Argentina es el país de Latinoamérica más caro para vivir

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La Argentina es el país con el costo de vida más elevado de la región e, incluso, supera a algunos países de la Unión Europea (UE) en términos relativos, según un informe de un centro de estudios de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La investigación publicada por el centro de estudios para la Recuperación de Argentina (Centro RA) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA concluye que, para solventar el costo de vida familiar en Argentina, se necesitan “aproximadamente seis salarios básicos más” que en Brasil y Perú, los dos países que siguen como los más caros de la región.

Argentina tiene actualmente un salario mínimo de $262.432 (unos US$292 al tipo de cambio oficial actual, unos US$200 al paralelo, que es el usado para el estudio). Con respecto a Europa, una familia tipo en la Argentina requiere, en promedio, 11 salarios mínimos más para comprar bienes y servicios básicos y alquilar un inmueble.

El costo de vida de una familia tipo -pareja con dos hijos- en la Argentina es de más de 14 salarios mínimos para poder adquirir bienes y servicios básicos y pagar el alquiler de un departamento de tres ambientes en la Ciudad.

El costo de vida promedio de una persona en la Argentina es de casi cinco salarios mínimos y, si se descuenta el alquiler, se reduce a tres salarios mínimos.

Una persona en la Argentina necesita un salario más para adquirir una canasta de consumo básica y dos salarios mínimos más si se considera el mismo alquiler que en Brasil, el segundo país más caro de la región.

FAdeA y Akaer firmaron una alianza estratégica para el desarrollo del sector aeroespacial

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Akaer y FAdeA firmaron un acuerdo de colaboración para explorar nuevas oportunidades en proyectos conjuntos, que van desde el desarrollo de tecnologías avanzadas hasta la producción de aeroestructuras y equipos de última generación y servicios de ingeniería de punta.

Akaer es una empresa brasileña especializada en el desarrollo de productos de alta tecnología, con un enfoque principal en los sectores aeroespacial y de defensa. Con sede en São José dos Campos, fue fundada en 1992

El acuerdo, firmado bajo un Memorando de Entendimiento (MoU), establece como principal foco la cooperación en proyectos estratégicos como el desarrollo conjunto de nuevas tecnologías de fabricación y ensamblajes de piezas estructurales, y subconjuntos aeronáuticos, incluidos sistemas de automatización y robots.

La colaboración estratégica también incluye el desarrollo de servicios de ingeniería destinados a modificaciones, conversiones y actualizaciones de aeronaves civiles y militares.

“La combinación de fuerzas entre Akaer y FAdeA representa una alianza estratégica que tiene el potencial de generar importantes avances tecnológicos y fortalecer la competitividad de ambas empresas en el mercado internacional”, afirmó el director general de Akaer, César Silva.

A través de este acuerdo, Akaer y FAdeA pactan combinar sus habilidades y recursos para el desarrollo de proyectos conjuntos.

Akaer se hará cargo del desarrollo de productos, el montaje final y la interacción con el cliente, mientras que FAdeA se centrará en la fabricación de piezas y subconjuntos. También desarrollará servicios de ingeniería que FAdeA podrá realizar en sus instalaciones, ampliando las capacidades técnicas de ambas empresas.

Asimismo, las empresas prevén colaborar en la formación de trabajadores especializados en ingeniería y mecánica, asegurando el fortalecimiento y ampliación de sus equipos técnicos.

“Akaer confía en el potencial de esta asociación, que sin duda contribuirá al crecimiento sostenible de ambas empresas, aprovechando nuestra experiencia y capacidad de innovación”, destacó César Silva.

Se calienta la guerra comercial. Y se abren oportunidades para las naciones sudamericanas

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La segunda edición de la “guerra comercial” se está configurando como un fenómeno de escala global que podría generar nuevas oportunidades en el mercado chino para las exportaciones de la América del Sur..

El primer ministro Justin Trudeau anunció que Canadá impondrá un arancel del 100% a la importación de vehículos eléctricos chinos, además de otro arancel del 25% al acero y aluminio importados de la nación asiática.

China es el principal mercado de exportación de colza canadiense y también es un importante comprador de trigo y carne porcina y vacuna de ese origen.

La movida proteccionista anunciada este lunes está lejos de tratarse de una situación aislada, dado que la Unión Europea y EE.UU. están implementando o estudiando acciones similares (en este último país el fenómeno podría potenciarse en caso de que Donald Trump resulte ganador de las elecciones presidenciales de noviembre próximo).

Recientemente la Comisión Europea decidió imponer un arancel a la importación de vehículos eléctricos chinos para intentar bloquear el ingreso de tales productos, lo que motivó que el gobierno de Xi Jinping abriera investigaciones orientadas a imponer –a modo de represalia– sanciones a productos cárnicos y lácteos europeos.

Otro disputa se abrió con la fijación de aranceles provisionales por parte de la UE-27 a las importaciones chinas de biodiésel chino por presunto antidumping.

En tanto, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. inició recientemente una investigación orientada a detectar irregularidades en la importación de aceite usado para la elaboración interna de biodiésel, insumo que proviene mayormente de China.

Tales medidas instrumentadas en los últimos meses están “cocinando” una guerra comercial entre naciones integrantes de la OTAN y China, lo que abre posibilidades comerciales para los países agroindustriales no alineados con ninguna de las dos potencias.

YPF anuncia que en noviembre se inicia con el oleoducto Vaca Muerta-Río Negro

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En noviembre comenzarán las actividades preliminares para la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, que cuando esté concluido en su totalidad, contará con una terminal de exportación en la zona de Punta Colorada, cerca de Sierra Grande. El presidente de YPF, Horacio Marín, reveló que la movilización activa de equipos está programada para enero de 2025, marcando un avance significativo en el proyecto.

El nuevo tramo del oleoducto, que se extenderá 437 kilómetros desde Allen hasta Sierra Grande, tendrá un costo estimado de 2.500 millones de dólares.

Este desarrollo incluirá no solo el oleoducto, sino también la construcción de depósitos y dos monoboyas para facilitar el transporte de crudo. Este tramo complementa el oleoducto ya en construcción, que conecta el yacimiento de Loma Campana en Neuquén con Allen, sumando una extensión total de 567 kilómetros.

La capacidad de transporte del oleoducto alcanzará aproximadamente 800.000 barriles diarios, con un 75% de esta capacidad ya asegurada mediante compromisos de transporte por parte de operadores privados, incluso antes de la finalización del proyecto.

Marín también señaló que YPF está en negociaciones avanzadas con la empresa estadounidense Energy Transfer, que se encargará de la administración del oleoducto. Además, se espera que en las próximas semanas se formalicen los acuerdos para el transporte de los primeros 500.000 barriles diarios hacia Sierra Grande.

Para resolver el problema del cuello de botella en la evacuación de petróleo, YPF utilizará dos monoboyas ubicadas a 7 kilómetros de la costa, lo que permitirá la carga de buques petroleros con capacidad de hasta 2 millones de barriles (VLCC). Esto posibilitará la exportación de hasta 2 millones de barriles diarios, reduciendo significativamente las actuales limitaciones en la exportación.

