sábado, 26 julio, 2025 - 9:28 am

INIDEP bajo la lupa (la nuestra, no la del gobierno).

Es claro. Si para las actuales autoridades económicas del país, la Ley Federal de Pesca reviste modificaciones de fondo, y se tiene como premisa que el sector pesquero no es pujante y hasta goza de actitudes turbias al margen de la Ley; que hoy se ponga en tela de juicio el rol del INIDEP, es parte del mismo criterio. Nadie discute y defiende lo indefendible. Simplemente, hay dos grandes grupos: los investigadores, que dan lo mejor de sí por encontrar fundamentos científicos que justifiquen mayor certeza para la toma de decisiones del Concejo Federal Pesquero (CFP. Y está la otra parte, la cúpula política del organismo, donde una segunda línea dejó mucho que desear. Ejemplo de ello: lo ocurrido con algunas especies que ya casi ni habitan en la plataforma argentina, como la merluza austral, la merluza de cola, el granadero y otras especies. Como decisiones de dudosa consideración, como el caso de buques de investigaciones hechos en España sin siquiera 2 tangones, cuando el principal recurso argentino es el langostino. Inexplicable. (Nota del editor: para explicar lo que a Pescare le resulta inexplicable: los barcos de investigación son pesqueros con equipos y RRHH científicos a bordo. Y los barcos que pescan langostino despliegan grandes redes laterales suspendidas de mástiles rebatibles que se acuestan en horizontal, uno a babor y otro a estribor, llamados «tangones». Un barco de investigación pesquera sin tangones en un mar bastante langostinero, como el argentino, es mal indicador de capacitación y/o probidad. (De todos modos -sigue el editor, hoy invasivo-, el recurso más explotado en tonelaje es la merluza hubbsi, seguida por el calamar Illex, luego el abadejo y en cuarto lugar el langostino. Lo que tiene éste es un precio mucho mayor por unidad de peso. Lo que genera en dólares cada una de estas cuatro especies es un misterio, porque hace décadas que el Mar Argentino es saqueado por empresas españolas, y ahora asiáticas, sean contrabandistas legales asentados en el país y con buenos papeles, o piratas más genuinos, sin pretensión alguna de legalidad. Por ello, las cuotas asignadas por el CFP sobre datos del INIDEP, y sobre todo las capturas y valores declarados oficialmente ante el estado son una burla desde hace décadas). Demonizado sin causa, objetado y acusado por autoridades que seguramente no conocen la razón de ser, de estar y de permanecer)del INIDEP. ¿corre peligro la continuidad del Instituto que cumplió medio centenar de años estudiando las especies? Como todo organismo del Estado, la nueva gestión del gobierno nacional “apunta y tira”, pero no siempre dan con las presas a las que se les debió apuntar. En 1898 el Dr. Fernando Lahille fundó el primer laboratorio costero de biología marina, el que estaba ubicada en la zona de Punta Mogotes en Mar del Plata, colocando, tal vez sin saber, que varios años después (1960), un grupo de investigadores y docentes de Universidades públicas, junto al entonces gobernador bonaerense Oscar «el bisonte» Alende dieron forma al Instituto de Biología Marina en Playa Grande, también en Mar del Plata, en un edificio que aún se conserva pero que no es utilizado. Alli se construyeron los primeros laboratorios y se desarrollaron las primeras líneas básicas de investigación con equipos de trabajo permanentes. Ya en 1977, mediante la Ley 21.673, sobre la base del Instituto ya creado, se dio forma a un organismo descentralizado bajo de denominación de Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, INIDEP. ¿Tan importante puede ser este Instituto? ¿Tanta trascendencia internacional tiene? ¿Realmente sirve a los fines pesqueros de la Nación? La respuesta tal vez se encuentre en que el INIDEP es el encargado de asesorar a la Subsecretaría de Pesca (hasta hace unos días incluía acuicultura), al mentado CFP, Consejo Federal Pesquero y a la Cancillería argentina –más allá de lamentables declaraciones de Diana Mondino sobre la pesca-, asesoramiento basado en el uso racional de los recursos pesqueros con el objetivo de preservar el ecosistema marino para las futuras generaciones. Como si esto fuera poco, el INIDEP tiene como misión y función la de formular, ejecutar y controlar los proyectos de investigación en prospección, evaluación y desarrollo de pesquerías, de tecnologías de acuicultura, de artes de pesca, de procesos tecnológicos y en economía pesquera, conforme a las pautas y prioridades que establezca la Autoridad de Aplicación. Haciendo una burda comparación con una pelea de boxeo, desde la óptica de algunos funcionarios nacionales, sólo han visto el último round, donde una parte del año 2023 no fue de las mejores performances del Instituto y haciendo un análisis algo más profundo, la compra de los últimos dos barcos, -sin tangones- es de una desproporción de la administración que no tiene sentido, siendo el langostino la principal especie generadora de exportaciones y descargas del mar argentino, con una pésima administración de quienes conocen de investigación pero muy poco de política pesquera y mucho menos de diseño de buques. Los barcos del INIDEP no tuvieron la productividad de días de navegación o de investigación en el Mar Argentino como ocurriera en años anteriores, pero el deterioro lógico por cuestiones obvias le jugó una mala pasada para que zarparan e hicieran los estudios correspondientes sea en merluza, u otras especies no cuotificadas. El colmo fue la especie calamar que siquiera hicieron una sola campaña en el año. Todo organismo del Estado tiene su costado burocrático, y eso también conspiró (sumado a la poca voluntad de algunos pícaros) para que, con poco espacio en los diques para reparación, se armara una combinación casi letal y no se pudieran igualar al menos las  campañas anteriores. Ahora bien. ¿Es necesario que un Instituto Nacional, con empleados estatales, con una estructura que se estaba expandiendo a otras provincias con litoral marítimo? ¿Cuán importante puede ser que se estudien las especies comerciales (entre otros estudios) para mantener la biomasa y no pescar de forma indiscriminada, y que se cuide el recurso pesquero? Las respuestas son de toda obviedad. Entonces lo que hay que objetar es a quiénes tienen “en la mira” al INIDEP, por la simple y sencilla razón de que desconocen en principio, de que se estudia, cómo se hace cada proceso y la vital importancia de estudiar lo que se va a pescar, lo que se pesca y lo que se deja de reserva para consolidar la base de reproductores que sustenten el caladero futuro. Ahí es donde empieza el círculo productivo de la pesca argentina. (Nueva nota del editor, que hoy está pesado: círculo roto desde hace décadas. Para más datos, una merluza adulta en los ’80 llegaba fácil a 80 cm., ya fileteada. Hoy resulta bastante más chica que el plato en que se la sirve, y en general, un ejemplar juvenil que palmó sin llegar a edad reproductiva). Seguramente el Estado Nacional tendrá cosas que revisar, como en cada estamento y que las instituciones, cualquiera que fuera, no sean nichos donde se refugien militantes de cualquier partido ni sea la moneda de cambio por haber colaborado en campañas proselitistas. Lo que también deberá revisar el Estado que no se puede borrar de un plumazo lo hecho, y mucho menos, ante el vencimiento de contratos de trabajadores, hacer “borrón y cuenta” nueva, sin saber a ciencia cierta qué hacían esos empleados de la Argentina y cuál era su aporte al desarrollo nacional. Cuanto menos esto se califica de injusto, para empezar. Que algunos han “sacado chapa” asesorando (y cobrando) al INIDEP y su aporte fue minúsculo o nulo, también es cierto. Pero acá hay que explicar y dar respuestas a otras situaciones. No en vano desde organismos internacionales consultan a diario las investigaciones realizadas por nuestro país (porque en definitiva eso también es el INIDEP) donde se posee entre otras cosas, una biblioteca con material invalorable y con personas dispuestas a responder las consultas de empresas, trabajadores y estudiantes. No se puede dejar de valorar el trabajo que hacen los investigadores y científicos, en cualquier área, con un apasionamiento único por conseguir resultados a conciencia y así, en el camino que se debe transitar, asesorar a las autoridades llámese Subsecretaria de Pesca o el mismo colegiado legislativo, el CFP, organismo que mediante resoluciones y actas generan la normativa para la sostenibilidad y sustentabilidad del caladero, informando de lo que sí se puede hacer y de lo que no, porque compromete el futuro de la pesca. Tampoco se debe haber estudiado que el Instituto estuvo prácticamente diez meses sin presupuesto para llevar adelante reparaciones en barcos por ejemplo. Sería como un borrar con el codo lo escrito con la mano, después de 50 años de investigaciones y de gente que dejó su vida leyendo, embarcándose, estudiando, destrozándose las manos para que el INIDEP sea no sólo un orgullo para muchos, sino también para que desde otros países sea un punto de gran referencia del amplísimo FAO41 del Atlántico Occidental. (Nota del editor, y ya cansa: en la jerga, es área 41 de las llamadas Major Fishing Areas de la FAO, organismo de las Naciones Unidas para asuntos de alimentación humana. No obstante, hay que destacar la labor de la última gestión, de su cuerpo directivo, la Jefatura de la Dirección Nacional de Investigaciones, Dra. Claudia Carozza , la Directora de Pesquería de peces, Dra. Analia Giussi, y el propio Director, Lic. Oscar H. Padín, que sin contar con el presupuesto necesario y habiendo recibido los buques de investigaciones al borde de no tener Certificado Nacional de la Seguridad para la Navegación, y situación del personal en estado calamitoso de sueldos, pudo llevar decorosamente adelante una gestión pulida y honesta. Además de jefes de departamentos de pesquerías (crustáceos, merluza, calamar, bycatch (pesca involuntaria que se descarta muerta por borda), de bentónicos (organismos de fondo), de invertebrados y de ambiente marino y especies pelágicas (de altamar), como así también especialistas de buques de investigación, como el Cap. Alejandro Latte entre otros. Es notable, el enorme esfuerzo del sector administrativo y operativo para sostener y levantar los buques. Sin investigadores especializados en ciencias del mar no hay INIDEP y sin soporte logístico y administrativo, no hay manera que los científicos cumplan sus programas de trabajos de investigaciones con eficiencia. En la finalización de mandato, el Director Lic. Oscar Padin, dejó la memoria de gestión 2020-2023 donde hace un análisis del total de estos últimos años al frente del Instituto. Cuanto menos la situación merecería un estudio profundo y dedicado, consultando a especialistas para saber realmente cuán necesario es este Instituto para desarrollar una actividad pesquera sostenible y sustentable. Del mismo se han desarrollado notables avances, como la implementación de dispositivos de selectividad para evitar capturas de juveniles, como el desarrollo del Ing. Rubén Ercoli y equipo de investigadores que han sido fieles representantes en pesquerías de Nicaragua, Costa Rica, Perú, Ecuador e innumerables paises. Fueron representaciones argentinas en los principales institutos de investigación marina del Reino Unido, Noruega, Alemania y Francia, entre otros. El INIDEP ha contado con referentes mundiales de la talla del Dr. Víctor Angelescu, Dr. Enrique Boschi, la Dra. Maria Isabel Bertolotti y el Dr. Daniel Bertuche. La situación ha llegado casi al extremo a los trabajadores de todas las áreas: se muestran angustiados y preocupados no sólo por la continuidad de su fuente laboral (al fin y al cabo son profesionales altamente capacitados), sino porque se tirarían –justamente- por la borda cincuenta años de estudios y progresos que dieron fundamento al pilar biológico dentro de la Ley Federal de Pesca, entre otras cosas. El próximo lunes los trabajadores a los que no se les renovó el contrato, más otros que se encuentran en una situación incierta, harán un abrazo solidario a la sede del señero INIDEP; recordando a las actuales autoridades, que ya hubo decisiones electorales populares que llevaron a sumergir al país en 20 años de retroceso. Sin dudas, tienen un impacto altísimo, y  algunas instituciones recibieron por añadidura el mismo desprestigio de dos décadas berretas que Argentina debió atravesar.

Comentario de AgendAR:

