Se está secando el Amazonas, el río más grande del mundo

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El mayor río del mundo se deshidrata.

El río Amazonas, azotado por sequías consecutivas alimentadas por el cambio climático, se está secando, y algunos tramos de la poderosa vía fluvial se están reduciendo a pozas superficiales de tan solo unos metros de profundidad.

El nivel del agua en varios tramos del río Amazonas, que serpentea a lo largo de unos 6400 kilómetros por América del Sur, descendió el mes pasado a su nivel más bajo jamás registrado, según datos del Servicio Geológico de Brasil.

En uno de los tramos del estado brasileño de Amazonas, el río descendió unos 7,6 metros por debajo de la media para esta época del año, según el organismo, que empezó a recopilar datos en 1967.

Algunas partes de tres de los afluentes más importantes del río Amazonas —ríos importantes por derecho propio, cada uno de más de 1600 kilómetros— también han descendido a mínimos históricos.

La crisis ha paralizado el Amazonas, una superautopista acuática vital que sirve prácticamente como único medio para conectar comunidades forestales y mover el comercio en algunos de los tramos más remotos del planeta.

Ante una situación que no tiene señales de remitir, Brasil ha recurrido a una medida extraordinaria, que podría haber sido impensable hasta hace poco: hacer más profundo el mayor río del mundo.

A partir de este mes, el país planea empezar a dragar tramos del río con el objetivo de garantizar que, incluso en tiempos de sequía, las personas y las mercancías puedan seguir circulando por la selva.

“En algunos lugares, prácticamente podemos ver la vegetación en la superficie del río”, el agua está tan baja que las plantas del lecho quedan expuestas, dijo Fabricio de Oliveira Galvão, director del Departamento Nacional de Infraestructuras de Transporte, una agencia federal. “Esto limita la navegación. La gente no puede viajar así”.

El notable descenso del nivel del agua ha dejado a las embarcaciones con dificultades para transportar a los niños a la escuela, llevar a los enfermos a los hospitales o suministrar medicinas y agua potable a aldeas lejanas.

En vísperas de las elecciones locales de este mes, es posible que haya que enviar por avión máquinas de votación a miles de brasileños varados que no pueden llegar a los centros urbanos cercanos para votar.

El caos del transporte también ha afectado al importante centro internacional de producción de Manaos, una ciudad de dos millones de habitantes situada en el corazón de la selva tropical. Las aguas poco profundas han dificultado el atraque de los buques de carga. Por ello, las empresas hantrabajado intensamente para construir muelles flotantes donde descargar los suministros de los contenedores, minimizando así la interrupción de la cadena de suministro.

Un afluente del río Amazonas en la ciudad de Manaos, Brasil, en junio
El mismo tramo de agua el mes pasadoCredit…Photos by Edmar Barros/Associated Press

“Todo lo que llega aquí suele venir en barco”, dijo Ayan Santos Fleischmann, hidrólogo del Instituto Mamirauá, una organización de investigación de una zona rural del estado de Amazonas. “Sin los ríos, casi no hay forma de navegar por el Amazonas”.

En el pasado, las autoridades brasileñas han dragado el río Amazonas en raras emergencias. Pero ahora se excavará el lecho del río de forma continua durante los próximos cinco años para hacer frente a la posibilidad de que se produzcan condiciones de sequía crónica, dijo Galvão.

“Es para que no suframos en los próximos años”, señaló.

El Amazonas es a la vez el río más caudaloso del mundo y el sistema fluvial más largo, nace en los Andes peruanos y atraviesa cinco países antes de desembocar en el océano Atlántico. Alberga una rica variedad de vida acuática, como pirañas y delfines rosados de río. En algunas zonas, el río sigue siendo muy profundo —hasta unos 121 metros— y puede albergar transatlánticos.

Con todo, el plan de dragado pone de relieve las drásticas medidas que los gobiernos de todo el mundo se están viendo obligados a adoptar para suavizar las repercusiones de las condiciones meteorológicas extremas en el transporte, la economía y la vida cotidiana.

People carrying containers on their shoulders or heads along a sandbank.
Personas en el estado de Amazonas transportando bidones de agua el mes pasado en los bancos de arena del río Madeira. Los niveles de agua están bajando en algunas partes del río Amazonas y sus afluentes. Credit…Bruno Kelly/Reuters

Y resalta las formas en que un clima más cálido y seco está remodelando la selva amazónica, la mayor reserva de agua dulce del planeta y una parte clave de la lucha para frenar el calentamiento global porque la selva absorbe y almacena gases de la atmósfera que atrapan el calor.

“El clima está cambiando”, dijo Galvão. “Y estamos empezando a prepararnos para ello”.

En Brasil, como en el resto del mundo, las temperaturas promedio están subiendo, creando condiciones que provocan sequías. Según Bernardo Flores, investigador de la Universidad Federal de Santa Catarina, en Brasil, en algunas regiones de la Amazonia la temperatura media ha aumentado un 2 por ciento desde la década de 1980 y va camino de seguir subiendo.

“Toda la Amazonia se está calentando mucho más”, dijo Flores, quien estudia la resistencia de los ecosistemas. “Y esto tiene una influencia enorme. La sequía actual está asociada a estas temperaturas mucho más altas”.

En algunas zonas de la Amazonia, las lluvias también son cada vez menos abundantes y la estación seca dura ahora un mes más que en la década de 1970, según muestran las investigaciones. Los científicos apuntan al cambio climático y la deforestación como las fuerzas impulsoras.

A medida que la Amazonia pierde árboles y se adelgaza el dosel forestal, la selva es menos capaz de proteger a la vegetación de la intensa luz solar y de retener la humedad. Esto, unido al aumento de las temperaturas, ha hecho que la selva sea más seca y más susceptible a los grandes incendios forestales.

Fire and plumes of smoke.
Un incendio forestal el mes pasado en Lábrea, estado de Amazonas. El aumento de las temperaturas y la pérdida de dosel arbóreo han hecho que la selva tropical sea más susceptible a los incendios forestales. Credit…Bruno Kelly/Reuters

La estación seca anual, que suele durar de junio a octubre, ha sido especialmente severa este año porque la Amazonia lleva dos años consecutivos de grave sequía, dijo Ane Alencar, directora científica de IPAM Amazônia, una organización de investigación.

Además, los efectos prolongados de un patrón meteorológico natural conocido como El Niño redujeron el nivel de lluvias durante la estación húmeda.

“Los ríos no tuvieron oportunidad de recuperarse”, dijo Alencar. “Así que estamos viendo un efecto dominó”.

Las autoridades esperan que el dragado traiga algo de alivio. En la práctica, se trata de recoger sedimentos de cuatro tramos estratégicos del Amazonas que se están volviendo demasiado superficiales y depositarlos en otras zonas donde el agua es más profunda.

Galvão dijo que el proceso entraña pocos riesgos para el medio ambiente, aunque las autoridades vigilarán la calidad del agua y los efectos sobre los peces.

Pero algunos científicos no están de acuerdo y advierten de que el dragado del Amazonas y sus afluentes podría dejar huellas duraderas en los sistemas acuáticos, perturbando y potencialmente dañando plantas y animales.

Por un lado, podría desenterrar depósitos enterrados de mercurio, que se filtra en los ríos a través de la erosión natural del suelo y también es el resultado de los vertimientos de las minas de oro ilegales.

A parched riverbed in Brazil.
Una sección reseca del río Solimões, uno de los mayores afluentes del Amazonas, el mes pasado Credit…Jorge Silva/Reuters

Al remover los lechos de los ríos, los peces y otras formas de vida acuática estarían más expuestos a la sustancia química tóxica. El mercurio puede frenar la reproducción, el crecimiento y el desarrollo neurológico de las especies y volverse más dañino a medida que avanza por la cadena alimentaria.

“Los sedimentos son un conjunto de depósitos acumulados a lo largo del tiempo”, dijo Adalberto Luis Val, biólogo del Instituto Brasileño de Investigación de la Amazonia, en Manaos. “Meterse con este sedimento es como meterse con toda esta historia”.

El dragado también puede aumentar la turbidez del río, oscureciendo el agua y limitando la cantidad de luz solar que llega a las plantas acuáticas, de las que dependen para reproducirse.

“La decisión de dragar responde a una necesidad de las comunidades, de la humanidad”, dijo Val. “Pero, desde el punto de vista medioambiental, es muy imprudente”.

Aunque el dragado reduzca la paralización a lo largo del Amazonas y sus principales afluentes, es probable que los ríos más pequeños que unen las zonas rurales con los centros urbanos sigan secándose, dejando aisladas a muchas aldeas indígenas y comunidades pesqueras, según Flores.

“Cuando pensamos en la población amazónica en su conjunto, esta no es realmente la solución”, dijo, y señaló que la construcción de más pozos de agua y la instalación de sistemas de recogida de lluvia podrían preparar mejor a las comunidades remotas para sequías más frecuentes.

Aun así, el plan de dragado fue una buena noticia para comunidades como Tauary, una aldea ribereña situada en una de las regiones más secas del estado de Amazonas. Según Maria de Fátima Servalho Celestino, una de sus habitantes, la sequía ha aislado a sus 35 familias y ha hecho casi imposible que puedan salir.

“Aquí, los ríos son nuestras calles”, dijo Celestino, de 34 años. “Y con la sequía, no podemos ir a la ciudad a comprar agua o medicinas. No podemos pescar, todo el pescado ha desaparecido. Todo está seco”.

Lo que antes era un viaje en barca de una hora hasta el pueblo más cercano, donde Celestino y sus vecinos compran víveres o visitan a un médico, ahora lleva hasta 10 horas a través de parches fangosos del lecho del río, dijo.

Pero el dragado de algunos tramos del río Amazonas a pocas horas río abajo de su aldea podría representar un alivio.

“Estamos aquí abandonados”, dijo. “Así que esperamos que suceda y que la ayuda llegue pronto”.

Rio Tinto, una de las mineras más grandes del mundo, quiere comprar proyectos de litio en Argentina

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Los ojos de los inversores globales están puestos en la minería, donde el país tiene vastos recursos sin desarrollar, principalmente en cobre y litio.

Si bien todavía no hubo grandes anuncios de inversión, la industria recibió como una muy buena noticia el ingreso de la empresa australiana BHP en el país, que es una de las mineras más grandes del mundo, tras anunciar que se fusionaba con la canadiense Lundin Mining para desarrollar proyectos de cobre.

Ayer, una nueva noticia volvió a poner a la Argentina en el radar internacional, pero esta vez vinculada a proyectos de litio: la minera Rio Tinto hizo pública su oferta para adquirir Arcadium Lithium, la empresa que nació a principios de año de la fusión entre la australiana Allkem y la estadounidense Livent.

“Rio Tinto confirmó hoy que se ha puesto en contacto con Arcadium Lithium en relación con una posible adquisición. El contacto no es vinculante y no hay certeza de que se llegue a un acuerdo o se lleve a cabo ninguna transacción. Rio Tinto no hará más comentarios hasta que se presente una actualización”, fue el escueto comunicado que se dio a conocer ayer por la compañía.

La gigante empresa minera angloaustraliana compró el proyecto de litio Rincón, en Salta, en 2021, aunque todavía está sin desarrollar. Este año, se anunció la intención de invertir US$350 millones para producir 3000 toneladas de carbonato de litio por año. Sin embargo, se trata de un proyecto chico para el portafolio de productos de la compañía, que está especializada principalmente en minerales de hierro, cobre y aluminio, pero busca crecer también en litio.

Es un gran momento para comprar una empresa especializada en litio porque las valuaciones de las compañías cayeron fuertemente en el último año debido al derrumbe del precio de la tonelada de litio [de US$80.000 a US$12.000]. Pero claramente no es un gran momento para vender. Veremos cuánto resiste Arcadium Lithium”, dijo en reserva un empresario del sector.

En marzo pasado, el presidente global de Rio Tinto, Jakob Stausholm, estuvo en la Argentina y dijo que América del Sur está en una posición ideal para entregar litio al mundo. La semana pasada, además, mostró un “abierto interés” por el país, según dijeron en el sector, al asistir en persona al evento “Argentina Day”, organizado en Londres, por la Embajada Argentina y la Británica, donde estuvieron el secretario de Minería, Luis Lucero, y su par de Finanzas, Pablo Quirno.

“El interés que tenía en la Argentina era visible”, dijo un empresario argentino que también participó del encuentro. “Rio Tinto tiene un efecto arrastre importante. Ya es una buena noticia que esté interesada en adquirir Arcadium Lithium y en expandir sus activos en la Argentina. Es una empresa muy grande que no tiene desarrollado su división de litio, por eso el interés”, agregó en reserva.

Arcadium cotiza en la Bolsa de Nueva York y tiene una valuación total de US$4620 miilones. Desde enero pasado, las acciones de la compañía cayeron 50% debido al derrumbe del precio del litio. Sin embargo, se proyecta que la demanda de litio va a triplicarse para 2030, como la mayoría de los minerales críticos esenciales para la transición energética.

Al comprar Arcadium, Rio Tinto obtendría acceso a minas de litio, instalaciones de procesamiento y depósitos en la Argentina, Australia, Canadá y Estados Unidos, dijo la agencia Reuters. Además del proyecto Rincón, en Salta, la empresa minera adquirió el año pasado el proyecto de litio Jadar en Serbia, pero podría tardar dos años en obtener los permisos necesarios para desarrollarlo.

