Milei, Musk y el descarte del CAREM

No habían pasado ni 10 días desde que Javier Milei anunció el lanzamiento de su famoso plan nuclear cuando el gobierno nacional dio a conocer la decisión. El primer paso del plan Milei aparece en linea con el instinto del topo que vino a destruir el Estado desde adentro. La conducción de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) pretende dejar sin financiamiento el estratégico proyecto CAREM. Según anticipó su presidente, Guillermo Guido Lavalle, el gobierno de La Libertad Avanza decidió dejar arrumbado el reactor prototipo de 32 MW de potencia eléctrica que se estaba construyendo en Atucha y explorar otros diseños de SMR, reactores modulares pequeños. De acuerdo a la información que publicó el portal especializado Econojournal, Lavalle opina que el CAREM no es “comercialmente viable” y no avanzará con el desarrollo previsto de una versión comercial de al menos 100 MW.

En su discurso de fin de año ante los miembros del organismo científico nuclear, el titular de la CNEA afirmó que el CAREM no encaja en la categoría de “comercialmente viable” que el presidente fijó como meta y es apenas “un reactor de demostración”. “Seamos honestos intelectualmente, no vamos a vender 50 CAREM, sabemos que no es económicamente competitivo ese reactor. Basta pararse en frente de la obra para darse cuenta que eso no es un reactor modular pequeño”, dijo Lavalle. “El reactor del cual nos habla el presidente tiene que ser la evolución de ese concepto hacia un reactor que sea aceptado en el mundo, que uno pueda desarrollarlo y exportarlo”, afirmó.

El avance físico del prototipo CAREM se ubica en un 63,8% y la construcción del edificio de contención está prácticamente finalizada. Sin embargo, Lavalle menciona como obstáculo insalvable el retraso en la fabricación de los componentes del reactor como el recipiente de presión y los generadores de vapor. El CAREM prototipo de 32 MW (originalmente de 25 MW) es conceptualmente un reactor presurizado de agua liviana (PWR), el tipo de reactor más utilizado en el mundo y el mismo diseño del reactor SMR recientemente patentado por INVAP.

Hasta el momento con más publicidad que sustancia, el Plan Nuclear Argentino tiene como principal motor a Demian Reidel, un físico egresado del Instituto Balseiro que no se destacó por eso sino por haber ganado una fortuna con su fondo de inversión QFR Capital Management. Presidente de un Consejo de Asesores de Milei que se volvió notorio por las renuncias y ex funcionario de Sturzenegger en el Banco Central de Macri, Reidel tiene domicilio en Nueva York. Sin embargo, acredita dos datos fundamentales: idolatra a Milei y predica por una Argentina que se convierta en el cuarto polo global de Inteligencia Artificial. Reidel, que fue uno de los artífices de las primeras fotos de Milei con Elon Musk y Mark Zuckerberg, promete desde hace seis meses que lloverán inversiones en el sector. 

Sin demasiadas precisiones, lo más notorio de la presentación grabada del Plan Nuclear fue que Milei y Reidel estuvieron acompañados por un reconocido especialista en la materia, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi. Es curioso. El gobierno de extrema derecha se propone dar de baja el CAREM, que fue presentado en 1984, precisamente durante una conferencia del OIEA que se hizo en Lima. ¿Grossi avala el desguace del CAREM?

Entre los pequeños reactores SMR, el prototipo argentino es el más avanzado a nivel mundial. El ex Coordinador General del Sistema Argentino de Televisión Digital Osvaldo Nemirovsi destaca que enormes conglomerados empresarios e industriales, e incluso digitales, como Hitachi, Terra Power, Bill Gates y Westinghouse, quieren construir sus modelos de centrales nucleares de menor porte como el CAREM y recién están comenzando.

En una evaluación crítica del plan Milei, el portal especializado AgendAR repasó las dificultades que tuvo el proyecto desde su inicio y destacó como fundamental el compromiso histórico de la CNEA, el INVAP y Nucleoelectrica Sociedad Anonima (NASA) en dirección de obra. El periodista científico Daniel Arias también recordó que al CAREM lo cortejaron desde un estado nación (Turquía, para asociarse entre pares) hasta multinacionales nucleares como Hitachi y Kaeri en tiempos de Fernando De la Rúa. Entra la cantidad de réplicas que generó el CAREM, apunta Arias, se destacó el SMART coreano, que llegó a un prototipo de 100 MWe; un diseño experimental chino de cuarta generación, el Shidaowan; y el estadounidense NuScale, que recibió 10.000 millones de dólares de financiamiento gubernamental, el apoyo de empresas de ingeniería, universidades y laboratorios de física, y contó con un gran cliente de la electricidad, UAMPS, del estado de Utah.

Arias destaca que el CAREM es un reactor presurizado de agua liviana (PWR) que tiene seguridad inherente, puede fabricarse en serie en diversas plantas y viajar rápido despiezado hacia su destino en barco, tren o camiones. Con todos los módulos en línea, dice, alcanzaría una potencia de entre 400 o 500 MWe, pero con un módulo solo de entre 100 o 125 MWe empezaría a trabajar y facturar. 

El módulo de 32 MWe del CAREM está arrumbado al lado de las centrales Atuchas 1 y 2. Es cierto que se trata de un pre-prototipo que necesita avanzar con el rediseño de la pieza más cara, el recipiente de presión, para llegar al módulo comercial de 100 o 125 MWe. Sin embargo, al CAREM le sobra potencialidad reconocimiento internacional. En 2005, fue elegido entre más de 10 proyectos a nivel mundial por una comisión de expertos convocados por el Departamento de Energía de USA. Además, a comienzos de 2024, la NEA (Nuclear Energy Agency), agencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), barajó alrededor de 80 proyectos de SMR, descartó un tercio y concluyó en que el CAREM figura hoy entre los cuatro primeros del mundo según una puntuación multiaxial, que mide avances en seis dimensiones: financiamiento, licenciamiento, emplazamiento, elementos combustibles, cadenas de suministros y compromisos para futuros desarrollos. Arias sostiene que semejante performance se debe al mayor y mejor elenco de ingenieros nucleares del Hemisferio Sur y a una historia de  74 años de investigación pura y aplicada.

Arias advierte que Milei apuesta a una ingeniería equivocada, la estadounidense, para un objetivo equivocado, la minería de criptomonedas. Es un proyecto inviable, dice, porque un Data Center para “fabricar” criptomonedas puede consumir toda la potencia nuclear instalada en Argentina desde 1974 a 2014, unos 1700 MW repartidos en las tres centrales que controla NASA. El objetivo del gobierno, tal como lo autorizó la ley Bases, es privatizar parcialmente la empresa NASA.

Para el periodista de AgendAR, los Data Center que quiere traer Musk para avanzar en la carrera de la Inteligencia Artificial van a acaparar la electricidad que debería usarse en producir agua potable o trabajo industrial electrointensivo. En cambio, afirma Arias, si el CAREM 32 MW logra financiamiento, rápidamente accederá a compradores y socios. La prueba está en la experiencia que la CNEA e INVAP hicieron a partir de 1986 con el RA-6 de Bariloche, el antecedente que convirtió a INVAP en el mayor proveedor mundial de reactores multipropósito.

Diego Genoud

Las raíces de la experiencia Milei

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No fue sólo la inflación y el agotamiento lo que llevó al actual presidente al poder. El 40% de la masa laboral no tiene un trabajo registrado y, es más crucial entre la población joven ya que casi el 60% no tiene jubilación, obra social y cobertura frente a despidos. El presidente habló de dolarización, pero nunca de empleo. Qué pasará.

El desajuste de la vida cotidiana por la inflación desmedida y tan prolongada en el tiempo exasperó los ánimos populares, y llevaron a Milei a la presidencia. Muestra el fracaso relativo del “modelo nac & pop” (CFK) y del “modelo neoliberal” (MM). 

Pero no fue sólo la inflación. Entre el 2004 y el 2021 se observa una reducción significativa de la cantidad de las unidades productivas. El 84 % del aparato productivo argentino son cuentapropistas, básicamente monotributistas y 16 % son empresas y organizaciones de la sociedad civil. La estructura productiva de la economía argentina se compone de 73% de servicios, de los cuales el 43 % corresponden a comercio y transporte y 30 % son otros. Sólo un 27% son productores de bienes. 

Las organizaciones registradas que dan trabajo (en unidades) son las siguientes (datos que varían según los años y las fuentes): Los cuentapropistas son aprox. 2.000.000, y dan empleo a unas 800.000 personas (muchas de ellas contratados en el Estado) (6% del total). Las ONG son aprox. 98.000 y dan empleo a 780.000 personas (6% del total). Las empresas con fines de lucro son aprox. 280.000 y dan empleo a 7.000.000 personas (50% del total). Sumando nos da un total de 8.580.000 empleos registrados (62% del total de trabajadores). Se estima que hay aprox. 5.200.000 (38% del total de trabajadores) con empleos no registrados (en negro), lo que hace un total de aprox.13.780.000 trabajadores. Se observa que las empresas constituyen la principal fuente demandante de empleo. Luego, lejos, las ONG y los cuentapropistas. 

Las grandes empresas, que son sólo 3.500 unidades y con predominio las de capitales extranjero contratan el 43% del total privado; las medianas el 25% y las pequeñas el 22%; las microempresas sólo un 10%. El cuentapropismo predomina en los sectores prestadores de servicio. El 35-40% de los trabajadores no registrado (en negro) no tienen jubilación, obra social y cobertura frente a despidos. 

Porcentaje que se incrementa aún más en las poblaciones más jóvenes y menos educadas, donde puede llegar al 60 %. Para todos ellos un mundo inestable e incierto. El voto juvenil a Milei no fue casualidad; fue consecuencia de esa frustrante realidad, sin esperanzas en un mundo mejor. Con el relato sólo no alcanzó. 

A nivel regional los niveles de informalidad de la Argentina (del orden del 38%) se ubican por encima de Chile (27%), Uruguay (34%) y Brasil (36%), pero por debajo de otros países como Colombia (58%), Venezuela (58%), Paraguay (68%), Perú (69%), Ecuador (69%) y Bolivia (82%). Esta realidad, desde hace décadas en nuestro país, confirma nuestra lenta agonía ya que descendimos a los bajos índices de toda Sudamérica, desde los buenos y lejanos tiempos, que el pueblo aún recuerda. 

Dejando de lado para este análisis cuestiones del aumento del crimen organizado, del narcotráfico, de la violencia en general y contra las mujeres en particular, hemos mostrado que la reducción de la creación de buen empleo, debido a la falta de la necesaria inversión que se expresó en la caída de las unidades productivas del sector privado, y que el mercado laboral se fue deslizando hacia el incierto universo del monotributismo y del trabajo informal o temporario, que no ofrece empleos de calidad y solo ofrece un horizonte cargado de incertidumbre. 

El “Modelo de primarización y precarización” continuó su marcha por sobre los floridos discursos de las almas nobles que indicaban un “Modelo de Desarrollo con crecimiento de la industria y la innovación”, que la realidad no pudo mostrar. La población tuvo claro que habíamos entrado en un período de languidez y decadencia, sostenible a fuerza de medidas siempre provisorias. El pueblo eligió castigar aquella mala praxis. Hoy, las últimas encuestas muestran buenos resultados para el gobierno porque bajo la inflación; la gente lo votó para eso; cumplió esa promesa, independientemente del costo para lograrlo. El futuro dirá los resultados de estas decisiones.

Volvamos a Milei. Su discurso electoral fue la “dolarización”, un significante económico que expresaba estabilidad y con la “casta” marcaba a los responsables y aprovechadores de la incertidumbre. Nunca habló de empleo ni de modelo de desarrollo con inclusión. Por el contrario, su ultra liberalismo sugirió que cada cual se arreglara como pueda. Su idea del futuro a largo plazo solo puede inferirse de sus discursos o reportajes o su participación en las redes sociales, ya que aportan ciertos indicios de su concepción estratégica. Pretende tener un liderazgo a nivel planetario; “la “causa” excede cualquier tema nacional; es simplemente demasiado grande como para darle espacio a aspiraciones personales”. Casi una “misión religiosa para el mejor gobierno de la historia”. Parafraseando a Lenin indica que “sin teoría revolucionaria, no puede haber un movimiento revolucionario” (mundial; no nacional, obviamente). 

Milei ha sido caracterizado ideológicamente como un dirigente de la nueva derecha global, con un marcado acento libertario; como el mismo dice, anarco-libertario.  Su liberalismo extremo abarcaría todas las actividades humanas, donde su “desprecio al Estado es infinito”. No es lo que piensa Trump, pero si lo que desea Elon Musk.

Sin embargo, sus promesas de campaña son relativas. Sus convicciones liberales se vuelven sospechosas y se diluyen frente a las indicaciones organizativas de verticalidad, obediencia al jefe e implacable castigo a los disidentes. No hay libertad de opinión; la falange reemplaza al debate de ideas; la organización y la disciplina son necesarias para que “triunfe” su verdad, que representa el bien en la lucha contra el mal, representado por los que simplemente se oponen a su verdad. Usa la agresión para despreciar el consenso que proviene del diálogo y las concesiones mutuas.

En realidad, nos está hablando de imponer una disciplina social utilizando el softpower de los algoritmos o el hardpower del de la represión “por otros medios”. Uno de los principales es el uso grosero de la billetera, como lo hacía “la vieja casta”, lo cual significa que desarticular sus principales cajas y quitarle sus privilegios al sistema político, para que paguen el ajuste, no entra en su verdadero plan. Su promesa de cambios desregulatorios de la economía quedó sólo en aumentar las tarifas de los servicios públicos y bajar los ingresos de los jubilados, a los que hay que sumar la caída del empleo en casi 200.000 puestos registrados.

Elude permanentemente castigar a los corruptos; defendió al senador “mochilero” Kueider, quien modificó su voto para aprobar la Ley de Bases; los diputados libertarios evitaron la sanción del proyecto de “ficha limpia”; los “fueros” de la política siguen intactos; los cambios en el régimen impositivo y fiscal terminaron en un nuevo blanqueo favorable a los evasores; las modificaciones electorales no tuvieron avances.

Su incompatibilidad con el nacionalismo de Trump, llama la atención. Su ataque indiscriminado sobre muy diversos espacios económicos, sociales y políticos, como los son los altos empresarios liberales de Davos, librando una supuesta batalla cultural contra la agenda progresista y para “rescatar” a Occidente, es extraña. 

Su violencia verbal contra socialdemócratas, comunistas (casi en extinción), keynesianos; sindicatos; a la ONU; la OEA, tendría algún asidero ideológico. Pero el sistemático ataque al Estado Nacional; a los periodistas y a los medios tradicionales de comunicación (TV, diarios) nos ofrece una pista o nos conduce a descubrir quiénes son los verdaderos sostenedores de esa “verdad” que Milei tanto defiende: las empresas ultra tecnológicas, con Musk a la cabeza, quienes si alientan un ultra liberalismo muy favorable a sus planes de expansión y de control social a escala planetaria. Milei ha argumentado que los medios tradicionales están en decadencia ante el auge de las redes sociales, en especial X (Twitter) y celebra el “espacio de libertad” y “sin censura” que, en su opinión, creó Elon Musk, el dueño del algoritmo.

Sus sentimientos y compromisos hacia la Argentina son mínimos. Se observa un desprecio por el futuro de la educación, de las universidades, del sistema científico tecnológico y de la salud pública; todos pilares de un verdadero modelo de desarrollo nacional.  Además, su alineamiento automático con EEUU e Israel, debilitan y reducen la calidad de nuestra política internacional y nuestra defensa nacional.

Los casos más recientes de su política destructiva contra los intereses nacionales estratégicos son el llamado“Plan Nuclear” (que reduce a su mínima expresión el potencial científico nuclear argentino) y la venta a los desarrolladores inmobiliarios de un edificio clave para nuestros intereses soberanos en el ciberespacio y la prevención nacional de ciberataques, donde funciona el Comando Conjunto de Ciber defensa, cabecera  de una red fibra óptica exclusiva de las FFAA que conecta a sus principales dependencias mediante los servidores de ARSAT, empresa que también intentarán destruir.

Ricardo Auer

Los desarrollos cibernéticos están convergiendo. 12 campos a observar en 2025

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Comienza una nueva era. Los desarrollos tecnológicos más prometedores, como las redes neuronales y la posterior inteligencia artificial (IA) generativa, la computación cuántica, las supercomputadoras, la robótica o la digitalización del mundo físico, se habían mantenido hasta ahora en parcelas más o menos estancas donde seguían sus propias hojas de ruta. Pero ha llegado el momento de la unión de estos avances en ecosistemas amplios. “En los próximos cinco años vamos a ver la convergencia de todas las tecnologías en escalada”, advierte Stephen Ibaraki, fundador de AI For Good. La IA deja de ser protagonista singular para ser una actriz de reparto de la nueva película.

Rev Lebaredian, vicepresidente de Omniverso y Tecnología de Simulación en el gigante informático Nvidia, cree que una de las metas de esta convergencia serán los robots humanoides, a los que considera “el próximo gran salto de la humanidad” gracias a la inteligencia artificial (IA) basada en grandes modelos de lenguaje, que aporta el cerebro que le faltaba a la máquina. Roberto Romerotecnólogo creativo del equipo Accenture Song tras pasar por empresas como Oculus, Sony y HTC, cree que la manifestación de esta unión de tecnologías será el metaverso, “el futuro internet”, según lo define. Este espacio digital combinará lo virtual y lo físico, con relaciones reales y dinámicas, interconectado a todos los dispositivos, con capacidad económica y social real y con un usuario con identidad digital. Estos serán los avances que en este año darán paso a la nueva era:

Ciberseguridad

La calle ha dejado de ser el principal escenario para la delincuencia. Más del 25% de los delitos se cometen en la red, desde secuestros y extorsiones a violencia sexual. Todas las empresas de ciberseguridad coinciden en que el próximo año seguirá creciendo su incidencia.

Nataly Kremer, directora de producto de Check Point Software, augura un “aumento exponencial de la sofisticación de los ciberataques” que obliga a adoptar tecnologías avanzadas para contrarrestarlos. Según los datos Check Point Research, los ciberataques aumentaron un 75% a nivel global durante el tercer trimestre de 2024, impulsados por la inteligencia artificial.

“Las amenazas no se limitarán al ransomware [secuestro de datos y sistemas seguido de extorsión]. El auge de la Internet de las Cosas (IoT), con 32.000 millones de dispositivos previstos para 2025, según Morefield, ampliará la superficie de ataque”, advierte Kremer.

La experta en ciberseguridad ve la IA como “un arma de doble filo, ya que mejorará tanto los ataques como las defensas”. A los ciberdelincuentes, según explica, les facilita diseñar amenazas más precisas y eficaces para operaciones a gran escala con menos recursos. Pero, para los responsables de centros de operaciones de seguridad (SOC), esta herramienta ayuda “a priorizar los riesgos, reducir los falsos positivos y detectar patrones anómalos más rápidamente”.

Conectividad y móviles

“Se espera un futuro emocionante, ya que los proveedores de servicios de comunicaciones se están preparando para una transformación de la industria móvil”, afirma Fredrik Jejdling, vicepresidente y jefe de redes, en el Informe de Movilidad de Ericsson. “El viaje de innovación ya ha comenzado”, añade. Se refiere a la generalización de redes 5G, que a nivel global, al margen de China, solo alcanza al 30%. “Pero el uso cada vez mayor de la IA generativa en los dispositivos móviles, que permite la creación de contenido hiperpersonalizado a escala, puede afectar los volúmenes y las características del tráfico de datos móviles en el futuro”, explica.

Y tras el 5G, comienza la siguiente generación de conectividad, el 6G, la puerta al metaverso. “Las capacidades de 6G permitirán hacer realidad la visión de moverse libremente en el mundo ciberfísico, la construcción de un puente crítico entre el mundo de los sentidos, las acciones y las experiencias y la representación digital programable del mundo físico”, destaca Jejdling.

Nueva realidad

El mundo ciberfísico incluye la realidad aumentada y la realidad virtual, así como los gemelos digitales. Será posible proyectar objetos digitales sobre objetos físicos y generar una realidad mixta. Este avance permitirá las llamadas holográficas, en las que una persona esté representada digitalmente dentro de un entorno físico, e innumerables sensores integrados en este actualizarán y garantizarán la representación digital en tiempo real. Ibaraki llama la atención sobre las últimas gafas de Meta. Pueden parecer un dispositivo más, pero liberar los desarrollos de las nuevas realidades digitales de las gafas aislantes y cableadas para asimilarlas a un complemento común es un salto cualitativo.

Inteligencia artificial y agentes

La IA se va a incorporar a todos los dispositivos, no solo celulares y computadoras. Aspira a convertirse en un agente, en un asistente permanente, una plataforma capaz de dialogar como un humano, analizar documentos (de texto, imágenes o vídeos) en distintos dominios, ofrecer respuestas y soluciones complejas y ejecutarlas en nombre del usuario. Es, según Sam Altman, máximo responsable de OpenAI: “Un colega supercompetente que sabe absolutamente todo sobre toda mi vida, cada correo electrónico, cada conversación que he tenido y que estará presente en todas las acciones”. Sin embargo, el auge de su uso no fue el esperado este año y las compañías confían en que el despegue sea el próximo.

Datos e internet de las cosas

El tráfico de datos, solo de la red móvil, creció un 21% el pasado año con un promedio mensual de 157 exabytes (157.000 millones de gigabytes). El principal motor es la visualización de contenidos de video, que supone un 74% del tráfico. La tecnología lucha por mantener la capacidad de tráfico y busca fórmulas de hacer de forma más sostenible. A la industria del entretenimiento se sumarán los dispositivos conectados y que se enmarcan en la denominación común de internet de las cosas; ya suponen un 7% del tráfico y seguirán creciendo.

Drones

Los drones ya no se limitan a pequeños cuadricópteros con una batería que otorgaba poco alcance. Ahora son fundamentales para tareas de vigilancia, búsquedas, rescates, la guerra o entrega de material de emergencia. Los avances en la tecnología, los sensores y la caída de los precios auguran un nuevo auge de estos aparatos, pese al fracaso de su uso como herramientas de reparto, que aún sigue en proyectos piloto.

Jay Stanley, analista de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), advierte de un peligro al MIT Technology Review: “Si hay una acumulación de diferentes usos de esta tecnología, vamos a terminar en un mundo en el que desde el momento en que sales por la puerta de tu casa, te sentirás como si estuvieras bajo la mirada constante desde el cielo. Puede tener algunos beneficios reales, pero también necesita urgentemente controles y equilibrios sólidos”.

Procesadores

El corazón de todos estos avances son los materiales semiconductores que contienen los múltiples circuitos integrados con los que funcionan. El uso de la inteligencia artificial ha disparado su demanda y las exigencias de nuevas capacidades. Los gobiernos, los gigantes tecnológicos y las empresas emergentes están compitiendo por un lugar destacado en esta industria. TSMC e Intel, dos de los fabricantes de chips más grandes del mundo, construyen gigantescas plantas gracias a las ayudas directas y financieras del Gobierno de EE.UU. que superan los US$26.000 millones. Japón va a invertir 13.000 millones; India, 15.000; y Europa, más de 47.000 millones para intentar alcanzar la soberanía en un mercado copado por China. El objetivo en los nuevos desarrollos es ganar potencia al mismo tiempo que eficiencia energética.

Compañías como Amazon, Microsoft y Google llevan años desarrollando sus propios semiconductores para evitar la dependencia de empresas extranjeras o de Nvidia, un gigante que acapara una gran parte del mercado de los chips de entrenamiento de IA más avanzados y un valor mayor que el PIB de 183 países.

Imágenes, deepfakes y desinformación

A finales de 2022 aparecieron los primeros modelos que podían convertir texto en vídeo. Empresas como Meta, Google y la startup de tecnología de vídeo Runway presentaron unos resultados que no parecían significativos. Año y medio después, Open AI presentaba Sora y le seguían Google, Runway Midjourney y Stability AI, entre otras. Hoy ya son capaces de crear películas completas.

Deepfake de Leo Messi en una disco ochentosa

Pero las habilidades creativas de estas herramientas se han visto enfangadas por su uso generalizado y masivo para crear deepfakes, imágenes con apariencia real que han inundado Internet con propaganda y pornografía no consentida. Este problema, que ha llegado a ser global, seguirá creciendo este año. Al fin y al cabo, el vídeo es el medio más natural de internet y redes como YouTube y TikTok.

Por otra parte, la desinformación en línea seguirá siendo una de las principales amenazas sociales y de los sistemas democráticos. “Estamos reemplazando la confianza por la desconfianza, la confusión, el miedo y el odio. La sociedad sin la verdad fundamentada degenerará”, asegura a MIT Technology Review Michal Pechoucek, directivo de Gen Digital, la firma tras marcas de seguridad en la red como Norton y Avast.

John Wissinger, que dirige equipos de innovación y estrategia en Blackbird AI, rastrea la desinformación de baja tecnología, como las publicaciones en las redes sociales que muestran imágenes reales fuera de contexto. “Las tecnologías generativas empeoran las cosas, pero el problema de las personas que engañan, deliberadamente o no, no es nuevo”, dice. Blackbird ha desarrollado Compass, una herramienta que permite verificar artículos y publicaciones en redes sociales. Investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y la Universidad de Cornell han habilitado un chat de inteligencia artificial entrenado específicamente para combatir teorías conspirativas y bulos (Debunkbot.com).

Autos sin conductor

A pesar de los incidentes y la regulación, los proyectos de autos sin conductor siguen avanzando. Manuel Carranza García, profesor y doctor en el Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Sevilla, defiende que “sus ventajas son tan evidentes que es casi imposible renunciar a él”. “En China ya está circulando. Ahora mismo parece que empieza a ser casi un programa legislativo más que tecnológico. Los desarrollos ya están ahí; tendrá fallos, como tenemos los humanos, y eso es también una cuestión legislativa. Pero los riesgos asociados a la conducción autónoma son mucho menores que las ventajas”, explica Carranza.

Robots

La carrera por esta tecnología está en manos de una veintena de compañías como 1X Technologies (participada por Open AI), Apptronik, Agility Robotics, Figure (participada por Jeff Bezos, Open AI y Nvidia) o Boston Dynamics, entre otras. Rev Lebaredian defiende que la parte mecánica del humanoide está prácticamente resuelta y que el mercado empujará a su abaratamiento, como ha sucedido con otros dispositivos. “Ahora tenemos la tecnología para construir estos robots físicos y reducir su precio a unos pocos miles de dólares”, explica. Lo que faltaba surgió hace una década, cuando la programación, según sus palabras, “dejó de generar herramientas para crear habilidades, inteligencia”. “Es una nueva revolución”, advierte. El equipo de Lerrel Pinto en La Universidad de Nueva York desarrolla técnicas que permiten a los robots aprender por ensayo y error, obteniendo sus propios datos de entrenamiento a medida que avanzan.

