APCNEAN repudia la ola de jubilaciones compulsivas en la CNEA y en el sector nuclear

0

Hemos recibido el siguiente comunicado:

APCNEAN manifiesta su más enérgico rechazo a la ola de jubilaciones compulsivas que se está impulsando en la CNEA y en el sector nuclear en general.

Esta acción ejercida por parte de las autoridades de las diferentes organizaciones pertenecientes al Sector Nuclear Argentino, pretende apoyarse en legislación de muy dudosa constitucionalidad, por su carácter discriminatorio hacia los empleados públicos entre otros elementos.

Claramente, esta intimación a jubilarse, de carácter compulsivo e indiscriminado, responde al único objetivo de disminuir el gasto público, sin considerar las consecuencias operativas y mucho menos humanas de la medida.

Estamos hablando de personas cuyo conocimiento y experticia son sumamente valiosos para las instituciones desperdiciando personal que ha costado mucho tiempo y esfuerzo formar, en un contexto de plantel ya cercenado que sigue experimentando una sangría por los bajos salarios y la pérdida de su capacidad adquisitiva de más del 50% desde diciembre/2023.

APCNEAN repudia enfáticamente este accionar y se opondrá con todos losmedios legales a su alcance.

Secretariado Nacional de la APCNEAN

INVAP entrenará al personal de las centrales nucleares de Uganda

0

La TV ugandesa muestra a la ministra de Energía, Irene Bateebe mientras rubrica el documento con Pablo Abatte, vicepresidente de INVAP. Estuvo presente vicedecano de la Universidad de Soroti, Ikoja Odongo, el el Oriente ugandés, donde funcionará el futuro Centro de Ciencia y Tecnología Nuclear.

Odongo se manifestó urgido por desarrollar no sólo la currícula de estudios del centro, sino su infraestructura, dos asuntos en los que INVAP puede intervenir con no poca experiencia. Uganda es un país sin acceso al mar, ecuatorial, subsahariano, con unos 48 millones de habitantes y una fuerta rampa (3% anual) de crecimiento demográfico.

La mitad de la población carece de electricidad, cosa que el gobierno del presidente Yoweri Museveni se propone remediar con un programa nucleoeléctrico bastante impresionante: piensa instalar 15.400 MWe nucleares antes de 2040. Son cosas que por ahora sólo logran hacer países como China o la India, con poblaciones, PBI e industria nuclear preexistentes y considerables.

China, definitivamente, forma parte de estos planes de gran estrépito: está empezando a faltar uranio en el mundo, así como ingenieros nucleares (unos 100.000 sólo en Occidente). La CNNC (China National Nuclear Corporation) probablemente intervenga en el desarrollo de la minería local de uranio, y hasta el año pasado estaba anotada en el desarrollo de una primera central en el futuro complejo nucleoeléctrico de Buyende, unos 150 km. al Norte de la capital nacional, Kampala. La primera máquina, según Reuters, estaría «on line» en 2031 con unos 1000 MWe y el complejo albergaría 5 unidades más. Ignoro si de la misma marca, pero esa información sugiere al menos una primera Hualong-1 china, la máquina «de bandera» elegida para exportación.

¿Podrá con tanto plan, Uganda? La disparada mundial del precio del uranio sugiere que este metal, la base de la industria nucleoeléctrica actual, podría financiar al menos parte de la movida. En estos momentos paga más tener uranio que oro. No aventuro pronósticos pero ojalá estos planes se den, porque por más de una razón que trataré de explicar después, parecemos ser el único país del autodenominado Occidente invitado a la mesa.

El plato fuerte del giro nuclear ugandés fueron las licitaciones por centrales nucleoeléctricas en 2022, en las que ganaron Corea, con su empresa KHNP, y Rusia con ROSATOM. Las máquinas serán en ambos casos de tipo PWR, que queman uranio de bajo enriquecimiento (menos del 5%), moderado y enfriado por agua presurizada a más de 120 atmósferas, y el conjunto de combustibles y canales de circulación del refrigerante encerrados herméticamente en un grueso recipiente de presión. El PWR es el diseño más estandarizado del mundo.

La oferta tipo de ROSATOM suele ser de tipo BOO, (Build, Own and Operate): el país receptor no participa de la construcción, propiedad u operación de la central, la acepta simplemente como una fuente de potencia eléctrica confiable. La instalación le es tan ajena como una embajada, salvo por un detalle: el estado nacional ugandés no la opera pero controla la operación en seguridad y disponibilidad a través de una agencia especializada, y ésta es capaz de decidir el cierre, si se violan buenas prácticas. Es probable que el personal de esa agencia haga su educación tecnológica nuclear con Argentina.

A su vez, el Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU, a su vez, vigila con inspecciones sorpresa y sensores remotos que no haya robos deliberados de combustibles «crudos», deliberadamente poco quemados, para extraerles plutonio 239 por sistemas químicos.

Este tipo de márketing ruso, el BOO, es bien recibido en países sin recursos humanos e industriales nucleares, pero con una necesidad perentoria de potencia eléctrica firme. Casos de libro: Turquía, que entre 1988 y 1993 pensaba ser cliente nuclear de Argentina, hasta que Carlos Menem destruyó el negocio. Bangla Desh también cliente ruso, y siguen los compradores y candidatos a comprar.

Muestro dos perfiles industriales y geopolíticos muy distintos para explicar algo contraintuitivo: tener abundante electricidad nuclear sin una industria y/o una tradición tecnológica nuclear previas a mí me pondría los pelos de punta, pero resulta muy atractivo para países variados. Y es que construir esa tradición en ciencia y tecnología nucleares toma décadas, mientras que una central grande hoy se construye en menos de 6 años.

Así fue que ROSATOM, cabalgando sobre diferentes modelos de su máquina VVER, se volvió el exportador de centrales más exitoso del mundo. Fierros fuertes, se terminan en 6 años sin sobrecostos, operan bien, cero quejas, cero accidentes. La VVER logró que la historia se olvidara de la central RBMK, cuya pésima ingeniería le costó cara a la URSS en 1986, con el accidente de la unidad 4 de Chernobyl. ¿Cómo sobrevivir a semejante oprobio? Con calidad. Comercialmente, ROSATOM es el ave fénix.

KHNP vende sus centrales de 1400 MWe, que construye espectacularmente rápido (4 años y medio). Lo hace preferentemente con otra modalidad: llave en mano, yo te la entrego terminada y en línea, vos la operás, y en caso de reparaciones o modernizaciones soy tu service oficial. O no, después de todo la central, una vez entregada y expiradas las garantías, es toda tuya.

CNNC se adapta a la modalidad que quiera el cliente y el crecimiento de su flota nucleoeléctrica doméstica es incomparablemente mayor que el de Rusia o Corea. Pero por ahora sólo logró exportar su Hualong-1 a Pakistán. Próxima, Uganda.

La Argentina, bicho raro para variar, intervino con diseño e industria propia en un porcentaje creciente de sus tres solitarias centrales nucleares y hoy es el mejor exportador de reactores multipropósito, que suministran radioisótopos, capacitación, materiales electrónicos y servicios a diversas industrias, pero no potencia.

Alguna vez un ingeniero nuclear español me hizo la observación de que nos sobraban ingenieros nucleares con doctorados y con capacidad de diseño, teniendo tan pocas centrales. Era 1988, Atucha II parecía destinada a no terminarse jamás: sólo teníamos dos centrales activas.

Yo le retruqué con que eso que el suponía un exceso de doctores en física, ingeniería o química nuclear nos blindaba particularmente bien contra accidentes y desperfectos de disponibilidad. Nos daba independencia de los proveedores. Podíamos arreglárnoslas sin ellos. En cambio España no podría haber construido sola ninguna de sus entonces 18 máquinas entonces en línea, y ni hablar de repararlas.

Pero me parecía bien, añadí con cortesía, que confiaran tanto en la seguridad y buena leche comercial de Alemania Federal.

Subrayo que esta conversación tuvo lugar en Viena justo en 1988, el año en que se rompió Atucha I, tres meses antes. SIEMENS ofreció repararla por U$ 200 millones, y preferimos hacerlo nosotros por U$ 17 millones. No por nada los turcos aquel año querían una centralita nuclear compacta CAREM argentina.

Lo que valora el mercado nuclear mundial de la Argentina son más los recursos humanos que los fierros. Corrijo: los fierros también, pero preferentemente, los que tienen como objetivo la construcción de recursos humanos.

¿Qué papel tienen Argentina e INVAP, esas dos rarezas absolutas, en ese esquema? La formación de los ingenieros, físicos, químicos y técnicos nucleares con los que Uganda deberá regular, supervisar e incluso manejar sus centrales, cuando los coreanos, rusos y chinos empiecen a entregarlas. ¿Se entiende el apuro del vicedecano Odongo por tener listo su Centro de Ciencia y Tecnología Nuclear?

No se trata de construir aulas o auditorios, sino (en plan modesto) un reactor nuclear de entrenamiento de ingenieros, físicos y químicos nucleares y sus instalaciones anexas. Son el centro funcional de toda universidad atómica, como el Instituto Balseiro, de la CNEA. El Balseiro funciona en el Centro Atómico Bariloche. Allí INVAP en los ’70 construyó el reactorcito RA-6 para uso interno de los futuros profesionales, porque es bueno aprender de libros y de la Internet, pero mejor aún se aprende diseñando experimentos, es decir creando conocimiento nuevo. La estúpida realidad enseña mejor que los textos más inteligentes.

La investigación original, dura y pura. Ésa es una de las diferencias claves entre una universidad en serio y un enseñadero.

En plan menos modesto, ese reactor de entrenamiento ugandés podría ser además un sistema multipropósito y fabricar radioisótopos de uso médico e industrial, y liberar de importaciones la medicina nuclear local. Un reactor multipropósito puede incluso dar otros servicios a industrias ugandesas (electrónica, construcción aeronáutica o automotriz). Cualquiera de éstas necesitan de una fuente potente de neutrones para estudiar o mejorar materiales.

INVAP ha entregado ambos tipos de reactor a muy diversos clientes: el NUR de Argelia o el LPPR de Arabia Saudita son de baja potencia y puramente de docencia, mientras que el INSHAS de Egipto, el OPAL de Australia y el PALLAS 2 de Holanda son a la vez universidades y fábricas, laboratorios de investigación por un lado, y plantas de radioisótopos para la medicina nuclear mundial, o de silicio irradiado para la microelectrónica.

Los multipropósito que vendió INVAP últimamente usan potencias bastante altas, de 22 a 40 MW térmicos.

Perú, el primer cliente nuclear de la Argentina, entre 1978 y 1981 compró DOS reactores: un reactor escuela chico, el RP-0, y al toque el RP-10. Con 10 MW térmicos, seguirá siendo la mayor planta de producción de radioisótopos de Sudamérica, con el RA-3 de Ezeiza como único par. Ambos perderán su primacía cuando en 2025 la CNEA finalice su RA-10, de 30 MW térmicos, una instalación multipropósito complejísima en la que INVAP participa como proveedor principal.

Qué cosa nos terminarán comprando los ugandeses, sea en complejidad o en potencia térmica, por ahora no se sabe. En todas las últimas licitaciones por reactores multipropósito, tras el descarte inicial de ofertas chinas, japonesas y francesas, solemos quedar semifinalistas contra Rusia y Corea… y solemos ganarles. Sucedió en Australia, Arabia y Holanda. Nota aparte: los EEUU, desde que pintamos fuerte en las licitaciones internacionales, ni siquiera aparecen.

No es que seamos infalibles. La diferencia contra nuestros rivales actuales en reactores es que éstos tienen puesta toda la carne en una parrilla mucho mayor: centrales de potencia. Eso en reactores nos obliga a ofrecer diseños a medida de cada cliente, en lugar de un modelo único bajado de un anaquel.

No es un slogan. No conozco dos grandes reactores de INVAP que se parezcan demasiado. Ni siquiera se puede decir que el RA-10, a inaugurar en 2025, se parezca al OPAL de Australia, considerado por el mercado como el mejor del mundo. El RA-10 tiene un 50% más de potencia térmica, porque está destinado a copar al menos el 20% del mercado mundial de radioisótopos médicos. Pero será el RA-10, muy hecho a pedido de las universidades nacionales, los laboratorios del CONICET y algunas industrias argentinas, porque la CNEA quería un RA-10, no un «OPALÓN».

La otra ventaja de INVAP contra Corea y Rusia es que somos bastante generosos en las transferencias de tecnología. En el ambiente nuclear, la expresión «transferencia de tecnología» suele ser un verso marca cañón, en el que el vendedor cobra por enseñar el mínimo posible, consciente de que el negocio es no avivar giles.

Inevitablemente, la CNEA e INVAP han debido hacer exactamente lo opuesto, no por nuestra grandeza moral sino para diferenciarnos. Y la última ventaja de INVAP ha sido entregar SIEMPRE el reactor en tiempo y forma, sin demoras ni sobrecostos.

Fuera de estas tres ventajas inventadas a partir de una evidente desventaja de tamaño y medios, si fuera por plata o por financiación, los coreanos, los rusos y también los chinos, nos barren del mapa. INVAP nunca ganó una oferta por mejor precio, sino por mejor oferta tecnológica. La corona no la tenemos pegada a la cabeza con Poxipol. En realidad, INVAP se juega no la corona, sino la cabeza misma en cada licitación. Hay que sudar años la camiseta para ganar.

Nuestra imagen económica, un país cada vez menos industrializado, endeudado hasta las orejas y entusiasta exportador de naturaleza cada vez más cruda, tampoco ayuda.

Si INVAP, que vive de lo que factura, no ha quebrado, es porque toda vez que está por empezar a echar gente o a pagar sueldos en bonos, a último momento la salva el estado: el estado peruano, el estado argelino, el estado egipcio, el estado australiano, el estado saudí, y en estos momentos, el estado holandés.

En Uganda, la verdadera torta de la boda (las centrales nucleoeléctricas, muy distintas de los reactores) se la llevaron Rusia y Corea. O China, según Reuters. Ahí hay una cinchada de varios actores poderosos, y todavía medio oculta por la polvareda.

Nos encantaría estar en la polvareda, un petiso peleando con gigantes, y repartiendo para que tengan y guarden. Ya es costumbre. Pero sin haber terminado el CAREM desde 1984, cuando se lo presentó públicamente, no tenemos una central argentina de potencia para ofrecer. Habrá que esperar que esté terminado y en línea, pero la lista de presidentes que impidieron a todo trance que eso sucediera es mucho mayor que la lista de los que dieron apoyo, siquiera tibio.

Previsiblemente, el presidente Javier Milei suspendió la obra, que tiene un 70% de avance logrado por la CNEA muy contra viento y marea.

De todos modos, tener baza en la construcción de los recursos humanos de la futura industria nuclear ugandesa es una apuesta para la Argentina. Si nos sale bien el tiro, en 2060, Uganda tendrá 104 millones de habitantes, y bastantes ingenieros nucleares que hayan tenido profesores argentinos en la Universidad Soroti. Esta casa de estudios huele aún a pintura fresca: está unos 300 km. al Norte de la capital (Kampala). Es estatal, pública, en funciones desde 2018 y resulta desconocida hasta hoy por el 99,9999% de los argentinos, incluido quien firma.

Me confirma un amigo en Bariloche que ya están saliendo hacia Kampala los primeros argentinos que armarán las carreras de ciencias nucleares. Tal vez en 2060 los ugandeses tengan también algunas autoridades e industriales del palo que hayan hecho sus posdoctorados en Bariloche o en Ezeiza, y que bailen tango.

La milonga africana de INVAP, empezada en los ’80 con dos éxitos fenomenales en Argelia y en Egipto, ahora empieza a ponerse movida.

Daniel E. Arias

Embraer va a fabricar los SuperTucano en la Unión Europea. Podrían haber sido los Pucará

0

¿Y si en lugar de los SuperTucas hubieran sido los SuperPucas? A mediados de los ’80 la Boeing quiso fabricar el IA 58 Pucará en los EEUU. A medio siglo de su «roll out», sigue siendo un avión con capacidades de entrenamiento, ataque a tierra y patrullaje armado que exceden las del SuperTucano. Tanto así que Brasil quiso comprarlo cuando se inauguraba el Mercosur.

Sobre ese éxito mundial de ventas que fue el Tucano, y el mucho mayor que parece estar protagonizando el SuperTucano, volvemos después. Ambos son plenamente merecidos. Lo que creo que todo argentino debería preguntarse es qué parte de ese éxito pudimos haber tenido o compartido, y qué futuro tendría nuestra industria aeronáutica en ese caso.

En realidad, entre 1984 y 1989 la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba recibió pedidos de distintas fuerzas aéreas por más de 220 unidades. La Guerra de Malvinas los había puesto de moda.

