Un tiempo está llegando a su fin en el servicio de mensajería WhatsApp, propiedad de Facebook desde 2014: ahora, los dueños de esta App buscan comenzar a obtener rentabilidad más allá del entrecruzamiento de datos que hace con sus otras aplicaciones y por lo tanto dejará de ser totalmente gratis, al menos para un grupo específico de usuarios.
Ya hace unos meses incluyeron una cláusula que indicaba que podrían insertar anuncios dentro de su interfaz. Aparecerán el año que viene, intercalados en los estados, al estilo Instagram.
Además, WhatsApp Business, la versión empresarial del servicio, incluirá una característica que implica el fin del “totalmente gratis” que era una marca registrada de la App: las empresas que lo utilicen comenzarán a pagar una «multa» por no responderle rápido a sus clientes.
Si bien aún no está del todo claro el modelo de negocio que implementará WhatsApp en Business –en un principio se dijo que las empresas pagarías por una versión Premium, ahora Facebook dice que le cobrarán por cada mensaje-, lo que es seguro es que van camino a rentabilizar un servicio que utilizan más de 2.000 millones de personas en todo el globo.
Interés hay: según WhatsApp, hay 3 millones de anotados para utilizar Business, que comenzó a funcionar en formato beta el pasado abril.
La Autoridad Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT)autorizó la producción del misoprostol para ser utilizado con fines gineco-obstétricos, aunque por el momento solo en situaciones hospitalarias.
Esta es la droga más usada del mundo en el llamado “aborto medicinal”, y ha sido indicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para practicar abortos seguros. En combinación con el mifepristone alcanza una eficacia del 97%, y como monodroga, del 80%. Para llegar a ese último porcentaje, se necesitan 12 pastillas de al menos 200 mg. de misoprostol por unidad. El efecto es el desencadenamiento de contracciones uterinas expulsivas.
El laboratorio que recibió la autorización es Domínguez, una empresa farmacológica con más de cien años de experiencia en Argentina.
Además, la agencia permitió la comercialización de envases con 4, 8, 20, 48 y 100 comprimidos, aunque la venta debe ser exclusivamente para uso hospitalario.
Como ya había informado AgendARaquí, la provincia de Sta. Fe provee misoprostol a sus hospitales públicos desde 2012, y para combatir el mercado negro y los abusos y falsificaciones, lo hace fabricar en laboratorios del estado provincial desde marzo de este año.
Leímos ayer que cuando cerraron los mercados el lunes, a las 15 hs., el Presidente del Banco Central, un Luis Caputo en mangas de camisa, con modo pausado y visiblemente tranquilo recibió a un pequeño grupo de periodistas, y les dijo:
«– Vamos a licitar dólares en la medida que nos demanden dólares. Y recurrimos a la licitación porque damos oportunidades a todos. La licitación puede ser mañana US$ 500 millones, pero si nos demandan 700 millones lo licitaremos. Lo haremos en la medida que nos demanden«.
En AgendAR nos recordó, en forma irresistible, a alguna vieja novela que transcurriera en Alaska, o en Siberia. Un episodio en el que un trineo es perseguido por una manada de lobos hambrientos, y los pasajeros, desesperados, les tiran las provisiones para demorarlos.
Los lobos desgarran los bultos y los devoran, sí, pero más lobos se unen a la persecución, atraídos por el olor de la comida.
Estas historias terminan de la misma forma. Una de las que más se recuerdan transcurrió el «miércoles negro», el 16/9/1992. El trineo era el Banco de Inglaterra y el lobo a la cabeza de la manada era George Soros. Aquí todo es más modesto.
El ministro de Hacienda anunció ayer una serie de medidas para lograr un ahorro fiscal de 65.500 millones de pesos durante 2018 y 2019. Las principales:
Se suspende por 6 meses la baja de las retenciones para aceites y harinas de soja.
Se elimina el Fondo a través del cual se transfiere a provincias y municipios el 30% de la recaudación de los derechos de exportación a la soja.
Se reduce en un 66% el monto total pagado en concepto de reintegros a la exportación, de acuerdo con un esquema diferenciado por producto.
Según un comunicado del Ministerio de Hacienda, estas medidas, contenidas en tres decretos generarán un ahorro fiscal estimado de 12.500 millones de pesos para lo que resta de 2018 y 53.000 millones de pesos para el 2019.
En otras dos notas publicadas junto a ésta hoy en AgendAR, describimos el impacto en la industria y en el agro. Aquí nos interesa señalar lo que nos parece un dato central: hasta ahora, los ajustes que ha llevado adelante este gobierno han golpeado, directamente o a través de la inflación, a los sectores más humildes y también, en especial en los últimos meses, a las clases medias argentinas.
Estas medidas afectan directamente a la gran industria, al agro exportador y a las provincias y municipios. Es decir, a sectores con poder de respuesta. El gobierno macrista, sin ningún ánimo revolucionario, por cierto, se ha apresurado a convocarlos para conversar (negociar).
Pero… la situación económica y financiera del Estado nacional no deja mucho margen para la negociación. Como acostumbra a decir un miembro de nuestro comité editorial, «el que viva lo verá«.
La decisión oficial de bajar un 66% los reintegros a las exportaciones -una de las medidas que anunció ayer el ministro Dujovne- cayó como una bomba en el sector industrial, ya disconforme con la suba de tasas de 40% a 45% para frenar la corrida cambiaria. Y tuvo una rápida respuesta desde la Unión Industrial Argentina.
«Esto es un misil contra el valor agregado«, señaló el presidente de la UIA y de la Aceitera General Deheza, Miguel Acevedo, entrevistado por el diario La Nación. «Me sorprende lo que pasó con Sica [Dante Sica, ministro de Producción]. Él había asegurado más de una vez que no iba a haber baja de reintegros y que hablaba por todo el Gabinete. Se veque no los conoce bien aún«.
«Son medidas antinaturales», estimó Acevedo. Y agregó: «Me parece que son medidas de contadores, que no tienen en cuenta el valor agregado. Se sacan los reintegros que son una realidad, mientras todavía se discute si se van a bajar los impuestos con las provincias. Encima los reintegros se pagaban atrasados. Sacarlos en una medida absurda, por la que se primariza totalmente la economía«.
