VENG: Un motor para llegar al espacio. Un logro argentino en el plano global

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La empresa argentina VENG realizó las pruebas del motor MT-B, un desarrollo que forma parte del programa de acceso al espacio de la CONAE y que es alimentado con queroseno y oxígeno líquido. El motor logró un empuje de 4,1 toneladas en vacío y forma parte de la filosofía new space, en la que los componentes espaciales se deben desarrollar de manera rápida y con un rendimiento suficiente que los haga económicos para poder integrarse en proyectos de empresas privadas.

Este motor sigue las pautas de diseño de los motores más modernos: tiene válvulas electrónicas de accionamiento mecánico, lo que permite mucha precisión para controlar los valores del motor y muchos de sus componentes han sido impresos en 3D, con tecnología aditiva (incluso la turbobomba). VENG tiene la máquina para hacer piezas de tecnología aditiva (3D) más grande del país.

Pablo Reimonte, responsable de Ingeniería de Propulsores de VENG, explicó: “Nosotros hacemos nuestro motor en todos sus componentes, diseñamos y fabricamos hasta las válvulas, lo podemos patentar y eso es un know how diferencial. Dominamos muchas tecnologías que se llaman críticas, porque son las que destraban el desarrollo del lanzador”.

Para hacer el lanzador hay 3 tecnologías principales. El motor, la aviónica y los tanques de combustible. Los ensayos del motor MT-B muestran el avance en el área y, para tanques, en este proyecto se está usando una tecnología de soldadura por fricción que es muy avanzada. La máquina que hace esta soldadura (friction stir welding) en VENG es la única en América Latina, por lo que si alguna empresa o institución de la región necesita hacer una pieza que necesite esta tecnología puede contratar los servicios de VENG. En aviónica se han hecho avances muy importantes.

El motor MT-B funciona con oxígeno líquido y queroseno, un estándar que usan otros como, por ejemplo, el Merlin, de los vehículos espaciales Falcon, de Space X. Es un motor a ciclo abierto o ciclo con generador de gases, y su turbobomba tiene un diseño muy compacto. Se usan también las aleaciones de los motores más modernos. “Cuando lo terminemos va a ser un orgullo para el país”, exclamó Reimonte.

El motor MT-B sigue las pautas de diseño de los motores más modernos: muchos de sus componentes han sido impresos en 3D, con tecnología aditiva (incluso la turbobomba) y tiene válvulas electrónicas de accionamiento mecánico, lo que permite mucha precisión para controlar los valores del motor.

En el ensayo de la última semana se probó el motor y sus válvulas pero todavía no la turbobomba. Dividir así los ensayos permite hacerlos más simples y controlables. “En lanzadores chicos, de hasta 500 kilos de carga útil, se pueden usar muchos motores como el MT-B en primera etapa, y después uno más para la segunda etapa. Eso permite economizar mucho en ingeniería y fabricación”, explicó Reimonte. Y agregó: “También tenemos un motor de 30 toneladas de empuje pero es para primera etapa de lanzadores de más de mil kilos de carga útil. Hoy cambió la filosofía de la cohetería: en el pasado los rusos usaban muchos motores de poca potencia y en Estados Unidos pocos o uno solo muy potentes. Un solo motor simplifica la nave pero si tiene un problema falla la misión. Hoy el mundo viró a los vehículos multimotor porque abarata el desarrollo y también consumen menos combustible. El de 30 toneladas de empuje consume 44 kilos de queroseno por segundo y 80 de LOX (el oxígeno líquido). En cambio, el de 4,1 toneladas consume 3,8 kilos de queroseno por segundo y 8 de LOX. Además, es más rápido de fabricar y desarrollar, y se puede hacer una prueba total al final del desarrollo”.

Lo siguiente es hacer la recuperación de la primera etapa del lanzador, como hace Space X. Cuando el lanzador está bajando casi vacío hay que reencender el motor y hacerlo trabajar a un régimen muy bajo y poco eficiente. “Si tenés muchos motores pequeños podes encender pocos y que trabajen al régimen adecuado”, explicó el ingeniero de esta empresa argentina de servicios y desarrollos tecnológicos de alto valor agregado, con especialidad en la actividad espacial.

A fin de año ya se deberían hacer las pruebas de la turbobomba y luego todo el conjunto del motor para terminar con la calificación. Todos estos pasos aumentan el índice de madurez tecnológica (TRL por sus siglas en inglés) y eso baja la incertidumbre del proyecto. Cuando se llegan a los ensayos de desarrollo se hace un TRL 6, mientras que el máximo es un TRL 9. Con un TRL 6 ya se permite que el desarrollo pueda volar.

El costo es un factor cada vez más importante para la industria satelital. Hoy las empresas privadas ocupan un lugar mayor y el rendimiento comercial de un motor cohete es central. Este motor MT-B se inserta en esa lógica y se está desarrollando para el proyecto de lanzador del programa ISCUL (Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas), pero también se podrá vender como un componente para empresas que lo necesiten.

A fin de año ya se deberían hacer las pruebas de la turbobomba y luego todo el conjunto del motor para terminar con la calificación. Todos estos pasos aumentan el índice de madurez tecnológica (TLR por sus siglas en inglés) y eso baja la incertidumbre del proyecto.

Las piezas, cuando salen de la máquina aditiva (3D), no salen totalmente terminadas y hay que hacer un poco de mecanizado, pero se reduce drásticamente el tiempo de trabajo y la cantidad de material usado con este proceso. “Hay ciertas aleaciones de metales del motor que antes de que saliera esta técnica aditiva no te las vendían para que no se pudieran desarrollar cohetes y no tuvieras capacidad de acceso al espacio. Cuando salió la impresora se abrieron al comercio las aleaciones y eso abrió muchas posibilidades. La mejor aleación que se usa para una parte de la cámara de empuje que va refrigerada se llama GR-cop 42 y con la vieja técnica de fabricación forjado no la vendían. La impresora 3D permite llegar a un espectro de aleaciones que antes no teníamos y también acorta mucho los tiempos. Las turbobombas, por ejemplo, primero las hacíamos en fundido pero la colada llevaba mucho tiempo, y por lo tanto costos, pero además puede que no quede bien de resistencia mecánica, que queden poros, que haya contaminación. Y como la pieza es grande, cuando hacés el colado el material no llega a todos los lugares del molde igual y puede presentar fallas”, explicó Reimonte.

Los motores de cohete siempre son vistos desde la política internacional con recelo por el carácter dual de la tecnología. Los mismos motores que se pueden usar para inyectar un satélite en órbita se pueden usar para un misil. Según Reimonte, “la Argentina no lo hace por un desarrollo militar y ha firmado tratados que lo certifican y hay revisiones, vienen de vez en cuando y se fijan que se esté cumpliendo lo que prometimos. No es exactamente la misma tecnología pero uno le podría poner una carga militar. Lo que hacemos en VENG y CONAE es tecnología para el acceso al espacio con fines civiles”.

Hay muchos componentes que pueden ser vendidos en forma independiente para proyectos privados o públicos internacionales de acceso al espacio. Dentro de poco tiempo podrán contar con una cartera de productos que incluyan motores, válvulas, turbobombas y demás, dado que diversas empresas ya se han acercado a VENG para pedir cotizaciones.

En el mundo hay una decena de países que tienen lanzadores para acceso al espacio pero solo la mitad hacen sus propios motores. “Desarrollar un motor como este, con estas técnicas de fabricación, con turbobombas y con su complejidad, demanda una trayectoria de todo el equipo y tiempo para sumar conocimientos, lo cual nos posiciona muy bien al momento de ofrecerlo como producto. Hoy hay start ups con motores chiquitos, de 200 kilos de empuje, pero motores más grandes no se encuentran. La mayoría de los que estamos trabajando en esto tenemos 16 años de experiencia, hicimos muchos motores y se pueden ver”, dijo Reimonte.