Rio Tinto también tuvo una experiencia anterior en la Argentina, cuando era propietaria del proyecto Potasio Río Colorado (PRC), en Malargüe, Mendoza, que vendió a la brasileña Vale por US$850 millones, en 2009. Actualmente, este proyecto es operado por la brasileña ARG y por Minera Aguilar, del holding Integra Capital, que preside José Luis Manzano y tiene también como accionista a Daniel Vila.

En cuanto al litio, la Argentina integra junto con Chile y Bolivia un área geográfica donde se encuentra el 60% de las reservas identificadas del metal en salmueras cercanas a la superficie. Solo la Argentina representa el 35% de los recursos mundiales de litio y ocupa el tercer lugar a nivel mundial en reservas probadas.

Actualmente, el mapa del litio en la Argentina incluye un total de 49 proyectos, de los cuales cuatro están en producción: Fénix, en Catamarca, y Salar de Olaroz, en Jujuy, operados por Arcadium; Cauchari-Olaroz, en Jujuy, de la minera Exar, una compañía argentina conformada por Ganfeng Lithium (de capitales chinos), Lithium Argentina y Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado, y Centenario Ratones, en Salta, perteneciente a Eramine Sudamérica, firma creada por el grupo francés Eramet y por la siderúrgica china Tsingshan.

De acuerdo con datos del Ministerio de Economía, al cierre de 2023, hay otras cuatro iniciativas en etapa de construcción en el país: Tres Quebradas, de la china Zijin Mining; Sal de Vida, de Arcadium, en Catamarca; Sal de Oro, de la coreana Posco, con injerencia en las provincias de Catamarca y de Salta, y Mariana, de Ganfeng, en Salta.

Sofía Diamante

El Gobierno pretende cerrar dos empresas. Quedarían 4 mil empleados en la calle

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El Gobierno dejó en claro su intención de cerrar dos empresas que dependen del Ministerio de Economía, dejando así en la calle a más de 4 mil empleados. Se trata de Corredores Viales y la Administración General de Puertos (AGP) en un plazo mediano, argumentando que ambas entidades duplican funciones de otras secretarías del Estado.

En este sentido, un funcionario del Gabinete afirmó que “no tienen razón de ser” y que su disolución busca simplificar la estructura del gobierno.

Qué pasará con los empleados de las empresas que quieren cerrar

Corredores Viales, una sociedad anónima con 3.565 empleados, se encarga de la gestión de las principales rutas y autopistas del país, abarcando cerca de 6.000 kilómetros. La AGP, por su parte, es una sociedad del Estado con 581 trabajadores, responsable de regular el puerto de Buenos Aires y mantener los canales de acceso al mismo.

Ambas entidades dependen del ministro de Economía, Luis Caputo, quien ya había anunciado la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), que cuenta con 269 empleados. La AGP, dirigida por Gastón Alejo Benvenuto, y Corredores Viales, presidida por José Luis Acevedo, están bajo la crítica del Ejecutivo por su solapamiento con la Dirección Nacional de Vialidad y la subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante.

Diego Chaher, a cargo de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, lidera el proceso de cierre y privatización de estas entidades. Este movimiento forma parte de una serie de reestructuraciones que ya incluyó la disolución de Trenes Argentinos Capital Humano, que implicará el despido de 1.388 empleados y un ahorro proyectado de $42.000 millones anuales, y la eliminación del Instituto Argentino del Transporte (IAT).

Con la reciente sanción de la Ley Bases, el presidente Javier Milei obtiene la facultad de eliminar competencias y estructuras de entidades gubernamentales, con la excepción de las dependencias del Poder Legislativo y Judicial. Lo mismo aplica para las universidades, el CONICET, ANLIS, ANMAT, INPI, INCAA, ENACOM, ARN, CONAE, CNEA, CONEAU, CNV, INCUCAI, UIF e INTA.

El artículo 52 de la Ley Bases establece que los empleados públicos afectados por cierres o modificaciones tendrán un año de sueldo garantizado mientras esperan ser reubicados o capacitados para otras funciones en el Estado.

Restructuración de Casa de la Moneda y cierre de la ex Ciccone

La Casa Rosada también está considerando la disolución de la ex Ciccone Calcográfica y reestructuraciones en la Casa de Moneda, en un contexto de reducción del gasto público y ajuste administrativo. Así lo anunció el vocero presidencial Manuel Adorni.

Adorni afirmó que la ceca tiene «severas infeciencias«. Además, explicó las funciones que cumple: «se encarga de imprimir billetes pasaportes, patentes de autos, estampillas”.

Además, afirmó que Compañía de Valores Sudamericana (CVS), ex Ciccone Calcográfica es «recordada por uno de los casos de corrupción más grandes de las últimas décadas”.

Adorni criticó: “La mala administración de la gestión anterior representó un despilfarro de recursos, con deudas que ascienden a US$371 millones, un patrimonio negativo de US$78 millones y un resultado bruto negativo de US$20.500.000.»

El Gobierno de Milei quiere vender acciones de ARSAT

Desde 2016 -AgendAR viene insistiendo en el carácter estratégico de ARSAR: su red de fibra óptica, que cubre el territorio nacional, sus satélites y toda su infraestructura informática y de comunicaciones, pero también la de las empresas de telefonía de línea y celular, así como la de la radio y la TV.

Sin ARSAT, un usuario no tendría ancho de banda en su computadora o celular para abrir siquiera una aplicación de texto en las horas de gran demanda. Cualquier llamada interurbana o interprovincial entre teléfonos sería imposible. Los Wattsapp no llegarían nunca, o funcionarían sólo dentro de áreas limitadas. Las comisarías, puertos de Gendarmería y de Prefectura en fronteras dependerían de radioenlace.

No fueron los dos satélites de telecomunicaciones que ARSAT puso en el cielo en 2014 y 2015 los que cambiaron el desastroso panorama de las comunicaciones locales. Fue la REFEFO, la Red Federal de Fibra Óptica, planificada al toque de fundada la empresa, en 2006, y que entre 2012 y 2015 hizo de la Argentina la mayor compradora e instaladora de cable óptico troncal del mundo. De 2012 a 2014 ARSAT enterró y puso en línea más fibra óptica que Telefónica en 20 años, y del doble de ancho de banda.

La huella geográfica de la telefonía celular privada empezó a expandirse. Donde NO pasaba la fibra, ninguna «telco» (firma privada de telecomunicaciones) te ponía una torre de microondas ni a palos. Pasaba la cuadrilla de ARSAT, enterrando fibra a la vera de las rutas nacionales y provinciales, y al mes o dos se venían al trote las telcos, con sus torres, y anunciaban, triunfales, que estaban invirtiendo para comunicar a los argentinos.

En 25 años no habían hecho un comino. Cuando hizo todo el trabajo pesado, no se iban a perder la venta de celulares y su facturación.

Productores de la llanura chacopampeana se compraban esa maquinaria agrícola colosal, dirigida por GPS, y podía controlar su navegación a la distancia y en su celular desde sus lejanas oficinas. Y sin tener idea de que la causa de ello eran unos mazos gruesos como una pierna humana de fibra óptica, enterrados a dos metros bajo las banquinas ruteras por una empresita NACIONAL desconocida. Una firma que en 2013 no llegaba a 400 empleados, casi todos técnicos e ingenieros del palo. La empresa celular con la que el tipo tiene cuenta se limita a facturar por «la milla final». La infraestructura de transporte nacional de media y larga no la puso jamás, y tampoco el «know-how».

Aparecieron mágicamente las tarifas planas y los abonos, porque con los 40.000 km. de REFEFO repartidos en 6 grandes anillos regionales en nuestros 2,74 millones de km2 de geografía, le da lo mismo a Mengano, que es neuquino, pegarle un tubazo a Fulano en Córdoba o a Zutano en Salta. La

REFEFO funcionó siempre bien por tres causas:

a) Nunca dejó de crecer en kilómetros

b) Siempre que algún intendente o arquitecto la rompía sin querer con alguna obra a vera de huella, se arreglaba sobre el pucho

c) Los gastos de ARSAT para tener en buen estado la REFEFO y para diseñar, construir y poner en órbita los ARSAT 1 y 2 hoy los pagan esos dos satélites. Facturan entre U$ 40 y 50 millones/año. Hoy debían ser 6, pero en 2016 Mauricio Macri detuvo su construcción… y ningún gobierno posterior la retomó. Son las dos vacas lecheras de la firma.

Pero hay vacas y vacas.

No use la regla de tres, no sirve: los ARSAT-3, 4, 5 y 6 iban a ser de diseños evolutivamente distintos, con cada vez más potencia eléctrica y ancho de banda. De haberse respetado ese plan de un nuevo ARSAT cada 2 años, fijado por la ley 27208 de 2015, hoy ya tendríamos en órbita el ARSAT 6, los últimos con un diseño HTS, de gran velocidad y ancho de banda.

Sumando esos y los anteriores, ARSAT estaría facturando alrededor de U$ 500 a 700 millones/año por venta de servicios de «broadcasting» a cadenas de TV desde Ushuaia hasta la tundra canadiense. Y seguiría haciendo, pero mucho mejor, lo que hace desde 2006: dándole servicio gratis de internet, interactivo pero que tolera latencia, a las escuelas, municipios, hospitales y centros de telemedicina, y también las fuerzas de seguridad y fuerzas armadas del país.

ARSAT construyó el sistema nervioso del estado. Es la REFEFO.

Incluso reducida a dos satélites preliminares, que promedian sin novedad su expectativa de vida de 15 años, la empresa se autosustenta. No hay maldita la excusa para venderla, salvo que como empresa pública, es un desmentido existencial al slogan del estado es ineficiente. Hay una telco multinacional, CLARO, de Carlos Slim, el vigésimo del mundo en el orden de los multibillionarios, dueño de la corporación América Móvil.

Con la REFEFO, la telco celular de Slim, CLARO, empezaría a llegar de golpe a todo el interior profundo, donde no tiene señal.

Todos los usuarios de la REFEFO, el 90% de lo cuales no tiene idea siquiera de su existencia, empezarían a pagarle peaje ahora por el uso de la misma a Slim. Por tamaño y ancho debanda, es una red óptica sin equivalente en América Latina. Y viene dotada además del mejor datacenter del país.

A Slim el desarrollo de ingeniería satelital argentina no le importa, ni va a hacerlo ahora. Los satélites ARSAT 1 Y 2 los dejará envejecer y morir sin reposición. El SG-1, equivalente del ARSAT 6, INVAP lo retomó por su cuenta tras el triunfo electoral de Mauricio Macri. Cuando asumió Alberto Fernández, no hizo nada por proseguir el programa satelital de ARSAT.

INVAP seguirá buscando un socio para terminarlo. Si a Slim le interesa, engrosará la constelación ARSAT con alguna satélites de diseño y construcción estadounidense o europeo. Los geoestacionarios de telecomunicacion son aparatos bastante extraordinarios, más espacionaves que satélites. «Vuelan» a 36.500 km. de la Tierra sin apartarse de la vertical de un punto fijo del ecuador terrestre. Son las torres retransmisoras más altas de la historia. Fuimos el 8vo país de la Tierra en acceder a esta tecnología.

Si los ARSAT-1 y 2 saldrán de servicio en 2028 y 2029, Slim siempre puede vender los sitios orbitales que ocupan. Valen mucho más que los satélites en sí. Uno de tales sitios acaban de permitir, por ejemplo, televisar los recitales de Paul McCartney en River a los EEUU y Canadá. La posición 82o Oeste, que permite vender «broadcasting» en las Tres Américas, desde Nunavut hasta la Base Marambio, es codiciada desde los ’90 por varias potencias, el Reino Unido a la cabeza. En términos inmobiliarios, es algo que ya no existe: el equivalente de un lote de varias manzanas sobre barranca hacia Avenida Libertador en Retiro.

¿Tener ahí un satélites de ingeniería propia, de altísimo ancho de banda como el SG-1, cuánto vale, qué visibilidad y que autoridad continental nos confiere? Eso se perderá definitivamente.

Una última reflexión sobre el datacenter de ARSAT. En 2012 era el mejor de la Argentina, por su «uptime» del 99,75%, que en criollo significa que labura al 100% de su capacidad 24×365 y se cae sólo el 0,25% del año, es decir dos horas y 21 minutos. Tiene más back-up de generadores diésel, por si se cae la red eléctrica, y más sistemas de refrigeración de respaldo para disipar el calor de los servidores, que una central nuclear.

Fue diseñado para capear catástrofes. Podía arder o inundarse el país, que «el DATA» de ARSAT seguía trabajando. En su momento, hacerlo costó U$ 14 millones. Almacena la información estratégica de centenares de empresas privadas, pero además la de centenares de municipios, provincias y empresas públicas. Y están los datos claves del estado nacional en la llamada «Sala Cofre», casi inaccesible y con capas y capas de blindaje informático contra hackeos.

Hoy un datacenter de esta categoría, con tanto tiburón de la City hambriento de servers para minar criptomonedas, ¿cuánto vale?

Pregunta más jodida aún: ¿cuánto vale eliminar la información de la Sala Cofre? Después de todo, alguien debe haber pagado una fortuna para eliminar los datos económicos en soporte papel en el incendio intencional de Iron Mountain, en Barracas, con 10 bomberos y rescatistas muertos y 7 heridos de gravedad.

Se están vendiendo activos tan valiosos, estratégicos y soberanos que no tienen precio.

Hace 10 meses lo sintetizamos en esta nota:

ARSAT no puede privatizarse porque su infraestructura de comunicaciones no tiene precio.

