El Instituto de Pesca hace una muestra en Mar del Plata este sábado

El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) realizará el sábado, entre las 13 y las 17, una muestra abierta a la comunidad en el estacionamiento de su edificio, ubicado en Paseo Victoria Ocampo Nº 1, Escollera Norte, donde dará a conocer cómo genera conocimiento científico.

“Bajo el lema “#SOMOSINIDEP”, convocamos a marplatenses y turistas a conocer cómo generamos conocimiento científico y la relevancia del Instituto, a fin de mantener la sostenibilidad de los recursos pesqueros y ecosistemas acuáticos de nuestro país y lograr la sustentabilidad de las pesquerías e industria pesquera en su conjunto”, comunicaron.

En este sentido se adelantó que en la jornada se realizará una muestra interactiva de las distintas actividades que desarrolla el Instituto, con ejemplares de las distintas especies, material de estudio, muestras de agua para observar los ejemplares más diminutos del mar, las artes de pesca, juego interactivo “Escuchando bajo el Mar” y una muestra de fotografía científica, entre otras actividades.

Para los más chicos, el Instituto pondrá un espacio de dibujo y de juegos. Allí podrán armar rompecabezas o jugar a reconocer el sector del Mar Argentino en el que vive cada una de las especies.

“Invitamos a la comunidad marplatense y turistas a compartir una tarde con el INIDEP y conocer las actividades e investigaciones que desarrollamos por los recursos pesqueros, los ecosistemas acuáticos y la soberanía de nuestro país”, manifestaron los organizadores del evento.

Por último, se informó que se aprovechará la jornada para realizar una colecta de alimentos no perecederos y ropa, que luego será donada al Hogar de la Hermana Marta.

Brasil avanza con ensayos clínicos de una vacuna monodosis contra el dengue

En AgendAR brindamos por la decisión de Brasil de fabricar (bajo licencia) la vacuna antidengue de Merck: es monodosis y Lula parece haber conseguido un precio mucho menor que la superpoblada Indonesia. Sin embargo, en las condiciones de adquisición que logró Brasil hay una derrota diplomática evidente del Mercosur, por ausencia. Y la culpa es fundamentalmente de Argentina.

Brasil tiene 217 millones de habitantes, la Argentina 47, Paraguay 7,5, Uruguay 3,5, Bolivia 12,5; total:  287,5 millones de personas expuestas al dengue, que viene «reloaded» por la tropicalización del clima de los cinco estados, intercurrida este año por las lluvias de la Niña. 

¿Se habría podido negociar mejor en bloque con la Merck? Probablemente sí, y no sólo en el precio de la vacuna sino en su fabricación y distribución entre los cuatro miembros plenos más Bolivia. Este país pidió ingreso en 2015 y todavía espera y espera. Y sigue esperando. 

Omito a Venezuela, con sus 29,3 millones, expulsada por los gobiernos de Mauricio Macri en Argentina, Jair Bolsonaro en Brasil, Luis Lacalle Pou en Uruguay y Horacio Cartes en Paraguay. Casi, casi, los mismos gobiernos que impidieron e impiden el ingreso de Bolivia al bloque.

Ante cualquier pulseada con empresas, naciones o bloques externos, las cuatro fortalezas inherentes del Mercosur son su territorio de casi 15.000 millones de km2, su demografía en auge debido a la juventud relativa de su población, la capacitación de recursos humanos científicos, tecnológicos e industriales de Brasil y Argentina, y en cuarto lugar, los famosos recursos naturales. 

Estas cuatro ventajas comparativas para negociar asuntos serios se diluyen en la nada cada vez que, sea por votos o por botas, por togas o por gatos, accede al poder la derecha globalitaria, alineada con Washington. Su objetivo invariable desde 1987 ha sido debilitar el Mercosur y adherir a otros pactos, como el ALCA en el 2004, o el que periódicamente nos ofrece la UE. Todos vienen con el mismo menú fijo: vender naturaleza cruda barata, no fabricar nada complejo, convivir con alto desempleo y alta pobreza, pagar para endeudarse más, y expresar una obediencia diplomática perfecta hacia la OTAN.

En aras de la desindustrialización de su propio país, Bolsonaro bajó drástica y unilateralmente el arancel aduanero brasileño. Esto destruyó el arancel común fundacional del Mercosur (un 30% en algunas manufacturas) y «obligó» (haceme reír) al resto del bloque a seguir sus pasos. Se tiraron «de palomita».

Durante la pandemia de Covid fue imposible trazar una estrategia común del Mercosur, porque en este bloque los planetas casi nunca se alinean a favor de las urgencias comunes. Bolsonaro, en Brasil, negaba que la pandemia existiera, aunque también afirmaba que era china (¿entonces existía?), mientras promovía la ingestión de lavandina como terapéutico (lo que mató a algunos centenares de sus seguidores más convencidos). Sobre todo, «El Bolso» se negaba a encarar una campaña nacional de vacunación, y menos que menos coordinar el desarrollo de una nueva y propia del bloque con la verdadera potencia biomédica, biotecnológica y sanitaria del bloque, Argentina. 

Y la Argentina de Alberto Fernández, siempre pisándose el poncho, demoraba el desarrollo, testeo y licenciamiento de la vacuna de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y fabricaba vacunas AstraZeneca en mAbxience, una empresa del grupo Insud. Esta firma de Garín, provincia de Buenos Aires, llegó a producir hasta 40 millones de dosis mensuales… para México.

Aquí no quedaba ninguna. Eso, sin haber asegurado antes siquiera la inmunización de los alrededor de 14 millones de argentinos más vulnerables, por su edad y/o su profesión. Albertismo puro.

Llegada de las primeras Sputnik-V a la Argentina.

La inoculación masiva sólo empezó en otoño-invierno de 2021, con la llegada creciente de las vacunas Sputnik-V y Sinopharm, rusa y china respectivamente, ambas muy efectivas. Compra decidida por la ministra Carla Vizzotti, criticada por la derecha peronista y aborrecida en su momento por el PRO, la UCR y Cambiemos. Al punto que la diputada Lilita Carrió hizo denuncia penal contra el gobierno «por envenenamiento» (SIC) con la fórmula rusa. Estas dos importaciones hoy serían impensables, por pecado de origen, para el gobierno de Javier Milei.

Al propio Fernández el pecado original de la Sputnik-V parece haberlo incomodado, porque en cuanto pudo compró Pfizer y Moderna, a precios muy convenientes (para ambas empresas). Para rematar una trayectoria algo pestilente en el manejo de esta crisis, el Ministerio de Salud a fines de 2023 y cuando el Covid ya había casi desaparecido, la licencia regulatoria para la vacuna de la UNSAM, unas 10 veces más barata y de igual efectividad que las estadounidenses. Para sorpresa de nadie, el MinSal de Milei compró Moderna, por si el Covid vuelve.

