Una inusual y coordinada actividad aérea que involucró a aeronaves del Reino Unido, Chile y Argentina se registró a media mañana de este lunes 13 en el sur del continente a través de www.flightradar24.com . Que, teniendo al aeropuerto de Punta Arenas como epicentro logístico, presenta un despliegue que reaviva las tensiones geopolíticas en el Atlántico Sur y la Antártida.
A las 10 de la mañana (hora argentina), el portal Agenda Malvinas documentó el despegue de tres aviones pertenecientes al British Antarctic Survey (BAS), el instituto nacional de investigación polar del Reino Unido. Se trató de un De Haviland Dash 7 y dos Twin Otter, que tomaron rumbo sur. Ya en mar abierto, las tres aeronaves británicas, apagaron sus transponders, dejando como interrogante sus destinos finales. Si se dirigían a la base antártica británica Rothera o, si su ruta, a través del sur del Cabo de Hornos, apuntaba directamente a las Islas Malvinas.
Así, cerca del mediodía, mientras los ojos de la prensa se enfocaban en los cielos de Punta Arenas; se hizo evidente que la actividad británica era solo una parte de un despliegue mucho mayor. De forma simultánea al despegue de un De Haviland Dash 7 y dos Twin Otter, del British Antarctic Survey (BAS), la Fuerza Aérea Chilena (FACh) también movilizó sus propios recursos. Un Twin Otter y dos aviones CASA 212 de la FACh sobrevolaron el centro-norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego, extendiendo su patrullaje hacia el continente, un poco más allá del Parque Nacional Torres del Paine.
El periodista Gustavo Abud Arab captó la magnitud del evento al notar el movimiento de aeronaves de tres naciones, destacando la dimensión del apoyo logístico chileno al Reino Unido. «3 aviones británicos despegan hace minutos rumbo a la Antártida desde Punta Arenas Chile, no solo calidad del apoyo sino la cantidad», señaló. Es importante recordar que el BAS, aunque tiene un propósito científico («realizar ciencia polar»), también tiene el objetivo de «proporcionar una presencia activa en la Antártida en nombre del Reino Unido».
Abud Arab amplió la lista dando cuenta que el en sector argentino volando del norte al a sur, se aproximaba un Orion P-3 de reconocimiento y patrulla marítima Argentina. En paralelo, en el sector argentino de la Isla Grande de Tierra del Fuego, Agenda Malvinas detectó un Twin Otter de la Fuerza Aérea Argentina operaba en la zona, un Saab 340 de LADE cubría la ruta entre El Calafate y Ushuaia, y un BAE de Aerovias DAP realizando la ruta desde Punta Arenas a Puerto Williams.
Una superposición de aeronaves militares y logísticas de tres países subrayando la escalada en la vigilancia del Atlántico Sur y la Antártida. Un movimiento aéreo militar en un contexto de fortificación de las relaciones chileno-británicas, consolidando a Punta Arenas como un punto logístico clave para el Reino Unido.
En esta nota publcada en «Y ahora qué?» el 10 de octubre, el economista y exsubsecretario de Hacienda Cristian Modolo explicó por qué la hoja de ruta del Gobierno viene chocando con la dinámica del aparato productivo. La conferencia de prensa de ayer de Trump no parece ayudar
Argentina se juega a todo o nada los años impares. La numerología pone a prueba las arterias de los argentinos. Las elecciones condicionan todas las decisiones económicas y tensiona al extremo a los alicaídos “segundos semestres”. Todo transcurre en los “primeros semestres”: fuerte recaudación e ingresos de divisas. Luego viene “el aguante”.
La novedad es que las elecciones de medio término están distribuidas en pequeñas grajeas –hasta octubre del 2025 llevamos 10 elecciones distritales- hasta llegar a la contienda final del 26 de octubre por lo que buena parte del país, ya se expresó. Y se expresó claramente en un sentido. En cambio, los mercados votan todos los días. Y también coincidieron en el mismo sentido que la población. Consumidores y contribuyentes coincidieron en sus preferencias y preocupaciones.
La economía real no estaría funcionando bien, y las estadísticas, al tiempo, vienen a corroborar la “sensación” de que las “cosas no andan bien”.
De la estabilización al techo del crecimiento
Desde diciembre de 2023 la gestión libertaria logró frenar la espiral inflacionaria y estabilizar, parcialmente, el tipo de cambio. La combinación de un superávit fiscal inicial, un reacomodamiento de precios relativos y el reordenamiento de los flujos comerciales permitió una mejora en los indicadores de corto plazo. Sin embargo, ese impulso encontró pronto su techo.
El nivel de actividad, que había tocado fondo tras ocho trimestres consecutivos de caída, se recuperó gracias al crédito interno y al repunte del consumo. Para el cierre de 2025, se proyecta una expansión del PBI cercana al 3,9%, aunque la tendencia muestra una interrupción de la fase ascendente a partir del segundo trimestre del año en curso. En otras palabras, el rebote ya habría quedado atrás.
Evolución del Estimador Mensual de la Actividad Económica
Desestacionalizado base 2004=100
Casi como un techo de cristal, la economía, a través del Estimador Mensual de la Actividad Económica –EMAE- no logró superar sus máximos del siglo. Y si se mira en retrospectiva, en la última década, el panorama resulta desalentador: el crecimiento promedio de los primeros siete meses del 2025 versus mismo período del 2015, apenas superó el 1,4%, configurando lo que puede denominarse un “decenio perdido”. Rubros claves como la industria manufacturera, el agro, el comercio y la construcción continúan por debajo de los estándares de 2015, y el PIB per cápita permanece inferior al promedio de la década pasada teniendo en cuenta que la población creció 6,3% en el período. Todos somos más pobres. En promedio….
El dólar, entre la corrección y el atraso
Al evaluar la perfomance de uno de los ejes centrales de la política económica libertaria, el tipo de cambio, la liberación parcial del cepo en abril —que permitió la libre entrada y salida de divisas para personas físicas, aunque no para empresas— marcó el inicio de un proceso de descompresión y salida de divisas. El dólar oficial subió un 17% en términos reales respecto de marzo, ubicándose en el techo de la banda cambiaria y recuperando el tipo de cambio oficial niveles similares a los registrados durante la gestión Guzmán en 2022. El FMI debió intervenir en abril ante la pérdida de reservas y el creciente atraso cambiario, lo que derivó en una mayor dependencia del financiamiento externo. Luego, en septiembre, la ayuda provino de los agroexportadores, y no se descarta que en enero de 2026 deba recurrirse al Tesoro estadounidense para reforzar las reservas y permitir el pago de los vencimientos externos.
El establecimiento de bandas con una actualización mensual del 1% podría mantener la calma en el corto plazo, pero todo indica que la presión sobre el “techo” será cada vez más intensa. La oferta NO satisface la demanda de los “segundos semestres”. Y todo se acentúa en los años impares! Ergo las bandas tendrán corta vida.
Reservas en montaña rusa
El comportamiento de las reservas internacionales (RI) durante el último año refleja una secuencia de subas y bajas asociadas a la fragilidad del equilibrio externo. Tras un fuerte ascenso inicial, explicado por la postergación de pagos de importaciones y el blanqueo de activos en moneda extranjera, el Banco Central debió enfrentar salidas significativas vinculadas al pago de deuda pública.
En septiembre, las reservas se vieron nuevamente comprometidas: las ventas del BCRA en la banda superior provocaron un descenso del stock, que sólo logró revertirse en la última semana gracias al ingreso de divisas del complejo cerealero. Los primeros datos de octubre muestran una leve recuperación, impulsada por encajes bancarios en moneda extranjera, aunque compensada por una baja en los depósitos del Gobierno en el BCRA.
La conclusión es clara: la política de acumulación de reservas –en términos de stock – no es un problema para los libertarios. Sólo importa contar con los flujos suficientes para surfear las obligaciones externas derivadas de la deuda. El resto es problema de los privados (¡!!).
Inflación contenida, pero no vencida
En cuanto a los precios internos, el IPC, principal objetivo de la campaña libertaria, logró ceder tras el incendio de diciembre de 2023 y enero de 2024, cuando la tasa anualizada superó el 1.000%. Desde entonces, los niveles se estabilizaron por debajo del 40% anual, aunque sin mostrar señales firmes de extinción y produciendo consecuencias. En efecto, el denominado “pass through” –pasaje de devaluación a precios locales- tuvo un impacto desigual: mientras los precios mayoristas reaccionaron con rapidez —aumentando casi la mitad de la variación del tipo de cambio—, los precios al consumidor se ajustaron con más lentitud. Entre abril y agosto, la depreciación del peso se trasladó un 41% al IPC, lo que evidencia que el proceso de “passtrough” sigue activo, aunque atenuado.
Los mecanismos de indexación —aún presentes en contratos, tarifas y salarios— impiden una desinflación sostenida. El Gobierno proyecta cerrar el año con una inflación anualizada del 29%, pero sin una ancla nominal creíble, ese número parece más aspiracional que real.
Los pesos y la incertidumbre electoral
En los años electorales, la demanda de dinero suele ofrecer señales sobre la confianza del público. En septiembre, el M3 privado —que incluye billetes, monedas y depósitos del sector privado— cayó 0,2% en términos reales, un comportamiento similar al de 2017. Sin embargo, a diferencia de aquel entonces, la confianza en el oficialismo es más débil y las restricciones al mercado cambiario, menores.