Lógico que «Pescare» defienda al INIDEP. Es un clavo en el zapato para todo gobierno que da libertad de pesca incontrolada a empresas extranjeras y/o flotas piratas, o firmas que son ambas cosas a la vez. Y gobiernos de esos, no nos han faltado desde épocas en que Milei hablaba con Conan, pero vivo. Carlos Corach, abogado de las pesqueras españolas y ministro del Interior del presidente Carlos Menem, hizo echar a la mitad de la planta científica del INIDEP para tener aterrorizada y callada a la otra mitad. «Era nesario», como habría dicho su jefe, el otro Carlos, mientras la nueva mafia pesquera española, operativa desde el Río Colorado hacia el sur de Tierra del Fuego a partir de los ’90, vaciaba el mar hasta el colapso total de stocks en merluza hubbsi, langostino y calamar Illex entre 1998 y 2005. Mientras duró el feliz despojo, Felipe Solá y luego Domingo Cavallo echaban agua bendita sobre el mismo. El mar no es infinito, como no tardó en reconocer el jefe del Grupo Otero, uno de los 4 grandes armadores marplatenses cuando los españoles, sobrepescadores de fama renegrida y con todo el dinero de la UE encima para que no jodieran más en aguas europeas, se los empezaron a llevar puestos a los locales. La pesca monopolizada por España fue una bomba de tiempo. Reventó demorada sólo por la sobreexplotación del recurso más caro: el langostino, que ya en 1986 levantaba U$ 12.000 dólares la tonelada, unas 10 veces más que la merluza hubbsi, cuyo stock es el mejor baremo para medir la salud de nuestros dos caladeros. El estado menemista fue la negación de la existencia misma del estado, y eso sigue. Los prefectos que se animaban a detener pesqueros en infracción solían tener problemas con sus jefes y con sus carreras, los tribunales federales absolvían a las empresas extranjeras asuntos graves, o les aplicaban multas de un peso (SIC) tras 13 años de litigios… y así anduvo, anda y al parecer seguirá andando todo en nuestras aguas nacionales. Ese estado de cosas en 2001 provocó la quiebra de las cuatro grandes empresas marplatenses que fueron muy fuertes durante el medio siglo transcurrido entre la 2da Guerra y los ’90. Un caso de libro es Mellino, que empezó con barcos costeros de poca bodega y luego se hizo de naves de altura con cámara de frío, capaces de pescar semanas enteras en altamar. Los cuatro grupos marplatenses compraban barcos argentinos porque costaban en pesos, y eran procesadoras: agregaban valor local, vendían en los nacientes hipermercados del pais, e incluso lograron exportar conservas enlatadas de manos de la cooperativa El Hogar Obrero. Hasta que éste quebró aplastada por el Plan Bonex. Nos falta la suficiente estupidez para creer en la historia de los pescadores argentinos buenos y de los gringos malos. Eso queda para los giles. Como dice en un lenguaje demasiado rugiente, Eduardo Pradas, viejo sindicalista y laburante pesquero de Marpla: “La burguesía pesquera, que nació en los pasillos del BANADE (Banco Nacional de Desarrollo, Menem lo privatizó), logró integrar la planta en tierra con el buque de altura fresquero. Es así como se reproduce un esquema ya clásico en las burguesías nacionales de los países atrasados: importan bienes de capital (maquinarias) y exportan materia prima como commodities” […] Sigue Prada, tratando de explicar cómo se llegó a la situación actual. “En este momento fundacional de la pesca se establecen las características que perdurarán en la industria: una clase capitalista parasitaria, siempre pendiente del reembolso a las exportaciones o a las facilidades financieras que les proveía el Estado, y la integración al mercado mundial” […] Y continúa: “La relación de los empresarios pesqueros con el Estado demuestra cómo se constituyen… desde la liga pesquera marplatense a los pulpos pesqueros integrados a partir de los ´90” […] “La explotación creciente de langostino a partir del 1982 amortiguó la caída, pero unos años mas tarde la crisis tuvo una “solución” más clásica: la ola de quiebras pesqueras entre 1988 – 1990” […] “Al no llegar el socorro prometido por el gobierno, que pretendía rescatarlos nuevamente con créditos, fueron todos al vaciamiento que les permitió retirar masivamente los capitales y rematar las plantas y barcos”. Esta situación de crisis fue aprovechada por distintos sectores de distintos modos. El empresariado pesquero marplatense, que en su momento fue mucho más industrialista y nacional de lo que muestra Prada. Pero cuando se batió en retirada ante los españoles, que venían apalancados por la UE y el estado argentino, dejó un tendal de desocupados en «La Feliz». Cosa invariable, nuestros industriales le echaron la culpa de su suerte al estado nacional, por subsidiar a España y no a ellos. No dejan de tener razón. Pero bien que se callaron la boca cuando se fundieron: hablar mal de Menem causaba mala suerte y accidentes. Y de yapa, les caía bien eso de la libertad de destruir leyes laborales inaugurada por aquel gobierno. En lo que se refiere a las políticas posteriores a la Guerra de Malvinas, tampoco protestaron mucho. Gran Bretaña le terminó quitando, sin apuros ni oposición alguna, un total de 1.675.000 km2 de mar a la pesca argentina legal. En 1986, como dueños legales de sus 200 millas insulares, los kelpers otorgaron 237 licencias de pesca sobre aguas antes argentinas de hecho. Antes de la Guerra de Malvinas, entiéndase. De puro antiimperialista que era, el canciller Dante Caputo entonces le concedió licencias pesqueras a las flotas soviética, polaca y rumana, que le entraron al Mar Argentino como Atila a Francia. Eso dejó el precedente para que, tras el colapso de la URSS, el menemismo le entregara las llaves del Mar Argentino a otra mafia peor, que acababa de ser echada prácticamente a cañonazos de aguas canadienses, tras haber hecho colapsar las pesquerías de las Islas Británicas, las aguas del Mediterráneo y el Mar de Namibia. Los Acuerdos Pesqueros con la UE, nombre tilingo de esta política, terminaron por el colapso de las cuatro especies «de bandera» del Mar Argentino por sobreexplotación y pesca de juveniles inmaduros. En Puerto Deseado, Santa Cruz, sede de Arbumasa y del pillaje español, los barcos rojos de altura se quedaron en amarras, encadenados en andanas de a seis, porque faltaba longitud de muelles para alojarlos a todos. Literalmente, saltando de borda en borda, uno podía caminar casi 200 metros aguas adentro de la Ría de Deseado, y sin mojarse. La ría a la altura del puerto mide unos tres kilómetros de ancho. Los barcos rojos españoles se quedaron fondeados en los puertos patagónicos durante años, no por una prohibición del gobierno nacional, o del provincial, sino porque sencillamente ya no había qué carajo pescar.  Las vedas y prohibiciones del Consejo Federal Pesquero llegaron cautelosamente después: es eso que los gringos dicen cerrar el corral cuando ya se te piró el caballo. Nadie sabía si el mar podía recuperarse. En verdad, nunca lo hizo del todo. En toda la costa argentina en 2001 se habían perdido 30.000 puestos argentino de trabajo y decenas de pesqueras familiares, entre costeras y altureras. La alimentación nacional bajó de los 17 kg. anuales de peces por habitante, más o menos el promedio mundial, que incluye a 44 países países sin acceso al mar, a los 5 kg/año actuales del argentino de a pie. Es poquísimo para un país con 6000 km. de costa atlántica continental, algo más de 1 millón de km2 de ZEE (Zona Económica Exclusiva) de baja profundidad y alta productividad biológica, un 31,4% de población en inseguridad alimentaria, y dos caladeros perfectamente vigilables desde la costa si se tienen satélites (tenemos), si se tienen radares (tenemos) y la voluntad (no la tenemos). Nunca la tuvimos. En 2004, aprovechando el renacimiento de la economía y el «levántate y anda» de la industria nacional, la empresa estatal INVAP propuso al gobierno una cadena de radares costeros HF tipo «Beyond the Horizon», capaz de controlar la ZEE hasta cruzar la milla 201 e indagar aguas internacionales. La onda HF se pega a la superficie marina: sigue la curvatura terrestre, de modo que detecta barcos bajo la línea del horizonte, invisibles para un radar en bandas convencionales S o X, cuyas ondas viajan como la luz, en línea recta. El costo de asegurar con 6 radares HF la transparencia pesquera y militar total de toda la ZEE era de U$ 200 millones. La pesca no declarada en aquellos años andaba por los U$ 2000 millones/año. Los radares HF no se construyeron jamás. Habrían derrumbado toda actividad ilegal u hostil en nuestras aguas. También en 2004, y a pedido de la provincia de Río Negro, INVAP desarrolló el SIMPO, un sistema a prueba de sabotaje del tamaño de una cafetera, obligatorio en todo barco que pretendiera pescar en las aguas provinciales, que abarcan casi enteramente el Golfo de San Matías, porque éste es sumamente cerrado. Es un área de langostino, pero hay de todo, y en cantidad. El SIMPO usaba satélites geoestacionarios NAVSTAR para informar en tiempo real a la Prefectura y al Instituto Almirante Storni, un INIDEP oceanográfico chiquito y provincial bancado por el CONICET. El SIMPO daba en tiempo real la posición y velocidad de cada barco con papeles, así como del peso de la red en cada lance, la fotografía de esa captura, la temperatura de bodega, y de yapa algunos datos oceanográficos menos comerciales o fiscales sobre temperatura y salinidad del agua. En las pantallas del Storni, uno veía como un barco de la flota amarilla costera local bajaba su velocidad a 3 o 4 nudos y sabía que estaba lanzando las redes. Al rato, llegaba la foto de la misma izada a cubierta, y el peso de la captura, y la temperatura de bodega, que subía varios grados cuando se abría la puerta. Si un capitán levantaba langostino, no podía macanear ante la AFIP diciendo que era merluza hubbsi, 10 veces más barata. Si saboteaba el SIMPO, le caían jueces provinciales, es decir no federales, y además multas, y rayos y centellas. ¿Qué pasó con el SIMPO? ¿Se volvió obligatorio en toda la ZEE argentina? Nones, cayó en desuso en su Río Negro natal, cuyo siguiente goberna decidió regresar a los usos y costumbres habituales en el resto de la costa argentina. Que es propiamente el Far West. Por algo Macri trató de hacer quebrar a INVAP, y estuvo a un tris de lograrlo. Por esa vista gorda y esas quiebras el interventor menemista del INIDEP, Fernando Georgiadis, abogado de las pesqueras españolas y expulsor masivo de científicos buenos para aterrorizar a los otros, fue declarado «persona no grata» por el Concejo Deliberante de Mar del Plata en 2001. Significativamente, en 2018 el gobierno de Macri intentó reimplantarlo en el INIDEP: era sin duda el hombre adecuado. A nadie le extrañaría que siga siéndolo todavía hoy. Fue rechazado masivamente por los científicos, la prensa local, los gremios y las empresas artesanales y locales sobrevivientes. Obviamente, para el INIDEP siguieron años de castigo presupuestario a rajatabla, que se continuaron sin diferencias en los dos años remanentes del macrismo y los cuatro del gobierno de Alberto Fernández, cuya política pesquera fue continuar con la de Macri… y las del largo ciclo kirchnerista. Las relaciones «non sanctas» de Néstor y Cristina con las pesqueras hispánicas, a saber financiación de campañas, no pasarían ninguna auditoría. Tampoco hay peligro de que sucedan: entre bomberos hay ciertas mangueras sagradas que no se pisan jamás. La práctica de regalar el Mar Argentino en la que Caputo (Dante, no Toto) incurrió por gil,  continúa «non stop» desde tiempos de Corach y Menem, ningunos giles, y sin otro parate que el cierre casi total de la actividad desde puerto cuando las 4 especies más exportables estuvieron 5 años a punto de extinción comercial. Entre tanto, el poder sobre las aguas patagónicas de las empresas de Vigo y El Ferrol.que hicieron de España la pescadería de la UE y de Extremo Oriente durante tres décadas gracias al vaciamiento biológico del Mar Argentino, decidió trasladar su sede. Y lo hizo a Fengjing, en Shangai, República Popular de China. Los chinos decidieron que puesto que España robaba a la Argentina sin oposición, ¿por qué no servirse ellos, en lugar de comprarle a intermediarios de Galicia? En cuanto comprobaron que tampoco tenían oposición argentina, fueron a por más y se compraron también las empresas gallegas, dicho así porque son realmente de Galicia. Bueno, eran. El pase de manos del Mar Argentino se hizo mayormente a través de pesqueras estatales como Huafeng Lifan, a la que dieron servicio de puerto gozosamente los kelpers y los hermanos orientales: hablo de Uruguay, no de Japón o de Corea, que también pescan gratis aquí. La flota de Huafeng hace reparaciones a través de su armador Verny SA, que en Montevideo compra comida y combustible y desembarca cadáveres de marineros esclavos muertos de maltrato, le hace ganar a Uruguay unos U$ 300 millones/año.  Lo de los cadáveres no es joda: la Prefectura de Uruguay entre 2013 y 2021 informó de 59 tripulantes fallecidos desembarcados en Montevideo, entre 2013 y 2021. En 2013 saltó que Verny también se ocupa del tráfico de personas, al menos de 6 ciudadanos chinos de entre 13 y 63 años, pero esa investigación, como la de derechos laborales, tampoco progresó. En 2022 el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou prefirió que el estado no se quedara con semejante cantidad de plata y de matufias, y entregó la operación del puerto a la operadora belga Katoen Natie. Con resultados económicos instantáneos: en julio de 2023 en Hamburgo, Alemania, aparecieron 10 toneladas de cocaína que habían pasado o que salieron desde Montevideo. El 28 de diciembre de 2023 los aduaneros belgas interceptaron un container con alfajores y budines marca Portezuelo (los recomiendo), y un alijo de cocaína de 3,4 toneladas. Pero nuestro asunto es la pesca. Sólo quise mostrar que cuanto más podrida y oscura se vuelve la pesca, más se asocia a negocios aún más oscuros y podridos, facilitados en nuestras dos hermanas repúblicas por la privatización de puertos. Y por la compra de las viejas pesqueras gallegas. Desde 2017 son chinas Arbumasa, Altamare, Chiarpesca, Lan Fish, Patagonian Seafood, Ardapez y Arhepez, y siguen los pases. Hoy somos el jamón del sandwich entre flota pirata china y española que se mete en la ZEE argentina desde el Este, y flota legal china y española que depreda sin control desde el Oeste, es decir desde la costa argentina. Son los mismos capitales. Cuando no tienen ganas de pagar impuestos o declarar capturas en Argentina, las traspasan en altamar a reefers, buques congeladores. Los reefers necesitan combustible, comida y reparaciones electromecánicas, como cualquier buque, y son la clientela preferencial de Montevideo, el mejor y más equipado puerto de cercanías después de Stanley. Ésta última flota, la de empresas con el marbete SA de sociedad anónima, que se dicen argentinas y cuyos barcos llevan nuestra gallarda bandera, está siempre bien de papeles. Y tal vez por esa paz de conciencia subsecuente, no deja infracción por cometer. Incluso inventan algunas nuevas para los ajenos al gremio, como el «calcetín», una red de malla fina y prohibida metida adentro de una red de malla gruesa y legal, que en teoría le permitiría escapar a los juveniles, por su tamaño. Tampoco la flota legal hispánica supo jamás que es vigilancia estatal argentina: vive distribuyendo sobrecitos con regalos cada mes, aunque no sea Navidad, y tiene protección oficiosa de los ministerios de Justicia, de Defensa y de la Cancillería. Plata les sobra, debido a su buen control de gastos operativos: los barcos son chatarra que corteja el naufragio, el combustible lo subsidian la UE y/o China según el caso, y las tripulaciones suelen ser esclavos de Indonesia,Filipinas o Malasia. Eso permite dar un extra a gobernas patagónicos, que controlan aguas hasta la milla 12, y a futuros o actuales presidentes de la nación, y aún así levantar de U$ 3500 millones/año a U$ 14.000 millones/año de pesca no declarada. Eso, según se consideren las capturas como materia prima, o puestas en anaqueles lejanos y con valor agregado afuera del país. Y el Mar Argentino es el subsidio principal: es gratis. En este cuadro, el menemacrimileismo subió la apuesta contra el INIDEP, y plantea ya no su intervención para «limpieza étnica» de los científicos honrados atrincherados en el Instituto, sino su cierre por «decreto ómnibus». Puede que no se llegue a tanto: tanto España como China preferirían que no vuelva a colapsar el Mar Argentino como entre 1996 y 2004. Silenciar la alarma contra humo es exponerse a incendios, y aquí no se termina de apagar el de fin de siglo. Uno creería que está por repetirse: las pescaderías han desaparecido casi totalmente en los hipernercados argentinos desde 2010, sin que eso llame la atención de los grandes medios de comunicación. Las viejas pescaderías de barrio de Baires que sobreviven, cobran que te desvalijan, y si se abastecen el lunes, el miércoles ya se les acabó la merluza y te venden abadejo al doble. El viernes no encontrás ni descartes. Sí, en un país con 6000 km. de costa atlántica y al que le quedó un respetable millón y monedas de km2 de Zona Económica Exclusiva, en general muy productiva. En la lista de ladrones preocupados «ma non troppo» por el estado biológico de los dos caladeros argentinos (bonaerense y patagónico) están también los kelpers, ya que Port Stanley vive de vender licencias pesqueras sobre nuestras aguas desde 1986. Los isleños saben por su experiencia de nuevos ricos que si se pasan demasiado de la raya, se quedan sin la base del presupuesto de esa colonia, donde el PBI por habitante en 2023, año malo, fue de U$ 70.800, básicamente levantados con venta de licencias y sin mojarse las patas. Es hasta el 50% de los gastos de gobierno. De la defensa isleña contra los Argies se encarga Su Majestad, Carlos III. Port Stanley y Londres saben que apropiarse gratis de los relevamientos y proyecciones de stock de pesca comercial del INIDEP a España, China e Inglaterra les funciona bárbaro. No es que les falten barcos de investigación, pero no sabrían cómo justificar legalmente su presencia en aguas argentinas, o todavía argentinas. Además de ahorrarse escándalos, ahorran plata. La biología marina es una disciplina cara, y sus expertos viven pasándola mal a bordo de barcos siempre cortos de mantenimiento. No entiendo el orgullo de la revista Pescare de que los expertos del INIDEP sean recibidos como grandes expertos por el Reino Unido, aunque lo son. Si mi interés fuera defender al INIDEP, ésa sería más bien una agachada más a ocultar. La cesión unilateral de información estratégica de los caladeros argentinos hecha trabajosamente por el INIDEP, es una práctica que en tiempos de Menem se volvió política oficial y legal. El INIDEP le hacía la prospección de recursos a Port Stanley, y gratarola. Por otro lado, a fuerza de honestidad científica, el INIDEP tiene aún la costumbre de chillar cuando el Mar Argentino empieza a volverse un desierto sin peces, sin que los gobiernos nacionales, provinciales o los medios se den muy por enterados. China y España pueden vivir sin el Mar Argentino un tiempo, porque tienen plan B. Desde los ’80, viven saqueando las costas africanas con estados comprables, débiles o fracasados, en ese orden, como hicieron ya con Namibia, y continúan. Prefieren los estados comprables y débiles, porque las Zonas Económicas Exclusivas de los estados fracasados (ver Eritrea, Djibuti y Somalía) fueron barridas a fondo por ellos mismos y no se recuperaron jamás de la paliza. Allí los hijos de los antiguos pescadores artesanales deben dedicarse a la piratería: secuestrar barcos con tripulación y todo, y devolverlos bajo pago. Y eso hasta les termina gustando. Cosa que escandaliza al mundo. Aquí Sandokán no tiene émulos. Los trabajadores pesqueros que pierden su laburo en los puertos marítimos argentinos migran hacia las villas de las 5 megalópolis argentinas, donde hacen changas e inevitablemente corren la coneja, con el único alivio de los planes. Somos menos románticos y libertarios que los somalíes. El INIDEP es una de nuestras últimas diferencias con Somalía, en materia de administración del mar. Lógico que «Pescare» defienda al INIDEP. Tarde y mal y poco, pero ahí están.

Daniel E. Arias

La crisis del Conicet. Postergaciones y protestas

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El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) pospuso la publicación de los resultados de la convocatoria a Becas y Promociones CICyT «hasta tanto se configure el presupuesto definitivo». A través de un comunicado, el Conicet recordó que, tras la reunión del 6 de diciembre, el Directorio decidió «postergar las decisiones sobre las convocatorias a Becas y Promociones En tanto, en la reunión del 21 de diciembre, el Directorio tomó la decisión de «dar continuidad al cronograma institucional». «Para entonces, el nuevo Presidente del CONICET aún no estaba designado y fue invitado a participar de la misma», remarcaron. El organismo informó que la prórroga del presupuesto 2023 afectó «las decisiones anteriores del Directorio». Por eso, tras una reunión extraordinaria del 16 de enero, el Directorio del Conicet decidió postergar las decisiones sobre las convocatorias a becas y promociones, hasta se «encomiende al presidente del Conicet arbitrar los medios para realizar las gestiones que permitan obtener las adecuaciones necesarias al presupuesto» «Esta decisión será revisada por el Directorio en su próxima reunión y/o en función de los avances que informe la Presidencia al respecto», concluyó el comunicado.

Protesta por los despidos en el Conicet

La Secretaria general de ATE- Conicet, Nuria Giniger, denunció que llegaron notificaciones de despidos al organismo, tras la reunión del Directorio, convocada por el nuevo presidente de Conicet, Daniel Salamone, el 16 de enero. Las personas afectadas por las cesantías serían trabajadores que llevan adelante tareas de funcionamiento y administración del ente científico. Giniger explicó que el Conicet “tiene una planta funcional inferior a los requerimientos”, por lo que consideró que “esta decisión, además de formar parte del golpe generalizado al trabajo estatal que está llevando adelante el gobierno de Milei, es un ataque de lleno a la producción de ciencia y tecnología”. Para Giniger, se trata de un paso que “pretende dar de baja una política central para el desarrollo de ciencia y tecnología, como es la formación de doctores a través de becas”. Ante la situación, los trabajadores y trabajadoras convocaron a una movilización para este miércoles al Polo Científico, ubicado en el barrio porteño de Palermo. “Ante los despidos y el ajuste en Conicetasamblea y ruidazo urgente”, expone el comunicado de la entidad sindical. En la misma sintonía, la organización gremial Jóvenes Científicos Precarizados anunció que se suma a la marcha al Polo Científico en rechazo de los despidos y exigiendo la convocatoria a becas: “Se confirmaron los primeros despidos de compañeros del personal de gestión y el Directorio decidió posponer los resultados de las becas doctorales y de las promociones en CIC. Luego de la masiva asamblea del lunes, hoy presentamos el tercer pedido de reunión a Salamone y ¡mañana vamos a copar el Polo y a frenar el ajus

Luis Petri lanza una operación para fortalecer la vigilancia y el control de la pesca en el Atlántico Sur

El ministro de Defensa, Luis Petri, impartio ayer en Mar del Plata la orden de zarpada para una nueva operación destinada a vigilar y controlar in situ la pesca ilegal en el Atlántico Sur. Con esa finalidad embarcará en el patrullero oceánico ARA Contraalmirante Cordero, el buque que tendrá a su cargo el patrullaje destinado a prevenir la presencia de pesqueros extranjeros sin autorización en la Zona Económica Exclusiva, que se extiende hasta una distancia de 200 millas marinas más allá del límite exterior del mar territorial.

La operación, denominada Grifón XVII y cuyo punto de partida es la Base Naval Mar del Plata, es planificada por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, que conduce el brigadier general Xavier Julián Isaac. Petri permanecerá un tiempo bordo y luego retornará a la base.

Más de 340 pesqueros extranjeros –el 80% de origen chino– fueron identificados en los últimos días por el Comando Conjunto Marítimo en la milla 201, sobre el límite del espacio en el que la Argentina ejerce sus derechos de soberanía. Esa pesquisa forma parte del monitoreo permanente que el organismo lleva adelante, con avanzada tecnología y durante las 24 horas del día, desde el centro de control y vigilancia instalado en el piso 12 del edificio Libertad, sede de la Armada.

“A esa información se llega a través de imágenes satelitales, reportes de medios aéreos y de superficie, puestos de vigilancia en el litoral marítimo, datos compartidos con otras fuerzas, como la Prefectura y y un sistema integrado de control de la actividad pesquera”, explicó el director saliente del Comando Conjunto Marítimo, contraalmirante Pablo Varela, quien puso en marcha hace dos años el sistema de monitoreo permanente. Tras la asunción de las nuevas autoridades de la Armada, será reemplazado por el capitán de navío Rodolfo Eduardo Berazay Martínez.

En los últimos dos años se realizaron 16 operaciones Grifón, con distintos patrulleros oceánicos, y se identificaron 3817 buques extranjeros en el límite de la línea de soberanía argentina. Una importante concentración de pesqueros hubo en febrero de 2022, cuando se detectaron 605 buques en la milla 201. Y al mes siguiente, 524.

El Comando Conjunto Marítimo, donde se monitorea durante las 24 horas, los 365 días del año, el movimiento en los espacios marítimos y fluviales del país
El Comando Conjunto Marítimo, donde se monitorea durante las 24 horas, los 365 días del año, el movimiento en los espacios marítimos y fluviales del paísPATRICIO PIDAL/AFV

La atracción del calamar

La fuerte presencia de pesqueros extranjeros se explica por la época del año, atraídos por la pesca del calamar, la variedad más buscada. “No nos ocupamos únicamente del control de la pesca. Nuestra función es proveer alertas estratégicas tempranas y vigilar todos los espacios marítimos”, explicó Varela.

Solamente pueden ingresar a las aguas de la Zona Económica Exclusiva los buques que cuentan con autorización del gobierno argentino, es decir que hayan abonado el canon correspondiente. Se estima que anualmente se conceden 120 licencias de pesca. La captura de calamar, en condiciones legales, alcanzó las 153.259 toneladas, lo que produjo ingresos por exportaciones por 288 millones de dólares, informó el Estado Mayor Conjunto.

Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, de octubre de 2023, se estima que las capturas de la flota extranjera en la zona adyacente al espacio marítimo argentino, más allá de la milla 201, es equivalente a cuatro veces la captura argentina: 1200 millones de dólares. Y se infiere, además, que la captura de la flota extranjera en la zona de Malvinas representa el 25% de la captura en nuestro país: 74 millones de dólares.

En una operación estándar, el costo que implica el uso de un patrullero oceánico por un período de 15 días ronda los $274,6 millones. Si se suma la erogación por el empleo de una aeronave de exploración, que oscilará los $10,2 millones, el costo total de esta misión será de $284,8 millones.

Los pesqueros que se ubican a partir de la milla 201 no están en infracción, pero constituyen una amenaza, a lo que se suma el impacto ambiental que la presencia masiva de barcos produce en el mar.

En su mayoría se trata de buques poteros que pescan habitualmente de noche, con potentes lámparas y máquinas automáticas, configuradas a partir del comportamiento de los calamares. Con la iluminación intentan atraerá la mayor variedad de peces posible para facilitar su captura.

En los meses en que la presencia del calamar disminuye, por su condición migratoria, muchos de los pesqueros extranjeros se trasladan al Pacífico, frente a las costas de Ecuador y Perú, y otros permanecen atracados en los puertos de Montevideo, donde encuentran apoyo logístico. Más de 90 se localizaron allí en los meses anteriores a noviembre, explicaron fuentes navales.

“El calamar se va moviendo según la época del año. El ciclo de vida del calamar es un año. Nace y al año muere. Lo que no se pesca en un año no se pesca más”.

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COMENTARIO DE AGENDAR:

Lo de Petri es patriotismo para la tribuna. El problema con la flota china, española, coreana, japonesa, portuguesa e incluso polaca en la milla 201 de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), es que de noche apagan la radiobaliza identificadora de cada barco y de su posición, el MMII en la jerga, y se meten decenas de millas en aguas argentinas. Eso lo sabe cualquiera. Ahí de noche podés cazar pesqueros ilegales, o haciendo pesca ilegal, a lo pavote. No hace falta decomisarles los buques: están hechos percha y no hay suficientes muelles en la costa atlántica argentina para guardarlos mientras la runfla de bogas de las pesqueras chinas o españolas duermen años las causas, no sin ayuda de la Justicia Federal. Si les querés causar daño en serio, les decomisás las artes de pesca, redes, palangres y jaulas, normalmente carísimas, y mucho más valiosas que los barcos. A los capitanes y los tripulantes los dejás irse en lo posible con su nave, no sea que se te hunda sola en el puerto. Si no resulta posible, los fletás con cargo al país donde se radica la empresa armadora. Más de un marinero indonesio, malayo o filipino va a preferir quedarse a seguir trabajando gratis y cagado a palos día y noche. Son tripulaciones esclavas. Los armadores chinos y españoles, los verdaderos dueños del Mar Argentino desde 1990 y contando, viven bajando costos. Si vos se los subís con intercepciones, abordajes e incautaciones constantes de artes de pesca, hechas de oficio y dentro de la ZEE, les estás jodiendo la vida a todo el resto de la cadena de comercialización ilegal, por aumento de costos. Ésta va desde el «reefer» o buque congelador, o factoría, que los espera en la milla 240 o por ahí para un traspaso ilegal de cargas a espaldas de la AFIP, y que termina en los puertos de Galicia y del Mar de la China. Somos su pescadería. Si les levantamos mucho el precio, tal vez se vayan a aguas más amigables.  La base para capturar pesqueros piratas debería empezar más bien en la costa argentina, donde las empresas legales y con papeles y planta de fileteo en tierra viven en total tranquilidad de que no las controla nadie, según la plata que reparten a troche y moche. Echá a los jueces federales que duermen los casos de infracción, y ya les aumentaste de nuevo los costos. Auditá la justicia sistemáticamente, y les subiste los costos aún más. A los que nos afanan desde el Este, de la milla 200 para afuera, los agarrás de noche y de la 200 para adentro. Saben que la Argentina no quiere líos con España ni con China ni con nadie. Si los tibetanos o los mongoles pescaran, los tendríamos de joda aquí. Somos famososo por nuestra generosidad. Atrapar piratas dentro de la ZEE tiene una lógica jurídica, pero otra biológica, y mucho más fuerte. Las aguas del millón de km2 que nos quedó de ZEE después de ser despojados por Inglaterra de 1.675.000 km2 más, son más productivas biológicamente que las de altamar. Es que su profundidad no excede los 200 metros, que es el promedio de la meseta sumergida que llamamos Plataforma Submarina. Todo nuestra ZEE es «zona eufótica», la capa del mar que goza de mayor iluminación solar, y por ende de mayor fotosíntesis. El zooplancton concurre a comerse las algas del fitoplanton, generalmente unicelular, y detrás del zooplanton se encolumnan sus predadores, y los predadores de sus predadores, que vienen a ser las especies de mayor interés pesquero argentino: la merluza hubbsi, el langostino, el calamar Illex y la brótola. Mientras duren. ¿Por qué mi escepticismo? Porque las cosas siguen como desde 1990, y tenemos tecnología para parar el saqueo, o al menos estorbarlo. En 2004 INVAP le propuso al Poder Ejecutivo una cadena de radares HF, cuya onda se abraza al mar y sigue la curvatura terrestre, en lugar de viajar en línea recta, como la luz. Con 6 estaciones repartidas a lo largo de la costa atlántica, controlás toda la ZEE y cien kilómetros más en alejamiento. Detectás barcos que están ocultos bajo el horizonte. No es tecnología marciana, todos los países con plataformas submarinas productivas y cierta vocación de ser países, y no lugares, tienen este tipo de instalaciones. ¿Presupuesto? INVAP pidió U$ 200 millones por obra terminada y entregada. La pesca ilegal en aquel año andaba por los U$ 2000 millones. La economía argentina estaba resucitando del desastre neoliberal, es decir había plata. Lo que no había era voluntad de irritar a los kelpers, que venden licencias de pesca sobre aguas que antes controlaba Argentina. Y para rematar, nuestro romance masoquista con España, la que nos fundió YPF, y Aerolíneas 2 veces, y de Telefónica no hablemos. También en 2004, y a pedido del gobierno de Río Negro, INVAP instaló el SIMPO, o Sistema de Información y Monitoreo Pesquero y Oceanográfico. Era una cajita blindada y transparente instalada en cada buque de la flota rionegrina que operara en el Golfo de San Matías, que es todo jurisdicción provincial, por ser muy cerrado. La cajita daba la posición y velocidad del buque, indicaba el momento en que bajaba la velocidad para lanzar y arrastrar redes, tangones o palangres, pesaba la captura, la fotografiaba, registraba con un termómetro la temperatura de bodega para detectar cierres y aperturas, y transmitía la información en tiempo real a la Prefectura y al Instituto Storni. Si el capitán decidía romper el SIMPO con muchos martillazos y pretextar que los había chocado un plato volador, se las tenía que ver con jueces provinciales, no federales. Los años que duró el SIMPO fue muy difícil decir que se había capturado merluza, cuando en realidad era langostino, de 10 a 12 veces más caro. Y de traspasar cargas a «reefers» en altamar, olvídate, cariño. Tu posición era seguida en tiempo real por DOS reparticiones estatales, e independientes entre sí. ¿Se impuso el SIMPO en toda la costa atlántica? Ni ahí. Cambió el gobernador y se fue el SIMPO, un invento más argentino que el dulce de leche, la birome o el colectivo, pero con menos suerte. Por algo el presidente Macri trató -casi con éxito- de hacer quebrar a la empresa barilochense. El Mar Argentino es libertario desde que perdimos la Guerra de Malvinas, y no creemos en absoluto que eso vaya a cambiar. Hablando de lo cual, le deseamos una buena navegación al Ministro Petri, como se la desearíamos a cualquier turista.