Matías Alonso

INVAP firma memorandos con las empresas chilenas ENAER y DTS. Dudas de AgendAR

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En un avance clave para el fortalecimiento de la industria aeroespacial y de radares en Sudamérica, la empresa argentina INVAP S.E. firmó un Memorando de Entendimiento con las compañías chilenas ENAER (Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile) y DTS (Desarrollo de Tecnologías y Sistemas SpA), con el objetivo de establecer una alianza estratégica para el desarrollo conjunto de tecnología avanzada.

El acuerdo, que entró en vigor el 20 de marzo de 2025, busca consolidar un marco de cooperación orientado a la transferencia de conocimientos y capacidades en áreas como fabricación, soporte, mantenimiento y asesoría técnica, tanto en sistemas espaciales como en radares. Además, contempla proyectos de integración, ensamblaje, pruebas, fabricación y comercialización de estos desarrollos en Chile y en mercados internacionales.

La firma del memorando fue realizada por Ignacio Grossi, Subgerente General de INVAP; Henry Cleveland, Director Ejecutivo de ENAER; y Roberto Avendaño, Gerente General de DTS. La iniciativa representa un paso concreto hacia una mayor articulación tecnológica entre Argentina y Chile, que permitirá aprovechar fortalezas compartidas y sumar capacidades en segmentos estratégicos.

Uno de los aspectos mas destacados del acuerdo es la implementación de un Plan de Trabajo que servirá como base para un futuro Acuerdo de Cooperación más amplio, en el que se definirán los términos específicos para la ejecución de proyectos conjuntos. Este enfoque progresivo busca asegurar una coordinación efectiva entre las tres partes y facilitar la concreción de objetivos comunes.

Créditos: ENAER

El Memorando también establece mecanismos para el intercambio de información técnica, la realización de reuniones periódicas y la realización de estudios de factibilidad técnica y económica. De dicho acuerdo se desprende que cada empresa asumirá los costos derivados de sus propias actividades, lo que refleja una estructura de colaboración flexible pero comprometida con resultados concretos.

Esta alianza marca un nuevo hito en la cooperación tecnológica regional y refuerza el potencial de ambos países para posicionarse globalmente en un segmento altamente competitivo.

Cabe destacar que recientemente en el marco de la feria LAAD 2025, autoridades de INVAP, destacaron que su estrategia apunta a fortalecer la presencia en América Latina y abrir nuevas oportunidades en África. Al respecto, señalaron que “Estamos abiertos a asociarnos. Nuestro trabajo para aumentar exportaciones o negocios en el exterior es ponerle un esfuerzo también a la parte asociativa, no solo a la exportación del producto”.

Comentario de AgendAR

Si los memorandos de entendimiento fueran contratos reales, la Argentina sería una potencia tecnológica. No lo es porque suelen ser jueguito para la tribuna. Firmar intenciones no significa exportar cosas, o asociarse para producirlas en vaquita, o transferir la tecnología a cambio de dólares.

Nadie duda de que INVAP sabe de radares: es diseñador, fabricante y logró ser un exportador. Nadie duda de que Chile es un comprador y usuario, lo que no significa que sea un comprador de tecnología argentina. Pero hay que ver el gas que nos compran.

Un memorando de entendimiento es una declaración de intenciones que no obliga a nadie a hacer nada concreto. Como hubiera dicho el finado Cacho Otheguy, gerente general de INVAP, una cosa es un cafecito con Beyoncé, y otra cosa es, bueno… otra cosa.

El asunto es que desde 2003 INVAP fue desarrollando una oferta de radares de casi todo tipo: desde portátiles en mochila para infantería, hasta de aeropuerto. Los hay de detección colaborativa y de vigilancia aérea, de observación satelital de la Tierra en banda L, de detección temprana y medición de tormentas en tiempo real, de barrido lateral o «look down» para subirlos a un Pucará y detectar intrusos en las fronteras o en el mar, e incluso de tipo AESA, capaz de detectar decenas de blancos navales, aéreos y terrestres a la vez sin ser detectado, e incluso de interferir sus comunicaciones y sus radares. Un AESA es más un arma que un sensor.

Eso no significa que INVAP esté condenada al éxito. El mercado de radares es caníbal, con perdón de los caníbales. INVAP logró diseñar y vender su primer radar, el INKAN, en 2004 y debido a un cisne negro. Las licitaciones internacionales para control de aeronavegación de Carlos Menem y Fernando De la Rúa se trabaron para siempre en juicios entre oferentes por coimas.

Los brigadieres y comodoros veteranos de Malvinas, devenidos brevemente en jefes de la Fuerza Aérea, aprovecharon la trifulca para pedirle al nuevo y fugaz presidente Eduardo Duhalde que comprara nacional y no a países de la OTAN. ¿Qué sentido tiene comprarle a una alianza militar ocupante?

Y como la industria electrónica argentina había sido destruida por dumping aduanero en tiempos de Martínez de Hoz, el pedido de Duhalde recayó en INVAP. No había otra: si sos el número uno mundial en centrales nucleares, seguro que sabés un vagón de electrónica e informática. Y de licitación, olvídate, cariño.

INVAP tardó un año en diseñar, testear a instalar su primer radar colaborativo de aeropuerto, a un tercio de los precios inflados de Raytheon, INDRA, Thompson y siguen las firmas.

Éstas chillaron no poco, porque INVAP sencillamente caminó sobre esa masa cuchillera e informe de abogados, lobbistas y jueces, y mostró el primer radar sudaca en el aeropuerto de Bariloche. Y agrandada como chancleta de gordo, ofreció radares militares no colaborativos, de los que detectan tráfico aéreo legal y del otro, y tienen contramedidas electrónicas para evitar las contramedidas hostiles.

Y citando al Génesis, los comodoros y brigas contemplaron todo lo hecho por INVAP, y vieron que era bueno. Entonces pidieron unos cuantos más, y los generales no quisieron quedarse atrás y pidieron remozar sus viejos Westinghouse de alerta temprana, y sus Rasit de infantería. Los almirantes, según usos y costumbres, ignoraron la novedad por demasiado nacional.

Obviamente, la cúpula aeronáutica que en lugar de radares de la OTAN prefirió comprar argentino fue desplazada deshonrosamente con una opereta de medios, de gorras y de multinacionales de defensa. Efectivamente, 7 altos oficiales fueron eyectados de un saque, con Carlos Rohde a la cabeza. Todos ellos eran héroes de Malvinas, pero no autonombrados, sino condecorados por valor en combate por el Congreso, es decir en tiempos de democracia.

Desde inicios del arma aérea, con Bartolomé De la Colina y Juan de San Martín, jamás habíamos tenido una conducción aeronáutica semejante. No parece que podamos repetirla.

Las consecuencias siguen. Toda la plata que invirtió INVAP en desarrollar el radar SAR para patrulla armada nocturna de fronteras terrestre y marítimas se perdió. ¿Cuándo? Cuando la FAA, en 2018, decidió cancelar el proyecto Pucará Fénix como avión de vigilancia aérea nocturna. Ya el prototipo había sido probado exitosamente, con su combo de radar SAR y visor infrarrojo de FixView, en fase prototipo. Para mayor novedad, la persona importante a bordo no era el piloto al frente, sino la radarista en el asiento trasero. Sí, una mujer.

La cúpula de la FAA, quizás suponiendo enemigos armados sólo con piedras y palos y no con misiles disparados desde el hombro, prefirió dejar los últimos Pucas como aviones de ataque a tierra. Eso quiere en tierra y cubriéndose de tierra, a espera de desguace o de ser convertidos en estatuas de plaza. Fue el destino de casi todos los 110 Pucarás construidos.

Sin embargo, para pesar de tantos aeronabos, en diez años el país quedó radarizado por INVAP en tránsito aéreo comercial, y en materia de intrusos. INVAP armó el «Escudo Norte». Consta de 27 radares, 20 preexistentes modernizados por INVAP, y 7 de la firma barilochense. Obligan al narcotráfico que contrabandea frula en avioneta, a volar de noche, bajito y a ras de los árboles.

No es que eso haya sacado al país de su destino de tránsito de falopa hacia Europa y Asia. No podría suceder: el grueso de las cargas baja libremente desde Bolivia y Paraguay por el Paraná, privatizado por Carlos Menem y renombrado como Hidrovía. Lo que se queda pegado en el Gran Rosario generó desde los ’90 un violento y pujante negocio de narcomenudeo.

