recomendaciones para este y los futuros gobiernos porteños:
● Desarrollar un plan integral para la evaluación ambiental estratégica y el ordenamiento ambiental del contorno ribereño de la Ciudad de Buenos Aires, a partir de la participación ciudadana y tomando como base el conocimiento científico disponible.
● Detener y revisar propuestas de desarrollos inmobiliarios costeros hasta tanto se cuente con un plan integral de ordenamiento ambiental del contorno ribereño.
● Incorporar grandes parques en el contorno ribereño. En el marco de un plan integral, dar respuesta a la demanda insatisfecha de espacios verdes públicos recreativos con infraestructura mínima y liviana, preservando humedales e incorporando espacios verdes flexibles que puedan actuar como áreas de retención y ralentización de agua de lluvia.
● Enlazar reservas y parques con un amplio Corredor Verde, que supere los límites de un camino de sirga, incorporando medios de acceso públicos, recorridos y sistemas de movilidad sostenibles.
En el análisis también se señala la importancia de preservar humedales ribereños como primera barrera de protección frente a tormentas e inundación. “Los continuos rellenos costeros complejizan el escurrimiento del agua de lluvia hacia el Río de la Plata y alejan las desembocaduras de arroyos, reduciendo aún más sus pendientes, afectando no solo el borde costero sino todo el territorio de la ciudad y el área metropolitana”, se señaló.
En ese sentido, la historia de la ciudad de Buenos Aires muestra el gran avance sobre el curso de agua a lo largo de su desarrollo histórico. Si se toma como punto de partida el año 1900, en la Capital se agregaron, en promedio, 26 hectáreas de terreno anuales por los rellenos que se fueron realizando en la costa del Río de la Plata. Desde entonces se sumaron más de 3000 ha.
Primero fue la zona de la Aduana, apenas a metros de la Plaza de Mayo, le siguió el malecón y los rellenos de la zona Norte. El balneario Saint Tropez y Coconor, en la Costanera Norte, de mediados de los ’80, son tal vez los últimos registros de playa de la ciudad. Ya había desaparecido el balneario de la Costanera Sur y habían pasado casi 100 años desde que se construyó Puerto Madero, en 1887.
“El tema es sumamente urgente. Porque aunque hiciéramos cosas para mitigar el cambio climático, la inercia de sus consecuencias ya está entre nosotros. Entre ellos, el aumento del mar, que es imparable. La Ciudad no tiene reglamentada aún la evaluación ambiental estratégica, es por eso que advertimos que los diseños de políticas públicas tienen que tener en cuenta estos factores”, dijo Mora Arauz, de la Fundación Ciudad, que también es miembro del Consejo.
Entre las advertencias, los expertos señalan: “Futuros rellenos aproximarán más la franja de agua contaminada a la toma de agua que abastece a la ciudad y parte del Conurbano. La Ciudad de Buenos Aires cuenta con una reserva de agua potable de muy pocas horas”.
“Si resulta necesario densificar la construcción para una demanda de vivienda insatisfecha, no debe hacerse sobre la costa. La costa es un área de riesgo, aunque no aparezca como tal en el Mapa de Riesgo Hídrico de la Ciudad”, advirtieron.
En APRA indicaron mediante un comunicado que “la Gerencia Operativa del Cambio Climático se encuentra evaluando las recomendaciones incluidas en el documento, que fue entregado el 12/4 en la primera reunión con el Consejo del año en curso, y a partir de esta evaluación las mismas serán compartidas con las distintas áreas de Gobierno involucradas con el borde costero y tomadas en consideración para la futura actualización del Plan de Acción Climática de la Ciudad, que de acuerdo a la legislación vigente se realizará en el 2025”.
Calor extraordinario
La amenaza de avance del nivel de las aguas no es la única que afronta la ribera de la Ciudad de Buenos Aires. Hace dos semanas, un estudio publicado por Nature Communications mostró a la zona como una de las más afectadas por los golpes de calor extraordinarios y sus consecuentes riesgos.
Datos satelitales del aumento del nivel del mar entre 1993 y la actualidad
Dann Mitchell, científico del clima en la Universidad de Bristol, en Inglaterra, y uno de los autores del estudio, comentó que justo después de una catástrofe, las personas y los encargados de formular políticas son conscientes de los riesgos y de cómo responder. “Y entonces, conforme pasan los años, de alguna manera te olvidás y ya no te molesta tanto”, afirmó a The New York Times.
Mitchell y sus colegas observaron las temperaturas máximas diarias en todo el mundo entre 1959 y 2021 y descubrieron que las regiones que cubren el 31 por ciento de la superficie terrestre de nuestro planeta experimentaron un calor tan extraordinario que, estadísticamente, no debió haber ocurrido. El estudio argumenta que estos lugares deberían prepararse más para futuras recurrencias severas de calor.
No obstante, todavía existen muchas regiones que aún no han experimentado ese calor extremo. Así que es posible que no estén tan preparadas. Según el estudio, esas zonas incluyen lugares desarrollados económicamente, como Alemania, los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, además de la región de China alrededor de Pekín. Sin embargo, también incluyen países en desarrollo, como Afganistán, Guatemala, Honduras y Papúa Nueva Guinea, que es más probable que carezcan de recursos para mantener a salvo a la gente. Otras zonas que están en riesgo incluyen al extremo oriente ruso, el noroeste de la Argentina, y también, como se dijo, CABA y el AMBA, así como parte del noreste de Australia.
Comentario de AgendAR:
La semana pasada los medios argentinos informaron del avance del mar, en mar del Tuyu y San Clemente.
Esa es costa de estuario y no de mar, aunque en los mapas políticos todo el estuario del Plata figure como Río de la Plata. La distinción geográfica importa porque en un estuario verdadero el ambiente hídrico es más marino que en un río.
En la parte inferior de un río las mareas y corrientes de marea no mueven mucho el amperímetro: la altura del agua es caótica y casi impredecible por la combinación de vientos, oleaje, mareas marinas y la escorrentía, determinada por la recarga pluvial en las cuencas media y superior. En suma, el Paraná y el Uruguay determinan muy poco qué pasa con la altura de eso que llamamos Río de la Plata pero no lo es.
Lo que determina si la costa avanza o retrocede en balnearios como el Tuyú y San Clemente es la altura promedio del Atlántico y los vientos.
Como se puede observar a simple vista en casi todas las playas bonaerenses, la costa retrocede. El partido entre la sedimentación y la erosión la gana la última, por goleada. Por eso allí se viene derrumbando la edificación costera más intrusiva y descerebrada. El Partido de la Costa, Mar del Plata y Miramar enfrentan el mismo problema, sólo que ahí actuó otra fuerza erosiva más: la remoción de médanos para hacer avenidas costeras, el robo de arena playera para la construcción y la edificación de edificios directamente sobre las playas.
En el actual escenario climático, eso agrava todo.
El avance de la costa por rellenamiento, frente a CABA y en los partidos con litoral del AMBA, es sedimentación, pero artificial. Se trata de una lucha de las inmobiliarias y las municipalidades (que se han vuelto casi la misma cosa) contra fuerzas planetarias mucho más poderosas. Está perdida desde el vamos. Todo lo que se ha rellenado se terminará inundando. Todo lo que se ha construido se devaluará. Pero se sigue construyendo. No es que aquí seamos especialmente imbéciles: ¿no se siguen haciendo torres de departamentos de lujo en Miami Beach, sobre calles que sufren «daylight flooding» (inundación diurna) con cada pleamar?
Si la altura creciente del mar aquí no ayuda, menos lo hacen los vientos. Las únicas tormentas realmente erosivas son las sudestadas fuertes, que pasaron de 2,5/año a 10/año en lo que va de los ’80 a hoy. Y es que se ha corrido 200 km. hacia el Norte el anticiclón del Atlántico Sur que las genera, para estacionarse cuadradamente frente a la boca del estuario, mar adentro. Estamos directamente en la línea de tiro, ahora agarramos todas las balas.
Las sudestadas vienen con marea de inundación tanto para la costa bonaerense propiamente atlántica como para el estuario. Con consecuencias diferentes: inundaciones en CABA y el AMBA, que cada vez penetran más hondo en las cuencas de los lerdos arroyos entubados el siglo pasado. En la costa propiamente marina, las sudestadas logran entrar una o dos cuadras en ese nuevo litoral desprovisto de médanos que lo defiendan, y en el reflujo se llevan mar adentro la poca arena que va quedando en la playa, cada vez más angosta.