Boeing quiso fabricar el Pucará bajo licencia para terminar con el monopolio comercial que tenía el Rockwell Bronco como avión de contrainsurgencia por parte del Pentágono. Nadie sabe o al menos explica por qué esa propuesta no prosperó, de modo que por défault uno supone que el State Department disuadió a Boeing tal vez a pedido del Reino Unido. Es un tema expertamente silenciado.

Hay mucho más de lo mismo. Durante los 8 años que duró aquella guerra entre vecinos, Irak pidió 110 «Pucas» para ataque a tierra contra Irán, país que a su vez pidió -con más modestia- 20 para atacar a Irak. Medio mundo nos tocaba timbre, pidiendo Pucas. Los aviones baratos con capacidad de ataque a tierra, gran autonomía para sobrevuelo, alta maniobrabilidad y mucha resistencia al fuego enemigo no son moneda corriente. Y el Pucará, en ese sentido, tuvo la mejor publicidad posible: la del propio enemigo.

La propia RAF (Royal Air Force), reconstruyó meticulosamente un Puca capturada en Malvinas. Luego lo sometió 50 horas a combate simulado en la base de pruebas de Boscombe. En su informe, indicó que el avión era excelente para su misión y que la Argentina podía razonablemente exportar unas 300 unidades al mercado mundial. Se extrañó también de que no lo estuviera haciendo.

La RAF publicó sus conclusiones en (Aviation Week & Space Technology, 31 de octubre de 1983, citado por Tácticas y Armas para la Defensa Vol I, nro. 6 Agosto 1990, pág. 288). AgendAR le dedicó un artículo aquí.

Tantos pedidos y expectativas no sirvieron de mucho, porque tras haber producido apenas 110 unidades de su propio avión, la Fuerza Aérea Argentina «lo borró». Las matrices y moldes de fabricación de los «Pucas» desaparecieron misteriosamente de la planta cordobesa, y esos utilajes no volvieron a fabricarse jamás. Por eso los Pucas vienen en tres series, la A, la B y la C, y nada más.

Tampoco parece que la vieja Fábrica Militar de Aviones se haya matado tratando de exportarlo. Lo impresionante es el esfuerzo en sentido contrario. Un total de 4 Pucas fueron donados a la Fuerza Aérea Colombiana, 3 otros a la de Sri Lanka. Luego de vegetar en tierra largamente por falta de repuestos, los 4 Pucas colombianos fueron cedidos a Uruguay, que los adoptó con gran eficacia. Ninguno de esos 7 aviones recibió jamás apoyo técnico de la FMA, y no por falta de pedidos.

En 1985 leí con sorpresa que la entonces emergente Embraer acababa de venderle 180 Tucanos como entrenadores a la RAF, eso tras derrotar en licitación a una decena de competidores norteamericanos y europeos de fama y renombre. Eso me hizo entender que la diferencia entre el triunfo y el olvido, para una firma aeronáutica que trata de abrirse camino, la hacen el tener al propio estado a favor o en contra. Y en forma central, la actitud de la fuerza aérea del país fabricante.

Los Puca fueron un desarrollo de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) eliminado, típicamente y por molesto, por la propia Fuerza Aérea Argentina. Desde 1956, cuando liquidó el proyecto Pulqui II, el negoción (para las cúpulas) es IMPORTAR aviones, nuevos o en estado de chatarra. Y pocas cosas estorban tanto ese «business» como los desarrollos propios, que surgen casi inevitablemente de la fábrica, si uno tiene una fábrica.

Cuando las turbinas Astazou que permitían volar a los últimos Pucas viables iban quedando fuera de servicio, en lugar de remotorizar las células (el conjunto de fuselaje y alas), la FAA las regalaba patrióticamente a intendentes de todo el país como estatuas de plaza.

Ahí están casi todos los Pucas que no se perdieron en accidentes o en la Guerra de Malvinas, juntando caca de paloma, junto a las inevitables estatuas del Bombero y de La Madre. Las células tan generosamente regaladas tenían por delante alrededor de 10.000 horas de vuelo por delante si se remotorizaban. Esto es una consecuencia del tipo de construcción aeronáutica del Puca: la «piel» que recubre alas y fuselaje está simplemente remachada sobre la estructura de cuadernas y largueros, sin comprimirlos. La piel tensada, idea que dominó el diseño de cazas durante la Segunda Guerra Mundial, permite un plus de rigidez en la célula con menor peso en estructura.

Las ventajas de esa filosofía de diseño son tanques de combustible mayores, y/o más armas a bordo. La contrapartida es que toda ruptura en esa caja tensada desde afuera tiende a propagarse y volverse falla estructural. La estructura no tensada permitió que los Puca en Malvinas aterrizaran con más de 100 agujeros de bala, o que para derribar al avión del Mayor Carlos Tomba, el 21 de mayo de 1982, una patrulla de Harrier dirigida por Nigel (Sharkey( Ward tuvieran que dedicarle dos pasadas de ametrallamiento con cañones de 30 mm.

El Puca A511 de Tomba venía zigzagueando a 30 metros del suelo, aprovechando al máximo su fantástica capacidad de maniobra a baja velocidad, mientras dos Harrier se turnaban para tirarle desde atrás, pero ráfagas cortas porque no podían evitar sobrepasarlo. Cuando se sumó un tercer Harrier a la cacería, el ala izquierda del Puca empezó a ceder y el avión a «perder comando», es decir a volverse incontrolable. El Puca sólo accedió a caerse cuando ya tenía ambos motores totalmente en llamas, y entonces Tomba decidió que lo prudente era eyectarse… a 5 metros de altura. El avión estalló contra el suelo apenas 100 metros delante de él.

Tomba estaba en Malvinas por sus capacidades en ingeniería eléctrica: los contactos del Puca no aguantaban la corrosión permanente del viento marino. Hecho su trabajo sobre la escueta flota de Pucas de la base improvisada en Goose Green, en lugar de volverse al continente se quedó a pelear.

Decisión brava, porque el avión se hizo para operar sobre selvas o tejido urbano, ambientes en los que recibe fuego básicamente desde abajo, razón por la cual la cabina está blindada en el piso, así como las góndolas de las dos turbohélices.

Pero en la desolación de la tundra malvinera no hay árboles, y ciudad hay una sola, y de casas bajas. Con 1500 kg. de bombas y cuatro ametralladoras 7,65 y 2 cañones de 20 mm. en proa, el Puca justificó como pudo el miedo que le tenía la infantería y los helicopteristas británicos, pero no tenía ninguna cobertura contra constante fuego de fusilería que recibía casi en horizontal en cada misión. No estaba en su paisaje «de diseño», y el que decidió llevar ese avión a Malvinas debía tener flojos un par de remaches.

La fortaleza de su construcción logra que la expectativa de vida normal de una célula de Puca llegue a las 20.000 horas de vuelo. Lo normal habría sido la remotorización de toda la flota fabricada que no se accidentó en tiempo de paz o se perdió en guerra. Lejos de ello, tanto hizo la FAA para sacarse de encima a ese hijo no querido que quedaban unas 18 células viables, la última vez que pregunté. Y fue hace dos semanas, pero mi informante no podía jurármelo.

El lector puede encontrar parte de esta historia aquí.

Con esto, prometo disciplinarme más al funcionamiento esperable de un artículo periodístico y doy paso a la noticia de cómo el SuperTucano, descendiente directo del Tucano, sigue triunfando en el mundo, pese a que medio siglo después ambos aviones pueden cumplir los mismos roles.

Personalmente creo que el Puca es marginalmente superior por su envolvente de vuelo, incluso con su motorización vieja original: se banca maniobras escarpando las alas a baja velocidad en las que un Tuca cae en pérdida, da 600 km/h (50 más que el Tuca) de velocidad máxima, tiene más autonomia, similar capacidad de carga de munición lanzable, una artillería de tubo incomparablemente más potente, y si pierde un motor, vuela con el otro, cosa importante para un avión hecho para recibir fuego desde tierra.

Pido disculpas al lector. Sólo quería poner las cosas en contexto.

Esta es la noticia que me hizo recordar, otra vez, al Pucará, y que apareció en la revista aeronáutica argentina que lleva su nombre. La noticia reza así:

«La compañía brasileña Embraer llevará a cabo una inversión de 90 millones en la empresa portuguesa OGMA para la producción de los nuevos A-29N Super Tucano, destinados a la Fuerza Aérea Portuguesa como nueva plataforma de entrenamiento y de ataque.»

A continuación, trataré de explicar qué es lo que hace del SuperTucano un avión excelente, que realmente lo es. Felicitaciones, primos brasucas.

A-29 Super Tucano.

QUÉ HACE DEL SUPERTUCANO UN AVIÓN TAN VENDIBLE

El SuperTucano se está vendiendo como pan caliente, en un momento en que la fabricación mundial de cazas supersónicos multirrol no excede las 3000 unidades anuales EN TODO EL MUNDO. Y eso en una situación de pre-guerra. Ojo con ese dato.

Creo que la mejor explicación del fenómeno SuperTucano la da un ingeniero aeronáutico especializado en software, Augusto Aldeghi, que trabaja en Inglaterra y desde hace 5 años tiene un canal de Youtube llamado Millennium Seven*, con casi 800.000 usuarios. El tipo se apuntala en datos ingenieriles duros, está muy ligado a la industria aeronáutica italiana, y se divierte mucho irritando a los vehementes Barones Rojos de escritorio que intoxican la Internet.

El programa que dedicó hace tres años al SuperTucano es accesible aquí.

Aldeghi cree que la virtud principal del SuperTucano es que es «attritable» (eufemismo militaroide por «descartable»). En suma, se lo puede bajar sin grandes pérdidas de recursos industriales o humanos, ya que en combate real entre estados, es decir guerra simétrica, sería difícil que soporte 200 horas de vuelo. Pero en ese tiempo puede haber causado daños importantes al enemigo.

Fuera de ello, se puede reponer muy fácilmente, mientras que los cazas supersónicos de 4ta generación son fabricaciones artesanales, exquisitas y lentas. El SuperTucano te permite continuar la guerra aérea cuando los jets supersónicos ya fueron barridos del cielo por baterías misilísticas tierra-aire, o destruidos en tierra por sorpresivos enjambres de drones. Cosa que desde la Guerra de Yom Kippur (1973), cuando la lucha es entre estados-nación, sucede en pocos días.

Ojo, todo eso Aldeghi lo subió a Youtube ANTES de la guerra de Ucrania, cuyo componente aéreo es un combate entre sistemas antiaéreos, misiles autoguiados y drones de distinto grado de independencia. La superioridad aérea tal cual la predica la OTAN en esas estepas no existe: los jets supersónicos de ambos bandos evitan volar sobre el frente o dentro del territorio enemigo: el que lo hace, no se jubila. También está eximido de aterrizar.

Pero la verdad es que en esta guerra tan robótica y semiautomatizada, unos aviones tripulados muy pero muy «very attritable» como el SuperTucano podrían hacer grandes diferencias en ataque cercano a tierra. Eso, en ambientes donde los drones funcionan muy mal debido a equipos de interferencia o de «spoofing» electrónico. Estos interrumpen las comunicaciones de los drones teledirigidos con sus pilotos remotos, o engañan a los sistemas de navegación y posicionamiento de los totalmente autónomos, como las «municiones kamikaze».

Un par de humanos descartables, por su entrenamiento mucho más corto que el del piloto de un supersónico multirrol, subidos a un avión descartable por costo y por velocidad de fabricación, terminan siendo un buen negocio. Suena espantoso, ¿no?.

Si, entiendo, si yo tuviera algún amigo en márketing en Embraer, me estaría llamando para amenazarme educadamente con la hoguera o el garrote vil, pero la verdad es la verdad. Tampoco espero que mis comentarios le caigan simpáticos a los pilotos militares de ningún país, especialmente los no calificados para jets supersónicos, especialmente los de MI país. Pero mi trabajo no es caer simpático.

En la saliente que logró cavar Ucrania dentro de la provincia (u óblast) ruso de Kursk, la aviación rusa se abstuvo de operar con aviones de ataque a tierra. Tiene unos cuantos y muy buenos, los Sukhoi 24 y 25, pero desde que empezó la guerra ya perdió unos 45 y valen un disparate. Por su parte, el ejército ruso pudo hacer muy poco uso de sus innumerables y variopintos drones, porque las columnas ucranianas que partieron rumbo al complejo nucleoeléctrico de Kursk iban con camiones multirruedas que transportan grandes equipos de interferencia electrónica.

Dos pilotos humanos en un avión barato, guiados básicamente por la vista y sistemas ópticos que la potencian en ifnrarrojo o por telescopía, pueden hacer grandes destrozos en ese medio. Pagando un precio, claro.

Los aviones como el SuperTuca o el Puca son los palos y piedras con los que uno sigue luchando cuando ya no tiene o no puede seguir perdiendo armamento sofisticado e irreemplazable, y son inmunes a contramedidas en las que los drones se confunden, se pierden y se estrellan.

Son los que te permiten terminar la guerra cuando te conviene a vos, no cuando tus «aliados» (entre grandes comillas) y «sponsors» se cansaron de vos. Te hacen un poco más soberano.

Pero a U$ 10 millones cada SuperTucano, tal vez los rusos estén acordándose de que destruir las salientes blindadas alemanas desde 1943 en adelante las resolvieron con sus lentos y pesados Sturmovik. En su tiempo cumplían el mismo rol de ataque a tierra. Caían como moscas, pero eran de reposición casi instantánea. Los propios pilotos eran de reposición rápida: salían a volarlos con un entrenamiento más bien precario, y aunque no se jubilaban, se llevaron puestos los tanques y blindados de media Wehrmacht.

En tiempos de paz, de yapa, un SuperTucano es excelente como patrulla armada por el bajo costo de su hora de vuelo, y su autonomía de 8 horas y media. Pero fundamentalmente sirve como entrenador semi-avanzado, es decir la escalera de acceso de los cadetes de aviación al paso siguiente, el pilotar jets supersónicos multirrol, o puramente de ataque a tierra o a barcos.

Para ello, el SuperTucano tiene una cabina biposto tándem inclinada, de modo que el que vuela atrás tenga una excelente visión sobre el casco del que vuela adelante. El avión tiene doble comando, y en ambas ubicaciones un «full glass cockpit» israelí con una pantalla dedicada a las variables de vuelo y navegación, y la otra a sistemas de comunicación y al uso de armas.

Esta aviónica Elbit es muy superior a la de un entrenador mediano. Corresponde más bien a la de un jet de combate con todas las de la ley. Hay un rasgo aviónico adicional que define la enorme modernidad del SuperTucano: tiene un «data link» de gran ancho de banda que lo vuelve un nodo más en una red informática de aviones, radares terrestres y aéreos, sensores ópticos y sónicos, baterías antiaéreas y de misiles aire-tierra o aire mar. Es un instrumento especializado en una gran orquesta militar.

El oficial de armas y comunicaciones que vuela detrás puede ser igual de importante o más importante que el que pilota, y el avión no sólo tiene importancia por sus «efectores» (otro eufemismo milicoide otanesco por «armas»), si no por sus sensores. En este caso son dos señores que pueden ver el teatro de operaciones con radares subalares colgados como «pods» (en mi barrio, góndolas aerodinámicas). Los mismos pods pueden contener sensores ópticos en infrarrojo, o en el espectro luminoso normal, pero con ópticas graduables desde visión panorámica a aumentos telescópicos.

Esta información puede determinar la conducta inmediata de ambos tripulantes («Ahí va un tanque enemigo, vamos a embocarle un cuetazo»), pero además se transmite encriptada al avión AWACS de vigilancia y comando que dirige y organiza todo el campo de operaciones. Supongamos que hay mucho polvo y/o humo en el campo de batalla, y el «pod» que designa con láser infrarrojo ese misil que le acaba de soltar el SuperTucano no logra traspasar esa barrera, y el «cuetazo» falla.

Pero las coordenadas del blanco ya están en el AWACS, y por ende la decisión sobre el destino de ese tanque pasan a un alto oficial que envía una orden de tiro a una batería de cañones a distancia de tiro, o a un par de helicópteros cazatanques en las cercanías. Y el SuperTucano tiene lugar para 5 «pods» bajo las alas, de modo que puede controlar el objetivo desde distancia visual hasta que otros «efectores» lo hagan puré. Y si eso no sucede y todavía le queda algún misil antitanque sin usar, darle leña en forma más personalizada, aunque manteniendo un kilómetro de distancia o más.

Ud., perspicaz lector/a, me dirán: ¿para qué gastarme plata en un SuperTucano si toda esa observación, designación y ataque de blancos los puede hacer un dron tipo HALE, de gran altura, o MALE, de media altura? Y yo le contesto, junto con Aldeghi, que los drones de la OTAN no sólo son carísimos, de U$ 20 a 80 millones la unidad, sino muy fáciles de destruir por su vuelo extremadamente lento (literalmente, son motoveleros, planeadores con motor).