Ahora, el actual presidente de ARSAT anuncia una privatización parcial.

Le concedemos el resto del artículo a la prensa «de circunstancias». Es lo que hay.

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Después de quedar fuera de la Ley Bases como empresa sujeta a privatización, el futuro de la compañía estatal de telecomunicaciones ARSAT pasa por salir a la Bolsa en 2025, aunque aún no está previsto el porcentaje de acciones que se pondrían a la venta.

“En este momento estamos en un proceso de reordenamiento y puesta en valor de los activos, con la idea de que ingrese capital privado a la compañía y la modalidad va a ser salir a la Bolsa”, dijo el presidente de Arsat, Mariano Greco, en las Jornadas Internacionales organizadas por la Asociación Argentina TIC, Video & Conectividad (ATVC) y la Cámara de Productores y Programadores de Señales Audiovisuales (Cappsa).

Según el funcionario, a la fecha Arsat fue “más un vehículo de políticas que una empresa” y hoy el desafío es complementarse con la industria. “Es una empresa consolidada en términos tecnológicos, pero a la que le falta fundamentalmente expandirse y abrirse, y en esa apertura la idea es salir a la Bolsa. Pondremos en juego el porcentaje de acciones que sea más conveniente para la valoración de la empresa”, agregó.

Actualmente, la empresa está íntegramente en manos del Estado, pero el 49% de las acciones se podría vender (el 51% restante corresponde a las acciones Clase A reservadas al sector público). Sin embargo, Greco no adelantó si saldrían necesariamente con ese porcentaje a la venta.

El trabajo actual consiste en armar un plan de negocios y poner en valor los activos de Arsat, entre los que figuran alrededor de 40.000 kilómetros de fibra óptica, dos satélites, un data center, espectro 4G y un bloque de 100 MHz de 5G que le fue cedido gratuitamente por 20 años en la subasta del año pasado, en la que Telecom y Claro pagaron US$350 millones cada una, y Telefónica, US$175 millones.

Consultado al respecto del uso que le darán al espectro, Greco dijo que aún no lo tienen definido y que es materia de discusión con el secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua; y con Martín Ozores, presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).

“Necesitamos una lectura de qué va a hacer Arsat con el espectro”, dijo por su parte, Roberto Nobile, CEO de Telecom, en otro de los paneles del evento, mientras que la Mesa Tic Argentina hará pública una nota que le mandaron la semana pasada a Genua con un conjunto de propuestas y lineamientos vinculados al rol de Arsat.

Según el escrito, las empresas dicen que “Arsat debe enfocarse en complementar al sector privado, centrándose en el rol de proveedor de infraestructura” y que “esta orientación estratégica es esencial para evitar conflictos de intereses y para maximizar los beneficios para el sector en su conjunto”.

En tanto, con respecto a sus prestaciones, sumaron que “es fundamental que no se involucre en la provisión de servicios de última milla, ya que esto la pondría en competencia directa con los proveedores que son sus clientes”.

Por último, proponen que Arsat sea una entidad 100% estatal y que tenga acceso a los fondos del Fondo de Servicio Universal para proyectos que complementen los servicios de empresas privadas, “que contribuyen a la universalización de los servicios en operación desde hace años”.

Firmaron la nota a Genua las empresas DirecTV, Telecom y Telefónica, y las cámaras ATVC, IDA, Cabase, Cacpy, Catip, Cicomra, Red Intercable, Cappi, Fecosur y Catel.

María Julieta Rumi

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PS: Me encantó la definición del presidente actual de ARSAT, Mariano Greco, un técnico del Data Center, según la cual a la empresa «le falta fundamentalmente expandirse y abrirse». En otra línea de negocios y en otro tiempo, habría sido un buen slogan para Jack el Destripador.

Daniel E. Arias

Premio Nobel de Física para los «padrinos» de la Inteligencia Artificial

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El estadounidense John Hopfield y el británico-canadiense Geoffrey Hinton recibieron este martes el Premio Nobel de Física 2024 por sus trabajos en redes neuronales artificiales, que permiten a las máquinas aprender, lo que sentó las bases en el desarrollo de la inteligencia artificial, dando lugar a modelos actuales de chatbots, como ChatGPT.

«Los dos ganadores del premio Nobel de Física de este año emplearon herramientas de la física para desarrollar métodos que son la base de los potentes sistemas de aprendizaje automático de hoy día», indicó el jurado en un comunicado.

«Aunque las computadoras no pueden pensar, las máquinas pueden imitar ahora funciones como la memoria y el aprendizaje. Los laureados de este año en Física han ayudado a hacer esto posible», añadieron en el escrito difundido por la red social Instagram.

Hopfield, de 91 años y profesor en la Universidad de Princeton, y Hinton, de 76 años y profesor de la Universidad de Toronto, fueron premiados «por sus descubrimientos e invenciones fundamentales que permiten el aprendizaje automático utilizando redes neuronales artificiales».

Las redes neuronales artificiales se inspiran en la red de neuronas del cerebro humano y ambos han estado trabajando en este tema desde la década de 1980.

Geoffrey Hinton, ganador del Premio Nobel de Física 20241008

Ellen Moons, presidenta del comité del Nobel de Física, explicó que los galardonados de este año «utilizaron conceptos fundamentales de la física estadística para diseñar redes neuronales artificiales que funcionan como memorias asociativas y hallan patrones en grandes conjuntos de datos».

«Estas redes neuronales artificiales se han utilizado para avanzar en la investigación en campos tan diversos como la física de partículas, la ciencia de materiales y la astrofísica, y se han convertido en parte de nuestra vida diaria, agregó en declaraciones a la prensa.

La Real Academia de las Ciencias Sueca indicó que la Inteligencia Artificial (IA) está «revolucionando la ciencia, la ingeniería y la vida diaria», gracias al trabajo de Hopfield y Hinton, aunque alertaron por los riesgos y responsabilidad que se debe tener al usar estas tecnologías.

Premios Nobel 2024

El Nobel de Física es el segundo que se entrega de la temporada, después de que este lunes se concediera el de Medicina a los científicos estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun, galardonados por su descubrimiento del microARN y su papel en la regulación de los genes.

El premio Nobel de Física 2023 había sido concedido a la franco-sueca Anne L’Huillier, al francés Pierre Agostini y al austrohúngaro Ferenc Krausz por su investigación sobre las herramientas para explorar los electrones dentro de átomos y moléculas.

La temporada de estos galardones continúa esta semana con el anuncio del ganador o ganadores del Nobel de Química el miércoles, seguido de los tan esperados premios de Literatura el jueves y de la Paz el viernes. El Premio de Economía cerrará la temporada el lunes 14 de octubre.

El Ejército Argentino impulsa la investigación y desarrollo de nuevos sistemas de drones

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La Segunda Guerra del Alto Karabaj, en primer lugar, y actualmente la guerra ruso-ucraniana, han demostrado que el empleo masivo de vehículos aéreos no tripulados de diferentes clases y tipos es una realidad, poniendo en jaque el uso de medios militares tradicionales. Si bien inicialmente fueron ideados como medios de vigilancia, inteligencia y reconocimiento, los drones continúan evolucionando para proporcionar a las Fuerzas Armadas capacidades de señalización de objetivos, apoyo a unidades de infantería y artillería, y ataque a objetivos terrestres y blindados. En este último caso, los drones FPV han ganado por mérito propio su lugar en la consideración de diversas fuerzas, entre ellas el Ejército Argentino.

Operador del 16 Air Assault Brigade Combat Team del Ejército Británico – Fotografía empleada a modo de ilustración.

En una entrevista realizada por Zona Militar al Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino, General de División Carlos Presti, este confirmó que la fuerza se ha propuesto como uno de sus objetivos la investigación y desarrollo de drones FPV para cumplir y suplir los requerimientos operativos.

Al respecto, el general Presti aclaró: “A partir de la observación de lo que sucede en los conflictos actuales, decidimos seguir evaluando opciones para adquirir sistemas portátiles de munición antitanque merodeadora, como los HERO-30 y HERO-120. Al mismo tiempo, estamos desarrollando proyectos para adaptarnos a estas nuevas exigencias tecnológicas. Entre ellos, la investigación y desarrollo de un sistema de drones FPV (First-Person View) lanzadores y merodeadores, fabricados con materiales descartables. Este proyecto responde a la necesidad táctica de contar con drones capaces de lanzar granadas o funcionar como municiones kamikazes”.

En el primer caso, las Fuerzas Armadas Argentinas se han convertido en pioneras a nivel regional al incorporar la primera munición merodeadora de la familia HERO, provista por la firma israelí Uvision. Inclusive, se busca avanzar en la adquisición de nuevos lotes, mientras se llevan a cabo cursos para operadores y se despliegan en ejercicios. Esto incluye las demostraciones y lanzamientos realizados en los Ejercicios Escuela de Fuego en Salinas del Bebedero, San Luis, y el recientemente finalizado Ejercicio Aonikenk en la Base de Infantería de Marina Baterías.

En cuanto a los drones FPV, estos se presentan como una solución más económica y menos compleja frente a otros vehículos aéreos no tripulados, al igual que suplir en etapas del conflicto la carencia de misiles guiados antitanque. Como se ha apreciado en la guerra ruso-ucraniana, su uso intensivo por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania se debió a que, siendo en su mayoría de origen comercial, estaban disponibles en grandes cantidades y podían adaptarse rápidamente para el lanzamiento de diversas cargas útiles, desde granadas hasta proyectiles con mayor carga explosiva.

A lo largo de los meses, el uso y la doctrina permitieron obtener retroalimentación de los operadores, refinando el diseño y las modificaciones aplicadas. Incluso se han desarrollado sistemas que combinan una munición merodeadora con las capacidades de un drone FPV, así como proyectiles adaptados para ser lanzados desde estas plataformas.

Aunque el Ejército Argentino no ha brindado mayores precisiones, se presume que la fuerza buscaría combinar ambos sistemas, utilizando las municiones merodeadoras para objetivos de mayor valor táctico en el campo de operaciones, mientras que los drones FPV serían desplegados en mayor número contra otros objetivos de menor valor y de oportunidad.

Hasta la fecha, algunas empresas nacionales, como la cordobesa FixView, están desarrollando propuestas para dotar a las Fuerzas Armadas con este tipo de plataformas. En primer lugar, según informó la propia compañía, se encuentra en fase de prototipo una munición merodeadora del tipo FPV, con vistas a avanzar en demostraciones de campo.

Por último, aún en fase conceptual, la empresa está realizando estudios de factibilidad para el desarrollo de una plataforma no tripulada capaz de transportar y lanzar proyectiles de mortero de 81 mm, combinando elementos de inteligencia artificial y guía por GPS para dirigir los proyectiles hacia su objetivo.

Sistema Riachuelo: se demora un proyecto para mejorar la vida de 4,5 millones de personas

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El cambio de gestión y la orden del presidente Javier Milei de ajustar al mínimo –y en lo posible, eliminar– las partidas para obra pública ya dejaron secuelas: dejaron al borde de la parálisis el “Sistema Riachuelo”, un megaproyecto de AySA que al ponerse en funcionamiento podría mejorarle la calidad de vida a un millón y medio de habitantes del conurbano bonaerense, con beneficios indirectos para otros 4,5 millones de usuarios. Con un dato adicional: el Banco Mundial giró a la Argentina los fondos para terminar las tareas, pero los contratistas cobran en cuentagotas y pueden quedar en condiciones de rescindir el contrato, según confirmaron cuatro fuentes al tanto de lo ocurrido durante estos meses.

Las miradas apuntan al Ministerio de Economía, que demoró las partidas para concluir el “lote 2″ del megaproyecto. Llegó a adeudar varios certificados de obra, incluidos los de abril ($1700 millones), mayo ($6000 millones) y junio ($4800 millones). Hasta que destrabó una transferencia a mediados de septiembre con el que evitó llegar a los 90 días de incumplimiento. Superar ese plazo hubiera habilitado a los contratistas a demandar en los tribunales al Estado nacional, aunque con ese desembolso parcial el Palacio de Hacienda sólo ganó unas semanas. El 1 de este mes debía afrontar otro vencimiento, que ante la consulta afirmaron que cancelarán en los próximos días.

“El problema no es que se hayan desviado los fondos [que giró el Banco Mundial], ni tampoco es un problema de AySA o de Acumar [por la Autoridad de Cuenca Riachuelo Matanza], sino el límite del crédito presupuestario. Y eso es algo que define Economía”, indicó una fuente que conoce, desde adentro, el desarrollo y ejecución del megaproyecto.

Desde el Palacio de Hacienda confirmaron las demoras en los pagos, pero cargaron contra la anterior gestión, liderada por Sergio Massa. “Al asumir, la obra se encontraba parada por falta de pago desde agosto del 2023″, indicaron. En marzo se pagó deuda por $15.460.957.664,78″, precisaron. ¿Y qué pasó con los pagos pendientes desde marzo en adelante? Respuesta oficial: “Se encuentra en retraso el pago del certificado de junio que tenía como cronograma de pago previsto el 1 de octubre por $4.820.612.888. El retraso se produjo por falta de reconocimiento de número SWIFT de la casa de origen, más demoras en la acreditación en la cuenta designada para su erogación; previendo regularizar su erogación el 7 de octubre”.