Daniel E. Arias

 

Alberto Kornblihtt: “El desfinanciamiento del sistema de ciencia y técnica es equivalente a dejarlo morir”

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El prestigioso investigador del Conicet Alberto Kornblihtt expuso este lunes en la Comisión de Diputados del Congreso de la Nación sobre las consecuencias que podrían tener para la política científica el decreto de necesidad y urgencia de Javier Milei y la Ley Ómnibus en tratamiento. “Con el presupuesto de 2023 no llegamos a pagar los sueldos de Conicet en junio; no va a haber plata para mantener a los 300 institutos federales”, señaló. En efecto, si como está previsto se replicase la misma partida que se empleó el año pasado sin modificaciones “empezarán a caducar los equipos costosos, y no se podrá pagar la luz, el gas, la limpieza ni la vigilancia”. Con la actual inflación, la capacidad de respuesta será nula. Con la presidencia del libertario se abre una nueva etapa en el sector encargado de la producción del conocimiento científico del país. A diferencia de lo que sucedía durante el gobierno anterior en que las actividades científicas eran ponderadas y se definían como una «inversión a futuro»; en este parece primar una impronta similar a la que dominaba la escena durante la gestión de Mauricio Macri, cuando la ciencia, más bien, era entendida como «un gasto». A tono con ello, Kornblihtt reivindicó la centralidad del rol estatal en un modelo de nación que apueste al conocimiento. “Los científicos somos parte de un Estado virtuoso, trabajador y comprometido con el país”, observó el bioquímico y biólogo molecular que ya había tenido una destacada participación en el parlamento, durante los debates en torno a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. El profesor emérito de la UBA se definió con orgullo como “un hijo de la educación pública” y remarcó que todo su trabajo fue posible gracias al financiamiento recibido del Conicet y de la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología. En esta línea, “la licuación por ajuste y la galopante inflación de los montos de becas y los salarios de los investigadores, técnicos y administrativos de ciencia y técnica, todos obtenidos por rigurosos concursos, está llevando sin perspectiva de reversión por parte de las autoridades, a la pauperización de los trabajadores del sector”, describió. De la misma manera que sucedió con otros gobiernos neoliberales –basta con recordar la frase de Domingo Cavallo que envió a la científica del Consejo Susana Torrado “a lavar los platos”– no es descabellada una nueva fuga de cerebros de aquí en adelante. La salida será Ezeiza para muchos investigadores e investigadoras hipercalificados que, más allá de la trayectoria realizada, no tienen el empleo asegurado en Argentina. “Los científicos estamos preocupados desde que el entonces futuro presidente Milei dijera por TV que cerraría el Conicet porque los científicos no producimos nada. Estamos preocupados por medidas que consideramos una condena de muerte a las capacidades nacionales que son fundamentales para las posibilidades de desarrollo futuro”, destacó Kornblihtt. Con ello, el científico se refirió a la derogación de la Ley de Tierras, a la modificación de la Ley de Glaciares y otras normas como las de Bosque nativos y Protección ambiental. Modificaciones introducidas para “dar ventajas al capital privado en detrimento de la preservación del ambiente y los recursos naturales. Nosotros tenemos a los mejores expertos y ecólogos que, por supuesto, no fueron consultados”, apuntó Kornblihtt quien, entre otros reconocimientos, es miembro extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y de la Academia de Ciencias de Francia, y miembro asociado de la Organización Europea de Biología Molecular.

Pocas certezas por el momento

A la fecha, no hay demasiadas certezas con respecto a cuál será el rumbo que el sector de ciencia y tecnología tendrá bajo la nueva gestión. Solo un puñado de aspectos pueden confirmarse. El empresario del mundo de las finanzas y tecnologías Alejandro Cosentino es el titular de la secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, cartera degradada que antes tenía rango de ministerio; y el veterinario Daniel Salamone reemplazó a Ana Franchi y está a cargo del Consejo. Por el momento, a pesar de las designaciones, no hubo definiciones con respecto a cómo seguirá la política de ingresos y becas al Conicet, así como tampoco cual será el grado de articulación que tendrá el sistema científico y tecnológico que, bajo la administración de Daniel Filmus, había logrado aceitarse. En otro pasaje de su breve pero contundente presentación, Alberto Kornblihtt expresó su preocupación por las empresas públicas que desde el gobierno muestran interés en privatizar. “Además de YPF y Aerolíneas, están Arsat, el Polo Tecnológico de Constituyentes y Radio y Televisión Argentina, sectores ciertamente estratégicos. También (estoy) preocupado por la eliminación del MinCyT y el vaciamiento de sus funciones y desfinanciamiento”, subrayó. Más tarde aseveró: “En ningún país del mundo la investigación básica es financiada por el sector privado. Simplemente no les interesa, les es muy cara. Pero usan la investigación académica estatal como insumo irremplazable para sus desarrollos comerciales. Es el Estado promotor y emprendedor, como dice Mariana Mazzucato”. Al respecto de la participación estatal en desarrollos científicos que le cambian la vida a las personas, el científico brindó ejemplos variados: desde internet y pantallas táctiles, hasta las vacunas contra la covid y los fármacos de última generación contra el cáncer y enfermedades hereditarias. “El desfinanciamiento del sistema de ciencia y técnica es equivalente a dejarlo morir, a interrumpir carreras académicas de jóvenes con títulos universitarios que decidieron aportar y apostar por nuestro país”, expresó.
Pablo Esteban

Tandanor completò la reparación, mantenimiento y actualización del transporte ARA Canal Beagle

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De acuerdo a una publicación realizada por el astillero Tandanor, el buque transporte ARA Canal Beagle (B-3) de la Armada Argentina zarpó desde el muelle de alistamiento de la planta ubicada en Costanera Sur, tras concluir los trabajos de reparación y mejora, de cara a la Campaña Antártica de Verano 2023/2024.

Durante su estadía en Tandanor, la unidad recibió trabajos de mantenimiento general, destacándose la modernización del tablero eléctrico principal, a cargo de la empresa argentina Redimec. En dicha tarea, se llevo a cabo el relevamiento y remoción de obsolescencias, e instalando dispositivos para la protección del generador de sobrecorriente, cortocircuito, sobrecargas y potencia inversa.

Ante la falta de un buque polar con capacidad de transporte de carga, los buques de la clase Costa Sur realizan navegaciones de apoyo logístico al rompehielos ARA “Almirante Irizar”, a su vez apoyado por avisos clase “Neftegaz”, de menor desplazamiento. Cabe destacar que el nunca concretado reemplazo del buque polar ARA “Bahia Paraíso” (B-1), hundido en 1989, estaría a cargo del mismo astillero Tandanor, en convenio con la empresa finlandesa AKER. Si bien el proyecto se encontraba con presupuesto asignado, y con la etapa de ingeniería avanzada, no hubo mayores avances en los ultimos meses.

El péndulo inflacionario

El INDEC difundió el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre: el aumento del 25,5 por ciento no solo pone en perspectiva la magnitud del principal problema de la economía argentina, sino que marca un nuevo hito en la velocidad que adquirió este proceso. La inflación se multiplicó por dos entre 2015 y 2019, pasando del 25 al 50 por ciento, y ahora por cuatro, alcanzanso 211,4 por ciento. Los riesgos de una espiral hiperinflacionaria ahora sí son reales. ¿Se puede evitar? Para responder eso, hay que entender cómo llegamos hasta acá. Allá por 2010, en uno de sus discursos Cristina Fernández de Kirchner dijo “no vengan de ningún rincón monetarista a decir que la inflación es producto del aumento de la oferta monetaria”. Un poco más adelante, en 2012, la entonces presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, declaró que “es totalmente falso decir que la emisión genera inflación”. Mientras que hace unas semanas, en su discurso de asunción, Javier Milei sostuvo que la emisión de dinero es “la única causa de la inflación empíricamente cierta y válida en términos teóricos”. Al margen de lo tajante de las posturas (o quizás por eso), es evidente que las dos no pueden ser ciertas. La gran pregunta es cuál es la equivocada.

1. La visión monetarista

Para este enfoque -como el nombre lo indica- la causa de los aumentos es el exceso de dinero en circulación, la famosa “emisión” provocada directamente por la decisión del Banco Central para tratar de expandir la actividad económica o para cubrir el déficit fiscal. De allí el énfasis tan marcado de Milei en la reducción de los pasivos remunerados y del déficit fiscal como los elementos claves para contener los aumentos de precios. Ahora bien, toda teoría en economía debe venir acompañada de una explicación que justifique su causalidad, lo que se conoce como un mecanismo de transmisión. En este caso, debería brindar una explicación teórica que nos lleve desde “A” (la expansión de la cantidad de dinero en circulación), hacia “B” (el incremento de los precios); es decir A -> B. ¿Cuál es el proceso mediante el cual sucede esto? El monetarismo sostiene que el hecho de que haya más dinero en la economía hace que las personas gasten más y eso lleva a que las empresas aumenten sus precios. Pongámonos en el lugar de una empresa que ve que aumenta su demanda. Tiene dos posibilidades: subir el precio o satisfacer esa demanda produciendo más. Noten que el simple hecho de que haya dos posibilidades ya invalida la afirmación: no siempre A -> B. Por más que esto no suceda siempre, podría ser que sea el caso más frecuente. Para esto, se debería observar que por lo general frente a una expansión del consumo las empresas suban los precios. Acá aparece un nuevo problema. Una empresa que opta por esta estrategia corre el riesgo de perder clientes a mano de la competencia; algo que sucedería si esa competencia decide producir más en lugar de aumentar el precio. Con lo cual, frente a un aumento de la demanda tampoco parece ser la respuesta lógica ni generalizada la opción de subir los precios. Esta explicación presenta una dificultad todavía mayor en el plano empírico, ya que solo serviría para explicar procesos inflacionarios donde la economía se encuentra creciendo vigorosamente (lo que lleva a la expansión de la demanda). Este no es el caso argentino, donde el aumento de la inflación se combinó con el estancamiento de la economía (el PIB de 2023 es prácticamente el mismo que el de 2011, mientras que la inflación se multiplicó por nueve). Este enfoque tiene serios problemas para establecer una causalidad directa entre el aumento de la cantidad de dinero y los precios. Una alternativa para sortear este escollo sería la incorporación de otra/s variable/s que se vean afectadas por la cantidad de dinero en circulación y que impacten en los precios (haciendo que la causalidad entre ambas variables sea indirecta), es decir, ahora sería A -> X -> B.

2. La visión heterodoxa

El nombre de este enfoque sirve más bien por oposición al enfoque ortodoxo (en este caso, el monetarista), pero en realidad engloba diferentes teorías. La premisa principal para explicar la inflación es partir de la idea de que las empresas son las que determinan los precios, aplicando un margen de ganancia por sobre sus costos. Así, grosso modo, el proceso inflacionario estaría compuesto por dos componentes, los costos que impulsan los precios y aquellos que los propagan. Arranquemos por estos últimos. En cualquier economía, los precios se encuentran vinculados a través de un entramado de “contratos indexados” que se van ajustando cada cierto tiempo en función de lo que sucede con el resto de los precios de la economía. Dicho de otra manera, en todas las economías los precios se actualizan cada cierta cantidad de tiempo de manera pautada. Este contrato puede ser formal y explícito, como en el caso de las paritarias y los alquileres, o puede ser implícito, como, por ejemplo, una empresa que incrementa los precios luego de una cierta cantidad de meses en función de los aumentos de sus costos. El hecho de que los precios se actualicen con cierta frecuencia (es decir, con saltos discretos, y no de manera continua), lleva a que los cambios en la inflación persistan en el tiempo1. Los salarios son el elemento propagador por excelencia. Acá la acción de los trabajadores sería más bien defensiva, dado que los aumentos salariales son en respuesta a incrementos de precios. No buscarían incrementar su poder adquisitivo, sino mantenerlo. Como los sueldos son una parte relevante de los costos (la participación de los asalariados -excluyendo al Sector Público- en el Valor Agregado Bruto se ubica en torno al 35%), en una economía estancada como la argentina su incremento se da en detrimento de la ganancia de las empresas, lo que las lleva a trasladarlos a los precios2. Esto es lo que se conoce como una “puja distributiva” y es uno de los principales factores que contribuyen a la inercia, provocando que la inflación sea persistente en el tiempo.

2. Esquematización de un proceso de puja distributiva

Fuente: Elaboración propia. Lo anterior no significa que los salarios sean una de las causas de la inflación (y que, por lo tanto, la solución pase por congelarlos). El incremento de los salarios se da como respuesta a la suba de precios. Además, el proceso podría terminar ahí -con la recuperación de su poder de compra- y, sin embargo, son las empresas las que vuelven a incrementar sus precios (buscando, ahora, recuperar su ganancia perdida). Tal es así que en los últimos siete años la inflación se multiplicó prácticamente por cuatro mientras que el salario real promedio se redujo más del 20 por ciento. Lo que nos falta es un elemento que impulse al alza a los precios y como éstos dependen de los costos, ahí es donde aparece el tipo de cambio (el precio del dólar), mediado por los insumos importados. En realidad, no estamos hablando de ningún producto en particular, sino que la característica esencial es el hecho de que provengan del extranjero, ya que eso lleva a que su precio esté en dólares y por ende su precio local (que se paga en pesos) va a estar afectado por lo que suceda con el tipo de cambio. Cuando sube abruptamente la cotización del dólar se encarecen todos los insumos importados, provocando el traslado a los precios de los productos3. En suma, la teoría heterodoxa sostiene que el principal causante de la inflación son las recurrentes devaluaciones del tipo de cambio, que luego son propagadas al resto de los precios, especialmente a través de la puja distributiva entre trabajadores y empresas. Al igual que el monetarismo, este enfoque presenta algunos problemas. Dada la centralidad que tienen las devaluaciones del tipo de cambio en el proceso inflacionario, resulta evidente el fuerte énfasis que esta teoría pone sobre el faltante de divisas como uno de los principales obstáculos económicos (también conocido como la “restricción externa”). Pero, precisamente por ese motivo, resulta muy llamativa la política cambiaria que predominó durante las tres últimas gestiones del peronismo (2007-2015 y 2019-2023), ya que en todos los casos hubo un notable abaratamiento del precio del dólar en términos reales (26 por ciento en el mandato 2007-2011, 22 por ciento entre 2011 y 2015 y 29 por ciento entre 2019 y 2023). La idea era que sirviera para contener la inflación, aunque terminó teniendo el efecto contrario: impulsó la demanda de dólares y terminó provocando sendas devaluaciones del tipo de cambio —a principios del 2014 y luego de las PASO del año pasado— con su correlato en los precios, incluso a pesar de haber puesto fuertes regulaciones a la compra de dólares (el famoso “cepo” cambiario). Sumado a lo anterior, en el manejo de la política monetaria se observó otra inconsistencia: de manera casi ininterrumpida en los tres mandatos las tasas de interés fueron negativas (medidas en términos reales). Si el principal problema es la falta de dólares, y sabiendo la preferencia de la población por ahorrar en esta moneda, ¿cuál es la lógica de que los instrumentos de ahorro en pesos pierdan contra la inflación? Lo único que logra es que todavía más gente se vuelque a la compra de dólares. Pero hay una explicación que requiere incorporar otro elemento común a los tres mandatos, y es el uso de la emisión como principal fuente para financiar el déficit fiscal, lo que provoca un incremento del dinero en circulación. Esos pesos pueden ser removidos del sistema por el BCRA aplicando una política monetaria contractiva, es decir, un aumento de las tasas de interés que los absorba a través de la expansión de los depósitos bancarios -fundamentalmente plazos fijos-. La contrapartida es el incremento de la deuda del BCRA con el sector privado (los famosos “pasivos remunerados”). La otra opción es convalidar el incremento en la cantidad de dinero -y que no aumente la deuda del BCRA-, pero a costa de un reacomodamiento de las tasas de interés (que se reducen frente al incremento de la liquidez). El potencial riesgo que tiene esta estrategia, como vimos, es que la reducción de la tasa de interés podría incentivar la compra de dólares. Por ende, si la economía estuviera atravesando un contexto de escasez de divisas, no sería una buena alternativa. Llegamos a una conclusión interesante. Al final, ni Cristina Fernández de Kirchner ni Milei tenían razón. O, en realidad, hay algo de verdad en cada una de sus frases. Parafraseando uno de los eslóganes de este último tiempo, podríamos decir que para explicar la inflación con la emisión sola no alcanza, pero sin ella no se puede. La variable por excelencia que impulsa los precios son los costos -en particular, el tipo de cambio- y no la emisión de dinero4. Y dado que su precio depende de la cantidad de dólares que hay en la economía, no hay dudas de que la insuficiencia de los mismos puede llevar a la devaluación y a los problemas ya analizados. Pero eso no quita que, si el gobierno incurre en un elevado déficit fiscal y lo financia a través de la emisión de dinero, corre serios riesgos de que esos pesos terminen en la compra de dólares y, por lo tanto, en la devaluación del tipo de cambio. Una buena parte de nuestro problema es que cada uno de los enfoques se concentra -hasta diría se obsesiona- con una parte de las causas, pero se olvida completamente de las otras, como un péndulo que va de un lado al otro. En lugar de buscar frenarlo en el punto medio, se refugian en sus dogmas, tirando más hacia su extremo. Eso lleva luego a que el péndulo vaya -con la misma fuerza- hacia el otro extremo, exacerbando el problema. Lo bueno de todo esto es que la solución no pasa tanto por poner a un experto que encuentre la combinación justa de las herramientas que hay que aplicar, sino por algo mucho más sencillo, pero que hasta ahora ninguno de los gobiernos hizo (y el actual, por ahora, parece que tampoco): reconocer que la inflación tiene un componente externo, uno fiscal y uno inercial. Cualquier estrategia que solo busque atacar una de las partes lo más probable es que vuelva a fracasar.

IMPSA traslada el primer horno para modernizar la refinaría de Luján de Cuyo de YPF

IMPSA comenzó el traslado de uno de los tres hornos que fabricó para el complejo industrial Luján de Cuyo de YPF. El horno es parte del proyecto NEC (Nueva Especificación de Combustibles) que está desarrollando la compañía con mayoría accionaria estatal en Mendoza y que forma parte de la expansión y modernización de esa refinería. Una de las principales funciones de esta nueva planta de YPF es reducir el contenido de azufre de los combustibles, “que va de la mano de la evolución tecnológica de los motores de combustión interna y acompaña las normas de respeto del medio ambiente”, explicó IMPSA en un comunicado. IMPSA, a través de su empresa Transapelt, inició el sábado el traslado de lo que se conoce como Radiación, una de las cuatro piezas que componen el primero de los tres hornos. Radiación tiene una altura de 9,7 metros y un peso de 62 toneladas (tn). Las otras tres secciones de esta nueva generación de equipamiento para la industria de oil & gas se denominan Convectiva, Breeching y Chimenea, y se transportarán en enero y febrero. En la fabricación del horno participaron 133 profesionales entre técnicos, operarios, ingenieros y especialistas de 15 áreas de la IMPSA.