«Hay improvisación en el manejo de la política económica», dijo uno de los vocales de la UIA y presidente de Celulosa, José Urtubey. Y reiteró la acusación de Acevedo: «Hace unas semanas Sica nos dijo dos cosas. Que las tasas iban a ir bajando y que no iban a tocar los reintegros a las exportaciones. Las tasas subieron ayer de 40% a 45% y nos enteramos por el Boletín Oficial y por los medios de comunicación que hay reducción a los reintegros«.
Las medidas que ha tomado el gobierno son resumidas hoy en otra nota de AgendAR. En lo que se refiere al sector industrial, ya se puede decir que la reducción de los reintegros a las exportaciones diferenciada por sector afecta sobre todo, obvio, a las industrias que exportan: aluminio, acero, minerales y combustibles. Y a las terminales automotrices.
Hoy se conocerá el anexo de la normativa oficial con los nomencladores de los sectores afectados y sus magnitudes. Pero parece evidente que es una suba de impuestos indirecta a los sectores favorecidos por la devaluación de más del 50% del peso en lo que va de 2018. La prioridad central del gobierno es, entonces, obtener recursos para garantizar el pago de los intereses de la deuda pública.
Entre los distintos sectores de la producción argentina, el agro exportador es el que el Presidente pareció elegir desde el comienzo de su gestión como el motor económico y el aliado político. Aún cuando «pasaron cosas» y la inflación y el déficit fiscal se hicieron alarmantes, se preocupó por afirmar que el campo -las explotaciones de la Pampa Húmeda- no serían afectadas.
Por eso, el anuncio de la suspensión de la baja de retenciones para aceites y harinas de soja fue un golpe que tomó por sorpresa y enfureció a muchos en el sector.
Con la moderación que le impone su carácter institucional, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) fue uno de los primeros en expresarse al respecto. Andrés Alcaraz, gerente de Comunicaciones Corporativas de CIARA, declaró que la medida tendrá efectos negativos no solo en el sector sino también en la economía argentina.
* La harina de soja es el principal producto de exportación argentino, mientras que el aceite de soja es el cuarto.
En primer lugar, se prevé la caída de transacciones del principal sector exportador de la Argentina, lo que afectaría la recaudación fiscal que se ha proyectado. Asimismo, habrá una menor capacidad de compra de la agroindustria y se elevará la capacidad ociosa del principal complejo oleaginoso del mundo. De esta forma, “se está estimulando indirectamente la primarización de la agroexportación al exportarse con menos valor agregado”.
El año pasado, los principales destinos de las exportaciones de harinas y pellets de soja fueron: Unión Europea (u$s3.008 millones), Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (u$s 3.002 millones), y Magreb árabe y Egipto (u$s 897 millones). En lo que refiere al aceite de soja, los principales destinos de las exportaciones fueron India (u$s 1.850 millones), Magreb árabe y Egipto (u$s 440 millones), Resto de ALADI (u$s 350 millones), Medio Oriente (u$s 177 millones) y MERCOSUR (u$s 143 millones). El principal destino de las exportaciones de poroto de soja fue China (u$s 2.415 millones).
La necesidad -los intereses de la deuda pública y el FMI- «tiene cara de hereje». Si el gobierno de Macri se ve obligado a tomar estas medidas, es difícil pensar en un futuro gobierno posible que no recurra a ellas.
Si los productores rurales consideran que este tipo de impuesto tiene efectos negativos -y tienen un argumento en lo que hace a la incorporación de tecnología a la producción- deberán proponer un impuesto que sea tan fácil de recaudar y difícil de eludir. Cuentan con un elemento a favor: pueden señalar que ni la harina ni el poroto de soja forman parte de la mesa de los argentinos, y no hace falta que las retenciones moderen su precio local.
Ya en el 2017 se publicaron 11 millones de ejemplares menos que en el 2016. Esto responde a que la primera respuesta de las editoriales a la crisis es hacer tiradas más pequeñas, cuando no directamente publicar menos.
Este años según el sector la producción de libros cayó un 30%, y la venta también mantiene una curva descendente.
Mientras tanto, las editoriales independientes capean la «tormenta» ante el peor año de la industria en la última década.
¿Cómo? Por ejemplo concurriendo a la séptima Feria de Editores, en el Centro Cultural Konex, que convocó 11.000 visitantes en tres días y a la que asistieron unas 250 editoriales independientes.
Hubo 100 sellos más que el año pasado, con representantes de las provincias y de 30 países. Y la asistencia creció: los organizadores calculan que en los tres días pasaron más de 11.000 personas.
El clima de entusiasmo por el encuentro tuvo que convivir con la preocupación del sector por la crisis, la inflación y la devaluación.
En aquel universo de editoriales de distintos tamaños, intereses y público hay una certeza más o menos generalizada: este es el peor año para sacar libros en, por lo menos, una década. Las razones que esgrimen van desde la devaluación que sube el costo de papel, tinta e impresión, hasta la inflación que encarece el vivir.
La mayoría concuerda en que no se puede trasladar directamente al precio del libro el total del aumento de los costos porque el público no puede comprar libros tan caros, y por eso buscan alternativas publicando menos títulos, apostando a escritores que les generan confianza y recortando sus márgenes de ganancias.
Coincidió en el análisis de las dificultades extraordinarias del sector Leandro Donozo, de Gourmet Musical: «Creo que este es el peor año desde que empezamos la editorial hace 13 años. Las ventas han bajado muchísimo. Hemos logrado salir a flote con cambios muy grandes en nuestra distribución simplemente para equilibrar, movidas muy importantes que tendrían que haber mejorado nuestras ventas y solo nos evitan desaparecer. Sin embargo lanzamos el mismo número de novedades que el año pasado. Por suerte mucha gente sigue interesada en nuestros libros de música».
Pero entre los editores también hay voces que sólo se animan a festejar en off para no herir a las víctimas del vendaval. Algunos admiten que este es su mejor año, que les va excelente; otros que les va igual, o un poco peor. Todos concuerdan en que sí es más complicado publicar y deben moverse más para buscar mejores costos de imprenta y para luego vender los libros.
La Feria de Editores es un termómetro del sector y evidencia la situación de las editoriales independientes, perseguidas por las dificultades económicas pero cada vez más buscadas por el público. Si perduran en tiempos de crisis, en épocas mejores les espera un futuro brillante. Que así sea.