Desde AYSA, en tanto, ofrecieron una respuesta similar, pero distinta: tras aclarar que la ACUMAR opera como unidad ejecutora que gestiona el préstamo y los fondos, para que luego AySA dispone para realizar los pagos, indicaron a LA NACION los certificados que vencieron en julio y agosto ya fueron cancelados. Ahora, abundó, está “a la espera de que la Acumar transfiera los fondos en las próximas semanas para regularizar el certificado que vencía en septiembre”, para luego indicar que “a pesar de estos retrasos, la obra continuó su ejecución” y que la ACUMAR “está gestionando con el Ministerio de Economía las ampliaciones de crédito presupuestario, a fin de garantizar la continuidad del proyecto”.

Radiografía de la obra pública

Concebido durante los albores del kirchnerismo, el “Sistema Riachuelo” resulta una radiografía precisa de cómo funciona la obra pública en la Argentina. Comenzó a gestarse en 2008 con la promesa de terminarlo en cuatro años, pero se licitó en 2011, se firmó en 2014 y la inauguración se planeó para 2019. Pasó luego para 2022. Y en septiembre de 2023, la entonces titular de AySA, Malena Galmarini, y su marido, el entonces ministro Massa, celebraron el “inicio al proceso de puesta en marcha”, en plena campaña presidencial de Massa. Pero el “inicio” no fue tal. El “Sistema Riachuelo” sigue hoy sin funcionar.

Por su complejidad, el megaproyecto se concibió en tres partes o “lotes”. El 1 y 3 quedaron desde su inicio bajo control y financiamiento del Banco Mundial, mientras que el “lote 2″ quedó bajo fondeo y control de Néstor Kirchner y Julio De Vido, que lo entregaron a constructoras amigas, afrontó todo tipo de vaivenes y hoy, tras ceder los controles y fondeo al Banco Mundial, mejoró su ejecución y los últimos datos oficiales marcan un 86% de avance, aunque actualizado llegaría al 92 por ciento.

Ahora, los involucrados afirman que las obras podrían completarse “en meses”, siempre que no haya demoras o imprevistos. Así, 2025 podría ser el año inaugural. Pero tampoco pueden garantizarlo, ya que dependen de las partidas que debe liberar el titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, quien sigue las directrices restrictivas de la Casa Rosada.

Las pautas que fijó Milei son claras. “La obra pública se termina. Es decir, no tenemos plata. Hay que recortar, porque el déficit fiscal es muy alto”, afirmó a fines de noviembre, ya como presidente electo. Y Caputo actuó en consecuencia: redujo al mínimo el flujo de partidas, con la consiguiente ralentización o paralización de obras públicas en distintos puntos del país.

El “Sistema Riachuelo” es, sin embargo, distinto. Porque su financiamiento no proviene de las arcas del Estado nacional, sino del Banco Mundial, que ya giró los fondos para completar las obras, a las que asigna prioridad, por los años de retraso y por la cuantía. Son cerca de US$1227 millones, su financiamiento más grande en toda América Latina y el Caribe.

Para los ejecutivos del Banco Mundial, en tanto, el megaproyecto conlleva desafíos y dolores de cabeza recurrentes. Deben lidiar con la realidad argentina y con las preguntas que llegan desde Washington, donde exigen respuestas y resultados. Pero prefieren mantener la vista en la meta:“El proyecto se sigue ejecutando, hubo algún retraso dado el cambio de administración, pero la obra continua y esperamos que se inaugure en 2025″, indicaron.

Los resultados durante los últimos años, sin embargo, distan de ser los esperados, como consignaron los informes que la Auditoría General de la Nación (AGN) y la Sindicatura General de la Nación (Sigen) emitieron en 2018 y 2021.

El informe de la Sigen expuso, entre otras falencias, el “deficiente grado de planificación y programación de las tareas” del Sistema Riachuelo, las “sucesivas modificaciones” que sufrió el megaproyecto, sus “significativos retrasos”, “las redeterminaciones de precios generadas en consecuencia” durante las presidencias de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, y hasta una contratación directa por 14 millones de euros.

Tres “lotes” con recorridos muy distintos

Los tres tramos o “lotes” registraron problemas, pero con diferencias evidentes de avance y transparencia, además de modificaciones periódicas de plazos y costos:

  • Lote 1: controlado y financiado por el Banco Mundial, abarcó la excavación de un túnel a entre 12 y 24 metros de profundidad, a lo largo de 30 kilómetros del llamado Colector Margen Izquierda y Desvío Colector Baja Costanera, más obras complementarias. Transportará los efluentes provenientes del margen izquierdo del Riachuelo y la ciudad de Buenos Aires, más una ampliación del sistema Baja Costanera, hasta Dock Sud. Consorcio ganador: la italiana Ghella y la argentina IECSA, la constructora que era de Angelo Calcaterra, luego procesado en el tramo local de Lava Jato y el caso Cuadernos, en el que acaban de beneficiarlo. El contrato comenzó a ejecutarse en 2015 y debió terminarse en 48 meses, plazo que se alargó. La obra se terminó en diciembre de 2022.
  • Lote 2: controlado y financiado por el Estado nacional y, tras años y marchas y contramarchas, por el Banco Mundial. Abarca la construcción de una estación elevadora de entrada de los efluentes que llegan a Dock Sud por el túnel del Lote 1, más una Planta de Pretratamiento Riachuelo y una estación de bombeo de salida de esos efluentes. Todo, en terrenos ganados al Río de la Plata. ¿Consorcio ganador? Esuco, JCR, CPC y C&E –todas cercanas al kirchnerismo-. Ya en tiempos del macrismo, se convocó a Ghella y se sustituyó a CPC, la constructora de Cristóbal López, por Impregilo, el grupo italiano socio de Sideco, el holding de la familia Macri, en la firma Yacylec. El contrato comenzó a ejecutarse en 2015 y debió terminarse en 48 meses. Avance de la obra: 92%.
  • Lote 3: controlado y financiado por el Banco Mundial, abarcó la construcción del Emisario Riachuelo que trasladará los efluentes pre tratados en las obras del Lote 2 en Dock Sud a lo largo de 12 kilómetros emisario subfluvial hasta su difusión en las aguas del Río de la Plata. Consorcio ganador: Impregilo SpA, Chediak –cuyo titular, José Chediak, fue luego procesado en la causa Cuadernos– y Healy Company. El contrato comenzó a ejecutarse en 2015 y debió terminarse en 48 meses, plazo que se alargó. La obra se terminó en marzo de 2023.

Hoy, con las obras finalizadas, los “lotes” 1 y 3 afrontan otros desafíos: registran períodos de garantía originales vencidos y extendidos ya por segunda vez, a la espera de completar los trabajos del “lote” 2, que a su vez está próximo a comenzar las pruebas finales con líquidos cloacales. Pero la paralización de las obras y las demoras en el pago de los certificados amenaza con postergar, otra vez, el final.

¿Un ejemplo? Según indicaron fuentes al tanto de las negociaciones, el consorcio contratista avisó que si para el 16 de septiembre no le pagaban los certificados de junio, se cumplirían los 90 días de incumplimiento e iniciaría las acciones de rescisión contractual, imputable al comitente. Es decir, al Estado nacional.

El problema es que el dinero para obras públicas no abunda durante los primeros meses de la gestión Milei. Y conlleva el dilema de la frazada corta. Y así es como el Ministerio de Economía retacea partidas y Acumar giró los pocos fondos de los que disponía a afrontar vencimientos en las obras de la Planta de Tratamiento de Efluentes Líquidos (Pteli). Al 31 de diciembre, ese proyecto registró el 79% de avance, según el monitor PISA de Acumar.

Hugo Alconada Mon

«Quieren privatizar Nucleoeléctrica Argentina por U$ 1.000 millones»

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 Para el Gobierno de Javier Milei, el sector nuclear parece ser más una posibilidad de conseguir dólares frescos que una vía para el desarrollo del país. Al menos eso se refleja en el presupuesto que propuso el Ejecutivo para el 2025, en el que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) pierde un 15,7% en términos reales contra este año, adonde ya había sufrido recortes muy importantes (ver gráfico).

Además, el sector nuclear viene sufriendo la parálisis en proyectos importantes, no solo de la central modular CAREM, sino también del reactor de investigación RA-10 (foto portada), a poco de su finalización.

En este contexto, la empresa estataEl Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), responsable de gestionar las centrales atómicas, que factura alrededor de 800 millones de dólares anuales y mantiene su superávit a partir de la venta de energía eléctrica, –que ha tenido aumentos importantes este año–, buscaría ser privatizada en el 49% de su paquete accionario.

Nicolás Malinovsky, director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECYT) y asistente a la reunión con los senadores, informó: “El 25 de septiembre pasado, el bloque de Senadores de Unión por la Patria nos recibió a los representantes del sector nuclear, funcionarios y trabajadores para poder transmitirle la situación crítica que se está viviendo, producto de una falta de financiamiento y de previsibilidad en la política nuclear. Se viene un desmantelamiento silencioso, desde la paralización de la obra del reactor CAREM a la posible privatización de Nucleoeléctrica Argentina”.

Variación del Presupuesto 2025 vs 2023 en organismos de ciencia y tecnología

Los recursos destinados para la CNEA se desploman un 39,9% en términos reales en dos años. El crédito vigente del organismo se deteriora un 28,7% real en 2024, a lo que se suma un nuevo retroceso de 15,7% previsto para 2025. Fuente: ciicti.org

Además, los salarios tienen aumentos muy por abajo de la inflación y esto está generando un éxodo de los empleados más calificados, en su mayoría ingenieros y técnicos especializados en el área, hacia el sector privado, con la dificultad que presenta este panorama hacia el futuro, ya que se trata de una pérdida de personal en el Estado que ha requerido de años de una formación específica, muy demandada en todo el mundo.

Solamente en NASA hubo unos 20 empleados que pasaron a otras industrias, principalmente a la industria petrolera. “Los salarios de la CNEA están por el piso, entonces se paralizan las obras pero también la gente se empieza a ir a otros lugares porque llegar a fin de mes está complicado, o empiezan a tener varios trabajos y se desvirtúa todo. La gente que entró desde 2022, ingenieros con tres años de formación en planta, se van a otras empresas porque el Estado no está acompañanado”, dijo Malinovsky.

“El bloque de senadores demostró mucho interés en lo que está pasando y consideran que el sector nuclear es muy importante, porque es un sector pujante en términos de desarrollo tecnológico vinculado a la industria energética del país”, dijo Malinovsky. Y agregó: “El senador José Mayans se puso a disposición para hacer una mesa de trabajo permanente para seguir lo que está pasando en el sector y nos pidió que elaboremos un informe con el presupuesto vinculado a las obras que son necesarias, para poder presionar para que formen parte del Presupuesto 2025”. NASA también tiene responsabilidades en la finalización de las obras del CAREM, el RA-10 y la planta de producción de combustibles nucleares Dioxitec, en Formosa. Además, la semana pasada, la central nuclear Atucha I salió de servicio porque va a iniciar sus obras de extensión de vida, que serán llevadas a cabo por NASA. El gobierno anterior había presupuestado que tendrían un costo de 450 millones de dólares pero la nueva gestión aumentó el presupuesto a 650 millones de dólares.

«Se viene un desmantelamiento silencioso, desde la paralización de la obra del reactor CAREM a la posible privatización de Nucleoeléctrica Argentina”, dice Malinovsky (centro).

En la reunión, no hubo senadores de otros bloques ya que fue una iniciativa de Unión por la Patria. Para esta semana había una reunión programada con senadores de Hacemos Coalición Federal y con representantes de las empresas nombrados por el Gobierno, pero finalmente se suspendió.

Según Malinovky, “la privatización de NASA sería la pérdida de conocimiento estratégico que llevó 70 años producir, los conocimientos de generación de energía eléctrica con reactores de potencia. Privatizarla sería entregar eso. NASA nace con el proceso de desregulación de los 90 con la intensión de ser privatizada, y (Eduardo) Rodríguez Chirillo, el actual secretario de Energía, fue uno de sus protagonistas. Antes, NASA era parte de la CNEA pero la crearon cuando vendieron todo el parque de generación de energía. En 2006, se cambió el sentido de NASA cuando se lanzó el plan nuclear con Néstor Kirchner y se pudieron encauzar las grandes obras, principalmente Atucha II, que estaba paralizada desde los años 80 y así se convirtió en mucho más que una gerenciadora, en una constructora de centrales con gran potencial”.

Hoy hay cinco grandes generadores de energía eléctrica en la Argentina: ENARSA, Pampa Energía, Central Puerto, YPF Energía y NASA. Esta última genera entre el 5% y el 10% de la energía. “Si perdemos a NASA se va a concentrar más el sector privado, con el impacto que eso puede tener en los costos en un país que necesita energía para el desarrollo industrial. No solo es NASA, también quieren privatizar a IMPSA, que tiene calificación nuclear y es una de las principales proveedoras de elementos para el CAREM, lo que además pondría en riesgo el proyecto”, dijo Malinovsky.

“Se sabe que la nueva gestión, con el presidente (Alberto) Lamagna y (Jeremías) Coppola, que viene de las criptomonedas, quieren que entren capitales privados y apuestan a que NASA podría ser privatizada por 1000 millones de dólares. Si eso sucede la estaríamos regalando porque 650 millones de dólares ya se tienen que usar para la extensión de vida de Atucha I, no quedaría nada en manos del Estado y entregaríamos el manejo de las tres centrales nucleares”, agregó el especialista.