La comparación con las elecciones de 2013 y 2021 muestra que, cuando el acceso al dólar es limitado, la demanda de pesos tiende a aumentar por falta de alternativas. Pero en este 2025, con una apertura parcial del cepo y expectativas inestables, es probable que el signo negativo de septiembre se extienda a octubre. Y el proceso de dolarización de bolsillos continúe y se intensifique.
En resumen…
La economía argentina atraviesa un punto de inflexión. Luego de ocho trimestres de caída, el rebote del primer año libertario permitió alcanzar un “techo del siglo”, pero no parece haber bases firmes para sostener el crecimiento. El dólar oficial continúa mostrando signos de retraso, el peso se mantiene apreciado pese a las devaluaciones, y las reservas aún dependen de intervenciones y préstamos externos. La inflación, aunque más baja, se resiste a desaparecer.
El desafío del segundo año libertario será, por tanto, consolidar una estabilidad que hoy se sostiene más en la administración de la coyuntura que en un cambio estructural. Recalibrar el rumbo económico implicará equilibrar tres tensiones simultáneas: sostener la disciplina fiscal sin asfixiar la actividad, permitir una corrección cambiaria sin desatar una nueva ola inflacionaria, y preservar las reservas sin frenar el comercio. Una triada difícil de alcanzar con “acompañamiento” popular.
La economía es una ciencia social que como tal cuenta con diversos enfoques y teorías explicativas. Pero la contundencia de los datos de la realidad hablan por sí solos y la realidad indica que más allá de los deseos, existe la viabilidad de la política. Y ese límite nos indica que la hoja de ruta marcada por el gobierno colisiona en forma frontal con la dinámica del aparato productivo local.
Con el objetivo de recaudar dólares y atraer inversión, el Gobierno autorizó días atrás la venta de una parte accionaria de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), responsable de operar y mantener las tres centrales nucleares del país: Atucha I, Atucha II y Embalse.
La compañía está presidida desde abril por Demian Reidel, ingeniero físico egresado del Instituto Balseiro, con trayectoria en el sector financiero. Hasta su repentina renuncia en julio, Reidel también ocupaba ad honorem el cargo de jefe de Gabinete del Consejo de Asesores del presidente Javier Milei, un comité creado hace un año que nunca llegó a consolidarse.
Su explicación al dejar ese puesto fue que iba a “concentrarse de lleno en el desarrollo del Plan Nuclear Argentino”. Esta iniciativa se presentó junto a Milei en la Casa Rosada el 20 de diciembre pasado, cuando se anunció la creación del Consejo Nuclear Argentino, presidido por Reidel e integrado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Defensa, Luis Petri, y el titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Germán Guido Lavalle. Sin embargo, hasta ahora no hubo avances concretos sobre ese programa.
El Gobierno decidió poner a la venta el 44% del capital accionariode NASA, luego de obtener la autorización del Congreso a través de la Ley de Bases. El Estado conservará un 51% y el 5% restante quedará en manos de los trabajadores. A diferencia de la venta de acciones de YPF en su momento, que fue atomizada entre distintos inversores privados, el Ministerio de Economía resolvió realizar una licitación pública para vender el paquete accionario en bloque.
Actualmente, los accionistas de NASA son la Comisión Nacional de Energía Atómica (20%), Enarsa (1%) y el Ministerio de Economía (79%). El Tesoro, además, es el principal deudor de la compañía: todavía debe los pagos por la electricidad generada entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, mientras que al resto de los generadores se les abonó con el bono AE38, que en ese momento cotizaba a la mitad de su valor de mercado.
NASA presentó el reclamo en varias oportunidades y el 24 de octubre de 2024 el Ministerio de Economía giró el 14,87% de la factura de diciembre de 2023, equivalente a $10.226 millones. El saldo pendiente asciende a $194.582 millones, refacturado en enero pasado con vencimiento aún por definir, confirmaron fuentes de la compañía.
La llegada del sciolismo
Con la llegada de Reidel a NASA, se produjo también una reestructuración en las áreas de administración, compras, contrataciones, finanzas y comunicación.
Como nuevo gerente de Coordinación Administrativa asumió Hernán Pantuso, excoordinador Ejecutivo para el Desarrollo Sostenible de la Planificación Económica Ambiental y el Desarrollo de Energías Alternativas durante el gobierno de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. En su entorno aclararon que su desembarco en NASA se debió a su vínculo con Reidel, no con el actual secretario de Turismo.
Pantuso no fue el único funcionario con pasado en la gestión bonaerense de Scioli. También ingresaron Bruno Alfredo Gabriel Tomaselli (exsubsecretario de Relaciones Económicas Internacionales), Sabrina Andrea Lafranconi (exintegrante del Gabinete) y Juan Fermín Larrarte (exabogado del gobierno provincial). Actualmente, los cuatro se desempeñan como asesores con sueldos superiores a $5 millones mensuales, bajo la órbita de Pantuso.
El presidente Javier Milei y el titular de NASA, Demian ReidelX Demian Reidel
“Luego de un período prudente de evaluación del funcionamiento general, esta nueva gestión entendió que se hacían necesarios nuevos perfiles en esas áreas y avanzó con miras a tener un nuevo liderazgo en estos sectores de soporte que, cabe aclarar, no están relacionadas con cuestiones técnicas ni operativas ni mucho menos ligadas a la seguridad nuclear de las centrales”, explicaron en NASA.
“Las decisiones se tomaron con el objetivo de fortalecer la gestión, incorporando personas idóneas con conocimiento específico de cada área, manteniendo los equipos de trabajo y garantizando una transición ordenada y efectiva”, agregaron.
Desde diciembre de 2023 hasta hoy, NASA redujo su plantilla de 3107 a 2971 personas, es decir, 136 trabajadores menos, a lo largo de las tres presidencias que tuvo la empresa en este período: Luis Fasanella, Alberto Lamagna y Reidel.
En NASA destacaron también que en el primer semestre reportó un superávit de $74.905 millones y que las plantas alcanzaron niveles de excelencia operativa, con factores de carga de 95% en Atucha II y 100% en Embalse. “También se recompusieron las relaciones laborales y se redujeron significativamente los conflictos sindicales. Además, se regularizó la gestión de compra de insumos estratégicos como el uranio y el agua pesada, en un contexto internacional de alta demanda y limitada disponibilidad”, dijeron.
Como tarea pendiente, queda definir qué ocurrirá con el contrato vigente que NASA mantiene con China National Nuclear Corporation (CNNC) para la construcción de la cuarta central nuclear argentina. Por ahora, el proyecto se mantiene “demorado”.
“Desde su firma en febrero de 2022, el contrato nunca llegó a entrar en vigencia por no cumplirse las condiciones precedentes, y el mismo está sin avances. Se trata de un proyecto que forma parte de los acuerdos de cooperación entre Estados, por lo que su evolución depende de definiciones de carácter país a país y excede el rango de decisión de NASA», explicaron en la empresa.
Un tema más que el Gobierno deberá resolver antes de privatizar el 44% de la compañía.
Sofía Diamante
Comentario de Agendar:
Tomo por cierto los números de Sofía Diamante en La Nación. Miden las pérdidas de personal experto desde el desembarco de mileístas y sciolistas en NASA, y su captura. Las cifras concuerdan con las que da el Dr. Rodolfo Kempf, de la CNEA. Kempf (su artículo está aquí) añade también a los que se han tomado licencia sin sueldo. Lo típico de los expertos nucleares desde 1993 es que lo hagan cuando están a punto de irse con un portazo del país, a trabajar en otro programa o empresa nuclear.
Ambos grupos clasifican en una misma categoría: PSB, o «Podridos de ser boludeados».
Boludeados por el Nuevo (¿nuevo?) Programa (¿programa?) Nuclear del rockero Javier Milei y el mesadinerista Demián Reidel. Éste consiste en grandes vaharadas de humo marketinero-informático-financiero, «all smoke and mirrors», para encubrir la eliminación del plan nuclear anterior, algo rengo, algo tuerto y algo manco, PERO REAL.
El vaciamiento espontáneo (ponele) de RRHH no sólo son los tentempiés de lo que sigue. Si cualquiera de las empresas que cita Kempf logra clavar bandera en NA-SA, los ingenieros nucleares que no se hayan ido por la propia serán rajados. Si la cosa se hace en términos amigables, con jubilaciones anticipadas.
Si no se hace así, a los que se obstinen en quedarse se los someterá a una desratización de acoso interno hasta que se vayan de una puta vez, y si no lo hacen, con despido sin causa.
Con lo que es la justicia laboral de hoy en día, los despedidos están fritos en primera y segunda instancia, y si se arman causas colectivas y se pasa a Suprema… bueno, ¿acaso dicha corte no está, por definición, poblada de cortesanos?
¿Cuánto cuesta despoblar a NA-SA de gente más calificada y honesta?
La formación de un ingeniero nuclear de grado, con el título todavía «mirame y no me toques» por la tinta fresca, le cuesta plata al país. Asumo que salen de una universidad pública, porque las privadas no se ensucian mucho con ingenierías, y si lo hacen (caso del ITBA), evitan las ingenierías nucleares.