Con todo, los números argentinos de muertos cada 100.000 habitantes por Covid fueron inesperadamente de los mejores en la región. Algo habremos hecho bien. Y en Brasil, en forma esperable, de los peores.

Hoy la epidemia es otra, y con otros números. Por el cambio climático, ahora hay dengue en el sur de Europa, en Estados Unidos e incluso en el Sudeste Asiático, China y Australia, y no va a desaparecer solo. En realidad, es muy improbable que desaparezca. 

Si esperamos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) repita su patriada de 1981, cuando logró la extinción a escala planetaria del virus de la viruela, más vale conseguirse un banquito. El Ortopox variola, el virus causante, es el que más humanos ha matado desde la prehistoria hasta 1987. Hoy esa entidad, así como todas las de Naciones Unidas, están dominadas por EEUU, es decir, por las Big Pharma. El juego no es erradicar enfermedades sino hacer plata. A menos que haya ricos amenazados en países ricos.

La buena negociación de Lula con Merck podría haber sido una mucho mejor si al menos nuestra cancillería le hubiera hecho un guiño a Itamaraty para encarar. En el Mercosur, Brasil y Argentina suman mucho más que dos. Pero como viene sucediendo durante casi toda la historia del Mercosur, aquí ahora tenemos un presidente que lo detesta, y en Brasil uno que sabe que, por ahora y hasta nueva noticia, con Argentina no se puede contar para ningún emprendimiento regional científico, tecnológico o de salud pública.

Nuestra cancillería siempre tiene otras prioridades, y la principal hoy es rifar más de un siglo de neutralidad argentina ante las guerras del Hemisferio Norte. Por su parte, el nuevo, casi invisible, casi inmaterial Ministro de Salud, Mario Russo, avisó que al dengue se lo combate con mangas largas y absteniéndose de usar bermudas. Recomendó colores claros. Al fin un médico «fashion».

Entre tanto, agregó que el gobierno -principios son principios- no hará ninguna campaña de vacunación, que la vacuna antidengue Qdenga que Brasil consiguió a un precio excelente (U$ 19) no es mala, y que en Argentina se la ponga quien quiera (aquí vale U$ 130). La libertad es así: cara. Russo tocó a «sálvese quien tenga».

Hay 250.000 casos de dengue registrados en Argentina, y un 2500% de aumento interanual de enfermos respecto de 2023. Por la cantidad de enfermos que cualquier porteño o cordobés conoce, ese número no es de confiar. El dengue es una enfermedad bastante demoledora y de recuperación lenta para quienes hacen síntomas, y el 5% hace síntomas serios, y máxime los pibes y adolescentes. Morir de dengue hemorrágico es espantoso: todo el circuito circulatorio se vuelve permeable y derrama sangre en todas las cavidades e insterticios humanos, incluida la calota craneal, o la expele por todos sus orificios, incluidos los ojos.

Las vacunas efectivas, como la Qdenga, no sirven sólo para salvar individuos. El suministro masivo crearía «inmunidad de manada»: el virus tendría grandes dificultades para transmitirse por contagio, aunque sobren mosquitos Aedes. Sería como con los taxis tras un ajuste: sobrarían autos, pero vacíos de pasajeros.

Sin vacunas y con clima a favor, el problema con esta enfermedad es que la hembra contaminada con virus DENV-1, 2, 3 y 4 pone huevos. Que hoy pueden aguantar sin problemas los flojos inviernos de la Llanura Chacopampeana, y de los que las larvas emergen ya contaminadas. 

Es esperable que en julio de 2024, cuando vuelve un ciclo climático Niña, quizás con sequía y frío, la población total de Aedes de las megalópolis argentinas baje. Pero ya hay población mínima estable, la que ya nos compramos con décadas de inacción, y tras una epidemia tan brutal como la actual las próximas camadas de mosquitos nacerán mayormente infectadas. De modo que el que se naturalizó argentino no es sólo Aedes vector: también lo es este flavovirus, y en nuestro país sus cepas 1 y 2 en forma preponderante.

Russo no reconoce que hay pandemia. En la próxima primavera, si sigue en su cargo, no reconocerá que se ha vuelto endemia.

Cuando volvamos a tener alguna suerte de gobierno, se impone un ataque por varios frentes: para pegarle a los mosquitos, hay que fumigar los basureros a cielo abierto, los patios de chatarra y toda acumulación de agua en la vía pública con larvicidas como los que fabricaba el laboratorio provincial de Formosa, LAFORMED. Dado que el Aedes aegyptii es un mosquito no sólo urbano sino básicamente intradoméstico, el larvicida tiene que estar al alcance de las familias bajo la línea de pobreza, hoy casi el 52% del total, para usar en sus casas. Lo mejor sería entregarlo gratis, por timbreo, casa por casa, y con folletito de instrucciones de uso, porque este mosquito es bien de hogar: tiene menos calle que Russo.

Pero para ello hay que reabrir la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP), cerrada por decreto «de necesidad y urgencia» del actual gobierno. Nucleaba a más de 30 laboratorios farmacológicos nacionales, provinciales, municipales, militares y universitarios. Uno de ellos, justamente, era LAFORMED.

Los repelentes que fabrica (¿fabricaba?) el Laboratorio Provincial LIF de la Provincia de Santa Fe.

El otro laboratorio provincial que interesa en este trance del dengue es el LIF, que abastece a los hospitales del sistema público de Santa Fe. Es el único en el país que fabrica DEET, o dietiltoluamida, el componente esencial del repelente para mosquitos. Hoy es inconseguible en todo el país por «decisión del mercado». Haciéndola corta, Milei cerró la ANLAP y el monopolio del DEET quedó en manos de la multinacional Johnson, que lo hizo desaparecer a Uruguay y Paraguay. Con lo que si hoy pinta un pulverizador de Off en un súper argento, desaparece en el acto y a cambio de fortunas. Los Johnson y los Aedes lloran de agradecimiento. La libertad es así, emocionante.

Hay dos modos más de pegarle al mosquito Aedes: la esterilización con rayos gamma y liberación sistemática y continuada de millones de mosquitos macho, que son hippones y se alimentan de flores: no pican. Sólo lo hacen las hembras. Pero la cruza de macho irradiado con hembra, infectada o no, es infértil. Lo que logra la liberación de machos es deprimir el crecimiento demográfico de la especie.

Este enfoque fue muy efectivo para destruir a la mosca del mediterráneo de los cuatro oasis frutícolas mendocinos, tarea que lleva a cabo desde hace décadas el ISCAMEN, Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza. El método fue clave para poder exportar fruta mendocina a la UE y EEUU.

En 2019 el ISCAMEN firmó un convenio con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para continuar el desarrollo de la técnica del mosquito Aedes aegypti esterilizado con rayos gamma. Sin embargo, el «core business» del ISCAMEN es otro y el Instituto está medio a trasmano del NEA, del NOA y de la Zona Centro. Habría que criar irradiar y liberar machos de Aedes en las instalaciones del Centro Atómico Ezeiza, de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Que depende de la Secretaría de Energía, es decir de petroleros que jamás entendieron para qué sirve la CNEA. Buen momento para que se enteren.