Pero aún incompleto, el Escudo Norte complica el narcotráfico aeronáutico. La avioneta no pasa de ser un sistema de back-up. Sin embargo, el no poder aterrizar en las pistas ilegales de Salta, Jujuy e incluso tan al sur como Santiago del Estero para atender clientes provinciales «punto a punto» les saca nichos de mercado a los cárteles, y les sube costos de distribución en las provincias del NOA.

Es como sacarle Rappi a una cadena de pizzerías. INVAP lo hizo.

El retiro forzoso de «los 17 gloriosos» jaqueó el desarrollo de una cadena de 6 radares trans-horizonte en la costa atlántica, primero para detectar pesqueros ilegales en la milla 201, y en segunda lugar para ver en qué andan los británicos en las islas demasiado famosas. La propuso INVAP a Néstor Kirchner en 2004, y con la idea de que al menos la Royal Navy y la Royal Air Force se sintieran bajo observación 24×7 y perdieran plata inventando contramedidas.

Pero a dos décadas del descabezamiento de la mejor cúpula de la FAA, ésta estaba aterrorizada, y continúa. Los dos ministros más decentes y entendedores que tuvimos en Defensa (el Chivo Rossi y Jorge Taiana) lograron poner sólo 2 radares costeros RPA-170 de INVAP frente a Malvinas, uno en Trelew y otro en Tierra del Fuego. Son potentes y avanzados en materia de contramedidas.

Como éstas se renuevan al azar en frecuencia y azimut, es difícil para los Brits interferirlas. Sin embargo, no lo necesitan, salvo que quieran desembarcar en la Patagonia. La Tierra es redonda y las ondas de radiofrecuencia viajan en línea recta. Así las cosas, ambos radares sólo iluminan objetos al menos a 10.000 metros de altura sobre las islas, que quedan ocultas por el horizonte. No hay modo de controlar nada en tierra o en el mar. A lo sumo, de generar interferencia sobre las comunicaciones de los aviones. Cosa que nuestros sucesivos gobiernos Brit-Friendly no hacen.

La otra cosa radárica interesante que desarrolló INVAP es un AESA, un radar de múltiples haces de barrido y frecuencia aleatorios y con capacidades de inteferencia y de generación de falsos ecos. Se hizo para que la Armada renueve los sistemas de las viejísimas corbetas MEKO 140. Los almirantes, desinteresados, como siempre. Demasiado Nac & Pop. INVAP no te paga viajes ni jubilación.

La tremenda y súbita tormenta que destruýó, destechó y anegó a varias provincias y a todos los partidos del oeste bonaerense, en abril de 2014, dejó 5 muertos y miles de refugiados que perdieron todo y se quedaron meses sin luz. Sólo de soja, la provincia de Buenos Aires perdió más de U$ 500 mllones.

Lo de la soja probablemente convenció al gobierno nacional de organizar el SINARAME, el Sistema Nacional de Radares Meteorológicos. Como los 5 que había en el país eran todos de marca y frecuencia distintas y carecían de repuestos y service nacionales, el sistema se construyó sobre el radar RMA 14 de INVAP, con un alcance de 25O km a la redonda.

Cada unidad cuesta U$ 5 millones, siempre un tercio de la oferta internacional promedio, todas ellas tienen mantenimiento y repuestería locales. Estos aparatos están organizadas como una red coordinada por el Servicio Meteorológico Nacional y las autoridades de cada provincia. La idea era cubrir todo el territorio, pero el gobierno de Mauricio Macri discontinuó el despliegue, eligió no pagar los radares entregados y aconsejó a INVAP no vivir del estado. Mirá quién habla…

Pero los gobernas que se quedaron sin radares estaban justificadamente furiosos. Macri pagó sólo cuando a su alfil, Marcos Peña Braun, fue patoteado por periodistas en el Aeropuerto de Bariloche. El SINARAME, en consecuencia, se detuvo en 17 radares y casi no cubre la Patagonia, punto de origen de todos los frentes fríos que causan las grandes tormentas de otoño e invierno en la Cordillera, la zona Centro y en el NEA y el NOA.

En suma, que por más que INVAP haya exportado radares de aeropuerto a Nigeria, no logra convencer a la política argentina de desplegar todo lo que tiene en la materia sobre su propio territorio. Ésta es una causa por la que AgendAR no cree en absoluto que INVAP vaya a venderle radares a Chile: la Argentina misma sólo los compra en emergencia extrema, o cuando hay algún gobierno más o menos popular y desendeudado. Es como decir dos cisnes negros.

La otra causa es el propio Chile: los hermanos transandinos pueden no entender un velín de radares, salvo como compradores. Pero es difícil que un milico chileno nos compre fierros. No hay demasiado afecto de los vecinos hacia nuestra república, al menos desde tiempos en que O’Higgins se peleó con San Martín.

Por la misma causa, no creo que INVAP tenga mayores chances de vender su tecnología espacial a los transandinos.

Se la pierden,

Tenemos los mejores satélites de observación de la Tierra en Sudamérica, estamos dispuestos a transferir tecnología, aceptamos fabricación por parte del cliente, ofrecemos el chancho y la máquina de hacer chorizos. Es más, en un país donde el agua potable es privada y cara, como Chile, y que además se está secando, tenemos los dos únicos satélites de observación de recursos hídricos.

Los dos SAOCOM, con sus enormes radares en banda L, funcionan de día y noche, dan imágenes aunque el terreno esté tapado por nubes de tormenta. Pueden detectar y medir incluso las napas subterráneas, y dar alertas tempranas de aludes y deslaves. De yapa, tenemos los dos únicos satélites de telecomunicaciones geoestacionarios, los ARSAT-1 y 2, sobre un plan de seis que discontinuó Macri. Que es muy coherente en política, aunque no tanto en elocuencia.

Chile, en cambio, tiene un plan espacial bajo dominio total de la Fuerza Aérea Chilena (FACH), y seguramente lo van a cumplir a rajatablas. El MinDef chileno siempre tiene plata (saca tajada de la minería de cobre), no perdió ninguna guerra y es casi parte de la OTAN. La FACH está inaugurando varias estaciones terrestres de control de satélites, aunque ahora sólo tiene el que le compró a tiempo compartido al estado de Israel. Funciona propiamente como la mona, admitido por sus usuarios. Pero no veo demasiado «affectio societatis» de los militares chilenos hacia INVAP.

De modo que todo lo publicado sobre radares y satélites en fraterna sociedad transandina por la prensa militar argentina vendría a ser humo. Y no parece generado en Bariloche sino en Santiago.

De todos modos, hay que participar en las licitaciones por satélites, aunque la cancha esté inclinada y embarrada, la tribuna en contra y el árbitro vendido.

Por el honor, como dicen.

Daniel E. Arias

Más golpes a la ciencia argentina. El gobierno da de baja el FONDOTEC

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El Fondo Fiduciario de Promoción Científica y Tecnológica (FONDOTEC)  fue creado en 1990 por la Ley 23877 del Congreso y tenía la función de guardar los fondos que ya estaban asignados a un proyecto de la Agencia I+D+i hasta el momento en que fueran gastados. Así, y sobre todo en tiempos de inflación, el dinero era invertido por el Banco Nación para que los fondos no perdieran valor. También permitía guardar los fondos que no habían sido usados en un año para el siguiente. Como los fondos de la Agencia provienen de distintas fuentes (el 80% llegaron a corresponder a organismos internacionales) también puede utilizarse en diferentes momentos del año. Algunas veces todo junto, en un gran desembolso, y otras en cuotas. Por eso también es importante poder centralizar los fondos y resguardarlos de su desvalorización.

Entre los considerandos del Decreto 312/25, que el Gobierno usó para dar de baja este fondo y al Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), se argumenta que la Sindicatura General de la Nación encontró controles internos débiles y que la Ley de Emergencia y Poderes Delegados le permite al Poder Ejecutivo tomar medidas para reducir el Estado.

