Prueban en EE.UU. el motor de avion a hidrógeno más grande del mundo.


Dentro del panorama de cambios planteados -y esperados- en la nueva era de la movilidad, el de la aviación es uno de los sectores que enfrenta el desafío más grande, literalmente. No solo por el porcentaje de contaminación que representa en la torta global de emisiones de dióxido de carbono -que es, según estadísticas, de entre un 2 y un 5% del total-, sino por el tamaño de las aeronaves.

En este campo, los motores juegan un rol crucial, y en la escena este año el protagonismo parece llevárselo el hidrógeno.

La novedad hoy es de Universal Hydrogen, una empresa estadounidense que llevó a cabo con éxito una prueba en la que utilizó un motor de aviones que funciona con esta fuente de energía. Concretamente, usaron una pila de combustible de un megavatio que funciona con hidrógeno líquido.

El test se realizó en el puerto aéreo y espacial de Mojave, en el estado de California. Desde la compañía explican que el hito es una suerte de adelanto que muestra que sí es posible descarbonizar la industria de la aviación.

Para el motor usaron una pila de combustible de un megavatio que funciona con hidrógeno líquido.
Para el motor usaron una pila de combustible de un megavatio que funciona con hidrógeno líquido.Universal Hydrogen Co.

Cómo funciona

Desarrollado en el centro de ingeniería y diseño de Universal Hydrogen en Toulouse, en Francia, el módulo de hidrógeno líquido es el núcleo de la oferta de servicios de combustible de la empresa para la aviación.

Contiene aproximadamente 200 kg de hidrógeno líquido y es capaz de almacenarlo durante largos períodos sin evaporación a bajas temperaturas (hidrógeno criogénico), además de poder convertirlo en hidrógeno gaseoso caliente, que es consumido por el tren de potencia.

El módulo también incorpora características como detección de fugas de hidrógeno y sistemas de ventilación, así como un conector rápido a prueba de fugas para facilitar su instalación y extracción de la aeronave.

“Es el tren de potencia de celda de combustible más grande que ha funcionado con hidrógeno líquido”, dijo Mark Cousin, presidente y director de tecnología de la empresa.

“Es el tren de potencia de celda de combustible más grande que ha funcionado con hidrógeno líquido”, dijo Mark Cousin, presidente y director de tecnología de la empresa.
“Es el tren de potencia de celda de combustible más grande que ha funcionado con hidrógeno líquido”, dijo Mark Cousin, presidente y director de tecnología de la empresa.Universal Hydrogen Co.

En la prueba, el módulo de hidrógeno líquido alimentó la maqueta terrestre de la empresa durante más de una hora y 40 minutos, simulando el perfil de vuelo de una aeronave regional. En teoría, el módulo de hidrógeno líquido está cargado con combustible que rendiría poco más de 800 km de trayectoria y tres horas de vuelo a plena potencia, más 45 minutos de reserva.

La idea de la compañía es implementar esta tecnología en vuelos regionales.

“Esta demostración es la primera vez que todas las piezas de nuestro portafolio de productos para la aviación regional se han unido”, dijo Paul Eremenko, cofundador y CEO de Universal Hydrogen. “El siguiente paso es actualizar nuestra plataforma de pruebas en vuelo para volar el tren de potencia alimentado por nuestros módulos”.

Universal Hydrogen prevé la entrada de los módulos de hidrógeno líquido en el rubro de la aviación comercial para 2026. Por otro lado, la firma está trabajando en la certificación de un kit de conversión de tren de potencia para modernizar aviones regionales existentes para volar con hidrógeno.

La idea de la compañía es implementar esta tecnología en vuelos regionales.
La idea de la compañía es implementar esta tecnología en vuelos regionales.Universal Hydrogen Co.

El prospecto del hidrógeno en la industria

En la industria de la aviación, y de la movilidad en general, el hidrógeno está emergiendo como una alternativa prometedora por su potencial para reducir las emisiones de carbono y otros contaminantes asociados con los combustibles fósiles, produciendo agua como único subproducto.

No son pocas las empresas que ya mostraron su interés en el tema, y cada vez son más las que incursionan en el desarrollo de esta tecnología. Sin ir lejos, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, más conocida como la NASA, en Estados Unidos, estuvo llevando a cabo investigaciones y pruebas de vuelo relacionadas con el uso de hidrógeno como combustible para aviones, con el objetivo de mejorar la eficiencia y reducir las emisiones en la industria de la aviación.

En el gigante americano, en octubre del año pasado el presidente Joe Biden, y la Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, anunciaron un programa de inversión en materia de hidrógeno que prevé la creación de siete plantas de hidrógeno limpio para los próximos años y una inversión de US$7000 millones.

Por otro lado, la empresa británica Rolls-Royce, que a hace unos meses publicó los avances de su UltraFan, el que será el motor más grande del mundo, dijo que, aunque en una etapa inicial, el propulsor se alimente de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), la compañía está estudiando cómo sería la implementación de una propulsión híbrida, eléctrica y a base de hidrógeno para una instancia de uso posterior.

También en el Reino Unido, la startup ZeroAvia, ya realizó vuelos de prueba exitosos utilizando aviones propulsados por celdas de combustible de hidrógeno y tiene como objetivo ofrecer una alternativa limpia y rentable a los aviones comerciales de pasajeros.

Así y todo, para una adopción a gran escala el camino es todavía largo e hipotético. Falta invertir en investigación, desarrollo y despliegue, y requiere una colaboración entre la industria y los reguladores, para abordar los desafíos en materia de infraestructura, disponibilidad y seguridad, que supone su implementación.

El CAREM une a la CNEA con INVAP: ahora cambia todo

La foto de la firma de un papel raramente despeina a AgendAR,  pero ésta del 6 de Marzo cambia todo, y para bien. Incluso con el gobierno actual. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) acaba de unir fuerzas con la empresa INVAP para vender en el mundo la central nuclear compacta CAREM.

El resultado termina de cerrar la constitución de un nuevo ecosistema industrial exportador en Argentina. Se ha venido constituyendo muy lentamente. Empezó en 1974 cuando la CNEA creó INVAP en Río Negro, como unidad de gestión ágil para proyectos y despliegues acelerados, incompatibles con la lentitud administrativa del estado. 

Poco después creó CONUAR, en sociedad con el grupo Pérez Companc, para construcción de elementos combustibles de centrales de potencia y reactores de investigación o producción de radioisótopos. Esa empresa hoy exporta componentes de súper-aleaciones de zircaloy e incolloy a centrales CANDU de la India, China y Canadá, así como de Brasil. 

Pero en los últimos 2 años llegaron dos cerezas más a la punta del helado: la actual directora de la CNEA, la Dra. Adriana Serquis, integró dos piezas clave al proyecto CAREM. En 2021 fue NA-SA, o Nucleoeléctrica Argentina, creada paradójicamente por Menem para privatizar las centrales nucleares. 

Serquis la trajo para asegurar la terminación de obra y la puesta en marcha del CAREM prototipo, que a pesar de su exiguo tamaño (32 MW) es una central de potencia, no un reactor que produce radioisótopos o forma personal experto. La CNEA inventó el CAREM hace más de 40 años, pero nunca en sus 73 años de existencia institucional terminó o puso en marcha una planta nucleoeléctrica. NA-SA ya es canchera en ello. 

Tanto le salió el tiro por la culata a Menem con NA-SA que en 2014 ésta terminó Atucha 2, obra abandonada durante 27 años, la reparó sin ayuda alemana en 2023, y entre 2014 y 2018 “retubó” (es decir, reconstruyó a nuevo) la Central de Embalse. Está en línea en su segunda vida desde entonces, y sigue siendo la mejor del país por disponibilidad, y de las mejores del mundo por seguridad, como todas las CANDU.

Y ahora, como moño del paquete, la CNEA trae al ruedo del CAREM a INVAP, que con 43 años de campaña exportadora de reactores, tiene plantas, oficinas y red de apoyo al cliente en Perú, Argelia, Egipto, Australia, Holanda y Arabia Saudita. En los ’80, cuando vendió sus primeros robots industriales en EEUU, INVAP llegó hasta tener una sucursal yanqui llamada Black River, por que los invapios se crían en Río Negro.

Pero lo que INVAP tiene, sobre todo, es fama. Mundial.

Las historias inesperadas de INVAP y de NA-SA

Sala de comandos del OPAL de Australia, considerado el mejor reactor de producción de radioisótopos e investigación del mundo. Dejará de serlo cuando CNEA inaugure el RA-10.

El “apagón nuclear” posterior a la Guerra de Malvinas llevó a INVAP a transformarse por fuerza en una empresa expedicionaria, concentrada desesperadamente en ganar licitaciones de reactores y proyectos nucleares en el exterior contra competidores mucho más poderosos: General Atomics de EEUU, AECL de Canadá, Framatome de Francia, KAERI de Corea, Rosatom de Rusia, y sigue la lista. Les ganó a todas, SIEMPRE, y siempre por calidad, no por precio. Salvo a General Atomics en Tailandia, una licitación muy trucha.

Esto INVAP logró hacerlo por pura necesidad y siempre al borde de la quiebra: la CNEA, su mayor cliente hasta 1982, luego de Malvinas se quedó décadas enteras sin plata para terminar sus propias obras críticas como Atucha II o la Planta Industrial de Agua Pesada. Mal podía hacerle nuevos encargos a INVAP. Esto agrió fuertemente la relación entre ambos puntales del Programa Nuclear.

Lo esperable era que INVAP fundiera. No era en absoluto inevitable que se volviera el mejor exportador mundial de reactores multipropósito, pero ocurrió. Hizo con CNEA parte de los RP-0 y RP-10 de Perú, luego, ya sola ganó el NUR de Argelia, el Inshas de Egipto, y luego increíblemente en 2000 el OPAL de Australia. A partir del OPAL fue el terror de su competencia internacional, precipitó la quiebra de AECL, sacó a EEUU para siempre sin regreso del pequeño nicho de los reactores multipropósito, y ganó sucesivamente otro reactor de investigación en Arabia Saudita y otro enorme de producción de radioisótopos en Holanda.

A partir del OPAL Australia, que es un país anglosajón y oficialmente Primer Mundo, la cholulada multimediática argenta tuvo que enterarse de esta campaña. Que ojo, jamás habría sido posible sin el apoyo de la CNEA, especialmente de su gerencia de combustibles y de sus elencos expertos en ciencia de materiales. Pero a la hora de anotar un tiro libre, eso rara vez se mentaba. Lo cual creó su rencor en la CNEA. 

El reactor PALLAS de Holanda todavía está en fase de co-diseño con el cliente. Holanda, caso raro, cambia de ideas de diseño con frecuencia, e insólitamente no tiene mayor urgencia por entrar en construcción. Mientras paguen por los atrasos que se generan a sí mismos, todo bien y viva la Reina. 

Todos los demás reactores de su campaña INVAP los entregó en tiempo y forma. Un solo atraso, un único sobrepaso de presupuesto, cualquier percance operativo te liquidan. Si sos un peso mosca obligado a subirse al ring a noquear a pesos pesados, ningún tropezón te está permitido. 

La financiación nacional no ayuda a ganar licitaciones. Pero tampoco lo hace la “marca país”. INVAP es un proveedor atómico triunfal pero emergente. No viene de países medianos al estilo de Suecia o Bélgica, sino de una enorme pero precaria república sudaca, pero crónicamente ahogada en deuda. El último logro de nuestra patria ha sido volverse exportadora de forrajes y alimentos, y sin embargo tener 3 millones de adultos y 1 millón de niños y adolescentes en situación de hambre fisiológica. 

En este descalabro tan a la vista del mundo, Argentina más bien tira abajo la imagen de INVAP, y ésta mejora un poco la imagen del país. También la autoestima de sus habitantes. Porque INVAP además diseña, construye y vende satélites, drones y radares civiles y de defensa. Tuvo que diversificarse: es que las licitaciones para reactores multipropósito son más infrecuentes que los cambios de Papa.  

INVAP logró algo aún más raro: a pedido de vaya a saber cuál embajada, Menem intentó quebrarla, lo mismo Fernando De la Rúa, y no lo lograron. Como la caballería en las películas, al final siempre aparecía el estado y salvaba a la firma barilochense. Hablo del estado argelino, el egipcio, el australiano, el saudí y el holandés. Pero cuando Macri, obedeciendo las mismas órdenes de los mismos mandones, fue por el degüello y se negó a pagarle a INVAP deudas muy abultadas y viejas por radares, la empresa se había vuelto famosa. Incluso los medios más oficialistas y algún cacique del PRO tuvieron que salir a defenderla. Tardíamente, INVAP logró ser profeta en su tierra. 

La NA-SA de hoy es producto de otra historia igualmente insólita. Y esto vale repetirlo: Inventada por Menem para vender las centrales nucleares de Atucha 1 y Embalse, nadie las compró. El versátil Menem transformó entonces a NA-SA en una caja recaudadora de su carpa chica: la empresa vivió de NO CONSTRUIR Atucha II. Pero con una nueva dirección drásticamente distinta, entre 2006 y 2014 NA-SA se atrevió a terminar Atucha I, un perplejo meccano de millones de piezas, obra parada “definitivamente” desde 1994. La puso en línea en 2015, contra todo pronóstico de “los expertos” (léase, el lobby petrolero de exministros y secretarios de Energía). Y lo hizo sin ayuda ni garantías del proveedor original, SIEMENS, desaparecido del ruedo nuclear desde 1990. 

Trascartón, entre 2014 y 2018, NA-SA retubó Embalse. NA-SA hoy es la única empresa del Hemisferio Sur que sabe diseñar, construir, terminar y poner en línea centrales nucleoeléctricas. Por si no queda claro, en general las centrales sólo producen electricidad. Técnicamente son muy diferentes de los reactores multipropósito de INVAP y de los muchos que hizo la CNEA en el país.

No es sólo cuestión de mayor potencia térmica: en una central refrigerada a agua, sea liviana o pesada, la física es bastante extrema. Hay núcleos de centenares de toneladas de pastillas de óxido de uranio a 1800 grados Celsius de temperatura, hay refrigerantes a 320º C y a 115 atmósferas de presión. La de potencia es otra ingeniería, mucho más masiva y robusta. Vale incluso en una central «mini», como el CAREM. Y sean grandes o «mini» como los SMRs, el de centrales es un mercado mundial enormemente mayor, y que está creciendo en flecha.

A la luz de ello, la firma del 6 de marzo es mucho más importante de lo que parece: la CNEA terminó de construir un ecosistema nuclear diversificado y colaborativo en torno al CAREM, y la Argentina se prepara para invadir el mercado SMR. En su pertinaz lucha por volver realidad el CAREM, la CNEA probó a más de 1000 empresas nacionales proveedoras, y terminó eligiendo unas 160 porque fueron las únicas que alcanzaron calidad nuclear y cumplieron con las entregas. Van desde PyMES unifamiliares a gigantes como IMPSA o Pérez Companc. No fabrican galletitas ni caramelos, fabrican fierros atómicos. Si el tiro sale bien, se volverán proveedores mundiales.

Y eso sucede en un momento raro: desde en 2024 la cartera mundial de proyectos SMR como el CAREM se amplió a 22 gigavatios proyectados y formalmente pedidos, un 65% más que en 2021. Pero papelitos aparte, por grado de avance real en obra real, el CAREM es el segundo en el mundo tras el Linglong chino. 

El mundo SMR está lleno de proyectos imaginarios, con planes y presupuestos gloriosos, muchas animaciones computadas y folletería, cantidad de Memorandos de Entendimiento internacionales… y ni una triste obra para mostrar. La quiebra en Noviembre de 2023 del proyecto más “fachero” de los EEUU, la central NuScale (una copia bastante desfachatada del CAREM) empieza a separar la mucha paja del poco trigo. Para no confundir ruido con nueces, la OCDE (la Organización de Cooperación y Desarrollo), básicamente un club de países ricos afines a la OTAN, mandó a su agencia nuclear, la NEA, a hacer un tablero comparativo. Mide seis grados de posibles de avance de los SMR del mundo, según seis ejes diferentes. Ya iremos al detalle.

Lo cierto es que el CAREM puntúa mejor que todos los proyectos de gran ruido en Occidente. Mejor que el difunto NuScale (la OCDE hizo su tablero comparativo a principios de Noviembre de 2023, días antes de la quiebra de esa sociedad). Puntúa arriba del General Electric Hitachi BWRX-300, mejor que el SMART coreano y mejor que el Rolls Royce británico.

El CAREM, compatriotas, va en segundo puesto en una lista de 98 proyectos. Lista de la que se autoexcusaron de participar otros 42, porque sencillamente no tienen nada tangible o al menos medible qué mostrar. Según este tablero, el único país con mejores puntos que nosotros en la comparativa de SMRs es China, con su central ACP-100 Linglong. Perdón si lo repetí ya no sé si tres o cuatro veces, pero es que a mí tampoco me entra en la cabeza. Los desconfiados pueden acceder al tablero de la NEA-OCDE aquí.

La finalización de un ecosistema industrial argentino bien enraizado es obra de muchas administraciones sucesivas de la CNEA. Pero después del «apagón nuclear» de Alfonsín, Menem, De la Rúa y Macri, termina siendo el logro de la gestión de Adriana Serquis. El que quiera romperse las patas con la idea de intentar otra liquidación del Programa Nuclear Argentino, no se va a encontrar con un castillo de naipes. Se va a encontrar con mucho fierro, mucho hormigón y mucha empresa que quiere exportar.

Como me dijo riéndose por lo bajo una de las muchas ingenieras nucleares que dirigen el avance de obra del CAREM: “Ahora vamos por la conquista del mundo. Y eso para empezar”. La conozco, es muy irónica pero empuja como una locomotora. Y sospecho que hablaba en serio.

Capuletos y Montescos se amigan

Una firma histórica: de izquierda a derecha Adriana Serquis, directora de CNEA, Alejandra Calvo, gerenta de márketing de la Gerencia CAREM, Darío Giussi, gerente general de INVAP, Felipe Albornoz y Nacho Grossi, gerentes de la división nuclear y la de estrategia de esa firma, y Sol Pedre, gerenta del Proyecto CAREM.

El CAREM es un SMR, o Small Modular Reactor. En su futura versión comercial, va a ser una central eléctrica compacta que se puede construir añadiendo módulos de 120 o 125 MW hasta llegar a 4 y sumar una potencia instalada de 480 o 500 MW. Cada módulo en línea va pagando los siguientes con venta de electricidad, una idea nacida en la CNEA en 1984, cuando se vislumbraba que el crecimiento del parque nuclear nacional y mundial debía autoasegurar su financiación.