Hay otra tropelía a hacerle al mosquito Aedes macho y a su progenie: infectarlo con bacterias del género Wolbachia, que en general parasitan crónicamente hasta el 60% de los machos y hembras de casi todas los géneros y especies de mosquito. Cuando el macho está infectado en criadero con una especie de Wolbachia diferente de las que parasitan a las hembras de la región, se logra más o menos el mismo efecto esterilizante que la irradiación con gamma: por algún efecto inmune, no hay huevos. En pruebas de campo, esta técnica redujo en un 97% las infecciones en tres ciudades del Valle de Aburrá, en Colombia.

El principal fabricante de mosquitos Aedes macho irradiados está en Medellín, produce 30 millones de individuos por semana, y el dueño es (redoble de tambores)… Bill Gates. No será Elon Musk, pero quizás el presidente Javier Milei querría sacarse una foto también con él.

Aclaraciones necesarias: los mosquitos irradiados no irradian. Sólo son estériles. Y el género bacteriano Wolbachia no ataca a los humanos.

Entre tanto, el CONICET (Consejo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica) acaba de decirnos cómo NO combatir al mosquito. Hasta este año, el consenso científico común era que las larvas del Aedes aegyptii, que son acuáticas, eran 100% dependientes del oxígeno atmosférico, que aspiran en la superficie con un órgano llamado «sifón», parecido al snórkel de un submarino. Error garrafal, oh intendentes voluntariosos: las larvas se bancan entre 15 y 55 días respirando oxígeno disuelto en el agua, como un pez: cuanto más fría, más aguantan.

De modo que rociar charcos y lagunas con aceites sobrenadantes es perder tiempo y plata. La leyenda urbana (y municipal) de que las larvas de Aedes sólo prosperan en agua bastante pura es otro verso: se bancan casi todos los grados de contaminación con hidrocarburos del agua en cualquier ambiente urbano. El descubrimiento de estas capacidades de supervivencia son de Agustín Alvarez-Costa, becario posdoctoral del CONICET en el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (IBBEA, CONICET-UBA) y de Soledad Leonardi, del Instituto de Biología de Organismos Marinos (CONICET-IBIOMAR), con sede en Puerto Madryn. 

El que no resistirá sin aire es el CONICET, y el gobierno parece muy decidido a ahogarlo. Pero volvamos a la plaga (el dengue).

Hay que combatir también no sólo al taxi sino al pasajero: el flavovirus DENV en sus cuatro variantes. Para eso no hay otra que las vacunas. Visto que su pacto con Merck impide que Brasil exporte su producción de monodosis, habrá que negociar con esta multinacional, o con Takeda, la productora de Qdenga (ya licenciada en casi todos los países con dengue). Pero habrá que hacerlo desde una posición de fuerza. Obvio que no son cosas exigibles a este gobierno: el chancho no chifla.

Nada mejor que inspirarse en la de Brasil. A mediados de los ’90, tenía una epidemia rampante de sida, al menos 600.000 casos contabilizados. Y visto que las multis fabricantes de los antivirales más efectivos pedían precios estrepitosos y se negaban a vender sus fórmulas para fabricación local, el presidente Hernando Enrique Cardoso, económicamente liberal pero nada pelotudo y bastante reacio a comer vidrio, hizo que Itamaraty avisara urbi et orbi que el Instituto Oswaldo Cruz y el Instituto Butantán se ponían a fabricarlos por ingeniería inversa. Es decir a copiarlos por síntesis química aditiva. Y a hacer genéricos. 

La mayor potencia mundial en genéricos, la India, acababa de hacer lo mismo. Pero el estado precursor absoluto fue Sudáfrica, donde en algunas provincias había un 30% de población portadora del HIV. Sudáfrica reventaba económicamente bajo el HIV: se había transformado en el mayor importador mundial de antivirales «de primera marca», por alrededor de 4300 millones de Krugerrands/año.

Este hecho sucedió el 10 de Febrero de 2012 y debería celebrarse como día de fiesta, porque la esencia del BRICS nació ahí, no de una iniciativa china o rusa. Aquel fue el mayor acto de desobediencia del Tercer Mundo ante la angurria de las Big Pharma, y hasta hoy lamentablemente no se ha repetido, y por eso el coronavirus Covid-19 mató a tanta gente (unos 20 millones). ¿Nos quieren hacer juicios de patentes? Métánle nomás. Vayan a la Oficina de Cobros: atiende Magoya. Entre tanto, salvamos millones de vidas de nuestros paisanos.

Para tener una idea, en los años pico de la pandemia de SIDA la dosis anual del mejor antiviral de la época, el dolutegravir, en los EEUU era de U$ 27.000 dólares por paciente. Con genéricos propios, Brasil consiguió el mismo tratamiento por U$ 340 dólares, 79,4 veces más barato. De suministro público y gratuito, por supuesto. Y como estimación de lo que logran genéricos decentes, en 2002 la mortalidad brasuca por HIV había descendido un 50%, y las internaciones, un 70%.

Un contagiado pobre ya no estaba condenado a muerte. Podía vivir casi sano y morirse de viejo o de otra cosa, en lugar de destruido de infecciones oportunistas tras 5 o 6 años atroces. No había «inmunidad de manada», los antivirales no generan eso. Lo que había era una población portadora sana e incluso sexualmente activa, pero mucho menos factible de transmitir el virus HIV por su baja cantidad en sangre, saliva y otros fluidos humanos. El presidente Carlos Menem no imitó a Cardozo, ni se subió a su iniciativa.

Esa rebelión de 2012, por alguna causa, entre 2019 y 2023 no volvió a pintar. No se entiende bien por qué. Pero eso resultó un negocio fabuloso para la Pfizer, Moderna, AstraZeneca y gavillas similares, aunque mató por Covid a 20 millones de humanos en el mundo faltos de vacunas.

Por eso la tercera cosa que proponemos es un pacto sanitario con Brasil, y con todo el Mercosur además, para negociar en forma conjunta con las Big Pharma ante las futuras epidemias, y hacer valer una de las cuatro fortalezas del bloque: somos más de 300 millones. Pero hay que hacer valer también otra fortaleza que da más palanca: tenemos unos biotecnólogos «de la gran siete», como diría el Dr. Conrado Varotto cuando habla de sus ingenieros nucleares o espaciales.

Esto es cierto en biología pura y aplicada, especialmente en Argentina. Somos de la gran siete, lectores. Somos de rompe y raja. A las multis podemos ponerlas entre la espada y la pared, porque si no se avienen a fabricación local y a bajar sus precios criminales, las reventamos fabricando buenos genéricos. ¿Desde cuándo la salud de un pueblo depende más un CEO que de su presidente?

Ésa es una palanca decisiva del bloque, y no la estamos usando. No la hemos usado nunca. En la Argentina, tampoco.