Supercomputación clásica y cuántica

Uno de los desarrollos en auge y que evidencia la convergencia de tecnologías es la proliferación de gemelos digitales. Crear, testar y modificar una futura realidad física sin prototiparla es clave en cualquier industria o en la modelización de sistemas complejos. El mayor, en el que está embarcado el Mare Nostrum del Barcelona Supercomputing Center, es crear un gemelo de la Tierra para entenderla y prevenir catástrofes. Otra máquina de capacidades inimaginables es el Frontier, del Oak Ridge National Laboratory, que se usa para desarrollar una Vía Láctea digital. “Si todo el mundo en la Tierra hiciera un cálculo por segundo, se necesitarían cuatro años para igualar lo que esa computadora puede hacer en un segundo”, explica el científico de computación de la Universidad de Tennessee Jack Dongarra.

Pero entender fenómenos complejos de la naturaleza, como el caótico movimiento de los fluidos o el mapa de las neuronas, estos gigantes precisarán de la ayuda de otra tecnología prometedora que empieza a dar señales de consolidación: la computación cuántica. Microsoft, IBM y Google presentarán este próximo año computadoras y desarrollos que suponen pasos firmes hacia un procesamiento cuántico de un número suficiente de cúbits, de mayor vida útil y tolerante a los fallos, fundamental para completar los desarrollos de grandes máquinas clásicas.

Baterías

El camino que comienza este próximo año, con la vista puesta en la electrificación masiva, requiere muchas, mejores y más baratas baterías. Las de iones de litio, una tecnología de décadas de antigüedad que se usa en computadoras portátiles, teléfonos móviles, vehículos y para almacenamiento, tienen que dar paso a sistemas más capaces, rápidos en la recarga y de menor coste. Las investigaciones de este próximo año se centran en alternativas como las de estado sólido, la de ion-sodio, o hierro-aire.

Raúl Limón

Un proyecto para derogar la ley que prohibe instalar centrales nucleares en Río Negro

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La legisladora de la Coalición Cívica ARI-Cambiemos, Daniela Agostino, anticipó que presentará un proyecto destinado a derogar la Ley 5227, que prohíbe la instalación de centrales nucleares de generación de energía en la provincia de Río Negro.

La iniciativa de Agostino tiene como objetivo reposicionar a Río Negro en el mapa nuclear argentino, tras el reciente anuncio del presidente Javier Milei sobre el lanzamiento de un plan en ese sentido, que incluye la construcción de una nueva central nuclear en la Patagonia, como ya se intentó en el año 2017. El mandatario argentino destacó que su propuesta tiene como fin dotar al país de la energía eléctrica necesaria para el desarrollo de la inteligencia artificial.

La ley 5227, sancionada el 1 de septiembre de 2017, fue impulsada por el entonces gobernador Alberto Weretilneck. En esa ocasión, Agostino fue la única parlamentaria que votó en contra de la medida prohibicionista.

En su voto, la legisladora expresó que la decisión del gobierno provincial no estaba basada en fundamentos sólidos, sino que respondía al temor a protestas y a un mal desempeño electoral previo. En ese contexto, consideró que la casi unanimidad del voto reflejaba una postura demagógica, no solo del oficialismo, sino de otros sectores políticos.

“Río Negro debe discutir su lugar en el mapa nuclear argentino nuevamente, ya que tenía un papel central hasta el día que se aprobó la Ley prohibiendo ese tipo de industrias. No hacerlo sería darle la espalda a los profundos cambios que se han producido en el mundo y en el continente en los últimos 14 meses”, afirmó Agostino.

Durante la 28ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre de 2023 en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), se acordó el impulso al desarrollo de “tecnologías limpias”, entre las cuales se incluyen las energías renovables, la nuclear y las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.
En este sentido, la legisladora desmintió la supuesta incompatibilidad entre el desarrollo nuclear y la actividad turística, señalando que en países vecinos como Brasil ambas conviven armoniosamente.

Agostino recordó que en Río de Janeiro, desde 1985, opera la central nuclear Angra 1, con una potencia de 640 megavatios (MW), y que en 2001 se sumó la central Angra 2, con una capacidad de 1.350 MW, suficiente para abastecer de energía a una ciudad de 4 millones de habitantes. Además, destacó que en 2030 comenzará a operar Angra 3, con una potencia de 1.405 MW. “Las tres centrales nucleares están ubicadas en la ciudad turística más importante de Sudamérica, Angra dos Reis, en la Costa Verde de Río de Janeiro”, subrayó la legisladora.

Por último, remarcó la necesidad de rediscutir la ley prohibicionista de 2017, pues considera que es fundamental para defender el desarrollo tecnológico de la provincia y apoyar a instituciones clave como el INVAP, la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto Balseiro. “Es hora de abrir el camino para jerarquizar el trabajo de nuestros científicos y del personal que contribuye al desarrollo de nuestro país y nuestra provincia”, concluyó.

¿Cómo se mide el poder de los gigantes tecnológicos?

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El 25 de octubre, The Washington Post lanzó una bomba a sus lectores, anunciando que se abstendría de apoyar a un candidato presidencial en las próximas elecciones. Desde 1976, cuando el Post apoyó a Jimmy Carter, su consejo editorial había dado su apoyo en todas las elecciones presidenciales. La noticia desató una tormenta. Martin Baron, ex director del Post que aparece en la película «Spotlight», publicó en X que la decisión del periódico era una «cobardía, con la democracia como víctima». Los famosos reporteros del Watergate Bob Woodward y Carl Bernstein dijeron que esta decisión «ignora la abrumadora evidencia periodística del propio The Washington Post sobre el peligro que Donald Trump supone para la democracia». Rápidamente se supo que el multimillonario propietario tecnológico de The Washington Post, el fundador de Amazon Jeff Bezos, había decidido personalmente poner fin a la práctica de décadas del periódico de respaldar a los candidatos presidenciales. Bezos se convirtió en el blanco de todas las burlas. Robert Kagan, que dimitió del consejo editorial del periódico tras el anuncio, calificó la decisión de Bezos de «clara señal de favor preventivo a Trump». Muchos estaban furiosos de que un solo individuo pudiera ejercer tal poder y amordazar a uno de los medios de comunicación más prominentes de Estados Unidos. Pero también se impuso otra narrativa: La decisión de Bezos de detener el apoyo del Post indicaba debilidad. Bezos estaba tan preocupado por las consecuencias de ponerse públicamente del lado de Kamala Harris -en caso de que Trump ganara la reelección- que prefirió usar su poder para suprimir la voz del periódico antes que arriesgarse a la ira de Trump. La elección de Bezos apunta a una cuestión más amplia que se plantea hoy en día: ¿Cuánto poder tienen los titanes tecnológicos?

Hay dos narrativas enfrentadas sobre el poder que ostentan titanes de la tecnología como Jeff Bezos, Elon Musk, Mark Zuckerberg, Sam Altman, Jensen Huang y otros. La primera narrativa es la siguiente: Los CEO tecnológicos se han vuelto tan poderosos que están usurpando la autoridad del Estado y remodelando el orden mundial. La inmensa escala de las empresas que han fundado -sus gigantescas reservas de capital, sus cautivadoras marcas y sus sofisticadas tecnologías- han reforzado un aura de invencibilidad. Con sus vastos recursos, los gigantes tecnológicos están configurando de manera única los resultados globales, desde determinar cómo los países luchan en las guerras (como en Ucrania) hasta decidir lo que los jefes de Estado pueden decir en línea (los líderes mundiales que en un momento fueron vetados de Facebook, Instagram y Twitter, ahora X, incluyen a Donald Trump, Nicolás Maduro de Venezuela, Jair Bolsonaro de Brasil y Alexandr Lukashenko de Bielorrusia). Como opinaba Ian Bremmer en un debatido artículo publicado en Foreign Affairs en 2021: «Los Estados han sido los principales actores en los asuntos mundiales durante casi 400 años. Eso está empezando a cambiar, ya que un puñado de grandes empresas tecnológicas rivalizan con ellos por la influencia geopolítica… Amazon, Apple, Facebook, Google y Twitter ya no son simplemente grandes empresas; han tomado el control de aspectos de la sociedad, la economía y la seguridad nacional que durante mucho tiempo fueron coto exclusivo del Estado». O tomemos el artículo que Marina Koren publicó en septiembre en The Atlantic, donde declaraba que «Musk se está convirtiendo en un dios de Internet» y que su control combinado de Internet espacial y los medios sociales le ha permitido ejercer un «poder sin precedentes».

La intervención de Elon Musk en la guerra de Ucrania es un ejemplo muy citado de la inversión de poder entre gobiernos y empresas. Al principio del conflicto, las fuerzas rusas inutilizaron las comunicaciones por Internet de Ucrania y desorganizaron su defensa. Desesperados, los dirigentes ucranianos suplicaron a Musk que les enviara terminales Starlink. Musk accedió, y días después Kiev recibió 500 terminales Starlink y cientos más. Estos terminales ayudaron a Ucrania a contraatacar y expulsar a las fuerzas rusas de Kiev. Pero entonces Musk empezó a acobardarse, temiendo que los ataques de Ucrania pudieran desencadenar una guerra nuclear. Como otros titanes de la tecnología, Musk no tiene mucha experiencia en asuntos políticos o militares, pero sus decisiones tienen importantes consecuencias geopolíticas. En este caso, como relata Walter Isaacson, Musk decidió en secreto desactivar la cobertura de Starlink frente a la costa de Crimea por temor a una escalada rusa. Su decisión personal, de la que se enteraron los militares ucranianos en el último minuto, puso en peligro una misión vital para atacar a la flota rusa del Mar Negro y obligó a Kiev a desechar la operación.

Pero otros comentaristas se muestran más escépticos sobre la influencia de los titanes tecnológicos. Un segundo argumento sostiene que el poder de los CEO tecnológicos está disminuyendo y que la geopolítica ha obligado a los gobiernos a reafirmar su autoridad sobre las empresas. En septiembre, después de que Musk cediera ante el Tribunal Supremo de Brasil y anunciara que X eliminaría cuentas por orden de un juez brasileño, el New York Times escribió que «el momento demostró cómo, en la lucha de poder de años entre los gigantes tecnológicos y los Estados-nación, los gobiernos han sido capaces de mantener la sartén por el mango». O en agosto, después de que Francia detuviera al fundador de Telegram, Pavel Durov, y lo acusara de múltiples cargos, Will Oremus afirmó en The Washington Post que los directores ejecutivos de las tecnológicas «se enfrentan a la venganza de los reguladores» y que esto anunciaba el «fin de una era… en la que los titanes de la tecnología disfrutaban de rienda suelta para dar forma al mundo en línea, y de una presunción de inmunidad frente a las consecuencias en el mundo real».

¿Qué versión es la correcta? ¿Son los titanes tecnológicos más poderosos que nunca y someten a los Estados a sus caprichos? ¿O han exagerado los comentaristas la influencia de los magnates tecnológicos (cuando en realidad los gobiernos están reafirmando su autoridad sobre la industria)? Resulta que ninguno de los dos argumentos refleja plenamente la realidad mundial. El poder de los titanes de la tecnología está limitado por varios factores, entre ellos si operan en una democracia o en una autocracia, y hasta qué punto el «techlash» ha incentivado a las burocracias a arrebatar poder a los magnates de la tecnología. Por otro lado, personas como Altman o Musk, pioneros en innovaciones en sectores emergentes como las tecnologías espaciales y la inteligencia artificial, siguen ejerciendo una gran influencia.

Los titanes tecnológicos se enfrentan a perspectivas muy diferentes en países democráticos y en contextos autoritarios. Desde el principio, los líderes autocráticos reconocieron el poder inherente a las redes digitales y las nuevas tecnologías y trataron de aprovecharlo. Para China, esto significó erigir una Gran Muralla de Fuego y prohibir plataformas occidentales como Facebook y Google a finales de la década de 2000. China dejó claro a Musk y a sus contemporáneos que había límites estrictos a lo que el Partido Comunista Chino (PCCh) toleraría. En una entrevista con el Financial Times, Musk lo reconoció, revelando que Pekín «dejó clara su desaprobación» de su despliegue de Starlink en Ucrania y que pidió garantías de que Musk «no vendería Starlink en China». (Los informes también revelan que Vladimir Putin presionó a Musk para que no activara los servicios Starlink sobre Taiwán «como favor al líder chino Xi Jinping»). En ocasiones, el Partido Comunista Chino ha intervenido públicamente cuando considera que Musk se ha extralimitado. El año pasado, después de que tuiteara sobre un informe del gobierno estadounidense que señalaba a un laboratorio de Wuhan como origen de la pandemia de Covid, el Global Times, controlado por el Estado, advirtió a Musk de que podría estar «rompiendo la olla de China» (algo parecido al adagio «no muerdas la mano que te da de comer»). Dados los miles de millones en subvenciones y terrenos baratos que China ha concedido a Tesla, no era una amenaza vacía.

Los funcionarios del partido-estado chino también se han asegurado de que los titanes tecnológicos de su país se rijan por sus reglas. La caída en desgracia de Jack Ma, fundador del sitio de comercio electrónico Alibaba y de Ant Group, es ilustrativa. Conocido en su día como «el multimillonario más franco de China», enmudeció repentinamente en 2020. Desapareció de la vista del público durante meses: dejó de visitar la escuela de negocios que fundó, canceló una aparición prevista en un programa de televisión y se retiró de las conferencias. ¿Su transgresión? En 2019, Ma pronunció un discurso en Shanghái ante un grupo de altos funcionarios. En sus comentarios, Ma desafió a los reguladores de China argumentando que el «sistema financiero del país debe ser reformado», y que los funcionarios estatales estaban impidiendo el sector de la tecnología financiera con su «mentalidad de casa de empeño.» En menos de una semana, el Partido Comunista Chino torpedeó la largamente planeada salida a bolsa de Ant Group por valor de 37.000 millones de dólares, y Ma se recluyó. El mensaje general era claro: desafía al Estado y sufre las consecuencias.

Otros países autoritarios, así como Estados democráticos débiles -como Rusia, Irán, India y Turquía- también se han opuesto con éxito a los magnates de la tecnología. Han impuesto sanciones draconianas contra los productos de las grandes tecnológicas y han retado a las empresas a desafiarlas. En Rusia, Putin está construyendo una «Internet soberana» y rompiendo lazos con la mayoría de las plataformas occidentales (sólo YouTube sigue en pie en el país y sus operaciones corren cada vez más peligro). En India, el gobierno ha utilizado la coerción para intimidar a las empresas tecnológicas, amenazando con detener a los empleados que no cumplan sus normas. El año pasado, The Washington Post reveló que políticos del partido gobernante estaban «instigando a la violencia y avivando discursos incendiarios» en Facebook para atizar a sus bases. A pesar de las repetidas advertencias, Zuckerberg tardó en tomar medidas por miedo a «enemistarse» con el Primer Ministro Narendra Modi.

Incluso en las democracias de pleno derecho, existe una creciente «ola tecnológica» contra el poder que ejercen los magnates de la tecnología. Gideon Rachman argumenta de forma convincente que los gobiernos democráticos conservan una autoridad clave que Musk y sus secuaces eluden: «la capacidad de hacer y hacer cumplir la ley». Sin duda, las democracias occidentales han mostrado un desfase entre su capacidad para regular las grandes tecnológicas y su voluntad de hacerlo. Poco a poco, sin embargo, las democracias están invirtiendo el rumbo. Europa es un buen ejemplo. En los últimos años, la Unión Europea ha ampliado su impulso regulador, tomando medidas enérgicas contra las redes sociales en virtud de la Ley de Servicios Digitales, apuntando a las prácticas monopolísticas de las grandes tecnológicas en virtud de la Ley de Mercados Digitales, e incluso dando un golpe en el establecimiento de la política de IA con la legislación en 2024. Estados Unidos, al menos bajo el mandato de Biden, también se ha puesto manos a la obra. La enérgica gestión de Lina Khan al frente de la Comisión Federal de Comercio, combinada con el impulso antimonopolio de Jonathan Kanter en el Departamento de Justicia, dio lugar a varios casos emblemáticos que han arriado las velas de las grandes empresas tecnológicas (justo en agosto, un juez federal declaró que el motor de búsqueda de Google era un monopolio ilegal, lo que llevó al Departamento de Justicia a considerar la posibilidad de solicitar la disolución de la empresa). Aunque puede que esto no represente el fin de la «edad dorada digital», los tiempos de bonanza de Silicon Valley han entrado en un bache.

A pesar de estos contratiempos, el poder de los titanes tecnológicos actuales sigue siendo fuerte. En ámbitos emergentes como la IA, la tecnología espacial y de satélites y la cuántica -donde los gobiernos dependen de las empresas privadas para impulsar la innovación-, los magnates tecnológicos dominan la agenda. Altman, por ejemplo, que superó un bache a principios de este año cuando el consejo de OpenAI intentó destituirlo, ha vuelto rugiendo. Ahora busca hasta 7 billones de dólares para «remodelar la industria de los semiconductores», una cifra que eclipsaría el PIB de todos los países del mundo excepto Estados Unidos y China. O tomemos el ejemplo de Jensen Huang, fundador de Nvidia, una de las empresas con mayor capitalización del planeta. Recientemente concluyó una visita de «estrella del rock» a Taiwán, donde, ataviado con su «característica chaqueta de cuero negro», habló ante una multitud de fans en un estadio abarrotado de Taipei (e incluso hizo el primer lanzamiento en un partido de béisbol). En cuanto a Musk, sus cohetes «dictan efectivamente el calendario de lanzamientos de cohetes de la NASA». El Pentágono confía en SpaceX para poner en órbita la mayoría de sus satélites. Solo en 2023, sus empresas recibieron cerca de 100 contratos diferentes con 17 agencias federales por valor de 3.000 millones de dólares.

Sin embargo, es probable que el reinado de la actual clase de influyentes titanes tecnológicos sea efímero por dos razones. La primera tiene que ver con el arco de la innovación. La tecnología se define por la difusión. Los inventos revolucionarios se difunden rápidamente por el mundo. Las nuevas ideas no se quedan embotelladas en un laboratorio o confinadas a una geografía concreta. Se extienden como un reguero de pólvora. Las innovaciones se copian, se imitan y se reproducen hasta que el resto del mundo se pone al día. En el siglo XX, laboratorios industriales como IBM Research, Bell Labs y Xerox PARC deslumbraron al mundo con sus avances. Por diversas razones -cambio de prioridades corporativas, estancamiento y dispersión de investigadores más jóvenes y entusiastas a otros lugares- se convirtieron en notas a pie de página de la historia, eclipsados por Google, Nvidia, SpaceX, OpenAI y otros. Algún día, estas nuevas empresas serán suplantadas por rivales más ambiciosos. En el fondo, esa es la historia de Silicon Valley.

En segundo lugar, existe un límite natural al poder que pueden acumular los magnates de la tecnología antes de que los Estados los reduzcan a su mínima expresión. Como ya han aprendido Jack Ma y Pavel Durov, los gobiernos no aceptan de buen grado los desafíos de los forasteros (en el caso de Durov, años de desobediencia a las peticiones de las fuerzas del orden acabaron en la pista del aeropuerto de Le Bourget). Las burocracias y los legisladores luchan por recuperar su autoridad. En Estados autoritarios como China, los funcionarios aplican medios coercitivos para frenar a los dirigentes empresariales. A su vez, las democracias utilizan sus poderes reguladores para mantener a raya a los titanes tecnológicos. Aunque los CEO tecnológicos parecen formidables hoy en día, el futuro es más oscuro. El académico Moisés Naím lleva años analizando el ejercicio del poder mundial. En su libro La venganza del poder, analiza el dominio actual de los líderes tecnológicos y escribe que «es improbable que ese poder dure en su forma actual y extrema, ya que los gobiernos están empezando a intentar frenar a las gigantescas empresas tecnológicas». Naim señala que, aunque este tira y afloja «nos acompañará durante décadas», también es «seguro esperar que el poder desenfrenado del que han disfrutado las grandes empresas tecnológicas desde su creación se vea más limitado en el futuro».

¿En qué queda todo esto? Los titanes de la tecnología se resisten a ceder las riendas del poder. En septiembre, Zuckerberg habló en la conferencia anual de desarrolladores de Meta con una camiseta que decía: «Aut Zuck aut nihil», un juego de palabras con la frase latina «aut Caeasar aut nihil», que significa «o un César o nada». Cuando César pronunció la frase, luchaba por el poder en la República Romana y quería dejar claro que no veía término medio: lo arriesgaría todo para gobernar. La apropiación de la frase de César por parte de Zuckerberg evoca una mentalidad similar: Los titanes tecnológicos de hoy creen que son totalmente responsables de llevar a sus empresas a la gloria. Harán todo lo que esté en su mano para mantener su supremacía. Pero las restricciones de los reguladores europeos y estadounidenses, la presión coercitiva de China, Rusia e India y el largo arco de la innovación auguran un futuro incierto. Aunque los magnates de hoy sigan en la cresta de la ola, la historia nos dice que es probable que su declive esté próximo.

Steven Feldstein

Nora Bär analiza el plan nuclear anunciado por Milei

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Sin dar ninguna precisión, con desbordes de adjetivación exaltada y expresiones celebratorias sobre las capacidades científico-tecnológicas locales (que sorprenden viniendo de una gestión que se enorgullece de estar liquidándolas por asfixia y motosierra), el acto de 19 minutos durante el cual el último viernes el jefe de asesores de Javier Milei, Demian Reidel, el propio presidente y el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, anunciaron la intención de poner en marcha un “plan nuclear argentino” desataron un terremoto en la comunidad altamente especializada que se ocupa de estos asuntos en el país. No tanto por lo que se dijo (hay que insistir: casi nada) como por lo que no se dijo. 

Como si fuera una novedad después de 75 años de historia de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que dieron lugar a tres centrales de producción de energía, plantas de fabricación de combustibles, un reactor para producir radioisótopos de uso médico y centros de medicina nuclear, entre múltiples logros, se anticipó que la energía nuclear será “la piedra angular del futuro energético argentino y mundial”, y que la Argentina no solo está preparada para liderar esta revolución energética, sino que lo hará con tecnología 100% local, “desarrollada por nuestros ingenieros, que son reconocidos entre los mejores del mundo”.

“Desde los primeros pasos de nuestra historia nuclear, la capacidad y el talento argentinos demostraron ser pioneros –dijo Reidel–. Y los reactores modulares pequeños (SMR, siglas en inglés de small modular reactors) son prueba de ello. Representan un avance sustancial frente a los modelos tradicionales, ofreciendo mayor flexibilidad, menores costos iniciales y la posibilidad de instalarse en ubicaciones más diversas. Pero lo que verdaderamente distingue a esta tecnología es su origen. No la importamos, no dependemos de terceros. Es una invención argentina forjada en nuestros laboratorios, diseñada por nuestras mentes más brillantes y construida con nuestra determinación”. 

Y más adelante agregó: “El primer paso de este plan es la construcción de un reactor SMR en el predio de Atucha. (…) Existe una alta probabilidad de que la Argentina sea la primera nación en producir y comercializar este innovador modelo de reactor nuclear. Este hito no solamente asegurará nuestra soberanía energética, sino que también nos permitirá replicar este éxito en el territorio nacional y exportar esta tecnología al mundo (…) Los cortes de luz serán apenas un mal recuerdo de una época en que la Argentina desaprovechada sus enormes recursos”. 

Hasta aquí, lo único sólido es que se crea un nuevo “Consejo Nuclear Argentino” que pasará a engrosar la estructura del Estado que por otro lado se quiere dejar reducida a su mínima expresión. Estará liderado por Reidel, e integrado por el jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, el ministro de Defensa, Luis Petri y el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Germán Guido Lavalle. Cabe inferir que estará enfocado en desarrollar un SMR (que, como su nombre lo indica, son más pequeños que los actuales tanto en tamaño como en capacidad de producción de energía eléctrica)y que la intención es construirlo en Atucha. Del CAREM, que es precisamente un SMR, pionero entre los 80 planeados en el mundo y cuya construcción se encuentra avanzada en ese mismo predio, nada. Cero. 

La nota del Financial Times

Bastaron unas horas para que el Financial Times publicara una nota firmada por Clara Nugent desde Buenos Aires en la que afirma que el SMR al que se referían es un diseño patentado recientemente por la firma rionegrina Invap en los Estados Unidos, donde acaba de fundar la compañía Meitner Energy (todavía sin página en Internet). “El diseño es argentino y el capital para desarrollarlo será norteamericano, ciento por ciento privado –le dijo Reidel al medio estadounidense, sin nombrar al inversor–. Creemos que podemos tener la primera planta lista en 2030. De allí en adelante, las cosas comenzarán a moverse más rápido y nos convertiremos en exportadores de la tecnología SMR”.

¿Exceso de optimismo?

La primera reflexión que merecen estas afirmaciones es que, cuanto menos, pecan de un optimismo que mueve a la incredulidad, especialmente si se tiene en cuenta que el reactor patentado por Invap es poco más que una idea en un papel. “Para que se entienda lo que implica poner en marcha un reactor –detalla el físico nuclear Alberto Baruj, graduado en el Instituto Balseiro (en la promoción un año anterior a la de Reidel), vicepresidente de asuntos tecnológicos del Conicet y exgerente de CNEA–, primero hay que hacer todo el diseño conceptual, después los cálculos neutrónicos, termohidráulicos y de seguridad. Con eso, que puede llevar años, se sale a buscar lo que se llama la ‘licencia de construcción’, un proceso que para un reactor nuevo lleva por lo menos otros cinco años, porque la autoridad regulatoria hace todo tipo de objeciones y observaciones. Una vez que se obtiene la licencia de construcción, hay que encontrar el sitio donde se va a construir. De acuerdo con lo que se anunció, sería una iniciativa privada y hasta donde yo sé, el sitio de Lima es público. Si se pretende instalar un reactor privado en un sitio público, la familia a la que se le expropiaron esos terrenos tranquilamente puede reclamar que se están usando para un fin que no es el comprometido. Ahí comienza la construcción con todo lo que eso implica. Y finalmente, cuando se termina, supongamos que con todos los recursos del mundo, en cuatro o cinco años, viene el licenciamiento (un año y medio, o dos) y después la puesta en marcha, que es un año más. Para un reactor así, todo lleva unos 15 años. La construcción del CAREM empezó en 2014, antes de eso hay todo un trabajo que ya estaba hecho. En nuestro caso, para  colmo, un gobierno lo arranca y otro lo detiene, pero ése es el tiempo promedio que hacer las cosas. Reidel es  una persona del sistema financiero. Lo que se hizo es un típico anuncio del mundo de las finanzas, donde el objetivo es conseguir inversores, comprar y vender cosas, y algunos bolsillos se van a engrosar, de eso no cabe duda”.