Una «Niña» con pocas lluvias amenaza la cosecha en la Zona Núcleo

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Se avecina una campaña agrícola cargada de incertidumbre debido a las condiciones climáticas. En este escenario, el agroclimatólogo Eduardo Sierra expresó que la situación climática para los próximos meses “viene un poco complicada” debido a la formación de una suerte de “área de sequía” semipermanente en el límite entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires. “No va a ser lo que se dijo al principio, que iba a haber una Niña destructiva, pero tampoco será una campaña óptima, como algunos están diciendo ahora”, explicó el experto.

Sierra detalló que “esta zona central del país no recibe humedad” y esto mantiene una sequía. Esto mientras que las áreas periféricas de la región agrícola podrían tener mejores condiciones. Indicó que “agosto está trayendo lluvias muy desparejas” con precipitaciones que se concentran en el norte agrícola y la costa, dejando seco el núcleo central de la Argentina.

El agroclimatólogo explicó las razones de estas bajas precipitaciones en el Informe de Perspectivas Agroclimáticas Estacional publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Recordó que “durante el otoño de este año, un temprano y vigoroso enfriamiento del Pacífico Ecuatorial generó la impresión de que se estaba ante la proximidad de un episodio de La Niña de grandes proporciones”. Sin embargo, aclaró que “los vientos polares se encuentran activados sobre su nivel normal”, lo que ha provocado un enfriamiento significativo en el litoral Pacífico y Atlántico del Cono Sur, con temporales de nieve en ciertas zonas, descensos térmicos y escasas precipitaciones en áreas agrícolas.

Precipitación relativa en porcentaje durante el invierno
Precipitación relativa en porcentaje durante el inviernoBCBA

El experto destacó que, aunque el evento en el océano Pacífico ecuatorial pueda ser débil, “al sumarse los efectos de los vientos polares su acción combinada da lugar a la persistencia de grandes extensiones con precipitaciones inferiores a lo normal a lo largo de toda la temporada 2024/2025″.

Por eso señaló que el invierno continuará mostrando condiciones rigurosas, con lluvias por debajo de lo normal en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur. Solo algunas zonas, como el sudoeste del Paraguay, el NOA, el oeste y el centro de Cuyo, el extremo occidental de la región pampeana y el norte de la Patagonia, recibirán aportes hídricos normales o superiores a lo normal.

Para la primavera Sierra prevé un “panorama muy desuniforme”, con precipitaciones normales a superiores a lo normal en gran parte del Cono Sur, pero con focos secos de amplias dimensiones, especialmente en el centro de la región pampeana. Este foco seco tendrá su epicentro en el límite común entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires, y las zonas aledañas.

Precipitación relativa para la primavera
Precipitación relativa para la primaveraBCBA

Anticipó que el verano traerá “un agujero negro de falta de lluvias en el centro del país”. Si bien los vientos polares se retirarán hacia el sur, el episodio frío alcanzará su mayor desarrollo, convirtiéndose en un Neutral Frío o una Niña débil.

Durante este periodo, “la mayor parte de Paraguay, Brasil, el NOA, la región del Chaco, el noroeste de la región pampeana, el este de Buenos Aires y la mayor parte del Uruguay recibirán precipitaciones normales a superiores a lo normal”. Sin embargo, “gran parte del interior de la Argentina recibirá aportes bajo la media”, afectando principalmente al límite común entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires.

En tanto, aunque la intensidad del calor estival será moderado, se producirán “focos de calor intenso, especialmente sobre el trópico y las áreas del interior de Argentina donde fallen las lluvias”.

Finalmente, para el comienzo del otoño de 2025 Sierra pronosticó el retorno de los vientos polares, lo que podría acentuar el foco seco en la región central argentina. Aunque no se percibe el riesgo de heladas tempranas otoñales, es prematuro para asegurarlo con certeza. “Los planteos productivos para la campaña agrícola 2024/2025 deben hacerse con mucho realismo y prudencia”, según Sierra, dadas las condiciones climáticas adversas previstas.

Precipitación relativa para abril-mayo
Precipitación relativa para abril-mayoBCBA

“Estamos entrando en una etapa de clima más riguroso, probablemente como resultado del cambio climático”, apuntó el experto en agroclimatología.

Pilar Vazquez

El gobierno de Mendoza cedería, sin cargo, sus acciones en IMPSA a la firma de EEUU interesada

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En medio del proceso de traspaso del 80% de acciones que tiene el Estado (Nación y Mendoza) en IMPSA, la noticia causó un gran revuelo. Es que la Provincia necesitaba el aval de la Legislatura para vender su cuota, pero el propio Gobierno adelantó la novedad: no habrá venta, sino una cesión o transferencia sin cargo a la norteamericana ARC Energy, única interesada en quedarse con el control de la multinacional mendocina que se aferra a esa decisión.

Tras la confirmación que realizó el propio ministro de Hacienda, Víctor Fayad, hubo silencio de radio al respecto. Sin embargo, para la conducción del grupo que se postula como el próximo socio mayoritario de IMPSA no fue una sorpresa.

Cabe recordar que ARC viene de pedir una prórroga de un mes para formalizar su oferta, que vence el 15 de setiembre. El motivo: una millonaria deuda bajo análisis dilató el proceso contable de «due diligence» (revisión de pasivos/activos antes de una venta), que sigue abierto.

Lo concreto es que a la propuesta del potencial dueño de IMPSA de inyectar u$d 30 millones se contrapone un pasivo que lo multiplica casi por 20.

Y mientras ARC lo hace valer en la negociación con el Gobierno nacional y provincial, asegura avances en la reestructuración con los acreedores. En su mayoría bancos privados nacionales (Galicia, Nación), extranjeros (el Bndes brasilero) y también organismos multilaterales de crédito como el Banco Mundial y BID.

Más allá de la prórroga, desde ARC ya no hablan de oferta por las acciones. Y optan por la palabra «capitalización», que en cierto modo sincroniza con los dichos del ministro Fayad.

La deuda de IMPSA y el traspaso de acciones

El concepto, más amplio ahora, incluye una inyección de fondos (para deudas y capital de trabajo), y no necesariamente la compra de acciones.

Por algo así lo había dejado entrever el secretario de Desarrollo Productivo de la Nación, Juan Pazos, en julio. Fue al anunciar la firma del acuerdo inicial con ARC junto al gobernador Alfredo Cornejo.

«La capitalización busca darle un impulso a IMPSA. Estamos asumiendo una deuda de u$d 572 millones por reestructurar, con lo cual es natural que sea así», admiten en el seno de la compañía aspirante al control de IMPSA, al justificar que los u$d 30 millones se volcarán sobre todo a capital de trabajo.

El objetivo prometido es lograr una mayor expansión comercial justamente en EEUU.

¿Qué queda por delante para formalizar la salida del Estado y la «reprivatización» de IMPSA?

Mientras en Mendoza el Gobierno deberá esperar el aval de la Legislatura para firmar la cesión de acciones, ARC Energy va por su carril.

Antes del 15 de setiembre, plazo final para presentar su propuesta, deberá cumplimentar dos pasos.

