“Drill, baby, drill” parece el verso de un hit ochentoso de INXS, pero es un textual del discurso de toma de posesión de Donald Trump a su segunda presidencia de Estados Unidos. “Perfora, nena, perfora”. El republicano dijo que declarará la emergencia energética y buscará maximizar la producción de petróleo y gas para abaratar los precios internos del combustible, con el objetivo de bajar la inflación. También, avisó que eliminará los subsidios a la compra de autos eléctricos que había impulsado su antecesor, Joseph Biden. Con una carambola de billar, afectó dos de los principales flujos de divisas presentes y futuras del país de su principal aliado político en América Latina: la extracción de Vaca Muerta y la minería de litio y cobre de las provincias de la cordillera.
Quedó claro, así, que las estructuras productivas de Estados Unidos y Argentina compiten más de lo que se complementan y que la apuesta del Gobierno, entonces, pasa por lograr favores políticos de su alineamiento incondicional, como un acuerdo rápido con el Fondo Monetario Internacional que traiga dólares por la cuenta financiera. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ya prometió mandar una delegación a Buenos Aires para acelerar el nuevo programa.
Estados Unidos es el principal productor de petróleo y gas no convencional del mundo y buscará acelerar la oferta, ya en niveles récord. Inmediatamente después del anuncio, el precio internacional del crudo bajó. Un escenario de precios más bajos quita atractivo para inversiones a mediano plazo en petróleo y gas, en donde Argentina debe recibir decenas de miles de millones de dólares para convertir el fluido en GNL y poder exportarlo por mar. Es la mayor ambición de YPF, que acaba de firmar un acuerdo con India para enviarle hasta 10 millones de toneladas de gas licuado a mediano plazo.
Dos días antes, en su discurso en el Instituto Milken -una de las entidades neoconservadoras que recibieron al presidente argentino-, Javier Milei había apuntado justamente a recibir inversiones en esos sectores extractivos. “Contamos con una cordillera rica en litio, plata, oro, cobre y uranio”, dijo. Destacó, también, la oportunidad de “la extracción de petróleo en el desierto” y el rol del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). “Todas estas grandes inversiones desatarán un boom comercial inaudito”, auguró.
Julián Rojo, especialista del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) UBA-Conicet, espera un escenario de menores precios para la energía. “Si Estados Unidos dice públicamente que va a contribuir a que baje la demanda (por menores conflictos bélicos) y a que aumente la oferta, debería bajar el precio del petróleo”, le dijo a Cenital. “Si baja el precio del petróleo, los proyectos menos rentables o que estén más cerca del break-even (su punto para cubrir gastos) se pondrán en stand-by, es decir, habría menos inversiones y, posiblemente, menos producción. No solo en Argentina, sino en el mundo”, añadió.
Como recordó la consultora Abeceb, Estados Unidos es la principal presencia en el país en materia de inversiones (con unos USD 30.000 millones) y el tercer socio comercial, detrás de Brasil y China. Aproximadamente, un tercio de las exportaciones hacia el norte son combustibles: unos USD 2100 millones en 2024. Otros USD 1300 millones son minerales. Los vinos de alta gama también son muy demandados, aunque el monto del negocio es sensiblemente menor.
Estos y otros productos esperan novedades sobre otro anuncio de Trump: la imposición de un arancel a todas las importaciones, con un piso del 10%. Esta suerte de “impuesto PAIS” encarecerá los envíos y resentirá la estructura comercial que ya sufre la apreciación cambiaria. “La victoria de Trump podría reforzar las dos tendencias prevalecientes en el mercado local: mayor tensión para los dólares comerciales (cuenta corriente: menos comercio, dólar fuerte, menores precios de commodities, menos multilateralismo) y mayor abundancia para los financieros (cuenta capital: crédito privado y de organismos, FMI y otros)”, indicó la consultora Empiria, de Hernán Lacunza, en un reporte.
Esa medida tendrá otra complementaria: una rebaja de impuestos a las empresas que produzcan en Estados Unidos. “Ese reshoring, o relocalización de los procesos industriales, genera más producción en los países centrales y saca industrias y servicios que podrían producirse en países como Argentina”, dijo Martín Kalos, director de la consultora Epyca.
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Para Dante Sica, socio fundador de Abeceb, exministro de Producción y Trabajo de Mauricio Macri y asesor de Patricia Bullrich en la última campaña presidencial, la relación estratégica entre Trump y Milei prevalecerá y abrirá un horizonte nuevo en el vínculo entre ambos países. “Siempre hemos tenido una relación comercial conflictiva, porque nuestras estructuras productivas son similares, pero Estados Unidos empieza a tener una mirada más estratégica sobre América Latina”, le dijo a Cenital. “La agenda de inversiones en energía y tecnología es potente para pensar esa relación”, agregó.
Al respecto, ponderó el plan oficial para atraer desarrollos tecnológicos en base a energía barata, clima frío y desregulación. “Será un entorno muy favorable para estos desarrollos, que no se acaban en Estados Unidos”, afirmó Sica. En su opinión, el matrimonio entre la nueva ceocracia tecnológica y Trump -con puestos en el gabinete, desregulaciones impositivas y políticas y jugosos aportes personales y corporativos a la campaña del republicano- no afectará la posibilidad de que este tipo de desarrollos puedan llegar a Argentina.
Las palabras de Georgieva parecen haber matizado las disputas dentro del Fondo sobre el caso argentino. El FMI ponderó la velocidad con la que Milei y Luis Caputo encararon el ajuste fiscal y la política monetaria, pero el staff técnico blanqueó, en el último reporte, las discrepancias sobre la política cambiaria. En su descargo, el gobierno argentino sostuvo que el cepo, el crawling peg por debajo de la inflación y la intervención en el mercado paralelo le permiten controlar la inflación.
Georgieva y el Fondo vienen ajustando su discurso. El FMI desplazó al chileno Rodrigo Valdés de las negociaciones luego de las críticas de Milei al funcionario que había cuestionado la “calidad del ajuste” a inicios del mandato del libertario. El Fondo ya no pone el ojo en la desarticulación de las políticas sociales y se contenta con la suba de la AUH en términos reales. También aceptaba, off the record, que el Gobierno necesitaba tener el tipo de cambio bajo control para bajar la inflación. Sin embargo, se especulaba con un acuerdo preliminar para llegar a las elecciones y, luego sí, unificar el tipo de cambio y dejarlo flotar
El mensaje de Georgieva a la salida de su reunión con Milei en Washington se interpretó como una capitulación final del ala técnica, con el aval político de Trump. Queda saber si es suficiente para que Fondo preste los USD 11.000 millones adicionales que buscan Caputo y Santiago Bausili para abrir el cepo.
“Se habla mucho del apoyo de Trump y de su peso en el FMI, pero también pesan los votos de China, de Brasil, de España y de Alemania”, dice Kalos. “Milei no debería haber confrontado con los gobiernos de China y de Brasil -aunque después haya reculado- ni con el de España”, agregó.
Sica, en cambio, cree que pesarán más las reformas estructurales. “Se avanza mucho porque Argentina tiene una agenda de reformas mucho más agresiva y ambiciosa que la que pide el FMI. Tener el celular de Trump potencia eso, pero lo importante son las reformas”, afirmó. El tipo de cambio, agregó, “es lo que falta resolver, pero debe pensarse el impacto estructural que tendrá el nuevo perfil exportador del país; vamos a ir hacia un tipo de cambio más apreciado”.
“La evidente afinidad ideológica y personal entre ambos líderes políticos podría facilitar la construcción de puentes para financiar la transición de la reforma argentina”, terció Empiria. “El apoyo político no necesariamente se traduciría en fondos frescos originales, pero sí en la confianza del crédito privado sobre la sostenibilidad del régimen argentino”, añadió.
Esa confianza del sector privado deberá manifestarse en los hechos. Por ahora, los gestos de simpatía de los grandes dueños de fondos de inversión se traducen en declaraciones. Pero, como dice el presidente, no hay plata.
A los ciudadanos indios titulares de visas H-1B se les ha recomendado no viajar fuera de Estados Unidos en los próximos meses para evitar que una revisión de las normas les impida volver a ingresar en los Estados Unidos. La visa H1-B, renovable cada tres años, permite contratar trabajadores extranjeros para trabajos calificados y altamente especializados.
El presidente Donald Trump había criticado el programa, vigente desde hace 34 años afirmando, en referencia al debate más amplio sobre la inmigración en Estados Unidos, que perjudica a los trabajadores estadounidenses. Pero ahora, por influencia de Elon Musk, parece haber cambiado de opinión. A finales de diciembre Musk había escrito en la red social X: “La razón por la que estoy en Estados Unidos, junto con tantas personas críticas que construyeron SpaceX, Tesla y cientos de otras empresas que hicieron fuerte a Estados Unidos, es gracias a los H-1B. Sobre esta cuestión voy a librar una guerra que ustedes ni siquiera pueden imaginar». Poco después, Trump le dijo al New York Post: “Siempre me han gustado las visas, siempre he estado a favor de las visas. Por eso las tenemos”.
El debate comenzó cuando el presidente electo nombró a Sriram Krishnan como asesor sobre inteligencia artificial. Nacido y criado en la India, se transfirió a los Estados Unidos en 2007 para trabajar en Microsoft y luego en otras empresas informáticas como Facebook, Yahoo y Twitter. Obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2016, pero los partidarios de extrema derecha de Trump lo han atacado en las redes sociales. Algunos medios indios han contado que a muchos ciudadanos les habían revocado ofertas de trabajo debido a “problemas de visa”. Para evitar problemas burocráticos, varias empresas estadounidenses están incentivando la contratación y el trabajo remoto.
Los indios representan el 72% de las visas H-1B, seguidos por los chinos, con el 12%. En 2023 la mayoría de los beneficiarios trabajaban en el sector informático (65%) o científico y matemático, con un salario anual promedio de U$S 118.000. En su mayoría son contratados por grandes empresas informáticas estadounidenses, incluyendo las que dirige Elon Musk. Según un informe del Pew Research Institute, la migración hacia Estados Unidos aumentó a 1,6 millones en 2023, el mayor incremento en 20 años, y los indios son el grupo más numeroso después de los mexicanos. Los indios también han superado a los chinos en número de estudiantes en las universidades estadounidenses, y han llegado a enviar 331.602 universitarios en el año escolar 2023-24.
A fines de diciembre la Embajada de Estados Unidos en la India también informó que había emitido por segundo año consecutivo más de un millón de visas para turismo, negocios y educación, y que el número de visitantes indios se había quintuplicado en los últimos cuatro años. Más de dos millones de indios viajaron a Estados Unidos en los primeros 11 meses de 2024, un 26 por ciento más que el año anterior, añadió la misión estadounidense en la India. En el comunicado de prensa, la embajada también mencionó que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha completado un programa piloto para la renovación de visas H-1B que permite a los trabajadores indios renovar sus documentos sin tener que salir del país.
Sin embargo, en los últimos tiempos se ha producido un endurecimiento en la concesión de visas H-1B a los indios. En 2018, durante el primer mandato de Trump, la tasa de rechazo aumentó al 24% en comparación con el 5-8% registrado durante la administración de Barack Obama. Con Joe Biden, la tasa bajó al 2-4%, pero el número total de visas otorgadas ha sido el mismo que durante el primer mandato de Trump, porque, con el aumento de los tiempos de procesamiento de las solicitudes, a las personas «les resultó mucho más difícil obtener a tiempo las visas», explicó a la BBC Stephen Yale-Loehr, experto en inmigración de la Cornell Law School. “Algunas personas, como Elon Musk, quieren preservar las visas H-1B, mientras que otros funcionarios de la nueva administración quieren restringir toda la inmigración, incluidas las H-1B. Es demasiado pronto para decir qué parte se impondrá”, añadió.
El fracaso de la política energética del Gobierno ya no resiste mucha discusión. En el transcurso del último año pasó de anunciar una «histórica» exportación del gas de Vaca Muerta al corazón industrial de San Pablo y la consecuente reversión del gasoducto norte, a reconocer que se está negociando importar el fluido de Bolivia y Chile.
Como el gasoducto que va al norte se va a utilizar para traer gas de Bolivia, esto lleva a preguntarse que inauguró el Gobierno cuando anunció que había concluido su reversión en tiempo récord y presentó la supuesta obra como la más importante del primer año de Milei. Para que quede claro, el gasoducto no es como una perinola que cambia de dirección fácil. Si viene de Bolivia a la Argentina, no puede hacer el camino inverso al otro día, ni al otro mes.
De hecho, en el momento de la «inauguración» de esta obra, se advirtió que estaba lejos de estar concluida. Incluso por la desfinanciación de obras claves la Argentina iba a tener que terminar importando gas por valores muy superiores a las propias obras. La pregunta es: Qué cuenta hicieron los funcionarios libertarios que dejaron al país sin las obras y sin el gas?
Este lunes el gobierno de Chile reveló que está trabajando con las autoridades argentinas en un nuevo acuerdo de exportación de gas natural a través de otro gasoducto el NorAndino. Lo llamativo es que Chile que no produce gas se lo vende al país de Vaca Muerta.
Para peor, el gasoducto Néstor Kirchner -rebautizado Perito Moreno por los libertarios- concretado durante el anterior gobierno para llevar el gas de Vaca Muerta al resto del país y evitar pagar muy costosas importaciones, tiene un tercio de su capacidad de transporte ociosa. Este gasoducto tiene capacidad para transportar 22 millones de metros cúbicos por día, pero se están inyectando apenas 15 millones de metros cúbicos.
Para decirlo claro: la actual gestión está pagando gas importado por varias veces lo que cuesta el que se produce en el país y encima lo hace cuando el sistema tiene resto para seguir bombeándolo de Vaca Muerta. Algo no cierra.
Según el Ministerio de Energía chileno, entre enero y septiembre se podrían enviar hasta 2,5 millones de metros cúbicos por día (Mm3/d) de gas natural. Las exportaciones totalizarán en el período un máximo de hasta 117 Mm3, informó Reuters. El precio que paga el Gobierno es tan elevado que Chile importa gas y se lo vende a la Argentina y gana plata. Los buques de GNL llegan al puerto chileno de Mejillones, en donde se lo regasifica y se inyecta a través del gasoducto Norandino, que desemboca en Salta. Esta operación ya había levantado sospechas de corrupción en la actual gestión.
La actual gestión está pagando gas importado por varias veces lo que cuesta el que se produce en el país y encima lo hace cuando el sistema tiene resto para seguir bombeándolo de Vaca Muerta.
La triangulación de importación de gas vía Chile tiene antecedentes opacos. Consta en la investigación de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) por las importaciones ralizadas entre 2016 y 2018, cuando Juan José Aranguren era ministro de Energía.
Aranguren ya había sido denunciado por este hecho por el entonces senador nacional Pino Solanas, quien fundamentó su sospecha precisamente en que Chile no es un país productor de gas natural, sino que lo importa por barcos. En ese momento las compras se pagaron hasta 128% más caras que el gas proveniente de Bolivia.
Vaca Muerta es la segunda reserva de shale gas del mundo. Es cierto que para poder exportar el recurso se requieren inversiones millonarias y de largo plazo. Pero eso es para producir GNL. Acá estamos hablando de gas natural, el mismo que transporta el gasoducto Perito Moreno y el gasoducto Norte. La única obra pública que supuestamente decidió continuar este gobierno y que ahora entró en una zona muy gris.
«Posiblemente sea la última obra que financie el Estado Nacional porque como ya estamos viendo el sector privado está dispuesto a invertir en obras de infraestructura que tienen todo el sentido económico como tiene esta obra que estamos inaugurando hoy», dijo en la inauguración el viceministro coordinador de Energía Daniel Gonzalez.
El 4 de noviembre pasado parte del gabinete nacional se trasladó a Córdoba para inaugurar la obra de reversión del gasoducto Norte. El caño que conecta Vaca Muerta con el sistema de transporte de gas de Bolivia alimentó la voracidad exportadora de los productores de gas de la cuenca que se entusiasmaron con poder llegar con la molécula a Brasil este verano. Pero enero encuentra a la Argentina importando.
El 4 de noviembre parte del gabinete nacional se trasladó a Córdoba para inaugurar la reversión del gasoducto Norte que conecta con Bolivia, para exportar el gas de Vaca Muerta a Brasil. Ahora se confirmó que la obra nunca fue terminada. Porque el gobierno de Milei negocia renovar las compras a Bolivia.
Ahora se confirmó que la obra nunca fue terminada. Porque en paralelo a la importación de gas desde Chile, el gobierno de Milei negocia también renovar las compras a Bolivia, que en esta gestión ya fueron atravesadas por un escándalo porque la actual gestión convalido precios que duplican los que pagaba el anterior gobierno.
«Estamos en una negociación para hacer un contrato interrumpible, estamos hablando el tema», reveló también este lunes el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen Tapia, en diálogo con Reuters.
«El flujo de gas es unidirecciónal y revertir la dirección del caño es una gran obra de ingeniería, con lo cual si sigue viniendo desde Bolivia es porque la reversión está lejos de completarse», explicó a LPO un especialista del sector.
La continuidad de las importaciones de gas boliviano también evidencia cierta impericia en la administración de la política energética. El fundamento principal para la construcción del ex gasoducto Néstor Kirchner fue el declino de la producción hidrocarburífera boliviana.
«Lo hicimos en tiempo récord porque Bolivia nos cortaba el suministro porque no les convenía el precio que pagábamos. Este gobierno les debe estar convalidando precios mucho más altos», analizó un funcionario del gobierno anterior.
Estas espeluznantes imágenes de un cielo ardiente muestran el momento en que el cohete Starship de SpaceX regresó dramáticamente a la Tierra en pedazos la semana pasada. Fueron captadas por el fotógrafo James Temple, que trabajaba como chef en un super yate en las Islas Turcas y Caicos. Cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, cogió el extensor de su cámara para hacer una toma más cercana.
El séptimo vuelo de prueba de Starship despegó de las instalaciones de SpaceX en Boca Chica (Texas) el 16 de enero, pero SpaceX perdió el contacto con el cohete tras aproximadamente ocho minutos y medio de vuelo. «Un rápido desmontaje no programado», como la compañía se refiere creativamente a las explosiones, siguió después de que se produjera un incendio en la sección de popa de la nave.
«Todos éramos conscientes de que se estaba produciendo el lanzamiento, pero no esperaba presenciar un momento tan dramático», dice Temple. Describe la escena como «casi de otro mundo, que recuerda a algo de la extinción de los dinosaurios».
Aunque existen numerosos vídeos que muestran la explosión del cohete, las de Temple son las únicas imágenes conocidas tomadas por un fotógrafo profesional. Temple dice que le pareció «surrealista» haber sido él quien las tomó. Su otro trabajo como cocinero le permitió estar «en el lugar adecuado en el momento adecuado para captar estas imágenes», afirma.
