Afirman la vitalidad de la industria espacial en Córdoba

El Secretario de Ciencia y Tecnología de la provincia de Còrdoba, Gabriel Raya Tonetti, acompañó al Ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica provinciall, Pedro Dellarossa, a las instalaciones del Centro Espacial Teófilo Tabanera perteneciente a CONAE y la empresa VENG.

VENG es una empresa con activos tecnológicos de gran importancia y alto valor agregado, que se desarrolló exponencialmente a partir de la participación en proyectos espaciales impulsados por la CONAE. “Esta asociación no sólo posiciona estratégicamente a Argentina, sino que también brinda herramientas para mejorar la calidad de vida de los cordobeses”, sostuvo el secretario de Ciencia y Tecnología.

Con 460 empleados en el país, siendo el 60% mano de obra calificada cordobesa, VENG es la encargada designada por CONAE para la comercialización y distribución de las imágenes de los satélites de la constelación SAOCOM. Además, es la contratista principal del proyecto de lanzador satelital Tronador II y opera los satélites y laboratorios de la CONAE entre otras actividades y proyectos que lleva adelante.

Desde el ministerio se pusieron a disposición los programas y herramientas disponibles para seguir acompañando el desarrollo del sector aeroespacial en Córdoba y sosteniendo el posicionamiento alcanzado.

Tanto en la visita como en la posterior jornada de trabajo, se detectaron oportunidades para profundizar la expansión de la industria, teniendo en cuenta a la empresa VENG como posible aceleradora de startups y pymes cordobesas. Por otro lado, se buscará promover la vinculación de este tipo de organizaciones con industrias estratégicas para la Provincia, que puedan beneficiarse de los conocimientos y desarrollos tecnológicos.

En este sentido, se inició el camino para establecer acciones conjuntas, teniendo en cuenta las políticas que lleva adelante la Secretaría de Ciencia y Tecnología en materia de Economía del Conocimiento y las posibilidades que ofrece VENG en cuanto a desarrollo de software y electrónica, aplicados a la industria aeroespacial y otros sectores de la producción.

“La presencia de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y de la empresa VENG en Córdoba fortalece la posición de la Provincia como referente en la industria aeroespacial”, sostuvieron.

Y añadieron: “Las organizaciones aportan significativamente al sector, que representa una de las economías más destacadas en Córdoba, en tanto sus desarrollos tecnológicos se basan en conocimientos de punta, con alta potencialidad de transferencia a diversos campos y otras aplicaciones, por lo que apoyar este tipo de actividades resulta central para mantener y acrecentar la posición que Córdoba ya ha alcanzado, no sólo a nivel regional sino también internacional”.

Télam: su oficina está vallada y la policía impide acceso a sus trabajadores

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El interventor designado por el Gobierno en la Agencia Télam dispuso la suspensión de tareas de los trabajadores de la misma, así como la baja del sitio web de este medio periodístico y el vallado de sus oficinas principales, localizadas en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Se trató de un movimiento conjunto ejecutado con la Policía Federal en la medianoche.

El vallado de la redacción ubicada en la calle Bolívar al 531 ocurrió mientras algunos de sus trabajadores realizaban tareas nocturnas, por lo que permanecen dentro de sus oficinas en rechazo al cierre de la agencia de noticias, creada en 1945 y cuyo funcionamiento está garantizado por ley. Para el mediodía del lunes se convocó a un abrazo simbólico en el edificio, en protesta por la decisión oficial de discontinuar su funcionamiento.

En paralelo, los otros casi 700 empleados de Télam en todo el país comenzaron a recibir un mail que los insta a no realizar sus tareas por siete días. Esta comunicación oficial lleva la firma del interventor, Diego Chaher. En la agencia trabajan alrededor de 700 personas, entre periodistas, fotógrafos y administrativos. Además, en todo el país hay unas 27 corresponsalías con cerca de 50 cronistas y fotoreporteros.

Tanto la página web de la Agencia como la cablera de noticias, la plataforma de acceso a los despachos informativos, se encuentran actualmente suspendidos. En el sitio oficial de Télam, donde también se encontraba disponible su archivo periodístico y fotográfico con casi 80 años de historia, aparece el escudo nacional y la leyenda “´página en reconstrucción”.

La falta de una resolución en el Boletín Oficial sobre la agencia, cuyo funcionamiento está garantizado por ley bajo la órbita de la Secretaría de Medios Públicos, abren interrogantes sobre el futuro de este medio público: “No hay desvinculación de hecho aún. Tengo esperanzas porque el escenario está todavía abierto”, contó un cronista de la agencia. En el mismo sentido, en declaraciones a Radio con Vos, habló Carla Gaudensi, secretaria adjunta de SiPreBa (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) y trabajadora de Télam, quien calificó el cierre de hecho de la agencia como una “ilegalidad, porque no puede cerrarse si no es por ley”.

El movimiento sobre la Agencia Télam va en línea con lo prometido por el presidente Javier Milei en su discurso de apertura de sesiones ordinarias el pasado 1 de marzo, donde dijo: “Vamos a cerrar Télam, que ha sido utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”. La noticia fue confirmada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien el mismo día escribió en su cuenta oficial de X: “Saluden a Télam que se va…”.

Horas después del anuncio de Milei, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) rechazó las declaraciones del mandatario contra la agencia de noticias pública. Desde la comunidad que agrupa a docentes de las carreras de Periodismo y Comunicación de la Argentina aseguraron que los dichos del líder del Presidente “solo exacerban la hostilidad y la intolerancia contra el periodismo”: “En un contexto de creciente desinformación, los medios públicos pueden y deben cumplir un rol determinante en la construcción de audiencias más críticas y mejor formadas, con inclusión y equilibrio de voces”, consideraron, antes de que se produjera el cierre de hecho de Télam.

Qué es la Agencia Télam

La historia de Télam (Telenoticiosa Americana), la mayor agencia de noticias de Latinoamérica y la segunda más grande en castellano, comenzó hace casi ochenta años, el 14 de abril de 1945, cuando fue fundada por orden del entonces secretario de Trabajo y Previsión, Juan Domingo Perón. Su primer director fue el periodista Jerónimo Jutronich, y tres años después el novedoso medio estatal ya empleaba periodistas del interior del país que enviaban a la redacción notas escritas a través de telegramas, teléfonos o teletipo.

En sus comienzos, la agencia fue una compañía mixta, formada por capitales privados y estatales, con el objetivo de “romper el duopolio existente en materia informativa de las dos agencias estadounidenses que acaparaban el mercado: United Press International y Associated Press”, como recuerda la Secretaría de Cultura.

Tantas décadas después de su fundación, Télam es la única agencia del país con una red de corresponsales en todas las provincias argentinas, y también está interconectada con el mundo a través de sus múltiples convenios de cooperación con agencias internacionales.

Además de sus departamentos de video, radio, un portal de noticias o redes sociales, la agencia también cuenta con un importante archivo fotográfico que abarca casi ochenta años de historia argentina.

Hasta el momento de la suspensión de sus tareas, el sitio emitía más de 500 cables por día con información de todo el país y al menos 200 fotografías. Además de los lectores, también está contratada como proveedora de información periodística por unos 2800 abonados, entre los que se incluyen medios de prensa nacionales e internacionales y oficinas gubernamentales nacionales, provinciales y municipales.

A partir de hoy los periodistas de Télam empezarán a transmitir desde el portal SomosTelam.com.ar

El Gobierno posterga hasta el fin de la epidemia la decision del uso de la vacuna contra el dengue

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En medio de la epidemia de dengue que atraviesa el país, la discusión técnica sobre la incorporación al calendario nacional de una vacuna está en pausa desde noviembre del año pasado. A mediados de este año, una comisión técnica que asesora a las autoridades sanitarias volverá a analizar su utilidad con mayor información tras las experiencias piloto en Misiones y Salta. El debate “importante”, como anticipó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, se va a dar una vez superada la actual emergencia.

Este lunes, en conferencia de prensa en Casa Rosada, el vocero presidencial dijo que la vacunación por calendario contra el dengue “aún no está validada como estrategia para evitar la propagación de la enfermedad”. Manuel Adorni se refería, sin nombrarlo, al producto del laboratorio japonés Takeda que, en abril del año pasado, la Anmat aprobó para su comercialización local y se está comercializando desde noviembre.