Uno de los que recibió la noticia con cierta expectativa es Alfredo Caro, profesor de la Universidad George Washington, en los EEUU, y ex director del Instituto Balseiro que hace 35 años vive en el exterior pero está de vacaciones en el país. “Sigo con interés este tema en el mundo. No estoy a favor ni de uno ni de otro –comenta–. El gobierno hizo un anuncio que es común en muchos países: expresó el deseo de ir en una dirección, que es su rol: hacer propaganda de sus ideas. El de la oposición es criticarlo. (…) Yo trato de ver qué hay de positivo y de negativo, de amenazas y oportunidades en lo que dicen ambas partes. El gobierno fue muy vago. Crear un nuevo organismo no sé si tiene sentido. Argentina tiene instituciones muy sólidas en el área nuclear. Lo esencial que dijo es que el sector nuclear va a crecer con fondos privados. El Estado acá apoyó 75 años la energía nuclear y de ahora en más es el sector privado el que va a apoyar. ¿Hay oportunidades de que eso suceda? El CAREM es un proyecto que viene con dificultades. Germán Guido Lavalle pidió un critical review, una auditoría, cuyos resultados son confidenciales, pero me puedo imaginar lo que contiene, no es que poniéndole dinero mañana se inaugura. Simultáneamente, en agosto, Invap presentó una patente de un reactor SMR, que está más atrasado, por supuesto, pero que es comercialmente atractivo porque se generó en torno del objetivo de hacerlo comercialmente viable (…) Está en el papel nada más, pero es un concepto atractivo para los inversores y que se puede desarrollar rápidamente. Se hace con componentes ya muy probados, off the shelf”. 

Pero Baruj disiente: “Esto puede decirlo alguien que viene de la academia –subraya–. Los temas tecnológicos no funcionan de esa manera. Cuando uno tiene un proyecto de esta envergadura es muy probable que haya cosas que no funcionen bien, pero eso se arregla. Se gestionan los distintos problemas que van apareciendo para encontrar las soluciones tecnológicas que hacen falta. Eso se llama ‘gestión del riesgo tecnológico’. Cualquiera que trabaje en temas de tecnología entiende que estas objeciones no son válidas. Además, en la industria nuclear no hay componentes off the shelf, salvo en la época en que Westinghouse hacía reactores en serie, pero desde hace 15 o 20 años eso no ocurre. Cada reactor exige su diseño y la fabricación de los componentes específicos. Y ni hablar si el reactor es nuevo. Los componentes que están dibujados en esa patente no existen”.

Y aunque no están haciendo declaraciones públicas, ni siquiera fuentes de la propia Invap coinciden con estos argumentos. “Es muy difícil lidiar con noticias que lo involucran a uno, pero en cuya construcción uno no intervino –comentaron confidencialmente–. Nosotros nos estamos enterando junto con ustedes. Sí teníamos la intención de buscar en el mercado internacional la posibilidad de hacer un negocio de energía con reactores nucleares, pero de ninguna manera reemplaza al CAREM. Nada que ver. Son conceptos distintos y complementarios”.

También coinciden en que el modelo de Invap es apenas una patente, que está muy buena, pero lejos de ser una realidad. Y no le encuentran sustento a las objeciones tecnológicas que se le hacen al CAREM o a su falta de viabilidad comercial. “Si tenés un Fiat 600 y yo te digo que con ese auto no vas a llegar a Canadá…y… no es para lo que está diseñado –destacan–. Con el CAREM pasa lo mismo: fue diseñado para demostrar la capacidad tecnológica de hacer un reactor modular. Problemas tenemos en todos los proyectos, pero la Argentina mostró que puede resolverlos. Se confunde lo que es una ingeniería convencional con un desarrollo tecnológico, que requiere distintos pasos de validación. Cuando nosotros hicimos los radares, probamos distintos diseños o ‘modelos de evaluación tecnológica’ (METS), hasta que llegamos al que se ajusta a las necesidades del mercado. El problema del CAREM no es tecnológico. Tenemos que ver si lo vamos a usar simplemente para exportar, para alimentar centrales de inteligencia artificial… El para qué condiciona el diseño. El mayor error es querer ir directamente a lo tecnológico, antes hay que tener en claro las políticas y los objetivos. Si el nuevo consejo lo que va a definir son los objetivos, perfecto. El ecosistema nuclear que conformamos la CNEA, Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), Invap, Conuar, resolveremos el problema tecnológico. Pero lo que se está planteando es como querer encontrar la llave donde hay luz y no donde se perdió”. 

“No es inevitable triunfar si tenés un showroom, pero si no lo tenés estás fuera de carrera”, escribe en AgendAR Daniel Arias, el periodista que más sabe sobre la cuestión nuclear en el país, y agrega que el proyecto de Invap (AGR 300) no se parece en nada al CAREM, que fue detenido por Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Macri, y como confirmó hace pocas horas Germán Guido Lavalle al personal de la CNEA, también por Javier Milei.

Según un informe de este año de la Agencia Nuclear de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de los aproximadamente 80 anunciados, el prototipo argentino es el más avanzado. Lo siguen otros ubicados en Japón, Rusia, India. El país lleva invertidos décadas de trabajo y varios cientos de millones de dólares que permitieron no solo desarrollar el proyecto, sino también formar a unos 400 técnicos e ingenieros. Pero según comentó hace unos días la expresidenta de la CNEA, Adriana Serquís en “Al infinito y más allá”, que se emite por El Destape Radio, ya presentaron su renuncia alrededor de 60 personas. 

“Si el inversor es extranjero, ahí yo veo una amenaza para el sector nuclear argentino –advierte Caro–. La Argentina tiene recursos humanos  de sobra en neutrónica, en hidráulica, en controles, materiales y combustibles nucleares. El gobierno no fue claro en casi nada, pero dejó abierta la puerta a una decisión que podría tener consecuencias muy negativas, porque si el inversor es extranjero va a hacer el desarrollo de los cálculos y la ingeniería de base acá, donde hay mucha gente muy capacitada y con sueldos muy bajos. Pero cuando haya que construir, van a confiar en proveedores de industrias extranjeras. La amenaza es muy grande, porque podría destruir todo lo que se ha hecho”. Y agrega: “No estoy a favor ni en contra de ninguna de las dos posiciones. Pero sí tengo claro que como el potencial nuclear argentino tiene una enorme capacidad de generar riqueza, hay que ser muy cuidadoso de cómo se adoptan las decisiones y en qué dirección ir. Hasta ahora, el desarrollo nuclear lo financió el Estado. Esa etapa yo creo que terminó y es sano porque ya existe la capacidad de hacer una industria de exportación de reactores. El rol del gobierno es apoyar el desarrollo de nuevas capacidades. Hace 35 años que vivo en el exterior y eso es así en todas partes. No sé si eso está tan claro en este caso”.

Por su parte, Baruj concluye: “La potencia del CAREM es precisamente tener un modelo de reactor que después podamos replicar, con lo cual uno se ahorra todos los pasos iniciales. Esto fue lo que hicieron los canadienses con su reactor CANDU, por ejemplo, o los norteamericanos con los Westinghouse. Me da mucha pena que gente a la que respeto se preste a esto. Quizás jueguen con la idea de que de esta manera salvan el sector nuclear argentino. Yo creo que es un enorme error. Salvar el sector nuclear a costa del CAREM es como decir que salvaste la casa entregando a tu hermana, no lo veo como una alternativa aceptable. En el futuro se puede retomar, pero cada vez es más difícil, porque se desarman los equipos técnicos y los demás países siguen avanzando. Jugamos con la cancha inclinada. Nosotros trabajamos y del otro lado lo único que hacen es romper. Pero no tenemos que deprimirnos ni desesperarnos. Eso en el sector nuclear lo aprendimos hace mucho y quienes tuvimos la suerte de que nos formara gente con un sentido nacional aprendimos que no hay que bajar los brazos, no nos tenemos que dar por vencidos. Tenemos que mantener el conocimiento, las capacidades. Es muy difícil, pero es lo que nos toca en este momento”.

Nora Bär

Dudas atómicas ante el anuncio nuclear

El presidente Javier Milei anunció el Plan Nuclear Argentino en un acto donde destacó que “la energía nuclear tendrá su retorno triunfal” y que la Argentina pretende “ser pionera”. Pero se trata de un campo en el que el país ya llevaba años invirtiendo fondos. El anuncio se dio mientras muchos profesionales están renunciando a trabajar en empresas como el INVAP o la CNEA por sus magros salarios y por la desinversión que este gobierno viene realizando en materia de ese desarrollo nuclear que dice alentar. La opinión de dos especialistas, Adriana Serquis y Diego Hurtado, y de la legisladora Julia Strada.

Si el acto no hubiera ocurrido en una Argentina que en el último año desinvirtió en materia de energía nuclear, desaceleró las obras que venía desarrollando para la construcción del reactor nuclear CAREM 25, que produjo una fuga de investigadores del INVAP y la CNEA al ámbito privado o la migración al exterior, y que en su presupuesto 2025 marca más aún la desinversión en materia nuclear, bien podríamos creer, María Elena Walsh, que estamos viviendo en el país de Nomeacuerdo.

“Nos explicaron lo que ya sabemos”, dijo a ¿Y ahora qué?, Diego Hurtadodoctor en Física (UBA), profesor e investigador UNSAM-CONICET, ex secretario de Planeamiento y Políticas de CTI, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y ex vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Y recordó que “en la lista interminable de logros nucleares de los ocho años de gobierno de Cristina se incluye el inicio de la obra civil del prototipo del pequeño reactor modular CAREM 25, proyecto que evolucionó desde fines de la década de 1970, pero que arrancó en el Complejo Tecnológico Atucha de Nucleoeléctrica, en la localidad bonaerense de Lima, en febrero de 2014 con el primer hormigonado”.

Para Hurtado, “Milei se presenta como un líder global, pero da un poco de pena porque no dijo nada vinculado a lo específico, y es un negacionista del cambio climático que -de golpe- nos habla de sostenibilidad y de energía nuclear. No se puede hablar de los beneficios de la energía nuclear sin hablar del cambio climático. Y por eso hablan de inteligencia artificial. Pero, en realidad, el renacimiento de la energía nuclear no es por la Inteligencia Artificial sino por el cambio climático”, explicó.

El argumento oficial

El lanzamiento del Plan Nuclear Argentino estuvo a cargo de Mileiel jefe del Consejo de Asesores y flamante responsable del Plan presentado este viernes 20 de diciembre, Demián Reidel, y el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el diplomático argentino Rafael Grossi.

Milei consideró que en el mundo entero se generará “un resurgimiento de la energía nuclear porque a pesar de las incontables campañas de desprestigio, la energía nuclear es la única fuente lo suficientemente eficiente, abundante y rápidamente escalable para hacerle frente al desarrollo de nuestra civilización. De modo que, después de décadas de declive, la energía nuclear tendrá su retorno triunfal. Y nosotros no solo no nos vamos a quedar atrás, sino que pretendemos ser pioneros precisamente para esta tarea”.

Luego anunció que Reidel será el “responsable del Plan Nuclear Argentino”.

Sálvese quien pueda

Para la ex presidenta de la CNEA y actual directora de la Unidad Ejecutora de Nanociencia y Nanotecnología dependiente de la CNEA y el Conicet, Adriana Serquis, el proyecto CAREM25 “está ralentizado”.

“Estaba pensado poner en marcha el CAREM25 para el año 2028”, pero la pérdida de capital humano, por los bajos salarios, y la disminución de fondos presupuestarios genera una crisis en el ecosistema nuclear, que promueve que cada uno está tratando de salvarse por su lado”, aseveró Serquis.

Y advirtió que “lo que no tenemos que perder es la soberanía: que todo el desarrollo que se hizo en la Argentina siga manejándolo el Estado argentino”.

El renacer de Reidel

En su exposición, Reidel replicó el tono del Presidente. Dijo que estaban presentando “un plan ambicioso que marca el renacer de la energía nuclear como piedra angular del futuro energético argentino y mundial en un contexto global en el que la Inteligencia Artificial y los avances tecnológicos demandan cada vez más energía”.

“La energía nuclear vuelve a ocupar el lugar que le corresponde”, agregó.

Y la consideró como “una fuente limpia, segura y escalable, capaz de sostener el crecimiento exponencial de nuestra civilización sin comprometer el medio ambiente”.

“El anuncio desafina por todos lados”, dijo Hurtado ante la consulta de este medio. Agregó que “si hablan del uso pacífico de la energía nuclear, me pregunto por qué está el ministro de Defensa (Luis Petri) en el Consejo Nuclear Argentino”. Lo integran, además, el propio Reidel, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Germán Guido Lavalle. recientemente creado e integrado, además, por Reidel; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Germán Guido Lavalle.

¿Y qué será del Carem?

En ningún momento ni Milei ni Reidel mencionaron que tomarán el Carem25 como el prototipo de reactor modular, pero justo es el que está al 70 por ciento de avance en su desarrollo. Si no lo consideran y están pensando en otro camino, ¿cuánto llevaría?

Respuesta de Hurtado: “Y… unos ocho o diez años, pero al margen, hablaron de desarrollar un SMRS en Atucha, y eso está ocurriendo con el CAREM25, que está demorado por la desinversión que está ocurriendo”.

Más explicaciones de Hurtado: “La CNEA y el INVAP, con el CAREM25, lograron ubicar a la Argentina entre los cuatro o cinco países que pueden llegar primeros a la comercialización de este tipo de tecnología”.

Serquis insistió en su descripción según la que los anuncios de un plan chocarían con el éxodo de profesionales.

“Me preocupan las demoras en el proyecto Carem y los bajos salarios”, dijo. “Estamos analizando cuánta gente se nos va a ir y si es posible recomponer, y si estos tres años que nos quedan (de gobierno) nos van a dejar algo suficientemente bueno.”

Cuando habló delante de Milei, Reidel no sabía lo que iban a decir Serquis y Hurtado. Sin embargo, parecía un contrapunto anticipado.

“Argentina no solo está preparada para liderar esta revolución energética, sino que lo hará con tecnología 100 por ciento argentina, desarrollada por nuestros ingenieros nucleares, reconocidos entre los mejores del mundo”, afirmó.

Y recordó que “desde los primeros pasos de nuestra historia nuclear, la capacidad y el talento argentinos han demostrado ser pioneros, y los reactores modulares pequeños o SMR son prueba de ello”.

El desguace

La directora del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y diputada nacional por Unión por la Patria Julia Strada coincide en la preocupación de Hurtado y Serquis acerca del plan nuclear en general y sobre la continuidad del proyecto CAREM25 en particular, y expone su alarma por lo que considera “el desguace de la CNEA”.

“Lo venimos conversando con los representantes del sector, delegados sindicales y científicos, y para eso realizamos una sesión informativa en el Congreso para advertir sobre la pérdida”, explicó.

Strada consideró que “Milei está rompiendo aquello que permite desarrollarnos. Desde el Congreso, convocamos a una reunión informativa de la Comisión de Tecnología e Innovación Productiva, con representantes y trabajadores de CNEA, para hablar con datos certeros sobre la terrible situación que están atravesando”.

Lo cierto es que ninguno de los consultados entiende cómo se realizará un nuevo proyecto o una política nuclear con un sector desfinanciado, con migración de científicos y un presupuesto más reducido en el año 2025.

Y por eso, Strada también se muestra preocupada por la soberanía sobre los proyectos nucleares argentinos.

“Si bien importamos el uranio, hacemos la pastilla de uranio, los insumos de uranio y la fisión nuclear, tenemos tecnología propia”, dijo la diputada. “Por ende, es un rasgo de soberanía. ¿Entregarán la tecnología?”, se pregunta.

Como contrapartida a este anunciado Plan Nuclear Argentino, “todo lo que hicieron en el 2024 en energía nuclear fue desarmar, destruir y vaciar, desarmar, destruir y vaciar”, aseveró.

Reactores pequeños

En la presentación, el director de la OIEA dijo que “en estos tiempos estamos avanzando hacia nuevas fronteras tecnológicas, como por ejemplo aquella que se refiere a los reactores pequeños y modulares, motivados por el impulso de la Inteligencia Artificial, de los centros de datos y de otros aspectos tecnológicos de los que dependen nuestras economías y nuestra vida”.

Marcó su entusiasmo por la “articulación de saberes y capacidades argentinas” e indicó que desde la OIEA acompañarán este emprendimiento nacional.

Recordó que hace 70 el presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower “en su famoso discurso dijo que hacían falta átomos para la paz, no para la destrucción sino para la creación y preservación de la vida”.

Grossi anunció que firmaría con la Argentina acuerdos para asesoramiento y para compartir

“buenas prácticas en el plano internacional, en todas estas tecnologías, también en materia de la explotación del uranio y otros temas que hacen a la articulación general de este programa nuclear”.

Algunas claves

La industria nuclear mundial promueve el uso de la tecnología de fisión por ser una de las pocas fuentes de generación de energía capaz de garantizar el abastecimiento eléctrico a través de volúmenes masivos de energía generados de forma permanente y sin emitir gases de efecto invernadero.

Esta tecnología refuerza su rol como la fuente más eficiente para atenuar el proceso de calentamiento global que desde hace décadas provoca la degradación de la atmósfera y el medio ambiente, temas de los que descree el presidente Milei.

En este contexto, ya hace algunos años apareció un nuevo tipo de centrales nucleares conocidas como Reactores Modulares Pequeños (SMRS). Se basan en el diseño y desarrollo de centrales nucleoeléctricas de menor tamaño y potencia eléctrica con esquemas de seguridad optimizados, tiempos de construcción más cortos y costos de inversión menores y más eficientes.

Entre casi un centenar de diseños de SMRS que existen a nivel internacional, justamente la central argentina CAREM25 se destaca como una de las pocas que se encuentra efectivamente en construcción, posicionando al país entre los principales desarrolladores y como uno de los líderes mundiales en esta materia.

El proyecto CAREM25 es la primera central de potencia de diseño 100 por ciento nacional, y se erige como un modelo de esta nueva generación de reactores diseñados para la producción de electricidad en bajas o medianas potencias.

Las granjas tecnológicas

Un informe de la OIEA indica que los centros de datos, la inteligencia artificial (IA) y las criptomonedas están llamados a aumentar el consumo de electricidad”.

Añade el documento que “las grandes empresas tecnológicas están considerando activamente la posibilidad de utilizar tecnologías nucleares avanzadas como los reactores modulares pequeños (SMRS) como fuentes de energía limpia, fiable y flexible”. De ahí la revitalización de los reactores nucleares modulares como el CAREM25.

¿Por qué es importante el frío como recurso natural para el desarrollo de la IA y las granjas para criptomonedas?

Respuesta de Serquis: “Porque lo que se necesita es enfriar los sistemas de computación. Todos los sistemas que manejan muchas bases de datos necesitan un sistema de enfriamiento, y si ya tenés un clima frío en el medio ambiente, te ahorrás bastante energía. Es como las heladeras, que en climas cálidos requieren de más energía para enfriar. Por una cuestión de termodinámica con un clima frío se ahorra un montón”.

Advirtió que “si sólo van a usar nuestros recursos naturales como algo donde no agregaremos valor (como el frío patagónico), es complicado”.

Hurtado explica que “mientras que el paradigma dominante supone que debemos proveer recursos naturales y adquirir tecnología llave en mano, el proyecto CAREM es una oportunidad para avanzar en la soberanía energética. Sin embargo, en la era Milei -autodefinido como un topo que busca destruir el Estado desde adentro- las autoridades actuales de la Comisión Nacional de Energía Atómica desaceleran y boicotean el proyecto”.

Luego recordó que “el macrismo ralentizó y desarticuló el sector nuclear, y si bien entre 2019 y 2023 hubo inversión para recuperar los proyectos nucleares, se ejecutó sin política nuclear y con salarios bajos. Así llegamos al gobierno de Milei, que en un año igualó en devastación a los cuatro años del macrismo”, consideró.

Refrescó Hurtado que incluso en su última cadena nacional Milei prometió un tratado de libre comercio con Estados Unidos, aseveró que el aumento de demanda de energía que implica la Inteligencia Artificial va a generar en el mundo entero un resurgimiento de la energía nuclear después de décadas de declive.

“Vamos a diseñar un plan nuclear argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, la investigación de las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia”, dijo el Presidente.

A pesar de esta aseveración y el anuncio del nuevo Plan Nuclear Argentino, Hurtado recuerda que “desde el inicio del gobierno libertario la construcción del CAREM25 se fue ralentizando hasta su virtual paralización; el presupuesto de la CNEA descendió un 27,5% entre 2023-2024; los salarios del personal de la CNEA proponen directamente la inviabilidad de proyectos como el CAREM25, el RA-10 y el Centro Argentino de Protonterapia y, según el proyecto de ley de presupuesto nacional 2025, la inversión asignada al CAREM25 es semejante a su virtual paralización”.

Estados Unidos y la Argentina

“La pregunta es si Milei está pensando en el CAREM25 y si habrá tomado en serio la frase de la jefa de la delegación de Estados Unidos, Ann Ganzer, que visitó Buenos Aires en abril de 2022 y aseveró en una entrevista con el diario La Nación que quieren asociarse con la Argentina para proveer estos reactores (modulares) al resto de la región”.

Hurtado pide tener en cuenta tres ideas fuerza:

1-Estados Unidos y su diplomacia formal e informal siempre trabaja hasta lograr sus objetivos;

2-Estados Unidos nunca quiso que la Argentina tenga desarrollo nuclear autónomo.

3-La Argentina nunca recibió nada de Estados Unidos en áreas de producción y para industrias como la aeronáutica, electrónica, medicamentos, vacunas, telecomunicaciones, TICs, siderurgia, tecnología espacial y nuclear.

Guillermo Lipis

Gadano: «El anuncio de Milei es una idea razonable»

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El viernes una noticia recorrió (literalmente) el mundo: el presidente Milei anunció, junto a su jefe de asesores y al director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que Argentina impulsará un Plan Nuclear para desarrollar esa tecnología, satisfacer la alta demanda de energía que necesitan los nuevos centros de datos de Inteligencia Artificial e, incluso, exportar tecnología. En concreto: el gobierno intentará generar los incentivos para que al menos parte de la inversión en data centers para IA se instalen en nuestro país, y les ofrece energía nuclear para alimentar su enorme sed energética.

Varias preguntas inundaron mi correo y mi WhatsApp en estos días: ¿esto es una idea razonable o es un delirio atómico? ¿De dónde sale la guita? ¿La pone el Estado? ¿Qué es eso de Atucha III?

Arranco por el final o, como se dice ahora, los voy a spoilear. El anuncio no es un delirio. Muy por el contrario, es una idea más que razonable e implica aprovechar que los planetas se han alineado nuevamente para la energía nuclear. En otras oportunidades, incluso en esta revista, he afirmado que hay un tren que está pasando (los reactores modulares) y que hay que subirse porque no va a pasar dos veces. Decíamos hace ya casi dos años que “estamos asistiendo al nacimiento de una nueva industria nuclear, en la que más de 25 empresas pujan por ganar contratos para construir reactores basados en nuevos diseños. Empresas que se financian en el mercado de capitales y que no venden sus reactores, sino la energía que esos reactores producirán”. Y que había un nuevo modelo de negocios. “En los próximos años (…) se empezarán a firmar contratos de centrales integradas por varios reactores pequeños en serie para atender a las redes eléctricas, o reactores distribuidos atendiendo clientes individuales. Lentamente, sin estridencias y luego de aprender del accidente que casi la deja fuera de carrera, la industria nuclear se está poniendo de pie. Volvió la Hormiga Atómica”.

Bueno, el Gobierno ha decidido subirse a ese tren. Habrá que ver con el tiempo si no nos caemos del estribo, si no nos bajamos en la siguiente estación o si hacemos el viaje completo. Pero por lo menos alguien dijo “che, viene un tren que está buenísimo, tenemos todos los elementos para subirnos, intentémoslo”.

Entrando en los detalles, lo que está anunciando el Gobierno es que va a intentar juntar dos puntas: demanda de energía y tecnología nuclear para satisfacerla. La demanda la componen los centros de datos para inteligencia artificial generativa que las diferentes corporaciones tecnológicas globales comenzarán a desarrollar y construir en el futuro cercano. La IA generativa es uno de los pilares de la cuarta revolución industrial, y por supuesto se podría discutir muchísimo sobre sus condiciones e implicancias, pero eso es tema para otra conversación. Lo cierto es que esto ocurrirá en breve. De hecho, ya está ocurriendo. Esos centros de datos consumirán cantidades enormes de energía. Pero enormes. No pueden tomarla de la red, por lo que deberán construirse sus propias centrales eléctricas dedicadas. Ahí está el punto.

Ilustremos con un par de ejemplos. Un centro de datos grande actualmente operativo (Google, Nvidia, OpenAI) alcanza una actividad computacional de aproximadamente 10¹8 (un trillón) de operaciones por segundo. Se proyecta que, para fines de esta década, la actividad podrá superar 10²¹ operaciones por segundo, gracias a mejoras en toda la operación, y a la computación cuántica. ¿Esa diferencia es importante? Sí, lo es. Se están desarrollando mejoras de todo tipo, como el aumento de las unidades de procesamiento, la mayor densidad y eficiencia de chips y el uso de aceleradores específicos para IA, entre otras.

¿Qué significa eso en la práctica? Bueno, que si los centros actuales necesitan de una potencia de hasta 50 MW por instalación (el 8% de la central nuclear de Embalse, equivalente al consumo de 50.000 hogares) la proyección lineal de la demanda de los nuevos centros de datos lleva la demanda a hasta 5 GW. Wow, 100 veces más. Pero a no preocuparse. Las mejoras en eficiencia reducirán fuertemente esa demanda, que alcanzará aproximadamente entre 500 MW y 1 GW, dependiendo de la actividad y de otros factores. Igual es muchísimo, entre 10 y 20 veces más que un centro actual. Entre el 20% y el 50% de la demanda de la ciudad de Córdoba, como para poner un ejemplo.