Un enemigo de nivel estatal los hace pomada en un abrir y cerrar de ojos no bien pintan en un radar. Los HALES y MALES son cosas que EEUU e Israel desarrollaron para volverle difícil la vida a enemigos sub-estatales, o afganos o irakíes armados a la que te criaste, como se les dice en los foros tácticos del Racing Club de Avellaneda.

Pero otra cosa es un SuperTucano: tiene la «envolvente» (otro eufemismo militaroide otanístico) de un avión caza de finales de la Segunda Guerra Mundial: «crucerea» a 520 km/h, tiene una máxima de 600 km/h, despega y aterriza desde pistas improvisadas, su velocidad para apearse del aire o subirse al mismo es de sólo 148 km/h, trepa a 16 metros/segundo, tiene un techo de 10.500 mts, un autonomía de vuelo de 8 horas y media (con tanques suplementarios). Las alas en configuración limpia se bancan maniobras de 7g positivas y 3g negativas: da para acrobacia, aunque eso no tenga mucho que ver con la guerra aérea, pero en lo que se refiere a ataque a tierra, es falso. Y aunque vacío sólo pesa 3,2 toneladas, el SuperTucano puede despegar con 2,4 toneladas más de combustible y cargas lanzables, colgadas de 4 pilones subalares y uno ventral.

El tren de aterrizaje se banca campos de operación en dispersión, para operar desde rutas pegadas al frente. La visibilidad desde cabina es excelente. Tiene un «bus» aviónico Mil 1553, que es el sistema operativo desde al cual se pueden agregar, como «apps», todos los sensores, el casi centenar de bombas y los misiles de todo tipo fabricados por países de la OTAN o por proveedores de la OTAN.

Por la suma de estas virtudes y su precio de apenas U$ 10 millones, el SuperTuca ha sido comprado por Brasil, por la breve y feble república de Aghanistán, por Angola, Burkina Faso, Chile, Colombia, Dominicana, Ecuador, Ghana, Honduras, Indonesia, Líbano, Mali, Mauritania, Nigeria, Filipinas, Turkmenistán y -sorpresa- Estados Unidos.

Como nada tiene tanto éxito como el éxito, estudian su compra Bolivia, Guinea Ecuatorial, Guatemala, Libia, Mozambique, Paraguay y Perú. En el orden alfabético debería seguir Portugal, pero los portugas madrugaron a la UE: hicieron vaquita con Embraer y ahora van a ser fabricantes, je. La viveza debe venir con el idioma lusitanto, y se ve que no nos salpica ni un poquito.

En la lista de compradores posibles siguen Surinam, Tailandia, los Emiratos o UAE, incuso Ucrania, o lo que quede de ella, cuando se firme la paz y la OTAN estudie cómo juntar los pedazos. Hasta Uruguay, «last but not least», lo quiere para reemplazar a los Pucarás que amaban intensamente, porque después de horas de patrullar mar siempre te traían a casa, y que por eso trataron de mantener durante más de una década mientras nosotros, los fabricantes, no les contestábamos el teléfono.

En la lista de usuarios o futuros compradores de SuperTucano no figura Argentina por razones extrañas. Raúl Alfonsín y su contraparte presidencial brasileña, Jose Sarney, acordaron con honestidad de boy-scouts un intercambio de aviones: Argentina compraría Tucanos (primera versión del SuperTucano) y Brasil unos Pucarás, como inicio de una sociedad aeronáutica industrial más profunda entre la Fábrica Militar de Aviones y Embraer.

La idea subsiguiente era para fabricar conjuntamente el CBA 123, un transporte de cabotaje biturbohélice maravilloso, adelantado una década al standard europeo o estadounidense. Menos cordobeses, los brasucas llamaron «Vektor» a sus prototipos y los enseñaron urbi et orbi en las ferias aeronáuticas de Farnborough y París. Enamoró a unos cuantos, y pelaron las chequeras. Era caro para su segmento de cabotaje liviano, pero mucho más veloz que cualquier otro biturbohélice en el mundo, revolucionario por su aviónica y su célula, con alas en flecha inversa y motores en posición «pusher». Valía la diferencia. Es cosa de ver las fotos.

Bien, Alfonsín pudo comprar los Tucanos (doce) pero no suministrar los Pucas, porque (odio repetirme) descubrió con sorpresa que algún tremendo hdp con gorra y que no dejó su firma hizo destruir o desaparecer las «camas» o utilajes de armado. No hubo siquiera una investigación. Tampoco la hubo con lo que sucedió al toque de que Menem relevara a Alfonsín del gobierno: la retirada unilateral argentina del proyecto CBA 123 y el regalo de la FMA a Lockheed.

Embraer, en cambio, apretó las muelas y aguantó. Redestinó el fuselaje del Vektor a su nueva línea de jets de cabotaje 147. Literalmente, tomaron el mundo aerocomercial por asalto. Tres décadas más tarde Embraer es la tercera fabricante mundial de aviones comerciales. Vive sacándole ventas a Boeing y Airbus, y es una pesadilla para los consorcios europeos en aeronáutica militar, como BAE.

Ya con U$ 300 millones gastados por Argentina y U$ 600 por Embraer hasta 1989 en el desarrollo de tres prototipos del CBA 123, y decenas de pedidos de precio internacionales, el presidente Carlos Menem suspendió la fabricación en serie, y su contraparte brasileña Fernando Collor de Melo hizo otro tanto. Pérdida total en ese proyecto, a dólares actualizados a 2023: U$ 2132 millones.

La FMA no aguantó, no por falta de resiliencia sino porque, con tres aviones vendibles (el Puca, el Pampa y el CBA 123), Menem la entregó gratis a la Lockheed, y de yapa, pagándole. Eso, sin objeción alguna de la Fuerza Aérea Argentina, y tampoco de los medios de comunicación. En cambio, por querer hacer lo mismo con Embraer para vendérsela a Boeing, entre otros muchos, muchos motivos, a Collor de Melo el Parlamento Brasileñó lo rajó de su cargo de un patadón ahí.

No lo puso preso, nadie es perfecto.

Sé que es demasiada información, pero necesito explicarle al lector por qué Portugal ahora estará fabricando SuperTucas y no SuperPucas.

No da para sentirse orgulloso.

Daniel E. Arias

Las semillas de Milei. La Argentina que cambió

0

Estas reflexiones fueron escritas en mayo, y publicadas en mi blog personal. Creo que los 100 días que transcurrieron no les quitaron la validez que pudieran tener. Pero el ruido de la coyuntura política puede distraernos de los cambios profundos que produjeron este presente. Por eso las reitero aquí:

El título que elegí se puede entender de dos maneras distintas. Por eso, empiezo por decir cuál es la que yo elijo. Muchos analistas ven a la irrupción de Javier Milei y los «libertarios» en la política argentina como un hecho nuevo e imprevisto que cambió todo, y los confirman en esa opinión estos tumultuosos cinco meses de gobierno.

Tienen razones para pensar así. ¿Quién preveía, sólo tres años atrás, que un gritón panelista de TV iba a ser presidente de Argentina?

En cambio, yo creo, y voy a tratar de convencerlos a ustedes, que la llegada de Milei a la presidencia es una de las consecuencias de 
cambios profundos que se manifestaron en este siglo. Cambios que tienen origen, sí, en un problema argentino anterior: la falta de un modelo de desarrollo económico consistente. Problema que enfrentamos al menos desde mediados de la década de los ´70 del siglo pasado, cuando el modelo de industrialización para el mercado interno y pleno empleo encontró un límite. Más o menos al mismo tiempo que empezaron a crujir los «estados de bienestar» europeos.

Pero en este siglo la falta de un modelo aceptado por una mayoría de los argentinos fue acompañada por transformaciones sociales -en parte provocadas por esa ausencia, y en otra gran parte, por causas que están acelerando esas transformaciones en la mayoría de los países del mundo. Pero que el conjunto de nuestra dirigencia política no vio, o no quiso ver.

Afirmo esto con tanta convicción porque yo también me equivoqué. Hasta hace poco más de un año pensaba, como otros estudiosos con mejores credenciales, que las dos grandes coaliciones que hegemonizaban el sistema político nacional, las versiones actuales de las corrientes que nos expresan a los argentinos desde hace casi 80 años, el peronismo y el rechazo al peronismo, daban estabilidad a la política local. No fue así.

Hoy creo que hubo algo más que la frustración con gobiernos, que la misma gente que los había votado vivió como fracasos, o como desilusiones. La sociedad argentina había cambiado, y la dirigencia – y los analistas. no nos dimos cuenta de la profundidad de ese cambio.

No es que surgieron de repente realidades que no existían antes. Nada surge de repente en las sociedades humanas. Los cambios se dan cuando esas nuevas realidades crecen.

Esbozo aquí tres de ellas.

La pobreza y la exclusión -que existieron siempre, por supuesto- vienen creciendo en nuestro país desde los ´70 del siglo pasado, y se agravaron, mucho, en la segunda mitad de los ´90.

Sucedió que en este siglo, en el breve gobierno de Duhalde, se ensayó en 2002 una solución -el Plan Jefes y Jefas (de hogar, desocupados)- para paliar esa crisis que había llegado a límites insoportables. Los gobiernos kirchneristas ampliaron y formalizaron esa red de protección, con medidas tan necesarias como la Asignación Universal por Hijo, y un variado número de políticas sociales.

El gobierno de Mauricio Macri aumentó el número de beneficiarios de esos planes, porque sus medidas económicas no favorecieron el crecimiento del empleo privado. En realidad, durante su gestión desaparecieron muchas empresas pequeñas y medianas, las que en nuestra estructura son las mayores generadoras de empleo. . Por encima de la diferencia en las políticas económicas, la gestión de Alberto Fernández continuó esa tendencia en este campo, acentuada por las restricciones que impuso la pandemia.

Estos planes sociales evitan -en la mayoría de los casos- la indigencia. Pero no sacan a ningún beneficiario de la pobreza. Ni le dan la identidad, el respeto, que en otro tiempo brindaba el trabajo formal.

Es necesario decir que surgieron, y surgen, esfuerzos dignos para organizar y valorar las tareas que hacen los excluidos de la economía formal. Que, es cierto, trabajan bastante más que un empleado con horario. Así, la llamada «economía popular». Pero depende de los subsidios del estado nacional.

Nada necesariamente negativo en eso, por sí mismo. Muchos futuristas sostienen que es el destino de la mayoría de la humanidad, a medida que las máquinas se hacen cargo del trabajo. Como sea, el punto no es lo que va a pasar, sino lo que está pasando. Una gran parte de los «incluidos» -de las extensas clases medias argentinas, en la medida que «clase media» todavía significa algo- han empezado a mirar a los excluidos como en los países europeos se mira a los inmigrantes: gente ajena, oscura, hasta peligrosa, que se aprovecha del esfuerzo de los «ciudadanos de bien», una expresión que usa mucho Milei.

El hecho que los excluidos hacen los trabajos necesarios. que los «incluidos» no aceptan, no cambia esa mirada. Los hechos no cambian los prejuicios, en general.

No es el único cambio. Ni el más novedoso. Después de todo, el prejuicio hacia los «cabecitas negras» -hoy se abrevia «cabeza»- viene de los comienzos del antiperonismo, en los ´40 del siglo pasado. Lo que sucede es que se ha extendido mucho, y se le escucha a muchos votantes del peronismo, también.

Otro de los cambios, y muy importante, es generacional. Por supuesto, esto ha sido así en toda la historia humana. Viejos papiros egipcios mencionan la falta de respeto de los jóvenes. Pero que sea esperable, no hace que deje de ser un cambio.

En este siglo, la mayoría de los jóvenes no espera -muchas veces, no busca- un trabajo permanente. Más, les es difícil conseguir un trabajo formal, si no es por vínculos familiares o «contactos». Si es de clase media -en el sentido muy amplio que lo es la mayoría de los argentinos- es probable que considere probar suerte en Europa, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda… Son (todavía) una minoría pequeña la que se decide a hacerlo, bastante menor que la suma de los inmigrantes que vienen a encontrar trabajo en Argentina. Aún si les sumamos quienes viven aquí y trabajan para empresas o clientes del exterior, aprovechando la deslocalización del trabajo en el mundo digital, son una pequeña porción de la «fuerza laboral». Pero influyen poderosamente en la actitud de los jóvenes trabajadores. Y en la realidad de las relaciones laborales.

Así, la legislación laboral y los sindicatos aparecen irrelevantes para muchos jóvenes. El sector etario donde fue más extendido el voto a favor de Milei.

Por supuesto, esto que describo es parcial. Todavía pervive mucho de la Argentina peronista. Y de la antiperonista. Y hay valores comunes que movilizan también a los jóvenes, como mostró la reciente, masiva, manifestación en defensa de la universidad pública y gratuita.

El tercer factor es, por supuesto, la economía. Resumo algo que he repetido muchas veces: el modelo económico de industrias protegidas, produciendo para el mercado interno y -en unos cuantos casos- para los países vecinos, que entre 1945 y 1975 brindó  crecimiento, casi pleno empleo y prosperidad -aunque no estabilidad- a Argentina, «cumplió su ciclo». Todos los intentos de resucitarlo han terminado en un capitalismo prebendario, proveedor del Estado o usufructuario de los «nichos» que proporciona.

Y los intentos «modernizadores», aperturistas -Martínez de Hoz, Menem-Cavallo, Mauricio Macri- terminaron en crisis más o menos severas. Nada hace pensar que no pasará lo mismo con el de Milei.

Así, la dirigencia política argentina -más precisamente, quiénes sean elegidos por la mayoría- están condenados a buscar un nuevo camino. Tanto si el gobierno actual se autodestruye en pocos meses -es posible- o dura tanto como el de Menem. Esto último me resulta difícil de creer, debo decir.

¿Hay algo nuevo, algo que aparece en este siglo, en este ciclo que yo mismo señalo se repite desde hace 50 años? Sí. Es el olvido de las consecuencias políticas de algo muy familiar a los argentinos en la segunda mitad del siglo XX: la alta, altísima inflación.

El final de la Convertibilidad, la Gran Devaluación del año 2002, provocó un salto inflacionario aún mayor que el que causó en el pasado mes de diciembre la devaluación del ministro Caputo. La dirigencia de ese momento estaba aterrada -fresca la memoria de las hiperinflaciones de Alfonsín y de los primeros años de Menem. Aún economistas «nac&pop» proponían una dolarización.

Finalmente, con medidas moderadas y prudentes se llegó a estabilizar la economía. Y luego empezó el crecimiento «a tasas chinas». Cuando estas empezaron a aminorar -siempre sucede, hasta en China- una modesta tasa de inflación parecía un precio aceptable para una política distributiva.

Claro, ya en 2022 y 2023, la inflación no era «aceptable». Pero la dirigencia argentina -en el gobierno; desde la oposición siempre se pueden plantear soluciones drásticas- estaba convencida que «ajuste» era una palabra horrible, que iba a ser rechazada por la sociedad.

Recuerdo haber discutido en esos años -siempre sostuve que la inflación era el factor que más desordenaba la vida de la gente, además de la economía- con funcionarios albertistas, cristinistas y hasta algún massista. Y su respuesta era la misma, y aparentemente sensata: «No se ganan elecciones con una política antiinflacionaria».

Hasta el próximo olvido, la lección que han aprendido todos los políticos argentinos -lo digan o no en público- es «El gobierno no gana elecciones con alta inflación».

Todo este largo texto -sin estadísticas ni ecuaciones; Pareto me llamaría «ageometroi»- es para tratar de convencerlos que es necesario empezar a pensar ya políticas económicas, sociales, de relaciones internacionales, adecuadas para la Argentina y el mundo que ya están a nuestro alrededor.

Debemos empezar por descartar la fácil asunción que Milei es una anomalía, y que una vez que este improvisado experimento «anarco-capitalista» se  autodestruya  volverá la «normalidad». Un pasado mítico anterior a 2015, o 2003, o 1945, o 1916… No hay máquinas del tiempo, compatriotas.

Abel B. Fernández

Frente a la baja del Paraná, una solución racional para las exportaciones argentinas

0

 Otra vez el Río Paraná amenaza con una bajante prolongada. No está lloviendo en la cuenca que comprende el Amazonas, el Paraguay y Bolivia. El último antecedente duró dos años, del 2020 al 2022. No existe ninguna predicción del clima que asegure que esto no se va a repetir en el futuro.

En el entretanto, nuestros especialistas se reúnen en congresos donde resumen sus opiniones, junto a la Bolsa de Comercio de Rosario, los exportadores, las Cámaras, etc. Después de devanarse los sesos, todos ellos, han llegado a una conclusión única: hay que aumentar dos pies de calado, al Paraná, llevando de 32 pies a 34. La preservación del medio ambiente y la competitividad exportadora, bien gracias.