El uso por prospecto de Qdenga, como es su nombre, está indicado a partir de los cuatro años, sin mencionar límite de edad. El productor advierte que “no existen datos sobre el uso en mayores de 60 y los datos son limitados en pacientes con afecciones médicas crónicas”, una de las dudas que deberá despejar la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) cuando vuelva a tratar a mediados de año. También está contraindicada en las embarazadas o durante la lactancia y en las personas que están inmunosuprimidas porque es una vacuna a virus vivos atenuados del dengue. De ahí la recomendación de consultar al médico de cabecera previamente.

La vacuna del laboratorio japonés Takeda, que fue aprobada por la Anmat
La vacuna del laboratorio japonés Takeda, que fue aprobada por la Anmat

Se aplican dos dosis, con tres meses de intervalo, y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomendó, a partir de XI Reunión ad hoc de su Grupo Técnico Asesor (GTA) sobre Enfermedades Prevenibles por Vacunación, que “cualquier introducción de la vacuna en [un] país se considere una prueba piloto y vaya acompañada de un estudio sólido de fase 4 posterior a la comercialización”. En el país, los gobiernos de Salta y Misiones son los únicos que adquirieron dosis, según confirmó el laboratorio. Son dos entre las provincias del noreste y noroeste argentino que estaban concentrando la mayor cantidad de casos en esta epidemia hasta que los casos empezaron a crecer también en el centro del país, de acuerdo con las notificaciones nacionales.

“El Ministerio de Salud continúa coordinando acciones con las provincias para enfrentar el brote”, continuó Adorni, y mencionó que “la herramienta más importante” sigue siendo descacharrar.

Desde la cartera sanitaria a cargo de Mario Russo ampliaron que “tanto la OPS como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaron a los estados miembros que consideren el uso de la vacuna para los niños de entre seis y 16 años que viven en entornos con alta carga de enfermedad por dengue y alta intensidad de transmisión. En nuestro país, la mayor carga de enfermedad es en la población adulta joven y no existen datos suficientes sobre la eficacia de la vacuna en este grupo poblacional”.

Áreas específicas del país

Infectólogos mencionan que se podría incorporar al calendario nacional de vacunación para áreas específicas del país, como sucede con la vacuna de la fiebre amarilla o la fiebre hemorrágica argentina. En el Ministerio de Salud aguardan reunir “información y evidencia científica en el desarrollo del brote [por la epidemia en curso]” para definir, por ejemplo, su seguridad, su efectividad y en qué edades daría mejor resultado su uso poblacional. “Estamos relevando la información en los departamentos más afectados, en diálogo permanente con las autoridades sanitarias provinciales y los organismos sanitarios internacionales”, sumaron.

En Salta, según explicaron desde esa provincia, están vacunando a la población de entre 25 y 39 años en los departamentos del norte con la primera dosis. Se había previsto vacunar a 150.000 personas con el esquema completo.

El debate “importante”, según había anticipado la semana pasada el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, se va a dar a mitad de año cuando se cumpla el plazo de seis meses sugerido por la Conain tras la presentación en noviembre pasado del Grupo de Trabajo en Vacuna contra el Dengue. Esa discusión, según continuó Quirós ante medios, será relevante para definir “una estrategia de vacunación para la próxima campaña” por la primavera-verano de 2024-2025.

“Ese va a ser el gran debate de este año sostuvo el funcionario. La vacuna que hoy está disponible en el mercado tiene un esquema de dos dosis que se aplican con un intervalo de 90 días, con un efecto biológico documentado a 30 días después de la segunda dosis. Por esto, la discusión de la vacuna en este momento no conduce porque para cuando esté el efecto en la población vacunada vamos a estar en invierno.”

De aquella reunión en noviembre pasado habían participado funcionarios de la cartera nacional durante la gestión de Carla Vizzotti y cinco especialistas convocados del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, la Sociedad Argentina de Infectología, el Instituto Nacional de Medicina Tropical y la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero.

“Se analizaron todas las vacunas autorizadas y en investigación. Los representantes del Instituto Butantan de Brasil [con un producto por presentar] y de los laboratorios Takeda y Sanofi-Pasteur [que comercializa la vacuna Dengvaxia, aprobada en 2017] presentaron una actualización de los estudios de fase III de las vacunas para dengue –se detalló en el informe oficial–. Luego de escuchar las presentaciones y realizar diversas consultas, el grupo de expertos y las autoridades sanitarias consideraron que, en base a los datos presentados, ninguna de las vacunas cumple una función de bloqueo frente a un brote de dengue, que es lo que ocurre en nuestro país.” (Fabiola Czubaj)

Comentario de AgendAR:

En medio de la peor epidemia regional, el Ministerio de Salud acuerda en no hacer nada, salvo estudiar los datos de vacunas, hasta que la emergencia pase. Lo cual es una mentira impiadosa: una infección con este mosquito doméstico como vector no es un asunto de estación. Onda que la emergencia no va a pasar, gente. El frío ya no joroba al mosquito vector del virus.

El Aedes aegyptii llegó aquí desde África Occidental en barco, cuando Santa María de los Buenos Aires era el principal puerto negrero del Virreinato, centro de venta de esclavos hacia las plantaciones y minas de Cuyo, el actual NOA argentino y el Alto Perú.

«Ab origine», el Aedes aegyptii solía ser tropical y subtropical, pero desde los años ’70 ese tipo de clima se ha venido corriendo a trancos hacia el sur por el recalentamiento global. Hace más de medio siglo, los huevos del Aedes, puestos sobre el pelo de agua de millones de charcos, macetas, jarrones, latitas y neumáticos descartados, mayormente no lograban pasar el entonces crudo invierno. En tiempos de Arturo Illia se lo logró desalojar aplicando órganoclorados hasta en los jarrones florales de los cementerios. En su regreso desde entonces, la especie se adaptó a la Pampa Húmeda y hay nacimientos 365×365, aunque siempre más con la fase cálida del año. Pero además la isla de edificación del AMBA está 5o Celsius más caliente en promedio que su entorno rural, y de yapa el mismísimo campo bonaerense está a temperaturas que hace 40 años eran más bien exclusivas de la provincia de Corrientes.

Mientras tanto, nos dice el Ministerio de Salud, que se dé la primera dosis quien pueda pagarla. Hay que tener los $ 56.794,32 que acaba de oblar al contado mi amigo Carlitos, sí, el ingeniero morocho, cuya prepaga (Médicus) no da descuento ni reembolso. La vacuna Takeda se garpa taca taca, como sugiere su nombre.

Otras prepagas sí hacen descuento del 40%, e ignoro que harán las obras sociales sindicales, ahora que saben oficialmente «que no hay plata». Y que al Aedes, como a los franceses y luego a los alemanes en Rusia, sólo los detendrá el General Invierno. Militar que aparentemente aquí en Baires está de retiro efectivo desde hace décadas. Pero el General Invierno, aun en versión actual, tan exámine y cortito, es la única esperanza que le da el estado nacional -también en retiro efectivo- a los que trabajan 14 o 15 horas diarias en changas o en negro, tomándose 4 o 6 colectivos, trenes o subtes diarios. No hay cobertura para esos congéneres que la pelean contra la indigencia, y que la pequebusía no ilustrada (y ahora pobre entre gallos y medianoche), cree ociosos y llama «planeros».

En el país actual, con más cuentapropistas que trabajadores registrados, para ponerse a cubierto del Flavivirus del dengue, se requieren dos dosis separadas 90 días entre sí, nada baratas. En actual cuadro de híper-estanflación, el precio e incluso la existencia de la segunda dosis es conjetural. Es que el laboratorio japonés Takeda, el desarrollador y fabricante de esta vacuna con un interesante 73% de efectividad, no tiene suficiente capacidad de producción para enfrentar la crisis que estalló sobre Brasil y la Argentina.

La verdad es que otros inmunizantes contra el dengue están en una situación parecida. El Instituto Butantán de Brasil, un faro de la biotecnología del Mercosur, tiene una vacuna aún mejor: 81% de efectividad confirmada por el National Institute of Health (NIH) de los EEUU. Y de yapa, una sola dosis, lo que simplifica muchísimo su suministro masivo.

El problema es que Merck, Sharpe y Dohme, el dueño de la propiedad intelectual de la vacuna, tiene un contrato durísimo con los brasucas: el Butantán puede fabricar y vender sólo dentro de Brasil. Del resto del mundo se ocupa Merck, capisce? Manos arriba, compatriotas, esto es un asalto. En suma, los primos no pueden tirarnos un salvavidas oficial y barato: les está prohibido.