El pelo de agua del estuario ha venido creciendo a lo largo de este siglo y el pasado, y se acelera. Un buen ejemplo lo da el hotel de lujo que había en la costa de Magdalena, inutilizado y abandonado hace ya 60 años porque lo cercó, derrumbó y tapó el agua. El IPCC en 2021 predecía 1,25 metros más que hoy en el Plata para fines de este siglo, pero creo que se quedaron cortos otra vez.
Las consecuencias para las ciudades costeras son enormes. En una costa de baja pendiente, sea arenosa o barrosa, por cada metro adicional de altura del mar calcula de diez a cien metros de erosión costera, en general inmediata, pero si hay roca puede diferirse décadas. Es lo que pasa en el tramo Marpla-Miramar de la ruta 11, que hay que correr a cada rato tierra adentro porque el acantilado se está corriendo tierra adentro, y la va persiguiendo a sucesivos derrumbes.
Ni Marpla ni Miramar tienen hoy playas siquiera parecidas a las que todavía ostentaban en los años ’70: uno ve una sucesión de espigones de piedra o de hormigón, que muestran «pocket beaches», miniplayas triangulares de gran pendiente, en el flanco sudeste de cada una de estas construcciones. Ahí el oleaje de los días calmos todavía logra acumular un poco de arena. En el otro flanco, el noroeste, y a la misma altura del espigón que el «pocket beach», hay dos o más metros de profundidad. Los espigones mismos no aguantan demasiado las sudestadas y se fracturan. A fuerza de hormigón, el escenario parece más la Muralla Atlántica del general Rommel que las anchas playas de las que se guardan fotos en blanco y negro, y que sólo tienen medio siglo.
Como fuerza erosiva, el combo intendentes e inmobiliarias ha sido peor que las sudestadas, aunque trabajan (sin saberlo o a sabiendas, ya no importa) en el mismo equipo.
Volviendo al caso de San Clemente y sus derrumbes de edificación costera, se ven cosas similares en Villa Gessell, donde pagan más porque estos temas no se venteen en los medios.
En ambos casos tenés el mismo paralelogramo de fuerzas operantes: el mar está más alto, las sudestadas mucho más frecuentes y erosivas, y se está pagando el precio de casi un siglo entero de intendentes que se roban a sí mismos, o unos a otros, los médanos naturales que veían nuestros padres y abuelos.
Esos médanos se volvieron parte del hormigón de construcciones en zonas de la playa ilegales hasta por la vieja ley nacional del camino de sirga, que imponía un despeje de 100 metros entre cuerpos de agua y ciudades. El futuro es que toda la provincia se quede sin playas y termine con «pocket beaches» triangulares y de alta pendiente entre enormes (e inútiles) espigones que tratan de retener un poco de arena.
Marpla y Miramar son el ejemplo de tapa de libro. Y una muestra de otra cosa más: el dragado en aguas más profundas para rellenar las playas que se van evaporando es de alto costo y baja eficiencia.
Los datos fiscales del mes de enero, publicados el viernes pasado, revelan que -por lo menos para el primer mes del año- el gobierno cumplió su objetivo. Tal como se desprende del cuadro a continuación, el resultado fiscal del Sector Público Nacional mostró un superávit financiero, algo que no se observaba desde hace más de 10 años (la última vez que se había observado un resultado así fue en agosto del 2012).
Al examinar cómo se logró ese resultado, queda claro que el gobierno aplicó un drástico ajuste sobre el gasto, cuya caída (medida en términos reales) fue de casi 40% respecto del mismo mes del año anterior, mientras que los ingresos fueron prácticamente los mismos. Si bien todas las partidas mostraron recortes importantes, los más significativos (por el peso que tienen en el total del gasto público) estuvieron en las jubilaciones (-38%), los planes sociales (-23%), los subsidios al gas, luz y transporte (-64%) y el empleo público (-28%). El otro rubro para destacar, pero más por la cuestión política, fue el freno casi total de todas las transferencias a las provincias.
Si bien para el gobierno es un dato alentador, hay dos cuestiones a resaltar. En primer lugar, como advierte Fernando Morra, enero es un mes que, por cuestiones estacionales, siempre presenta un bajo nivel de ejecución del gasto (lo que repercute en el resultado fiscal). Tal es así que, en seis de los últimos diez años, a pesar de que en enero se registró un superávit primario (antes del pago de los intereses de la deuda), el año terminó en déficit.
No obstante lo anterior, la magnitud de este ajuste y del holgado resultado fiscal (que permitió registrar un superávit financiero, es decir, luego del pago de los intereses), dan una pauta de las firmes intenciones del gobierno de lograr la meta fijada. Lo que nos lleva a la segunda advertencia.
El bolsillo de la población argentina se viene achicando sistemáticamente desde hace años. Entre diciembre del 2017 y noviembre del 2023, el poder adquisitivo del empleo registrado se redujo 25% (en el empleo informal no se cuenta con buenos datos oficiales, pero la caída se estima en torno al 30%). Por su parte, el haber mínimo se redujo 28%.
A los pocos días de asumir, la drástica devaluación del tipo de cambio que aplicó Milei provocó que la inflación se acelerara de manera notable, siendo del 25,5% en diciembre y del 20,5% en enero. Este fuerte salto de los precios pegó de lleno en los ingresos, al no tener la capacidad de actualizarse a la misma velocidad. Así, en tan solo dos meses, el salario registrado se redujo 23% (casi lo mismo que había sucedido antes a lo largo de seis años). Con las jubilaciones la contracción fue menor, del 14% (ayudado por el otorgamiento de bonos extraordinarios que compensaron parcialmente la caída). La separación entre estos dos períodos no es para atribuir culpas a la caída de los ingresos, sino para dimensionar la violenta merma que sufrieron en estos dos meses, en el marco de un proceso de deterioro que viene desde hace años.
Si tomamos todo el período, incluyendo estos dos meses, la caída de los salarios fue del 41%, mientras que la de la jubilación mínima fue del 38%. No es casualidad que, según las estimaciones que realiza la Universidad Torcuato Di Tella, la tasa de pobreza haya pegado un salto de casi 4 puntos respecto de la última medición oficial, ubicándose en el 43,7% de la población (la medición que realiza el Observatorio de la UCA, de amplia difusión en estos días, no es comparable, dado que siempre presenta valores más elevados).
Pero, lamentablemente, esto no fue todo, porque esta caída de los ingresos se tradujo en una severa reducción del consumo, afectando la actividad económica. Si bien todavía no contamos con el dato oficial del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), diversos indicadores ya adelantan un fuerte freno al consumo y la producción. Las ventas minoristas se redujeron 29% en enero respecto del mismo mes del año anterior; la construcción un 28% y la producción de autos, 17%. En la mayoría de estos casos son contracciones sumamente elevadas, solo superadas por lo sucedido durante la pandemia.
La descripción detallada de todo este panorama tan recesivo es para advertir que no parece compatible con la decisión del gobierno de llevar a cabo el mayor ajuste fiscal de la historia reciente, como muestra el gráfico debajo.
Milei está convencido de que la sociedad lo va a tolerar porque, como sostuvo en una de sus entrevistas, “es la primera vez que alguien gana diciendo que va a hacer un ajuste”. Si bien es cierto que su discurso de campaña se centró en el ajuste, el énfasis siempre estuvo puesto en “la casta”, no en “la gente”. Sería un error, entonces, creer que la sociedad argentina, que ya viene muy golpeada, va a recibir de brazos abiertos un ajuste de semejante magnitud.
Hay un segundo obstáculo. El fuerte ajuste no solo puede poner un freno al programa desde el plano social, sino incluso desde lo fiscal. Esto se explica por el hecho de que el gasto público es un componente muy relevante dentro del PIB. Con lo cual, la reducción del mismo puede contribuir a una caída en la actividad y el empleo, lo cual a su vez impacta en la recaudación, haciendo que la meta deseada se vaya corriendo y que sea necesario un ajuste todavía mayor.
Esto ya se vio reflejado en los datos. Tanto el componente interno del IVA como los aportes y contribuciones de la seguridad social (los dos tributos de mayor peso en la recaudación) mostraron caídas importantes en enero, del 10% y del 25%, respectivamente. En el primer caso, la caída estuvo fundamentalmente explicada por la contracción de las ventas, mientras que el segundo se explica por el cimbronazo que sufrieron los salarios registrados.