En la actualidad los buques más grandes que ingresan para la carga de granos al Hinterland del gran Rosario, donde se exporta el 70% de los granos y subproductos, son los Panamax de 60 mil toneladas, pero que no pueden llevar más de la mitad de la carga. El resto completan en Quequén, Bahía Blanca o en Brasil.

Ni hablar de cuando ocurren bajantes como las del 2020 y la que se avizora ahora, y también de lo incierto del comportamiento climático del futuro cercano. El costo adicional por flete hasta Bahía Blanca y Quequén que significa trasladar los granos hasta esos destinos, los soporta el productor.

El canal navegable del Rio Paraná mal llamado hidrovía, por más que destruyan el ecosistema y agreguen más calado, a lo sumo dos o cuatro pies, no puede competir con la tendencia del transporte marítimo internacional.

Para ejemplo mencionamos qué existe en la actualidad en materia de transporte marítimo internacional de granos y también de contenedores: Buques graneleros:

1. Panamax Capacidad de Carga: Aproximadamente 65,000 a 80,000 toneladas de peso muerto (DWT). Calado: Generalmente entre 12 y 13 metros. (42 pies).

2. Post-Panamax Capacidad de Carga: Aproximadamente 80,000 a 100,000 DWT. Calado: Suele ser de 13 a 15 metros. (49 pies).

3. Capesize Capacidad de Carga: Aproximadamente 150,000 a 400,000 DWT. Calado: Suele ser de 17 a 20 metros. (65 pies) .

4. Very Large Ore Carrier (VLOC) Capacidad de Carga: Aproximadamente 200,000 a 400,000 DWT. Calado: Alrededor de 18 a 25 metros. (82 pies).

5. Ultra Large Ore Carrier (ULOC) Capacidad de Carga: Más de 400,000 DWT. Calado: Puede exceder los 25 metros. (82 pies en adelante).

Resulta obvio que nuestros especialistas no están mirando el futuro que ya es presente, el aumento de carga y calado del transporte marítimo internacional. No hacerlo, nos deja fuera de la competitividad exportadora.

El futuro de la logística fluvial

Hace tres años dejé sentado en un artículo que pueden leer en eldesafiosemanario.blogspot.com/2021/07/ cambiemos-la-logistica-fluvial.html?m=1, de que la alternativa inteligente sería evaluar la posibilidad de hacer un puerto de transferencia sobre el Río de la Plata, a la altura de Punta Piedras, donde el calado natural es de 50 metros, o sea 164 pies. Y que buques de no más de 20 pies de calado, hicieran la carrera de los puertos existentes, y futuros más al norte de Rosario.

Esta implementación ofrece como posibilidad de habilitar como puertos exportadores. No solamente eso, también qué con tan bajo calado, 20 pies, el canal Magdalena, con muy poco dragado se transforme en la vía fluvial que alimente al Puerto de Transferencia, sacándonos de encima el drama que los barcos que obligadamente tienen que tomar por el Canal Punta Indio y el pasaje por Montevideo.

Hoy existe sobrada tecnología para que un puerto de transferencia funcione óptimamente sobre el Río de la Plata, no solo para carga de granos, sino también de contenedores y cargas generales

Tomando como base las cargas actuales, y las que se pueden agregar en el futuro por el crecimiento del sector agropecuario, podemos estimar en 150/200 mil toneladas anuales, contando con el comercio fluvial de Paraguay, Bolivia y Brasil, que puede soportar el puerto de aguas profundas sobre el Río de la Plata.

Gran negocio para el sector privado que se anime a realizar la inversión. Gran negocio para los productores que verán reducidos los costos de fletes y la zozobra de no estar pendiente de los cambios climáticos. Gran negocio para la preservación del medio ambiente, disminuyendo las emisiones de carbono y polución que deja el transporte terrestre. Gran negocio para el ecosistema que no se verá amenazado por calados artificiales que atentan contra la naturaleza.

Es una pena que nuestros políticos, todos ellos, estén enfrascados en peleas por cargos y no se detengan a pensar en el futuro de la Nación y sus habitantes.

Ricardo Bianchi

Hito: Estados Unidos aprobó la siembra del trigo argentino resistente a la sequía

0

Estados Unidos le dio su aval a la siembra en ese país del trigo argentino transgénico tolerante a sequía desarrollado por la Dra. Raquel Chan, por cuenta de la compañía Bioceres. Es el cuarto país que aprueba al producto HB4 para su cultivo luego de la Argentina, Brasil y Paraguay.

Según informó el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (Aphis) del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés), ese cereal puede cultivarse “de manera segura” en esa nación.

El organismo norteamericano revisó si las plantas modificadas por ingeniería genética de trigo presentaban mayores riesgos, como en plagas, frente a las no modificadas y la conclusión fue que es “poco probable” que eso ocurra. “Desde la perspectiva del riesgo de plagas de plantas, esta planta modificada puede cultivarse y reproducirse de manera segura en los Estados Unidos”, indicó el Aphis.

El trigo transgénico tolerante a sequía tiene su origen en una investigación de la doctora Raquel Chan y su equipo en el Conicet junto a la Universidad Nacional del Litoral, además de Bioceres. En rigor, la experta encontró que el girasol tiene un gen capaz de tolerar la sequía. Esa investigación luego saltó a la soja y el trigo. En la Argentina la empresa desarrolló la siembra del cereal mediante un esquema cerrado con productores. El año pasado se hicieron 50.000 hectáreas bajo el programa conocido como Generación HB4.

Estados Unidos es un importante productor y, a la vez, exportador del cereal. Al respecto, tras cosechar 49,31 millones de toneladas en la campaña 2023/2024, para el actual ciclo 2024/2025 el USDA prevé una producción de trigo estadounidense de 53,93 millones de toneladas –ya terminó la cosecha de invierno y la de primavera avanzó sobre el 51% del área apta–, volúmenes que se mantendrán lejos del récord que ese país logró en la campaña 1981/1982, con 75,81 millones de toneladas.

Respecto de las exportaciones, con 22,45 millones de toneladas proyectadas por el USDA para esta campaña 2024/2025, Estados Unidos es el quinto proveedor de trigo del mundo, detrás de Rusia, que vende 48 millones de toneladas; de la Unión Europea, con 34 millones de toneladas; Canadá, con 25 millones de toneladas, y de Australia, que coloca 23 millones de toneladas.

Según trascendió, la decisión del Aphis incluyó el análisis del fenotipo del trigo genéticamente modificado, su posible impacto en el ambiente y sus características. “Aphis concluyó que el Trigo HB4® no representa en sí mismo ni contribuye con plagas vegetales y, por lo tanto, no está sujeto a la regulación descripta bajo el 7 CFR parte 340″, explicaron. Agregaron que la autorización también se aplica a cualquier cruza de ese trigo con plantas no modificadas o con otras plantas modificadas que no estén sujetas a estas regulaciones.

Para recordar, en junio de 2022 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el trigo transgénico argentino para consumo. En efecto, en ese momento la FDA había concluido de manera favorable una consulta realizada por la empresa en 2018. “Si bien es de carácter voluntario, implica una extensa y rigurosa serie de presentaciones para obtener una evaluación regulatoria, nutricional, de impacto ambiental, calidad y de seguridad integral que permita el uso en los mercados de alimentos”, dijeron en Bioceres en esa oportunidad. Luego de la autorización de la FDA faltaba la del Aphis, cosa que ocurrió hoy.

Además de las autorizaciones para su cultivo y comercialización en la Argentina, Brasil, Paraguay y Estados Unidos, el producto, indicaron desde la empresa, ya está aprobado para consumo humano y animal en otros siete países: Australia, Colombia, Indonesia, Nueva Zelanda, Nigeria, Sudáfrica y Tailandia. Explicaron que también se han presentado solicitudes de aprobación en Bolivia, Filipinas, Uruguay y Vietnam [para consumo humano y animal y cultivo].

Fernando Bertello

Argentina es el país de Latinoamérica más caro para vivir

0

La Argentina es el país con el costo de vida más elevado de la región e, incluso, supera a algunos países de la Unión Europea (UE) en términos relativos, según un informe de un centro de estudios de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La investigación publicada por el centro de estudios para la Recuperación de Argentina (Centro RA) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA concluye que, para solventar el costo de vida familiar en Argentina, se necesitan “aproximadamente seis salarios básicos más” que en Brasil y Perú, los dos países que siguen como los más caros de la región.

Argentina tiene actualmente un salario mínimo de $262.432 (unos US$292 al tipo de cambio oficial actual, unos US$200 al paralelo, que es el usado para el estudio). Con respecto a Europa, una familia tipo en la Argentina requiere, en promedio, 11 salarios mínimos más para comprar bienes y servicios básicos y alquilar un inmueble.

El costo de vida de una familia tipo -pareja con dos hijos- en la Argentina es de más de 14 salarios mínimos para poder adquirir bienes y servicios básicos y pagar el alquiler de un departamento de tres ambientes en la Ciudad.

El costo de vida promedio de una persona en la Argentina es de casi cinco salarios mínimos y, si se descuenta el alquiler, se reduce a tres salarios mínimos.

Una persona en la Argentina necesita un salario más para adquirir una canasta de consumo básica y dos salarios mínimos más si se considera el mismo alquiler que en Brasil, el segundo país más caro de la región.

FAdeA y Akaer firmaron una alianza estratégica para el desarrollo del sector aeroespacial

0

Akaer y FAdeA firmaron un acuerdo de colaboración para explorar nuevas oportunidades en proyectos conjuntos, que van desde el desarrollo de tecnologías avanzadas hasta la producción de aeroestructuras y equipos de última generación y servicios de ingeniería de punta.

Akaer es una empresa brasileña especializada en el desarrollo de productos de alta tecnología, con un enfoque principal en los sectores aeroespacial y de defensa. Con sede en São José dos Campos, fue fundada en 1992

El acuerdo, firmado bajo un Memorando de Entendimiento (MoU), establece como principal foco la cooperación en proyectos estratégicos como el desarrollo conjunto de nuevas tecnologías de fabricación y ensamblajes de piezas estructurales, y subconjuntos aeronáuticos, incluidos sistemas de automatización y robots.

La colaboración estratégica también incluye el desarrollo de servicios de ingeniería destinados a modificaciones, conversiones y actualizaciones de aeronaves civiles y militares.

“La combinación de fuerzas entre Akaer y FAdeA representa una alianza estratégica que tiene el potencial de generar importantes avances tecnológicos y fortalecer la competitividad de ambas empresas en el mercado internacional”, afirmó el director general de Akaer, César Silva.

A través de este acuerdo, Akaer y FAdeA pactan combinar sus habilidades y recursos para el desarrollo de proyectos conjuntos.

Akaer se hará cargo del desarrollo de productos, el montaje final y la interacción con el cliente, mientras que FAdeA se centrará en la fabricación de piezas y subconjuntos. También desarrollará servicios de ingeniería que FAdeA podrá realizar en sus instalaciones, ampliando las capacidades técnicas de ambas empresas.

Asimismo, las empresas prevén colaborar en la formación de trabajadores especializados en ingeniería y mecánica, asegurando el fortalecimiento y ampliación de sus equipos técnicos.

“Akaer confía en el potencial de esta asociación, que sin duda contribuirá al crecimiento sostenible de ambas empresas, aprovechando nuestra experiencia y capacidad de innovación”, destacó César Silva.

Se calienta la guerra comercial. Y se abren oportunidades para las naciones sudamericanas

0

La segunda edición de la “guerra comercial” se está configurando como un fenómeno de escala global que podría generar nuevas oportunidades en el mercado chino para las exportaciones de la América del Sur..

El primer ministro Justin Trudeau anunció que Canadá impondrá un arancel del 100% a la importación de vehículos eléctricos chinos, además de otro arancel del 25% al acero y aluminio importados de la nación asiática.

China es el principal mercado de exportación de colza canadiense y también es un importante comprador de trigo y carne porcina y vacuna de ese origen.

La movida proteccionista anunciada este lunes está lejos de tratarse de una situación aislada, dado que la Unión Europea y EE.UU. están implementando o estudiando acciones similares (en este último país el fenómeno podría potenciarse en caso de que Donald Trump resulte ganador de las elecciones presidenciales de noviembre próximo).

Recientemente la Comisión Europea decidió imponer un arancel a la importación de vehículos eléctricos chinos para intentar bloquear el ingreso de tales productos, lo que motivó que el gobierno de Xi Jinping abriera investigaciones orientadas a imponer –a modo de represalia– sanciones a productos cárnicos y lácteos europeos.

Otro disputa se abrió con la fijación de aranceles provisionales por parte de la UE-27 a las importaciones chinas de biodiésel chino por presunto antidumping.

En tanto, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. inició recientemente una investigación orientada a detectar irregularidades en la importación de aceite usado para la elaboración interna de biodiésel, insumo que proviene mayormente de China.

Tales medidas instrumentadas en los últimos meses están “cocinando” una guerra comercial entre naciones integrantes de la OTAN y China, lo que abre posibilidades comerciales para los países agroindustriales no alineados con ninguna de las dos potencias.

YPF anuncia que en noviembre se inicia con el oleoducto Vaca Muerta-Río Negro

0

En noviembre comenzarán las actividades preliminares para la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, que cuando esté concluido en su totalidad, contará con una terminal de exportación en la zona de Punta Colorada, cerca de Sierra Grande. El presidente de YPF, Horacio Marín, reveló que la movilización activa de equipos está programada para enero de 2025, marcando un avance significativo en el proyecto.

El nuevo tramo del oleoducto, que se extenderá 437 kilómetros desde Allen hasta Sierra Grande, tendrá un costo estimado de 2.500 millones de dólares.

Este desarrollo incluirá no solo el oleoducto, sino también la construcción de depósitos y dos monoboyas para facilitar el transporte de crudo. Este tramo complementa el oleoducto ya en construcción, que conecta el yacimiento de Loma Campana en Neuquén con Allen, sumando una extensión total de 567 kilómetros.

La capacidad de transporte del oleoducto alcanzará aproximadamente 800.000 barriles diarios, con un 75% de esta capacidad ya asegurada mediante compromisos de transporte por parte de operadores privados, incluso antes de la finalización del proyecto.

Marín también señaló que YPF está en negociaciones avanzadas con la empresa estadounidense Energy Transfer, que se encargará de la administración del oleoducto. Además, se espera que en las próximas semanas se formalicen los acuerdos para el transporte de los primeros 500.000 barriles diarios hacia Sierra Grande.

Para resolver el problema del cuello de botella en la evacuación de petróleo, YPF utilizará dos monoboyas ubicadas a 7 kilómetros de la costa, lo que permitirá la carga de buques petroleros con capacidad de hasta 2 millones de barriles (VLCC). Esto posibilitará la exportación de hasta 2 millones de barriles diarios, reduciendo significativamente las actuales limitaciones en la exportación.

Una «Niña» con pocas lluvias amenaza la cosecha en la Zona Núcleo

0

Se avecina una campaña agrícola cargada de incertidumbre debido a las condiciones climáticas. En este escenario, el agroclimatólogo Eduardo Sierra expresó que la situación climática para los próximos meses “viene un poco complicada” debido a la formación de una suerte de “área de sequía” semipermanente en el límite entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires. “No va a ser lo que se dijo al principio, que iba a haber una Niña destructiva, pero tampoco será una campaña óptima, como algunos están diciendo ahora”, explicó el experto.

Sierra detalló que “esta zona central del país no recibe humedad” y esto mantiene una sequía. Esto mientras que las áreas periféricas de la región agrícola podrían tener mejores condiciones. Indicó que “agosto está trayendo lluvias muy desparejas” con precipitaciones que se concentran en el norte agrícola y la costa, dejando seco el núcleo central de la Argentina.

El agroclimatólogo explicó las razones de estas bajas precipitaciones en el Informe de Perspectivas Agroclimáticas Estacional publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Recordó que “durante el otoño de este año, un temprano y vigoroso enfriamiento del Pacífico Ecuatorial generó la impresión de que se estaba ante la proximidad de un episodio de La Niña de grandes proporciones”. Sin embargo, aclaró que “los vientos polares se encuentran activados sobre su nivel normal”, lo que ha provocado un enfriamiento significativo en el litoral Pacífico y Atlántico del Cono Sur, con temporales de nieve en ciertas zonas, descensos térmicos y escasas precipitaciones en áreas agrícolas.

Precipitación relativa en porcentaje durante el invierno
Precipitación relativa en porcentaje durante el inviernoBCBA

El experto destacó que, aunque el evento en el océano Pacífico ecuatorial pueda ser débil, “al sumarse los efectos de los vientos polares su acción combinada da lugar a la persistencia de grandes extensiones con precipitaciones inferiores a lo normal a lo largo de toda la temporada 2024/2025″.

Por eso señaló que el invierno continuará mostrando condiciones rigurosas, con lluvias por debajo de lo normal en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur. Solo algunas zonas, como el sudoeste del Paraguay, el NOA, el oeste y el centro de Cuyo, el extremo occidental de la región pampeana y el norte de la Patagonia, recibirán aportes hídricos normales o superiores a lo normal.