¿A qué se dedican las estadísticas robustas? ¿Qué es un objeto fractal? Pese a que el común de los mortales no sepamos responderlo, los matemáticos argentinos dedican su vida a estos dilemas complejos, entre tantos otros que habitan el mundo de los números. Conviene estar al tanto, porque la matemática, la «reina de las ciencias» para los clásicos, es también una poderosa herramienta.
Y, de tanto en tanto, llega la hora del merecido reconocimiento: Víctor Yohai recibirá el Premio Fundación Bunge y Born por sus trabajos sobre Métodos Estadísticos Robustos al tiempo que Pablo Shmerkin será distinguido con el Premio Estímulo por sus estudios sobre los Objetos Fractales.
Hasta ahora habían sido premiadas la agronomía, la biología, la bioquímica, la física, la geología, la ingeniería de procesos, la medicina, la paleontología, la química y la veterinaria. Por primera vez, la galardonada será la Matemática, materia clave para el progreso tecnológico que aporta además fundamentos teóricos y aplicaciones prácticas tanto para las ciencias sociales y del comportamiento como para la ingeniería, la computación, la geografía y la música, entre otras disciplinas.
«Fue una sorpresa total, no sabía nada. Lo tomo como un reconocimiento a una trayectoria», afirma Yohai. Licenciado en matemática por la Universidad de Buenos Aires, Doctor en Estadística por la Universidad de California, Doctor Honoris Causa por la Universidad Carlos III de Madrid y premio Konex de Platino, accedió a brindar una breve descripción sobre su objeto de estudio en diálogo con ámbito.com.
«La estadística clásica supone que hay modelos que se cumplen exactamente. Pero eso muchas veces no ocurre debido a que hay datos o ciclos fuera de lo normal, en donde todas las variables dan valores disparatados, como sucedió en nuestro país en 2001. O como ocurre hoy en Venezuela. Los métodos clásicos son óptimos cuando todo va bien, pero ante comportamientos anormales los resultados pueden ser totalmente erróneos. La estadística robusta trata de resolver ese problema encontrando procedimientos que se comporten bien aun en el caso de que existan períodos anormales», explica.
Los métodos robustos, señala el matemático, «incluso con un 15% de observaciones atípicas pueden hacer conclusiones correctas». Por eso son requeridos en investigaciones y muestreos estadísticos en el campo de la medicina, los productos de laboratorio, las ciencias sociales y la economía, entre muchos otros campos. «Un caso típico de su uso con variables vinculadas es en el cálculo de la inflación, donde se utilizan el gasto de gobierno, el precio del dólar, la emisión monetaria y otros datos para predecir con cierta precisión el valor del índice».
El procedimiento es complejo y la tecnología dio a este brazo de la matemática un generoso impulso. «Cuando yo empecé, en los ’70, se podía hacer pero con pocas variables, unas tres o cuatro, hoy día gracias al progreso de las computadoras podemos usar 50 o 100, algo que era casi imposible», recuerda Yohai. Aunque aclara que «más variables no significa que un modelo es más robusto, sino más preciso. No depende de la cantidad, se trata de aplicar métodos que funcionen en cualquier escenario. Lo mejor es utilizar las estadísticas robustas siempre, porque nunca se sabe cuándo ocurrirá un problema y donde estarán los puntos que no se comportarán bien».
Para Pablo Shmerkin, el premio «además de una gran sorpresa, es un enorme honor». Amante de la matemática desde muy chico, a los 17 años obtuvo una medalla de oro en la Olimpíada Iberoamericana de Brasil y más tarde realizó una Licenciatura en la UBA y un doctorado en Universidad de Washington. En 2013, tras varios posdoctorados en Europa y EEUU, regresó para trabajar como profesor en la Universidad Torcuato Di Tella e investigador adjunto en el CONICET.
Su trabajo está centrado en la geometría fractal, rama de la disciplina que estudia objetos con una misma estructura en todas sus escalas. «Son objetos en principio teóricos, distintos a los que vimos en la escuela. Las rectas, los círculos, son muy regulares; en cambio un fractal es mucho más irregular y complejo, y lo que lo caracteriza es que esa complejidad no se pierde nunca», apunta en diálogo con este medio.
«Si uno hace zoom siempre ve una estructura nueva que se repite. Ejemplo: si tomamos un árbol como fractal, veremos que tiene un tronco principal con otros troncos, subtroncos cada vez más pequeños y sus hojas. Si uno examina alguno de los troncos secundarios en forma aislada, se parece mucho al árbol original pero en tamaño más chico, algo típico de un fractal. En un árbol teórico fractal hay infinitas ramas y siempre aparecen ramas cada vez más chicas», detalla. En las últimas tres décadas, la teoría fractal comenzó a aplicarse a distintos ámbitos, desde el diagnóstico en enfermedades cardíacas hasta la búsqueda de zonas para la exploración de petróleo.
Además, el entusiasmo temprano de Shmerkin por los fractales lo llevó a resolver dos conjeturas formuladas en los años ’60 por el matemático israelí Hillel Furstenberg, que hasta entonces nadie había podido demostrar.
Los nuevos valores para colectivos y trenes comienzan hoy a regir en toda el área Metropolitana. El aumento ya había sido anunciado por el Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
También se oficializó la suba en el costo de los pasajes de subte que pasaron a $12,50.
El 28 de julio, Dietrich había anunciado que a partir del 15 de agosto aumenta $ 1 el boleto mínimo de colectivos y ese monto se repetirá de forma escalonada en septiembre y octubre, donde el costo del boleto mínimo llegará a $13 .
Entonces, el boleto mínimo del colectivo a partir de mañana pasará de $10 a $11 -subirá a $12 en septiembre y $13 en octubre-. En el caso del boleto con tarifa social pasará de $4,50 a $5,85.
En tanto, el costo de los viajes más largos tendrá mayores aumentos. El que hoy cuesta $10,50 pasará a $11,75 (sube $1,25) y el de $10,75 pasa a $12,25 (sube $1,50). El esquema se completa con boletos de $13 (costaba $11,25) y de $13,75 (costaba $11,75).
En el caso de los trenes, variará según el ramal. El Mitre, Sarmiento y San Martín subirán en los dos primeros meses de $0,75 y luego de $0,50 en el último. Así el mínimo pasará de $6,75 a $7,50 a partir de mañana. En septiembre será de $8,25 y $8,75 en octubre. La tarifa social, por la que hoy se abona $3,04, tendrá un valor de $3,94 en octubre.
