domingo, 17 agosto, 2025 - 8:16 am

Palermo Aike, “la hermana menor de Vaca Muerta”

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La gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, firmó un memorando de entendimiento con representantes de las empresas YPF y CGC que permitirá comenzar con la perforación en la formación de Palermo Aike, conocida como “la hermana menor de Vaca Muerta”, la cual podría contener recursos equivalentes a 10.000 millones de barriles.

Ubicada en el sur de esa provincia, el lugar es una extensión de 12.600 kilómetros cuadrados y tiene similitudes geológicas con el conocido yacimiento petrolífero.

Según lo que precisaron fuentes cercanas a la mandataria, el acuerdo en cuestión, que involucra a entes nacionales, provinciales y del sector hidrocarburífero privado, permitiría posicionar la formación en el panorama mundial.

Con la firma de Alicia Kirchner, Pablo González, presidente de YPF, y Hugo Eurnekian, titular de CGC, se estableció que se podrá dar inicio a las tareas de exploración en Palermo Aike, la segunda formación no convencional más importante del país y la cuarta reserva de crudo del mundo.

Hugo Eurnekian, titular de CGC, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y Pablo González, presidente de YPFHugo Eurnekian, titular de CGC, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y Pablo González, presidente de YPF

Situada en la Cuenca Austral, más precisamente en la ciudad de Río Gallegos, en esta formación ya se comprobó la existencia de hidrocarburos en un área mayor, por lo cual en dimensiones podría competir con Vaca Muerta, siendo la real diferencia el contenido orgánico total, es decir, la calidad de roca. Sin embargo, para confirmar esto con exactitud es necesario que se hagan las primeras perforaciones.

El proyecto que llevarán adelante YPF y CGC posibilitará, además de un desarrollo en la zona, generar trabajo para empresas de la región, empleo y progreso en la Patagonia, por lo que las autoridades locales consideraron que es una oportunidad estratégica para ampliar la frontera no convencional a otros ámbitos geográficos del país.

“Tengo la misión de conducir este gobierno. Pero no solamente hay que tener responsabilidad en la misión, sino fundamentalmente visión. Y si no tenemos esa visión para crecer, somos simplemente una administración”, sostuvo Alicia Kirchner al respecto.

La gobernadora señaló que “en algún momento” la provincia podría ser “exportadora al mundo y eso se hace cuando se tiene visión y se trabaja articuladamente”, aunque aclaró que “no es apretar un botón y que al otro día esté todo resuelto”.

El proyecto posibilitará, además de un desarrollo en la zona, generar trabajo para empresas de la región, empleo y progreso en la PatagoniaEl proyecto posibilitará, además de un desarrollo en la zona, generar trabajo para empresas de la región, empleo y progreso en la Patagonia

“Eso exige también la mirada permanente del trabajo, de la coordinación, organización, y dejar los egos de lado porque seguramente producción de barriles vaya incrementándose, los que dimos este paso hoy estemos en cualquier otra actividad, salvo las empresas que seguirán trabajando”, agregó.

Por último, la mandataria les agradeció a los representantes de las compañías involucradas haber aceptado el desafío y pidió que se tenga en cuenta que la “política pública la escriben los gobiernos que apuestan al desarrollo”.

“Los gobiernos que no apuestan al desarrollo hacen políticas inmediatistas que sirven para una gestión y nosotros queremos hacer geopolítica en grande y no solamente colocar a Santa Cruz dentro del escenario de la Argentina, sino también queremos extenderla a otros escenarios porque es la manera de crecer y desarrollarnos. Misión y visión, geopolítica, pensemos que es el salto que tenemos que dar y como santacruceños y santacruceñas lo vamos a dar”, finalizó.