En el presente es un prototipo de potencia mucho menor, 32 MW, lo suficiente como para dar electricidad a una ciudad de 100.000 habitantes con algunas industrias. Que todavía no prendan la luz, porque falta terminar la obra civil, fabricar y testear en frío algunas de las piezas claves (el recipiente de presión y los generadores de vapor), y luego montar los componentes nucleares y no nucleares. Cuando el prototipo se termine y ponga en marcha recibirá bastantes visitas de posibles compradores internacionales. Decenas, porque en el volátil y versero mundo SMR, el CAREM, más evolucionado que revolucionario, tiene una ventaja comparativa indudable: existe. La NEA-OCDE hizo el tablero para no comprar humo, especialmente propio.

Los reactoristas de la CNEA que idearon el CAREM cuando yo no tenía canas añadieron más cosas: seguridad inherente al diseño, lo que significa refrigeración convectiva del núcleo. «Convectiva» significa que el agua caliente sube y la fría baja, cosa garantizada por las leyes irrompibles de la física, en lugar de por bombas falibles.

También sumaron portabilidad: la capacidad de fabricar piezas en gran escala, de un tamaño que puedan llegar con cierto montaje en origen a obra por barco, tren o camión, y ensamblarse rápidamente en destino. Y sumaron precio: la fabricación centralizada de decenas de miles de componentes permite ahorros de escala, pese a la potencia reducida. Esto significa megavatios hora más baratos que los competidores: aproximadamente la mitad de lo que habrían costado los del proyecto estadounidense NuScale, que según su márketing, se vendería en diez países. Pero NuScale se pinchó en uno solo, EEUU, y por sobrecostos. La Gran Democracia del Norte ya no sabe fabricar un reactor que no sea militar, y en el Pentágono nadie te exige que te atengas a tontos presupuestos.

El punto de partida del CAREM fue el Otto Hahn, un motor naval alemán experimental sumamente civil. Propulsó un barco mineralero del mismo nombre. Entre 1970 y 1972 navegó sus primeros 463.000 km. (equivalente de 11,55 perímetros terrestres) con un gasto de apenas 22 kg. de uranio 235. 

Sin ningún contratiempo, el Otto Hahn finalizó su carrera en 1979 con 1,2 millones de km. recorridos y 30 puertos de parada en 22 países. Pero por su motor nuclear, nunca fue autorizado a cruzar el Canal de Panamá ni el de Suez, de modo que sus recorridos desde A hasta B triplicaban los del resto de la flota mercante. De yapa competía contra el combustible líquido más barato y contaminante después del carbón: el búnker-oil, todavía típico de los buques de comercio. La Organización Mundial de la Salud dijo allá por 2010 que el búnker estaba matando unas 90.000 personas por año en las ciudades puerto, porque las obliga a respirar hollín 24×7.

En ese contexto, la República Federal Alemana consideró que su barco sin humareda era un fracaso económico. Nunca repitió el experimento.

La ingeniería básica del Otto Hahn se reconfiguró radicalmente en la CNEA para lograr una planta de potencia eléctrica terrestre inmóvil. Por estar en una posición vertical estable, necesaria para que se genere una circulación convectiva, el CAREM podía no depender NUNCA de bombeo asistido para su refrigeración, como sí lo hacía el Otto Hahn, que era un barco que cabeceaba, rolaba y guiñaba lo suyo. Al CAREM se lo diseñó capaz de gestionarse a sí mismo varios días por sistemas pasivos, dependientes mayormente de la gravedad, y sin personal en planta, en caso de una emergencia por pérdida masiva de refrigerante. 

El escaso tamaño pensado para el CAREM por la CNEA en 1984 (apenas 25 megavatios) apuntaba a la creación de pequeños “oasis eléctricos” en zonas despobladas, fuera de red y con actividades electrointensivas: minas en la Cordillera, ciudades o factorías en llanuras secas y despobladas, o en islas imposibles de conectar a continentes por cable eléctrico submarino debido a las fosas oceánicas profundas. Ese CAREM 25 se pensó para países tan distintos entre sí como los de Medio Oriente, África Occidental, o Malasia con sus 878 islas, o Indonesia con sus 18.100, de las cuales 6000 están habitadas.

Y como la CNEA ya venía preparando su campaña de exportación de reactores a través de INVAP, todos de investigación o producción de radioisótopos, el CAREM mientras fue un proyecto de INVAP le sirvió como máquina de segunda propuesta, o de “Y ya que estamos”. Onda: dado que nos compraron un reactor y anda joya, ¿por qué no nos compran también una centralita compacta? La otra propuesta era: «Uds. no tienen experiencia nuclear alguna. ¿Por qué no empezar a formar operadores con una central chica, en lugar de con un reactor docente? Es saltar varios casilleros». Eran propuestas sexy. Alguien iba a picar, y lo hizo. 

Es una lástima que las ideas no se puedan patentar. Ésta del CAREM ha generado 140 proyectos en más de 30 países, algunos de los cuales son copias más o menos descaradas del CAREM, como el NuScale, y otras se basan en ingenierías y combustibles muy divergentes. Cosa que nos favorece: en la industria nuclear, ese conservadurismo técnico de atenerse a uranio enriquecido y refrigeración por agua, aún en una central tan audazmente simplificada como el CAREM, gana puntos.  

Como cualquier cacatúa con plata se cree Carlitos Gardel, la citada NEA de la OCDE estableció su sistema de puntuación de seis grados y seis ejes para aclararse los tantos a sí misma. Fueron demasiado honestos. Probablemente no esperaban que los EEUU, Canadá y la UE salieran tan mal calificados, y el CAREM argentino, que los congresos mundiales sobre SMRs insisten en ningunear, saliera segundo detrás del Linglong chino. Sí, okay, eso ya no lo repito más. Lo juro.

Los seis ejes son:

  • Licenciamiento (es decir autorización regulatoria de pasar de planos a obra y de ahí a puesta en marcha),
  • “Siting” o ubicación (debe ser socialmente aceptada y estar legalizada),
  • Cadena de suministros (debe existir, la suelen formar centenares de industrias calificadas a calidad nuclear),
  • Compromiso (medido como enraizamiento nacional y/o internacional del proyecto en diversas organizaciones),
  • Combustible (un asunto que toma muchos años de diseño, pruebas y licenciamiento). El del CAREM estaba resuelto y ensayado ya en 2004, en un reactorcito experimental de baja potencia construido por la CNEA en Pilcaniyeu. 

Entre 140 proyectos, la puntuación multiaxial inventada por la NEA-OCDE da resultados rarísimos. La INET, una central china muy futurista con combustibles en forma de pelotitas de cerámica de uranio, ya está entregando potencia (500 MW, no es poco). Pero es más un experimento muy avanzado que una máquina fácilmente reproducible en casa y licenciable en el exterior, incluso para China. Por eso califica abajo del CAREM, aunque éste sólo sea un prototipo en construcción.

Sobre cuál será el CAREM que termine exportándose, ése es un reino de conjeturas y batallas de pasillo. El modelo de cuatro módulos y 480 o 500 MW tiene sus encantos, pero todavía está en planos. Y capaz que el prototipo de 32 MW podría terminar siendo más vendible, andá a saber. El de los SMR es un mercado inminente, y todo pronóstico es difícil, especialmente si trata del futuro. Eso decía Niels Bohr, que era físico nuclear, ergo irónico.     

El prototipo está en construcción bastante avanzada en el predio de las centrales Atucha 1 y 2, en Lima, sobre las barrancas bonaerenses que balconean sobre el Paraná de las Palmas. Se lo sigue llamando CAREM 25 ignoro por qué, cuando algunos retoques de ingeniería pronostican 32 MW eléctricos en las planillas de cálculo.

El CAREM hizo un ping-pong institucional pavoroso y múltipe entre CNEA e INVAP. Nació en 1984 una CNEA dirigida por un presidente que hizo todo lo posible por cerrarla, toda una novedad. Cuando por fin se fue para no hundirse con el naufragio que creó, tomó su lugar la Dra. Emma Pérez Ferreyra y salvó a la institución, que estaba perdiendo hasta tres doctores en física o ingeniería nuclear por mes. Emma, como la llamaba hasta el portero (y eso es verdad), hizo dos cosas grandiosas: reparó Atucha 1 sin la SIEMENS, en 9 meses en lugar de en 6 años, y a un 17% de lo que quiso cobrar la multinacional alemana por arreglar su prototipo… que no estaba en garantía, dijeron.

La otra cosa grandiosa que hizo Emma fue aquilatar que los planos del CAREM se iban a cubrir de polvo en la CNEA. Ésta no lograba conseguir fondos de Alfonsín para hacer avanzar Atucha 2 y además la CNEA no lograba tomarse en serio ninguna central que no fuera mediana o grande. Y a la luz de ello, le dio el proyecto a INVAP, que tan bien entendió la cosa que al año siguiente (1988) ya lo estaba vendiendo en Turquía, según sus usos y costumbres muy barilochenses.

Y Turquía lo estaba comprando, pero no para despliegue nacional. Ya en 1988 eran un país 100% cubierto por red interconectada y con mucha industria. En su módulo 25 MW, el CAREM les quedaba chico. Lo querían comprar el CAREM para venderlo, también según usos y costumbres muy turcos. Eso lo hizo fracasar Menem. Paralizó la cosa tres años, luego le pasó el proyecto a la CNEA, y el hombre de Menem en la CNEA le pidió a la TAEK, la Comisión Nuclear Turca, un «regalo para la corona» demasiado fastuoso.

En 2006 el kirchnerismo redescubrió el átomo, muy impresionado por la inauguración del OPAL en Australia y muy presionado porque la economía argentina estaba creciendo al 8,5% anual, propulsada por la industria. Y como la red eléctrica estaba como la había dejado Alfonsín, hecha percha pero además privatizada por Menem, hacía falta potencia de base. Y la nuclear es la única que te da 90% de disponibilidad o más.

En el viaje hacia Sydney, la nueva presidenta de la CNEA, Norma Boero, estuvo dele que dele charlando en el avión con CFK, y a la vuelta de Australia estaba tomada la decisión de que NA-SA terminara Atucha 2 y de que el Programa Nuclear tenía que resucitar aunque fuera a paletazos. Y un poco inesperadamente, tras sólo un poco de resucitación cardiopulmonar, el Programa volvió de la muerte. Pero Boero (siempre pensé que fue un error de Norma, y hoy no) dictaminó que había que salvar a la CNEA con un proyecto «de bandera», para lo cual le sacó la dirección a INVAP y creó en la CNEA una Gerencia únicamente dedicada al CAREM. La bronca que generó eso en INVAP es indecible. Para INVAP el CAREM también era «de bandera».

El regreso no del CAREM a INVAP sino de INVAP al CAREM, esta vez como motor de exportación, termina de suturar viejas heridas en ambos actores principales de nuestra historia atómica. Se hicieron inevitables durante los 23 años en que tanto la institución como la empresa estaban bajo amenaza existencial de desaparecer, la CNEA por evaporación de recursos humanos, INVAP por quiebra.

La firma del Memorando de Entendimiento del 6 de Marzo es la reconciliación de estos Capuletos y Montescos nucleares, y para bien de Verona (la Argentina, por si alguien no pescó la metáfora). Es también un producto de la maduración, mayormente en la adversidad, de dos organizaciones que resultaron muy resilientes: una de 73 años, y otra de 50. Romeo y Julieta son la tercera generación de estas nobles familias. Se casan por méritos, sin tragedias ni suicidios shakespearianos.  

He venido apoyando la construcción del CAREM desde 1986, cuando conocí, deslumbrado por su sencillez y audacia, el proyecto. Junto con el embajador Adolfo Saracho fui un mes a Turquía en 1988, cuando este país quería el CAREM para quitarse de encima a los dueños de la OTAN, que no lo dejaban entrar al entonces llamado Mercado Común Europeo. En parte por despecho, en parte por olfato comercial, querían una centralita para exportar a Medio Oriente, África y el Sudeste Asiático, lugares donde Turquía ya vendía cantidad de productos industriales propios, algunos tecnológicamente complejos. Y la cosa -perdón por repetirme- se había miti-miti entre la TAEK, la Comisión Nuclear Turca, e INVAP, que sabía más del negocio. Los turcos estimaban unos 30 clientes potenciales.

En 1993 Menem destruyó esta colaboración. En el State Department y en Quai d’Orsay habrán descorchado champagne, supongo. No había ninguna central nuclear en el mundo siquiera parecida al CAREM. Fue el primer SMR. Pudimos haber cambiado la historia nuclear, y la nuestra como país.

En 2000 la tenacidad de tornillo de Aldo Ferrer y Dan Beninson logró que el CAREM debiera construirse por ley nacional, y con presupuesto acordado por ambas cámaras. Pero la partida estaba fijada en pesos, y el último director de la CNEA, un cacique petrorradical puesto por la Alianza, logró patinarse la cifra en tres sucesivos estudios de factibilidad comercial, a ver si alguno le daba mal. Le dieron bien los tres, pero en los tres años gastados en masturbaciones de consultoría la plata se volatilizó por hiperinflación, de modo que cero obra. El tipo renunció junto con De la Rúa, pero se fue discretamente en auto y silbando bajito, no en helicóptero. Misión cumplida.

Ninguno de los funcionarios que frenaron el CAREM de los modos más insólitos, increíbles e ilegales sufrió acusación alguna. Los que no se murieron, están todos sueltos y conspirando. 

Pero ahora enfrentan un ecosistema nuclear diverso y enraizado.

La van a tener difícil.

Daniel E. Arias 

El gobierno no está homologando las paritarias

La protesta del sindicato de Camioneros por las complicaciones en su paritaria puso al descubierto una mecánica extendida del Gobierno: una evasión deliberada de su rol de contralor en las negociaciones salariales que habilita a los empresarios a retacear aumentos pactados por las propias cámaras sectoriales. La maniobra pudo ser verificada no sólo en el gremio de Hugo y Pablo Moyano sino también en los de alimentación, textiles, encargados de edificios, plástico, aceiteros, molineros, mineros y pasteleros, entre otros. Incluso un grupo de organizaciones del rubro industrial prepara por esta omisión una presentación judicial contra la administración libertaria.

La falta de homologaciones fue asumida por la propia Secretaría de Trabajo aunque con una explicación de orden administrativo: producto de la aceleración de la inflación la cartera laboral pasó de una dinámica de legalizaciones de negociaciones de una vez al año por cada sindicato a otra bimestral y hasta mensual, que venía de arrastre en la gestión de Alberto Fernández y se agudizó con la devaluación de Javier Milei y Luis Caputo.

En reserva, los funcionarios reconocen ante los dirigentes que las firmas sólo avanzan si los acuerdos contemplan las pautas salariales dictadas por el ministro de Economía: no más de 19% para enero, 15% para febrero y 12% para marzo. La suba de los valores de la canasta básica fue en igual período de 20,6% en enero, en tanto que para febrero se prevé alrededor de 15% y un valor similar para marzo. Esa distancia no contempla el salto de 25,5% de diciembre asociada de manera directa a la devaluación. Los acuerdos de partes tienen, para la administración libertaria, topes más estrictos incluso que los que plantearon anteriores gestiones peronistas y hasta la de Mauricio Macri.

El corrimiento de Trabajo en la legalización de los expedientes tuvo hasta ahora todo tipo de repercusiones en el ámbito laboral. Por un lado, la queja generalizada de aquellas organizaciones que se ven privadas de una herramienta necesaria en muchas ocasiones para reclamar los incrementos resueltos. En paralelo, una mayor reticencia de las empresas a pactar subas por valores que incluso su actividad permite a caballo del guiño del oficialismo y con un agravante: quienes no pagan esos aumentos pero contaban con los recursos para hacerlo pueden utilizar los fondos para invertirlos en lugar de liquidar ajustes a su personal, con la expectativa de que en el peor de los casos deberán pagar con retroactividad pero sin intereses.

Pero quizás la reacción más novedosa, que este medio constató por lo menos en un sindicato de servicios y en otro industrial, es la decisión de no llevar ante la cartera laboral sus cierres paritarios para evitar un eventual mal trago. Esos gremios alegan, con obvio pedido de reserva, que les resulta más sencillo garantizarse el cumplimiento de los aumentos mano a mano con las empresas de sus respectivas actividades que ante los funcionarios.

La maniobra en sí misma no es novedosa en la historia reciente de las relaciones laborales en la Argentina, en particular tras la caída de la convertibilidad y la reanudación de la gimnasia de negociaciones, pero sí lo es su carácter generalizado, coordinado y a priori indiscriminado. Lo que años anteriores era una prerrogativa de un gobierno para complicarle la vida a un dirigente sindical u obstaculiizar una suba salarial puntual lejana de las pautas previstas por el oficialismo de turno, en lo que va de 2024 es la norma en la Secretaría de Trabajo.

La homologación es un acto administrativo propio de las relaciones laborales que consta del control de legalidad por parte de las autoridades de Trabajo. Contra el criterio de normativas de décadas atrás, en las que el Ejecutivo se reservaba el derecho de analizar los convenios colectivos y los acuerdos paritarios bajo la lupa de criterios de «oportunidad» o «conveniencia», la ley laboral 25.877 de 2004 sólo establece como límite el cumplimiento de la normativa vigente. El artículo 22 de esa ley indica que «la homologación deberá producirse dentro de un plazo no mayor de 30 días de recibida la solicitud, siempre que la convención reúna todos los requisitos establecidos a tal efecto» y agrega que «transcurrido dicho plazo se la considerará tácitamente homologada».

De hecho en el caso de la paritaria de los encargados de edificios, el gremio Suterh alegó que consideraba tácitamente homologado el último acuerdo salarial alcanzado con sus contrapartes patronales. Tal como anunció a fin de febrero, el sindicato que lidera Víctor Santa María pactó una suba de 45% para los salarios de ese mes con la Unión de Administradores de Inmuebles, la Cámara de la Propiedad Horizontal y la Asociación Inmobiliaria de Edificios de Renta y Horizontal. A falta de una firma de la secretaría a cargo de Omar Yasín, el gremio emitió un acta conjunta con las cámaras empleadoras para dar por finalizado el plazo vigente para su homologación tácita, y por ende su plena vigencia.

Pero el episodio más conflictivo hasta ahora es el que dio a conocer Camioneros respecto de tres empresarios y referentes de entidades patronales de Córdoba, Santiago del Estero y Mendoza, a quienes acusó de haber «presentado infundadas impugnaciones intentando boicotear la homologación» del acuerdo salarial. Esos transportistas, alineados con la dirigente del PRO Florencia Arietto, desconocieron por falta de aval oficial el acta firmada por una de las cámaras patronales, Fadeeac.