En suma, el fuerte ajuste fiscal que persigue el gobierno de Milei es una decisión sumamente arriesgada dado que puede profundizar la recesión y la caída del poder de compra de la población, lo cual no solo pondría en jaque la meta fijada por el lado de la caída de la recaudación, sino fundamentalmente porque va a poner a prueba la tolerancia social de una sociedad que ya viene muy golpeada.
Entre febrero de 2023 y el mes actual los precios de soja y del maíz acumularon fuertes bajas, arrastrados por la corriente bearish (bajista) que se consolidó en el mercado de Chicago.
Los precios de la soja en la plaza estadounidense acumularon una caída de US$77 por tonelada o su equivalente del 15% en el segmento citado, al pasar de 503 a 426 dólares por tonelada. En el mismo período la oleaginosa en la Argentina acumuló una baja de US$124 por tonelada, equivalente al 31%, tras variar de 402 a los actuales 278 dólares por tonelada.
Como vemos, el descenso de la soja en la Argentina fue mucho mayor al registrado en Chicago. Esto es así pues nuestro mercado operaba con el valor de la oleaginosa “sobre-priceado”, es decir, la exportación y las aceiteras pagaban por arriba del precio de paridad, lo que provocaba márgenes de negocio negativos.
Y un dato que refleja el impacto del 33% de retenciones a las exportaciones de poroto de soja es la diferencia de 148 dólares por tonelada que existe entre el precio de la soja Chicago (US$426) y el valor en la Argentina (US$278). Un simple cálculo matemático muestra que la diferencia entre nuestro mercado y el externo es del 34,74%, cifra muy similar al 33% de las retenciones.
En el caso del maíz, la baja en Chicago llegó a los US$102 por tonelada, o su equivalente del 39%, al pasar de US$264 por tonelada en junio de 2023 a US$162 en la actualidad. En nuestro país la caída fue de US$93 por tonelada, equivalente al 36%, tras una variación interanual de 261 a 168 dólares por tonelada.
En el análisis frío del mercado, hoy el maíz en Chicago se cotiza a US$162, mientras que en la Argentina lo hace a US$168 por tonelada. Es decir, el grano argentino se negocia con US$6 por tonelada de prima. Como vemos, la tendencia bajista de nuestro mercado estuvo muy en línea con la tendencia negativa registrada en Chicago.
Tanque más pesado
Mientras los precios de la soja y del maíz acumularon bajas en dólares del 31 y del 36%, respectivamente, el valor del gasoil, uno de los principales insumos del productor, aumentó el 148%. Hoy en el campo se paga $1000 por litro de gasoil, equivalente a US$1,17 por litro, mientras que un año atrás su valor era de US$0,47. Esta suba del combustible tendrá un impacto directo en todas las actividades ligadas a la comercialización: fletes, gastos de cosecha, pulverización, almacenamiento y secado de granos.
Por caso, veamos cuál fue el impacto del aumento del gasoil en el costo del llenado de un tanque de combustible de un camión, en su equivalente grano. En febrero de 2024 un productor necesita 3490 kilos de maíz para llenar el tanque, mientras que un año atrás ese mismo tanque lo llenaba con 900 kilos del cereal. En el caso de la soja, hoy un tanque se llena con 2110 kilos, mientras que el año pasado lo completaba con 590 kilos. Este es un ejemplo y una muestra del fuerte cambio que se está produciendo en la relación insumo/producto.
El agricultor enfrenta la peor de las situaciones, una caída del precio de los granos que cosecha y vende, con un promedio del 33% en dólares, y un aumento en el costo de sus servicios y en el de la comercialización, que oscila del 70 al 100%. En concreto, los productores tienen que vender una mayor cantidad de granos para pagar los mismos servicios respecto de un año atrás. Así, se reduce la ganancia del agricultor; se elevan los rindes de indiferencia, y se ingresa en zona de quebrantos si no se logra una cosecha muy buena.
El precio del barril de petróleo registró hoy una caída en Nueva York poniendo fin a una serie de jornadas en suba y después de alcanzar un máximo de tres meses la semana pasada, mientras el conflicto en Oriente Medio continuaba y esas preocupaciones geopolíticas fueron más que compensadas por las inquietudes sobre la demanda.
El barril de la variedad WTI y el tipo Brent bajaron 1,3% para cerrar en 78,20 dólares y 82,50 dólares, según cifras consignadas en el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
Los futuros del crudo ganaron la semana pasada debido al conflicto en Medio Oriente y después de que Israel lanzara ataques en El Líbano y prometiera continuar con su ofensiva en Gaza hasta la ciudad sureña de Rafah.
En tanto, militantes houtíes atacaron ayer otro carguero en el estrecho de Bab el-Mandeb, obligando a la tripulación a abandonar el barco.
El ataque pone en relieve las amenazas actuales a los buques comerciales en el Mar Rojo, lo que ha obligado a gigantes del transporte marítimo como Maersk a desviar carga alrededor del Cabo de Buena Esperanza en el sur del África.
Por su parte, los inversores están sopesando las preocupaciones sobre la salud de la economía de China, mientras una crisis de deuda para el sector inmobiliario continúa pesando sobre el importador número uno.
Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) decidirán en principios de marzo sobre si extienden los recortes de producción hasta el segundo trimestre.
Las restricciones tuvieron un comienzo lento en enero, cuando datos compilados por la OPEP mostraron que Irak, el segundo mayor productor del grupo, bombeó más que su cuota.
Los inversores aguardan para esta semana la difusión de los datos de los inventarios de crudo de los Estados Unidos que en la última semana aumentaron fuertemente.
Los contratos de futuros de gas natural para entrega en marzo bajaron 1,4% y se negociaron en 1,59 dólares por millón de BTU.
Finalmente, el oro subió 0,6% y se pactó en 2.036 dólares por onza.
La primera nave espacial estadounidense en llegar a la Luna en más de 50 años alunizó exitosamente este jueves, como parte de una nueva flota de robots comerciales sin tripulación financiados por la NASA y destinados a allanar el camino para las misiones de astronautas a finales de esta década.
El mensaje de la NASA tras recibir la señal de Odiseo desde la Luna: “Nuestro equipo está en la superficie lunar”. El módulo Odiseo, de la compañía Intuitive Machines, alcanzó este jueves con éxito la superficie lunar tras despegar hace siete días desde Florida y logró el hito de ser la primera nave estadounidense que aluniza tras la misión Apolo 17 de 1972.
Poco después de la hora prevista, las 16.24 hora local del este estadounidense (21.24 GMT), los controladores de la misión confirmaron que, tras haber reducido su velocidad desde los 6.500 km/h, el módulo se posó cerca del cráter Malpert A, a unos 300 kilómetros del Polo Sur lunar, donde permanecerá aproximadamente unos siete días hasta que llegue la noche en esta región y quede inoperable.
Los controladores de vuelo confirmaron que habían recibido una señal de la nave tras el alunizaje. “Sin duda nuestro equipo está en la superficie de la Luna, y estamos transmitiendo”, dijo Tim Crain, cofundador y director de tecnología de Intuitive Machines, durante la transmisión en directo de la empresa. “Felicitaciones equipo IM, veremos cuánto más podemos sacar de eso”.
Odiseo, como se ha llamado a este módulo de la serie Nova-C fabricado por la firma con sede en Houston (Texas), y que despegó el 15 de febrero desde Florida propulsada por un cohete Falcon 9 de SpaceX, se ha erigido hoy también en la primera nave privada estadounidense que alcanza el satélite natural.
El mes pasado, otra empresa estadounidense fracasó en su intento de llegar a la Luna, lo que aumentaba las apuestas para demostrar que la industria privada tenía lo que hay que tener para repetir una hazaña lograda por última vez por la NASA durante su misión tripulada Apolo 17 en 1972.
Esta misión “será una de las primeras incursiones en el polo sur para observar realmente las condiciones ambientales de un lugar al que vamos a enviar a nuestros astronautas en el futuro”, declaró Joel Kearns, alto funcionario de la NASA. “¿Qué tipo de polvo o suciedad hay, cuánto calor o frío hace, cuál es el entorno de radiación? Todas estas son cosas que realmente te gustaría saber antes de enviar a los primeros exploradores humanos”.
