Procuran desarrollar una variedad argentina de cannabis para uso medicinal

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Un proyecto que involucra a empresas e institutos de investigación busca lograr avances de genética para la producción de cannabis medicinal en la Argentina, y específicamente para el desarrollo de nuevos fenotipos de esta planta. La empresa privada Canndico, la Fundación Sadosky, el INTA y el Instituto Leloir trabajan en conjunto con el objetivo de hacer el mapeo genético de diversas plantas de cannabis. Con esa información buscarán crear una especie que se adapte a las condiciones de crecimiento en nuestro país (clima, suelo y horas de luz, entre otras variables), que y tenga los mejores rendimientos de CBD, el componente que se utiliza con fines medicinales. El proyecto está dividido en un área de investigación y otra producción. Su componente de investigación fue seleccionado por la convocatoria “Soluciones Innovadoras de Software” de la Fundación Sadosky, para desarrollar un programa informático que pueda sistematizar toda la información genética de las plantas y las características que se quieren privilegiar. El software permitirá comparación de los genomas y se buscará la asociación con los fenotipos de cada planta para poder realizar la asociación de estas variables. Por ejemplo, se buscará detectar cierto tipo de patrones, como, por ejemplo,. si las plantas que tienen desarrollo más rápido tienen expresado un determinado gen. Esta plataforma de bioinformática será de conocimiento público, para que todos los investigadores puedan acceder a la información genética que se descubra sobre estas plantas y así favorecer la colaboración. Para la producción, la empresa está desarrollando cultivos de cannabis junto con el INTA Oliveros, en Santa Fe, en invernaderos con temperatura, luz, y humedad estrictamente controladas para que las plantas lleguen a su máximo potencial. También se cuenta con grupos electrógenos, para poder mantener los sistemas en línea en caso de corte de energía, y con una superficie de 600 metros cuadrados de invernaderos divididos en producción de madres, esquejes, de fase vegetativa y flores. El objetivo es poder vender aceite de CBD en plantas que tengan una alta producción y una presencia de THC (el componente psicoactivo) menor a 0,7%. Tomás de Lorenzi, director técnico de la empresa Canndico, dijo: “Estamos buscando una producción de flores por metro cuadrado que sea rendidora y que tenga una buena cantidad de aceite con CBD y bajo en THC”. Diversos estudios señalan que la industria del cannabis tiene un gran potencial para desarrollarse en la Argentina. Un estudio del Consejo para el Cambio Estructural afirma que, en una primera instancia, se podría desarrollar una industria de 500 millones de dólares y 10.000 empleados, que luego de 10 años de desarrollo podría generar exportaciones por 1.000 millones de dólares. La planta de cannabis tiene aplicaciones en bioplásticos, en farmacia, en el sector textil, en la producción de cáñamo industrial y en la alimentación. También tiene un red de raíces que permite fijar suelos y remediar suelos contaminados, y tiene un efecto muy positivo en la captura de carbono de la atmósfera. Recientemente, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó la distribución y comercialización del primer aceite de cannabis medicinal de producción estatal, a cargo de la empresa pública Cannava, de la provincia de Jujuy. En este proyecto se estudiará la planta dentro del invernadero, adonde se tienen todas las condiciones climáticas controladas. Se hará que durante todo el año tenga la misma temperatura, ya que con variables grandes de temperatura y humedad la planta puede estresarse y eso no es conveniente porque se generan diversas reacciones indeseadas, como puede ser la producción de polen, las flores masculinas o con una sensible pérdida de rendimiento en la producción. En cuanto al agua, están instalando una planta de ósmosis inversa para filtrar y purificarla, y así darle la mejor calidad de este insumo. “Estamos tomamos muestras de algunas plantas, el INTA Castelar las procesa y se mandan al Instituto Leloir. Con la ayuda de la Fundación Sadosky hay un equipo científico que buscan esos genes de interés dentro de la plataforma que estamos creando”, explicó De Lorenzi. “La Fundación Sadosky nos está dando un apoyo muy grande en cuanto a lo que es la parte de investigación y nos puso a disposición científicos de primer nivel que trabajan en conjunto con equipos de biotecnólogos”.

Matías Alonso

Se realizó un congreso de la industria del litio, con empresas, funcionarios y el embajador de EE.UU