Un relevamiento entre las principales organizaciones sindicales con paritarias resueltas estableció que la omisión es generalizada. En la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) el Gobierno evitó homologar subas acordadas por enero y febrero; lo mismo sucedió con la Asociación Obrera Textil (AOT), que acordó sumas de 100 mil pesos y $ 110 mil no remunerativas para enero y febrero, respectivamente, que se adicionaron a otros 40 mil pesos resueltos previamente para terminar de integrar los sueldos en los meses inmediatamente posteriores. Trabajo no validó esos entendimientos y el gremio que encabeza Hugo Benítez debió pedirle a la cámara industrial que enviara una circular a todos sus asociados para recordarles la obligación de saldar los aumentos.

En otros rubros, como el de la industria aceitera, la Ftciodyara no logró que se homologaran sus acuerdos salaiales ya desde fin del año pasado; la Unión Obrera Molinera (UOMA) tampoco consiguió que se ratificaran en sede administrativa los incrementos resueltos con las cámaras FAIM, CEPA y Caena; en tanto que los mineros (AOMA) sufrió lo propio en cinco convneios colectivos de actividad y otra decena a nivel de empresas, aunque sus autoridades aclararon que «el 99% de los empleadores paga igual» los aumentos, y en el caso de los Pasteleros la omisión se verificó en las subas resueltas en enero para las cinco ramas de su actividad. Mientras que para el gremio de los plásticos (Uoyep) la objeción fue respecto de su arreglo en la rama de autopartes para febrero.

El descenso de la natalidad es una realidad global, no solo en Europa y Japón

Antes imaginábamos a la humanidad poblando el universo. En La Fundación de Isaac Asimov (1952), la humanidad ha establecido un vasto imperio multiplanetario en el año 47000. «Había casi veinticinco millones de planetas habitados en la Galaxia», escribió Asimov. «La población de Trantor [la capital imperial]… superaba con creces los cuarenta mil millones».

En El problema de los tres cuerpos (2006), de Liu Cixin, por el contrario, somos un error de redondeo cósmico, preparándonos para la aterradora invasión de Trisolaran. Como dice el tráiler de la nueva serie de Netflix: «Están llegando, y no hay nada que puedas hacer para detenerlos».

Cuando Asimov nació en 1920, la población mundial rondaba los 1.900 millones de habitantes. Cuando publicó Fundación, era de 2.640 millones. A su muerte, en 1992, era de 5.500 millones, casi el triple que cuando él nació. Teniendo en cuenta que apenas había 500 millones de seres humanos cuando Cristóbal Colón desembarcó en el Nuevo Mundo, la proliferación de la especie homo sapiens en la era moderna había sido una hazaña asombrosa.

No es de extrañar que algunos miembros de la generación de Asimov temieran la superpoblación y se preocuparan por un inminente desastre maltusiano. Esto llevó a todo tipo de esfuerzos para promover la anticoncepción y el aborto, como se describe en Fatal Misconception: The Struggle to Control World Population (2008), de Matt Connelly. Entre ellas, la política china del hijo único, la intervención gubernamental más severa jamás realizada en el comportamiento reproductivo humano.

Superficialmente, estos esfuerzos fueron un completo fracaso. Frank Notestein, el demógrafo de Princeton que se convirtió en el director fundador de la División de Población de las Naciones Unidas (UNPD), estimó en 1945 que la población mundial sería de 3.300 millones en el año 2000. De hecho, superó los 6.100 millones. Hoy se estima en más de 8.000 millones. En su proyección más reciente, la estimación media de la DPNU es que la población mundial alcanzará los 10.400 millones a mediados de la década de 2080, con un límite superior de más de 12.000 millones a finales de siglo.

Sin embargo, parece un escenario poco probable. El Centro de Expertos en Población y Migración de la Comisión Europea prevé que la población mundial alcance un máximo de 9.800 millones en la década de 2070. Según el Instituto de Métricas y Evaluación Sanitarias, una organización de investigación independiente, el pico se alcanzará antes y a un nivel inferior, con 9.700 millones en 2064.

La palabra clave es «pico». Casi todos los demógrafos consideran ahora que es probable que alcancemos el pico de la humanidad este siglo. Esto no se debe a que una pandemia letal haga aumentar la mortalidad mucho más de lo que lo hizo el Covid-19, aunque esa posibilidad nunca debe descartarse. Tampoco se debe a que la DPNU incorpore a su modelo de población cualquier otro escenario apocalíptico, ya sea un desastroso cambio climático o una guerra nuclear.

Sencillamente porque, en todo el mundo, la tasa global de fecundidad (TGF) -el número de hijos vivos que tiene una mujer de media a lo largo de su vida- no ha dejado de disminuir desde los años setenta. En un país tras otro, ha caído por debajo del umbral de 2,1 (la «tasa de reemplazo», teniendo en cuenta las muertes infantiles y los desequilibrios entre los sexos), por debajo del cual la población está abocada al declive. Esta caída de la fecundidad es, en muchos sentidos, la tendencia más notable de nuestra era. Y no sólo a Elon Musk le preocupa que «el colapso demográfico sea potencialmente el mayor riesgo para el futuro de la civilización».

Nuestra especie no ha terminado de multiplicarse, sin duda. Pero, citando a la UNPD, «se espera que más de la mitad del aumento previsto de la población mundial entre 2022 y 2050 se concentre en sólo ocho países: la República Democrática del Congo [RDC], Egipto, Etiopía, India, Nigeria, Pakistán, Filipinas y la República Unida de Tanzania». Esto se debe a que ya «cerca de la mitad de la población mundial vive en un país o zona donde la fecundidad a lo largo de la vida es inferior a 2,1 nacimientos por mujer».

No muchos previeron el colapso mundial de la fertilidad. Tampoco casi nadie esperaba que se produjera en todas partes. Y no recuerdo a ningún experto que predijera lo bajo que llegaría a ser en algunos países. Se calcula que en Corea del Sur la tasa global de fecundidad en 2023 será de 0,72. En Europa ya no hay diferencia entre países católicos y protestantes. La TGF actual de Italia (1,21) es inferior a la de Inglaterra (1,44). Tampoco hay diferencia entre las civilizaciones cristiana e islámica, esas grandes entidades históricas cuyos enfrentamientos preocupaban al historiador Samuel Huntington. La tasa total de fecundidad de Estados Unidos es ahora de 1,62. La de la República Islámica de Irán es de 1,54.

Fuera de África, un planeta en retroceso

El momento de esta enorme transición demográfica ha variado, sin duda. En Estados Unidos, la TGF cayó por debajo de 2,0 en 1973. En el Reino Unido, un año más tarde; en Italia, en 1977. Los países del este asiático no se quedaron atrás: En Corea del Sur la TGF fue superior a 2,0 hasta 1984; en China hasta 1991. La fecundidad siguió siendo más alta durante más tiempo en el mundo musulmán, pero en Irán cayó por debajo de 2,0 ya en 2001. Incluso en India la TGF ha caído por debajo de 2,0.

Sólo en los países del África subsahariana la fecundidad se mantiene muy por encima de la tasa de reemplazo. En la RDC, por ejemplo, la mujer media sigue teniendo más de 6 hijos. Pero también allí se espera que la fecundidad caiga en picado en las próximas décadas. Según la proyección de la variante media de la DPNU, la TGF mundial descenderá de 2,3 en 2021 a 1,8 en 2100. Las diferencias en las estimaciones sobre cuándo alcanzaremos el punto álgido de la humanidad dependen en gran medida de la rapidez con la que los demógrafos creen que se reducirá el tamaño de las familias en África.

Una crisis mundial de natalidad

¿Cuáles son las causas de la gran caída de la fecundidad? Una teoría, según un sugerente artículo de 2006 de Wolfgang Lutz, Vegard Skirbekk y Maria Rita Testa, es que «las sociedades ascienden en la jerarquía de necesidades desde la supervivencia física hasta la autorrealización emocional, y al hacerlo, la crianza de los hijos queda relegada a un segundo plano porque la gente persigue otros objetivos más individualistas. … La gente encuentra otras formas de encontrar sentido a la vida». Otra interpretación (véase, por ejemplo, este artículo de Ron Lesthaeghe) atribuye el protagonismo a las mujeres, subrayando que la fecundidad disminuye a medida que aumentan la educación y el empleo femeninos.

En el último siglo, a partir de Europa Occidental y Norteamérica, una proporción cada vez mayor de mujeres ha accedido a la enseñanza superior y a la mano de obra cualificada. La mejora de la educación también ha proporcionado a las mujeres una mayor autonomía en sus relaciones, un mejor conocimiento de los métodos anticonceptivos y una mayor participación en la planificación familiar. Muchas han optado por retrasar el momento de ser madres para proseguir su carrera profesional. Y el coste de oportunidad de tener hijos aumenta a medida que los salarios de las mujeres suben en relación con los de sus parejas masculinas.

Otra forma de ver el problema es que, tras su fase inicial de niños en los molinos de algodón, la revolución industrial redujo la importancia de los niños como fuente de mano de obra no cualificada. A medida que los países se desarrollan económicamente, las familias invierten más en sus hijos, proporcionándoles una mejor educación, lo que aumenta el coste de criar a cada uno de ellos.

El cambio cultural también ha influido. Un estudio estima que aproximadamente un tercio del descenso de la fertilidad en Estados Unidos entre 2007 y 2016 se debió a la disminución de los nacimientos no deseados. Mi generación, la del baby boom, era más impulsiva e incluso temeraria en materia sexual. En cambio, según las psicólogas Brooke Wells y Jean Twenge, los millennials tienen de media menos parejas sexuales que nosotros. Un análisis de 2020 de las respuestas a la Encuesta Social General reveló mayores tasas de inactividad sexual entre la cohorte más reciente de jóvenes de 20 a 24 años que entre sus predecesores nacidos en los años 70 y 80. Entre 2000-02 y 2016-18, la proporción de hombres de 18 a 24 años que declararon no haber tenido actividad sexual en el último año aumentó del 19% al 31%.

El hecho de que los descensos en la actividad sexual fueran más pronunciados entre los estudiantes y los hombres con menores ingresos y con empleo a tiempo parcial o sin empleo sugiere que el descenso de la actividad sexual está determinado económicamente. Sin embargo, otras posibles explicaciones incluyen el «estrés y ajetreo de la vida moderna», la oferta de «entretenimiento en línea que puede competir con la actividad sexual», las elevadas tasas de depresión y ansiedad entre los adultos jóvenes, el efecto perjudicial de los teléfonos inteligentes sobre las interacciones humanas en el mundo real y la falta de atractivo para las mujeres de «ligar».

La versión más reciente de la Encuesta Nacional de Actitudes Sexuales y Estilos de Vida del Reino Unido reveló un marcado descenso similar en la frecuencia de las relaciones sexuales en Gran Bretaña. El retorno del ethos «No sex please, we’re British» afecta principalmente a las parejas casadas o que cohabitan y -según un cuidadoso análisis publicado en The British Medical Journal- se debe muy probablemente a «la introducción del iPhone en 2007 y la recesión mundial de 2008».

Otro factor clave del descenso de la fecundidad ha sido la disminución de la religiosidad. Utilizando datos de la Encuesta Mundial de Valores, podemos identificar una clara correlación entre el aumento de la secularización y la caída del tamaño de las familias. Una fascinante anomalía histórica, el temprano descenso de la fertilidad en la Francia de finales del siglo XVIII – descrito por el demógrafo francés Alfred Sauvy como «el hecho más importante» de la historia de su país – se ha explicado plausiblemente por el avance del pensamiento secular, y por tanto de las prácticas anticonceptivas, tras las luchas religiosas de los dos siglos anteriores.

La fecundidad a veces puede volver a subir: véase el «bulto» del bebé Covid. Además, según los datos de las encuestas, a muchas mujeres les gustaría tener más hijos. En los países de baja fecundidad, según un estudio de 2019 para el Fondo de Población de la ONU, hay «una amplia brecha entre las aspiraciones de fecundidad a edades más tempranas y la fecundidad alcanzada más adelante en la vida, lo que indica que muchas mujeres, hombres y parejas se enfrentan a obstáculos para realizar sus planes de fecundidad.»

Que los principales obstáculos son los costes económicos percibidos de una familia más numerosa lo confirma el hecho de que muchas de las mujeres profesionales con más éxito tienen más de dos hijos. En palabras de Moshe Hazan y Hosny Zoabi, «la relación transversal entre la fecundidad y la educación de las mujeres en EE.UU. ha adquirido recientemente forma de U.. … Al sustituir su propio tiempo por los servicios del mercado para criar a los hijos y llevar adelante sus hogares, las mujeres con estudios superiores pueden tener más hijos y trabajar más horas».

Pero no todo el mundo puede ser una supermamá con un equipo de amas de casa y niñeras. ¿Pueden los gobiernos hacer algo para hacer retroceder la fecundidad de forma generalizada? Desde luego, lo están intentando. Desde los años setenta, el número de países que intentan aumentar la fecundidad con diversos incentivos gubernamentales se ha quintuplicado aproximadamente. Pero no conozco ningún ejemplo en el que las políticas pro natalidad hayan funcionado realmente. Durante años, el Presidente Vladimir Putin ha instado a los rusos a tener más hijos para evitar la despoblación de la vasta federación que gobierna. Aunque la fecundidad rusa aumentó en la década posterior a 2000, la TGF ni siquiera se acercó a 2, y se ha desplomado de nuevo a 1,5.

Lo que Mussolini llamaba «la batalla por los nacimientos» es una propuesta perdedora. La tendencia mundial es facilitar el aborto. (En los últimos 30 años, más de 60 países han modificado su legislación sobre el aborto. Todos menos cuatro -Estados Unidos, El Salvador, Nicaragua y Polonia- facilitaron el acceso al aborto). Un número creciente de países permite la eutanasia y/o el suicidio asistido. El número medio de espermatozoides ha descendido más de un 50% en 50 años. Nadie sabe exactamente a qué se debe, pero la mala alimentación, el aire viciado y el mal estilo de vida son los principales culpables. How Mankind Chose Extinction será una lectura interesante, si es que queda alguien que la escriba.

Hace medio siglo, nos preocupaba La bomba demográfica (título del bestseller de Paul Ehrlich de 1968). Ahora que podemos ver el «pico de la humanidad» dentro de la vida de nuestros hijos -posiblemente en la década de 2060-, ¿por qué no respira todo el mundo aliviado? Se me ocurren tres razones.

En primer lugar, los países avanzados que ya tienen una población en declive encuentran las consecuencias de la restricción de la fertilidad bastante melancólicas: bajo crecimiento económico, escuelas vacías, residencias de ancianos abarrotadas, una falta general de vitalidad juvenil.

En segundo lugar, como el descenso de la fecundidad se produjo más tarde en Oriente Medio y el Norte de África y apenas ha comenzado en el África subsahariana, estamos asistiendo a un cambio drástico en el equilibrio demográfico mundial a favor de las personas con una pigmentación más oscura -como escocés casado con una somalí, estoy aportando mi granito de arena a esta tendencia-, muchas de ellas musulmanas. Esto preocupa a muchos de los pueblos mayoritariamente blancos y mayoritariamente cristianos que dominaron el mundo entre 1750 y 2000.

En tercer lugar, los pueblos con mayor fertilidad viven en su mayoría en lugares pobres que el cambio climático y los conflictos armados están haciendo aún menos atractivos. Así que se desplazan si pueden -a través del norte de África o Asia occidental hacia Europa, o a través de México hacia Estados Unidos- o, en gran medida, se involucran en actividades violentas (delincuencia o terrorismo) donde no pueden escapar.

Todo ello aumenta la probabilidad de que en el mundo desarrollado haya políticas de derechas (los mayores votan por esto y superan en número a los jóvenes), más conflictos (las fronteras no pueden defenderse seriamente sin, al menos, la amenaza de la violencia), la propagación más rápida de agentes patógenos infecciosos y ningún intento eficaz de abordar la cuestión climática.

Sin embargo, la inmigración sigue pareciendo a las élites norteamericanas y europeas la solución más sencilla al problema del descenso de la fecundidad. Por eso, en los países de renta alta, entre 2000 y 2020, la contribución de la migración internacional neta al crecimiento demográfico superó el saldo de nacimientos sobre defunciones. Nadie sabe cuáles serán las consecuencias geopolíticas de la migración masiva. Algunos rusos temen que los chinos se apoderen de su vasto imperio euroasiático al este de los Urales. Esto parece poco probable si la población china se reducirá a la mitad de aquí a 2100. El problema de China no es la escasez de espacio, sino el exceso de bloques de apartamentos vacíos.

Al contemplar estos y otros escenarios, la mayoría de los expertos se esfuerzan por comprender que, cuando la población humana empiece a disminuir, no lo hará gradualmente, sino casi tan bruscamente como una vez aumentó. «La humanidad no alcanzará una meseta y luego se estabilizará», escribe Dean Spears en el New York Times. «Iniciará un declive sin precedentes… Si la tasa de fertilidad mundial [después de 2100] fuera la misma que la actual en Estados Unidos, la población mundial pasaría de un pico de unos 10.000 millones a [menos de] 2.000 millones unos 300 años más tarde, a lo largo de quizá 10 generaciones. Y si el tamaño de las familias siguiera siendo pequeño, seguiríamos descendiendo».

El problema es que este precipitado declive llegará un siglo demasiado tarde para evitar las desastrosas consecuencias del cambio climático que muchos temen hoy en día – y que son otra razón por la que la gente huirá de África, y otra razón por la que los jóvenes en Europa dicen que tendrán pocos hijos o ninguno.

La ciencia ficción que conviene leer no es, pues, ni Asimov ni Liu Cixin. Comience, en cambio, por El último hombre (1826), de Mary Shelley, en el que una nueva peste negra acaba con toda la humanidad excepto con un desamparado espécimen. Luego, recurra a Oryx y Crake (2003), de Margaret Atwood, en la que el adicto «Hombre de las nieves» es uno de los pocos supervivientes de un mundo devastado por el calentamiento global, la imprudente ingeniería genética y un desastroso intento de reducción de la población que desembocó en una plaga mundial.

Para quienes, como Elon Musk, aún sueñan con construir el imperio galáctico de Asimov, estas visiones de la extinción humana son difíciles de digerir. Él y otros nadan contracorriente, engendrando cinco o seis veces más descendencia que el varón medio. Pero la realidad es que una TGF mundial inferior a 2,1 es una fuerza histórica más poderosa que incluso el fecundo Sr. Musk. Se acerca. Y no hay nada que podamos hacer para impedirlo.

El CONICET segundo entre las instituciones latinoamericanas y 13º en el mundo

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El Scimago Institutions Ranking, una prestigiosa institución que analiza el desempeño de diversas instituciones científicas en todo el mundo, ubicó al CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en el puesto número uno, como la mejor, por sexto año consecutivo.

El Scimago es un indicador que analiza diferentes estándares de calidad relacionados con el impacto social, la investigación y la innovación que provoca una institución. El ranking lo componen 91 instituciones latinoamericanas, donde también hay otros establecimientos científicos de Argentina y otros países. 