«He pasado la mayor parte de mi carrera como chef, y sólo hace dos años que empecé a dedicarme a la fotografía», dice Temple. «Es aún más surrealista saber que tanta gente tiene ahora mis imágenes como salvapantallas de su teléfono; es algo que nunca hubiera imaginado».
En el desierto de Atacama, en el norte de Chile, los prístinos cielos oscuros sobre los mayores telescopios del mundo están amenazados por un proyecto de energía verde que se construiría a pocos kilómetros de distancia, según ha declarado el Observatorio Europeo Austral (ESO).
El complejo proyectado incluye un puerto cercano y paneles solares fotovoltaicos y turbinas eólicas que alimentarían la producción de amoníaco e hidrógeno «verde». Incluso con la iluminación mejor diseñada, llenaría el cielo de luz parásita, afirma Xavier Barcons, Director del ESO. Entre los instrumentos vulnerables se encuentra el Telescopio Extremadamente Grande (ELT), que cuenta con un espejo de 39 metros de ancho, un récord, y que estará terminado a finales de la década.
La propuesta de Atacama procede de una filial de la empresa energética estadounidense AES Corporation. Después de que AES revelara el proyecto en agosto de 2024, Barcons dice que ESO se reunió con la empresa varias veces entre septiembre y diciembre, explicándole la amenaza que el complejo del tamaño de una ciudad supondría para los observatorios. No obstante, a finales de diciembre AES presentó la propuesta al Servicio de Evaluación Ambiental de Chile para que se realizara una evaluación de impacto. Un comunicado de prensa de la empresa no menciona una fecha de inicio del proyecto y afirma que aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la inversión.
«Es una amenaza real para lo que ya hemos hecho allí, pero sobre todo para el futuro de los observatorios de Chile», afirma Barcons. Situar el proyecto energético previsto tan cerca de las instalaciones astronómicas «sería realmente una idea estúpida», afirma el astrónomo Stefan Gillessen, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, que utiliza el Very Large Telescope (VLT) de ESO -actualmente el mayor telescopio óptico del mundo- para estudiar la zona que rodea el agujero negro supermasivo central de la Vía Láctea, Sagitario A*.
ESO eligió la cima de Cerro Paranal, en el norte del desierto chileno de Atacama, como emplazamiento del VLT por su aire extremadamente seco y sus bajos niveles de contaminación lumínica, más bajos que en cualquier otro gran observatorio del mundo. En funcionamiento desde 1998, el VLT, que consta de cuatro telescopios individuales con espejos de 8,2 metros cada uno, realizó estudios de Sagitario A* que contribuyeron a la concesión del Premio Nobel de Física en 2020, confirmó la aceleración de la expansión del universo y tomó la primera imagen directa de un planeta alrededor de otra estrella.
El ELT está tomando forma en el cercano Cerro Armazones, y ESO es también socio del Cherenkov Telescope Array, un observatorio de rayos gamma, que está comenzando a construirse en las proximidades. En conjunto, las tres instalaciones ocupan un territorio triangular de 25 kilómetros de diámetro que, según la legislación chilena, no puede ser urbanizado para proteger sus vistas. Los 16 países europeos miembros de la ESO han invertido varios miles de millones de euros en estas instalaciones.
El proyecto de AES ocuparía varios terrenos, en total 3.000 hectáreas, y las plantas de producción de hidrógeno y amoníaco con energía renovable se situarían a sólo 5 kilómetros del VLT. La construcción del complejo levantará polvo, una amenaza para la delicada óptica, pero sería manejable y temporal, dice Barcons. Más preocupante es la pérdida permanente de los extraordinarios cielos oscuros de la zona. ESO ha estado utilizando modelos de contaminación lumínica desarrollados por investigadores de Canadá para estimar el impacto de los planes de AES. «Incluso si [AES] hace un trabajo perfecto, utilizando luces perfectas que probablemente ni siquiera existen y un apantallamiento perfecto, habrá un impacto y será significativo», afirma Barcons.
El astrónomo Francesco Pepe, de la Universidad de Ginebra, miembro del Consejo de ESO e investigador principal del espectrógrafo ESPRESSO en el VLT, afirma que los efectos sobre la mayoría de los estudios de exoplanetas, una de sus especialidades, serán modestos porque los observadores detectan y estudian los planetas observando su impacto sobre estrellas relativamente brillantes. Pero el daño será mayor para los investigadores que intenten captar la luz mucho más tenue reflejada por un exoplaneta. Y los estudios del universo lejano y primitivo sufrirán aún más. «En general, un cielo brillante [contaminado] afectará al universo más lejano porque los objetos distantes son más débiles», dice Pepe.
La ESO ha argumentado que otros emplazamientos de la escasamente poblada región de Antofagasta serían igualmente adecuados para el proyecto, y que su traslado a 50 kilómetros de los observatorios minimizaría los daños. «Somos muy partidarios de la sostenibilidad», dice Barcons. Pero, añade, «Paranal y Armazones son los lugares más oscuros del mundo para las observaciones ópticas e infrarrojas. No hay razón para desafiar eso para producir hidrógeno verde».
ESO «intentó tener una discusión abierta» con AES, dice Pepe. «Ellos no hicieron lo mismo, no tuvieron en cuenta otros intereses».
Un portavoz de la empresa defendió el proyecto en un comunicado enviado a ScienceInsider: «El proyecto INNA se ubicará en una zona que el Estado de Chile ha definido para el desarrollo de energías renovables… y específicamente incorpora en su diseño los más altos estándares en materia de iluminación.» El comunicado añade: «Entendemos las preocupaciones planteadas por ESO… y estamos comprometidos a colaborar con todas las partes interesadas en el proceso de tramitación ambiental.»
Hay «intereses geopolíticos y estratégicos nacionales» en juego, dice Pepe. «Parece que hay cierta tensión en el Gobierno chileno entre los ministros de Energía y demás, por un lado, y los ministros de Ciencia, por otro. … Lo que es una verdadera lástima aquí es que probablemente con una discusión más abierta, esta situación podría haberse evitado».
El Gobierno chileno ha hecho un esfuerzo por fomentar las energías renovables. En 2023 publicó un plan de acción para el hidrógeno verde que prevé utilizar la abundante energía eólica y solar del país para fabricar hidrógeno destinado al consumo nacional y a la exportación. Según Bernardita Ried Guachalla, astrónoma chilena que trabaja en el Laboratorio Nacional de Aceleradores SLAC, este tipo de proyectos suele dividir a las comunidades locales: algunas ven con buenos ojos los puestos de trabajo y las infraestructuras, mientras que a otras les preocupa el impacto medioambiental. «Encontrar un equilibrio no es fácil», afirma.
Desde California, Guachalla trabaja para dar la voz de alarma sobre esta nueva amenaza a la astronomía en su país. «Es difícil», dice. «Es una empresa muy, muy grande y tienen mucho poder. No es fácil luchar contra alguien que tiene mucho poder».
La inversión en el área de Ciencia y Tecnología por parte del Estado durante el año 2024 cayó un 32,9% respecto de la realizada en el 2023, lo que la convierte en la reducción más importante desde 1972, cuando se empezaron a medir esos fondos. De acuerdo con el último informe del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIITI), la ejecución acumulada a noviembre del presupuesto de ciencia y tecnología no se redujo de manera pareja en todo el territorio: algunas provincias tuvieron una disminución superior al 70% y en 13 distritos, al 50%.
“Las caídas más drásticas se dieron en distritos como La Rioja, Santa Cruz y Formosa, donde la virtual desaparición de los programas de infraestructura y equipamiento y de las transferencias condujo a descensos reales del 70,3%, 69,6% y 68,1% respectivamente. Tierra del Fuego y Chaco también vieron afectadas sus partidas presupuestarias, con retracciones superiores al 60%”, especifica el informe.
Aunque en el imaginario colectivo el gran representante del sistema de producción de conocimiento científico está básicamente formado por el CONICET, la realidad es que también hay que sumar a la universidades nacionales y a diversos organismos, como la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales). Si algo caracterizó a esta gestión en Ciencia y Tecnología, además de la reducción, es la sub ejecución presupuestaria: apenas se usó el 7% de los fondos asignados.
De acuerdo con el análisis del CIITI, el CONICET tuvo un 20,8% menos de recursos, el INTA, un 23,6%; la CNEA, un 28,8%; los fondos para investigación de las universidades nacionales se contrajeron un 72,6%. La peor caída fue la de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (SICT) que declinó un 91,7%. En resumen, la función Ciencia y Técnica representa tan solo 0,208% del PBI (cuando había sido el 0,302% en el año 2023; y cuando debería haber alcanzado el 0,39% según la Ley 27.614).
“Hoy el Estado Nacional ha bajado un 30% el financiamiento de la ciencia llevándolo a niveles mínimos”, explica Roberto Salvarezza, presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires. Y enfatiza: “Los valores de inversión en ciencia y tecnología de Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, son cuatro o cinco veces mayores al que tenemos nosotros. Por otro lado, en la Argentina contamos con tres investigadores por cada mil habitantes de población económicamente activa, los países desarrollados en cambio multiplican por cuatro esa cifra, tienen 12, 9. Nos superan ampliamente en financiamiento y en personal científico”.
A esta debilidad argentina actual hay que sumarle el éxodo de científicos que está ocurriendo en la actualidad. “No vamos camino a lo que son los países desarrollados, lo que hace el presidente Javier Milei es plantear un país colonial que va a exportar insumos con bajo valor agregado, va a exportar gas, petróleo, litio, sin agregar valor a esos bienes que tiene nuestro país. Es claramente un modelo en el cual la Argentina cumple el rol de ser un suministrador de bienes primarizados, y eso no requiere ni ciencia ni tecnología. No es un esquema novedoso, ya lo hizo en su momento el ex presidente Carlos Menem”, opina el ex ministro de ciencia y tecnología de la Nación.
La cereza del desmembramiento
En medio de este panorama, de una pérdida salarial de aproximadamente el 30%, el 9 de este mes se conoció a partir de su publicación en el Boletín Oficial la Resolución 10/2025 de la Jefatura de Gabinetes de Ministros, con la firma de Guillermo Francos, el otorgamiento de facultades especiales al actual secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua. A partir de ahora el funcionario puede revisar el otorgamiento de fondos en gestiones anteriores; exigir la devolución con intereses de recursos transferidos que no hayan sido rendidos a la fecha o bien hayan sido parcialmente ejecutados; definir el cierre de programas y la rescisión de convenios que no se adecúen al “Plan estratégico definido para el 2024/2025”; iniciar acciones legales contra quienes considere que no cumplen en algunos de los sentidos estipulados.
Lo real es que el supuesto plan mencionado no fue dado a conocer y no fue presentado al Congreso, sino que apenas se esbozó a través de un post publicado en la red social X el 14 de noviembre del 2024 y que consta de apenas cuatro puntos, sin objetivos, sin descripción de áreas científico-tecnológicas a impulsar, sin un análisis profundo de las necesidades, fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del sector. Esto va contra la ley 27.614 de financiamiento de la CyT, promulgada en febrero del 2021, y que requiere para su ejecución de un plan que sea presentado y aprobado por el Congreso Nacional. Ese plan existe, es el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, donde se definen las prioridades que el Estado considera que deben guiar sus acciones. Ese supuesto plan 2024/25 comentado en un tuit, de hecho, desconoce esa ley nacional, la 27.738, que fue votada por unanimidad en el Congreso Nacional en octubre del 2023.
“Lo que hace esta resolución es delegar en el Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología las atribuciones para decidir qué hacer con todos los convenios que tenía firmados el ex Ministerio de Ciencia, que hoy en día sería la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología. No estamos hablando de los subsidios de la agencia de investigación, eso es otra cosa. Estamos hablando de los contratos que tenían que ver con el Construir ciencia, Equipar ciencia, los programas federales y otros programas menores que había lanzado el ministerio para estimular jóvenes vocaciones científicas, la divulgación, la creación de clubes de ciencia. La resolución tiene una buena parte de considerandos que son los que fundamentan la decisión. Muchos simplemente se refieren a la crisis económica, a los problemas que padece la Argentina y todas las atribuciones que le han delegado al Gobierno, ya sea por el DNU 70/23, que nunca fue anulado por el Congreso, como por la Ley Bases, es decir, la emergencia económica, administrativa, etcétera. Entonces, en base a todo eso, agrega además que hay un plan estratégico para la ciencia 2024-25, que dieron a conocer ellos en un tuit, que establece ciertos temas que hay que priorizar, que tienen que ver con agricultura, energía, minería, innovación y salud”, resume Jorge Aliaga, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.
Genua puede revisar los convenios y tomar las decisiones que estime, de acuerdo con las situaciones detalladas. “Esto viene a resolver es el problema que veníamos denunciando de toda la plata que no ejecutaba la secretaría, esos 70 mil millones que se habían gastado en el 2023 en estos programas y que en el 2024 estuvieron ahí sin ejecutarse. Ante el reclamo de ejecución dan a conocer esta normativa que en realidad no va a ir esencialmente a ejecutar, sino a liquidar la mayoría de los programas”, concluye Aliaga, miembro del directorio del CONICET en representación de las universidades.
Preocupación nacional e internacional
“La Ley 27.614 establece que la función Ciencia y Técnica debe incrementarse progresivamente hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032 y que el Ministerio de Ciencia y Tecnología es la autoridad de aplicación. Entre sus disposiciones establece que el 20% del incremento debe ser destinado al programa de Federalización de la ciencia. Este programa a su vez se nutría entre otros de los Programas Construir y Equipar Ciencia. En el presupuesto 2023 este programa de Federalización contaba con 49.000 millones de pesos y fue prorrogado en 2024. La ejecución fue del 0.88% en 2024”, resume Salvarezza.
Y agrega: “Los funcionarios son responsables de velar y por la ejecución de las leyes en las cuales son autoridad de aplicación, y de no hacerlo son susceptibles de quedar expuestos a cargos por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Cabe consignar que la ley 27.614 está vigente y por ello intentaron suspender los artículos de la ley que otorga los fondos en el fallido presupuesto 2025”.
La situación de desfinanciación de la ciencia argentina, así como las agresiones verbales vertidas por miembros del actual Gobierno movieron a parte de la comunidad científica a nivel internacional. Así surgieron una carta firmada por 68 premios Nobel pidiendo por la protección de la ciencia argentina, artículos en las revistas Science, Nature y, hace apenas diez días un editorial en The Lancet pidiendo, además, por el respeto a los derechos humanos y por la memoria a lo hecho en la Argentina en esa área. El estado de la ciencia argentina es crítico como nunca antes.
Privatizaciones
En medio del panorama vinculado con la investigación científica, también empiezan a concretarse medidas tendientes a privatizar empresas del estado con base tecnológica. La primera fue IMPSA, y ya están en la mira ARSAT y Nucleoeléctrica.
“Yo creo que hay un desguace de todo el sistema de ciencia y tecnología. Por un lado se privatiza y extranjeriza el complejo científico tecnológico ingresando el capital extranjero y por el otro lado disminuyen la inversión en el sistema, que es lo que vemos reflejado en los números del sector. Entonces el ataque sobre el sistema de ciencia y tecnología argentino es completo, sobre el sistema en sí, y sobre las terminales que son las que pueden transformar lo que hace el sistema de ciencia en bienes y servicios de alta complejidad, como es el sector nuclear, el sector satelital”, opina Roberto Salvarezza, ex ministro de Ciencia de la Nación.
Mientras tanto, el asesor presidencial Demian Reidel festejó esta semana el patentamiento en los Estados Unidos del diseño de un reactor nuclear modular compacto, bautizado ACR-300, por parte de INVAP.
Pero la ciencia vinculada con la energía nuclear es mucho más que una patente.
Cuatro veteranos respetados del Programa Nuclear Argentino y de la industria metalúrgica asociada al mismo, escribieron este documento para dirigir su salvataje, hoy cuando atraviesa su peor hora. En lograr que el Programa sobreviva, la Argentina se juega su seguridad y soberanía científica, tecnológica, energética y política. En AgendAR concordamos con mucho de lo que dicen, de modo que ahí les va.
El sector nuclear es uno de los ejemplos exitosos de desarrollo tecnológico e industrial autónomo, reconocido por todos los actores nacionales e internacionales. Se logró independencia en la mayoría de los aspectos del suministro nucleoeléctrico y otras actividades del quehacer nuclear. Nunca tuvimos que pagar una patente pues desarrollamos todos los elementos científicos, tecnológicos e industriales requeridos.
Lo enunciado recientemente por el gobierno para un plan nuclear se refiere a satisfacer con centrales SMR y financiación privada la necesidad de energía requerida por empresas de inteligencia artificial. La demanda de energía nucleoeléctrica del país, para industrias y hogares, para los próximos años no está contemplada en el plan. Valen los siguientes antecedentes y consideraciones:
1. No tener un proyecto nuclear como el de una central nuclear de potencia grande significa pérdida de personal altamente especializado e industria calificada sin trabajo en momentos difíciles como los actuales. Habíamos decidido la compra en China de una central tipo Hualong-1, de 1200MW, sin licitación por ser la única oferta financiada (por aprox. 8.300M U/S). Esto a pesar de tratarse de una PWR (Pressurized Water Reactor) con uranio enriquecido y llave en mano, en contra de nuestros principios de independencia energética en el combustible y de alta participación de la industria nacional.
2. No puede desconocerse la historia: hace ya varias décadas seleccionamos por razones de independencia y seguridad energética, la línea uranio natural-agua pesada de origen canadiense CANDU (Canadá-Deuterio-Uranio), definimos un plan de instalación de cuatro centrales y se construyó la primera en Embalse. También acordamos con AECL (Atomic Energy of Canada Limited) el libre uso de la información técnica requerida para su construcción y un acuerdo de transferencia de tecnología. Para el agua pesada desarrollamos primero a nivel piloto su fabricación, luego compramos y finalmente terminamos de instalar una planta industrial (la PIAP) con la que alimentamos a nuestras tres centrales, a los reactores de investigación tipo RA-10 y además exportamos. La demanda de este producto de altísimo valor agregado está creciendo rápidamente no solo en el sector nuclear, impulsado por los muy ambiciosos planes de expansión de Canadá e India, sino también en el electrónico y farmacéutico. Esto representa una ventana de oportunidad única para nuestro país. La puesta en marcha de la PIAP debe ser una prioridad inmediata.
3.- Con nuestra actual capacidad propia, consolidada con la exitosa extensión de vida de Embalse, podemos construir una segunda central CANDU sin recurrir a una licitación internacional y con la mayor parte del costo invertido en el país. Esta cuarta central ya estaba incluida en el plan de actividades de NASA aprobado por el gobierno anterior. Sólo faltaba la financiación para comenzar los distintos pasos del proyecto. En un mundo sediento de energía de base y libre de gases de efecto invernadero, para todas las aplicaciones imaginables, con un consenso internacional de que la capacidad de generación nuclear debería triplicarse hasta el 2050, conseguir el financiamiento no debería ser un obstáculo.