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La Argentina tiene «potencial» para «jugar un rol clave de liderazgo en minerales críticos», destacó el embajador de Estados Unidos en el país, Marc Stanley, al disertar en el 2º Argentina & Latam Lithium Summit 2023. El diplomático también dijo ser «optimista sobre el potencial de Argentina para conseguirlo», tras lo cual, aseguró: «Estamos intentando ayudar a fortalecer esta relación», puesto que «hay mucho interés» por parte de Estados Unidos en avanzar hacia tecnologías más limpias. Por su parte, el director nacional de Promoción y Economía Minera del Ministerio de Economía, Jorge González, calificó al litio como la piedra angular de la transición energética. «Argentina forma parte del triángulo del litio (Argentina, Bolivia y Chile), y en el ranking mundial, es el segundo país en cantidad de recursos, tercero en cantidad de reservas y cuarto productor», puntualizó el funcionario. A su turno, el gobernador electo de Jujuy, Carlos Sadir, destacó: «Hoy la actividad minera se está convirtiendo en la principal exportadora de nuestra provincia». En este sentido, cabe remarcar que el litio representa casi el 90% de estas exportaciones. «Jujuy va a aportar mucho en términos de tonelaje de litio. Esperamos 80.000 toneladas para 2024», agregó Sadir, y subrayó que «uno de los objetivos fundamentales que se ha propuesto tiene que ver con el trabajo codo a codo con las comunidades». Según el presidente del proyecto de Lithium Corps, Ignacio Celorrio, «la innovación tecnológica será el mayor reto de la industria». «Soy consciente de que las tecnologías alternativas son una amenaza para la industria», advirtió, tras lo cual, sostuvo que «si las empresas se centran más en el corto plazo, la mayor amenaza es la incapacidad de los actores de la industria para comprender lo que tienen entre manos». Frente a ello, Celorrio consideró que «debería haber mucha colaboración en infraestructuras», al tiempo que llamó a los actores del sector a «ser eficientes» y tener «mayor nivel de colaboración». El evento contó con la participación entre decenas de expositores del embajador de Canadá en Argentina, Reid Douglas Sirrs, y su par de Australia, Simon Twisk, así como representantes gubernamentales de la cartera económica y de las provincias de Jujuy y de Catamarca, entre otros. Entre las empresas participantes se destacaron YPF, Lithium Argentina, Zelandez, Wesoda, Manuchar, Alcalis de la Patagonia, Eramine Sudamerica, Lithium Chile, SAAM Terminals, Sorcia Minerals e Investminas. La cumbre del litio ofreció una visión del mercado y las oportunidades del sector del mineral en Sudamérica.

Investigadores argentinos descubren una planta que remedia suelos contaminados por metales pesados

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  • Se trata de Atriplex vulgatissima, una especie que habita las marismas de la Patagonia, la cual es adecuada para la fitoestabilización de Plomo y la fitoextracción de Zinc.
Un grupo de investigación compuesto por integrantes de diversos institutos del CONICET-CENPAT develó la utilidad de una planta de la región con potencial para fitoestabilizar y fitorremediar suelos contaminados con plomo y zinc, respectivamente. Se trata de Atriplex vulgatissima, un arbusto que se lo encuentra en ambientes salinos y costeros de Neuquén, Chubut, Santa Cruz y el centro de Chile. Esta planta posee diversas adaptaciones que le permiten tolerar elevadas salinidades y acumular metales, modificando su forma. Este estudio se enmarca dentro del doctorado que está realizado la Lic. María de la Paz Pollicelli (IPEEC-CONICET), y a su vez constituye parte de la línea de investigación de sus directores, la Dra. Yanina Lorena Idaszkin (IPEEC-CONICET), y el Dr. Federico Márquez (IBIOMAR-CONICET). Dicho equipo de trabajo viene realizado una serie de trabajos en relación a los estudios de forma como biomarcadores de contaminación, junto a colegas de otros institutos del CONICET y de la Universidad de Sevilla. En uno de los trabajos realizados dentro del grupo, que dio lugar a mi tesis de grado, estudiamos el patrón de variación de la forma de las hojas de Cressa truxillensis asociado a un gradiente de contaminación por metales en la marisma de San Antonio Oeste, Río Negro. En esta marisma, colectamos hojas de distintas plantas de esta especie halófita, y evaluamos cómo en ese gradiente de contaminación cambiaba la forma de la hoja. Lo que vimos es que las hojas que provenían del sitio más cercano a la fuente de la contaminación eran elongadas y las hojas colectadas del sitio con menos metales biodisponibles en suelo eran globosas. Esto nos dio el puntapié para postular la forma de la hoja como biomarcadora asociada a la contaminación”, explicó María de la Paz Pollicelli, becaria doctoral del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC). Tradicionalmente existen distintas formas de remediar sitios contaminados con metales, como los tratamientos físicos o químicos. Como estos tratamientos pueden tener un fuerte impacto en el ambiente, surgieron tecnologías alternativas, ecológicamente más amigables, como la fitorremediación, que utiliza plantas para transformar, reducir o eliminar contaminantes del medio. Para eso se seleccionan plantas que puedan acumular los metales en sus raíces, tallos y/u hojas. Al comprender cómo las plantas actúan frente a los metales, conocemos el potencial que tienen las distintas especies para remediar sitios contaminados, explicó la Dra. Idaszkin. Además, el poder estudiar los cambios de forma y el tamaño de las plantas mediante un método objetivo, de alta resolución, económico y no destructivo, como es la morfometría geométrica, nos permite tener una herramienta poderosa para monitorear la contaminación de sitios claves para la biodiversidad como son los ambientes de marismas, remarcó el Dr. Márquez. El estudio realizado con Atriplex vulgatissima fue publicado en la prestigiosa revista científica ChemosphereEn él, se destacó la notable capacidad de esta especie para sobrevivir y adaptarse frente a altos niveles de plomo y zinc utilizados en los experimentos realizados. Además, se vió que el patrón de variación en forma de la hoja respondía, de manera similar a lo observado en estudios previos, con una forma ahusada o “afinada” frente a niveles más altos de metales, mientras que en ausencia de metales la hoja adquirió un patrón globoso. Asimismo, esta especie acumuló los metales de manera diferencial, por lo que los autores sugieren que podría ser una planta adecuada para fitoestabilizar plomo, es decir, acumularlo en sus raíces, y fitoextraer zinc al acumularlo en su biomasa aérea, ofreciendo a su vez, una serie de biomarcadores que permitirían monitorear estos ambientes.