Investigadores del CONICET que descubrieron molécula para combatir el Parkinson. Foto: Prensa.Investigadores del CONICET que descubrieron molécula para combatir el Parkinson. Foto: Prensa.

Por otra parte, el CONICET ocupa el primer puesto de instituciones estatales con mayor impacto social en el subcontinente y el puesto número 13 entre los mejores establecimientos estatales del mundo, que comprende una lista de 1870 entidades.

La noticia aparece especialmente en un contexto en el que se desconoce si renovarán becas doctorales a los profesionales, además de si otorgarán las becas de investigación correspondientes a las personas a las que el instituto ya había aceptado. Inclusive, 68 científicos que ganaron el Premio Nobel dedicaron una carta al presidente de la República ArgentinaJavier Milei, donde pidieron que no recorte en este ámbito. 

¿Qué es el CONICET?

El CONICET es una institución fundada hace 66 años, que comprende más de 300 institutos y 16 centros científicos tecnológicos en toda la Argentina. Además, tiene 10 centros de investigación y transferencia, como también un centro de estudios multidisciplinarios.

Instituto de Nanobiotecnología, que depende del CONICET y la UBA.Instituto de Nanobiotecnología, que depende del CONICET y la UBA.

El instituto está compuesto por más de 11.800 investigadores, 11.800 becarios, 2.900 personas de apoyo y 1.500 administrativos.

Entre sus áreas de estudio incluyendo Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencias Exactas y Naturales, Ciencias Biológicas y de la Salud, Ciencias Agrarias, Ingeniería y de Materiales, así como Tecnología. Los avances científicos del CONICET en ámbitos de las ciencias sociales y las ciencias naturales tienen impacto en varios países y se utilizan en varias academias alrededor del mundo.

La crisis del dengue en sudamerica es una advertencia global

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  • La enfermedad podría hacerse cada vez más prevalente, incluso endémica, en gran parte de Europa y Estados Unidos

Los pacientes yacen inmóviles en la sala de espera, gimiendo pidiendo ayuda. Búsqueda desesperada de una cama libre en el hospital. Discusiones en urgencias por la medicación.

Desde los días más oscuros de la pandemia de covid-19, cuando los sistemas hospitalarios de todo el país se rompieron bajo el peso de la enfermedad, Brasil no había sido testigo de escenas semejantes. Pero esta vez no es el coronavirus lo que ha llevado a los estados de todo el país a declarar el estado de emergencia e incluso ha impulsado la construcción de un hospital de campaña en Brasilia, la capital del país.

Es el dengue: la enfermedad está arrasando gran parte de Sudamérica, donde los científicos afirman que el aumento de las temperaturas debido al cambio climático ha ampliado el área de distribución territorial del mosquito que transmite el dengue y ha incrementado su proliferación.

En los dos primeros meses de este año, Paraguay registró casi 100.000 casos sospechosos, más de cinco veces la tasa habitual. Perú, asolado por su propio brote, ha declarado la emergencia en gran parte del país. En Argentina también se ha producido una explosión de casos.

Pero la enfermedad ha surgido con especial virulencia en Brasil, donde los epidemiólogos esperan que el número de casos de dengue alcance los millones -más del doble del récord anterior- y pueda matar a miles de personas.

Según los epidemiólogos, el agravamiento de la crisis de salud pública sirve de advertencia al mundo. La lucha contra la enfermedad ha entrado en una nueva fase impredecible y peligrosa. El dengue se está introduciendo en lugares donde nunca antes había llegado. Y en los lugares donde ya ha estado, el número de casos se está disparando a niveles nunca vistos.

Históricamente, la enfermedad se ha limitado a los climas tropicales. Pero en los últimos años, a medida que los casos se han disparado en gran parte del mundo -se han multiplicado por ocho desde el cambio de milenio-, el virus se ha extendido cada vez más a zonas que antes estaban prácticamente a salvo.

Ahora se registran casos de transmisión local en los estados más cálidos y húmedos de Estados Unidos, donde ya se desplaza el mosquito Aedes aegypti, vector de la enfermedad. Florida registró el año pasado la cifra récord de 178 casos de transmisión local. CaliforniaArizona Texas también están detectando transmisión local. La misma dinámica se observa en el sur de Europa, donde el año pasado se registraron decenas de casos de transmisión local.

Los epidemiólogos advierten que probablemente esto sea sólo el principio. En los próximos años, a medida que el cambio climático amplíe el alcance del mosquito A. aegypti, la enfermedad podría hacerse cada vez más prevalente, incluso endémica, en gran parte del sur de Europa y el sur de Estados Unidos.

“Los casos de dengue están aumentando a un ritmo alarmante”, afirma Gabriela Paz-Bailey, especialista en dengue de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. “Se está convirtiendo en una crisis de salud pública y está llegando a lugares que nunca antes lo habían padecido”.

El riesgo en los climas septentrionales más ricos se ve atenuado por varios factores, como la prevalencia de ventanas con mosquitera, el aire acondicionado generalizado y las estrictas prácticas de saneamiento, que pueden reducir el número de charcos de agua estancada, donde el A. aegypti puede reproducirse.

Pero los epidemiólogos afirman que no hay que descartar la amenaza, sobre todo este año. Brasil registró más de un millón de casos de dengue sólo en enero febrero. Para finales de año, se espera que el país sufra 4,2 millones, más de los que se registraron en toda América el año pasado durante su brote récord de dengue.

“No ha habido una transmisión extensa en EEUU, pero eso puede cambiar”, afirma Albert Ko, epidemiólogo de la Universidad de Yale. “Debería preocuparnos que una gran temporada epidémica en Brasil y el resto de Sudamérica impulse la propagación y la transmisión a lugares de EEUU”.

Un sorprendente aumento del dengue

Durante años, los casos de dengue en Brasil no han dejado de aumentar. Pasaron de unos pocos cientos de miles al año a principios de la década de los ochenta a más de 1,4 millones en 2013, y de nuevo a casi 1,7 millones el año pasado. Pero este año, varias fuerzas se combinaron para desencadenar un brote sin precedentes.

Una extraordinaria ola de calor chocó con El Niño, que suele coincidir con una mayor dispersión del dengue, lo que provocó una mayor proliferación del mosquito A. aegypti y alargó su esperanza de vida.

“No se trata sólo de cuántos hay, sino de que viven más”, explica Kleber Luz, que coordina la investigación de las enfermedades transmitidas por A. aegypti en la Sociedad Brasileña de Epidemiología. “Aunque sólo sean uno o dos días, esto afectará al número de casos de dengue”.

Luego vino otro acelerante: la circulación simultánea de los cuatro tipos de dengue. Eso redujo las protecciones inmunológicas que la gente podría haber tenido de otro modo en un país donde el dengue lleva mucho tiempo presente. “Llevo trabajando con el dengue desde 1997″, dijo Luz, “y nunca he visto otro año en el que circulen los cuatro al mismo tiempo”.

Felipe Naveca, epidemiólogo de la Fundación Oswaldo Cruz, una institución brasileña de investigación científica, dijo que momentos como éste, en el que circulan múltiples variantes del dengue, son especialmente peligrosos, porque la gente puede contraer la enfermedad varias veces en un corto periodo de tiempo. Es probable que los casos sigan siendo elevados a medida que se sucedan los picos de cada variante.

Para complicar aún más la lucha de Brasil contra el dengue, el mosquito A. aegypti se ha aprovechado durante mucho tiempo de una serie de problemas sociales crónicos: desigualdad, pobreza, planificación urbana desorganizada y un sistema de salud pública que a menudo flaquea.

Millones de brasileños viven en comunidades irregulares densamente pobladas -llamadas favelas o “la periferia”-, a menudo fuera del alcance de los servicios públicos y los servicios básicos. Con una fontanería poco fiable, la gente suele recurrir a almacenar agua al aire libre, creando innumerables criaderos de mosquitos.

“Si la gente no usa el agua durante una semana, el mosquito se reproduce en ella”, afirma Raman Velayudhan, experto en dengue de la Organización Mundial de la Salud. “Es una enfermedad de las ciudades urbanas”.

Muchas de estas fuerzas chocan ahora con especial fuerza en el Distrito Federal de Brasil, que a finales del mes pasado se había convertido en el epicentro del brote de dengue del país.

Personas en una unidad de atención médica de emergencia por dengue en Río de JaneiroPersonas en una unidad de atención médica de emergencia por dengue en Río de Janeiro

No tenían cama para mí

La enfermedad se propagó a una velocidad insospechada por las zonas más pobres del distrito, que forman un anillo alrededor del centro de la ciudad, Brasilia. A finales de febrero, la enfermedad estaba en todas partes: casi 120.000 casos probables de dengue en una ciudad de 2,8 millones de habitantes. El sistema hospitalario del distrito, que había resistido los embates de la pandemia de coronavirus, empezó a tambalearse. Las camas hospitalarias se habían agotado.

“El sistema sanitario público y privado del distrito federal está colapsado”, declaró el gobernador del distrito, Ibaneis Rocha. “El momento es grave, y aún no hemos llegado al pico de la epidemia”.

Cuando Loide Rocha dos Santos, de 57 años, fue llevada a un hospital abarrotado el mes pasado, dijo que el caos era evidente. A pesar de la gravedad de su estado -el dengue había reducido su recuento de plaquetas a un nivel peligrosamente bajo-, el centro sanitario de la región de Gama apenas podía hacer nada por atenderla. “Los dos primeros días tuve que sentarme en una silla de ruedas. “No tenían cama para mí”.

Fue una de las afortunadas. Los pacientes estaban a su alrededor, en el suelo, recibiendo sueros. Otros gritaban de rabia por la falta de atención, según un vídeo grabado por su hija. Un hombre pedía a gritos analgésicos para poder irse a casa a morir. “No había ningún sitio al que pudiéramos ir”, dijo.

En el otro extremo del distrito, en la empobrecida región de Ceilândia, otra familia peinaba la ciudad en busca de una cama de hospital. Mariana Torres Lima, de 5 años, tenía claramente un caso de dengue, con fiebre alta, vómitos y dolores intensos. Pero cuando los miembros de la familia la llevaron al Hospital Regional de Ceilândia, fueron rechazados, dijeron.

Así que la familia viajó a un hospital de campaña construido para atender a los enfermos de dengue. Tras siete horas de espera, ingresaron a Mariana. Se acurrucó bajo una manta de lana gruesa en un catre militar y se durmió. Fuera, su tía Bruna Lira hervía de rabia. “El gobierno no se ocupa de nosotros. “Hay basura en las calles y no hay limpieza general en las escuelas. Una cosa lleva a la otra”.

“Este año es diferente”, dijo Antonia Natane Lopes de Lima, de 32 años, que acompañaba a su hijo enfermo. “Este año es peor que nunca”.

Los gobernadores de la Patagonia reafirman su identidad regional y exigen respeto al PEN

A continuación, el documento titulado «Declaración de Puerto Madryn», que fue firmado por los gobernadores de Chubut, Ignacio Torres; de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Santa Cruz, Claudio Vidal; de Neuquén, Rolando Figueroa; de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; y de La Pampa, Sergio Ziliotto; en la cumbre de gobernadores patagónicos.


Declaración de Puerto Madryn

La reforma constitucional de 1994 -de la que se cumplen 30 años- concibió un nuevo actor en la federación argentina: LAS REGIONES.

El art. 124 de la Constitución habilita a que las provincias, por su propia determinación y voluntad, acuerden la creación de regiones para el desarrollo económico y social, así como establecer órganos concertados para ejecutar y llevar adelante sus objetivos.

La Región Patagonia fue la primera creada en ese marco constitucional habilitante mediante el Tratado de Santa Rosa, La Pampa, de 1996.

Los Estados miembros han tomado la determinación de relanzar y dar mayor vigor a ese acuerdo. A tal fin, suscribieron el pacto de Villa La Angostura, Neuquén, el 11 de enero de 2024, por el cual se dio un marco institucional y organizacional con el objetivo de dar mayor ejecutividad a las decisiones que se adopten y crearon el Foro Permanente de Legisladores Nacionales de la Patagonia, con la finalidad de concertar las posiciones de los representantes patagónicos en las dos Cámaras del Congreso de la Nación.

La Patagonia aporta a la economía nacional el 98% del gas, el 87% de petróleo, el 71 % de la energía eólica, el 27% de la energía de hidroeléctricas. Concentra en su mar adyacente el grueso de las capturas pesqueras y en sus puertos la mayor parte de los desembarcos de ese recurso. Cuenta con los principales destinos turísticos del país,
exportaciones diversificadas de recursos agrícolas, ganaderos y forestales.

La Región tiene un potencial que le permite un desarrollo sostenible y necesita desplegar una infraestructura acorde. El ajuste fiscal por sí solo no garantiza desarrollo. La producción, la inversión y el empleo deben estar en la agenda de los gobiernos.

Si la determinación política del gobierno nacional es desertar en sus obligaciones en esa materia, cuanto menos debe reponer un esquema de coparticipación federal de impuestos acorde a esas responsabilidades y a tono con el mandato constitucional que establece que toda transferencia de competencias, servicios o funciones debe venir acompañada de los correspondientes recursos.

Es por ello que los Gobernadores de las provincias del Chubut, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Santa Cruz, Río Negro, Neuquén y La Pampa, resuelven asumir en plenitud las potestades reconocidas en la Constitución Nacional y en tal sentido proclaman la determinación de llevar adelante un Plan Regional de Desarrollo Productivo, estado desde los propios Estados definiendo de este modo el aprovechamiento y explotación de sus recursos naturales; convocando a la inversión del sector privado; concertando los acuerdos internacionales que autoriza el art. 124 de la Constitución; definiendo su política tributaria de fomento de la inversión y el empleo; ejerciendo en plenitud su autonomía energética -en particular la de fuente hídrica como así también las renovables y las vinculadas a la transición energética- y la realización de las obras de infraestructura necesarias para esos fines.

Estamos dispuestos a acuerdos en la medida que no vengan impuestos ni estén precedidos de condicionamientos. Debe comprenderse la importancia de alcanzar consensos institucionales entre Estados preexistentes -Como lo son las provincias- y una Nación formada por voluntad y elección de las provincias que la componen. Reafirmamos ese compromiso como así también el de defender a nuestras provincias ante cualquier intento de atropellar sus autonomías o menoscabar sus recursos.

Puerto Madryn, Chubut, 7 de marzo de 2024.-

Origen y motivos de la carta de los 68 Premios Nobel en defensa de la ciencia argentina.

Preocupados por lo que trascendía internacionalmente acerca de la devaluación de los presupuestos del CONICET y las universidades nacionales, tres laureados por la Academia Sueca se comunicaron con el biólogo molecular argentino Alberto Kornblihtt para interiorizarse sobre la situación.

La noticia sobre una carta en defensa de la ciencia argentina dirigida a las autoridades nacionales y firmada por 68 ganadores del Premio Nobel en distintas disciplinas dio la vuelta al mundo. Pero hasta ahora no había trascendido cómo fue que se gestó esa iniciativa que puso en perspectiva, como nunca antes, los aportes del sistema científico local a escala global. Testigo privilegiado de las gestiones para que este apoyo sin precedentes fuera una realidad, el destacado biólogo molecular argentino Alberto Kornblihtt brindó detalles del detrás de escena.

“Fue una propuesta directa de tres ganadores del Premio Nobel, que me escribieron 20 días atrás para que los ayudara porque le querían mandar una carta al presidente, a los legisladores y a la prensa, preocupados por lo que estaba pasando. Les dije que sí y les envié una reseña que incluía logros de la ciencia argentina que había recopilado la periodista científica Nora Bär”, explicó Kornblihtt, quien reconoció que se sorprendió con el análisis profundo que contiene el texto final.

Según contó el profesor emérito de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e Investigador Superior contratado del CONICET, el primero en contactarlo fue Andrew Fire, ganador del Nobel de Medicina en 2006 por haber sido uno de los descubridores de los ARN reguladores, y a quien no conocía personalmente. Luego se comunicaron Robert Horvitz, que descubrió a través del gusano Caenorhabditis elegans el mecanismo de la muerte celular programada o apoptosis; y Richard Roberts, uno de los codescubridores del “splicing” o mecanismo de maduración del ARN.

Consultado acerca de las posibles razones detrás de ese apoyo tan contundente a la ciencia argentina, Kornblihtt reflexionó: “Creo que no somos conscientes de la importancia de nuestra ciencia y tecnología en el contexto mundial. Hay algo que viene de la escuela de Bernardo Houssay y Luis Federico Leloir, entre otros, y que tiene que ver con que en la Argentina siempre luchamos por hacer una ciencia que fuera original y no la cola de león de los proyectos del hemisferio norte. Siempre hemos querido ser líderes de nuestros propios temas de investigación. Eso es algo que reconocen estos científicos laureados”.

Luego de mencionar muchos de los logros generados desde este lado del planeta y que redundaron, por ejemplo, en beneficios clínicos para los pacientes de todo el mundo; o la larga tradición en astronomía, paleontología, arqueología y estudios ambientales y sociales que ostenta la Argentina, la carta insta, entre otras cosas, a dejar sin efecto las restricciones impuestas a los presupuestos del sector científico y tecnológico. “Congelar los programas de investigación y disminuir el número de estudiantes de doctorado y de investigadores jóvenes provocará la destrucción de un sistema que tardó muchos años en construirse, y que requeriría muchísimos más para ser reconstruido”, advierte el texto.

“A mí lo que más me importa es la repercusión que pueda tener en senadores y diputados, que son los que finalmente pueden poner un freno institucional al desguace del sistema de ciencia y técnica”, enfatizó Kornblihtt. Y si bien reconoció que no sabe qué impacto real puede tener la carta en las políticas futuras relacionadas con el sector, el científico piensa que sí sirvió para renovar las esperanzas entre sus colegas.

“Creo que es un aliciente para los jóvenes investigadores e investigadoras, que ven peligrar su futuro porque se redujeron las becas, porque hay incertidumbre sobre la confirmación de la entrada a la carrera del investigador y porque las promociones no salen. En ese contexto muchos están pensando en irse, lo cual es un drama para la Argentina”, deslizó.

Hasta el cierre de esta nota no trascendió cómo repercutió el tema entre los legisladores, pero quién sí habló esta mañana fue el vocero presidencial Manuel Adorni, quien en su conferencia de prensa diaria aseguró: “El gobierno nacional manifiesta su sorpresa ante una carta firmada por científicos extranjeros denunciando una situación de abandono en el CONICET”. Y tras asegurar que la gestión apuesta a la ciencia y la tecnología, añadió que “sin dudar de la honestidad intelectual de los Premio Nobel que firmaron la carta, cabe recordar que el buen análisis científico es aquel que evalúa los fenómenos en su contexto. Y el contexto nuestro es que Argentina es un país empobrecido, así que no se va a financiar la ciencia que no aporta un beneficio directo a la sociedad”.