Pero fundamentalmente, ante las epidemias que siguen tan campantes y las pandemias que se nos vienen, el Mercosur tiene que unirse para desarrollar vacunas propias.

Con 3 premios Nobel en biociencias medicas y la mayor parte del mercado farmacológico en manos de empresas nacionales, Argentina, con sus universidades públicas y el CONICET, todavía es LA potencia biotecnológica del bloque. Y Brasil puede fabricar fármacos complejos a gran escala.

Asumir eso empieza a ser un asunto de vida o muerte para los argentinos.

Quienes, por ahora, de presidente para abajo, lo ignoran.

Daniel E. Arias

ooooo

DEL NEW YORK TIMES:

El brote de dengue que afecta a América Latina desde hace tres meses es de una escala nunca vista: un millón de casos en Brasil en apenas unas semanas, un exponencial aumento en la Argentina, declaración de estado de emergencia en Perú, y ahora también en Puerto Rico…

El brote actual presagia un cambio de paisaje para la enfermedad. Los mosquitos transmisores del dengue proliferan en las ciudades densamente pobladas con mala infraestructura, y en los entornos cálidos y húmedos: precisamente el tipo de hábitat que se está creciendo velozmente en todo el planeta a causa del cambio climático.

En los tres primeros meses de 2024, los gobiernos de América Latina confirmaron un total de 3,5 millones de casos, mientras que en todo 2023 hubo 4,5 millones, y en lo que va del año la región registro más de 1000 muertes a causa de la enfermedad. De hecho, la Organización Panamericana de la Salud está advirtiendo que 2024 podría ser el peor año del que se tenga registro en materia de dengue.

Ese veloz cambio del panorama de la infección demanda nuevas soluciones, y los investigadores de Brasil acaban de darnos una luz de esperanza, con el anuncio de que los ensayos clínicos de una nueva vacuna contra el dengue de una sola aplicación arrojaron excelentes resultados de protección contra la enfermedad.

Actualmente, existen dos vacunas contra el dengue, pero una es costosa y hay que aplicarse dos dosis, y la otra solo puede ser administrada a personas que ya tuvieron dengue anteriormente.

El desarrollo

La nueva vacuna monodosis usa virus vivos atenuados de las cuatro cepas de dengue, y fue inventada por científicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y luego cedida con licencia para su desarrollo al Instituto Butantan, un centro estatal de desarrollo científico de la ciudad de San Pablo, y a laboratorios Merck.

El encargado de fabricar la vacuna será ese establecimiento, que ya produce la mayoría de los agentes inmunizadores que se usan en Brasil y tiene capacidad para fabricar decenas de millones de dosis de esta nueva vacuna. En los próximos meses, el Butantan presentará la vacuna ante el organismo regulador brasileño para su aprobación, y la producción en masa arrancaría el año que viene.

Pero para el brote de dengue actual ya no llegan, y para cuando la producción tome impulso y arranque la campaña de vacunación, tal vez también sea tarde para el brote del año que viene. Normalmente, el aumento del dengue es por ciclos de tres o cuatro años.

Y la nueva vacuna no necesariamente ayudará al resto de América Latina: el Butantan solo fabricará la vacuna para Brasil. Los otros países que tienen problemas de dengue tendrán que comprársela a Merck, que todavía no ha dicho cuánto piensa cobrar por cada dosis…

Y por supuesto también hay demanda de una vacuna contra el dengue más allá de América Latina: el mosquito Aedes aegypti ya está propagando la enfermedad en Croacia, Italia, California y otras regiones que no la conocían. Y los lugares acostumbrados a lidiar con brotes leves ahora enfrentan otros sin precedentes: el año pasado, Bangladesh registró 300.000 casos.

En Brasil

El dengue es conocido como la enfermedad “rompehuesos”, por el dolor insoportable que causa en las articulaciones. No todo el mundo experimenta eso: tres cuartas partes de las personas infectadas no presentan ningún síntoma, y entre quienes sí lo tienen, la mayoría de los casos se parecen solo a una gripe leve.

Pero en alrededor del 5% de las personas que se infectan la enfermedad evoluciona hacia un cuadro grave. El plasma, el componente líquido rico en proteínas de la sangre, puede empezar a filtrarse fuera de los vasos sanguíneos, haciendo que los pacientes entren en shock o sufran falla multiorgánica.

Entre los pacientes con dengue grave que son tratados con transfusiones de sangre y soluciones intravenosas, la tasa de mortalidad tiende a oscilar entre el 2% y el 5%. Pero cuando no reciben tratamiento —porque no se dan cuenta de que es dengue y no buscan tratamiento, o por saturación de los centros de atención médica—, la tasa de mortalidad es del 15%.

En Brasil, el actual brote de dengue está afectando más a los niños, y los menores de cinco años tienen la tasa de mortalidad más alta de cualquier grupo etario, seguidos por los de cinco a nueve años. Según el Instituto Oswaldo Cruz, un centro nacional de investigación de salud pública de Brasil, el mayor número de casos confirmados se da entre los adolescentes de entre 10 y 14 años.

Inmunización

En enero, cuando los hospitales de Brasil empezaron a verse desbordados de pacientes con dengue, el gobierno compró todas las reservas mundiales de una vacuna de fabricación japonesa, llamada Qdenga. El sistema de de salud pública la está administrando a niños de entre seis y 16 años, pero este año solo habrá suficiente vacuna para inmunizar completamente a 3,3 millones de los 220 millones de habitantes de Brasil.

Se trata de un enorme esfuerzo nacional que protegerá a unos pocos millones de niños, pero no contribuirá en nada a la inmunidad colectiva.

Y la Qdenga no es barata: en Europa cuesta alrededor de 115 dólares por dosis, y unos 40 dólares en Indonesia. Brasil negoció un mejor precio por cantidad y paga 19 dólares la dosis.

A Brasil, el dengue le cuesta al menos 1000 millones de dólares anuales en atención médica y pérdida de productividad. Y esa cifra no tiene en cuenta el sufrimiento humano involucrado.

Que existan cuatro cepas diferentes del virus del dengue no solo complica el proceso de elaboración de una vacuna: la evolución del dengue hacia un cuadro potencialmente mortal es más común cuando la persona se infecta por segunda vez con una cepa diferente a la que ya tuvo. Qdenga protege contra las cuatro cepas de dengue, y se espera que la nueva vacuna de Butantan también lo haga, aunque los datos publicados hasta ahora muestran que solo se probó contra los dos tipos que circulaban durante la primera parte del ensayo. Se esperan nuevos resultados para junio.

Cuando finalmente pase este brote, habrá millones de nuevas personas que se infectaron y cursaron la enfermedad, con síntomas o no. Y ellos necesitarán la nueva vacuna con más urgencia que nadie.