El primero: completar el dilatado due dilligence: es «la foto» final de cómo está IMPSA hoy como compañía: desde lo laboral hasta contratos pendientes, cada proyecto en ejecución y los que están en análisis. El objetivo reconocido por el grupo yanqui es saber cuáles serán las prioridades al día 1, cuando le toque asumir la conducción si la operación finalmente se cierra.

¿Qué pasará con los trabajadores? Aunque en el acta acuerdo firmado con el Gobierno no hay una cláusula que la obligue a asegurar estabilidad, por ahora desde ARC incluyen al personal como «parte de la capitalización de la compañía, lo que implica nuevos proyectos para mantenerla operativamente activa». Esto es, más trabajo.

Privatización de las centrales hidroeléctricas: ¿Para què y para quién?

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Encubierto en el escándalo de la violencia de género del ex presidente Alberto Fernández, pasó casi desapercibido para la mayoría de los medios el decreto que dispone la privatización de cuatro centrales hidroeléctricas.

Argentina produce aproximadamente 150TWh al año, con centrales como Chocón (a privatizar) que produce 3TWh, y valores similares Alicurá y Piedra del Águila, algo menor Cerros Colorados, que serán privatizadas.

¿Cuál es la novedad respecto de otras enajenaciones anteriores?

Que ahora es apetecida por nuevos actores, no presentes en las concesiones de hace 30 años. La demanda mundial de energía por parte de los monstruos informáticos para mantener las bases de datos (nube) es creciente, con una proyección de hace unos años (antes de lanzarse la IA al mercado) de que se llevarían el 20% del consumo mundial (ver www.nature.com/articles/d41586-018-06610-y How to stop data centres from gobbling up the world’s electricity y los gráficos copiados al pié).

Esto explica la desesperación por buscar lugares donde instalar los “data centers” con abundante energía barata (o gratis) y agua para refrigeración. ¡Qué mejor oportunidad que “comprar” centrales hidroeléctricas ya construidas! Microsoft y Google cada una ya consumen 25TWh al año, distribuido a lo ancho del mundo. La locación es además extraordinaria: pocas lluvias, cielos despejados para comunicación satelital. Estas centrales son un extraordinario regalo que probablemente Milei les ofreció a cambio tan solo de unas palmaditas que le permitan sentirse parte (algún otro pidió quizás algo más). ¿No explica esto el interés con que lo han recibido? Y el negocio es tan redondo que con vendernos una parte de la producción recuperarán rápidamente la inversión e incluso además tendrán ganancias. ¿Quién va a controlar en la licitación que el comprador esté obligado a entregar la energía producida al sistema interconectado? ¿Acaso no vamos a festejar los argentinos, alentados por una caterva mediática, que los “líderes tecnológicos” del mundo hayan elegido a nuestro país para instalarse?

El efecto: unos pocos dólares para pagar alguna cuota de la deuda creciente y cortes de suministro eléctrico por falta de producción entregada al sistema.

Nota al pié: Atucha ya anunció que postergó la parada de mantenimiento porque se sabe que el año que viene nos quedamos sin suficiente provisión (y le echarán la culpa a la falta de inversión del gobierno saliente).

Oscar E. Martínez

El futuro de la industria del software y la IA en Argentina

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La industria del software argentino debate por estos días cómo encarar los próximos años, luego de 20 años de crecimiento y en un contexto en el que cada vez más países de la región y del mundo buscan un lugar de peso dentro del sector y de la economía del conocimiento. La Argentina, que en 2011 estuvo en el puesto 25 del ránking global de exportadores de software, cayó al 36 en 2021. Su crecimiento fue menor al que experimentaron otros países de similares características, incluidos varios de América latina.

De ahí que hoy se plantee la discusión sobre cómo encarar la próxima etapa de crecimiento, sobre la base de tener en cuenta diversos factores: que en 2029 finalizará el régimen de promoción que permitió que la industria del software se desarrollara, que la competencia de países que exportan -que se ubica en torno a los 10.000 millones de dólares- es cada vez más fuerte, y que la macroeconomía de la Argentina no ayuda, entre otras cosas.

¿Qué hacer, en definitiva, con un sector que pasó de tener 26.000 puestos de trabajo en 2003 a 140.000 en 2023, de exportar 150 millones de dólares a 2.500 millones de dólares y de lograr ventas por 350.000 millones de pesos argentinos 1.200 billones de pesos argentinos en el mismo período?. Estos datos surgieron del reporte titulado Anatomía de la industria del software, realizado por Fund.ar, una organización dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas con foco en el desarrollo sustentable de la Argentina.

Aún cuando estas curvas se mantuvieron en ascenso constante en el lapso analizado, hubo un punto de inflexión a partir de 2017 cuando se produjo un aumento en la brecha de las tasas de crecimiento. Mientras las exportaciones en el mundo crecieron un 13,9 por ciento, la Argentina lo hizo sólo a un 4,4 por ciento. Antes, entre 2011 y 2017 esa brecha había sido mucho menor: el país exportaba con un alza de 5,4 por ciento anual mientras el mundo lo hacía en torno al 7,3 por ciento.

Liderazgo que se fue perdiendo

¿Qué pasó? El informe de Fund.ar, que lleva la firma de Tomás Bril Mascarenhas, Jimena Rubio, Ezequiel Tacsir,  Nicolás Sidicaro y Marino Stampella, dio cuenta de cómo se comportaron los distintos países en este período. El grupo de los más grandes exportadores de software, es decir, aquellos que venden por encima de los 10.000 millones de dólares anuales recibió a ocho nuevos integrantes, como Israel, Singapur, Francia, Finlandia, Bélgica, España, Canadá y Polonia.

En el segundo pelotón, que exporta entre los 3.000 millones y por debajo de los 10.000 millones de dólares, donde se encuentra la Argentina, ingresaron 12 nuevos países, cuatro de América latina y ocho de Europa del Este. “Argentina perdió participación entre el grupo de países intermedios comparables y descendió del 4° al 13° lugar entre 2011 y 2021”, explicaron.

En 2011, la Argentina exportaba por 1.536 millones de dólares y tenía una participación del 8,6 por ciento entre los países comparables dedicados a la misma actividad. En 2021, pese a haber llegado a casi los 2.000 millones de dólares en exportación, su participación se contrajo al 2,9 por ciento.

Países como Polonia pasaron en este período de vender al exterior 1.931 millones de dólares a superar la barrera de los 10.000 millones de dólares. Entre los de América latina, Costa Rica avanzó de 563,1 millones de dólares a 1.345 millones de dólares; Brasil de 216 millones de dólares a 2.707 millones de dólares: y Uruguay, de 179,1 millones de dólares a 1.086,6 millones de dólares. Como se ve, los crecimientos de los países latinos fueron mucho más significativos, sin olvidar que de alguna manera cada uno de ellos definió alguna política en esa dirección.