Las fuentes de energia que desaprovecha la Argentina: La experiencia de Misiones

Reproducimos y comentamos una interesante nota del blog de Carlos Andrés Ortiz, Mgtr. en Desarrollo Económico, sobre la experiencia energetica en la provincia de Misiones y sus lecciones para nuestro país.
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Sin duda mucho se avanzó si se analiza la realidad actual de esta pequeña y muy pujante provincia, con el cuadro de múltiples y acuciantes necesidades que eran el marco crónico del marginado Territorio Nacional en el cual un destacado grupo de bien intencionados y destacados ciudadanos bregó por la provincialización, teniendo además el gran objetivo de lograr el desarrollo socio económico y la integración efectiva de Misiones con el territorio nacional.
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El centralismo portuario, de mentalidad unitaria con leve barniz federal y mediocres concepciones de la Defensa Nacional, nos había condenado a la marginación total, sobre todo en épocas de gobiernos liberales / oligárquicos, a los que solo les importó excluyentemente la Pampa Húmeda.
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Eso era muy acentuado, sobre todo mientras fuimos solo un Territorio Nacional, con el gobernador de turno designado por el Poder Ejecutivo Nacional.
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Las carencias de infraestructura eran muy acentuadas, en todos los órdenes. El Sector Eléctrico no era una excepción, siendo muy limitado y de muy baja calidad en toda la provincia, e incluso hasta avanzados los años ’60, el servicio se prestaba pocas horas al día en casi todas las localidades, y en la capital provincial, los cortes del servicio eran cosa diaria, por las limitaciones de Potencia Instalada de la pequeña usina, que funcionaba en un galpón cerca del puerto, aproximadamente donde hoy se levanta el monumento al Papa Juan Pablo II.
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Había otras serias carencias en Misiones: faltaban caminos pavimentados en el propio territorio como tampoco teníamos conexiones asfaltadas que nos conectaran con las otras provincias, y en las prolongaciones del Estero Del Iberá, las Rutas Nacionales 12 y 14 se volvían casi intransitables, con muchos camiones con y sin acoplados enterrados hasta los ejes y bloqueando el camino cuando llovía; el viaje a Capital Federal en ómnibus, como “un gran logro” tardaba 24 horas (antes incluso tardaba bastante más, e incluso más atrás en el tiempo no había servicio directo de Misiones a Buenos Aires), disponiendo la empresa del auxilio de grandes tractores que remolcaban los ómnibus en los tramos de barriales bravos; la Mesopotamia carecía de puentes y túneles que la conectaran con el resto de nuestro amplio territorio, y cruzar el Paraná en balsas era una odisea que demandaba horas e infinita paciencia.
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Carecíamos de Universidades y de institutos de ese nivel educativo; antes de los años ’60, la importancia relativa de las poblaciones de Misiones se evaluaba si tenían o carecían de escuelas secundarias, que eran muy pocas; según referencias verbales, el sistema sanitario de complejidad se centraba en la capital provincial y poco más, con escasas ambulancias para cubrir toda la provincia y poco o inexistente equipamiento de alta complejidad. La única red de agua potable solo abarcaba el centro (las “cuatro avenidas”) de la capital provincial, brillando por su ausencia en todas las otras localidades.
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Los aeropuertos de Posadas e Iguazú eran de pistas terradas, lo que limitaba los aviones que pudieran operar, a los robustos DC3 de la Segunda Guerra y luego a turbohélices relativamente pequeños, e incluso en los años ’50, la única conexión aérea con Buenos Aires se hacía utilizando uno o dos hidroaviones cuatrimotores comprados por Argentina como rezagos de la Segunda Guerra, los que debían acuatizar enfrente del pequeño puerto, con riesgos evidentes para abordar y bajar a tierra, lo que incluso costó la vida de un operario de mantenimiento, al que no se pudo auxiliar pues Prefectura solo operaba desde la costa, seguramente por carencia de elementos; y el listado de las limitaciones en aquellos años de más de medio siglo atrás no se agota.
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Por largo tiempo, las serias carencias energéticas fueron el más negativo factor retardatario del desarrollo socio económico de Misiones. Era conocido que no se podían radicar industrias si no invertían en su propio grupo electrógeno, e incluso los supermercados debían disponer de autogeneración.
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El Sistema Interconectado Nacional era de muy reducidas trazas, y estaba muy lejos de Misiones, por lo que hasta que estuvo operativa la Hidroeléctrica Yacyretá, era casi utópico pensar integrarnos a ese sistema. Incluso esa gran central, inicialmente no estaba conectada a Misiones, y costó muchas negociaciones que “nos tiraran un cable” con un trafo, en los escasos 60 kilómetros que separan a esa central con Misiones.
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Con el mismo perfil de unitarismo soberbio y descarnado, el proyecto inicial de la Hidroeléctrica Corpus, no preveía ningún trafo ni interconexión alguna en Misiones, lo cual es aberrante. Cabe señalar cuatro medidas de neto perfil apátrida liberal, que perjudicaron mucho a las provincias alejadas del núcleo geográfico del poder, y en particular a Misiones.
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A – La desarticulación de la Flota Fluvial del Estado y la desaparición intencional del flete fluvial, este último casi seguro como imposición del Plan Larkin, para incentivar el flete carretero, que se afirmó era una de las condiciones para las instalaciones de fábricas de camiones livianos y medianos en Argentina.
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B – Los brutales cierres de ramales ferroviarios, esto en dos etapas: la del citado Plan Larkin a fines de los años ’50 y comienzos de los ‘70; y luego el desenfreno neoliberal con cierres masivos de ramales ferroviarios. Con esto Misiones pasó a depender exclusivamente del costoso flete carretero, anulándose también las económicas conexiones ferroviarias para el transporte de pasajeros.
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C – La eliminación del precio uniforme de los combustibles en todo el territorio nacional, con lo cual las provincias alejadas, como Misiones pasaron a tributar una suerte de “impuesto encubierto a la distancia”.
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D – La extranjerización de Aerolíneas Argentinas, a cuya consecuencia, de 23 frecuencias semanales, Posadas llegó a tener menos de un vuelo diario; y de aviones en buen estado, se pasó a aviones arrendados en regular estado de conservación y peor mantenimiento, lo cual ocasionó la caída de uno de ellos, con lamentable pérdida de vidas humanas.
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Volviendo al tema energético, lejos en el tiempo, algunos colonos con mucha iniciativa y conocimientos técnicos, implementaron pequeñas usinas hidroeléctricas para abastecer sus actividades industriales, como los establecimientos procesadores de yerba mate.
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Pensando en hidroeléctricas mayores para el abastecimiento provincial, posiblemente las primeras y embrionarias acciones fueron intentadas por el muy activo y prolífico gobierno provincial de César Napoleón Ayrault, en años del desarrollismo. A nivel de idea, sin poder avanzar por la falta de líneas de Transmisión, se pensó en una hidroeléctrica lo más cercana posible a Posadas, pero el sur provincial es el menos apto para ese tipo de obras, por ser zona de transición entre las serranías al norte y las planicies al sur.
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En el contexto de extrema pobreza energética, como una inversión de transición, se compraron cuatro grupos electrógenos Sulzer, de tipo Diesel, montándose una pequeña usina de poco más de 10 MW en Posadas, la que, en comparación con la preexistente, parecía enorme, por lo que en forma grandilocuente fue llamada “super usina”.
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Ya en la segunda mitad de los años ’60, Paraguay consiguió financiación para la Hidroeléctrica Acaray, pero para viabilizarla debía contar con el mercado consumidor, que el por entonces bajo consumo interno de la hermana república, no aseguraba. Fue entonces que -casi providencialmente- Misiones obtuvo financiación blanda para construir el Sistema Interconectado Provincial, que se abasteció con energía hidroeléctrica de ANDE (Paraguay), provista por Acaray. El convenio original aseguraba la provisión de energía eléctrica por 10 años, los cinco primeros en volúmenes crecientes, y los últimos decrecientes hasta cesar por completo.
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En los cinco primeros años, Misiones debía construir su propia central hidroeléctrica, con cuya energía reemplazaría la provista por Acaray, y a tal efecto en tiempo breve estuvo listo el Proyecto Hidroeléctrico Piray Guazú, que luego sería redenominado Piray Guazú 3.
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Había plena coincidencia en Misiones, por esos años, en la necesidad y conveniencia de concretar esa obra hidroeléctrica u otra, que abastecería las necesidades eléctricas provinciales de ese momento y del previsible incremento de la demanda de algunos años.
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Pero la por entonces pequeña economía provincial con su reducido presupuesto de limitados ingresos, resultaba insuficiente para avalar el necesario crédito blando externo que se intentó conseguir. Consecuentemente, se solicitaron los avales del Gobierno Nacional, el cual derivó el tema a la Secretaría de Energía de La Nación.
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¡Y entonces aparecieron, solapados pero visibles, los múltiples tentáculos al servicio de los poderosos intereses vinculados con la termogeneración, los cuales involucran no solo los lobbies de sector petrolero (por entonces vinculado a las importaciones de crudo, ante la insuficiencia de la producción nacional para abastecer todo el mercado interno)!
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También de algún modo, fueron y son omnipresentes, los intereses vinculados a las cuantiosas operaciones de importaciones de equipos termoeléctricos y sus repuestos, a los costosos fletes de los combustibles, así como los servicios de especialistas energéticos, importadores y otros, vinculados o dependientes del mantenimiento de la preeminencia de la generación termoeléctrica (la que quema petróleo, gas o carbón).
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Bajo el argumento de buscar mayor eficiencia al invertir en una hidroeléctrica, la Secretaría de Energía de la Nación, exigió sucesivamente nuevos estudios, lo cual insumió valioso tiempo, en el cual bien pudo estar construida el Proyecto Piray Guazú original, el cual se habría pagado solo con su generación.
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De esa forma se completaron sucesivamente siete proyectos hidroeléctricos, en un proceso de esfuerzos que pude conocer directamente, trabajando en la Gerencia Técnica de la Dirección General de Electricidad, en la cual, con esfuerzos y capacidades técnicas, se suplía la escasez de recursos y de tecnología. Por ejemplo, los planos que hoy se hacen computarizados, eran dibujados a mano.
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El séptimo proyecto, el de Urugua-Í resultó ser el de mayor potencia factible de construirse en los muchos cursos de agua interiores de esta provincia, bendecida por la naturaleza con ese abundante recurso.
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Se formó una comisión tripartita, con representantes de la Secretaría de Energía de la Nación (SEN), EMSA (la empresa eléctrica provincial) y la Dirección General de Construcciones Eléctricas (DGCE, esta última con tres componentes, los experimentados ingenieros Robin y Lombardini, y quien suscribe).
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El objetivo de máxima que teníamos era aprobar las construcciones de dos hidroeléctricas, Urugua-Í y Piray Miní 2 – llamado cruce Ruta 20. EMSA tenía mentalidad pro termoeléctrica, al igual que los altos niveles de la Secretaría de Energía, buscando la aprobación de instalar un ciclo combinado de 60 MW (el primero en Argentina de esa tecnología), y otro térmico de mayor potencia.
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Después de largas y ríspidas jornadas, se logró imponer el proyecto Urugua Í, pero no el Piray Miní 2, el cual se reemplazó por el ciclo combinado, del cual jugó a su favor que podría instalarse en el corto plazo. Ya antes, se habían instalado en Posadas dos turbinas de gas (de muy altos consumos), una Braun Boveri usada, de poco más de 10 MW teóricos, y después una nueva, Hitachi, de 20 MW, que pronto resultarían insuficientes ante el crecimiento de la demanda eléctrica provincial.
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Luego de esas arduas negociaciones, pese a aprobarse Urugua-Í, en un informe posterior de la SEN, por un supuesto “error”, se omitió incluir a Urugua Í, lo cual fue reclamado formalmente por la provincia.
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El Plan Energético Provincial fue aprobado en 1980, pero el tiempo seguía pasando, jugando con ello a favor de los equipos térmicos, de más rápida instalación, pero costos operativos mucho mayores.
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Con la vuelta de la democracia, el gobernador Barrios Arrechea logró comenzar Urugua-Í, en 1985.
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Esta hidroeléctrica, de 116 MW de potencia, tenía una capacidad equivalente al 120 % de la demanda provincial al momento de su aprobación, y con su puesta en funcionamiento, logró terminar con el monopolio termoeléctrico, de costosa generación, que incluía altos costos paralelos, como los del transporte de combustible, de 1.000 Km en camiones.
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Alrededor del año 2000 se estudió el 8º proyecto hidroeléctrico en cursos de agua interiores, en este caso el Túnel del Urugua-Í, que aportando caudal permitirá triplicar la Generación Media Anual de esa hidroeléctrica, proyecto que el gran experto mundial de generación hidroeléctrica, el Dr. Ing. Giovanni Lombardi, consideró totalmente factible.
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Antes, se había comenzado a construir la mega hidroeléctrica binacional Yacyretá, proceso que tuvo muchos avatares y demoras, siendo evidente que hubo intereses creados que pretendían dejar la obra sin terminar, sin las obras necesarias en ambas márgenes como las defensas costeras y otras de tipo urbanístico, por lo cual funcionaba a una cota 5 o 6 metros menor, lo que produjo desgaste acelerado de las turbinas por el fenómeno de cavitación.
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Con la derrota electoral del neoliberalismo en 2003, el nuevo gobierno tomó la decisión de terminar Yacyretá incluyendo un amplio plan de mejoras urbanísticas muy acentuadas en las localidades vinculadas a la nueva cota del río, en ambas márgenes, lo cual se hizo exitosamente, pasando la central a generar a la cota de diseño, y las transformaciones de Posadas, Encarnación y otras localidades en ambas márgenes, fueron muy positivas, concretándose obras que de otra forma tal vez nunca se habrían concretado…ni soñado.
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El mérito principal de esa exitosa terminación, correspondió al entonces Ministro de Planificación, Arq. Julio De Vido, y al Director Ejecutivo de Yacyretá, Arq. Oscar Thomas, quienes claramente se sobrepusieron a las presiones del establishment termoeléctrico, que sutilmente pretendía dejar inconclusa la monumental obra, y a las localidades vinculadas sin las necesarias compensaciones en infraestructura.
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Pero el establishment ultra conservador que tras bambalinas busca impedir el desarrollo, castiga con persecuciones a quienes no se allanan a sus presiones, costándole encarcelamientos claramente vengativos, a los dos responsables de la exitosa terminación de Yacyretá.
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Entre muchas iniciativas positivas concretadas recientemente, cabe destacar la inversión en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Posadas, restando instalar la manga de acceso y otras mejoras menores; siendo además muy importante que hayamos vuelto a tener un puerto operativo en esta capital y el renacimiento de los fletes fluviales, lo que tiene enorme importancia estratégica y gran potencial multiplicador.
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Faltan completar las autovías, en los tramos Paso De Los Libres – San José, terminar el tramo parcialmente hecho de San José – Posadas, y completar lo restante del largo tramo Posadas – Iguazú. Pero la gran obra a concretar, es la Hidroeléctrica Corpus, que asegurará la provisión por largo tiempo, de Energía de Base, económica, limpia, y con gran efecto multiplicador, incluyendo en ello las importantes regalías que debe percibir esta provincia.
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Claro que habrá que enfrentar al poderoso lobby pro termoeléctrico, el cual tiene como funcionales fuerzas de choque, a entusiastas y desinformados ecologistas, además de militantes difusores del ecoterrorismo, como son los ecólatras y puntuales ecópatas proclives a acciones de fuertes impactos mediáticos, en las que la verdad y las fundamentaciones sólidas brillan por sus ausencias.
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¡Pero el desarrollo socio económico bien vale el esfuerzo para concretar esta muy importante obra, de gran significación geopolítica, social y económica!
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MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
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La increíble red interna de ríos y arroyos de Misiones, tan subexplotada a fecha de hoy.
Carlos Andrés Ortiz
Opinión de AgendAR: El texto que antecede a este comentario es un buen resumen de la historia energética misionera, pero también una metáfora de la del resto del país desde la posguerra a hoy. Eso, a condición de que el lector reemplace mentalmente la fuente más evidente y desaprovechada de electricidad limpia y de base de Misiones (el agua) con la del resto de la Argentina e igualmente desaprovechada (el átomo).
 
Electricidad «de base» significa disponible a potencia nominal (es decir máxima) del equipo generador 24×7 todo el año, deducido el tiempo de reparaciones o mantenimiento. No es lo típico de las fuentes intermitentes, como el sol, o de las intermitentes y además impredecibles en tiempo real, como el viento.
 
A diferencia del país, árido en el 70% de su superficie y con pocos grandes ríos aprovechables por caudal, caída o ambas cosas, Misiones es la provincia potencialmente más hidroeléctrica de la Argentina.
 
Ecológicamente es un fragmento de la Mata Atlántica brasileña, que hasta la posguerra fue la segunda mayor selva tropical del mundo después de la Amazónica. La Mata Atlántica sufrió una deforestación prácticamente terminal durante todo el siglo XX para obtener tierras de cultivos industriales, entre ellos la caña de azúcar en Brasil y la aquí inevitable soja, pero en Misiones también el tabaco, el té y fundamentalmente, los pinares implantados por Papel Prensa y otras pasteras.
 