Por Stephanie Nolen

Pronto sabremos si en el Mar Argentino, frente a Buenos Aires, hay petróleo

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En los próximos días se espera la llegada del buque perforador Valaris 17, de 229 metros de eslora y 36 de manga. Desde Río de Janeiro puso proa rumbo a Mar del Plata. Es grandote, se banca vientos, oleajes y corrientes de altamar, y logra mantenerse estático sobre la vertical de un punto de la corteza terrestre submarina situado a 1500 metros de profundidad.

A partir de ahí, el Valaris tiene que taladrar barro y roca casi 4000 metros más para llegar a una posible formación llena de petróleo y gas. Si el barco rola, cabecea, guiña o deriva mucho, la columna de perforación se rompe. Mucha ingeniería de posicionamiento, la de ese barco.

No va a arruinar el paisaje de Playa Grande con torres de petróleo en el horizonte. Va a estar tan lejos de la costa que, según la línea de visión, va a quedar muy abajo del horizonte, oculto por la redondez de la Tierra. Los marplatenses tal vez puedan ver el Valaris algunas horas en la rada, cuando se acerque a hacer aduana. Pero de allí navegará directamente a las coordenadas de ubicación del pozo Argerich a 315 km de la costa. De torres, nada. Es un barco de exploración, no una plataforma «off shore». Lo único que tiene que producir es información.

En estos días ya esta fondeado en la rada el «supply» Hos Remington, uno de los dos barcos de apoyo logístico del Valaris, que tendrá que reponer mucho stock de caños y de trépanos en su tarea, así como recambiar tripulaciones. También se vio evolucionar dos helicópteros pulsudos, con capacidad para doce personas, cuyos viajes diarios hacia altamar serán, durante dos meses, el único registro para los marplatenses de que suceden cosas en el pozo Argerich .

En pocos meses más, la perforación nos dará la respuesta sobre si la Cuenca Argentina Norte (CAN) en el mar bonaerense logra o no una producción de crudo y/o gas equivalentes a las de la formación neuquina de Vaca Muerta. O mejores, andá a saber.

En AgendAR nos negamos a llamar a la CAN como «la nueva Vaca Muerta» porque no regalamos promesas y el petróleo para venderlo, primero hay que verlo. Tenemos otras causas más para evitar ese jingle particularmente imbécil: la extracción por fracking típica de los esquistos profundos en las secas estepas de Neuquén es imposible en aguas profundas (por suerte). Requiere de mucha agua pura, cien veces más de la que consume unpozo común. Y agua pura es algo que en altamar no hay.

Finalmente, somos ariscos con ese ese slogan petrolero porque suena a vacuno intempestivo ahogado en Playa Grande, animalito de Dios. El marketinero que escribió esa barbaridad carece de toda noción de tecnología petrolera, pero también de sentido del ridículo. Y de política tiene tanto como la revista «Para Tí». Porque reconozcamos que Vaca Muerta produce guita, pero su desempeño ambiental es más impublicable que impecable.

Geólogos de prestigio internacional, de tres empresas diferentes (Equinor, YPF y Shell) consideran que ese primer yacimiento podría producir 200 mil barrilles de petroleo día (bdp). Lo que les falta es demostrarlo. Para eso, el pozo explorador.

Hoy la Argentina, entre todas las cuencas, produce 650 mil bdp . Es decir que el Argerich, si cumple lo que prometen, daría un tercio de la producción actual. Pero, en la misma área CAN 100, hay detectados 19 posibles yacimientos más. Entonces hay que pensar en multiplicar por 10 o 20 esa producción. Y quedan 14 áreas más todavía en la etapa de exploración sísmica.

Nuestro vecino Brasil inició la producción en aguas profundas en 2006 . De no tener petróleo pasó a producir hoy  hoy casi 4 millones de barriles día. Monetizados son unos 100 mil millones de dólares al año, y han convertido a Brasil en el décimo exportador mundial de crudo. El puesto noveno lo tiene Nigeria y el duodécimo, Angola, y la formación offshore es la misma que del Presal brasileño, frente a Rio de Janeiro.

Ese petróleo se produjo con la apertura del Atlántico que separó a Sudamérica de África. Durante un tiempo, mientras el futuro océano era apenas un mar estrecho y somero, acumuló cantidad de algas unicelulares con vacuolas muy llenas de lípidos. Conforme el mar se iba abriendo hacia el Oeste y el Este y volviendo océano, y cada vez profundo, esos depósitos de agua de sus orillas oriental y occidental fueron sepultados por sucesivas capas de otros sedimentos.

Con el tiempo, la cocción a altas temperaturas inevitables en lo profundo de la corteza terrestre, y ante la total falta de oxígeno, las grasas que llenaban las vacuolas de las algas muertas se fueron transformando en cadenas de carbono e hidrógeno. Hidrocarburos, como los llama la Química Orgánica. En algunos casos, migraron por su bajo peso específico desde la roca madre, o generadora, hacia arriba y recalaron finalmente en otros lechos de roca más porosas, la receptora, o «trampa», porque lo retiene. Un yacimiento convencional es eso, aunque esté en el mar y a una profundidad impresionante, típica del talud de la actual plataforma submarina de Sudamérica, donde el fondo baja desde los 200 hasta los 4500 o incluso 5000 de la llanura abisal oceánica.

Las imágenes obtenidas por sísmica indicarían yacimientos similares a los de Río y Santa Catarina frente a las provincias de Buenos Aires y Río Negro. Ya se encontraron otras bien al norte de Brasil, en Surinam. Con bajísima población (200.000 habitantes) y tantas regalías, ése va a ser un país subdesarrollado pero rico y con habitantes ricos e indolentes: un emirato, pero con población mestiza, mulata y algo blanca, que habla en holandés de Frisia, y en sranang tongo.

A los 47 millones de argentinos, los yacimientos del CAN probablemente no nos cambiarán la historia. ¿Ud. conoce algún país pobre que se haya hecho rico, culto e industrializado porque literalmente flota en petróleo? Nigeria no lo logró, México tampoco, Venezuela tampoco, Irán tampoco, ¿seguimos?

La producción del Argerich significaría unos 7 mil millones de dólares año, que irían casi en su totalidad a exportación. En diez o quince años la Provincia de Buenos Aires podría estar exportando más petróleo que soja y maíz, y la famosa restricción de dólares en la economía bimonetaria quedaría como recuerdo del pasado. Eso, de aparecer petróleo explotable (lo que depende de las condiciones físicas de la formación, que se desconocen), y de mantenerse un nivel parejo de precios de los hidrocarburos durante diez o quince años.

Para lo último, conviene revisar los altibajos de los últimos 45 años en que el barril de Brent osciló entre U$ 4 y U$ 180, y trazar alguna media en esa montaña rusa. Y aún así, «es difícil hacer pronósticos, especialmente del futuro», como dijo Niels Bohr. Dato a tener en cuenta: en 2035, dejan de venderse automóviles nuevos con motor de combustión interna en los EEUU. La UE va por rumbos y tiempos parecidos. Los países que decidirán los precios del crudo, sin embargo, serán China, la India y los del Sudeste Asiático. que ya empiezan a ser los grandes consumidores a pura fuerza de demografía e industria.