En los últimos días, las repercusiones internacionales por la situación del sistema científico argentino han ido tomando distintas formas: ya antes de la carta de los premios Nobel, investigadores de renombre de diferentes partes del mundo habían hecho circular por redes sociales videos brindando su apoyo. Y en las últimas horas la revista Nature publicó un nuevo artículo sobre la crisis que enfrenta el sector, con declaraciones de investigadores y la opinión de un vocero de la Secretaría de Ciencia, que no da su nombre. (Agencia CyTA-Leloir).- 

Metalfor y Marinelli presentan un vehículo autónomo para el agro argentino

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VAX es el atractivo y la apuesta novedosa de Expoagro. A lo largo de la semana, el prototipo, que ocupa gran parte del stand de Metalfor, se robó la atención de decenas de productores. Se trata de un vehículo autónomo multipropósito, en cuyo desarrollo participaron la firma cordobesa, Marinelli Technology, y fue diseñada por José Luis Denari.

Desde Metalfor explicaron que la idea del vehículo es que este pueda hacer la pulverización y fertilización de forma robotizada. “Es un vehículo no tripulado. Es un “concept”, que el día de mañana puede usarse para siembra, actualmente “no existe otro”, explicaron los expertos.

Hoy en día la maquinaria agrícola tiene tecnología muchísima más sofisticada que la que encontramos en la calle, es decir, los vehículos autónomos por una cuestión de seguridad todavía no existen, pero si te subís a cualquiera de estas máquinas grandes ya tienen piloto automático. O sea, uno define el recorrido, es mucho más fácil resolver, si bien es complejo, es más fácil en el campo donde los obstáculos no existen, no hay vidas humanas en juego. Entendemos que cada vez más la autonomía de la inteligencia artificial van a ser más preponderantes en este desarrollo”, dijo Eduardo Borri, presidente de Metalfor.

El diseño se realizó entre octubre y febrero pasado. “Este es un vehículo tractor. Hoy puede ser de utilización, de apoyo y en un futuro de siembra. El concepto es revolucionar o cambiar la idea de la maquinaria agrícola en términos de autonomía. Si ves la tecnología que hay en el campo, en la ciudad todavía no está funcionando por una cuestión de precaución y seguridad, pero todo eso ya está. Hay gente que ha querido comprarlo, pero todavía no lo podemos vender. Va a llevar un tiempo, seguramente va a tomar un par de años terminarlo”, precisó Borri.

Fue diseñado por José Luis Denari, quien se encargó de la parte estética de la máquina. Según mencionó, ya había diseñado una cosechadora de la firma. “Para el diseño, me inspiré en un drone, el concepto es eso, y el uso del logotipo de Metalfor está hecho de esa manera para que se vaya abriendo hacia los laterales. Cuando la ves por los laterales, te das cuenta de que tiene esa forma. La máquina y el concepto general tenía un drone arriba, porque es quien mapea el potrero y después vuelve y le da la información a la máquina”, agregó.

Denari sostuvo que la Argentina está a la par de Estados Unidos y Europa en este tipo de tecnología, donde todos están trabajando en lo mismo. “Eso en la industria automotriz no existe, mientras que en el campo esta tecnología es la misma que se está aplicando en otros países. En ese aspecto estamos trabajando en paralelo, y todos a la vez”, afirmó.

José Luis Denari fue quien se encargó de la parte estética de la máquina
José Luis Denari fue quien se encargó de la parte estética de la máquinaMarcelo Manera – LA NACION

En la firma aseguran que este vehículo tiene menos materiales que una máquina tradicional, porque no tiene cabina, y hay un montón de componentes diferentes. “En definitiva, reducir la huella de carbono, todo el mundo lo tiene en la cabeza, pero para fabricar productos plásticos y además necesito energía, entonces si reduzco la cantidad de materiales que tengo también estoy contribuyendo al medioambiente”, dijo.

Denari, quien manejaba la máquina con un control remoto, explicó que esta es bidireccional, es decir, como la trompa es igual a la cola, puede trabajar de ambos lados; por ese motivo, las luces se transforman en rojas si la máquina está yendo para el otro lado. “La máquina es el futuro de Metalfor y no es solamente en una apuesta estética, estamos pensando y trabajando en esto. La idea es que pueda estar funcionando”, indicaron en la firma.

El cerebro tecnológico

En el tecnódromo, donde está el prototipo funcionando, Nicolás Marinelli, contó que fue el encargado de realizar la parte de la inteligencia artificial y robotización de la máquina. El joven se considera autodidacta, igual que su padre, Sergio Marinelli.

“Realizamos toda la automatización del equipo, por eso la presentamos en conjunto con Metalfor”, resumió. La empresa había trabajo en el desarrollo del RUAS 160, el helicóptero no tripulado de la firma Cicaré. “Siempre nos inspira la parte agrícola y todo lo que tiene que ver con la robotización y automatización para poder ser sustentables y más eficientes en la agricultura de precisión”, planteó Marinelli.

Marinelli Technology, la firma que se dedica a la automatización y robotización, se encargó de la parte interna donde están los módulos de los pilotos automáticos y los sistemas de comunicaciones. “Trabajamos por pasión y por querer desarrollar, renovar y buscar resolver problemas a la sociedad y que todos en el sector podamos crecer. Ni mi papá ni yo tenemos un título, pero nos apoyamos en los profesionales a la hora de los desarrollos”, afirmó.

La idea es que todas estas tecnologías vengan a resolver problemas. “Hoy, el sector está más exigente y tiene que estar a la vanguardia de un montón de tecnología y tenemos que ver a nivel mundial hacia dónde está yendo hoy la agricultura; más que nada para poder tener la persona que antes estaba arriba de la máquina, que pueda estar abajo haciendo un control y poder evitar algunos errores humanos, que por ahí solemos tener en las máquinas y evitarlos, ya que esto lo haría de manera autónoma o con inteligencia artificial para resolver un montón de problemas”, afirmó.

También trabajan en otro tipo de desarrollo tecnológico más pequeño desde 2020. “Nuestro propósito es la parte de sustentable, las Buenas Prácticas Agrícolas [BPAs], la parte ambiental, económica y también social”, amplió. La empresa familiar presta servicios de cosecha, pulverización y todo lo que es agricultura de precisión.

Tratamos de poder hacer todo de manera más ágil para los prototipos, y empezar a demostrar y poder probarlos. Hay equipos que por ahí nos llevan un par de años y otros que, por ejemplo, nos toma seis meses para lograr un prototipo utilizable”, agregó.

El VAX demoró unos seis meses en terminarse. “Fue poco tiempo dentro de todo. Nosotros colocamos parte de la electrónica en el equipo para la automatización, después, las reformas para poder quitarle la cabina y poder trabajar. Después ya nace como un robot y nosotros lo que hacemos es incorporarle la tecnología para poder controlarla manualmente y además automática”, precisó.

El hecho de que Metalfor haya estado en el armado y desarrollo de la máquina jugó a favor para que fuera diseñada en tiempo récord. “Nosotros ya arrancamos desde una base, con un equipo que es muy confiable, con una reputación y un muy conocido, el equipo y sus productos, por eso nosotros damos por descontado que desde la parte mecánica no íbamos a tener ningún tipo de problema; ya estaba todo eso desarrollado”, agregó.

Belkis Martínez

El gobierno británico de las Malvinas construirá una puerta de entrada a la Antártida

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Una estratégica terminal portuaria se comenzará a erigir en las islas Malvinas para atraer cruceros, pesqueros, barcos de investigación científica y hasta petroleros, eventualmente, en la puerta de entrada a la Antártida.

Fruto de un acuerdo entre las autoridades del archipiélago y el astillero británico Harland & Wolff se llevará a cabo un proyecto que se empezó a gestar en la necesidad de reconstruir puerto Stanley, destrozado en la guerra de 1982.  

La inversión inicial será de alrededor de 150 millones de dólares, contaba con créditos por US$ 85 millones para financiarlo y se encuadrará en las normas británicas medioambientales.

La Fundación Marambio ha estado advirtiendo desde hace tres años el riesgo de que la iniciativa, ahora en vías de concreción, «puede poner en jaque la política antártica de Argentina».

Desde entonces, la idea de modernizar la terminal fueguina de Ushuaia se encuentra estancada y la aparición de un competidor de fuste enfrente reaviva las viejas polémicas, justo cuando la política del gobierno de Javier Milei para con las Malvinas no es propicia un avance en ese terreno.

La visita a la Argentina de David Cameron y sus definiciones respecto de las «Facklands», como las denominan los británicos, incomodaron a la Cancillería, que terminó emitiendo una nota de protesta tras el anuncio de ampliación del área de protección, con zonas de veda a la pesca, alrededor de las Islas Georgias del Sur y de las Sandwich del Sur.

El contrato cerrado con Hartland & Wolff, el astillero que hizo el famoso Titanic, hundido en 1912, sucedió al intento de celebrarlo con Bam Nuttall en 2020.

La licitación se efectuó en 2023 y hubo dos ofertas, una de ellas de Harland & Wolff, con lo que se definió no sólo la construcción de las instalaciones sino la infraestructura de acceso y la calzada.

Ahora, la concreción de ambos proyectos permitirá reemplazar al FIPASS (Falkland Interim Port and Storage System), o puerto Stanley.

El puerto y la central eléctrica son obras prioritarias para las islas, según aseguró a los medios de prensa el consejero Mark Pollard.

En cuanto a las disputas diplomáticas entre Reino Unido y Argentina, las nuevas medidas tomadas por el gobierno kelper en torno de ese archipiélago en el Atlántico Sur las reaviva y acrecienta.

Se trata de dos de las siete naciones que reivindican partes del continente blanco, pero son las únicas dos que reclaman exactamente la misma porción de territorio.

El reclamo antártico británico, realizado en 1908, abarca por completo (y excede) el territorio que la Republica Argentina había reclamado en 1904. En 1940, Chile se sumó a la polémica, reivindicando parte del terreno disputado por ambos.

El relato que hizo BBC Mundo sobre el significado de la construcción de un puerto moderno donde está emplazado Puerto Stanley introduce un nuevo mojón a finales de 2018, cuando el gobierno de las islas Malvinas, conocido como FIG o Falkland Islands Government, publicó un aviso invitando a compañías a presentar sus ideas para un nuevo puerto.

En un informe presentado ante la Asamblea Legislativa local, Barry Elsby, responsable de la cartera de Desarrollo y Servicios Comerciales, explicó que el deterioro del puerto actual, construido en 1984 y conocido como Fipass (Sistema de Almacenamiento y Puerto Interino de las Falklands), era tal «que ya no es seguro que los barcos atraquen allí».

Consultado por el diario Penguin News —el único que se publica en las islas— sobre cómo pretendían que fuera el nuevo puerto, Elsby señaló que el FIG estaba abierto a sugerencias, y que había dejado el aviso «deliberadamente abierto».

El anuncio salió diciendo «que queremos un puerto con esta cantidad de espacio de atraque, esta cantidad de capacidad de carga en el borde, y luego permitimos que los interesados desarrollen sus propias ideas y nos las vendan», afirmó entonces.

Se estableció 2024 como el año de reemplazo de Puerto Stanley. Durante la firma del contrato, en abril de 2020, el director gerente de BAM Nuttall, Martin Bellamy, había dicho que el nuevo puerto «respaldará la economía local, incluida la pesca, el turismo y el transporte marítimo, y facilitará el crecimiento económico previsto en el futuro».

La pandemia de coronavirus puso en pausa los planes, que se retomaron en agosto de 2020 y en septiembre BAM Nuttall presentó el plano del nuevo puerto en una audiencia pública en la municipalidad.

A todo esto, recién 2021 en el gobierno de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (que incluye a las Malvinas), denunció a BAM Nuttall por operar sin su autorización en esa región sobre la que reclaman soberanía.

El senador nacional por Tierra del Fuego, Pablo Daniel Blanco, denunció ante el Parlamento que la obra tiene como fin último ampliar el control británico sobre la Antártida, ya que «con la construcción de este puerto, Gran Bretaña pretende consolidar su colonialismo en Malvinas y la región como punta de lanza para extender su influencia sobre la Antártida».

Según el legislador, el objetivo del nuevo puerto es «brindarle servicios logísticos a terceros países europeos que tienen intereses en el continente blanco», con lo cual se torna genuina la preocupación de que el nuevo puerto de Malvinas busque reemplazar al de Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, como punto de ingreso y partida a la Antártida. Ubicada a unos 1000 kilómetros del Continente Blanco, Ushuaia es la capital más austral del mundo y se autoproclama la «puerta de entrada a la Antártida». Hasta ahora.

En el Senado de la Nación Argentina, con la participación del mencionado legislador, se presentó el Proyecto de Comunicación S-1819/2021, que dice que se vería con agrado que el Poder Ejecutivo a través de los organismos que correspondan y ante la posible construcción de un puerto de aguas profundas en las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña.

La revista argentina DEF, especializada en asuntos de defensa, energía y ciencia, reveló en tal sentido un viaje que realizaron cerca de un centenar de técnicos y científicos del Instituto Alfred Wegener de Alemania. Habían salido de la ciudad de Hamburgo con destino a la base alemana Neumayer III, en la Antártida.

Se destacó como sospechoso el itinenario que hicieron: primero volaron en un avión de Lufthansa, contratado por el Instituto Wegener, hasta el Aeropuerto Internacional Mount Pleasant, la base militar de la Fuerza Aérea británica en las islas Malvinas.

Y desde allí viajaron hasta el Continente Blanco en el rompehielos alemán Polarstern, el mayor buque de investigación científica de todos los tiempos.

La publicación subrayó que se trataba de «la primera operación aeromarítima de este tipo, con capacidad de hacer ida y vuelta a Europa en un plazo de entre 48 y 72 horas».

Y concluyó que este viaje, sumado a la construcción de «un nuevo puerto británico en Malvinas especializado en servicios antárticos, son indicios del comienzo de una política agresiva británica para captar clientes entre la comunidad antártica internacional».

Hasta ahora, muchos de los países que reivindican partes de la Antártida, y de las restantes 35 naciones que tienen bases permanentes en el continente blanco, habían accedido hasta allí desde los dos puntos más cercanos: Ushuaia o Punta Arenas, en Chile (ubicada unos 150km más al norte).

Según el mismo informe de DEF, estos países —que en su mayoría están en el hemisferio norte— podrían estar buscando otras vías de acceso debido a que «los puertos sudamericanos se caracterizan por tener trabas administrativas».

Del quedo argentino en el aprovechamiento de su privilegiada posición geográfica da cuenta asimismo que, más allá de los planes británicos, Chile ya aventaja a Argentina en cuanto a la logística que ofrece para acceder a la Antártida.

«Chile desarrolló empresas privadas de buques y aeronaves para la exploración polar, lidera la franja de turismo antártico y dentro de poco contará con el rompehielos más moderno del hemisferio sur», indica DEF.

Alejandro Bertotto, exdirector provincial de Antártida y exjefe de la base antártica San Martín, señaló a DEF que en la década de los 1990 hubo un ambicioso proyecto, auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para establecer en Ushuaia «un sistema internacional de logística antártica».

Los planes incluían la instalación de «una estación de terminal de cargas aéreas, una terminal de carga marítima y un alojamiento para personal científico en tránsito» en torno de un puerto de aguas profundas en el canal de Beagle.

«Además en la Antártida, en la base Petrel, se preveía una estación terminal de cargas antárticas, para, desde ahí, distribuir a las bases argentinas y extranjeras que contraten esos servicios» contó.

El informe de DEF resalta que el país -el primero del mundo en instalar una base permanente en la Antártida y en reclamar su soberanía allí- «cuenta con una alta calidad de sus recursos humanos, militares y científicos, además de una amplia trayectoria en el desarrollo de campañas antárticas».

Por pedido de China, la Armada autorizó el ingreso de 260 pesqueros a la ZEE ante un temporal

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En un hecho infrecuente y por pedido de la República Popular China, la Armada autorizó el ingreso de una flota de 260 pesqueros del país asiático a la Zona Económica Exclusiva argentina, para resguardarlos de un fuerte temporal. Los barcos permanecieron cuatro días en un sector lateral del Golfo San Jorge, alejados de los “caladeros de pesca” y con patrullajes permanentes para constatar que no hubieran vulnerado la prohibición de pescar en el espacio marítimo de nuestro país.

La flota pesquera china realizó el pedido ante las adversas condiciones meteorológicas de la zona, que presentaban olas de siete metros de altura y vientos superiores a los 100 kilómetros por hora.

“No es algo habitual. Fue por un pedido especial, ante una situación humanitaria”, explicaron las fuentes navales.

El patrullaje fue realizado por una aeronave de exploración Beechcraft B-200, de la Escuadrilla de Vigilancia Marítima, bajo las operaciones del Comando Conjunto Marítimo. Se constató, así, que la totalidad de los 260 buques pesqueros chinos abandonaran finalmente el área asignada en forma temporaria y se informó que ya se encuentran fuera de la Zona Económica Exclusiva. Las tareas de control forman parte de las operaciones del Comando Conjunto Marítimo, que funciona en jurisdicción del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, cuyo jefe es el brigadier general Xavier Julián Isaac.

“Como autoridad marítima nacional SAR, la Armada Argentina otorgó el permiso para el ingreso y permanencia en un sector delimitado al lateral del Golfo San Jorge, alejado de los caladeros de pesca. Esta autorización fue brindada tras el pedido de la autoridad recíproca de la República Popular de China para que sus buques pesqueros, que se encontraban en el área adyacente, ingresaran dentro del límite establecido por la milla doscientos”, informaron las autoridades navales.

El vuelo de patrullaje se sumó a las medidas adoptadas por el Comando Conjunto Marítimo, que mantuvo un monitoreo exhaustivo para constatar que los buques no efectuaran actividades de pesca durante el resguardo del temporal.

Las fuentes navales indicaron que algunas de las medidas del control para evitar la actividad pesquera en aguas argentinas fueron la verificación de velocidad de los pesqueros y el análisis del patrón de navegación, además de la posición AIS (sistema automático de identificación) de cada embarcación, fotos satelitales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), con el fin de localizar si había luces encendidas de los buques poteros para la pesca.

“La inspección llevada adelante por la aeronave naval apunta a determinar el nombre de cada buque, información que se comparte con todas las centrales de operación en tierra y las unidades de superficie desplegadas en el litoral marítimo”, explicaron en la Armada.

Finalizada la exploración, la aeronave confirmó que no se encontraron buques pesqueros extranjeros dentro de la Zona Económica Exclusiva realizando tareas de pesca.

Mariano De Vedia

Cayó el nivel de ejecución de los proyectos en la Administración pública. Detalles

En este informe del Centro de Economia Politica Argentinase analizó la dinámica de la ejecución presupuestaria de la Administración Pública Nacional durante los dos primeros meses del año 2024.