De modo que hago este cálculo de almacenero suponiendo que los ingenieros nucleares de grado salen del Instituto Balseiro de la CNEA, en Bariloche, o del Instituto Dan Beninson, también de la CNEA, en ese municipio del AMBA.
Es al cuete llamarlos «institutos»: no se trata de las Academias Pitman. Son universidades por la propia, divididas en tantas carreras finales como ingenierías nucleares hay, y la lista es larga, y cada vez más.
Sin ahondar en asuntos curriculares, los títulos respectivos los expiden dos universidades nacionales robustas: la de San Martín, o UNSAM, y la de Mendoza, o UNM. En ambos casos, la cursada completa hasta el título de ingeniero y el comienzo de una carrera como físico, científico de materiales, reactorista, neutrónico, termohidráulico, químico o «combustiblero» nuclear, y siguen las firmas.
Hasta el título pelado nomás, hay que calcular docencia a cargo de gente con grado de doctor y posdoc y relevancia internacional. No da clases el Profesor Jirafales.
Sumá el uso constante de pequeños reactores nucleares (el RA-3, el RA-6 y el RA-4), y de prorratear estos gastos fijos, más viajes y alojamiento cuando hay que cambiar de ciudad, entre un número muy reducido de alumnos.
Cada vez más reducido, porque a excepción de NA-SA, donde los sueldos de profesionales están por arriba de la línea de pobreza, en el resto del programa nuclear están debajo.
Esto se sabe en la calle, y la calle aconseja que es mejor manejar un Uber y estudiar Corte y Confección que atravesar cinco años de sangre, sudor y lágrimas para terminar como científico de materiales especiales en construcción nuclear: cerámicas, resinas, vidrios, super aleaciones de zirconio, níquel y diversos aceros.
Y todo por dos pesos.
¿Dibujamos U$ 100.000 anuales por alumno recibido pagados por el estado? Son muchos más, pero ponele. Medio millón de dolarifacios puestos por el estado por cada título fresquito.
De ahí, al laburo. Y no es que te vayan a contratar en SOCMA para cobrar peajes: tenés que pelearla porque te tomen en la CNEA, en la que te vas a morir de hambre.
Otra opción es ir por la gloria y a tu riesgo a INVAP, esa firma tecnológicamente espectacular y espectacularmente tecnológica, que vive de lo que exporta, ésa que nos dio el enriquecimiento de uranio, ésa que el ut supra citado Costantini, Menem 1.0 y 2.0, De la Rúa, Duhalde, Macri y «The Joker» quisieron quebrar y cerrar.
O, tercera opción, ir a NA-SA, en la cual podés mantener incluso una familia, si no son de comer mucho.
Eso sí, una vez en NA-SA, evitá meterte en un área de diseño, montaje y reparación de nuevas centrales. En ese caso podés explicarle a tus nietos que construiste Atucha 2, o que reparaste ambas, o que retubaste Embalse, y vinieron Macri y luego Milei a rajarte de una patada en el tujes. Y además, por esos crímenes. ¿Alentador?
Volvemos a los costos de la sangría en RRHH.Añadile algunos viajes de especialización con estadía en universidades o programas nucleares extranjeros, con los pasajes y morfar una vez por día, y tu costo como doctor/a o posdoc al estado nacional le salió entre uno y dos palos verdes.
Pero si sos un cuadro intermedio de NA-SA, digamos un cinturón negro de primer dan, cobrás el equivalente de una luca verde, quizás dos. Si tenés dos pibes y una esposa, OSDE 310 se hace cargo de gastos médicos, salvo que alguno se enferme.
Obviamente, en NA-SA no te van a pagar 5 palos por mes,
Y de yapa tenés que escuchar los delirios de un mesadinerista con pergaminos de Goldman Sachs y JP Morgan, tan sabedor de tecnología nuclear como yo de capar monos, y tan merecedor de dirigir un programa nuclear como un kamikaze de volar un Boeing 747. Al que te subiste solito.
Y este tipo, mientras dure, te va a planificar la vida profesional hasta que te lleves puesto el World Trade Center, y tu espíritu inmortal se mude a su Narnia atómica, bajo el reino del León.
Jódanme, brothers and sisters, hoy en el ancho mundo hacen falta 100.000 ingenieros nucleares capaces de operar, reparar, diseñar y construir centrales y reactores en serio, tangibles, necesarios, imprescindibles. Por primera vez desde Fukishima, afuera te van a tratar no como a un refugiado afgano, sino como a nobleza.
Ni falta te hace tomarte el avión. Te contratan a distancia, y si tenés una computadora de alta capacidad laburás desde tu casa, y dos o tres veces por año viajás a Francia a enseñarles cómo se maneja un reactor, ahora que ellos se olvidaron, y te depositan el sueldo en Uruguay.
En cualquier momento esto vuelve a valer para Italia y España. ¿Te vas a quedar cantando tangos aquí?
Los 136 expertos nucleares que ups, se le cayeron a NA-SA, le costaron al estado nacional, si mis cuentas de almacenero son certeras, unos 272 palos verdes. Pero insisto, estoy calculando a la baja. Que venga uno que no guitarree, y me cuenta.
Lo que creo realmente, y no puedo probarlo, es que con lo que le costó al estado nacional perder estos 136 ingenieros en 20 meses, se puede terminar el prototipo del CAREM, ponerlo crítico, hacerlo entrar en línea y empezar a buscarle inversores, todo eso silbando bajito.
O con esa valiente muchachada PSB (Podrida de ser Boludeada), esa gente que en 20 meses se le perdió por el camino a Demián Reidel se puede terminar el reactor RA-10, y acceder al 20% de un mercado internacional de radioisótopos. Que valdrá entre U$ 9100 y 24.440 millones en 2030, según quién haga las cuentas.
Alguien en Goldman Sachs o en JP Morgan las está haciendo, y mejor que yo. Por eso quieren que NA-SA se privatice antes de las elecciones.
A los zorritos, matanos mientras somos chiquitos y giles, don JP.
Un programa social impulsado por el gobierno de Lula da Silva en Brasil promete impulsar las exportaciones argentinas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) al país vecino. El Estado brasileño subsidiará la adquisición de garrafas para los hogares de bajos ingresos. Más del 20% de la demanda actual de GLP en Brasil es cubierta con importaciones, por lo que se abre un escenario aún más positivo para la monetización de los líquidos de Vaca Muerta a través de la exportación.
Brasil es uno de los principales mercados de consumo de GLP. Es el país de Latinoamérica que más garrafas tiene en circulación, con 140 millones de unidades. La expectativa es que ese número crezca debido al programa «Gas del Pueblo», que busca subsidiar todo el costo de adquisición de garrafas nuevas en los hogares de menores ingresos.
Las empresas distribuidoras de GLP anticipan un importante salto en la demanda. Las ventas de garrafas en Brasil podrían crecer entre un 7 y 8%, según el presidente de Sindigás, Sérgio Bandeira de Mello. El ejecutivo de la cámara que agrupa a las compañías distribuidoras explicó que en Brasil se venden alrededor de 400 millones de cargas de garrafas al año.
Importación de GLP argentino
Las empresas que participan en la cadena de abastecimiento y distribución de GLP en Brasil están mirando a la importación de más líquidos para atender a la nueva demanda esperada. Estados Unidos figura como la primera opción para los importadores, pero empresas brasileñas también están mirando a la Argentina y Bolivia para cubrir la nueva demanda, especialmente en el sur brasileño.
Nacional Gas, una de las principales empresas envasadoras y comercializadoras de GLP, ya está trabajando en la importación desde la Argentina, según lo afirmado por el director de la compañía, Alisson Albuquerque.
«Hemos realizado trabajos desde Argentina, con pilotos a Rio Grande do Sul; desde Bolivia, con pilotos a la región Centro-Oeste, importaciones por barco con desembarque en Belém, Pará, también en Suape; y ahora con desembarque en Barra do Riacho, Espírito Santo», dijo Albuquerque a la agencia brasileña Eixos.
En cambio, empresas como Ultragaz miran a la importación desde los EE.UU. para abastecer al nordeste del Brasil. «Estados Unidos es el mayor proveedor del mundo. Y hay mucha disponibilidad de moléculas; es un mercado muy líquido, lo cual es bueno», dijo el CEO de la compañía, Tabajara Bertelli.
Oportunidad en líquidos
El gas y el petróleo que se extrae en Vaca Muerta es rico en líquidos como butano, propano, etano y gasolina natural. El incremento de la producción hidrocarburífera viene impulsando la ejecución de nuevos proyectos para separar y monetizar estos líquidos en los mercados internacionales, especialmente a través del GLP, que es una mezcla de butano y propano. Pero el salto exportador puede ser aún mayor si se concretan los proyectos de exportación de gas natural licuado englobados en el plan Argentina LNG.
Algunas de las principales compañías que operan en el segmento de líquidos como Compañía MEGA y Transportadora Gas del Sur (TGS) ya están incrementando sus capacidades de separación y fraccionamiento de los líquidos.
MEGA esta completando la instalación de un nuevo tren de fraccionamiento que le permitirá un incremento inicial del 20% en la producción de C3+ (propano, butano y gasolina natural), que podría elevarse al 50% con la ejecución de una segunda etapa.