Equipamiento

El primer horno que se instalará en la refinería de Luján de Cuyo de YPF reemplazará a una unidad que había sido fabricada por IMPSA en 1984 y que, tras 40 años de funcionamiento, cumplió su vida útil. En rigor, es un horno de proceso tipo “Reactor Feed Heater” y su función principal es calentar un fluido calefactor que aporta calor en distintos procesos de las plantas de tratamiento de hidrocarburos. Los otros dos hornos que IMPSA está fabricando para YPF permitirán producir combustibles con bajo contenido de azufre, más limpios y de mejor calidad. Estos equipos “se enmarcan dentro de las obras de expansión y modernización que YPF está llevando adelante en su refinería de Luján de Cuyo”.

Traslado

El traslado de la Radiación se realizó con éxito”, destacó IMPSA. La pieza partió el sábado a la mañana desde el Centro de Desarrollo Tecnológico de IMPSA, en la localidad de Godoy Cruz, y recorrió 38 kilómetros hasta la refinería de YPF en Luján de Cuyo, donde arribó cerca del mediodía. Fue coordinado de manera conjunta entre Transapelt y personal de Gendarmería Nacional, la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Godoy Cruz, Tránsito Vial de la Municipalidad de Luján de Cuyo, Vialidad Provincial y Nacional. En total, “el operativo estuvo compuesto por un tractor principal con una formación (carretón) de ocho líneas, dos tractores de apoyo y un tractor hidrogrúa. Además, participaron seis móviles policiales, dos vehículos guías de Transapelt y dos hidrogrúas (una de 20 tn y otra de 40 tn) que sirvieron para la remoción y posterior colocación de los carteles pasantes de la Ruta Nacional 40”.

Los expertos en Argentina piden reforzar las campañas de vacunación contra el Covid-19

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Aunque ya va siendo pasado, la pandemia global de Covid no se resigna a quedar definitivamente atrás. Las noticias que llegan desde el hemisferio norte indican que, otra vez, las autoridades de salud de España, Inglaterra y algunas ciudades de EE.UU., ya recomiendan volver a tomar precauciones, como el uso de barbijo en centros de salud. En Argentina los expertos aseguran que este es el momento para relanzar la campaña de refuerzo de la vacuna, apuntando especialmente a los grupos de riesgo. Parte de la explicación de este “revival” radica en que la actual ola de casos global provocada por la variante JN.1 del SARS-CoV-2 ya se convirtió en la segunda más importante de todas las registradas, solo superada por la famosa Omicron, de hace un par de años. De hecho, las estadísticas de salud que recopilan las autoridades de los EE.UU. están mostrando que, cada día, alrededor de 2 millones de estadounidenses se están contagiando. Y está creciendo el número de internaciones por covid, especialmente entre los mayores de 70 años.
COVID-19: 10 MILLONES DE ARGENTINOS MAYORES DE 50 AÑOS DEBERÍAN VACUNARSE
La doctora Angela Gentile, jefa del área de Epidemiología del Hospital Ricardo Gutiérrez, explicó que “en el hemisferio norte se está instalando una nueva variante y eso hace que aumenten los casos, ya que hay más gente susceptible. Además, las coberturas vacunales han ido cayendo debido a que hay menos percepción social del riesgo que implica el no vacunarse”. Según dijo la especialista, “en Argentina no se está, al menos por ahora, registrando un aumento de internaciones ni muertes por virus respiratorios. Sí vemos mayor movimiento por ese tema en consultas ambulatorias. Pero sin llegar a ser un brote”. Justamente para esta experta, “ahora tenemos que aprovechar para hacer prevención, con énfasis en las personas de mayor riesgo, para que estén inmunizadas (con un refuerzo semestral) en el momento en que comience el otoño y aumente la circulación viral”. Gentile también sumó otro argumento en favor del pinchazo preventivo: “Cada vez hay más evidencia de que recibir la vacuna ayuda a reducir las posibilidades de desarrollar  luego secuelas de largo plazo: es la enfermedad que se conoce como “long covid” y que, según estudios hechos en EE.UU., podría padecerla alrededor del 20% de los recuperados del covid-19”. En cuanto al uso de barbijos, la experta comentó que no parece ser una necesidad actual que deba ser generalizada en Argentina. “Sí es una buena práctica utilizarlos en los espacios médicos como las consultas por guardia, especialmente por parte del personal de salud”. Pero en términos de población general, no hay por ahora una recomendación de uso, al menos por ahora. Grupos de alto riesgo y vacunación “En este momento el Ministerio de Salud considera que toda la población se divide en tres grupos: alto, medio y bajo riesgo. Si bien todos deberíamos recibir refuerzos, debe haber especial énfasis para el grupo de alto riesgo”, detalló la doctora Paula Pertzov, responsable del tema de vacunas en el Laboratorio Raffo, asociado a Moderna. Y agregó: “Esto incluye a todos los adultos de más de 50 años; las embarazadas y las personas inmunocomprometidas. Todas estas personas deberían recibir un refuerzo cada seis meses”. En segundo lugar se incluye al personal de salud y a los menores de 50 años con alguna comorbilidad. Estos –y el resto de las personas de bajo riesgo– deberían recibir, al menos, un refuerzo anual. ¿Por qué es importante? Según la experta, más allá de prevenir muertes y complicaciones, hay cada vez más indicios de que recibir la vacuna también contribuye a reducir el riesgo de sufrir “Long Covid” que –según las estadísticas internacionales– termina padeciendo uno de cada cinco pacientes que pasaron la infección. Una nueva ola de contagios en marcha Por su parte, el ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós, en declaraciones periodísticas explicó: “Estamos transitando un aumento de casos, los famosos aumentos ‘de olas’, pero que son mucho más pequeños y mucho menos graves que años atrás. Pero no debemos olvidar que cuando suben los casos seguramente también aumentarán las internaciones y algunas personas harán cuadros graves, sobre todo entre quienes no están protegidos por los refuerzos”. Eric Topol, un distinguido integrante de la Academia de Medicina de EE.UU., lanzó una advertencia en un artículo de opinión publicado en los principales medios de EE.UU.: “La pandemia está lejos de haberse terminado. Mientras no lleguen nuevas vacunas que nos inmunicen contra todas las variantes evolutivas del SARS-CoV-2, seguiremos vulnerables y en un estado de negación y de falsa esperanza pensando que la pandemia finalizó”. Cómo y dónde recibir la vacuna Actualmente la vacuna contra el covid-19 se aplica en diferentes hospitales y centros de salud del AMBA y de las provincias. Según algunos cálculos, hay alrededor de 10 millones de argentinos que ya deberían recibir una dosis de refuerzo para disminuir en forma significativa el riesgo de tener complicaciones, internaciones o de muerte por covid-19. Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, le indicaron a este diario que en la Ciudad hay más de 45 vacunatorios distribuidos en todos los barrios, con stock de vacunas, donde se la puede recibir en forma gratuita. Los turnos se obtienen a través de la web o utilizando el chat de WhatsApp conocido como “Boti”. También es posible acercarse a dichos vacunatorios en los días y horarios habituales. Aunque sin turno se estará sujeto a disponibilidad de tiempo y de stock. En este momento para los esquemas de refuerzo se está aplicando la vacuna provista por el laboratorio Moderna, en su versión bivalente. Para sacar turno a través de internet hay que recurrir a la página web.
Por su parte, en la provincia de Buenos Aires los refuerzos de vacunación para el covid son de acceso libre y no se requiere sacar turno en forma previa. La lista de vacunatorios con disponibilidad de dosis y los horarios de atención se encuentran aqui.
Enrique Garabetyan

En el primer mes de Milei el Banco Central emitio 6.000 millones de pesos

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El Gobierno de Javier Milei llegó al primer mes de su mandato emitiendo más de $6 billones. En estos primeros 30 días, el Banco Central dejó de hacerlo para financiar al Tesoro de manera directa e indirecta. Sin embargo, debió seguir emitiendo para atender compromisos. ¿Cuál es el balance de la política monetaria que lleva adelante?

Según un informe de EcoGo, el BCRA se vio obligado a la emisión debido al pago de interés de sus pasivos remunerados, la compra de divisas, el rescate de las levid y la ejecución de los puts. Estas razones implicaron una expansión de pesos emitiendo más de $6 billones. Vale aclarar que el informe es de todo el mes de diciembre.

Ese número, detallan desde la firma, abarcan los $2 billones de expansión por compra de divisas al sector privado, $2,4 billones por intereses de pasivos remunerados y otros $2,4 billones por otros factores, entre los que se encuentran los puts ejercidos de títulos públicos en pesos y las Lediv que volvieron a pesos.

Cómo fue el comportamiento de la base monetaria en diciembre

Eb contraposición, por la recompra de títulos públicos al Central y la compra de divisas, el Tesoro absorbió $2,1 billones neto. En realidad, detalla, absorbió más pero esa mayor absorción estuvo compensada por la salida de los pesos de los depósitos para financiar el déficit. Y en esa línea, marcó que el otro factor contractivo fueron los pases que sacaron de la base $4,1 billones.

A lo largo del mes el comportamiento de la Base Monetaria no fue homogéneo. A través su Informe Monetario Mensual de diciembre, publicado el lunes, las nuevas autoridades del Banco Central expresaron que “previo al 10 de diciembre, hubo una expansión de Base Monetaria por $1,2 billones, explicada fundamentalmente por el desarme de pasivos remunerados y, en parte, por las ejecuciones de los contratos de opciones de venta (put option) sobre títulos del Gobierno Nacional”. Estos factores de expansión, añadieron, fueron parcialmente compensados por la venta neta de divisas al sector privado.

Las estadísticas oficiales del BCRA muestran, además, una emisión endógena para pagar intereses de los pasivos remunerados por $2,118 billones en ese mismo período. Son unos $132.300 millones en promedio por día hábil, aunque la cifra podría haber sido muy superior de no ser por la decisión del Gobierno de desarmar el stock de Leliq y bajar la tasa de política monetaria a 100%.

Cuál es la estrategia del Banco Central

Según un reciente informe de la consultora PxQ la estrategia consta de tres partes:
  • Eliminar el financiamiento monetario al Tesoro. En el primer trimestre esto le será fácil de cumplir dada la estacionalidad del déficit.
  • A partir del 11 de enero el stock de leliqs será cero y todos los pasivos remunerados serán pases pasivos a un día que pagan una tasa de interés efectiva anual de 171,5%.Para el BCRA esto significa una menor emisión por intereses y para los depositantes una licuación en términos reales.
  • Se buscará absorber pesos (muchos provenientes de desarme de LEDIV) con BOPREAL.

Emisión monetaria 2024: qué se puede esperar

Según EcoGo, estock de pasivos remunerados se contraerá de 8,2% del PBI en diciembre ($26,5 billones) a 4,6 puntos del producto ($23,3 billones) en marzo de este año. Medidos en dólares, desde la consultora estiman que en ese mismo período pasarán de u$s41.300 millones a US$27.500 millones al tipo de cambio oficial, o de US$27.900 millones a u$s19.900 millones al CCL.

Desde LCG, por su parte, agregan que de cara a un 2024 recién comenzado, sin asistencia directa del BCRA al Tesoro para financiar el gap fiscal, quedará ver si se sostienen las intervenciones en el mercado de deuda hasta tanto se produzca la aclamada convergencia fiscal. En paralelo entendemos que la monetización del superávit comercial conseguida se sostendrá, aunque si el tipo de cambio comienza a atrasarse, los números podrían ser algo menores. Por otro lado, la nueva composición del Sector Financiero, adicionando la baja de tasas pone en dudas syu comportamiento para los próximos meses.

Farmacéuticos argentinos denuncian aumentos «desproporcionados» en los medicamentos

El director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar), Rubén Sajem, luego de analizar la suba del 319,1% registrada entre enero y diciembre de 2023, denunció aumentos «desproporcionados» y advirtió que «en ningún país del mundo se aumentaron los medicamentos sin control como ahora en Argentina».

Sajen sostuvo que «los medicamentos son lo único que la gente privilegia para comprar, además de los alimentos, pero lamentablemente en el mes de diciembre las mediciones indican que dos de cada 10 personas -el 19%- no estarían pudiendo acceder a sus tratamientos». En diálogo explicó que esto se debe «a los aumentos desproporcionados que se provocaron en noviembre y diciembre de un 90% promedio con picos que llegan al 140%», y por lo tanto «hoy cuestan el doble y un tratamiento para la hipertensión pasó de $35.000 a $70.000». Consultado por los consumos de los jubilados y cómo se verán afectados, indicó: «Estamos advirtiendo como las obras sociales – incluso el PAMI- se nutre de los salarios que aumentan al nivel de la inflación como mucho, el riesgo es que no tenga recursos para seguir con la gratuidad de los medicamentos y su cobertura». Al respecto, dijo que «hay que regular el sistema ya que en ningún país del mundo pasa que los laboratorios aumentan los precios sin control, como lo están haciendo ahora». Apuntó que desde el gobierno nacional «hay una concepción ideológica de que se desregule todo de acuerdo a la oferta y la demanda» a la cual calificó como «equivocada». «No puede haber una libertad para poner precios por parte de los laboratorios porque del lado del paciente no existe tal cosa como la libertad para enfermarse o morirse. Nadie lo quiere, no funciona así», sentenció.

50 años de Atucha I, con nuevas autoridades en Nucleoelectrica Argentina

La construcción de Atucha I «fue un hito desde el punto de vista tecnológico y pionera del orgullo del desarrollo industrial argentino», destacó el nuevo director presidente de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), Fernando Monserrat, en el marco de los 50 años que cumple este sábado la primera central nuclear de América Latina y que busca operar otros 25 años gracias al Proyecto de Extensión de Vida. «Fue la primera central nuclear que se construyó en Latinoamérica, lo cual fue un hito muy importante también desde el punto de vista tecnológico e industrial, un salto muy relevante», subrayó el también gerente general operativo de la empresa de capital estatal.

Nota de AgendAR:

Ante la inminente asuncion del nuevo gobierno, el 6 de diciembre renunciaron los integrantes del Directorio y se designo reemplazos transitorios para garantizar la continuidad de la actividad normal y habitual de la empresa, hasta tanto las nuevas autoridades de la Secretaría de Energía dispongan lo que estimen pertinente. Para ello, se designó un nuevo Directorio transitorio integrado por referentes técnicos-operativos de larga trayectoria en la alta gerencia de la compañía: – Director Presidente: Ing. Fernando Monserrat – Director Vicepresidente: Ing. Juan Cantarelli – Director: Ing. Diego Garde Cabe destacar que los nuevos directores continuan cumpliendo sus funciones habituales, y ejercerán su rol adicional en el Directorio de la compañía ad honorem.

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El aniversario coincide con otra celebración en el sector nuclear argentino: el Gobierno aseguró que no privatizará Nucleoeléctrica, la empresa estatal que opera las tres centrales nucleares que funcionan en Argentina, según lo aclaró el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, durante el debate de la ley ómnibus que se lleva adelante en el Congreso. Las diputadas que llevaron las inquietudes sobre la posibilidad de que las centrales nucleares pasen a ser gestionadas de forma privada fueron Silvia Lospenatto (JxC) y Agustina Propato (UxP). La respuesta de Chirillo en el Congreso fue: “Respecto de la pregunta que me hacían de Nucleoeléctrica creo que el tema está resuelto. La prohibición de no privatizarla está resuelto en el artículo 37 de este proyecto, que asegura al Estado tener la acción de oro, de manera que ese tema está resuelto”.

¿Cuándo empezó a operar la central nuclear Atucha I?

El 13 de enero de 1974, el reactor nuclear Atucha I logró su primera reacción en cadena controlada. La actividad del sector se formalizó hace 73 años a través del Decreto Nº 10.936 del 31 de mayo de 1950 y actualmente cuenta con una potencia eléctrica bruta de 362 megavatios eléctricos y emplea como combustible mezcla de uranio natural (0,72%) y uranio levemente enriquecido al 0,85%. «Cuando se crea en 1950 la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) empieza a desarrollar reactores chicos para uso medicinal y más tarde decide tener la primera central nuclear», afirmó el directivo.
El gobierno de Arturo Illía firmó el decreto 485/1965 que dio aval a la CNEA para que encarara los estudios de preinversión de una central nuclear para el suministro de electricidad al área gran Buenos Aires-Litoral y estableció un plazo de 14 meses para su finalización. La construcción de la Central Nuclear Atucha I, denominada presidente Juan Domingo Perón, comenzó en junio de 1968 durante la dictadura militar de Juan Carlos Onganía, fue conectada al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 y comenzó su producción comercial el 24 de junio de ese mismo año. «En el 74 era una central de una potencia para el sistema eléctrico muy relevante para aquel momento», remarcó Monserrat, quien ponderó que «varios cientos de miles de habitantes tienen energía eléctrica segura y confiable de alta disponibilidad desde hace 50 años, energía limpia que contribuye al bienestar de la gente».

¿Quién construyó la cental nuclear Atucha I?

«La construcción se le encargó a la empresa alemana SiemensAtucha I es única en el mundo porque en Alemania utilizan uranio enriquecido, no como está en la naturaleza, pero en Argentina decidieron usar uranio natural», contó sobre la central situada a 100 km de la ciudad de Buenos Aires, en la localidad de Lima, partido de Zárate. La elección de Siemens para dar el salto hacia una central de potencia se basó en dos premisas: que utilice uranio natural y que transfiera conocimiento y tecnología. En agosto de 1988, la Central Nuclear Atucha I sufrió un desperfecto en los canales de combustible del reactor, en un contexto socioeconómico adverso, con el recuerdo del accidente nuclear ocurrido el 26 de abril de 1986.
Al respecto, Monserrat remarcó que aquel hecho fue otro de los hitos que, a partir del desarrollo de «tecnología para poder operar el reactor», permitió «que Argentina con recursos propios reparara la central nuclear de manera diferente a lo que proponía Siemens, que era desarmar todo el reactor, lo que hubiera llevado siete u ocho años». La propuesta de Siemens incluía varios años de trabajo antes de poder volver a generar electricidad, un costo muy elevado, y sin garantías. Sin embargo, un equipo técnico de la CNEA logró superar el escollo. Toda la historia quedó registrada con lujo de detalles en el libro «Crónica de una reparación (im)posible» que publicaron el ingeniero metalúrgico Juan Carlos Almagro, el físico teórico Roberto Perazzo y Jorge Isaac Sidelnick, ex vicepresidente de NA-SA. En el libro se relata en detalle cómo se afrontó de manera exitosa la reparación y re-arranque del reactor utilizando los recursos de la ciencia, la tecnología y la industria argentina, en medio de un contexto socioeconómico adverso y un Sistema Interconectado Nacional colpasado. «Lo arreglamos nosotros» es la textual que resume brevemente la increíble avanzada científica argentina, sobre cómo un suceso adverso permitió posicionar al país como referente en la temática a nivel mundial superando exitosamente los incidentes.
Para el nuevo director presidente de Nucleoeléctrica Argentina fue un hito histórico. Argentina «desarrolló tecnología robótica para arreglarla, la reparó y demostró el potencial del conocimiento tecnológico y de ingeniería que fue desarrollando» y «es a la única central a la que le hemos enriquecido levemente el uranio con conocimiento científico y tecnológico argentino para operar, que no implica producir más energía, pero sí consumir la mitad de elementos combustibles».

¿Quién es Fernando Monserrat?

Fernando Monserrat es ingeniero civil de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, posee un MBA de la UADE Business School y cuenta con más de 40 años de experiencia como profesional. Es profesor de Posgrado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), del Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA), de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Se desempeña en el área nuclear desde el año 1982. Trabajó en posiciones en las áreas técnicas, administrativa, comercial, recursos humanos e informática de Nucleoeléctrica Argentina, habiendo sido en los últimos años Subgerente General Técnico, Gerente de Tecnología de la Información y desde diciembre de 2021 Gerente General Operativo y a su vez Director Ejecutivo.
El director vicepresidente de NA-SA es Juan Alberto Cantarelli, un ingeniero mecánico de la Universidad Nacional de Córdoba, que se desempeña en el área nuclear desde el 1999. Trabajó en posiciones de las áreas Seguridad Nuclear, Operaciones y Gerencia de NA-SA, ocupando actualmente la posición Gerente Central Nuclear Embalse, desde el 2016. Cantarelli lideró el proyecto de extensión de vida de la Central Nuclear Embalse y forma parte del Comité de Revisión Técnica. El otro director es Diego Alejandro Garde, un ingeniero químico egresado de la Universidad Tecnológica Nacional Mendoza, especializado en Tecnología Nuclear por el Instituto Balseiro. Actualmente es Gerente de Operaciones de la Central Nuclear Atucha I-II, y se encuentra en entrenamiento para Gerente del sitio Atucha I-II.

¿Cuál es el plan para externder la vida útil de Atucha I?