Por ahora, la capacidad de fabricar los al menos tres salvavidas vacunales contra el dengue es limitada por compleja. En contraposición, dos de las cuatro cepas de este virus avanzan por Sudamérica, arreadas desde los trópicos hacia las zonas templadas y lluviosas por el recalentamiento global. Este año en Argentina tenemos casos en sitios insólitos por lo fríos, como Bahía Blanca. Y no son importados de Salta, de Misiones ni del AMBA. Son autóctonos. Los bahienses y el género Aedes han sido presentados oficialmente.

Pero esto pasa en todo el mundo. Por causas corporativas pero también infectológicas, sobran enfermos y faltan vacunas. En números crudos, en este mundo recalentado y superpoblado 400 millones de humanos al año se pegan un dengue, algunos de estreno, otras por enémisma vez, 100 millones hacen fiebres altas y dolorosas, y 40.000 casos hacen reacción inmunogénica cruzada por superposición de cepas DENGV-1, 2, 3 o 4, y se mueren de enfermedad hemorrágica masiva. Eso sucede sólo cuando se reinfectan con cepas distintas a la del dengue anterior y sucede en pocos casos, 1 de cada 10.000. Pero la ampliación del área geográfica del vector y del virus potencia el número de casos, y con él, el de casos hemorrágicos severos. Mal momento para que desaparezcan los estados nacionales y sus sistemas de salud.

Las multinacionales no quieren sobreequiparse para producir vacunas. Como les ha dado por hacerlas muy modernas, muy recombinantes, muy caras y muy guau, resultan efectivas a baja dosis. Y a veces, demasiado efectivas. Pero la ingeniería genética y el usar virus vivos como «carriers» de antígenos 1, 2, 3 y 4 las hace fundamentalmente patentables y difíciles de copiar tanto técnica como legalmente. Pueden atravesar sin problemas una fase 3 a doble ciego ante agencias regulatorias amigables, sin mostrar mayores efectos adversos en miles de casos medidos a doble ciego. Pero puede ser que estos casos aparezcan de pronto en «fármacovigilancia», o fase cuatro, cuando a fuerza de distribución masiva las agujas escondidas en el pajar estadístico aparecen con crudeza. Y en el caso del dengue las agujas son una parva en sí mismas.

Pasó en Filipinas entre 2015 y 2016, cuando una campaña vacunatoria masiva con la Dengvaxia de Pasteur Sanofi, 830.000 dosis fueron repartidas en las escuelas de las ciudades de Luzón, Calabarzón y el Gran Manila. El seguimiento estadístico no tardó en mostrar que la Dengvaxia de Pasteur Sanofi mataba más pibes que los que ponía a salvo. Era demasiado inmunogénica: causó dengue hemorrágico en muchos chicos infectológicamente «vírgenes», que no habían tenido la enfermedad. Luego de X tiempo de vacunados fueron inevitablemente picados por Aedes infectados, y algunos murieron perdiendo sangre en forma difusa y masiva en corazón, pulmones y cerebro. Es decir, la Dengvaxia dio la base para que una posterior infección real disparara el dengue hemorrágico, por reacción cruzada. Eso lo temían algunos y no lo esperaba realmente nadie.

En 2017, el gobierno filipino le puso fin al intento. La falta de números disponibles sugeriría que las partes acordaron no contar mucho los muertos. Peor aún, el combo de encubrimiento y acusaciones generó titulares y cobertura en horario central, y un considerable movimiento antivacunas en todo ese vasto país-archipiélago, con casi 111 millones de habitantes y la tercera economía asiática.

Y el efecto inmediato de los antivacunas fue una resurgencia feroz de casos de sarampión, una enfermedad que mata pibes a pasto, deja cantidad de discapacitados sensoriales y cognitivos, es hipercontagiosa, y tiene una vacuna taxativamente segura desde comienzos de los ’80. En 2010 la Organización Mundial para la Salud de las Naciones Unidas estimó que llevaba salvados a 17.000 millones de pibes.

El experimento de la Dengvaxia no fue gratis: el gobierno filipino pagó 5 mil millones de pesos locales a la empresa por fungir de fase 4 o de fármacovigilancia a beneficio de Europa Occidental, donde ya hay olas de calor y población autóctona inicial de Aedes. El valor en dólares pagado por el gobierno filipino, a cambio de hoy, andaría por los 89.000 millones. Las consecuencias legales del fracaso de la vacuna se dirimieron muy al estilo argentino: acusaciones cruzadas de corrupción entre gobierno y opositores, pero a la larga, sin víctimas judiciales puestas en cana. En 2018 la EMA (European Medicines Agency) licenció la Dengvaxia en la Unión Europea… pero únicamente para su uso en personas que ya habían tenido dengue. «Vírgenes, afuera». El caso de todas las vacunas existentes y de las picaduras es uno en el cual el orden de ambos factores altera el producto. El orden correcto es primero el mosquito infectado, luego la vacuna. Gracias, hermanos filipinos por demostrarlo. Sonrían, Europa los ama.

Como la circulación viral de dengue en Sudamérica cabalga sobre las cepas 1 y 2, lo que se necesita es una vacuna capaz de suministro universal, de fabricación barata, sin reactividad cruzada al menos entre esas dos subespecies que ya están aquí. De la 3 y la 4 ya habrá tiempo de ocuparse. Deben ser vacunas de licenciamiento rápido. La lógica, que en biología sirve sólo a veces, indicaría usar una receta anticuada, segura y eficaz, y testearla inicialmente sólo con quienes ya pasaron por un dengue silvestre. Luego, ir testeando otros grupos poblacionales de a poquito. Ésas cosas que hacen los estados nacionales que no cometen harakiri libertario, como el de Argentina.

La lógica económica y la biológica coinciden en que no habría que probar nada con virus vivos recombinantes. Deberíamos tener un inmunizante con fracciones moleculares activas de los antígenos de los virus DENGV 1 y 2 ante todo, y un «polenteador» tradicional del sistema inmune, como el hidróxido de aluminio. Nada high-tech, lo que se requiere es eficacia y seguridad, pero en mi poco experto punto de vista, sacrifico puntos de eficacia por puntos de seguridad, con la esperanza de ir llegando, despacito y por las piedras, a un producto de uso universal, incluso multicepa. Es el caso de dos vacunas pefectas, efectivas para toda la vida: la antisarampión y la antipapiloma.

Fabricar sencillo, licenciar rápido y vacunar masivo es clave. Es lo que hicieron Chile y Uruguay cuando la Pfizer les aceptó pedidos de vacuna anticovid y luego los dejó esperando las dosis en el aeropuerto un par de años. Para no fumar tanto en la espera, tuvieron que agarrar viaje con el único inmunizante anticovid ampliamente disponible en el mundo, la Sinovac china. Sobraba por inefectiva: un 51% a doble dosis. Pero suministrada masivamente, algo favorecido en Chile porque lo que dice Santiago se hace, y en Uruguay porque seguía más o menos intacto el sistema de salud pública, y también porque la población en 2020 no llegaba a 3,5 millones. Y eso cortó el ciclo de transmisión. El virus SARS COv2 fue dejando de circular. Masividad mata efectividad.

El problema específicamente argentino es que después de las trabas que sufrió a manos del gobierno anterior la vacuna anticovid de la UNSAM, (Universidad de San Martín), nadie querría arriesgar tiempo o plata en una nueva vacuna simple, a fracciones de antígeno, olvidate de virus recombinantes. Aunque ya hemos desarrollado una, la referida ARVAC Cecilia Grierson, y es 100% nacional, y de yapa resultó excelente. No tanto así la suerte de quienes la hicieron posible. Sigue en gateras, es decir fuera de carrera, desde hace años.

De modo que sin una vacuna argentina antidengue siquiera en proyecto, deberemos depender de Big Pharma, y de su proverbial generosidad hacia el Tercer Mundo, Sur Global o como quieran llamar los países platudos a sus esclavos deudores. Bondad que demostraron Pfizer, Moderna y AstraZéneca durante la pandemia de Covid. Nos encajaron vacunas entre cuatro y diez más veces más caras que las que no pudo distribuir nunca la UNSAM, y las entregaron cuando se les cantó.