En el caso de TGS, la empresa transportista de gas está trabajando en una nueva planta desde hace un par de años con un proyecto oportunamente valuado en unos US$ 2500 millones. Este proyecto incluyó la construcción de dos plantas modularesde acondicionamiento de gas, que pueden ser modificadas para el procesamiento del gas y separación de propano y butano si eventualmente el cliente o productor lo necesita.
Adicionalmente, las petroleras Pluspetrol e YPF impulsan el plan Vaca Muerta Liquids, un proyecto que incluye la construcción de una planta de procesamiento en Neuquén, un poliducto de aproximadamente 600 kilómetros, y una planta de fraccionamiento en la costa atlántica. Pluspetrol busca el ingreso de más empresas al proyecto, cuya inversión estimada asciende a US$ 2000 millones.
Todos estos proyectos contemplan la monetización de los líquidos asociados a la creciente producción neuquina de gas y petróleo. Sin embargo, los proyectos para exportar GNL requerirán de todavía más capacidad para procesar el gas y separar los líquidos, de forma tal de obtener un gas seco, apto para la licuefacción.
En ese sentido, YPF dentro del plan Argentina LNG proyecta la construcción de una planta de separación, un poliducto y unaplanta fraccionadora que se localizará en Bahía Blanca. La inversión estimada en esta faceta del plan asciende a US$ 6000 millones.
“OpenAI, la creadora de ChatGPT, construirá en Argentina el centro de datos más grande de América Latina”.
“La Argentina se convertirá en una potencia mundial en inteligencia artificial”.
Los títulos parecen parte de la narrativa a la que nos acostumbró el Gobierno de Javier Milei, el mejor presidente de la historia, que tiene al mejor ministro de Economía de la historia, que hizo el ajuste más grande en la historia de la humanidad.
De todas maneras, observando que hay terceros de magnitud global involucrados en el anuncio, vale la pena profundizar en la mirada y tratar de entender qué viabilidad tiene el proyecto, cuáles son los antecedentes, cuáles son los beneficios potenciales para el país y cuáles son los riesgos económicos, energéticos y en términos de soberanía.
El comunicado: “Sur Energy y OpenAI se unen para anunciar sus planes para el desarrollo de Stargate Argentina, un proyecto pionero de infraestructura de IA que situaría a Argentina a la vanguardia del ecosistema global de inteligencia artificial”. Más adelante agrega: “Estructurado en el marco de RIGI, el proyecto supondrá una inversión de hasta 25.000 millones de dólares a plena escala, lo que lo posiciona como una de las mayores iniciativas tecnológicas y de infraestructura energética de la historia de Argentina”. Además, hubo un video de Sam Altman, CEO de OpenAI, resaltando el potencial del talento argentino, elogiando a Milei y prometiendo que el país tendrá acceso generalizado a la inteligencia artificial.
Frente a un anuncio tan escueto como autocelebratorio, surgen muchas preguntas. Algunas tienen respuesta y para otras habrá que esperar que se acomode la euforia y que el tiempo, los negocios y la política hagan su trabajo.
Lo que sabemos
El Proyecto Stargate (puerta estelar) es un plan en el que vienen trabajando OpenAI, Oracle y SoftBank desde 2022. En enero de este año, un día después de la asunción de Donald Trump, la Casa Blanca fue sede de un anuncio impactante: Stargate invertiría 500 mil millones de dólares en el desarrollo de la mayor infraestructura mundial para inteligencia artificial, con varios centros de datos en Estados Unidos. Más tarde se sumarían planes similares para Emiratos Árabes Unidos y Noruega. Stargate Argentina sería el primer proyecto de la empresa en América Latina.
Una semana después de aquel anuncio en Washington, China presentó Deep Seek, un sistema de IA de código abierto, más barato y más eficiente desde el punto de vista energético. Las acciones de las tecnológicas de Silicon Valley se desplomaron. En particular, las de Nvidia, la empresa que fabrica los “fierros” que hacen funcionar a los centros de datos. Nvidia ya había firmado con OpenAI un acuerdo para proveer equipos por 100 mil millones de dólares.
También sabemos que el socio argentino de Stargate es Sur Energy, una empresa enfocada en infraestructura digital, fundada por el recientemente fallecido Matías Travizano junto con Emiliano Kargieman, acompañados por Stan Chudnovsky. La compañía no tiene página web ni empleados, pero dice de sí misma que se especializa en implementar proyectos de data center sostenibles que combinan tecnología avanzada y energías renovables para apoyar el crecimiento global de la inteligencia artificial.
Una década atrás, Kargieman se reveló como un joven talento tecnológico argentino, al fundar la empresa Satellogic, una start up de garage famosa por el desarrollo de nano satélites de órbita baja. El “garage” de Kargieman creció considerablemente. Ahora Satellogic tiene dueños estadounidenses y contratos con el Departamento de Defensa de ese país. Emiliano sigue siendo su CEO.
Sabemos también que en este proceso tuvo un rol protagónico Demián Reidel, un físico argentino graduado en el Instituto Balseiro, que luego se dedicó a las finanzas en Estados Unidos. Reidel es el nexo entre Silicon Valley y Milei. El presidente lo convirtió en su asesor y más tarde lo nombró al frente de Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la empresa pública que gestiona las tres centrales nucleares de nuestro país. Hace algunas semanas el Gobierno anunció la privatización parcial de NASA.
El vínculo entre la energía atómica y la inteligencia artificial es estratégico. Los centros de datos consumen una cantidad desmesurada de energía, una demanda que pueden satisfacer los pequeños reactores modulares. En la última década Argentina desarrolló su propio modelo de reactor modular, el CAREM. Ni bien asumió, Milei frenó el proyecto cuando este mostraba cerca de un 70 por ciento de su avance y se llevaban invertidos más de 600 millones de dólares. Reidel anunció que el país construiría otro modelo de reactor modular, uno desarrollado por la empresa pública rionegrina INVAP, que ya cuenta con patente internacional. Ese proyecto insumiría no menos de cinco años para concretarse. Desde que Reidel lo anunció en diciembre de 2024, el plan no mostró ningún avance. ¿Por qué abandonar un reactor que está a punto de terminarse por otro al que le falta un lustro para ver la luz? Esa es la pregunta que ni Milei ni Reidel pueden contestar. Quizás la respuesta esté en la reciente adhesión de Argentina al Programa FIRST de Donald Trump. Ese programa establece una curiosa colaboración. Los países adherentes le entregan a la Casa Blanca información sensible sobre sus planes nucleares. A cambio, la Casa Blanca les vende reactores modulares. Un trato justo ¿No?
Este anuncio se produce en el marco de un inédito rescate financiero del Gobierno de Donald Trump al plan económico de Javier Milei y Luis Caputo, del cual se desconocen las condiciones, pero se pueden deducir. Argentina es una pieza significativa en el tablero estratégico de Washington, que busca revertir el avance firme de China en el sur global. En esa carrera comercial, industrial y digital, Estados Unidos ya da por perdida a África, donde Beijing juega fuerte y domina. América Latina, con sus enormes recursos naturales, es un territorio en disputa.
Lo que no sabemos
El comunicado de Stargate no señala en qué lugar de la Patagonia se desarrollará el centro de datos, ni cuál es su proyecto de ingeniería. Si el lugar es Neuquén, en Vaca Muerta, tendremos una pista de cuál va a ser la fuente de energía que se va a usar.
Aunque el anuncio habla de energía renovables, no aclara cuáles se van a utilizar. Este no es un dato menor. El consumo energético de estas instalaciones es motivo de controversia en el mundo entero. Las compañías no lo informan con claridad. En los contratos que firman con las empresas proveedoras de electricidad suele haber cláusulas de confidencialidad que protegen esos datos. En las declaraciones públicas, las tecnológicas se pintan de verde y anuncian planes para reducir el impacto ambiental, pero en la realidad esas intenciones no se verifican.
El consumo de agua es otro aspecto clave para evaluar las consecuencias de instalar un centro de datos de esta magnitud. Los racks con placas que constituyen el cerebro de la inteligencia artificial levantan mucha temperatura. El rango para mantener un funcionamiento adecuado debe ir entre los 18 y los 27 grados, y para lograrlo se usan torres de enfriamiento que funcionan gracias a la constante circulación de agua. Aunque las empresas tecnológicas aseguran que se trata de sistemas de ciclo cerrado, el desperdicio de agua es muy significativo. Ahí aparece otra vez la opacidad en la información. Con el poder económico que ostentan, estos monstruos digitales tienen la capacidad de influir en las regulaciones de los territorios en los que desembarcan. En otras palabras, escriben las leyes que luego los van a controlar.
Un ejemplo: el estado mexicano de Querétaro aprobó una legislación que lo convirtió en un paraíso para la construcción de centros de datos. Poco tiempo después de la puesta en funcionamiento de las primeras instalaciones se multiplicaron los conflictos por la escasez de agua. En el municipio de Colón los pobladores sufren el racionamiento, mientras empresas y autoridades miran para otro lado.
Stargate Argentina promete crear miles de empleos directos e indirectos. La realidad es que los centros de datos insumen mano de obra intensiva durante su construcción. Una vez que están en marcha, son galpones en los que trabajan apenas decenas de empleados. En el mejor de los casos, cientos.