Una central CANDU similar a Embalse es la solución de corto plazo más conveniente y necesaria para completar el plan nuclear.
Dr. Carlos Aráoz, investigador consulto de la CNEA. Dr. Jaime Pahissa Campá, presidente de la Asociación Argentina de Tecnología Nuclear (AATN). Dr. Andrés Kreiner, secretario general de la Asociación Profesionales CNEA y la Actividad Nuclear (APCNEAN). Ing. Ricardo Bernal Castro, presidente de la Comisión Nuclear, Asociación Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA).
El 8 de enero a las 06:59, hora de Europa Central, la nave espacial BepiColombo realizó con éxito su sexto sobrevuelo de Mercurio, el planeta más interior del sistema solar. Se trató de una «maniobra de asistencia gravitatoria», un movimiento que utilizó la atracción gravitatoria de Mercurio para alterar el rumbo del vehículo BepiColombo, que lo pondrá en órbita alrededor del planeta a finales de 2026.
BepiColombo es una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) que estudiará la composición de Mercurio. El vehículo, formado por dos sondas -el Mercury Planetary Orbiter de la ESA y el Mercury Magnetospheric Orbiter de la JAXA-, fue lanzado en otoño de 2018 y anteriormente había estado orbitando alrededor del Sol.
Cuando se acerque de nuevo a Mercurio, el vehículo se separará y las dos sondas se dirigirán a sus órbitas polares específicas. El trabajo científico de BepiColombo está previsto entonces para principios de 2027, cuando las sondas buscarán información sobre cómo se formó el planeta y si algunos de sus cráteres contienen agua en forma de hielo.
Hasta entonces, tendremos que conformarnos con los detalles contenidos en estas tres imágenes tomadas por el vehículo durante su sobrevuelo más reciente.
El Polo Norte de Mercurio entre la luz y la sombra
Esta imagen fue tomada por la Cámara de Seguimiento 1 (M-Cam 1) de BepiColombo cuando el vehículo se encontraba a unos 660 kilómetros sobre la superficie de Mercurio. (En su punto más cercano, la nave espacial se acercó a unas 180 millas del planeta.) Habiéndose aproximado desde el lado en sombra de Mercurio, las primeras fotos se tomaron unos minutos más tarde, cuando el lado luminoso del planeta apareció a la vista. La imagen muestra la «zona del terminador» del planeta, el límite entre su lado iluminado y el área en sombra. Debido a que el eje de rotación de Mercurio es casi exactamente perpendicular a su plano de órbita alrededor del Sol (a diferencia del eje de la Tierra, que está inclinado 23,5 grados con respecto a su plano de órbita), algunas zonas de Mercurio, en particular el interior de ciertos cráteres cercanos a sus polos, están siempre en la sombra. Se cree que estos lugares se encuentran entre los más fríos de todo el sistema solar, a pesar de que Mercurio es el planeta más cercano al Sol. A la izquierda del terminador son visibles algunos de estos cráteres, como los de Prokofiev, Kandinsky, Tolkien y Gordimer. Uno de los misterios que se espera resolver con la misión BepiColombo es si hay agua congelada en su interior, como sugieren algunos estudios. En primer plano, la foto muestra parte del vehículo BepiColombo.
La parte de la región polar norte de Mercurio iluminada por el Sol
Esta imagen fue tomada por M-Cam 1, cuando BepiColombo se encontraba a unas 900 millas sobre la superficie de Mercurio. Según explica la ESA, la foto muestra que grandes regiones de la superficie llena de cráteres del planeta han sido alisadas por la lava, que se originó en grandes erupciones volcánicas en el pasado de Mercurio. Este efecto es especialmente visible en el interior del cráter Mendelssohn, de 180 millas de ancho. El borde del cráter sigue siendo claramente visible (y se ha marcado con un círculo de color naranja superpuesto en la imagen), pero se ha rellenado en gran parte con material volcánico liso que también forma las llanuras circundantes. En la parte inferior izquierda de la imagen puede verse la cuenca de Caloris, la mayor estructura de impacto conocida en el sistema solar, con un diámetro de más de 900 millas.
Restos de lava y escombros hacen más brillante la superficie de Mercurio
Contrariamente a lo que sugieren estas imágenes, Mercurio es un planeta oscuro, señalan los expertos de la ESA. A primera vista podría parecerse a nuestra Luna, pero en realidad la superficie de Mercurio refleja sólo dos tercios de la luz que refleja nuestro satélite. Sin embargo, las formaciones más jóvenes de su superficie parecen más claras: el material del interior del planeta que llega a su superficie se oscurece con el tiempo. Por ejemplo, el punto brillante que se ve en la parte superior de la imagen, tomada por M-Cam 2 cuando BepiColombo se encontraba a unos 1.300 kilómetros por encima de la superficie de Mercurio, es una formación conocida como la Facula Nathair. Es el resultado de la erupción volcánica más importante que se ha producido en el planeta. Se trata de una formación especialmente interesante, en la que centrarán su atención varios instrumentos de la misión. Su objetivo es estudiar la composición del material erupcionado para poder comprender mejor la composición del propio Mercurio. Debajo de Nathair Facula, la foto muestra el cráter Rustaveli, una formación de 125 millas de ancho con un anillo de montañas en su interior. Desde entonces, el cráter se ha llenado de lava, por lo que los picos de las montañas apenas sobresalen de la superficie lisa del cráter.
Esta noticia de Russia Today nos la hace llegar el ingeniero Fernando Magliano, cuya PyME se ocupa de detectar y remediar desastres ambientales en Vaca Muerta, Neuquén. En ese establo de Augías, Magliano tiene trabajo para entretenerse, guardar y repartir, pero se hizo un minuto para escribirnos lo siguiente: «Hace unos años, en el lago de Mari Menuco, en pleno Vaca Muerta, me sorprendí mientras yo pilotaba un droncito sobre las aguas. Una bandada de bandurrias se abalanzó sobre el aparato, y apenas pude zafar de que lo cagaran (sic) a picotazos. Hoy leí esta nota en RT y vi una prueba del ingenio tercermundista».
Con sus garras de terror, su envergadura enorme, su mirada agudísima y sus astutas tácticas de caza, las águilas planean sin esfuerzo y una vez detectada su presa, rara vez le dejan oportunidad. Ahora, cinco águilas de la India están haciendo algo totalmente nuevo para su país: interceptar drones enemigos.
La policía del estado de Telangana, en el sur de la India, ha adiestrado con éxito a cinco águilas para que identifiquen y derriben drones que puedan suponer una amenaza para las visitas de VIP (Very Importante People, es decir personajones), o para grandes concentraciones públicas.
El escuadrón «Garuda», que toma su nombre del mítico pájaro solar hindú, ha tardado más de tres años en materializarse. Ahora forma parte de la Intelligence Security Wing (ISW) de la policía de Telangana, una fuerza especializada que supervisa la seguridad de los VIPs.
Es el primer y único escuadrón de aves de la India y el segundo del mundo, después de Holanda.
El entrenamiento ha sido un éxito, y los altos mandos de la policía estatal han recibido consultas del Ejército, la Guardia Costera y la Fuerza de Seguridad Fronteriza (BSF), cada una de las cuales está ansiosa por formar escuadrones similares.
Una idea holandesa
Tafseer Iqubal, del servicio de policía indio, dirige el ISW de Telangana y está estrechamente relacionado con el proyecto. Según explicó a RT, la idea de entrenar águilas contra drones no autorizados surgió en 2021, tras varias rondas de discusiones sobre intentos similares del Ejército holandés.
En 2016, los Países Bajos habían entrenado águilas para interceptar drones, pero interrumpieron el proyecto al cabo de un año porque el escuadrón era ineficaz, el mantenimiento de las aves era caro y las águilas eran propensas a sufrir heridas por las hélices y las cuchillas afiladas de los drones.
Sin embargo, la policía de Telangana decidió intentarlo.
Buscó cetreros entusiastas que pudieran preparar una hoja de ruta para entrenar a las águilas y manejarlas durante las operaciones. Finalmente se contrató a Mohamed Fareed, de Hyderabad, y a Abir Chaudhary, de Bengala Occidental.
Tras el permiso del Departamento Forestal, se reclutaron tres pollos de águila de unos tres meses de edad, con un costo de unos pocos miles de rupias (1 dólar = 86 rupias), según informaron fuentes policiales a RT. Las normas policiales prohíben la interacción no oficial con los medios, de modo que esta noticia sea de fuente anónima.
Más tarde se añadieron dos más aguiluchos. Las autorizaciones son difíciles, porque para las leyes indias de protección de la fauna salvaje, la caza o captura de aves silvestres como las águilas está prohibida y requiere permisos.
Debido a la diversidad de paisajes, climas y accesibilidad, a India no le faltan águilas en cantidad o variedad. Y hay, obviamente, barreras topográficas para algunas: incluso el águila real nunca cruza los Himalayas. Eso sólo lo logran los gansos migratorios, y pasan por encima de las cabezas de los montañeros hacinados en la cumbre del Everest, remando sin esfuerzo por el aire amarrete en oxígeno. Los pulmones de las aves son unas cuatro veces más eficientes que los mamiferianos.
Las rapaces no van tan alto, porque ahí arriba no hay presas. Muchas otras especies, entre ellas el águila pescadora de Pallas, están en casi toda la India, pero no en épocas de reproducción. Promediando especies y ecosistemas, la vida de un águila en libertad suele rondar los 30 años.
Águilas criadas a mano
Como los aguiluchos se capturaron en el huevo y a una edad temprana, no conocieron a sus padres y crecieron pensando que eran humanos, y generaron un vínculo más fuerte con la gente (con alguna gente) que con pájaros de su especie.
Las águilas criadas a mano son agresivas porque no tienen miedo a absolutamente nada. Si el tope de visión humana es 5/5, las águilas tienen 20/5. Pueden discernir detalles finísimos a una distancia 4 veces mayor que un chico con vista perfecta.
Cetrera de Kazajistán con una águila dorada, que en la India también las hay
Durante los primeros meses de adiestramiento, las águilas aprendían a entender a sus entrenadores mediante una serie de órdenes preparadas. Una vez familiarizadas, se les enseñó a identificar drones. Finalmente, se las desafió lanzándoles drones, que derribaron con éxito. La ingeniería de un dron FPV, guiado por un operador con gafas de realidad virtual, es muy liviano, y la potencia de cierre de las garras de un águila adulta alcanzan para romper un brazo humano por compresión. Los drones no tenían chance.
Con las águilas, todo es cuestión de comida y confianza. Cuando ya confían en su entrenador, o cetrero, siempre vuelven al mismo por comida. Así que la intercepción exitosa de drones se estimulaba con premios de comida.
Las aves recibieron una dieta especializada a base de carne fresca, como roedores, pescado y aves de corral, crucial para mantener su salud. Las aves, procedentes del denso bosque de Nallamalla que se extiende por Telangana y el vecino Andhra Pradesh, también fueron alimentadas con conejos, murciélagos y otras aves. Se les proporcionó atención veterinaria periódica mientras los cetreros desarrollaban un vínculo mediante un manejo constante y técnicas de refuerzo positivo.
«Las águilas son aves salvajes, pero se llevan bien con los humanos», explican las fuentes a RT. «La voz humana les tranquiliza. El aspecto clave es hablarles con regularidad, sobre todo mientras se las entrena».
La policía se mostró reacia a dar el nombre de la especie de águila, preocupada por la posibilidad de que grupos terroristas entrenen a las mismas aves para derribar drones de vigilancia en las fronteras de la India.
Aves, perros y vigilancia
Las aves se entrenaron hasta dos horas diarias en la Academia Integrada de Entrenamiento de Inteligencia (IITA), a unos 30 km de Hyderabad, la capital del estado. Se instaló una pajarera para darles espacio suficiente para volar y posarse. En la IITA se adiestra a los perros para que detecten explosivos y ayuden a recoger pistas en la escena de un crimen, además de acompañar a los policías en las operaciones. Desde su creación en 2006, el IITA ha adiestrado a cerca de 800 canes y ha capacitado a más de 1.100 adiestradores de animales.
«El índice de interceptación de drones por las águilas es muy alto», afirmó Tafseer Iqubal. «Las aves son ahora un componente importante en la seguridad de los VVIP».
Recientemente también se realizó una demostración ante los altos mandos del IITA. Un vídeo mostraba a un águila posada en un cobertizo que de pronto se lanzó en dirección a un objeto volador. En una fracción de segundo, capturó el objeto y regresó volando. Se trataba de un dron y la tarea fue realizada con relampagueante precisión.
Las aves también han sido entrenadas para la vigilancia. Están equipados con cámaras que proporcionan imágenes de alta calidad. «Nos proporcionan una vista de pájaro de lo que ocurre tanto en el cielo como en el suelo, para permitir una mejor vigilancia», dijo Iqubal, sin entrar en detalles.
Añadió que el adiestramiento de águilas era más barato que la adquisición de sistemas de detección antidrones. Se cree que sólo se gastaron unos cientos de miles de rupias (unos pocos miles de dólares) durante los últimos tres años. «La inversión en nano y macrodrones para este tipo de proyectos supone gastos millonarios», afirma Iqubal. «En comparación, nuestra iniciativa fue económica, ya que sólo gastamos en los pájaros y la formación».
Pero hay limitaciones.
Como las águilas no pueden diferenciar entre drones caseros y no caseros, sólo se utilizan en las «zonas rojas» o de exclusión aérea. Pueden interceptar nanodrones (de hasta 250 gramos) y microdrones (de 250 gramos a 2 kg), pero no más.
Y los drones están ahora equipados con sensores anticolisión que podrían detectar a las aves y cambiar de rumbo. «Estamos vigilando de cerca todos los aspectos», dijeron las fuentes a RT. «Es un proyecto nuevo y esperaremos a ver cómo resulta».
Drones enemigos y tecnología sofisticada
En los últimos tiempos se han registrado casos de drones lanzados desde Pakistán a India para contrabandear armas, munición, artefactos explosivos improvisados y drogas. También se han lanzado como sistemas de detección y ataque, al estilo del frente ucraniano, donde, para ambas partes, son el enemigo más temible de las fuerzas terrestres: infantería, caballería, artillería y la logística de retaguardia.
En un intento de impedir las infiltraciones, el ejército ha desplegado recientemente un sistema antidrones a lo largo de la Línea de Control entre ambos países, trazada a lápiz sobre terreno deshabitado en 1947, por el Raj Británico en su retirada. Pakistán y la India se atuvieron a esa línea, pero no mucho: ya estuvieron 5 veces en guerra oficialmente, y desde 1948 la zona no conoció un día de paz libre de incidentes.
Las regiones septentrionales indias de Jammu y Cachemira y Punjab, todas a pie de los Himalayas, han sido escenario de múltiples ataques con drones en los últimos años. La BSF derribó o recuperó 107 drones a lo largo de la frontera entre India y Pakistán en Punjab en 2023, y en 2024 derribó 125 drones.
«Los inhibidores de radiofrecuencia y GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite, sea GPS o sus muchas opciones euroasiáticas) son el método de guerra electrónica más común para interceptar drones», dijo a RT un oficial del ejército de la India, que solicitó el anonimato. «Con Telangana logrando éxitos con las águilas, y el Ejército está definitivamente interesado».
En 2024, una start-up de defensa de rápido crecimiento, Big Bang Boom Solutions Private Limited (BBBS), obtuvo un pedido por valor de más de 2.000 millones de rupias (23,24 millones de dólares) de la Fuerza Aérea India (IAF) y del Ejército indio por su tecnología de sistemas aéreos no tripulados (C-UAS). Los sistemas C-UAS pretenden contrarrestar la creciente amenaza de los drones, tecnológicamente sencillos, baratos y disponibles en el mercado, que pueden infligir daños desproporcionados.
Vajra Sentinel de BBBS es un sistema antidrones de última generación diseñado para detectar, rastrear y neutralizar drones a distancias extraordinarias. Sus sensores e inhibidores cumplen las especificaciones militares de durabilidad y fiabilidad.
«Los inhibidores actúan cortando la conexión entre el dron y sus operadores o aumentando las interferencias para dificultar que el dron localice la señal correcta», explicó un alto funcionario, quien añadió que el sensor central del sistema se basa en la inteligencia artificial (IA). Los algoritmos de visión por ordenador permiten identificar, clasificar y localizar con precisión los drones.
Vikram Sharma
Nota al pie de AgendAR:
Hace muchos años que AgendAR viene peleando para que la Argentina desarrolle drones de seguridad, de vigilancia y ataque. Apoyamos el fantástico pero efímero esfuerzo de INVAP en desarrollar el Proyecto SARA (Sistema Aéreo Robótico Argentino), incubado en la Fábrica Argentina de Aviones, que entre 2014 y 2015 estaba empezando a generar resultados. Pero justamente por eso, en 2016 y a pedido de un trío de embajadas y servicios de espionaje, el presidente Mauricio Macri liquidó todo.
Aquel Lázaro no resucitó.
La Fuerza Aérea, con sus curiosos drones enormes pero nada robóticos (y por ende militarmente absurdos), veía este asunto con horror: ¿que grado de redundancia iba a generar el vuelo autónomo de ataque y observación entre los pilotos argentinos? Boicoteó el proyecto lo poco que éste duró. Y hoy, a la vista de que la superioridad aérea depende de drones, y a sabiendas de que en el frente ucraniano los cazas y bombarderos ucranianos y rusos son una rareza, y habida cuenta de que no se acercan a la línea del frente, no sea cosa de que las baterías misilísticas contrarias no los hagan puré, nuestra cúpula aeronáutica cambió algunas de sus ideas pero no sus tradiciones. Y por ello, se dedica a estudiar qué drones carísimos y sin un gramo de industria nacional le compra a, digamos… ¿Israel?
La Marina jamás dijo ni sí ni no al Proyecto SARA. Lo que para una fuerza que, salvo el agua, importa de la OTAN todo lo que usa en materia náutica y aeronáutica, y nunca tuvo vocación siquiera por mantener su parque flotante en estado decente, tan prolongado silencio es «no».
No por falta de oferta local. En 2018 una empresa mixta formada por el helicopterista Cicaré, el contratista agrícola santafecino Marinelli e INVAP presentó su helidrón RUAS-160, para uso dual: por una parte, es maquinaria rural automatizada. Permite hacer fumigación automática a baja altura y muy precisa, en campos acotados y llenos de obstáculos, como montes frutales.
Pero los usos militares son enormes. Al ser una máquina de hélice doble contrarrotativa, el RUAS no necesita un largo «boom» de cola y con rotor lateral para maniobrar. Esto le permite operar desde las cubiertas, abarrotadas de obstáculos, de TODOS los barcos de la Armada, incluso los transportes, con condiciones adversas de mar y de viento. Y con ello, ampliar el radio de detección e intercepción de cada nave a distancias de 50 km. de la cubierta de despegue.