Para la primavera Sierra prevé un “panorama muy desuniforme”, con precipitaciones normales a superiores a lo normal en gran parte del Cono Sur, pero con focos secos de amplias dimensiones, especialmente en el centro de la región pampeana. Este foco seco tendrá su epicentro en el límite común entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires, y las zonas aledañas.

Precipitación relativa para la primavera
Precipitación relativa para la primaveraBCBA

Anticipó que el verano traerá “un agujero negro de falta de lluvias en el centro del país”. Si bien los vientos polares se retirarán hacia el sur, el episodio frío alcanzará su mayor desarrollo, convirtiéndose en un Neutral Frío o una Niña débil.

Durante este periodo, “la mayor parte de Paraguay, Brasil, el NOA, la región del Chaco, el noroeste de la región pampeana, el este de Buenos Aires y la mayor parte del Uruguay recibirán precipitaciones normales a superiores a lo normal”. Sin embargo, “gran parte del interior de la Argentina recibirá aportes bajo la media”, afectando principalmente al límite común entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires.

En tanto, aunque la intensidad del calor estival será moderado, se producirán “focos de calor intenso, especialmente sobre el trópico y las áreas del interior de Argentina donde fallen las lluvias”.

Finalmente, para el comienzo del otoño de 2025 Sierra pronosticó el retorno de los vientos polares, lo que podría acentuar el foco seco en la región central argentina. Aunque no se percibe el riesgo de heladas tempranas otoñales, es prematuro para asegurarlo con certeza. “Los planteos productivos para la campaña agrícola 2024/2025 deben hacerse con mucho realismo y prudencia”, según Sierra, dadas las condiciones climáticas adversas previstas.

Precipitación relativa para abril-mayo
Precipitación relativa para abril-mayoBCBA

“Estamos entrando en una etapa de clima más riguroso, probablemente como resultado del cambio climático”, apuntó el experto en agroclimatología.

Pilar Vazquez

El gobierno de Mendoza cedería, sin cargo, sus acciones en IMPSA a la firma de EEUU interesada

0

En medio del proceso de traspaso del 80% de acciones que tiene el Estado (Nación y Mendoza) en IMPSA, la noticia causó un gran revuelo. Es que la Provincia necesitaba el aval de la Legislatura para vender su cuota, pero el propio Gobierno adelantó la novedad: no habrá venta, sino una cesión o transferencia sin cargo a la norteamericana ARC Energy, única interesada en quedarse con el control de la multinacional mendocina que se aferra a esa decisión.

Tras la confirmación que realizó el propio ministro de Hacienda, Víctor Fayad, hubo silencio de radio al respecto. Sin embargo, para la conducción del grupo que se postula como el próximo socio mayoritario de IMPSA no fue una sorpresa.

Cabe recordar que ARC viene de pedir una prórroga de un mes para formalizar su oferta, que vence el 15 de setiembre. El motivo: una millonaria deuda bajo análisis dilató el proceso contable de «due diligence» (revisión de pasivos/activos antes de una venta), que sigue abierto.

Lo concreto es que a la propuesta del potencial dueño de IMPSA de inyectar u$d 30 millones se contrapone un pasivo que lo multiplica casi por 20.

Y mientras ARC lo hace valer en la negociación con el Gobierno nacional y provincial, asegura avances en la reestructuración con los acreedores. En su mayoría bancos privados nacionales (Galicia, Nación), extranjeros (el Bndes brasilero) y también organismos multilaterales de crédito como el Banco Mundial y BID.

Más allá de la prórroga, desde ARC ya no hablan de oferta por las acciones. Y optan por la palabra «capitalización», que en cierto modo sincroniza con los dichos del ministro Fayad.

La deuda de IMPSA y el traspaso de acciones

El concepto, más amplio ahora, incluye una inyección de fondos (para deudas y capital de trabajo), y no necesariamente la compra de acciones.

Por algo así lo había dejado entrever el secretario de Desarrollo Productivo de la Nación, Juan Pazos, en julio. Fue al anunciar la firma del acuerdo inicial con ARC junto al gobernador Alfredo Cornejo.

«La capitalización busca darle un impulso a IMPSA. Estamos asumiendo una deuda de u$d 572 millones por reestructurar, con lo cual es natural que sea así», admiten en el seno de la compañía aspirante al control de IMPSA, al justificar que los u$d 30 millones se volcarán sobre todo a capital de trabajo.

El objetivo prometido es lograr una mayor expansión comercial justamente en EEUU.

¿Qué queda por delante para formalizar la salida del Estado y la «reprivatización» de IMPSA?

Mientras en Mendoza el Gobierno deberá esperar el aval de la Legislatura para firmar la cesión de acciones, ARC Energy va por su carril.

Antes del 15 de setiembre, plazo final para presentar su propuesta, deberá cumplimentar dos pasos.

El primero: completar el dilatado due dilligence: es «la foto» final de cómo está IMPSA hoy como compañía: desde lo laboral hasta contratos pendientes, cada proyecto en ejecución y los que están en análisis. El objetivo reconocido por el grupo yanqui es saber cuáles serán las prioridades al día 1, cuando le toque asumir la conducción si la operación finalmente se cierra.

¿Qué pasará con los trabajadores? Aunque en el acta acuerdo firmado con el Gobierno no hay una cláusula que la obligue a asegurar estabilidad, por ahora desde ARC incluyen al personal como «parte de la capitalización de la compañía, lo que implica nuevos proyectos para mantenerla operativamente activa». Esto es, más trabajo.

Privatización de las centrales hidroeléctricas: ¿Para què y para quién?

0

Encubierto en el escándalo de la violencia de género del ex presidente Alberto Fernández, pasó casi desapercibido para la mayoría de los medios el decreto que dispone la privatización de cuatro centrales hidroeléctricas.

Argentina produce aproximadamente 150TWh al año, con centrales como Chocón (a privatizar) que produce 3TWh, y valores similares Alicurá y Piedra del Águila, algo menor Cerros Colorados, que serán privatizadas.

¿Cuál es la novedad respecto de otras enajenaciones anteriores?

Que ahora es apetecida por nuevos actores, no presentes en las concesiones de hace 30 años. La demanda mundial de energía por parte de los monstruos informáticos para mantener las bases de datos (nube) es creciente, con una proyección de hace unos años (antes de lanzarse la IA al mercado) de que se llevarían el 20% del consumo mundial (ver www.nature.com/articles/d41586-018-06610-y How to stop data centres from gobbling up the world’s electricity y los gráficos copiados al pié).

Esto explica la desesperación por buscar lugares donde instalar los “data centers” con abundante energía barata (o gratis) y agua para refrigeración. ¡Qué mejor oportunidad que “comprar” centrales hidroeléctricas ya construidas! Microsoft y Google cada una ya consumen 25TWh al año, distribuido a lo ancho del mundo. La locación es además extraordinaria: pocas lluvias, cielos despejados para comunicación satelital. Estas centrales son un extraordinario regalo que probablemente Milei les ofreció a cambio tan solo de unas palmaditas que le permitan sentirse parte (algún otro pidió quizás algo más). ¿No explica esto el interés con que lo han recibido? Y el negocio es tan redondo que con vendernos una parte de la producción recuperarán rápidamente la inversión e incluso además tendrán ganancias. ¿Quién va a controlar en la licitación que el comprador esté obligado a entregar la energía producida al sistema interconectado? ¿Acaso no vamos a festejar los argentinos, alentados por una caterva mediática, que los “líderes tecnológicos” del mundo hayan elegido a nuestro país para instalarse?

El efecto: unos pocos dólares para pagar alguna cuota de la deuda creciente y cortes de suministro eléctrico por falta de producción entregada al sistema.

Nota al pié: Atucha ya anunció que postergó la parada de mantenimiento porque se sabe que el año que viene nos quedamos sin suficiente provisión (y le echarán la culpa a la falta de inversión del gobierno saliente).

Oscar E. Martínez

El futuro de la industria del software y la IA en Argentina

0

La industria del software argentino debate por estos días cómo encarar los próximos años, luego de 20 años de crecimiento y en un contexto en el que cada vez más países de la región y del mundo buscan un lugar de peso dentro del sector y de la economía del conocimiento. La Argentina, que en 2011 estuvo en el puesto 25 del ránking global de exportadores de software, cayó al 36 en 2021. Su crecimiento fue menor al que experimentaron otros países de similares características, incluidos varios de América latina.

De ahí que hoy se plantee la discusión sobre cómo encarar la próxima etapa de crecimiento, sobre la base de tener en cuenta diversos factores: que en 2029 finalizará el régimen de promoción que permitió que la industria del software se desarrollara, que la competencia de países que exportan -que se ubica en torno a los 10.000 millones de dólares- es cada vez más fuerte, y que la macroeconomía de la Argentina no ayuda, entre otras cosas.

¿Qué hacer, en definitiva, con un sector que pasó de tener 26.000 puestos de trabajo en 2003 a 140.000 en 2023, de exportar 150 millones de dólares a 2.500 millones de dólares y de lograr ventas por 350.000 millones de pesos argentinos 1.200 billones de pesos argentinos en el mismo período?. Estos datos surgieron del reporte titulado Anatomía de la industria del software, realizado por Fund.ar, una organización dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas con foco en el desarrollo sustentable de la Argentina.

Aún cuando estas curvas se mantuvieron en ascenso constante en el lapso analizado, hubo un punto de inflexión a partir de 2017 cuando se produjo un aumento en la brecha de las tasas de crecimiento. Mientras las exportaciones en el mundo crecieron un 13,9 por ciento, la Argentina lo hizo sólo a un 4,4 por ciento. Antes, entre 2011 y 2017 esa brecha había sido mucho menor: el país exportaba con un alza de 5,4 por ciento anual mientras el mundo lo hacía en torno al 7,3 por ciento.

Liderazgo que se fue perdiendo

¿Qué pasó? El informe de Fund.ar, que lleva la firma de Tomás Bril Mascarenhas, Jimena Rubio, Ezequiel Tacsir,  Nicolás Sidicaro y Marino Stampella, dio cuenta de cómo se comportaron los distintos países en este período. El grupo de los más grandes exportadores de software, es decir, aquellos que venden por encima de los 10.000 millones de dólares anuales recibió a ocho nuevos integrantes, como Israel, Singapur, Francia, Finlandia, Bélgica, España, Canadá y Polonia.

En el segundo pelotón, que exporta entre los 3.000 millones y por debajo de los 10.000 millones de dólares, donde se encuentra la Argentina, ingresaron 12 nuevos países, cuatro de América latina y ocho de Europa del Este. “Argentina perdió participación entre el grupo de países intermedios comparables y descendió del 4° al 13° lugar entre 2011 y 2021”, explicaron.

En 2011, la Argentina exportaba por 1.536 millones de dólares y tenía una participación del 8,6 por ciento entre los países comparables dedicados a la misma actividad. En 2021, pese a haber llegado a casi los 2.000 millones de dólares en exportación, su participación se contrajo al 2,9 por ciento.

Países como Polonia pasaron en este período de vender al exterior 1.931 millones de dólares a superar la barrera de los 10.000 millones de dólares. Entre los de América latina, Costa Rica avanzó de 563,1 millones de dólares a 1.345 millones de dólares; Brasil de 216 millones de dólares a 2.707 millones de dólares: y Uruguay, de 179,1 millones de dólares a 1.086,6 millones de dólares. Como se ve, los crecimientos de los países latinos fueron mucho más significativos, sin olvidar que de alguna manera cada uno de ellos definió alguna política en esa dirección.

El reporte de Fund.ar también dio cuenta cómo fue la evolución del sector del software argentino. Hubo una primera generación que se dedicó al desarrollo a medida para telecomunicaciones y banca, una segunda que continuó con ese objetivo aunque con foco en la exportación, y una tercera generación, la actual, más orientada al diseño de productos para los mercados verticales, como agro, clima, finanzas, logística y datos. Mientras en la primera los proyectos surgieron de capitales propios las siguientes contaron con el aporte de fondos de capital de riesgo.

Polonia en el horizonte

Aquí es donde aparece una primera pregunta de la industria. ¿Por qué no aspirar a exportar software por 10.000 millones de dólares como lo hace Polonia cuando hay talento? Respuesta que, luego, permitirá ir un poco más profundo para plantear cómo seguir y de la mano de qué variables.

En este punto, el informe, que se presentó junto a diversos referentes de la industria local, planteó la necesidad de trabajar en cuatro ejes, e ir más allá de la promoción que apalancó al sector hasta ahora (y que sólo fue aprovechado por el 11 por ciento del total de las empresas de software del país): financiamiento, internacionalización, vínculo con el entramado productivo, y formación y capacitación.

Aunque el reporte priorizó la necesidad de financiamiento para la profundización del desarrollo del sector hacia adelante –necesidad insatisfecha para cualquier sector productivo de este país– referentes de la industria presentes durante la exhibición del documento advirtieron sobre la urgencia por trabajar más fuertemente en la educación, comenzando por los niveles iniciales. Se recordó que el talento argentino fue clave en el desarrollo del sector en estos años y que urge actualizar el sistema para poder seguir apalancando a la industria con calidad. Recomendaron, por ello, poner en primer lugar la formación porque de ella dependerá su vínculo con el entramado productivo y la mejora en el nivel de exportaciones.

La discusión no se limitará a la presentación de este trabajo, por supuesto. El informe, compuesto por cuatro documentos que pueden leerse desde aquí, servirá para profundizar la discusión y definir mejores políticas para el desarrollo del software. En el caso de la Argentina, su promoción finalizará en 2029, año en el que se supone la tecnología 5G será la dominante, además de la responsable de una mayor producción de datos, insumo básico de la inteligencia artificial. Lo que se debata y defina de cara a ese futuro será gravitante también para su desarrollo y el del país.

FAdeA concretó otro envío de componentes a Brasil para los aviones Embraer C-390 Millenium

0

Mientras Embraer registra nuevos pedidos y avanza con la entrega de aeronaves, desde la Fabrica Argentina de Aviones Brigadier San Martin (FAdeA) confirmaron el envio de nuevos componentes a Brasil para la fabricación de aeronaves C-390 Millenium. Así se desprende de una publicación del pasado 9 de agosto de la fabricada cordobesa en sus redes sociales.

Desde el año 2011 FAdeA participa del Programa KC-390 de la Fuerza Aérea Brasileña en asociación con Embraer para la fabricación puertas del tren de aterrizaje delantero, puerta delantera derecha, rampa de acceso trasero, y cono de cola.

En lo que respecto a este nuevo envió, desde FAdeA indicaron que: “Concretamos una nueva entrega en el programa C-390 Millenium de Embraer, en este caso fue una Puerta de Carga para equipar el avión de serie 017”. Es preciso destacar que esta nueva entrega de componentes se suma a otra realizada durante el pasado de mes de julio, donde fueron enviados:

• Cono de Cola para el avión de serie 016.

• Puerta de Tren de Nariz para el avión de serie 017.

• Lower Rack para el avión de serie 018.

De cara a los próximos meses, con la confirmación de nuevos ordenes de compra por parte de Austria y los Países Bajos, desde Embraer se aseguran de que la producción continuará a buen ritmo, mientras se registra la producción de nuevos ejemplares para la Fuerza Aérea de Brasil, como las entregas de ejemplares para las Fuerzas Aérea de Portugal y Hungría. Esto asegura que FAdeA continuará participando del programa de aeronaves con un creciente pedido de componentes para la fabricación de nuevos aviones de transporte táctico.

EE.UU. y la U.E. tienen un gran pasado nuclear. China e India, un gran futuro. ¿Argentina?

La «transición energética» -expresión inventada en la UE- no es un eufemismo. Es un verso.

Si la idea de la transición es un abandono ordenado pero rápido de los combustibles fósiles en electricidad y transporte, Norteamérica y la UE pifiaron el puerto de llegada. Las fuentes térmicas fósiles dan potencia firme. No pueden reemplazarse por fuentes intermitentes (como el sol en desiertos). Tampoco pueden hacerlo con fuentes intermitentes e impredecibles (como el viento). Los países y empresas, sin importar su complejidad industrial, funcionan a electricidad de base, firme, despachable a demanda, sin baches.

Por eso la «transición energética» en Europa y los EEUU es un verso. EEUU está dejando el carbón, la UE lo quema cada vez más. Pero ambas regiones del planeta son crecientemente dependientes de hidrocarburos líquidos y gas. Y es que 40 años de apagón nuclear y sobreequipamiento en intermitentes no les permiten hacer otra cosa.

En términos de impacto climático, están corriendo en círculos. Mientras chillan: «¡¡Transición, transición!!».