Hoy la provincia tiene más de 800 ríos y arroyos mapeados, en general garantizados -salvo por super-sequías excepcionales como la de 2019-2022-, por el mayor régimen pluvial anual del país, de 1700 a 2200 mm./año. Incluso los arroyos medianos en caudal son explotables por sus grandes desniveles de naciente en las serranías del Norte provincial.
 
Sumando represamientos de tamaño mediano y grande, Misiones debería ser una provincia netamente hidroeléctrica. Lo empezó a ser recién cuando el gobierno de Néstor Kirchner encaró la finalización de Yacyretá, obra que estuvo más tiempo detenida que activa mientras duró, y conectó la represa al centro del país por tres líneas de alta tensión. ¿Pero y con Misiones, qué?
 
La conexión de Yacyretá por líneas de media tensión con la vecina Misiones -con su capital a sólo 60 km. aguas arriba de la represa- sucedió mucho después y tras no poca lucha contra la Secretaría de Energía de La Nación. Ésta prefería que una provincia sin hidrocarburos, y además la de mayor densidad demográfica del país por superficie, dependiera de centrales térmicas a gas y diésel, aunque todo eso debiera llegar a la provincia por agua y carretera.
 
Por eso AgendAR coincide bastante con la visión histórica del autor de las líneas precedentes, el ing. Carlos Andrés Ortiz. En el resto de la Argentina donde no es posible la hidroelectricidad, ya sea porque los ríos son pocos, o de escaso caudal, o de poca pendiente, o sencillamente no existen, fue siempre la Secretaría de Energía la que trató de que los hidrocarburos fueran la única forma posible de electricidad de base, es decir disponible 24×7.
 
Por este tipo de cosas Misiones, que habría podido ser enteramente hidroeléctrica desde el 10 de diciembre de 1953, cuando abandonó el status de Territorio Nacional y se volvió provincia, ha vivido casi todo el siglo XX y parte del XXI con «islas de electricidad» en algunas ciudades e ingenios, o bien en red pero racionada a pocas horas por día, o en apagón, o directamente sin red eléctrica ni planes de que la hubiera alguna vez.
 
Yacyretá es un mega-cerramiento del Paraná diseñado en 1926 durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, decidido en 1976 y comenzado recién en 1983 durante el Proceso. Ya en 2006, tiempos de Néstor Kirchner, operando con el embalse deliberadamente medio vacío y a sólo el 60% de la capacidad de generación instalada, Yacyretá iba camino de volverse otra obra de energía eternamente incompleta.
 
No se podía elevar 7 metros el pelo de agua del lago a su cota de diseño de 83 metros de altura sobre el mar por falta de obras costeras de defensa. Pero con la economía creciendo al 8% anual, como sucedió tras la caída del presidente Fernando de la Rúa, la demanda industrial y domiciliaria era enorme y el país vivía entre apagones.
 
Aún haciendo las obras complementarias a la represa, había trabajo de sobra para defender 500 km2 más que se inundarían. Había por ende que terminar de relocalizar a 80.000 personas remanentes en sus hogares, y reconstruir rutas, puentes, aeropuertos, líneas de alta tensión y puertos inundables en zonas más altas, básicamente en ciudades costeras como Encarnación en Paraguay y Posadas en Argentina.
 
Además, el hecho de funcionar con el pelo de agua a 7 metros debajo de su nivel de diseño hacía que las 20 turbinas Kaplan de 278 toneladas originales operaran con baja presión hidrostática y formando burbujas de cavitación. Esto hacía vibrar excesivamente las enormes piezas y la cavitación -fenómeno destructivo para cualquier metal- causó el desgaste prematuro de sus superficies. Tres deben ser sustituídas. Cada una de estas 20 genera 160 MWe, a capacidad nominal.
 
Yacyretá protagonizó varios sucesivos actos de inauguración, función de gran importancia política en Argentina, donde todo se funda muchas veces aunque no funcione. Pero mirando las cosas como fueron, son y serán, no cuentes totalmente con Yacyretá para electricidad de base. Parece una herejía, pero es la realidad histórica, y el futuro climático. Que ya empezó.
La situación de entregar potencia por debajo de la de diseño se prolongó desde la primera inauguración oficial de Yacyretá por parte de Carlos Menem, en 1994, hasta 2011, cuando la capacidad instalada llegó por fin de los 2100 MWe del debut a los 3200 MWe actuales previstos en la ingeniería original. Para lo cual el gobierno de Cristina Fernández tuvo que desembolsar U$ 500 millones adicionales.
 
A todo esto, y sumando demoras y renegociaciones de contratos, el costo inicial presupuestado de Yacyretá se había ido de U$ 1500 millones a U$ en 1976 a 11.500 millones sin las obras complementarias a cargo de CFK. De esa cifra, U$ 1.000 millones fueron costos de consultoría y U$ 7000 millones, costos financieros (sic).
 
U$ 3500 millones desaparecieron misteriosamente del balance contable completo y direcamente no se sabe en qué se gastaron. Pero además -éste es la máxima- U$ 9700 millones de deuda e intereses debieron haber sido aportados por el país copropietario y socio del emprendimiento, Paraguay, cosa que no sucedió jamás.
 
De modo que todo esto lo pagó la Argentina. En 2018 fracasó en el Parlamento Argentino un intento del presidente Mauricio Macri de condonarle el 100% de esta deuda a su par Horacio Cartés, presidente del Paraguay, un «vamo’ y vamo'» que habría terminado con ambos presidentes en chirona en dos países con justicia independiente. Sucedió en ocasión de renegociarse el tratado diplomático base de la Entidad Binacional Yacyretá que administra (es un decir) las obras.
 
Puesto que hay que poner tres turbinas nuevas de 90,2 MWe cada una en el cerramiento de Añá-Cuá y cambiar por nuevas unidades 3 de las 20 de 160 MWe del cerramiento principal, debía renegociarse el tratado original. Además, Argentina solía cobrarse en electricidad, ya que en teoría ésta se divide 50 u 50%, pero Paraguay (poco poblado y sin industrias) sólo se quedaba el 13%. Sin embargo, el tiempo y la demografía ahora implican una mayor demanda paraguaya y Cartés aprovechó para pedir la condonación total de la deuda.
 
Macri quiso otorgarla, pero tuvo el desatino de hacerlo justamente en el momento de 2018 en que la nueva deuda externa argentina garantizada en dólares y ley extranjera por su mismo gobierno alcanzó valores de défault, es decir se volvió oficialmente impagable. Por ello el Congreso no firmó ese acto de generosidad unilateral, o más probablemente se olvidó de hacerlo. La justicia federal argentino prefirió ajustarse mejor la venda y olvidarse de la espada.
 
Desde que se terminó la conexión a Yaycyretá con una sencilla línea de media tensión y el transformador más difícil de instalar de la historia, por las insólitas demoras, Misiones tiene electricidad de base libre de hidrocarburos por primera vez.
Libre de emisiones de carbono no va a ser nunca, y en esto me permito diferir con Ortiz y otros cultores de la hidroelectricidad. Sucede que éste es un lago caliente y «de baja densidad eléctrica», mucha superficie y generación comparativamente escasa, en el que el agua emite mucho dióxido de carbono por la temperatura de casi toda la masa acuática y la voraz descomposición bacteriana de las algas y de la vegetación muerta del fondo.
 
Pero para Misiones, haberse podido conectar a Yacyretá podría ser un «game changer»: la disponibilidad de potencia de base, disponible 24×7 a año casi completo, eleva un techo de fierro para la instalación de industrias electrointensivas.
 
Ese techo se mantuvo bajísimo e incólume durante todo el siglo XX, y su ruptura es condición necesaria pero no suficiente para que la provincia deje atrás una economía agroforestal extractiva, monopólica, de bajo valor agregado y poco distributiva. Si a la electricidad ahora por fin disponible no se le añade un plan industrial y a éste una plataforma educativa pública muy fuerte, no pasa nada.
 
Entre 1994 y 2011, Misiones era el caso paradigmático en la arquitectura semicolonial del Sistema Argentina de Interconexión, en el que algunas provincias tienen panadería propia pero se mueren de hambre porque los pebetes se comen en la Reina del Plata.
 
Misiones producía electricidad relativamente limpia y poco fluctuante para las megalópolis de la llanura chacopampeana, pero sólo se quedaba con los daños de relocalización forzada de pobladores y de infraestructura, y con los estragos en la pesca costera de especies migratorias (surubíes y dorados), y los nuevos problemas en saneamiento y acceso a agua potable producidos por el embalse.
 
El federalismo eléctrico argentino funciona así. ¿Qué parte de la hidroelectricidad de las 6 represas de la cuenca del Comahue se consume en Neuquén o Río Negro, provincias despobladas y casi libres de industrias? Prácticamente nada. Va casi toda por líneas de alta tensión hasta el AMBA. Pero al menos las represas en zonas montañosas rara vez presentan problemas locales.
 
La única represa patagónica que genera electricidad que se queda en zona es la chubutense de Futaleufú, cuyo producto se usa para reducir bauxita en la planta de aluminio de Aluar, en Puerto Madryn. Ese pequeño escalón de valor agregado diferencia a Chubut de otras provincias reducidas a ser colonias energéticas de la región central del país.
 
El embalse de Yacyretá es el mayor lago artificial del país por superficie (1600 km2), pero es poco profundo: cubrió con entre 21 y 25 metros de agua un paisaje irregular lleno de vegetación selvática no removida que terminó inundada y se va pudriendo, es relativamente caliente todo el año, tiene ciudades costeras importantes cuyas cloacas desaguan en él, y durante las olas de calor es propenso a la floración de algas cianófitas que le dan un gusto insufrible al agua, sin importar cuánto se invierta en su potabilización, y que cuando se mueren son comidas por bacterias que emiten dioxido de carbono y metano. Es una solución, pero también un problema.
 