La Marina recibió esta oferta en 2018 con el mismo placer que el pato la munición, y todavía está deliberando. Lo que en códigos navales significa: «queremos helicópteros tripulados y grandes, aunque sólo quepan en los destructores con hangar. Y eso sí, importados, por favor». Es más, acaba de comprarse cuatro Leonardo AW109SP por U$ 67 millones. Y los vamos a pagar con deuda.
Un cálculo a lápiz tinta en el dorso de la mano da unos 20 RUAS-160 con la misma plata y sin que salga un centavo del país. ¿Con capacidades muy inferiores? Sin duda, pero con sensores ópticos, radáricos y eventual armamento, son 5 veces más unidades en muchas más naves, y con una capacidad de búsqueda y ataque bastante más ubicua. Ojo, tenemos 1 millón redondo de Zona Económica Exclusiva (residual) a vigilar de pescadores piratas, pescadores legales pero tramposos, contrabandistas de oficio y vecinos malquistados.
La única fuerza que se interesó en serio por el proyecto SARA fue el Ejército, en tiempos en que el Estado Mayor Conjunto lo dirigían nuestros últimos nacionalistas tecnológicos como el Cdte. Juan Martín Paleo. Y contando billete a billete lo que añadió la ley del FONDEF al presupuesto militar, que fueron U$ 500 millones/año en 2023, el Ejército le dijo a INVAP que el primer dron de ala fija y vuelo autónomo que necesitaba la fuerza debía ser chico, portátil, de observación, y tener un vuelo de al menos de 40 km desde el punto de despegue, más la vuelta. Es la distancia de tiro máximo de la artillería argentina de 152 mm. Tipos prácticos.
De ese pedido no quedó nada, pero el Ejército ya sabe el teléfono, la dirección y las capacidades de INVAP en drones, y sigue interesado en un producto asociado: un arma terrestre antidrón Nac & Pop y de corto alcance.
Hoy la jefatura conjunta está en manos del brigadier General Xavier Isaac, un aeronáutico, excelente administrador de su fuerza en tiempos mejores (todos lo fueron). Es hermano menor de Gerardo Isaac, el piloto viviente más condecorado de la Argentina, uno de los dos sobrevivientes del ataque al HMS Invincible. Pero Xavier, el Isaac menor, tiene harta carrera previa como agregado militar en EEUU, y por ende una exposición inevitable a ofertas de chatarra OTAN. Ver caso F-16, de 44 años de viejos, y no hablemos más. 16 de los que se venían desde Dinamarca para la Argentina fueron redestinados a Ucrania, y hoy, cuando no matan a sus propios pilotos, los rusos los están desmejorando a misilazos.
En el actual cuadro geopolítico, es seguro que esta noticia no despeina a nadie en nuestro Ministerio de Defensa. Hoy está colonizado como nunca antes bajo la égida de Luis Petri, un libertario afín a las selfies con traje ant-G estilo Tom Cruise. En muchas aparece rodando pista en uno de esos cazas geriátricos que le compró a Dinamarca. Pese a sus protestas, los daneses no lo dejaron volar ni como paquete en el asiento trasero de un modelo biposto. Hasta tanto no estén entregados y pagados, ni en chiste.
En semejante nido de águilas como este ministerio, esta noticia desde la India no va a generar frío ni calor.
No porque en la Argentina no haya cetrería, aunque aquí no existe por deporte de millonarios, como en Arabia Saudita. Todas las mañanas, halcones peregrinos criollos, obviamente adiestrados, patrullan las inmediaciones de los aeropuertos comerciales argentinos. En zona húmeda las pistas están rodeadas de muchas hectáreas de pasto bien cortado. Si no fuera por el terror a los halcones, estarían llenas de pájaros cazando gusanos e insectos. Una bandada de pájaros ingerida por una turbina en despegue o en aterrizaje, son tragedia segura en cabecera de pista.
Nuestra águila monera o arpía, del bosque chaqueño y mesopotámico, bastante mayor que el águila dorada del Hemisferio Norte.
Hablando de pajarracos aunque sin cargo ni salario, en Argentina tenemos cantidad de águilas, buteos y otras rapaces grandes, que podrían adiestrarse para uso antidron de baja altura, si se tiene una pequeña fuerza de cetreros. Una de nuestras rapaces en particular es mayor y más acrobática que el águila real de la India: la arpía, o águila monera. Una arpía puede zigzaguear como un relámpago engrasado por la techumbre del bosque chaqueño, esquivando ramas y troncos en total silencio, para capturar por sorpresa monos carayás de hasta 8 kilogramos. Y llevárselos en volandas mientras los ejecutan en el aire con un apretón de garras, para aletear sin distracciones.
Los que quieran ver el tamaño de una arpía en relación con un cetrero argento, aquí tienen un Tik Tok. Sí, dado el tamaño de esta hembra podría matar fácilmente al hombre, con sólo apretarle la cabeza en una garra. Cabría sin problemas. Y no, no es un ñandú, es un águila.
Tirale a ese bicho un cuadricóptero chino de de 4 o 5 kilos, de los usados para observación o ataque kamikaze en Ucrania y fijate lo que le hace. Esto es Sudamérica, lectores. La evolución inventó los pájaros justamente en este subcontinente, allá por tiempos de dinosaurios. Y la naturaleza aviar aquí tiende a la diversidad y al gigantismo. Una arpía hembra chaqueña puede llevar de pasajeros involuntarios a monos de su propio peso, y con un trato tan hostil como no te lo ofrece ni la Low Cost de cierto expresidente. Aunque al menos no te cobra.
La limitación de carga de 2 kg. que se fija el Ejército de la India como peso máximo de una presa electrónico-mecánica aquí no corre. Creo que en la India, aunque no digan ni «mu» al respecto, no deben haber optado por el águila real de ese país. En casi todo el continente euroasiático, llega a medir 2,30 metros entre las puntas de ala. Probablemente optaron por alguna de las otras 9 especies de la India, todas más chicas. De todos modos en todo el territorio indio, con la real incluida, no existe ninguna rapaz con el tamaño y «envolvente de vuelo» de una arpía sudaca.
Lo que sí corre -o más bien vuela- aquí es la falta de vocación militar por mantener una industria de defensa propia. Por algo hoy se está rematando Fabricaciones Militares, una empresa que le permitió a la Argentina guerrear con el Reino Unido y casi no perder. Pero fundamentalmente (y éste fue su principal servicio), se trata de una firma nacional que nos permitió desde fines del siglo XIX no tener que guerrear con ningún vecino. Y eso porque a todo vecino le parecía mala idea pelearse con un país único en Sudamérica desde comienzos del siglo XX por fabricar casi todo su armamento propio, portátil , campal y aéreo.
¿Cómo venderle a nuestras pobres Fuerzas Desarmadas la idea de que desarrollen comandos de cetrería para combatir drones chicos? Serían baterías antiaéreas biológicas de corto alcance, pero no muy corto. Defenderían bien a nuestra infantería, caballería, artillería y aeródromos y puertos de drones kamikazes.
Al Ejército le encantarían, si hoy se atreviera a decir «esta boca es mía» en lugar de susurrar en los pasillos. Las arpías serían drones que no hace falta fabricar, sólo entrenar, plata que sólo se gasta en capacitación. Y nuestros sistemas antidrón de proximidad pueden ser otras águilas, no sólo la arpía chaqueña. La escudada, mucho más común en la Patagonia, es un buteo grandote de muslos sin emplumar, y hay que verlo levantando liebres grandes o corderitos chicos.
Una simple pero bellísima bandurria dorada, absolutamente nada rapaz. Pero en Vaca Muerta, una bandada de ellas casi hizo percha el dron de una empresa argentina de detección de derrames de petróleo y remediación de daño ambiental.
Vuelvo a la anécdota del ingeniero Magliano en Vaca Muerta. Unas sencillas y nada agresivas bandurrias, grandes comedoras de gusanos y mariscos de río y arroyo, casi le revientan un dron que buscaba de derrames de petróleo en un lago enclavado en Vaca Muerta. Las bandurrias no tienen ni un pico impresionante, ni garras, ni hábitos de cazar nada que vuele. Pero son territoriales y, al parecer, toman a cualquier dron como potencial predador. Me puedo imaginar la misma conducta defensiva entre aves voladoras de corral más grandotas, como los gansos, y ni hablar de los cauquenes, esos gansos salvajes y bellísimos.
El único modo de que exista un Comando de Cetrería necesitará de gobiernos muy distintos a los corporativos, vendepatrias y vendehumos que venimos sufriendo tan recurrentemente.
Quizás la oportunidad surja cuando algún embajador piola, por qué no, hable con nuestras cúpulas y ofrezca importar águilas doradas del Néguev, si se ponen de moda como sistema defensivo.
La Cámara Argentina del Libro (CAL) ha difundido una encuesta efectuada al sector editorial a la que agregamos los datos ofrecidos por el Monitor Editorial de la misma institución –disponible en: monitoreditorialcal.shinyapps.io/monitor_editorial/–, cuya última actualización es en octubre de este año. Este consolida los datos sobre la edición declarados por los editores en la Agencia Argentina de ISBN (que otorga el número y código de barras, algo así como el DNI de cada libro editado, generalmente impreso en las contratapas).
Tomando los datos de los últimos tres años del Monitor Editorial (2022 a 2024) –la información está dividida en trimestres–, el total de publicaciones (o cantidad de títulos) del Sector Editorial Comercial (SEC), destinados en papel a distribuidoras/librerías, para 2022 es 7.821 y para 2023 es 7.861. Como faltan los datos del cuarto trimestre en curso, la comparación de los tres primeros trimestres de cada año es: 2022, 5.960; 2023, 6.174; 2024, 5.460. Estos totales desglosados por tipo de casa editorial brindan la siguientes cifras: pymes independientes: 2022, 4.592; 2023, 4.781; 2024, 4.234; y para grupos editoriales: 2022, 1.368; 2023, 1.393; 2024, 1.226. Es decir, en los últimos tres años, el sector pymes independientes realizó el 77% de nuevos títulos publicados.
Aplicando el criterio anterior, en el rubro tirada o cantidad de ejemplares totales de los títulos lanzados al mercado, expresados en millones, suman para 2022, 12,03 y 2023, 11,87. Comparando los tres primeros trimestres: 2022, 9,34; 2023, 9,07; 2024, 7,59. Por tipo de casa editorial, para pymes independientes: 2022, 5,58; 2023, 5,21; 2024: 4,28. Para grupos editoriales: 2022, 3,76; 2023, 3,86; 2024, 3,31. Esto muestra una reducción de un millón de ejemplares impresos en el sector pymes independientes en el último año.
También podemos evaluar qué temas predominan en los 21.142 títulos publicados en papel para distribuidoras/librerías, en los últimos tres años. Tiene el primer lugar la no ficción, con un total de 12.691 (incluye sociedad y ciencias sociales, derecho, biografías, literatura y estudios literarios, filosofía, economía y otros). En segundo lugar infantiles, juveniles y didácticos, con 5.172. Y por último, ficción y temas afines, con 3.279.
La CAL, en colaboración con los profesionales del Núcleo de Innovación Social (NIS) del Colegio de Sociólogos y Sociólogas de la Provincia de Buenos Aires, realizó la Encuesta del Sector del Libro, durante el mes de agosto pasado, a la que respondieron 95 empresas del sector. La mayoría de las empresas encuestadas se dedican a la venta de libros a través de librerías y a la edición de libros, lo que representa más del 90% del total de respuestas.
Estas, a su vez, pertenecen a las siguientes regiones del país: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 55; y las provincias de Buenos Aires, 15; Córdoba, 7; Entre Ríos, 3; La Pampa, 1; Mendoza, 2; Neuquén, 1; Río Negro, 1; Santa Fe, 9, y Tucumán, 1. La concentración de la actividad, que es histórica, tiene en la Ciudad de Buenos Aires el 57,89% de los encuestados y en la provincia de Buenos Aires el 15,79%, que representan el 73,68% del total encuestado. La mayoría cuenta con más de diez años de actividad en el mercado.
El 40% de las empresas posee menos de cinco empleados y el 50%, menos de diez. El 27,3% del total factura entre 100 y 499 millones de pesos anuales; entre 10 y 49 millones anuales constituye el 24,2%. El 20% factura menos de 10 millones anuales, mientras que solamente el 5,26% de las empresas factura entre 500 y 999 millones anuales, y un 7% supera los 1000 millones anuales. Clara señal de una concentración piramidal de la distribución y las ventas de libros.
La mayoría de las librerías encuestadas no posee sucursales, con locales de menos de 50 m2. Mientras que el 54% de las editoriales posee menos de 250 títulos en su catálogo. En las temáticas trabajadas, la no ficción es la categoría más importante, con el 27,91% de las ventas, y la literatura infantil y juvenil, con el 18,6%. Son las librerías las que acusan la caída de ventas sostenidas en los últimos tres años: 65% interanual 2022-2023 al 94% en el primer semestre 2023-2024. En unidades facturadas: mientras en 2023 el 18% de los libreros identifica una caída superior al 26% de las unidades vendidas, en el primer semestre 2023-2024 la caída alcanza al 62% de los encuestados.
Como bien señala el informe de la encuesta: “Por su parte, los editores mostraban una situación más dividida en 2022-2023 –en la que 49% declaraba una mejoría y 49% mostraba un empeoramiento (que mayormente iba en una caída de las ventas de hasta el 25%)–; en la comparación entre el primer semestre de 2023 y 2024 ese porcentaje aumenta a un 74%. Las editoriales muestran una caída interanual que en el 36% de los casos es superior al 26% respecto del mismo período del año anterior”.
Los problemas también aparecen en el comercio exterior, donde el 66% de las empresas distribuidoras y de edición de libros realiza exportaciones de productos o servicios. Y en este rubro el informe señala: “Si bien el porcentaje que representan las exportaciones se ha mantenido estable a lo largo de 2022 y 2023, editores y distribuidores declaran un creciente empeoramiento en la variación de las unidades vendidas en el período anual 2022-2023 y lo sucedido en el primer semestre de este año, lo cual augura un cambio en el rumbo de este indicador: para el 46% de las empresas la caída de unidades vendidas supera el 50%”. Ocho de cada diez empresas señalan la caída de la demanda interna como el mayor problema, junto al aumento de los costos de distribución y producción.
El biólogo argentino Lautaro Gándara es el primer autor de un impactante estudio publicado recientemente en la revista Science, que demuestra que insecticidas, herbicidas y funguicidas, aun en muy pequeñas dosis, alteran el comportamiento y la fisiología de moscas, mosquitos y mariposas. Explica por qué, a pesar de la contundencia de sus resultados, cree que el proceso puede revertirse. Y aporta posibles soluciones.
“A nivel planetario hay reducciones masivas en las poblaciones de insectos, que no se restringen a especies particulares. Si bien hay muchos estudios en abejas, porque tienen una implicancia económica muy grande, toda la diversidad de insectos parece estar en riesgo y no se sabe con certeza por qué”. El biólogo argentino Lautaro Gándara, resumió que la razón que lo llevó a utilizar la batería de técnicas y métodos que desarrolló en el marco de su posdoctorado en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL, por sus siglas en inglés), en Heidelberg, Alemania, para investigar el rol de los agroquímicos en el “apocalipsis de los insectos”. El resultado de su trabajo fue publicado recientemente en la revista Science.
Junto a sus colegas del laboratorio que dirige el biólogo evolutivo Justin Crocker en el EMBL, Gándara se sorprendió al comprobar que incluso dosis muy pequeñas (subletales) de agroquímicos modifican el comportamiento y la fisiología de los insectos, al punto de que se reduce la puesta de huevos en un 60%. Algo que detectaron no sólo frente a insecticidas, sino también ante cantidades residuales de herbicidas, funguicidas y otros productos que fueron aprobados con objetivos diferentes al de combatir “bichos”.
La polinización es un proceso clave para la reproducción de las plantas y la formación de nuevas semillas y frutos. De hecho, el 75% de los cultivos globales depende de ella a través del trabajo vital de mariposas, avispas, abejas y moscas. Sin embargo, se estima que por año se pierde del 2% al 3% de las poblaciones de estos insectos, un problema a escala global porque un mundo sin insectos no sería viable. “No solamente porque colapsa la producción de alimentos tal como la entendemos hoy, sino también porque muchas de estas especies son centrales en el ecosistema”, graficó Gándara.
Para el estudio, los investigadores utilizaron una biblioteca química de 1024 moléculas –incluidas las más usadas a nivel comercial, como el herbicida glifosato y el insecticida imidacloprid– y evaluaron el impacto de dosis subletales sobre la llamada mosca de la fruta (Drosophila melanogaster). “En esa especie, el 57% de las sustancias analizadas, la mayoría herbicidas, afectó significativamente el comportamiento de las larvas. Y una proporción aun mayor comprometió la supervivencia a largo plazo”, informó el científico. Y añadió: “Esa exposición también condujo a alteraciones del desarrollo y la reproducción. Muchos de estos efectos se amplificaron al aumentar la temperatura de los ensayos, lo que hace pensar que en un escenario de cambio climático ese impacto será aún mayor”.
Los investigadores comprobaron también alteraciones similares en mosquitos y mariposas.
Hasta ahora se sugería que la disminución en la biodiversidad de insectos a nivel mundial podía estar relacionada a la pérdida de hábitats debido a la agricultura y la urbanización, el cambio climático y el uso extensivo de pesticidas, cuyas evaluaciones de seguridad solo toman en cuenta las dosis letales. La contribución de cantidades subletales, demasiado bajas para matar, ha sido poco estudiada.
Para arribar a sus impactantes conclusiones, Gándara utilizó una plataforma que realiza un análisis preciso y exhaustivo del comportamiento y otros rasgos observables, una técnica conocida como “fenotipado profundo”, que incluyó métodos metabólicos y fisiológicos que desarrolló durante los cinco años de su posdoctorado en Alemania.
“Una cosa es leer un texto donde se describe sobre la reducción de una población en una parte del mundo y otra cosa es ver lo que ocurre con tus propios ojos. Observar, por ejemplo, cómo una concentración de moléculas que está reproduciendo lo que pasa inmediatamente afuera de mi laboratorio genera una reducción en la puesta de huevos de tanta magnitud, no encuentro otra manera de definirlo que no sea como algo perturbador”, aseguró Gándara.
Con todo, y a pesar de los resultados tan contundentes, el biólogo es optimista. “No hemos logrado identificar ningún efecto a lo largo de generaciones, lo cual es bueno porque muestra que no queda una marca epigenética que persiste en la población. Si se remueve el producto en cuestión, el sistema debería recuperarse”, dijo.