El 25 de septiembre pasado, el bloque de Senadores de Unión por la Patria recibió a representantes del sector nuclear, funcionarios y trabajadores, quienes les transmitieron la situación crítica que se está viviendo, producto de una falta de financiamiento y de previsibilidad en la política nuclear.

Con respecto al CAREM, por ahora la obra civil está suspendida y el especialista cree que puede ser parte de una estrategia. “De caerse los contratos de obra, se pueden volver a licitar y entregarlos a empresas amigas, como pasó con Macri que cuando volvió la obra y se la entregaron a Caputo y Techint, sería un negocio financiero. La parálisis del sector es parte de la política exterior de este Gobierno alineada a los intereses de Estados Unidos, que necesita desmantelar uno de los sectores de desarrollo de tecnológico de punta en el país y que produce tecnología que fortalece otras industrias”, explicó.

Transición energética y energía nuclear

La energía nuclear está teniendo un resurgimiento en muchas partes del mundo, ya que es una forma de generar energía de forma constante, el contrario que las eólica y solar, y que no libera dióxido de carbono a la atomósfera, como la quema de hidrocarburos, por lo que es un complemento importante para evitar el calentamiento global.

Muchos países están construyendo nuevas centrales, especialmente China, Rusia e India, pero también Estados Unidos e Inglaterra, mientras que en la conferencia del clima COP28 del año pasado 20 países desarrollados acordaron triplicar la generación de energía de fuente nuclear para el año 2050. Según Malinovsky, “esta pérdida de capacidades también tiene que ver con cómo nos insertamos en un período de transición energética. Si uno estudia la Ley Bases, el RIGI, las resoluciones que va sacando la Secretaría de Energía, las inversiones que ofreció Estados Unidos para la transición energética de la Argentina nos van a condicionar a insertarnos como meros proveedores de materia prima, con Vaca Muerta y el litio. El sector nuclear no tiene razón de ser para ellos”.

Matías Alonso

Dengue: un desarrollo de inteligencia artificial anticipará brotes en Provincia de Buenos Aires

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Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), liderado por Ezequiel Álvarez, está desarrollando un modelo de inteligencia artificial bayesiana que permitirá anticipar focos de dengue en centros urbanos. La iniciativa parte de una colaboración con la gobernación de la provincia de Buenos Aires en líneas de innovación tecnológica.

A comienzos de este mes, Nicolás Kreplak, ministro de Salud bonaerense, anunció una serie de acciones contra el dengue, además de las instancias de vacunación. Entre ellas se destaca el uso de telemedicina y la implementación de herramientas de machine learning desarrolladas por la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) de la Unsam para la prevención de brotes de la enfermedad.

“Prevemos que la temporada de dengue durante este año sea muy grande, incluso superior a la del año pasado. Frente a este contexto, creemos que la mejor forma de organizar el sistema de salud es garantizar que a la guardia hospitalaria vayan las personas que necesiten recibir atención de mayor complejidad. Es que los casos leves solo requieren de reposo e hidratación. Por eso utilizaremos la telemedicina para realizar el diagnóstico, el seguimiento de los casos y la observación. Esto es importante porque a veces esperar en una guardia con muchas personas puede provocar que no se llegue a acceder a esas medidas de cuidado necesarias y, además, puede ser difícil que los casos más graves lleguen a atenderse con rapidez por el nivel de saturación de la atención en las guardias”, explica Kreplak.

Además de la telemedicina, la Provincia está implementando un sistema de alarmas tempranas. Los ciudadanos pueden llamar al 148 para avisar que tiene síntomas y acceder a la asistencia médica a distancia. Al mismo tiempo, esa información les permitirá a los responsables del área de Salud contar con datos claves. Sumada a la información proveniente de la vigilancia epidemiológica y de la atención de las guardias, entre otras fuentes, permitirán construir un modelo de inteligencia artificial con el objetivo de saber qué manzanas tienen más riesgo de contagiarse de dengue. “De esa manera podremos orientar con mayor fuerza las acciones estratégicas para reducir o morigerar la cantidad de contagios”, agrega el ministro de Salud bonaerense.

El desarrollo que menciona Kreplak es un proyecto interdisciplinario integrado por biólogas, zoólogas, epidemiólogas y funcionarios del equipo del gobierno provincial.

“En la dinámica de la epidemia del dengue, como en cualquier sistema, ocurren muchos procesos que se relacionan entre sí y dependen de ciertas magnitudes. Por ejemplo, el clima, los casos reportados en los últimos 20 días, la densidad de habitantes de una manzana, los llamados al número telefónico 148, la gente que va a la guardia, etc. Todos ellos son parte de las magnitudes observadas. Por otro lado, la cantidad de mosquitos infectados en una manzana, la cantidad de enfermos en una manzana y el nivel de descacharreo de la manzana son parte de las magnitudes no observadas”, describe Ezequiel Álvarez, investigador del Conicet en el Centro Internacional de Estudios Avanzados de la Unsam y líder de este desarrollo.

Sobre la tecnología

¿Qué es la inteligencia artificial bayesiana? Se trata de un enfoque que se basa en el aprendizaje a partir de la experiencia, en combinación con la aplicación del Teorema de Bayes. “En bayesian machine learning se aprovecha la parte sobre la que se tiene conocimiento, las relaciones entre los procesos y, a partir de las magnitudes observadas durante un tiempo, se pueden inferir verdaderas relaciones. Al hacer esto, el modelo aprende cómo se relacionan los procesos, entonces puede comenzar a inferir las magnitudes no observadas con la información que va llegando de las magnitudes observadas”, detalla Álvarez.

Según expresa el científico, el Teorema de Bayes es una técnica que se utiliza cuando hay algún dato que se ignora y se utilizan otros que sí se tienen y observan. Con esa información se obtiene una probabilidad del dato que se desconoce. “Nosotros queremos identificar la distribución probable de la cantidad de mosquitos infectados en cada manzana del Gran Buenos Aires. Esa es nuestra ‘variable latente’ a la que queremos llegar; para conseguirlo utilizaremos datos sobre la cantidad de llamadas al 148, densidad de población, nivel socioeconómico, cantidad de personas en las guardias hospitalarias, descacharreo y el clima de los últimos días, entre otros datos. Con todas las variables interconectadas y, gracias a la IA bayesiana, podremos encontrar la probabilidad de mosquitos en cada manzana”, afirma. Álvarez aclara que, aunque no sabrán la cantidad exacta de mosquitos, el programa de IA les permitirá inferir una distribución de probabilidad.

Un modelo de inferencia bayesiana es muy útil para analizar un sistema tan complejo como la epidemia del dengue porque la gente infectada se mueve, los mosquitos que transportan al igual que la enfermedad, y a eso se suman a los tiempos que tardan en aparecer los síntomas y los días en que el mosquito comienza a contagiar. Hay muchas variables que son muy complejas y ocurren muchos procesos que deben tenerse en cuenta.

“Tenemos que crear un modelo que aprenda de mirar todas las manzanas a la vez, durante todo el tiempo, y considerar todas las variables interconectadas, que son muchas. Cuando el modelo de inteligencia artificial bayesiano empiece a ver la data que estamos incorporando, empieza a aprender y puede estimar, día a día, la distribución de probabilidad de mosquitos de cada manzana”, sostiene el investigador.

Etapa de prueba

Álvarez adelanta que ya hicieron una primera versión del modelo. “Está funcionando muy bien y esperamos que mejore porque va aprendiendo a medida que pasa el tiempo. En este momento estamos haciendo un análisis previo de los datos del año pasado con la IA bayesiana para entender la correlación entre los datos. Todavía no está definido el modelo final”, señala.

El primer objetivo que tiene este grupo de investigadores es obtener un mapa para poder inferir, a partir de este mapa y de las observaciones de la epidemia del año pasado, cómo es el descacharreo en el Gran Buenos Aires. “Esto también nos va a dar el grip y la práctica para empezar a usar el modelo cuando lleguen los datos de esta temporada”, agrega el investigador.

La fecha estimada para recibir datos con el modelo terminado será a comienzos de diciembre. Según aclara Álvarez, no tiene sentido cerrarlo hoy si este programa puede continuar aprendiendo y mejorando hasta esa fecha. “Para que este modelo mejore, creamos datos sintéticos y verificamos la performance del modelo, por ejemplo. Hacemos discusiones grupales y surgen ideas para incorporar más datos. Por ejemplo, hace unos días se nos ocurrió sumar información geográfica de dónde se hace campaña”, revela.

La IA va aprendiendo cuanto más se utiliza. “Cuando empiecen a llegar los datos de este año, que suponemos será entre noviembre y diciembre, el modelo aprenderá y va a ser cada vez más preciso para poder estimar las variables que hoy no se pueden medir como la probabilidad de la cantidad de mosquitos enfermos en cada manzana”, destaca el científico.

“Al correr el modelo, junto con los datos que irán llegando de la epidemia, esperamos hallar que en algunos lugares esta distribución de probabilidad será mayor que en otros y esa información será clave para tomar acciones ágiles y eficientes a través de políticas públicas y, de esta manera, prevenir los brotes de dengue”, concluye Álvarez.

Según sintetiza el investigador, se espera que este desarrollo permita que las autoridades competentes puedan realizar diferentes acciones para reducir los brotes de dengue, optimizar los recursos de salud pública y fortalecer la prevención continua; y, como consecuencia de todas estas acciones, se reduzca drásticamente la cantidad de enfermos y los costos para el sistema sanitario.

Cintia Perazo

La historia del TAM y el desarme del ejército argentino.

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Sigue artículo extractado de Zona Militar, y luego un comentario de AgendAR:

Tras más de una década de haber iniciado, el programa de modernización del Tanque Argentino Mediano (TAM) recobró un nuevo impulso en los últimos tiempos. Con la expectativa de alcanzar las diez unidades modernizadas para finales de año, el TAM 2C-A2 es actualmente uno de los principales Programas que lleva a delante el Ejército Argentino.

Durante la reciente entrevista exclusiva efectuada por Zona Militar al Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino, General de División Carlos Alberto Presti, el titular de la fuerza declaró al respecto que “El proyecto continúa con personal y medios propios en la modernización de los TAM2C-A2. La provisión principal de los componentes está a cargo de Elbit Systems, pero incluye a proveedores nacionales y extranjeros. El avance del proyecto depende de que la cadena de abastecimiento, se mantenga en tiempo y forma. De cumplirse, a fin de año tendremos diez vehículos en total”

El plan, que prevé la modernización de 74 unidades, cuenta con el trabajo conjunto entre la firma IMPSA, encargada del mecanizado de partes, la firma israelí Elbit Systems, quien provee los nuevos sistemas y el Batallón de Arsenales 602 “Coronel Ángel Monasterio” de la localidad de Boulogne, Buenos Aires. De acuerdo al cronograma previsto, el horizonte de trabajo se extiende a lo largo de unos 7 años para completar el total de tanques. Tal como fuera señalado al momento de presentarse las primeras cinco unidades de TAM 2C-A2 la tanda final a entregar se realizaría para el año 2027.

No obstante, la posible privatización de (IMPSA) – empresa estatal, con una participación del 63,7% del gobierno nacional y 21,2% del gobierno provincial mendocino- plantea dudas respecto de la continuidad del Programa, considerando que a día de hoy el poder político no ha aclarado si la propuesta de privatización deberá incluir un plan de continuación de este.

La incorporación de nuevas tecnologías, a las cuales se sumarán eventualmente la adquisición de Vehículos de Combate Blindados a Ruedas (VCBR) 8×8 y la modernización de los APC M113, que ofrecerán mayor movilidad y protección de las tropas, serán elementos clave para la  transformación del Ejército en las próximas décadas.

Comentario de AgendAR:

Allá adónde esté, si hay internet, don Fray Luis Beltrán, cura con cojones y armero del Ejército de los Andes, le clavaría el “like” a la modernización del TAM 2C. No así a la política de adquisiciones del Ministerio de Defensa actual.

¿Cómo explicar al TAM? Este tanque rarísimo corretea a 80 km/h por pasos de montaña de 4800 metros, vadea arroyos de 2 metros de hondo y ríos de 4 metros si usa snórkel, flota sobre suelos de turba fueguina y le da lo mismo funcionar a 15º bajo cero que a 40º sobre cero.

El TAM, por Tanque Argentino Mediano, es un fierro viejo, veloz, sencillo, aguantador, barato y con un cañón quirúrgico y malevo. Y porque fue diseñado para nuestro país, tiene futuro en el mismo si se lo actualiza en sensores, computación y comunicaciones, disimulo y puntería. 

El estándar 2C-A2 hace esto y transforma de nuevo el TAM en un arma efectiva, como lo era hace 50 años, en lugar de un vehículo de desfile. Eso, aunque la guerra de Ucrania muestre que el tanque, tal como existe hoy, relegará mucho del protagonismo que tuvo desde la 2da Guerra Mundial. 

Eso no significa que vaya a desaparecer. Pero tendrá que rediseñarse en tecnología y tácticas de uso para sobrevivir a una infantería dotada de capacidades propias de observación y liquidación de blindados. Los drones cambiaron todo.

Fray Luis Beltrán, que aprendió metalurgia a los ponchazos, con la Enciclopedia de Diderot y cometiendo errores de novato en sus forjas de El Plumerillo, se asombraría con el concepto mismo de tanque. Es una síntesis de armas disociadas en tiempos de don Luis: la artillería y la caballería. Y como no creo haya podido siquiera imaginar los aviones, los drones aéreos, como síntesis de infantería y aviación, lo dejarían muy perplejo. 