Para ponerse en situación, Argentina tiene un único lago mayor que el de Yacyretá, el Argentino, en la cordillera de Santa Cruz, con 1850 km2. Pero es natural (se formó hace 18.000 años sin tener que desalojar a nadie con la Gendarmería), es glaciario, llega a 850 metros de profundidad, está casi deshabitado, y el agua de deshielo es imputrescible, aún con su carga de sedimento glaciario, por lo fría y profunda. En suma, éste lago atrae a una parte sustancial del millón de turistas extranjeros que recibe el país: es una solución, no un problema. Y la construyó la señora Geología, sin costos para el país. Ni financieros. Ni de consultoras.
 
El de Yacyretá fue un problema hasta en términos ingenieriles, porque si bien aprovecha el desnivel de 25 metros de los viejos rápidos de Apipé, hoy tapados por el agua, tiene una sola orilla elevada y de piedra sobre Corrientes. La orilla paraguaya es de barro y sin relieve, de modo que el lago inundó cantidad de tierras inundables en ese país, que fueron compradas ad-hoc y a precio vil por los jerarcas del Partido Colorado para que el financista de obra (el Banco Mundial, cuándo no) les pagara grandes indemnizaciones. Que a su vez terminó repagando la Argentina, pero esa historia va después.
 
Salvo por la orilla correntina de Yacyretá, el represamiento tiene todas las contras de los ríos de llanura, materia de la cual si la URSS todavía existiera podría dar cátedra, y Brasil la da hoy en la planicie amazónica. Para que el nuevo embalse no inundara una quinta parte del Paraguay, en el caso de Yacyretá hubo que inventarle al Paraná una orilla artificial de 60 km. de longitud y 44 metros de alto.
 
El lago tiene otros problemas más inesperados, especialmente con las grandes fluctuaciones de nivel por la alternancia climatológica cada vez más frecuente y potente de oscilaciones «Niño» o «Niña», vinculadas a su vez al recalentamiento global.
 
Son variaciones de lluvias y de caudales fluviales que se salen por mucho de los prolijos registros del Servicio Meteorologico Nacional y del Instituto Nacional del Agua a lo largo del siglo XX. Muestran una nueva realidad climática cuyos límites y medias todavía no se disciernen porque parecen en evolución desfavorable, y además rápida.
 
Hoy, en años «normales» (algo cada vez menos frecuente) Yacyretá suministra hasta el 22% del fluído eléctrico circulante en el Sistema Argentino de Interconexión (cifra de 2017, año récord de turbinamiento de agua del enorme embalse. Pero en la seguidilla de años de sequía y variante de la «Superniña» de 2019 a 2022, el fondo del Paraná se volvió caminable por primera vez en tiempos historiográficos, y en 2021 Yacyretá estaba operando al 33% de capacidad por falta de agua turbinable.
 
Aunque están regulados por lluvias monzónicas en sus nacientes, nadie esperaba que nuestros dos ríos verdaderamente gigantes por caudal histórico medido durante más de un siglo, el Paraná y el Uruguay, mostraran que tal vez no son recursos realmente de base. Al menos no en años de Niña intensa, y menos con tres años así al hilo. Hasta los que venimos hablando del costo del cambio climático para el país desde los ’80 nos quedamos asombrados.
 
Por lo demás, el hecho de que al lago de Yacyretá hubo que fabricarle una «orilla dura» artificial elimina casi totalmente su capacidad de almacenamiento en años húmedos, o «de Niño». Si el caudal es excesivo, hay que tirar agua sin turbinar por el vertedero. No hay modo de acumularla a espera de usarla en años secos. La geografía impone esas rigideces a la ingeniería hidráulica.
 
Esto lleva a esa vieja verdad soviética, redescubierta una y otra vez por Brasil en lo que va de este siglo: construir represas en zonas de llanura es carísimo, y a veces crea más problemas de los que resuelve. Por eso sobre el mismo río Paraná, sólo 400 km. aguas arriba de Yacyretá y con igual caudal a gestionar pero sobre una caída de 120 metros, Brasil ostenta la represa de Itaipú, que está en una zona más serrana y por ende permitió instalar 20 turbinas de 700 MWe cada una, que suman 14.000 MWe, sin tener que construir ninguna orilla artificial, y eso en un lago de 1400 km2.
 
Eso es lo que se llama un lago «de alta densidad energética». Hasta la construcción de la central de las Tres Gargantas sobre el Yangtsé en China, Itaipú fue la mayor central del mundo, y sigue siendo la más productiva.
 
Hay que aprovechar la geografía, más que combatirla o remediarla. Es lo que se hizo con la otra gran obra hidroeléctrica a la que se conecta Misiones, que es la mucho más pequeña represa de Urugua-í. Con un lago de aproximadamente 90 km2 y 77 metros de profundidad encajado firmemente entre laderas de piedra, esta obra almacena mucha agua y aprovecha bien las variaciones estacionales o de largo plazo del arroyo Urugua-í.
 
Es un lago «de alta densidad energética». Con apenas dos turbinas de 60 MWe logra ha llegado a producir hasta el 38% de la demanda eléctrica provincial. Y con las obras complementarias del túnel Urugua-í, que aportan al lago agua de otros arroyos, al momento de inaugurarse este conjunto, logró superar en un 20% el consumo eléctrico misionero.
 
Al no tratarse Urugua-í de una obra binacional, a lo sumo hubo que lidiar con la corrupción de las constructoras y operadoras locales (básicamente, el grupo SOCMA), que logró triplicar el costo de construcción, pero no -como en el caso de Yacyretá- multiplicarlo por siete, hazaña imposible incluso para la Argentina, y que requirió del concurso del Partido Colorado y el Banco Mundial. Con Urugua-í, por el contrario, no hubo necesidad de erradicar ciudades o poblaciones, ni de pagar resarcimientos siderales a habitantes de la zona.
 
Obra sensata, Urugua-í sufrió todo tipo de ataques por los ecologistas argentinos de los cuales Yacyretá, gran paradoja gran, estuvo bastante más exceptuada. Gente bienintencionada y falta de información tecnológica, en su mayoría, los ecologistas, pero hay agrupaciones multinacionales famosas -en realidad, son empresas- a las que Ortiza llama «ecópatas». Y le tomo ese hallazgo. Buena síntesis.
 
Todo lo cual me lleva a entenderme razonablemente bien con el ing. Carlos Andrés Ortiz. Comparto algo de su entusiasmo por la hidroelectricidad de base, y no tengo un acuerdo pleno con él sobre continuar lo hecho en Yacyretá con otra obra similar aguas arriba, en Corpus. ¿Otra vez sopa? Nunca segundas partes fueron buenas, especialmente cuando las primeras tampoco dan para brindar por ellas.
 
Lo cual me lleva de nuevo a la tesis de que las dificultades que ha tenido Misiones para acceder a electricidad de base libre de hidrocarburos han sido parecidas a las del resto del país con la otra gran fuente de potencia, una que no pide ni ríos gigantes ni paredes de piedra, ni auxilios técnicos o económicos de la mafia del Banco Mundial. Me refiero a la energía nuclear.
 
Como le sucede al amigo Ortiz con las obras hidro, el problema para su despliegue ha sido la multinacional muchachada del petróleo y el gas, reunida en ese alegre club hidrocarburífero pagado por el estado nacional, la Secretaría de Energía, y ayudada por multinacionales de la ecología rentada, como Greenpeace.
 
A las que les terminaremos por doblar el cuello, por mucha plata que tengan para desparramar y mucho lobby que hagan en los pasillos y los medios. El trabajo conjunto de la Comisión Nacional de Energía Atómica, de la empresa INVAP y de Núcleoeléctrica Argentina SA, es decir del estado, nos ha dado el mayor elenco de expertos atómicos del Hemisferio Sur.
 
No es la historia la que nos obliga a ser menos imbéciles. Es el cambio climático.
 
Daniel E. Arias.

India inaugura una planta gigante de radioisotopos medicinales, construida por INVAP

El gobierno de la República de la India, firmó un Contrato con INVAP en el año 2014, bajo la modalidad llave en mano, para la provisión de una facilidad de producción de Molibdeno 99 (Mo-99) para el BRIT organismo del Department of Atomic Energy (DAE) de la República de la India. El objeto de la planta es producir Mo-99 para aplicaciones médicas, basado en el uso de Uranio de bajo enriquecimiento (LEU por sus siglas en Ingles) mediante un proceso desarrollado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Esta planta de producción de radioisótopos se enmarca dentro de los usos pacíficos de la energía nuclear y el acuerdo bilateral que, a tales fines, ha firmado Argentina con India. El proyecto denominado “LEU based Mo-99 Production Facility” (FMP), ganado por INVAP en una licitación internacional, tiene por objeto la producción de Mo-99, una herramienta esencial para la atención médica que se utiliza con fines diagnósticos en medicina nuclear. El 24 de agosto de 2022, INVAP con participación de personal de la CNEA y del BRIT completó exitosamente la puesta en marcha de la Planta cumpliéndose con el objetivo de performance y calidad establecido en el contrato. La autoridad competente de la India ha determinado formalmente que los radioisótopos de la planta suministrada por INVAP se corresponden con los estándares de uso médico requeridos por India. La provisión de INVAP incluyó el diseño, fabricación y suministro de componentes, instalación y puesta en marcha de la planta, construida en el Centro Atómico BARC en Mumbai en la República de la India. Además contempló el entrenamiento del personal de BRIT para la operación y mantenimiento de la planta, que fue llevado a cabo en Argentina y en India.