En la Universidad Nacional del Litoral advierte del riesgo de los microplásticos en el ambiente

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Investigadores del CONICET y de universidades públicas argentinas detectaron cambios biológicos y morfológicos en renacuajos expuestos a microplásticos. Hallaron también aditivos que suelen ser incluidos durante su fabricación y son riesgosos para la salud. Es uno de los primeros trabajos en el país y el mundo que analiza el impacto de estas micropartículas en anfibios. Desde 1950, la fabricación de plásticos aumentó de manera exponencial en el mundo. Dado que se trata de productos económicos, que son livianos, duraderos, maleables y resistentes a la corrosión, eso los vuelve muy funcionales y atractivos para la industria. El problema es que se degradan en millones de partículas muy pequeñas, conocidas como microplásticos, que terminan contaminando suelos y ambientes acuáticos. “Descubrimos microplásticos en varios ecosistemas de la provincia de Santa Fe, que son consumidos por los anfibios ya que los confunden con un tipo de alga”, afirma el investigador Maximiliano Attademo, del Laboratorio de Ecotoxicologia de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (FBCB-UNL), y advierte que muchos plásticos llevan consigo aditivos que son incluidos durante su fabricación, como ftalatos y biferoles. Los aditivos son compuestos oleosos, incoloros e inodoros que suelen agregarse durante la fabricación de los plásticos para mejorar distintas características como su color, dureza y plasticidad, pero que pueden resultar riesgosos para la salud. “Muchos de ellos son cancerígenos y disruptores hormonales”, alerta el investigador, que es uno de los autores de un trabajo que ha sido recientemente publicado en la revista científica Enviromental Advances, que busca evidenciar los efectos que produce la exposición a microplásticos y aditivos sobre distintos parámetros bioquímicos e histológicos de larvas de renacuajos, y sobre cómo la presencia de estas micropartículas en los cuerpos de agua puede afectar a la supervivencia y el desarrollo de poblaciones de anfibios regionales. En estudios previos, en el FBCB ya habían detectado la presencia de estas micropartículas en algunas lagunas de la provincia de Santa Fe. Ahora, expusieron larvas de un tipo de renacuajo, Rhinella arenarum –que no se considera que se encuentren entre en situación de riesgo o amenaza- a dosis subletales de microplásticos y de un aditivo denominado Tetrabromobisfenol A, que es un retardante de llama que está presente en muchos plásticos, como el de los electrodomésticos. “Es muy parecido al bisfenol A, que es el que se utilizaba en la fabricación de mamaderas plásticas y que fue prohibido hace unos años porque se descubrió que es tóxico: es un disruptor hormonal y es cancerígeno”, ejemplifica Attademo. Tras un mes de exposición, los científicos evaluaron distintos biomarcadores de las larvas, como la actividad enzimática y el estrés oxidativo. Así, detectaron que los ejemplares expuestos habían sufrido cambios en la inducción e inhibición de enzimas, a nivel biológico, lo que implica que se vio afectado su normal desarrollo y su fisiología. “También detectamos cambios a nivel morfológico: vimos un aumento de melanocitos, que son células hepáticas que están en muchos tejidos, particularmente en el hígado, y encontramos cambios en la pared del intestino, adonde los micro plásticos se pegan y destruyen la mucosa intestinal de los renacuajos”, dice Attademo, y advierte que para realizar este experimento utilizaron dosis “ambientalmente relevantes”, es decir, en cantidades que se pueden encontrar en el ambiente. “Nos llamó la atención que hubo muchos cambios morfológicos y fisiológicos tras la exposición a esa combinación. Es más, el plástico por sí solo también cambia y produce daños, tanto a nivel fisiológico como a nivel bioquímico”, subraya Attademo, que también es autor de otros dos trabajos previos sobre este fenómeno, pioneros en el mundo en estudiar el impacto que pueden tener los microplásticos en el normal desarrollo de los anfibios, según una revisión internacional publicada en el año 2022. “Los microplásticos son vectores de otros contaminantes como plaguicidas y metales pesados, por ejemplo, cobre, zinc y plomo”, agrega Attademo y explica que, por eso, hoy se los denomina “caballos de Troya”, porque llevan consigo otras sustancias tóxicas que tienen mucha afinidad por pegarse a los microplásticos. De ahí la relevancia de este tipo de estudios, que demuestran el daño que pueden producir estas micropartículas, no solo en los anfibios sino también en otras especies e incluso los humanos: “No se les puede dar de comer microplásticos a las personas para ver qué pasa, pero sí asociar algunas de las patologías que nosotros estamos viendo en los anfibios que son expuestos a microplásticos, que les destruye el intestino y produce cambios enzimáticos y a nivel hepático”, subraya el investigador. En un primer trabajo, el equipo de investigación demostró que los microplásticos, como los que se desprenden desde silobolsas y otros insumos agrícolas, potencian los efectos nocivos de herbicidas como el glifosato y el glufosinato de amonio. Luego, publicaron otro en el cual evidenciaron que los microplásticos derivados de poliestileno afectan la actividad enzimática de los anfibios. En este segundo caso, encontraron microplásticos en el intestino de en un tipo de renacuajos denominados Scinax squalirostris, y analizaron cómo esto afectó al metabolismo de estas especies, lo que evidencia el potencial riesgo sobre la salud de vertebrados acuáticos. “Este tipo de estudios aporta información importante, no solo sobre el mecanismo de acción de los contaminantes, sino también sobre los posibles efectos ecológicos que pueden ocasionar, ya que los anfibios son un recurso alimenticio para otros grupos de vertebrados, como aves y mamíferos”, subraya Attademo. También enviaron muestras a analizar a Brasil, para tratar de identificar qué tipo de plásticos son los que encontraron en los medios acuáticos en los que trabajaron. Para esta última publicación participaron una decena de investigadores del CONICET y distintas universidades públicas. En detalle, el FBCB de la UNL se suman el Instituto de Materiales de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (IMAM/FCEQyN/UNAM), el Instituto de Ictiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (INICNE/FCV/UNNE) y el Laboratorio de Ecotoxicología del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (IMBECU, CCT-CONICET). La problemática de los microplásticos es considerada dentro del segmento de los contaminantes emergentes ya que, si bien hace mucho que se conocen sus riesgos, recién en los últimos años se le está prestando más atención. En Argentina, por ejemplo, a los trabajos sobre microplásticos y anfibios impulsados desde el equipo de ecotoxicología de la Universidad Nacional del Litoral, se suman otros como un reciente estudio de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, que detectó contaminación con microplásticos, sobre todo textiles, en muestras de agua de arroyos e instalaciones de tratamiento de efluentes en dos cuencas bonaerenses. “Los hallazgos de estos estudios sugieren que la exposición de los anfibios a microplásticos, aditivos y pesticidas, y la combinación de ellos en especial, puede afectar a la supervivencia a mediano y largo plazo de estas especies, lo que podría provocar la muerte ecológica y la extinción local de poblaciones de renacuajos en los humedales pampeanos, adonde pueden concentrarse altos niveles de contaminantes”, dice Attademo. Y concluye: “Estos riesgos se extienden a la fauna en general e incluso a los humanos, que también estamos expuestos a la ingesta de microplásticos”.