Polo sur lunar Odiseo se lanzó el 15 de febrero en un cohete Falcon 9 de SpaceX y cuenta con un nuevo tipo de sistema de propulsión de oxígeno líquido superenfriado y metano líquido que le permitió surcar el espacio en tiempo récord.
Su destino, Malapert A, es un cráter de impacto situado a 300 kilómetros del polo sur lunar. La NASA espera establecer allí una presencia a largo plazo y recoger hielo para obtener agua potable y combustible para cohetes en el marco de Artemis, su programa insignia de la Luna a Marte.
La NASA pagó a Intuitive Machines 118 millones de dólares por enviar su hardware en el marco de una nueva iniciativa denominada Commercial Lunar Payload Services (CLPS), que creó para delegar los servicios de carga en el sector privado con el fin de conseguir ahorros y estimular una economía lunar más amplia.
La primera, de la empresa Astrobotic, con sede en Pittsburgh, se lanzó en enero, pero su nave espacial Peregrine sufrió una fuga de combustible y tuvo que volver a la Tierra para quemarse en la atmósfera.
Las naves espaciales que aterrizan en la Luna tienen que sortear rocas y cráteres traicioneros y, a falta de una atmósfera que les permita utilizar paracaídas, deben recurrir a propulsores para controlar su descenso. Aproximadamente la mitad de los más de 50 intentos han fracasado.
Hasta ahora, sólo las agencias espaciales de la Unión Soviética, Estados Unidos, China, India y Japón lo han conseguido, lo que constituye un club exclusivo.
El vasto universo productivo e industrial de la provincia de Buenos Aires se autoconvoca en respuesta a una invitación de su gobernador Axel Kicillof.
Se reunirá en un plenario, el próximo miércoles 28 de Febrero a las 17.30 hs en Parque Yrigoyen, de San Martín, donde estarán presentes las y los dirigentes que conducen a la mayoría de las gremiales empresarias MiPyMe y a las asociaciones de cooperativas con actividad en la provincia.
La muy delicada situación económica, acentuada por la vigencia del DNU 70/23, hizo que, en un encuentro anterior con referentes de la industria y la producción bonaerenses, el gobernador les solicitase que conformen un espacio de unidad con el fin de hacer oír las necesidades de dicho sector.
La positiva respuesta no se hizo esperar; quienes convocan sostienen que no habrá salida de este grave presente sin que el sector productivo pase a integrar de manera protagónica todos los organismos donde se decidan y ejecuten las políticas públicas.
En San Martín, Capital Nacional de la Industria Pyme, las organizaciones presentes formularán una serie de solicitudes al poder ejecutivo provincial, orientadas al fortalecimiento, al desarrollo y a la sostenibilidad de las cadenas de valor.
Contactos David Selser – Tel 11-4499-7656 Juan Ciolli – Tel 11-4416-8966 Carlos Norryh – Tel 11-5108-1877
Durante la ceremonia realizada en la Aeroestación Militar Aeroparque con motivo de la incorporación del segundo Embraer ERJ-140LR T-96 “Paloma Gaucha” para la Fuerza Aérea Argentina, el titular del arma, Brigadier Mayor Fernando Luis Mengo, manifestó durante su alocución que próximamente se estará realizando la primer operación aérea con aviones Saab 340 en la Antártida.
Al respecto, el titular de la Fuerza Aérea afirmó que“no queremos quedarnos solamente con eso, nuestros desafíos y aquellos cuando esa base esté plenamente operativa junto a marambio es hacer operaciones – o que el instrumento militar esté en condiciones de realizar operaciones aéreas en la profundidad de nuestra porción antártica. que el instrumento militar esté en condiciones de aterrizar en los hielos azules, bien adentro de la porción antártica”.
El empleo de los aviones Saab 340 en pistas no asfaltadas, como las disponibles en Petrel o la Base Marambio resulta una operación inédita para este sistema de armas a lo largo de su vida operativa en la IX Brigada Aérea. Como parte de los preparativos de este despliegue al Continente Blanco, la FAA realizó operaciones con este sistema a pistas no preparadas, como fueran las operaciones de Saab 340 durante el Ejercicio Fénix 2023. Un aspecto destacado es que este vuelo se realizaría antes de la finalización de la CAV 2023/2024.
Por su parte, la FAA operó desde la inauguración de la Base Petrel el 22 de febrero de 1967 con aviones De Havilland DHC-2 Beaver y DHC-6 Twin Otter, mientras que la Armada Argentina lo hizo con aviones Fairchild-Hiller PC-6B1A-H2 Turbo Porter, hasta su evacuación tras un incendio durante el invierno de 1974.
Cabe destacar que con el plan de reactivación de la base, se llevaron a cabo estudios geotécnicos, trabajos de relevamiento topográfico, análisis del comportamiento de los suelos mediante la toma de muestras con personal especialista, determinación de las trazas más favorables y la delimitación de la misma.
Comentario de AgendAR:
Imposible no recordar que la FAA dio de baja su excelente avión de cabotaje Guaraní II. En 1965 cruzó el Atlántico sin problemas para ser mostrado en Le Bourget, donde inició su proceso de calificación de aeronavigabilidad fue el primer avión sudamericano en cruzar el Atlántico.
En esa feria de Francia, levantó la segunda mención ante el jurado, y además decenas de pedidos de cotización. En 1968 y con tanques auxiliares, el Guaraní II hizo un ida y vuelta desde Río Gallegos hasta la Península Antártica, sin aterrizar para repostar combustible. Pero la FAA no parece haber hecho mucho por vender su producto más comercial: fabricó sólo 35, y lo desprogramó.
Algunos volaron hasta entrados los ’90. En ese mismo período y con un avión muy similar al Guaraní II, el Bandeirante 110 de un hasta entonces ignoto fabricante brasileño, Embraer, vendió 494 aeronaves en su propio país de origen, y además en Colombia, Chile, Uruguay, Angola, Cabo Verde, Gabón, Senegal y Cuba.
Siguen operativos unos 200, en líneas de cabotaje y fuerzas aéreas. Fue el despegue de un ascenso impresionante: Embraer hoy es el tercer fabricante mundial de jets de cabotaje, detrás de Airbus y Boeing.
Y nosotros celebrando la adquisición de un avión de enlace sueco por la FAA…
El 22 de febrero de 1904, nuestro país inauguró la base Observatorio Orcadas del Sur, primera y por varias décadas única presencia permanente de la humanidad en la Antártida. Actualmente, Argentina opera siete bases permanentes y seis que funcionan en el verano.
Lejana y distante, la Antártida es uno de los grandes reguladores de la vida en el planeta, recordaron este miércoles autoridades del Instituto Antártico Argentino, en la víspera de la conmemoración de los 120 años de presencia ininterrumpida en ese continente, con una fuerte apuesta a la ciencia, la técnica y la cooperación, lo que define a la Argentina como país «bicontinental».
El impulso al conocimiento científico, la continuidad en el tiempo de las investigaciones y la evolución de las capacidades logísticas y operativas para sostener esas tareas consolidaron a la Antártida como una política de estado con más de un siglo de continuidad en la Argentina, destacaron especialistas.
En enero, el presidente Javier Milei viajó a la Antártida junto al director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), el diplomático argentino Rafael Grossi, para dar comienzo a un ambicioso proyecto de investigación que busca aprovechar las capacidades que ofrece Argentina para monitorear la presencia de microplásticos en los mares que rodean al Polo Sur del planeta.
Foto: Leo Vaca.
Para la ciencia argentina este no es un campo nuevo porque desde hace unos años equipos de investigación ya venían trabajando sobre la presencia de microplásticos en la atmósfera del continente blanco y también encontraban estos desechos en el sistema digestivo de la fauna que monitorean.
Desde abril de 1951 las investigaciones científicas de Argentina en la Antártida son coordinadas por el Instituto Antártico Argentino (IAA) en articulación con universidades y centros de estudio de distintas provincias.
Walter Mac Cormack, director del Instituto Antártico Argentino, afirmó en que «en los últimos 120 años la ciencia en general ha cambiado de manera gigantesca, por lo cual la relacionada con la Antártida no es la excepción; cada vez más la ciencia de primer nivel exige disponer de laboratorios y equipamientos complejos en las bases, de manera que en muchos casos la actividad en el terreno ha pasado de la mera toma de muestras a analizar al regreso, a la posibilidad de realizar gran número de ensayos y estudios en el terreno».