A modo de mensaje final, el investigador hizo foco en que las técnicas que utilizaron para el estudio no son costosas. “Se pueden implementar a escala masiva y formar parte de los protocolos estándar a la hora de aprobar un producto, sin que por eso aumenten los costos de producción. Es necesario este tipo de controles a los agroquímicos e ir más allá de la letalidad aguda como único parámetro para testear la seguridad”, resaltó Gándara, quien planeaba regresar a la Argentina al finalizar su posdoctorado, pero que por la situación actual del sector científico está buscando una posición en algún centro de Europa o los Estados Unidos.
“Por otro lado, este tipo de fenotipado profundo se puede aplicar para descartar ciertas moléculas y usar las que no causan efecto y así tratar de revertir este desvío. De hecho, en un 30% de las sustancias que estudiamos no encontramos actividad negativa”, enfatizó.
La Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT) tuvo un resultado económico superavitario por $22.500 millones durante los primeros nueve meses del año, según el último informe de la Oficina Nacional de Presupuesto (ONP). El monto supera en un 507% al del mismo periodo de 2023, cuando la diferencia entre los ingresos y los gastos corrientes fue de $ 3701 millones. Además, a septiembre, había facturado $ 96.315 millones, tres veces más que en 2023 ($ 30.755 millones). Mientras tanto, los salarios de los trabajadores están congelados desde hace cuatro meses y algunos proyectos, como el tercer satélite (Arsat SG1), cuyo lanzamiento estaba previsto para fines de 2024 o principios de 2025, están parados.
“A diciembre seguimos sin ningún aumento y el tema está judicializado”, explicaron los empleados de la compañía a PERFIL. Por otro lado, afirmaron, continúa el éxodo de personal calificado. En algunos casos, comentaron, a empresas del exterior. “La oferta salarial en ciertos rubros, como mínimo, duplica el sueldo que se paga en Arsat”. Entre las áreas más sensibles están las de ciberseguridad o tecnología informática. Lo cierto es que en términos generales de 2023 a 2024 el personal se redujo en un 10% (de 775 a 700 empleados), aunque en el caso de los puestos administrativos los cargos crecieron de 37 a 104.
Este año la compañía decidió desacoplarse de los acuerdos paritarios del gremio de telecomunicaciones (Foetra) y aplicar los de la Administración Pública Nacional. Aun así, desde septiembre ni siquiera otorgan estos aumentos salariales.
No solamente los sueldos están congelados, sino también los proyectos que la empresa tenía previsto terminar entre 2024 y 2025 y que cuentan con financiamiento externo.
“El satélite Arsat- SG1 se empezó a construir a fines de 2020, con la idea de que pudiera reemplazar al Arsat 2 (actualmente en órbita) al concluir con su vida útil. En septiembre de 2023, cuando la falta de dólares impedía los pagos al exterior, dejaron de cumplirse cerca de 20 contratos con fabricantes de partes. El actual gobierno no ha cambiado esa decisión y la mayoría de estos contratos se encuentran parados y en situación de afrontar intereses y otras penalidades”, detallaron los trabajadores a este medio. Lo que sucede, agregaron, es que hasta ahora “el Banco Central no ha permitido hacer transferencias a los proveedores extranjeros de partes integrantes del satélite Arsat -SG1”.
El Gobierno quiere vender ARSAT pese a que en 2024 ganó seis veces más que en 2023
Los fondos provienen, en su mayoría, del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF). Según el último informe de esta institución, el proyecto tiene un costo de U$S 265.800.000, de los cuales U$S 243.800.000 provienen del CAF (que ya desembolsó U$S 133.036.979) y U$S 22.000.000 corresponden a fondos que debería poner la empresa.
En el informe de gestión que presentó en el Senado el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el funcionario aseguró que el satélite se encuentra en un estado de avance del 61%, y que su lanzamiento “se estima para octubre de 2027, y su funcionamiento para abril de 2028”, tres años después de lo que estaba originalmente previsto.
Sobre esta situación, los empleados de la compañía afirmaron que, dado que los fondos fueron suministrados por el CAF, si eventualmente se decidiera no continuar con la construcción y puesta en órbita del satélite SG1, se debería “devolver el préstamo por la parte ya recibida y afrontar la pérdida de prestigio que genera la discontinuidad de un proyecto valioso y el incumplimiento del contrato”. Por otro lado, se perdería lo pagado a proveedores extranjeros y se correría el riesgo de “perder o ceder las posiciones orbitales argentinas otorgadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Son activos relevantes, muy cotizados por otros países”, afirmaron empleados y exempleados de la empresa.
De mínima, el retraso en el lanzamiento aumentaría el costo local como porcentaje del total a financiar.
“Todos estos inconvenientes se solucionarían si se decide terminar lo ya iniciado. Para ello hacen falta otros U$S 130 millones, ya garantizados por el contrato de préstamo del CAF. Siendo pesimistas, el Estado deberá agregar unos U$S 15 millones más para afrontar los mayores costos que ha ocasionado la interrupción del proyecto», explicaron.
“Es un negocio que da dinero, que está financiado, no hay ningún tipo de sentido económico ni estratégico de frenarlo. Si fuéramos una compañía que cotizara en bolsa los directivos que hacen esto estarían presos, porque están actuando en contra de los intereses de los accionistas y de la empresa”, sintetizaron.
El jefe de Gabinete explicó que para 2025 se planea la continuidad del proyecto Arsat-SG1, “la actualización tecnológica de la Red Federal de fibra óptica en su tercera etapa, y proyectos relacionados con el aumento de la ciberseguridad y resiliencia de datos en el Datacenter Benavidez”.
Francos indicó, además, respecto a la posibilidad de privatización parcial, que “el estatuto de la empresa permite, desde su creación, la puesta a disposición del 49% de las acciones, por lo cual la empresa seguirá conservando la mayoría de las acciones del Estado nacional” y que “se inició el proceso de salida de una parte de las mismas a la bolsa por medio de un IPO (initial public offering)”. Para ello, agregó, “se está ordenando la documentación requerida para ser presentada en la Comisión Nacional de Valores con el acompañamiento permanente de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas dependiente del Ministerio de Economía de la Nación”.
Según el informe de la ONP, para el tercer trimestre de este año Arsat “muestra una desmejora interanual del resultado financiero, que se origina principalmente por la disminución de los ingresos de capital dado que, en comparación al acumulado al tercer trimestre de 2023, la empresa no contó en 2024 de transferencias de otras entidades del Sector Público Nacional y se redujo el nivel de transferencias recibidas de la Administración Nacional”.
De acuerdo con la respuesta a un pedido de acceso a la información pública que realizó PERFIL, hasta principios del mes de diciembre los aportes del Tesoro Nacional a la empresa ascendían a los $ 300 millones en concepto de aportes de capital, destinados únicamente a obras de la red federal de fibra óptica.
Respecto a la solicitud para acceder a los balances anuales de la compañía, la respuesta a este medio fue que los disponibles (que ya fueron aprobados por la Auditoría General de la Nación) están cargados en la página web. Sin embargo, el último documento publicado data de 2018.
Con el montaje de un ciclotrón en el Instituto de Tecnologías Nucleares para la Salud (INTECNUS), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) -organismo dependiente de la Jefatura de Gabinete- avanza en su proyecto para producir radioisótopos en la ciudad de San Carlos de Bariloche.
El objetivo de esta instalación, cuya puesta en marcha se estima para el segundo semestre de 2025, será producir radioisótopos de vida media muy corta, que no pueden ser llevados a la región desde Buenos Aires. También habrá una radiofarmacia, con celdas donde se fabricarán radiofármacos para medicina nuclear.
Los radiofármacos son compuestos que contienen radioisótopos y se utilizan para el diagnóstico de distintas enfermedades, especialmente en las áreas de oncología, cardiología y neurología. Como la actividad de estos radioisótopos decae rápidamente, es fundamental que no pase mucho tiempo entre la fabricación del radiofármaco y su aplicación al paciente. El traslado debe ser rápido y eficiente. Bariloche es un punto estratégico para su producción, porque es una ciudad con muy buena conectividad aérea.
La obra se encuentra en la etapa final, fue ejecutada por INVAP y supervisada por la CNEA para cumplir con los lineamientos de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
“Primero vamos a producir la droga que se utiliza mayoritariamente para el diagnóstico de varios tipos de cáncer, que es la fluorodesoxiglucosa o flúor 18-FDG. Después continuaremos con otros radioisótopos, como carbono 11 (C-11), nitrógeno 12 (N-13), oxígeno 15 (O-15) y galio 68 (Ga-68)”, explica el doctor en Física Sergio Suárez, coordinador del equipo de trabajo integrado por seis profesionales del Departamento de Producción de Radioisótopos y Radiofármacos de la CNEA.
“Queremos que esta instalación también sirva como lugar de crecimiento y formación de recursos humanos –agrega Suárez-. La idea es que puedan venir profesionales a entrenarse, pero también a hacer una maestría o un doctorado”, asegura.
A futuro, también se proyecta montar un laboratorio de química dentro de las instalaciones para el desarrollo de nuevos fármacos específicos para cada diagnóstico. En paralelo, se prevé diseñar programas académicos que permitan la formación profesional especializada.
Nota de AgendAR:
En este modelo, algo no cierra: para evacuar una producción copiosa, mucho mayor que la población rionegrina, Bariloche (créase o no) carece de una grilla de vuelos regular, y algunos de los isótopos (el iodo 131 en particular) tienen tiempos de semivida cortos. A 8,5 días de fabricado un lote recién de iodo 131 pierde por decaimiento la mitad de su masa efectiva, y por ende de su actividad terapéutica.
Ergo, algún país cercano lo va a comprar y alguien lo va a vender. Las respuestas son respectivamente Chile y la Fundación INTECNUS. Estaría todo muy bien, pero el ciclotrón se fabricó con dinero de la CNEA, es decir del estado nacional, es decir de Ud. y de mí, es decir, de nuestros hijos. Por ende, la destinataria privilegiada de su producción, más allá de que la distribuya una fundación privada como INTECNUS o la propia CNEA, debería ser la población pediátrica argentina. El iodo 131 se usa para marcar e irradiar selectivamente las metástasis residuales remanentes de un cáncer de tiroides de púberes.
AgendAR apoya la medicina nuclear. Sin ella, parte de nuestra redacción estaría escribiendo desde el más allá. Pero no apoyamos el uso con fines de lucro privado, y menos de otros países, de medicinas fabricadas en sitios construidos con dinero del estado federal. La CNEA, gracias al reactor RA-3 y sus sucesivas repotenciaciones y extensiones de vida, abastece de radioisótopos de diagnóstico y de terapia todos los centros de medicina nuclear del país.
Por iniciativa de la CNEA, con fondos, personal y radioisótopos irradiados en el RA-3 de Ezeiza, amén del apoyo de autoridades -y fundaciones- locales, desde los ’80 existen centros de medicina nuclear en Mendoza, CABA, Rio Negro, Santa Cruz, Formosa y La Pampa. No existen en todas las provincias porque la CNEA desde 1983 lucha por «llegar a fin de año» con unos presupuestos pésimos. Amén de los centros nacionales, casi todos los hospitales públicos del país tienen pequeños elencos de Medicina Nuclear, supervisados por la ARN, y los excedentes de producción del RA-3 se distribuyen en la medicina privada argentina y las exportaciones a países limítrofes.
La CNEA no gana plata en esto, a lo sumo recupera un poco. Pero sí que gana prestigio, y se lo hace ganar al país. Todavía nos falta ver un talibán de Greenpeace que, en un apuro, se niegue a dar batalla contra un tumor con radiosótopos fabricados por una institución que ha vivido vilipendiando, y de un Centro Atómico (el de Ezeiza) que ha vivido de vilipendiar.
Pero lo de Río Negro está pensado de un modo más experto, más sutil, más torcido.
La provincia recibe desde siempre los producidos en Ezeiza por irradiación con neutrones. Es excelene que además de radiofármacos «de reactor» venidos desde la provincia de Buenos Aires, tenga una familia de radioisótopos bastante distinta de radiofármacos «de ciclotrón», de producción local y a patir de protones. Pero eso se hizo con plata del estado federal, y la prioridad la deberían tener la población rionegrina, la del resto del país, y en tercer lugar, la argentina que opta por la medicina privada y la de países limítrofes. En ese orden. En el caso, Chile. Y el objetivo no puede ser el lucro de una Fundación.
En tiempos algo mejores, Mamá CNEA compró dos ciclotrones gemelos para el Hospital Infantil Garrahan, de modo de garantizar la continuidad de los tratamientos. En el hospital porteño quedó uno solo. El otro, ups, terminó en Bariloche, y adivinen en manos de qué elefante blanco y con qué pasado negro. Intecnus es fundación y no paga impuestos, pero vive de los nuestros, del estado y de la CNEA. Paradoja, no atiende a la UP (la obra social de los estatales). En particular, NO ATIENDE a enfermos de la CNEA.
Cuando la salud es un negocio tan burdo, el que gana se hace rico y el que pierde se muere.
Con la nuestra no, libertarios.
Esto se hizo a espaldas de la administración anterior de la CNEA. Fue idea de la actual, tan experta en operar a media luz o en las sombras. Ningún juez va a querer indagar este asunto: hay pacientes argentinos cuya vida depende de estos radioisótopos.
En este agujero negro entre la tecnología médica, la política, la farmacología y la ley, habrá argentinos que pagaron en vida por un diagnóstico o un tratamiento avanzados QUE NO VAN A RECIBIR.
La nota que transcribimos a continuación es del del Science Times, suplemento semanal científico del New York Times, y la firma Emily Mullin, nombre nuevo para AgendAR.
No hemos podido resistir la tentación de incluir algunas observaciones criollas y un poco picantes. Sucede que el artículo de Mullin es, previsiblemente, cientificista, onda epidemiología woke para no ofender, eso en el país que inventó el «feedlot» y las megagranjas avícolas y porcinas. También el sanitariamente menos precavido, el más ajeno al concepto mismo de «Salud Pública», y de paso el más antivacunas del planeta.
Esto hace poco científico el artículo.
Pero está bien investigado y el tema es importante. Ya pasaron los tiempos en que podíamos traducir directamente del Science Times, con la correspondiente cita. En ese viejo templo de la ciencia hoy se han vuelto muy vaporosos, y ponerle barras de acero a las nubes que producen no las vuelve de hormigón armado. Nuestras observaciones, por ello, están destacadas en negrita itálica.
Daniel E. Arias
Ayer, las autoridades sanitarias de Luisiana anunciaron la muerte en internación de un hombre ingresado en diciembre por gripe aviar grave. La contrajo de aves domésticas, probablemente contagiadas por aves silvestres. Es -y resulta raro- la primera muerte registrada en Estados Unidos atribuida al virus H5N1, el más común entre los que causan gripes aviares.
La persona tenía más de 65 años y venía con enfermedades de base subyacentes. El Departamento de Salud de Luisiana no ha revelado más detalles.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, autoridad epidemiológica federal de los EEUU,, un total de 66 personas en EE.UU. dieron positivo por gripe aviar en 2024. Fuera del paciente de Luisiana, los demás desarrollaron síntomas leves y se recuperaron completamente. Pero esta excepción es un recordatorio de que la gripe aviar puede ser y es peligrosa. La Organización Mundial de la Salud contabiliza 948 casos de gripe A H5N1 certificados en 23 países desde 1997, y 464 fueron mortales. Sí, en todo el mundo mató a la mitad.
Contagiados, vayan a EEUU, que ahí la muerte trabaja menos.
A medida que aumenta el número de infecciones humanas son predecibles más casos de enfermedad grave y, potencialmente, más muertes, sobre todo si el antígeno H (por hema-aglutinina) de la cápside del virus hace mutación, y logra fijarse en el ácido siálico alfa 2,6 característicos del parénquima pulmonar humano. Los virus que hagan esta transformación van a saltar de aves a humanos, generar más neumonías, y las personas con este virus mutado podrán contagiarse entre ellas y no solo de gallinas, gansos, patos o de mamíferos de cría.
Por lejos, el virus gripal A H5N1 es el de mayor potencial pandémico de los actuales, seguido por el H7N9.
«Se trata de un juego continuo de ruleta rusa», afirma el médico Nahid Bhadelia, director fundador del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Boston. «Cuanto más virus hay en nuestro entorno, más posibilidades hay de que entre en contacto con los humanos». Era sólo cuestión de tiempo que la gripe aviar se volviera mortal, afirma.
Tampoco es la primera vez que sucede. La llamada Gripe Española, que en realidad fue una H1N1 china, entre 1917 y 1922 recorrió el mundo en cuatro sucesivas olas pandémicas, y mató -se estima- al 5% de los humanos. Mucho más que la guerra.
¿Cómo salió de China? En mi barrio, se llama colonialismo. Fue contagiada a los soldados europeos y yanquis por trabajadores chinos semiesclavos traídos al frente desde la costa china por las potencias imperiales, Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia y EEUU. ¿Traidos para qué? Para construir trincheras y otras defensas estáticas a retaguardia.
Se detectó por primera vez en cuarteles: uno de entrenamiento en Kansas, EEUU, y simultáneamente en otro inglés, Aldershot. Mataba a entre el 30 y el 50% de los contagiados, y se ensañaba más con la gente joven, saludable y fuerte que con chicos o viejos.
Los médicos militares ingleses, desconcertados, le pusieron el nombre de POU, por Pyrosis of Unknow Origin, literalmente, fiebre de andá a saber qué origen. Los alemanes la llamaron «francesa», los ingleses, «alemana», los rusos la llamaron primero «catarro chino», y finalmente se convino en llamarla «ispanka», o «gripe española». La Piel de Toro era un país europeo pero neutral, y la prensa podía hablar del tema libremente. Especialmente cuando la gripe le hacía estirar la pata a algún Borbón.
Como en cambio la prensa inglesa, francesa, yanqui y alemana estaba sujeta a una censura de guerra de la gran siete, esta gripe era un tema tabú, incluso cuando en 1918 se volvió la primera causa de muerte en el Frente Occidental, y también la primera de sublevación de tropas.
El gobierno del Kaiser Guillermo II cayó por esas rebeliones de soldados, de marineros y de obreros. El de su primo, el Zar Nicolás II, cayó por lo mismo y muchos meses antes. La Revolución Rusa de 1917 es, en un punto, una consecuencia de que los soldados del Zar empezaron a preferir fusilar a sus oficiales que seguir muriéndose de gripe en las trincheras. La Primera Guerra, irresuelta en el plano militar en las trincheras occidentales, tuvo que terminarse por estos alzamientos.
No hace falta ir tan lejos en la historia. En 2009, la Argentina cayó en la volteada de una gripe A pandémica H1N1 que surgió al parecer de la enorme industria de cría porcina mexicana. Mató a bastante gente, 284.000 muertes atribuibles aquel año, para la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas (OMS).
Cristina Fernández de Kirchner prefirió no posponer las elecciones de medio término, ya que podían fogonear el contagio por amuchamiento. Fue una apuesta que pagó mal: su partido perdió frente a opositores sin historia política conocida, banqueros, CEOs corporativos y capos de fondos de inversión. Sí, el Colorado Francisco De Narváez y otras yerbas que entonces parecían novedad.