Entre las principales conclusiones se destaca la fuerte caída de la ejecución real respecto a los dos primeros meses del año 2023, del orden del 29%, lo cual implica un significativo ajuste del gasto público en áreas sensibles de la administración.

Paralelamente, se verificó una fuerte representación de los servicios de deuda pública dentro de la estructura de gastos, que representó nada más y nada menos que el 30% del total de gastos devengados, y el 48% de lo pagado.

Al analizar el gasto por organismos públicos, se detectaron fuertes ajustes en el Ministerio de Salud, Superintendencia de Salud y hospitales nacionales.

En materia científica la situación no es mejor, ya que se dieron fuertes caídas en la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y otros organismos del sector.

Como se había identificado en enero último, la seguridad social sobresale como uno de los sectores con fuertes recortes en la ejecución de sus partidas presupuestarias. En el caso de la Anses, organismo responsable de la Seguridad Social, el recorte llega al 38% respecto al año pasado.

Los organismos vinculados al desarrollo productivo no están ejecutando partidas. Algunos de ellos, como el Instituto Nacional de Promoción Turística, presenta caídas superiores al 55% interanual. Se le suman la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, con más del 83% de ajuste y la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo con una caída superior al 75%.

Los casos de los organismos de seguridad también tienen marcadas caídas en su ejecución, salvo el Ministerio de Seguridad, que se ve incrementado en 36% interanual. Las fuerzas de seguridad están viendo reducidas sus partidas. Es el caso de la Policía Federal (-63%), Gendarmería Nacional (-57%) y PSA (-22%). La misma realidad se presenta para las Fuerzas Armadas, con reducciones de las partidas del Ejército (-5%), la Armada (-25%), y la Fuerza Aérea (-8%).

Al analizar la ejecución con un grado mayor de desagregación, es decir por partidas programáticas, se observan caídas en los principales programas sociales, incluyendo algunos críticos como los de atención a la niñez en situación de vulnerabilidad social (Programa 1.000 días y Plan Nacional de Apoyo a la Primera Infancia, con ejecución cercana a $0). También se detectaron ajustes de 46% en el Consejo de Coordinación de Políticas Sociales.

En materia educativa se observa 0% de ejecución base caja en partidas sensibles como el Fondo Nacional de Incentivo Docente, el Programa Conectar Igualdad y el programa de Infraestructura y Equipamiento de la Secretaría de Educación (ex Ministerio de Educación).

En materia de salud existen programas críticos que están virtualmente paralizados por falta de fondos. Son los casos de “Acceso a Medicamentos, Insumos y Tecnología Médica”, “Respuesta al VIH, Infecciones de Transmisión Sexual, Hepatitis Virales, Tuberculosis y Lepra” y “Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles”.

En materia de empleo y obra pública, el escenario es de una paralización casi total de las partidas presupuestarias, con caídas del 100% en programas como Apoyo para Infraestructura en Municipios, Obras de Seguridad en Rutas Nacionales, y Desarrollo de Infraestructura Hidráulica.

A pesar de que el Gobierno, en su enfrentamiento con las organizaciones sociales, plantea la necesidad de la capacitación e inserción laboral, los programas de Acciones de Capacitación Laboral y Acciones de Empleo, ambos de la cartera de Trabajo, sufrieron ajustes del 93% y 80% respectivamente.

Finalmente, al analizar el desempeño de los programas vinculados a la Seguridad y Defensa, se observan fuertes incrementos en sus partidas, oscilando entre el 22% de aumento para Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, y el 434% de incremento interanual para el programa Logística de la Defensa, y pasando por el 386% de aumento en la ejecución de Proyectos Especiales en Seguridad Pública.

Más allá de estos últimos casos analizados, la situación general de la Administración Pública Nacional es de una fuerte reducción de su ejecución presupuestaria. En un escenario fuertemente recesivo, tampoco se están ejecutando programas de ayuda social, y de estímulo al desarrollo productivo.

Además, se analizaron las partidas de las Transferencias No Automáticas a las provincias, las llamadas “discrecionales”. Allí se observan porcentajes de ejecución extremadamente bajos, cercanos al 0%, que explican el conflicto desatado recientemente con las provincias.

Para acceder al informe completo del Centro de Economía Política Argentina cliquea aquí.

Proyectos mineros de cobre, a la espera

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A 10 kilómetros de la frontera con Chile, a más de 4200 metros de altura, alrededor de 900 personas trabajan día a día entre las montañas con la ilusión de que avance la construcción del proyecto minero de cobre Josemaría. Después de 20 años de exploración, la empresa canadiense Lundin Mining está lista para dar el próximo paso, que implicaría inversiones por US$5000 millones, pero todavía espera más claridad de las condiciones económicas argentinas. En especial, que haya menos controles de cambios y más certidumbre tributaria. El mejor ejemplo del potencial argentino en cobre está del otro lado de la Cordillera de los Andes, en Chile y Perú, que son los dos mayores países productores del mundo. Solo Chile aporta el 25% de la oferta mundial de cobre, con 5 millones de toneladas métricas en 2023. “Es la Arabia Saudita del cobre”, grafican en el sector, por sus grandes reservas. En la Argentina, el único proyecto de cobre que se desarrolló dejó de operar en 2018, cuando cesó su actividad la mina Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca. Desde entonces, el país abandonó la comercialización de este mineral.

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“Si se mejoraran las condiciones para el sector, atacando las problemáticas que enfrenta, al menos seis de los proyectos de cobre más avanzados de la Argentina se encuentran en condiciones de iniciar inversiones para su construcción en el mediano plazo. Se trata de proyectos de clase mundial, algunos de los cuales son los de mayor potencial productivo del mundo aún sin explotar”, dicen casi con exasperación en la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM). Solo por los costos de exploración, las empresas llevan invertido en el país US$740 millones. Si se ponen en marcha los seis proyectos, ingresarían al país al menos US$20.000 millones más por inversión de capital, según estimaciones del sector. Luego estarían los ingresos de divisas por la exportación del mineral. Los representantes de las empresas mineras tuvieron una primera reunión en enero con el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, en Casa Rosada, para mostrarles el potencial económico del sector, que podría convertirse en el tercer generador de dólares, solo por detrás del campo y la energía. También había sido parte de la reunión la exsecretaria de Minería Flavia Royon, que fue despedida el mes pasado y todavía no tuvo reemplazo. De hecho, durante estos días se desarrolla en Canadá el evento más importante de minería en el mundo y la Argentina no tiene representación nacional. A nivel provincial viajaron los gobernadores de San Juan y Mendoza, además de varios empresarios locales, pero la principal pregunta que hacen los inversores está dirigida al Gobierno: cuándo se termina con la libre entra y salida de capitales.

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El mejor ejemplo del potencial argentino en cobre está del otro lado de la Cordillera de los Andes, en Chile y Perú

En el sector tenían ilusión de viajar a Canadá con el texto de la sanción de la ley ómnibus, que le dedicaba un capítulo al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que otorgaba beneficios impositivos y aduaneros (flexibilidad en importaciones). Sin embargo, se encuentran en la convención PDAC sin certezas sobre el proyecto de ley y sin representante nacional en Minería. Atento a esta falta, el Gobierno publicó la semana pasada en la página oficial de la Secretaría un catálogo de proyectos y videos institucionales en inglés y chino. “Las dificultades macroeconómicas y la alta presión tributaria han retrasado de forma persistente la puesta en marcha de nuevos proyectos de cobre en la Argentina. La principal operación de cobre local dejó de producir en 2018 y desde entonces no ha logrado poner en marcha ningún otro proyecto”, dicen en CAEM. A diferencia de lo que podría ocurrir con la demanda de petróleo, en el sector destacan que la transición energética generará un mayor consumo del mineral. “En los próximos 40 años se va a consumir lo mismo de cobre que en los últimos 120″, explican. El crecimiento, dicen, estará impulsado por el reemplazo de los vehículos a combustión interna por versiones eléctricas, que requieren cinco veces más de cobre. El mineral también es más utilizado en la construcción de parques eólicos y solares que en las plantas de generación térmica, y es más difícil de encontrarle un sustituto, a diferencia de otros minerales.

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Entre San Juan y Chile hay al menos seis proyectos mineros de cobre, oro y plata a menos de 15 km de distancia, cuyos resultados de exploración impresionan a los geólogos. A la zona la denominaron Distrito Vicuña, y promete ser la “Vaca Muerta” del noreste del país, ya que sería un punto de inflexión para la provincia, como fue el reservorio hidrocarburífero para Neuquén. Del lado argentino están los proyectos Josemaría, Las Pailas, Filo del Sol y Lunahuasi. Josemaría es actualmente el proyecto minero a cielo abierto más grande del país próximo a entrar en construcción. En la montaña, en el departamento sanjuanino Iglesia, hay construido casi un pueblo con contenedores viviendas, generación eléctrica, wifi, televisión satelital, gimnasio, salas de juegos (con pool y metegol), un quiosco en donde se puede pagar con billeteras virtuales y una sala de enfermería, que próximamente incluirá un quirófano, necesario para proyectos tan alejados de la civilización. Si no es por la vista que se observa desde las ventanas, con picos montañosos alrededor, y por la sensación de falta de aire al caminar, por momentos en las oficinas del campamento Batidero, el visitante se olvida que está a más de 4200 metros de altura, a solo 10 km de Chile. Incluso hay un amplio comedor comunitario que ofrece dos variedades de platos principales durante el almuerzo y la cena, y una extensa cantidad de postres y frutas frescas, que parecieran recién compradas. Sin embargo, el stock de comida alcanza a cubrir 50 días de alimentación de los más de 900 trabajadores, sin necesidad de bajar de la montaña. El tramo para llegar al campamento desde la ciudad de San Juan son 432 km, pero dura alrededor de 10 horas porque es un camino de ripio y atraviesa varias localidades, incluida Guandacol, en La Rioja, donde termina el asfalto.

En el departamento sanjuanino Iglesia, construyeron casi un pueblo con contenedores viviendas, generación eléctrica, wifi, televisión satelital, gimnasio, salas de juegos, quiosco y sala de enfermería

A través de ese trayecto, la empresa constructora Fluor, subcontratista de Lundin Mining, fue trasladando la infraestructura necesaria: desde los contenedores viviendas (donde algunas habitaciones cuentan con baño privado y bidet), hasta los tanques de almacenamiento de gasoil, que abastecen los grupos electrógenos y los vehículos (camiones, micros y ambulancias de emergencia). En la montaña, la actividad se centra en continuar con los trabajos de exploración y planificar la ingeniería del proyecto, para cuando se avance con la construcción de la mina de cobre. Para ello hay varios equipos conformados, que diseñan los informes de impacto ambiental y de ingeniería, que presentan antes las autoridades locales. Si la empresa minera decide pasar el estado del proyecto a construcción, primero se construirá una nueva ruta que comunique el campamento con la capital sin salir de la provincia. Esto facilitaría los costos logísticos para trasladar los equipos y procesar el mineral en la montaña. Se trata de seis molinos, que muelen las rocas extraídas en pedazos más chicos, y que están compuestos por piezas que pesan alrededor de 100 toneladas.

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La mayoría de los accesorios ya llegaron al centro de almacenaje, en San Juan, donde fueron trasladados por camión desde el puerto de Zárate, Buenos Aires, ya que el tren no está operativo por la desinversión de los gobiernos de las últimas décadas. Las piezas están apoyadas sobre vigas y cubos de hormigón para resguardarse de los sismos sanjuaninos. El proyecto de construcción, que tomaría tres años antes de comenzar a producir cobre, también implicaría la instalación de una línea eléctrica de alta tensión, para bajar la dependencia del gasoil y abaratar costos. También se necesitaría la contratación de más empleados, que llevaría a que alrededor de 6000 personas pasen a trabajar en la montaña, con el régimen laboral de 14 días en las alturas y siete de descanso. .

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Todo esto implicaría una inversión de capital de US$5000 millones. En el plan se incluye también la recuperación de las vías del tren, para trasladar luego el cobre de exportación al puerto de Rosario. De avanzar con los proyectos de cobre, San Juan podría convertirse en la cuarta mayor provincia exportadora, avanzando desde el puesto ocho, solo detrás de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. La restauración y readecuación de vías permitirá exportar más de 2000 tn diarias de concentrado de cobre. La vida útil de la mina está estimada en más de 19 años, según el estudio de factibilidad realizado en 2020, lo que permitiría que vuelva a haber producción de cobre en la Argentina por un largo tiempo.

Corte de subsidios: Transener avisa que no podrá pagar los sueldos de Abril

Transener, una de las principales empresas del sector eléctrico, que cumple una tarea estratégica porque es la encargada de operar el sistema de alta tensión del país, envío este miércoles un hecho relevante a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para advertir a sus accionistas que, por una inédita decisión del gobierno de Javier Mileino contará con los fondos para cubrir los salarios del mes próximo. La compañía, que paradójicamente es propiedad del propio Estado, dado que Enarsa posee un 50% del capital accionario (el otro 50% está en manos de Pampa Energía), está obligada a informar la decisión por cotizar en la Bolsa porteña.

El comunicado se conoció después de que Jorge Garavaglia, representante del Ejecutivo en la comisión directiva de Cammesa, la empresa que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que tiene en su directorio a distribuidoras, generadores y transportistas, le comunicó a Transener que el Estado sólo le transferirá un 50% de los fondos que precisa la compañía para abonar las remuneraciones de su personal. Con este tipo de martingalas presupuestarias es que el ministro de Economía, Luis Caputo, ha logrado en enero alcanzar superávit financiero.

Es curioso: desde el recambio presidencial, el gobierno no le gira fondos a Cammesa, firma controlada por el propio Estado, y la está llevando a incumplir las obligaciones que tiene contractualmente con el mercado eléctrico. En el caso de las transportistas (Transener, Distrocuyo, Transba y Transcomahue, entre otras), el Estado es quien cubre parte de los costos de transporte de energía para las redes de 500 y 132 kV. No se trata de un subsidio, dado que las empresas reguladas como las distribuidoras y transportistas no reciben subvenciones directas del Tesoro (los subsidios se focalizan en la compra de combustibles), sino que, por diseño regulatorio, es el Estado quien tiene la obligación de cubrir los costos del sistema.

El gobierno de Milei pretende cambiar esa realidad para que sean los usuarios (los residenciales y los grandes clientes) quienes abonen directamente los costos reales de generación y transporte de energía, para lo cual están habilitando tanto un aumento del precio de la energía como del Valor Agregado de Distribución (VAD) de Edenor y Edesur, las únicas dos distribuidoras que están bajo competencia federal.

El problema es que la Secretaría de Energía recién va por la mitad del camino. El atraso de los precios y tarifas de electricidad es tan grande que no es factible construir un puente o una transición hacia un esquema de libre mercado en apenas tres meses. El riesgo de que el intento derive en un quebranto de toda la cadena de pagos del sector está cada vez más cerca.

De la decisión de Caputo de frenar las transferencias a Cammesa se desprende que el ministro de Economía y por consiguiente el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, aspiran a que sean los accionistas de Transener quienes inyecten capital o busquen alternativas de financiamiento para cubrir con recursos propios sus costos operativos hasta que el mercado recupere el funcionamiento que perdió desde la caída de la Convertibilidad. Un inconveniente, en ese sentido, es que los privados no tienen certeza de cuánto tiempo puede demandar la normalización del sistema. Rodríguez Chirillo sostiene que, para junio o julio, una vez que se instrumenten todos los aumentos de tarifas que restan (en especial para hogares categorizados como N2 y N3, de sectores populares y medios, respectivamente), el sistema de cobranzas del mercado debería estar saneado. Pero la mayoría de las empresas creen que el proceso demandará más tiempo.

¿Por qué es Transener la primera en blanquear que se quedó sin caja para pagar salarios? Por una sencilla razón: a diferencia de las distribuidoras, las transportistas no recaudan fondos del sistema. Las distribuidoras le pagan a Cammesa y es el Estado Nacional, a través de esa firma de capital mixto, el que paga la tarifa. El problema es que el atraso tarifario llevó a las distribuidoras a pagarle a Cammesa solo una porción de su factura, o directamente nada.

A diferencia de las distribuidoras, las transportistas no recaudan fondos del sistema. El régimen tarifario establece que el costo de la energía se pague a través de la recaudación de Cammesa, que proviene del pago que las distribuidoras le pagan a la compañía administradora del MEM y de aportes del propio Estado Nacional.

El problema es que el atraso tarifario llevó a las distribuidoras a pagarle a Cammesa solo una porción de su factura, o directamente nada. A su vez, ahora Caputo decidió que el Tesoro va a dejar de cubrir esos pagos y que la transportista deberá cubrir sus gastos con el aporte de los accionistas hasta que las distribuidoras recompongan su caja a partir del aumento de tarifas y comiencen a regularizar sus pagos. Según el gobierno, la normalización podría llevar unos tres meses, pero en el sector dudan de esos plazos porque la “normalización” no solo depende del Estado Nacional, como ocurre con las tarifas de Edenor y Edesur, sino también de las provincias, las cuales pueden seguir manteniendo el Valor Agregado de Distribución atrasado como ocurre, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires.  

ASML, la fábrica de chips de Europa, se va de Países Bajos. Y EE.UU. la quiere en su territorio

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La preocupación se extiende en el Gobierno en funciones de Países Bajos ante el riesgo inminente de que una de sus empresas emblemáticas, ASML Holding, se pueda trasladar fuera del país en un momento crucial para Europa en cuanto al sector de los chips y el dominio asiático.

Según la agencia Bloomberg, el actual Gobierno neerlandés se ha visto obligado a actuar y ha formado un equipo especial de trabajo para abordar las intenciones de expansión internacional de ASML.

La compañía, conocida como una de las principales potencias tecnológicas de Europa por su producción de máquinas de litografía utilizadas en la fabricación de chips, está valorada en más de 350.000 millones de euros.

ASML ha expresado su preocupación ante las autoridades neerlandesas sobre el entorno económico y empresarial del país, y ha apuntado a dificultades en áreas como la atracción de talento internacional, la congestión de la red eléctrica y las restricciones medioambientales, particularmente en la emisión de nitrógeno.

El medio De Telegraaf ha revelado que ASML ha comunicado su intención de expandir sus operaciones más allá de las fronteras de Países Bajos con Francia como una de las principales opciones para esta posible expansión.

Más tensión

Esta situación genera más tensión en Países Bajos, que ya han experimentado la pérdida de dos de sus empresas más importantes en años recientes debido a su régimen fiscal. Empresas emblemáticas como Unilever Shell trasladaron sus oficinas centrales al Reino Unido, mientras otras como la española Ferrovial se mudaba a Países Bajos.