El gráfico de abajo (mírelo ahora, después sigue leyendo, si quiere) compara la potencia nuclear ya en línea: es la base de las torres de refrigeración. La construcción en curso, la planificada en firme y las extensiones de vida de centrales viejas, la parte superior de las torres. Se nota al toque que los únicos países comprometidos con mucha construcción nuclear son Rusia, China, la India y Turquía.

Paradójicamente, esos tres hoy son países con huellas de carbono muy grandes en proporción a su PBI. Pero ven venirse un mundo en que sus exportaciones van a ser penalizadas con impuestos al carbono emitido.

No hablo de impuestos decididos o consensuados por las Naciones Unidas. Eso sería pedirle peras al olmo. Si los árboles fueran juzgables por su índole, un olmo muy jodido, que no da ni sombra.

El Consejo de Seguridad Permanente está formado por 5 emisores graves de carbono, ya sea porque queman carbón, petróleo o gas en forma doméstica, o porque lo importan masivamente, o por todo lo anterior y porque además exportan estos combustibles.

Desde el Consejo pueden vetar toda moción de la Asamblea al respecto. Por ahora, y entre bambalinas, lo que logran es que los idiotas de la Asamblea no hablemos siquiera del tema.

Sin embargo lo que no pueden evitar es que se les rebele el chiquitaje y el medianaje. Hay alrededor de 34 países afectados con severidad por el aumento del nivel del mar, por la ferocidad y número creciente de huracanes y ciclones, por las alternancias cada vez más catastróficas de ciclos de lluvias y de sequías, y por las olas de calor letal en las ciudades.

Hablo de países donde ya hay cantidad de gente mudándose de región dentro de su país, o directamente de país, refugiados cllimáticos, con o sin plata. Los hay en China, la India, Pakistán, México, Brasil, Holanda, España, Turquía, y sigue la lista. El clima es una fuerza impersonal, pero no totalmente exenta de justicia: algunos de los peores ofensores climáticos son también los más agraviados, como EEUU, China, el Reino Unido y Holanda. Otros, en cambio, son víctimas perfectas, como Bangladesh.

Son algunos de todos esos países los que van a imponer tarifas aduaneras defensivas por su cuenta. Tal vez logren alguna coordinación regional o extrarregional. Lo cierto es que están obligados a mandar al demonio a la Organización Mundial del Comercio y a las Naciones Unidas, porque esos organismos están dominados por las petroleras.

Mientras no se puede acumular potencia intermitente en cantidades masivas, en dispositivos de bajo costo y con fácil y rápida liberación según la curva de demanda eléctrica, la «transición energética» seguirá siendo un verso. Promesas, hay muchas. Baratas y probadas, ninguna. Si hay futuro energético para nuestra especie, por ahora es nuclear.

Lo que establece bien el gráfico es una taxonomía: en Norteamérica y la UE hay países con un gran pasado nuclear, pero sin futuro. En Eurasia el futuro nuclear es imparable.

Y está la Argentina, ese país inclasificable.

Nuevamente, sugiero que interrumpa unos segundos esta lectura y mire el cuadro.

¿Ya volvió? Habrá visto entonces que China tiene 58 GW nucleares instalados, pero va por 118 más antes de 2050 y está tratando de vender en otros países su central Hualong-1 de 1120 MW. Esos «actos de contrición» a futuro la pueden salvar de más de un tarifazo aduanal entre sus compradores más seguros. Y hablo de los países con rampa demográfica positiva de África.

La energía nuclear también pueden salvar al gobierno del PCCH de una rebelión más interna: la de sus propios habitantes urbanos. En las megalópolis chinas (y tienen decenas) la contaminación aérea secundaria a la combustión de carbón está costando más de 400.000 muertes prematuras por año. Se sabe que son más: hablo de las admitidas en la década anterior.

Estados Unidos es la contrapartida perfecta: siguen siendo, aunque en declive, el país de mayor capacidad nuclear instalada, y el dotado del mayor número de centrales (96). Pero éstas son en promedio muy viejas, ya de alrededor de 50 años: necesitan extensiones de vida, y sin embargo no hay muchas extensiones pedidas a la Nuclear Regulatory Commission (NRC).

Libradas al «laissez faire» total por el gobierno federal y los estaduales, las fabricantes y distribuidoras de electricidad, llamadas «utilities», son las que deciden sus inversiones electrógenas. Lo hacen por precio y se han autoconvencido de que lo barato es un combo de centrales de gas y parques eólicos y solares.

Es una convicción con algún fundamento. Como el antinuclearismo causó el cierre de la mayor parte de las empresas estadounidenses de ingeniería y montaje nuclear, los tipos no logran construir o reconstruir nada bueno por falta de recursos humanos.

Desde el siglo pasado cerraron 10 centrales. La única construcción nueva digna de mención en los últimos 40 años son las unidades 3 y 4 del complejo Vogtle, en Georgia. Sólo que por falta de proveedores y de ingenieros, técnicos y obreros especializados y calificados, estas centrales tardaron el triple de lo previsto en terminarse, y costaron el cuádruple. Vogtle 4 recién acaba de entrar en línea.

¿Causa concreta de los sobrecostos? Los atrasos. ¿Causa concreta de los atrasos? Chapuzas, esa palabra tan española para denominar trabajo inexperto y malo.

Tal o cual componente critico no llega a tiempo al obraje: decenas de operaciones ulteriores se suspenden. Y eso sucede una y otra vez, porque la cadena de empresas proveedoras de los años ´70 se fundió, o se dedicó a otras cosas. Cada soldadura de precisión con aleaciones especiales de zirconio o níquel luego no pasa la inspección y debe rehacerse, hasta tres veces. Se va atrasando irremediablemente todo el cronograma de obra. Hay que romper contratos, renegociar contratos, echar contratados, llenarse de abogados, cargar a hombros los intereses, y los intereses de los intereses…

Con las idas y vueltas de Vogtle, Westinghouse, la empresa que inventó las centrales de uranio enriquecido y agua común presurizada, las PWR, quebró. Lo cual es bastante inaudito. Porque además, probablemente su última PWR es la mejor del mundo, en su tipo.

¿Se entiende por qué las utilities en EEUU abjuran del átomo, y hace 40 años que se pasan en masa hacia la eólica y el gas? Un parque eólico de 100 MWe se construye en dos o tres años, en tiempo y forma. Lo mismo una central de gas de 200 o 300 MWe. Es cierto que a los 20 años tenés que tirar el parque eólico a la basura y comprarte otro, y a los 25 años, otro tanto para la central a gas de ciclos combinados. En cambio, una central nuclear con extensiones de vida podría durar casi un siglo.

Con esa notable miopía solipsista yanqui, agravada por la profesión, los economistas concluyen en que la energía nuclear es comparativamente muy cara. Son geniales, esos tipos. Les importa un comino que los coreanos le estén entregando centrales nucleares de 1400 MW a los Emiratos, y construidas en 4 años y medio. Se creen el ombligo del mundo. Y sí, alguna vez lo fueron.

El ridículo es mayor de lo creíble, lector/a. Estas dos grandes centrales que en EEUU estuvieron alrededor de 15 años en obra, responden al modelo AP-1000 de Westinghouse. Muchos expertos, incluso argentinos, dicen que ésa es la PWR perfecta: pese a la considerable potencia de 1250 MWe cada unidad, estas máquinas logran que una parte importante del enfriamiento del núcleo sea convectiva, es decir garantizada no por mecanismos de ingenieros, sino por leyes de la naturaleza, más irrompibles. En caso de detención por accidente de todas las bombas, esa circulación casi inevitable alarga mucho el tiempo de seguridad en que los combustibles se refrigeran sin intervención humana.

Esta joyita yanqui, cuya construcción viene fracasando en casa propia (y aquí viene lo ridículo) fue comprada por China por transferencia de tecnología. Y con el siguiente resultado: desde 2019 hay 12 plantas AP-1000 en «el Reino del Medio» operativas o en construcción: 2 funcionando sin problemas en Sanmen, 2 más en Haiyang y el resto en obra. La cantidad y calidad de proveedores y trabajadores expertos ya hace que se terminen no en 6 años sino en 5.

Es más, los chinos logran precios de terminación de obra inferiores a los presupuestados, por ahorro de intereses al acortarse la obra. Y no es que sean magos, los coreanos acortaron el tiempo de obra aún más. Lógico, tienen una empresa pública, KEPCO, que viene sumando «expertise» nuclear en materia de centrales desde hace décadas, y una tercera parte de la demanda eléctrica nacional es nuclear.

Aislada del continente por Corea del Norte, Corea del Sur no puede no ser nuclear. Es más, no puede evitar serlo cada vez más: en términos funcionales, es una isla eléctrica de industrias intensivas, pero sin gas ni petróleo. La enorme industria pesada coreana es partidaria total de la energía eólica, es decir le gusta la idea de fabricar y exportar molinos. Pero desde comienzos de siglo es una exportadora nuclear de primera línea, y prefiere que la red eléctrica en casa esté libre de inestabilidades de frecuencia y voltaje.

Después de una seguidilla de escándalos entre KEPCO y sus proveedoras, el país tuvo un presidente fervorosamente antinuclear entre 2017 y 2022. Se llama Moon Jae-in, y logró abortar el programa de construcción nueva y extensiones de vida. Sin embargo, la sociedad coreana, por fuerza, es poco tolerante con la imbecilidad. Además, la élite industrial y académica tienen a la vista lo que le está pasando a Alemania con el precio de la electricidad y la huella de carbono, como consecuencia del cierre de sus plantas nucleares.

Alemania se ha vuelto el contraejemplo mundial perfecto de qué no hacer. Creo que fueron los inventores del verso de la «transición energética», o «Energiewende». A su modo, están dando un servicio al resto del mundo.

En 2022 Moon Jae-in perdió las elecciones por goleada. Ese mismo año KEPCO tuvo ganancias netas de U$ 55.650 millones. Parte de la empresa es propiedad de la Caja de Jubilaciones. Digamos que a don Moon Jae-in no se lo extraña. Los jubilados, menos que menos.

China todavía no tiene una tradición exportadora nuclear, como Corea. Sin embargo, vienen creciendo en forma imparable, porque estuvieron formando RRHH nucleares desde los ’70. Es obvio que si no meten gravemente la pata en su campaña de ventas, le van a pasar por encima a la UE y a Norteamérica (incluido Canadá) como con topadora.

China, más experta que los propios yanquis en construir centrales yanquis, de todos modos no las podría exportar.

Los AP-1000 tienen restricciones comerciales. Así las cosas, a las AP-1000 China las simplificó en diseño, les aumentó la potencia, y hoy tiene modelos nacionales por patentamiento: los CAP-1000 y 1400, de la empresa State Nuclear Power Technology Corporation (SNPTC). En las escalas yanquis de modernidad siempre se le pone alguna «generación» a cualquier producto complejo, lo que es más un invento de marketineros que una realidad de ingenieros.

En ese marco mental, los AP-1000 por su combo de seguridad pasiva y activa vendrían a ser de 3ra generación plus. A no olvidarse del plus.

No obstante, la figurita elegida por el gobierno para exportar, por ahora, sigue siendo el Hualong-1. Un vistazo preliminar confirma que viene de France. Efectivamente, es un derivado muy nacionalizado de las centrales de tres circuitos de refrigeración y 2da generación que hicieron de Francia el país más adelantado del mundo en energía nuclear entre 1973 y los años ’90. Oh, la belle France!

En La Década Maldita (los ’90), Electricité de France (EDF) se privatizó con el nombre de Aréva. Por el mismo acto, Francia, con un 81% de electricidad nuclear en su red y el precio eléctrico a consumidor final más bajo de Europa, se dijo a sí misma que la energía nuclear era cara e insegura. Cosas de economistas anti-estado. Sí, son lo peor. Ninguna nación tiene el monopolio de la idiotez, como se ve.

Súbitamente aterrada de sus 64 centrales, Francia dejó de mantenerlas y se entregó con exuberancia gálica al gas ruso, las granjas eólicas… y los tarifazos. Cuando Madame la République se quiso acordar, la mitad de las centrales habían sido cerradas por el ente regulador por oxidadas, el precio del kilovatio hora a los hogares se había multiplicado diez veces en una década, y el pueblo salió a la calle con chalecos amarillos a pedir la cabeza del presidente Macron, por sus tarifazos.

No obstante, dado que el viejo maquinón EDF de 900 MWe todavía hoy es el reactor más construido y probado en el mundo y tiene un record de seguridad sensacional desde los ’80, los chinos quisieron negociar y aprender con Aréva. ¿Quién mejor, y quién más regalado?

Aprenden rápido, los del Reino del Medio. El Hualong-1 es de tercera generación sin el «plus», y es una síntesis de los diseños de otras dos firmas nucleares, siempre estatales; la China National Nuclear Corporation (CNNC) y el de China General Nuclear (CGN). Cada una de estas firmas trabajó con la francesa Aréva y cada una desarrolló buenas centrales. Pero ambas, para el gusto chino, adolecían de demasiados sistemas y componentes de propiedad intelectual francesa.

El Partido Comunista Chino permite la competencia interna de sus empresas estatales hasta que resulta estúpida, o pro-francesa en este caso.

Ordenó a CGN y CNNC que unificaran y «chinificaran» sus diseños. Los acuerdos entre CNNC y CGN se hicieron a puertas cerradas y con uso de kung-fu estilo shaolin, tai-chi, pa-kwua-chang, algo wing-chun y otras técnicas dialécticas para CEOs tomadas del coaching ontológico. Cuando por fin se reabrieron las puertas, los sobrevivientes presentaron la Hualong-1. Es la nave insignia oficial y fue construida al toque en China por CGN con las unidades Fangchenggang 3 y 4, seguidas por Fuqing 5 y 6 (a cargo de CNNC).

Y el camarada Xi Jing-ping vio que era buena. Y dijo «Hágase la exportación».

La ACP-1000 que SPNTSC estaba construyendo en la costa de Karachi, Pakistán, ahora se rebautizó Hualong-1, nombre que significa «Dragón Chino», por si a alguno no le quedó claro que es un proyecto «de bandera». La Hualong-1 propiamente dicha, llamada así desde el principio, la que se iba a construir en Argentina en algún «siting» de provincias costeras dos años tras el arranque de Atucha III CANDU en la provincia de Buenos Aires, ésa iba a cargo de CNCC.

Eso no sucedió nunca debido a instrucciones que el gobierno de los EEUU suministró a los gobiernos sucesivos de Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei.

Me interesa contraponer el caso de la India con el de Argentina.

En los ´70, ambos países tenían los programas de centrales nucleares más dinámicos e independientes del Tercer Mundo. Eran los países típicos para los cuales AECL, la Atomic Energy Commission of Canada, desarrolló un raro modelo de central de tubos de presión horizontales, sin recipiente de presión. Tienen la virtud de quemar uranio natural, cuya desganada y lerda reactividad se «polentea» sumergiéndolo en un flujo de agua pesada. Líquido raro en la naturaleza, y muy caro y complejo de purificar.

Se construyeron decenas de CANDU en 7 países, y todavía hoy constituyen el 11% de la capacidad mundial instalada. Las CANDU no sólo hacen independientes a sus dueños de la mafia internacional del uranio enriquecido, sino que desde 1962 a la fecha de hoy son el único tipo de planta nucleoeléctrica que no ha tenido accidentes INES por encima del grado 3. Generalmente ese accidente INES 3 es una rotura de algún caño, con pérdida de refrigerante (el agua pesada es cara), pero sin consecuencias de irradiación del personal de planta, ni mucho menos del exterior de la planta.

No se puede decir lo mismo de las PWR y BWR de uranio enriquecido. Protagonizaron los accidentes de Three Mile Island, 1979 (un INES 5), y de Fukushima, 2011 (un INES 7 difícil de superar).

El lado peor de las PWR y BWR no es tanto técnico como geopolítico: si no tenés enriquecimiento local de uranio y dependés del suministro externo, los dueños de la pelota mundial te pueden hacer boicot de entregas y dejarte en apagón.

En suma, los «peros» a las centrales de uranio enriquecido son, insisto, más políticos que técnicos, si uno valora un poco la soberanía de su propio país. Objeciones puramente técnicas a las plantas de uranio enriquecido, se me ocurren cinco o seis, y eso antes de haber desayunado, pero en general son también más geopolíticas que técnicas.

Sin embargo, la presión de los EEUU sobre los clientes prospectivos de AECL y sobre los medios y la cancillería canadiense terminaron con que los canadienses se hicieran antinucleares y abandonaran la construcción de su propia máquina, de su propia tecnología, y que la dejaran de exportar.

AECL quebró, tras haber construido 49 centrales en 7 países, entre ellas Embalse, en Córdoba, nuestra mejor planta eléctrica sin discusión, con mayor factor de disponibilidad que el mismísimo río Paraná. Las CANDU son plantas que por seguridad y disponibilidad siempre estuvieron entre las mejores del mundo por lejos. Lo dicho, nadie tiene el monopolio de la estupidez y tirotearse los propios pies es una costumbre mundialmente muy distribuida. Podemos dar clase, aquí.