Fernando Peirano, quien fue presidente de la Agencia I+D+i hasta diciembre de 2023, dijo: “Esto no tiene costo para el Estado sino que, al revés, permite que los fondos se usen con eficiencia, que la Agencia, en representación del Gobierno, pueda apoyar a los proyectos de ciencia y tecnología. Esta medida no tiene nada que ver con un ajuste, no genera ningún ahorro fiscal. Tiene que ver con que no pudieron eliminar la Agencia I+D+i en la Ley Bases porque el Congreso no se lo permitió, y ahora recurren a estas medidas para restarle herramientas. La Agencia está totalmente paralizada y resulta cínico que se justifique esa medida en una supuesta subejecución en un Gobierno que en 18 meses no hizo ni una nueva convocatoria ni apoyó un solo proyecto nuevo en ciencia y tecnología”.

La Agencia I+D+i no solo no lanzó nuevas convocatorias para financiar proyectos desde que asumió el presidente Javier Milei, sino que, en el caso de los proyectos que ya estaban funcionando, las cuotas se liquidan en muchos casos con retrasos y sin actualización por inflación, lo que hace que muchos proyectos que habían hecho un presupuesto para comprar equipamiento ya no puedan costearlo con los montos transferidos. En ciertos casos han sido las empresas, ya que los proyectos de muchas líneas de financiación son entre un grupo de investigación público y un privado que necesita una innovación productiva, las que terminaron pagando esa diferencia.

Fernando Peirano fue presidente de la Agencia I+D+i hasta diciembre de 2023.

La falta de financiamiento del sistema científico y tecnológico nacional está afectando seriamente la carrera de los investigadores, que se planifica con muchos años de anticipación ya que requiere una licenciatura de unos cinco años, un doctorado de otros cinco y un postdoctorado de dos, por lo que un cambio de política pública tan abrupto no da tiempo a que los recursos humanos puedan adaptarse. Según Peirano, “la desaparición de este fondo es un golpe a las capacidades estatales y también a la comunidad científica porque hace que la Agencia sea un organismo más errático y vulnerable en su capacidad de respuesta en el largo plazo. La función de la Agencia es brindar fondos pero también brindar previsibilidad y con esto se ve debilitada. Es un organismo que tiene 25 años y supo ser una escuela de gestión para América Latina, y otros países han seguido su modelo institucional. A futuro se podrá rearmar el menú de herramientas que garantice un sistema de promoción ágil y moderno pero lo que no se va a poder revertir es el costo de oportunidad de los años de parálisis que estamos sufriendo, de trayectorias personales truncadas, de un fortísimo desaliento a que los jóvenes se involucren en ciencia y tecnología. Estamos tirando una de las llaves más importantes que tiene la sociedad, que es hacer del conocimiento su fuente de progreso y generación de riqueza”.

El Congreso tiene potestad para revisar todos los decretos presidenciales y derogarlos si es que dos tercios de cada Cámara los rechaza. Pero, por el momento, no parece haber legisladores decididos a impulsar una iniciativa de este tipo. La Agencia I+D+i ya tuvo la renuncia de una titular, Alicia Caballero, que decidió dar un paso al costado por la falta de intención del Gobierno de ejecutar dinero ya previsto para el sistema científico-tecnológico. Y muy poco se sabe de la gestión de su titular actual, Natalia Avendaño, ya que no existe comunicación por parte del organismo.

“La Agencia es un organismo cuya máxima autoridad es el directorio, un grupo colegiado con representantes de toda la comunidad de ciencia y tecnología y que debería ser quien tome conocimiento y exprese la conveniencia de la medida. Desde que inició este Gobierno no se ha llamado a la conformación del directorio, se carece de este control tan importante. También es preocupante el desmantelamiento de los sistemas de control y auditoría que permitirían acceder al Balance 2024 del Fondo Fiduciario para ver en qué se ha invertido y cuáles son los rendimientos de esa inversión. También queda por ver si ese patrimonio de 20.000 millones de pesos de la Agencia vuelve al sistema o si el Ministerio de Economía, que los gestionará de ahora en más, los usará para otros fines”, expresó Peirano.

Matías Alonso

«El límite al tipo de cambio está en los vencimientos de deuda externa de 2026 y 2027”

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Hoy el límite al tipo de cambio está en los vencimientos de deuda externa de 2026 y 2027”, advierte Matías Rajnerman, al analizar la evolución de la cotización del dólar y el déficit en las cuentas externas del país. El jefe de Macroeconomía en el Banco Provincia plantea que el BCRA debería incrementar su nivel de reservas y advierte por la heterogeneidad en el proceso de recuperación. “El país está efectivamente atravesando un proceso de reprimarización”, dice.

–¿Cuál es su análisis sobre las recientes medidas sobre los dólares “en el colchón”?

–El Gobierno está buscando que la economía crezca y a la vez no inyectar dinero en pos de que esos pesos eventualmente no se vayan al tipo de cambio. El Gobierno viene siendo desde que empezó bastante austero en lo que es la tasa de interés y eso puede llegar a tener algún impacto cambiario. Entonces, el desafío es justamente que crezca la economía sin aumentar la cantidad de dinero. En eso es la cuestión de inyectar los dólares. Es cierto que hay mucha plata fuera del sistema financiero argentino, pero nosotros somos cautos respecto de cuánto se puede volcar al sistema.

–¿En qué sentido cautos?

– En primer lugar, es algo que intentaron todos los gobiernos. Incluso el propio [Miguel] Pesce hablaba siempre de los US$225.000 millones que tenían los argentinos en el colchón, y en lugar de caer esa plata entre 2022 y 2023, ese monto aumentó. Y tiene que ver con la historia de nuestro sistema financiero. Ahorrar en dólares es la manera que tenemos los argentinos de cubrirnos respecto de los problemas que puede tener el peso, y ahorrar en dólares fuera del sistema financiero es la forma de cubrirnos respecto de los problemas bancarios que pudo haber tenido históricamente el país, más allá que el sistema hoy esté sólido. ¿Y por qué somos cautos? Por dos grandes motivos. En primer lugar, porque los blanqueos en líneas generales son de stockSi alguien confiaba mucho en el Gobierno y blanqueó todo en 2024, a priori no le quedaría nada para blanquear ahora. Con lo cual, en primer lugar, los más optimistas ya deberían estar adentro. Y al revés, los que están afuera del sistema financiero, son los más pesimistas. Y hay que ver si se animan a hacerlo, sobre todo en la previa de las elecciones.

–¿Y qué impacto puede tener?

–En líneas generales, es plata que está más explicada por la función del ahorro que por lo que son las funciones transaccionales del dinero. ¿Cuál sería la lógica? ¿Por qué yo como argentino debería salir a gastar los dólares que tengo ahorrados? Tengo que tener mucha confianza en que el peso le va a ganar al dólar en los próximos meses, que el tipo de cambio se va a seguir apreciando. Y esa es un poco la pregunta que creo que el Gobierno debería tener que responder para que esos dólares se muevan. No solamente la cuestión fiscal y lo tributario, sino que después de las elecciones no va a haber ningún tipo de salto. Porque si no, yo me quedo con los dólares por lo menos hasta octubre, y termino teniendo más pesos mañana.

–¿Cómo ve la dinámica del dólar, tras la flexibilización del cepo?

–Hay que pensarlo en distintos aspectos. La primera pregunta es por qué no subió el tipo de cambio a pesar de que se flexibilizó la demanda. Ahí jugó un rol muy importante la eliminación del blend, que la liquidación en el sector agropecuario se mantuvo y que a principios de mayo, cuando el dólar había vuelto a la zona de $1200, el BCRA pareciera que intervino en futuros, con lo cual se amplió el spread entre las Lecap de diciembre con los rendimientos del Rofex, entonces hoy uno puede hacer un carry cubierto, compra Lecap a diciembre, se cubre con futuros y tiene una ganancia a tasa fija ahí, que es más o menos del 1% mensual en dólares. Eso ayudó a que el tipo de cambio se estabilizara. De acá a junio, los dólares que van a garantizar esa estabilidad cambiaria son los dólares del agro, aunque los precios del sector no son buenos y están entre 10% y 15% por debajo de principios de la gestión de Milei. Hay una buena cosecha, y la baja de retenciones fue efectiva para para adelantar un poco de la cosecha. Después, van a empezar a jugar los dólares del FMI. Y un dato importante que se menciona poco es que en lugar de girar DEGs, este año el FMI giró dólares y las reservas líquidas aumentaron US$12.000 millones.