Vanina Lombardi

La jueza De Negre anuló el DNU que declaró servicio público esencial a las telecomunicaciones

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La justicia Contencioso Administrativo Federal declaró la nulidad del Decreto de Necesidad y Urgencia que había considerado a las telecomunicaciones como servicio público esencial. La resolución fue dictada por la jueza del fuero Cecilia De Negre, en el marco de un planteo de la empresa Telecom Argentina, que es prestador de telefonía, cable y acceso a internet. La empresa cuestionó que hasta el dictado de esa norma, a la que calificó de inconstitucional, podía «fijar libremente los precios» y por las restricciones derivadas del control estatal que la categoría «servicio público» le impone a su actividad. El DNU 690/2020, que fue publicado en el Boletín Oficial el 22 de agosto de 2020, declaró como servicios públicos esenciales a los servicios de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y el acceso a las redes de telecomunicaciones para y entre licenciatarios y licenciatarias de servicios TIC, reincorporando el carácter de servicio público de competencia como artículo 15 de la Ley N° 24.078 de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. El 7 de abril de 2021 Telecom Argentina SA, se presenta por apoderado y promovió demanda contra el Poder Ejecutivo Nacional y ENACOM, a fin de que se declare la nulidad del DNU 690/2020 y la nulidad de las Resoluciones ENACOM 1466 y 1467 ambas de 2020; así como la inconstitucionalidad del art. 24 de la ley 26.122, que es el régimen legal de los DNU. También efectuó reserva de reclamar daños y perjuicios irrogados por el DNU que congeló precios hasta el 31/12 /2020, sin prever compensación económica ni indemnización alguna. El Estado Nacional contestó la demanda, alegando que el régimen jurídico de las telecomunicaciones no es inmutable y que su modificación se dio en el marco de una circunstancia excepcional, como fue, la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de covid-19. Asimismo, defendió que «los servicios Tics son servicio público esencial y estratégico del siglo XXI; debiendo satisfacer las notas típicas de continuidad, regularidad, igualdad, generalidad, obligatoriedad, universalidad y accesibilidad». La jueza sostuvo que la referida norma efectuó modificaciones jurídicas de carácter permanente y que, si bien el Poder Ejecutivo está habilitado constitucionalmente para dictar DNU en determinadas materias, la calificación como servicio público exige de “una ley forma del Congreso”. Dijo que «al disponer que la actividad prestada sea sustraída del sector privado, se limitan derechos fundamentales, que solo puede ser dispuesta mediante la sanción de una ley; ya que tiene una naturaleza expropiatoria de derechos adquiridos protegidos por la garantía del art. 17 de la C.N.; es que la declaración de una actividad económica como servicio público, implica someterla a un régimen especial de sujeción jurídica, que exige el dictado de una ley formal emitida por el Congreso; técnica conocida como publicatio». La jueza De Negre sostuvo que tampoco se acreditaron las circunstancias excepcionales que habiliten al Poder Ejecutivo a dictar un DNU, la extensión de las medidas más allá de la pandemia las tornan -a su criterio- como irrazonables y la delegación contenida en favor del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) para dictar normas complementarias constituye una «delegación en blanco» contraria al artículo 76 de la Constitución Nacional. En efecto, sostuvo que “fue la situación de emergencia sanitaria, en el marco de la pandemia del COVID-19, la que justificó otorgar medidas de protección y acceso a los servicios Tic y asegurar el derecho a la educación”. Sin embargo, “no se estableció que su duración sería hasta la finalización de la pandemia, sino que las medidas se establecieron con carácter permanente. Ello afecta el principio de razonabilidad al establecer una discordancia entre el fin de la norma y los medios empleados”, advirtió.