Presentan un proyecto en Diputados para actualizar las becas del Conicet

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Un proyecto legislativo presentado por la investigadora Nuria Giniger y el diputado Pablo Carro en la Cámara Baja busca la ampliación de los derechos de los becarios y de las becarias del Conicet. Entre otros aspectos, propone que sus estipendios se actualicen conforme lo hacen los montos que cobran investigadores de carrera, al tiempo que contempla el reconocimiento de aspectos centrales como el aguinaldo y los aportes previsionales para una población de trabajadores cercana a los 11.500. Si bien fue presentado desde el Frente de Todos, el proyecto es apoyado por legisladores y legisladoras de diferentes espacios políticos. Se trata de una norma que tiene como fin garantizar una serie de derechos que, históricamente, estuvieron en disputa. Los becarios y becarias del Conicet –personal joven (por lo general tienen entre 27 y 35 años)– constituyen mano de obra calificada, y motor de las investigaciones más pujantes que el sistema científico y tecnológico produce. Uno de los primeros artículos de este texto, en esta línea, prevé la actualización de sus estipendios “de manera automática en función de los montos que perciban los Investigadores Asistentes de Carrera”. Para ello, la proporción será la siguiente: “el estipendio de la beca de Doctorado equivale al ochenta por ciento de lo percibido por un Investigador de Carrera Asistente, mientras que el de la beca de Postdoctorado equivale al noventa por ciento de lo percibido por un Investigador de Carrera Asistente”.
En diálogo con Página 12 lo explica Giniger: “El objetivo es resolver de algún modo la deuda con respecto al derecho de los becarios y becarias. Hay varios temas que nos interesan y se incluyen en el proyecto: el primero es que el aumento del estipendio quede anclado al incremento de la paritaria; el segundo es el aguinaldo, esto es, un derecho que los becarios y becarias hoy no tienen; también el reconocimiento de los aportes previsionales; y la incorporación al sistema de obras sociales, ya que acceden a una cobertura médica que el Conicet hoy paga de manera tercerizada”. Luego la investigadora y referente en la redacción del proyecto propone: “Desde el macrismo, la obra social que tienen los becarios se caracteriza por un montón de problemas. Cualquier modificación que realizan, aunque sea temporal, es muy engorrosa y lleva muchísimo tiempo. A veces es tan lento todo el proceso de altas y bajas que la gente se queda durante un período sin cobertura. Todas las semanas levantamos casos de personas a las que se le cayó la obra social”. Vale destacar que durante esta gestión ya se han realizado algunas conquistas al respecto. A mediados de abril, el gobierno anunció la quinta jerarquización salarial para personas becarias y quienes se dedican a la investigación, y como resultado podrán alcanzar los niveles salariales de 2015. La nueva jerarquización salarial del 10 por ciento se efectivizará a partir de junio y se otorgará de manera complementaria a los aumentos previstos por el acuerdo paritario. A la fecha, el salario bruto promedio de una beca doctoral es 212 mil y el de una posdoctoral 253 mil. Aunque las propias autoridades reconocen que no es suficiente, manifiestan y demuestran la voluntad política de proponer mejoras.

Problemas a resolver

De manera reciente, ATE Conicet realizó un informe que se deriva de una encuesta a los becarios y becarias del Consejo, en la que se les consultó sobre cómo era el ejercicio de sus derechos laborales. De los casi 11.500 becarios en todo el país, fue respondida por 3200 en apenas 20 días, con lo cual, constituye un universo representativo. Las principales problemáticas declaradas fueron la falta de aportes jubilatorios, aguinaldo y los bajos salarios. En efecto, confían en que un nuevo marco legal podría mejorar su presente. Dice el informe: “La mayoría de ellxs destinan gran parte de sus ingresos en alquileres de vivienda, y afirman que el aguinaldo no solo es un derecho que no tienen reconocido sino que ayudaría a cubrir gastos que les permitan la reproducción de la vida digna. Así, el 99 por ciento de lxs becarixs encuestadxs consideran que es nuestro derecho acceder a aportes previsionales y aguinaldo”. También se destacó un eje vinculado a las violencias en el sector cuya denuncia suele llevar a consecuencias negativas para los propios denunciantes: 1 de cada 10 declaró haber sufrido violencia o maltrato de parte de su director. A pesar del combate activo, la estructura continúa siendo patriarcal.

La ciencia como inversión

Durante los diferentes mandatos kirchneristas, el campo de la CyT exhibió un crecimiento y robustecimiento a destacar. A la creación del MinCyT en diciembre de 2007, le sucedieron los avances en materia nuclear, satelital, radares y software, la creación de Raíces (repatriación de cerebros) y Pampa Azul (puesta en valor del Mar Argentino) como políticas de Estado. También se fomentaron el incremento en las plantillas de investigadores y becarios, la ampliación de infraestructuras; y en el plano comunicacional, la creación de Tecnópolis, de TecTV y el Centro Cultural de la Ciencia. A partir de 2019, el gobierno de Alberto Fernández cumplió con su promesa de recuperar el MinCyT degradado a Secretaría durante el macrismo; se duplicaron los ingresos a la Carrera del Investigador Científico y aumentaron los becarios; se creó el Plan de Fortalecimiento de los Recursos Humanos de los Organismos de CyT (que incorporó mil científicas y científicos a los organismos dependientes del Poder Ejecutivo Nacional); se relanzó el Raíces y el Pampa Azul antes desfinanciados; se sancionó la Ley de financiamiento de la CyT; y se creó la Unidad Covid-19 en una época crítica. En el presente, existen políticas activas para federalizar el sistema, construir nueva infraestructura (Construir Ciencia) y comprar equipamiento de punta (Equipar Ciencia). Deudas y pendientes que comienzan a saldarse.

Fabricaciones Militares renueva su equipamiento y flota de transporte

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Durante la ceremonia, se hizo entrega de tres camiones Iveco Stralis, vehículos de carga pesada, destinados a la distribución de materiales de Defensa y Seguridad, así como al transporte de pólvoras y explosivos; y el minibús Master, destinado al traslado de personal de la Fábrica Militar de Villa María.

Por otro lado, se incorporaron siete utilitarios Berlingo y siete Pickups Amarok que serán empleadas en diversas comisiones como es el traslado de personal y el transporte de cargas de menor volumen.

Además, se incorporaron diversas maquinarias para diferentes plantas, incluyendo la pala cargadora Lovol, destinada a Río Tercero y utilizada para tareas de carga y mantenimiento, optimizando las operaciones en el Parque de Estudios y Experimentación.

Por otro lado, se han adquirido seis autoelevadores, distribuidos en diferentes fábricas. Estos equipos son fundamentales para las labores de depósito, carga y movimiento de materiales en las plantas de producción.

En tanto se sumó un Manipulador telescópico adquirido en el año 2022, el cual será destinado a la Fábrica Militar Parque de Estudios y Experimentación de San Juan (PESJJ) y un tractor, destinado a favorecer las actividades de la Fábrica Militar Azul (FMA), siendo utilizado en diversas labores que requieran fuerza de arrastre y tracción.

Cabe destacar que durante el año 2020 también se incorporaron tres camiones destinados a las fábricas Militar PESJJ y Servicios Mineros, los cuales prestan servicio en la Mina Gualcamayo y se utilizan para el abastecimiento y entrega de mercadería.

Se anunció el Museo del Fitito en Argentina

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El Fiat 600 es un ícono indiscutido de la industria automotriz argentina y todo un símbolo de una etapa de nuestro pasado histórico, caracterizado por la movilidad social ascendente que permitió que sectores sociales de ingresos medios pudieran acceder, por primera vez, a un automóvil cero kilómetro. A lo largo de sus 22 años de producción, las casi 300.000 “Bolitas” fabricadas en el país se entreveraron con la vida de generaciones de argentinos para construir historias personales y familiares que lo tuvieron de protagonista.
El primer “Fitito” salió de la línea de montaje de la planta de Fiat Concord de Caseros, partido de Tres de Febrero, el 8 de abril de 1960. Desde entonces, se estableció un vínculo indisoluble con la ciudad que lo vio nacer, sus habitantes, y los trabajadores del complejo fabril donde la marca italiana inició su aventura industrial automotriz en Argentina. Son pocos los productos masivos que trascienden su aspecto meramente funcional para convertirse en referentes de nuestra historia y cultura. El Fiat 600 es uno de ellos (leer historia). Un justo reconocimiento a su trayectoria y legado es la creación del “Museo del Fitito”. El proyecto es una iniciativa de Diego Valenzuela, intendente del partido de Tres de Febrero. “Fue una idea que me surge a mí, como intendente historiador, porque creo que hay que transmitir valores, identidad y cultura. Y eso es el Fitito”, comentó Valenzuela. El proyecto fue presentado oficialmente el 14 de mayo en un evento multitudinario que reunió a más de 400 ejemplares del popular auto de Fiat. Las actividades se iniciaron muy temprano con una caravana y recorrida por la ex planta industrial de Caseros, hoy propiedad de la empresa Expoyer, donde los históricos “Fititos” ingresaron para protagonizar un emotivo regreso a casa. El propio Valenzuela participó de la caravana al volante de una de las históricas unidades. Las calles de los alrededores de la vieja fábrica quedaron colapsadas por interminables filas de Fiat 600. Como parte del programa de actividades, se descubrió un mural en su homenaje en una de las esquinas del edificio. Finalizada la inauguración, los 600 se pusieron en marcha para retomar la caravana hacia el playón municipal de Caseros, donde se realizó una muestra estática. La convocatoria de las míticas “Bolitas” estuvo a cargo de la agrupación “Reunidos por el 600” y contó con el respaldo de otras agrupaciones, clubes y expositores particulares. Fue tal el entusiasmo generado, que la cantidad de unidades reunidas superó por lejos las expectativas de los organizadores. Los expositores llegaron no solo de Caseros y alrededores sino también desde diversas provincias del país e, inclusive, desde el vecino Uruguay. Se acercaron hasta el predio ex empleados de la fábrica, quienes no pudieron disimular su orgullo y emoción al encontrarse con los autos. En el predio se exhibieron “Fititos” que completaban toda la línea de tiempo, desde los primeros de 1960 hasta los últimos de 1982. Participaron ejemplares en los más diversos estados de conservación y originalidad. Lo importante era sumar, divertirse, y ser protagonistas de un hecho histórico. A los festejos se sumaron otros modelos de Fiat, como 1500125 y 128, y también de otras marcas como Estanciera y Taunus. El proyecto del museo ya está en marcha, será construido en cercanías del edificio municipal y estará inaugurado en unos cuatro meses. El municipio de Tres de Febrero se ocupará de administrarlo y en una primera etapa se exhibirán unidades acompañadas de fotografías de época, informes y una cronología de lo que fue su producción. “El Fitito tiene un sentimiento muy particular, pero en general logró meterse en el corazón de nuestra comunidad, logró que la gente le ponga un nombre y lo sienta parte de la familia. Eso resume todo lo que uno pueda imaginarse”, nos contó Martín, integrante de la agrupación “Vos tenés Fitito?”, y propietario de un impecable Fiat 600 R de 1976. Toda una declaración de principios que resume lo que el Fiat 600 significa para generaciones de argentinos. La creación del museo es una noble iniciativa que le hace honor a su historia.

FAdeA moderniza la aviónica del Pucará Fénix

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La lógica indicaría que remotorizar y actualizar la aviónica de un avión construido por uno mismo debería ser fácil. Con el Pucará ha venido siendo una lucha que ya dura más de una década, y no creemos que el problema tenga un único origen. Pero sobre eso volvemos al final de la nota.