El reporte de Fund.ar también dio cuenta cómo fue la evolución del sector del software argentino. Hubo una primera generación que se dedicó al desarrollo a medida para telecomunicaciones y banca, una segunda que continuó con ese objetivo aunque con foco en la exportación, y una tercera generación, la actual, más orientada al diseño de productos para los mercados verticales, como agro, clima, finanzas, logística y datos. Mientras en la primera los proyectos surgieron de capitales propios las siguientes contaron con el aporte de fondos de capital de riesgo.

Polonia en el horizonte

Aquí es donde aparece una primera pregunta de la industria. ¿Por qué no aspirar a exportar software por 10.000 millones de dólares como lo hace Polonia cuando hay talento? Respuesta que, luego, permitirá ir un poco más profundo para plantear cómo seguir y de la mano de qué variables.

En este punto, el informe, que se presentó junto a diversos referentes de la industria local, planteó la necesidad de trabajar en cuatro ejes, e ir más allá de la promoción que apalancó al sector hasta ahora (y que sólo fue aprovechado por el 11 por ciento del total de las empresas de software del país): financiamiento, internacionalización, vínculo con el entramado productivo, y formación y capacitación.

Aunque el reporte priorizó la necesidad de financiamiento para la profundización del desarrollo del sector hacia adelante –necesidad insatisfecha para cualquier sector productivo de este país– referentes de la industria presentes durante la exhibición del documento advirtieron sobre la urgencia por trabajar más fuertemente en la educación, comenzando por los niveles iniciales. Se recordó que el talento argentino fue clave en el desarrollo del sector en estos años y que urge actualizar el sistema para poder seguir apalancando a la industria con calidad. Recomendaron, por ello, poner en primer lugar la formación porque de ella dependerá su vínculo con el entramado productivo y la mejora en el nivel de exportaciones.

La discusión no se limitará a la presentación de este trabajo, por supuesto. El informe, compuesto por cuatro documentos que pueden leerse desde aquí, servirá para profundizar la discusión y definir mejores políticas para el desarrollo del software. En el caso de la Argentina, su promoción finalizará en 2029, año en el que se supone la tecnología 5G será la dominante, además de la responsable de una mayor producción de datos, insumo básico de la inteligencia artificial. Lo que se debata y defina de cara a ese futuro será gravitante también para su desarrollo y el del país.

FAdeA concretó otro envío de componentes a Brasil para los aviones Embraer C-390 Millenium

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Mientras Embraer registra nuevos pedidos y avanza con la entrega de aeronaves, desde la Fabrica Argentina de Aviones Brigadier San Martin (FAdeA) confirmaron el envio de nuevos componentes a Brasil para la fabricación de aeronaves C-390 Millenium. Así se desprende de una publicación del pasado 9 de agosto de la fabricada cordobesa en sus redes sociales.

Desde el año 2011 FAdeA participa del Programa KC-390 de la Fuerza Aérea Brasileña en asociación con Embraer para la fabricación puertas del tren de aterrizaje delantero, puerta delantera derecha, rampa de acceso trasero, y cono de cola.

En lo que respecto a este nuevo envió, desde FAdeA indicaron que: “Concretamos una nueva entrega en el programa C-390 Millenium de Embraer, en este caso fue una Puerta de Carga para equipar el avión de serie 017”. Es preciso destacar que esta nueva entrega de componentes se suma a otra realizada durante el pasado de mes de julio, donde fueron enviados:

• Cono de Cola para el avión de serie 016.

• Puerta de Tren de Nariz para el avión de serie 017.

• Lower Rack para el avión de serie 018.

De cara a los próximos meses, con la confirmación de nuevos ordenes de compra por parte de Austria y los Países Bajos, desde Embraer se aseguran de que la producción continuará a buen ritmo, mientras se registra la producción de nuevos ejemplares para la Fuerza Aérea de Brasil, como las entregas de ejemplares para las Fuerzas Aérea de Portugal y Hungría. Esto asegura que FAdeA continuará participando del programa de aeronaves con un creciente pedido de componentes para la fabricación de nuevos aviones de transporte táctico.

EE.UU. y la U.E. tienen un gran pasado nuclear. China e India, un gran futuro. ¿Argentina?

La «transición energética» -expresión inventada en la UE- no es un eufemismo. Es un verso.

Si la idea de la transición es un abandono ordenado pero rápido de los combustibles fósiles en electricidad y transporte, Norteamérica y la UE pifiaron el puerto de llegada. Las fuentes térmicas fósiles dan potencia firme. No pueden reemplazarse por fuentes intermitentes (como el sol en desiertos). Tampoco pueden hacerlo con fuentes intermitentes e impredecibles (como el viento). Los países y empresas, sin importar su complejidad industrial, funcionan a electricidad de base, firme, despachable a demanda, sin baches.

Por eso la «transición energética» en Europa y los EEUU es un verso. EEUU está dejando el carbón, la UE lo quema cada vez más. Pero ambas regiones del planeta son crecientemente dependientes de hidrocarburos líquidos y gas. Y es que 40 años de apagón nuclear y sobreequipamiento en intermitentes no les permiten hacer otra cosa.

En términos de impacto climático, están corriendo en círculos. Mientras chillan: «¡¡Transición, transición!!».

El gráfico de abajo (mírelo ahora, después sigue leyendo, si quiere) compara la potencia nuclear ya en línea: es la base de las torres de refrigeración. La construcción en curso, la planificada en firme y las extensiones de vida de centrales viejas, la parte superior de las torres. Se nota al toque que los únicos países comprometidos con mucha construcción nuclear son Rusia, China, la India y Turquía.

Paradójicamente, esos tres hoy son países con huellas de carbono muy grandes en proporción a su PBI. Pero ven venirse un mundo en que sus exportaciones van a ser penalizadas con impuestos al carbono emitido.

No hablo de impuestos decididos o consensuados por las Naciones Unidas. Eso sería pedirle peras al olmo. Si los árboles fueran juzgables por su índole, un olmo muy jodido, que no da ni sombra.

El Consejo de Seguridad Permanente está formado por 5 emisores graves de carbono, ya sea porque queman carbón, petróleo o gas en forma doméstica, o porque lo importan masivamente, o por todo lo anterior y porque además exportan estos combustibles.

Desde el Consejo pueden vetar toda moción de la Asamblea al respecto. Por ahora, y entre bambalinas, lo que logran es que los idiotas de la Asamblea no hablemos siquiera del tema.

Sin embargo lo que no pueden evitar es que se les rebele el chiquitaje y el medianaje. Hay alrededor de 34 países afectados con severidad por el aumento del nivel del mar, por la ferocidad y número creciente de huracanes y ciclones, por las alternancias cada vez más catastróficas de ciclos de lluvias y de sequías, y por las olas de calor letal en las ciudades.

Hablo de países donde ya hay cantidad de gente mudándose de región dentro de su país, o directamente de país, refugiados cllimáticos, con o sin plata. Los hay en China, la India, Pakistán, México, Brasil, Holanda, España, Turquía, y sigue la lista. El clima es una fuerza impersonal, pero no totalmente exenta de justicia: algunos de los peores ofensores climáticos son también los más agraviados, como EEUU, China, el Reino Unido y Holanda. Otros, en cambio, son víctimas perfectas, como Bangladesh.