Ahora, en pleno segundo renacimiento nuclear en Occidente, Canadá se da cuenta de que en toda nuestra parte del mundo faltan 100.000 ingenieros nucleares, gente que en las últimas 4 décadas se dedicó a estudiar otras cosas para no tener que emigrar o morirse de hambre. En conclusión, Canadá todavía tiene 18 centrales CANDU que le dan 15 GWe instalados, pero por limitaciones de suministro y RRHH, están más bien dedicados a hacerles extensión de vida que a construcción nueva.

Sólo preveen la construcción de 2 GWe, lo cual es nada. Y sus vecinos al sur ya están haciendo todo lo posible porque se construyan con tecnología de General Electric, uranio enriquecido. Hace décadas que vienen tratando de hacerlos olvidar de la tecnología CANDU, y con todo éxito. Es bastante lamentable.

Haberse transformado industrial y diplomáticamente de colonia inglesa en colonia yanqui no ayuda. Por algo los canadienses vienen aquí a garronear agua pesada. Tenemos la mayor fábrica del mundo en Arroyito, Neuquén, con 180 toneladas por año (cuando la reabramos, Macri la cerró en 2017, y sus dos continuadores no quieren reabrirla).

Los canadienses supieron tener unas quince veces más capacidad de producción de agua pesada que nosotros… pero desmantelaron sus fábricas a fines de siglo. El ruido antinuclear que les llegaba del sur los disuadió de la energía atómitca. Ruido proveniente del país donde Westinghouse diseña la mejor PWR del mundo y luego quiebra porque sus contratistas no logran terminarla en tiempo y forma. Dándole bola a esos maestros, Canadá rifó casi todas sus cadenas de provisión y sus carreras de ingeniería nuclear.

La adopción del pensamiento del que te tiene secuestrado es un asunto policial frecuente, cuando hay toma de rehenes. Se llama técnicamente «Síndrome de Estocolmo». La simpatía del secuestrado por el pensamiento y las decisiones del secuestrador eliminan tu sensación de peligro, no tu peligro. Supongo que los canadienses están tratando de salir de ese círculo de ideas circulares.

Más sucinto, el Dr. Franco Varotto, fundador de INVAP y de la CONAE, a nuestros dirigentes políticos, diplomáticos y económicos son síndrome de Estocolmo los llama «colonizados mentales». Aquí son muchos más y mucho peores que en Canadá.

La India no tiene este problema, lo que no significa que no tenga problemas. En cualquier momento Mumbai derrota a Beijing como capital mundial del smog, por cómo le pega la India al carbón.

Pero de la plantita CANDU de 225 MWe que compraron a Canadá en 1963, los indios han desarrollado una cantidad de centrales mayores, con la de 700 MWe como nuevo standard. La marca india es NPCIL, es decir estatal y nacional. Tienen 24 máquinas en línea, de diversos modelos, potencias y añadas pero salvo dos soviéticas, todas de tecnología nacional y sin ataduras de propiedad intelectual con Canadá. En total suman 8,1 GWe, y antes de 2032 el gobierno de Narendra Modi quiere añadir 18 gigavatios instalados nuevos, NPCIL tipo CANDU, por 13,8 GWe.

El Reino Unido fue una capital del diseño nucleoeléctrico hasta tiempos de la premiere Margaret Thatcher, quien decidió hacer de su país un emirato gasífero con elecciones, y de Londres un paraíso fiscal dedicado a la timba financiera mundial. Las centrales viejas inglesas (todas lo son) jamás habrían sido autorizadas en nuestro país. No tienen siquiera edificios de contención gruesos y estancos, a prueba de explosiones internas de vapor. Tienen meros galpones.

Décadas de timba financiera y exportación de gas dejaron al Reino Unido sin industrias transformadoras y lleno de pobres. Ahora les tocó cerrar sus viejas centrales nucleares refrigeradas a gas, demasiado inseguras como para que se autorice su extensión de vida. Apa, Su Graciosa Majestad, dueña de tanto campo gasífero (sobreexplotado) en el Mar del Norte, de pronto se da cuenta de que puede quedarse sin electricidad de base. 80.000 ollas populares se las banca cualquier Tory, ¿pero a oscuras?

Con tanto factor de penetración de renovables los de la Rubia Albión suponen que van a tener problemas de frecuencia o voltaje con la red eléctrica, demasiado dependiente de gas que ya empieza a escasear, y de viento que hay a veces sí y a veces no. Ergo, se quieren renuclearizar a escape. Las ganas…

Lo van a tener que hacer con centrales extranjeras del consorcio europeo EPR, dirigido más bien por Francia, que tardan décadas en terminarse por los obvios problemas de desindustrialización a pie de obra, y de evaporación de los viejos y excelentes RRHH franceses en el área. A los súbditos de su Graciosa Majestad les queda la opción de comprar centrales CGN y Hualong-1 chinas de reemplazo, y llave en mano rabioso, sin participación de la industria inglesa.

Pero en vista de las tensiones de preguerra en el Estrecho de Taiwan, ahora es difícil que EEUU vaya a permitirlo.

Lo único nuclear y en funcionamiento con marca inglesa son los motores de la flota de submarinos de Inglaterra, todos PWR muy chicos, todos Rolls Royce. Esa misma empresa está siempre diseñando otros PWR que bautizó como SMR (Small Nuclear Reactors), porque en Occidente ahora hay que ser pronuclear, pero no mucho. Onda que lo políticamente correcto son sólo las centrales chicas.

A China le interesó la idea de las centrales compactas modulares, y construyó dos con tecnologías muy divergentes entre sí y de la línea PWR. Con el CAREM en construcción, somos el tercer país del mundo en hacer un SMR mientras EEUU habla de hacer muchos y distintos SMRs.

Nosotros no hablamos tanto y le damos al hormigón reforzado. Pero, se sabe, somos constructores intermitentes. Como pasó con Atucha II, toda vez que gobiernan neoliberales crudos, la obra del CAREM se abandona. Por presiones adiviná de qué país.

Rusia piensa casi duplicar su capacidad nuclear instalada. Es obvio que deberán hacerlo, si quieren seguir exportando gas y petróleo tan a lo bestia como hoy. Las centrales rusas VVER probaron ser excelentes desde los ´70. Dan electricidad de base y los rusos, con necesidades eléctricas gigantes debido al clima, no piensan hacer el error francés, o alemán, de sustituir plantas nucleoeléctricas con molinos de viento. A menos que inventen cómo fabricar viento.

ROSATOM es la mayor exportadora de centrales nucleares del mundo. Vender este tipo de máquinas puede abrirle camino mundial a otras manufacturas rusas complejas. La chapa de país nuclear tal vez le sirva a futuro a Rusia para esquivarle a las tarifas aduaneras anti-carbono. En cuanto a energía solar, es fama que a veces brilla el sol en territorio ruso, al menos en Crimea. Pero no mucho.

Lo cierto es que hoy ROSATOM parece destinado a ser el Number One mundial durante también la próxima década, para poca alegría de China, que va a tener que competir contra Corea y Rusia. EEUU dice que quiere participar en esa carrera. Sí, entiendo, yo también quiero correr las 24 horas de Le Mans, pero no tengo un sport prototipo ni sabría manejarlo.

Una de las causas por las cuales EEUU está fuera del ring es que hoy importa de Rusia una cuarta parte del combustible nuclear enriquecido de sus 94 centrales. Si Putin se enojara en serio con los EEUU, podría dejarlo en apagón.

Mirando entonces en los gráficos de abajo la situación mundial, es obvio que no existen las transiciones energéticas según las fabularon los europeos. Hay dos situaciones mundiales bien distintas: la de ese Occidente del que nos jactamos de tener carnet, y la de Eurasia Oriental, punto.

Allí en Oriente no hay un renacimiento de la electricidad nuclear, ni primero ni segundo. Es que pese a Chernobyl y a Fukushima, no hubo una muerte de la energía nuclear. Hay demasiada población, demasiada demanda de potencia, pocos recursos naturales y poco tiempo para pavadas.

Por tercera vez, le pido interrumpa la lectura de mi apasionante prosa y mire los gráficos de abajo. ¿No estamos faltando, allí?

Mire, sin la intervención de una larga lista de chorros y vendepatrias que alguien deberá hacer alguna vez, deberíamos figurar con 20 o 30 GWe en línea, 20 más en construcción, y como una molestia importante en los planes de exportación de centrales de los rusos. Deberíamos tener tantos gigavatios nucleares instalados como la India. Deberíamos ser socios nucleares mayoritarios de Brasil. Hasta 1982, íbamos en esa dirección.

Los canadienses, que hoy quieren hacerle resucitación cardiopulmonar a su otrora majestuoso programa nuclear, nos tendrían que estar comprando el 40 o 50% de los componentes de sus centrales. Y se los estaríamos vendiendo «de taquito», porque la CANDU Argentina tipo, de 700 MWe como las NPCIL de la India, esa máquina que el Ing. José Luis Antúnez llama «Proyecto Nacional», la habríamos diseñado con los mismos caños y componentes tubulares con que se hacen todas las centrales de uranio natural del planeta, incluidas las NPCIL de la India, las CANDU de China, Corea y Rumania, y nuestra Embalse.

La central que imagina Antúnez es algo más potente que la de Córdoba, con un edificio de contención distinto, seguramente más alto y robusto, y partes y componentes intercambiables con todo el resto del ecosistema nuclear CANDU del mundo.

En cambio seguimos con las centrales que estaban en construcción en 1981. Seguimos también con el CAREM, que este gobierno TAMBIÉN decidió no terminar. Y contando…

A finales de 2023, la capacidad mundial de energía nuclear era de 396 gigavatios (GW). Otros 299 GW están en desarrollo o anunciados. Medidos según la necesidad de electricidad limpia de carbono, y teniendo en cuenta el desastre climático generalizado en que ya nos hemos metido, 299 GW es un poco «too little and too late», como dicen los gringos.

El gráfico que se ve abajo da el panorama visual de los países que están (o dicen estar) a la vanguardia de esta capacidad. Los datos son del Global Energy Monitor.

¿Puedo considerar a EEUU y Francia los dos mayores fracasos de Occidente? Sí, pero hay que incluir a Alemania y Canadá como contendientes cercanos. El lector dirá.

En EEUU, la decisión de poner carbón, gas, eólica, solar o nuclear siempre fue asunto de privados. También fue cosa de privados el diseño y construcción. Impresionante, la construcción, entre los ’50 y fines de los ’70. En cambio el programa de centrales nucleares francés, el más exitoso del mundo durante el siglo pasado, fue todo obra del estado. Murió cuando se privatizó. El chino y el coreano son estatales.

¿Alguna conclusión de todo esto? Mejor tenerla, porque nuestra empresa de diseño, construcción y operación nuclear, NA-SA, acaba de caer en manos de mesadineristas. No es imposible que traten de hacer guita la empresa, para fugarla. Legalmente la tienen difícil, ¿pero cuándo la ley ha detenido a un cacique de la City?

Los dos programas de centrales más exitosos del mundo, según crecimiento y exportaciones, hoy son el chino y el ruso. También, absolutamente estatales. Apoyados por miles de empresas privadas en las cadenas de suministro, por supuesto. Ahí es donde se produce la mayor cantidad de empleo calificado.

Como resumió muy bien Jorge Sabato: la nuclear es una industria industrializante.

Si Argentina hubiera continuado el rumbo nuclear que tuvo entre 1950 y 1982, hoy tendría decenas de miles de proveedores metalúrgicos, metalmecánicos, electromecánicos y electrónicos «de calidad nuclear». Y éste sería un país muy industrial, muy educado, bastante distinto de la distopía económica, social y política en la que nos metimos.

No quería irme sin esa observación.

Daniel E. Arias

Capacidad nuclear actual por países

En la actualidad, EE.UU. posee la mayor capacidad de energía nuclear, con un total de 102 GW en 94 reactores. Las centrales nucleares están repartidas por todo el país, con 28 estados que albergan al menos un reactor.

Francia (64 GW) y China (58 GW) tienen la segunda y tercera mayor capacidad nuclear, respectivamente. Los otros países que figuran entre los cinco primeros son Rusia (29 GW) y Corea del Sur (27 GW).

Capacidad nuclear prevista por país

Teniendo en cuenta las centrales en construcción, preconstrucción o anunciadas, la capacidad nuclear mundial aumentará a 695 GW. Esto representa un aumento de más del 75%.

El mayor aumento de la capacidad prevista procederá de China, que añadirá 118 GW. Esto representa un aumento del 204% con respecto a los niveles actuales. Por su parte, India añadirá 32 GW, lo que representa un aumento del 420% de su capacidad total.

Rusia (+21 GW), Reino Unido (+15 GW), Turquía (+15 GW) y Francia (+12 GW) también prevén aumentos relativamente importantes de su capacidad nuclear. Por el contrario, Estados Unidos (+7 GW) sólo prevé un aumento del 7%.

Si India ya no será un gran exportador de cereales, los precios subirán, más termprano que tarde

0

Si bien el mercado internacional de cereales está atravesando una fase bajista, los fundamentos estructurales de largo plazo continúan sumando factores alcistas.

El papel de la India como proveedor clave de cereales en el mercado asiático se está evaporando a partir de un crecimiento sostenido de la demanda interna en la nación más poblada del mundo con 1450 millones de habitantes.

“Se estima que desde el ciclo comercial 2020/21 al 2023/24 las exportaciones de maíz indias disminuirán un 86%, las de arroz un 20% y las de trigo un 90%”, señala un informe del Departamento de agricultura de EE.UU. (USDA).

La política gubernamental de promoción del bioetanol y la creciente demanda de maíz por parte del sector avícola, junto con las restricciones para exportar trigo y ciertos tipos de arroz, contribuyeron a modificar la matriz del negocio cerealero en ese país.

El mayor cambio en el comercio de cereales de la India es el del maíz. “En 2023/24 India va camino de perder su posición como exportador neto por primera vez en este siglo. Un aumento en la demanda interna, principalmente del sector avícola, junto con una política interna que incentiva el uso del cereal para la producción de bioetanol, han hecho que el país deba comenzar a importar maíz”, señala el informe.

Además, la disminución del precio interanual del maíz ha hecho que las exportaciones indias sean menos competitivas e incentivaron las compras externas del cereal.

Por primera vez desde 2019/20, India ha importado maíz extranjero de Ucrania y Birmania, países en los cuales el cultivo de maíz no transgénico cumple con las restricciones de importación de ese cereal de India. Además, en junio pasado India anunció importaciones de maíz de 500.000 toneladas en el marco de un arancel preferencial del 15% para asegurar el abastecimiento del producto.

“Se espera que la demanda interna se mantenga fuerte durante 2024/25 ante un consumo firme tanto forrajero como energético”, remarca el informe. El azúcar, la principal materia prima de la India para el bioetanol, enfrentó restricciones gubernamentales ante una caída sistemática de la producción. “India intentará cumplir con el corte objetivo de su ‘Programa de Mezcla de Etanol con Petróleo’  y aún no ha indicado cuándo se levantarán las restricciones para el azúcar en el etanol”, añadió.

Otro capítulo corresponde al trigo. A partir de 2022 el gobierno de India comenzó a intervenir las exportaciones y el mercado interno del cereal y desde entonces la participación del país como exportador del producto se diluyó.

“Ante el escaso crecimiento de las existencias de trigo, los molineros de India han solicitado una exención del arancel de importación de trigo (40%) para permitir las importaciones”, apunta el documento del USDA.

Por último, la decisión del gobierno de India de prohibir las exportaciones de algunos tipos de arroz (aunque con un número considerable de exenciones) y aplicar impuestos a la exportación a otros ha perturbado el mercado mundial del cereal.

“Cuando la India implementó la prohibición, los precios del arroz se dispararon antes de finalmente disminuir a medida que los competidores aumentaron las exportaciones”, recordó el USDA.

“La prohibición de las exportaciones regulares de arroz blanco sigue vigente, lo que impulsa a los importadores a recurrir a otros proveedores como Vietnam y Tailandia”, añadió.

Nuevas dificultades en la recuperación de los Super Etendard

0

Mientras prosiguen los esfuerzos por recuperar la disponibilidad de medios aeronavales, la Armada Argentina continúa impulsando el proyecto de recuperación de los cazas Super Etendard/Super Etendard Modernise, mientras que se prepara para la recepción del primero de los cuatro (4) P-3C/N Orión adquiridos al la Real Fuerza Aérea del Noruega a finales del año pasado para devolver la capacidad de vigilancia marítima de largo alcance al Comando de Aviación Naval (COAN).