Luego de un proceso que que extendió en el tiempo por diversas razones, finalmente el proyecto Pucará Fénix apunta a cerrar una etapa central como fue su remotorización. Actualmente, en la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” (FAdeA) no solo se están concluyendo los últimos detalles para la certificación por el cambio de motores, sino que también se ha logrado avanzar en la modernización de la aviónica del veterano bimotor.

Durante nuestra reciente visita a las instalaciones de la fábrica cordobesa, el único prototipo de Pucará Fénix (que hasta hace poco lucía la matrícula OVX-501) se encontraba en plena intervención, con técnicos de FAdeA trabajando en la modernización de la aviónica. Actualmente se ha completado la instalación del nuevo sistema NAV/COM en ambos puestos, incluida la compatibilidad con el uso de gafas de visión nocturna. Consultado sobre los progresos en la modernización, el Jefe de Programa comentó que hasta el momento han realizado todas las instalaciones del hardware y pruebas iniciales.

El avance de los trabajos por la actualización de la aviónica tendrá su presentación formal durante la ceremonia anunciada para el jueves 18, ocasión en la cual el Pucará Fénix estará acompañado del último IA-63 Pampa III Bloque II (A-710) de la Fuerza Aérea Argentina.

Una vez realizado el roll-out, el Pucará Fénix avanzará en la siguiente etapa de pruebas, la cual implicará la ejecución de los ensayos en tierra y en vuelo, y finalmente la certificación de la nueva aviónica. Pese a que no se abordaron plazos, los resultados en los ensayos funcionales tendrán incidencia directa en el cronograma previsto.

El Puca, remotorizado con turbinas nuevas P&W para volar 20 años más tras una década y monedas de trabajo contra viento, marea y no poca oposición de las cúpulas aeronáuticas y políticas. Todavía falta que la DIGAMC lo autorice a volar.

Remotorización

La campaña de ensayos en vuelo por la remotorización tuvo su cierre el año pasado, completando finalmente una de las fases claves con la presencia de las compañías Hartzell y Pratt & Whitney. La actividad realizada en esos días resultó bastante intensa y exitosa, concluyéndose con los trabajos en las hélices y eje de motor. “…Se tomaron todos los datos, donde cada empresas dispuso la información necesaria para concluir los documentos de sustanciación que demanda la certificación de cada una de las partes…” confirmó el Jefe de Programa.

Los últimos pasos de cara a la certificación incluyen los informes finales de Pratt & Whitney y la revisión por parte de Hartzell. Por su parte, FadeA tiene a su cargo la actualización de manuales y los informes para la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DIGAMC). En esta fase de cierre no deberían presentarse mayores inconvenientes que impliquen una demora, por lo que se estima que la certificación de la remotorización se dispondría para inicios del próximo semestre.

Con un contrato vigente para la remotorización y modernización de tres Pucará Fénix de serie, FADeA también ha logrado avanzar con los trabajos en algunas de las aeronaves que fueron oportunamente trasladadas desde la III Brigada Aérea a Córdoba, unidades sobre las cuales ya se han realizado desmontajes y evaluación de su condición. A la mencionada remotorización (para lo cual se van a adquirir cinco conjuntos estructurales alares) también se aplicará la actualización NAV/COM, instalación de aire acondicionado y compatibilidad NVG exterior. Vale destacar que una vez que se inicie el proceso de actualización, también se realizará la inspección mayor de las aeronaves.

 

Desafíos

Como todo proyecto relacionado a las Fuerzas Armadas, la producción en serie del Pucará Fénix deberá hacer frente a diversos desafíos, tanto desde el plano técnico como por un contexto cada vez más complejo en lo económico a nivel país, el cual ha tenido y tiene una incidencia directa en las distintas iniciativas que actualmente mantienen en curso FAdeA.

Con la vista puesta en iniciar los trabajos en las unidades de serie, en FAdeA ya se han arrancado con algunas tareas, estando a la espera del ingreso de diversos materiales pese a que ya se disponen de motores adicionales. Consultado sobre cuales son los componentes más importantes del proceso, el Jefe de Programa confirmó que todo el conjunto de remotorización es necesario para iniciar con el trabajo de fondo.

Uno de los inconvenientes que se presentará con los Pucará es la particularidad que presenta cada aeronave, debido a los procesos de fabricación y modificaciones recibidas, las cuales no fueron homogéneas a toda la flota al punto tal que algunas aeronaves tienen configuración distinta, lo cual demandará un trabajo fino de ingeniería a la hora de realizar el relevamiento y re-adecuación de configuración. Es por esta razón que la inspección de cada aeronave requerirá un equipo específico de mantenimiento a los fines de evaluar y poner en condiciones el material.

Uno de los objetivos de la remotorización y modernización es elevar el grado de estandarización de los Pucará Fénix alcanzados por el actual contrato, así como el de las potenciales unidades que podrían estar comprendidas en un nuevo acuerdo. En relación a esto último, pese a algunas declaraciones y tanteos sobre posibilidades, de momento no se ha elevado ese requerimiento a un documento formal.