El offshore tendría un enorme impacto sobre el empleo en Mar del Plata, pero más probablemente en varios otros puertos más al sur. Un estudio de la Consultora Ecolatina determinó que con el primer descubrimiento (el yacimiento Argerich) se van a crear 27 mil puestos de empleo entre directos, indirectos e inducidos. Pero, si como se prevé, se llega en unos años a diez yacimientos en producción, se podría la llegar a la cifra de 212 mil nuevos empleos entre directos, indirectos e inducidos.

Sí, ponele.

Estos niveles de empleo tampoco son un delirio, al menos total. En Neuquén hay 25 mil trabajadores directos, afiliados al Sindicato de Petroleros Privados. Y unos 60 mil mas trabajan en las empresas proveedoras. Los específicamente petroleros tienen niveles salariales muy por encima de la media nacional, aunque pierdo la cuenta de las veces que las patronales y los gobiernos les flexibilizaron los convenios. Y ni te cuento de los gastos que tienen. Es tan barato vivir en Añelo como en Mónaco. Aunque en Añelo hay menos gente viviendo en yates.

¿El gobierno nacional manotearía algo de la CAN? En Neuquén el impuesto a las ganancias impactaría a 43 mil trabajadores, que representan el 31% de los trabajadores registrados en esa provincia. En el país sólo el 8,5% de los trabajadores registrados pagan ganancias.

Con perdón de Ecolatina, el fracking es caro, mucho más caro que el petróleo de formaciones porosas, o convencionales, o «fáciles», como se las llama desde principios de siglo. Pero aún así, la fractura hidráulica de roca generadora profunda es mucho más barata que la explotación del Presal brasuca, offshore y con yacimientos a 7000 metros desde la superficie. Y eso, pese a que el Presal es roca porosa, una serie de trampas perfectas enteramente convencionales.

Pero de fáciles, no tienen nada. Para explotar esas trampas, Petrobrás tuvo que desarrollar tecnología inexistente hasta la fecha. Entre otras cosas porque a esa profundidad la roca es tan caliente que el petróleo sale del lecho del mar hirviendo dentro del tubo, pero luego, ascendiendo por el mismo tubo debido a la presión brutal del yacimiento, debe atravesar 3,5 kilómetros de agua mayormente a 2oC de temperatura. Con lo cual el petróleo se congela y tapa los caños como betún. No es plomería de la fácil, la que sigue.

Y para llegar a esas rocas, Petrobrás debió perforar un kilómetro y medio de lechos subterráneos de sal fósil en estado líquido, por la temperatura de la corteza terrestre a esa profundidad. No se quiera ver la corrosión que el cloruro de sodio derretido a más de 801 grados centígrados genera en los aceros de los trépanos y de los trenes de perforación. La gente cree que los noruegos son los que saben de explotación offshore, pero en general siempre les tocó perforar en plataforma submarina, fondo a 200 metros. En taludes abisales, aprendieron de otros. De los primos brasucas, que son los que reinventaron la industria.

Hasta ahí seguimos a regañadientes este «press release» esperanzado, pero AgendAR vuelve a su papel de abogado del diablo. Si con un sistema de extracción complejísimo, como el fracking, y tras 12 años de explotación decididamente más fácil y barata, Vaca Muerta generó 25.000 empleos directos, ¿cómo creer que un petróleo producido a 300 kilómetros de la costa, a a costos tecnológicos, logísticos y laborales infinitamente mayores, y por ende más caro, va a generar 212.000 empleos directos?

A la cantidad de empleo que genere el petróleo, sea cual sea, hay que sumarle la creación de centenares y miles de grandes y medianas empresas, la recaudación impositiva de todo ese crecimiento económico y las regalías que están obligadas a pagar las empresas. Notoriamente bajas, en Vaca Muerta: 15% y las gracias.

Por todas estas razones, en enero del 2022, cuando algunos dirigentes políticos fueron a la Justicia para frenar el proyecto (y lograron demorarlo un año) el gobernador Axel Kicillof se puso junto a las fuerzas productivas de Mar del Plata, trabajadores y empresarios, para dar la batalla comunicacional y judicial para defenderlo.

Proyectos de esta magnitud exceden los periodos de cualquier gobierno nacional o provincial. Vaca Muerta se inició en 2013 durante el gobierno de Cristina Fernandez. Pasó y creció a través de los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernandez. Recién en 2023 tomó su ritmo pleno, y este 2024 las empresas programan invertir nueve mil millones de dólares en esas estepas, la mayor inversión privada de todo el país. Es decir, pasaron cuatro gobiernos nacionales hasta que el proyecto maduró y comenzó a dar resultados.

Con el offshore de la Cuenca bonaerense, si se cumplen las predicciones de los geólogos, luego vendrá el mismo camino largo. Sólo que entre 2035 y 2045, según vienen las cosas, es posible que la economía de los países occidentales desarrollados se haya desacoplado bastante de los hidrocarburos, tanto en la producción de electricidad como en el transporte.

Vale insistir en esto: quienes vayan a decidir si petróleo sí o petróleo no son los países asiáticos, no los bloques tilingos como la UE o el NAFTA. Y sobre todo, los que tienen puertos marítimos hiperactivos. Son todas ciudades inundables o ya inundándose por el recalentamiento global, que levanta el pelo de agua de los océanos. Jakarta, en Indonesia, como ejemplo de libro. Muy aplicable a China, y de la India ni hablemos.

En Suecia, que ventajea bastante al resto de la UE en materia de planificación energética, los autos que más se venden son eléctricos, lo que significa que recargan sus baterías en estaciones de servicio alimentadas en un 40% por centrales hidroeléctricas, en otro 40% por nucleares, y en el 20% restante por renovables. China hoy es el paraíso del auto eléctrico, pero la electricidad china se produce mayormente quemando un infierno de carbón. De modo que allí los autos eléctricos chinos son MUY contaminantes… sólo que lejos de su dueño.

Para este proyecto sería de desear que Asia tarde mucho más en seguir los pasos de Suecia y siga demandando horrores de hidrocarburos. Todo va en esa dirección por ahora, pero además del anegamiento costero urbano, otro límite son la tasa de mortalidad por contaminación aérea y otras pérdidas económicas y humanas por enfermedades tropicales secundarias al recalentamiento climático. En las megalópolis chinas la muerte por EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) es muy común y le saca casi una década de expectativa de vida a los pekineses. Y de yapa, están las patologías circulatorias, todas secundarias a la contaminación aérea, que es indescriptible.

Esto aumenta las discapacidades e internaciones precoces, y drena las arcas del estado. Todas las grandes ciudades-puerto asiáticas son tremendamente vulnerables al aumento del nivel marino y a la violencia y frecuencia creciente de los tifones. Y los inundados cuando se vuelven «homeless people» generan inestabilidad social y política.  