Los trenes Roca y el Belgrano Sur pagarán $4 desde mañana, $4,75 en septiembre y $5,50 en el último aumento. La tarifa social pasará de $1,46 a $2,48.
En el Belgrano Norte mañana pasará a $3,75. Un mes después será un aumento de $4,25 y $4,75 en octubre. La tarifa social aumentará de $1,46 a $2,14.
El Urquiza pasará a costar $4,25 y $5 en septiembre. La tarifa social subirá de $1,58 a $2,59.
Por otro lado, el pasado 3 de agosto entró en vigencia una suba a $12,50 para el subte. También subió el costo del Premetro, que ahora vale $4. Los aumentos son de un 66,7% y el 60% respectivamente, en relación a los valores anteriores.
American Airlines informó que, a partir del 1° de Septiembre sólo aceptará tarjetas de débito o crédito, para las transacciones en mostrador del aeropuerto.
En el comunicado se lee que «la aerolínea ya no hará transacciones en efectivo en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini (EZE). A partir de dicha fecha, los pasajeros deberán utilizar tarjetas de crédito o débito para hacer cualquier transacción en el aeropuerto, incluyendo la compra de boletos o el pago del equipaje facturado».
“A nivel global, American se encuentra en una fase de transición para que en cada uno de los aeropuertos donde operamos se realicen transacciones sin efectivo. Al dejar de utilizar las transacciones en efectivo facilitamos la tarea de nuestros empleados, quienes ya no tendrán que preocuparse por manejar dinero, encontrar el cambio exacto o cerrar una caja de efectivo al final del día. Estas son noticias positivas para nuestros clientes y para nuestro equipo en el aeropuerto”, explico el gerente operativo de la empresa.
El Aeropuerto Internacional de Ezeiza se suma a los más de 50 aeropuertos en los que opera American en todo el mundo que ya no realizan transacciones de la aerolínea en efectivo, entre estos se encuentran el Aeropuerto Internacional de Miami, el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y el Aeropuerto Internacional Dallas/Fort Worth, entre otros.
En AgendAR evitamos desde el comienzo de nuestras publicaciones el «catastrofismo», aunque el dólar y el casino financiero dieron abundante ocasión para ello en estos meses.
Nuestro criterio parte de distinguir entre las calamidades que agitan a la «city», unas manzanas en el centro porteño, a inversores y especuladores; y los problemas de la actividad productiva argentina, y la caída de los ingresos y del consumo en la población, el mercado interno. Pero no podemos dejar de tener en cuenta las consecuencias inevitables de las políticas financieras para los empresarios y los trabajadores.
Ayer hemos vuelto a sufrir otra tormenta cambiaria. Super anunciada. El dólar superó la barra sicológica de los 30 pesos y sólo lo contuvo el anuncio oficial: hoy se pondrán a la venta 500 millones de dólares de las reservas.
El «riesgo país», el plus que debería pagar Argentina para endeudarse -teórico; hoy nadie le presta- llegó a 748 puntos, y ningún anuncio lo detuvo.
En estas condiciones, la economía real está «en pausa», hasta cuando y si se remuevan los factores de inestabilidad. (La investigación judicial en curso que toca a los contratistas de obra pública y empresas energéticas es uno de ellos).
El gobierno ha decidido -con el aval, no sabemos si renuente, del FMI- que el primero a enfrentar es la «bomba» de las LEBACs. Hay motivos para ello, es cierto. Son títulos de corto plazo y de interés altísimo. Y su monto crece semana a semana, siempre con la amenaza latente que los fondos que no se renuevan se pasen al dólar y disparen una hiperinflación.
Por eso ayer el Banco Central dio el siguiente comunicado, que describe la situación que enfrenta (el país), y lo que la conducción del BCRA quiere conseguir:
«Buenos Aires, 13 agosto de 2018. El BCRA anuncia un nuevo componente en la estrategia de reordenamiento de los instrumentos con los cuales implementa su política monetaria. El mismo se centra en la eliminación gradual del stock existente de LEBAC que asciende aproximadamente a 1 billón de pesos, de los cuales la mitad está en poder de entidades bancarias y el resto en manos de entidades no bancarias tales como fondos comunes de inversión, organismos públicos, empresas, individuos y no residentes.
Al culminar este proceso el stock de instrumentos emitidos por el BCRA será significativamente inferior al actual y los únicos tenedores de estos instrumentos serán los bancos del sistema financiero local. Esto permitirá mejorar la eficacia de la política monetaria para combatir la inflación, reducir las vulnerabilidades en el mercado cambiario, fomentar el desarrollo del sistema financiero y fortalecer nuestra economía«.
Para seguir leyendo y conocer las medidas planteadas, cliquee aquí.
En la opinión de AgendAR, y de algunos economistas no comprometidos con la actual gestión con los que conversamos, estas medidas son triviales y/o irrelevantes al problema central.
Porque ese no es las LEBACs, aunque es evidente que su emisión indiscriminada ha sido una pésima idea del anterior presidente del BCRA, Sturzenegger. El problema central es el endeudamiento en sí. Haber creído que recurrir que al crédito externo era sustituto del crecimiento genuino. Y no aceptar que, ahora que el experimento ha fracasado, nadie prestará sino en condiciones leoninas, que agravarán ese problema.
El único hecho concreto es la anunciada venta de 500 millones de dólares. Que el mercado va a devorar, y a esperar por la próxima venta. Es una historia repetida por la que ha pasado hasta el Banco de Inglaterra, con los mismos resultados.
En AgendAR tampoco queremos tocar una nota derrotista, porque no corresponde. En el lenguaje de los contadores, la empresa Argentina tiene buenos «fundamentals»: un territorio extenso (sólo el continental es el 8° en el mundo), fértil y con buen riego en gran parte de su superficie, muchos recursos naturales, una población con buen nivel educativo y sanitario, una base industrial y tecnológica adecuada en muchos rubros… Sólo necesita una buena gestión.
Después que la Universidad Católica Argentina anunció un aumento importante de la pobreza en el 1° semestre de este año, el gobierno admite en privado que el 27 de septiembre, cuando se conozca el informe del INDEC, la pobreza afectará a cerca de un 30% de la población.
Será una postal muy diferente de la que se anunció en marzo pasado, cuando desde Casa Rosada se informó que la pobreza había bajado de manera sideral en el último semestre de 2017: 25,7%, casi tres puntos menos que en el período anterior y siete por debajo de la primera medición que había hecho en su presidencia.