Son algunos de todos esos países los que van a imponer tarifas aduaneras defensivas por su cuenta. Tal vez logren alguna coordinación regional o extrarregional. Lo cierto es que están obligados a mandar al demonio a la Organización Mundial del Comercio y a las Naciones Unidas, porque esos organismos están dominados por las petroleras.

Mientras no se puede acumular potencia intermitente en cantidades masivas, en dispositivos de bajo costo y con fácil y rápida liberación según la curva de demanda eléctrica, la «transición energética» seguirá siendo un verso. Promesas, hay muchas. Baratas y probadas, ninguna. Si hay futuro energético para nuestra especie, por ahora es nuclear.

Lo que establece bien el gráfico es una taxonomía: en Norteamérica y la UE hay países con un gran pasado nuclear, pero sin futuro. En Eurasia el futuro nuclear es imparable.

Y está la Argentina, ese país inclasificable.

Nuevamente, sugiero que interrumpa unos segundos esta lectura y mire el cuadro.

¿Ya volvió? Habrá visto entonces que China tiene 58 GW nucleares instalados, pero va por 118 más antes de 2050 y está tratando de vender en otros países su central Hualong-1 de 1120 MW. Esos «actos de contrición» a futuro la pueden salvar de más de un tarifazo aduanal entre sus compradores más seguros. Y hablo de los países con rampa demográfica positiva de África.

La energía nuclear también pueden salvar al gobierno del PCCH de una rebelión más interna: la de sus propios habitantes urbanos. En las megalópolis chinas (y tienen decenas) la contaminación aérea secundaria a la combustión de carbón está costando más de 400.000 muertes prematuras por año. Se sabe que son más: hablo de las admitidas en la década anterior.

Estados Unidos es la contrapartida perfecta: siguen siendo, aunque en declive, el país de mayor capacidad nuclear instalada, y el dotado del mayor número de centrales (96). Pero éstas son en promedio muy viejas, ya de alrededor de 50 años: necesitan extensiones de vida, y sin embargo no hay muchas extensiones pedidas a la Nuclear Regulatory Commission (NRC).

Libradas al «laissez faire» total por el gobierno federal y los estaduales, las fabricantes y distribuidoras de electricidad, llamadas «utilities», son las que deciden sus inversiones electrógenas. Lo hacen por precio y se han autoconvencido de que lo barato es un combo de centrales de gas y parques eólicos y solares.

Es una convicción con algún fundamento. Como el antinuclearismo causó el cierre de la mayor parte de las empresas estadounidenses de ingeniería y montaje nuclear, los tipos no logran construir o reconstruir nada bueno por falta de recursos humanos.

Desde el siglo pasado cerraron 10 centrales. La única construcción nueva digna de mención en los últimos 40 años son las unidades 3 y 4 del complejo Vogtle, en Georgia. Sólo que por falta de proveedores y de ingenieros, técnicos y obreros especializados y calificados, estas centrales tardaron el triple de lo previsto en terminarse, y costaron el cuádruple. Vogtle 4 recién acaba de entrar en línea.

¿Causa concreta de los sobrecostos? Los atrasos. ¿Causa concreta de los atrasos? Chapuzas, esa palabra tan española para denominar trabajo inexperto y malo.

Tal o cual componente critico no llega a tiempo al obraje: decenas de operaciones ulteriores se suspenden. Y eso sucede una y otra vez, porque la cadena de empresas proveedoras de los años ´70 se fundió, o se dedicó a otras cosas. Cada soldadura de precisión con aleaciones especiales de zirconio o níquel luego no pasa la inspección y debe rehacerse, hasta tres veces. Se va atrasando irremediablemente todo el cronograma de obra. Hay que romper contratos, renegociar contratos, echar contratados, llenarse de abogados, cargar a hombros los intereses, y los intereses de los intereses…

Con las idas y vueltas de Vogtle, Westinghouse, la empresa que inventó las centrales de uranio enriquecido y agua común presurizada, las PWR, quebró. Lo cual es bastante inaudito. Porque además, probablemente su última PWR es la mejor del mundo, en su tipo.

¿Se entiende por qué las utilities en EEUU abjuran del átomo, y hace 40 años que se pasan en masa hacia la eólica y el gas? Un parque eólico de 100 MWe se construye en dos o tres años, en tiempo y forma. Lo mismo una central de gas de 200 o 300 MWe. Es cierto que a los 20 años tenés que tirar el parque eólico a la basura y comprarte otro, y a los 25 años, otro tanto para la central a gas de ciclos combinados. En cambio, una central nuclear con extensiones de vida podría durar casi un siglo.

Con esa notable miopía solipsista yanqui, agravada por la profesión, los economistas concluyen en que la energía nuclear es comparativamente muy cara. Son geniales, esos tipos. Les importa un comino que los coreanos le estén entregando centrales nucleares de 1400 MW a los Emiratos, y construidas en 4 años y medio. Se creen el ombligo del mundo. Y sí, alguna vez lo fueron.

El ridículo es mayor de lo creíble, lector/a. Estas dos grandes centrales que en EEUU estuvieron alrededor de 15 años en obra, responden al modelo AP-1000 de Westinghouse. Muchos expertos, incluso argentinos, dicen que ésa es la PWR perfecta: pese a la considerable potencia de 1250 MWe cada unidad, estas máquinas logran que una parte importante del enfriamiento del núcleo sea convectiva, es decir garantizada no por mecanismos de ingenieros, sino por leyes de la naturaleza, más irrompibles. En caso de detención por accidente de todas las bombas, esa circulación casi inevitable alarga mucho el tiempo de seguridad en que los combustibles se refrigeran sin intervención humana.

Esta joyita yanqui, cuya construcción viene fracasando en casa propia (y aquí viene lo ridículo) fue comprada por China por transferencia de tecnología. Y con el siguiente resultado: desde 2019 hay 12 plantas AP-1000 en «el Reino del Medio» operativas o en construcción: 2 funcionando sin problemas en Sanmen, 2 más en Haiyang y el resto en obra. La cantidad y calidad de proveedores y trabajadores expertos ya hace que se terminen no en 6 años sino en 5.

Es más, los chinos logran precios de terminación de obra inferiores a los presupuestados, por ahorro de intereses al acortarse la obra. Y no es que sean magos, los coreanos acortaron el tiempo de obra aún más. Lógico, tienen una empresa pública, KEPCO, que viene sumando «expertise» nuclear en materia de centrales desde hace décadas, y una tercera parte de la demanda eléctrica nacional es nuclear.

Aislada del continente por Corea del Norte, Corea del Sur no puede no ser nuclear. Es más, no puede evitar serlo cada vez más: en términos funcionales, es una isla eléctrica de industrias intensivas, pero sin gas ni petróleo. La enorme industria pesada coreana es partidaria total de la energía eólica, es decir le gusta la idea de fabricar y exportar molinos. Pero desde comienzos de siglo es una exportadora nuclear de primera línea, y prefiere que la red eléctrica en casa esté libre de inestabilidades de frecuencia y voltaje.