Hace cuatro años en su mensaje de apertura de sesiones legislativas el 1 de marzo del 2020, el gobernador Axel Kicillof expresó : “Queremos convertir a la provincia de Buenos Aires en una provincia petrolera.”

Es bastante probable que esto suceda y básicamente por mérito «del Kichi». Lo que en AgendAR no sabemos es cuál será la medida de ese éxito, y su duración: desde cuándo y hasta cuándo. El Kichi tampoco lo sabe, pero va para el frente.

Blanco sobre negro, el Argerich es un pozo de exploración, no de explotación: sólo nos dirá si geológicamente nos tocó pato o gallareta. Todavía vale la pena apostar a pato.

Pero no agrandemos demasiado el pato.

Daniel E. Arias

Universidad Di Tella: La pobreza aumento hasta el 51.8% en el primer trimestre del 2024

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El informe señala que desde que asumió el presidente Javier Milei se sumaron más de 3 millones de nuevos pobres.

Un relevamiento realizado por la Universidad Torcuato Di Tella muestra que Argentina sumó 3,2 millones de personas que cayeron en la pobreza durante el primer trimestre del 2024, lo que significa que alrededor de un millón de personas ingresaron en la línea de pobreza por cada mes de gobierno de Javier Milei. La pobreza en Argentina alcanzó el 41,7% en el segundo semestre de 2023

La pobreza alcanza al 48,3% de la población urbana según los cálculos de la Universidad Di Tella y hay 22,6 millones de argentinos viviendo bajo la línea de pobreza. 

El estudio de la Universidad Torcuato Di Tella mostró que la tasa de pobreza fue del 48,3% para el semestre octubre-marzo. “La incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 44.9% para el cuarto trimestre de 2023 y 51,8% para el primer trimestre de 2024″, indica el informe. 

En el estudio se estima la incidencia de la pobreza medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares pobres, en forma semestral. El mismo se actualiza todos los meses en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec junto a las variaciones de la Canasta Básica Total del organismo, la inflación y a la proyección de los deciles de ingreso total familiar. 

La medición de la Di Tella sugiere que alrededor del 48% de las personas en el país viven en hogares urbanos pobres, es decir 14,2 millones de argentinos sobre un total de 29,3 millones.

Caputo discute con los gobernadores la apropiación del Fondo de Garantía de ANSES

El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de Anses tiene en su poder bonos del Tesoro por más de USD 31.300 millones, lo que representa poco más del 10% de los títulos públicos y letras emitidas por el sector público nacional. Esa es la proporción de deuda que el ministro de Economía Luis Caputo podría deslistar si el Congreso aprobara la última versión de la ley Bases que el oficialismo envió a los gobernadores para empujar su discusión en el parlamento.

La iniciativa vuelve a propiciar cambios en el paisaje de la deuda pública y que están relacionados al fondo inversor del organismo previsional. Le da menos libertades que en el primer intento que hizo La Libertad Avanza (LLA) para aprobar su ley. La diferencia central es que mientras en las extraordinarias llegó a debatirse si el Palacio de Hacienda podía hacerse no solo de los títulos del Tesoro en poder del FGS sino también de la participación accionaria en algunas de las compañías privadas más importantes del país.

Finalmente el ida y vuelta en ese primer ensayo, y en la versión oficial enviada esta semana a los mandatarios provinciales y a los bloques de la oposición en el Congreso dejó firme la intención de “consolidar” la deuda pública, que permitirá al Ministerio de Economía quitar de circulación todos los bonos del Tesoro nacional que formen parte de la cartera de Anses. Las acciones seguirán en manos del fondo inversor.

El artículo 56° de la iniciativa que la Casa Rosada giró a los gobernadores para preparar la negociación prevé la “consolidación” de la deuda pública en manos de entidades del sector público. Es una medida que excluye las tenencias de activos del Banco Central o el Banco Nación pero que incluye taxativamente al fondo inversor de Anses. “Los títulos de deuda pública que sean consolidados de acuerdo con lo establecido en la presente ley serán transferidos a una cuenta de titularidad del Tesoro Nacional, en donde se cancelarán por confusión patrimonial”, reza el artículo 58°.

En el artículo siguiente, el 61°, el Poder Ejecutivo buscará establecer qué tipo de inversiones queda habilitado para hacer el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Así, estipula que la Anses “podrá invertir el activo del Fondo administrado” en acciones, obligaciones negociables de sociedades anónimas nacionales, mixtas o privadas y futuros y opciones sobre esos títulos valores. También deroga un artículo 76° de la ley N° 24.241, que es el que le pone topes a qué peso pueden tener en la cartera total cada tipo de inversión.

Fuente: Fondo de Garantía de Sustentabilidad del AnsesFuente: Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Anses

Según información actualizada recientemente por la Anses, el FGS tiene en su cartera unos USD 31.317 millones de bonos del Tesoro nacional, un aumento de 22% en comparación con los USD 25.665 millones de enero, lo que podría atribuirse al paulatino atraso cambiario tras la devaluación de diciembre. De esa manera, si la ley se aprobara y el Ministerio de Economía pudiera deslistar esa porción de bonos, eliminaría poco más del 10% de los bonos y letras del Tesoro -en pesos y dólares- en circulación, que según datos de febrero de la Secretaría de Finanzas ronda los USD 296.000 millones.

En detalle, el FGS cuenta con tenencias de 33,5 billones de pesos en títulos del Tesoro en moneda local, un 72,3% del total de su cartera a febrero pasado. De ese total, el 45,3% (15,1 billones de pesos) corresponden a títulos atados a la inflación, otro 36,3% (12,1 billones) a bonos indexados al tipo de cambio oficial y con participaciones mucho menores otros 4,9 billones de un título en dólares a tasa fija.

Otro 12,9% de las inversiones de Anses están explicadas en acciones de empresas. La principal es Ternium, de la que posee acciones por un valor de 898.785 millones de pesos, lo que representa un 15% de la cartera total accionaria y solo un 1,9% de las inversiones totales del FGS. Le siguen más atrás el Banco Macro ($786.336 millones), Grupo Financiero Galicia ($636.298 millones), Pampa Holding ($554.885 millones), Transportadora de Gas del Sur ($541.159 millones).

En menor proporción, el FGS tiene en su poder obligaciones negociables por un total de 2,6 billones de pesos, de los cuales poco más de 1 billón corresponden al sector de petróleo y gas y otros $786.909 millones en energía, en ambos casos ON nominadas en dólares. La tenencia de cuotapartes de Fondos Comunes de Inversión es mínima, con solo $227.000 millones.

La enajenación de las acciones en manos del FGS había sido una de las principales críticas opositoras a esa parte del proyecto de ley Bases durante la discusión en comisiones, y el Poder Ejecutivo tuvo que ceder para, primero, permitir esa venta de acciones con habilitación de una comisión bicameral y además con el mandato de destinar los fondos resultantes a la financiación del sistema previsional de las provincias no transferido a la Nación. Finalmente todo ese artículo fue eliminado antes de que el proyecto completo naufrague en la Cámara de Diputados.