Las preocupaciones de ASML se acentúan tras los resultados de las recientes elecciones, que vieron el ascenso del Partido de la Libertad. Entre las propuestas laborales de este partido se encuentran planes para restringir la llegada de estudiantes extranjeros y reducir las ventajas fiscales de los trabajadores expatriados en el país, medidas que podrían afectar la capacidad de ASML para atraer talento internacional.

Bloqueo a China

El gobierno de Países Bajos prohibió la exportación a China de máquinas de fabricación de chips de última generación de la compañía ASML, informó la empresa, en medio de presiones de Estados Unidos en este sector estratégico.

ASML dijo en un comunicado el lunes que el gobierno de Países Bajos revocó recientemente una licencia para enviar algunas de sus máquinas, «lo que afectaría a un pequeño número de clientes en China» de ASML.

​Países Bajos se unieron recientemente a Estados Unidos y Japón para limitar las exportaciones de equipos avanzados de fabricación de chips. El objetivo es impedir que Pekín adquiera chips avanzados que podrían usarse en armas y alta tecnología.

El director ejecutivo saliente de ASML, Peter Wennink, afirmó en una conferencia de prensa en enero: «Somos una empresa global, iremos a donde necesitemos ir para asegurarnos de que la empresa pueda crecer y atender a nuestros clientes». La jubilación de Wennink en abril provocará la llegada al cargo de Christophe Fouquet, quien asumirá el liderazgo de la empresa.

Congestión de red

Las empresas neerlandesas también se enfrentan a la congestión de la red eléctrica y la presión regulatoria en áreas como la expansión de instalaciones, que se suelen bloquear por restricciones ambientales.

En un debate parlamentario en febrero, el ministro de Asuntos Económicos en funciones, Micky Adriaansens, expresó su preocupación por el tratamiento regulatorio y fiscal a las empresas locales, y advirtió sobre los riesgos de debilitar el entorno empresarial del país.

Estas tensiones se suman a la escasez de viviendas en los Países Bajos. En un intento por mitigar el impacto de su crecimiento en el mercado inmobiliario local, ASML anunció el mes pasado una colaboración para construir 130 apartamentos asequibles en Veldhoven.

Comentario de AgendAR:

AMSL no fabrica chips. Fabrica las máquinas de litografía ultravioleta extremo con la que los taiwaneses fabrican chips con cableados ultrafinos, de 3 nanómetros, probablemente el límite cuántico para que los electrones no salten como locos por fuera de sus conductores por efecto túnel. Esos chips no son de aplicación militar inmediata. El armamento inteligente de hoy usa chips que eran «top of the line» hace 20 o 30 años.

Son más resistentes a ataques con pulsos de ondas electromagnéticas. Pero dado que la mitad de la guerra entre estados hoy pasa por hackeos informáticos apuntados contra la infraestructura civil y militar del enemigo, tener chips de muy alto grado de integración y componentes de pocos nanómetros es un asunto militar HOY.

Por eso EEUU quiere a AMSL en territorio propio. Y hasta donde yo sé, lo está logrando. Es inevitable que el gobierno holandés esté furioso, y que el CEO de AMSL le diga que su empresa es libre de instalarse adonde se le cante. La UE calla y otorga.

Daniel E. Arias

Elon Musk, un emprendedor estatal

Elon Musk es un exponente paradigmático de lo que los estadounidenses promovieron por todo el mundo como el modelo de capitalista exitoso, el selfmade manAquel que forja su propio éxito por el tesón de su esfuerzo y su talento. Los mitos, como ya sabían los griegos, pueden contener algo de verdad pero tomados literalmente son un conjunto de falsedades. La propaganda pretende que el mito del éxito autoconstruido se tome al pie de la letra y sin crítica.

Nacido en Pretoria, Sudáfrica, en 1971, Elon fue el primer hijo de Errol Musk, un sudafricano blanco (afrikáner) y la modelo y nutricionista canadiense Maye Haldeman. Errol era un ingeniero y empresario inmobiliario millonario que, entre otras cosas, según su propia confesión, explotó una mina ilegal de esmeraldas en Zambia cuando Elon era pequeño. Todo esto ya va desvirtuando la historia creada por el jefe mayor de Tesla acerca de que todo su capital, intelectual y monetario, lo forjó solo. Lo cierto es que el primogénito de Errol nació en cuna de oro.

Es verdad que, a los 18 años, Elon, su madre y sus dos hermanos, Kimbal y Tosca, se mudaron a Canadá huyendo de los maltratos del padre y que durante ese tiempo el futuro mandamás de Tesla y su familia pasaron necesidades porque Errol les había cortado el acceso a las cuentas bancarias. Pero, en 1992, Elon se fue a Estados Unidos para estudiar Física y Economía en la Universidad de Pensilvania gracias a una beca, y de allí pasó a la Universidad de Stanford para hacer un doctorado, el cual abandonó a pocos días de inscribirse para comenzar su raid como empresario tecnológico.

El entorno

Stanford es uno de los nodos centrales del Silicon Valley, el núcleo del desarrollo tecnológico de la informática y la programación en Estados Unidos, en el norte de California. A mediados de la década de 1990, Musk se insertó en un ecosistema de innovación y negocios como no existía otro igual en el planeta. Este detalle es fundamental para explicar el éxito de tantos empresarios norteamericanos, como Bill Gates, Steve Jobs y el propio Elon Musk. Un dato que suele ser omitido por la mayoría de estos “triunfadores” en los autorrelatos sobre los orígenes de sus conquistas.

En el caso de Musk esto es especialmente evidente. Hombre de indudables y precoces talentos, tuvo que mudarse a un ecosistema empresarial y tecnológico específico para poder llegar a la cima en la que se encuentra en la actualidad. En su Sudáfrica natal eso hubiera sido imposible. Quizás hubiera podido ser un millonario más, como su padre, pero no la persona que sueña con diseñar y construir la primer nave espacial tripulada por humanos que llegue a Marte.

Ahora bien, el ecosistema que le hizo de invernadero a Musk en los alrededores de la ciudad de San Francisco había sido creado en la década de 1960 y apoyado, en buena medida, por el Estado norteamericano, como lo han demostrado la economista italo-británica Mariana Mazzucato y la historiadora estadounidense Margaret O’Mara.

Los bonos de carbono han sido una muy buena fuente de financiamiento extra para Tesla. La compañía obtiene estos bonos por las bajas emisiones de sus autos y luego se los vende a otras automotrices que siguen teniendo como eje de su negocio la venta de vehículos de combustión interna.

Hipocresía libertaria

Como suele ser habitual en el discurso libertario, en lo discursivo denostan la intervención estatal y el gasto de los fondos públicos, pero en privado son los primeros en apelar profusamente a ellos.

El 6 de diciembre de 2021, la columnista del diario estadounidense The Wall Street Journal, Joanna Stern, le realizó a Musk una entrevista por videoconferencia. El sudafricano se encontraba en la entonces reciente megafactoría de Tesla ubicada en Austin, Texas. Con poco más de 400.000 metros cuadrados, es una de las más grandes del planeta para cualquier rubro industrial que se considere y fue construida con ayuda de los subsidios que Texas le concedió a Tesla.

Aún así, en la entrevista con Stern, Musk hizo gala de su discurso anti estatista. Consultado sobre que le parecía el entonces proyecto de ley elaborado por el gobierno de Joe Biden para financiar un plan de inversión destinado a la expansión y mejora de la infraestructura nacional, Musk respondió: “Honestamente, podría ser mejor si el proyecto de ley no se aprueba, porque hemos gastado tanto dinero que es como si el déficit presupuestario federal fuera una locura”.

Luego, Stern indagó sobre el apoyo a la innovación por parte del gobierno federal estadounidense. Musk aprovechó para volver a la carga con sus muletillas libertarias: “Creo que el papel del gobierno debería ser el de árbitro, pero no el de jugador en el campo. Así que, en general, creo que el gobierno debería tratar de apartarse del camino y no impedir el progreso. Creo que hay un problema general, no sólo en Estados Unidos, sino en la mayoría de los países donde las reglas y regulaciones siguen aumentando cada año”.

La entrevistadora también tocó el tema de los subsidios gubernamentales, por ejemplo, para el desarrollo de la infraestructura que precisan los autos eléctricos como los que hace y vende Tesla. Con total tranquilidad, Musk espetó: “Literalmente, estoy diciendo que nos deshagamos de todos los subsidios”. La confianza de Musk probablemente provenía de la seguridad de que no habría repreguntas sobre el tema. Fue una pena que no se aprovechara la ocasión para consultarle sobre la planta automotriz a sus espaldas, que tanto orgullo le generaba. Los periodistas Maggie Severns, Matt Stiles y Alex Leeds Matthews revelaron en una nota (29/04/2022), en The Messenger, que para lograr que Tesla eligiera a Texas como sede de la nueva mega fábrica su gobierno le había ofreció 60 millones de dólares en beneficios, parte de los cuales salieron de los fondos escolares del distrito.

En la pelea por el sitio de emplazamiento de la mega planta, en donde también hubo otras postulantes, la que seguramente se lleva el premio al ingenio, y a la abyección, fue la ciudad de Tulsa, en el Estado de Oklahoma, que entre las dádivas ofrecidas a Tesla se encontraba pintar una estatua de siete pisos alegórica a un trabajador petrolero cuyos rasgos eran sorprendentemente familiares a los de Musk.

El periodista Jerry Hirsch de Los Ángeles Times (30/05/2015) y la ONG Good Jobs First han realizado un extenso rastreo de los beneficios estales recibidos por Musk y sus empresas.

Space X, fundada en 2002 por Musk, ha sido viable y se ha desarrollado merced a los contratos con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) y la Fuerza Aérea estadounidense (USAF por sus siglas en inglés).

La ayuda estatal es mala si es para otros

A la hora de contabilizar los fondos estatales que las empresas de Musk han ido recolectando a lo largo de su nacimiento y creación deben tenerse en cuenta modalidades y fuentes muy diferentes. Las principales son: subsidios, reembolsos, exenciones de impuestos o tasas, y los créditos de carbono.

En el caso de los reembolsos y las exenciones impositivas, algunas no van directamente a la empresa proveedora del bien o servicio, sino que se dirigen a la demanda. Eso ocurre por ejemplo con los autos de Tesla o los paneles solares de Solarcity.

En el primer caso, el Estado, a nivel local, o el federal, subsidia de diferentes maneras el precio de los Tesla como una forma de incentivar la compra de vehículos menos contaminantes. Por ejemplo, el Model Y tiene en la actualidad un precio, sin incluir impuestos y comisiones, de 42.990 dólares, pero con el crédito fiscal que aporta el estado federal y el estímulo para el ahorro de combustibles fósiles baja a 31.890 dólares, más de un 20% menos. Estas reducciones de precio, vía aportes estatales, son una manera de mejorarle el negocio a Musk, ampliándole el mercado. Más gente puede acceder a sus autos de lo que lo harían si el precio fuese más caro.

Los bonos de carbono ameritan alguna explicación previa porque son un instrumento financiero poco conocido en la Argentina y América Latina. Ellos se difundieron principalmente a partir de la Climate Action Reserve (CAR) creada en 2008 por el Estado de California, tomando como base un registro conformado siete años antes (The California Climate Action Registry) para contabilizar y promover acciones de mitigación de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero. La idea central es que las empresas bajen sus emisiones de estos gases o desarrollen productos o servicios que contribuyan a que se reduzca el efecto invernadero. A cambio, reciben del Estado unos bonos que pueden comercializar en el mercado financiero. Si una empresa no puede disminuir sus emisiones respecto a los topes fijados por el gobierno puede adquirir esos créditos de otra compañía que si lo hace y así compensar la contaminación que la primera provoca y evitar posibles sanciones.

Los bonos de carbono han sido una muy buena fuente de financiamiento extra para Tesla. La compañía obtiene estos bonos por las bajas emisiones de sus autos y luego se los vende a otras automotrices que siguen teniendo como eje de su negocio la venta de vehículos de combustión interna.

Tesla ha recibido también otros aportes estatales como se puede apreciar en el cuadro, como los 1.300 millones de dólares otorgados por el Estado de Nevada en 2013 para que Musk instalara su mega factoría de baterías. Como la cifra más que duplicaba el importe máximo que la legislación de Nevada podía otorgar como beneficio económico a empresas privadas, contabilizando subsidios directos, desgravaciones impositivas y otros instrumentos, Nevada debió cambiar su normativa al respecto para satisfacer las exigencias del sudafricano.

Otra de las empresas insignia de Musk es SpaceX. Hacedora de proezas tecnológicas como los cohetes parcialmente recuperables de aterrizaje vertical, Falcon 9. La compañía fundada en 2002 por Musk ha sido viable y se ha desarrollado merced a los contratos con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) y la Fuerza Aérea estadounidense (USAF por sus siglas en inglés). Entre ambas instituciones estadounidenses SpaceX ha recibido contratos por cerca de 5.500 millones de dólares desde su fundación hasta 2015, mientras que el Estado de Texas aportó alrededor de 20 millones de dólares para la construcción del sitio de lanzamiento de la empresa en su territorio.

Solarcity ha sido otra de las aventuras de Musk. Al igual que Tesla, la empresa dedicada a la fabricación de paneles solares, baterías eléctricas para almacenamiento de energía a gran escala y consultoría, no fue una compañía originalmente fundada por él. Solarcity fue gestada por sus primos, Lyndon y Peter Rive, en 2006, aunque Musk fue uno de los inversionistas iniciales. En 2016, el magnate sudafricano le compró a los Rive su parte y pasó a controlarla. Para entonces, Solarcity ya había sido beneficiaria de unos 126 millones de dólares provenientes del Estado de California y de alrededor de 497 millones de dólares del gobierno federal, sin contar los más de 1.000 millones de dólares aportados por Washington de modo indirecto a través de subsidios a la compra de los paneles solares como parte de las políticas de transformación de la matriz energética para enfrentar el cambio climático. En aquel momento, Musk tenía poco más del 20% de la empresa y con la adquisición de la mayoría del paquete accionario la obtención de fondos estatales continuaría. En 2017, Solarcity obtuvo aportes por cerca de 750 millones de dólares del Estado de Nueva York para que se construyera en su suelo una nueva planta de producción.

El listado anterior no incluye a otras empresas menores de Musk como NeuralinkTheBoring Company, la recientemente adquirida y rebautizada X (antes Twitter) o Starlink, que en realidad es una unidad de negocios de SpaceX.

A Starlink tampoco le faltaron ganas de hacerse con algún subsidio estatal, el problema fue que no pudo cumplir con las condiciones de prestación del servicio de Internet rural que le exigía la Comisión de Comunicaciones Federales (FCC por sus siglas en inglés) estadounidense y en 2022 le negaron los 885,5 millones de dólares a los que había postulado.

Apología del buen subsidio

En todos los casos mencionados, el Estado, en sus diferentes niveles, ha realizado aportes económicos significativos, sean en forma directa (subsidios) o indirecta (desgravaciones impositivas o subsidios a la demanda) en favor de compañías privadas sin que recibiera una parte de la propiedad de las mismas. De esta forma, cuando haya ganancias, el Estado no participará de ellas, aunque haya sido un financista gratuito fundamental de esas compañías.

Del lado empresario, y también del político, se suele esgrimir, como razón para todos estos beneficios públicos para un privado, los puestos de trabajo que generan estas inversiones, la expansión económica que conllevan y los mayores ingresos fiscales que producen. No obstante, no se ve la razón por la cual el Estado debería contribuir a incrementar aún más las ingentes fortunas personales de los dueños de las empresas beneficiarias para conseguir esos objetivos en lugar de realizar esas inversiones por sí mismo o promover a otros actores sociales sin ánimo de lucro y de perfil más comunitario, o a pymes. Así como el discurso antiestatal considera como gasto ineficiente o corrupto cualquier sobrecosto que no se destine específicamente a un bien o servicio público calificado como legítimo, de igual modo debería estimarse como inaceptable que buena parte de los fondos gubernamentales terminen engrosando la riqueza particular de un grupo de personas.

De todas maneras, tal vez lo más llamativo es esta extraña regla que se verifica en diversas latitudes, por la cual cuantos más subsidios recibe un empresario más repudia al Estado y todas sus políticas. Una actitud que se repite desde Musk, en Estados Unidos, hasta en Sudamérica con Marcos Galperín, de Mercado Libre.

La bandera de la eficiencia

La ideología empresaria suele hacer flamear la insignia de la eficiencia para justificar tanto beneficio estatal para las corporaciones privadas siendoque luego estigmatiza laayuda destinada a otros sectores de la sociedad. Una de las vías argumentativas de ese enfoque es alegar que es mejor que el Estado delegue en particulares actividades que podría hacer él mismo porque la iniciativa privada es más eficiente. Este razonamiento, en el caso de Musk y sus empresas, se emplea profusamente en la relación entre SpaceX y la NASA.

Atif Ansar y Bent Flyvbjerg, dos economistas de la Universidad de Oxford, publicaron en 2022 un estudio comparativo entre la eficiencia de la empresa de Musk y la mítica agencia estadounidense en lo que respecta a la realización y cumplimiento de misiones espaciales. La conclusión de los investigadores es que SpaceX es más eficiente que la NASA en las cuatro dimensiones que eligieron para la comparación: costos, velocidad de acceso al mercado, cumplimiento de los cronogramas y escalabilidad de los sistemas desarrollados (por ejemplo, los vectores, cohetes, de lanzamiento). En algunos aspectos las diferencias de eficiencia entre estas dos entidades son muy significativas. Sin embargo, Ansar y Flyvbjerg aclaran que el propósito de su trabajo no fue denostar al sector público y ensalzar al privado, sino mostrar las ventajas de los proyectos basados en plataformas, empleado por SpaceX; en contraposición con aquéllos orientados a los “saltos cuánticos”, tradicionalmente empleado por la NASA. Es más, los investigadores enfatizan que el éxito de SpaceX, y hasta su propia existencia, no hubiera sido posible sin la iniciativa de la NASA, tomada a mediados de la década de 2000, de impulsar enfoques distintos a los empleados por ella misma para el abordaje de proyectos complejos.

Hay otras dos cuestiones a considerar en la comparación entre la eficiencia de la NASA y SpaceX. Una mencionada al pasar por Ansa y Flyvbjerg, y la otra no tanto. La primera es que buena parte de la baja performance de la agencia espacial estadounidense en sus programas se ha debido a la tradicional aversión a los riesgos de las entidades gubernamentales, que les impide aventurarse más en estrategias de aprendizaje por experimentación previa, como habría hecho SpaceX. El tema es que frecuentemente esta aversión al riesgo proviene de la multiplicación de una cultura de la supervisión y el escrutinio sobre los entes estatales, promovida mucho más allá de los razonable por quienes son enemigos declarados de lo público bajo el argumento de la eterna sospecha de todo lo que realiza el Estado y sus organizaciones.