La de la UNSAM habría costado U$ 4 la dosis. Y es que a La Cecilia la ANMAT sólo le permitió entrar en fase 2/3 cuando ya casi todo argento estaba vacunado con marcas importadas. Y no todas fueron iguales. Las que hicieron la diferencia y pusieron a salvo a médicos, enfermeros y ancianos, aunque tarde y tras un tendal de fallecimientos, fueron la Sputnik-V rusa y la Sinopharm, con un 96 y un 73% de efectividad. Resultaron muy seguras, aunque las llamó «ese veneno comunista» alguna diputada con frecuentes episodios de delirio místico-psiquiátrico. Rusia y China se deben haber enterado con alguna extrañeza de que siguen comunistas. Lo dice Dios.

Para más datos, durante los meses terribles de 2020 y 2021 en que llegaron a morir arriba de 700 argentinos por día, el laboratorio farmacológico argentino Pablo Cassará se estaba reequipando a fondo para fabricar masivamente este producto argentino, llamado ARVAC Cecilia Grierson, que por razones de cortedad, aquí llamamos «La Cecilia». Podría hacerlo entre gallos y medianoche, pero todavía no logra entrar en producción a gran escala porque ya no hay gran escala de demanda.

Cassará debe haber perdido una millonada en equipamiento de punta ocioso: «La Cecilia» todavía hoy carece de autorización para llegar a farmacias, para que la gente la compre siquiera en forma particular como dosis de refuerzo. Y es que no parece que el actual gobierno vaya a suministrar La Cecilia gratis para impedir rebrotes, aunque el covid no desapareció. Sólo se ha vuelto endémico y de transmisión lenta, y eso por la inmunidad de manada generada a pinchazo limpio entre 2021 y 2022.

Parte de los casi 130.000 argentinos muertos por el virus SARS CoV 2 se los debemos a eso: desde el comienzo de la crisis, y salvo por la corajuda decisión de la Dra. Carla Vizzotti de comprar la Sputnik-V y la Sinopharm, el Poder Ejecutivo no quiso ofender con un inmunizante Nac & Pop al trío AstraZéneca, Pfizer y Moderna. A ver si todavía no terminábamos exportando a la región, para sumar pecado capital al venial.

Y mientras tanto hoy, en las postrimerías del verano de 2024 y como para pretender que se hace algo respecto de los casi 60.000 casos de dengue reportados en tres meses, los clarines del MinSal tocan a descacharrar hasta que pase la emergencia. Que no va a pasar sola, porque el dengue criollo no piensa irse a ningún lado, y menos que menos con un invierno que pinta venir no muy frío ni muy largo, pero sí muy lluvioso. AgendAR no puede sino comunicar a los lectores su emoción patriótica. A descacharrar, a descacharrar, con música de Daniel Viglietti. Los viejos de mi generación saben tararearla.

Descacharrar queda mayormente en manos de la libre iniciativa de los 16 millones de vecinos que habitan los 3883 km2 de los 40 municipios del AMBA. Atentos al espíritu político de la época, deben desarrollar una pasión por el emprendedurismo gratarola, ahora que el trabajo pago está desapareciendo y empieza a sobrar el tiempo libre. Entre tanto, ducharse en repelentes y vestirse a cuerpo más cubierto que mujer afghana o buzo táctico, así sea durante esas olas de calor de 40o Celsius tan frecuentes en el AMBA estival. Aunque terminemos con más muertos por golpe de calor que por dengue hemorrágico.

¿Quién descacharrará? Buena pregunta. En los 30 años en que el dengue se ha venido acriollando y aporteñando, las 40 municipalidades del AMBA jamás han intentado un esfuerzo coordinado al respecto, salvo pegatinas en las paredes expresando buenos deseos distritales, y si había un mango, campañas televisivas igualmente angelicales e inocuas. En la práctica no se descacharra jamás porque el control de qué hace cada vecino con los charcos de su patio o los de sus sumideros domiciliarios excede la capacidad de vigilancia de la CIA.

Pero además el problema de los basurales a cielo abierto, de los neumáticos y latitas llenos de lluvia, así como el de las calles de tierra jaspeadas de charcos, se acelera con la ruina de las economías regionales y con el imparable goteo demográfico desde las provincias a los cinturones más externos y villeros de la zona metropolitana. El problema progresa mucho más rápido que la, en fin, «¿solución'».

La mucha riqueza distrital unida a la incoherencia tampoco ayuda: el exgobernador de la CABA, Horacio Rodríguez Larreta, en su afán de disminuir el tránsito automotor privado y volver a Buenos Aires una Nueva Barcelona transitable a pata y bici, barricó las calzadas esquineras de las zonas tilingas con enormes macetas muy «cool».

Traen votos, y otras cosas. Con un año «de Niño» como éste, acumulan lluvia. El Aedes aegyptii, cuyos huevos eclosionaban únicamente en agua limpia hace 30 años, pero hace rato se adaptaron al agua sucia, zumba de agradecido. El Aedes albopictus, un recién llegado, también transmisor de dengue, uno que pone sus huevos en tierra desnuda y éstos eclosionan cuando está mojada, añade su gratitud ante tan inesperado encacharramiento municipal.

«La transformación no para», como decía uno.

Un modo bastante racional de disminuir la población de mosquitos Aedes la tiene la Comisión Nacional de Energía Atómica en el Centro Atómico Ezeiza, y se llama «técnica del macho estéril». No es nada revolucionaria y funciona bien. Aquí sólo se aplicó para controlar la mosca mediterránea que contaminaba las plantaciones de frutales en los oasis de Mendoza. El problema de este bicho ahora está bien contenido, y esto ha logrado que la fruta mendocina sea exportable a la UE, paradójicamente el sitio del cual antes hemos importado la maldita mosca. Es para conservar la Patagonia libre de esta plaga que cuando ingresás a Río Negro por aire o por auto te decomisan la fruta que quieras ingresar desde el norte, así sean impenetrables cocos.

La técnica del macho estéril es bastante simple. Los machos de mosquito de cualquier especie se alimentan sólo de polen. No hay bicho más amigable, hippie y vegano que un mosquito macho, del género y especie que se te ocurra. Le falta cantar canciones de Arco Iris (los viejos me entienden). A fuerza de hippies, se les da por el amor libre con hembras de su propia especie, y las hembras nos pican y recontra pican: necesitan sangre de mamífero o de ave llena de globulinas y hemoglobina, para tener proteína y multiplicar hasta 100 veces sus puestas de huevos. Y las del género Aedes son especialistas en mamíferos humanos. Hay más Aedes que personas en tu casa, lector.

Ésta técnica es sencilla, pero el diablo -suele suceder- está en los detalles. Se irradia brevemente una ponchada de machos enjaulados, que atraviesa un túnel donde se los expone brevemente a lápices de cobalto 60, radioisótopo que se produce en la Central Nuclear de Embalse, y que emite rayos gamma. A condición de que los mosquitos Aedes aegyptii machos reciban la dosis justa y exacta, no se mueren ni se deterioran de salud general, pero en materia reproductiva, se vuelven más estériles que el agua hervida.

En las posteriores lides amorosas, una vez en libertad, los machos irradiados compiten en igualdad de condiciones, medidas por «sex appeal», con los mosquitos fértiles, salvajes y lujuriosos. Y el resultado es que las hembras que eligen los estériles ponen huevos infértiles e inviables, de los que no hace larva alguna. La tasa de reproducción de la especie en el área de aplicación baja sí o sí, y las especies del género Aedes no logran generar resistencia evolutiva a la situación. Probado y reprobado con la mosquita del Mediterráneo al aire libre, y con los Aedes en los laboratorios atómicos de Ezeiza.

Pero problema urbano argentino con el Aedes irradiado es la difícil instrumentación, como pasa con las fumigaciones inespecíficas en calles y plazas, o con el descacharramiento. Liberar en cualquier lado grandes nubarrones de millones de mosquitos machos Aedes infértiles sólo sirve para dar alimento balanceado a sus predadores, desde las libélulas a las arañas, y de los abejorros a las golondrinas. Los Aedes aegyptii, nuestro problema principal, son mosquitos intradomésticos. Las hembras viven en el harem de nuestras casas y derpas. Raramente salen de los lares en que eclosionaron cuando eran un simple huevo fértil en agua limpia o sucia. Hembras y machos fértiles suelen vivir pocas semanas, y morir a no más de 50 metros del sitio donde nacieron. Más caseros que gato de viuda, como decía Inodoro Pereyra.