El funcionario sostuvo que hay dos motores que impulsan los intereses y prioridades científicas y que condicionan la actualización y las modificaciones que a través del tiempo se realizan sobre las actividades científicas antárticas.
«Por un lado, respaldar los intereses de nuestro país en la región, de manera que muchas de sus líneas de trabajo estudian problemáticas y obtienen resultados y datos que, más allá de su relevancia académica, aportan la base científica para sostener y reforzar los argumentos y la posición de las delegaciones de nuestro país que participan en los foros internacionales donde se discuten y se toman las decisiones acerca de la actividad humana en el continente blanco», acotó.
Por otro lado, agregó, el Instituto Antártico Argentino «es una institución pionera en investigación científica antártica, que ha construido un gran prestigio a nivel internacional. Esto se debe a que define su política también como respuesta a la problemática científica actual, que es una actividad muy dinámica y muchos de los problemas a resolver cambian con el tiempo y con el avance del conocimiento».
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Xavier Isaac, afirmó que «la presencia de las Fuerzas Armadas en la Antártida contribuye a garantizar de modo permanente nuestra soberanía e independencia, integridad territorial y capacidad de autodeterminación como país bicontinental».
«Las Fuerzas Armadas han desarrollado las actividades antárticas desde los inicios de la presencia del Estado Nacional en el continente blanco y como institución contamos con grandes próceres de renombre a quien seguir como ejemplo, el almirante Irízar, el alférez Sobral, el general Pujato, el vicemomodoro Olezza y otros tantos. Concretar la misión logística, geopolítica y de ejercicio soberano en apoyo a la ciencia y técnica de nuestro país«, ponderó.
Isaac señaló que «Argentina está buscando redefinir el despliegue logístico antártico, la atención al Atlántico Sur es una realidad y las Fuerzas Armadas deben adaptarse a los nuevos escenarios; es por ello que estamos desarrollando, con el apoyo del Ministerio de Defensa y la Cancillería, la Base Petrel que constituirá nuestro centro logístico, científico y de apoyo a las emergencias en la Antártida«.
El militar además indicó que la Fuerza Aérea Argentina avanza hacia la implementación de nuevos medios aéreos en la base Petrel, como la operación de aviones de transporte Saab 340 que podrían efectuar traslados y aeroevacuaciones de ser necesarias.
Foto: Leo Vaca.
Respecto de lo que representan las operaciones antárticas como ejercicio para las Fuerzas Armadas, Isaac sostuvo que «la operación conjunta es fundamental. Si nos fijamos en la guerra de Malvinas, una de las grandes críticas al accionar de las Fuerzas, fue precisamente la falta de accionar conjunto de las mismas, es decir en la capacidad de planificar y actuar combinando las capacidades de las fuerzas».
«Todas aportan al logro del éxito de la campaña antártica; es una actividad muy enriquecedora, que permite a cada fuerza conocer las capacidades de las otras fuerzas y ver cómo actúan. Eso permite no sólo cumplir con los planificado, sino que enriquece a los oficiales y suboficiales que participan. Se obtienen muy buenas experiencias», completó el militar.
Al finalizar la campaña antártica, prevista para inicios de abril, se habrá realizado el traslado de 1.045 personas por modo aéreo y naval, el transporte 2.830 m3 de gas oil antártico, 2.551 tambores de combustibles varios, 800 tubos de propano, 170 m3 de víveres frigorizados, 368 m3 de cargas especiales (vehículos, maquinarias y motores) 1.376 m3 de cargas generales y 178 m3 de materiales de construcción.
También se habrá completado el repliegue más de 500 m3 de residuos a ser tratados en el continente, más la carga de repliegue a determinar oportunamente, junto al relevo y reabastecimiento de 7 bases permanente y la apertura y cierre de 6 bases temporarias.
Sobre la campaña antártica de verano, el jefe del Comando Conjunto Antártico, general de Brigada Edgar Calandín, afirmó a Télam que «es cuando se despliega la mayor cantidad de personal científico y técnico y también se realiza el relevo de las dotaciones que han invernado; durante este año unos 300 científicos han sido desplegados en la Antártida y el personal logístico y técnico que integran las dotaciones de bases y medios navales y aéreos alcanzan a los 1.200 mujeres, hombres y niños«.
Todas las operaciones son llevadas adelante por el rompehielos «Almirante Irízar», junto a buques de transporte y avisos de la Armada Argentina, además de los aviones Hércules C-130 y los helicópteros Bell 212 de la Fuerza Aérea y los SeaKing de la Armada.
En la actualidad, Argentina opera siete bases permanentes en la Antártida
Todas estas instalaciones, los campamentos que desde ellas se despliegan, buques y aeronaves son plataformas para proyectos de investigación sobre la atmósfera, la meteorología, astronomía, fauna, flora, geología y en los últimos años también para ciencias sociales como la historia o la antropología.
En estos momentos Argentina avanza en un ambicioso programa de actualización de la infraestructura de sus bases en la Antártida, por impulso de la iniciativa «Pampa Azul» y a través del programa «Construir Ciencia».
Como parte de esta iniciativa, en 2023 se construyeron laboratorios multidisciplinarios en las bases Orcadas, San Martín y Esperanza, además de refugios en la Isla Vega y en Cerro Nevado para facilitar la investigación en esas áreas.
En la actual campaña antártica de verano y en el marco del mismo proyecto, se construyen un nuevo laboratorio en Marambio y una estación científica subantártica en la Isla de los Estados, mientras que la planificación de estos meses también incluye el montaje de un laboratorio de rayos cósmicos en San Martín, un telescopio robótico del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE-Conicet) y dos antenas satelitales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales en Belgrano II, y un sistema experimental de producción de energías renovables en base Esperanza entre otras iniciativas.
Uno de los proyectos más relevantes de Argentina en la Antártida es la actualización y recuperación de la base Petrel, una instalación con capacidad de disponer de dos pistas aéreas y un muelle de cargas que había sufrido un incendio en 1974 y que en 2021 volvió a tener dotación permanente en el marco de las tareas para su reactivación.
El personal de Petrel avanza en el montaje de la nueva casa habitacional, diseñada y construida por el astillero estatal Tandanor, en tanto que se estima que a finales del verano podrían efectuarse los primeros despegues y aterrizajes desde su pista.
En aquel febrero de 1904, junto con un observatorio meteorológico, el gobierno de Julio Argentino Roca estableció una oficina postal y a los pocos años se instaló un enlace radial.
Ahora, 120 años después de aquella gesta, un equipo de periodistas de Télam, divulga la actividad de Argentina en la Antártida a través del trabajo de distintos corresponsales itinerantes embarcados en el rompehielos «Almirante Irízar».
DE LA OBSERVACIÓN METEOROLÓGICA AL CAMBIO CLIMÁTICO
Foto: Leo Vaca.
Cuando el 22 de febrero de 1904 el personal del entonces observatorio meteorológico de la Isla Laurie comenzó a registrar datos del tiempo, no muchos imaginaban que 120 años después la continuidad de la investigación científica en la Antártida iba a convertir a la Argentina en uno de los países de referencia global en la producción científica sobre las consecuencias del cambio climático, entre otros campos.
Las investigaciones argentinas en la Antártida incluyen el monitoreo de gases industriales empujados por los vientos hacia la Antártida, sobre la que se concentran en nubes brillantes que captan átomos de oxígeno y hacen menos densa a la capa de ozono que nos protege de la radiación solar.
Otros proyectos en curso estudian el efecto de las partículas de carbono negro producidas por la combustión de hidrocarburos o incendios forestales que vuelan hasta la Antártida y se posan sobre su nieve, sus glaciares o sus grandes barreas de hielo, lo que reduce su capacidad de reflejar la luz y aumenta la velocidad de su derretimiento.
El derretimiento del hielo que rodea la Antártida limita las posibilidades de anidar al pingüino emperador cuyas poblaciones disminuyen, en tanto que otros pingüinos o animales marinos se ven obligados a nadar cada vez mayores distancias para encontrar alimento producto de la presión de la actividad pesquera sobre el krill.