Desde la CNEA buscan consolidar el desarrollo de la medicina nuclear

Por primera vez, los referentes de distintos grupos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) vinculados con las aplicaciones nucleares a la salud, la producción de radioisótopos de uso médico y el área académica se reunieron con representantes de los centros de medicina nuclear y radioterapia del Plan Nacional de Medicina Nuclear en dos jornadas de integración. El encuentro se realizó entre el 22 y el 23 de noviembre en la sede central del organismo y en la Fundación Centro Diagnóstico Nuclear. Las jornadas fueron organizadas por la Gerencia de Área Aplicaciones Nucleares a la Salud de la CNEA, con el fin de fortalecer la vinculación entre los distintos centros y de estos con la CNEA. Los participantes, que llegaron desde todo el país, compartieron sus conocimientos, analizaron cuáles son sus puntos en común y pensaron en posibles trabajos en conjunto. Todo con el fin de afinar estrategias y vínculos para continuar avanzando con la investigación, el desarrollo y la formación de recursos humanos.

Energía atómica para la Salud

En la apertura del encuentro la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, subrayó que durante su gestión se decidió darle una fuerte impronta al Área de Aplicaciones Nucleares a la Salud por su efecto para mejorar la calidad de vida de las personas y para que la investigación y desarrollo que se realiza dentro del organismo se utilice con ese objetivo. “Nuestra misión es potenciar las capacidades de la CNEA para que los futuros profesionales del área de la salud puedan enriquecerse con todo lo que venimos aprendiendo. Esperamos que todas las cosas que se hicieron nos trasciendan y que el sistema se nutra con todos quienes se quieran seguir sumando. Creemos que las personas somos prescindibles, pero los proyectos y las ideas deben continuar”, sostuvo Serquis. Y destacó que, como ocurre en muchas áreas de la CNEA, en la medicina nuclear se avanzó “gracias a la pasión que pone la gente dentro de la institución para que las cosas sucedan”. “Quiero que todos se sientan parte de un proyecto que nos va a continuar pese a los cambios que puedan venir”, sintetizó Serquis. La bioingeniera Jesuana Aizcorbe, coordinadora de docencia e investigación de los Centros de Medicina Nuclear, llamó a tejer redes y afirmó: “En este momento es muy importante poder reencontrarnos para charlar sobre las líneas de docencia e investigación en las que venimos trabajando, para profundizarlas y pensar en cómo continuar la formación de recursos humanos. En este país hacen falta muchos más profesionales, más científicos y tecnólogos y nosotros tenemos mucho para aportar en ese aspecto”.

Un plan para facilitar el acceso a la medicina nuclear y la radioterapia

La CNEA está a cargo de la Unidad de Planeamiento y Ejecución del Plan Nacional de Medicina Nuclear y es la que lleva adelante la planificación técnica para la ejecución y el desarrollo de los centros que atienden pacientes en las distintas regiones del país. Gustavo Santa Cruz, gerente de Área Aplicaciones Nucleares a la Salud de la CNEA, destacó: “El Plan Nacional de Medicina Nuclear tiene la visión de garantizar el acceso universal y de calidad a las aplicaciones de la medicina nuclear. La idea es crear centros, mejorar los ya existentes y desarrollar un modelo de gestión innovador a través de fundaciones y entidades sin fines de lucro”. Más adelante, explicó que ahora el desafío es repensar el Plan “no solo para prever el futuro, sino para hacerlo posible”. Santa Cruz, que es doctor en Física, explicó que es fundamental recuperar el rol del área científico-técnica en el marco del plan y “generar estrategias para elaborar proyectos sustentables que consoliden el acceso universal a la salud”. En ese sentido, contó que se trabaja en un proyecto de ley para declarar de interés nacional y considerar de carácter prioritario al desarrollo sostenible de las aplicaciones a la salud. Las técnicas nucleares tienen múltiples aplicaciones para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares y el cáncer.

La energía nuclear, con fines pacíficos

Santa Cruz recalcó que la Argentina fue seleccionada como país ancla de Rayos de Esperanza, un programa del Organismo Internacional de Energía Atómica que impulsa la creación y ampliación de servicios de radioterapia, imagenología médica y medicina nuclear de sus países miembros para luchar contra el cáncer. “A este polo lo van a constituir todas las instituciones del país con conocimiento en medicina nuclear y radioterapia y en investigación y desarrollo en las aplicaciones nucleares a la salud. Eso es lo que tenemos que configurar ahora, para poder mostrárselo a la OIEA”, señaló Santa Cruz. Por su parte, Juan Carlos Furnari, gerente de Coordinación y Planificación de Centros de Medicina Nuclear y Radioterapia, recordó que la CNEA fue la primera promotora de la medicina nuclear en la Argentina. “Antes no había prácticamente nada. La CNEA comenzó en el Instituto Roffo y en el Hospital de Clínicas. Los primeros centros fueron una escuela para todos los médicos nucleares del país, luego se sumó la parte de la física médica y la radiofarmacia. Otro hito importante fue la creación de Fuesmen (Fundación Escuela de Medicina Nuclear), en 1991, que dio origen al modelo de gestión por fundaciones. Y más adelante apareció la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear, inaugurada en 2007. Hasta que en 2015 surgió el Plan Nacional de Energía Nuclear”. En el marco de ese plan funcionan la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (Mendoza); la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear (FCDN), el Centro de Medicina Nuclear del Hospital de Clínicas “José de San Martín” y el Centro Oncológico de Medicina Nuclear del Instituto de Oncología “Ángel Roffo” en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; el Centro de Medicina Nuclear de Entre Ríos (CEMENER), ubicado en la localidad de Oro Verde (cercana a la capital provincial): la Fundación INTECNUS en San Carlos de Bariloche; y el Centro de Medicina Nuclear de la Patagonia Austral (CEMNPA), entre otros servicios. También se está construyendo el Centro Argentino de Protonterapia, frente al Instituto Roffo, y se acaba de iniciar el proyecto para dotar al Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan de un nuevo servicio de radioterapia y medicina nuclear. Otros proyectos en desarrollo son la recuperación del Centro Oncológico de Excelencia (COE) de la Fundación Mainetti, en Gonnet, y el equipamiento del centro Radio Oncológico de La Pampa.