Un mes después, con la crisis cambiaria a toda velocidad, una devaluación superior al 50%, la inflación disparada, el índice superará en casi cinco puntos al registrado por en marzo.
Medido en cantidad de personas, los argentinos que volverán a ser clasificados como «pobres» serán más de los casi dos millones que, estadísticamente, habían dejado de serlo hace apenas cinco meses.
Nos parece necesario reconocer que estos índices son elementos necesarios para determinar políticas sociales con impacto masivo. Pero también hace falta tener presente que la pobreza y la indigencia no están expresadas en forma directa por el tipo de cambio y la inflación.
La realidad humana de la pobreza son las cosas que faltan y que hacen al bienestar y la dignidad de las personas: el empleo en blanco, la atención sanitaria, la educación, la vivienda, el transporte, la seguridad.
Si se toma en cuenta esto, si se enfrenta esta realidad, tendremos claro que los argentinos pobres son muchos más que los que registran el INDEC o la UCA.
Si bien en los últimos años el teléfono celular se volvió un producto casi indispensable para los argentinos, el sector no se quedó fuera de la caída de ventas en junio y julio, explicado por:
La suba de precios posdevaluación.
El encarecimiento de los planes de financiación que provocaron las altas tasas de interés.
En la Argentina se venden, solamente en el mercado legal, entre 9 y 11 millones de celulares por año, sin contar los teléfonos que compran en el exterior los argentinos y los que se venden en el sector informal. Un número no menor para un país de 45 millones de habitantes.
Este año, el segmento finalizará con ventas de 9,8 millones de equipos.
Pues bien, hasta ahora, las devaluaciones del primer semestre impactaron en las ventas, que cayeron en unidades un 16,5% en junio con respecto al mismo mes del año pasado, según datos de la consultora GfK.
En cuanto a facturación por venta de celulares, mientras en el acumulado del primer semestre aumentó un 47% en comparación con los primeros seis meses del año pasado, solamente en junio cayó un 25,2% interanual.
Los celulares de la gama premium fueron los que más cayeron en unidades en junio, con una baja del 60%, mientras que los de gama alta cayeron 36%; los de gama media, un 22%, y los más bajos, un 11%, según aportó una empresa del sector.
«Aparte de venderse menos, los retailers, que normalmente trabajaban con un determinado nivel de stock para abastecer la demanda, lo reducen, porque tener ese inventario significa tener inmovilizada la plata, y no la podés tener inmovilizada con los niveles de interés que hay», explica Federico Hellemeyer, de Afarte (cámara que agrupa a los fabricantes de electrónica), que indica que la producción cayó un 16% en el segundo trimestre del año.
Por su parte, Germán Greco, gerente general de Motorola, indicó que las ventas «se mantuvieron flat año contra año de enero a junio, aunque se espera una caída en el segundo semestre de entre 10 y 15%». Además, señaló que la industria creció un 22% en 2017 contra el año anterior. «Motorola creció un 102% en volumen puro, lo que nos permitió aumentar el share del mercado de 14 a 22%», dice.
Bruno Drobeta, director comercial senior de la división de Mobile de Samsung Argentina, dice que «el mercado de celulares se volvió anticíclico en los últimos dos o tres años, porque es un producto de primera necesidad», e indicó que si bien las ventas no bajaron, pasaron de crecer a un ritmo del 20% a uno del 5% en junio.
«Nuestra proyección es que vamos a terminar en volúmenes similares a 2017, pero invirtiendo en mayores promociones y más comunicación en la segunda parte del año».
El escándalo de los «cuadernos de Centeno» ya comenzó a golpear en el mercado de títulos y acciones. Aunque sólo hay un puñado de empresas, hasta ahora, que han sido vinculadas a la causa judicial, empezaron a verse efectos en las cotizaciones.
Así el Merval cerró en baja, presionado por los papeles de Ternium, una firma de Techint. «Ya vemos un impacto importante en los bonos. Albanesi, MSU, entre otros. Todos se movieron fuerte para abajo», explicó Leonardo Chialva, de Delphos. La semana pasada, tras la detención de Armando Losson, CEO de Albanesi, la compañía tuvo que volver a postergar la salida de un bono. El título de deuda que la compañía colocó en 2016 ya cayó 22% desde que comenzó el escándalo.
Ya antes la calificadora de riesgo Moody´s había alertado en un comunicado: «Las investigaciones y órdenes de arresto son negativas para Electroingeniería y Albanesi. Conllevan un claro riesgo de reputación y distraerán a la gerencia de las operaciones diarias».
En mayor o menor grado, todas las empresas vinculadas a la obra pública y a la importanción de energía están sufriendo esos efectos.
«El litio es el nuevo petróleo, y Argentina tiene la posibilidad de liderar una nueva revolución industrial en torno a este recurso», aseguró Daniel Layton, socio de Ensorcia Metals Corporation, una firma energética que se está enfocando en el negocio de las energías renovables.
Layton visitó Buenos Aires para encontrar una mejor locación para instalar una planta de baterías de litio.
La inversión proyectada es de u$s 400 millones para construir y operar dos plantas industriales: una en Argentina y otra en Chile.
«Hemos desarrollado una tecnología propia para fabricar baterías de litio que es amigable con el medioambiente, dado que prácticamente no generamos desechos, y
reutilizamos el agua en un 95%», detalló ante uno de los cuestionamientos a esta actividad: la utilización de grandes cantidades de agua y productos químicos que degradan el ambiente, para extraer el litio de los salares.
«Nuestro plan es integrar la producción de baterías, y generar una cadena de valor, que vaya más allá de extraer el recurso y exportarlo para ser procesado en otro país. Pensamos instalar las fábricas lo más cerca posible de los salares de litio, e incentivar la fabricación local de vehículos y motos eléctricas. Estamos en conversaciones con al menos tres compañías interancionales».
Más allá de este proyecto de Ensorcia Metals, las proyecciones de Goldman Sachs indican que para 2025, el 25% del parque automotor mundial va a ser eléctrico. Las principales automotrices -sobre todo europeas y japonesas- tienen previsto migrar su flota hacia vehículos sustentables en los próximos años.
Las acciones del grupo farmacéutico alemán Bayer, nuevo propietario de Monsanto, perdían alrededor de 11% en la bolsa alemana después de la condena sin precedentes a la empresa agroquímica estadounidense por su herbicida Roundup.