Hablando de eficiencia energética, ahí aparece una ventaja para Argentina: la actividad computacional genera mucho calor, por lo que una manera de hacerla eficiente es colocarla en zonas frías. El norte de Canadá o… la Patagonia argentina. Tenemos cientos de kilómetros cuadrados muy poco poblados desde la línea sur de Río Negro hacia el sur, en los que podrían instalarse centros de datos en entornos muy fríos la mayor parte del año. A quien piense que eso es un delirio (“como vas a poner plantas así en la Patagonia, hermano”, me dijo alguien ayer) le cuento que cuando Argentina quiso subirse a la segunda revolución industrial, generó los incentivos para que una planta de aluminio (Aluar) se instalara en Chubut y se la alimentó con una hidroeléctrica propia (Futaleufú, que hoy tiene una potencia instalada total de 560 MW). La inversión fue privada, el Estado generó los incentivos y la cosa funcionó muy bien. Vayan a Puerto Madryn y se encontrarán con un hermoso entorno natural, pero también con una próspera y divina ciudad que jamás se habría desarrollado sin Aluar.

Por supuesto que el camino está lleno de dificultades: la historia de la macroeconomía argentina (que todavía no se ha terminado de estabilizar), la falta de infraestructura, déficit en transmisión de datos, etc. Habrá que ver cómo se superan, pero la zona fría, despoblada y relativamente bien comunicada es una ventaja.

Ventajas de oferta

Hasta acá la demanda. El tema más interesante está del otro lado, del lado de la oferta. Es decir, de la energía nuclear. Ahí es donde Argentina tiene mucho para ofrecer. Al menos, tres cosas.

En primer lugar, recursos humanos de clase mundial, primer nivel. Somos el único país de América Latina que tiene ingeniería nuclear, física nuclear, recursos nivel técnico, para diseño de reactores. Y ese recurso cuesta hoy un tercio que lo que cuesta en Canadá. En realidad, no importa cuánto cuesta porque lo cierto es que, con el renacimiento nuclear, lo que ahora se están dando cuenta todos es que no hay recursos humanos capacitados en los países desarrollados de Occidente, porque no se invirtió durante 20 años. y nosotros los tenemos porque desde hace casi 70 años venimos desarrollando capacidades de ingeniería. Pero esas capacidades crecieron bajo un modelo Estado-céntrico que funcionó en su momento pero que, en mi opinión, está agotado desde hace tiempo. Y no desde que arrancó este gobierno, sino desde bastante antes. El gráfico de abajo muestra el avance físico del reactor prototipo CAREM desde el inicio de su construcción.

Como puede verse, durante el gobierno de Alberto Fernández la obra del CAREM mostró un avance físico total de 5,3 puntos, es decir casi la mitad que en un año (2018) del “gobierno neoliberal desmantelador del sector nuclear” de Mauricio Macri. Como ya se ha dicho muchas veces, el gobierno de (los) Fernández fue un monumento a las internas, la falta de decisión y la parálisis en la gestión. Pero hay un factor estructural: el Estado no puede seguir financiando la generación nucleoeléctrica. No puede y, además, no corresponde. El Estado tiene una responsabilidad en cuanto a la tecnología nuclear, que reside en la investigación y el desarrollo, en la economía del conocimiento. El Estado debe invertir –de acuerdo con las capacidades argentinas– en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la CNEA debe rendirle cuentas a la sociedad de lo que hace con esos recursos. Pero eso no se extiende a la generación de energía eléctrica de fuente nuclear, que es una actividad comercial.

De todas maneras, objetivamente no están los recursos públicos. Y no están desde hace rato. Por lo que, o aparece la inversión privada, o las empresas que tienen los recursos humanos quebrarán, desmantelarán planteles o no podrán evitar que se los lleven las grandes corporaciones nucleares globales. De hecho, es lo que está ocurriendo hoy. Así que ahí tenemos la primera ventaja, que además es una necesidad: si no hay inversión en Argentina, esos recursos se irán.

En segundo lugar, tenemos una razonable cadena de suministros para que parte de los componentes de un reactor SMR (iniciales small modular reactors) puedan fabricarse aquí. A modo de ejemplo, en Argentina opera una de las pocas empresas que fabrican elementos combustibles para reactores nucleares del mundo. Que, si aparece la inversión privada para construir reactores SMR acá, puede crecer exponencialmente vendiendo no sólo acá sino al mundo. Así con muchos otros casos. Somos el país que tiene la cadena de suministros nucleares más completa de la región. Debemos tener la suficiente apertura de mente para entender que necesitamos de la inversión extranjera para que esa cadena no se desmantele. La inversión privada no es mala, no compite con nadie ni se va a llevar nada. Si todo sale bien, permitirá que se integre un hub que más que desmantelar va a integrar y construir. Hay muchísimos ejemplos en el mundo de ello, y la industria de fabricación de aviones comerciales en Brasil es uno muy bueno.

En tercer lugar, poco mencionado pero extremadamente importante, tenemos una agencia regulatoria pública (la Autoridad Regulatoria Nuclear) solvente y prestigiosa. La actividad nuclear no funciona en el mundo sin licencias emitidas por autoridades nacionales. Y nuestra ARN es un “sello de calidad” global extremadamente importante para una industria como esta. No hay reactores sin licencia y no se emite una licencia confiable en cualquier parte. El licenciamiento es una responsabilidad de cada Estado, pero una licencia proveniente de un regulador confiable reduce mucho los tiempos.

Estos tres elementos nos muestran que la idea es más que razonable y se apoya en bases firmes y realistas. Argentina, digámoslo así, tiene con qué.

¿Arranca un plan nuclear con fondos públicos, entonces? No, para nada. De lo que se trata es de generar las condiciones para que todo ese potencial argentino, arrancando por sus recursos humanos, atraiga capital privado para avanzar en la ingeniería y la construcción de reactores SMR en nuestro país. Un primer capítulo de esta película puede arrancar en el sitio Atucha, que ya tiene autorización para construir y operar reactores. No nos sorprendamos si dentro de algún tiempo corto nos enteramos de que hay empresas privadas locales, nuevas, integrando capacidades y trabajando aquí para lograr eso.

La generación nucleoeléctrica es una actividad comercial, y debe estar en condiciones de demostrarle al inversor privado que es –a la vez– competitiva y rentable. Si no, después de 70 años de desarrollo, algo no estaría funcionando bien. Tenemos capacidades de ingeniería en una empresa como INVAP, y también la misma CNEA ha desarrollado capacidades de primer nivel a partir del prototipo CAREM, que no es un modelo comercial, pero ha servido para construir conocimiento clase mundial. Tenemos todo, nos falta el capital. Llegó el momento de dejar de combatirlo y tratar, por el contrario, de atraerlo. No muerde.

El sitio Atucha puede ser un punto de partida, pero a mi criterio lo más importante no está ahí. Puede ser ese un primer capítulo, pero realmente daremos el salto si podemos alimentar en Argentina grandes consumos de energía con energía nuclear de manera competitiva y sostenible.

La energía nuclear es limpia, robusta y está siempre disponible (es “despachable”). Argentina cuenta con recursos más que razonables para desarrollarla en escala, y hoy hay tecnologías que prometen devolverle la competitividad. Si lo miramos de esa manera, el anuncio del Gobierno, más que un delirio, es absolutamente razonable y tiene los pies muy firmes en la tierra. Si esto prospera, se generarán inversiones y empleos de calidad, no porque tenemos un recurso natural (que es muy bueno tenerlos) sino porque tenemos conocimiento. Ojalá prospere.

Julián Gadano

Hoy se anuncia el proyecto nuclear de Milei. En el sector hay crisis salarial y desaliento

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El presidente Javier Milei anunció, durante su discurso del primer año de gestión, que el Gobierno presentará en los próximos días un Plan Nuclear Nacional que tendrá como objetivo aumentar las capacidades de generación de energía para abastecer el alto nivel de demanda que requieren los desarrollos de Inteligencia Artificial.

La presentación del nuevo programa nuclear estará a cargo del asesor presidencial Demian Reidel, licenciado en física por el Instituto Balseiro y doctor en Economía por la Universidad de Harvard. Según trascendió, el anuncio sería el próximo viernes.

“Lo interesante es que el aumento de demanda de energía que implica la Inteligencia Artificial va a generar en el mundo entero un resurgimiento de la energía nuclear después de décadas de declive, y nosotros no nos vamos a quedar atrás. Vamos a diseñar un Plan Nuclear Argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación de las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia”, había planteado Milei.

Si bien el Congreso se encuentra formalmente en receso, debido a que el Poder Ejecutivo nunca convocó formalmente a sesiones extraordinarias, la Comisión de Ciencia y Tecnología apeló al artículo 106 del reglamento para autoconvocarse. No obstante, se trató de un encuentro informativo -no se podía firmar dictamen- en la que se escucharon opiniones de expertos y referentes del sector nuclear invitados por la oposición.El asesor presidencial Demian RedielEl asesor presidencial Demian Rediel y encargado de liderar el Plan Nuclear Argentino

El encuentro convocado por Daniel Gollán (UxP) no contó con la presencia de ningún funcionario del oficialismo y tampoco estuvieron presentes los diputados de La Libertad Avanza y el PRO. Solo participaron diputados del peronismo, la izquierda, UCR y la Coalición Cívica.

Los expositores coincidieron en que es necesario esperar hasta el anuncio formal para poder opinar sobre los detalles del Plan Nuclear. Sin embargo, también hubo unanimidad en denunciar el desfinanciamiento y el retraso salarial en todos los entes públicos vinculados con el sector nuclear como la CNEA, Nucleoeléctrica o el INVAP. También advirtieron sobre los peligros de transferir a manos privadas desarrollos estratégicos que tardaron décadas en madurar financiados por el Estado.

Adriana Serquis, ex presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), aseguró que lo que más le preocupa es la continuidad del proyecto CAREM, que comenzó en 2010. “Nos llama la atención el anuncio de utilizar reactores modulares como si fueran una novedad cuando hace tantos años que se vienen desarrollando en nuestro país”, dijo.

En la misma línea, Martin Lofrida, subgerente de coordinación de proyectos tecnológicos de CNEA, calificó como “dramática” la situación salarial en el sector nuclear. “Estamos perdiendo personas en todo el sector. Perdemos gente por bajos salarios y por falta de proyectos”, explicó.

También advirtió que la inversión extranjera, que según el Gobierno será el motor para impulsar esta reconversión de la matriz energética, tiene que ser “genuina”. “Los que vengan a invertir tienen que ganar acorde con la inversión, no pueden llevarse lo que hicieron los argentinos a lo largo de los últimos 74 años”, señaló.

Por su parte, Diego Hurtado, ex presidente de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), aseguró que el sector está en “grave peligro” por la política de desfinanciamiento del Gobierno. “La CNEA está funcionando en modo supervivencia”, dijo.

“Cuando el Presidente dice que va a anunciar un Plan Nuclear lo primero que miramos es ver qué dicen el titular de la CNEA o de Nucleoeléctrica, pero se quedan en silencio”, planteó.

“El Gobierno tiene ejecución 0 (cero) en el Plan de Federalización de la Ciencia y la Tecnología, son casi $50 mil millones”, dijo Germán Martínez, presidente del bloque de Unión por la Patria, para graficar sus críticas a la gestión de la Secretaría de Ciencia. E insistió en la importancia de que el asesor Demian Reidel sea invitado a la comisión para compartir los detalles del proyecto.

Argentina tiene una industria nuclear consolidada y opera tres centrales: Atucha I, Atucha II y Embalse, que en conjunto aportan aproximadamente el 7% de la generación eléctrica nacional. Esto resulta fundamental para diversificar la matriz energética del país y reducir la dependencia de combustibles fósiles. La empresa responsable es la estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), donde el Gobierno busca que ingresen capitales privados.

Federico Millenaar

35 edificios en torre en la franja costera de Miami se están hundiendo

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Casi tres docenas de torres de condominios y hoteles de lujo frente a la playa en el sur de Florida están hundiéndose o asentándose de manera inesperada, en algunos casos debido a construcciones cercanas, según un nuevo estudio.

Los 35 edificios estudiados a lo largo de un tramo de casi 19 kilómetros desde Miami Beach hasta Sunny Isles Beach se han hundido o asentado entre 2 y 8 centímetros. Según los científicos de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas, Atmosféricas y de la Tierra de la Universidad de Miami, aproximadamente la mitad de los edificios tienen menos de una década de antigüedad. El estudio se publicó el viernes.

“El descubrimiento de la extensión de los puntos calientes de hundimiento a lo largo de la costa del sur de Florida fue inesperado”, dijo Farzaneh Aziz Zanjani, el autor principal, en un comunicado. “El estudio subraya la necesidad de un seguimiento continuo y una comprensión más profunda de las implicaciones a largo plazo de estas estructuras”.

No es raro que los edificios se hundan un poco durante y un poco después de su construcción, pero los científicos calificaron su descubrimiento de sorprendente porque algunos de los cambios se produjeron varios años después.

La piedra caliza bajo la playa del sur de Florida está intercalada con capas de arena, que pueden desplazarse bajo el peso de los rascacielos y como resultado de las vibraciones de la construcción de cimientos. Según los investigadores, las mareas y los proyectos de construcción a una distancia de hasta 320 metros han contribuido al asentamiento. El estudio utilizó imágenes de satélite para captar los cambios, y el asentamiento fue más notable en los edificios de Sunny Isles Beach. Los científicos señalaron que los datos preliminares también sugieren hundimientos o asentamientos más al norte, a lo largo de las playas de los condados de Broward y Palm Beach.

El tramo de comunidades del sur de Florida estudiado incluía Surfside, donde el edificio Champlain Towers South se derrumbó en junio de 2021, matando a 98 personas. Sin embargo, se cree que ese derrumbe fue causado por hormigón armado que se deterioró debido a un mantenimiento deficiente y a un diseño defectuoso.

Champlain Towers South, Miami.
Champlain Towers South, Miami.Joe Raedle – Getty Images North America

Aun así, la catástrofe de Surfside puso de relieve la necesidad de vigilar la estabilidad de los edificios “especialmente en zonas costeras con condiciones ambientales corrosivas”, señalaron los científicos.

Los científicos afirmaron que quieren seguir estudiando si las distintas secciones de los edificios afectados se están hundiendo a ritmos diferentes, lo que podría provocar grietas en sus muros o roturas de los servicios públicos y causar daños a largo plazo.

Otro estudio realizado a principios de este año demostró que los edificios de las principales ciudades de la costa atlántica se estaban hundiendo. La investigación de Virginia Tech y el Servicio Geológico de EE.UU. mostró que zonas de Nueva York, Long Island, Baltimore y Virginia Beach se estaban hundiendo más que el ritmo de subida del agua del mar.

Sobre el muy comentado intento de hackeo en la CNEA: una mirada escéptica

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El Gobierno reconoció que hubo un intento de vulneración de la seguridad informática de la Comisión Nacional de Energía Atómica, aclaró que fue una operación que fracasó y resaltó que tanto los planos como otros datos del rector nuclear CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares) no estuvieron nunca en riesgo. En una comunicación oficial, informó que el 27 de noviembre se registró un “incidente” en la Infraestructura TIC (Tecnologías de la Comunicación e Información) de uno de los proyectos más importantes de la CNEA, pero negó que se hubieran comprometido las redes de seguridad.

El organismo emitió un comunicado, en el que argumentaron que el equipo de Gerencia de Tecnologías de la Información y Comunicación examinó la situación y corroboró que “en ningún momento estuvo comprometida la seguridad de las instalaciones nucleares y no se ha difundido información sensible”.

El CAREM es uno de los proyectos nucleares más ambiciosos de la ciencia argentina. Se trata del primer reactor nuclear de potencia diseñado y construido en el país. Su creación comenzó a mediados de los 80. Si bien su finalización estaba prevista inicialmente para 2023, ha enfrentado demoras atribuidas tanto a ajustes presupuestarios como a desafíos técnicos.

Este proyecto busca posicionar a Argentina en la vanguardia del diseño de reactores pequeños, destinados a países con necesidades energéticas específicas o limitaciones de infraestructura institucional. Su desarrollo resulta estratégico y representa un avance tecnológico clave y una apuesta a la soberanía energética del país. El proyecto contempla un 70% de participación de la industria nacional y más de un millar de empresas aportan servicios, ingeniería y componentes.

La CNEA, que depende de la Jefatura de Gabinete de la Nación que lidera Guillermo Francos, detalló en una comunicación del 1 de diciembre que el incidente en el proyecto nuclear afectó sistemas institucionales como correos electrónicos, portales internos y bases de datos. Las autoridades indicaron que permanecen “inactivos y en proceso de recuperación”. Como medida de seguridad, se implementaron protocolos estrictos que incluyeron la desconexión preventiva de equipos y la habilitación progresiva de servicios con restricciones.

La CNEA detalló seis puntos clave del protocolo aplicado, entre los que sobresalen: Servicios de internet restringidos a conexiones cableadas en sus tres principales centros atómicos; evaluación de sistemas específicos del proyecto CAREM; escaneo de virus en equipos de la sede central y su desconexión de la red hasta completar el proceso; revisión y limpieza de dispositivos en todas las dependencias de la institución; modalidades de trabajo adaptadas según las condiciones de cada gerencia; restricción de acceso a sitios web, limitando la navegación a portales oficiales y recursos seguros; y reacciones políticas y cuestionamientos.

Cuando se conoció el incidente, hubo sectores de la oposición que vincularon el incidente con los recortes presupuestarios en ciencia y tecnología impulsados por Javier Milei. Por eso, argumentaron que la reducción de inversiones había debilitado presuntamente áreas críticas del sistema nuclear, poniendo en riesgo proyectos estratégicos como el CAREM. En ese marco, señalaron que se habría perpetrado un “hackeo” y “robo de planos” del proyecto.

Cabe recordar que La Ley Nº 27.614 de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, aprobada en forma unánime por el Congreso en 2021, establece que el Presupuesto para el área debe rondar el 0,39% del Productor Interno Bruto (PIB). Sin embargo, en 2023 fue del 0,302% y este año del 0,216%.

En mayo, Milei y Francos oficializaron la designación de las nuevas autoridades de la CNEA. Está presidida desde entonces por el ingeniero nuclear Germán Guido Lavalle, acompañado por el ingeniero Luis Rovere como vicepresidente. La institución tiene a su cargo el desarrollo y regulación del sector nuclear del país.

El jefe de Gabinete visitó en julio las obras del reactor CAREM, destacando su relevancia estratégica. En su recorrido, subrayó la importancia de garantizar recursos suficientes para completar esta obra emblemática, que podría marcar un hito en la industria nuclear global.

“Esta es una visita imprescindible para el Gobierno nacional. Estamos apoyando al equipo de ingeniería nuclear que hay en la Argentina, que ha sido tan prolífico en el tiempo”, expresó Francos durante aquella recorrida a la que fue acompañado por José Rolandi, vicejefe de Gabinete.

Comentario de AgendAR:

Hace décadas que el diseño básico y la ingeniería de detalle del CAREM fueron afanados por coreanos y yanquis, supongo que pagando coimas a expertos muy mal pagos ante la negativa de la CNEA a venderles la tecnología. Minga de hackeo, sencillamente sueldos miserables y desesperación profesional.

Por el timing, estimo que esto sucedió entre los tiempos de De La Rúa y la presidencia de Néstor Kirchner. Corea no era la única interesada: la Hitachi trató de comprar la tecnología por un vuelto.

Es más, los coreanos construyeron un prototipo de 100 MW eléctricos casi idéntico al CAREM en eterna construcción. Lo llamaron el SMART, e intentaron venderle 18 de ellos a Arabia Saudí para dar potencia a 18 plantas de desalinización de agua de mar. Por alguna razón que desconozco, los saudíes firmaron la carta de intención, pero después no prosiguieron con un contrato firme. Los coreanos tampoco trataron de venderle el SMART a nadie más, o de construirse una flota doméstica.

Añado que ya hay como 5 copias yanquis del CAREM de distintas compañías. La que más avanzó en licenciamiento, inversores, plata gubernamental, comprador doméstico asegurado de la potencia del prototipo y cartas de intención firmadas por 11 países aspirantes a clientes fue el NuScale, una copia del CAREM con varias mejoras ingeniosas -pero caras- en el edificio de contención.

Y NuScale capotó por sobrecostos hace dos años, sin haber salido de planos, power points, folletería y otras ventas de humo marketinero. Las otras cuatro imitaciones estadounidenses no llegaron ni a eso. De país de ingenieros y laburantes industriales a país de agentes de bolsa, desocupados y homeless: God Bless America.

Pero si te das el lujo, como la Argentina, de diseñar una central que era revolucionaria en 1984 y no construirla y terminarla durante 40 años, no hacen falta hackers para que te la roben, o que envejezca sin haber nacido. Tirarle el muerto a la administración de Adriana Serquis, o antes a la de Norma Boero, supera la estupidez o hijeputez profesional estandarizada de los multimedios.

Por ahora, dado que este gobierno decidió detener por enésima vez la construcción del CAREM, y nombrar un comité de revisión dirigido el Dr. José Converti, reactorista y enemigo declarado del proyecto, el mapa de riesgo de este proyecto es otro. El principal son sus presuntos custodios, el presidente de la CNEA, Dr. Germán Guido Lavalle, y su vice, el ing. Luis Rovere. En cuanto al Jefe de Gabinete, Luis Francos, me alegro de que al menos se haya enterado de la existencia del CAREM. Con estos cuatro gladiadores defendiendo el proyecto más de bandera de la tecnología argentina, podemos dormir sin frazada, compatriotas.

Boero y Serquis fueron las dos presidentas de la CNEA que sacaron al CAREM de planos y empezaron la construcción real. Muy intercurrida por los numerosos enemigos internos y externos del proyecto, por cierto, con el más sencillo de los procedimientos: dejar a la CNEA sin un mango. De 12 años de obra del CAREM, 5 fueron de detención total de la misma, y 2 de avances penosos por presupuestos ridículos. Lo de detener la obra para una revisión técnica es tan curativo como una autopsia, perpetrada sobre uno que está muriéndose de inanición. Como fusilamiento encubierto, al menos suena más profesional que el «No hay plata».

Hackeo informático, qué turrada tan cómica… El CAREM fue el primer SMR propuesto en el mundo, y en cuatro décadas de miseria presupuestaria y salarial en el Programa Nuclear Argentino, el más imitado. Nunca hizo falta un dream-team de la CIA para currarlo. Normalmente, siempre alcanzó con una fotocopiadora.

Daniel E. Arias

Por 1ª vez en el mundo: en Argentina se logró el nacimiento de 5 caballos editados genéticamente

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Científicos argentinos lograron un hito en la biotecnología equina al anunciar el nacimiento de los primeros cinco caballos editados genéticamente mediante la técnica CRISPR-Cas9. Este avance, llevado a cabo con extrema rigurosidad y bajo regulaciones nacionales, marca un precedente en la mejora genética de precisión. La técnica consistió en usar una pequeña parte de un gen de una yegua y lo introdujeron en otra.

Se trata de Kheiron SA, una empresa formada íntegramente por científicos, empresarios e inversores argentinos, quienes ya habían tenido logros de escala mundial en su especialidad que es la de clonar equinos de alta performance. Estos logros que incluyen la utilización de células madre para la clonación y la generación de los primeros embriones genéticamente editados del mundo, ya habían sido publicados en revistas de la prestigiosa editorial Nature.

Según los expertos, esta innovación podría revolucionar el progreso genético en disciplinas deportivas y contribuir al desarrollo de estándares biotecnológicos. Los científicos utilizaron la técnica CRISPR-Cas9, una tecnología de edición genética que permite modificar el ADN de una célula.

Así, los criadores Doña Sofia Polo y Alberto Pedro Heguy editaron la famosa yegua multipremiada Polo Pureza, mejor yegua del Abierto Argentino de Palermo, que forma parte del “Salón de la Fama” de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo (Aaccp). Heguy, célebre polista, veterinario y fundador de la Aaccp, 17 veces campeón del campeonato argentino abierto de polo, y Doña Sofía, encomendaron a Kheiron Biotech llevar adelante el procedimiento.

La expectativa es que, en este gran primer paso de innovación, la Polo Pureza adquiera características de sprinter o explosión que no poseía, y a la vez conserve sus demás cualidades”, dijo Heguy.

En esa línea, Gabriel Vichera, director Científico de la firma, sostuvo: “Este importante desarrollo científico se realizó de manera extremadamente rigurosa cumpliendo con los estrictos requisitos de la Dirección Nacional de Bioeconomía y la Conabia [Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria], la autoridad nacional de regulación biotecnológica, para que no sea considerado un Organismo Genéticamente Modificado (OGM), y por lo tanto se trate de un ejemplar que podría encontrarse libremente en la naturaleza, y así acaba de ser aprobado. Esto fue realizado precisamente con este objetivo, de modo de así cumplir con las reglamentaciones de la AACCP y de la Sociedad Rural Argentina (SRA), para que el ejemplar logrado no se considere con doping genético. Cabe destacar que la Argentina es líder mundial en la elaboración de normas al respecto”.

Gabriel Vichera, director Científico de Kheiron
Gabriel Vichera, director Científico de KheironKheiron

En tanto, Daniel Sammartino, founder & CEO de Proinvesa Group y presidente de Kheiron, agregó que “este logro coloca a la Argentina a la vanguardia mundial de lo que podría considerarse en el futuro un innovador y desafiante camino del progreso genético de precisión, que acelere el logro de mejoras genéticas que hoy son buscadas por mecanismos de prueba y error”.

Desde la firma señalaron que esta “técnica innovadora, podrá ser utilizada también con fines de mejoramiento de sanidad y corrección de enfermedades genéticas”. Remarcaron que la visión y perseverancia del grupo reafirma el compromiso con la innovación científica, y su posición como líder en la vanguardia de la tecnología equina a nivel mundial.

Sammartino recordó que este tipo de proyectos de edición génica los vienen haciendo desde hace tiempo en la biotech, tanto en ovinos como porcinos. Estos últimos se hicieron para poder utilizar los órganos para trasplantes en seres humanos. No obstante, por cuestiones de inversión en la Argentina, el proyecto no se pudo avanzar.