–¿Qué consecuencias tiene?

–Al no tener DEGs, no hay que pedir ninguna autorización eventualmente para usar esos dólares en el mercado cambiario. En lo financiero, en la primera parte del año, el dólar se depreció mucho, casi 7% desde que arrancó 2025. Y es probable que el dólar en los próximos meses se aprecie, sobre todo si la tensión internacional se modera. Y en cuanto a la cuestión cambiaria, no hay que pasar por el FMI para pedir permiso para que cambien esos DEGs por dólares. Y sirve como amenaza. Me hace acordar un poco a lo que pasó en abril de 2019: cuando el BCRA anunció que podía intervenir, justamente solo con el anuncio disuadió a los potenciales compradores de dólares. Habrá que ver cómo sigue eso más cerca de agosto o septiembre.

– ¿Qué análisis hace sobre la evolución del tipo de cambio?

– Ahí ponemos más el foco. El país tiene que pagar US$27.000 millones de deuda no rolleable (títulos globales, bonares y bopreales, más los intereses del FMI), y lo cierto es que el mundo y los mercados de crédito, de los cuales el país está fuera desde 2018, no son muy benignos para los países con los fundamentos de Argentina. En 2024 y 2025, con un stock de reservas sobre PBI similar al de Argentina, solo cuatro países emitieron deuda: Kenia, Nigeria, El Salvador y Panamá. De esos cuatro, Nigeria, que exporta petróleo, El Salvador y Panamá tienen resultados de cuenta corriente entre neutros y superavitarios. El único país que tiene un resultado negativo similar al de Argentina actual es Kenia. Es un solo caso y fueron US$7000 millones de deuda sobre los US$375.000 millones que se emitieron en total. Con lo cual las perspectivas en ese sentido no son optimistas.

–¿Qué quiere decir?

– Que quizás acumular reservas y mejorar el resultado de la cuenta corriente, que implica que los argentinos exportemos más o importemos menos, no puede no importar en el marco del acuerdo con el FMI, como por ahí está diciendo el Gobierno. Incluso el propio Presidente dijo que la meta de reservas era irrelevante, y que los desembolsos iban a venir igual. Nosotros entendemos que los mercados penalizan mucho eso. Para bajar el riesgo país de los 650 donde está actualmente a más o menos 400, que podría ser un número para colocar deuda, sin un crecimiento sustancial de las reservas o sin una mejora sustancial de la cuenta corriente, va a ser difícil, y en ese escenario cumplir con los US$13.000 millones no rolleables del año que viene. Entendemos que Argentina debería sumar al menos US$10.000 millones en las reservas de acá a fin de año para pensar en volver a los mercados.

–¿Por qué el Gobierno dice que no es un tema que les preocupe?

– Ahí hay un cambio de discurso, porque hasta el 11 de abril, hasta que se flexibiliza el cepo, la acumulación de reservas sí era una prioridad. Y yo estoy de acuerdo con eso. El argumento que dan es el cambio del régimen cambiario, que ahora el tipo de cambio no depende tanto de las intervenciones del BCRA sino más bien de la libre interacción entre la oferta y la demanda, que es medio trucha porque el BCRA interviene en futuros. ¿Por qué el Gobierno no quiere comprar? Porque si lo hiciera, sumaría un factor de demanda en el mercado, y si no aparece otro factor de oferta, va a empezar a subir el tipo de cambio, y cuando eso pasa, se acelera la inflación y eso implicaría menor poder adquisitivo, menos estabilidad nominal, y entiendo que es el principal activo del Gobierno de cara a las elecciones de octubre.

– ¿Cómo se puede revertir ese déficit externo?

– Hay dos respuestas, una en lo ideal y otra en lo real. En lo ideal siempre es mejor con más exportaciones, que los productos argentinos tengan más valor agregado, que la industria argentina sea más competitiva y en función de eso poder incrementar las arcas del BCRA. Es muy fácil de decir y muy difícil de hacer. Eso viene siendo un desafío de la política económica de por lo menos los últimos 10 o 15 años, no lo venimos logrando y se termina logrando ajustando las importaciones, restringiendo las importaciones o atacando otras fuentes de compra de dólares, como el cepo. Y la otra salida es aumentar el tipo de cambio y que eso reduzca el nivel de actividad. Son tres salidas que generan ineficiencias, que no son sostenibles y no son deseables para la población. Pero bueno, para tirar un paralelismo con el fútbol, uno siempre quiere jugar con más delanteros, nunca se quiere colgar del travesaño, pero el problema es que para jugar bien y pisar la pelota hay que tener años de crecimiento, trabajo y desarrollo, y no es el estado actual de la Argentina. Con lo cual yo creo que lamentablemente sin más tipo de cambio va a ser difícil, por lo menos en el corto plazo, revertir el déficit de cuenta corriente.

¿Es sostenible este tipo de cambio?

–Yo creo que no. Y no solamente por la cuestión de la cuenta corriente, sino principalmente por la cuenta capital. Hoy el límite al tipo de cambio está en los vencimientos de deuda externa de 2026 y 2027. Ningún país que tenga que pagar casi el 50% de sus reservas en deuda por año puede sostener ese nivel de tipo de cambio. Y después, en cuanto a la economía real, vemos que está efectivamente atravesando un proceso de reprimarización. El nivel de actividad de febrero estuvo en línea con el pico de la gestión de Alberto Fernández pero se ve un cambio muy fuerte en la composición de la producción.

–¿En qué sentido?

– Crece el agro, que se compara con la sequía de 2023 con lo cual tampoco hay un gran crecimiento del sector, y crece mucho lo que es minas y canteras, que es la producción de petróleo y Vaca Muerta. Y lo que están cayendo son la industria, la construcción y el comercio. Entonces, en el agregado de la producción da relativamente similar, pero hay un cambio hacia en la composición de ese producto.

– ¿Qué espacio de recuperación hay en esos rubros?

– En el corto va a estar difícil. Cada sector tiene como una dinámica particular. En el caso de la construcción, el Gobierno tuvo un cambio muy fuerte con la obra pública, y eso impactó de manera significativa, y además hay un tema con los precios en dólares. Hoy la Argentina está cara. Creo que el comercio en un escenario de apreciación cambiaria podría empezar a recuperarse. La industria es el gran perdedor del modelo. Un escenario primero de caída de la demanda interna, y después flexibilización de aranceles, con apreciación del tipo de cambio real, en un contexto donde las cuestiones impositivas siguen muy similares al 2023 no es el mejor escenario para salir a competir.

Esteban Lafuente

YPF y Techint apuestan a exportar petróleo desde Punta Colorada, Río Negro, a fines de 2026

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La construcción del oleoducto que unirá Vaca Muerta con Punta Colorada, en Río Negro, y que habilitará la exportación a gran escala de petróleo, avanza con el inicio de la soldadura automática. Se estima que estará operativo para fines de 2026, con una capacidad de transporte de 180.000 barriles diarios, mientras que en 2027 alcanzará los 550.000 barriles por día.

El proyecto contempla la construcción de un ducto de 437 kilómetros más una terminal de exportación que convertirá a la Argentina en un vendedor global de energía y permitirá ingresos por US$15.000 millones para 2030.

La construcción de oleoducto fue adjudicada a la unión transitoria de empresas (UTE) Techint-Sacde. Ya se realizaron 300 kilómetros de apertura de pista y más de 60 de desfiles de tubos. Además, se incorporó una soldadora de doble junta, que permite acelerar la producción al soldar de forma industrial e itinerante caños de 12 metros para transformarlos en caños de 24.

Se inició la soldadura automática en la línea del oleoducto VMOS, cerca de la localidad de Chelforó, Río Negro

En este tramo de la obra ya hay 500 trabajadores en plena actividad. También se avanzó con la construcción de la cabecera de bombeo de Allen y la de Chelforó.