Para que la solución nuclear sirva de algo, hay que convencer a 40 intendentes, dos gobernadores y probablemente a los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Nación para que ellos a su vez convenzan a los desconfiados porteños y bonaerenses a abrirles la puerta a una brigada municipal que les viene a llenar la casa de mosquitos. Bajo promesa de que no son radioactivos, de que se trata únicamente machos, y de que tales machos son puro «flower power» y rock, de que no pican ni un poquito, pero de que van a estropearle la fertilidad a los huevos de esas hembras «pateras» que vuelan bajito. Sí, doña, ésas que se ceban con los dedos de los pies cuando uno, muerto de sueño, está en la cocina preparando el mate en patas. Y por supuesto, los vecinos deben estar convencidos por las redes sociales, la radio y la tele de que no les están abriendo la puerta a una gavilla de chorros creativos.

Aunque en términos de biología aplicada la solución nuclear probablemente funcionaría de maravillas, en términos de sociología y politología parece difícil. Salvo que se tenga la decisión política, pero aquí el estado nacional hoy se dedica más bien a amputarse los pies con motosierra, mal momento para ser Ministro de Salud. Y todo esto, desde la creación de mejores vacunas, el uso del mosquito macho estéril o el mismísimo descacharramiento, sólo lo puede solucionar el estado o, en su defecto, el estado. No le pidamos a Big Pharma algo tan ajeno a su ADN como liquidar epidemias. De yapa, muchos de nuestros libertarios se proclamaron antivacunas.

Los laboratorios multinacionales, luego de los problemas de Pasteur Sanofi en Filipinas, se han vuelto muy cautelosos con sus propias vacunas de dengue, todas tan futuristas, aunque hayan pasado por fase 3 y parezcan buenas, pero de pié de plomo: sólo aplicables en cohortes muy limitadas de la sociedad, garantía suficiente de que jamás lograrán generar inmunidad de rebaño.

La pregunta del millón, mientras aquí los casos se multiplican en rampa como nunca antes, es que el Ministerio de Salud sólo hablará de vacunas cuando la emergencia pase, pero no pasará. O cuando alguna multinacional como Merck se atreva a vender la Butantán con otro nombre y fuera de Brasil. País que no rebosa de dosis disponibles: tiene 6 millones de enfermos, y el estado federal sólo logra vacunar en 21 municipios, menos del 10% de los existentes en tierras brasucas, y sólo a personas con dengue previo curado. Están en el horno, los primos. Nosotros también.

Ésas son las cosas de las que no habla el artículo de La Nación, ese templo de la información, para no incordiar a nadie. Pero el dengue, sobre todo en los países pobres, y vamos a los bifes, sólo se para con vacunas, el resto de las medidas son las papas fritas. Las vacunas deben ser sencillas, baratas y universales, factibles de uso masivo y con potencial de generar inmunidad de rebaño.

No hay peligro de que Big Pharma le dé por esas recetas porque son más fáciles de copiar: el futuro son los vectores transgénicos, aunque los costos de fabricación y de cadena de frío logística sean infernales. Con vacunas más simples seguíríamos teniendo mosquitos Aedes durante siglos, pero menos transmisores, y con menos o ninguna circulación viral de dengue. Con vacunas simples, y no veo capitales privados que vayan en esa dirección, te canjeo puntos de efectividad por puntos de seguridad cuando quieras.

Ponele la firma, lector. Y aquí aprovecho y pongo la mía.

Daniel E. Arias

La Fuerza Aérea contratará a Aerolíneas Argentinas para revisión de su avión de transporte Boeing 737

La Fuerza Aérea Argentina iniciará un proceso de contratación directa interadministrativa con Aerolíneas Argentinas a los fines de que la línea de bandera realice la inspección C Check del Boeing 737-700 T-99 “Islas Malvinas”. Los trabajos se realizarán en las instalaciones de la aerolínea en Ezeiza, con un plazo de entrega de 50 días hábiles a partir del perfeccionamiento del contrato.

Vale recordar que la línea de bandera dispone de Aerolíneas Argentinas Técnica, centro de mantenimiento con más de 70 años de experiencia que ofrece diversos servicios, entre ellos mantenimiento de base (C y D Ckecks), reparaciones estructurales de fuselaje y de compuestos, entre otros.

En cuanto a los trabajos previstos para el T-99, la C Check contempla la inspección en profundidad de la mayoría de las piezas de la aeronave. Suele requerir que la aeronave permanezca en una instalación de mantenimiento especializada atento que requiere herramienta, materiales y espacio necesarios. “…Normalmente se necesitan hasta 6.000 horas de mantenimiento para las comprobaciones C…”.

Algunos de los aspectos incluidos en la C Check son la revisión estructural para detectar corrosión y daños, lubricación en profundidad de accesorios y cables, entre otros. Conforme a lo detallado en el pliego de bases y condiciones, el T-99 recibirá las inspecciones 1C+2C+5C.

Durante el período que se extiendan los trabajos en el T-99 “Islas Malvinas”, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) se quedará sin la capacidad que ofrece el Boeing 737, aeronave que es utilizada para atender la demanda de transporte de pasaje, tanto de las Fuerzas Armadas como de civiles (a través de LADE).

Pese a que los trabajos de la C Check no se extenderán por mucho tiempo (de 15 a 20 días según la aeronave, el proveedor del servicio, etc), la ausencia temporaria del T-99 deja expuesta una de las razones por la cual la Fuerza Aérea intentó adquirir un segundo Boeing 737, proceso de adquisición que fue declarado fracasado hace unos meses. Vale recordar que la FAA había preadjuducado la compra a la compañía GECI Española Aerospace Solutions, iniciativa que quedaría en la nada.

El proceso para la adquisición de un segundo Beoing 737 tuvo como objeto la incorporación de una aeronave equipada con motores CFM56-7B, la contratación de la conversión a carguero flexible y la prestación de servicios adicionales. El documento aclaraba que serían altamente valoradas aeronaves en configuración Cambio Rápido o Combi, con el fin de incorporar una plataforma más flexible para transporte de carga, pasaje o mixto.

GECI Española Aerospace Solutions presentó la opción de un Boeing 737 NG MSN 35378 configurado para 128 pasajeros (siendo 160 lo requerido por la FAA) y el servicio de pintura. La compañía valenciana dejaría en blanco la conversión a carguero flexible.

Pese a que la Fuerza Aérea Argentina contempló la incorporación de dos Boeing 737 para el período 2023-2025, de momento la iniciativa no se ha retomado luego de que la última licitación fuera declarada fracasada. Sin embargo, en paralelo avanza la intención de la Fuerza Aérea de incorporar al menos seis ERJ-140LR, habiendo incorporado a la fecha dos unidades.

Aseguran que las olas de calor también se sufrirán en Argentina, como sucede en Europa

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A dos semanas de que el termómetro marcara el final de la primera ola de calor de la temporada, con temperaturas consideradas “muy peligrosas” para la salud, se desconoce qué impacto tuvieron esos 23 días de enero y febrero en la población valores térmicos agobiantes. Y lo fue hasta el punto de no poder responder en distritos consultados sobre la demanda de asistencia o consultas por golpe de calor o siquiera considerar, como ocurrió en una de las provincias, que el calor extremo sea un problema de salud pública.

“En la Argentina, hay cero enfermos o muertos por el calor”, señala Carlos Ferreyra, médico especializado en epidemiología ambiental y exconsultor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en clima, salud y ambiente. Sostiene que “ningún sanitarista serio diría que el calor extremo no es un problema de salud pública” tras el Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos, lo que incluye la salud humana, animal y vegetal.

Con experiencia en la gestión pública, ya que trabajó en los ministerios de Salud de la Nación y de Córdoba, de donde es oriundo, asegura que el país carece de una estrategia frente a lo que anticipa que será “un problema gravísimo” en la próxima década. “Pasaron los años y no hay ninguna provincia, excepto la ciudad de Buenos Aires [por la red de refugios climáticos], con una estrategia y un plan ante el calor extremo”. Al diferenciar por localidades, también menciona a Rosario, en Santa Fe, donde hay unos 20 puntos para buscar alivio del calor.

En el Consejo de Médicos de Córdoba, la Alianza Clima, Vida y Salud Argentina –Ferreyra preside la alianza internacional/España– organiza anualmente un curso internacional no arancelado sobre prevención y reducción de daños y pérdidas asociadas con las temperaturas altas extremas, incluida la formación en cuidados para grupos vulnerables (adultos mayores, embarazadas de alto riesgo, pacientes oncológicos o personas con enfermedades crónicas, entre otros) y, también, en información estratégica. La próxima edición es el mes que viene (Informes: [email protected]).