Según el comunicado que se conoció el viernes pasado, la inversión prevista se realizará en el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Recordemos que el RIGI, sancionado por el Congreso en 2024, otorga estabilidad normativa por 30 años en materia tributaria, aduanera y cambiaria: el Estado queda atado a esas reglas aún si cambian las condiciones económicas o energéticas. En nombre de la “seguridad jurídica”, se cede capacidad regulatoria por tres décadas.
La Argentina no produce los equipos que requiere un centro de datos, por lo que hay que importar casi toda la tecnología: servidores, sistemas de enfriamiento, transformadores y equipamiento eléctrico.
El RIGI establece que las empresas acceden a exención de derechos de importación para bienes de capital y de informática y telecomunicaciones vinculados al plan aprobado, y puede cancelar IVA con certificados de crédito fiscal.
Además, tienen beneficios cambiarios. Es decir, acceden directamente al mercado de cambios para pagar utilidades, dividendos e intereses al exterior sin autorizaciones previas. Para la economía argentina esto implica salida de divisas y menor recaudación, sin desarrollo de proveedores nacionales de alto valor. El RIGI asegura por 30 años que esos beneficios no puedan ser restringidos por normas futuras más gravosas.
La ecuación parece inmejorable: se invierte con beneficios públicos, se opera con energía nacional y se transfiere la ganancia al exterior.
No es una cuestión menor conocer cómo se conformará Stargate Argentina para entender si la promesa de inversión no terminará agudizando la restricción de dólares que asfixia a la economía argentina.
No es lo mismo una empresa nacional que procesa datos en el país y los exporta al mundo, que un enclave extranjero que hace extractivismo de datos y consume divisas. ¿Qué compromisos establecerá Stargate con el sector público argentino? ¿Será un mega centro de datos para respaldar la digitalización de la gestión? ¿O usará los datos de los argentinos para alimentar la maquinaria de manipulación global en la que se convirtió el espacio digital? ¿Será Stargate Argentina una solución para los desarrolladores locales de IA que hoy tienen que pagar el procesamiento de sus aplicaciones en dólares en el exterior? ¿Será este proyecto el camino hacia la soberanía digital y cognitiva que merece la Argentina?
Esta claro que el país no tiene los recursos financieros para desarrollar por si mismo un emprendimiento de esta magnitud. Bienvenidas las inversiones, pero hace falta discutir las condiciones, con acuerdos razonables, con beneficios reales y riesgos controlados. Se trata de que los que vienen a invertir integren al país en la producción del conocimiento que generan.
La contracara de la estabilidad, las exenciones y la energía barata debe ser el contenido local, la formación de trabajadores y la transferencia tecnológica. Si no, no estaremos hablando de desarrollo, sino de dependencia.
«Por la soberanía y el desarrollo nacional». Con esas palabras definen desde la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (FOETRA) la convocatoria para este martes 14 de octubre a las 17 en su auditorio (Yrigoyen 3171, CABA).
Allí realizarán un acto conmemorativo por el aniversario de la puesta en órbita de los satélites ARSAT I y II, hitos que marcaron la soberanía tecnológica argentina y posicionaron al país como referente en la región.
Bajo el lema “ARSAT y su rol estratégico para el desarrollo nacional”, el encuentro reunirá a diputados, senadores, dirigentes sindicales, referentes de la ciencia, la tecnología y el periodismo. El objetivo será destacar «la importancia de sostener la inversión en infraestructura y en las capacidades técnicas de los trabajadores del sector para garantizar la continuidad del desarrollo tecnológico con un enfoque federal e inclusivo».
El acto es impulsado por FOETRA, el sindicato de las telecomunicaciones, y la CONSITEL, encabezadas por Claudio Marín, quien subrayó la necesidad de “defender un modelo de crecimiento productivo con acceso igualitario a la conectividad”.
La actividad busca, además, respaldar los proyectos de ley que fortalecen la soberanía nacional y promueven la participación de las provincias en las políticas de telecomunicaciones.
Los satélites Arsat, claves para la región
El satélite Arsat II despegó el 30 de septiembre de 2015 desde la Guayana francesa. Su antecesor que despegó del mismo lugar un año antes.
El ARSAT-2 es un satélite de comunicaciones geostacionario diseñado, construido y probado en la Argentina por INVAP y operado por la empresa estatal ARSAT. Está localizado en la posición orbital geoestacionaria en la longitud 81° oeste. Hasta hoy otorga información clave para sectores como el agro, ambiente y meteorología. Incluso su información es contratada por empresas y países, por lo que genera ingresos económicos (divisas) para la Argentina.
Este satélite, junto al ARSAT-1, permitió que el país no perdiera las posiciones orbitales 72 y 81, que le asignó la Unión Internacional de Telecomunicaciones y que son muy codiciadas por la cobertura que puede hacerse desde allí, que va desde América del Norte hasta la Isla Grande de Tierra del Fuego.
Fue construido en conjunto con el ARSAT-1 y comparte muchas de sus características de construcción, pero transportando un mayor número de transpondedores. El 50 % del satélite está hecho con piezas de fabricación argentina, al igual que el software.
Arsat pudo salvarse del listado de empresas a privatizar por el Gobierno con la Ley Bases. Pero en realidad existe la posibilidad de que se venda un 49% de su propiedad. Para eso es necesario seguir un proceso determinado y tener la aprobación del Congreso. La preocupación actual de los trabajadores es la pérdida de los recursos más especializados, que no se pueden recuperar. «Los proyectos quedaron parados y no hay un claro objetivo de hacia dónde va la empresa», denunciaron.
Comentario de AgendAR:
Hasta hace unos años, ARSAT podía cotizarse por tres activos: la REFEFO, o Red Federal de Fibra Óptica, casi 38.000 kilómetros de cable subterráneo de fibra óptica que permiten comunicaciones instantáneas entre todos las ciudades conectadas del país.
Ese sigue valiendo más que cuando se hizo, porque desde 2016 se fue dejando de hacer y demasiados argentos se acostumbraron a llamar por Watsapp desde La Quiaca a Comodoro, o desde Comodoro a Kabul y a hablar sin demoras. La REFEFO no llega a Kabul, pero sí a la red de cables submarinos que conecta Las Toninas, provincia de Buenos Aires, con el resto del planeta. O al menos, el resto conectado.
Si no existiera la REFEFO, olvidate de usar Watsapp fuera del ínfimo radio de cobertura de las antenas de tu proveedor de telefonía satelital. Olvidate de tu ancho de banda actual.
Olvidate de hacer transferencias bancarias desde Mendoza a Buenos Aires. Olvidate de lo olvidable y olvidado y que das por obvio, y olvidate un poco más. Recordá los ’90, cuando no podías sacar plata de un cajero de algún banco diferente al tuyo y desde otra ciudad u otro país, porque ese cajero no tenía maldita la idea de si tenías crédito en tu banco.
Recordá cuando en Puerto Deseado, Santa Cruz, tenías que usar internet a las 3 de la mañana, porque hasta las 12 de la noche estaba toda la juventud chateando en los cibercafés y morfándose todo el ridículo ancho de banda de la ciudad.
Esto en 2006 era Haití, en materia de telecomunicaciones, y hoy es (y sigue siendo) Argentina en 2015. Mucho peor que Uruguay en 2016, porque desde 2016 la REFEFO argentina dejó de crecer mientras que en Uruguay siguieron y siguen metiendo fibra.
Lo otro que valoriza a ARSAT va perdiendo puntos con cada año que pasa. Son los dos satélites ARSAT 1 y 2. Les quedan respectivamente 5 y tal vez 6 años de vida útil. Han ido envejeciendo en sus órbitas geoestacionarias sin reposición, porque Macri discontinuó la flota, y sus continuadores en el gobierno no retomaron su despliegue. Hoy debería haber 6 de estos satélites en el espacio, y desde el 3 en adelante, aparatos HTS, de mucho mayor ancho de banda.
Los 2 que hay mantienen la empresa, que gana unos U$ 32 millones/año pese a desde 2016 ARSAT fue dirigida en forma alternante a veces mal, otras peor, por varias gavillas de indiferentes/obsecuentes/delincuentes, subraye Ud. la categoría que suponga más apta. Pero andá a encontrar 2 satélites de construcción y diseño locales en el resto de Sudamérica.
Ambos con un factor de ocupación de arriba del 80% promedio. Ambos dando internet a escuelas rurales en municipios despoblados del país. Ambos dando cobertura para radio, TV y «broadcasting» a firmas privadas desde la Península Antártica hasta la tundra canadiense. Y ambos con canales dedicados exclusivamente a comunicaciones del Ministerio de Defensa (me refiero al de la Argentina, no al MoD británico).
La tercer cosa que hace valer a ARSAT es su Data Center, ubicado resueltamente en el centro mismo de la REFEFO en la sede de la empresa, en Benavídez, provincia de Buenos Aires. El Data de ARSAT se construyó lentamente desde 2006 y en 2013 ya era el de mayor capacidad y el más seguro de la Argentina.
Hablo no de seguridad física. No está adentro de un sótano sepultado bajo un búnker custodiado por robots armados con láser y motosierra dirigidos por una Inteligencia Artificial creada por Conan, aquel famoso perro virtual.