Los políticos que se pasan la epidemiología por el arco del triunfo, y sobre todo los que gestionan mal una pandemia, son historia, porque no estudiaron suficiente historia, muertos políticos que caminan sin enterarse de que están muertos. Preguntarle en caso de duda a nuestro reciente expresidente.
La industria de cría intensiva de animales es la fuente primera mundial de los virus pandémicos respiratorios. Si uno escucha «pandemia» y lo primero que pregunta es si viene de China, sin embargo, no es por contagio cultural del Pato Donald.
Es porque la convivencia doméstica entre aves de corral, cerdos y personas ha sido la fórmula que le permitió sobrevivir durante 600 años al enorme campesinado chino pobre, y en muy poca superficie de tierra. Esto dio origen a virus respiratorios mutantes que podían saltar de aves a mamíferos, y entre tantos mamíferos, nosotros, los humanos.
Hasta que no llegaron las potencias coloniales durante «El Siglo de la Humillación», los virus zoonóticos chinos se quedaban en China.
Pero la industria intensiva y de escala gigante de hoy es un fenómeno mundial, porque hay 8500 millones de humanos que pretenden proteína, y casi 1000 millones que no la tienen.
El eje de esa industria hasta hace tres décadas fue América del Norte, hoy está en Asia. La vacunación de aves de cría es obligatoria en toda China, con fórmulas bivalentes, dirigidas contra los virus A H5N1 y el H7N9. En EEUU, donde la vacunación antigripal nunca fue o será obligatoria ni siquiera para la ciudadanía porque se respeta a todo trance la libertad de enfermar a otros, la industria aviar tuvo que sacrificar e incinerar medio millón de pollos y gallinas en 2024. Los autodenominados americanos son raros en su gestión de epidemias.
Estados Unidos se encuentra en medio de un brote de H5N1 que no muestra signos de detenerse. El virus ha infectado a más de 130 millones de aves, incluidas aves de corral comerciales, desde enero de 2022. En abril de 2024 llegó por primera vez a las vacas lecheras. Aunque no es mortal para las vacas, el virus ha enfermado a más de 900 rebaños lecheros en 16 estados. La gente puede contagiarse tomando leche no pasteurizada y embichada con H5N1, está probado.
La mayoría de las personas que contraen la gripe aviar son trabajadores agrícolas u otras personas que tienen contacto directo con animales enfermos. De los 66 casos confirmados en EE.UU. el año pasado, 40 estuvieron relacionados con vacas lecheras y 23 con aves de corral y personal de frigorífico, con preponderancia de sacrificadores. En los otros tres casos estadounidenses, se desconoce la fuente exacta de exposición.
Desde 2003, se han notificado más de 850 casos humanos de gripe aviar H5N1 fuera de Estados Unidos, y aproximadamente la mitad de ellos han resultado mortales. Esto viene a demostrar que el excepcionalismo estadounidense empieza por las estadísticas epidemiológicas.
En un comunicado publicado el lunes, los CDC afirmaron que una muerte por gripe aviar H5N1 «no es inesperada debido al conocido potencial de la infección por estos virus para causar enfermedades graves y la muerte». Bueno, chocolate. Las autoridades sanitarias federales afirman que el riesgo de contraer la gripe aviar sigue siendo bajo para el público en general, y no hay pruebas de que el virus se esté propagando de persona a persona en ningún lugar del país.
Sí, ponele. Tampoco hay evidencias de lo contrario.
Uno de los aspectos desconcertantes del brote actual en EE.UU. es por qué todas las infecciones humanas hasta ahora han resultado en enfermedades leves. «Podría tratarse de personas jóvenes y sanas», afirma Jennifer Nuzzo, directora del Centro de Pandemias y profesora de epidemiología de la Universidad Brown. «Podría ser que la forma en que están siendo expuestos es diferente de cómo hemos visto históricamente que la gente se infecta. Hay varias hipótesis, pero en este momento son sólo conjeturas.»
Nuzzo dice que es muy posible que las condiciones de salud preexistentes del paciente de Luisiana contribuyeran a la gravedad de su enfermedad, pero también señala el caso de una adolescente en Canadá que fue hospitalizada con gripe aviar en noviembre.
La niña de 13 años fue atendida inicialmente en un servicio de urgencias de la Columbia Británica por fiebre y conjuntivitis en ambos ojos. Fue dada de alta sin tratamiento y más tarde desarrolló tos, vómitos y diarrea. Unos días después volvió a urgencias con problemas respiratorios. Ingresó en la unidad de cuidados intensivos pediátricos y entró en insuficiencia respiratoria, pero acabó recuperándose tras recibir tratamiento. Según un informe publicado en el New England Journal of Medicine, la niña tenía antecedentes de asma leve y un índice de masa corporal elevado (en mi barrio, unos kilos de más). Se desconoce cómo contrajo el virus.
«Lo que esto nos dice es que no tenemos ni idea de quién va a desarrollar una enfermedad leve y quién va a desarrollar una enfermedad grave, y por eso tenemos que tomarnos estas infecciones muy en serio», afirma Nuzzo. «No debemos suponer que todas las infecciones futuras serán leves».
Hay otra pista que podría explicar la gravedad de los casos de Luisiana y Columbia Británica. Las muestras de virus de ambos pacientes presentaban algunas similitudes. Por un lado, ambos estaban infectados con el mismo subtipo de H5N1 denominado D1.1, que es el mismo tipo de virus que se encuentra en aves silvestres y aves de corral. Es diferente del subtipo B3.13, dominante en las vacas lecheras.
«Ahora mismo, la pregunta es si se trata de una cepa más grave que la del ganado lechero», afirma Benjamin Anderson, profesor adjunto de salud medioambiental y global de la Universidad de Florida. De momento, los científicos no disponen de datos suficientes para saberlo con certeza. Un puñado de trabajadores de granjas avícolas de Washington han dado positivo en el subtipo D1.1, pero esas personas presentaban síntomas leves y no requirieron hospitalización.
«En el caso de la infección de Luisiana, sabemos que esa persona tenía comorbilidades. Sabemos que era una persona mayor. Son factores que ya contribuyen a resultados más graves cuando se trata de infecciones respiratorias», afirma Anderson.
En los casos de Luisiana y Columbia Británica, hay pruebas de que el virus puede haber evolucionado en ambos pacientes, cuando ya estaban i infectados, para producir una enfermedad más grave. Malas costumbres de algunos virus, cuyo sistema de copiado genético defectuoso produce versiones mutantes a lo pavote. Inevitablemente, alguna termina siendo Godzilla.
Un informe de los CDC de finales de diciembre halló mutaciones genéticas en el virus tomado del paciente de Luisiana que pueden haberle permitido aumentar su capacidad de infectar las vías respiratorias superiores de los seres humanos. Según el informe, es probable que los cambios observados se generaran por la replicación del virus a lo largo de la enfermedad del paciente, en lugar de transmitirse en el momento de la infección, lo que significa que las mutaciones no estaban presentes en las aves a las que estuvo expuesta la persona. Lo dicho.
En un artículo publicado en el New England Journal of Medicine, el equipo que atendió a la adolescente canadiense también describió las «preocupantes» mutaciones halladas en sus muestras víricas. Estos cambios podrían haber permitido al virus unirse y penetrar más fácilmente en las células del tracto respiratorio humano.
Sí, Ud. recuerda bien, hace unos párrafos mencioné una mutación del antígeno H5 que se liga demasiado fácilmente al ácido siálico alfa 2,6 parte de una glicoproteína que tapiza el parénquima pulmonar humano, señal que somos mamíferos. Los pulmones aviares, morfológica y funcionalmente muy distintos a los nuestros, abundan en ácido siálico alfa 2,3. Esas diferencias bioquímicas mínimas por ahora nos protegen… un poco. Pero la gripe aviar A H5N1 ya ha matado todo tipo de mamíferos, desde lobos marinos a zorrinos.
Por ahora, las personas que trabajan con aves, aves de corral o vacas, o que tienen una exposición recreativa a ellas, corren un mayor riesgo de contraer la gripe aviar.
Le preguntamos al Science Times a quién conocen que pasen su tiempo con aves de corral o vacas por recreación. Por ahora, no contestan. Los que tienen que trabajar por plata en granjas de cría y mataderos, esos sí la pasan mal con todas las pandemias respiratorias. Se agarran todas. Y no, en EEUU la OSHA (Occupational Health and Safety Administration) no los protege.
Es que la OSHA es una agencia federal, y lo único federal que se toma en serio en la Tierra de los Libres y Hogar de los Valientes son las FFAA y las de espionaje. Los negocios de cría intensiva son supervisados por agencias estaduales o municipales. A veces.
Para prevenir la enfermedad, las autoridades sanitarias recomiendan evitar el contacto directo con aves silvestres y otros animales infectados o sospechosos de estar infectados por el virus de la gripe aviar.
¿Se ve por qué ya no podemos traducir directo del Science Times? Hacen los deberes, llaman a éste y llaman al otro. Pero como se ve en esa recomendación final, pero no se están volviendo más inteligentes.
“No hay ningún invento moderno en el mundo, no existe nada digital, tecnológico o cuántico que en su desarrollo no haya participado el Estado”.
El actual gobierno argentino no muestra virtudes en lo que a tecnología se refiere. Enmascaran esa carencia de conocimientos técnicos y científicos detrás de redes trolls de “buscas digitales” que se dedican a presionar, apretar, denunciar y perseguir. E insultar.
Pero la tecnología y la ciencia son otra cosa. El Gobierno golpea con un palo un tambor de hojalata, mientras cree ser Martha Argerich o Lang Lang tocando el piano.
Pueden disfrazarse de lo que no son durante un tiempo, pero no mucho. En general, hay una hora (social, histórica) en que como en las grandes fiestas renacentistas, las máscaras se caen y cada rostro se muestra como es.
Han detenido la fabricación del reactor nuclear Carem (pequeño porte) mientras Milei anuncia que desarrollarán la producción de reactores nucleares de pequeño porte para abastecer las demandas de energía de la inteligencia artificial (entre otras cosas, ayudar al negocio de su amigo Elon Musk), o sea, no harán nada, pues no tienen idea de lo que es el uso pacífico de la energía nuclear, han desamparado las inversiones en los institutos de formación académica de físicos nucleares, han sometido a la humillación a cientos de técnicos y tecnólogos que deben abandonar el país en función de la imposibilidad de tener un empleo que les dignifique la profesión que tienen y que tanto puede servir a la Argentina.
Este gobierno nacional es humo. Es una inmensa masa de humo. Están destruyendo los buenos niveles alcanzados en el país por científicos y técnicos, y hacen retroceder logros importantes.
El afán de destruir el Estado, idea confesa y reiterada del Presidente, conlleva el riesgo de perder todos los avances científicos alcanzados. ¿Por qué? Muy simple, no hay ningún invento moderno en el mundo, no existe nada digital, tecnológico o cuántico que en su desarrollo no haya participado el Estado.
Es más, no hay ningún Premio Nobel de Ciencias en el último siglo que no fuere avalado por aportes públicos. Desde internet hasta las vacunas Salk, Sabin, HIV, covid, etc., desde la industria espacial, radarista y nuclear hasta el universo computacional y comunicaciones cuánticas, nada fue producto en soledad de espacios privados.
¿Esto quiere decir que hay que ser fanáticamente estatista? ¡No! Solo en las pequeñas neuronas cazadoras de comunistas, que poseen algunos funcionarios, se puede pensar de esa manera.
Si existiera la decisión política de financiar la ciencia, se puede discutir cómo se financia, pero el Gobierno arranca de la decisión política de no financiarla.
El famoso Sistema Científico Tecnológico es el nodo central que hace al conocimiento de un país, y debe tener como horizonte dar respuesta a problemas nacionales y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Esto permite, en un camino virtuoso dar buenas respuestas a la producción tanto del agro como de la industria, a la salud como a las comunicaciones, y otras áreas que tienen importante impacto en nuestra cotidianidad.
Para tener una idea sepamos que el Conicet, hoy desfinanciado por Milei y Caputo y desguazado por Sturzenegger, es el organismo de investigación más ponderado en toda Latinoamérica y ocupa la 22ª posición en el mundo. ¡Entre más de 200 países!
Y todo esto se relaciona con lo que hoy el mundo debate y es el eje principal del ecosistema de comunicación y vinculación humana, global, interestatal, privada y pública: internet.
Hace unos días se reunió en Riad (Arabia Saudita) el 19º Foro de Gobernanza de Internet, evento seguido por miles de interesados. No hay noticias de participación pública argentina. Es, de alguna manera, la continuidad de aquel gran avance que significó la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, en sus dos presencias, 2003 en Ginebra y 2005 en Túnez.
Si bien se debaten temas conocidos como el cuidado de la seguridad en las redes, la privacidad de usuarios, los marcos regulatorios, la coordinación global de internet y otros que podríamos llamar “tacticismo digital”, no están ajenos a estas reuniones los temas estratégicos como son aquellos que relacionan el avance tecnológico con importantes variaciones en las sociedades y ponen de manifiesto una original fenomenología de acontecimientos nuevos y desconocidos, que pasan por el mundo productivo, la sociología, la psicología, el derecho y fundamentalmente, la política y la forma de entenderla a la luz de la presencia de internet.
Hoy, a diferencia de lo que vimos en Túnez 2005, existe internet desde la realidad de terminales móviles como los celulares y otros hardware de similar utilidad y aquellos cableados (Ethernet) y las conexiones LAN (Local Área Network) y las WAN (Wide Área Network) son unos tantos recuerdos del pasado reciente. No porque no se usen, sino porque pueden no usarse. Y ni hablemos del viejo y querido DSL con su alta velocidad de hasta 7.1 Mbps por medio de una línea telefónica y que superaba al módem Dial Up de solo 28.8 Kbps.
Entonces, la capacidad de cada país de adaptarse a los mejores y más modernos avances digitales no puede quedar librada, en exclusiva, a las necesidades de mercado y al interés privado en cuanto al lucro que permiten estas conexiones.
El Estado, tampoco solo, pero sí sinérgicamente con el sector privado, la academia, las universidades y las empresas de capital social, debe estar presente en el impulso al desarrollo, la necesidad legislativa y regulatoria y el aporte del más alto nivel para los requerimientos de internacionalización que requiere esta tecnología.
Y para eso se precisan científicos, tecnólogos y técnicos. Y políticos preparados y capacitados.
Los inmensos aforos de almacenamiento de datos que obligaron a la existencia de la nube y los nuevos y fenomenales niveles de capacidad de cómputo no pueden ni deben ser solo una parte del mercado. Son mercado, desde ya, pero también hacen al interés soberano de los Estados.
Con la importancia que tiene el manejo delictivo de internet (y lo dice el autor de esta nota, que en 2006 siendo diputado nacional impulsó la primera ley de delitos informáticos en la Argentina) no debe quedar solo para el Estado la persecución penal de conductas de ilicitud como el malware (programa malicioso), el phishing (suplantación de identidad), el ransomware (programa dañino que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema operativo infectado y pide un rescate a cambio de quitar esta restricción) o el uso de botnet (conjunto de ordenadores/bots, infectados y que controla un atacante), entre otras posibilidades de agravio al derecho, sino que debe estar en el manejo “estratégico” de la red de redes.
Si los Estados no se ponen en un pie de igualdad, acordado y cordial con las empresas algorítmicas/digitales, estas terminan perturbando los pactos democráticos de las sociedades. Ejemplos como Cambridge Analytica y varios hechos electorales afectados hacen necesario que las luces de alerta las manejen los Estados nacionales.
Y el otro tema pasa por la conectividad, donde la brecha digital muestra claramente que es una brecha social e incluso entre países. Así como el promedio argentino de conexiones en banda ancha duplica desde la pampa húmeda y el AMBA a la Patagonia y el Norte, en el mundo el hemisferio norte presenta una superior conexión que el hemisferio sur.
Por eso destruir el Estado, en Argentina, es un deseo patibulario.
El aumento de casos en China del HMPV, un virus respiratorio no muy conocido, reflotó ecos oscuros de 2019, y del inicio de la pandemia de Covid-19 hace tan solo cinco años, tres de los cuales parecieron siglos. Pero a pesar de las similitudes, esta situación es menos brava.
Vamos entonces a China, cuna de tantas pandemias pulmonares zoonóticas, entre ellas varias gripes, en general aviares, de pésimo recuerdo. Lo que circula allí hoy son infecciones por metapneumovirus humano, o HMPV. ¿Y este bicho es malísimo, malo o simplemente de dormir sin frazada? Van los hechos, pero NUESTRO problema actual, compatriotas, es el dengue. Después volvemos con eso.
¿Qué es el MPVH?
Es uno de muchos virus respiratorios varios patógenos de circulación mundial. Es tan común que el primer contagio suele darse en la infancia, y aún así es casi seguro que uno volverá a pescárselo y enfermarse varias veces a lo largo de la vida. El MPVH es bastante estacional: en los países con inviernos fríos tiene temporada anual, como los virus de la gripe, pero en climas tropicales poco variables a lo largo del año circula siempre, aunque a poca velocidad.
El MPVH es similar a otro virus más conocido por pediatras y gerontólogos: el respiratorio sincicial, o VRS. Ambos dan síntomas gripales, asunto que también comparten con el Covid-19 y otros coronavirus de fama menos renegrida: tos, fiebre, congestión nasal y sibilancias (en mi barrio, chiflidos pulmonares por obstrucción).
Pero como todos estos, salvo el del Covid-19, han sido virus habituales e inmemoriales de los humanos, ya no desencadenan reacciones inmunológicas furibundas.
El virus SARS-CoV 2 del Covid-19 es zoonótico, uno de los muchos que se transmiten entre aves y mamíferos, y sus primeras detecciones en humanos fueron muy recientes. Sus primos, los virus previos conocidos de tipo «corona» con que hemos lidiado a lo largo de nuestra historia y prehistoria probablemente fueron peligrosos y pandémicos, pero eso cuando novedades. Si hoy no lo son, si hoy en general sólo causan resfríos curables es porque seleccionaron genéticamente a la población. Nos hicieron cambiar.
Fríamente dicho, descendemos de LOS QUE NO SE MURIERON por esas infecciones, esos resfríos sin viaje de regreso, o por las reacciones inmunológicas descontroladas ante los mismas. En promedio, tenemos gentes un poco más resistentes a coronavirus que esa ponchada de precursores nuestros que murieron jóvenes, hace siglos o milenios, en la flor de la edad, y sin tiempo de haber dejado hijos.
Lo letal del Covid-19 rara vez fue el virus en sí, sino que en su lucha contra el mismo, el organismo humano a veces atacaba en forma inflamatoria aguda algunos órganos vitales marcados con signos moleculares de «ojo, aquí tejido infectado»: pulmones, corazón, riñones, cerebro, la mismísima sangre. De los casi 30 millones de personas que mató esta enfermedad entre 2019 y 2023, la mayor parte murió por destrucción inflamatoria de esos órganos y tejidos.
