Una alianza público- privada entre investigadores del CONICET y la empresa Babasal desarrolló el primer alimento bebible a base de quinoa en el mercado argentino: “Biba”. Y fue presentado en un evento virtual por el Ministerio de Ciencia y el CONICET.
El producto es el resultado del trabajo de un grupo de investigadores del CONICET y de las Universidades Nacionales de La Plata, Lanús, Luján y Quilmes.
Entre todos pusieron a punto la fórmula de un alimento bebible a base de proteína vegetal (quínoa), inédito en el mercado argentino. La bebida se lanza al mercado impulsada por una pyme argentina “BABASAL“, que por medio de una licencia de la tecnología, completó la producción a escala industrial para abastecer el canal comercial.
LA IDEA ES CONTRIBUIR CON UN ALIMENTO NUTRITIVO Y SALUDABLE A LA SOCIEDAD
La bebida denominada “BIBA” aporta una cuota importante de proteínas y múltiples beneficios nutricionales derivados del grano de la quinoa, uno de los alimentos vegetales que provee todos los aminoácidos esenciales.
Una porción de “Biba” aporta vitaminas A, D2, E, B12 y calcio. Además, no contiene sacarosa añadida, ni conservantes, ni lactosa y es libre de gluten.
La quinoa utilizada para dicho producto es de origen nacional, cultivada en forma agroecológica en la provincia de San Juan por productores locales, asistidos tecnológicamente por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Larga historia de uso de la quinoa
Este aspecto fue enfatizado por la presidenta del CONICET, Dra. Ana Franchi, quien señaló: “Esto es una reparación, algo que viene haciendo el Gobierno Nacional desde su inicio. Primero, con nuestros pueblos originarios: la quinoa era una planta sagrada para las comunidades incas, y su consumo y producción fue prohibida por la conquista. Los españoles prohibieron su cultivo para imponer cereales que venían del viejo continente”, y destacó el sostenimiento que hicieron de este cultivo desde los pueblos originarios.
En la presentación se remarcaron las características del producto, su impacto en los hábitos alimentarios y su producción sustentable, y el trabajo conjunto y articulado entre las diversas instituciones.
El alimento fue originado, por un lado, para responder a un nicho de mercado de leches vegetales en crecimiento y, por otro lado, intenta dar respuesta a la inquietud planteada por el Plan “Argentina contra el Hambre” que busca garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población y de las familias argentinas con especial atención en los sectores de mayor vulnerabilidad económica y social.
El objetivo, a través de “Biba” es motorizar el consumo de alimentos bebibles de origen vegetal en el mercado interno, y al mismo tiempo fomentar la exportación de dicho producto al MERCOSUR y al resto del mundo.