Opinión de AgendAR: Desde 2019, cuando se los trató por primera vez de desprogramar para siempre del equipamiento de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) por razones impublicables (para la FAA), este portal viene tratando de evitarlo, publicándolas. No moveremos mucho el amperímetro, pero por lo menos algún gil habla del elefante en la habitación, como dicen los gringos. Una breve revisión de lo que vinimos publicando en defensa del Pucará desde 2019 puede verse aquí, aquí, aquí y aquí. El que se tome el trabajo de leer esos artículos va a entender por qué la misma planta que diseñó y fabricó este avión a fines de los ’60 tuvo que mandar un ala a Israel en 2011 para que se rediseñara allí el modo de ponerle un turboprop algo más bocón. Para una fábrica aeronáutica con casi un siglo de existencia esta operación no debería ser «rocket science», como también dicen los gringos. Aún admitiendo que esa existencia ha sido ripiosa, intercurrida por su concesión a Lockheed, y con frecuentes expulsiones de recursos humanos fogueados.  Curiosamente, la Aduana interpretó la salida del ala hacia Israel como una exportación de armas. Desde Argentina a Israel, eso vendría a ser el mundo al revés. Pero sucedió, y eso atrasó el asunto algunos añitos. ¿Y para ponerle una hélice cuatripala con capacidad de inversión, en lugar de la tripala original de paso variable? Más añitos. ¿Y la autorización regulatoria de la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DIGAMC) para saber si el avión remotorizado está autorizado a volar? ¿Y para cambiarle la aviónica por algo más nacional y moderno? Ahí también, añitos. Zona Militar asegura que esto sale en seis meses, y con fritas. Primera respuesta posible: Sí, ponele. Segunda: Debe haber elecciones nacionales, para que de pronto reine semejante apuro. En términos de ingeniería automotriz, todo es como si la Ford  mandara un Mustang desde Detroit a Japón para que Toyota le sustituya el V-8 original por otro, y de yapa una nueva caja de cambios, pero en el medio hubiera intervenido el FBI para que el auto no viajara, y luego el Departamento de Salud tuviera que tomarse su tiempo para estudiar si puede circular por las calles, y todo en cámara bien leeeeeenta. No es falta de plata sino de ganas. Uno se preguntaría si a la Ford le agarró un Alzheimer colectivo y se quedó sin ingeniería, o si bajo la elipsis «por diversas causas» de esos tiempos geológicos para implementar actualizaciones más bien rutinarias hay mugre. Y sí, claro que la hay. Un establo de Augías, si a Ud. le da por la mitología griega. Es todo bastante simple: la OTAN no tiene una animadversión particular por el Puca. A esta altura, no creo que se acuerde siquiera de su existencia. Lo que no quiere esa alianza militar es que la Argentina siga fabricando aviones de diseño y construcción local, y de ningún tipo, punto. Para ellos, somos hipótesis de conflicto. ¿Se entiende? Si nosotros jugamos a que ellos no lo son para nosotros, es puro pacifismo unilateral, una alucinación geopolítica, y nos ha costado 1,65 millones de km2 de mares desde 1986. Entre sus muchas alucinaciones, ésta la OTAN no la tiene. El conflicto posible por «las islas demasiado famosas», en el cual con unos aviones más bien decrépitos y cero estrategia o coordinación en su empleo les mandamos 6 buques al fondo. Y cuando la embajada más importante del país más importante de la OTAN manda un «white paper» dando órdenes de no hacer, órdenes que agravan una propensión innata no sólo a la inacción sino a la obediencia, aquí se siguen a rajatablas. El Puca no va a ganar ninguna guerra «per se», y menos una guerra entre estados. Pero creemos que aún con esas limitaciones puede haber contribuido a evitar una, y con Chile. Sobre eso, volvemos después. Habiendo nacido como nave anti-insurgencia, es decir de dar pelea a enemigos muy mal armados, mostró encantos que todavía hoy lo siguen poniendo en otras categorías posibles. Antes eran impensables, pero las fueron generando algunos cambios tecnológicos mundiales en materia de sensores, informática y comunicaciones. Pero además también porque ahora esas capacidades las tenemos en el país, desarrolladas por empresas nacionales. Y el Puca es una buena plataforma para desplegarlas con efectividad. Por sus capacidades de sobrevuelo sobre zona de operaciones, su resistencia estructural frente a fuego enemigo y su capacidad de cargar bombas, el Puca fue el segundo avión argentino con más pedidos de unidades o de fabricación bajo licencia por parte de otros países, después del Pulqui II en 1951. Tal cual. Del Puca se perdieron deliberadamente memorandos de intención de compra de varios países por más de 200 aparatos, y hasta un pedido de fabricación bajo licencia de la Boeing. Detesto admitir que buena parte de estas agachadas frente a la OTAN sucedió en tiempos de democracia. Pero en verdad, tampoco la FAA quiere demasiado al Puca, aunque es un hijo suyo. Las causas: es demasiado bueno por ingeniería y sigue demasiado vigente. Mientras siga desplegado, no deja importar con libertad chatarra de la OTAN, que es un negoción de cúpulas y de crápulas, y que deja diegos (no nos referimos a Maradona, y tampoco nos referimos la actual conducción de Xavier Isaac, quien oxigenó no poco el ambiente de esas cumbres). A los muchos y honestos pilotos jóvenes el Puca también los jode. ¿Quién quiere, a falta de destinos en aviación de caza, ser destinado a una tarea tan rutinaria como la patrulla aérea armada y radarizada en todo tiempo, el destino más probable del Puca Fénix con su nueva aviónica? Todos preferirían ser el Barón Rojo, o al menos Tom Cruise, incluso en un Skyhawk A4 de los comprados por Menem de tercera mano. Estos cazas de ataque se caen de viejos, pese a los esfuerzos impresionantes del Cdte. Isaac por conseguirles repuestos, resucitar el banco de pruebas de sus turbinas, y mantenerlos en vuelo como sea. A esa brava muchachada aeronáutica, yo le diría que piense esto: la única vez en la vida que los Pucas estuvieron bien mantenidos y dotados de armamento antibuque bajo un ala (el misil argentino guiado «Martín Pescador») sucedió tras la guerra de Malvinas. Los Pucas salían en patrulla con ese misil argento de los ’60, una copia del Bullpup yanqui pergeñada por la entonces llamada CITEFA (Centro de Investigación Tecnológico de las Fuerzas Armadas). Una tras otra, las tres se fueron bajando del proyecto, y el Ministerio de Defensa no lo quiso fabricar. Pero la derrota enseña a no ser tan pelotudo, y al toque de la de Malvinas, se fabricaron 300. Los Martín no eran una maravilla y su vuelo filoguiado de apenas 7 km te exponía a que te bajaran de un misilazo mientras el tipo que vuela en el asiento trasero lo mantenía apuntado. Pero dos o tres impactos de un Martín Pescador supersónico y con una carga explosiva de 40 kg. de hexolita habrían hecho puré cualquier destructor o fragata modernas con casco de aluminio y de fabricación británica… aunque tuviera bandera chilena. Era el equivalente de un corchazo de cañón de 155 mm., pero guiado. Sospecho que si el general Augusto Pinochet no se tentó de hacer leña del árbol caído con nosotros en los dos o tres años posteriores a 1982, es porque el árbol todavía tenía bastantes espinas. Los Pucas con los Martín bajo el ala parecen haber sido una de ellas. Lo potente del combo avión-misil era la fabricación nacional de ambos: en caso de pifostio mayor, podíamos reponer pérdidas y sostener la lucha casi indefinidamente con medios propios, en lugar de tener que firmar la paz por falta de misiles, aviones y repuestos tras perder una o dos provincias patagónicas. Nuestra salvación, en aquella posguerra de «no hagan ruido, no hagan olas», fue el tener una industria de defensa. Que algunos gobiernos democráticos la hayan rifado, y -ojo- con no poca colaboración de las cúpulas militares, fue y es nuestra principal debilidad. Y su reconstrucción debería ser la prioridad de cualquier política de defensa sostenible. Los Martín Pescador terminaron siendo usados por las tres fuerzas en todo aparato biposto. Había que verlos, insólitos y nacionales, bajo las alas de los Aermacchi de la Marina, siempre tan ganosa de usar armamento argentino como Ud. y yo de visitar al dentista… Nadie dice una palabra de esto. Supongo que debemos estar  recontra equivocados, por lo tanto. Sin embargo, la Royal Air Force testeó un Puca capturado casi intacto en Malvinas en 1983, y en su informe final los pilotos de prueba británicos se extrañaron de que Argentina no estuviera vendiéndolo con algún éxito, tras enfrentarlo en duelos aéreos fingidos contra todo avión de combate de Su Graciosa Majestad, incluidos los portentosos Phantom. Los desconcertaba la maniobrabilidad de patineta del Puca, rara en un bimotor, que le permitía tener alineados los cañones de proa en «dogfights» contra cazas mucho más veloces y potentes, siempre que la lucha se mantuviera en la horizontal. No suele suceder que el enemigo sea tan caballeroso. Blanco sobre negro, y aunque lo declararon inútil para atacar tropa regular armada con misiles antiaéreos portátiles a hombro, tipo MANPADS, el avión a los de la RAF les gustó no poco. Le calcularon un mercado mundial potencial de al menos 400 unidades. Se extrañaron, en su dictamen, de nuestra falta de voluntad para venderlo. El informe se publicó, está aquí. ¿Estará también muy equivocado? En 1983, alguien que no dejó su firma para la posteridad hizo destruir los utilajes de la fábrica cordobesa, cosa de que no se siguiera produciendo más Pucas. Y es lo que sucedió. Todo Puca en vuelo o hangarado fue fabricado antes de 1984. Pero como el avión tiene una resistencia estructural fabulosa, de arriba de 20.000 horas de vuelo, las células de los que siguieron volando sobrevivíeron sin mosquearse en nada por el desgaste, bastante más rápído, de las turbinas Astazou francesas. Como se habían fabricado más de 120 unidades, pese al paso de las décadas y al poco mantenimiento sobrevivían decenas de células remotorizables y re-instrumentables, orientables a otras finalidades. Rápidamente, distintas y sucesivas cúpulas aeronáuticas empezaron a darlas de baja cuando tenían resistencia para miles de horas más de paliza, y regalárselas a intendentes patrióticos y volverlas estatuas de plaza. Si Isaac logró salvar 16 de ese destino, o del chatarreo, bien por él. Ha sido el primero y el único. Pero siendo tan pocos los Pucas, hay que pensar bien en qué emplearlos. Ese es un poco el cuadro general, que explica por qué es tan lento el proceso de transformar los Pucas remanentes en patrullas aéreas con radar «look down» y visión nocturna. En 2020 se iban a destinar 4 células de las que se recuperaran para este uso, pero Isaac acaba de anunciar que este «mini-AWACS» criollo será uno solo. Las 16 células viables que su administración logró rescatar de volverse estatuas o carpintería de aluminio, se destinarán a un escuadrón de ataque a tierra. OK, roguemos que el enemigo, si lo hay, tenga la nobleza de no usar Stingers o misilitos similares. Pero esta decisión de devolver el Puca a una misión para la que ya en Malvinas demostró mucha vulnerabilidad, el ataque a tierra, ¿viene a suceder justo ahora, que INVAP construye radares SAR justamente para volverlo una patrulla marina y terrestre para todo tiempo, y que FIXVIEW construye sensores infrarrojos FLIR y REDIMEC pantallas integrales tipo «full glass cockpit», también para eso? Muy a contrapié de capacidades tecnológicas propias, legítimas y penosamente adquiridas, esa decisión. Una fuerza aérea sin drones hoy no sirve ni para desfile. En Ucrania eso se demuestra todos los días, y especialmente todas las noches. Si estamos dispuestos a defender una célula resistente y de razonable autonomía con cabina para dos tripulantes como la del Puca, es porque estamos en la era de los drones. Podemos fabricarlos. Estábamos empezando a hacerlo bastante bien, con una colaboración de la FAdeA e INVAP, entre 2014 y 2015, hasta que sobrevino esa reencarnación tilinga del piloto Carlos Menem, el ingeniero Mauricio Macri. Sumando ambos, te dan un país como al actual, casi sin aeronáutica y sin ingeniería. Pero las capacidades adquiridas se conservan, y también se conservan -gracias a Isaac- algunos Pucas. No es mala noticia. Del Puca nos interesa no tanto el piloto al frente, el señor o señora que vuelan la aeronave, como el o la que va en el asiento de atrás, controlando en sus pantallas qué cosas vuelan en el cielo, y qué se mueve en la tierra o la superficie del mar. A futuro, a esos pilotos de asiento trasero los vemos comunicándose con dos o tres drones armados que lo siguen o preceden, y con algún AWACS en serio y de sensores muy potentes, bien escudado a retaguardia por la distancia. Nos parece que el ataque a tierra, si el enemigo tiene MANPADS, se ha vuelto un asunto muy kamikaze. Si un país aprecia a sus pilotos, seres de mucha formación y difícil reposición, ese viaje de difícil retorno lo tienen que hacer robots aéreos, y más vale baratos y abundantes. Isaac anunció la compra de dos Embraer de cabotaje. ¿Nos dejará Brasil transformar alguno de ellos en un AWACS radarizado por INVAP? Es una pregunta desconfiada, porque la capacidad británica de interferir las compras argentinas de aviones ha probado ser horriblemente eficaz durante 41 años. Su Graciosa Majestad sigue pudiendo más que el Mercosur. Al Puca lo vemos para las guerras del futuro, no para la que ya pasó. Será porque tantas veces lo mataron -y con fuego amigo- que a este Puca de patrulla armada, y cuya evolución más inteligente sería la de «arrear» una tropilla de drones, lo llamaron Fénix. Vive resucitando. A quien le haya puesto ese nombre, en AgendAR le debemos un vino. Daniel E. Arias  