Lo que más se vio, y eso era bizarro según nuestra experiencia previa con otros virus respiratorios, fue la neumonía bilateral, es decir en ambos pulmones a la vez. Las neumonías de otros virus suelen ser unilaterales.
Cuando todavía faltaban meses para que aparecieran las primeras -y carísimas- vacunas efectivas, cuando algunos idiotas recomendaban públicamente no hacer cuarentena, no usar barbijo, amucharse e ingerir lavandina (y eso sí que mató a unos cuántos), en las terapias intensivas argentinas se empezaba a mitigar el incendio inmunológico con antiinflamatorios baratos y banales. ¿Cuáles? Los corticoides, en particular, la dexametasona. Esas pastillas de anaquel sí que salvaron vidas.
Las vacunas lo que hicieron contra el SARS CoV2 fue mejor y más duradero: crear islotes y barreras de población poco contagiable, pero en forma «no darwiniana», sin matar a nadie. Nada se difunde tan rápido como un virus transmitido por aerosoles pulmonares. Para contagiar a tu vecino de tren o de aula, lo único que tenés que hacer es respirar.
Con las vacunas, también hicimos cambiar al virus SARS CoV2 y volverlo menos virulento. Habría sucedido igual, pero a un costo mucho peor que los alrededor de 30 palos de muertos que dejó la pandemia. Las vacunas bajaron la velocidad de libre circulación del Covid-19, y así se disminuyó, entre otras cosas, su infernal capacidad de generar mutaciones más letales y de desenlace rápido. Un virus que se propaga fácil, muta fácil. Máxime si es un retrovirus hecho de ARN, bastante propenso a errores de copiado genético.
Si le bajás la velocidad de contagio a un virus, le bajás la letalidad. El virus encuentra ventajas en progresar despacio y no matar al portador. Por eso las vacunas en la Argentina protegieron incluso a quienes no pudieron o quisieron dárselas.
Si un virus circula con trabas, el que termina seleccionado no es el humano (y por muerte), sino el virus mismo, y por falta de descendencia. Entre distintas variedades virales prospera más la que no te mata de movida y te da más tiempo de portación sana (e infectante). Se impone más el que te permite vivir en forma asintomática, a veces sin anoticiarte siquiera de que te lo agarraste. Compiten mejor los benignos, y los más virulentos se transmiten menos. ¿Por qué? Porque los malísimos se autoeliminan al eliminar al portador sano.
En suma, el MPVH no es más benigno «per se», sino probablemente porque es menos novedoso que esta abominación que del SARS CoV2. El sistema inmune humano promedio lo tiene junado y lo ataca en forma proporcional y efectiva, pero no desmesurada.
La mayoría de casos de MPVH no pasa de los síntomas de un resfrió cualquiera. Los pocos que se agravan pueden terminar en bronquitis o incluso neumonía, sobre todo en bebés, viejos y personas inmunodeprimidas. Los que tienen asuntos pulmonares preexistentes, como asma o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), la pasan peor y corren mayor riesgo.
En los países ricos el HMPV rara vez es mortal. En los pobres y muy pobres, o ricos pero con mala calidad de aire, sistemas sanitarios débiles o inaccesibles y poca vigilancia epidemiológica, el MPVH es mucho peor. La obviedad del día: lo que mata es la pobreza y el estado ausente, no importa si rico o pobre. Chocolate por la noticia.
¿Desde cuándo existe este virus?
Imposible saberlo. Se identificó en 2001, pero parecería que anda por el mundo desde hace al menos 60 años. Aunque no es nuevo, tiene poca prensa: a diferencia de los virus gripales, los del Covid-19 y los sinciales, fuera de los ámbitos de la infectología y la neumonología, no se lo conoce mucho. En un caso agudo, los médicos de hospital pueden llegar al diagnóstico casi por descarte de los otros. Y pueden no llegar a ninguno, y el caso resolverse por curación natural. O bueno, ya sabemos.
¿Cómo se infecta una persona con el HMPV?
El virus se propaga principalmente a través de gotitas o aerosoles procedentes de la tos o los estornudos, del contacto directo con una persona infectada o de la exposición a superficies contaminadas. Historia repetida. Son básicamente los mismos canales de contagio con que la gente se resfría, se pesca una gripe o cualquiera de los virus corona, incluido el hasta hace poco temible SARS CoV2.
Para todo patógeno, los aerosoles respiratorios son el canal de contagio más efectivo, más aún que la transmisión por agua. Una enfermedad transmitida por vectores animales (como el dengue) es más manejable atacando el mosquito, y hay muchos modos de hacerlo. Pero para una respiratoria que llegó a ser aún más contagiosa que el sarampión, como el Covid-19, fuera del barbijo, el apartamiento social y las vacunas, no hay manejo posible de la transmisión.
¿Existe una vacuna? ¿O un tratamiento?
Nada de eso. Sí existen, y desde hace años, vacunas contra el virus sincicial, o VSH, peligroso para chicos y ancianos. El mundo farmacológico investiga alguna vacuna doble que proteja contra ambos, y en lo posible, de dosis única. No es imposible que alguna firma lo logre: hay bastante parecido genético y morfológico entre el MPVH y el VSH.
No existe un tratamiento antiviral específico para el HMPV. Lo que se combate son los síntomas, y ojo: no da para protestar. Lo que mató a tanta gente del Covid-19, finalmente, fueron los síntomas inflamatorios desaforados. Y estimados lectores, se los pudo tratar con medicación que ya cumple 70 años en los anaqueles: la vieja, barata y accesible «dexa».
¿Qué dice China al respecto?
Hemos reproducido, como curiosidad geopolítica, esa pregunta tan estadounidense e ingenua que sacamos del Science Times, el suplemento científico del New York Times. La primera respuesta es otra pregunta y se la hacemos al Science Times desde AgendAR: si el metapneumovirus existe en todos los continentes, salvo la Antártida, ¿qué dicen los autodenominados americanos al respecto? ¿O acaso un tejano no puede contagiar a un habitante de Wuhan?
La respuesta propiamente china es ésta: el gobierno de Xi Jingping observa que los casos nacionales de HMPV están aumentando. Pero dice que el MPVH es un viejo conocido, como no lo era de modo alguno el SARS-CoV2 en 2018. Por ende, el metapneumovirus no da para perder el sueño.
En una conferencia de prensa celebrada por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China el 27 de diciembre, Kan Biao, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas, dijo que hay una rampa de MPVH entre chicos de alrededor de 14 años para abajo. El aumento fue más notorio en Manchuria, la China del norte, donde también hubo un pico de casos de gripe. Tiene sentido, allí reina un invierno crudo y el aire urbano es irrespirable.
Añadió Kan Biao que podrían aumentar los casos durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar, a finales de enero: todo el mundo viaja en China en estos días, y se reúne en grandes grupos familiares en la aldea de origen familiar, generalmente lejana de las megalópolis costeras. El SARS CoV2 explotó bien esa oportunidad.
Pero en general, los epidemiólogos argentinos creen -no son los únicos- que este año la propagación de virus respiratorios en general va a ser menor que la de 2024. Ojalá sea así, no tendríamos objeciones.
Xinhua, la agencia estatal de noticias de China, confirma un aumento de casos agudos y de casos banales y ambulatorios. Instó a la población a buscar datos del virus en Internet, y a seguir algunos consejos de sentido común: lavarse las manos con frecuencia, usar barbijo y evitar los lugares muy concurridos.
Eso último no es fácil en un país de 1400 millones de habitantes.
Lo que están haciendo desde 2024 los epidemiólogos chinos es construir un sistema de vigilancia de las neumonías de origen incierto. Y esas cosas hoy se hacen con poca plata: para algo tienen que servir la televisión pública (como la CCTV), la alta conectividad nacional y las plataformas de Internet como Weibo.
¿Qué dice la Organización Mundial de la Salud?
La OMS. no ha expresado su preocupación. Esto no debería preocupar a nadie, ya que en la pandemia de Covid-19 esa agencia de las Naciones Unidas no dio pie con bola un solo día. La Dra. Margaret Harris, portavoz de la organización, habló de un aumento previsible de casos.
«Como era de esperar en esta época del año, el invierno del hemisferio norte, se ha producido un aumento intermensual de las infecciones respiratorias agudas, incluida la gripe estacional, el virus de la inmunodeficiencia respiratoria y el metapneumovirus humano», dijo Harris en un mail. Decime algo nuevo, Maggie. O algo.
¿Alguien debería preocuparse?
Según el New York Times, los informes procedentes de China evocan los de los primeros y confusos días de la pandemia de Covid. La OMS sigue instando a China a que comparta más información sobre el origen de aquel brote, cinco años después. Según las costumbres chinas, antes va a enfriarse el infierno. Pero, ya con menos pasión indagativa, a falta de información de detalle sobre la génesis de esta pandemia, siguen prosperando teorías conspiranoicas.
Entre los muy, pero muy tontos de mi edad, cunde la versión de que el SARS CoV2 fue un arma china de guerra social. Se diseñó para aliviarle la carga a los sistemas jubilatorios, allí en China, al menos donde los hay. Genial, un país regido por una canosa gerontocracia que promedia los 65, que de pronto se vuelve suicida e inventa un virus para matar viejos. Cierra por todos lados. Llamen a FOX News.
Nos encantaría más bien que la OMS explique por qué no autorizó jamás la vacuna Sputnik-V. Pasaron 5 años y no piensa hacerlo, aunque está muy «buena de papeles» y fue suministrada con una efectividad equivalente o mayor que la de Pfizer en 40 países… pero a menos costo. Salvó a decenas de miles de argentinos, parece.
Nos gustaría saber también por qué el gobierno de Alberto Fernández dejó que mAbxcience, empresa de Hugo Sigman, exportara el 100% de las vacunas anti Covid-19, sin expropiar siquiera los 12,5 millones de dobles dosis que habían sido pagadas. Y de paso, también por qué sólo autorizó la excelente vacuna de la UNSAM después de la pandemia.
La OMS sí autorizó rápidamente dos vacunas chinas, tal vez menos porque eran menos rusas, y hoy eso paga. Paga aunque la Sinopharm y Sinovac eran algo más caras, y mucho y muchísimo (respectivamente) menos efectivas que la Sputnik-V. Gente, la Sinovac, la vacuna más vendida del mundo tenía una eficacia del 51%. Un punto menos y no había modo de licenciarla. Eso según decenas de estudios masivos.
Pero Rusia no aporta mucha plata a la OMS, mientras que los EEUU y China son sus valedores número uno y número dos, respectivamente. Las amenazas del entonces presidente Trump de cortarle la financiación a esa plácida burocracia médica si autorizaba la vacuna pueden haber nublado su entendimiento, sin embargo, Antes de que la OMS lo admita también va a enfriarse el infierno.
Lo claro por ahora es que el metapneumovirus humano no está haciendo colapsar las guardias ni las terapias intensivas chinas. «Sin embargo, también es vital que China comparta oportunamente sus datos sobre este brote», afirmó el Dr. Sanjaya Senanayake, especialista en enfermedades infecciosas y profesor asociado de medicina en la Universidad Nacional de Australia. Añadió: Esto incluye datos epidemiológicos sobre quién se está infectando. Además, necesitaremos datos genómicos que confirmen que el HMPV es el culpable y que no hay mutaciones significativas preocupantes.»
En AgendAR somos plenamente conscientes de estar siguiendo la curva de noticias generada por un país rico del Hemisferio Norte, y de que somos otro país (por ahora) y con otros problemas, y de yapa en otro hemisferio. Lo que nos preocupa es que este verano austral, que empezó medio frío, la semana que viene va a haberse recalentado bastante, y que el Ministerio de Salud Pública está en manos de un gobierno cuyo axioma sanitario es que el gobierno no tiene por qué ocuparse de epidemias y otras cosas que joden a los pobres.
Y tanto no se ocupa que se encogió de hombros cuando SC Johnson, la firma estadounidense que fabrica el repelente de mosquitos más popular de Argentina (que es el Off), decidió ganar plata en serio y dejó de suministrarlo a las farmacias y supermercado. El Off terminó vendiéndose en los semáforos del AMBA a U$ 10 o 20 el frasquito. A la noche los homeless que empezaron a dormir en zaguanes y cajeros automáticos porteños, picados como alfileteros, pedían una rociada de Off por caridad.
Eso en medio de la mayor epidemia de dengue de la historia argentina. Hasta 2025, al menos.
Este flavovirus entre diciembre de 2023 y abril de 2024 mató a casi 400 argentinos… que se sepa, nadie los contó. Lo transmiten los mosquitos Aedes aegyptii, que ningún gobierno nacional, provincial o municipal ha combatido en serio desde hace 40 años. Y produce la segunda enfermedad infecciosa más común en Brasil, Bolivia y Paraguay.
Respecto de nuestro artículo de ayer, nos acaba de llegar una objeción del Dr. Rodolfo Kempf, físico nuclear, doctorado en Ciencia de Materiales y “combustiblero” de la CNEA. Además, es secretario de RRII de la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma, y también docente de las Universidades Nacionales de Buenos Aires y de Avellaneda.
Dato no menor para AgendAR, escribe claro, al pie y sin retórica.
ooooo
El término «real» en el titulo del artículo de AgendAR del 6 de energo insinúa que el plan nuclear de Milei es humo, espuma. Ojalá lo fuera
El plan nuclear de Milei es real. Propone privatizar el 49 por ciento de NASA y ya hubo reuniones con Westinghouse.
Quiere también privatizar la producción de uranio, Mendoza se encaminó a ello y ya hay 9 ofertas para la operación privada de la mina de Sierra Pintada, en San Rafael, cerrada “por motivos ambientales”.
La alianza de Eduardo Eurnekian con mineras canadienses se cita en el Financial Times. Piensan exportar nuestro uranio, y lo que quede, nos lo venden.
El gobierno quiere ocupar el sitio de las Atuchas 1 y 2, en Lima, provincia de Buenos Aires, para un reactor de uranio enriquecido y agua común a presión. Es un engendro copiado, y se llama ACR300.
Con esta ocupación de un terreno licenciado por la Autoridad Regulatoria Nuclear (y sólo hay dos sitios habilitados en todo el país), queda fuera de juego la construcción de la central nuclear Hualong-1, de 1200 MW y con financiación china.
Peor aún, se queda sin lugar el acuerdo original de 2014 entre Nucleoeléctrica Argentina y la China National Nuclear Corporation por otra central 70% argentina, una de uranio natural y tubos de presión. Esa se muere por olvido.
Una central de ese tipo, parecidísima a Embalse, estaría mucho más alineada con la historia nuclear argentina. Por definición, una central de uranio natural como las dos Atuchas o Embalse, resulta a prueba de boicots de abastecimiento de combustible.
El uranio natural abunda, aunque no mucho, en nuestra geología. El enriquecido es un producto artificial, y aunque es una tecnología que conocemos, no la tenemos a escala industrial. Así las cosas, al primer encontronazo diplomático, los EEUU o China o quien sea nos apagan una central, y si es de 1200 MW, equivale a media provincia de Córdoba.
Créase o no, con apenas dos centrales medianas y una chica, todas de uranio natural disponible en el país, se genera el 10% del consumo eléctrico nacional, y con electricidad de alta calidad, disponible 24×7 todo el año.
Se privatiza la Planta Industrial de Elementos Combustibles para Reactores (PIECRI), cuando estos reactores son la exportación tecnológica más importante de la Argentina, y la única exportación de tecnología nuclear producida por un país del Hemisferio Sur, la Argentina.
Se privatiza IMPSA, llamada Pescarmona durante todo un siglo antes de que se fundiera, empresa metalúrgica de forja que rescató el Banco Nación. En el taller de IMPSA quedó arrumbado y sin terminar el recipiente de presión del prototipo de la central nuclear compacta CAREM, nuestra segunda mayor posible exportación de tecnología nacional.
El CAREM está puntuado en cuarto lugar entre 65 proyectos en el ránking multiaxial de la Nuclear Energy Agency, muchos de ellos copiados del CAREM. Pero el Dr. Germán Guido Lavalle, nuevo presidente de la CNEA, lo declaró invendible. Es un diagnóstico expedido por una funeraria, los médicos lo encuentran bastante robusto.
Se deja fuera de juego la puesta en marcha de la Planta Industrial de Agua Pesada de Neuquén, la PIAP, cerrada por Mauricio Macri en 2017 cuando estaba recién reparada y a punto de empezar a fabricar la primera carga de Atucha III a uranio natural. Dicho nuevamente, la decisión a favor del uranio enriquecido nos deja a merced de los dueños del mercado internacional, un oligopolio perfecto.
Se mantiene a ritmo muy lento el reactor RA-10 de Ezeiza, multipropósito, apto para investigación en ciencia de materiales, pero muy orientado a producción de radioisótopos médicos, industriales y silicio irradiado para microelectrónica. Es una obra que terminada costaría U$ 400 millones, pagados casi íntegramente, y con un avance mayor del 90%. Terminada y en línea, en un año, podría vender U$ 100 millones. Para empezar.
Se mantienen salarios bajísimos, mientras las empresas nucleares canadienses y estadounidenses bajan a llevarse camionadas de cuadros jóvenes desde nuestros institutos y laboratorios.
En fin, éste es un plan de privatización, extranjerizacion, desarticulación y descalificacion del sector nuclear. Pero un plan real al fin. Ataca no sólo las instalaciones, sino la base educativa, los recursos humanos.
AgendAR comete un error al creer con liviandad que esto se cura solo. Si acaso se cura, dejará discapacidades brutales.
No tiene nada que ver con el “Nuevo Programa Nuclear” de Javier Milei: AgendAR no se ocupa de señuelos sino de cosas reales. Nuestro programa no tiene chances mientras dure el gobierno de Javier Milei, o sevicias similares.
AgendAR se enfoca en 4 prioridades:
La reapertura de la PIAP (Planta Industrial de Agua Pesada) en Neuquén.
La construcción de una nueva central de potencia de 700 MW parecida a la CANDU de Embalse, Córdoba, de diseño y componentes nacionales. Debe estar en el predio de las Atuchas. La recaudación eléctrica de esta Atucha III debe destinarse por ley a financiar la réplica de una flota idéntica en todo el país.
La terminación de la centralita compacta CAREM de 32 MWe, en igual sitio.
La terminación y puesta en marcha del reactor RA-10 en Ezeiza.
Este programa es demasiado bonaerense y mínimo, pero más no se puede y con menos no se sobrevive. No está exento de audacia: la PIAP, las centrales de uranio natural y el CAREM vienen teniendo una historia ripiosa. Y eso por oposición interna y externa garantizadas “ab initio”.