“No tener un sistema de información epidemiológica robusto hace que el país gaste una enorme cantidad de dinero en atender pacientes que llegan tarde a la consulta. Hace que los argentinos seamos totalmente ineficientes en la actuación ante el calor extremo –dice–. Por esto es que tenemos que aplicar el principio precautorio: aun no habiendo datos sobre los diferentes impactos del calor en la población y para no dejar desamparados a los mayores, las embarazadas o las personas que utilizan terapias que pueden generar alguna vulnerabilidad con calor extremo, hay que actuar a pesar de no tener la información necesaria para gestionar.”

Otro tema que no escapa a ese programa de formación, que se extenderá hasta 2027, es la relación entre las epidemias de dengue y otras enfermedades vectoriales y la emergencia climática. “Cada vez que hay calor, se presenta con mucha eficacia porque el mosquito se reproduce más eficientemente y la población no está bien informada por lo que no puede dar una respuesta adecuada y hay incapacidad de actuar”, opina el médico, que en 2009 fue coautor del Plan Director de Prevención del Dengue de Córdoba (Ley N° 9666).

De acuerdo con un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la primera ola de calor de la temporada 2023/2024 fue “extraordinaria” en duración y extensión geográfica. Se prolongó por 23 días (comenzó el 21 de enero y finalizó el 12 de febrero) y alcanzó a todas las provincias. Avanzó lentamente de sur a norte y, luego, al noreste del país, con valores extremos tanto para las temperaturas máximas como las mínimas diarias. El SMN cuenta con una app que emite alertas por temperaturas extremas (frío o calor).

“Este evento se caracterizó por su gran extensión territorial y duración, ya que afectó a un total de 80 localidades que cuentan con estación meteorológica oficial –detalla el texto del SMN–. Tuvo dos momentos en los que se intensificó y extendió afectando a la mayor cantidad de territorio: el primero fue entre el 31 de enero y el 3 de febrero, y el segundo entre el 5 y el 7 de febrero. En ambas situaciones, la ola de calor estaba presente en más de 55 estaciones meteorológicas.”

Consecuencias económicas

Dado que se prevé que pueda repetirse, para la Argentina eso implica, además, consecuencias económicas. “Al calor en la Argentina siempre se lo tomó como una cuestión individual, de percepción personal. Sin embargo, hoy, es el problema de salud pública más importante en términos de sus daños a la sociedad y la salud. Más en los países del hemisferio sur, donde es generador de otros muchos problemas, como incendios, sequías, disminución de la producción de alimentos e impacto directo en la capacidad productiva”, menciona Ferreyra.

Lo define, además, como un problema territorial porque afecta más donde hay condiciones que favorecen valores más altos: lugares con concentración de cemento, metal, vidrio y hormigón, sin árboles y vegetación, ríos, lagos o agua en fuentes como elementos de enfriamiento natural. “Hay argentinos que van a sufrir más el calor que otros donde se dan esas condiciones”, señala el epidemiólogo. “De los 800 municipios más afectados por el efecto de isla de calor urbano, solo dos cuentan con un plan de actuación ante el calor. Son la ciudad de Buenos Aires y Rosario. Esto genera una gran desigualdad en la Argentina”, agrega.

La preparación local que describe también alcanza a la información oportuna a la sociedad, no solo con recomendaciones de cómo prevenir un golpe de calor, sino también de cómo está afectando a la población, junto con la formación del personal en los centros de atención y los cuidados a adoptar en más de 20 profesiones con alto riesgo de sufrir estrés térmico.

“La mayor parte de los hospitales que reciben los casos complicados no tienen un plan con las guías clínicas necesarias para que los distintos servicios enfrenten los efectos del calor, a diferencia de lo que pasa con los efectos del frío –detalla Ferreyra–. Tampoco la salud ocupacional cuenta con protocolos sobre cómo el calor extremo afecta a los trabajadores, ni en los sindicatos se discuten las medidas de cuidado y protección personal que deberían promover.”

Cita que, en Europa, donde trabaja a través de la alianza, hay protocolos que indican que, al superar los 32°C, los trabajadores expuestos al calor se van rotando en el descanso en un centro de enfriamiento, donde se hidratan y personal de enfermería les controla parámetros básicos para seguir con las tareas.

“Si no existen esas precauciones, el estrés térmico altera la capacidad de trabajo y los países sin estas protecciones empiezan a tener graves problemas de producción –agrega–. Todo esto demuestra que la Argentina tiene que actualizar su respuesta al calor extremo. Solo en lo laboral, tiene impacto en más de 20 profesiones u ocupaciones, como la policía, el transporte, la construcción, el trabajo en el campo o los trabajadores informales en la calle, entre otros más.”

Fabiola Czubaj

Neurología: ubican la zona del cerebro que impulsa el altruismo

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El cerebro ha desconcertado a los neurólogos durante siglos y continúa siendo un enigma fascinante. A pesar de los avances en neurociencia, conocemos muy poco de este órgano. 

Recientemente, una investigación científica reveló una cuestión fundamental: ¿qué parte de nuestro cerebro nos impulsa a actuar con solidaridad y bondad? Este descubrimiento podría marcar un hito en la manera en que interactuamos con el mundo que nos rodea.

¿Cuál es la parte del cerebro que nos hace solidarios y buenas personas?

Un grupo de científicos de la Universidad de California llevó a cabo una investigación pionera que revela la génesis del altruismo en el cerebro. 

Este estudio realizado en ratones, proporciona una base física para comprender el comportamiento altruista, demostrando que no es meramente una idea abstracta, sino que tiene raíces neurobiológicas concretas.

Los ratones, al igual que los humanos, exhiben comportamientos sociales complejos y muestran una predisposición innata a ayudar a otros individuos de su especie en momentos de necesidad. Esta conducta altruista se observó en situaciones donde un ratón herido recibe ayuda de sus congéneres, quienes proporcionan saliva para aliviar su dolor.

Los investigadores descubrieron que esta respuesta altruista está asociada con la activación de una región específica del cerebro llamada córtex del cíngulo anterior, situada justo detrás del córtex prefrontal. Esta zona está relacionada con la toma de decisiones. 

Este hallazgo sugiere que la solidaridad en los ratones está arraigada en su neurobiología, siendo un comportamiento innato que no requiere aprendizaje.

Sin embargo, extrapolar estos resultados directamente a los seres humanos plantea desafíos debido a la complejidad del cerebro humano y la falta de comprensión completa sobre cómo se forman las decisiones altruistas.

 Aunque el estudio marca un paso significativo hacia la comprensión de cómo el cerebro responde a las necesidades de los demás y regula las acciones para enfrentarlas, el neurobiólogo Weizhe Hong, director del estudio, advierte que aún queda mucho por investigar.

A pesar de estas limitaciones, Hong sugiere que estos avances podrían eventualmente influir en comportamientos altruistas en la sociedad humana. Sin embargo, reconoce que el debate sobre si las personas nacen buenas o malas sigue siendo uno de los grandes enigmas de la neurociencia. 

La neurociencia nos recuerda que la moralidad humana es un fenómeno complejo. (Foto: archivo)

Investigación científica: ¿qué nos hace malos?

El reconocido doctor Adolf Tobeña, catedrático de Psiquiatría y autor del libro «Neurología de la maldad», nos alerta sobre una realidad inquietante: entre el 1 y el 1,5% de los niños argentinos podrían poseer una predisposición innata hacia el mal desde su nacimiento

Del mismo modo en que hemos descubierto la región cerebral asociada a la solidaridad y la bondad, se han identificado zonas del cerebro que funcionan de manera peculiar en individuos diagnosticados como psicópatas. 

Estudios demostraron que lesiones cerebrales en áreas específicas pueden alterar radicalmente el comportamiento altruista de las personas, llevándolas a adoptar actitudes más egoístas.

¿Qué factores externos nos vuelven buenas personas?

La investigación neurocientífica revela las bases biológicas del comportamiento humano, pero el desarrollo moral de una persona también está influenciado por factores externos

  • La influencia de la educación: los estudios demuestran que el tipo de educación recibida puede moldear las actitudes y valores de una persona. 
  • El rol de la familia: el ambiente familiar ejerce una influencia significativa en la formación moral de los individuos. Los valores inculcados por los padres y el modelo de comportamiento que observan en el hogar pueden tener un impacto duradero en la manera en que interactúan con los demás y enfrentan situaciones difíciles en la sociedad.
  • La importancia de la comunidad: además de la educación y la familia, el apoyo de la comunidad y la participación en actividades sociales pueden fomentar el desarrollo de valores como la solidaridad y la empatía. 

Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay apoyan a Argentina en el juicio de la nacionalización de YPF

La Argentina suma apoyos en la apelación que lleva adelante para intentar revertir el fallo de la jueza Loretta Preska, que condenó al país a pagar más de US$16.000 millones a los fondos Burford y Eton Park por el trato desigual a los accionistas minoritarios al momento de expropiar YPF.

En las últimas horas, varios países de la región y referentes del derecho enviaron sus escritos a la corte de Apelaciones de Nueva York para respaldar el reclamo argentino. Chile, Ecuador, Brasil y Uruguay se presentaron como “amicus curiae” de la Argentina y apoyaron la apelación que el país lleva adelante.

Según repasó Sebastián Maril, analista de Latam Advisors y que sigue los pormenores del caso, también expresaron su respaldo el Colegio Público de la Abogacía de la Ciudad de Buenos Aires; un grupo de exjueces supremos de la Argentina, entre los que están Eugenio Zaffaroni y Antonio Boggiano; la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (formada por 10 provincias argentinas); y un grupo de 16 abogados argentinos.

“Los demandantes no pueden responder a un amicus curiae. Lo que sí pueden hacer es presentar un amicus curiae de su parte. No descarto que venga alguno muy importante para refutar o pelear con los argumentos que presentaron quienes apoyan a la Argentina”, afirmó Maril.

Y recordó: “No hay un período de presentación para estos recursos, pero el 25 de marzo los demandantes tienen que enviar una respuesta a la apelación argentina. Así que no descarto que antes de esa fecha aparezcan los amicus curiae de Burford y compañía”.

No obstante, el especialista consideró que lo más probable es que no haya fallo de la Corte hasta septiembre u octubre de este año y remarcó que aproximadamente un 90% de las apelaciones dejan firme la sentencia de primera instancia.

El apoyo de los países de la región sobre el caso YPF

Los argumentos que los países de la región presentaron van en línea con los reclamos locales, que cuestionaban la competencia de la justicia estadounidense para resolver en un caso sobre una empresa que tenía operación en Argentina y entró en conflicto con el gobierno del país, bajo las leyes locales.

Sebastián Soler, ex subprocurador del Tesoro, publicó en su cuenta de X un extracto de la nota conjunta que remitieron Brasil y Uruguay a la justicia estadounidense. “Brasil y Uruguay están profundamente preocupados porque el Tribunal de Distrito aplicó mal doctrinas cruciales diseñadas para garantizar el respeto de las prerrogativas de los soberanos extranjeros y sus tribunales, proteger a los litigantes extranjeros de las cargas de litigar en los Estados Unidos y salvaguardar contra la aplicación incorrecta del derecho extranjero. Cada una de estas protecciones, importantes bajo cualquier circunstancia, es esencial cuando se presentan reclamaciones contra soberanos extranjeros”, dijeron.

Por su parte, Maril compartió en la misma red social una parte del escrito que presentaron Ecuador y Chile. Allí, argumentaron que “tienen un interés en este caso porque el fallo del Tribunal de Distrito, si se mantiene, interferirá con las expectativas de larga data de las naciones soberanas de que sus propios juzgados o tribunales serán el árbitro de las disputas corporativas que surjan bajo sus propias leyes relacionadas con sus propias sociedades residentes respecto de estatutos y principios jurídicos que son de dominio exclusivo de cada uno de los respectivos sistemas jurídicos de las Naciones Soberanas”.

Y añadieron que si no se modifica el fallo de Preska “amenaza con perturbar relaciones comerciales de larga data entre las naciones soberanas y sus residentes corporativos y los Estados Unidos”.

Cerraron los complejos hoteleros de Chapadmalal y de Embalse

Este lunes, quedaron cerradas al público las Unidades Turísticas de Chapadmalal y Embalse, algo que no había ocurrido nunca desde su fundación. 

En 1950, fueron construidos, ambos complejos, para impulsar y garantizar el turismo de los sectores populares, objetivo que fue cumplido a lo largo de los años.

En 2023, se hospedaron, de enero a diciembre, 118.000 personas que pagaron su estadía y transporte, algunos en contingentes de diversas instituciones del país y otros, inscriptos particularmente. 

El cierre pone en riesgo serio a más de 500 trabajadores directos (empleados del ministerio o de las concesionarias de servicios), más miles de empleos indirectos de las comunidades de Chapadmalal y de Embalse y del transporte.

Las localidades, una ubicada en la provincia de Buenos Aires y otra, en Córdoba sentirán en forma directa el impacto negativo del cese de las actividades. 
Las puertas de los míticos complejos turísticos se cerraron cuando  el secretario de la cartera a nivel nacional Daniel Scioli y la subsecretaria Yanina Martínez, se encuentran en Berlín.

La Ley Ómnibus, en todas sus mutaciones que sufrió con nombres y maquillajes y que actualmente está disfrazada de Pacto de Mayo pretende en uno de sus articulados borrar los principios rectores de la Ley de Turismo Nº 25.997, suprimiendo tanto la caracterización del turismo como “un derecho social y económico” de las personas como también la obligación del Estado Nacional de elaborar obras públicas turísticas, y liberar la actividad a los vaivenes del mercado.

Argentina ante la mayor epidemia de dengue desde 2009

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La curva de casos de personas afectadas por el dengue, la infección viral que pueden transmitir hembras de mosquitos Aedes aegypti, se aceleró en diciembre pasado y la epidemia llevó a un número inédito de muertes en la Argentina en los meses de enero y las tres primeras semanas de febrero de 2024. Según el último boletín del Ministerio de Salud de la Nación, el dengue causó 37 fallecimientos durante esos dos últimos meses.

Desde que ocurrió la reemergencia del dengue en el país en 1998, los brotes epidémicos habían causado muertes a partir del mes de febrero y no habían llegado a esa cifra. Esas pérdidas tendrían relación con el adelantamiento del desarrollo del brote actual, y con la continuación de la circulación viral que hubo incluso durante el invierno pasado en la región Noreste. El año pasado ocurrió la peor epidemia de dengue en Argentina. Según informó el Ministerio en todo ese año se registraron 75 fallecimientos. Pero los casos habían empezado a aumentar recién a partir de febrero.

La situación se da en un contexto similar de aumento del dengue en otros países de América del Sur, como Colombia, Perú, y Brasil. En toda América se registraron 315 muertes por dengue según la Organización Panamericana de la Salud en 2024.

Respecto a la estrategia del Ministerio de Salud para hacer frente al brote de la infección, esta mañana, el vocero presidencial el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el Gobierno no contempla incluir en el Calendario Nacional de Vacunación la vacuna Qdenga contra el dengue, que fue aprobada por la ANMAT en abril del año pasado.

En dengue en números

Hay también epidemias de dengue en Brasil, Perú y ColombiaHay también epidemias de dengue en Brasil, Perú y Colombia

Desde enero a la tercera semana de febrero de este año se notificaron 57.461 casos de dengue, lo que representa el 77% de los 74.555 casos registrados en la temporada hasta el momento. Vale aclarar que para los epidemiólogos la temporada se inició en la última semana de octubre del año pasado.

Los 57.461 casos reportados implica que hubo un 2153% superior a lo notificado para el mismo período en 2023, cuando se habían registrado 2.550.

Hasta la semana del 18 de febrero se habían registrado 9.273 infecciones, casi 9 veces lo registrado en la misma semana del año previo (que había sido 1034 casos).

Durante enero y febrero hubo cambios en las regiones donde el dengue impacta. Ocurrió una disminución paulatina de los casos en la región del Noreste, y un aumento en las regiones del Noroeste y del Centro.

En la actualidad 18 de las 24 jurisdicciones presentan circulación viral notificada en su territorio, incluyendo San Luis, Mendoza, La Pampa y San Juan.

Los casos de dengue en provincia de Buenos Aires

En Argentina los casos por dengue aumentaron en el Noreste en diciembre y luego siguieron subiendo en la región del Centro y el Noroeste (Ministerio de Salud Formosa)En Argentina los casos por dengue aumentaron en el Noreste en diciembre y luego siguieron subiendo en la región del Centro y el Noroeste (Ministerio de Salud Formosa)

En provincia de Buenos Aires, se notificaron 6.798 casos confirmados autóctonos en todas las regiones sanitarias. Los municipios con mayores tasas de incidencia son San Isidro, General San Martín, Quilmes, Avellaneda, Tres de Febrero, Hurlingham, Florencio Varela, Lanús y San Miguel, según el Ministerio de Salud bonaerense.