El proceso histórico contra Monsanto, el primero relacionado con el posible carácter cancerígeno de los productos con glifosato de Monsanto, podría salirle caro a Bayer, que había cerrado a principios de junio la compra del gigante estadounidense por US$ 63.000 millones.
Sin embargo, el grupo alemán se mostró optimista sobre el recurso que tiene previsto presentar su filial Monsanto contra la condena que le obliga a indemnizar a un hombre en EE.UU. que asegura que el cáncer terminal que padece se debe a su exposición al herbicida glifosato.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos financiarán durante cinco años la colaboración de un investigador del Conicet en el Instituto Leloir con una colega de la Universidad de Harvard.
El objetivo es identificar los programas genéticos que se activan en una neurona durante su desarrollo en el cerebro adulto y viejo, lo que podría inspirar el desarrollo de terapias para prevenir o atenuar el deterioro cognitivo por Alzheimer o lesiones traumáticas.
Recibirán un importante subsidio para investigar la secuencia de pasos que determinan la producción de neuronas que ocurre en el hipocampo adulto (región cerebral de la memoria y el aprendizaje) y el modo en que este proceso se altera por el envejecimiento.
Se trata del doctor Alejandro Schinder, director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal en la Fundación Instituto Leloir (FIL), y la doctora Paola Arlotta, del Departamento de Células Madre y Biología Regenerativa de la Universidad de Harvard, quienes recibirán fondos del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, que depende de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, en el marco de un programa del Centro Internacional Fogarty, que apoya la investigación global de trastornos del cerebro y del sistema nervioso.
Mediante la realización de experimentos con modelos animales, Schinder y Arlotta apuntan a identificar los mecanismos genéticos y moleculares que regulan las diferentes etapas que atraviesan las neuronas que se «fabrican» en el hipocampo y que luego se «enchufan» al circuito del cerebro adulto.
«Se sabe que el hipocampo y otras áreas específicas del cerebro siguen fabricando neuronas durante toda su vida, un proceso conocido como ‘neurogénesis‘ que está vinculado con el aprendizaje y la formación de nuevas memorias», explica Schinder.
«Nuestra línea de trabajo ayudará a comprender a nivel molecular los factores responsables de la disminución de la plasticidad con la edad», señala el investigador argentino, quien resalta que precisamente el objetivo del proyecto binacional es encontrar los programas genéticos que se activan secuencialmente en una neurona durante su desarrollo en el cerebro adulto y viejo.
Para identificar los genes que cumplen un rol en cada uno de los momentos del desarrollo de las neuronas nuevas del hipocampo, «será necesario emplear técnicas de secuenciación masiva a nivel de una célula única, haciendo uso intensivo de herramientas de análisis bioinformático e integración masiva de datos para ayudar a la interpretación biológica de experimentos», afirma un científico argentino que va a colaborar con el proyecto, el doctor Ariel Chernomoretz, jefe del Laboratorio de Biología de Sistemas Integrativa del Instituto Leloir y también investigador del Conicet.
Los subsidios del Centro Internacional Fogarty, que este año cumplió medio siglo, buscan promover investigaciones sobresalientes en Estados Unidos y el resto del mundo que apuntan a encontrar soluciones a las necesidades de la salud pública global.
Schinder, más allá de la satisfacción personal, destaca que «debemos tomar como ejemplo el hecho de que Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos decidan financiar proyectos internacionales porque consideran que las cuestiones fundamentales se resuelven explotando la diversidad de pensamiento, con sus diferentes focos y geografías. Es rol ineludible del Estado Argentino sostener y alimentar la valiosa diversidad y calidad que hoy identifican a nuestra propia comunidad científica, imprescindible generadora de soluciones a los problemas actuales de nuestra sociedad».
El 40% de los empleados de la Administración Pública Nacional cobró un plus por presentismo, durante el cuatrimestre que fue de febrero a mayo, según datos oficiales.
La mitad de esos 80.000 empleados cobraron $ 5.200 el mes pasado, por no haber faltado ni un sólo día a su lugar de trabajo durante los meses de febrero a mayo. Y el resto cobró un porcentaje de esa cifra, según la cantidad de días que tuvo faltas justificadas.
Es que el pago es cuatrimestral y surge de contabilizar $ 1.300 mensuales para los que tienen asistencia perfecta; $ 910 mensuales para quienes tuvieron hasta cuatros faltas justificadas, durante el cuatrimestre; y $ 520 mensuales, para los que faltaron hasta ocho veces en ese período.
Pero los empleados que no pudieron justificar una de sus faltas, perdieron la posibilidad de cobrar el plus y, además, tuvieron descuentos en sus haberes, a razón de $1.100 por día sin ir a trabajar.
Esta es la tercera vez que se realiza un pago por presentismo. El primero fue para el período junio-septiembre del año pasado; el segundo, por octubre 2017 a enero 2018; y el último fue el pago por el período febrero a mayo de este año.
Un decreto del mes pasado establece que no ingresará más personal nuevo a los ministerios, Jefatura de Gabinete, ni organismos descentralizados como AFIP, PAMI, ANSES, entre otros, bajo cualquier modalidad de empleo o contratación hasta fines de 2019.
Se establecen excepciones «autorizadas» para las universidades, Conicet, personal del servicio exterior, Fuerzas Armadas y de seguridad. También para los concursos en marcha o nuevos -pero internos-, como los de la alta dirección; los habilitados por la Ley de Presupuesto para reponer vacantes; los cargos previstos en «estructuras orgánico-funcionales» y si hay «riesgo operativo, previo agotamiento de búsqueda interna y autorización extraordinaria».
Frente a los proyectos que impulsan la acuicultura con especies exóticas en el mar argentino, el Foro para la Conservación del Mar Patagónico alertó sobre los impactos ambientales, sanitarios, sociales y económicos que causaría la actividad.
Un grupo de 23 organizaciones argentinas e internacionales agrupadas en el Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia publicó un informe para advertir sobre los graves impactos que tendría el cultivo de salmones y truchas en la costa argentina. De eso tratan las inicitivas que están siendo consideradas por el gobierno nacional y por la provincia de Tierra del Fuego.