NA-SA, la firma que gestiona Atucha I, Atucha II y Embalse, se encuentra ejecutando desde 2008 el Proyecto de Extensión de Vida de Atucha I con el objetivo de extender «unos 20 o 25 años más de operación» sin ningún problema de «disponibilidad y seguridad». «Hoy, a una central nuclear nueva se le da 60, 70, 80 años de vida de operación. En aquel momento cuando se construyó Atucha se le daba una vida más acotada», explicó Monserrat a la agencia estatal Télam.
En octubre pasado, la empresa entregó al Ministerio de Ambiente bonaerense un estudio de impacto ambiental para el proyecto de extensión de la vida útil de Atucha I, cuyo reacondicionamiento tendrá una duración de 30 meses a desarrollarse entre 2024 y 2026. Monserrat señaló que «una parte relevante de la extensión de vida» prevista en el proyecto iniciado hace más de 15 años se realizará este año. «Lo que estamos haciendo, por ejemplo, es modernizar el sistema que regula el reactor nuclear, su sala de control y estamos mejorando la turbina para tener mayor eficiencia en la operación, todo con los estándares a nivel de hoy«, precisó. Además, se encuentra en proceso «el cambio de cables y mucho equipamiento como bombas o válvulas».

¿Qué otras obras se hicieron en Atucha en los últimos años?

Otro de los avances fue el proyecto de Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Quemados de la Central Nuclear Atucha I (Asecq-1) para lo cual se incorporó -en el año 2022- una «pileta de almacenamiento que le permite una operación a muy largo plazo». Una vez que los combustibles alcanzan el grado máximo de uso, se los extrae del núcleo del reactor y se los deposita en piletas bajo agua de alta pureza que actúa como blindaje de la radiación.
La nueva instalación puede albergar los combustibles gastados que actualmente se encuentran almacenados en agua dentro del recinto de piletas. El Asecq-1 fue construido, adosado e integrado al edificio existente de la Casa de Piletas de Atucha I, y en el nuevo edificio se instalaron 316 silos ubicados por debajo del nivel 0,50 metros que permiten albergar 2.844 elementos combustibles gastados, y que demandó una inversión de 180 millones de dólares aproximadamente. «En este momento, Argentina es la autoridad de diseño de las centrales porque Siemens se retiró» de la industria nuclear, subrayó Monserrat.

“La Argentina no puede perderse el tren del cobre”

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El responsable máximo de Los Azules, el megaproyecto de cobre ubicado en la provincia de San Juan, afirmó que “la Argentina no puede perderse el tren del cobre” porque este mineral “puede apalancar el desarrollo industrial del país”. Podría comenzar a operar en 2029. Por la cantidad de equipos de perforación que en la actualidad tiene operativos, está en el top cinco de proyectos de cobre del mundo. Se calcula que un auto eléctrico contiene alrededor de 75 kilos de cobre, tres veces más que un auto convencional. El mundo se dirige hacia estos vehículos y va a necesitar cada vez más cobre. Las baterías para los autos eléctricos se las vincula con el litio, pero además deberían estar asociadas al cobre. El proceso de electrificación y el incremento de las energías renovables en el mundo también demandará cada vez más a este mineral. La transición energética tiene ineludiblemente al cobre como el gran protagonista. La Argentina dejó de producir cobre en 2018, cuando cerró la mina Bajo Alumbrera. Y va a estar sin producción durante algunos años más. Pero el país tiene en carpeta proyectos que por sus recursos y dimensiones son de clase mundial. Uno de ellos es Los Azules, un mega desarrollo de cobre ubicado en la Cordillera de Los Andes a 80 kilómetros al oeste de la localidad de Calingasta, en la provincia de San Juan. Medido en recursos, es uno de los proyectos más grandes del mundo.
  Mike Meding es el vicepresidente y gerente General de McEwen Mining, la compañía canadiense que opera Los Azules. Nació en la ciudad alemana de Düsseldorf y vive en San Juan hace nueve años. Analizó el cobre a nivel mundial, pero -sobre todo- describió la oportunidad de la Argentina si vuelve a la era del cobre. Dijo que “Los Azules puede cambiar el destino de San Juan” y que “para este proyecto el mercado interno representa una oportunidad muy grande para aportar cobre para la industrialización de la Argentina”. El principal accionista de Los Azules con el 47,7% de participación es McEwen Mining. Tiene como socios al gigante Stellantis (19,4%), la automotriz más grande de la Argentina y una de las más importantes del mundo, y a Río Tinto (14,5%), la segunda compañía minera a nivel internacional. Según McEwen, Los Azules demandará una inversión inicial de US$ 2.500 millones y de otros US$ 2.200 millones durante la vida útil (32 años). Podrá comenzar a producir hacia fines de 2029 o inicios de 2030. Las exportaciones superarían los US$ 1.200 millones anuales. Un detalle lo distingue de otros proyectos: producirá cátodos de cobre que, a diferencia del concentrado (como la mayoría de los proyectos), se comercializan directamente.
  – ¿Cuál es el estado actual de Los Azules? Estamos en etapa de exploración avanzada, donde se incluyen distintas fases de la perforación. Vamos a poder contar con información técnica para la redacción de nuestro estudio de factibilidad, que pensamos finalizarlo a fines de 2024 y publicarlo en el primer trimestre de 2025. En abril de 2023 presentamos el permiso ambiental y durante 2024 vamos a esperar su aprobación para la futura construcción y operación de la mina. El estudio económico preliminar (publicado en junio de 2023) arrojó una vida útil de 27 a 32 años y la producción de cátodos de cobre, que hace que Los Azules sea distinta a los otros proyectos de cobre del país. La gran mayoría prevé fabricar concentrado de cobre. En cambio, nosotros vamos por los cátodos, que son placas de cobre directamente industrializable, para comercializar incluso en la Argentina potenciando así la cadena de valor. – ¿Qué inversión requiere el proyecto? Vamos a tener una inversión inicial de US$ 2.500 millones y estimamos otra durante la vida útil de la mina de US$ 2.200 millones en bienes de capital. En este momento están trabajando aproximadamente 900 personas (170 en forma directa y 730 de contratistas entre proyecto y oficinas), la etapa de construcción empleará aproximadamente 2.000 personas y en operación suponemos 1.000 personas en forma directa y estimamos que puedan ser hasta 2.000 empleos indirectos proporcionando bienes y servicios a la mina durante 30 años o más. Podemos aportar al desarrollo de San Juan y de la Argentina durante generaciones porque el proyecto podrá incluso crecer. Las exportaciones estimadas, dependiendo del precio del cobre, sumarían alrededor de US$ 1.200 millones en promedio anual. Es decir, creemos que Los Azules puede cambiar el destino de San Juan. Por supuesto que el impacto será mayor si sumamos a otros proyectos de cobre como Josemaría, Altar, Filo del Sol, entre otros. – ¿Qué beneficio tiene producir cátodos y no concentrados? Se comercializa directamente. En el camino para la disminución de la huella de carbono se necesita el aumento de la producción de cobre. La electromovilidad es una realidad mundial y debemos estar preparados para ese cambio. En la actualidad en la Argentina se fabrican alrededor de 500.000 autos por año y hay una capacidad instalada para un millón. Hay una base de industrialización importante en el país. La mitad de los autos que se producen en la Argentina se exportan. La producción de Los Azules puede ser parcialmente comercializada en el país. Esto puede permitir el desarrollo de la cadena de valor con empresas que hacen, por ejemplo, cables o motores y en un futuro posiblemente se puedan fabricar baterías. Esto es relevante porque un componente importante en las baterías de litio también es el cobre. Con el desarrollo cuprífero se podría dar toda una integración en la cadena de valor que hoy no existe. A partir del proyecto de cobre Los Azules se pueden desarrollar distintas industrias en San Juan y en otras provincias.
Cátodos de cobre.
  – ¿El mercado interno es uno de los objetivos de Los Azules o están pensando principalmente en la exportación? El cobre es una oportunidad histórica para la Argentina. En los próximos diez años las exportaciones podrían llegar a los US$ 10.000 millones anuales y, así, representar el 20% de las ventas al exterior del sector agrícola argentino. Adicionalmente, en el caso de Los Azules el mercado interno representa una oportunidad muy grande para aportar producción de cobre para la industrialización de la Argentina. Sabemos que el sector minero es netamente exportador y más allá de traer divisas al país (hoy el 90% de las exportaciones mineras representan ingresos genuinos de divisas), el cobre es la oportunidad para la Argentina de subirse al tren de la electromovilidad. La Argentina se puede desarrollar industrialmente con el cobre. En San Juan, que es una provincia que sin la minería es poco viable, se podrían instalar industrias que utilizan nuestras placas de cobre y le agreguen más valor. El cobre puede apalancar el desarrollo industrial del país. – En el sector se habla de un marco para poder desarrollar proyectos de cobre como Los Azules. ¿Qué significa esto? Si, necesitamos un marco. Si bien financiamos en los últimos dos años US$ 400 millones, buena parte de eso nos aportaron en pesos en la Argentina. Stellantis invirtió parte de sus ganancias en nuestra empresa en el país. Sabe que la electromovilidad es importante y tener acceso al cobre también. Por eso quiere desarrollar una mina que puede contribuir a su propio abastecimiento. Esto es muy novedoso porque fue la primera vez que una empresa automotriz invirtió en un proyecto de cobre a nivel mundial. Tenemos un compromiso de ser neutro en términos de emisión de gases de efecto invernadero hasta 2038, esto es algo que el mundo necesita.
  – ¿Cómo es en la actualidad el trabajo en la mina? Nosotros estamos dentro del top cinco de proyectos de cobre del mundo por la cantidad de equipos de perforación que en la actualidad tenemos operativos. Hoy hay 20 equipos en la mina y 19 están perforando en simultaneo. Ningún otro proyecto tiene esta cantidad de máquinas en la Argentina y muy pocos a nivel mundial. En el presente tenemos siete contratistas locales e internacionales de perforación. No conozco empresas mineras que en fase de exploración tengan máquinas diamantinas propias en la Argentina. Compramos ocho equipos (con un valor de alrededor de US$ 800.000 cada uno), seis ya están trabajando en sitio y esperamos dos se terminen sumando en enero. De esos seis, cuatro los operan empresas de San Juan. En exploración estamos a la par de los proyectos más grandes a nivel mundial, jugamos en las grandes ligas. Por eso esperamos que con el nuevo gobierno nacional podamos conversar esta oportunidad enorme que existe con el cobre y que se tengan en cuenta nuestras consideraciones que son necesarias para el desarrollo. – Los Azules podría comenzar a producir en 2029 o 2030. ¿Qué necesita el proyecto para llegar a ese momento? Necesitamos un marco económico que nos permita llevar adelante el financiamiento de US$ 2.500 millones. La minería se presenta como la solución a varios problemas, pero se requiere confianza a nivel internacional y un marco regulatorio y macroeconómico que fomente esta inversión. – El gobierno de Javier Milei, según noticias periodísticas, estaría avanzando en un aumento de las retenciones a las exportaciones mineras que saltan de 4,5 y 8 por ciento al 15 por ciento, al menos en un primer momento. ¿Cómo impacta esta política en un proyecto como Los Azules? Lo que necesitamos es lo que pidió también el sector en general: que se respete la Ley de Inversiones Mineras (Ley 24.196) y la estabilidad fiscal, un tipo de cambio competitivo y libre disponibilidad de divisas, la reducción de las retenciones progresivamente hasta su completa eliminación y libertad para la importación de bienes y servicios. Un derecho de exportación como circula en la prensa será un factor limitante para el desarrollo de nuestro proyecto, igual que el impuesto PAIS que encarece la importación (saltó a 17,5%). Nuestros proyectos son de alto riesgo y que requieren mucho capital y años para repagar la inversión. Por eso, necesitamos una macro que permita atraer inversiones que en la Argentina no existen. En el país este dinero no está disponible, por eso necesitamos del mercado financiero internacional. – ¿Qué dimensión a nivel mundial tiene Los Azules? En el mundo se consumen 25 millones de toneladas anuales de cobre, de las cuales cinco son de reciclaje y 20 son de producción minera. Los Azules está pensado para producir 145.000 toneladas por año en promedio. Representa el 0,7% de la producción mundial. No suena a mucho, pero la demanda de cobre en el mundo puede subir a los 68 millones de toneladas anuales si se tiene en cuenta el camino hacia un mundo más verde para 2050. El mundo necesitará 43 millones de toneladas anuales de cobre adicionales a lo que se produce en la actualidad. Para tomar dimensión, Chile, que es el principal productor mundial, llega a 5 o 6 millones por año. Para 2050 el mundo necesitará producir ocho veces más lo que hoy produce Chile. Esto significa una oportunidad enorme para la Argentina. Hay muchos proyectos que podrán realizarse ya identificados, se podrán sumar más, compartimos la misma cordillera que Chile. Aprovechemos las oportunidades que el mundo nos ha dado.

La Canciller se reunió con el embajador chino para confirmar la posición argentina sobre Taiwan

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En un encuentro bilateral mantenido este viernes por la tarde, la canciller Diana Mondino y el embajador chino, Wang Wei, buscaron dar señales de distensión luego de semanas de rispideces entre ambos países, tras lo que se emitió un comunicado en términos amistosos y compartieron una foto conjunta. El último capítulo de las rispideces fueron las versiones de un supuesto encuentro de la funcionaria local – desmentido enfáticamente- con el representante de negocios de Taiwán, lo que disgustó a los representantes chinos.

Según el comunicado difundido por el Palacio San Martín, poco después de la bilateral, ambos funcionarios “desestimaron recientes versiones de prensa infundadas y reafirmaron los lazos de amistad y el principio de una sola China”. Se trata de un punto fundamental para el país oriental el hecho de que Argentina refrende que no abandona su postura de una sola China, que en los hechos se refiere a la situación de Taiwán.

En referencia a lo conversado, Mondino sostuvo: “No cabe duda de la importancia del intercambio comercial entre ambos países, siendo China el segundo socio comercial argentino, el segundo destino de nuestras exportaciones y el primer origen de las importaciones en el país”. Se trata de un punto que reafirma el cambio que experimentó el espacio libertario de las declaraciones previas a asumir al poder, a este presente como Gobierno, en el que no solo no se busca cortar relaciones, sino todo lo contrario.

Mondino y Wei coincidieron, de acuerdo al comunicado,»en reconocer la relevancia de la Asociación Estratégica Integral establecida entre la Argentina y China», que este año cumple su primera década y “en su interés por continuar desarrollando esta asociación”. Por lo que conversaron sobre la necesidad de reactivar los distintos mecanismos de cooperación bilateral existentes.

Otro de los temas abordados en la reunión tuvo que ver con el financiamiento chino a la infraestructura argentina y se abordó la participación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta auspiciada por China, la que integran más de 140 países. Sobre esta cuestión, la funcionaria de Javier Milei señaló que “estos mecanismos de cooperación financiera son de gran utilidad para la Argentina siempre y cuando los proyectos financiados sirvan a su interés nacional”.

Por último, de acuerdo a lo comunicado, ambos funcionarios conversaron sobre cuestiones de la agenda internacional, como el proceso de reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, “destacando las coincidencias de ambos países en el marco del grupo negociador Uniting for Consensus”, así como la coordinación sino-argentina dentro de los ámbitos multilaterales en los que ambos países tienen posiciones comunes.

En el encuentro también hicieron mención al “cordial intercambio epistolar” mantenido entre el Milei, y su par chino, Xi Jinping, con motivo del triunfo del mandatario argentino y “el interés manifestado por ambos líderes en fortalecer la relación bilateral”. En particular, Mondino agradeció el rápido otorgamiento del plácet de estilo para el futuro Embajador argentino en China, el diplomático Marcelo Suárez Salvia.

La relación Argentina-China

Los vínculos entre Milei y China comenzaron de modo áspero, cuando en la campaña electoral el entonces candidato de La Libertad Avanza afirmó que no tendría vínculos “con países comunistas”, entre los que destacó a China y Brasil, dos de los principales socios comerciales del país. Dijo que privilegiaría su alianza con Estados Unidos, Israel y “las democracias occidentales”. Funcionarios del gobierno con vínculos con China intentaron relativizar sus dichos, pero desde Beijing tomaron nota.

El vínculo pareció mejorar cuando Milei pidió, por carta, la reactivación del swap de monedas, y días después confirmó como nuevo embajador en ese país al diplomático Suárez Salvia.

Pero la negativa de Argentina a ingresar a los Brics, de los que China es miembro fundador, y el rumor sobre reuniones con representantes de Taiwán -que también incluirían a legisladores y algún funcionario hoy en La Libertad Avanza- habría motivado el renovado enojo del gobierno de Xi Jinping, que tiene a Taiwán y su pertenencia a China como una de sus líneas rojas en política exterior.

Este jueves, la vocera de la cancillería China, Mao Ning, sostuvo: “He tomado nota de los informes relevantes, la parte argentina ha tomado la iniciativa de aclarar a la parte china que se trata de una falsa exageración [de la prensa]”. Fue en un reconocimiento de gestiones desde el gobierno argentino para bajar el nivel de tensión con ese país. “[El Gobierno] reiteró que concede gran importancia a las relaciones entre Argentina y China y continuará adhiriéndose firmemente al principio de una sola China. La Cancillería argentina también hizo aclaraciones a medios locales”, agregó la vocera del gobierno chino, en una declaración redistribuida el jueves por la cancillería china.

Apenas un día después, con el encuentro en la sede de cancillería, la relación pareció distenderse un poco más.

Personal Civil de la Fuerza Aerea desarrolla un programa para el entrenamiento de pilotos de aviones de caza

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Diego Fusari es personal civil de la Fuerza Aérea en Mendoza y decidió desarrollar un software de suma utilidad para los pilotos de la Escuela de Caza. La IV Brigada Aérea, en Mendoza, conocida también como la “Cuna de la aviación de Caza”, todos los años, muchos de los mejores promedios de la Escuela de Aviación Militar (EAM) de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) eligen trasladarse para formarse en uno de los sistemas de armas fundamentales para el combate que tiene nuestro país: el IA-63 Pampa II. Inspirado en ellos, un integrante de esta Fuerza decidió crear un software para modernizar la enseñanza. Diego Fusari, personal civil de la Fuerza Aérea, a quien el destino lo llevó a compartir su tiempo con los instructores y cursantes del Escuadrón 1 IA-63 Pampa II. Ser testigo de las capacitaciones lo llevó a darse cuenta de que contaba con la expertise y las herramientas para mejorar los conocimientos de los futuros pilotos de este sistema de armas.

Pilotos de Caza-Bombardero: el caso del IA-63 Pampa

En el caso del sistemas de armas IA-63 Pampa II, durante aproximadamente un año, los cursantes reciben instrucción con el objetivo de afianzar los conocimientos teóricos y prácticos vinculados al vuelo en esta aeronave: desde patrones de vuelo de formación táctica hasta maniobras de combate aéreo. Por su parte, los instructores de la Escuela siguen de cerca el proceso de formación de los futuros pilotos. ¿Cuáles son las características del IA-63 Pampa II? De acuerdo a los especialistas, se trata de una aeronave de entrenamiento y ataque ligero. Además, es biplaza, de ala alta, mono turbina y con toberas de ingreso de aire al motor a ambos lados de la cabina de mando.

Un software para mejorar el aprendizaje de los futuros pilotos de caza

“Permite reproducir lo que se hizo durante el vuelo para dar instrucción al alumno”, resume el mayor Germán Sosa, jefe del Escuadrón I IA-63 Pampa II sobre el software del ingeniero en Telecomunicaciones y agente civil de la Fuerza Aérea, Diego Fusari. Desde Mendoza, Diego contó que sintió curiosidad por el modo en que se prepara a los pilotos y de a poco comenzó a involucrarse: “Observé que existían falencias. Mi preparación me posibilitó desarrollar algo durante la pandemia”, contó. En unos pocos meses, Fusari presentó su proyecto y le permitió a la Fuerza ahorrar dinero, ya que se trata de una herramienta costosa para ser adquirida.
El sistema desarrollado por Diego Fusari permite reproducir lo que se hizo durante el vuelo para dar instrucción al alumno. Datos como las coordenadas, la velocidad o la altura son registrados para, luego, ser centralizados y reproducidos.
Está diseñado a medida del piloto, no del ingeniero programador. Todos conocen y hablan lo mismo, así que la representación fue consensuada y pensada en conjunto. Este sistema lo hicimos nosotros, eso nos da soberanía aérea y sustitución de importación”, contó al tiempo que detalló que, al integrar el Escuadrón, puede corregir y añadir los parches rápidamente. A grandes rasgos, el IA-63 Pampa II tiene una especie de memoria que puede registrar todo el vuelo. Datos como las coordenadas, la velocidad o la altura son registrados para, luego, ser centralizados y reproducidos por la herramienta creada por Fusari. “Es similar a la aplicación que uno usa cuando sale a correr, por ejemplo. Solo que, en este caso, reproduce lo que sucedió en el aire”, resume el mayor Sosa, quien también añadió que, una vez desarrollado el software, los mismos instructores le pidieron a Fusari que fuera añadiendo detalles de acuerdo a sus necesidades.

¿Cómo mejora el vuelo de los pilotos de caza el software de Fusari?