La CNEA fabricó las primeras celdas solares nacionales para misiones espaciales

En el espacio, los satélites artificiales dependen de paneles solares para generar la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de su instrumental. Estos paneles y sus componentes deben ser estables en el tiempo y tienen que resistir la radiación, porque es fundamental que se mantengan operativos mientras dure la misión. En la Argentina, la única que los fabrica es la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que ahora avanzó un paso más: desarrolló la primera celda solar nacional de uso espacial con superconductores III-IV.
La CNEA fabrica paneles solares para satélites artificiales desde 1995. A través de su Departamento de Energía Solar (DES), hizo los de los satélites SAC-A, Aquarius-SAC D y SAOCOM 1A y 1B, lanzados entre 1998 y 2020. También los del SABIA-Mar 1, que será puesto en órbita en 2024. Para construirlos, se utilizaron celdas comerciales. Pero el nuevo proyecto apunta a que la CNEA pueda autoabastecerse de este insumo clave para los paneles con los que ofrece apoyo a las misiones de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. “En el ámbito de investigación y desarrollo, en el país se estudian celdas solares de distintos materiales. En nuestro departamento se estudian y fabrican desde hace tiempo celdas solares de silicio y se han investigado también otros materiales. Para las misiones satelitales argentinas se compran las celdas y luego se integran pegando un vidrio frontal protector y soldando los interconectores que conectan eléctricamente los dispositivos entre sí para formar el panel. Ahora el gran avance es que logramos fabricar íntegramente en la CNEA nuestras propias celdas espaciales con un semiconductor III-V, como el arseniuro de galio”, cuenta la física e investigadora del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (CNEA-CONICET) Marcela Barrera, del DES. Este desarrollo forma parte de la tesis “Elaboración, caracterización, simulación numérica y ensayo de celdas solares basadas en semiconductores III-V”, del doctorando Simón Saint André (Doctorado en Ciencia y Tecnología – mención Física del Instituto Sabato). Las celdas solares generan electricidad a partir de la luz del sol y pueden tener aplicaciones terrestres o espaciales. “Para las espaciales deben cumplir requisitos como la alta eficiencia, para proveer potencia a todos los instrumentos del satélite donde están instaladas, y resistencia al daño por radiación, dado que en el ambiente espacial hay partículas cargadas que pueden dañarlas. Además, no deben degradarse por otros factores y tienen que ser estables en el tiempo”, detalla Barrera. Los semiconductores III-V (ubicados en las columnas III y V de la Tabla Periódica de Elementos) reúnen todas esas características. Uno de ellos es el arseniuro de galio, un compuesto de galio y arsénico que es también utilizado para fabricar circuitos integrados, diodos de emisión infrarroja y otros dispositivos nano y micro electrónicos. La fabricación comienza a partir de la compra de la oblea de arseniuro de galio sobre la que se depositan las capas de los materiales que forman el diodo, es decir, un dispositivo electrónico de dos electrodos por el que circula la corriente en un solo sentido. “La fabricación de estas celdas basadas en semiconductores III-V es muy compleja. En nuestro país, el único equipo operativo para hacerlo es el que posee el Grupo de Dispositivos y Sensores del Centro Atómico Bariloche, a cargo de Hernán Pastoriza. Leandro Tosi, Leonardo Salazar y Ayelén Prado han colaborado en la fabricación de los dispositivos, partiendo de la oblea semiconductora. La fabricación del depósito de los contactos eléctricos fue realizada en la Sala Limpia del Centro Atómico Constituyentes, con colaboración de miembros del Departamento de Micro y Nano Tecnología”, dice Barrera. El resultado del trabajo en equipo se refleja en los primeros prototipos de estas celdas solares espaciales, que miden un centímetro cuadrado. “Les hicimos mediciones eléctricas y funcionan, se comportan como una celda solar. Ahora buscamos introducir mejoras en el proceso de fabricación para optimizar sus parámetros eléctricos”, anticipa Barrera. Los paneles solares que fabrica la CNEA para uso espacial El Departamento de Energía Solar de la CNEA realiza la integración eléctrica de los paneles solares que se usan en las misiones espaciales argentinas a partir de un acuerdo de cooperación firmado con la CONAE en 1995. La tarea se lleva a cabo en una sala limpia de 180 m2, libre de polvo y con temperatura y humedad de ambiente controladas. Este laboratorio cuenta con un sistema de provisión de gases especiales, como nitrógeno de alta pureza; líneas de vacío, aire comprimido, agua para refrigeración de los sistemas, y dos simuladores solares (soles artificiales) para la medición de celdas y paneles en condiciones terrestres y espaciales. Una pequeña muestra de las celdas destinadas al uso en el espacio también es sometida a pruebas de daño de radiación para conocer cómo se desempeñan en ambientes hostiles y cuánto se degradan. Para esto se utiliza una línea de irradiación EDRA (Ensayos de Daño por Radiación y Ambiente) instalada en el acelerador de iones pesados Tandar del CAC. “La única fuente de energía que tiene un satélite en el espacio es el sol. El subsistema de potencia cuenta además con una batería que almacena energía para usarla cuando el satélite pasa por detrás de la sombra que proyecta la tierra”, explica Hernán Socolovsky, jefe del Departamento de Energía Solar de la CNEA. El satélite experimental argentino SAC-A, que fue lanzado por la NASA el 4 de diciembre de 1998 y estuvo activo 8 meses, fue el primero en contar con un panel solar desarrollado por CNEA. Después el organismo desarrolló los paneles de la misión Aquarius/SAC-D, un satélite que fue puesto en órbita el 10 de junio de 2011 con un instrumento muy sensible de la NASA que medía la salinidad del mar. Su misión duró cuatro años. El DES también proveyó los paneles solares de los satélites de observación terrestre argentinos SAOCOM, puestos en órbita entre 2018 y 2020. Sus objetivos son la medición de la humedad del suelo y, entre otras aplicaciones en caso de emergencias, detectar derrames de hidrocarburos en el mar y monitorear cuando se producen inundaciones. Recientemente, la CNEA desarrolló los paneles solares para el SABIA-Mar 1 (Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar), que será lanzado el año próximo para estudiar el mar y las costas. Se trata de cuatro paneles que suman 9 metros cuadrados de superficie. El satélite, fabricado por INVAP, actualmente está siendo sometido a una revisión crítica de diseño en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, ubicado en Córdoba. Su puesta en órbita está prevista para 2024. Por otra parte, la CNEA desarrolla sensores solares de posición, que le permiten al satélite saber exactamente su orientación con respecto a los rayos del sol. Y desde 2012, también provee paneles solares para satélites de muy pequeñas dimensiones o nanosatélites de empresas privadas, como Satellogic e Innova Space.

FAdeA avanza en el desarrollo de un nuevo drone VTOL para el Ejército Argentino

En este marco FAdeA confirmó los avances para el desarrollo de un nuevo vehículo aéreo no tripulado (UAV) tipo VTOL para el Ejército Argentino. Así pudo dar cuenta el demostrador tecnológico presentado durante la jornada asi, como la firma de acuerdos concernientes al desarrollo y pruebas de este.

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Durante su discurso, el Jefe de Estado Mayor del Ejército Argentino, Teniente General Pereda, hizo alusión a este desarrollo junto a FAdeA de este drone VTOL ((Despegue y Aterrizaje Vertical) para unidades de la fuerza. Indicando que: “Hemos estado trabajando en los últimos años diseñando el requerimiento operativo que necesitan nuestras unidades del ejército. Estamos decididamente encarando un proceso de modernización y de reconstitución de capacidades operativas de la mano de una ley que esta permitiendo una mirada de optimismo en el desarrollo del ejército futuro”.

En su alocución, el titular del Ejército Argentino destacado la asociación estratégica con FAdeA en varios proyectos, siendo el caso de la modernización de los helicópteros AB-206 de la fuerza, al igual que la reactivación de la producción de paracaídas.

 

De esta forma, durante el acto  en las instalaciones de la fábrica cordobesa, “se concretó la firma de un contrato entre el Ministerio de Defensa de la Nación y FAdeA, que tiene como beneficiario al Ejército Argentino, con el objetivo cumplir, la primera de tres etapas, de un proyecto de desarrollo de un sistema aéreo no tripulado de despegue vertical”, expresó oficialmente FAdeA. Agregando que: “Esta primera etapa denominada “Desarrollo de demostrador tecnológico de sistema aéreo no tripulado” tiene como finalidad el desarrollo de 3 demostradores tecnológicos con su respectiva estación de control terrestre, que podrán ser utilizados para vigilancia y comunicación”.

Por último, al día de la fecha, el drone VTOL presentado no posee una denominación oficial al presentar al momento un demostrador de tecnología. Es de suponer que próximamente reciba un nombre oficial mientras se avance en las sucesivas etapas del proyecto.

Advierten sobre los riesgos de degradacion del suelo en los cultivos extensivos

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Felipe Ghersa, docente de Cerealicultura en la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) y becario del Conicet en el instituto IFEVA (UBA-Conicet), empleó modelos de simulación de cultivos y algoritmos para proyectar treinta años de decisiones agronómicas en cultivos extensivos a través de múltiples combinaciones posibles. “Usé modelos computacionales para simular tres décadas de agricultura y explorar el tipo de cultivo que el productor elige, las rotaciones, el nivel de insumos y cuándo y a qué densidad siembra, entre otros manejos”, relató Felipe. “Por un lado, me basé en modelos de simulación para estimar los rindes en función del clima, del suelo y de ciertas características fisiológicas de las plantas. Por otro lado, apliqué algoritmos de optimización para analizar las millones de combinaciones y ordenarlas según sus desempeños. Lo que a campo tardamos un año, lo podemos hacer ahora en un par de segundos con gran efectividad”, explicó en un artículo publicado por el sitio de la Fauba Sobre la Tierra. El trabajo en cuestión, que se hizo con datos provenientes del partido bonaerense de Pergamino, encontró –asegura Felipe– compromisos entre el desempeño ambiental y el económico. “Los sistemas que tuvieron el mejor desempeño económico no fueron los de mejor desempeño ambiental. Cuando buscamos maximizar el beneficio económico a través de la agricultura, hay mayores impactos ambientales”, apuntó. “Sobre todo, lo vemos al aumentar el uso de insumos; por ejemplo, de fitosanitarios. Entonces, aparece una primera elección, si ir hacia sistemas con mayor desempeño económico y perder desempeño ambiental, o viceversa”, agregó. Felipe aclaró que el desempeño económico es sencillo de incorporar en sus modelos computacionales, mientras que el ambiental es más complejo. “Para abordarlo, lo redujimos a un conjunto de variables representativas del funcionamiento mínimo que necesitaría un sistema de producción de alimentos, fibras o commodities (sic). Miramos la dependencia del uso de energía no renovable, la biodiversidad y la salud del suelo”, señaló. El investigador de la Fauba y del Conicet dijo que “los puntos intermedios requieren consensos de la sociedad” y que “la pregunta es cuánto estamos dispuestos a perder de cada uno y que los sistemas se mantengan como una actividad rentable, pero no degraden al ambiente a un punto que no se pueda producir más”. Asimismo, Felipe remarca que halló una tensión muy marcada entre el desempeño económico y los aportes de carbono al suelo “El cereal hace grandes aportes de carbono al suelo, pero la oleaginosa es más rendidora en términos económicos. Entonces, si se prioriza el dinero, la soja va a ocupar gran porcentaje de las rotaciones, a costa de una posible erosión del suelo”, afirmó. En este sentido, Felipe añadió que es clave conocer cuánta materia orgánica pueden perder los suelos hasta que los rindes del sistema bajen de forma drástica. También aclaró que determinar esos valores ‘umbrales’ es muy complejo. “En los sistemas extensivos con alta proporción de soja, se reduce la materia orgánica del suelo. En Pergamino es un hecho”. A futuro, Felipe junto a su tutor Diego Ferraro quieren replicar el estudio en otras regiones para conocer si se mantienen los compromisos que observaron en Pergamino o si es posible aumentar el desempeño económico y el ambiental al mismo tiempo. Además, van a evaluar qué pasa cuando modifican los ‘forzantes del sistema’, como el clima o los precios.