Hablo de seguridad en disponibilidad: tiene un «uptime» (el tiempo en que está disponible, en lugar de caído) del 99,982% del año. Esto significa tan lleno de redundancias y protección que su «downtime» por mantenimiento suma 1 minuto 40 segundos por año. Es bastante pasmoso para quien no conoce de data centers, y costó U$ 11 millones a fecha de 2013.
Gana plata, pero no tanto como la que debería ganar si cobrara tarifas de mercado a las empresas usuarias, y no hubiera estado en manos de demasiadas cúpulas crápulas y demasiadas veces desde 2016. Es muy fácil atomizar un Data en quintitas privadas y levantarla en pala, si uno es funcionario puesto a dedo por otro funcionario puesto a dedo por El Calabrés de Ojos Celestes, o Alberto el Innombrable, o un extraordinario presidente que invoca a su perro muerto y canta como tal.
Perdón no son insultos, sólo son descripciones objetivas de un periodista científico que laburó años en ARSAT y la vio irse al carajo. Y que aún así siente orgullo de haber estado adonde estuvo y haber hecho lo que hizo. Y también orgullo de que ARSAT estuviera tan bien hecha que no alcanzaron 9 años de ser entregada a las termitas para hacerla polvo.
ARSAT sigue ahí, siempre a punto de ser carneada en tres partes a espera de que se las coman los perros. Sigue ahí, siempre a espera de que vuelva a existir una conducción técnica, un programa político, un gobierno nacional realmente nacional, y un país menos emputecido que merezca semejante empresa.
Le doy muchas gracias por la ARSAT que fue y quizás siga siendo al Ing. en satélites Hugo Tognetti, su fundador allá por 2006, a INVAP con la que peleábamos bastante y que nos hizo dos satélites flor y se quedó esperando cuatro más, y sigue esperando.
Y gracias, muchas, a Claudio Marín, a quien sólo conocí en asambleas, baluarte de FOETRA, ese gremio que defendió a ARSAT mucho más y mejor de lo que nosotros, el personal calificado, lo hizo jamás.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) completó la integración del AGR-T (Austral GNSS Receiver – Technological), el primer receptor GPS 100 % argentino diseñado para aplicaciones espaciales, al satélite SABIA-Mar, consolidando un nuevo avance en la autonomía tecnológica del país.
El AGR-T, desarrollado por el grupo SENyT de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), constituye un instrumento crítico para la navegación y el posicionamiento preciso del satélite en órbita. Hasta ahora, este tipo de equipos debía ser importado, por lo que su desarrollo marca un hito en la consolidación de capacidades locales en electrónica de alta complejidad para el sector espacial.
Un salto en soberanía tecnológica
El secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua, destacó que “este desarrollo no es solo un logro técnico, sino una demostración concreta de lo que podemos hacer cuando articulamos ciencia, tecnología e industria”.
Por su parte, Raúl Kulichevsky, director ejecutivo y técnico de la CONAE, subrayó que “todas las misiones satelitales de la agencia se han caracterizado por impulsar el desarrollo tecnológico nacional” y señaló que el AGR-T “es una muestra más del impulso que queremos seguir dando al crecimiento sostenible del país”.
El proceso de diseño y fabricación del AGR-T implicó desafíos técnicos de alta precisión, entre ellos la calificación de componentes electrónicos, la soldadura especializada y el desarrollo del software de navegación. El desempeño del sistema se evaluará en órbita, donde sus datos se contrastarán con los del GPS principal para validar su fiabilidad y precisión.
Integración en el SABIA-Mar
El receptor se integró recientemente a la plataforma de vuelo del satélite SABIA-Mar, actualmente en construcción en los laboratorios de INVAP (Bariloche) bajo contratación de la CONAE. El proyecto se encuentra en la fase final de integración del modelo de vuelo, mientras que el modelo de ingeniería ya está completo.
Durante la misión, el SABIA-Mar — destinado a la observación del océano y las costas sudamericanas— permitirá validar el AGR-T como una tecnología espacial de origen nacional, abriendo el camino para su uso en futuras misiones argentinas y regionales.
Comentario de AgendAR:
Como signo de los tiempos, el SABIAMAR es un satélite homeless.
Está sentado en la vereda por donde pasan cada cuatro años los gobiernos argentinos, y ninguno le pone un centavo en la gorra.
Parece el destino de la CONAE en general.
A nuestra agencia espacial ya le pasó lo mismo antes con los SAOCOM.
Iban a ser cuatro pero se terminaron dos. Y envejecieron tanto en la sala limpia de integración, allá en INVAP, que salieron al espacio con baterías de níquel-cadmio de los ’80. Son pesadas, de baja densidad eléctrica y recarga lentísima.
Pero si en los ’90 querías reemplazarlas por baterías de litio, mucho más eficientes, tenías que tirar todo lo construido, rediseñar y reconstruir el 100% del SABIAMAR original.
Los SAOCOM son imprescindibles para el manejo de suelos, napas y agua superficial en el campo argentino. Y esto el campo lo sabe, pero de ahí a poner un mango…
Ergo los SACOM son dos satélites de los ’80, aunque lanzados en la segunda década del siglo XXI y a punto de terminar su vida útil, sin reposición.
Con o sin GPS nacional, y según las prioridades de los sucesivos gobiernos desde que se murió Néstor Kirchner, este GPS no vuela, y el SABIAMAR tampoco.
Historia de dos proyectos satelitales homeless de una agencia homeless en un país homeless.
El día en que Javier Milei iba a reunirse por primera vez con Donald Trump como presidente electo de Estados Unidos, el empresario norteamericano Rob Citrone le regaló al mandatario argentino una caja con cuatro vinos, según el registro oficial de obsequios.
Cinco meses después, Citrone mantuvo un encuentro con el Presidente en la Casa Rosada. Fue el mismo día en que Milei recibió al secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Desde entonces pasaron otros seis meses y el Tesoro estadounidense anunció un respaldo financiero inédito en la historia argentina.
El Presidente Javier Milei recibió en Casa Rosada al líder de CPAC, Matt Schlapp, y a los empresarios estadounidenses Rob Citrone y Matt Dellorfano. También participaron del encuentro el Asesor Presidencial, Santiago Caputo, y la CEO de CPAC Argentina, Soledad CedroPresidencia
La ayuda norteamericana fue celebrada en Buenos Aires, distendió la situación financiera, le dio aire al Gobierno, pero despertó algunos cuestionamientos en Washington.
Entre ellos, el premio Nobel de Economía,Paul Krugman, criticó la decisión de Bessent y aludió a una supuesta relación con Citrone.
“Una de las personas que instó a Bessent a intervenir en nombre de Milei fue su viejo amigo y excolega Rob Citrone, un multimillonario dueño de fondos de cobertura que apostó fuerte por el éxito de Milei y compró más activos argentinos justo antes del anuncio de Bessent. ¿Aprovechará Citrone el préstamo puente de Bessent, respaldado por los contribuyentes, de finales de septiembre —porque eso es todo— para tomar su dinero y huir?“, escribió Krugman en su sitio web.
De acuerdo con una entrevista que Citrone concedió en mayo, él y Bessent son viejos conocidos. Allí contó que en 2013, cuando trabajaban en el fondo Soros Fund Management, el ahora secretario del Tesoro decía en chiste que su excompañero era el responsable del 75% de su bono de aquel año, a propósito de una jugada financiera que él ideó. “En ese momento, convencí a George (Soros) y Scott Bessent para que apostaran fuerte”, mencionó.
Además de Krugman, los opositores a Trump también apuntaron contra la ayuda. La senadora del Partido Demócrata Elizabeth Warren pidió a la Managed Funds Association (MFA), una organización que nuclea a fondos de inversión, información sobre una serie de puntos. Entre ellos: “¿Ha tenido el MFA alguna comunicación con algún funcionario de la administración Trump respecto de las inversiones, la exposición o las preocupaciones de algún fondo de cobertura en la Argentina entre enero de 2025 y la actualidad?“.
Las apariciones de Citrone en la línea de tiempo de Milei lo ubican en fechas relevantes, cuyo denominador común es la conexión con el trumpismo. Sin embargo, su ámbito de acción son las finanzas. Apenas comenzó el mandato libertario, en su cartera de negocios aumentó más de un 50% la cantidad de acciones de empresas vinculadas a la Argentina.
Más precisamente, esa parte de su portfolio de inversiones pasó de US$90 millones en junio de 2023 a US$212 millones en diciembre de 2024. Pero a mitad de 2025 retrocedió a un nivel parecido al de junio de 2023, según documentos presentados ante la Securities and Exchange Commission en Estados Unidos (SEC).
Las cotizaciones de acciones de empresas argentinas y de los bonos volaron luego de la serie de anuncios de Bessent sobre el respaldo financiero a la Argentina, que en EE.UU. despertó sospechas dirigidas, entre otros, a Citrone.
Este hombre aparece como “General Partner, Manager, Trustee o Director” o ejecutivo de más de una empresa. Al menos una de ellas operó con acciones de compañías vinculadas con la Argentina: Discovery Capital Management, LLC. Un documento de la SEC describe que Citrone es uno de sus dueños indirectos. Posee el 75% o más de una firma que, a su vez, es acreedora del 75% o más de Discovery.