Según detalló el mayor Sosa, el programa permite ver, en 2D o 3D, la evolución del combate en el aire, o de la maniobra de acrobacia o de tiro. Eso les permite convalidar los datos obtenidos con los parámetros del vuelo y marcar los errores y corregir. “Al alumno le es provechoso. Con este sistema puede evolucionar el aprendizaje. Muchas veces es difícil entender qué es lo que ocurrió porque durante el vuelo influyen, por ejemplo, la Fuerza G o la velocidad. Así que este programa les permite bajar, analizar el vuelo y comprender qué pasó. Uno, como instructor, les da una devolución y ellos, luego, hacen las correcciones y repasan las veces que sea necesario”, precisó. Asimismo, como explican desde Mendoza, el software también es una herramienta útil para el tiro, ya que se puede determinar si el disparo es válido o no de acuerdo con los valores correspondientes por el armamento utilizado.
Diego Fusari junto al mayor Germán Sosa, jefe del Escuadrón I IA-63 Pampa II
“¿Qué pasaba antes? Luego del vuelo, el instructor bajaba, recordaba lo que había pasado y, con las fibras, dibujaba le explicaba al alumno lo que había sucedido. Pero, había que tomar nota de todo para luego reproducirle al alumno. Pero ahora, si hay un lanzamiento, este software, permite, por ejemplo, evaluar la distancia o el ángulo. Es decir, no hay margen de subjetividad. Es como jugar al fútbol y filmar el partido. Entonces, posteriormente, se puede analizar la grabación para mejorar la performance del jugador”, explica Sosa. Antes, los pilotos se reunían en aulas para hacer el debriefing correspondiente: el análisis de los vuelos realizados, los errores cometidos y las causas posibles. Las herramientas se reducían a los bancos, un pizarrón y un marcador. Hoy, la iniciativa de Fusari, les permitió explotar al máximo esta reunión posterior al vuelo y los pilotos reemplazaron la pizarra por una computadora y pantallas para reproducir la información recolectada. “Otra ventaja: tenemos el know how. Sabemos cómo hacerlo”, concluyó Sosa.

La demencia en los adultos mayores. Hay respuestas posibles

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Cuando a mi madre le diagnosticaron demencia en 2020, su psiquiatra geriátrico me dijo que no había ningún tratamiento eficaz. Lo mejor que podía hacer era mantenerla ocupada física, intelectual y socialmente todos los días durante el resto de su vida. Ah, vale. No pasa nada. El doctor me estaba diciendo que la medicina había terminado con nosotros. El destino de mi madre estaba ahora en nuestras manos. Mi hermana y yo ya nos habíamos dado cuenta de que mi padre también tenía demencia; se había vuelto gritón e impulsivo, y su memoria a corto plazo se había evaporado. Ni siquiera nos molestamos en hacerle un diagnóstico. Compré montones de libros de autoayuda, vi horas de seminarios web, molesté a los trabajadores sociales. Los recursos se centraban en lo básico: seguridad, alimentación, prevención de caídas, seguridad y seguridad. Todos tenían el mismo tono trágico. Decían que la demencia no tenía remedio. El peor destino posible. Un agujero negro que devora la mismidad. Eso es lo que oí y leí, pero no es lo que vi. Sí, mis padres estaban perdiendo el juicio y la memoria. Pero en otros aspectos eran ellos mismos. Mamá todavía lee el periódico con su bolígrafo, anotando «¡Tonterías!» en los márgenes; papá todavía me pregunta cuándo voy a escribir un libro y si necesito dinero para llegar a casa. Siguen riéndose de los mismos chistes. Más allá de la comodidad física, mi objetivo como cuidadora era ayudarles a sentirse ellos mismos, incluso a medida que ese yo evolucionaba. Me comprometí a ayudarles a vivir los años que les quedaban con alegría y sentido. Eso no es tanto una cuestión de medicina como de corazón y espíritu. No podía resolver esta parte por mí mismo, y todo el mundo con el que hablaba pensaba que era algo raro de lo que preocuparse. Hasta que encontré a los fabricantes de robots. No me refiero a los que construyen máquinas para ayudar a alguien a ponerse los pantalones. Ni de los Karens electrónicos que vigilan el comportamiento de una persona mayor y luego «corrigen» los errores, como una Alexa mandona: «¡Buenas tardes! Aún no te has tomado la medicina». O aparatos con pantallas táctiles que pueden ser difíciles de usar para las personas mayores. Ese tipo de proyectos no funcionan. Son toscos o espeluznantes. Y lo que es más, rara vez satisfacen una necesidad real. Son productos bienintencionados del pensamiento del agujero negro. En cambio, los roboticistas de los que me he enterado están formados en antropología, psicología, diseño y otros campos centrados en el ser humano. Se asocian con personas con demencia, que no quieren robots para resolver el supuesto problema de ser viejo. Quieren tecnología para la alegría y el florecimiento, incluso cuando se acercan al final de la vida. Entre las personas que conocí estaba la robotista Selma Šabanović, de la Universidad de Indiana Bloomington, que está desarrollando un robot para dar más sentido a la vida, mientras que en los Países Bajos, Rens Brankaert, de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, está creando tecnología cálida para mejorar la conexión humana. Estos tecnólogos, a su vez, me presentaron a activistas de base contra la demencia que se están sacudiendo el círculo vicioso de la desesperación. Cuidar no es sólo atender las preocupaciones corporales de alguien; también significa cuidar el espíritu. Las necesidades de los adultos con y sin demencia no son tan diferentes: Todos buscamos un sentido de pertenencia, de significado, de autorrealización. Y respeto. Mi padre es un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Cuando una enfermera se dirige a él con voz cantarina, se pone furioso, grita e insulta. Me da escalofríos, pero no puedo culparle. Los fabricantes de robots son un rayo de luz en el fondo del pozo. Puede que los artilugios en los que trabajan estén muy lejos en el futuro, pero estos científicos e ingenieros ya están inventando algo más importante: una nueva actitud ante la demencia.Miran de frente a esta experiencia humana y ven oportunidades creativas, nuevas formas de conectar, nuevas formas de divertirse.Y, por supuesto, tienen robots geniales.Montones y montones de robots. Con esas máquinas, están tratando de responder a la pregunta que me obsesiona:¿Cómo podría ser una buena vida con demencia? El torso y las extremidades del robot son regordetes y blancos.Parece estar desnudo, salvo por unos calzoncillos azules debajo de la barriga, aunque no tiene pezones.Mide sólo 60 centímetros.Su cara, una pantalla rectangular, parpadea.Aparecen dos óvalos negros y una sonrisa manga.»Hola, soy QT. Soy QT, tu amigo robot», dice. Se lo dice a todo el mundo, porque ése es su trabajo. QT levanta ambos brazos en un gesto de touchdown. Los motores zumban. Suenan caros. Los fabricantes de robots son un rayo de luz en el fondo del pozo. Puede que los artilugios en los que trabajan estén muy lejos en el futuro, pero estos científicos e ingenieros ya están inventando algo más importante: una nueva actitud ante la demencia.Miran de frente a esta experiencia humana y ven oportunidades creativas, nuevas formas de conectar, nuevas formas de divertirse.Y, por supuesto, tienen robots geniales.Montones y montones de robots. Con esas máquinas, están tratando de responder a la pregunta que me obsesiona:¿Cómo podría ser una buena vida con demencia? El torso y las extremidades del robot son regordetes y blancos.Parece estar desnudo, salvo por unos calzoncillos azules debajo de la barriga, aunque no tiene pezones.Mide sólo 60 centímetros.Su cara, una pantalla rectangular, parpadea.Aparecen dos óvalos negros y una sonrisa manga.»Hola, soy QT. Soy QT, tu amigo robot», dice. Se lo dice a todo el mundo, porque ése es su trabajo. QT levanta ambos brazos en un gesto de touchdown. Los motores zumban. Suenan caros. Puede que le suene familiar si sabe algo de robots humanoides sociales, artilugios creados para responder ante nosotros de formas que reconocemos. Puede que también recuerde su larga historia de fracasos en el mercado. RIP Kuri, Cozmo, Asimo, Jibo, Pepper y el resto de sus caros y prometedores parientes de metal. QT no es como ellos. No es un producto de consumo, sino un dispositivo de investigación equipado con micrófonos, cámara 3D, reconocimiento facial y funciones de registro de datos, construido por una empresa luxemburguesa para que científicos como Šabanović lo utilicen en sus estudios. Šabanović utiliza QT para explorar ikigai, una palabra japonesa que se traduce aproximadamente como razón para vivir o sentido de la vida, pero que también incluye un sentimiento de propósito social y alegría cotidiana. Hacer un favor a un vecino puede crear ikigai, al igual que una dura semana de trabajo. Incluso reflexionar sobre los logros de la vida puede provocarlo. Su equipo, financiado por el Instituto de Investigación Toyota, está experimentando con QT para ver qué tipo de socialización robótica -recordar, tal vez, o planificar actividades, o tal vez sólo una determinada línea de conversación- podría dar a alguien una ráfaga de ese buen sentimiento. Para ver QT en acción, conduzco a Šabanović y al estudiante de posgrado Long-Jing Hsu hasta Jill’s House, una pequeña residencia de ancianos en Bloomington, a menos de 3 km de la universidad. Šabanović y sus equipos de estudiantes y colaboradores llevan años trabajando junto a los residentes de este centro. Estamos en septiembre y durante todo el verano Hsu los ha visitado todas las semanas, dirigiendo talleres, probando pequeños ajustes en el comportamiento y la funcionalidad de QT, recopilando datos sobre cómo reaccionan las personas ante el robot: si sonríen, reflejan sus gestos, ofrecen voluntariamente partes de la historia de su vida o se aburren y molestan. La toma de decisiones sobre cómo y qué debe hacer el robot no depende de los investigadores, dice Šabanović. «Depende de este proceso deliberativo y participativo, y de involucrar a más personas en la conversación». Uno de los retos es que la demencia nunca es igual para dos personas. Hay distintas variedades, como el Alzheimer, la demencia frontotemporal y la enfermedad de los cuerpos de Lewy, y son dinámicas, cambian con el tiempo. Algunas personas no tienen problemas de memoria, pero tienen dificultades con las palabras; otras toman decisiones extrañas. Muchos dicen que su percepción del tiempo cambia o que sus sentidos se agudizan. Algunas personas están más enfadadas, otras más tranquilas y otras pierden todos los filtros y dicen lo que se les ocurre. (Te estoy mirando a ti, mamá.) Según mi experiencia, la demencia no erosiona la individualidad. La agudiza y la retuerce. A medida que la enfermedad avanza, puede robar la capacidad de conducir un coche, manejar un microondas o cambiarse de ropa. También crea nuevos hábitos y peculiaridades. A mi madre, por ejemplo, siempre le ha gustado la historia natural. Con la demencia, ahora puede quedarse completamente absorta en una hoja, una flor o un patrón de luces y sombras en los árboles. Un robot bueno, útil y servicial debe adaptarse a cada persona en cada fase». Hoy, Hsu hará una demostración de un juego de narración entre una persona y una máquina. Con el tiempo, QT retendrá suficiente información para personalizar el juego para cada participante. De momento, se trata de poner a prueba las habilidades conversacionales de QT para ver qué comportamientos y respuestas acepta la gente de un robot y cuáles resultan confusas o groseras. Estoy impaciente por ver qué pasa. Espero reacciones picantes. Las personas con demencia pueden ser un público difícil, con poca tolerancia a los encuentros molestos o difíciles de entender. Después de aparcar el coche, entramos en una gran sala común con techos de catedral y ventanas altas, iluminada por la luz del sol. Mientras charlamos con el director, Hsu cruza por el fondo, una figura menuda que empuja un robot blanco en un carrito y pasa junto a los sillones de respaldo y las butacas acolchadas hasta llegar a una pequeña sala de conferencias lateral. Es un espectáculo, pero los residentes que pasan el rato esta tarde apenas toman nota. Para ellos, los robots son cosa del pasado. La seguimos a la sala lateral y colocamos las sillas en semicírculo alrededor del robot en su mesa. Hoy, Šabanović se limitará a observar mientras Hsu soluciona los problemas técnicos y dirige la sesión. Pronto, Maryellen, una mujer enérgica con una gorra roja de IU, entra y toma asiento frente al robot. Maryellen ha disfrutado hablando con QT en el pasado, pero hoy no tiene un buen día. Está nerviosa. «Estoy en la fase inicial del Alzheimer, así que a veces me equivoco», se disculpa. El robot le pide que seleccione una imagen de una tableta e invente una historia. Maryellen le sigue el juego e inventa una historia: Una mujer, quizá una estudiante, camina sola por un bosque otoñal. «Interesante», dice QT. «¿Has vivido algo así antes?». «Sí», dice Maryellen. «Tenemos árboles preciosos por Bloomington». El robot permanece en silencio, con una sonrisa en la pantalla. QT es muy inoportuno, hace pausas demasiado largas cuando debería hablar e interrumpe cuando debería escuchar. Todos nos reímos disculpándonos por los malos modales de la máquina. Maryellen es paciente y habla con QT como si fuera un niño tonto. Entiende que el robot no pretende ser un imbécil. La charla robot-humano de hoy es objetivamente aburrida, pero también parece un soplo de aire fresco. Todos los presentes se toman en serio a Maryellen. En lugar de descartar sus pausas e inseguridades como síntomas, los científicos prestan mucha atención a lo que dice y hace. A continuación entra Phil, un hombre con un cuidado bigote, pulcramente vestido con pantalones chinos y una camiseta de manga corta estampada con coches antiguos. Tras sentarse frente al robot, se une a QT para cantar «Take Me Out to the Ball Game». Está de cara a la máquina, pero juega con nosotros, haciendo muecas y poniendo los ojos en blanco. Una vez terminada la canción, primero se burla de Hsu, luego de otro residente y, por último, de casi todas las mujeres de la sala. En otras circunstancias se le trataría con condescendencia o se le «desviaría», alguien intentaría distraerle. En lugar de eso, nos unimos a él para hacer el tonto, bromeando sobre la situación y el robot. QT vuelve a entablar una conversación incómoda («Me encanta la canción, ¿y a ti?»), y Phil responde con una combinación de gracia y descaro («Cantas muy bien, ¿te la han grabado?»). Hsu le pregunta a Phil cómo se sintió al hablar con la máquina. «Como si fuera un tonto hablando con la nada», dice secamente. «Sé que no es una persona de verdad». Teatralmente, se vuelve hacia el robot. «Tú no eres real… ¿verdad?». Guiña un ojo y se ríe a carcajadas. ¿Le gusta el robot? ¿No le gusta? Será tarea del equipo descifrar estas reacciones enigmáticas y, a la vez, relacionables. Los tres y el robot hacemos las maletas y nos dirigimos al laboratorio R-House de Šabanović en la universidad. Allí, en la gran sala de conferencias, se reunirá su equipo, estudiantes de informática, ciencia de datos, visión por ordenador y psicología. Analizarán la amabilidad y los titubeos de Maryellen y el regocijo y el enfado de Phil, buscando su próxima tarea, la próxima habilidad que QT necesita aprender. Conduzco durante un rato, pensando. La sesión de demostración fue lúdica y desenfadada, pero la sala también tenía una energía desconocida que no había sentido antes en el contexto de la demencia. Las actividades para personas con demencia suelen estar impregnadas de nostalgia, alejándose del difícil presente para revivir lo que queda del pasado. Pero hoy todo giraba en torno al futuro. Estábamos imaginando, jugando con nuevos tipos de relaciones, intentando pensar en aplicaciones y usos que todavía son difíciles de imaginar. Ha sido creativo. Más concretamente, nos hemos sentido vivos. El laboratorio R-House de Bloomington parece una sala de conferencias normal y corriente: paredes blancas, una gran mesa de conferencias de madera y escritorios, sillas y monitores rodeando las paredes. Pero está repleta de artefactos de la carrera investigadora de Selma Šabanović, una colección de robots y piezas de robots. En el alféizar de una ventana hay dos unidades Keepon de color amarillo mantequilla, un invento de los primeros tiempos que son poco más que dos esferas con ojos y una nariz de botón. Una foca blanca y esponjosa llamada Paro se recarga en un archivador; su fuente de alimentación es un chupete rosa enchufado donde debería estar su boca. Al fondo de la sala acechan dos Haru 2018 de Honda, algo así como una lámpara de escritorio cruzada con un cangrejo. Otras tres QT (2017) dormitan sobre las mesas. Es como un museo de historia antinatural, y Šabanović es el David Attenborough residente. Šabanović, de 46 años, es alto y delgado, con una nube de pelo oscuro y un aura de humor socarrón que le sienta bien a este extraño lugar. Ahora está sentada al fondo de la sala, mientras su equipo busca soluciones a los problemas sociales de QT. En un momento dado, los estudiantes se atascan con la costumbre de QT de interrumpir. Tal vez eso esté bien, propone Šabanović. «Podemos jugar con el hecho de que será, inevitablemente, hasta cierto punto, estúpido», sugiere. Lo que los investigadores tienen que averiguar es «dónde la estupidez es perjudicial». Puede que ella esté en su elemento, pero los robots apagados y dormidos dan a la habitación una energía extraña, como si estuviera llena de fantasmas. Este es el superpoder de los robots sociales: no la fuerza, ni la velocidad, ni la precisión, sino las vibraciones. Se apoderan de nuestra psique. Se meten en nuestra piel. Aunque sabemos que no es así, les respondemos como si estuvieran vivos. La crítica tecnológica y escritora Sherry Turkle lo llama «pulsar los botones darwinianos» de la gente. A diferencia de otros aparatos, los robots despiertan nuestros instintos sociales. Por supuesto, explica Šabanović, «lo que distingue a los robots es que tienen un cuerpo». Y añade: «Pueden moverse, mostrar que nos prestan atención, provocarnos». Los niños aprenden más de un robot que de una pantalla. Los adultos confían más en los robots que en los ordenadores. Los perros obedecen sus órdenes. A Šabanović le fascinan estas reacciones, lo cual tiene sentido, porque ha vivido su vida en compañía de robots. Sus padres eran ingenieros y su padre trabajaba en robots industriales. En aquellos años, los únicos robots sociales estaban en la ficción. Los artilugios de su padre eran máquinas serias para la industria pesada. Cuando tenía 9 años, en 1987, la familia pasó un verano en Yokohama. Era hija única y solía acompañarla al trabajo y acurrucarse en el laboratorio con un libro. Se dio cuenta de que en Japón los robots de ficción eran amables y serviciales: más Astro Boy que Terminator. En la universidad, a mediados y finales de los 90, se preguntaba por qué algunas culturas daban por sentado que los robots del futuro serían dulces y simpáticos, mientras que otras los imaginaban como villanos o matones. Para entonces, también asistía a conferencias con sus padres, donde oyó hablar de robots sociales reales, máquinas diseñadas para interactuar con los humanos en nuestros términos. Parecía una idea extraña. Los robots industriales que ella conocía tan bien eran poco atractivos e intocables, y realizaban tareas peligrosas en cadenas de montaje. «Me intrigaba muchísimo: ¿cómo creen que va a funcionar esto? Quería entender estas nuevas relaciones que se forman entre las personas y las máquinas. Durante sus estudios, visitó y observó a las personas que estaban desarrollando el campo de la robótica social. En 2005 pasó un tiempo con el robotista pionero Takanori Shibata, del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón, y su cachorro de foca robot Paro. Hecho a mano, el animalito respondía al habla y al tacto balando -estaba programado con gritos reales de foca-, cerrando los ojos y moviendo la cola y las aletas. Era uno de los pocos robots de la época que podía utilizarse fuera del laboratorio sin la ayuda de un experto. Incluso en esta fase inicial, el público objetivo eran las personas mayores. Los investigadores llevaron la máquina a residencias de ancianos y Šabanović se sorprendió al ver el efecto. «La gente se iluminaba de repente, empezaba a hablarle, a contarle historias de su vida», dice. Los estudios de Shibata, entonces y después, demostraron que la foca de peluche mejoraba la calidad de vida; hacía que la gente interactuara más, reducía el estrés y aliviaba la depresión. Así que Šabanović se unió al emergente campo de la interacción humano-robot. Desde entonces, sus experimentos han explorado cómo proyectamos nuestros «imaginarios tecnocientíficos» -nuestro bagaje cultural, miedos y fantasías- en estos trozos de metal y plástico. Algo así como si Isaac Asimov se convirtiera en psicólogo experimental. En uno de sus primeros estudios, llevó a Paro a una residencia de ancianos para estudiar cómo el dispositivo convertía a los alborotadores en mariposas. La mayoría de los residentes ignoraban a la cría de foca hasta que aparecían otras personas. Se reunían para tocarlo. Comentaban sus sonidos y movimientos, riendo. El robot parecía abrir una puerta a otras personas. En Europa y el Reino Unido, una extraña ola de desarrollo de robots se está aventurando en el inexplorado mundo de la demencia avanzada, creando robots para el alma. A partir de la década de 2010, con nuevas máquinas como Haru y el androide Nao, que tenían más funciones y capacidad de recopilación de datos, ha explorado formas de incorporar más tipos de personas al proceso creativo. Desde entonces, Šabanović ha coescrito un libro de texto sobre interacciones entre humanos y robots y ha examinado la dinámica entre niños, robots y grupos de personas. Durante mi visita, el grupo de Šabanović se preparaba para presentar QT al público por primera vez en la conferencia anual de la Dementia Action Alliance en Indianápolis. A diferencia de la mayoría de las reuniones sobre enfermedades cerebrales, en esta no hay sesiones sobre nuevos fármacos ni horas de cóctel financiadas por las farmacéuticas. También a diferencia de otras conferencias, incluye a muchas personas que padecen demencia. Su objetivo es fomentar la comunidad y compartir conocimientos, pero, como aprendería, también es una coalición de personas que están hartas de la vergüenza y el estigma y empiezan a insistir en algo mejor. Estaba a punto de conocer a personas que no sólo soportaban el diagnóstico con esperanza, sino que lo abrazaban. El hotel Crowne Plaza de Indianápolis se construyó como una estación de tren de la Edad Dorada, y la sala de exposiciones de la conferencia es una antigua sala de espera, cuyos pasillos de azulejos resuenan ahora con el parloteo de la gente que llena la sala. La mayoría de la gente pasa de largo sin detenerse a inspeccionar los robots posados en la mesa frente a Weslie Khoo, un investigador postdoctoral en visión por ordenador que hoy está a cargo de las máquinas. Entonces Diana Pagan se dirige a Paro, la pequeña foca blanca. La acaricia mientras mueve la cola y parpadea lentamente con sus enormes ojos negros. Está encantada. Dice que le resulta familiar. «Para mí es más real. Mientras que esa cosa», señalando a QT, «es… una máquina». Su hijo John-Richard Pagan, de mediana edad, siente curiosidad por QT. Pero es propenso a las alucinaciones, dice, y no querría un robot parlante en su casa. «Una voz saliendo de la caja sería inquietante», dice. John-Richard padece demencia de cuerpos de Lewy, que puede causar confusión y problemas de atención. También se autoproclama aficionado a la tecnología y un poco «early adopter». En su día tuvo un Commodore 64, uno de los primeros ordenadores domésticos fabricados en serie. Ahora forma parte de un grupo de trabajo sobre tecnología organizado por la Dementia Action Alliance. Sobre el papel parece un tipo de robot, pero en general los robots no pasan sus pruebas. La mayoría de los inventores no lo entienden, dice. Cualquier cosa para personas con demencia tiene que ser intuitiva. No puedes dar por sentado que hay alguien cerca para explicar cómo se usa. Tiene que ser asequible, porque muchas personas con demencia tienen ingresos fijos. Y tiene que ser flexible y personalizable. A John-Richard le gustaría una máquina capaz de reconocer cuándo tiene un mal día: quizá analice sus patrones de habla y le diga que descanse, o quizá le ponga música. Quizá le hable suavemente cuando le oiga gritar en sueños por los terrores nocturnos inducidos por la demencia y le diga que está bien, que no está solo. «Esté donde esté, me oye y me reconoce», dice. «Funciona con mi flujo». Durante los días que dura la conferencia, la gente comparte historias sobre cómo es la demencia, intercambia consejos para hacer la vida más fácil y habla de las dificultades y los buenos momentos. Parece una reunión familiar. En lugar de agujeros negros, estos relatos son mezclas agridulces de pérdida y descubrimiento. Uno de los oradores dice que ya no puede cuadrar su chequera, aunque una vez fue contable. Pero se enamoró de la fotografía y su vida creativa está floreciendo. Durante una presentación, Šabanović pregunta al público cómo podría mejorar su vida un robot doméstico. Ella escucha, acariciando a Paro, y la conversación deriva inevitablemente hacia el factor asco. Un animal robot que habla es deshumanizante, dice una mujer con demencia. «Yo veo lo contrario», dice otra: Si hace feliz a alguien, ¿por qué deberían juzgarlo los demás? Oyendo a las personas con demencia debatir estas cuestiones éticas por sí mismas, es obvio que deberían haber liderado esta conversación desde el principio. La discusión debería ser de miles sobre quién tiene derecho no sólo a la vida, sino también a la autorrealización y la autodefinición. Todos los roboticistas con los que hablo señalan un influyente artículo de Amanda Lazar, profesora de interacción persona-ordenador en la Universidad de Maryland. Lazar describió en 2017 cómo el campo de la interacción persona-ordenador podría aprender de las nuevas ideas sobre la demencia y la mente. Desde René Descartes, la cognición humana se ha definido convencionalmente en torno a la capacidad de razonar, hablar y recordar. Estas definiciones excluyen a muchas personas con demencia y, según Lazar, también limitan nuestra imaginación sobre lo que pueden ser los ordenadores y los robots. En décadas más recientes, los científicos cognitivos han explorado y considerado capacidades humanas como las conexiones mente-cuerpo, las experiencias sensoriales y las emociones, que pueden estar intactas o incluso intensificadas en la demencia. Tal vez, sugiere Lazar, nuestra visión de la tecnología podría ampliarse paralelamente, alejándose de las prótesis puramente cognitivas y acercándose a una apreciación más holística de la función mental. Su formulación se dirige a otros estudiosos, pero rebota en mi cerebro. Mis padres no se acuerdan. Viven vívidamente el momento: bromean, se fijan en pequeños detalles de mi ropa o mi pelo, me sorprenden constantemente con sus firmes opiniones. A ambos les fascina el tráfico constante de su barrio de California. «¡Mira cuántos coches!», me dice mi madre, o mi padre a mi madre, con un asombro mezclado con horror. Me enseñan que la imaginación y la creatividad persisten en el cerebro humano mucho después de que la memoria y la lógica se vengan abajo. «Es como un bañador de lana», dijo mi padre de sopetón una noche durante la cena, señalándose la cara. Con el tiempo me di cuenta de que me estaba diciendo que le picaba la barba y que había que recortársela. No tendrían ni idea de cómo tratar con QT y sus alegres preguntas y respuestas; este proyecto ikigai no está diseñado para personas cuyo lenguaje está empezando a fracturarse. Pero otros inventores tienen en mente a gente como ellos, me dijo Lazar por Zoom. En los Países Bajos, Bélgica y el Reino Unido, una extraña ola de desarrollo de robots se está aventurando en el inexplorado mundo de la demencia avanzada, encontrando posibilidades inexploradas para el juego y el deleite, creando robots para el alma. Un par de manchas blancas y redondas se sientan una al lado de la otra, cada una del tamaño y la forma de una calabaza. Cada 10 minutos aproximadamente, los orbes croan como ranas, o gorjean como grillos, y brillan con luz propia. Quieren llamar tu atención. Coge una y, dependiendo de si la acaricias, la golpeas o la agitas, responderá con ruido y luz. Si los orbes están en modo «primavera» y acaricias uno, cantará como un pájaro y se sonrojará de blanco a rosa. Si ignoras la segunda burbuja, se pondrá celosa y se sonrojará de rojo. Si a continuación tu amigo coge la esfera número dos, imitarán la luz y el sonido de la otra, animándoos a jugar juntos. Los blobs se llaman Sam, y juntos forman un robot social reducido a su esencia: una invitación a conectar. Sam es una de las creaciones de otro mundo surgidas del Centro de Especialización en Demencia y Tecnología de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Países Bajos). Rens Brankaert y sus colegas no llaman robot a esto ni a lo demás que fabrican. Lo llaman tecnología cálida. «Queremos contribuir a la calidez entre las personas», dice. Y crear artilugios que gusten a un mayor número de personas». El enfoque se inspira en la propia historia de Brankaert en el diseño. Cuando era estudiante, construyó un calendario interactivo de gran tamaño y fácil lectura para personas con discapacidad cognitiva. Los usuarios podían crear horarios y recordatorios diarios enganchando dibujos de pastillas, un teléfono o comida en el lugar a la hora adecuada. Llevó el prototipo a las casas de la gente, pero descubrió que lo odiaban. Lo veían como el equivalente de una silla de ruedas o un bastón, un símbolo de discapacidad, o lo que un defensor de la causa denominó «dongle para discapacitados»: un artilugio bienintencionado que no resuelve un problema real. Brankaert cometió un error que cometen muchos diseñadores: no preguntó a su público qué quería. Esta experiencia le llevó a doctorarse y a descubrir cómo trabajar en colaboración con personas en todas las fases de la demencia. Todos los miércoles por la tarde, Brankaert y sus estudiantes se reúnen con un grupo local de personas con demencia leve, una colaboración que, al igual que la de Šabanović, dura ya años. Los diseñadores también trabajan en proyectos en una residencia cercana, con residentes cuyos gestos, parpadeos de interés, risas y usos de la metáfora pueden ser tan significativos como sus palabras. Mientras exploraba un primer prototipo de dispositivo sonoro, una mujer introvertida reaccionó al canto de los pájaros imitando el movimiento de las alas con las manos. «A veces me pongo un poco nerviosa, así que subo con todos esos pájaros», dice sonriendo. «Me encanta. Cómo vuela todo ahí arriba». Otra persona simuló soltar palomas. Es de lo que hablaba Lazar: tecnología que nos encuentra allí donde vivimos, con sensaciones y experiencias, en lugar de mediadas por textos y swipes. A menudo, estos inventos son agradablemente surrealistas. Cathy Treadaway, de la Universidad Metropolitana de Cardiff (Reino Unido), diseñó Hug, una máquina de tela flexible, como una pesada bufanda con forma humana. Si te envuelve con sus brazos, el «corazón» de su interior empieza a latir, para reconfortarte sin palabras. Mi madre puede estar tan presente en el momento que parece estar casi fuera del tiempo. Desde mi punto de vista, esta inmediatez parece que podría ser un alivio, quizá una gracia salvadora de su demencia. Pero la verdad es que no lo sé. Compartir la experiencia de uno de estos artilugios podría ayudarme a unirme a ella en su realidad en lugar de intentar siempre arrastrarla a la mía. ¿Por qué no un pañuelo con un corazón que late? ¿Por qué no globos luminosos? Una de las tecnologías más cálidas del grupo de Eindhoven y sus colaboradores es Vita, una almohada de patchwork con paneles de vinilo. Al pasar la mano por un parche, un sensor detecta tu presencia y reproduce un paisaje sonoro personalizado y familiar: un paseo por una calle empedrada bajo la lluvia, tal vez, o el traqueteo de tazas de café, servidores y cucharas en una cafetería. Los familiares y cuidadores seleccionan los sonidos que creen que resonarán en el usuario. Tras años de pruebas, la almohada se ha ido perfeccionando y Brankaert está en conversaciones con un socio para producirla y comercializarla. En una demostración, una mujer de pelo blanco está sentada tranquilamente, con cara de sueño o, muy posiblemente, con sueño. «Buenos días», le dice su hija, pero la mujer no responde. La hija coloca la almohada en el regazo de su madre y guía la mano de ésta sobre una gran mancha amarilla. Surge el estribillo de la castaña de la Segunda Guerra Mundial «We’ll Meet Again». Los ojos de la anciana se iluminan y una sonrisa de reconocimiento se dibuja en su rostro. Empieza a cantar. ¿Para qué sirve este artilugio de almohada? No le devuelve el habla ni arregla su memoria ni sustituye nada de lo que ya no puede hacer. Ayuda a los dos a encontrarse de nuevo en el oscuro y confuso terreno de la demencia. Es diciembre cuando vuelvo a visitar el laboratorio de Šabanović, esta vez por videoconferencia, con la ayuda de un robot de telepresencia llamado Kubi. El dispositivo es básicamente una tableta sobre un soporte motorizado que el usuario remoto -yo- puede girar para mirar a los demás en la sala (Kubi significa «cuello» en japonés). Abro la aplicación y veo a Hsu, que ha colocado cuidadosamente el sistema en la mesa de conferencias. A mi alrededor hay un grupo de personas mayores con y sin demencia que son invitadas aquí cada mes para analizar proyectos en curso. Hoy vuelven a evaluar QT. El robot demuestra algunas habilidades nuevas, y ellos critican su rendimiento con entusiasmo y precisión, centrándose en su ineptitud con las señales básicas de la conversación, como entender si alguien simplemente ha hecho una pausa o realmente ha dejado de hablar. Se aprende mucho sobre las personas saliendo con robots. QT me dejó claro hasta qué punto la interacción humana depende de pequeños movimientos y sutiles cambios de ritmo. Incluso con los últimos modelos lingüísticos de inteligencia artificial, QT no puede jugar al juego social. Su cara expresa emociones, entiende las palabras y escupe frases, y «volea», siguiendo tu respuesta con otra pregunta. Aun así, le doy un suspenso. Mis padres, por su parte, no tienen problemas para captar los matices de la conversación. Mi madre ahora habla menos, pero aunque se aleja del mundo y pasa más tiempo absorta en sus propios pensamientos, es rápida en calibrar mis emociones e intenciones. Puedo mentirle con palabras, pero no puedo ocultar mis sentimientos. Ella lo sabe. Cuando empecé a hablar con personas como Šabanović y Brankaert, no entendía cómo podían ver tan claramente la humanidad en la demencia cuando los expertos en demencia a menudo no pueden. Ahora creo que tengo una respuesta. Para crear una tecnología interactiva de éxito, es necesario tener una comprensión operativa de la humanidad: qué no es suficiente, qué es demasiado y los factores que determinan este juicio. Si lo calculas correctamente, tu robot es mono, útil o impresionante; si lo haces mal, tu robot es un canalla. A estos creadores de robots no les preocupa lo que les falta a las personas con demencia. Ven lo que perdura y apuntan directamente a ello. Las predicciones sobre la demencia son desalentadoras. Cada año, más de nosotros -y más de nuestros padres, amigos y seres queridos- viviremos con ella. Millones más tendrán que ayudar, como yo. Pero los robots me han revelado que los cuidados y la demencia no tienen por qué ser los miserables dominios de los pañales para adultos, la decadencia y la desesperación. Ayudar a mis padres sigue siendo el trabajo más duro que he tenido nunca. Tropiezo una y otra vez, no consigo anticiparme a sus necesidades, no consigo ver lo que ha cambiado y lo que no. Es angustioso. Pero puede ser hermoso, gratificante e incluso divertido. Por ahora, no hay ningún nuevo y reluciente amigo que vaya a arreglar la vida de mis padres. No pasa nada. He encontrado algo mejor: el optimismo de que las personas con demencia y sus cuidadores no estarán tan solos. Faltan cuatro días para Navidad y QT vuelve a visitar la casa de Jill, ataviado con un gorro de Papá Noel y un pichi verde bosque. Con la ayuda de ChatGPT, ahora es más divertido hablar con QT. Unas cuantas docenas de residentes, familiares y personal están aquí, además de gran parte del equipo de Šabanović. Nora, la hija de 3 años de Šabanović, está acurrucada en su regazo, continuando el legado familiar. Mira tímidamente al robot. Se trata de una fiesta más que de un experimento formal. La sesión pronto se convierte en un caos amistoso en el que todos hablan por encima de los demás y se ríen. Todos cantamos «Here Comes Santa Claus», mientras el robot agita los brazos. Phil juega al cucú con Nora. Realmente parece un vistazo al futuro: las personas con demencia son personas normales y corrientes, y la máquina entre los humanos es un invitado más.