Sin embargo Beltrán fue el primer industrialista de nuestro Ejército. No se fumaría que el reequipamiento del arma principal del mismo dependa de multinacionales como la petrolera que va a comprar IMPSA (y por un vuelto). Tampoco que esté sujeto a países que hoy nos exigen alineamiento diplomático a cambio de tecnología, como Israel.

En tiempos de Beltrán no había repúblicas bananeras en América Latina: sólo colonias sin disfraz republicano alguno. Pero a don Luis le parecería inaceptable, por bananero, que el armamento de la Argentina por la que él peleó no esté atado al crecimiento de su economía. 

Eso era lo que garantizaba institucionalmente el FONDEF, ley de la Constitución desde 2018, que el presidente Javier Milei acaba de voltear por decretazo. Ahora el rearme argentino lo deciden los antojos de un presidente: hoy quiero 10 TAM, mañana no, pasado, no sé. 

La eliminación del FONDEF termina con algo más valioso que las armas: saber cómo diseñarlas y fabricarlas. En el fondo, eso decide el autoabastecimiento, y con ello cuándo, cómo y cuánto usarlas. La derogación (ilegal) del FONDEF abona aristocracias cuarteleras, ajenas a la producción dual e indiferentes a la innovación tecnológica. Indiferentes también a que sus paisanos tengan laburo calificado, casa, educación y salud. O no. 

El FONDEF tuvo la intención fr evitar que el 0,8% del PBI de 2023 se quemara en comprar chatarra descartada de la OTAN. Pero este gobierno llegó para eso. A cambio de permitir la (presunta) renovación de 10 TAM, Milei abandona el blindado 6×6 multirruedas del Mercosur, el Guaraní, y nos va a llenar de Strykers yanquis viejos. Y eso se lo aplauden. 

Se pinta un desarme como rearme. Se desmantela la base industrial y diplomática de nuestra soberanía, a cambio de una subordinación geopolítica a la OTAN, como si fuera nuestra aliada. 

No lo es ni a palos. Constituye nuestra hipótesis de conflicto número uno, por ciertas islas demasiado famosas. Es una verdad de cajón. El Reino Unido la tiene clara, pero nuestra derecha, tanto la de motosierra y alarido, como la de elegante sport y la de gorra y borceguí, viven negándola. 

No le comprás armas a tu enemigo. No te sirven. Ya llevamos 2,4 millones de km2 de caladeros marítimos perdidos ante el Reino Unido, junto con los U$ 13.000 millones/año de pesca que hoy generan para otros. Si chirriamos mucho por ello, cantidad de detritus bélicos comprados a la OTAN se quedan sin repuestos. Y a cantarle a Gardel.

La clase política argentina hace décadas que viene meando a cien metros del tarro en materia de defensa: en lugar de encarcelar a las cúpulas militares genocidas desde el ‘83, fue desmantelando la autonomía en equipamiento lograda, muy contra viento y marea, por tres generaciones de oficiales y tecnólogos patriotas. Como si la culpa del Proceso la hubieran tenido los fierros.

Por eso, AgendAR celebró el FONDEF y la sensatez del Ministerio de Defensa (MinDef) de Agustín Rossi y luego con Jorge Taiana: ante todo, recuperar a estándares actuales y en fábricas propias los viejos sistemas de armas de calidad y fabricados aquí. Y a la cabeza, el TAM.

Éste es el punto más débil del TAM, y de cualquier otro tanque de batalla, y el que hay que proteger de drones.

Modernizado al standard 2C-A2, los tres mayores defectos del TAM serán su falta de defensa contra drones y que habrá pocos: 74 mínimo, 104 con toda la furia, porque no se fabricaron más. ¿Con eso defendés a un país de 2,74 millones de km2? Ni ahí. 

¿Por qué tan pocos TAM? Porque luego de Malvinas desapareció el ecosistema ideológico e industrial que los había creado. Es lo que hay que reconstruir.

EL TAM, COLETAZO TARDÍO DEL INDUSTRIALISMO MILITAR

  Durante El Proceso todavía seguían vivos algunos restos del nacionalismo industrialista militar, creador, dueño y animador de una inmensa red fabril. Es difícil describírsela a los argentos sub-cuarenta. No te creen. 

A lo largo del siglo XX el nacionalismo industrialista tuvo protagonistas como los generales Alonso Baldrich y Enrique Mosconi en petróleo y Manuel Savio en aceros, trenes, química, armamento e industria pesada. A añadir: el brigadier mayor Juan Ignacio de San Martín en aeronáutica. Todos, incluido de San Martín, vinieron del Ejército.   

Ninguno se salvó de pasar tiempo en prisión con cargos truchados. Uno de ellos, Enrique Pistarini, constructor del aeropuerto de Ezeiza, de todas nuestras bases aéreas y de incontables obras logísticas en todo el país, murió de hambre, de frío y sin antención médica en la prisión de Ushuaia. 

Casi todo lo que lograron construir fue sometido después a endeudamiento, vaciamiento, privatización, demolición y cierre por sus conmilitones vendepatrias, así como sus abundantes manyaorejas civiles. O viceversa, según la época. El TAM fue parte de las luchas por el alma militar argentina, que hoy ganan los malos por goleada.

Todavía con mando de tropa o atrincherados en empresas como Fabricaciones Militares o reparticiones como CITEFA (Centro de Investigaciones Técnicas de las Fuerzas Armadas), a fines de los ’70 muchos de estos milicos Nac & Pop aún cortaban, pinchaban y decidían. Algunas de sus decisiones estratégicas cambiaron la historia argentina en forma irreversible. 

Un ejemplo es la fundación de la planta de aluminio de ALUAR en Puerto Madryn. Se tomó para que la Fuerza Aérea tuviera aluminio nacional para sus aviones. El diseño de planta fue 100% obra de la Universidad Nacional de La Plata. Y como el aluminio metálico es literalmente electricidad congelada, ALUAR supuso la construcción de la represa de Futaleufú, a 300 km., para darle electricidad a la planta. 

Medio siglo después, la aeronáutica ya perdió toda veleidad de fabricar aviones propios: los más o menos 150 Pucarás y Pampas que construyó jamás se hicieron con duraluminio nacional. Pero con ALUAR e industrias nacidas “a pie de planta”, Madryn, ciudad expulsora de jóvenes hasta los ’60, desde los ’70 pasó de 5000 habitantes a los 120.000, con RRHH capacitados, alta ocupación, universidad e investigación científica. Parece otro planeta. Y eso se empezó durante la dictadura del general Marcelo Levingston. Pero se continuó durante la de Agustín Lanusse , que no era exactamente un “progre”.

El Nahuel, demasiado alto, como el Sherman, pero muy angulado, como el T-34 soviético.

No hay primates que puedan desmentir o revertir esa historia. La silenciaron bien, sin embargo.

En la posguerra, el tanque fue el arma fundamental de casi cualquier ejército moderno. La Argentina tenía en su haber la rareza de haber diseñado uno propio y al parecer bueno (el Nahuel), del cual –típicamente- sólo produjo 12 ejemplares.

El Nahuel parecía una cruza del M4 Sherman yanqui con el muy diagonal y esquinado T-36 soviético. Para hacerlo hubo que inventar habilidades nuevas en forja, laminado, torneado y mecánica de precisión en más de 80 empresas. Algunas eran grandes fábricas del estado, de aviones o de barcos, pero predominaban decenas de PyMES privadas que debieron capacitarse y equiparse “ad hoc”, ganosas de ligar un contrato largo. 

Terminada la 2da Guerra en una Europa arrasada y hambrienta, los Aliados ofrecieron 400 Sherman M4 y Firefly de rezago, pagables con trigo argento. Perón se tiró de palomita sobre la oferta, lo cual nos dio una masa enorme de blindados, aunque hechos percha.

Previsiblemente, los Sherman se canibalizaron unos a otros por repuestos hasta que, pasadas dos décadas, quedaron sólo algunos pocos activos: los necesarios para desfiles y golpes de estado. Y los 12 Nahuel, a chatarra. Y sus proveedores, a joderse. Historia repetida.

El error no fue comprar los Sherman. Fue comprar 400, en lugar de 100, y abandonar el Nahuel. Pero eso último no se lo achaquen a Perón.

En los ’60 ya había disputas de fronteras entre Argentina y Chile, o entre Argentina y Brasil por el manejo de las altas cabeceras de los ríos de la Cuenca del Plata. Como el Cono Sur se iba enfierrando, había alertas de podrida regional y prohibición yanqui de equiparnos, al menos a nosotros. 

Sin embargo, monsieur le Géneral Charles De Gaulle no recibía órdenes del State Department, parbleu! Con su eterna vocación de fregar a los yanquis, Le Grand Charles decidió darle al dictador Juan C. Onganía lo que éste pidiera.

El presidente de los Bastones Largos tenía ideas cortas y compró mal hasta lo bueno. De ahí salieron los 19 primeros Mirage III para la Fuerza Aérea, una joya… pero sin “offset” alguno. En la jerga, offset viene a ser: “Te compramos 10 Mirage “made chez toi”, Grand Charles, pero me vendés la tecnología, y aquí fabricamos decenas”. 

Es conocer la geografía propia: el 8vo país del mundo por extensión no lo defendés con menos de 150 cazas, especialmente interceptores puros de gran trepada pero corto alcance. Es el caso del Mirage. 

Brilló en 1967 en la Guerra de los 6 Días, pero en Malvinas conocimos bien sus límites: a altura mediana o baja, no tenía chances contra los Harrier británicos. Y el Mirage llegaba al área de operaciones sin casi combustible para volver. ¡¡Y no tenía lanza de reabastecimiento en vuelo!!

El Ejército en general es más apegado a lo real. La República Federal Alemana ofreció su Leopard M1, pero pesa 42 toneladas y habría colapsado la mayor parte de los puentes carreteros argentinos. Lo otro es que los alemanes no querían saber nada de transferir la tecnología y de que se fabricara aquí. 

Nuevamente, De Gaulle aprovechó e hizo negocios. Se firmó la compra de 80 AMX-13 franceses, y la mitad se ensambló en el Batallón de Arsenales 601 de Boulogne Sur Mer, Pcia. de Buenos Aires.

Pero si aquel acuerdo fue bueno, el tanque era una mierda. ¿A quién se le ocurre poner un cañón de 105 mm. en un blindadito de apenas 13 toneladas? En la Escuela de Caballería era “vox populi” que tirando en movimiento y con la torreta girada, te ponías el tanque de gorra. 

No obstante se negoció bien la fabricación bajo licencia de ese cañón, que sigue siendo excelente, y sobre todo, la de su munición antipersonal y antiblindado en la planta de Fabricaciones Militares de Río Tercero, Córdoba. Son la herencia que recibió el TAM.

A la luz de los problemas del AMX-13, los milicos Nac & Pop invocaron la sombra terrible del Nahuel y decretaron fatwah antibananera: prohibición de salir a llenar el carrito con el primer oferente europeo. El próximo tanque sería argentino, aunque juntando componentes e ideas en la UE.  

De modo que con la RFA como nuevo y perplejo socio y sobre la base del ignoto carrier de infantería alemán Marder, de ThyssenKrupp, se diseñó un tanque medianito y criollo, apto para operar en distintos roles en una geografía mucho mayor, más variada y exigente que la Brecha de Fulda

Aclaración: la brecha es un par de corredores llanos inscriptos entre las sierras de Vogelsberg, Rhon y Pessart. Allí debía empezar la Tercera Guerra Mundial, quizás tras un cruce en masa del Rhin por tanques pesados T-72 soviéticos y alemanes orientales, todos arremetiendo hacia el Oeste. 

Por ello, los MBT (Main Battle Tanks) de la OTAN de aquel entonces pesaban bien arriba de 40 y hasta 60 toneladas y gastaban ñoncas de 120 mm. con ánima lisa, que dan velocidad de vuelo a la munición perforante. Esos MBT son tanques diseñados para trenzarse con los soviéticos, y viceversa, todo en un marco de llanuras logísticamente bien servidas de rutas, vías férreas y canales. 

Los campos de Fulda son sitios adonde un tanque MBT llega a la batalla en tren, quizás en camión con acoplado, y más raramente, rodando por asfalto. Y ya en combate, pega y recibe tiros generalmente horizontales. Nada más ajeno a la lucha en tres dimensiones que un MBT de los ‘70, y por eso fracasan a lo grande en Ucrania. 

But this is Argentina, octavo país del mundo por superficie seca: aquí caben 4 Ucranias y media, o 5 Francias, pero casi el 70% del territorio es árido, o montañoso, o despoblado

De yapa, todo está cada vez más lejos de todo, porque desde 1958 una caterva infinita de turros y vendepatrias viene clausurando ramales de tren, y las rutas son y seguirán siendo una perdición.

Los malos tienen más yeites. Mientras los milicos Nac & Pop discutían acaloradamente el TAM como alternativa nacional a la compra de MBTs como los M-60 brasucas y los Leopard chilenos, el Ministro de Economía, José Martínez de Hoz, iba cerrando 10.000 km. de vías férreas, clausurando 1000 de las 2400 estaciones, echando a 66.000 ferroviarios y desguazando las 6 líneas patagónicas sin interconexión al sur del ramal Roca. 

De este modo, los ágiles TAM perdían toda logística asistida terrestre, salvo la macilenta ruta nacional 3 o la impasable 40, en casi 750.000 km2 de Patagonia Argenta. El general Augusto Pinochet debía relamerse. 