Walter Mac Cormack, director del Instituto Antártico Argentino (IAA), organismo que coordina las políticas científicas en la Antártida, afirmó a Télam que «la presencia de forma continua de nuestro país en la Antártida es la más extensa en la historia del continente y representa un enorme mérito; es el resultado del esfuerzo continuo de numerosos y diferentes actores de la actividad antártica coordinando una tarea compleja».
«Científicos y técnicos, fuerzas armadas, diplomáticos y funcionarios públicos han puesto y siguen poniendo un gran esfuerzo para mantener lo que hoy es, bajo las normas del tratado antártico, el motivo central de la presencia humana en Antártida que es la investigación científica», valoró.
Para el investigador, la ciencia en la Antártida argentina enfrenta diversos desafíos que se reflejan en sus líneas prioritarias actuales y consideró que el más relevante es avanzar en el conocimiento de los efectos del cambio climático y el calentamiento global.
«Este serio problema planetario afecta con especial intensidad el norte de la península antártica y sus causas y efectos representa una problemática totalmente transversal, que debe ser estudiada desde muy diversas disciplinas científicas (de las áreas biológicas, geológicas, oceanográficas, atmosféricas, fisicoquímicas, etc.); para ello se están registrando y analizando cambios en diferentes parámetros fisicoquímicos del ambiente antártico, como ser los balances de masa de los glaciares o los cambios en la temperatura del mar y la atmósfera. Se estudia el impacto de los cambios en los mencionados parámetros sobre la biota marina y terrestre, así como las respuestas de las especies antárticas a esos cambios», detalló.
El cuidado del medio ambiente antártico, la reducción del impacto antropogénico y el desarrollo de posibles estrategias de remediación es otro de los grandes desafíos. En este sentido, Argentina trabaja activamente en el desarrollo y aplicación de procesos de biorremediación de suelos afectados por la presencia de hidrocarburos utilizando microorganismos autóctonos.
«Esto representa un conocimiento científico que podrá sentar las bases para el desarrollo de nuevos productos y tecnologías con aplicación comercial e industrial de alto valor agregado para nuestro país», subrayó Mac Cormack.
En el campo de la conservación y remediación del medio ambiente antártico, también se ha iniciado una línea de trabajo sobre la detección, identificación y posibilidad de degradación de los microplásticos presentes en el ambiente marino antártico.
La contaminación por microplásticos representa un serio problema que afecta a todos los mares, incluidos los antárticos; este trabajo se realiza en conjunto con la International Atomic Energy Agency (IAEA) y recientemente se lanzó oficialmente su inicio en territorio antártico, con la presencia del presidente Javier Milei, varios ministros y el director general de la IAEA, Rafael Grossi.
Las investigaciones respecto de la conservación de los recursos vivos de los mares australes incluyen el monitoreo permanente de especies clave para identificar y mitigar los impactos de origen humano, asociados principalmente a las pesquerías, y distinguirlos de aquellos que provienen de fuentes naturales, lo cual resulta fundamental para diseñar y promover medidas de conservación en el ámbito del Sistema del Tratado Antártico.
El IAA también coordina estudios de las conexiones entre la Antártida y el territorio Sudamericano argentino, cuyo objetivo es develar las íntimas relaciones biogeográficas entre ambas regiones, tanto actuales como las del pasado geológico.
Según el último Plan Anual Antártico, la Campaña 2023/24 comprende la ejecución de 51 proyectos de investigación distribuidos en 88 grupos de trabajo (ya que varios proyectos requieren el despliegue de varios grupos de trabajo en diferentes bases o campamentos).
Todos estos proyectos están enmarcados dentro de las grandes áreas de trabajo del IAA; el Área de Ciencias de la Vida, el Área de Ciencias de la tierra, el Área de Ciencias Fisicoquímicas e Investigaciones Ambientales y el Área de Ciencias Sociales.
Sobre esta última, el funcionario ponderó: «La creación del área respondió a una necesidad de organizar el estudio de la rica historia antártica de nuestro país y de analizar y preservar el acervo histórico que Argentina posee en la Antártida; a su vez, ese gran Área se encarga también de las actividades de Comunicación y Divulgación, no solo de los trabajos en Ciencias Sociales, sino de todas las actividades de los científicos del IAA, así como, por ejemplo, del rescate y divulgación del material fílmico, fotográfico y bibliográfico antártico de nuestro país».
«El profundo efecto que el Cambio Climático está teniendo en la Antártida, y especialmente en la Península antártica, es de enorme preocupación. Comprender el porqué de ese gran efecto y, principalmente estudiar las consecuencias que a todo nivel (cambios en los ecosistemas, reducción de la biodiversidad, aparición de especies invasoras, retracción de los glaciares, cambios en el nivel del mar y en las corrientes marinas, etc, etc) el cambio climático tiene y tendrá en Antártida, se yergue como el más grande desafío de la ciencia en el horizonte cercano. Esperemos que la humanidad como un todo, pueda comprender la gravedad de este fenómeno y tomar las medidas necesarias para atenuarlo», completó Mac Cormack.
Durante 2023, la producción de petróleo de la Argentina creció un 9 por ciento, apalancada por el boom de Vaca Muerta, y la performance de YPF, que ganó una mayor porción del mercado.
Con un promedio de 328 mil barriles diarios (bbld), la compañía bajo control estatal produjo el 49% de todo el crudo nacional el año pasado, con una mejora del 13%. En 2022, YPF producía el 47% del total.
La segunda productora del país, con el 16%, fue PAE con 105 mil bbld, un nivel similar al de 2022, según detalla un informe de la consultora Economía & Energía, en base a datos de la Secretaría de Energía de la Nación.
El tercer lugar fue para Vista, con 45 mil bbld y el 7% del total. La compañía liderada por Miguel Galuccio se convirtió el año pasado en una operadora exclusiva de Vaca Muerta tras delegar la operación de sus activos convencionales a Aconcagua, y siguió consolidando su desarrollo no convencional, con un crecimiento del 5% en comparación con el promedio de 2022 y del 48% versus 2021.
El cuarto peldaño lo ocupó otra productora neta de shale oil como es Shell Argentina, con un promedio de 29 mil bbld (4%), que fue similar al que tuvo en 2022. Con un volumen similar, ingresó al top five Pluspetrol, que registró una mejora productiva del 5%.
Cómo se reparte el petróleo
Si se miran las cifras por dueño del recurso, YPF domina el mercado con el 37% (243 mil bbld), y una mejora del 7% con respecto a 2022.
En segundo lugar aparece PAE, con 100 mil bbld, y el 15%. El tercero es para Vista, con 49 mil bbld, y 9 puntos del total nacional, y un crecimiento del 16% vs 2022.
El cuarto puesto es para Chevron, con 43 mil bbld (7%), que significó un incremento del 8% con respecto al año anterior. El grueso del petróleo de la compañía norteamericana proviene del yacimiento Loma Campana, donde está asociada a YPF al 50%.
Mientras que la quinta mayor dueña del petróleo argentino es Shell (6%), con 37 mil bbld.
También se destacan otras socias de YPF en Vaca Muerta como la malaya Petronas (28 mil bbld) y la noruega Equinor (12 mil bbld), y notables crecimientos del 40% y el 37%, respectivamente. En ambos casos los yacimientos de donde proviene su crudo son operados por la compañía nacional.
Los dueños de Vaca Muerta
Por otro lado, cuando se pone la lupa sobre la producción Vaca Muerta: los principales dueños del crudo son YPF (98 mil bbld), Vista (41 mil bbld), Chevron (39 mil bbld), Shell (37 mil bbld), Petronas (28 mil bbld), Equinor (12 mil bbld), PAE (12 mil bbld), Tecpetrol (10 mil bbld), Exxon (7 mil bbld) y Phoenix (6 mil bbld).
Fuente: Economía & Energía en base a datos de Secretaría de Energía de la Nación.
Durante el año pasado, la producción de shale oil ascendió a 306 mil barriles diarios, con un fuerte crecimiento del 26% vs 2022 y del 88% en comparación con 2021. Es decir que el shale neuquino ya aporta el 47% del total del crudo del país.
El 74% de la producción del shale oil (226 mil bbld) se concentra en apenas seis bloques.
Al mayor yacimiento es el pionero Loma Campana (YPF 50% y Chevron 50%), con 75,8 mil bbld; seguido por La Amarga Chica (YPF 50% y Petronas 50%), con 55,5 mil bbld.