Después de una seguidilla de escándalos entre KEPCO y sus proveedoras, el país tuvo un presidente fervorosamente antinuclear entre 2017 y 2022. Se llama Moon Jae-in, y logró abortar el programa de construcción nueva y extensiones de vida. Sin embargo, la sociedad coreana, por fuerza, es poco tolerante con la imbecilidad. Además, la élite industrial y académica tienen a la vista lo que le está pasando a Alemania con el precio de la electricidad y la huella de carbono, como consecuencia del cierre de sus plantas nucleares.

Alemania se ha vuelto el contraejemplo mundial perfecto de qué no hacer. Creo que fueron los inventores del verso de la «transición energética», o «Energiewende». A su modo, están dando un servicio al resto del mundo.

En 2022 Moon Jae-in perdió las elecciones por goleada. Ese mismo año KEPCO tuvo ganancias netas de U$ 55.650 millones. Parte de la empresa es propiedad de la Caja de Jubilaciones. Digamos que a don Moon Jae-in no se lo extraña. Los jubilados, menos que menos.

China todavía no tiene una tradición exportadora nuclear, como Corea. Sin embargo, vienen creciendo en forma imparable, porque estuvieron formando RRHH nucleares desde los ’70. Es obvio que si no meten gravemente la pata en su campaña de ventas, le van a pasar por encima a la UE y a Norteamérica (incluido Canadá) como con topadora.

China, más experta que los propios yanquis en construir centrales yanquis, de todos modos no las podría exportar.

Los AP-1000 tienen restricciones comerciales. Así las cosas, a las AP-1000 China las simplificó en diseño, les aumentó la potencia, y hoy tiene modelos nacionales por patentamiento: los CAP-1000 y 1400, de la empresa State Nuclear Power Technology Corporation (SNPTC). En las escalas yanquis de modernidad siempre se le pone alguna «generación» a cualquier producto complejo, lo que es más un invento de marketineros que una realidad de ingenieros.

En ese marco mental, los AP-1000 por su combo de seguridad pasiva y activa vendrían a ser de 3ra generación plus. A no olvidarse del plus.

No obstante, la figurita elegida por el gobierno para exportar, por ahora, sigue siendo el Hualong-1. Un vistazo preliminar confirma que viene de France. Efectivamente, es un derivado muy nacionalizado de las centrales de tres circuitos de refrigeración y 2da generación que hicieron de Francia el país más adelantado del mundo en energía nuclear entre 1973 y los años ’90. Oh, la belle France!

En La Década Maldita (los ’90), Electricité de France (EDF) se privatizó con el nombre de Aréva. Por el mismo acto, Francia, con un 81% de electricidad nuclear en su red y el precio eléctrico a consumidor final más bajo de Europa, se dijo a sí misma que la energía nuclear era cara e insegura. Cosas de economistas anti-estado. Sí, son lo peor. Ninguna nación tiene el monopolio de la idiotez, como se ve.

Súbitamente aterrada de sus 64 centrales, Francia dejó de mantenerlas y se entregó con exuberancia gálica al gas ruso, las granjas eólicas… y los tarifazos. Cuando Madame la République se quiso acordar, la mitad de las centrales habían sido cerradas por el ente regulador por oxidadas, el precio del kilovatio hora a los hogares se había multiplicado diez veces en una década, y el pueblo salió a la calle con chalecos amarillos a pedir la cabeza del presidente Macron, por sus tarifazos.

No obstante, dado que el viejo maquinón EDF de 900 MWe todavía hoy es el reactor más construido y probado en el mundo y tiene un record de seguridad sensacional desde los ’80, los chinos quisieron negociar y aprender con Aréva. ¿Quién mejor, y quién más regalado?

Aprenden rápido, los del Reino del Medio. El Hualong-1 es de tercera generación sin el «plus», y es una síntesis de los diseños de otras dos firmas nucleares, siempre estatales; la China National Nuclear Corporation (CNNC) y el de China General Nuclear (CGN). Cada una de estas firmas trabajó con la francesa Aréva y cada una desarrolló buenas centrales. Pero ambas, para el gusto chino, adolecían de demasiados sistemas y componentes de propiedad intelectual francesa.

El Partido Comunista Chino permite la competencia interna de sus empresas estatales hasta que resulta estúpida, o pro-francesa en este caso.

Ordenó a CGN y CNNC que unificaran y «chinificaran» sus diseños. Los acuerdos entre CNNC y CGN se hicieron a puertas cerradas y con uso de kung-fu estilo shaolin, tai-chi, pa-kwua-chang, algo wing-chun y otras técnicas dialécticas para CEOs tomadas del coaching ontológico. Cuando por fin se reabrieron las puertas, los sobrevivientes presentaron la Hualong-1. Es la nave insignia oficial y fue construida al toque en China por CGN con las unidades Fangchenggang 3 y 4, seguidas por Fuqing 5 y 6 (a cargo de CNNC).

Y el camarada Xi Jing-ping vio que era buena. Y dijo «Hágase la exportación».

La ACP-1000 que SPNTSC estaba construyendo en la costa de Karachi, Pakistán, ahora se rebautizó Hualong-1, nombre que significa «Dragón Chino», por si a alguno no le quedó claro que es un proyecto «de bandera». La Hualong-1 propiamente dicha, llamada así desde el principio, la que se iba a construir en Argentina en algún «siting» de provincias costeras dos años tras el arranque de Atucha III CANDU en la provincia de Buenos Aires, ésa iba a cargo de CNCC.

Eso no sucedió nunca debido a instrucciones que el gobierno de los EEUU suministró a los gobiernos sucesivos de Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei.

Me interesa contraponer el caso de la India con el de Argentina.

En los ´70, ambos países tenían los programas de centrales nucleares más dinámicos e independientes del Tercer Mundo. Eran los países típicos para los cuales AECL, la Atomic Energy Commission of Canada, desarrolló un raro modelo de central de tubos de presión horizontales, sin recipiente de presión. Tienen la virtud de quemar uranio natural, cuya desganada y lerda reactividad se «polentea» sumergiéndolo en un flujo de agua pesada. Líquido raro en la naturaleza, y muy caro y complejo de purificar.

Se construyeron decenas de CANDU en 7 países, y todavía hoy constituyen el 11% de la capacidad mundial instalada. Las CANDU no sólo hacen independientes a sus dueños de la mafia internacional del uranio enriquecido, sino que desde 1962 a la fecha de hoy son el único tipo de planta nucleoeléctrica que no ha tenido accidentes INES por encima del grado 3. Generalmente ese accidente INES 3 es una rotura de algún caño, con pérdida de refrigerante (el agua pesada es cara), pero sin consecuencias de irradiación del personal de planta, ni mucho menos del exterior de la planta.

No se puede decir lo mismo de las PWR y BWR de uranio enriquecido. Protagonizaron los accidentes de Three Mile Island, 1979 (un INES 5), y de Fukushima, 2011 (un INES 7 difícil de superar).

El lado peor de las PWR y BWR no es tanto técnico como geopolítico: si no tenés enriquecimiento local de uranio y dependés del suministro externo, los dueños de la pelota mundial te pueden hacer boicot de entregas y dejarte en apagón.