Kat McGowan

La inflación de diciembre fue de 25,5% y en 2023 alcanzó el 211,4%

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La inflación de diciembre se disparó a 25,5% y en todo 2023 alcanzó el 211,4%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El guarismo estaba dentro del parámetro esperado por las estimaciones privadas, ubicadas en un rango de entre 25% y 30%, tras la devaluación del 54% del peso y la desregulación de la economía. De esta manera, el Índice de Precio al Consumidor (IPC) mensual es el más alto desde la salida de la hiperinflación en febrero de 1991, cuando la variación de precios avanzó un 27%. Inflación acumulada de 2023 fue la más alta desde 1.990 cuando la suba de precios del año llegó al 1.343,9%, hiperinflación.

El plan de estabilización de Milei

El martes pasado, el portavoz presidencial Manuel Adorni sostuvo que el Gobierno está llevando adelante un «plan para estabilizar» la economía. En medio de los aumentos generalizados en varios rubros, el vocero advirtió que va a llevar un tiempo salir de la «encerrona inflacionaria».
«Es un proceso largo y el trabajo que estamos haciendo de equilibrio de las cuentas, de saneamiento del Banco Central, y esto impactado por el atraso y distorsión de casi todos los precios de la economía hace que estemos atravesando este momento, que por supuesto va a llevar un tiempo salir de esta encerrona inflacionaria», manifestó el vocero.

Inflación: qué se espera para el mes de enero

Pese a la desaceleración de las últimas semanas, las subas de precios de diciembre dejan una inercia importante para enero. Esto se verá potenciado por otros incrementos que ya fueron anunciados, como el salto en el 45% de la tarifa de colectivos en el AMBA, aumento de peajes y subte y el incremento en torno al 40% por parte de las prepagas. En tanto, la expectativa de inflación para los próximos 12 meses aumentó más del doble en diciembre a 225,9%, según un informe de la Universidad Torcuato di Tella (UTdT) La suba de precios registró “un gran aumento” al pasar de 107,2% en la medición noviembre a 225,9% en diciembre, según la encuesta mensual que realiza la UTdT . El trabajo de campo sobre el cuál se elaboró este índice fue realizado entre el 11 y el 15 de diciembre, luego de la asunción de Javier Milei a la presidencia.

Otra etapa del acuerdo con el FMI: No cambia la situación del deudor eterno

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Caputo dixit: “un acuerdo nuevo hubiera implicado mucho mayor tiempo y, dada la situación que recibimos de crisis donde teníamos que hacerle frente a un pago al Fondo mismo a la semana de haber asumido sin tener la plata, la alternativa más viable fue lo que hemos hecho: conseguir la plata para pagarle al Fondo y conseguir reflotar el acuerdo para garantizar que no va a haber sobresaltos en los próximos cuatro meses”. Nada de eso es cabal. La situación que le dejó Caputo a su sucesor Sandleris en septiembre 2018 (crédito Stand by dinamitado), fue mucho más grave que la que recibió hace un mes (Acuerdo de Facilidades Extendidas). Además, Luis Caputo había sido despedido por Mauricio Macri “a solicitud de Christine Lagarde”, por manejos poco satisfactorios. “La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce que Caputo es un experto en finanzas, pero jamás le perdonará haber jugado con las reservas del Banco Central para contener la suba del dólar ante la desconfianza de los mercados globales”. (Infobae, 26 septiembre, 2018). Lo que quiso decir es que Caputo le dio dólares del FMI, muy baratos a quienes los fugaron. El FMI tiene expresamente prohibida esa maniobra. La verdad es que están buscando prestamos desde que Milei ganó las elecciones y no consiguen que nadie les preste. Ni para fortalecer reservas, ni para pagarle al FMI (siguen atrasados los pagos de enero). Con respecto al Acuerdo de Facilidades Extendidas, los funcionarios le recordaron que no se puede cambiar. Ellos deberían saberlo. Por todo lo dicho, los próximos cuatro meses no se descomprimieron, habrá que raspar la olla y la protesta social irá en aumento, serán meses con altísimos sobresaltos. Caputo sostuvo durante la monserga de las 21 horas que está abierta la posibilidad “inverificable” de acceder a nuevos préstamos, pero que esa no es la intención del gobierno. Falaz, de toda insinceridad.Redundó nuevamente con el insufrible esclarecimiento de: “si en tu casa gastas más de lo que entra…”.

La única verdad es la realidad (Aristóteles)

Si ganabas $500.000 antes del 10 de diciembre, y gastabas $500.000, estabas con presupuesto en equilibrio. Pero desde entonces hubo una devaluación de 120%, los combustibles subieron más del 100% e inciden en el transporte directa e indirectamente, la medicina prepaga aumento 40% y viene por más-ya que es oligopólica y no está sometida a la competencia internacional-, los alimentos duplicaron su precio, la energía se va a cuadruplicar y, el alquiler aumentó al doble. Para nivelar a usted le deberían ampliar el sueldo un 100%. Pero si no le aumentan el sueldo 100%, también podría conseguirse otro trabajo donde gane otros $500.000 y así igualar el cálculo logrando “déficit familiar cero”. El problema es que en la economía real, como hay recesión e inflación galopante, no le van a poder aumentar el sueldo como aumentaron y seguirán creciendo los precios y, como habrá menos puestos de trabajo disponibles porque las empresas van a estar facturando un volumen menor en unidades, estarán despidiendo personal, por lo tanto, no podrá conseguir otro empleo adicional. Al contrario, deberá estar orando a Dios para que no le despidan. Entonces su familia que no es un país y no puede pedirle préstamos al FMI, ni colocar títulos en el exterior, ni emitir moneda, la tendrá difícil. Un país no es como una familia, ni siquiera es como una empresa. De aquí en más cuando un economista le haga creer que entendió con esa comparación indecente, exponga que no le place que lo tome por infradotado. Es muy fácil y de muy mal gusto hacerle creer a alguien que entendió economía.

Los mercados no tienen memoria: 1981, 1983, 1989, 2001

Se apuraron a subir antes de escuchar al ministro, porque se les montó un mensaje que se cayó en el show de “la prime time”. La idea organizada era introducir presión al FMI y generar expectativas de anuncios favorables, porque no son pocos los empresarios vienen sospechando de la viabilidad del programa de Caputo. Obviamente no hay nada para festejar. Los funcionarios contestaron solo preguntas dóciles y sin repreguntas a medios amigables. Se esperaba la noticia de un desembolso contiguo. La parte real es que no hay nuevo acuerdo, continúa el convenio que llevó a cabo Martín Guzmán y luego siguió Sergio Massa. El Acuerdo residía fatigado y se agotó en el último tramo de gobierno anterior, que cumplido a rajatablas. Lo último que podía hacer el FMI, era dejar que se produzca la moratoria de la deuda argentinaPodía ser una catástrofe que colapsara el crédito del cliente de mayor exposure del FMI, podía producir contagios. El organismo internacional estaba sumamente enfocado en componer y que “sigan dando vuelta los platillos chinos”.

El FMI canceló la calificación de 2018

Fracasó la idea de reflotar la calificación obtenida por Macri de u$s 57.500 millones, nunca desembolsada, justamente por la pretérita ineptitud de Luis Caputo 2018, con lo cual se hubiera podido producir un aumento de reservas, disipando la incertidumbre de cortísimo plazo. Es que la Argentina debe pagar al FMI u$s1.915 millones en enero, u$s763 millones en febrero y u$s1.915 millones en abril, sumando u$s 4.592 millones en el primer cuatrimestre del año. Hubiese sido muy importante que se lograra el aporte de un monto mayor a los pagos para fortalecer reservas y quitar presiones. Sin dinero fresco, no cambia nada, la desconfianza crece respecto del éxito del programa económico y, la viabilidad social del esquema económico es dudosa. Los mencionados “nuevos compromisos asumidos”, no están claros. Solo trascendió que el FMI pretende la unificación cambiaria y el levantamiento del CEPO que pusieron Macri y Lacunza en agosto 2019.