En caso de los Super Etendard/SEM de la 2da Escuadrilla Aeronaval de Ataque, fuentes cercanas a Zona Militar indican que los trabajos a efectuarse a cargo de la compañía MBA S.A. correspondientes a la evaluación y análisis del sistema de asiento eyectable se encontrarían bajo la lupa, en marco de un contexto sensible producto del impacto causado por la perdida del A-4AR Fightinghawk de la Fuerza Aérea Argentina en la V Brigada Aérea de Villa Reyndolds, Pcia. de San Luis, el cual arrebató trágicamente la vida de su piloto, Capitán Mauro Testa La Rosa.

Cabe destacar que los trabajos encargados a MBA S.A. forman parte del proyecto para la evaluación del asiento eyector, siendo confirmado con el envió de dos asientos Martin Baker a bordo de un Beechcraft B-200 del COAN hacia Rio Cuarto (Pcia. de Córdoba), donde la empresa tiene sus instalaciones. Por otra parte, la Armada realizó las gestiones correspondientes para el envio a Francia de dos sistemas de oxigeno para una recorrida general, siendo uno de los sistemas mas importantes para la integridad del piloto durante el vuelo.

Durante la entrevista realizada a mediados del mes pasado al Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Contralmirante Allievi, la máxima autoridad naval se refirió en particular al tema de los asientos eyectores afirmando que “Estamos negociando, con la empresa MBA que está en Córdoba, para que ellos analicen que ese asiento eyector y que ese paracaídas cumpla las condiciones.”

Por otra parte, en relación al conjunto de cartuchos pirotécnicos del sistema de asiento eyectable, Allievi señaló que “El tema de los cartuchos del asiento eyector, CITEDEF, nos dio un informe que dice que esos cartuchos están en condiciones. Ese es el paso en el cortísimo plazo. Hoy la Armada está analizando que hacemos con los Super Etendard, los once, y que hacemos con los Super Etendard Modernisé, los cinco.”

Dado el impacto causado por la pérdida del A-4AR y su piloto, la recuperación de los SUE/SEM encuentran un nuevo desafío por delante, cobrando relevancia su antigüedad, su falta de operatividad desde al menos una década (en caso de los SUE, ya que los SEM desde su arribo desde Francia en 2019 nunca efectuaron vuelos), sumado a la falta de disponibilidad de algunos elementos críticos, y el hecho que en caso volver al servicio serían los únicos aviones operativos en el mundo, espera de las conclusiones de la investigación de la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas sin dudas tienen su impacto para el COAN.

A la espera de los P-3C/N Orión

Tras haberse efectuado los primeros pagos por la adquisición de cuatro (4) P-3C/N Orión, el COAN prosigue las gestiones para su recorrida y puesta en servicio de cara al vuelo ferry que permitan a la primera unidad operar en suelo argentino. Según fuentes consultadas, en los próximos días un avión Beechcraft B-200 trasladará a la Base de Punta Indio, o bien a la Iera Brigada Aérea del Palomar los elementos de supervivencia que serán de dotación del primer P-3C Orión argentino, los cuales serán trasladados a los EE.UU. a bordo de un C-130 Hércules de la FAA.

Orion P-3N, Hjalmar Riiser-Larsen, del 333 squadron.

Dentro de los elementos de seguridad se encuentran balsas salvavidas, elementos fundamentales considerando el extenso plan de vuelo desde Florida (EE.UU.) hasta la Republica Argentina, sumado a otros equipos auxiliares de supervivencia que actualmente los aviones no poseen, y si se encuentran en dotación del COAN.

Cabe destacar que los trabajos en los P-3C/N recobraron impulso una vez solucionado el inconveniente surgido con la operatividad del radar AN/APS-137(V)5, el cual no había sido incluido en el contrato original. A este sistema deben asociarse los equipos EO/IR AN/AAS-36 Infrared Detecting Set (IRDS), el sistema de alerta de aproximación de misiles AN/AAR-47, medidas de apoyo electrónico AN/ALR-66, detector de anomalías magnéticas AN/ASQ-81, sistema de procesamiento y visualización acústica AN/USQ-78, así como la capacidad de lanzar y operar sonoboyas. 

Los libertarios, a las órdenes de Santiago Caputo, desembarcan en Nucleoeléctrica

0

El gobierno de Javier Milei concretará la semana próxima un nuevo cambio de autoridades en el directorio de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), la compañía que opera las centrales nucleares. Santiago Caputo, principal asesor y hombre de máxima confianza del Presidente, tomará el control del área nuclear a través de la designación de Alberto Lamagna como nuevo presidente de NA-SA en reemplazo del titular actual y funcionario de línea, Luis Fasanella, que seguirá en la empresa.

La novedad de las últimas horas pasa por el perfil del Directorio de la empresa encargada de operar las centrales atómicas que confeccionó Caputo, con una notoria falta de cuadros técnicos conocedores de la empresa y el sector nuclear en general.

La Secretaría de Energía convocó para el próximo miércoles 28 de agosto a una asamblea de accionistas tanto en Nucleoeléctrica como en Dioxitek, la empresa estatal que provee el dióxido de uranio para el combustible nuclear. Según indicaron a este medio fuentes públicos y privadas, Lamagna será designado como nuevo presidente de NA-SA, mientras que Fasanella, que había llegado al cargode la mano del ex jefe de Gabinete Nicolás Posse, seguirá como vicepresidente en reemplazo de Julián Gadano, un histórico del sector y el principal técnico en el área nuclear que integraba el gobierno de Javier Milei.

Mario Levy, director de Generación Eléctrica de la Secretaría de Energía, que ingresó al Estado durante la gestión de Alberto Fernández y hoy responde al secretario de Energía Eduardo Rodriguez Chirillo, continuará en el Directorio. Pero lo llamativo pasa por la elección de los dos nombres restantes para completar el máximo órgano de control de la empresa nuclear estatal. Uno de ellos sería Emiliano Giana, hermano de Guido Giana, un ex dirigente del PRO en la provincia de Buenos Aires que mutó a las filas libertarias y hoy es una persona de confianza de Diego Chaher, quien está al frente de una Unidad Ejecutora de Empresas e integra el círculo de confianza de Caputo.

Guido Giana, que cobró notoriedad mediática y política en 2020 durante el conflicto por la usurpación y posterior desalojo de un importante predio en Guernica —precisamente por ser dueño, junto con su familia, de esas tierras en el sur de la provincia de Buenos Aires— fue candidato a intendente en Presidente Perón por el PRO en 2015 y luego fue funcionario del PAMI durante los cuatro años del mandato de Mauricio Macri. Luego de la presidencia de Macri recaló como director de Administración y Finanzas del Sanatorio Güemes, propiedad de Mario Lugones, padre de Ramiro, consejero y amigo del asesor presidencial, con quien trabó una relación de amistad.

La quinta silla en el Directorio de NA-SA la ocuparía Jeremías Coppola, un joven licenciado en Finanzas de la Universidad de San Andrés que se enfocó en el negocio de trading de criptomonedas, según se desprende de su perfil en LinkedIn. Ni Giana ni Coppola cuentan con una experiencia previa vinculada al sector nuclear, por lo que cuatro de los cinco directores de Nucleoeléctrica darán sus primeros pasos en la industria atómica a partir de su designación como miembros del organismo de conducción de la mayor compañía nuclear de la Argentina.

Por el lado de Dioxitek, Fabián Moreira sería el nuevo presidente, Ernesto Kirchuk será el vicepresidente y el directorio lo completarán Mariano Flamini, Santiago Caseaux Alsina (actual director tanto en Nucleoeléctrica como en Dioxitek) y Pablo Zapata (actual director en Dioxitek representando a la provincia de Mendoza).

Sorpresa

Fuentes cercanas a Nucleoeléctrica y a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) manifestaron perplejidad y preocupación por el perfil del directorio confeccionado por el gobierno debido a la ausencia de técnicos conocedores de la empresa operadora de las centrales nucleares. De hecho, la CNEA no tuvo participación alguna en la confección del directorio vigente ni del nuevo, pese a tener la potestad para designar a uno de los directores por ser accionista.

El nuevo directorio representa el perfil que Caputo busca imprimir en los directorios de las empresas estatales con el objetivo de acelerar su privatización. Lamagna llegará al cargo promovido por Chaher, que tiene el mandato de acelerar la privatización o concesión de las empresas que son propiedad del Estado.

En esa clave, Lamagna, un doctor en física con un sinuoso recorrido por la política que incluye al Frente para la Victoria, el PRO y el Frente de Todos, le habría prometido a Chaher avanzar con la privatización de la generadora estatal en el próximo semestre. Si bien en el plano profesional tuvo una extensa carrera en la CNEA, nunca trabajó en NA-SA.

El cambio del Directorio de NA-SA se inscribe en un contexto signado por la necesidad de tomar decisiones sobre el proyecto de extensión de vida de Atucha I. La central nuclear debería parar el 29 de septiembre para comenzar con las obras que llevarán dos años de trabajo para extender su vida operativa por dos décadas más. Pero el gobierno evalúa la factibilidad de postergar el proyecto para tener a la central operativa en el verano.

——————————————————————————————————————————————————-

Nota de AgendAR: Mal podría ser un técnico en el área atómica el sociólogo Julián Gadano, exsubsecretario de Energía Nuclear de Macri. Es sociólogo. Pero no cualquier sociólogo.

En mayo de 2017 se negó a reabrir la Planta Industrial de Agua Pesada, de Arroyito, Neuquén, que acababa de ponerse «a nuevo» para dotar de este insumo esencial a nuestras plantas nucleares, todas de uranio natural. Desde entonces, Argentina, máximo productor mundial a la fecha, se volvió importador.

En junio de 2017, Gadano comunicó desde Beijing a los rionegrinos que tendrían una central nuclear china Hualong-1 de 1120 MW, sin comerla ni beberla ni consultas públicas no ofrecimiento de industrias electrointensivas a pie de planta. El sociólogo logró que la población urbana de toda la provincia saliera a la calle a oponerse, y así dejó sin «siting» esta obra hasta las elecciones de 2019. Desde entonces, así continúa. Cerrada y deteriorándose.

Mucho más importante que lo anterior pero ligado, en mayo de 2018 Gadano abandonó Atucha III CANDU, o «Proyecto Nacional», la cuarta central nuclear argentina, una CANDU básicamente nacional y de 700 MWe a construirse junto a las Atuchas I y II a orillas del Paraná de las Palmas. Pero Gadano no se limitó a matar dos centrales en el huevo y el autoabastecimiento local en agua pesada. Su lista de hazañas continúa.

Como operador del ministro de Energía Juan C. Aranguren, hombre de la Shell, aceptó que todo el Programa Nuclear Argentino cayera en el tótem estatal al rango de una subsecretaría, un rango sub-municipal, a cambio de presidirlo. Con ello aceptó sin chistar que el presupuesto nuclear de 2016 se fijara a la mitad del de 2015 y quedara congelado ahí en pesos. Con esto se llevó puestas además la terminación de dos obras estratégicas: el reactor RA-10 de Ezeiza y el prototipo de la central nuclear compacta CAREM, en el predio de las Atuchas.

No creemos que haya en el sociólogo ninguna animadversión antinuclear. Sean manifiestas o encubiertas, jamás lo acusaríamos de ser un hombre de convicciones. Toda su gestión sólo transmitió órdenes, subido mágicamente encima del mayor, mejor y más exitoso elenco de expertos nucleares del hemisferio sur.

Suponemos que su nombramiento fue un modo calabrés de mostrar el desprecio de un cierto ingeniero por el sector científico-tecnológico nacional más ligado a la producción. «It’s nothing personal, it’s strictly business», como dice Mike Corleone en El Padrino, 1972, para explicar una ejecución. Gadano siempre hizo lo que querían Aranguren y cierta embajada.

Lo que sucede hoy en NA-SA, dirigida por bicicleteros de la City, es más de lo mismo. En dosis letal.

La «viruela del mono»: emergencia global y casos en Argentina. ¿Qué se hace?

0

La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de catalogar los brotes de viruela símica (mpox) en la República Democrática del Congo y otras regiones de África como una emergencia sanitaria global. Se confirmaron casos en niños y adultos en más de una docena de naciones, y una nueva variante del virus se está propagando. En la Argentina, según el Boletín Epidemiológico Nacional, hasta el 4 de agosto de este año se detectaron cinco casos de viruela de mono, de los cuales ninguno fue fatal. Tres fueron casos importados y los otros dos permanecen en estudio.

La viruela del simio, una infección zoonótica que es endémica en buena parte del continente africano, despertó cierto nivel de alarma a nivel mundial por la aparición de casos en Portugal, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros países, sin que hubiera contacto entre el primer caso importado y los otros infectados.

A principios de esta semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África informaron que los brotes de viruela símica representan una emergencia de salud pública, con más de 500 muertes registradas, e instaron a la comunidad internacional a ayudar a frenar la propagación del virus. “Esto es algo que debería preocuparnos a todos… La posibilidad de una mayor propagación en África y a nivel global es muy alarmante”, expresó ayer Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Según informó el Ministerio de Salud de la Nación a este medio, de los cinco pacientes confirmados en el país uno corresponde a la provincia de Buenos Aires; dos, a la Capital; uno, a Santa Fe, y otro, a Río Negro. Del total, cuatro son varones.

Se consultó a expertos locales para entender de qué se trata esta enfermedad, cómo se transmite y qué grado de letalidad tiene. Los especialistas destacaron que se puede transmitir entre humanos o de algún otro mamífero hacia el humano. Agregaron que el índice de letalidad de la enfermedad varía según la variante: la más virulenta alcanza una mortalidad del 10%. También resaltaron que no hay un tratamiento específico para la viruela de simio.

El contagio

Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explica que el virus que la provoca pertenece a una familia cuyo miembro más conocido es el de la viruela. “La viruela se erradicó en 1980, pero desde esa fecha hasta la actualidad hubo brotes en monos en países fuera de África. Por ejemplo, en Texas, Estado Unidos, hubo un brote por unos animales que habían ingresado desde África; esos animales contagiaron al perro y el perro, a los humanos. La transmisión puede suceder de animal a humano o puede ser interhumana. Es persona a persona a través del contacto directo con lesiones o con elementos contaminados como ropa, gasas o apósitos. También por gotas al hablar y por vía sexual, si bien hay alguna controversia acerca de la vía sexual”, indica la experta.

Los síntomas más comunes, añade Guzzi, son la fiebre y el malestar general, que aparecen más o menos dos semanas después del contacto con el virus. “A eso se le suma la aparición de lesiones con aspecto de pústulas que surgen en la zona de la boca, los genitales, el ano, y también pueden afectar manos y eventualmente las plantas de los pies. Todo ello es acompañado de la inflamación de los ganglios, en general en relación a las zonas donde aparecen las lesiones. El cuadro suele durar de dos a cuatro semanas y, en general, se resuelve espontáneamente”, detalla Guzzi.

El problema es que, en algunas personas, sobre todo en pacientes con inmunosupresión severa con niveles bajos de defensas, la infección puede ser severa. También tiene mayor severidad en niños pequeños y puede ocasionalmente ser mortal. “Más o menos se estima una mortalidad del 10% en niños con la última variante reportada en África y del 5% en adultos”, resalta la infectóloga.

“La viruela símica es típica de África. Este tipo de virus, que es un orthopoxvirus, está relacionado con los simios u otros mamíferos, como el que surgió de las vacas del norte de Inglaterra. A partir de ese virus, se hizo la vacuna de la viruela”, explica Enrique Casanueva Martínez, infectólogo y asesor del Servicio de Infectología Pediátrica del Hospital Austral.

¿Hay tratamientos disponibles?

“Que yo conozca, para la viruela símica no hay vacunas. Pongo en duda si podría funcionar la vacuna clásica contra la viruela, porque el genoma podría ser diferente. El paciente tiene que pasar la enfermedad, no hay muchos tratamientos. Sucede lo mismo que con la varicela. Hay que hacer hincapié en los cuidados necesarios cuando uno viaja a lugares como África. Debemos intentar evitar el contacto con animales silvestres”, destaca Casanueva.

“No hay un tratamiento específico, sino un tratamiento de sostén. La vacuna que se considera efectiva es la de la viruela tradicional, que ya no se encuentra en circulación en el mundo. Pero se podría lograr vacunar en caso de que eso fuera necesario. Hay un tratamiento que se aprobó en 2022 con un antiviral que se llama tecovirimat, pero su uso solo está recomendado en pacientes muy frágiles con inmunosupresión severa”, argumenta Guzzi.

“Hay vacunas específicas en Estados Unidos, Canadá y Europa para viruela símica, pero nosotros no las tenemos disponibles en la Argentina. Los que somos lo suficientemente viejos como para tener vacuna contra la viruela, tenemos un 30% a un 40% de inmunidad cruzada. Pero las personas jóvenes que son las más expuestas, porque esto está asociado en general a la actividad sexual no protegida y múltiples parejas sexuales, en general es población no vacunada, salvo que se hubieran vacunado en el exterior”, advierte la infectóloga Elena Obieta.

Alejandro Horvat