En Punta Colorada, en tanto, ya se comenzó la construcción de la terminal de almacenamiento, que tendrá inicialmente entre cinco y seis tanques de 120 metros cúbicos. Las chapas para su construcción ya empezaron a llegar al país. Además, ya se encuentran compradas las dos monoboyas que habilitará la carga de los barcos VLLC, que significan Very Large Crude Carrier (Transportador de crudo de gran tamaño), que por primera vez podrán operar en el país.

El Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) es un consorcio de empresas líderes de la industria energética del país integrado por YPF, Pan American Energy (PAE), Vista Energy, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol y Shell para la construcción y operación del oleoducto Vaca Muerta Sur.

El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, presenció el inicio de la soldadura automática en cercanías a la localidad de Chelforó, Río Negro. “Vaca Muerta Oleoducto Sur es estratégico para el país y es una muestra de que los privados podemos financiar y construir este tipo de infraestructura y generar valor para la Argentina”, dijo el ejecutivo petrolero.

Previo a esta visita, las autoridades de YPF y de la sociedad Techint–Sacde recorrieron el campamento de la constructora, ubicado en la localidad de Chichinales, donde pudieron ver el acopio de caños y la planta soldadora de doble junta.

La UTE Techint-Sacde construyó también la mayor parte del gasoducto Perito Moreno (antes llamado Néstor Kirchner) y realizó tres cuartas partes de la reversión del gasoducto norte. Para ello, cada empresa se equipó con máquinas de soldadura automática y capacitó a sus empleados para anticiparse a una mayor actividad en la Argentina, debido a la falta de inversión en infraestructura en los últimos años.

La construcción de las dos estaciones de bombeo que se instalarán en Allen y en Chelforó, en tanto, están a cargo de AESA, una empresa subsidiaria de YPF, y de la neuquina Oilfield Production Service (OPS), respectivamente.

La instalación de la terminal de carga y descarga de buques con monoboyas interconectadas y del tanque de almacenamiento (que tiene el tamaño de un estadio de fútbol) es realizada por la española Técnicas Reunidas, una empresa con más de 60 años de historia, que en la Argentina construyó la refinería de Luján de Cuyo (Mendoza), de YPF.

El Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) es un consorcio de empresas líderes de la industria energética del país integrado por YPF, Pan American Energy (PAE), Vista Energy, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol y Shell

El proyecto de infraestructura ya tuvo la aprobación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que otorga beneficios fiscales y cambiarios para inversiones superiores a los US$200 millones.

La construcción del oleoducto y del puerto en Río Negro demanda una inversión de US$3000 millones, de los cuales US$2528 millones son los costos de la obra y el resto equivale al pago de la tasa de interés y a los gastos en seguros y de gestión de proyectos. La mayor parte de la inversión se hará en los próximos dos años: US$1318 millones en 2025 y US$1123 millones en 2026.

Se inaugura la ampliación de la terminal de exportación de petróleo en Bahía Blanca

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Oiltanking Ebytem, la compañía que opera la terminal de exportación de crudo de Puerto Rosales en Bahía Blanca, inaugurará la ampliación de su terminal de exportación de crudo el próximo 03 de junio, con el objetivo de acompañar los envíos que transportará Oldelval desde Vaca Muerta a través de los proyectos de expansión Duplicar Plus y Duplicar X.

La iniciativa, que contó con una inversión de aproximadamente 600 millones de dólares, incluye la construcción de seis nuevos tanques de almacenamiento de 50.000 m³ cada uno que incrementarán la capacidad total de 480.000 a 780.000 m³, una nueva estación de bombeo, una subestación eléctrica y un nuevo muelle de 2.000 metros con dos posiciones operativas para buques tipo Aframax y Suezmax.

Los dos primeros tanques ya están operativos y el tercero entrará en funcionamiento en los próximos días. Todo el sistema se encuentra en fase de pruebas, capacitación y puesta en marcha por parte del equipo técnico de la empresa, según indicaron desde la firma.

El nuevo muelle

El nuevo muelle reemplazará una de las actuales monoboyas y permitirá despachar entre 20 y 25 buques por mes.

“Para responder al aumento de caudal estamos construyendo un muelle para recibir dos buques de importante tamaño: un Suezmax y un Aframax, uno de 160.000 toneladas y otro de 120.000, para reemplazar una de las monoboyas que tenemos. A eso se suma una estación de bombeo para poder bombear simultáneamente a los dos buques y toda la infraestructura asociada”, explicó al respecto Guillermo Blanco, vicepresidente de la empresa.

Esta ampliación que llevó adelante la compañía responde al aumento de capacidad del sistema que opera la empresa junto a Oldelval, que recientemente finalizó su propia obra para alcanzar un transporte de 530.000 barriles diarios. “La articulación entre ductos y terminal es clave para sostener la cadena logística de exportación del crudo no convencional”, remarcaron desde Oltanking Ebytem.

Las importaciones aumentan un 37,3 %, y se derrumba el superávit comercial

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En abril, las empresas argentinas aumentaron sus importaciones en un 37,3% en comparación con el mismo mes de un 2024, mientras que sus exportaciones aumentaron un minúsculo 2,3%. La consecuencia fue una reducción dramática del saldo comercial a U$S 204 millones cuando un año atrás fue de U$S 1807 millones, informó el Indec este martes.

Este desempeño no es el único del año y, por el contrario, forma parte de una tendencia graveEntre enero y abril de 2025, el comercio exterior acumuló un saldo de US$ 1265 millones mientras que en el mismo período de un año atrás ese resultado fue de U$S 6208 millones.

La causa de este desbarranque es el aumento sideral de las importaciones, que en los 4 primeros meses de este año se incrementaron en un 35,7%, mientras que las exportaciones lo hicieron en 5,8%.

Si no hay un cambio de tendencia, en pocos meses más el saldo comercial será negativo. Es decir, el intercambio de bienes con el resto del mundo será deficitario, con lo que, en el balance final, saldrán del país más dólares de los que ingresan.

Esto traerá aparejado un problema mayúsculo para el esquema de política económica del gobierno, basado en múltiples anclas para evitar que se dispare la inflación. Una de ellas, muy importante, es el dólar barato.

Como todo en la economía, cualquier acción tiene su reacción. En este caso, y entre otras consecuencias, el dólar bajo espolea las importaciones y desestimula las exportaciones, con lo que el saldo comercial se reduce o se vuelve negativo.

Pero los dólares provenientes del comercio exterior son fundamentales para esquema económico. El acuerdo con el Fondo Monetario de abril pasado prevé un resultado positivo en 2025 equivalente a 1,3 puntos del Producto Interno Bruto, equivalentes a unos U$S 9000 millones. Según los papeles de ese acuerdo, las exportaciones deberían crecer este año un 8,1% mientras que las importaciones, un 14,6%.

Las diferencias con la realidad son evidentes, especialmente por el lado de las importaciones. Según el FMI, el aumento de las compras externas estaría impulsado por el crecimiento de la economía, cuya expansión demandaría más piezas, repuestos y nueva maquinaria.

Sin embargo, los datos del Indec muestran que las importaciones que más crecieron fueron las de automóviles, con un 101,6% más en el primer cuatrimestre de 2025 respecto del mismo período de 2024. A ello se suma que las de bienes de consumo crecieron un 69,1% en ese lapso, unas décimas por debajo de las de bienes de capital. De hecho, el conjunto de las importaciones destinadas a la producción (bienes de capital, bienes intermedios y piezas y repuestos) apenas sumaron el 73% del total en abril, mientras que habitualmente representan el 80%.

Por otro lado, las exportaciones han sido impactadas, además de por el dólar bajo, por la crisis comercial abierta con la guerra tarifaria del presidente de EE UU, Donald Trump.

El mejor desempeño en las ventas externas lo tuvo el sector primario, con un aumento del 9,4% más en las cantidades de cereales y pescados y mariscos. Hay que tener en cuenta que las ventas externas de abril ya deberían incorporar las exportaciones masivas de soja (granos y derivados). Por el lado de las manufacturas de origen industrial, las favoreció el incremento de los precios internacionales.