En este cuadro, el MBT tipo de la OTAN, con su sediento motor de más de 1000 HP no sólo no cruza ningún puente argentino: se vuelve un búnker inmóvil de fierro al toque de quedarse sin gasoil, si nos tomamos el trabajo de bombardear los camiones cisterna a retaguardia. Aquí se necesita otra cosa más autónoma. 

La batea del Marder, livianita como la de todo transporte artillado de tropas, tenía el motor delante en lugar de atrás. Esa misma idea había sido ganadora cuando compramos la licencia del AMX-13, y gustó y se conservó a la hora de diseñar el TAM. 

C:\Users\Use\AppData\Local\Microsoft\Windows\INetCache\Content.Word\TAM a punto de recorrer el arroyo Azul por el vado.png

Un TAM a punto de pasear por el fondo del arroyo de Azul, provincia de Buenos Aires, y sin snórkel.

Un MTB con motor delantero es más raro que un perro verde. Los israelíes, sin embargo, adaptaron ese truco para su bestial MBT Merkava: el block de un diésel grandote da blindaje adicional a la tripulación contra corchazos por frente, los más frecuentes en lucha blindada. Y la tripulación, como todo recurso humano calificado, es la parte más cara de cualquier tanque.

El truco también protege bastante la munición del cañón de 105 mm. Eso permite llevar a bordo del TAM una alta cantidad de corchos: arriba de 50 (el AMX-13 cargaba sólo 12, en comparación). La oruga del TAM es de fierro y no de goma, menos durable. Y es que sin trenes ni rutas capaces de bancar camiones-plato, un TAM debe llegar por las suyas al frente, y más rodando por ripio y piedra que por asfalto. 

Los de Thyssen se rascaban la cabeza ante la suma de rarezas gauchas que iba saliendo, pero “der Kunde hat immer recht”, que en el castellano de revistas argentinas de negocios significa: “El customer está siempre right”.

Los nibelungos pensaban que éramos bastante pelotudos (Arschlöger!!). ¿Por qué no adoptar algún blindado multirruedas, en lugar de calzado con orugas? Son más rápidos y dan más autonomía. No dejaban de tener una parte de razón. 

En los ’70 ya lo hacían los sudafricanos, con territorios gigantes y caminos horribles. Y es que los boers no se sienten europeos ni tienen el berretín de armarse como si lo fueran. A los brasileños también les empezaba a caer la ficha del multirruedas, y por lo mismo. 

En contrapartida, una oruga relativamente ancha y un peso mediano se llevan mejor con los barros de la llanura chaqueña y de la estepa patagónica, en los que podés enterrarte hasta los ejes aunque tengas 6 u 8 ruedas de tracción.    

La torreta del TAM se dibujó muy petisa, porque, después del frente, es la parte que se come todos los corchazos del zaino y felón enemigo. En cuanto al cañón, un 120 mm. era potencia al cuete y repetir la historia del AMX-13, aquel enano con tanto garrote que no lograba blandirlo. 

Se prefirió el viejo L7 inglés, que ya se fabricaba aquí bajo licencia, con munición y todo. A 2000 metros da una muy buena puntería. Si había que pelear con vecinos grandotes, eran preferibles la movilidad y la exactitud.  

Ud. se preguntará cómo un país que cierra sus ramales y sus fábricas de locomotoras y vagones se atreve siquiera a producir tanques. Buena pregunta: son industrias distintas, pero tienen una vasta cadena de proveedores metalmecánicos en común. La misma pregunta habría valido en los ’90, cuando Menem –perfeccionando lo de Martínez de Hoz- nos dejó además sin astilleros.

Lo dicho: el TAM nació en una Argentina que empezaba a evaporarse como ecosistema industrial complejo. 

El asunto es si potenciarlo puede servir para resucitarlo un poco. Porque las armas sirven para dos cosas: para crear trabajo, y para no tener que usarlas. Toda guerra, incluso ganada, en el fondo es un fracaso.

SE FUNDA LA PLANTA TAMSE PARA CERRARLA

Los TAM 2C-A2 en reconstrucción en la planta TAMSE de Boulogne, cuando fue reabierta. Poco duró.

El Ejército capacitó ingenieros mecánicos, armeros, electrónicos y de comunicaciones en Thyssen, y en el predio del Batallón de Arsenales 601 armó TAMSE, una Sociedad del Estado con 15.000 m2 de planta. La firma está en Boulogne Sur Mer, provincia de Buenos Aires. La Fábrica de Municiones de Río Tercero, Córdoba, hacía las torretas, cañones y orugas.

El plan era destetarse carrera marr de los componentes nibelungos y reemplazarlos por nacionales. Y así se fueron integrando Mecatrol, Fiat Argentina, los astilleros ASTARSA y Mestrina, RepMan, Synteplast, Lusol, Pictum, Rodajes Argentinos, Montefiore, Joleni, AEG Telefunken Argentina, Alfredo López, Grisolia y Romero, Técnica Toledo, Champion, Dearmedelec, Tensa y decenas más. 

El momento cumbre de la nacionalización del TAM fue cuando los Altos Hornos Zapla, de Fabricaciones Militares, sustituyeron con aceros jujeños al alto cromo los blindajes alemanes. 

En 1980 el TAM, con sus escuetas 30 a 35 toneladas, y su coraza y cañón modestos, a fuerza de confiable, móvil y preciso era quizás el mejor tanque de la región. Ésta se iba llenando de viejos MBT, todos muy OTAN, más poderosos pero nada amigados con sus geografías.   

El TAM llegó rápido al 70% nacional en valor, y lo único que le quedaba teutónico era el motor diésel MTU, de unos wagnerianos 720 HP. Pero ya se le venía uno nacional, salido de la planta GMD de locomotoras de la Fiat en Ferreyra, Córdoba. 

Y todo este despliegue no sirvió de mucho cuando en 1983 entre Martínez de Hoz, la timba financiera, la libre importación y la libertad de repatriar ganancias fundieron el país hasta el caracú. Y trascartón, la guerra de Malvinas, comienzo de nuestro propio “siglo de la humillación”. 

TAMSE sólo llegó a construir 247 tanques, que llegan a 400 sumando los derivados de artillería que usan la misma batea: son un lanzacohetes multitubo y un obús autopropulsado de 155 mm. Hay también un vehículo comando, con grandes equipos de comunicaciones. 

Con la democracia el TAM tuvo problemas. En la Semana Santa de 1977, el general Ernesto Alais tenía que llegar en 4 horas desde Rosario hasta Campo de Mayo para sofocar el primer levantamiento carapintada del teniente coronel Aldo Rico. Pasaron 4 días sin que llegara. 

Los TAM no mostraron en absoluto su famosa velocidad rutera de 80 km/h. El tema de Rico, atrincherado en la Escuela de Infantería, era –sigue siendo- el indulto de los genocidas. Alais tenía su propio pasado negro en Tucumán, como exjefe del Regimiento 19 de Infantería, y poco apuro en enfrentarlo.

Raúl Alfonsín, caudillo radical de Chascomús y padre putativo de la democracia, no puso un mango en recuperar la industria militar. Y no sólo porque el país estuviera fundido. Más bien, Alfonsín inició esa rara tradición criolla de desmilitarizar la política y dejar sin fierros a las Fuerzas Armadas, en lugar de encanar a sus golpistas y represores. Es como cortarle el cable de potencia a una computadora para sacarle los virus. No se los sacás. Pero además, perdiste la computadora.

Pero esa política te gana aplausos externos. Desde nuestra derrota en la Guerra de Malvinas, y justamente porque el Reino Unido ganó muy con lo justo, nuestro programa industrial de defensa está escrito por el State Department, rubricado en Whitehall y traducido en Miami. No es muy largo. Dice: “Argentina no debe rearmarse, punto”. Y le damos bola, como si EEUU nos garantizara la paz, y el desarme garantizara nuestros derechos humanos. 

Ya en tiempos de Carlos Menem, cuando el tercer y último alzamiento carapintada, dirigido desde la cafúa por Mohamed Alí Seineldín (lo llamó “Virgen del Rosario”), el 3 de diciembre de 1990 los alzados tomaron la planta de TAMSE. 

Tras cagarse el día entero a morterazos y cañonazos con los leales en pleno barrio de Boulogne, los carapintadas se escaparon con 6 tanques TAM por la Panamericana. Los vecinos sobrevivieron todos, no así sus casas.

El último TAM de la columna, sin embargo, se llevó puesto el bondi 314 de la línea 60, que bajaba repleto de gente desde la autopista al barrio. Lo volcó y arrastró decenas de metros. Del arabesco resultante de chapa los bomberos fueron extrayendo a cizalla 20 heridos, casi todos graves, y 5 muertos, entre ellos un pibe de 17 que volvía del cole. Sin palabras. 

Aquel día los TAM por fin mostraron su famosa velocidad al rajarse de los leales. Y eso, porque por fin había leales: la tercera rebelión carapintada fracasó por inútil: el presidente Carlos Menem ya había librado de culpa y cargo a los genocidas, y a los altos ofiches con alto prontuario les garpaba más ser re-buenos y re-constitucionales. Pero eso sí, Menem cerró TAMSE.

Las víctimas del interno 347 de la línea 60 en Av. Rolón, embestido por un TAM el 03/12/1990. 

En fin, a TAMSE luego le sobrevinieron el menemato y la nada: cierre de la fábrica en 1994. Desde entonces, la planta reabrió para consumir componentes de anaquel y recauchutar los TAM remanentes, o en canibalizar los más chotos para garronearle vidas extra a los más enteros.

Luego, para borrar pruebas físicas de la venta ilegal de obuses a Croacia, Menem hizo volar FM Río Tercero. Murieron 7 personas, hubo decenas de heridos graves y desapareció la mitad de la ciudad. Y también se perdieron dos capacidades críticas del TAM: la fabricación del cañón de 105 mm., y la de sus municiones, que desde entonces hay que importar de Israel o de Corea. Cada tiro antitanque tipo “flecha”, o APDS, sale U$ 36.000. Eso explica que practicar tiro con munición sea imposible. 

Menem jamás estuvo preso por tanto daño. Murió senador, para vergüenza de su partido y de nuestra democracia.

Con esta segunda modernización a standard 2C-A2, TAMSE tendría algo de sentido y futuro, y también sus proveedores: se necesitan unos 200 componentes metálicos nuevos para actualizar cada tanque. 

El problema es que, munición aparte, la cantidad de componentes ópticos, electrónicos e informáticos para la tarea es enorme. Eso ya era difícil cuando existía el FONDEF. Cuando Milei habla de modernizar al menos 74 tanques antes de 2027, miente. Quienes dicen creerle también.

Chile, para el caso, ha venido acumulando muchos MBT alemanes Leopard “de dos cosechas distintas”: 234 modelos 2A4 y 140 antiguos V1. Ambos modelos pesan casi 63 toneladas y llevan cañones de 120 mm: unos terribles Goliaths. 

Pero los transandinos son más esclavos de sus errores que nosotros, porque son más caros. La guerra de Ucrania abunda en drones suicidas de unos centenares de dólares que hacen puré a blindados que no bajan de U$ 5 a 10 millones, sin importar si son rusos u occidentales. Eso nos recuerda que la piedra de David era suficientemente buena, y si erraba el tiro, de reposición barata.

Por eso Brasil fue arrimando la bocha a los multirrueda todo lo que pudo. Hoy los primos tienen 470 MBT a oruga de 2da mano: son 91 M60 estadounidenses y 378 viejos Leopard 1 A, de los modelos 5 y 1. Son francamente inútiles y evidencia de pensamiento senil. Pero los brasucas hoy tienen otra visión.

Si los primos entran en un conflicto largo, dependerán mucho más de sus multirruedas Guaraní, Urutú y Cascavel, aunque no son propiamente tanques sino blindados livianos de combate o transportes de infantería más o menos artillados. Los Guaraní son los más modernos, versátiles y equipados, y están reemplazando a los otros dos modelos.

Si se arma entre blindados, hoy a los brasucas les cierra mejor tener muchos carriers mezclados con unos pocos tanques grandes. Para ello tienen el Guaraní 6×6, un IVECO italiano fabricado bajo licencia en Sete Lagoas con la idea de llegar a 2044 unidades, de las que ya se entregaron 650. 

El Guaraní 6×6 es un carrier para dos motoristas y plantel de 9 soldados, blindado contra balas hasta calibre .50, metralla de mortero y explosión de minas. Es anfibio, tiene buenos sensores y equipos de comunicaciones, y capacidad de combate autónomo gracias a una torreta telecomandada local RemaX con metras 7,62 mm o .50 mm. 

Una torreta estadounidense compatible con el Guaraní puede llevar un cañón automático Bushmaster multitubo de 30 mm., con el que se puede dejar ciego y aislado un MBT de 50 o 60 toneladas alemán, yanqui, británico o francés, sin dejarlo siquiera apuntar su cañón de 120 mm.

El Guaraní es muy multifunción, como el TAM, y su batea sirve para vehículo de comando, para tubos lanzamisiles o para un mortero de 120 mm. Para el caso, la más furibunda y móvil pieza de artillería del Ejército Argentino es el Palmaria, un “howitzer” de 155 mm. de largo alcance montado sobre el muy versátil chasis de un TAM.

Para Brasil, los multirrueda Guaraní, sin importar si son 4×4, 6×6 u 8×8, resultan más ahorrativos, más nuevos, más rápidos y, sobre todo, más propios que sus vehículos de oruga, y ni hablar de sus tanques pesados o MBTs. 