En este caso, en el tema de caballos lo que hace la firma nacional es tratar de identificar genes que responden a una determinada característica. En un solo paso se puede lograr que se utilice un gen que se introduce en un determinado animal con cierto propósito. Según explicó, lo que hicieron fue cambiar el gen de la Polo Pureza, ya que esta no tenía esa explosión que hoy se requiere en las competencias, y le pusieron el gen de la sprinter. Los caballos tienen diferentes tipos de velocidad. “Se cuidaron mucho los detalles para cumplir con todas las regulaciones para que el animal sea considerado un animal normal y sea factible liberarlo a la naturaleza. Nosotros lo que buscamos es tener un animal común y corriente y no tenerlo confinado”, detalló. Los cinco animales nacieron con 15 días de diferencia entre ellos, es decir, todos tienen la misma edad. Todavía no tienen nombre.

El empresario aclaró que por las características los animales pueden estar en una competencia en el futuro. “La Argentina es uno de los países más avanzados en esta materia y consultado por muchísimos países en cuanto a las regulaciones. La raza de caballos de Polo argentino es de reconocimiento mundial, es una marca país, prácticamente”, afirmó.

En la firma, sostuvo, esperan que las características de estos animales vayan encontrando poco a poco un lugar dentro de la actividad. “Creo que la gente va a esperar, como pasó con las clonaciones. Hoy hay muchos clones, pero al principio había muchas dudas. Si se verifica que el animal tuvo una característica distinta y que otros criadores y dueños de caballos los quieran hacer para sus caballos, bienvenido sea. En la medida que se puedan identificar genes con ciertas características, habrá que ver y estudiar qué otros atributos se asocian a este gen. Esto es el inicio de un camino”, sintetizó.

Escala la guerra comercial: China prohíbe la exportación de minerales esenciales a EE.UU.

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China prohibirá las exportaciones a Estados Unidos de productos relacionados con el galio, germanio, antimonio y materiales superduros que puedan tener aplicaciones militares, según anunció este martes el Ministerio de Comercio chino, un día después de que Washington endureciera nuevamente las restricciones sobre el sector de semiconductores de China.

La directiva de Pekín, que regula los llamados productos de doble uso, argumenta que la medida busca salvaguardar la seguridad y los intereses nacionales. Esta normativa, que entra en vigor de manera inmediata, también impone revisiones más estrictas sobre el uso final de productos de grafito enviados a Estados Unidos.

«En principio, no se permitirá la exportación de galio, germanio, antimonio y materiales superduros a los Estados Unidos«, afirmó el ministerio.

Las restricciones refuerzan los límites previamente establecidos sobre la exportación de minerales críticos que Beijing comenzó a implementar el año pasado, pero que en esta ocasión aplican exclusivamente a Estados Unidos, en una escalada más de las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Esto ocurre poco antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo.

La importancia de estos minerales

Sin embargo, según datos de aduanas chinas, no ha habido envíos de galio o germanio en bruto o semielaborado hacia Estados Unidos durante este año hasta octubre, a pesar de que el país norteamericano fue el cuarto y quinto mayor mercado para estos minerales, respectivamente, el año pasado.

El galio y el germanio se utilizan en semiconductores; además, el germanio tiene aplicaciones en tecnología infrarroja, cables de fibra óptica y células solares. De manera similar, los envíos chinos de productos de antimonio cayeron un 97% en octubre respecto a septiembre, después de que Beijing comenzara a limitar sus exportaciones.

El año pasado, China representó el 48% de la producción mundial de antimonio, un mineral usado en municiones, misiles infrarrojos, armas nucleares, gafas de visión nocturna, baterías y equipos fotovoltaicos.

Este anuncio se produce un día después de que Estados Unidos lanzara su tercera ofensiva en tres años contra la industria de semiconductores de China, restringiendo exportaciones a 140 empresas, incluida Naura Technology Group, fabricante de equipos para chips.

INVAP patenta en EE.UU. su mini central nuclear

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La empresa nuclear y aeroespacial rionegrina INVAP acaba de patentar una central nuclear “mini” muy de su cosecha en EEUU. Allí acaba de fundar una compañía, Meitner Energy, para juntar inversores cuyos bolsillos permitan encarar el licenciamiento por parte de la Nuclear Regulation Authority (NRA). Éste es un proceso complejo, largo y caro, y eventualmente abre la puerta a más inversores, y a la construcción.

Dos comentarios que merecen ampliación posterior: la máquina se llama AGR-300 y no se parece absolutamente en nada al CAREM, proyecto de la CNEA que data de 1984, y que entre 1987 y 2006 estuvo a cargo de INVAP. Ese proyecto fue detenido también por el gobierno de Javier Milei. 

Éste viene a añadir su nombre a los de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri, cuyos gobiernos también frenaron el CAREM. Lo hicieron con el más simple de los procedimientos (dejarlo sin fondos) y por la  más obvia de las razones (Embajada de los EEUU). 

Podrá parecer paradójico ir a operar en casa del adversario, lo que me lleva al segundo comentario: la única sorpresa es que INVAP no hiciera esto antes. Hay una oferta mundial de inversión privada para las centralitas de potencia tipo Small Modular Reactors, o SMRs. Tanto así que hay 22 proyectos en EEUU, 17 en Rusia, 10 en China, 5 en Canadá y 4 en el Reino Unido. 

Pero lo que diferencia a INVAP de casi toda esta oferta a caza de inversores es que hoy por hoy y desde 2000, la firma rionegrina es el más exitoso proveedor de reactores nucleares multipropósito del planeta. La mayor parte de las ochenta y tantas “start ups” contra las que corre son puro humo marketinero y financiero, sin más contenido real que la burbuja de “dotcoms” de los ’90. 

Toda la fauna SMR, la legítima y orientada a producto, y la meramente especulativa, está formada por propuestas tecnológicos muy distintas. Las más conservadoras son copias viles del CAREM, primer proyecto SMR en la historia nuclear, y entre los copiones EEUU está a la cabeza. Otras propuestas son muy disruptivas, algunas muy interesantes, otras viciadas de nulidad técnica desde planos.

Todas, en su conjunto no han culminado en construcción material alguna. Pero los inversores siguen anotándose, nuevamente con EEUU a la cabeza. Si hay carnaval, no nos perdamos la música.

A la hora de ponerse serios, los únicos de estos proyectos experimentales que llegaron a obra son seis, están en China, Rusia, la India y Argentina (sí, el CAREM). De estos SMRs, los que están en línea y entregando electricidad son uno en China, otro en Rusia y uno en la India. Otro SMR a punto de ponerse en línea es el Linglong, y tiene algunas ideas del CAREM.

Un primer somero análisis revela que si estás -caso argentino- cuarenta años demorando un proyecto, con únicamente un gobierno nacional que lo propulsó (el de CFK) y otro que lo hizo tarde y poco (el de Alberto Fernández), te lo van a copiar hasta los monos. Y no hace falta ningún ejército de hackerse habilidosos. Con pagarle mierda a los ingenieros nucleares, con desesperarlos de ver su obra terminada y dejarlos que se vayan el exterior u otras industrias con un portazo, alcanza. Para que los coreanos nos copiaran el CAREM e hicieran su SMART, o los autodenominados americanos licenciaran su NuScale, basta una fotocopiadora.

Un segundo somero análisis revela que los únicos SMRs que se terminan y funcionan son los que construyen empresas nucleares pertenecientes a estados nacionales. El resto muere en la carrera de obstáculos de los procesos regulatorios, o cuando por falta de profesionalismo y experiencia en la privada que lidera el proyecto, el cálculo estimado del costo de la electricidad se va al demonio. 

Eso incluyó en 2022 a NuScale, la mejor copia del CAREM. Yo la llamaría incluso una copia ingeniosa y algo mejorada. Tal vez deberíamos copiarla, cien años de perdón por ello. De todos modos, NuScale quebró. 

En esa centralita sumamente modular el estado federal se anotó con U$ 10.000 millones, el “siting” en Idaho, el apoyo del sistema de laboratorios nacionales nucleares, y universidades estatales prestigiosas. Pero fue un proyecto privado y gestionado por Fluor Inc. y varias decenas de privadas en rol subsidiario, todas sumando plata a espuertas. 

Las cosas raras estuvieron desde el principio: una constructora no especializada a la cabeza, y una cantidad un tanto anormal de vendedores de humo. El NuScale es un muy buen diseño, como que vino de aquí, y Fluor ya lo tenía vendido a otros 11 países cuando la distribuidora eléctrica UAMPS, que alimenta a 7 estados del Middlewest y tenía precontrato por la energía, se aburrió de los aumentos de precio que debían del megavatio/hora estimativo. Y es que Fluor no paraba de hacerle mejoras de diseño y módulo sin haber cavado siquiera los cimientos. “Very unprofessional”, dicen en mi barrio. 

Cuando el costo del megavatio/hora se va al requinto, es el momento en que la estampida de inversores subidos al barco en estampida manotean el primer salvavidas y se tiran al mar como lemmings, también en estampida. El mundo financiero funciona así.  

Definitivamente, la electricidad nuclear es asunto de estados expertos. Para desarrollar una central nueva se necesitan las espaldas anchas, pero resbalosas, del estado, punto. Con gas abundante en casi todas las economías industriales, salvo en la UE, Japón, Corea y China, y los bajísimos costos de construcción eólica y solar, la nuclear tiene la cancha inclinada en contra.

Por ahora, el mercado no premia a la fuente que emite menos carbono (la nuclear). Tampoco alienta la única libre de carbono pero que es «de base», disponible a toda potencia 24×7 (la nuclear). Eso el mercado eléctrico sólo lo hace en los capitalismos de estado como China, Rusia, la India o Corea, que no creen que su planificación energética se tenga que decidir en alguna bolsa de valores extranjera. Añado y corrijo, son capitalismos de estados que además no reciben órdenes de embajadas

El “laissez faire” de Occidente hace exactamente lo contrario que China: subsidia fortísimamente las fuentes intermitentes e incluso a las imprevisibles, aunque éstas te hacen quemar gas cuando la red pide potencia pero el viento no sopla, o el sol no brilla. En los últimos cuarenta años, la GME (Gran Masturbación Ecologista) ha sido la mayor causa de emisión de carbono a la atmósfera del autodenominado Occidente.

Lo cierto es que el marco nacional y financiero en que INVAP presenta su nuevo AGR 300 es simultáneamente muy favorable para captación de inversiones, y también el peor del mundo en concreción material de las mismas. Es que aquel EEUU tecnológico y fabril llegó a los ’80, y luego se fue disolviendo en una enrarecida economía de servicios abastecida por China, y cuya única producción material masiva son los «homeless».

INVAP, aunque recién incorporado a la carrera, en ese circuito debería destacarse del pelotón justamente porque los tipos son «fierreros» de ley. Y de los buenos. Desde 1981 le construyó reactores a Perú, Argelia, Egipto, Australia, Arabia Saudi y Holanda. Entregados todos en tiempo y forma, andan todos joya salvo el de Holanda, el 2do mayor del planeta, porque sigue en obra. De no ser por los holandeses, que cada tantos meses le quieren poner o sacar cosas nuevas, estaría en línea hace rato. Con el reactor de Australia, el ámbiente nuclear es unánime: es el mejor del mundo. 

Cuando pinta INVAP en una licitación limpia, EEUU se abstiene. A Canadá y Francia los sacamos del mercado de los reactores multipropósito. Próximamente, le hacemos otro a Uganda, con lo que van dos en África, el continente de mayor velocidad de crecimiento demográfico.

En suma, INVAP no es una empresa de chantas ni de aficionados. Nació nuclear y vive nuclear, estrictamente de lo que vende, y en general, exporta. Todos los satélites que construyó para la CONAE y ARSAT funcionaron y funcionan bien. Se cargó a espaldas la radarización de las rutas aéreas comerciales argentinas, hizo todo el Sistema Nacional de Alerta por Radares Meteorológicos, radarizó barcos, aviones e instalaciones de las FFAA, y exporta. Y no ha desaparecido pese a medio siglo de hostilidad sistémica del State Department, o de sus representantes locales con banda presidencial.  

Estos de Bariloche son duros de matar. Y no les falta audacia. Lo que, ojo al piojo, no los condena en absoluto al éxito. Como cantaba Martín Fierro: 

  “Yo soy toro en mi rodeo

 Y torazo en rodeo ajeno; 

Siempre me tuve por güeno 

Y si me quieren probar, 

Salgan otros a cantar 

Y veremos quién es menos.”

   ALGUNAS DUDAS PERSONALES

Los reactores que vendió INVAP no son centrales, valga la distinción. No producen energía eléctrica, pero sí capacitación de ingenieros, físicos, químicos y especialistas en materiales nucleares, radioisótopos de uso médico e industrial, y últimamente silicio irradiado para fabricar chips de alto rendimiento. Y aparentemente todo esto lo hacen muy bien.

Las centrales nucleoeléctricas refrigeradas a agua son un mercado inmensamente mayor, y sólo producen electricidad . En revancha, suponen una ingeniería más endiablada: los caños o recipientes de refrigerante se bancan presiones de entre 120 a 150 atmósferas, y a temperaturas de entre 350 y 400º C. 

Las aleaciones de acero y las superaleaciones de circonio y cromo que forman el “Steam Supply System” o SSS de una central tienen que durar entre 30 y 60 años sometidas al debilitamiento metalúrgico y la corrosión causada por su exposición a neutrones y rayos gamma. El del SSS no es un ambiente “friendly” con los materiales. 

En suma, toda máquina nuclear, sea reactor o central, está sometida a procesos regulatorios severos, pero los de las centrales son mayores y el licenciamiento por parte de un estado-nación, máxime uno nada “friendly” con lo que venga de estas pampas, cuesta un ojo. Con el prestigio y sin paraguas únicamente no atravesás ese campo minado. Bueno, para algo INVAP fundó Meitner Energy. 

Meitner como apellido es un homenaje y una argentinada. No es el apellido de un billonario que fabrica autos malos, dirige una red social aún peor y salva al planeta todos los días. Tampoco es el de un mago del Silicon Valley ni un lobo de Wall Street. Lise Meitner fue la que en 1938 descubrió la fisión del uranio 235 al ser bombardeado por neutrones.

Esto no lo hizo en su laboratorio, del que la habían rajado, sino sentada en un tocón de pino, bajo una tormenta de nieve y con su sobrino Otto Frisch, ambos físicos nucleares, haciendo cálculos a lápiz en un sobre. Ambos se acababan de exiliar en Suecia de la Alemania nazi. Nunca les dieron el Nobel de Física.

INVAP sabe de centrales. En 1988 estuvo a punto de hacer una UTE con Turquía para fabricar el CAREM en serie y exportarlo de a decenas a los países compradores habituales de la industria turca, que son decenas e incluyen a gigantes demográficos, como Indonesia o Nigeria. Pero Menem en 1992 destruyó el negocio, andá a saber mandado por quién

Cuando el CAREM volvió a CNEA en 2006 se le hicieron muchos cambios tecnológicos, y se decidió además que el prototipo de 25 MWe (que en realidad son 32 MWe) será bastante distinto del módulo comercial FOAK (First of a Kind). Por lo pronto, se cree que con circulación natural por convección será difícil llegar a potencias mayores de 70 MWe, de modo que para el FOAK probablemente se deba contar con bombeo eléctrico, especialmente para el arranque.

Sobre el módulo comercial, la potencia será de entre 100 y  120 MWe. Con cuatro módulos armas una central de 400 a 480 MWe, pero de a poco: cada módulo que entra en línea paga el costo de instalación del siguiente. 

Por último, el CAREM de 2024 no está pensado para crear oasis eléctricos, sino para reforzar o ampliar redes nacionales en sitios despoblados: minas en desiertos o cordilleras, ciudades que necesitan desalinizar agua de mar. En 1988 la propuesta para y con Turquía era un módulo comercial de 25 MWe, pensado para funcionar en “stand alone”, islas y desiertos sin red eléctrica que necesitan potencia local. 

Es decir que el CAREM actual como antecedente ya no es de INVAP, ni servirá de antecedente mientras la CNEA no lo termine, y lo hará cuando la Argentina deje de ser un país teledirigido. Eso no parece nada inminente.   

INVAP sabe de centrales porque también metió mano en la reparación de Atucha 1, en la terminación de Atucha 2 y en el retubamiento de Embalse, pero no como contratista principal, y siempre supeditada por contratos a la CNEA o a NA-SA. El mercado nucleoeléctrico distingue claramente ese rol.

Finalmente, INVAP siempre recibió apoyo tecnológico de la CNEA para diseño y testeo de elementos combustibles, y de sus laboratorios de ciencia de materiales. No es pavada, se trata de la mayor y mejor concentración de cerebros nucleares del hemisferio sur. Si Meitner Energy se vuelve una empresa estadounidense por mayoría accionaria, ¿el AGR tendrá ese respaldo? ¿Sería legítimo que lo tuviera?

En cuanto a la ingeniería en sí, el AGR es una central mucho más conservadora que el CAREM. La circulación del refrigerante, agua común desmineralizada, se garantiza con 4 bombas, que probablemente necesitarán 2 o 3 generadores diesel de back-up cada una, y eso por si se cae la red eléctrica. 

Como los generadores de vapor son horizontales, la central es chata como un huevo frito, evade la verticalidad, observa el Ing. José Luis Antúnez. Es el hombre que, a cargo de NA-SA, terminó Atucha II y al toque la reparó de sus defectos de diseño. “No es el primer huevo frito de la historia: las primeras centrales soviéticas VVER tenían generadores de vapor horizontales, y son muy buenas”, dice.

Por tal causa, esa fuerza natural que es la convección no colabora en nada con el enfriamiento del núcleo del AGR, ni con la generación de vapor para las turbinas. El AGR no es una central que se refrigere sola porque el agua caliente es más liviana y asciende, y la fría más pesada y baja. Ésa es prerrogativa del CAREM y de sus muchas copias. Con el AGR es “A bombear, mi amor. Vamos a bombear, mi amor”, como añaden, en plan nucleoeléctrico, Los Redondos. 

En suma, el AGR sacrifica el lado más atractivo del CAREM, desde el punto de vista de seguridad contra recalentamiento del combustible. ¿A cambio de qué? De un menor costo de obra civil y de montaje, que con diseños convectivos implica construcción en altura. 

Esas cosas encantan a los contadores, y van a contrapelo de otros Pressured Water Reactors (PWRs) terrestres, que ponen los generadores de vapor cada vez más altos sobre el núcleo para tener el máximo enfriamiento convectivo posible. Es más, los ponen incluso adentro del recipiente de presión pero siempre altos sobre el núcleo, como el CAREM o el Linglong chino.

Pero en ese sentido el AGR está respaldado por centenares de reactores navales de submarinos, todos con generadores de vapor forzosamente a nivel. Y es que en materia de antecedentes tecnológicos, es bueno que existan. Antes de caerle simpático a la Nuclear Regulatory Authority, primero hay que caerle bien a inversores forrados. Si no, no llegás ni a la puerta de la NRA.

Para ganar en seguridad, el AGR 300 de INVAP elimina prácticamente casi todos los grandes caños que en un PWR más convencional unen al recipiente de presión con los cuatro generadores de vapor. Estos están embridados con esta pieza. O pegaditos, como dicen en Racing.

Lo cual me lleva a otra pregunta: el caño por el que sale agua a más de 330º C del recipiente de presión hacia cada generador de vapor está paralelo y cercano al caño por donde entra agua “fría” (es un decir), a unos 280º C. Hay un salto térmico de al menos 50o C entre dos caños demasiado vecinos. ¿Cómo se evita que los metales tan en contacto no se rompan por shock térmico? Ojo, el CAREM tiene todavía (hasta donde yo sé) el mismo problema.

Si me preguntan como argentino, prefiero el CAREM. Y por dos virtudes: se refrigera solo, pero además, existe.

No soy imparcial: vengo luchando para que el CAREM deje de ser un proyecto desde 1985. Todo lo que mantenga viva a INVAP, incluido el AGR, es bueno para dejar de ser un país cada vez más horroroso.

Vamos el AGR, todavía.

Daniel E. Arias

Diciembre: comenzó la llegada masiva de buques extranjeros que pescan frente al Mar Argentino

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Como cada año, la flota de pesca extranjera, mayormente china, inició su llegada a las aguas adyacentes al Mar Argentino, la llamada “Milla 201″, a realizar lo que si bien no es per se pesca ilegal, pues se realiza en aguas internacionales, fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la Argentina, sí tiene efectos depredadores sobre la misma, en especial sobre especies migratorias, pues afecta su biomasa al no respetar períodos de veda, plazos y cuotas de captura a que está sujeta la flota pesquera nacional.

La Prefectura Naval Argentina (PNA), que ejerce la función de Policía de los cursos de agua interiores y del Mar Argentino, detectó unos 60 arribos recientes, por el Océano Atlántico y por el Pacífico, desde donde los buques atraviesan el Estrecho de Magallanes tras haber pescado sucesivamente frente a las aguas de Ecuador, Perú y Chile.

El ploteo adjunto, basado en observaciones satelitales, muestra el movimiento de la flota extranjera en los últimos 12 meses; los colores identifican la nacionalidad del buque. El dominio chino es abrumador. El color rojo, que representa a sus embarcaciones, no refleja por completo su presencia, ya que muchos buques con “abanderamiento” de otros países, son también de propiedad china.

Más de 500 hacia fin de enero

Hacia finales de enero e inicios de febrero se tendrá la cuenta total de buques extranjeros pescando en la Milla 201, usualmente más de 500, dos tercios de ellos de propiedad China y, en el caso de los poteros, dedicados a la pesca del calamar, más de tres cuartas partes del total.

Usualmente más de 500, dos tercios de las embarcaciones son propiedad China y, en el caso de los poteros, dedicados a la pesca del calamar, más de tres cuartas partes del total

La mayor preocupación es para la flota potera local, sujeta a las normas vigentes. “Nosotros vamos a arrancar el 2 de enero, como hicimos los últimos dos años, esta vez sin mucha suerte, porque el stock subpatagónico está apareciendo más al norte, y lo vamos a agarrar cerca del paralelo 44, entre el 10 y el 12 de enero”, dijo a Infobae Darío Sócrate, director ejecutivo de la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA).

Al arribo de los poteros chinos y extranjeros en general, subrayó Sócrate, “lo vemos con las preocupaciones de siempre; biológicas, porque arrancan antes y no cumplen con las fechas de cierre; y comerciales, porque con subsidios y sin cumplir normas ambientales, de seguridad y laborales, compiten deslealmente en los mismos mercados a los que vamos nosotros”.

La pesca del calamar por parte de la flota china no afecta solo a la Argentina: desde 2022 también desplazó a Perú como el primer pescador de “pota gigante” del mundo, en parte gracias a la captura del llamado “Calamar de Humboldt” (dosidicus gigas) frente a aguas jurisdiccionales peruanas. Si en “Conversación en La Catedral”, Mario Vargas Llosa le hacía preguntar a Zavalita “cuándo se jodió el Perú”, en el caso de la pesca de la pota gigante la respuesta sería muy precisa.

La acción de Eicemar

Para abordar el problema de la Milla 201 la Prefectura creó el “Equipo de Trabajo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos” (Eicemar).

“Empezamos a trabajar con profesionales de distintas áreas y especialidades -abogados, biólogos marinos, ingenieros ambientales para mejorar el control de los recursos y el espacio marítima-”, cuenta el Prefecto Mayor Sergio Almada, que recibe a Infobae junto al jefe de Servicio de Tráfico Marítimo, José Viganó, el prefecto Mario Herlein, de la División Sistemas de Información Geográfica, y las oficiales Fernanda Ucciani, de Dominio Marítimo, y Florencia Otero, abogada y especialista en derecho marítimo.

Del trabajo del Eicemar surgieron herramientas como “Encuentros en Alta Mar” y la identificación de 783 buques de interés. “Buque de interés es cualquier embarcación que, por características, comportamiento, antecedentes o patrones de navegación justifica su monitoreo, análisis y/o intervención en base a criterios operativos, de seguridad, ambientales o judiciales”, según la definición de Prefectura.

¿Paso inocente?

En su tránsito hacia la Milla 201 los buques extranjeros hacen lo que se llama “paso inocente” por las primeras 12 millas desde la costa argentina y “libre navegación” entre la milla 12 y la 200, hasta entrar en aguas internacionales, pero su objetivo no sea inocuo.

Las incursiones de pesca ilegal en la ZEE son muy esporádicas: en las últimas décadas se capturaron 80 buques realizando pesca ilegal, un número reducido comparado con la magnitud del esfuerzo pesquero en la Milla 201.

Según Almada, mientras no pesquen en la ZEE la jurisdicción de lo que ocurre a bordo de un buque es del país en que está registrado. El artículo 73 de la Convención de los Derechos del Mar (Convemar) solo habilita abordar ante infracciones por conductas vinculadas con la exploración, preservación y explotación de recursos naturales dentro de la Zona Económica Exclusiva. En otras formas de crimen marítimo, como contaminación ambiental, narcotráfico y trata de personas, la posibilidad de actuación depende del espacio marítimo en que se produzca.

“El Estado pierde jurisdicción a medida que nos alejamos de la costa”, dice Almada. Por esa razón, para combatir el problema de la depredación pesquera en la “Milla 201″ es importante el “Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca” alcanzado en 2022 en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que el Congreso argentino aprobó el 1 de octubre pasado, aunque el país aún no entregó a la OMC los instrumentos ratificatorios.

También lo serían acuerdos de cooperación entre estados ribereños, pero allí aparece la complicación de la presencia inglesa en Malvinas.

A la fecha el Acuerdo contra las subvenciones tiene la adhesión de 87 países (contando los de la Unión Europea, que adhirió como bloque), incluida la adhesión de los principales depredadores de la Milla 201, como China, Taiwán, Corea del Sur y Rusia, amén de España y Portugal, miembros de la UE.

Subsidios y rentabilidad

“Sin subsidios, esas flotas no serían rentables”, dice Almada, y cita -por caso- que en un buque de pesca argentino la mano de obra representa el 30% del costo operativo.

La pesca local es una actividad muy regulada luego de que en los 90s -historia- buques españoles casi extinguieran la merluza. En cambio hoy, continúa, hay monitoreo satelital y la subsecretaría de Pesca aplica multas en caso de infracciones.