Desde octubre pasado hasta el 28 de febrero, murieron 11 personas en la provincia de Buenos Aires por dengue. Respecto a la distribución por edades de los casos fallecidos, 1 caso fue menor de edad, 7 casos entre 18 y 48 años y 3 casos mayores de 60 años.

Al tener en cuenta que hubo muchos casos graves de dengue, los epidemiólogos de la cartera de Salud bonaerense sugirieron en el boletín que publicaron que “la detección de casos con signos de alarma resulta de suma importancia para anticipar las formas graves de dengue”.

Los signos de alarma son los siguientes: sangrado de mucosas, dolor abdominal intenso y continuo, hepatomegalia, somnolencia o irritabilidad, hemoconcentración con plaquetas, vómitos persistentes y derrame seroso.

Hay temor por el riesgo de que el dengue afecte aún más en marzo porque los mosquitos que transmiten el virus podrían ser favorecidos por el aumento de lluvias (Getty)Hay temor por el riesgo de que el dengue afecte aún más en marzo porque los mosquitos que transmiten el virus podrían ser favorecidos por el aumento de lluvias (Getty)

Expertos en infectología y entomología ya han manifestado preocupación por la posibilidad de que los casos de dengue suban más en marzo y abril,al tener en cuenta el pronóstico climático trimestral que elaboró el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, en marzo, abril y mayo podrían producirse niveles de lluvias normales o superiores a lo normal en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el norte de la provincia de Buenos Aires, el este de Santa Fe, Chaco y Formosa, y en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones.

Al tener en cuenta ese pronóstico, algunas regiones de la Argentina, como la del Noreste y el Centro, podrían entonces tener más lluvias y favorecer que haya más poblaciones de mosquitos.

“El año anterior fue el año en que mayor cantidad de casos de dengue hubo en la provincia [de Buenos Aires] y en el país. El año pasado a esta altura teníamos unos 40 casos; en este momento tenemos 7880 casos”, dijo el Ministro de Salud bonaerenseNicolás Kreplak, el miércoles pasado en una conferencia. “Esto es lo que estamos viviendo en esta epidemia que va a durar hasta que bajen las temperaturas. Todavía quedan varias semanas por delante”.

El biólogo Andrés Visintin, quien es profesor en la Cátedra de Entomología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet, afirmó: “Si vuelven las lluvias, podría favorecer la eclosión de huevos y que haya más mosquitos. Si hay circulación del virus en las comunidades -como ocurre este mes-, los mosquitos pueden infectarse y luego transmitirlo a más personas”.

El riesgo de que eso suceda tiene su explicación: “Las hembras de mosquitos Aedes aegypti pueden depositar los huevos en las paredes de recipientes artificiales, por encima del nivel del agua. Si no llueve, la lata se seca y los huevos quedan en latencia. En cambio, si llueve, el agua cubre los huevos y se produce la eclosión y nacen las larvas”, señaló Visintin, quien también es profesor de la Universidad Nacional de La Rioja.

En los próximos meses, si se producen más lluvias que lo normal y si hay más humedad, los sitios con huevos latentes se llenarían de agua y nacerían más mosquitos. La humedad ambiental favorece el desarrollo de los mosquitos adultos.

Según el Ministerio de Salud de la Nación de Argentina las recomendaciones son:

  • Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
  • Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Para eso se recomienda: tapar tanques, aljibes y/o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores, etc.; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables).
  • Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Se deben frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo para desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.
  • Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
  • Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
  • Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
  • Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.

DNU, ajuste y motosierra: 81 días hasta el 25 de Mayo

En medio del ajuste, la recesión y el congelamiento del dólar, los superávits gemelos del Gobierno podrían perder vigencia. También podría quedar de lado, el DNU 70/2023, quizás la única herramienta vigente que tiene el Ejecutivo para transformar la licuadora en motosierra, como le pidió el FMI a Javier Milei. Este es el diagnóstico que tiene en claro el ministro Luis Caputo. Con ese prisma habrá que analizar lo que ocurra en los próximos días.

El dato fundamental es que mientras Milei comenzaba a vapulear a los legisladores y a toda la casta política en su discurso de apertura de sesiones ordinarias, los números de recaudación que solapadamente daba a conocer mostraban que los impuestos vinculados con la actividad registraron en febrero una caída del 19% real.

La recaudación de Recursos Tributarios se desplomó en términos reales por un magro desempeño del impuesto a las ganancias y el IVA que son los dos pilares del sistema.

Matba Rofex descuenta en los contratos a futuro un deslizamiento de 7,5% en marzo y 14% en abril. Si bien no considera un salto significativo, prevé una corrección atractiva.

Fue obvio entonces que en el toma-y-daca que planteó Milei en el Congreso, la “invitación” a los gobernadores para avanzar en un acuerdo fiscal a cambio de alivio presupuestario obedeció a los nubarrones que se ciernen sobre la economía y el riesgo a que las fuerzas políticas en el Congreso frenen su DNU 70/2023, acaso la única llave para reconfigurar la estructura del gasto público e imponer las nuevas reglas con las que ha comenzado a manejarse la economía.

Ello, sumado a un dilema ya anunciado en esta columna: en esos mismos 75 días hasta el 25 de Mayo, el Gobierno intentará bajar la inflación pero, a la vez, deberá establecer un tipo de cambio real que resulte atractivo para que los exportadores liquiden el maíz y la soja.

Esa tormenta plantea una pregunta: ¿es sostenible el ajuste en las cuentas públicas vía licuación? ¿Qué ocurrirá cuando la caída en la recaudación obligue a nuevas podas del gasto? ¿Qué dificultades puede traerle al Gobierno la eliminación del DNU vigente? Con el Pacto de Mayo, ¿el presidente Milei intenta construir un atajo político para atravesar el período más difícil del ajuste?

FMI, dólar y ajuste

El planteo se revela más importante toda vez que el propio Gobierno viene de agitar que «la lucha contra el déficit fiscal es la madre de todas las batallas». Es por ahí donde la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda quieren que se los siga. No por nada, el globo de ensayo que es el Pacto de Mayo propuesto por el presidente pareciera condensar gran parte de su quintaesencia en esas cuestiones.

Por un lado, equilibrio fiscal y reducir el gasto público a nada menos que un 25% del PBI; por otro, una reforma tributaria para bajar la presión impositiva y otra reforma, laboral, para hacer el resto del ajuste. También propone discutir la coparticipación (punto más conflictivo); una reforma previsional (jubilación privada) y la apertura al comercio internacional, entre otras propuestas.

Las dudas también se filtran por ese lado. Si la economía va camino a una recesión brutal y las reformas del Gobierno por ahora sólo apuntan a utilizar más la licuadora que la motosierra, ¿qué tipo de superávit podrá ofrecer en el futuro? ¿Cómo administrar un Estado que será desfinanciado pero cuya estructura persistirá?

El pedido de Georgieva y Yellen

El FMI se dio cuenta rápido. Pidió mayor apoyo institucional a las reformas en marcha. Se lo exigió al Gobierno. También Janet Yellen, la secretaria del Tesoro. Sugirió, a la vez, un cambio de estructura para obtener el superávit: más consistencia social y menos discrecionalidad.

Es el origen del Pacto de Mayo. El Gobierno busca que las provincias lo “ayuden” a recortar el gasto, mientras los sube a una mesa de diálogo con la zanahoria de la Coparticipación y la amenaza del freno a las transferencias directas. Una mesa de diálogo con las provincias que ponga a salvo el DNU.

Los gobernadores ya han avisado que no habrá colaboración para empujar la ley ómnibus. De todas formas, el Gobierno compra tiempo para mantener el DNU vigente. Hay que recordar que el DNU de Milei deroga numerosas leyes para garantizar abastecimiento de alimentos, da de baja regulaciones estatales, habilita la privatización de empresas públicas, flexibiliza las operaciones en dólares y, aunque por ahora en suspenso, flexibiliza el mercado laboral.

También se derogan leyes que favorecían la promoción industrial en zonas desfavorecidas, impedían la privatización de empresas públicas o regulaban el comercio exterior, entre otras.