El CeArP

Los representantes de algunos de esos centros hablaron sobre su realidad y sus proyectos durante el encuentro. El miércoles también expusieron referentes del Departamento de Física Médica del Centro Atómico Bariloche y del Laboratorio Nacional de Imagenología Preclínica (LANAIP), que la CNEA está construyendo en el Centro Atómico Ezeiza (CAE). Frente a todos ellos, Furnari subrayó la importancia de la vinculación entre ellos y con la CNEA y el trabajo coordinado, para poder desarrollar proyectos conjuntos en beneficio de la población. El pasado jueves, en la jornada de cierre, Gustavo Cruz habló sobre el Centro Argentino de Protonterapia, que posicionará a la Argentina dentro de un selecto grupo de 20 países que ofrecen una de las terapias radiantes más avanzadas para tratar tumores. Además, la decana del Instituto Dan Beninson, Carla Notari, detalló la oferta académica de ese centro educativo, que incluye especializaciones en Radioquímica y Aplicaciones nucleares y en Física de la Radioterapia y una diplomatura en Radiomedicina y Protección Radiológica. También se planteó la necesidad de generar una vinculación entre los centros de medicina nuclear y radioterapia, la CNEA y los institutos académicos para poder generar ofertas de nuevos doctorados y carreras que se dicten en los propios centros. Además, hubo exposiciones de responsables de los centros de medicina nuclear de Entre Ríos y de Formosa y una explicación acerca de la Terapia por Captura Neutrónica en Boro (BNCT). Las jornadas terminaron con una visita al Centro Argentino de Protonterapia, que ya tiene la obra civil finalizada y cuya inauguración se prevé para el año próximo.

A 54 años de la fundación de la Base Marambio en la Antártida Argentina

El 29 de octubre de 1969, hacen hoy 54 años, la Fuerza Aérea Argentina, siendo su comandante el brigadier general Jorge Martínez Zuviría durante el gobierno del presidente de facto Juan Carlos Onganía, fundó la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, hoy Base Marambio, generando un importante asentamiento en el territorio de la Antártida Argentina como parte clave de la soberanía nacional en un disputado continente del que pretenden apropiarse tradicionales estados colonialistas del hemisferio norte.

La base lleva el nombre del pionero de la aeronáutica argentina sobre el territorio antártico, el vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio, y está situada en la isla que también lo tiene como epónimo, antes denominada Seymour, en el mar de Weddell, situada a 64 grados, 14 minutos y 42 segundos de Latitud Sur y 56 grados, 29 minutos y 25 segundos de Longitud Oeste, con un territorio de unos 14 kilómetros de largo por otros 8 de ancho.

Está construída a unos 200 metros sobre el nivel del mar y su distancia con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires alcanza a los 3.304 kilómetros. La temperatura llega a extremos de los 30 grados bajo cero mientras que los vientos soplan con una fuerza enorme propia de sus normales 120 kilómetros por hora. Esa violencia de los vientos es la que impide la acumulación de la nieve que habitualmente cae sobre la meseta donde está instalada la base. La temperatura promedio anual es de 8,8 grados bajo cero, llegando en verano a una máxima de 10 grados sobre cero en tanto que la sensación térmica alcanza los 40 grados bajo cero.

Se trata de una base que amén de lo específicamente militar se ocupa de cuestiones científicas, entre ellas la medición de ozono en la atmósfera y todo lo relacionado con la protección del medio ambiente. Varias de las tareas de carácter científico se encuentran agrupadas en el Laboratorio Antártico Multidisciplinario en Base Marambio denominado con la sigla LAMBI. Dado que las tareas se desarrollan a lo largo de todo el año la base está permanentemente ocupada por una dotación que, según los momentos, oscila entre las 75 personas en invierno y las 160 en verano.

Los servicios que allí se prestan son los de alojamiento, aeropuerto, biblioteca, capilla, casino comedor, central de comunicaciones, correo, estación ozono, gimnasio, hospital, lavandería, sala de juegos, teléfono público y televisión e Internet. Para ello cuenta con una infraestructura de 5208 metros cuadrados cubiertos, con 102 m2 de laboratorios científicos, una sala de conferencias con capacidad para 63 asistentes, un área logística de 5012 m2 y 170 camas. Además posee una ambulancia, un autoelevador, un buldócer, un camión normal, cuatro camiones todo terreno, una camioneta, seis cuadriciclos todo terreno, tres palas cargadoras, un tractor y cinco vehículos de bomberos.