Documento de la SEC sobre «Discovery Capital Management»
Discovery Capital Management LLC, organizada en Connecticut, realiza distintas inversiones y, además, asesora a otras sociedades, según los registros. De acuerdo a esos documentos, entre ellas se encuentran Discovery Global Opportunity Fund y Discovery Global Opportunity Master Fund. Ambas están organizadas en Islas Caimán y poseen a Citrone como “General Partner, Manager, Trustee o Director”.
Las inversiones de la firma que lidera Citrone reflejan un “antes y después” de la asunción de Milei, en diciembre de 2023. Esto encuentra sustento en documentos y también en las palabras del mismo empresario.
“Estuve en la Argentina en el ’91 y esta era una película muy similar. La Argentina en ese entonces tenía un programa de reformas que generó un buen equilibrio fiscal. Lograron reducir la inflación. Y el mercado, en todas las clases de activos, fue el de mejor rendimiento durante cuatro años consecutivos. Esta es la misma película en la Argentina hoy, que comenzó, ya sabes, hace unos 18 meses (inicio del mandato de Milei)”, sostuvo Citrone en un podcast del banco de inversión Goldman Sachs en mayo.
Según reportó Discovery Capital Management LLC a la SEC, el 30 de junio de 2023 la firma tenía 3.886.837 acciones de empresas vinculadas a la Argentina distribuidas en tres compañías: Grupo Financiero Galicia, Vista e YPF. Eso cambió con el triunfo de Milei.
Captura del «Form 13F» que Discovery Capital Management presentó ante la SEC estadounidense
Según el reporte del 31 de diciembre de 2023, Discovery Capital Management LLC acumuló 6.333.340 de acciones en seis empresas vinculadas a la Argentina. Un aumento del 62% con respecto al semestre anterior. Sumó inversiones en Adecoagro, Banco Macro y Mercado Libre Inc. El valor del portfolio, en dólares, mostraba la apuesta de Citrone durante la llegada de los libertarios a la Casa Rosada, según la SEC: un salto de US$90.085.976 a US$144.586.593.
En 2024, esa apuesta se profundizó. Al 30 de junio del año pasado, la cantidad de acciones de empresas vinculadas a la Argentina era un 83% superior a la del reporte de la misma fecha, pero de 2023. Incorporó más de dos millones de acciones de Adecoagro y multiplicó 31 veces las que tenía del Grupo Financiero Galicia. El salto anual en el valor del portfolio de Citrone fue de US$90.085.976 a US$197.030.235, según los reportes de Discovery Capital Management.
Adiciembre de 2024, el portfolio del inversor valía US$212.416.858. Vale la aclaración: ya tenía una cantidad de acciones menor que seis meses atrás, tal como reportó ante la SEC. Este avance coincidió con el buen segundo semestre de 2024 que experimentó el mercado argentino.
Pero, en 2025, la historia comenzó a cambiar. La cantidad de acciones distribuidas en empresas vinculadas a la Argentina sumaban 3.120.627 el 30 de junio de este año, según los documentos. Es decir, una cifra menor a la del junio anterior a que asumiera Milei. Redujo en casi un millón la cantidad de acciones de Adecoagro. Las que tenía del Galicia, que en diciembre de 2024 alcanzaban 1.264.678, en junio bajaron a 500.000. El valor en dólares de su portfolio en firmas vinculadas con la Argentina se achicó: US$116.291.157. Eran US$96 millones menos que seis meses atrás.
En un contexto más volátil del mercado accionario argentino, este descenso puede explicarse no sólo a través de la menor cantidad de acciones bajo su poder, sino también por el retroceso que se registró en la capitalización de empresas argentinas en medio de la incertidumbre financiera que empezó a atravesar el gobierno de Milei.
La relación con el trumpismo
La Federal Election Commission (FEC) de ese país muestra que un “Citrone, Robert Mr”, empleado de Discovery Capital Management, realizó aportes de campaña al comité nacional del Partido Republicano en 2012.
Documento de la Federal Election Commission (FEC)
A su vez, más cerca en el tiempo, Citrone se mostró junto a Milei. Su primera foto con él es de noviembre de 2024, cuando el Presidente mantuvo un encuentro con Donald Trump en Mar-a-lago. Allí aparece junto al canciller Gerardo Werthein y el exasesor de campaña de Trump en 2016 Barry Bennett, quien es miembro de la empresa Tactic, contratada por la Secretaría de Inteligencia del Estado el 12 de febrero de este año. Esta compañía tiene a Leonardo Scatturice entre sus titulares.
El Presidente de la Nación, Javier Milei, junto al canciller Gerardo Werthein, se reunió en Estados Unidos con Rob Citrone de Discovery Capital, Matt Dell Orfano y Barry Bennett
La segunda imagen que muestra a Milei y a Citrone es del 14 de abril pasado en la Casa Rosada. Ese mismo día debutaba el nuevo esquema cambiario, la Argentina salía del cepo, y el Presidente recibía al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Bessent.
“Tuve la oportunidad de reunirme con el presidente (Milei) antes de que se reuniera con Scott Bessent (14 de abril). Y me reuní con el equipo económico un par de horas antes de que se reunieran con Scott Bessent. Ser parte de ese evento tan importante para el país, influir en él y participar, es algo realmente poderoso”, sostuvo Citrone en la entrevista en el podcast de Goldman Sachs.
Foto compartida en redes sociales por Soledad Cedro, en la que se encuentra con Rob Citrone, Leonardo Scatturice y Matt Schlapp, entre otros
LA NACION consultó a Citrone sobre sus vínculos con los gobiernos de la Argentina y de Estados Unidos, y sobre la evolución de las inversiones mencionadas, pero su oficina de prensa no quiso hacer comentarios.
Pese a eso, en enero de 2024, cuando se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, dio una entrevista.“Si yo quiero invertir en la Argentina, no puedo hablar solo con mis analistas, tengo que hablar con otras personas que viven en la Argentina, tengo que viajar y estar ahí. Esa es la parte más importante del proceso”, dijo Citrone cuando apenas comenzaba la gestión libertaria.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está negociando con la gobernación de Neuquén ceder su participación accionariaen la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), firma conjunta que opera la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) ubicada en la provincia patagónica. ENSI es una sociedad estatal integrada en un 51% por la provincia de Neuquén y en un 49% por la CNEA. La clave de la negociación está en el canon que la CNEA pretende cobrarle a la provincia por el usufructo de la planta, según distintas fuentes. Desde la CNEA respondieron a este medio que la institución seguirá siendo la propietaria del activo.
Emplazada en Arroyito, la planta de agua pesada es la más grande del mundo en términos de capacidad de producción, pero dejó de producir en 2017 por falta de demanda interna y externa. Desde entonces se mantiene en estado de conservación.
Negociación
La CNEA es la propietaria de la PIAP, mientras que la operación, mantenimiento y gestión de la misma recae sobre ENSI. La negociación en curso involucra el traspaso de las acciones de la CNEA en ENSI y la cesión de las instalaciones por un período mínimo de 25 años a la provincia de Neuquén, a cambio del cobro de un canon a la provincia por el usufructo del activo durante ese período. La transferencia de las acciones a la provincia supone que Neuquén pasará a tener el pleno control de la gestión comercial de la planta. «Es una negociación en curso con varios detalles aún por definir», subrayó una de las fuentes.
Desde la institución científica nuclear confirmaron que el activo seguirá en manos del organismo, aunque declinaron en brindar detalles sobre la negociación en curso. «La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) mantiene un diálogo técnico permanente con la provincia de Neuquén para avanzar en la reactivación de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), que lleva más de ocho años sin actividad, y garantizar una operación eficiente. En este marco, se están definiendo las condiciones para un nuevo convenio que redefina el rol de ENSI y establezca un esquema de gestión que optimice el uso de la PIAP, siempre bajo propiedad de la CNEA«, respondieron oficialmente.
El traspaso de la operación, mantenimiento y gestión comercial de la PIAP a la provincia de Neuquén también supondría que la CNEA dejará de pagar los costos de la conservación del activo. La institución viene cubriendo la totalidad de las necesidades operativas de la conservación de la planta desde 2017, incluyendo el pago de salarios, insumos, energía eléctrica, gas natural, mantenimiento, laboratorios y cargas impositivas.
Desde el Ministerio de Planificación de Neuquén declinaron en hacer comentarios «hasta que no se llegue a acuerdos sobre el tema».
Canon y tecnología
La principal diferencia entre las partes es por el pago de un canon. La CNEA pretende cobrar el mismo a partir de la firma de contratos vinculantes entre ENSI y los clientes, pero la posición de la provincia sería abonar el canon cuando la planta efectivamente vuelva a producir agua pesada. Los trabajos para volver a producir agua pesada demorarían unos 24 meses y requieren de inversiones en el orden de las decenas de millones de dólares.
La negociación en curso también involucra cuestiones relacionadas al know-how tecnológico y operativo de la planta. Quienes conocen los pormenores del funcionamiento de la misma explican que la CNEA fue reduciendo a lo largo del tiempo el personal propio que tenía en planta, delegando en el personal de ENSI el manejo y conocimiento del activo.
Acuerdo para reactivar la PIAP
La negociación también se inscribe en el contexto de un acuerdo rubricado este año por la CNEA, ENSI y la provincia de Neuquén para avanzar en la reactivación de la PIAP. El mismo incluye una adecuación societaria de ENSI conforme al Decreto 70/2023, que establece la transformación de las empresas del Estado en Sociedades Anónimas.