Lo que se necesita saber sobre el dengue

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El Médico Infectólogo, Epidemiólogo, Magister en Salud Pública y Profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, Dr. Hugo Pizzi, explica en lenguaje simple todo lo que las personas corrientes deben saber sobre el dengue.

Reiteran que Luis Fasanella será el nuevo presidente de Nucleoeléctrica

Nicolás Posse se quedó con el manejo de las centrales nucleares y ubicó a un hombre de Eduardo Eurnekian para presidir la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A., que administra las plantas Atucha y Embalse.

El próximo lunes 22 de abril se realizará la asamblea para designar al nuevo directorio de NA-SA, que quedará conformado por Luis Fasanella en la presidencia y Julian Gadano como vicepresidente. De directores titulares van Damian San Filipo, Santiago Casaux Alsina y Mario Hugo Levy. Completan la lista como suplentes Hector Sergio Falzone y María Laura Alfonso.

De los nombres que conforman el cuerpo directivo se desprende que prevalecieron las designaciones propiciadas por el jefe de Gabinete, Nicolas Posse, por sobre la iniciativa del secretario de Energía, Eduardo Rodriguez Chirillo, que se quedó apenas con un director y los dos suplentes. Levy, Falzone y Alfonso son los únicos tres que responden al titular de la cartera. 

Lo concreto es que los nombramientos que propicio Jefatura de Gabinete generaron ruido en el sector. Por una lado, el flamante presidente Luis Fasanella se desempeñaba como Desarrollador de Nuevos Negocios en Corporación América. «Sabe menos de centrales nucleares que Bambi», comentó socarronamente una fuente de la secretaría de Energía.

Julián Gadano

Sin embargo, la situación mas incómoda para el gobierno libertario es el retorno de Julián Gadano, ex subsecretario de Energía nuclear durante el gobierno de Mauricio Macri. Durante su gestión y pese a la fuerte suba que registró la tarifa eléctrica en esos años, la compañía acumuló deuda por más de $ 4000 millones entre proveedores y salarios. 

«Si todos quisieran cobrar todo al mismo tiempo y rápido, el resultado sería simple y dramático: nadie cobraría, porque la empresa no podría afrontar sus compromisos. Esta es una empresa pública. No tiene arriba un ´señor Burns´ que gana mucho dinero», dejó escrito Gadano en una insólita referencia al malvado personaje Charles Montgomery Burns, que en la serie televisiva Los Simpsons es el propietario de la planta de energía nuclear de Springfield.

Sabe menos de centrales nucleares que Bambi, comentó socarronamente una fuente de la Secretaría de Energía sobre el nuevo presidente de Nucleoeléctrica

La discusión sobre los recursos que planteaba Gadano en el 2019 se actualiza ahora respecto al proyecto de reactor CAREM que es la sigla de Central Argentina de Elementos Modulares y se trata de un prototipo de reactor de potencia, es decir, un generador de energía eléctrica que está construyendo desde 2007 la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). 

Estos reactores, a diferencia de los reactores de investigación o multipropósito, que Argentina ya diseña y fabrica, son muy desafiantes en su ingeniería, porque tienen que funcionar en condiciones mucho más exigentes: más presión, más temperatura, más estrés, más exigencia en cuanto a vida útil, entre otros etcéteras. De hecho, de lograr poner en marcha este modelo, Argentina entrará a un club muy pequeño, de menos de diez países, que han diseñado o diseñan reactores de potencia.

Javier Milei se comprometió con Estados Unidos a cancelar el proyecto de Atucha III que tiene financiamiento chino y frenó la construcción del reactor Carem, hito en la historia del desarrollo nuclear argentino. La manera de Milei de desmantelar la política nuclear argentina es la misma que aplica a otras áreas: deja sin fondos al sector. 

Gadano salió al cruce de esta noticia con una publicación en Seul, el house organ del macrismo. «Puntualicemos dos cuestiones. La primera, el condicional: Argentina se sumará al club en caso de poner en marcha el modelo. Creo que ha llegado la hora de que se haga pública una hoja de ruta realista, fundamentada y transparente (y no anuncios con powerpoints de diez láminas) que explique claramente cuántos recursos y cuánto tiempo falta para terminar el prototipo, y cuáles son los desafíos y obstáculos tecnológicos que aún quedan pendientes, que los hay. Quien vaya a poner los recursos que faltan para terminar el proyecto tiene derecho a saber qué va a recibir a cambio, cuándo lo va a recibir y cuánto le va a costar. Sea un privado o el Estado» dice Gadano. 

En la misma línea argumentativa sobre el desfinanciamiento de los proyectos, el flamante funcionario agrega que «en segundo lugar, es importante tener en cuenta que el CAREM es un prototipo que, así como está diseñado, jamás será un modelo comercial competitivo. Y no lo será aunque se lo escale a cuatro veces su tamaño (como se anuncia desde la CNEA), porque su falta de competitividad está en el diseño. Esto no es necesariamente un problema, un prototipo no tiene que ser necesariamente competitivo. El problema está en no decirle la verdad a la sociedad, que ha sido hasta ahora la que puso la plata. Quienes hemos participado de rondas para levantar capital para financiar un proyecto tecnológico (o de cualquier tipo) sabemos que el inversor que pone «el primer millón» muchas veces es consciente de que luego de ese aporte no se ganará dinero. Pero sí le importará mucho saber exactamente qué se hará y en cuánto tiempo. Pero, sobre todo, quien invierte rechazará que alguien que busca su capital le diga que a tiempo equis va a ganar dinero cuando eso no va a ocurrir. Caso contrario, la mayor parte de las veces se cansa, se va, y no vuelve. No veo por qué debería ser diferente en un proyecto público, aunque evidentemente otros no piensan lo mismo».

A las claras, la visión de Gadano va en línea con las ideas libertarias. La incomodidad de los funcionarios del área que responden directamente a Milei y padecen la designación de Gadano como un avasallamiento de la Jefatura de Gabinete responde a las expresiones públicas del nuevo vicepresidente de Nucleoeléctrica contra Milei en plena campaña.  

Captura de pantalla 31 de octubre 2023 

 Ocurre que Julian Gadano es uno de los pocos cuadros técnicos que tiene el PRO. El secreto a voces es que su desembarco en la vicepresidencia de la estatal de energía nuclear fue promovida con mucho ahínco por Patricia Bullrich.

La pertenencia de Gadano a las filas del PRO data de tiempos recientes. Entre el 2003 y el 2008 fue Director General de Administración de RRHH y Organización bajo la órbita de Oscar Parrilli durante la presidencia Nestor Kirchner. Ya con Cristina, en el 2012 se sumó como asesor del directorio de la Autoridad Regulatoria Nuclear.  

Dato no menor es que el salario promedio del cuerpo directivo de Nucleoeléctrica Argentina va de ocho a diez millones de pesos por mes.