Un único anuncio y muchas inexactitudes

“El staff del FMI enviará la recomendación con las nuevas metas…”. Por ahora no hay nada aprobado… Si el Directorio ratifica la encomienda de la burocracia-parece obvio que eso sucederá-, sólo será por el equivalente a los pagos que ellos mismos se aseguraran recibir para no soportar el equivalente a un default, que se viene roleando después de la catástrofe de Dujovne en adelante. Durante la conferencia se ratificaron inexactitudes, Caputo luce poco afecto a la lectura, ha expresado enorme desconocimiento sobre historia económica argentina, probablemente por desinterés o periodos de ausencia en el país. Argentina nunca fue la potencia de la cual habló, ni la utopía que fantasea Milei. La vida en la Argentina hace 100 años era una subsistencia sin derechos, ni momentos felices para la mayoría de los pocos habitantes de aquel tiempo.

Penoso

Por último, Bausili dijo que el FMI está cómodo y, lo que no dijo, es que la sociedad está irritada. No solo el 45%, sino parte de los que votaron a Milei. Dos caras de una misma moneda, el ajuste brutal que establecieron, reconforta al FMI, porque supera sus expectativas de ajuste, pero condena a los pobres y a la clase trabajadora a despidos y caída del salario, como consecuencia de la fenomenal recesión que ya ha comenzado a provocar sufrimientos. “Creemos que es hora de que el país resuelva sus problemas financieros solucionando sus problemas estructurales de fondo, que es su adicción al exceso de gasto público y al déficit fiscal, que es en definitiva el que termina generando los problemas que después la sociedad sufre”, dijo desfachatadamente Caputo, quien en 2017 logró el déficit fiscal más alto desde la guerra de Malvinas. Cuando Caputo habló del engaño de pedir dinero para financiar déficit fiscal, omitió decir que durante el periodo de Mauricio Macri él fue el ministro de Finanzas y presidente del BCRA que endeudó al país con nuevos créditos por 106.000 millones de dólares, sin contar las deudas deuda en LEBAC, que luego pasaron a LELIQ. Lo que está claro es que el FMI que le pidió a Mauricio Macri que echara del BCRA a Luis Caputo, aun no le ha renovado la confianza, como no lo hicieron los banqueros privados y fondos de inversión que fue a visitar con Milei el mes pasado. Mientras Caputo este a cargo, lo más adecuado es el eslogan que les dieron en EE.UU. y luego le trasladaron a la cumbia, “para ustedes “NO HAY PLATA”.

Pablo Tigani

El secretario de Energía fue interrogado en el Congreso sobre una privatización de Nucleoelectrica

El Gobierno aseguró que no privatizará Nucleoeléctrica S.A., la empresa estatal que opera las tres centrales nucleares que funcionan en Argentina. Así lo aclaró el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, durante el debate de la ley ómnibus que se lleva adelante en el Congreso. Además, ante otra de las consultas de los legisladores, aclaró que el proyecto de ley no tiene intención de nacionalizar los recursos naturales que corresponden a las provincias. Pese a que institucionalmente Chirillo es el secretario de Energía, el funcionario fue el designado por el Gobierno para abrir las exposiciones en el debate del proyecto de ley llamado “Bases y Puntos de Partida para la libertad de los argentinos”. Es que el abogado, especialista en temas energéticos, fue uno de los cerebros del armado de la ley ómnibus desde febrero del 2023. Luego su trabajo fue combinado con un documento que venía trabajando Federico Sturzenegger. Durante el comienzo del debate, la oposición fue crítica de que la apertura del proyecto de ley quedara en manos del secretario de Energía y que no tenga fecha la presencia del ministro de Economía, Luis Caputo, ni del jefe de Gabinete, Nicolas Posse, ni de Sturzenegger, el expresidente del Banco Central que hoy no tiene ningún cargo en el Gobierno.

Centrales nucleares

Las diputadas que llevaron las inquietudes sobre la posibilidad de que las centrales nucleares pasen a ser gestionadas de forma privada fueron Silvia Lospenatto (JxC) y Agustina Propato (UxP). La respuesta de Chirillo en el Congreso fue: “Respecto de la pregunta que me hacían de Nucleoeléctrica creo que el tema está resuelto. La prohibición de no privatizarla está resuelto en el artículo 37 de este proyecto, que asegura al Estado tener la acción de oro, de manera que ese tema está resuelto”. Las dudas habían surgido a raíz de que la ley ómnibus plantea en el capítulo II, titulado “privatización de empresas públicas”, que hay 41 compañías estatales que serán sujetas a privatización. En el anexo del proyecto de ley, donde están listadas las 41, figuraba Nucleoeléctrica S.A., que es la sociedad anónima a cargo de la producción de energía nuclear. Opera las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse, lo que representa el 7% del total de la matriz eléctrica de Argentina. El capital accionario de Nucleoeléctrica se encuentra distribuido en 79% el Ministerio de Economía, 20% la Comisión nacional de energía atómica y 1% Energía Argentina. El artículo al que hizo referencia Chirillo es el artículo 11 de la ley ómnibus, que lo que hace es sustituir el artículo 37 de la ley 24.804, que es la ley nacional de la actividad nuclear, por el siguiente: “ARTICULO 37. A los fines de las privatizaciones señaladas en el artículo 36, se constituirán sociedades anónimas, en las cuales el Poder Ejecutivo nacional podrá conservar una (1) acción con derecho a veto en las decisiones que impliquen el cierre de la actividad”. No está claro cuánto puede haber influido la visita de Rafael Grossi a la Argentina sobre este tema. Se trata del argentino que lidera el Organismo Internacional de la Energía Atómica, un organismo fundamental a nivel global. Por ejemplo, Grossi se sentó con Vladimir Putin en plena guerra Rusia-Ucrania para preservar la seguridad de la central nuclear más grande de Europa. La presencia de Grossi en el país fue para acompañar al presidente, Javier Milei, a la Antártida, para poner en marcha la implementación de tecnología nuclear para el control de la contaminación por plásticos. Sobre la posibilidad de privatizar las centrales nucleares, como lo prevé la ley ómnibus, Grossi fue contundente. En una entrevista con el diario La Nación, afirmó: «Las centrales nucleares tienen un factor de seguridad y de actividad controlada que acaso son las más reguladas en el mundo. Y por lo tanto, requiere una interacción muy grande con el sector público. Hasta qué punto vos podés lograr un modelo que sea compatible con eso, no sé. Porque requiere mucha inversión en materia de seguridad. Entonces, no sé, un privado que vaya a comprar eso…». Puntualmente sobre Nucleoeléctrica, afirmó: «Una central nuclear no es una actividad económica cualquiera, requiere un entramado de normas y de medidas de seguridad muy altas para hacerse bien. Y la Argentina lo hace muy bien, porque como ves está operando centrales nucleares desde hace medio siglo sin problemas mayores».

El futuro de YPF y de los hidrocarburos

Ante las consultas sobre el futuro de YPF, Chirillo le cedió la palabra a Rodolfo Barra, procurador del Tesoro, quien también participó de la apertura del plenario de comisiones. Sobre la posible privatización de YPF, Barra afirmó: “Para venderla hay que conjugar la defensa que estamos haciendo en un pleito que no está terminado y que va a llevar algún tiempo todavía, con la posibilidad de alguien que quiera adquirirla si es que el Estado lo pone en venta, porque la declaración de sujeta a privatización es una habilitación, no es una orden”. En la misma línea, Chirillo informó: “Las empresas del Estado no se pueden privatizar en la situación en la que están. Antes, deben ser ordenadas, eficientizadas y declaradas sujetas a privatización, conforme el procedimiento actualmente vigente la Ley 23.696. De manera que se está observando la legalidad absoluta en ese sentido”. Finalmente, Chirillo admitió que la ley ómnibus tenía un error sobre la potestad de los hidrocarburos: “Efectivamente, hay un error. No hay una intención de nacionalizar los recursos naturales que corresponden a las provincias, eso ya está rectificado, resuelto y hablado con los gobernadores”.

Las exportaciones del agro argentino en el podio global

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La producción agroindustrial argentina tiene un peso altamente significativo para la economía nacional, pero también para el mundo. En varios productos el país se encuentra dentro del podio de los grandes exportadores a nivel mundial y en dos de ellos lidera con comodidad.

Lo cierto es que Argentina es un país productor con un perfil claramente exportador. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, de las casi 130 millones de toneladas (Mt) promedio que se han cosechado entre 2017 y 2021, 93 Mt han tenido como destino el mercado externo, es decir, el 70% de la cosecha se exporta cada año.

Por otro lado, al analizar su peso sobre el total exportado se observa que las exportaciones agroindustriales representan dos terceras partes. “En el contexto actual de precios internacionales y dejando a un lado la histórica sequía de la campaña 2022/23, en promedio los envíos al exterior de los principales complejos agroindustriales representan USD 32.000 millones al año”, indica el estudio.

Durante el período 2017-2021, entre los principales cereales Argentina exportó en promedio 31 Mt al año de maíz, seguido por trigo con unas 11 Mt. En el ámbito de las oleaginosas, se destaca el complejo soja, con exportaciones promedio anuales por 6,7 Mt de poroto, 5 Mt de aceite, 28 Mt de harina de soja y 1,1 Mt de biodiesel.

Al mismo tiempo, el agro no solo es importante puertas adentro, sino que la participación relativa en el comercio internacional de Argentina es en algunos casos muy relevante.

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Complejo soja

Argentina es el primer exportador de aceite y harina de soja, en ambos casos cuenta en promedio con el 40% del mercado mundial.

Siguiendo el promedio de las últimas cinco cosechas sin tener en cuenta la última campaña 2022/23, Argentina registra exportaciones anuales de harina de soja por 28 Mt, seguido por Brasil con 17 Mt y EE. UU. con 12 Mt. En el caso de Brasil, su incremento sostenido en la producción y “crush” de soja le ha permitido lograr una tendencia creciente en su participación dentro del mercado mundial de harina de soja y reducir la brecha con Argentina. “Es más, en el último año comercial 2022/23, en coincidencia con la sequía histórica de Argentina, consiguió hacerse con el primer puesto en términos de volumen de exportación en dicho subproducto del complejo”, señalaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Por otro lado, las exportaciones de aceite de soja promedian 5,2 Mt al año. Argentina se consagra con gran diferencia como el principal abastecedor a nivel mundial, triplicando el volumen exportado del segundo, Brasil. Al igual que en el mercado de harinas, este último ha venido incrementando a paso firme sus exportaciones de aceite, pero aún muy por debajo de los guarismos argentinos.

En lo que respecta a la exportación directa del poroto de soja, las posiciones cambian. El sector agroexportador argentino, que goza de gran competitividad a la hora de comercializar productos derivados de la oleaginosa, deja un bajo margen para las exportaciones directas del poroto. El complejo como un todo se encuentra muy por detrás de los dos principales jugadores, quedándose con el tercer puesto. En este sentido, Brasil ha pasado de exportar poco más de 70 Mt de poroto de soja entre 2017 y 2019 a alcanzar de media 85 Mt en las últimas tres campañas, según estimaciones del USDA. Estos guarismos lo posicionan como el principal exportador de soja, superando a los norteamericanos, que operan en promedio 54 Mt cada año. Mientras que, en un tercer puesto muy alejado aparece Argentina con exportaciones por 6 Mt.

Otros sectores con protagonismo

Argentina aparece en el tercer puesto entre los principales productos del complejo girasol, explicando el 7% de las exportaciones mundiales de harina y aceite de girasol. Se vislumbra como un mercado que detenta una presencia nacional creciente, comercializando en promedio 1 Mt de cada subproducto durante las últimas dos campañas.

Además, Argentina es el segundo exportador mundial de sorgo; en promedio, durante las últimas cinco campañas sin tener en cuenta la 2022/23, exporta 1 Mt anualmente. Sin embargo, el país ha tenido una performance sobresaliente durante la cosecha 2020/21 exportando 2,2 Mt y en la 2021/22 con 1,7 Mt. Estados Unidos es quien lidera el podio de exportaciones de este cereal, explicando en promedio el 68% del mercado, con exportaciones promedio de 5,4 Mt en términos anuales.

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Por otro lado, nuestro país ocupa el segundo lugar entre los principales exportadores de maíz a nivel mundial contemplando el promedio entre la campaña 2017/18 y la 2021/22, con un volumen de exportaciones anuales por 31 Mt respectivamente. No obstante, esta situación podría cambiar dado que Brasil se está consolidando en el mercado exportador.

El mercado internacional de trigo es el menos concentrado entre los mencionados en el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. Los diez principales países exportadores explican el 93% del comercio internacional del grano. Por lo tanto, el share mundial del mercado se encuentra distribuido entre varios países y regiones económicas.

Rusia encabeza la lista como principal exportador. Si bien ha sabido mantener un promedio anual de 36 Mt entre los últimos años, la campaña 2022/23 marca un salto importante de las exportaciones hasta 47 Mt según el USDA. Esto se debe a un gran desempeño en la producción que aumentó 17 Mt el último año hasta nada menos que 92 Mt.

El conglomerado de países de la Unión Europa aparece ya en segundo lugar, explicando el 16% del mercado, seguido por Estados Unidos con el 13%, Canadá con el 12%, Ucrania Australia con el 9% cada uno. Finalmente, aparece Argentina con exportaciones promedio de 11,6 Mt de trigo por campaña y con una participación del 7% del mercado mundial del cereal.

En lo que respecta a la industria de biodiesel, Argentina ha atravesado una difícil situación durante este último año debido al impacto de la sequía, llevando a niveles mínimos de exportaciones. En el concierto internacional, actualmente el país ocupa el sexto puesto del ranking de los principales exportadores a nivel global. Por delante se encuentra la UE con el 34% del mercado, seguida por Estados Unidos, Indonesia y Brasil.

El 2023 fue el año más caluroso en la historia del planeta

La Tierra batió el año pasado récords de temperatura anual, estuvo cerca del límite del calentamiento acordado y mostró nuevas señales de un planeta febril, informó el martes la agencia climática europea. El organismo climático europeo Copernicus indicó que el año pasado la temperatura se situó 1,48 grados centígrados (2,66 °Fahrenheit) por encima de la era preindustrial. Eso está apenas por debajo del límite de los 1,5 °C que el mundo se había propuesto en el Acuerdo Climático de París de 2015 a fin de evitar los efectos más severos del calentamiento mundial. Y enero de 2024 está encaminado a ser tan caluroso que, por primera vez, un período de 12 meses superará el límite de 1,5 °C, afirmó la subdirectora del Copernicus, Samantha Burgess. Los científicos han dicho repetidamente que el planeta debería tener un calentamiento promedio de 1,5 °C a lo largo de dos o tres décadas para estar técnicamente en violación del límite.
El objetivo de 1,5 °C “tiene que mantenerse porque hay vidas en riesgo y hay decisiones que tendrán que tomarse”, declaró Burgess. “Y esas decisiones no nos afectarán ni a ti ni a mí, pero sí a nuestros hijos y nietos”. Las altas temperaturas sin precedentes causaron estragos e incluso varias muertes en Europa, Norteamérica, China y muchos otros lugares el año pasado. Pero los científicos advierten también que el calentamiento atmosférico está causando fenómenos climáticos extremos, como la prolongada sequía en el Cuerno de África, los aguaceros torrenciales que destruyeron represas y mataron a miles de personas en Libia y los incendios forestales en Canadá que contaminaron los aires desde Norteamérica hasta Europa. En un evento de prensa por separado, la climatóloga del Imperial’s College Friederike Otto, líder del grupo World Weather Attribution que calcula el papel del calentamiento global en los fenómenos meteorológicos extremos, señaló que “definitivamente, vemos en nuestro análisis el fuerte impacto de que haya sido el año más cálido”. El equipo de World Weather Attribution únicamente analiza sucesos que hayan afectado a por lo menos un millón de personas o hayan causado la muerte de más de 100 personas. Pero Otto señaló que su equipo se vio rebasado con más de 160 de estos eventos en 2023, y sólo pudo realizar 14 estudios, muchos de ellos sobre olas de calor. “Básicamente, toda ola de calor que ocurre actualmente ha tenido más probabilidades de ocurrir y es más cálida debido al cambio climático inducido por el ser humano”, dijo. El año pasado, Estados Unidos fue sacudido por 28 desastres climáticos que provocaron al menos 1.000 millones de dólares en daños cada uno, superando con creces el récord anterior de 22 en 2020, dijo la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés). El número de esos costosos desastres, que se ajusta de acuerdo con la inflación, se ha disparado desde que promediaba apenas tres al año en la década de 1980 y poco menos de seis al año en la de 1990. Los desastres multimillonarios del año pasado en Estados Unidos incluyeron una sequía, cuatro inundaciones, 19 tormentas severas, dos huracanes, un incendio forestal y una tormenta invernal. En conjunto, provocaron la muerte de 492 personas y causaron daños por cerca de 93.000 millones de dólares, según la NOAA. La reducción del hielo marino antártico alcanzó mínimos históricos en 2023 y rompió ocho récords mensuales, informó Copernicus. Copernicus calculó que la temperatura global promedio en 2023 fue cerca de una sexta parte de grado Celsius (0,3 grados Fahrenheit) mayor al récord anterior establecido en 2016. Aunque parece una cantidad menor en el registro mundial, se trata de un margen excepcionalmente amplio para el nuevo récord, afirmó Burgess. La temperatura promedio del planeta en 2023 fue de 14,98 grados Celsius (58,96 °F), calculó Copernicus. “Rompió récords por siete meses. Tuvimos los meses de junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre más cálidos”, afirmó Burgess. “No fue sólo una estación o un mes excepcional. Fue excepcional por más de la mitad del año”. Existen varios factores que convirtieron a 2023 en el año más cálido del que se tenga registro, pero el mayor de ellos fue, por mucho, la cantidad siempre en aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, afirmó Burgess. Dichos gases provienen de la combustión de carbón, petróleo y gas natural. Otros factores fueron el fenómeno natural de El Niño — un calentamiento temporal del centro del Pacífico que altera el clima en todo el mundo — así como otras oscilaciones naturales en el Ártico, los océanos Antártico e Índico, el incremento de la actividad solar y la erupción de un volcán submarino en 2022 que lanzó vapor de agua a la atmósfera, indicó Burgess. Malte Meinshausen, climatólogo de la Universidad de Melbourne, señaló que aproximadamente 1,3 grados Celsius del calentamiento provienen de los gases de efecto invernadero, mientras que otro 0,1 grados Celsius se deben a El Niño y el resto a causas menores. Los registros de Copernicus se remontan únicamente a 1940 y se basan en una combinación de observaciones y modelos de pronóstico. Otros grupos, como la NOAA y la NASA, la Oficina Meteorológica del Reino Unido y Berkeley Earth tienen registros que datan de mediados del siglo XIX, y el viernes anunciarán sus cálculos correspondientes a 2023, los cuales se prevé que rompan récords. La Agencia Meteorológica de Japón, que utiliza técnicas similares a las de Copernicus y cuyos primeros registros datan de 1948, calculó el mes pasado que fue el año más cálido, con 1,47 Celsius (2,64 Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales. La base mundial de datos de la Universidad de Alabama, campus Huntsville, que utiliza mediciones satelitales en lugar de datos obtenidos en la superficie terrestre y cuyos registros se remontan a 1979, también reveló que fue el año más cálido del que se tenga registro, pero no por tanto. Aunque las observaciones reales se remontan únicamente a menos de dos siglos, varios científicos afirman que las pruebas obtenidas en los anillos de los árboles y núcleos de hielo indican que esto es lo más caliente que ha estado el planeta en más de 100.000 años. “Esto significa básicamente que nuestras ciudades, nuestros caminos, nuestros monumentos, nuestras granjas; en la práctica, todas las actividades humanas, nunca tuvieron que enfrentar un clima tan cálido”, dijo el director de Copernicus, Carlo Buontempo, en conferencia de prensa el martes. “Simplemente, la última vez que la temperatura fue tan alta, no había ciudades, libros, agricultura ni animales domésticos en este planeta”. Por primera vez, Copernicus registró un día en el que la temperatura mundial promedio fue de al menos 2 °C (3,6 °F) por encima de los niveles preindustriales. Esto ocurrió dos veces y por poco se produjo una tercera cerca de Navidad, dijo Burgess. Y por primera vez, todos los días del año fueron al menos 1 °C (1,8 °F) más cálidos que en los tiempos preindustriales. Durante casi la mitad del año (173 días), la temperatura del mundo fue 1,5 grados más elevada que a mediados del siglo XIX. Meinshausen, el climatólogo australiano, señaló que es natural que el público se pregunte si se ha perdido la meta de los 1,5 grados. Afirmó que es importante que la gente sigan intentando contener el calentamiento. “No abolimos los límites de velocidad sólo porque alguien lo excedió”, dijo. “En lugar de ello, redoblamos nuestros esfuerzos para pisar el freno”. Sin embargo, Buontempo afirma que el calor aumentará: “Si mantenemos la trayectoria actual, en unos cuantos años el récord de 2023 probablemente será recordado como un año fresco”.