En ese momento también se informó que se acordó avanzar en la convocatoria realizada por ENSI, a través de cartas de intención, a potenciales interesados en la adquisición de agua pesada.
La gobernación de Rolando Figueroa está buscando reactivar la producción de la PIAP a partir de la firma de contratos entre ENSI y clientes internacionales de agua pesada. Con ese objetivo fue que lanzó una convocatoria internacional para sonder el interés del mercado, obteniendo respuesta afirmativa de al menos cinco empresas no identificadas, según lo publicado por Diario Río Negro.
Agua pesada
La PIAP en Arroyito fue construida para proveer agua pesada para las centrales nucleares argentinas, las cuales utilizan uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante. La planta fue diseñada pensando en potenciales ampliaciones del parque nuclear argentino, por lo que cuenta con dos líneas de producción nominal de 100 toneladas anuales cada una. El gobierno nacional valúa la planta en más de 10.000 millones de dólares.
El diseño de esa capacidad en dos líneas condicionó la economía de la planta desde su inicio de operación en 1993, en la medida que no había demanda en el mundo para volúmenes tan altos. Sin embargo, esta situación comenzó a cambiar en los últimos años con la aparición de nuevas demandas industriales de agua pesada y la expectativa de construcción de nuevas centrales uranio natural y agua pesada en Canadá y otros países.
La canadiense Candu Energy fue hasta ahora la empresa más activamente interesada en rubricar acuerdos por la PIAP con CNEA. Las partes firmaron este año un memorando (MoU) según el cual Candu Energy asegurará el financiamiento para reactivar la planta. A cambio, la CNEA pagaría con la producción y entrega del agua pesada. Sin embargo, hasta el momento no se dieron pasos concretos en esa dirección.
El gigante chino BYD (Build Your Dreams), líder mundial en electromovilidad, inició formalmente sus operaciones en la Argentina. La compañía, con presencia en más de 100 países y seis continentes, desembarcó con estructura propia, como filial directa de su casa matriz, y con una estrategia de expansión que busca posicionarla como referente del mercado local de vehículos eléctricos e híbridos. La presentación oficial se realizó en el Centro Costa Salguero, en el pabellón 6.
“De parte de todo el equipo de BYD agradecemos profundamente el interés de quienes se acercaron a la marca durante la preventa. Queremos que cada cliente viva una experiencia simple, transparente y moderna, respaldada por una red oficial de servicio pos venta y la solidez de una marca global”, afirmó Bernardo Fernández Paz, director de ventas de BYD Argentina.
La compañía anunció los precios oficiales de sus primeros tres modelos para el país: los eléctricos BYD Dolphin Mini y BYD Yuan Pro, y el híbrido enchufable BYD Song Pro DM-i. Todos se encuentran disponibles en una red comercial inicial de once concesionarios y diecisiete puntos de servicio.
Una llegada con sello propio
“BYD viene como casa matriz a la Argentina. A diferencia de otras marcas, somos la propia compañía que decidió instalarse en el país con un proyecto regional y de largo plazo”, explicó Fernández Paz, quien destacó la decisión de operar directamente, sin intermediarios ni importadores.
La estrategia se apoya en cinco pilares: cero emisiones, cero ruido, autonomía competitiva, bajo costo de mantenimiento y tecnología inteligente al servicio del usuario. El objetivo es consolidar una propuesta de movilidad sustentable con precios competitivos y garantías extendidas.
Los tres modelos debutan con una garantía de seis años para el vehículo y ocho años para la batería y el motor. Los servicios de mantenimiento tienen un valor de $130.000 para el Dolphin Mini, $150.000 pesos para el Yuan Pro (cada 20.000 km) y $290.000 pesos para el Song Pro (cada 12.000 km).
Modelos y precios oficiales
• BYD Dolphin Mini GL: u$s22.990.
• BYD Dolphin Mini GS: u$s23.900.
• BYD Yuan Pro GL: u$s29.990.
• BYD Yuan Pro GS: u$s30.990.
• BYD Song Pro DM-i GL: u$s34.990.
• BYD Song Pro DM-i GS: u$s36.990.
Propuestas para tres públicos
El Dolphin Mini es un hatchback 100% eléctrico de cinco puertas y 3,78 metros de largo, con una autonomía de 380 kilómetros. Está orientado al uso urbano e incorpora pantalla multimedia giratoria, control remoto por aplicación, ingreso sin llave y un sistema de karaoke integrado.
El Yuan Pro es un SUV compacto de 4,31 metros, impulsado por un motor de 174 caballos y 290 Nm de torque. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y ofrece techo panorámico, cámara 360°, pantalla de 12,8 pulgadas y un interior modular adaptable.
El Song Pro DM-i combina motor eléctrico y térmico. Ofrece 100 km de autonomía eléctrica y más de 1.000 km combinados, con una potencia total de 237 caballos. Incluye cargador inalámbrico, portón trasero eléctrico y techo panorámico corredizo.
Con estas propuestas, BYD apunta a cubrir distintos segmentos del mercado local, desde la movilidad urbana hasta el uso familiar, apostando por la eficiencia y la reducción de emisiones.
Desafíos de la electromovilidad en el país
En el lanzamiento oficial, José Miranda Montecinos, director de marketing y comunicaciones para BYD en las regiones de Américas, Europa, Medio Oriente y África, señaló que la marca busca acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica en América Latina.
Explicó: “Con presencia ya en Brasil, México, Chile, Colombia, Uruguay y toda Latinoamérica, el inicio de operaciones en Argentina fortalecerá nuestra red regional y nos permitirá avanzar con mayor solidez en la misión de liderar la transición hacia la movilidad eléctrica en América Latina, ofreciendo vehículos de nueva energía accesibles, confiables y alineados con las necesidades locales”.
El ejecutivo subrayó que el contexto argentino representa tanto un desafío como una oportunidad. “En Brasil hay escasez de cargadores. Sin embargo, después de China, se convirtió en el país con más ventas de BYD. La infraestructura de recarga es similar a la de Argentina. Cuando llega la electromovilidad, se impulsa el desarrollo de la infraestructura. Nosotros no tenemos tiempo que perder. No esperamos a que haya infraestructura, impulsamos la oferta y buscamos que el Estado y los diferentes actores se sumen a un nuevo cambio de paradigma”, sostuvo.
Estrategia y expansión
BYD operará directamente con estructura local y abastecerá el mercado argentino desde su planta en Brasil. Según Miranda Montecinos, esa cercanía permitirá mantener precios competitivos y garantizar el suministro. Señaló: “Vamos a trabajar para ser el número uno en Argentina. Entendemos que este mercado es distinto a otros porque tenemos que vender con sistema de cuotas, pero con nuestra fábrica en Brasil buscamos ser competitivos y fuertes”.
El directivo agregó que la empresa ya analiza ampliar su gama de productos y eventualmente producir en el país. “Vamos a abastecer el mercado con nuestra planta de Brasil, pero si hay estabilidad y la demanda crece, podemos pensar en instalar una planta en Argentina. Somos ambiciosos”, dijo.
De izquierda a derecha: Stephen Deng, vicepresidente de BYD para América Latina; Bernardo Fernández Paz, director de Ventas de BYD Argentina; Audrey Li, directora regional y José Miranda Montecinos, director de marketing y comunicaciones para BYD durante la presentación oficial en Costa Salguero
En la primera etapa, la automotriz se beneficiará del régimen gubernamental que exime del 35% de arancel de importación a vehículos eléctricos o híbridos con costo FOB inferior a u$s16.000, lo que facilita precios más accesibles. Según la empresa, ya se registraron más de 1.500 reservas durante la preventa.
Proyección regional y próximos pasos
La compañía ya superó las 1.500 unidades vendidas en el país y prevé expandirse con fuerza en el Cono Sur. El plan comercial contempla consolidar su presencia en la Argentina y Chile, mientras Uruguay continúa como líder regional en ventas de la marca. En el corto plazo, BYD sumará nuevos concesionarios y ampliará la red de puntos de servicio, acompañando el crecimiento del mercado de autos eléctricos e híbridos en la región.
El desembarco local coincidió con una mayor apertura para las automotrices chinas. Marcas como Tank, MG, Chery y Geely también fortalecieron su presencia, aprovechando el régimen gubernamental que permite importar vehículos electrificados sin el arancel del 35% aplicable a los modelos fuera del Mercosur. El beneficio alcanza hasta 50.000 unidades anuales con costo FOB inferior a u$s16.000 dólares y ya tiene cupo aprobado para 2026.
A nivel mundial, BYD continúa expandiendo su liderazgo. En septiembre, la compañía quebró un récord de velocidad con uno de sus modelos deportivos, reforzando su imagen como referente global en innovación y tecnología. En la Argentina, durante el mes pasado, organizó una prueba de manejo en un reconocido centro comercial de la zona norte del Gran Buenos Aires, donde presentó su gama de vehículos a potenciales clientes y medios especializados.
“Con una red que se expande, una oferta cada vez más amplia y el respaldo de una marca global, BYD busca consolidar la movilidad eléctrica en la Argentina y contribuir a un transporte más limpio y eficiente en la región”, concluyó Miranda Montecinos.