Deben haber firmado condiciones muy libres de restricciones con los tanos de IVECO (un brazo de la FIAT), porque planeaban exportar el Guaraní a toda la región. Los vehículos venían con un crédito del BNDES, que viene teniendo un rol impresionante en la exportación de armamento brasileño a decenas de países. 

Están casi condenados a que les vaya bien. Pero en el invierno de 2023 el Ministerio de Hacienda de Brasil, dirigido por el trabalhista Fernando Haddad, canceló una orden argentina por 156 vehículos formulada por el Jorge Taiana, cuando era MinDef, apoyado por plata del FONDEF, que acababa de llegar al 0,8% del PBI argento (US 628 mil millones en 2023).

En su momento pensé que era una tremenda turrada, visto que esa cancelación la tiene que haber firmado Lula. ¿Y el Mercosur y el Unasur, qué, Seu Luiz Inacio da Silva? Pero hoy saco cuentas de que los brasucas preveían la victoria libertaria, y que si subía Milei, los íbamos a clavar con el crédito.

Esto viene a cuento de que por primera vez en 40 años de democracia argentina por fin había una platita para rearme independiente de resultados electorales. No es alta tarasca, pero frente a la inopia invicta desde 1982, permitiría ir regresando, en tal vez una década, tal vez en dos, a mínimos de credibilidad disuasiva. 

Hemos hecho el experimento geopolítico de carecer de autodefensa durante 40 años, siendo dueños (aún) del país número 8 del mundo por extensión territorial indiscutida. Más de un imbécil cree que eso nos salió bien.  

Bien, un carajo. Una cosa es meter genocidas en cana. Otra cosa es dejar desarmados a los milicos NO genocidas, y con la obligación incumplible de defender territorios gigantes.

 ¿Cuánto de incumplible? 

EL PRECIO DEL DESARME UNILATERAL

Los TAM 2C tirando en el polígono del Regimiento 9 de Caballería de Puerto Deseado, Santa Cruz.

Nadie que conserve 3 submarinos viables, una flota de mar medianita, un portaaviones, aviación naval y grandes astilleros especializados está obligado a humillarse como la Argentina, aunque haya perdido una guerra.

Pero Carlos Menem, Mauricio Macri y el tiempo lograron que perdiéramos también los astilleros, el portaaviones, casi toda la flota, y los submarinos y aviones. El FONDEF fue lo único que hizo el kirchnerismo para empezar a mitigar el “cuesta abajo en mi rodada”.

A un país que se desarma a pedido, no se lo respeta. Nuestra cancillería, con pocas y breves excepciones, no es famosa por defender a su país. Pero integra un poder político que lleva décadas desmantelando de equipamiento y RRHH a las Fuerzas Armadas. ¿Qué credibilidad tendría si pateara el tablero actual?

Las consecuencias territoriales de la Guerra de Malvinas por ahora se expresaron mayormente en el mar, lo que permite practicar una perfecta ignorancia de lo que llevamos perdido y estamos por perder.  

Con la desaparición de su Armada, la Argentina se aseguró el descontrol sobre ese millón residual de km2 que le han dejado de ZEE indiscutida. Allí, por pesca pirata o legal pero incontrolada, el país está perdiendo U$ 4.500 M/año de materia prima. 

Si se le añade el valor para llegar a los anaqueles del Hemisferio Norte, son casi U$ 14.000 millones, cálculos de César Lerena, experto en pesca y en romperle las pilkes a nuestros cancilleres. Tarea patriótica y hoy por hoy estéril, si la hay.

A partid de 1986, se fue imponiendo la ley de las 200 millas de Zona Económica Exclusiva a partir de las líneas costeras de base de CONVEMAR, organismo de las Naciones Unidas para fijar límites marinos. 

Con eso, en lugar de 11.410 km2 del archipiélago malvinero y sus 12 millas desde la línea de base costera, en los años siguientes, y reclamando sus 200 millas, paso a paso, el Reino Unido fue arrinconándonos contra la costa y expulsándonos del Atlántico Sur. 

Como dueño por fuerza de los tres archipiélagos australes (las Georgias y las Sandwich), ya se apropió de modo efectivo de 1.639.900 m2 de Plataforma Continental Argentina donde hasta 1982 podíamos pescar con titularidad semiplena. Pero esa zona hoy la administra Londres.

El negocio de la venta de licencias pesqueras emitidas desde Port Stanley logró que desde la guerra de Malvinas, las pesqueras españolas, chinas, coreanas, taiwanesas, japonesas, polacas (and what not) levantaran 47 mil millones de toneladas de varias especies de muy diverso valor, y sin pagarnos un mango. 

A alrededor de U$ 4000 la tonelada genérica, Lerena calcula que llevamos perdidos unos U$ 188 mil millones. Ojo, Lerena no computa los puestos de trabajo perdidos en buques, plantas de fileteo y envasado y astilleros argentinos. Porque teníamos más de 22, y eso contando sólo los grandes, y salvo 3, todos privados. 

Tampoco computa el “by catch”, o pesca incidental, típicamente lo que tiraste muerto al mar para hacer espacio en bodega, ya que pintó merluza grande, más valiosa. Tampoco computa los trasbordos ilegales desde pesqueros a “reefers”, barcos factoría congeladores, más allá de la milla 200.

En 1970 aquí no había pesqueras que no fueran nacionales. Tras la catástrofe de Malvinas, en realidad mucho más política y social que militar, hoy 7 de las 10 principales exportadoras con planta de fileteado en tierra son españolas y chinas. ¿Y las viejas marcas argentinas de pescado enlatado, como La Campagnola, o Mellino, o Estrella de Mar? Kaput.

¿Cuántos miles de puestos de trabajo argentinos costó eso? Aproximadamente 6000 con el hundimiento de las conservadoras marplatenses. Cerca de 40.000 en toda la costa, durante el colapso biológico del Mar Argentino entre 2003 y 2006, vaciado a mansalva por las pesqueras españolas. Eso es una pérdida peor que arriar la celeste y blanca en Stanley, aunque sean consecuencia y causa.

Hay unos 120 buques extranjeros que pescan en las islas demasiado famosas, con licencia emitida por Stanley, y extraen unas 250.000 toneladas y gozan de puerto y servicios logísticos en Montevideo.

Pero esos son apenas la frutilla de la torta. Atraídos por la evidente falta de defensa territorial argentina, desde hace una década nos visita cada estación cálida una flota de ya 650 barcos asiáticos, mayormente chinos, que operan desde la milla 201 durante el día. De noche se meten en la ZEE, con las radiobalizas identificatorias apagadas.

Ud. habrá notado, como cliente de hipermercados extranjeros (son los que quedan), que desde 2015 desaparecieron las secciones de pescadería. Tenían aquellas enormes góndolas llenas de hielo picado y reluciente pesca del día, nunca menos de 10 especies. 

Hoy las reemplaza una heladerita miserable de congelados, o un mostradorcito amarrete con cuatro merluzas hubbsi minúsculas, muertas en la niñez porque ahora se pescan juveniles. 

Eso indica que los tres caladeros del Mar Argentino están nuevamente para atrás y al borde del colapso, como entre 2003 y 2008, o que hay una decisión firme de abastecer ya no a España, sino también a China. Lo que lleva a que el consumo argentino individual de pescado sea de 5 kg/año, contra más o menos 17 kg. promedio de las 193 naciones. Nuestro acceso dietario al pescado más o menos el de Paraguay.

Lo oigo rechinar: “Hablá de tanques, aparato”. Téngame paciencia. 

Sólo Bolivia ranquea debajo del nuestro. Pero hablo de dos países enérgicamente mediterráneos. Nosotros tenemos Tendría 6.816 km, según el CONICET, 5.087 km. según el Servicio de Hidrografía Naval, y 4.725 según el Instituto Geográfico Militar. Y son tres buenas instituciones científicas. 

Lo escalofriante es que desde que nos corrieron a tiros de las Malvinas, nuestro trauma cultural con el mar es tan grande que no tenemos idea de cuánta costa tenemos sobre el Atlántico. 

Cuando La Embajada nos caga a pedos por permitir tanto chino suelto en nuestro millón de km2 residual de ZEE, nos ofrecen patrullar, siempre generosos, con sus guardacostas, la US Coast Guard. El primero que picó la carnada para pedir ese “servicio” fue el gobernador mileísta de Chubut, Ignacio Torres, y ofreció darles puerto permanente: un patriota. Posó para la foto con el inevitable embajador Marc Stanley y otros pescados.

Pero como eso todavía es infumable para el resto del país, la Prefectura o la Armada reciben órdenes de capturar simbólicamente a algún pirata al voleo, en tiempos de Mauricio Macri, sin ir más lejos. No es que les sobren efectivos para ello, ni que sea tan fácil: a veces hay persecución rumbo a la milla 200, e intentos de colisión por parte de los pesqueros, y tiros. 

Cuando se prende alguno se lo trae a puerto y la prensa boba se hace una fiesta de argentinidad al palo. Pasadas las celebraciones, los jueces federales de lugares “hot” como Comodoro Rivadavia duermen el expediente hasta que triunfa el perdón cristiano, o todo prescribe, lo primero que suceda. Y después el buque regresa silbando bajito a su patria y su piratería. 

No se puede repetir mucho la patriada, porque China también se enoja. Y lo que le falta aquí de manija política, le sobra de económica.

Si se los decomisara, sería un problema qué hacer con las tripulaciones, normalmente filipinas, malasias y semiesclavas. ¿Cómo remitirlas a sus países de origen? Pero además son tantos los buques que no habría lugar para ponerlos en los muelles de los puertos patagónicos. 

Y como las naves no tienen valor comercial (son chatarra que flota de milagro), las patronales los abandonan hasta que se terminan inundando y hundiendo. El primer caso que conocí fue el del Mar Brillante, chino, abandonado y naufragado en Puerto Deseado. Fue un grave despelote, con buzos tácticos de la Prefectura y explosivos, remover ese casco. 

Cosas así pasaron varias veces antes y también desde entonces. El modo de joderlos bien jodidos a los piratas es simple: les decomisás de oficio las artes de pesca, generalmente más costosas que el barco. Y a cantarle a Gardel. Los jueces lo saben. No lo hacen.

En este cuadro, de los 965.314 km2 de territorios secos antárticos argentinos que forman nuestro novedoso y re-patriótico mapa bicontinental, olvídate, cariño. Pero en lugar de la propiedad virtual de esos lares polares, me interesaría poder defender, para empezar, las provincias patagónicas. Y es que según el rumbo que traemos, el próximo mapa argentino sorprendente terminará más o menos en el Río Colorado, y 

¿Pero este no era un artículo sobre tanques, y específicamente, de la renovación del TAM? Lo sigue siendo. Ese tanque se diseñó para llegar hasta los Andes y bloquear los pasos desde Chile, así de simple.

Las guerras entre estados pobres pero con enormes fronteras son malas. Suelen terminar con ambos contendientes proclamándose ganadores, con el mismo mapa con el que empezaron, y con un duradero “amén” de millones de muertos y heridos y devastación social, económica y ambiental.

Sucedió con el conflicto entre Bolivia y Paraguay (1932 a 1935), y también con el de Irán e Irak (1980 a 1988). 

En una guerra corta y sorpresiva, estilo la de los 6 días entre Israel y sus vecinos árabes, por equipamiento y preparación Chile nos sacaría media Patagonia en días. Si no lo ha hecho (todavía), es porque con nuestros ventajas educativas e industriales remanentes, generamos dudas. 

Podemos transformar una blitzkrieg en una guerra de desgaste, y seguirla y seguirla. Si terminamos peleando con palos y piedras, al menos podemos fabricar nuestros propios palos y piedras. Con su negativa a la educación pública y gratuita casi incólume desde 1818, Chile no tanto.

El año pasado me alegré de que Taiana como Ministro de Defensa destinara el FONDEF a, entre otras cosas, modernizar el viejo TAM. Pero si queremos modernizar más de 10 tanques a estándar 2C-A2, será mejor que la tecnología nueva en sensores y computadoras no las ponga Elbit, de Israel, sino INVAP, Fixview y otras empresas argentinas que diseñaron sistemas radáricos, ópticos e infrarrojos, y plataformas estabilizadas. 

No me interesa tanto el tanque, porque estamos en una época en que son alimento balanceado para drones. Me interesan más las cadenas de valor industrial que pueden sustentar ese tanque. Y construir en Argentina, donde también está IVECO, los Guaraní que Brasil no se atreve a vendernos para que no lo clavemos en plata. Y artillarlos aquí. 

By the way, INVAP, a quien Macri le suspendió todos los drones del Proyecto SARA en 2016, ahora está diseñándole sistemas antidrón al Ejército Argentino. 

El TAM estará con nosotros bastante tiempo. Pero necesitamos desarrollar misiles de infantería, baratos, suficientemente buenos, fabricables en masa y de tecnología propia. 

Y sobre todo, necesitamos radares, sistemas de guerra electrónica y drones. No sólo aéreos sino terrestres, marinos y submarinos. Son lo sencillo, lo barato, lo posible. Y son el futuro.

Nadie empata una guerra con armas prestadas. Ni siquiera con armas regaladas. Ucrania, damas y caballeros, no lo está logrando.

El general Manuel Savio, al que recordamos aquí, habría entendido bien por qué. El general San Martín, también.

Necesitamos otro Fray Luis Beltrán.

Daniel E. Arias