En suma, los «peros» a las centrales de uranio enriquecido son, insisto, más políticos que técnicos, si uno valora un poco la soberanía de su propio país. Objeciones puramente técnicas a las plantas de uranio enriquecido, se me ocurren cinco o seis, y eso antes de haber desayunado, pero en general son también más geopolíticas que técnicas.

Sin embargo, la presión de los EEUU sobre los clientes prospectivos de AECL y sobre los medios y la cancillería canadiense terminaron con que los canadienses se hicieran antinucleares y abandonaran la construcción de su propia máquina, de su propia tecnología, y que la dejaran de exportar.

AECL quebró, tras haber construido 49 centrales en 7 países, entre ellas Embalse, en Córdoba, nuestra mejor planta eléctrica sin discusión, con mayor factor de disponibilidad que el mismísimo río Paraná. Las CANDU son plantas que por seguridad y disponibilidad siempre estuvieron entre las mejores del mundo por lejos. Lo dicho, nadie tiene el monopolio de la estupidez y tirotearse los propios pies es una costumbre mundialmente muy distribuida. Podemos dar clase, aquí.

Ahora, en pleno segundo renacimiento nuclear en Occidente, Canadá se da cuenta de que en toda nuestra parte del mundo faltan 100.000 ingenieros nucleares, gente que en las últimas 4 décadas se dedicó a estudiar otras cosas para no tener que emigrar o morirse de hambre. En conclusión, Canadá todavía tiene 18 centrales CANDU que le dan 15 GWe instalados, pero por limitaciones de suministro y RRHH, están más bien dedicados a hacerles extensión de vida que a construcción nueva.

Sólo preveen la construcción de 2 GWe, lo cual es nada. Y sus vecinos al sur ya están haciendo todo lo posible porque se construyan con tecnología de General Electric, uranio enriquecido. Hace décadas que vienen tratando de hacerlos olvidar de la tecnología CANDU, y con todo éxito. Es bastante lamentable.

Haberse transformado industrial y diplomáticamente de colonia inglesa en colonia yanqui no ayuda. Por algo los canadienses vienen aquí a garronear agua pesada. Tenemos la mayor fábrica del mundo en Arroyito, Neuquén, con 180 toneladas por año (cuando la reabramos, Macri la cerró en 2017, y sus dos continuadores no quieren reabrirla).

Los canadienses supieron tener unas quince veces más capacidad de producción de agua pesada que nosotros… pero desmantelaron sus fábricas a fines de siglo. El ruido antinuclear que les llegaba del sur los disuadió de la energía atómitca. Ruido proveniente del país donde Westinghouse diseña la mejor PWR del mundo y luego quiebra porque sus contratistas no logran terminarla en tiempo y forma. Dándole bola a esos maestros, Canadá rifó casi todas sus cadenas de provisión y sus carreras de ingeniería nuclear.

La adopción del pensamiento del que te tiene secuestrado es un asunto policial frecuente, cuando hay toma de rehenes. Se llama técnicamente «Síndrome de Estocolmo». La simpatía del secuestrado por el pensamiento y las decisiones del secuestrador eliminan tu sensación de peligro, no tu peligro. Supongo que los canadienses están tratando de salir de ese círculo de ideas circulares.

Más sucinto, el Dr. Franco Varotto, fundador de INVAP y de la CONAE, a nuestros dirigentes políticos, diplomáticos y económicos son síndrome de Estocolmo los llama «colonizados mentales». Aquí son muchos más y mucho peores que en Canadá.

La India no tiene este problema, lo que no significa que no tenga problemas. En cualquier momento Mumbai derrota a Beijing como capital mundial del smog, por cómo le pega la India al carbón.

Pero de la plantita CANDU de 225 MWe que compraron a Canadá en 1963, los indios han desarrollado una cantidad de centrales mayores, con la de 700 MWe como nuevo standard. La marca india es NPCIL, es decir estatal y nacional. Tienen 24 máquinas en línea, de diversos modelos, potencias y añadas pero salvo dos soviéticas, todas de tecnología nacional y sin ataduras de propiedad intelectual con Canadá. En total suman 8,1 GWe, y antes de 2032 el gobierno de Narendra Modi quiere añadir 18 gigavatios instalados nuevos, NPCIL tipo CANDU, por 13,8 GWe.

El Reino Unido fue una capital del diseño nucleoeléctrico hasta tiempos de la premiere Margaret Thatcher, quien decidió hacer de su país un emirato gasífero con elecciones, y de Londres un paraíso fiscal dedicado a la timba financiera mundial. Las centrales viejas inglesas (todas lo son) jamás habrían sido autorizadas en nuestro país. No tienen siquiera edificios de contención gruesos y estancos, a prueba de explosiones internas de vapor. Tienen meros galpones.

Décadas de timba financiera y exportación de gas dejaron al Reino Unido sin industrias transformadoras y lleno de pobres. Ahora les tocó cerrar sus viejas centrales nucleares refrigeradas a gas, demasiado inseguras como para que se autorice su extensión de vida. Apa, Su Graciosa Majestad, dueña de tanto campo gasífero (sobreexplotado) en el Mar del Norte, de pronto se da cuenta de que puede quedarse sin electricidad de base. 80.000 ollas populares se las banca cualquier Tory, ¿pero a oscuras?

Con tanto factor de penetración de renovables los de la Rubia Albión suponen que van a tener problemas de frecuencia o voltaje con la red eléctrica, demasiado dependiente de gas que ya empieza a escasear, y de viento que hay a veces sí y a veces no. Ergo, se quieren renuclearizar a escape. Las ganas…

Lo van a tener que hacer con centrales extranjeras del consorcio europeo EPR, dirigido más bien por Francia, que tardan décadas en terminarse por los obvios problemas de desindustrialización a pie de obra, y de evaporación de los viejos y excelentes RRHH franceses en el área. A los súbditos de su Graciosa Majestad les queda la opción de comprar centrales CGN y Hualong-1 chinas de reemplazo, y llave en mano rabioso, sin participación de la industria inglesa.

Pero en vista de las tensiones de preguerra en el Estrecho de Taiwan, ahora es difícil que EEUU vaya a permitirlo.

Lo único nuclear y en funcionamiento con marca inglesa son los motores de la flota de submarinos de Inglaterra, todos PWR muy chicos, todos Rolls Royce. Esa misma empresa está siempre diseñando otros PWR que bautizó como SMR (Small Nuclear Reactors), porque en Occidente ahora hay que ser pronuclear, pero no mucho. Onda que lo políticamente correcto son sólo las centrales chicas.

A China le interesó la idea de las centrales compactas modulares, y construyó dos con tecnologías muy divergentes entre sí y de la línea PWR. Con el CAREM en construcción, somos el tercer país del mundo en hacer un SMR mientras EEUU habla de hacer muchos y distintos SMRs.

Nosotros no hablamos tanto y le damos al hormigón reforzado. Pero, se sabe, somos constructores intermitentes. Como pasó con Atucha II, toda vez que gobiernan neoliberales crudos, la obra del CAREM se abandona. Por presiones adiviná de qué país.