Se comunica con otras bases utilizando un avión De Havilland DH-6 y durante el verano utilizaba dos helicópteros Bell 212, luego reemplazados por otros MI-171E de fabricación rusa, para las tareas científicas. Su torre de vuelo de doce metros de altura es desde donde se organiza la navegación aérea a través de instrumentos visuales y radioeléctricos. Posee dos pistas para el despegue y aterrizaje de las aeronaves; una original de 1200 metros y otra construida en 2015 de 1600 de largo por 30 de ancho. Ambas con balizamiento eléctrico y una línea de luces estrobocópicas y pueden operar en ellas los aviones Hércules C-130. Sus instrumentales técnicos permiten los aterrizajes aún en circunstancias de escasa visibilidad.

Desde la base se presta apoyo a la Campaña Antártica de Verano del Programa Antártico Argentino y, llegado el caso, se pueden encarar operaciones de rescate en la región. En cuanto a sus actividades científicas opera en colaboración con la Dirección Nacional del Antártico y el Servicio Meteorológico Nacional.

La Base Marambio, que forma parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, apareció como una necesidad cuando a partir de 1940 fue cobrando importancia la presencia argentina en el sector antártico sobre todo luego de los vuelos del vicecomodoro Mario Luis Olezza al Polo Sur y las tareas desde la entonces Base Teniente Benjamín Matienzo, ahora redenominada Base Matienzo.

Esa necesidad se hizo más presente cuando con el gobierno de Juan Domingo Perón entre 1946 y 1955 se incrementó esa presencia y en ese sentido fue importante que en diciembre de 1951 el vicecomodoro Marambio sobrevolase la Bahía Margarita, en el noroeste de la Antártida. Al año siguiente el mismo Marambio estudió los lugares más apropiados para el aterrizaje de aeronaves en el Sector Antártico Argentino. Estudios que se profundizaron en la década de 1960.

Así fue como el 25 de noviembre de 1968, ya en tiempos del gobierno de facto de Onganía, una delegación de la Fuerza Aérea, transportada por el rompehielos ARA General San Martín, de la Armada Nacional, llegó a la ahora Isla Marambio con dos helicópteros Bell UH-1. Sus estudios fueron decisivos para tomar la decisión de construir la base. Una de las cuestiones más tenida en cuenta fue la falta de nieve en la meseta isleña gracias a los vientos.

Meses después, el 30 de agosto de 1969, la isla fue ocupada por la Fuerza Aérea con un equipo de 23 oficiales y suboficiales encabezado por el vicecomodoro Olezza que conformaron la “Patrulla Soberanía”. Desde la Base Matienzo se trasladaron los materiales necesarios y los aeronáuticos, distribuidos en los campamentos “Alfa” y “Beta”, bajo la conducción de los tenientes Francisco Florencio Mensi y Mario Víctor Licciardello, fueron quienes a pico y pala construyeron la primitiva pista de aterrizaje.

Fernando Del Corro

La CONAE y la Universidad de Córdoba analizan vínculos entre salud y medioambiente

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El Instituto Gulich y la Escuela de Nutrición de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), publicaron un trabajo científico donde explican, con información espacial, el vínculo que existe entre el ambiente y las enfermedades cardiometabólicas, como diabetes, hipertensión y síndrome metabólico. Hasta ahora no había reportes científicos que comprobaran la relación entre estas variables, como sí existe en otras enfermedades, como las infecciosas, zoonóticas y vectoriales, que vinculan directamente la afección con el entorno. El trabajo, publicado en la edición de noviembre de 2023 de la revista científica Geospatial Health, tiene como autores principales a Matías Scavuzzo y Micaela Campero, investigadores del Instituto Gulich, perteneciente a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y a la UNC; y Daniela Defagó, docente de la Escuela de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC e investigadora asistente del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (INICSA)-CONICET. Según Scavuzzo, se trata de “un estudio innovador en el área de la epidemiología panorámica, debido a que no hay muchos trabajos que exploren las asociaciones entre las dimensiones ambientales y de la salud, en particular de las enfermedades cardiometabólicas”. “No encontramos otros estudios a nivel local que se enfoquen en el entorno, desarrollados a partir de índices satelitales”, agregó Campero. Lo novedoso es que se trata de patologías que hasta ahora no se consideraba que fueran sensibles al ambiente. En cambio, se las vinculaba más con el estilo de vida.

Dimensión geoespacial

El objetivo de la investigación fue explorar las prevalencias de las enfermedades cardiometabólicas, con hincapié en la diabetes y el síndrome metabólico, analizar los factores de riesgos asociados y la relación con las características del ambiente, en base a información generada con sensores remotos y datos de campo. El equipo de investigación viene trabajando en esta área desde hace más de 10 años. Defagó, directora del proyecto, advirtió que estas patologías se extienden en las personas principalmente por una mala alimentación y por la falta de actividad física. Pero aún no estaba determinado cómo el ambiente también influía en la problemática. “Así que empezamos a pensar cómo analizar el entorno en el cual crecemos y nos desarrollamos, y decidimos incorporar a nuestro proyecto la dimensión geoespacial, más allá de las mediciones clásicas que hacemos a los pacientes”, explicó. Para avanzar en los estudios, el proyecto involucró al Servicio de Cardiología del Hospital Nacional de Clínicas, de la UNC, ubicado en la ciudad de Córdoba, donde se analizaron 345 pacientes por su historia clínica y alimentaria, provenientes de Córdoba capital y del Área Metropolitana. “Indagamos acerca de qué comen, cuál es su actividad física y si consumen tabaco o alcohol, por ejemplo. Además incorporamos otras variables para estudiar el entorno, consultando dónde viven y cómo es ese espacio, y geolocalizamos a cada paciente”, dijo Defagó. En base a este trabajo, hallaron que la mayor parte de los pacientes tenían una calidad de dieta pobre y hacía poca actividad física. Además, la mayoría tenía antecedentes de enfermedades no transmisibles: 22% tenía diabetes y 44% síndrome metabólico. Teniendo en cuenta estos resultados, el equipo de investigación se concentró en analizar la característica de los ambientes donde viven estas personas. Se evaluó el entorno de cada paciente en base a un índice de vegetación, un índice de urbanización o de área construida, y un índice de unidades de suelo. Además se incorporaron imágenes satelitales de la misión Landsat 8 sobre un área de 50 metros alrededor de cada domicilio geolocalizado.