De la flota extranjera, cuenta Almada, “hacemos ploteo de buques pesqueros y de apoyo, para identificar a qué puertos van, elaborar listado de buques de interés y suministrar información a guardacostas y aeronaves”. Cuando es posible se busca confirmar lo obtenido por medios satelitales y electrónicos con información física. Los recursos para hacerlo no son abundantes: Prefectura cuanta con 5 buques guardacostas, todos de1982 (más de 40 años).El abordaje de buques extranjeros puede realizarse si están pescando en la ZEE o si, dentro o fuera de ella, hay evidencia fehaciente de crimen marítimo. En Alta Mar, la jurisdicción a bordo es del país de abanderamiento del buqueEl abordaje de buques extranjeros puede realizarse si están pescando en la ZEE o si, dentro o fuera de ella, hay evidencia fehaciente de crimen marítimo. En Alta Mar, la jurisdicción a bordo es del país de abanderamiento del buque

En definitiva, explican Almada y su equipo, la misión del Eicemar es identificar desafíos legales, operativos, técnicos y estratégicos de control de los espacios y recursos marítimos, desarrollar y proponer herramientas y estrategias para mejorar el control, formar y actualizar recursos humanos, intercambiar información de interés y buenas prácticas y cooperar en la divulgación de la información sobre sus actividades.

De la observación de la flota extranjera, ejemplifica, surge que los buques arrastreros (uso de red de arrastre) van y vienen entre la milla 200 y aguas internacionales, mientras los poteros, dedicados a la pesca del calamar, se ubican unas 5 millas afuera del borde del Mar Argentino.

Lo que se puede y lo que no

“No hablamos de legalidad o ilegalidad de la pesca -dice el Prefecto Mayor Sergio Almada- porque la posibilidad de acciones coercitivas es muy reducida, aunque –cita a la Convemar- la libertad de pesca no es absoluta: hay un principio de conservación de los Estados y de cooperación entre Estados.

“Hay obligación de conducta, no de resultados”, resume el coordinador del Eicemar.

En base a plataformas como Global Fishing Watch, documentos de la Environmental Justice Foundation y observaciones del Eicemar, un estudio precisó que sobre un universo de 3.620 buques pesqueros en Alta Mar (amén de buques tanque y frigoríficos de soporte logístico) ya en 2016 la flota pesquera de “aguas distantes” había pasado 510.000 días en el mar, y un 77% de esos días había estado pescando (141 días/año por buque).

También se determinó la escasa y poco transparente información sobre los costos laborales de las flotas poteras de China y Taiwán y la incidencia de los subsidios en la llamada “Área 41″ de Pesca de la FAO (Atlántico Sudoccidental, que abarca el Mar Argentino, como se observa en el mapa de abajo) sugiere que sin ellos y sin bajos costos laborales, en algunos casos en condiciones cercanos a la mano de obra esclava, más de la mitad de las pesquerías de alta mar no serían rentables.Las "áreas de pesca" definidas por la FAO; gran parte de la flota extranjera que pesca en la Milla 201, frente al Mar Argentino, en el "Área 41", lo hace tras cruzar el Estrecho de Magallanes luego de pescar en el "Área 87", frente a las costas de Ecuador, Perú y Chile

Las «áreas de pesca» definidas por la FAO; gran parte de la flota extranjera que pesca en la Milla 201, frente al Mar Argentino, en el «Área 41», lo hace tras cruzar el Estrecho de Magallanes luego de pescar en el «Área 87», frente a las costas de Ecuador, Perú y Chile

La pesca de arrastre de fondo, dice un pasaje, solo produce beneficios netos con subsidios y la del calamar sería muy poco rentable sin ellos. La mayor parte de los rendimientos téoricos negativos de la actividad pesquera corresponden a China, Taiwán y Rusia, lo que sugiere que son los países que más subsidian a sus “flotas de aguas distantes” (Distant Water Fishing Fleets).

Paradójicamente, China fue uno de los países que más rápido (junio de 2023) adhirió al Acuerdo contra las subvenciones a la Pesca, que llevó nada menos que 21 años de negociaciones, entre 2001 y 2022. Para su entrada en vigencia se necesita la adhesión y ratificación por al menos 110 países.

Sergio Serrichio

Los precios de los alimentos en Argentina están entre los más altos del mundo

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«Llevamos a cabo un relevamiento en toda Argentina, en cadenas de supermercados y autoservicios. El kilo de bananas provenientes de Ecuador no baja de los $ 2.000. Sin embargo, a nivel mundial, el valor nunca pasa U$S 1,30. Tenemos el producto importado más caro del mundo» sostuvo el doctor Javier Miglino.

Actualmente, en nuestro país se consumen 10 kilos de bananas por habitante y por año. Estamos muy lejos de los 25 kilos que se comían en la década del ’90. Argentina no las produce. Suele importarlas desde Ecuador, Honduras y Guatemala.

U$S 2,5 el precio de cada kilo de banana al cambio oficial en Argentina

U$S 2,5 el precio de cada kilo de banana al cambio oficial en Argentina

En Francia, la banana ecuatoriana cuesta un euro el kilo

En Francia, la banana ecuatoriana cuesta un euro el kilo

¿Quién se ha quedado con mi queso?

“A nuestros estudios sumamos las fiambrerías de barrio para medir el precio de los quesos contra el valor internacional de este lácteo. Otra vez encabezamos el ranking«, sostuvo el doctor Miglino.

En Argentina se consumían en la década del ’70 unos 12 kilos de queso por persona y por año. Hoy, el consumo bajó a 4 kilos debido a sus altos precios. En las preferencias marchan adelante el port salut, provolone, reggianito y la muzzarella que se usa para la pizza casera.

Determinados tipos de queso pasaron a ser artículos de lujo en los súper

Determinados tipos de queso pasaron a ser artículos de lujo en los súper

Frozen, precios que te dejan congelado

En el caso de los helados, nos ganamos otro título del mundo debido a nuestros valores locales. 

El precio de 1 kilo ha quedado en un promedio de $ 16.000. Con un dólar oficial a $1.000 equivale a 16 dólares, por encima de cualquier país. 

Miglino tuvo en cuenta tanto heladerías artesanales como industriales. 

En nuestro país se consumían en la década del ’70 unos 12 kilos de helado por persona y por año. En 2024, el consumo bajó a la mitad. Se suma a la cuestión de los precios el cuidado de la salud ya que se trata de un alimento rico en azúcar y calorías.

Con el pecio de los helados Argentina lidera tambièn el ranking mundial

Con el pecio de los helados Argentina lidera tambièn el ranking mundial

Con el sachet de leche, Argentina no dice ni «mu»

La consultora tomó como referencia un tipo de leche entera cuyo valor promedio en 15 provincias de la Argentina se ubica por encima de un Euro, al cambio oficial. 

Mientras tanto, los avisos en medios de España y Francia demuestran que en el viejo continente este producto vital se vende más barato: no llega a un Euro por litro.

Cada jornada, la mitad de los argentinos se despiertan con un café

Finalmente, se escanearon precios de marcas líderes de cápsulas de café en distintas provincias de nuestro país. 

Las 10 cápsulas representan aquí U$S 12 liderando cómodamente el ranking global muy por encima de España, Francia y la propia Italia.

Milei anunció un plan nuclear: construir reactores y atraer inversores en IA. Una evaluación crítica

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En su discurso del primer aniversario de gobierno, el presidente Javier Milei analizó su gestión hasta el momento y afirmó que el Poder Ejecutivo no debe dormirse en los laureles. En este sentido, anunció nuevas medidas, las cuales serán oficializadas más adelante.

“Nosotros tenemos energía de sobra, tierras frías e inhóspitas de sobra, y recurso humano de calidad. No por nada somos el país con más unicornios tecnológicos per cápita de la región. Estos tres factores combinados forman una tormenta perfecta para atraer inversiones de altísimo grado en Inteligencia Artificial (IA). Que nadie se sorprenda si la Argentina se convierte en el próximo hub del mundo. De hecho, no es casualidad que las mayores empresas del mundo estén evaluando proyectos en el país”, expresó el mandatario.

Luego, comunicó: “Lo interesante es que el aumento de demanda de energía que implica la Inteligencia Artificial va a generar en el mundo entero un resurgimiento de la energía nuclear después de décadas de declive, y nosotros no nos vamos a quedar atrás. Vamos a diseñar un Plan Nuclear Argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación de las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia”.

El plan será presentado en los próximos días por Demian Reidel, jefe del Consejo de Asesores del Presidente de la Argentina, quien, en palabras del Presidente, “podrá, una vez más, a la vanguardia en la materia”. Si bien la medida aún no fue oficializada, tanto Milei como el físico compartieron en sus redes sociales el probable logo para el Plan Nuclear Argentino, el cual fue diseñado por el artista Nik, creador del personaje Gaturro.

ooooo

OPINIÓN DE AGENDAR:

Este plan nuclear de Milei pasará a la historia como el de Gaturro, esa copia de Garfield truchada por Nik. Es un verso de punta a punta.

Ante todo, Milei es el sexto presidente de la Nación en interrumpir el desarrollo y construcción del primer SMR (Small Modular Reactor) presentado en la historia, que es el CAREM. Efectivamente, fue exhibido con retroproyector de filminas (¿se acuerdan?) por la CNEA en un congreso de energía nuclear en Perú en 1984.

Desde entonces, el único gobierno nacional que puso plata y cabeza en este proyecto fue el de CFK a partir de 2006, y en ambos ítems, fue «too little and too late» para un proyecto de bandera. De otro modo, la obra estaría terminada y en línea. Dicho sea de paso, con nombre y apellido, la frenaron pasiva y activamente los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem 1.0 y 2.0, De la Rúa, Duhalde, Mauricio Macri y obviamente, Javier Milei.
Como quien dice, después del Gato, Gaturro.

¿Y este coso viene a vendernos el concepto de SMR? Papá, le estás vendiendo pólvora a los chinos. Se inventó aquí.

En todos los años que pasaron desde 1984, el CAREM avanzó únicamente por la emperrada voluntad de la CNEA, de INVAP y también de NA-SA en dirección de obra. Lo cortejaron un estado nación (Turquía, para asociarse entre pares) y dos multinacionales nucleares en tiempos de De la Rúa (Hitachi y Kaeri).

Como idea demasiado buena en una institución donde casi nadie llega a fin de mes, inevitablemente, fue copiado, y no solo una vez, ni tampoco por hackeo informático reciente. Generó cantidad de copias, algunas de ellas clones, en diversos países. Una de ellas (el SMART coreano) llegó a un prototipo en línea bastante potente (100 MWe). En 2017 Arabia Saudí quiso comprar 18 SMARTs para dar electricidad a otras tantas plantas costeras de desalinización de agua marina.

Pero luego los Saudíes clavaron el freno. En cuanto a los coreanos prefieren construir y exportar centrales de 1400 MWe, que son un mercado que no hace falta inventar.
Es que de SMR teóricos está lleno el planeta. El más concreto es un diseño experimental chino de 4ta generación, ya operativo. Consta inicialmente de dos centralitas gemelas cuyo combustible son pequeñas bolitas de óxidos de uranio blindadas en grafito. Esta especie de pelotero es refrigerado por gas, y sus temperaturas de trabajo son muy altas, por lo cual también lo es su eficiencia para transformar calor en electricidad. Se lo llama Shidaowan, rinde 210 MWe, y se le iran agregando más módulos dobles hasta llegar a 1050 MWe. Bienvenidos para ahorrar carbón en el frío norte de China, casi frente al paralelo 38 que divide las dos Coreas.

Nuestro CAREM es mucho menos experimental que el Shidaowan, y califica como un 3ra generación plus. Por su enfriamiento a agua, algo que existe desde los años ’50, debería tener más mercado potencial. Es que el mundo nuclear es sensatamente miedoso y prefiere las evoluciones a las revoluciones, especialmente en países primerizos en la materia.

Los chinos lo saben y tienen un reactor de agua presurizada muy parecido al CAREM, sólo que con una bomba de agua externa al recipiente de presión, el Linglong, también. Es un tercera plus, con seguridad pasiva e inherente, circulación básicamente natural, y entra en operaciones en 2026. No es imposible que el CAREM comercial, que todavía no existe salvo en planos tentativos, tenga una ingeniería básica parecida.

Podríamos haber primerado a los chinos. Todavía estamos en carrera, y en el pelotón de punta.

Las copias yanquis más burdas y robadas del CAREM son, en el mejor de los casos, márketing y humo, y en el peor, programas de computadora. Nada tangible. A lo sumo ingeniería básica, quizás de detalle, tal vez con algún licenciamiento. Mención aparte para el caso de NuScale, una copia quizás MEJORADA (en mi estimación) del CAREM. Detrás del NuScale había U$ 10.000 millones federales, empresas de ingeniería privadas con plata, universidades y laboratorios de física estatales a disposición, y hasta un gran cliente de la electricidad, UAMPS, distribuidora en 5 estados del Far West, con contrato de compra firmado.

Pero el NuScale, en la peor tradición estadounidense, fue también una enorme humareda de márketing: folletería, power points, giras mundiales a todo culo, canapés de caviar, champagne, embajadores, presidentes, gente fina y 11 MOUs, memorandos de intencion de compra de otros tantos estados-nación. Y tanto papelito firmado por tanto personajón no es vinculante, y hoy vale menos que la tinta, todavía fresca, de la firma.

Y eso porque NuScale murió en 2023 sin haber nacido. Capotó por sobrecostos sin haber siquiera cavado cimientos.

¿Por qué? Porque básicamente la capacidad de construcción nuclear de EEUU está tratando de revivir en terapia intensiva y a paletazos federales. Pero no logra resucitar por una cuestión de RRHH jubilados o muertos de pura vejez durante 4 décadas de masturbaciones petro-ecologistas. La ingeniería nuclear de diseño yanqui todavía está viva, pero la de montaje y obra está más muerta que los faraones. Hay 4 otras copias yanquis del CAREM que no vale la pena mencionar, son puros planos.

Lectores míos, en EEUU, por desinterés de inversores y la evaporación de los laburantes calificados, un diseño excelente como el AP-1000 de Westinghouse tardó 3 veces lo estipulado en construirse, y costó 4 veces el precio pactado. Y eso porque cada soldadura mal hecha debía rehacerse dos y también tres veces hasta pasar una inspección. No es lo mismo un soldador nuclear de superaleaciones que un pegafierros de astillero o de obra civil, lectores. Y así se fundieron Westinghouse, la que inventó las centrales refrigeradas a agua común BUENAS, las PWR, y General Electric, la que inventó las malas, las BWR (hay 4 pruebas de esto último en Fukushima, Japón).

El CAREM es, a su modo, una PWR diminuta, muy simplificada, con seguridad inherente, capaz de fabricarse en serie en diversas plantas, y viajar despiezada a destino en barco, en tren, en camiones, para montarse rápido y bien, de a uno o dos módulos por vez. La central completa tiene 4 módulos de circulación natural, puramente convectiva. No hay bombas que se puedan romper, o de las cuales haya que tener dos o tres más de respaldo, ni generadores diésel para activarlas. Con todos los módulos en línea llega a entre 400 o 500 MWe, pero empieza a trabajar y facturar con un módulo solo, de 100 o 125 MWe según si hablás con la CNEA o INVAP. Se va pagando sola.

El módulo de 32 MWe que está juntando polvo y olvido en obra, al lado de las Atuchas 1 y 2, es de demostración tecnológica, un pre-prototipo. Para llegar al módulo comercial de 100 o 125 MWe nos falta tomar bastante sopa de rediseños de la pieza más cara, el recipiente de presión. Y no es imposible que haya que adosarle al menos UNA bomba externa de agua para el arranque, como aquí suponemos tiene el Linglong chino, aunque después de arrancar se refrigere solo.

El CAREM 32 servirá para tres cosas: validar el concepto de una central que se refrigera sin bombas, sólo por convección natural, y que sus generadores de vapor, bastante innovadores, soporten las vibraciones y radiación del núcleo. Como todo el circuito primario de refrigeración y parte del secundario están adentro del recipiente de presión, el ambiente es físicamente complicado. Para nuestro nivel de ingeniería, éste es nuestro Aconcagua, como dice Diego Hurtado de Mendoza, físico, historiador de la ciencia y ex vicepresidente de la CNEA.

La otra cosa para la cual servirá el modulo de 32 MW es para showroom. Si funciona bien, pintarán compradores y o socios. Lo sabemos porque en 1988 lo quiso comprar Turquía, y eso que el concepto de central modular aquel año era una idea loca argentina, y nosotros no teníamos siquiera un prototipo. Todo el parlamento turco, sin abstenciones, votó a favor del proyecto: era chico para el consumo eléctrico turco, pero ideal para vender en una cartera de 30 clientes de la industria turca en Medio Oriente, Lejano Oriente, Oceanía y África.

El negocio capotó en 1993, tras 3 años de destrato a la TAEK por parte del gobierno argentino, y porque como guinda en la punta del helado, se les dijo a los turcos que la Argentina no pondría un mango, y que la parte «para la corona era del 30%». Menem lo hizo. Los turcos se fueron con un portazo. En un par de embajadas cercanas a los bosques de Palermo se oían las carcajadas.

Si el CAREM 32 MW funciona bien, repito, pintarán compradores y socios. En 1986 la CNEA e INVAP hicieron del modestísimo RA-6 de Bariloche un showroom, y hoy INVAP es el mayor proveedor mundial de reactores multipropósito. Estos producen desde RRHH a radioisótopos médicos o silicio irradiado para microelectrónica, pero cero electricidad, aunque los últimos que vendimos tenían potencias térmicas importantes. Le vendimos de estos a Perú (dos), a Argelia, a Egipto, a Australia, a Holanda, a Arabia Saudita, y próximamente a Uganda.

No es inevitable triunfar si tenés un showroom, pero si no lo tenés estás fuera de carrera.
El planeta entero habla y habla de SMRs desde hace dos décadas, pero detrás de los chinos, somos casi los únicos que tienen una obra material, que con un gobierno menos vendido podría estar en línea en 3 años más, con toda la furia.

Pero desde 2006, cuando se excavaron los cimientos, no se termina jamás gracias a las zancadillas de ese par de embajadas y sus múltiples agentes locales. De la inacabable runfla que vino tratando de destruir el Programa Nuclear Argentino, Milei es apenas un anecdótico y tardío aprendiz.


Eso no lo hace menos peligroso que los anteriores. Es que la CNEA está perdiendo RRHH de primera calidad a espuertas, todo a fuerza de salarios miserables en los pocos años buenos, y de lo mismo y proyectos cajoneados en los malos. En criollo, toda vez que pinta un primate o un cobarde en la Rosada. A comienzos de 2024, mientras el cosplay de la política nos obsequiaba este mono producido como león y la obra se detenía por enésima vez «porque falta plata», la NEA (Nuclear Energy Agency), agencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nos tiró un centro.

La NEA barajó los alrededor de ochenta proyectos de SMR de diversos países, descartó un tercio y comparó entre sí los 56 menos irreales. El análisis se enfocó en seis dimensiones: financiamiento, licenciamiento, emplazamiento, elementos combustibles, cadenas de suministros y compromisos para futuros desarrollos. De 56 proyectos, el CAREM hoy figura entre los cuatro primeros del mundo según una puntuación mutiaxial, que mide avances en seis dimensiones: financiamiento, licenciamiento, emplazamiento, elementos combustibles, cadenas de suministros y compromisos para futuros desarrollos.

Este espaldarazo académico y la obra, avanzada a un 70% en lo civil, le costó 40 años de penurias al mayor y mejor elenco de ingenieros nucleares del Hemisferio Sur: los nuestros. Formados por 74 años de investigación pura y aplicada.

¿En qué consiste el Programa Nuclear de Milei? En la ingeniería equivocada para el propósito equivocado.

La ingeniería va a venir sí o sí de los EEUU. En 2022, con la obra avanzando por primera vez desde 2015, se cayó «pa’ ver» doña Anne Ganser, alta manyaorejas del Secretario de Estado de Joe Biden, James Blinken. La tía Anne estaba llena de buenos consejos: el CAREM le parecía precioso, pero… ¿por qué no asociar a EEUU a ese proyecto?

Aquí se nos pararon los pelos de punta. Si lo compran los johnnies, es para cerrarlo. Somos rivales y según vienen las cosas, los estamos ventajeando.

Pero Ganser lo pensó mejor y añadió que éste un país tan lleno de gente capaz… ¿y por qué no nos asociamos a alguno de los proyectos SMR de los EEUU? «Nos quieren encajar algunas de sus bostas interminables, seguramente el NuScale», pensé. Lo dicho, la señora se vino para enseñarnos, por pago, a preparar el mate. Y aquí sobran colonizados mentales capaces de tirarse de palomita sobre cualquier acuerdo basura. Los chinos compraron patentes nucleares estadounidenses y, a fuerza de mejorarlas e inventar otras cosas, ya las dejaron muy atrás.

Superaron largamente su «Siglo de la Humillación», nosotros no.

Bueno, NuScale capotó, pero EEUU tiene otros cuatro proyectos imaginarios casi fotocopiados del CAREM, y otro enteramente divergente, un BWE de General Electric e Hitachi. Asociarse con cualquiera de ellos, y con la capacidad actual de obra y de gestión nuclear de los EEUU es como bajarse del pony y subirse a un caballo pura sangre. Muerto sin nacer, pero muy pura sangre, ojo.

Mucho me temo que la opcion de Milei vaya a ser el BWXT de General Electric, central de agua hirviente, idea vieja y mala (preguntá en Fukushima). El State Department se los quiere encajar a todos sus rivales nucleares en el campo nucleoeléctrico, especialmente a los que tienen tecnologías propias y mejoras, como Canadá y la Argentina, con gobiernos que se bajan los lienzos con facilidad.

No es imposible que el amor secreto de Milei sea otra máquina, el reactor refrigerado a sodio líquido de Bill Gates, que el menos inició excavación. Gates incluso pudo sacarse una foto empuñando una pala. Momento histórico.

Por eso, el Plan Nuclear Gaturro parte de la máquina incorrecta. Tenemos las nuestras, y tienen la virtud de la existencia material.

Las nuestras son dos.

Las más evidentes, por probadas, son las centrales de uranio natural y agua enriquecida CANDU. Históricamente fueron las primeras máquinas modulares del mundo cuando eso no estaba de moda. Todas las CANDU del mundo están hechas con los mismos caños para toda potencia posible entre los 220 y los 1000 MW. Usan los mismos elementos combustibles y los pueden intercambiar entre sí.

Las CANDU funcionaron joya en 7 países, incluida la cordobesa de Embalse. Jamás ocurrió un accidente «de tapa de diario» en una CANDU desde 1962 hasta hoy, y eso incluye a sus muchas copias indias NPCIL. Embalse, una CANDU setentista, es la mejor máquina eléctrica del Sistema Argentino de Interconexión, por segura, disponible y confiable. Tenemos la licencia para fabricarla N veces en el país sin pagar un dolar, porque la tecnología fue legítimamente comprada a Canadá hace 50 años.

Como eso no gustó en Washington, logró retrasar la obra 4 años a fuerza de tackles, pero la hicimos. Eso sí, seguimos teniendo una sola.

La otra central que tenemos, y hay que probar que es buena, y es la única exportable porque la tecnología no se la compramos a nadie, es el CAREM.

A ésta el State Department le tiene más miedo. Después de todo, tras mostrar el RA-6, INVAP sacó a los fabricantes estadounidenses del ring por knock out. Desaparecieron del mercado de los reactores multipropósito. Desde 2000 en adelante, si en la licitación pinta INVAP, ni se presentan. Tienen mala oferta, precios peores, y lo saben. A los canadienses en materia de centrales de potencia sus vecinos del sur los vienen corriendo con la vaina, convenciéndolos lentamente de que su tecnología de centrales, la mejor del mundo PWR, es mala. Pero nosotros hemos sido (a veces, muy pocas) más de mandarlos al carajo.

La otra cosa aborrecible del Plan Nuclear de Gaturro es la finalidad.

Un Data Center para «fabricar» criptomonedas puede consumir fácilmente toda la potencia nuclear instalada en Argentina desde 1974 a 2014, unos 1700 MW repartidos en tres centrales. ¿Algún argentino puede vivir sin criptomonedas de Elon Musk? Sí, más de 45 millones. ¿Alguno puede vivir sin agua potable? Ninguno. ¿Alguna ciudad argentina puede crecer en industria y población sin electricidad firme, de base, la que está disponible incluso cuando no sopla el viento, o es de noche? Ninguna.

Pero en lugar de usar un CAREM o un CANDU chico para desalinizar agua de mar en las ciudades donde falta agua potable (Comodoro Rivadavia, Madryn, Trelew, Puerto Deseado, y sigue la lista), Milei quiere un diseño americano para hacer «minería de criptomonedas». Eso lo vende como transformar a la Argentina en una meca de la Inteligencia Artificial, la IA.

Pero la supuesta meca es más bien un moco: no generará un comino de trabajo legítimo calificado: los planos, los componentes electrónicos y la construcción del Data Center te los pone Musk, y te los cobra, y el Data da trabajo fijo a quizás un centenar de personas, entre informáticos, administrativos, técnicos en refrigeración y software, y personal de maestranza. Mayoría de argentinos en maestranza, es de cajón.

El mayor y mejor Data Center del país, el de ARSAT, consume 7 MW eléctricos las 24 horas sólo en refrigeración. Pero la energía y el agua no se desperdician, es el centro operativo de la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO), gracias a la cual el país tiene Internet y los celulares y computadoras logran conectarse. Antes de la entrada en línea de la REFEFO, alrededor de 2013, los celulares en Argentina eran tan comunicativos como los adoquines, ¿recuerda?

Los Data que se quiere traer aquí Elon Musk van a usar electricidad que debería usarse en producir agua potable. O trabajo industrial elecrointensivo y REAL en vidrio, cemento, acero, papel, química, bienes tangibles. Cualquier Data de minería que nos planten va a consumir un ancho de banda como no lo tiene ni la REFEFO, con sus 40.000 km. de fibra óptica de 200 megabytes en todo el país. En realidad, la va a hacer colapsar.

Pero no importa, Elon Musk te pone la conectividad con su red satelital SatLink. Y te la cobra, of course. Barrerle los pasillos a Elon para que haga una buena minería de criptomonedas nos va a salir bastante moneda real.

Más que un «hub» de la Inteligencia Artificial, como predice con total seguridad don Marcos Galperín, esto promete ser un enclave de la Imbecilidad Política. Perdón por las mayúsculas, se justifican.