Rusia piensa casi duplicar su capacidad nuclear instalada. Es obvio que deberán hacerlo, si quieren seguir exportando gas y petróleo tan a lo bestia como hoy. Las centrales rusas VVER probaron ser excelentes desde los ´70. Dan electricidad de base y los rusos, con necesidades eléctricas gigantes debido al clima, no piensan hacer el error francés, o alemán, de sustituir plantas nucleoeléctricas con molinos de viento. A menos que inventen cómo fabricar viento.

ROSATOM es la mayor exportadora de centrales nucleares del mundo. Vender este tipo de máquinas puede abrirle camino mundial a otras manufacturas rusas complejas. La chapa de país nuclear tal vez le sirva a futuro a Rusia para esquivarle a las tarifas aduaneras anti-carbono. En cuanto a energía solar, es fama que a veces brilla el sol en territorio ruso, al menos en Crimea. Pero no mucho.

Lo cierto es que hoy ROSATOM parece destinado a ser el Number One mundial durante también la próxima década, para poca alegría de China, que va a tener que competir contra Corea y Rusia. EEUU dice que quiere participar en esa carrera. Sí, entiendo, yo también quiero correr las 24 horas de Le Mans, pero no tengo un sport prototipo ni sabría manejarlo.

Una de las causas por las cuales EEUU está fuera del ring es que hoy importa de Rusia una cuarta parte del combustible nuclear enriquecido de sus 94 centrales. Si Putin se enojara en serio con los EEUU, podría dejarlo en apagón.

Mirando entonces en los gráficos de abajo la situación mundial, es obvio que no existen las transiciones energéticas según las fabularon los europeos. Hay dos situaciones mundiales bien distintas: la de ese Occidente del que nos jactamos de tener carnet, y la de Eurasia Oriental, punto.

Allí en Oriente no hay un renacimiento de la electricidad nuclear, ni primero ni segundo. Es que pese a Chernobyl y a Fukushima, no hubo una muerte de la energía nuclear. Hay demasiada población, demasiada demanda de potencia, pocos recursos naturales y poco tiempo para pavadas.

Por tercera vez, le pido interrumpa la lectura de mi apasionante prosa y mire los gráficos de abajo. ¿No estamos faltando, allí?

Mire, sin la intervención de una larga lista de chorros y vendepatrias que alguien deberá hacer alguna vez, deberíamos figurar con 20 o 30 GWe en línea, 20 más en construcción, y como una molestia importante en los planes de exportación de centrales de los rusos. Deberíamos tener tantos gigavatios nucleares instalados como la India. Deberíamos ser socios nucleares mayoritarios de Brasil. Hasta 1982, íbamos en esa dirección.

Los canadienses, que hoy quieren hacerle resucitación cardiopulmonar a su otrora majestuoso programa nuclear, nos tendrían que estar comprando el 40 o 50% de los componentes de sus centrales. Y se los estaríamos vendiendo «de taquito», porque la CANDU Argentina tipo, de 700 MWe como las NPCIL de la India, esa máquina que el Ing. José Luis Antúnez llama «Proyecto Nacional», la habríamos diseñado con los mismos caños y componentes tubulares con que se hacen todas las centrales de uranio natural del planeta, incluidas las NPCIL de la India, las CANDU de China, Corea y Rumania, y nuestra Embalse.

La central que imagina Antúnez es algo más potente que la de Córdoba, con un edificio de contención distinto, seguramente más alto y robusto, y partes y componentes intercambiables con todo el resto del ecosistema nuclear CANDU del mundo.

En cambio seguimos con las centrales que estaban en construcción en 1981. Seguimos también con el CAREM, que este gobierno TAMBIÉN decidió no terminar. Y contando…

A finales de 2023, la capacidad mundial de energía nuclear era de 396 gigavatios (GW). Otros 299 GW están en desarrollo o anunciados. Medidos según la necesidad de electricidad limpia de carbono, y teniendo en cuenta el desastre climático generalizado en que ya nos hemos metido, 299 GW es un poco «too little and too late», como dicen los gringos.

El gráfico que se ve abajo da el panorama visual de los países que están (o dicen estar) a la vanguardia de esta capacidad. Los datos son del Global Energy Monitor.

¿Puedo considerar a EEUU y Francia los dos mayores fracasos de Occidente? Sí, pero hay que incluir a Alemania y Canadá como contendientes cercanos. El lector dirá.

En EEUU, la decisión de poner carbón, gas, eólica, solar o nuclear siempre fue asunto de privados. También fue cosa de privados el diseño y construcción. Impresionante, la construcción, entre los ’50 y fines de los ’70. En cambio el programa de centrales nucleares francés, el más exitoso del mundo durante el siglo pasado, fue todo obra del estado. Murió cuando se privatizó. El chino y el coreano son estatales.

¿Alguna conclusión de todo esto? Mejor tenerla, porque nuestra empresa de diseño, construcción y operación nuclear, NA-SA, acaba de caer en manos de mesadineristas. No es imposible que traten de hacer guita la empresa, para fugarla. Legalmente la tienen difícil, ¿pero cuándo la ley ha detenido a un cacique de la City?

Los dos programas de centrales más exitosos del mundo, según crecimiento y exportaciones, hoy son el chino y el ruso. También, absolutamente estatales. Apoyados por miles de empresas privadas en las cadenas de suministro, por supuesto. Ahí es donde se produce la mayor cantidad de empleo calificado.

Como resumió muy bien Jorge Sabato: la nuclear es una industria industrializante.

Si Argentina hubiera continuado el rumbo nuclear que tuvo entre 1950 y 1982, hoy tendría decenas de miles de proveedores metalúrgicos, metalmecánicos, electromecánicos y electrónicos «de calidad nuclear». Y éste sería un país muy industrial, muy educado, bastante distinto de la distopía económica, social y política en la que nos metimos.

No quería irme sin esa observación.

Daniel E. Arias

Capacidad nuclear actual por países

En la actualidad, EE.UU. posee la mayor capacidad de energía nuclear, con un total de 102 GW en 94 reactores. Las centrales nucleares están repartidas por todo el país, con 28 estados que albergan al menos un reactor.

Francia (64 GW) y China (58 GW) tienen la segunda y tercera mayor capacidad nuclear, respectivamente. Los otros países que figuran entre los cinco primeros son Rusia (29 GW) y Corea del Sur (27 GW).

Capacidad nuclear prevista por país

Teniendo en cuenta las centrales en construcción, preconstrucción o anunciadas, la capacidad nuclear mundial aumentará a 695 GW. Esto representa un aumento de más del 75%.

El mayor aumento de la capacidad prevista procederá de China, que añadirá 118 GW. Esto representa un aumento del 204% con respecto a los niveles actuales. Por su parte, India añadirá 32 GW, lo que representa un aumento del 420% de su capacidad total.

Rusia (+21 GW), Reino Unido (+15 GW), Turquía (+15 GW) y Francia (+12 GW) también prevén aumentos relativamente importantes de su capacidad nuclear. Por el contrario, Estados Unidos (+7 GW) sólo prevé un aumento del 7%.