Las agrupaciones se nuclean alrededor de FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales), cuyo perfil histórico ha sido «business friendly»por décadas). Entre los científicos, preside el Foro el Dr. Claudio Campagna, investigador principal en el CENPAT de Madryn, el mayor de los institutos oceanográficos del CONICET y asesor científico en biodiversidad del Proyecto Pampa Azul. En un país donde los ecologistas con consignas terminan siendo un enemigo natural de los ecólogos con doctorados, muchos de los 23 organismos y personas firmantes acreditan títulos que les vale ser escuchados. No son el activismo pago, mediático y autorreferencial de la Gran Multinacional de Salvar al Planeta, que en esta movida no aparece.
Básicamente, el Foro cuestiona la propuesta de instalar y operar centros de cultivo de salmónidos por tratarse de especies introducidas que no pertenecen naturalmente a la Argentina. Pero, citando al Indio Solari, «El futuro llegó hace rato»: en el brazo del Canal del Beagle que separa Isla Redonda de Bahía Ensenada, en pleno Parque Nacional Lapataia, 30 km. al Oeste de Ushuaia, hubo jaulones flotantes de cultivo de truchas arcoiris desde los ’90. También hay algunos a 75 km. hacia el Este de esa capital, siempre sobre la orilla argentina del Beagle, en la pequeña bahía de Puerto Almanza, frente a la ciudad chilena de Puerto Williams sobre la isla Navarino.
Allí en Almanza la gobernadora fueguina Rossana Bertone y el Ministro de Ciencia, Lino Barañao, con un fondo de $ 143 millones, quieren escalar la producción artesanal a tamaño industrial con un conjunto de granjas de cultivos marinos multiespecies, «multitróficas», en la jerga. Hasta ahora, en Almanza la actividad es mínima: desde 1991, unos 30 pescadores artesanales extraen centollas, centollones, mejillones, cholgas y otros moluscos. Con la iniciativa INNOVACUA de Bertone y Barañao, presentada por la Subsecretaría de Pesca a la FAO (la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y en la que tiene interés (o intereses) hasta la lejana Noruega, todo esto pasaría a escala industrial e intensiva. Habrá granjas multitróficas de salmónidos, erizos de mar, además de todas las especies enumeradas que hoy en Almanza se extraen salvajes. Lo que se quiere impedir ya sucedió: la diferencia es de escala. Pero como sabe todo científico, hay algo cualitativo en lo cuantitativo. “En base a la abundante información científica y técnica disponible, el cultivo de especies introducidas en un ecosistema tan rico y frágil como el mar patagónico representaría un error histórico que lamentaremos para siempre. Las graves implicancias ambientales de la salmonicultura, sobre todo en ecosistemas donde estas especies no son nativas, están totalmente comprobadas y son irreversibles”, sostiene el Dr. Claudio Campagna.
Lo que Campagna pronostica para el Beagle ocurrió hace décadas al Norte en aguas interiores. Empezó en los los lagos de cabecera de los arroyos cordilleranos que confluyen en esos pocos ríos capaces de cruzar la meseta patagónica rumbo al Atlántico. La siembra deliberada de truchas arcoris, para pesca deportiva, y luego las granjas de cultivo de éstas y de salmones Chinook, especies de crecimiento muy rápido y con gran demanda gastronómica, terminó con la colonización de todas estas cuencas fluviales gracias a los «prófugos». Su voraz descendencia barrió con los peces nativos, como los puyenes.
Un pescador levanta un salmón Chinook obtenido en el Río Grande. (Fuente: Patagonian Green).
Los salmónidos traídos desde el Pacífico Norte ya se «acriollaron» hace décadas y no se irán más. Les falta sólo tener DNI. Pero en este caso puntual, nadie perdió plata. Más bien lo contrario. Hay estadounidenses que pagan hasta U$ 500/noche por «apertura de tranquera» en estancias colindantes con algún arroyo o río patagónicos, deseosos de enganchar una arcoiris de 10 o 12 kg o un Chinook aún mayor. Son frecuentes en el Río Grande.
Las especies invasivas traídas a la Argentina ganan por knock-out a las nativas, al punto de que casi todos nuestros compatriotas hoy las creen originarias. ¿Hay daño económico en ello? A veces, y puede ser grande. Los castores importados desde Canadá a Tierra del Fuego para generar una industria peletera en los años ’30 hoy son plaga: no tienen predadores ni parásitos locales, de modo que vienen devastando alegremente el bosque primario de lenga y ñire en todo el corazón de la isla. ¿Y eso a quién afecta? A bastante gente industrial.
a plata turística y maderera que generan esas forestas es importante en Tierra del Fuego. Peor aún, en un clima menos extremo, la piel del castor fueguino es mucho menos tupida que la de sus antecesores canadienses: en términos peleteros, no sirve para nada. Tampoco han servido los esfuerzos para exterminarlos.
Escapando de las recurrentes guerras entre franceses y alemanes, el industrial cervecero alsaciano Emilio Bieckert se instaló, durante la presidencia de Sarmiento, en Buenos Aires. Pero no se limitó a traerse el equipo técnico con que produjo tanta buena cerveza en los campos de Llavallol, sino también jaulas con gorriones para no extrañar tanto su pueblo de origen, Barr. Los hiperprolíficos gorriones desalojaron a los chingolos, mistoles y jilgueros autóctonos. En 1931 ya eran plaga tanto para la agricultura extensiva como para las quintas frutícolas. Se los empezó a exterminar. Pero con hasta 4 nidadas/año por pareja reproductiva, los gorriones ni se enteraron y aquí siguen. Los porteños los aprecian de un modo distraído. Los quinteros del Alto Valle del Río Negro, no.
Lo que el Foro quiere es impedir que sucedan más de estas cosas en el Canal del Beagle, pero el problema no está en la fauna sino en los métodos de cría o cultivo. Las salmoneras ya instaladas en Chile codician aguas más prístinas, con mayor flujo de corriente que disperse hacia el Atlántico la contaminación química y de materia orgánica que generan del lado oriental de los Andes, donde se acumula en aguas más cerradas.
La geografía costera chilena, con su laberinto de canales, fiordos, puertos profundos y caletas, se llenó de tal modo de jaulones de cultivo desde mediados de los ’70 que sus aguas, mucho menos circulantes que las del Beagle, perdieron su pureza inmemorial. Su biodiversidad y productividad caen por el aporte masivo de los antibióticos, antiparasitarios y otras sustancias químicas que permiten (precariamente) que salmónidos naturalmente muy migratorios sobrevivan atestados en jaulones como presos en un camión celular. En Chile se documenta hasta el cansancio la acumulación de residuos sólidos y líquidos ricos en plaguicidas en el fondo marino, y su impacto negativo sobre los mamíferos marinos y aves nativos.