Es muy notable el parecido conceptual entre este aborto de Programa Nuclear con lo que hizo Macri con nuestros tres fabricantes argentinos de grandes molinos de electricidad eólica. En 2016 Macri liberó la importación de molinos y dió subsidios escalofriantes a todos los fabricantes europeos y americanos. Tenemos 3202 megavatios instalados de electricidad intermitente e impredecible, la peor, que generaron mucho trabajo calificado y bien pago… en la UE y los EEUU.

A cambio de ello, tres fabricantes argentinos legítimos con tecnología propia idos a la goma (IMPSA, NGR e INVAP). Lo único que pone la Argentina en todo negocio es el viento, y deuda externa prolongada a pagar a bancos y fugadores locales.

«Simili modo», lo único que pone la Argentina en el Programa Nuclear de Gaturro es geografía: el frío patagónico para bajar gastos de refrigeración, y cantidades ingentes de agua potable para enfriar los racks. Éste es un recurso que en esa ecorregión, particularmente la estepa y la costa, es muy escaso.

El complejo urbano petrolero interprovincial Comodoro Rivadavia-RadaTilly-Caleta Olivia, con 500.000 habitantes sumados, tiene cortes de agua aleatorios, de un día por medio a un mes entero, según trepa el termómetro. A esta megalópolis dispersa en dos provincias no le alcanzó con vaciar enteramente el Lago Colhué Huapi, hoy un arenal, y estar agotando bastante rápido el Musters, mucho más profundo: este complejo urbano a lo largo de la Ruta Nacional 3 sigue sin agua.

Con este techo, el día del arquero va a poder tener alguna industria electrointensiva que genere capacitación, como acero, aluminio, vidrio, cemento, petroquímica.

No nos sobra nada: ni RRHH nucleares, ni electricidad de base, ni agua. La deuda de capacidad instalada de base, es decir la falta de nuevas centrales hidroeléctricas, nucleares y de gas a ciclos combinados, acumuló unos 18.000 MW en los últimos 10 años. Eso con una red eléctrica con 41.000 MW instalados tan teóricos, y en un estado tan malo, que cuando acontece un verano feroz y los consumidores piden a gritos 32.000 MWe de potencia disponible, el sistema entra en apagón.

En el país de «no tengo nada» vamos a crear islas eléctricas privadas para fabricar un sistema de atesoramiento para niños ricos y billonarios como Musk, ese muchacho bueno que salva todos los días el planeta y nos llevará a Marte. Eso, tras tirar a la basura 74 años de investigación y desarrollo propios en el área nuclear. 74 años de formación de RRHH, y 40 años de exportaciones de tecnología.

Hay que ser un tremendo hdlrmp, para usar una expresión libertaria.

Perdón, me olvidaba: «¡Carajo!».

Daniel E. Arias

Las peligrosas rutas argentinas

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Recorrer las rutas argentinas genera varias sensaciones, entre ellas, asombro y pavor. La muerte acecha cuando los autos invaden la mano contraria, se ubican a contramano y realizan la maniobra de sobrepaso con vehículos que circulan de frente. La tragedia se vislumbra cuando los automovilistas se abren a la derecha y aceleran para dejar atrás a otros conductores. El menú de precariedad vial es diverso. Problemas en la capa asfáltica, el descalce entre la ruta y la banquina, la falta de señalización, los peligrosos pastizales al costado de las vías, la obligación de circular a contramano para pasar a los vehículos por la falta de autopistas y autovías, los baches, las líneas despintadas o directamente ausentes, el exceso de camiones por la falta de trenes y el aumento exponencial de la producción y la falta de iluminación. La combinación entre un problema y otro, o la confluencia de todos a la vez, ponen la vida de los conductores en juego. Una verdadera ruleta rusa en cuatro ruedas. Un ejemplo basta para ilustrar el peligro. La intersección entre la ruta nacional 7 (mano y contramano) y la provincial 51, en las cercanías de Carmen de Areco. Se trata de una verdadera trampa mortal que sigue igual a pesar de la gran cantidad de los accidentes que suceden en la zona. Sin una señalización adecuada y sin rotonda, las banquinas del cruce son un muestrario de parabrisas astillados, vidrios, pedazos de plástico y otros rastros de incidentes pasados. Unos pilotes inútiles se levantan sobre la planicie. Debían sostener una de las manos para elevarla y despejar el peligro. Pero la desidia ganó una vez más y esos cilindros de cementos son otro obstáculo más en el lugar.

En la mañana del 3 de noviembre pasado, un camión cisterna que transportaba combustible y circulaba por la ruta 7 fue impactado por una combi que transitaba por la ruta 51. A bordo viajaba personal de la Dirección de Caballería de la Policía bonaerense que se dirigía a hacer un servicio de cancha en el partido de fútbol entre los equipos Brown de Adrogué y Atlético Rafaela. Murieron cuatro efectivos de Bahía Blanca. 16 resultaron heridos. La muerte sonríe en esa intersección: en marzo de 2019 hubo nueve muertos, cuatro de ellos menores de edad. Tres días después hubo dos accidentes fatales en la ruta 9. Las rutas del país son, en gran parte, caminos hacia posibles accidentes. Transitarlas requiere de una cierta resignación, con una idea que suele girar en la cabeza: podría ser el último viaje. Según un informe del Ministerio de Obras Públicas de 2021, solo un tercio de la red vial nacional, es decir un 31%, está en buen estado, un 27,6% está en estado regular y hay un 40,7% en mal estado. Desde entonces, todo empeoró. No es un tema que quede intramuros, el año pasado, la consultora internacional Zutobi elaboró un ranking mundial basándose en datos publicados por The Global Economy, donde la Argentina quedó en el puesto 54 de 59 países analizados, y se ganó un lugar en el podio por estar entre los países con las peores rutas del mundo. “No se hacen las inversiones para que la producción de la Argentina pase por rutas seguras”, dice Gustavo Brambati, jefe de seguridad vial de Cesvi, una empresa que investiga los accidentes para las aseguradoras. De enero a septiembre de este año, US$66.000 millones ingresaron a la Argentina por la venta externa de productos que transitaron por vías en las que la prudencia indica “no pasar”.

Nivel de riesgo de las rutas argentinas

Nivel de riesgo de las rutas argentinas

Según el último informe oficial completo, con datos de 2022 y que fue elaborado por la Dirección Nacional de Observatorio Vial, un organismo dependiente de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, la siniestralidad en la Argentina se lleva 13 vidas por día, la mitad de ellas, 6, en las rutas. Y de ese número, gran parte de ellas es en las nacionales. El número incluye el seguimiento por 30 días de las personas heridas en los accidentes en las rutas. Cinco de cada 10 siniestros fatales se deben a una colisión, pero solo un 3% ocurre en una autopista o autovía. Los datos de 2023 son parciales y registran 4403 muertes en el año, 12 por día. En ese año hubo 3642 siniestros con 4369 víctimas fatales. La Asociación Luchemos por la Vida, por su parte, registra 17 muertes por día por estas causas (siniestros de tránsito) en 2023. Por lejos, la provincia de Buenos Aires, con 1881 muertos en el año, se lleva el primer lugar en siniestralidad vial, según esta asociación. Le siguen Santa Fe, con 558, y Córdoba, con 374. Uno de cada dos siniestros fatales se debe a una colisión. Un dato tan increíble como relevante es que entre 2015 y 2019 se registraron en las rutas nacionales y autopistas de la Argentina 3640 siniestros viales con atropello de animales, donde murieron más de 80 personas. El sistema de transporte vial de la Argentina se estructura en una red federal cercana a los 640.000 km, pero solo 3303 km corresponden a autopistas y autovías. La Red Vial Nacional [RVN] tiene aproximadamente 40.000 km, y es la red troncal primaria de conectividad dentro del territorio nacional. La Red Vial Provincial [RVP] consta de 200.000 km, y vincula las regiones con la red vial primaria. La Red de caminos rurales o terciarios, estimada en 400.000 kilómetros, es un eslabón clave para la salida de la producción primaria hacia los distintos puntos de destino a través de la red primaria y secundaria. La red vial nacional está pavimentada en un 92,3%; el 7,7% restante corresponde a tramos de ripio o tierra. Solo el 2,8% representan autopistas y autovías. Por otro lado, un 85% del tránsito confluye sobre el 25% de la red vial nacional, unos 10.000 kilómetros.

Una pesadilla recurrente entre quienes transitan las rutas argentinas, sobre todo aquellas relacionadas con la producción, es pasar por el carril contrario (es decir, a contramano) una fila de camiones, esperando haber calculado bien y no chocar de frente. Es la maldición de las rutas que son mano y contramano y habla de la falta de inversión y planificación que tiene la Argentina. Según un estudio realizado por la Dirección de Investigación Accidentológica del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) en rutas nacionales y provinciales de todo el territorio argentino, sobre una muestra de 168 siniestros viales graves y/o fatales relevados, casi la mitad (48,5%) se asoció con la invasión del carril contrario opuesto por adelantamiento, mientras que el 38,6% se originó por maniobras bruscas. Además, Alfredo Guagliano, presidente de la Asociación de Transporte de Cargas de Rosario (ATCR), dice que de 2009 a 2023 el parque automotor aumentó un 70%. “Las rutas no están en condiciones, son obsoletas y están en mal estado”, sentencia. “El sistema vial argentino está mal mantenido y es muy poco moderno”, adhiere Fabián Pons, director del Observatorio Vial Latinoamericano. Para el especialista, la falta de una red ferroviaria para transportar la producción satura las rutas de camiones y esto es una parte importante del problema. “Imaginemos camiones de unos 20 metros cada uno, sin espacio entre ellos. El conductor de un automóvil podría tener que circular unos 150 metros para pasarlos, y a contramano”, señala Pons. “El gran problema es que tenemos vehículos lentos (camiones), que tienen una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, conviviendo con otros vehículos que tienen una velocidad de 110 kilómetros por hora. Entonces la maniobra de adelantamiento es constante y peligrosa. Lo que hace todo más grave aún es la inconducta que suele suceder, cuando los camioneros no mantienen la distancia de seguimiento, que por ley tiene que ser de 100 metros entre vehículos. Al no respetar esta normativa, puede suceder que hay pasar a tres o cuatro camiones juntos a contramano, porque no hay lugar donde meterte antes”, sostiene Pons. Dice que ya no se ven patrullas circulando por las rutas para controlar que no sucedan estas cosas y que, la voluntad de ahorrar nafta (a veces premiada por las compañías) lleva a que, cuando circulan en ruta, vayan pegados camiones de la misma compañía. “Tenemos muchos polos productivos con pocos puertos –continúa– por lo cual, en vez de utilizar un sistema ferroviario para sacar esa producción en una forma más económica, más fácil y más segura, lo hacemos, lamentablemente desde la década del 90 en adelante, por medio de camiones. El camión de por sí tiene varios problemas, entre ellos, la lentitud con respecto al resto de vehículos livianos. Además, en caso de siniestro con un camión, la letalidad es muy grande. No nos olvidemos que, en la Argentina, en uno de cada tres siniestros mortales participa un camión.”

foto AML
“No se hacen las inversiones para que la producción de la Argentina pase por rutas seguras”, dice Gustavo Brambati, jefe de seguridad vial de Cesvi

Según Pons, cada país estipula cuál es el umbral que tiene que superar de tránsito una ruta y con qué complejidad para que amerite convertirse en autopista. En la Argentina se pide que sea autopista o autovía “cuando tenemos más de 6500 vehículos de tránsito diario medio anualizado, sin el factor de corrección por camiones. Cuando hay un 30% de vehículos que son camiones esa cifra es menor”. El tránsito medio anual en varias de las rutas argentina supera esta cifra. Por ejemplo, en el tramo Suipacha- Chivilcoy en la ruta 5, en 2023, fue de 8200 vehículos. En la intersección entre la ruta 7 y la 51 fue de 9150 vehículos en el mismo año. Pons se refiere también al deterioro de las rutas, con bajo mantenimiento, baches y partes de la cinta asfáltica hundida, lo que genera, entre otros desastres, los peligrosos charcos de agua cuando llueve. Aquí los camiones con sobrepeso también tienen un rol protagónico, como también lo tienen la falta de controles para su circulación. Algo más: muchos de los caminos provinciales y municipales muestran un mantenimiento aún menor, según los expertos. Y en “plan ahorro”, se suelen ver pastizales a lo largo de la ruta que evidencian la voluntad de no pagar el costo de cortarlos, costo que se paga, en realidad, con más inseguridad vial. “En la ruta 9, por ejemplo, que es multicarril, como está deteriorado el carril derecho, muchos camiones circulan por la izquierda para no estropear las suspensiones. Son los propios camiones los que estropean a la ruta por estar sobrecargados. Ese es uno de los factores preponderantes en el mal estado de las rutas: el sobrepeso con el cual circulan la gran mayoría de los vehículos pesados”, agrega Pons.

Las cifras de la inseguridad vial

2022, últimos registros oficiales

Las cifras de la inseguridad vial

Con 45.000 miembros, la página de Facebook Autovía ya!!! Usuarios cansados de esperar, presenta su problemática: “Desde hace más de 20 años que estamos esperando por la prometida Autopista del Oeste- Ruta 5 Luján Santa Rosa. En este tiempo, Mercosur y corredor cerealero mediante, la densidad del tránsito aumentó un 60%. Mientras tanto, la ruta sigue siendo la misma de hace 60 años”. Según vialidad, es la ruta con más tráfico de camiones de la provincia de Buenos Aires. Un pantallazo al contenido de este grupo permite ver el drama constante que viven quienes transitan por esta ruta: un accidente atrás de otro. Se ven fotos de los siniestros, en gran parte acompañadas por historias de vida que desembocaron en muerte. Graciela Squiquera vive en Carlos Casares, a 310 kilómetros de la Capital, y creó el grupo, junto a otras personas, cuando el 11 de octubre, hace 13 años, una joven de 20 años que venía de Pehuajó protagonizó un choque y quedó parapléjica. Era amiga de sus hijas. Es un caso que muchos vecinos no olvidan en un pueblo del interior donde todos se conocen. “Hoy es algo que se sufre, especialmente cuando los chicos se van a estudiar o a trabajar y deben transitar seguido por esta ruta. En los puestos camineros se ven muchas veces vehículos destrozados. Mucha gente ha perdido la vida. Tiene tramos muy feos, con muchos camiones. Es una ruta antigua, de solo 7 metros de ancho, y los camiones a veces se tocan entre sí”, dice Squiquera.

foto AML

Hace unos pocos días, una mujer de 31 años murió en el kilómetro 150 cuando chocó de frente contra un camión. Solo unas horas después, en la misma zona, otro camión impactó contra vehículos detenidos por un operativo. En total, hubo 10 vehículos accidentados. Sin embargo, las obras no avanzan. “Vamos logrando encuentros con funcionarios, pero todo queda ahí”, afirma Squiquera. “Hace años que hay promesas que luego quedan en la nada. Hoy se está avanzando, pero muy despacio, solo 20 kilómetros que van muy lento. Ya nos dijeron que obras nuevas no iban a haber. Seguiremos pidiendo, y mandando cartas y notas. Todos los días llegan miles de correos a Vialidad Nacional y a todos lados, pero no hay respuesta… nunca”, dice Graciela con un tono que va entre la frustración y el enojo. “Hay gente que no sale a la ruta por miedo. Es un parate para muchas cosas”, sintetiza. La ruta 5 se privatizó en 1994 y la autovía debió haberse terminado 10 años después. Apenas se sumaron 20 kilómetros (Luján – Mercedes), después de que un empalme estuviera detenido años. Durante el gobierno de Alberto Fernández se licitaron 20 kilómetros y la adjudicataria fue una empresa de Cristóbal López. La obra se paralizó hace más de dos años y recién ahora se puso en marcha. Cuando finalice (dentro de dos años), habrá 20 años de mora y faltarán construir 475 kilómetros. En el medio, durante dos décadas, en las banquinas hay un verdadero cementerio al volante.

Las rutas y los tramos con mayor cantidad de fallecidos

Acumulado 2015-21019

Las rutas y los tramos con mayor cantidad de fallecidos

Según Cesvi, que releva 10.000 kilómetros de rutas por año, las más peligrosas de la Argentina, de acuerdo a la cantidad de accidentes, son las que están cargadas de camiones y las que tienen intersecciones con otras rutas, con cruces mal señalizados y con una configuración obsoleta. “Para clasificar el nivel de riesgo de las rutas utilizamos una matriz donde se ponderan la probabilidad de ocurrencia de un accidente y sus consecuencias, en función del análisis de varios ítems, entre ellos, la cantidad de siniestros ocurridos durante el año, el flujo de vehículos que circulan por las mismas, el estado de mantenimiento, las configuraciones de las rutas, cruces peligros, etcétera. Así surge una escala que ponderamos del 1 al 5, donde 1 corresponde a un riesgo bajo y 5, al riesgo alto”, dice Brambati.

La nueva armacinética de Vladimir Putin

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El gobierno dictatorial de Siria acaba de caer en manos del HTS, una federación de milicias religiosas recicladas de Al Qaeda, y de un ejército que se dice sirio y es turco. Eso, tras 13 años de guerra civil que redujo a polvo las ciudades. Los dos grandes aliados de Assad, Rusia e Irán, lo dejaron caer: tienen otras prioridades de autodefensa, y son existenciales. Pero entre tanta novedad adversa a Rusia, a los medios se les sigue pasando por alto que el 22 de Noviembre, Rusia desequilibró la balanza de su guerra contra la OTAN con un arma vieja pero nueva, el misil balístico pero cargado no de cabezas nucleares, sino de impactores de energía cinética.

La OTAN tardará unos meses en tener algo semejante, y en ese tiempo Rusia podría seguir tomando tierras hasta llegar a la única frontera dura de las estepas: el río Dnieper. Si negocia un armisticio desde esa posición, puede fijar condiciones ventajosas.

Con la pérdida probable de Tartus y Hrimrim, sus dos bases aéreas y navales en la provincia de Latakia, Rusia se queda sin sucursales logísticas para el abastecimiento de sus milicias Wagner. Esta legión extranjera rusa está en guerra contra la Legión Extranjera de Francia en varios estados del África Subahariana y Central.

Si los Wagner se quedan sin munición, la pérdida de autoridad geopolítica rusa en África será considerable.

Hoy se quedó casi sin ases para la nueva mano de póker que se viene con el gobierno de Donald Trump: enfrenta estados, grupos subnacionales hostiles y golpes de estado pro OTAN a lo largo de una frontera que parte desde el Polo Norte y termina en Siria.

Pero esa franja de hostilidad tiene un hiato mayúsculo, donde por ahora está ganando terreno: Ucrania.

El único as que tiene Putin ya no está en la manga. Lo acaba de jugar, es el misll Oreshnik, y los medios occidentales siguen persuadidos de que es una carta menor. En eso, creo, están totalmente equivocados.

La novedad rusa es un poco tecnológica, y muy política. Pasa por el uso de un arma estratégica (los misiles de medio alcance) como si fuera solamente táctica: sin cabezas nucleares ni explosivos químicos, pero con decenas de subunidades de impacto hipersónicas y de gran energía cinética.

Fue el caso del misil empleado contra Pivdenmash, en Dnipró. Atacada el 22 de noviembre pasado, esa fábrica de 744 hectáreas está visiblemente en pie y con solo algunos agujeros minúsculos en el techo, según imágenes satelitales de acceso público. Lo que falta son imágenes de su interior.

No es imposible que sus instalaciones subterráneas y sus cimientos estén irremediablemente fracturados. El suelo mismo ya no les debe dar mucha estabilidad estructural. Las ondas sísmicas generadas en suelo blando por 36 arietes de tungsteno que pegan a Mach 11 equivale a 36 terremotos chiquitos en extensión, pero fortísimos en energía cinética. Suponiendo que cada impactor tuviera una masa de 100 kg., en términos más del mundo de las armas nucleares que de la física newtoniana, el total sumó unos 6,2 megatones de energía. Es casi la mitad de la energía termomecánica liberada por la bomba atómica de Hiroshima, sólo que en este caso no explotó nada y la energía la absorbieron los cimientos, estructura y terreno de Pivdenmash.

Simultáneamente, y quizás como distracción, la fábrica se ligó 6 misiles crucero transónicos KH-101 y y Kh-555 lanzados desde aviones lejanos, en el Mar Caspio y el óblast de Rostov. A esto se le añadió también un Kinzhal, que es hipersónico pero no balístico, y pega a Mach 10, 3430 metros por segundo, lo que supone bastante energía cinética. Todos estos tenían carga explosiva convencional. No deben haber mejorado nada la estructura aérea de la planta. Misteriosamente, no circulan fotos áereas ni satelitales. Pero si hubo daño edilicio profundo e irreparable, ese lo causaron los impactores cinéticos.

Éste no es un as definitorio: como desarrollo técnico, es fácilmente imitable por la OTAN. Pero les tomará un tiempo.

Cohetes balísticos con cabezas múltiples guiadas, con propulsión y dirección en toda su fase terminal, hay muchos. Esas cabezas con guiado activo programado se llaman MARVs. Son un invento de EEUU, y viejo. Las tienen los misiles balísticos del Reino Unido, Francia, China, la India, Israel, Corea del Norte y probablemente Pakistán e Irán.

Pero esos MARVs son todos termonucleares. Adaptarlos a liberar decenas de impactores cinéticos parece una estupidez, pero requiere de cálculos, testeos computacionales, físicos y mucha ciencia de materiales.

Es un poco lo que le pasó a Maggie Thatcher cuando, cerrando Mayo de 1982, ya venía perdiendo el 5to barco de la Task Force, y quiso surtirle un vengativo misil Trident a la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba. Para ello, dispuso un submarino estratégico clase Vanguard. El problema era que a nadie se le había ocurrido transformar un misil Trident en un arma de energía cinética, o al menos de explosivos químicos convencionales.

El Trident de comienzos de los ochenta cargaba con tres MARVs termonucleares de 0,6 kilotones cada uno. El plan de Thatcher era que cayeran anillando la fábrica, llamada entonces Área de Materiales Córdoba, en uno de sus muchos cambios de nombre.

Era el modo seguro de aniquilar al ras cualquier estructura que estuviera en el centro geométrico de ese triángulo de explosiones aéreas, programado para suceder a 1800 metros de altura. Ese tipo de empleo de 3 bombas termonucleares contra un blanco único se llamaba «Daisy Cutting» en la jerga de la Royal Navy, es decir «cortar las margaritas». Era burdo, pero remediaba la imprecisión de apuntamiento inherente a la navegación por acelerómetros inerciales: en aquel lejano entonces no existía la red GPS, salvo como proyecto.

El problema de Maggie Thatcher era que esos 3 hongos atómicos habrían hecho desaparecer la mitad Oeste de la ciudad de Córdoba Capital. La condena internacional contra Londres habría sido instantánea y perdurable. La Argentina habría roto totalmente con su alianza fundacional con Europa Occidental y los EEUU. Y tenía suficiente know-how nuclear para transformar su programa nuclear pacífico en uno bélico.

El Almirantazgo y su propio gabinete tuvieron que atajar a la Primera Ministra. Lo notorio fue la incapacidad técnica de un país entonces muy avanzado como el Reino Unido para rediseñar, en los 70 escasos días que duró la Guerra de Malvinas, la carga de un misil ajeno. En el Trident, las cabezas nucleares son «made in England», pero las etapas de propulsión son estadounidenses. Si vas a andar enfierrado, es mejor ser el propietario de las balas y del bufoso.

El de Pivdenmash es un caso parecido y muy distinto. Un vehículo como el Oreshnik hoy se lo considera de alcance medio. En 1982 era el del Trident, catalogado entonces como intercontinental. Estamos hablando de 5500 km. de rango máximo. Los ICBM, con «I» de intercontinental de hoy, andan en los 12.000 a 14.000 km. de alcance. Rusia se estima que tiene unos 330, mitad en silos continentales, mitad en submarinos y aviones, y estos a su vez cargan con casi 1800 MARVs, y se creía que todos eran termonucleares.

Bueno, no era el caso. Rusia acaba de avisar que te puede mandar algunos miles de impactores cinéticos y dejarte el país a la miseria, y sin usar armas nucleares. Pueden graduar milimétricamente su respuesta antes de llegar al Armagedón.

El de Rusia es más bien un aviso geopolítico, y uno muy ambiguo. Parece el equivalente de usar una escopeta Itaka contra una barra brava numerosa y muy sacada. En este caso, la Itaka puede no tener munición Brenneke letal, sino con postas de goma subletales. El que se liga el corchazo sólo sabrá si fue plomo o goma cuando ya le pegó. El poder de disuasión de esa duda es enorme.

A su vez, esto es peligrosísimo: si sos un barrabrava, tenés un fierro y te apuntan con una Itaka, no hay tiempo para dudar.

La novedad geopolítica es que si atacás territorio ruso, Putin avisa que está dispuesto a lanzar vehículos balísticos que pueden o no ser termonucleares. Pero incluso si no lo son, pueden inutilizar todas las infraestructura civiles y militares extensas de un país europeo medianito. Eso depende sólo del número de misiles empleados y a la cantidad de MARVs y submuniciones de impacto.

Sin llegar a un ataque nuclear, en los pocos minutos de un vuelo desde el Mar Caspio a Polonia, o desde el exclave de Kaliningrad a Inglaterra y Escocia, se puede discapacitar gravemente todo el Reino Unido, incluidos los activos estadounidenses en el Reino Unido, y casi sin daños colaterales.

Cuando Putin asegura que un ataque «de decapitación» de todo un estado de la OTAN es imparable, miente estrepitosamente, porque dice una verdad a medias. Un ataque con MARVs y submuniciones de energía cinética es imparable HOY, con la red de radares terrestres, aéreos y baterías antimisil británicas, paupérrimas en cantidad, calidad y alcance.

La lista incluye a las segundas mejores baterías antimisilísticas estadounidenses en suelo inglés, las Patriot. Son apenas dos, y cada una sale U$ 1000 millones. Las THAAD son aún mejores (dicho por la prensa israelí), y tan precisas que carecen de cabeza explosiva: pegan en un misil por impacto, es decir son también armas de energía cinética. Pero no hay muchas baterías THAAD: EEUU sólo las tiene ostensiblemente en sus bases de Guam y Hawai, y las vende a aliados íntimos y muy forrados: Corea del Sur, Israel, Arabia Saudí, los Emiratos y Rumania.

Esto le da a Rusia algunos meses en que las subpotencias más agresivas de la OTAN (el Reino Unido y Polonia) tal vez deban refrenarse un poco como cobeligerantes, dejar de suministrar misiles crucero aire tierra Storm Shadow. También debería aquietarse un poco la base aérea polaca de Redzikowo como sitio de despegue de los aviones británicos Typhoon, que disparan los Storm Shadow sobre suelo ruso.