En el caso de los combustibles y energía, el impacto negativo fue el de los precios globales, que cayeron un 10% respecto de abril de 2024. El factor precios también fue el desencadenante de un retroceso en las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario.

Randy Stagnaro

La Fuerza Aérea Argentina lanzó el cohete MET 1-SO «Escorpio», y recuperó su carga útil

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En un avance histórico para el desarrollo aeroespacial nacional, la Fuerza Aérea Argentina llevó a cabo con éxito el lanzamiento experimental del cohete sonda MET 1-SO «Escorpio», lo que significa todo un hito tecnológico y estratégico debido a que permitió realizar la recuperación de una carga útil sobre el mar argentino por primera vez en la historia del país.

Este ensayo, clave en la reactivación argentina en materia de defensa tecnología, se produjo en conjunto con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), órgano técnico dependiente del Ministerio de Defensa.

Gracias a este movimiento, las autoridades pudieron validar en condiciones reales de vuelo diversas tecnologías de punta, que van desde el sistema de propulsión nacional hasta mecanismos de transmisión encriptada de datos, telemetría en tiempo real y hasta el uso de inteligencia artificial en la búsqueda y localización de cargas marítimas.

A diferencia de las anteriores, esta misión integró tecnologías nacionales, las cuales se encontraban relegadas. En tanto, la posibilidad de recuperar una carga útil desde el mar argentino representa un avance decisivo en la reutilización de componentes.

La Fuerza Aérea lanzó el cohete sonda MET 1-SO "Escorpio". Foto: Ministerio de DefensaLa Fuerza Aérea lanzó el cohete sonda MET 1-SO «Escorpio». Foto: Ministerio de Defensa

A través de sus redes sociales, el ministro de Defensa, Luis Petri, celebró el logro y destacó que se sigue trabajando para recuperar «nuestras capacidades en defensa y tecnología con un desarrollo propio de la Fuerza Aérea Argentina».

El comunicado del Ministerio de Defensa

«En un hito histórico, la Fuerza Aérea Argentina llevó adelante con éxito el lanzamiento experimental del cohete sonda MET 1-SO ‘Escorpio’, marcando la primera experiencia nacional con recuperación de carga útil sobre el mar argentino», indicó el Ministerio de Defensa.

Y añadió: «La misión permitió calificar en vuelo el sistema de propulsión desarrollado junto a CITEDEF, y validar tecnologías como telemetría, transmisión encriptada y el uso de inteligencia artificial para la búsqueda marítima».

«Este tipo de acciones consolidan a la Fuerza Aérea como un actor central en el desarrollo de tecnología estratégica y proyectan al país al futuro con orgullo, soberanía y vocación de grandeza», cerró.

Santa Fe se posiciona en la radicación de una planta china para el procesamiento del maíz

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Santa Fe picó en punta entre las provincias que el grupo chino Funfeng sondeó como posible sede para la radicación en Argentina de un complejo productivo para procesar maíz para usos en la industria alimenticia, cosmética y fabril, un desembarco que activaría una inversión  de 400 millones de dólares y generaría unos 600 nuevos empleos.

Así se lo transmitieron ayer en Buenos Aires los representantes del grupo al ministro de Desarrollo Gustavo Puccini. Las partes mantuvieron este martes una reunión técnica en la Casa de Santa Fe en la capital federal y allí siguieron analizando la marcha de la avanzada china. 

Fue en ese contexto en el que los enviados del grupo le manifestaron a los funcionarios de que Santa Fe fue la única de las provincias que visitaron que les acercó la información concreta que estaban necesitando, además de la oferta de servicios y ventajas impositivas que tiene la industria en la región. 

Incluso, el gobierno les acercó tres propuestas de lugares para emplazarse acorde las demandas de materia prima, energía y logística que presentaron los chinos en su primera visita a la provincia. Por todo eso, les comunicaron al gobierno que de definir hacer la radicación en Argentina, Santa Fe picó en punta como territorio a asentarse.

El grupo asiático es el mayor productor privado de glutamato monosódico (potenciador del sabor) y el segundo mayor de goma xantana (aditivo alimentario que se usa en la industria alimenticia y en la cosmética) en China continental.

La estabilidad macroeconómica, el RIGI y la potencialidad agroindustrial del país explican la posibilidad de que los chinos decidan radicarse en el país. La decisión de invertir en Argentina, aclararon, está muy avanzada, pero todavía pujan otros países de la región, ya que la empresa apuesta a tener injerencia en América del Sur y por eso analizan varios países de la región. Y la competencia de Argentina es la zona del Mato Grosso. 

Una vez definido, si desembarcan en el país, las provincias pujarán por la inversión extranjera. Y ante  la posibilidad de hacerlo en Santa Fe, el gobierno provincial ya puso a disposición toda su batería de incentivos (fiscal, crediticio, de infraestructura) para atraer la radicación.

El proyecto argentino prevé una inversión de 400 millones de dólares estadounidenses, con una capacidad de procesamiento profundo de maíz de 560.000 toneladas anuales, en una superficie de 100 hectáreas.

Según informaron, proyectan 600 empleos (Puestos directivos, 60; Puestos técnicos, 140; y Puestos operativos, 400); todos -prometen- con “bien remunerados y superiores a la media estatal”.

La planificación del proyecto incluye levantar una planta de fermentación biológica, que produce 60.000 toneladas anuales de treonina de grado alimenticio y 240.000 toneladas anuales de lisina de grado alimenticio.

Los proyectos de apoyo incluyen: planta de cosecha y almacenamiento de maíz, planta de producción de almidón y glucosa, cogeneración, estaciones de tratamiento de aguas residuales de apoyo, líneas ferroviarias exclusivas y patios de carga en el área de la fábrica, etc.

Entre los productos que, a nivel global, elabora Fufeng Group, se incluyen potenciadores del sabor, goma xantana, fertilizantes, almidón y sustitutos del azúcar.

Precisamente, lo importante es que su desembarco significa que aumente el valor agregado a la producción de maíz, un objetivo siempre buscado por la cadena agropecuaria. En efecto, el bioetanol es solo uno de los productos industriales elaborados a partir de maíz, pero cada vez más tiene usos en distintas industrias, no solo alimenticias y cosméticas sino fabriles,  incluso reemplazando piezas de plástico. Sumarle valor en origen al maíz es fundamental para mejorar las condiciones de comercialización del cultivo en zonas alejada a los puertos, muy castigadas por el costo de flete a puerto para exportar como grano.

Razones del desembarco

Según expresaron desde el grupo Fufeng, los objetivos principales del proyecto para Sudamérica son:

  • Impulsar el crecimiento de la empresa
  • Capacidad adicional en un mercado en crecimiento, cerca de los clientes
  • Capacidad para aprovechar al máximo nuestra experiencia tecnológica en un mercado con tendencias cambiantes en nutrición animal y alimentaria, salud y bienestar
  • Construir relaciones más sólidas con los clientes mediante un mayor conocimiento y una mayor flexibilidad
  • Reducir los costos de producción y la cadena de suministro
  • Costos netos de maíz bajos y servicios públicos competitivos
  • Evitar aranceles de importación/exportación, fletes marítimos y tarifas de distribución
  • Diversificar la red de suministro global
  • Mayor flexibilidad para abastecer los mercados de Sudamérica, Norteamérica, Norte de África, Oriente Medio y Asia Central
  • Evitar interrupciones periódicas debido a la política comercial
  • Garantizar niveles estables de ventas y márgenes, considerando el impacto de los aranceles
  • Convertirse en líder mundial en molienda húmeda de maíz y biofermentación
  • Escalar operaciones y expandir eficientemente el alcance global
  • Participación activa de la industria de la biofermentación en el mercado sudamericano
  • Oportunidad de colaborar con otros líderes de la industria en tecnología y cadena de suministro

Mariano Galíndez

Tras el cierre de la causa que en 2008 ordenó sanearlo, el Riachuelo está más contaminado

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Es una historia de más de 200 años de contaminación con el resultado del “río transformado en un tacho de basura”. En la cuenca Matanza Riachuelo, el territorio más densamente poblado del país, sigue pendiente la recomposición de sus suelos y agua donde abundan bacterias, como la Escherichia coli, y residuos industriales, entre ellos el cinc, mercurio y níquel.