Las petroleras aumentaron hasta un 14,5% sus precios en surtidor

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  YPF, el mayor jugador del mercado de combustibles, incrementó este fin de semana el precio de las naftas y gasoil en sus estaciones de servicios. La suba, en el caso de la súper, llegó hasta un 14,5% con relación al precio que estaba vigente. La del gasoil premium fue de un 11,5%. Como suele suceder una vez que la empresa bajo control estatal actualiza sus importes, el resto de las empresas —Raízen (Shell), Axion Energy y Trafigura (Puma)— avanzaron en la misma dirección. El aumento se apoya en dos elementos: por un lado, en la recomposición del margen de refinanción de las petroleras, que se ubicaba en niveles negativos, y explica un 10% del incremento aplicado ayer. Por el otro, en el incremento del precio de los biocombustibles regulado por la Secretaría de Energía, que representa entre un 2% y un 4,5% según el tipo de combustible. Es la segunda vez en 25 días que YPF ajusta sus precios. Ya lo había hecho el 1º de noviembre tras la derrota del oficialismo en el balotaje. El aumento acumulado en dos tandas trepa, en el caso de la nafta súper, hasta casi un 30 por ciento. El plan de utilizar a los combustibles como ancla para intentar controlar -fallidamente- a la inflación, una deformación de la política cada vez que debe transitar un proceso electoral, llegó a su fin, tal vez de la peor manera posible. Lo que viene es una recomposición inevitable de los precios relativos de la economía, de la que los precios de las naftas y gasoil no sólo no estarán ajenos, sino que, por el contrario, serán un actor protagónico.

A presión

Los importes de los combustibles aumentaron en lo que va de 2023 cerca de un 85%, muy por debajo de la inflación, que se ubica en un 140%. El ministro de Economía y ex candidato presidencial Sergio Massa optó por mantener deprimidos en términos reales el precio en las estaciones de servicio desde fines de 2022. La salida de ese esquema no será ordenada. Al parecer, no hay margen para transiciones limpias. La nafta súper es la que acumula un mayor atraso. A fines de octubre la demanda de ese combustible creció este año casi un 7%, precisamente por mantener pisados los precios en surtidor por debajo de la paridad de importación. Por eso, el precio de la súper fue el que más aumentó ayer. La suba en las estaciones de YPF llegó al 14,5%. La Infinia, de calidad premium, fue del 13%. Mientras que el gasoil grado 2 se encareció un 12,5% y el premium, un 11,5%. “En promedio para todo el mercado, la suba fue de 45 pesos por litro”, explicó el operador de una estación de servicio.

Se completó la obra física del nuevo radar meteorológico en Villa Reynolds

Tras la puesta en marcha brindará datos en tiempo real, y permitirá emitir alertas de corto plazo de tormentas, particularmente de granizo o vientos fuertes, con mayor precisión. El radar meteorológico es posible gracias al trabajo conjunto entre el Ministerio de Obras Públicas de Nación, el Gobierno de la provincia y la V Brigada Aérea.

Este jueves el equipo de trabajo instaló el radomo, una esfera que sirve de protección del radar, en lo alto de la torre de 33 m instalada en la V Brigada Aérea de Villa Reynolds. De esta forma se concluyó con la última etapa de instalación física de la obra, y se comienzan con las tareas de calibración. Este radar forma parte del Proyecto SINARAME (Sistema Nacional de Radares Meteorológicos), el cual tiene como objetivo gestionar, integrar y operar todos los radares meteorológicos del país. La obra, financiada por el Ministerio de Obras Públicas de Nación a través de INVAP, contó con el apoyo fundamental de la V Brigada Aérea que brinda el lugar físico y seguridad al radar, y el Gobierno provincial, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que brinda los servicios eléctricos y de conectividad.   El responsable de la REM, Guillermo Concha, explicó el próximo paso es la puesta a punto del radar, donde los datos de las 59 estaciones meteorológicas de la REM, distribuidas en toda la provincia, servirán para constatar la información que brinde el radar para hacer los ajustes correspondiente. Una vez en marcha, la operación del radar estará a cargo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), y este proporcionará los datos a distintos organismos, entre ellos la REM. “Dispondremos de los datos del radar para mejorar las alertas meteorológicas, la información que brinda REM incluirá estos datos”, indicó el funcionario. Por su parte, Ricardo Valenti, Jefe de la división Meteorología Militar, destacó que con el nuevo radar “podremos contar con ojos en la región para poder ver en tiempo real el desarrollo de tormentas y sistemas meteorológicos, y brindar mayor seguridad a las operaciones aéreas de la Fuerza Aérea Argentina”.