En tercer escalón se ubica Bandurria Sur (YPF 40%, Shell 30% y Equinor 30%), con 36,3 mil bbld, para conformar la tríada que conforma el corazón del negocio de la petrolera bajo control estatal en el shale neuquino.
Fuente: Economía & Energía en base a datos de Secretaría de Energía de la Nación.
El cuarto yacimiento más productivo de Vaca Muerta es Bajada del Palo Oeste, la nave insignia de Vista, con 32,9 mil bbld.
Luego le siguen Cruz de Lorena (90% Shell y 10% GyP), con 13,3 mil bbld; y Lindero Atravesado (62,5% PAE y 37,5% YPF), con 11,8 mil bbld.
Esta nota trata de tres cosas distintas. Pero las tres resuenan con temas parecidos: entusiasmo, esfuerzo, futuro.
La primera es muy del gusto de AgendAR: un proyecto, cuidadoso y bien planeado, de la industria editorial nacional. Que a fines de los años ´40 del siglo pasado era vigorosa. La más importante en lengua española. Esa industria incluía, naturalmente, algo que en estos tiempos audiovisuales están desapareciendo, revistas populares de ficción.
Un legendario editor, César Civita, planeó lanzar una revista de un género nuevo en Argentina, la Ciencia ficción, que estaba «estallando» en los Estados Unidos, superando hasta el género policial.
Como era un empresario serio, buscó colaboradores talentosos. Para seleccionar la ficción, buscó a Héctor Germán Oesterheld. Como asesores en ciencia: Oscar Varsavsky, José Westerkamp, Mario Bunge… La revista se llamó Más Allá, tuvo 48 números mensuales, desde el año 1953 hasta 1957, y dejó su marca en la literatura argentina y, sobre todo, entre sus lectores.
El editor de este portal fue uno de esos lectores. Y supongo que Más Allá fue uno de los elementos que me condujeron, como a otros, a una fascinación por la ciencia y el futuro que me ha durado toda la vida.
No es que los autores famosos traducidos -Asimov, Clarke, Heinlein, …- o los argentinos que ensayaban sus primeros pasos en el género- fueran siempre optimistas. Muchas veces pintaban sociedades distópicas, catástrofes globales. Y estaba siempre presente el espectro de esa época, la guerra nuclear.
Pero en conjunto quedaba la sensación que el futuro iba a ser distinto -algo obvio que a veces se olvida- y que el esfuerzo y la inteligencia humana podían mejorarlo. O, al menos, rescatar lo rescatable.
Además, esa revista se adelantó en algo que hoy las redes sociales logran casi naturalmente, pero entonces era más difícil: formar una comunidad entre quienes la seguían. Piensen que era a través de los correos -no electrónicos- de lectores que publicaban todos los meses.
El tercer tema de esta nota es mucho más cercano: en 2021 un trío de jóvenes decidió buscar, entrevistar -rescatar- a los lectores de esa revista que pudieran encontrar. Encontraron a 39, y tomaron la decisión que ellos mismos contaran sus historias en un libro: «Más Allá. La generación que leyó el futuro».
En este video cuentan la historia, y también aparecen algunos de esos lectores y otro nombre legendario de la ciencia ficción argentina: Pablo Capanna. Les recomiendo que lo vean -por eso lo publicamos un viernes, para que tengan tiempo- y que consigan el libro. Vale mucho la pena.
El presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, Santiago Mandolesi Burgos, junto a Juan Linares, gerente general y Horacio Moretti director del CGPBB, mantuvieron un encuentro de trabajo con las autoridades de YPF para seguir avanzando en el proyecto de una planta de GNL.
Se trata de una iniciativa entre la petrolera argentina y su par Petronas, de Malasia, para procesar y exportar el gas procedente de Vaca Muerta.
El proyecto global involucraría para 2031 inversiones del orden de 20.000 millones de dólares para el procesamiento de GNL, 20.000 millones de dólares para pozos nuevos en Vaca Muerta y 10.000 millones de dólares en infraestructura. Una vez terminado, generaría unos 16.000 millones de dólares anuales de facturación en exportaciones de gas.
Además de las autoridades portuarias, en la reunión estuvieron presentes, por parte de YPF, Gustavo Di Luzio, Chief Project Manager; Patricio Da Ré, General Manager Project Integration; y Fernando Caratti, Port Activities, quienes informaron las acciones a seguir desde la empresa con el objetivo de seguir avanzando en materia logística y productiva.
YPF y Petronas firmaron en 2022 un Acuerdo de Estudio y Desarrollo Conjunto para liderar un proyecto integrado de GNL en Argentina que abarca el desarrollo de los recursos de gas no convencional de Vaca Muerta y la construcción de plantas de licuefacción de gas natural para producir hasta 25 millones de toneladas por año, que serán exportadas al mercado global.
El proyecto incluye el diseño y la construcción de un gasoducto dedicado, el cual duplicará la capacidad total actual de la Argentina, más las instalaciones portuarias y complementarias requeridas.
Se trata de una iniciativa considerada estratégica para el país, que permitirá aprovechar los recursos del yacimiento neuquino y generar un impacto positivo en la economía argentina, creando miles de empleos, incorporando tecnologías de última generación y conectando a la Argentina con los principales centros de desarrollo del mundo.
Mandolesi Burgos señaló: “Es un proyecto de importancia para el Puerto y la ciudad, no solo por la inversión que implica y la generación de empleo genuino, sino también por la estrategia de explotación de un recurso que el mundo está necesitando. Este proyecto estratégico permitirá avanzar en el sendero de la transición energética”.
En gran parte del país hace algunos días volvieron las lluvias y también la esperanza de tener una buena cosecha. Producir es muy complejo y pareciera que en los últimos años lo es cada vez más. Adicional al contexto país, que nos ha hecho casi expertos en finanzas e impuestos, el clima pareciera estar más errático y pasamos de la risa al llanto y viceversa, en cuestión de días.
El año pasado, recuerdo que el 31 de enero en la zona de General Villegas y alrededores creíamos que íbamos a tener una cosecha muy buena. A esa altura de la campaña no imaginábamos que durante febrero no llovería nada y que terminaríamos cosechando 20 quintales de soja. Este año, en la misma zona, el ansiado Niño se demoró en llegar y la cosecha fina fracasó. Y por lo mismo fue poco el maíz temprano que se sembró.
Entrada la primavera aparecieron las lluvias y renovamos las esperanzas. Los cultivos se pusieron muy lindos, los bajos se llenaron de agua después de mucho tiempo y empezamos a ilusionarnos con una buena cosecha.
Llegó enero y con él una sequía y una ola de calor histórica. En ese momento muchos nos dijimos: “Esta película ya la vi”. Y empezamos a preocuparnos y a sacar cuentas. Las reservas financieras ya no eran las mismas que las de la campaña anterior.
Comenzó febrero y volvieron las lluvias. Generalizadas, abundantes y justo a tiempo en gran parte de las zonas productivas: renovaron las esperanzas. Y una ayuda extra y no menos importante, el calor empezó a menguar.
A diferencia de otras zonas menos afortunadas, hoy en el sur de Santa Fe, sur de Córdoba, nordeste de La Pampa y noroeste de Buenos Aires los cultivos están relativamente bien.
Hay expectativa por la próxima cosechaMarcelo Manera – LA NACION
La mayoría de las aplicaciones ya se han hecho y los monitoreos se realizan con más tranquilidad. En general, los estadios de los cultivos más sembrados son: maíces tempranos cerca de madurez fisiológica, sojas de primera en R5-R6, girasoles a 2-3 semanas de cosecharse, maíces tardíos en grano lechoso, maníes en R6-R7 y sojas de segunda en R3-R4 (recibiendo estos dos, los últimos fungicidas e insecticidas en estos días).
Situación
En todos lados esas semanas sin lluvia y de calor intenso sin duda hicieron mella en la “cosecha récord” que se anunciaba. El impacto dependerá de la zona, el cultivo, el lote y el manejo, pero al fin y al cabo afectará a todos. Más allá de eso, “pareciera” que vamos a tener una cosecha más o menos razonable a nivel país. Aunque hasta que no se cargue el último camión, a nivel individual, no sabremos cómo nos habrá ido, como dicen los que más años tienen y más saben.