Ayer, miembros del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) se reunieron para discutir los efectos del cese de la supervisión por parte de la Corte Suprema del fallo Mendoza, la causa en la que el máximo tribunal había ordenado sanear el Riachuelo. Agotadas todas las instancias judiciales en la Argentina, el caso inició un largo camino procesal para dirimirse en la justicia internacional. Lejos de estar cumplidos los objetivos de la sentencia de 2008, para Raúl Estrada Oyuela, diplomático de carrera y abogado a cargo de la presentación, “la calidad del agua es peor que hace 17 años”.

La sesión académica fue organizada por el Comité de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano del CARI y contó con un recorrido de los antecedentes de la cuenca, desde los inicios de la contaminación hasta la petición elevada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el cuerpo colegiado creado oportunamente con el encargo de monitorear el cumplimiento del fallo Mendoza.

“Todos los argentinos escuchamos alguna vez el problema de la contaminación en el Riachuelo. Ya en la Asamblea de 1813 se mencionaba la contaminación en la cuenca y sus consecuencias en la salud. Y décadas más tarde Juan Manuel de Rosas, como gobernador de Buenos Aires, dictó un decreto que disponía que la curtiembre no podía tirar allí los residuos de la faena”, dijo María Esther Bondanza, directora del Comité de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano del CARI, en el inicio de la jornada.

“En 2004 vecinos de la zona sur iniciaron una demanda por contaminación, en la que reclamaron la reparación por los perjuicios en la salud y solicitaron que se avance con el saneamiento, un juicio que terminó en la Corte Suprema contra el Estado Nacional, la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, y 44 de las industrias contaminantes”, agregó.

Bondanza recordó que en 2006 se creó por ley la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) y que la Corte Suprema dictó dos sentencias: una, en 2006, que obligó a los demandados a diseñar el Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA) para recomponer la cuenca y prevenir daños a futuro; otra en 2008, el histórico fallo Mendoza que exhortó a que ejecuten las medidas.

“Hubo un largo período de la Corte muy activa en el tema, muy comprometida con la causa y realizando audiencias públicas importantes con todos los actores y organismos ambientales. Hasta abril de 2024, cuando le solicitó a la Acumar un estado de situación. El organismo presentó un informe diciendo que se habían conseguido algunas metas, logrado crear una estructura y que tenía herramientas para alcanzar su cometido. Por ese informe, la Corte emitió en octubre de 2024 la sentencia en la que decide que se retira de la supervisión”, dijo Bondanza.

Y añadió: “Esta decisión provocó la reacción inmediata del cuerpo colegiado, que presentó un recurso de revocatoria contra aquella decisión y, más tarde, hizo una petición a la CIDH por el daño a la población”.

Luego tomó la palabra Estrada Oyuela, quien dedicó gran parte de su carrera profesional a defender los intereses de los habitantes de la cuenca, fue delegado argentino en varias asambleas de las Naciones Unidas a partir de 1968 y presidió la negociación del Protocolo de Kyoto, el acuerdo mundial más importante en medio ambiente.

Una de las audiencias realizadas en la Corte Suprema de Justicia para el monitoreo de las tareas de saneamiento del RiachueloSoledad Aznarez

“No es casualidad que la ciudad esté al lado del Riachuelo. Hacía falta tener un lugar para atracar los buques del estuario del Río de la Plata. Es la razón por la que se fundó dos veces Buenos Aires aquí. Las quejas por la contaminación en la cuenca comenzaron antes de la independencia y la situación se mantiene hasta hoy. El río se transformó en un tacho de basura a causa de la curtiembre, los efluentes industriales sin tratamientos, desechos cloacales, basurales a cielo abierto y los residuos sólidos urbanos”, introdujo Estrada Oyuela.

Para el abogado, el caso Mendoza fue un juicio muy especial en el que la Corte reconoció la gran ausencia de información sobre la cuenca. Fue un fallo estructural, algo nuevo en la jurisprudencia argentina, en el que los jueces supremos fijaron como objetivos el saneamiento y la recomposición, la urbanización y relocalización de villas, erradicación de basurales, la limpieza de los márgenes del río y la prevención del daño ambiental a futuro.

“Pero la supervisión de la ejecución fue floja y se cortó prematuramente. La mayoría de los errores se cometieron por falta de información de la zona más densamente poblada del país. En el medio, quedó vacante el cargo de Defensor del Pueblo, perjudicando a sus habitantes. La justicia federal actualmente no tiene peritos ambientales y no se creó ninguna comisión especial para este tipo de peritajes –el toxicológico, por ejemplo–, lo que hizo que los juzgados no tengan herramientas para determinar los niveles de contaminación. Las medidas procesales no fueron suficientes para ejecutar el fallo”, denunció Estrada Oyuela.

Después sostuvo: “Se contamina porque a las empresas producir limpio les resulta caro. Es más barato para una industria pagar las multas que impone Acumar que producir sin contaminar. La situación se sostiene por las prácticas corruptas de funcionarios que evitan las clausuras de empresas contaminantes. La Corte en 2008 ordenó que Acumar realizara en 90 días un plan sanitario de emergencia, que consistía en hacer un mapa sociodemográfico y los factores de riesgo. Esto todavía no está hecho. Hay un problema serio de plomo presente en el agua, el aire y el suelo. El caso del agua es preocupante, los parámetros son más bajos que en 2008, empeoró mucho”.

Estrada Oyuela reconoce como único avance lo que considera cambios cosméticos en el Riachuelo. “Antes se veían los buques abandonados y todo era un gran basural flotante. Ahí trabajaron Acumar y la Prefectura Argentina para levantarlos del lecho del río. También disminuyó el olor, el camino de sirga está más despejado y las barrancas se ven mejor”, enumeró el abogado.

Los miembros del CARI María Esther Bondanza y Raúl Estrada OyuelaÁngeles Estrada Vigil

A la vez, hizo referencia a la navegabilidad en la cuenca y al Sistema Riachuelo, el megacolector cloacal que financió el Banco Mundial para recibir los desechos del margen izquierdo que bordea la ciudad de Buenos Aires, desde La Matanza hasta Dock Sud. “Hay un interés muy grande de las areneras de navegar todo el Riachuelo, porque es más barato que transportar en camiones. También hay un interés en la navegabilidad para potenciar el turismo en la zona sur, con el peligro de remover los contaminantes del agua y suelo. El Sistema Riachuelo es un desastre. Se hizo el conductor, pero no el tratamiento de residuos. Solo se va a hacer una planta de pretratamiento que funciona como un colador de los residuos mayores, pero se descargan todos los contaminantes directamente en el Río de la Plata. No hay un estudio del impacto ambiental que tienen esas descargas”, sostuvo.

Por otro lado, señaló que en la actual gestión Acumar redujo gran parte de su personal y no tiene recursos para encarar sus responsabilidades. El abogado participó en la petición elevada a la CIDH, en la que hizo un fuerte énfasis en las necesidades habitacionales de la población y solicitó: medidas cautelares para asegurar su salud, que el organismo realice una visita a la cuenca y que formule recomendaciones al Gobierno.

Consultado sobre las perspectivas de la causa en el sistema interamericano, Estrada Oyuela se mostró pesimista. “Los plazos son muy largos. La decisión sobre la petición que formulamos es apenas una primera instancia y podría llegar recién en un año. No es para nada esperanzador. Los miembros de la CIDH se reúnen dos veces al año en Washington y tienen un período acotado de sesiones. Las resoluciones recientes del organismo fueron en un buen sentido para la defensa del medio ambiente, pero los habitantes de la cuenca no pueden esperar más. Hay una insensibilidad general sobre el tema, no escuché a ningún candidato en las elecciones recientes referirse a ello. La población lleva más de 20 años esperando una solución y si el caso pasa a la Corte Interamericana, no va demorar menos de siete años en emitir un fallo”, concluyó.

Jesús Allende