PRIORIDADES SON PRIORIDADES
Hay tres observadores, críticos, colegas y actores del Programa Nuclear Argentino que nos leen y nos permitieron refinar esta propuesta: Nora Bär, Diego Genoud y Diego Hurtado de Mendoza. Hay que ser muy aviador para despegar de un portaaviones que se hunde. Logran elevarse de la pura tragedia, y pensar cómo sigue la vida. Aquí, desde cubierta, les damos las gracias.
No nos importan los que han aplaudido al gobierno nacional. Le otorgamos la piedad del olvido futuro. Nadie recuerda mucho a Herodes como infanticida: ha habido demasiados. Lo que sí recordamos es por qué, sin lucro o pasión de amor, como dijo Borges, hizo matar a tanto pibe promisorio o no: por caerle bien al imperio.
Hechos los reconocimientos, van estos cuatro asuntos. Son de bandera: prioridad nacional.
No son caros: la PIAP es la mayor planta del mundo en su tipo, al punto de que su cierre en 2017 disparó el precio internacional del agua pesada de U$ 300.000 la tonelada a más de U$ 1 millón.
A precio de hoy, podría facturar U$ 180 millones/año. Es el mayor costo de tenerla cerrada. Se pone en marcha por U$ 50 millones.
El RA-10 se termina en meses, y su costo total se repaga en 4 años de facturación vendiendo radioisótopos médicos y silicio irradiado para la industria microelectrónica, a precios de hoy.
Mensaje para posibles presidentes: sólo un vendido lo omitiría de su “nuevo” plan. Y el que se pierda la foto de la inauguración, tiene tanta política como la revista “Para ti”.
Yendo a centrales de potencia, si no se tienen al menos 700 MWe con un 90% de disponibilidad anual en el AMBA, éste se volverá mucho más ingobernable por apagones que hoy. Es el lugar con la mayor acumulación de demanda de potencia de base del país, y el de mayor explosividad social, especialmente en verano.
La ocupación directa e indirecta generada por una máquina de 700 MW estaría en 2000 puestos calificados directos de arranque, y 8000 durante la obra. A cualquier presidente le resultará más barato empezar esta central para que la termine el siguiente, si aspira a sucederse a sí mismo, que renunciar por estallido social y entre apagones, sin terminar su primer mandato.
El CAREM 32 terminado y en línea no nos soluciona ningún problema energético. Pero el negocio nuclear nacional, salvo para mentes muy obtusas, no es prender lamparitas sino exportar tecnología, crear industria y multiplicar trabajo calificado argentino.
Para prender lamparitas, tenemos las centrales de uranio natural, agua pesada y tubos de presión, inventadas por los canadienses, y que podemos replicar, porque conocemos la tecnología tan bien como ellos. Son las mejores del mundo por disponibilidad, seguridad y costo operativo, y nos hacen impermeables a embargos de uranio enriquecido.
El CAREM prototipo, en cambio, es la única puerta de entrada del país a la exportación de centrales de potencia. Su único gran desafío técnico es el recipiente de presión. ¿Se lo puede inaugurar en los 4 años de un período presidencial? Sí, claro.
¿Se lo puede exportar? Sí, pero.
Sí claro, porque es el cuarto en puntaje entre 65 proyectos SMR (Small Modular Reactors) del mundo, según la Nuclear Energy Association de la OCDE, detrás de dos reactores chinos y uno ruso. Ergo el mundillo nuclear internacional lo conoce.
Mucho más lo conoce el submundillo SMR, formado por más de 80 proyectos de los cuales sólo 5 vieron obra real, entre ellos el CAREM.
Miren, lectores, “Planeta SMR” es como Júpiter: brilla mucho, por puro márketing. Pero al igual que Júpiter, es un gigante gaseoso, hostil y no tiene superficie sólida donde pisar. En el autodenominado Occidente, es únicamente habitado por volátiles capitales golondrina y nubes voraces de langostas financieras. Todos morfan y pasan.
¿Cómo en semejante planeta podría no destacarse el CAREM, incluso tan preliminar, tan experimental y tan chiquito? ¿Cómo podría no ser tan copiado y admirado, si en lugar de estar labrado en finas ventosidades de “investment managers”, está todo hecho de 6 clases distintas de hormigón y decenas de superaleaciones de base hierro, níquel y circonio? Apesta a realidad, como dirían en un fondo de inversión.
¿Qué cosas le faltan? Márketing político. Un estado-nación detrás.
¿Entonces, sí se lo pude exportar, o pero?
Resueltamente, pero. Se necesita una versión multimódulo, con 100 o 120 MWe por módulo, y que éste tenga un recipiente de presión más sencillo de fabricar y un edificio de contención menos ciclópeo.
El prototipo del Ford T estaba plagado de problemas y sólo lo compró una persona, Henry Ford, y para sacárselos. Lo demás es historia.
El prototipo del CAREM 32 lo tiene que terminar el estado. Antes no atraerá inversores. Es una bestialidad que no se termine, cuando tras 40 años de remar en dulce de leche, es una obra dura, real, regulatoriamente aprobada, y no un papelito. Y una obra con un 70% de avance.
Hablar de plata privada sin el prototipo de 32 MWe completado, en línea, entregando potencia y mostrando sus problemas, límites y capacidades, es hablar al cuete. Bueno, para alguna gente, eso se ha vuelto una profesión.
OTRO MUNDO ES POSIBLE, Y PEOR
Casa matriz de INVAP en Bariloche, nuestra mayor exportadora tecnológica. Hay que ser muy podrido para apostar el prestigio mundial de semejante empresa a un programa nuclear fantasma.
El costo máximo de no ejecutar este programa mínimo es la evaporación de la industria nuclear nacional.
Hablamos de alrededor de 120 empresas chicas, medianas y gigantescas, todas de capitales argentinos, que participaron en la terminación de Atucha II a cargo del Ing. José Luis Antúnez. Cuando salió de 27 años de abandono y volvió a construirse, fue llamada “obra imposible”, “faraónica”, “demasiado cara” y otras macanas al uso.
Pasen y vean: funciona. NA-SA le ha ido sacando defectos de diseño del proveedor original, SIEMENS, como antes, en 1989, la CNEA hizo con Atucha 1, otro prototipo. Mucha tecnología para revenderle a Alemania, ahora que los nibelungos quieren volver a la energía nuclear y no recuerdan adónde la dejaron.
Las 120 firmas que terminaron Atucha II coinciden con las más o menos 100 empresas, también nacionales, que estuvieron en el retubamiento de Embalse, siempre bajo dirección de NA-SA y de Antúnez.
Son firmas mayormente de ingeniería y montaje, metalúrgicas, metalmecánicas, electromecánicas, electrónicas, informáticas, y emplean a decenas de miles de profesionales, técnicos y obreros muy especializados. Varias de ellas exportan componentes para centrales nucleares (CONUAR, de capitales mixtos), o reactores nucleares y centros de medicina nuclear enteros (INVAP).
El núcleo duro de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina, SA) e INVAP (una sociedad de la provincia de Río Negro codirigida por la CNEA) nos hace el único país con industria nuclear autónoma y exportadora.
Y no hablamos de Sudamérica, o Latinoamérica desde el Río Grande para abajo. Hablamos de todo el Hemisferio Sur.
Perder este capital material e inmaterial es inmedible. Se construyó con 74 años de educación, investigación, desarrollo y trabajo públicos. Conservarlo y hacerlo crecer también es inmedible. Hay que cruzar índices: trabajo registrado y calificado, seguridad energética, gobernabilidad, industrialización, imagen de país.
Cuando INVAP le vende un reactor nuclear a Australia o a Holanda, la Argentina cobra mucho más que U$ 300 o 400 millones. La movida le abre camino en el exterior a toda su industria no nuclear y de capital local. Toc-toc, Unión Industrial Argentina, ¿hay alguien ahí?
No lo mismo este plan que dejar que una gavilla de multinacionales venda nuestra soja, nuestros minerales o nuestro petróleo sin crear empleo, sin generar capacitación, sin inspecciones aduaneras y sin pagar siquiera regalías, y ni hablar de mitigar daños ambientales y sociales. A largo plazo, este plancito de AgendAR y el actual «sepukku» son modelos que no pueden coexistir.
En suma, nuestro programa nuclear mínimo pero máximo no consiste en ver pasar (e irse) la guita delante de nuestras narices. Si a Ud. le encanta nuestro país actual, devenido tan changarín y homeless, lo suyo es el RIGI, viva la libertad carajo. No hace falta que siga leyendo, si acaso lee.
Los que prefieran un país profundamente industrial, autónomo, educado, integrado y libre en serio, libre diplomáticamente, libre de represión y de pobreza, quédense un rato más. Los cuatro puntos del programa mínimo merecen más detalle. Lo daremos.
Pero además hay que mentar otros proyectos nucleares intensamente reales y necesarios, y explicar por qué los guardamos para después, pero en la cabeza y el corazón.
Nada de lo propuesto es caro, pero tampoco gratis. Los costos son más bien políticos y geopolíticos.
Esto no se hace sólo con caja. Se hace con cojones.
Dicho sin maldad machirula: las tres mejores presidencias de la CNEA en democracia las tuvieron las doctoras Emma Pérez Ferreira, Norma Boero y Adriana Serquis.
Breathe2Change (respirar para cambiar) es el nombre de un proyecto pionero, liderado por el investigador del CONICET Rodrigo Gibilisco en articulación con empresas argentinas y numerosas instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales. Como parte de esta iniciativa, en 2021, se instaló la primera red de sensores para monitorear la calidad del aire en la Provincia de Tucumán y este año recibió un subsidio del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago (EPIC), en Estados Unidos, para ampliar esa red a diez provincias del norte y del centro del país.
En colaboración con dos empresas argentinas, el Laboratorio de Estudios Atmosféricos encabezado por Gibilisco en el Instituto de Química del Noroeste Argentino (INQUINOA, CONICET-UNT), en San Miguel de Tucumán, desarrolla sensores que miden la contaminación atmosférica. Detectan la concentración de las micropartículas que van desde un tamaño menor a 1 micrómetro de diámetro (casi 100 veces más pequeñas que el diámetro del cabello humano) asociadas a actividades industriales, agrícolas, parque automotor, incendios y otras actividades.
“Hasta ahora se encuentran funcionando más de 20 sensores distribuidos por todo el territorio de Tucumán que generan datos en tiempo real. Ahora ampliaremos la red de monitoreo a diez provincias de nuestro país y la idea a largo plazo es lograr una red federal de monitoreo de la calidad del aire”, afirma Gibilisco quien es doctor en Ciencias Químicas. Y destaca: “En el proyecto incorporamos herramientas de inteligencia artificial (IA) para ‘enseñarle’ a los sensores a ser más precisos en la detección y medición de los contaminantes atmosféricos”.
Breathe2Change tiene tres pilares: la implementación de una red de sensores que captan y transmiten datos sobre la calidad del aire a una plataforma en la nube; un equipo de científicos especializados que analiza todos los datos recabados; y un programa de asistencia y colaboración científica para impulsar e implementar políticas públicas e iniciativas privadas para mejorar la calidad del aire.
“Mejorar la calidad del aire es clave para la salud. Cerca de siete millones de personas mueren a nivel mundial por afecciones cardiovasculares y respiratorias asociadas a la contaminación del aire”, indica Gibilisco quien realizó su posdoctorado en el Instituto de Ambiente y Atmósfera de la Universidad de Wuppertal, en Alemania. Y continúa: “Recabar información precisa sobre los niveles de contaminación del aire e identificar sus fuentes asociadas a actividades humanas es un paso necesario para fomentar la transición energética no contaminante y renovable mediante la participación del sector público y privado”.
Proyecto con respaldo internacional
El proyecto Breathe2Change fue reconocido en 2021 por la prestigiosa Fundación Alexander von Humboldt, con sede en Alemania.
“El premio Humboldt Alumni Award permitió avanzar en la creación de la primera red de monitoreo de calidad del aire en la Provincia de Tucumán para proporcionar una plataforma de datos de acceso abierto sobre la calidad del aire local en tiempo real a partir de un nuevo enfoque de vigilancia de bajo costo”, explica Gibilisco.
Por el proyecto Breathe2Change y sus avances en la Provincia de Tucumán, el investigador ganó este año el premio EPIC otorgado por el Programa de Aire Limpio del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago (EPIC), en Estados Unidos. La distinción consiste en una subvención para iniciativas encaminadas a aumentar la disponibilidad de datos abiertos sobre la calidad del aire en países que tienen una gran oportunidad de mejorar sustancialmente su contaminación a nivel nacional.
“Con la subvención otorgada replicaremos la experiencia de Tucumán en otras diez provincias del país. El objetivo a largo plazo es lograr una red federal de monitoreo, es decir, cubrir todo el territorio nacional, y de ese modo también ayudar a los esfuerzos internacionales dirigidos a monitorear la calidad del aire a nivel global. El proyecto que hoy estamos haciendo en Argentina está al mismo nivel de proyectos que se están haciendo en la Unión Europea y eso nos pone muy felices”, destaca el investigador del CONICET.
Sensores entrenados con inteligencia artificial (IA)
La inteligencia artificial (IA) cumple un rol preponderante en el proyecto Breathe2Change.
“A través de la red de monitoreo de la calidad del aire combinamos tecnología tradicional con tecnologías basadas en IA para que los sensores tengan capacidad de mejorar su desempeño a medida que van midiendo los contaminantes que detectan. Empleamos herramientas de machine learning para un aprendizaje asistido que les enseñe a los sensores a ser más precisos en sus mediciones”, explica Gibilisco.
La IA también se usa para analizar los millones de datos que generan los sensores. “Gracias a la IA también tenemos la posibilidad de generar mapas más precisos de la distribución de los contaminantes por territorio, sus fuentes y la dinámica atmosférica y climática que inciden en sus procesos”, puntualiza Gibilisco. Y agrega: “También permite correlacionar niveles y tipos de contaminación del aire con prevalencia de enfermedades de una población en un territorio determinado”.
Otro proyecto liderado por el investigador del CONICET es el “Desarrollo de plataforma multinivel para Detección y Alerta de Incendios: DALI-Sense”. “El objetivo de este proyecto en desarrollo es utilizar la red de sensores de la calidad del aire de la iniciativa Breathe2Change para detectar contaminantes en el aire asociados a incendios y combinando estos datos con información satelital y otras variables se podrían detectar de manera temprana focos de incendio que alerten a Defensa Civil para actuar rápidamente y de ese modo salvar vidas y prevenir pérdidas económicas”, explica Gibilisco. Por este proyecto, fue galardonado en la séptima edición de la Distinción Franco-Argentina en Innovación 2023 en la categoría Junior.
“Que el proyecto Breathe2Change sea apoyado por instituciones nacionales e internacionales es realmente inspirador. Destaca la importancia del aire limpio como un esfuerzo global sin fronteras. Este apoyo nos motiva a intensificar nuestros esfuerzos, fomentando la unidad para garantizar un aire limpio y respirable para todos”, afirma el científico del CONICET.
Los socios de Breathe2Change son actores claves del sector público como la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia de Tucumán, las empresas argentinas Neuer Weg y Química Norte Ambiental, instituciones académicas de Alemania (el Instituto de Ambiente y Atmósfera de la Universidad de Wuppertal), Francia (Instituto de Combustión Aerotérmica y Reactividad de la Atmósfera – CNRS), Italia (Departamento de Ingeniería Química y Ambiental – Génova), la Fundación Alexander von Humboldt y ONGs nacionales e internacionales y también las Embajadas de Alemania, Francia e Italia en Argentina que facilitaron la generación de redes de trabajo internacionales.
Luego de que el Gobierno levantara el decreto que prohibía la exportación de chatarra (el cual se renovaba desde 2009 y le daba ventajas competitivas a la producción siderúrgica nacional), el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró la medida. El funcionario manifestó que “ayuda a un sector que se había visto enormemente perjudicado hasta el momento”.
Por este motivo, publicó un posteo en su cuenta de X (ex Twitter), en donde señaló: «El presidente ha dicho en reiteradas oportunidades que el poder del Estado no se debe usar para redistribuir arbitrariamente ingresos entre los actores de un mercado. Por ello ayer decidimos no renovar los alcances de los decretos 1040/20 y 70/23 (no confundir con DNU 70/23) por el cual se había prohibido la exportación de desechos metales y no ferrosos», comenzó.
Parte del posteo de Federico Sturzenegger celebrando la medida
En esa misma línea, señaló que el decreto del 2009 era nocivo por varios motivos: “Primero, porque al deprimir el precio local de los desechos desincentivaba el reciclado. Pero era nociva, sobre todo, porque prohibía un sinfín de negocios de reciclado para amplísimos sectores de la economía (por dar un ejemplo, cables de cobre desechados por las telefónicas, que tienen un activo mercado para reciclado en el exterior no podían exportarse). En estos meses recibimos incontables mensajes de empresas cuyos negocios estaban vedados por esta prohibición”, aseguró.
Sturzenegger precisó que la norma previa beneficiaba únicamente a procesadores de chatarra, pero perjudicaba a quienes la producían, lo cual generaba pérdidas de negocios de valorización de residuos: “Se pensaba que duraría 180 días. Pero como en Argentina todo lo transitorio tiende a convertirse en permanente se renovó con los decretos 2261/09, 901/10, 1513/12, 374/14, 1102/15 (Cristina), 823/16, 848/17, 970/18, 664/19 (Macri), 1040/20 y 70/23 (Alberto)».
El mensaje, que fue cerrado con el clásico gesto del Gobierno libertario (VLLC!), incrementó las tensiones con determinados sectores que no están a favor de la medida. Tal es el caso de Paolo Rocca, jefe del grupo Techint, quien se vio claramente perjudicado por la nueva normativa.
Y es que las declaraciones públicas del ministro de Milei contra la siderúrgica no cayeron bien en las oficinas de Rocca. En calidad off the record, una fuente de la empresa aseguró en una nota publicada este martes 31 de diciembre que “es una cuestión personal que tiene este muchacho contra nosotros”.
Sturzenegger vs Rocca: un beneficio inesperado para algunos
De manera contraria al plan anti inflacionario del Gobierno de Milei, la liberación de la exportación de chatarra provocará un aumento de los precios del insumo, debido a que esos desperdicios ya son escasos para la demanda interna. “Si se exporta, habrá menos oferta y se deberá, incluso, importar desde otros países”, alertaron fuentes del sector, consultadas por este medio.
Una movida del Gobierno por un negocio que no impacta de manera directa en la población, como sí sucede en los casos de importación de alimentos o de medicamentos, generaron malestar en ciertos sectores empresariales. El director nacional de Residuos, Gustavo Fernández Protomastro, es socio-gerente de una compañía que realiza consultoría y gestión ambiental, que maneja el negocio de la chatarra tecnológica. Ese grupo sería el principal beneficiario dela desregulación, porque aumentaría el valor del insumo y podría valorarlo en dólares.