Deberían parar hasta conseguirse más y mejores defensas, so pena de ataques cinéticos rusos «de decapitación» en sus bases aéreas, sus puertos y su infraestructura. Las islas británicas, que por ubicación y separación del continente euroasiático, fue inconquistable e inquebrantable durante más de 1000 años. Pero ha venido haciendo demasiados recortes en defensa como para sostener su beligerancia ofensiva en todo el planeta. Ha concentrado geográficamente sus activos militares en las islas británicas de un modo incomprensible: todos los huevos en apenas cinco canastas.

Con un par de docenas de Oreshnik en los 3 puertos de la Royal Navy (Devonport, Portsmouth y Faslane), en las 2 únicas bases que operan los Typhoon de la RAF (Coningsby y Lossiemouth), y en los puertos civiles de Harwich, Felixstowe y Southampton, la otrora primera potencia mundial pierde en unos pocos minutos casi toda su aviación y su marina.

Pierde también su capacidad de gobierno. No ingresan más containers y combustibles líquidos a la parte más beligerante del Reino Unido, el Sur inglés y algo de Escocia. Ésta, junto con Irlanda y Gales son tres reinos conquistados y maltratados, perdieron plata a lo bestia con el Brexit y hoy son menos proclives que otrora a morir por el rey Charles III Windsor. Esas repúblicas tienen fuertes partidos separatistas. Si se desata el desabastecimiento alimentario este invierno boreal, y además faltan combustibles para calefacción, al Primer Ministro Keir Starmer se le van a complicar las ciudades como a Maggie Thatcher en 1982, antes de que la Argentina la rescatara.

En las islas británicas hay también 13 bases aéreas estadounidenses con armamento nuclear, pero -ya se dijo- sólo dos baterías antimisilísticas Patriot. Hay, por supuesto, una cadena costera de 7 grandes radares de alerta temprana de la RAF, tampoco muy defendidas. El Reino Unido nunca estuvo tan regalado.

La OTAN e Israel se anotaron muchos porotos el 8 de este mes en Siria, pero no hay modo objetivo de medir cuántos perdió el autodenominado Occidente el 22 del mes pasado en Pivdenmash. Por ahora, de eso no se habla, al menos en nuestros pagos.

Son muchas las cosas que deben estar pensando Starmer y Putin en este momento. También Andrej Duda, el belicoso presidente de Polonia. Tal vez está, en fin, dudando.

No es imposible, pero sería una tremenda estupidez que este invierno caiga algún Storm Shadow en Moscú.

Daniel E. Arias

Daniel Arias comenta la propuesta de Kicillof sobre Aerolíneas

La idea de Axel Kicillof «tiene miga», está lejos de ser un delirio. La desaparición de Aerolíneas con su actual mapa de cabotaje le haría perder dinero a espuertas a la Provincia de Buenos Aires, porque acentuaría la recesión causada por el gobierno nacional, con su práctica de saqueo y bicicleta, en varias de sus principales ciudades.

Ante todo, las aerolíneas provinciales que terminaron fungiendo de representativas de todo su país existieron y existen. Nuestro ejemplo más cercando es brasuca. Arrancando humildemente en 1927 haciendo vuelos costeros en hidroavión desde Río Grande, la privada VARIG, a fuerza de comprar a sus competidoras, terminó siendo LA aerolínea brasileña, fuera para cabotaje en ese inmenso «hinterland» brasuca, o entre las muchas ciudades puerto del país. Y ni hablar de su posterior crecimiento internacional.

VARIG fue un bicho raro: empezó en manos de un accionista único, Otto Ernst Meyer LaBastille, aviador de caza del emperador Wilhelm II y héroe de la Primera Guerra Mundial, y la ayudó a salir de chiquita su compra de otra emergente alemana de cabotaje, Kondor Syndicat. El ser una línea de alemanes en un país que en la Segunda Guerra Mundial le declaró la guerra a Alemania le trajo más de un problema con Itamaraty, pero el presidente Getulio Vargas no era idiota y la protegió. En 1945, terminado el conflicto, VARIG (acrónimo de Viação Aérea Rio Grandense) era el gran emergente del cabotaje brasileño, expertamente gerenciada por el húngaro-alemán Rubén Berta.

Berta rompió el libreto anterior e hizo otro nuevo: le entregó el 50% del paquete accionario de la firma a una ONG formada por el personal: de proletarios a copropietarios. El tipo se inspiró en ideas tan fuera del manual del manager gringo promedio como «El Contrato Social» de Jean Jacques Rousseau, la enclíclica papal «Rerum Novarum» y bastante del espíritu keynesiano de los tres gobiernos sucesivos de Franklin Roosevelt, llamado «comunista» por sus opositores, por su New Deal.

Ante el horror de republicanos y demócratas momios, desembolsó un combo de estado intervencionista al mango, mucha obra pública en infraestructura colosal, salarios altos para los laburantes, barreras arancelarias al palo en los puertos, y que la plata, en lugar de acumularse en los colchones y bancos, circulara rápido. En tres palabras: con-su-mo. Esa mezcla anti-ortodoxa fue sacando a EEUU del coma cuatro posterior a la crisis de 1929.

By the way, el tener parte del paquete accionario en manos de sus ingenieros y técnicos es algo que aquí garantizó la supervivencia de INVAP, la empresa rionegrina que exporta reactores nucleares y radares, de los intentos explícitos del gobierno nacional (Menem y Macri) de quebrarla, y del actual de privatizarla. Esa copropiedad triple, a veces conflictiva, de los gobiernos nacional y provincial y de los laburantes como dueños sentados al directorio y con derechos no fue una decisión planificada, como sí la fue de Rubén Berta con Varig.

Empezó en tiempos de Conrado Varotto, cuando Alfonsín dejó caer a la CNEA en la nada, y ésta se quedó sin trabajos especiales para INVAP. Empezaron los recortes de personal y la cosas siguió bajo la batuta de Cacho Otheguy, toda vez que algún caníbal en Presidencia, algún mesadinerista en el Ministerio de Economía, o un practicante de relaciones carnales explícitas y pasivas con EEUU, decidían prohibirle exportaciones, cancelar obras ya pedidas o no pagarle por servicios y productos ya entregados. O todo eso junto.

INVAP se veía obligada a pagar con bonos de INVAP a sus empleados, que corrían la coneja a lo grande y durante meses enteros. Claro, pasaron los años e INVAP sobrevivió y se volvió un respetado exportador mundial de tecnología nuclear. Y los tenedores de bonos hoy son copropietarios. Para tratar de venderla, Milei la pasó de SE (Sociendad del Estado) a SA, pero parte de INVAP es cooperativa. El que la compre para cerrarla, o quiera pegar mordida, se puede romper un diente con esa piedrita legal.

¿Qué tul?

UNA DOSIS, PERO LETAL, DE LA MISMA MEDICINA

Por motivos enteramente distintos, la VARIG gloriosa que desde los ’50 a los ’90 representó a Brasil en 98 aeropuertos 37 países de 4 continentes, en realidad era una línea mixta, privada y cooperativa. Tenía fama de buena. Aquí dio servicio en Buenos Aires, Córdoba y Rosario, enlazó a Brasil con su creciente lista de países compradores de manufacturas de África Atlántica y de Lejano Oriente, y le fue geopolíticamente tan útil a su país que hasta la dictadura militar 1964-1986 la defendió… un poco.

VARIG era muy contraejemplo del mantra privatizador como para que los gobiernos brasucas conservas de los ’90 no la jodieran. Lo hicieron del mismo modo con que se saboteó a Aerolíneas aquí en los años en que Alfonsín quería rifarla a Scandinavian y no pudo, y Menem la regaló a Iberia, respectivamente la sartén y el fuego. Los conservas en el gobierno, sea brasuca o argento, son previsibles. No necesitan ser creativos ni disimulados cuando hay que fundir una empresa estatal, o que al menos no es lo suficientemente privada y/o extranjera. Luego demuestran que no había más remedio que concesionarla, privatizarla o quebrarla, o todo junto, porque estaba fundida.

En ello se destacó especialmente de Fernando Collor de Mello, llamado el Menem brasuca, aunque era pintón. Sucesivos gobiernos federales autorizaron a competidores internos y externos para usar iguales horarios, lugares de salida y destinos que VARIG, pero con breves tarifas de «dumping», cosa de que perdiera plata y clientes. ¿Cuántas veces le pasó eso a Aerolíneas? ¿No le está pasando?

La quiebra de la firma fluminense (de Río Grande, aunque en latín de brasuca culto) fue llegando de a poco. Hubo un recorrido largo, tortuoso y lleno de recodos y nombres de fantasía. En esa cuesta abajo, los defensores de VARIG fueron sus laburantes, por copropietarios cooperativos, no por haber leido mucho a Marx o a Keynes. Y en esa trinchera estuvo brevemente una estrella del «management» capitalista patriota, Ozires da Silva. Para más datos, ése fue el hombre que rescató a EMBRAER de la quiebra en los negros tiempos de Collor, y la volvió al tercer mayor fabricantes de jets de cabotaje largo del planeta. Bajo la actual GOL, rascando archivos, todavía se encuentran algo del andamiaje organizativo y de RRHH calificados de aquella cooperativa de posguerra fundada por Berta para blindar a VARIG contra sus muchos enemigos internos.

Antes de desaparecer en GOL, VARIG hizo una cosa muy inteligente, y que aquí Aerolíneas, sea cual sea su suerte, debió haber hecho hace años, cuando volvió al estado, vaciada y maltrecha, pero volvió. VARIG se metió en Star, una alianza «inter pares» con otras cuatro líneas con las que se podían intercambiar pasajes y pasajeros. Brillante, pero no alcanzó para sobrevivir en los cielos desregulados por EEUU, que a fecha de hoy, y aplicado como dogma, hizo desaparecer a 1500 aerolíneas de todo el mundo.

Lo que recomienda una rareza humana, un tipo que es simultáneamente piloto de línea, excomandante de Aerolíneas, investigador de accidentes aeronáuticos, productor de cine y empresario es que Aerolíneas se una con otras «de bandera», grandotas y buenas como la australiana Quantas, Singapore, y Emirates, para que enlacen entre sí el mercado del Hemisferio Sur sin internarse demasiado al norte del Ecuador. ¿O acaso los Emiratos no son el «hub» (eje) aeronáutico más importante de Medio Oriente? ¿O acaso África no es el continente de mayor crecimiento demográfico? Eso vale mucho, en un planeta donde la humanidad empieza a registrar más muertes que nacimientos?

El «rara avus» de marras es Enrique Piñeyro, y dice cosas atendibles.

Por lo demás, regalarle el hemisferio sur al hemisferio norte es una pavada logística. Es absurdo volar desde Montevideo, Santiago, Sao Paulo o Baires a China, el Sudeste Asiático, Oceanía y Japón sobre el Polo Norte y haciendo tediosos trasbordos en EEUU. En esos aeropuertos axiales, o «hubs», los de migraciones te obligan a hacer cola en migraciones aunque estés en tránsito, donde te maltratan y prepean, luego te consolás con un café horroroso por el que pagás un riñón, y no pegás el ojo aunque falten 6 horas para tu trasbordo. Y es que la probabilidad de que tu equipaje termine en Reykjavik cuando vos ibas a Tokio es estadísticamente interesante, y no hay mucho que puedas hacer para impedirlo. Todos los pasajeros odiamos los hubs.

Con los motores turbofan de alta derivación lateral de hoy en día, se llega «de una» a Nueva Zelanda, Japón y Lejano Oriente desde el Cono Sur volando sobre la Antártida. Que le regalen el Polo Norte a Papá Noel y a Supermán. Aquella ruta transantártica fue la más gananciosa y «fachera» de Aerolíneas Argentinas, eso antes de que en tiempos de Menem Iberia la canibalizara de rutas, activos físicos como talleres, y edificios de oficina, y en tiempos de Néstor Kirchner Iberia la traspasar a la igualmente española Marsas para que terminara de vaciar y fundir a estafas.

Esa ruta es otro activo a recuperar para Aerolíneas, ya sea una SA del estado nacional como hoy, o una SE (si resulta aún legalmente posible) de la Provincia de Buenos Aires. ¿Y quién puede recuperar semejante activo sino un estado? El bonaerense no será el nacional, pero la provincia genera el 32,5% del PBI argento, es hogar del 38,15% de la población, y tiene el 40% de los establecimientos industriales.

Piñeyro bate la justa cuando dice que la misión de una aerolínea estatal es la de fomentar la economía de su propio pais, sea de fronteras para adentro o para afuera. El estado de cosas ideal para Aerolíneas, Piñeyro dixit, es el mismo que el que tuvo hasta los años ’80, y que compartió con su competidora VARIG: ganar poca plata y/o perder poca plata, da un poco lo mismo mientras los números rojos sean modestos.

Pero (y esto es keynesianismo puro), hacer crecer el PBI de su país, el de sus provincias, la huella internacional de las empresas nacionales, y las relaciones comerciales favorables con otros países es hacer patria, como decía mi abuelo (que era gallego). Mantiene la guita circulando y creando país, lejos de las tumbas de bancos y colchones. Y eso, además, manteniendo las buenas prácticas operativas y el buen estado de la flota. No hay mucho que inventar, todo eso ya lo tuvimos. Aerolíneas hasta los ’90 fue una joyita.

La administración de La Cámpora no fue buena en absoluto, pero después de Iberia y Marsans, te contentás con no morirte en intensiva. Como el muchas otras cosas, NK y CFK te permitían eso, pero jamás salir del hospital.

Si el gobernador Kicillof se sale con la suya (y va a ser difícil), probablemente deba hacer ambas cosas a la vez: reconstruir el cabotaje, que el presidente Milei está despedazando, y además empezar a recuperar destinos internacionales. Que ya deben estar más enfocadas en destinos de los océanos Índico y Pacífico. Hacer eso con una flota enteramente alquilada, como hizo La Cámpora, vieja de solemnidad pero al menos bien mantenida, es un mal no muy menor. Pero si para peor esa flota se alquila a tres fabricantes distintos (Boeing, Airbus y Embraer), tenés incompatibilidad de repuestos y mantenimientos. Si te pudiera ir bien así, sería una proeza.

La audacia de Kicillof, si pasa de la declamación, es básicamente defensiva y quizás únicamente declamativa. El Axel en esto es como Piñeyro: no sera de tu palo, ni falta que hace. Pero es imposible no estar de acuerdo con ambos en este asunto.

Sin Aerolíneas hay ciudades ya llenas de empresas privadas al borde de la quiebra (gracias, Toto Caputo) a las que perder conexión aérea les agrava pérdidas operativas. Es que la demografía bonaerense es endiablada, y ni hablemos de la infraestructura aeronáutica.

La capital administrativa de la provincia, la Plata, es la quinta ciudad más habitada del país, pero tiene un aeródromo de mierda, rodeado de tejido urbano y con una pista corta, poceada y mal mantenida. El resto de las ciudades bonaerenses económicamente muy activas pero con apenas entre 80 y 100.000 habitantes son Bahía Blanca, Junín, Mar del Plata, Olavarría, San Nicolás, Tandil y Zárate. Toda vez que Aerolíneas o LADE las conectaron, volaban desde y hasta Aeroparque.

No se arrimaban siquiera al caótico Planeta Ezeiza, donde te aguarda, cuchillo en mano, la mafia de los taxis y las combis, y si viajás en auto, la de los estacionamientos de Aeropuertos Argentina (Eurnekián) o la peajista de Autopistas del Sol (Macri). Tampoco te obligaban a usar

Evitar Ezeiza en cabotaje es algo que agradece cualquier pasajero.

Ergo, no hay que perder el todavía hoy mayor aeropuerto «hub» del país, que es Aeroparque, y tampoco Córdoba como segundo hub, y hacen falta otros. ¿Por qué lo digo? Cuando Menem disolvió Líneas Aéreas del Estado, o LADE, como carrier de fomento, dejó colgadas de la palmera a dos decenas de ciudades patagónicas costeras y del interior, tanto estepa como cordillera.

Lo que hizo entonces el Banco Almafuerte fue alquilar los biturbohélice Fokker 27 que habían sido de LADE, recauchutarlos, recontratar pilotos y volver a hacer los famosos «recorridos lecheros» de aquella línea fundada por la Fuerza Aérea: salías de Aeroparque, y según viniera la preventa de pasajes, ibas haciendo saltitos hacia el sur en La Plata, Marpla, Bahía Blanca, Carmen de Patagones, Madryn, Trelew, Comodoro, Puerto Deseado, San Julián, Piedrabuena, Gallegos y Río Grande, donde era raro llegar antes de las 16:00. Si uno salía de Aeroparque a las 6 de la matina, llegaba a Deseado a las 2 de la tarde. Pero Almafuerte cobraba chauchas y palitos, como LADE, aunque daba una frecuencia menor (2 vuelos por semana en lugar de 3).

Para Deseado fue un alivio. No estaba tan mal para una ciudad que se había transformado en el mayor puerto pesquero argentino después de Marpla, y que estuvo años desconectada por aire. Lo mismo para San Julián, ciudad cabecera logística a 150 km. por tierra de la mina Cerro Vanguardia, aislada en medio de la estepa. Es la mayor productora de oro y plata de la Patagonia, copropiedad de una multi operadora (Anglo Gold Ashanti) y de la provincia de Santa Cruz, con un 7,5% de las acciones.

Almafuerte, precursor del actual Patagonia, no ganaba ni perdía mucha plata, pero prestigio, el que quieras. Lo que no le viene mal a un banco privado con sucursales muy activas en tantas ciudades patagónicas donde hoy se llama Patagonia y la única competencia bancaria es, con suerte, el Banco Nación, y a veces el de la provincia.

Nada ha hecho tanto en la Argentina a favor de la concentración demográfica como la liberalización del transporte. La llegaba directa de Iberia y de Marsans a Presidencia de la Nación les permitía ir eliminando, una tras otra, a las pequeñas líneas que intentaban conectar entre sí ciudades del interior en forma descentralizada. Los únicos números que suben con estas liberaciones truchas son las ganancias de los operadores, las coimas pagadas a las autoridades regulatorias para crear «ambiente ugandés» (en tiempos de Idi Amin), y los muertos por accidente aeronáutico, o en ómnibus de larga distancia

De modo que la cartera sobre la cual el Almafuerte pensaba ir expandiendo de a poco sus vuelos era considerable: las ciudades ut supra enumeradas. Éstas esperaban al Almafuerte como los ortodoxos al Mesías. LADE y luego el Banco Almafuerte hacían fomento, una actividad de bajo tránsito que durante 80 años sirvió no tanto para poblar la Patagonia, sino para impedir su total despoblamiento, y como consecuencia, su siempre posible ocupación violenta por parte de Chile, que la reivindica como suya. Todavía hoy los 750.000 km2 de esta ecorregión tienen más o menos la misma cantidad de habitantes que el partido bonaerense de La Matanza en sus 325,7 km2.

La diferencia estratégica entre La Matanza y La Patagonia no la hace la cantidad de votantes a un intendente con tanto poder político, si se trata de apretar a la Casa Rosada, como el de los gobernadores sumados de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. La diferencia estratégica la hace que la ecorregión al sur del Río Negro provee el 80% de los combustibles fósiles del país y el 37% de su energía hidroeléctrica. Sería una animalada regalarla a Chile, ¿no? Más aún que regalar La Matanza. Cosa a la que AgendAR también se opone, en caso de que Milei lo plantee.

La única firma privada que trató de tomar la posta de LADE fue el Banco Almafuerte, que compró dos de los Fokker F-27 de la FAA y siguió el servicio un año y medio, hasta que Iberia salió del trance. Estaba distraída con temas mayores, a saber, caranchear a Aerolíneas y a otras desdichadas líneas aéreas de bandera latinoamericanas. Sí, los´90 fueron la Segunda Conquista. Y esta segunda vez los originarios fuimos nosotros.

Reducir Aerolíneas a una cáscara sin que nadie chillara y luego revenderle el cadáver a un segundo carancho ibérico (Marsans), para que éste puliera bien los huesitos, requiere concentración. Pero en cuanto Iberia se avivó de que el Banco Almafuerte le iba aceptablemente y barruntaba adquirir algunos Fokker más para ir creciendo sobre la vieja huella de LADE, entró en acción.

Todas esas ciudades patagónicas tenían aeropuertos construidos, equipados por la Fuerza Aérea, hoy desiertos, salvo para actividades de aeroclub. Habrían recibido a Almafuerte con bombos y platillos. ¿Y qué tal si Almafuerte se terminaba volviendo un sustituto privado de LADE, y de yapa, floreciente? No daba para que le fuera mal. Y es que sin más mérito que haberse vuelto un país regalado si se tienen dólares, la Patagonia se había transformado en una meca mundial del ecoturismo.

Alguien en Iberia estudió la situación y llamó a Presidencia. Lograr que Menem le prohibiera a Almafuerte operar desde Aeroparque tomó eso, un tubazo. Terminó desalojada de CABA y obligada a operar desde Palomar, lo que le generó pérdidas inmediatas. Palomar logra combinar los defectos aeronáuticos de Aeroparque y Ezeiza. Para operar desde ahi y hacer un mango, hay que ser Presidente de La Nación, tener aerolínea propia y un blindaje mediático, parlamentario y judicial a prueba de balas. Tener ojos celestes ayuda.

Como en el caso de LAPA, dos años posterior, lo asombroso es cómo ahorran en capacitación de pilotos y copilotos las líneas improvisadas para la ocasión, y las de otros estados que en cancha propia pecan de serias, pero en la nuestra pierden el superyo, como dicen los pilotos freudianos. Estas firmas salen de la nada para carroñerar toda vez que se corre la bola de que nuestro país está de joda en materia de regulación aeronáutica.

En el segundo período de «cielos libres», FlyBondi -línea del presidente Mauricio Macri- tenía aviones tan viejos y con turbinas tan revenidas que uno de sus primeros vuelos desde Palomar se hizo célebre por no poder despegar con los pasajeros y además su equipaje. Los pasajeros partieron finalmente en un avión, y en otro posterior, al día siguiente, llegaron sus valijas. Los motores no daban para más.

Lo vagamente siniestro es que antes de la partida no se hiciera el cálculo de peso y se lo comparara con el empuje efectivo, no el teórico, de las turbinas. Es obligación del comandante y del copiloto. Pero hay empresas donde conviene no saber el oficio, si lo querés conservar. Poco después, otro FlyBondi golpeó la pista con el cono de cola en un despegue malogrado, que pudo haber sido un desastre. El mismísimo vuelo inaugural tuvo una falla de motores y debió volver a pista a los 10 minutos del despegue.

El 7 de Marzo de 2018 un Boeing 737 de Flybondi que venía en recta final de aterrizaje casi choca en el aire con un avión escuela de la Fuerza Aérea de los que operan desde Morón. Nuevamente, esto parece haber sido una cuestión de ahorro en capacitación, y falta de radar «in situ»: el piloto de Flybondi había confundido Palomar con Morón. Fue el radarista de Ezeiza el que le informó de su error cuando ya venía sacando el tren de aterrizaje. El Flybondi, entonces, entró a zigzaguear a baja velocidad a ras de las casas, con tren de aterrizaje y flaps desplegados, tratando de embocar el cono de aproximación de Palomar.

Fue en esas desesperadas andanzas que casi embiste al avión militar.

FlyBondi no mató a nadie sólo por falta de tiempo, porque si no te matan los aviones o los pilotos lo hará la pista, y eso incluye matar a algunos vecinos. O muchos. El aeropuerto desde el que operaban Flybondi y SmartJet, El Palomar, carece de radar y de ILS (un radiofaro para aterrizar de noche o con niebla), la pista no tiene «grooving» (surcos de escurrimiento) para drenar hacia los laterales los charcos de lluvia, y su escueta longitud de 2110 metros tiene escuelas ubicadas en cada cabecera.

Como el esquema de vuelos de LADE, heredado por Almafuerte, era «Hub & Spoke», radios que salen desde un eje que centraliza todo y es Baires, bastó con ese tubazo para que la aerolínea sustituta se quedara sin eje, perdiera casi todos sus pasajeros, y cerrara operaciones. La pista de 2200 metros con torre de control y hangares de Puerto Deseado volvió a estar sólo animada por el viento, y a veces por el Piper PA-11 y el Cherokee de José Luis, el ocasional piloto del lugar para emergencias. Ése sí que es un experto.

En tiempos de Néstor Kirchner se le dijo a la Fuerza Aérea que restableciera los servicios patagónicos de LADE, a pulmón nomás, pero la flota estaba para atrás. Los viejos y confiables Fokker F-27 y los mucho más rápidos birreactores F-28 ya no querían lola. No se conseguían repuestos.

El «tren lechero» de la costa, que aterrizaba tres veces por semana en todas las ciudades-puerto desde Capital a Río Grande, perdió su vieja previsibilidad. La FAA destinó a ese circuito algunos viejos biturbohélice Twin Otter canadienses, menos cargueros, irrompibles como un adoquín, pero no mucho más veloces que un adoquín. Hasta tienen tren de aterrizaje fijo.

Aerolíneas, reestatizada de apuro tras su segundo y concienzudo vaciamiento por Marsans, estaba sólo empezando a reequiparse con los Embraer 147, la marca que faltaba después de Boeing y Airbus. Los vuelos salían o llegaban a Comodoro, ciudad petrolera, repletos de banda a banda. Ni se te ocurra caerte a mostrador a garronear un asiento vacío, no lo hay.

Como sucedió con demasiadas otras cosas, el kirchnerismo resucitó sólo algunos de los muertos de Menem, y algunos de esos algunos resucitados no resucitaron mucho.

A través de la concesión (en mi barrio, decimos «vaciamiento») de Aerolíneas y su acorralamiento deliberado en rutas y horarios otorgados a delincuentes y/o chantas, Carlos Menem, nuestro único presidente certificado como piloto, mató a unos cuantos pilotos, además de comisarios, azafatas y pasajeros: 137 personas en total. Milei va a tener que esforzarse para superarlo. Hay que darle tiempo, como dicen sus votantes.

El contexto histórico, geográfico y operativo es ése. Si Axel Kicillof quiere comprar y resucitar a Aerolíneas Argentinas, se está metiendo en camisa de once varas. Y sin embargo, hay que hacerlo, y hasta hoy, es el único gobernador que quiere hacerlo.

Buena suerte con eso.

Daniel E. Arias