Producir siempre ha sido riesgoso y últimamente requiere cada vez de mayor inversión. Quienes mejor logren mitigar dichos riesgos a través de acuerdos más favorables, mejores prácticas agrícolas y mayor orden y control en su gestión serán seguramente quienes continúen en el negocio de manera exitosa.
Entre las diferentes estrategias, una que se está volviendo cada vez más frecuente es la realización de “siembras asociadas”. Una modalidad que hace varios años era muy común entre contratistas que aportaban las labores (y muchas veces los insumos y el manejo) y dueños de campo que aportaban la tierra. En la actualidad los convenios de siembra en los que cada socio contribuye con los recursos que tiene más “a mano”, son algo más complejos, pero la búsqueda es la misma: estar presentes en el negocio y disminuir los riesgos.
En estos acuerdos, los participantes más frecuentes son: productores, dueños de campo, distribuidores de insumos, contratistas e incluso asesores que aportan la conducción de los cultivos. Para algunos el fin principal es ser parte de una escala mayor, diversificar zonas y/o capitalizar mejor sus bienes o servicios. Y en general, todos consiguen estos objetivos.
Basados en la confianza, estos acuerdos son cada vez más transparentes y fáciles de controlar gracias a los registros y a la trazabilidad que proporciona la digitalización, que cada vez es mejor y más frecuente en el agro. En un entorno caracterizado por la creatividad y la resiliencia, seguramente esta antigua práctica aggiornada a los tiempos modernos sea parte de la solución en algunos casos, en un negocio cada vez más riesgoso y de mayor incertidumbre.
Los más entusiastas dicen que las crisis vienen acompañadas de oportunidades y quizás estas alianzas ayuden a muchos a lograr disminuir los riesgos, aumentar la escala y maximizar sus activos; diversificando y generando nuevos negocios de manera colaborativa.
Sin dudas, salir airoso depende de varias decisiones y acciones coordinadas que los productores y sus asesores conocen muy bien y llevan a cabo cada vez mejor. Y por ello son parte exitosa de este emocionante negocio. Por supuesto, siempre hará falta que llueva y que acompañen los precios. Y quienes vivimos el campo, somos optimistas de que eso sucederá.
El conflicto entre Elon Musk y uno de los principales sindicatos de Suecia amenaza con extenderse como una mancha de aceite por todo el norte de Europa. Lo que empezó como una huelga en siete talleres suecos se ha convertido en un boicot de alcance internacional. El conflicto cumple 106 días y se convierte en la huelga más larga de Suecia en 80 años.
El magnate se negó a firmar el convenio laboral de los 170 trabajadores que asisten a la compañía. El primer apoyo a los huelguistas llegó de los estibadores portuarios bloqueando la entrada de automóviles Tesla en los cuatro mayores puertos suecos. Dos días después se sumaban los puertos de Noruega, Dinamarca y Finlandia. Los empleados de la red eléctrica, Elektrikerna, rechazaron mantener las estaciones de supercargadores. El servicio postal se niega a entregar matrículas a Tesla, lo que de facto impide circular a sus coches nuevos, y el sector de la limpieza no recoge la basura de sus edificios. El mayor fondo de pensiones de Dinamarca decidió deshacerse de las acciones de la compañía, y el multimillonario fondo soberano de pensiones noruego se lo está pensando.
Incluso, la SvFF (Asociación Sueca de Fútbol), manifestó su adhesión a las protestas y demandas de los trabajadores. Varios jugadores de la selección nacional como Brolin, Elle, Dahl, Karlsson, Carlén apoyaron el comunicado. El defensa central internacional Anton Eriksson declaraba: «Mi Tesla ya está a la venta». El conflicto sigue su curso. La mayor preocupación de la multinacional se concentra en Noruega, su cuarto mercado mundial, por detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido.
La reacción de Elon Musk no se hizo esperar. El polémico ejecutivo calificó de «demencial» el boicot y el veto de los trabajadores al servicio postal en X (Twitter), la red social de la que es propietario. En una entrevista con The New York Times, mostró su desacuerdo con la idea misma de la existencia de los sindicatos. Sin embargo, donde se despachó más a gusto fue en el portal sudafricano Mail & Guardian: «La medida de fuerza es judicialmente criminal. No me gustan los sindicatos, nunca me gustaron, y me ‘cago’ en los obreros que los integran… (…) También en la SvFF (Asociación Sueca de Fútbol) que apoya el boicot de mis empresas», expresó.
Javier Milei celebra con entusiasmo todas las manifestaciones «tuiteras» de su amigo. La intención del Presidente es allanarle el camino a Elon Musk para que se convierta en el «hombre litio» de Argentina, y la cabeza satelital de nuestro país con Starlink. Viendo los modales laborales que desprende el hombre más rico del planeta habrá que preguntarle si va a pagar algo por el «laburo».
Siete talleres suecos, solo siete, cruzaron el Rubicón. El futuro no es lo que va a pasar, es lo que usted decida que pase.
Miles de semáforos están ahora mismo apagándose y encendiéndose en todo el mundo perfectamente sincronizados. Uno preferiría que no hubiera guerras ni hambre ni magnates dueños de medio planeta, a que los semáforos funcionaran. Pero ya sabe, no se puede tener todo. El sistema tiene sus prioridades.
Aunque el mito dice que el petróleo y el gas se formaron con los huesos de los dinosaurios, en realidad lo hicieron con sedimentos orgánicos entrampados bajo el agua, ya sea de mar o de lagos. Esas enormes cocinas de los hidrocarburos son lo que se define como rocas madre o roca generadora y en Argentina hay 11 de ellas de tipo shale, siendo Vaca Muerta la más conocida.
Palermo Aike: cómo es el plan para poner en producción la Vaca Muerta de Santa Cruz
En una súper síntesis, podría considerarse que cada una de las cuencas hidrocarburíferas del país tienen debajo de los recursos convencionales, una roca madre en donde se formaron el gas y el petróleo, es decir, que cada cuenca tiene su propia Vaca Muerta o incluso más de una.
De sur a norte, reparemos las cuencas y las formaciones shale. La primera es la Cuenca Austral que abarca Santa Cruz y Tierra del Fuego. Aquí la roca madre es Inoceramus, más conocida como Palermo Aike, y también hay una segunda formación shale, denominada Serie Tobífera.
En la Cuenca del Golfo San Jorge, entre Chubut y Santa Cruz, se identificaron también dos rocas madres shale. Una es la Formación Pozo Diadema 129 o D-129 que actualmente es estudiada por Tecpetrol. Un poco más profunda se ubica otra formación shale, Neocomiano.
La Cuenca Neuquina, que conforman Neuquén, Río Negro, La Pampa y el sur de Mendoza, no solo tiene a Vaca Muerta, sino además otras dos rocas generadoras como son Los Molles y Agrio.
En la Cuenca Cuyana hay una sola generadora, Cacheuta, la cual además tiene la particularidad de haberse formado en agua dulce, lo cual marcó con el paso de millones de años que el petróleo de esa zona sea pesado, al igual que sucede con D-129.
Por último, en la Cuenca del Noroeste, la roca generadora del sector correspondiente a la Cuenca Paleozoica es Los Monos, que se estima que cubre también buena parte de Bolivia. Mientras que en el sector de la Cuenca Cretácica la roca generadora es Yacoraite.
Además de las 11 rocas madres, existen en el país otras cuatro formaciones no convencionales, pero en este caso de tipo tight, es decir de hidrocarburos atrapados en arenas compactas.
Las diferencias entre las formaciones shale, o entre las 11 Vaca Muertas del país son muchas y en gran medida es lo que ha determinado que solo una de ellas cuente hoy con más de 2000 pozos en producción.
Las ventajas de Vaca Muerta
En síntesis, hay elementos clave a la hora de mirar las formaciones shale. El primero es el contenido orgánico, es decir la cantidad de hidrocarburos que pueden haber quedado atrapados allí pero también hay otros parámetros clave como el espesor, la permeabilidad y la superficie.
Estas son las condiciones que potenciaron el desarrollo de Vaca Muerta en detrimento de las demás rocas madres. Se trata de una formación que posee un alto contenido de hidrocarburos en su interior, tiene un espesor importante – de hasta 450 metros- que permite que se pueda aprovechar mejor la superficie a estimular, cuenta con una extensión enorme, en cuatro provincias y posee en su interior tanto gas como petróleo liviano.