El albatros de ceja es una de las especies que podrían verse afectadas.
“Las mismas empresas que pretenden instalarse en Argentina llevan treinta años operando en Chile, donde han causado un daño de enorme magnitud en un ecosistema que no sólo es único, sino que tiene un potencial extraordinario para el turismo de naturaleza. La experiencia chilena debería servir para no replicar el mismo camino en la Argentina”, argumenta Alex Muñoz, director del programa Pristine Seas de National Geographic y coautor del documento.
No hay por qué copiar los modelos de desarrollo de National Geographic, cuyo eje no es lo económico o lo social, pero tampoco el chileno. El nuestro no está tan mal. Los mamíferos y aves marinas en el Beagle argentino son parte del paisaje salvaje que vienen a comprar (por un rato) los turistas europeos y asiáticos en su recalada por la isla. Después del gas y los armaderos electrónicos (que desde 2016 arrojan personal en caída libre por la libre importación), el turismo receptivo es el negocio más expansivo, el que emplea más gente en la isla, de modo más estable y pagando mejores sueldos.
La corriente de aproximadamente 3 nudos que fluye por el Beagle desde el Pacífico al Atlántico, ¿será suficiente para dispersar los excesos de materia orgánica y pesticidas en las granjas multitróficas que se vienen a Almanza? Habrá otroas también en los espejos de agua de Punta Paraná y Punta Remolino. ¿O los residuos se acumularán en los «hotspots» de cultivo intensivo y aguas arremansadas, para mal de lobos marinos, pingüinos, albatros, cormoranes, ostreros, palomas antárticas y petreles, todos actores de lucimiento en «el show turístico del Fin del Mundo»? Estamos por descubrirlo, parece.
Los feedlots bovinos en la Argentina reciben críticas por consumir hasta 65 gramos de antibióticos por tonelada de carne. Algunas salmoneras chilenas que buscan desembarcar en la costa norte del Beagle traen antecedentes más debatibles en la materia, según la Dra. Lisbeth van der Meer, de Oceana, ONG participante del Foro. Australis Mar, Trusal SA, Salmones Aysén, Salmones Multiexport SA, gastan entre 950 y 600 gramos por tonelada de trucha o de salmón, cifras que se pudieron saber en Chile por requisitoria judicial. Si los cultivadores en fiordos chilenos (¡y noruegos!) se vienen hacia nuestras aguas, menos abrigadas y más veloces, ¿es por la mayor demanda de producto, o porque saturaron sus fiordos? ¿O por ambas cosas?
¿Y qué aportan? Puestos a elegir los fueguinos entre industrias que tendrán que convivir a palos, las preguntas son varias. Los antibióticos usados en salmonicultura son idénticos o emparentados con los que usamos los humanos. Su consumo a bajas dosis genera cepas bacterianas multirresistentes: el día que uno, que no es petrel de ceja ni pato vapor sino apenas un humano, se agarra una infecciosa bacteriana con esas cepas, a la industria farmacológica le queda poco «plan B» en su arsenal para curarla.
Pero la pregunta del millón (de los millones) en una isla que agrupa a migrantes del resto de la Argentina en búsqueda de trabajo, hoy jaqueados por una desocupación como no se veía desde los ’90, es un «¿qué aportan?» de contadores, más que de biólogos. Las ganancias del turismo en el Beagle, amén de los sueldos e impuestos generados en hotelería, gastronomía, transportes y «tours», quedan en la Argentina (por ahora). ¿Se podrá decir lo mismo de las multinacionales salmoneras? ¿Incluso de las noruegas?
En AgendAR no tenemos las respuestas. Sí las tienen los doctores Lino Barañao y Claudio Campagna. Y son totalmente diferentes. Una prudencia razonable sugiere elegir la opción que NO tiene consecuencias irreversibles.Turismo en la provincia más austral de Argentina ¿podría ser afectado por esta industria pesquera?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el club de países ricos al que el gobierno quiere que Argentina ingrese, afirma en un informe que a partir de la década del 90 la movilidad social se estancó en nuestro país. Que menos gente en la parte inferior de la pirámide social ha podido ascender mientras los más ricos han mantenido sus fortunas. Lo grave es que tiene razón.
«Esto tiene graves consecuencias sociales, económicas y políticas», concluye el nuevo informe de la OCDE.
Un estudio del organismo, titulado «¿Un elevador social descompuesto? Cómo promover la movilidad social«, afirma que, considerando los actuales niveles de desigualdad y la movilidad intergeneracional de los ingresos, el niño de una familia pobre necesitaría en el promedio de los países de la OCDE por lo menos cinco generaciones para alcanzar un nivel medio de ingresos.
En el caso de la Argentina, dicho período para salir de la franja social pobre se extiende a seis generaciones, al igual que en Chile. En el caso de Brasil ese lapso se estira a nueve generaciones, y para Colombia abarca a once.
En los países nórdicos demanda de dos a tres generaciones.
El informe grafica este estancamiento en materia social: Uno de cada tres niños con un padre que percibe bajos ingresos también tendrá bajos ingresos, mientras que para la mayoría de las otras dos terceras partes, la movilidad ascendente se limita al grupo de ingresos próximo.
SALIDAS POSIBLES
Por eso, la entidad insta a que los países establezcan políticas que brinden a todos la oportunidad de ascender, a través de un aumento de las inversiones en educación (sobre todo a temprana edad), a la salud y a la familia que «crearían condiciones más justas para los niños desfavorecidos y moderaría el impacto de las privaciones financieras en el futuro».
Entre las políticas públicas, mencionó aquellas que permiten «acceder a viviendas asequibles de buena calidad y transporte, así como una mejor planificación urbana también contribuirían a reducir las divisiones regionales y las concentraciones de hogares desfavorecidos en las ciudades».
En cuestiones fiscales, recomienda reducir la evasión de impuestos sobre herencias y donaciones, y diseñar sistemas tributarios progresivos con tasas adecuadas y exenciones reducidas mejorarían la movilidad social.
También recomendó «fortalecer las medidas de protección social y los programas de capacitación, así como vincular los derechos de protección social con los individuos, no con los empleos, ayudaría a las personas (sobre todo a quienes ganan poco) a sobrellevar la pérdida de su trabajo».
Mapa con los estados miembros de la OCDE en 2018