La segunda cuestión, es la omisión a una clara referencia a los conocimientos que la NASA ha transferido a SpaceX. Cuando Musk llegó con sus enfoques revolucionarios de gestión de proyectos y sus jornadas extenuantes de trabajo para sus ingenieros y sus cohetes, el camino ya había sido en buena medida abierto por el esfuerzo estatal de la NASA que, a su vez, aportaría dinero y recursos para que la empresa se luciera.

Las incongruencias de Musk también surgen cuando pretende que un Estado le asegure la provisión barata de litio para las baterías de sus Tesla, tal como exhibió en su apología del golpe contra Evo Morales en Bolivia, en una serie de tuits de julio de 2020.

De todas maneras, hay cierta diferencia inconmensurable entre un libertario como Musk, que hizo su fortuna aportando importantes cuotas de innovación, y las versiones tercermundistas y autóctonas que no pasan de ser un grupo de fanáticos y oportunistas. La trayectoria de Musk, como el de todos los selfmademan, lejos de exhibir el cenit de los logros de la iniciativa privada, lo que revelan al ojo observador es que no es posible lograr el desarrollo social ni las ganancias personales sin un poderoso Estado presente.

Carlos de la Vega

En el CONICET desarrollaron modelo para estudiar el cáncer de ojo pediátrico

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Especialistas del CONICET en el Hospital Garrahan y colegas de otras instituciones lograron desarrollar por primera vez un modelo preclínico y cultivos celulares primarios que reproducen la biología del retinoblastoma (el cáncer de ojo pediátrico más común) metastásico y que servirán para diseñar tratamientos innovadores que puedan curar a estos pacientes. El avance se describe en la revista Investigative ophthalmology & visual science.

La incidencia de retinoblastoma en el mundo es de 1 caso cada 17 mil nacidos vivos y en Argentina se detectan entre 40 y 45 casos nuevos por año en menores de 15 años.

El retinoblastoma se puede eliminar cuando se detecta en forma temprana y suele ser sensible a la quimioterapia. Sin embargo, el pronóstico empeora si el cáncer se disemina principalmente al sistema nervioso central: en esos casos, hasta 9 de cada 10 pacientes no logra curarse pese a la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía.

“Es imprescindible avanzar en el conocimiento de por qué se disemina el tumor, determinar los factores de riesgo moleculares que controlan ese proceso. Los modelos preclínicos que logramos generar serán útiles para evaluar nuevas terapéuticas y finalmente, encontrar nuevos tratamientos para esta población que hoy carece de alternativas”, afirma Paula Schaiquevich, líder del avance, investigadora del CONICET y directora de la Unidad de Tratamientos Innovadores del Hospital Garrahan.

Detección tardía

En los países desarrollados este tipo de tumor se suele detectar a tiempo, pero en los de ingresos medios y medios-bajos, como consecuencia del diagnóstico tardío, limitaciones en el acceso a tratamientos, factores culturales y otras variables, más de la mitad de los niños afectados se diagnostican con enfermedad metastásica, es decir, cuando el tumor se diseminó por fuera del ojo a otros órganos y tejidos.

Schaiquevich enfatiza la importancia de desarrollar un modelo preclínico para el estudio del retinoblastoma. Este tipo de cáncer, como la mayoría de las malignidades pediátricas, son enfermedades raras. “Por ello, es muy difícil realizar estudios clínicos para identificar nuevos tratamientos que incluyan un número significativo de pacientes. Al ser ‘pocos’ pacientes, se dificulta la realización de varios estudios clínicos para identificar cual sería la ‘mejor’ terapéutica. Para ello, estos modelos, como el que hemos desarrollado, son muy importantes porque nos permiten evaluar y ‘filtrar’ seleccionando los tratamientos que sean los más promisorios para que luego sí se puedan evaluar en estudios en pacientes”, puntualiza.

Investigación traslacional y clínica

Previo al estudio liderado por especialistas del CONICET no existían células tumorales de pacientes retinoblastoma metastásico que se pudiesen cultivar en el laboratorio, así como animales de laboratorio (ratones) con ese tipo de tumor en los que se puede estudiar la progresión del tumor y testear nuevas drogas.

“En este estudio, desarrollamos modelos celulares y animales con ese tipo de tumor y luego de evaluarlos, sabemos que se presentan características histológicas, moleculares y farmacológicas similares a los pacientes. Para ello desarrollamos estudios moleculares, genómicos, histopatológicos, y de pruebas farmacológicas que reflejaron un comportamiento distinto para cada modelo, pero similar a lo que ocurre en el paciente del cual obtuvimos las células tumorales”, explica Schaiquevich.

Tumores invasores

En diferentes análisis, la científica del CONICET y colegas constataron que los tumores crecían e invadían órganos y tejidos en el animal como ocurrió en los pacientes de los cuales se tomaron las células del tumor. “Son modelos confiables y reproducen la biología del tumor del paciente del cual derivan. Incluso, los estudios de laboratorio nos muestran que las células tumorales en el laboratorio responden a la quimioterapia como se observó en los pacientes”, afirma Schaiquevich. Y agrega: “Así podemos usar estos modelos para descubrir nuevos tratamientos, sean fármacos nuevos o bien aquellos que ya estén en el mercado pero que se usen para el tratamiento de otros tumores pediátricos o incluso, para otras enfermedades”.

Un aspecto muy importante del proyecto “es que generamos capacidades locales en nuestro país para la evaluación genómica y molecular del retinoblastoma y el desarrollo y caracterización de modelos preclínicos de este tumor. Las herramientas aprendidas pueden aplicarse a desarrollar nuevos modelos en otros tumores pediátricos”, afirmó Schaiquevich.

Estudios previos, liderados por la investigadora del CONICET, han permitido mejorar el tratamiento del retinoblastoma intraocular (no metastásico) en un ojo, bilateral (los dos ojos) y refractario (cuando el paciente no responde al tratamiento estándar).

Retinoblastoma

Antes, para el retinoblastoma intraocular, se administraba quimioterapia por vía endovenosa, pero los fármacos además de eliminar células cancerígenas dañaban tejidos sanos. “Con el grupo de investigación en retinoblastoma, realizamos estudios preclínicos que permitieron optimizar los esquemas terapéuticos y definir cuáles quimioterápicos usar conjuntamente en niños afectados con retinoblastoma intraocular para lograr una mayor eficacia del tratamiento y disminuir la probabilidad de eventos adversos, incluso serios que pueden poner en peligro la vida del paciente”, explica Schaiquevich. Y continúa: “Estos estudios permitieron comprobar la eficacia y seguridad de dos técnicas de administración de quimioterapia (Quimioterapia superselectiva intra-arteria oftálmica y Quimioterapia intravítrea) que se desarrollaron en Japón, Estados Unidos y en Suiza y cuyo fin era administrar la quimioterapia principalmente en el tumor para evitar efectos secundarios sistémicos (en la sangre y otros tejidos normales). Los resultados de nuestras investigaciones, descritos en revistas científicas internacionales, permitieron que el equipo de oncólogos, oftalmólogos y neurointervencionistas del Hospital Garrahan pudiesen emplear esos procedimientos y tratar con éxito a niños y niñas con retinoblastoma intraocular”.

“Contar con grupos de investigación del CONICET desde hace más de 15 años dentro del hospital ha sido muy beneficioso para aplicar terapias efectivas a los pacientes pediátricos con retinoblastoma intraocular. Este trabajo interdisciplinario permite que la ciencia ayude a resolver desafíos que enfrentamos en la clínica”, afirma Pedro Zubizarreta, médico pediatra y jefe del Servicio de Hematología y Oncología del Garrahan. Y concluye: “Los chicos y chicas con retinoblastoma metastásico tienen disminuida la posibilidad de curación. Por esta razón es necesario el desarrollo de nuevas tecnologías y posibilidades terapéuticas para este grupo de pacientes. El modelo experimental desarrollado por Schaiquevich y colegas para entender la biología de este tumor cuando se disemina pretende aportar nuevos conocimientos que contribuyan con ese objetivo”.

Modelo preclínico

El desarrollo del modelo preclínico para el estudio del retinoblastoma metastásico forma parte de una línea de investigaciones desarrolladas en el marco de un trabajo conjunto coordinado e integrado por investigadores e investigadoras, becarios y becarias del CONICET en el hospital pediátrico de referencia nacional Garrahan, en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto Leloir), especialistas de instituciones internacionales, y personal médico del Garrahan.

Los estudios se realizaron gracias a la obtención de distintas fuentes de financiamiento científico nacionales como el CONICET y el apoyo de la Fundación Natali Dafne Flexer, The Fund for Ophtahlmic Knowledge (Nueva York, Estados Unidos), la Fundación Nelia et Amadeo Barletta, la Fundación Leo Messi y el Instituto Oncológico Henry Moore.

Se abre un Centro de Energías Renovables en la provincia de Buenos Aires

El proyecto cuenta con un presupuesto de $2.400 millones de pesos y es financiado a partir del «Agregado Tarifario», un componente de la tarifa eléctrica que abonan los usuarios y usuarias de la Provincia de Buenos Aires. Los fondos de este agregado se utilizan para obras en la red eléctrica y una proporción para generación renovable. 

La obra consiste en la construcción de un edificio bioclimático con autogeneración renovable y sistema de bombeo de agua mediante la utilización de paneles solares, que funcionará como Centro de Investigación y Desarrollo.  

El objetivo es que el Centro no sea sólo un espacio formativo, sino también un lugar de pruebas y proyectos vinculados a las tecnologías de generación renovable, eficiencia energética y electro movilidad en el que la sustentabilidad es una definición transversal a todos los proyectos. Durante el evento, el presidente de la CIC, Roberto Salvarezza sostuvo: «Tenemos un gobierno nacional que está atacando a la ciencia y desfinancia nuestras universidades. Donde niegan el cambio climático, nosotros respondemos con esta obra ponderando la actividad de la ciencia y la tecnología”.

“Esta es la primera obra que se realiza en el Campus Tecnológico de la CIC en décadas y está relacionada con la ciencia, la innovación y con un tema que es central en nuestra vida contemporánea como lo es la energía”, destacó Alejandro Villar, actual Director Ejecutivo del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico y ex Presidente de la CIC. Por su lado, el subsecretario de Ciencia e Innovación Tecnológica, Federico Agüero afirmó que “el gobierno de la Provincia sigue apostando por la Ciencia y la Tecnología como un motor de desarrollo y como un área clave que hay que fomentar, desarrollar, acompañar y ayudar para que llegue a todos los sectores sociales y de la producción”.   

“Lo que estamos pensando con este centro de investigación está en las antípodas de lo que piensan desde el gobierno nacional en términos de hacía dónde va a llevar la ciencia y cuál es el rol del Estado”, concluyó Gastón Ghioni, subsecretario de Energía de la Provincia.  

En este predio se instalará además un sistema de bombeo solar y un sistema fotovoltaico para autoconsumo con conexión a la red de distribución local para la eventual inyección de los excedentes, conforme el Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública establecido por la Ley 15.325. Ambos sistemas estarán destinados a proveer agua y energía eléctrica mediante el uso de fuentes renovables para abastecer la demanda del  edificio.

Se realizó el acto de inicio de obra del primer Centro de Energías Renovables ubicado en el Campus Tecnológico de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), en Gonnet. El evento contó con la presencia del presidente de la CIC, Roberto Salvarezza; el director ejecutivo del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico, Alejandro Villar; el subsecretario de Ciencia e Innovación Tecnológica de la cartera productiva bonaerense, Federico Agüero y el subsecretario de Energía, Gastón Ghioni. 

La crisis en la producción se profundiza: se desplomaron los motores de la economía

Los 13 insumos de la construcción que mide el Indec tuvieron caídas en enero. El promedio de todos da un desplome generalizado que carece de precedentes en al menos los últimos 12 meses y que, encabezado por el asfalto, casi duplica el de diciembre: -21,7% en relación con enero de 2023A la industria manufacturera también le fue mal: bajaron 14 de los 16 sectores que releva el organismo, lo que representa una disminución anual de 12,4% en enero, la octava consecutiva desde mayo.

Es la magnitud de la recesión en que ha entrado la Argentina, algo que a los industriales les preocupa incluso más que el comportamiento de los precios, y que en gran parte de los casos se explica en el ajuste del Gobierno y en un proceso que empezó en la última parte del gobierno de Alberto Fernández: muchas empresas venían acumulando stock para sacarse los pesos de encima y ahora, ante la caída en el consumo, directamente dejan de producir.

En la construcción influye principalmente la paralización de la obra pública que dispuso el presidente, Javier Milei. “El que tiene stock lo convierte ahora en plata; lo liquida como puede, porque nadie compra”, explica Javier Madanes Quintanilla, dueño de Aluar, fabricante de aluminio que produjo en enero un 50% menos que durante el mismo mes del año pasado. Fate, su otra compañía, tuvo una baja del 35 por ciento.

La crisis ocupa gran parte de las conversaciones del mundo de la producción, que conviven a su vez con el optimismo que se detecta en el ámbito de las finanzas: la brecha cae, el Banco Central recupera reservas y baja el riesgo país. Hace una semana, en la reunión semanal de la Unión Industrial Argentina, casi no se habló de otra cosa que de la parálisis en las plantas. Ayer, la entidad fabril publicó su encuesta mensual y expone el estado de ánimo. Por primera vez desde enero de 2022, por ejemplo, más de la mitad de los consultados (53%) dice tener retrasos en al menos uno de los pagos: salarios, proveedores, compromisos financieros, servicios públicos o impuestos. Y hay un 7% que no pudo hacer frente a ninguno de ellos; es el doble que la media habitual.

Las proyecciones tampoco mejoran para febrero, sino todo lo contrario: el índice de expectativas industriales que hace la UADE, un trabajo que suele anticipar el comportamiento de la actividad porque expresa muchas veces las decisiones de los gerentes de compras, dio ese mes 38,2, bastante por debajo del 42,8 que había registrado en enero. “Si está por debajo de 50 anticipa una caída; si lo supera, viene una expansión”, explica Fausto Spotorno, coordinador del Instituto de Economía de la universidad.

Por orden de incidencia en el nivel general, los 14 sectores fabriles que bajaron son “Alimentos y bebidas” (6,4%), “Sustancias y productos químicos” (12,1%), “Maquinaria y equipo” (33,5%), “Industrias metálicas básicas” (19,3%), “Otros equipos, aparatos e instrumentos” (32,5%), “Productos minerales no metálicos” (15,6%), “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras” (24,6%), “Productos de metal” (15,2%), “Madera, papel, edición e impresión” (7,9%), “Productos de caucho y plástico” (12,1%), “Prendas de vestir, cuero y calzado” (13,9%), “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes” (12,4%), “Productos textiles” (9,5%) y “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear” (1,3%). Sólo subieron “Productos de tabaco” (14,1%), probablemente por la exportación y la producción informal, y “otro equipo de transporte” (7,8%).

Dante Sica, economista de la consultora Abeceb, que trabaja hace años con el sector industrial, anticipa para la Argentina un primer semestre complicado y, dice, una recuperación desde entonces y sólo para los sectores más dinámicos y de mayor inversión: energía, minería, agro. “Esperamos una recesión corta y profunda”, define, y agrega que a los de electrónica, línea blanca, prendas de vestir o calzado les va llevar más tiempo porque el consumo y los salarios van a seguir cayendo.

Lo anticipa un informe de Abeceb que proyecta menos ingresos disponibles para compras: los gastos para transporte, combustibles, servicios públicos y alquiler, que se llevaban 40% del salario en 2023, subieron ahora al 60%. “Hay muchas actividades sobreestoqueadas -agrega Sica-. Las empresas compraban mercadería para sacarse los pesos de encima y ahora tienen menos demanda. Es lo que pasó a Acindar: paró las plantas porque el tipo del corralón tiene acero hasta en los ojos”.

Parte del comportamiento que explica el ex ministro de la Producción se da también en la construcción. Pero ahí lo más relevante fue el ajuste que viene aplicando el Gobierno: la fabricación de asfalto, el insumo por excelencia de la obra pública, descendió 62%, más que ningún otro, y la encuesta que hace el Indec entre empresarios tampoco promete mejores perspectivas. Entre las contrastistas del Estado, el 76% piensa que la obra pública va a disminuir entre febrero y abril de este año.

En los otros insumos también hubo caídas: yeso (40,6%), hierro redondo y aceros para la construcción (38,6%), hormigón elaborado (28,6%), cemento portland (19,9%), mosaicos graníticos y calcáreos (18,5%), ladrillos huecos (18,1%), cales (12,6%), pisos y revestimientos cerámicos (,10,7%), pinturas para construcción (10,4%), grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción (9,1%), placas de yeso (7,3%) y artículos sanitarios de cerámica (3,7%).

Spotorno cree que lo que viene será duro porque los consumidores tampoco están dispuestos a gastar. “La gente sobreconsumió: como el año pasado era caro comprar dólares, ahorraron menos y destinaron recursos a otros consumos, como restaurantes”, dice, y anticipa que la recuperación no vendrá por un incentivo en la demanda sino, en todo caso, por una normalización macroeconómica.

Esa es, en realidad, una coincidencia de todo el establishment económico, y acaso el único dato alentador de la encuesta de la UIA. Mientras en 2022 la mayor parte de los consultados veía mejor que hoy a su empresa, algo menos al sector y muy mal al país, ahora la ecuación parece haberse invertido: una de cada dos espera que tanto la situación propia como la del sector y del país mejoren en el transcurso de un año.

Francisco Olivera

Empieza el montaje del tanque reflector del RA-10 en el Centro Atómico Ezeiza

Luego de su llegada desde Bariloche a Ezeiza, el tanque reflector del RA-10 fue izado hasta el nivel de la pileta del reactor. En el acto estuvieron presentes autoridades nacionales y de la CNEA. También representantes de las empresas que participan en la construcción.

El Centro Atómico Ezeiza este martes fue el escenario de un nuevo hito del desarrollo nuclear argentino. Con una enorme grúa fue izado el tanque reflector al nivel correspondiente a la pileta del reactor RA-10, para que próximamente comience su instalación.

Este momento histórico fue presenciado por el secretario de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación, Carlos Guberman; el subsecretario de Evaluación Presupuestaria, Enrique Pinedo; la directora nacional de Inversión Pública, Marina Barbeito; junto a la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis; personal del organismo que trabaja en el proyecto y representantes de las empresas nacionales que participan en la construcción del reactor. También estuvieron presentes representantes de la Secretaría de Energía de la Nación y los vicepresidentes de CONICET Claudia Capurro y Alberto Baruj.

El Ing. Nuclear Herman Blaumann, gerente del proyecto del RA-10, recibió a los visitantes con una explicación en la que señaló que «el tanque reflector es un componente crítico por su ingeniería de construcción. Allí se distribuyen los neutrones para todas las aplicaciones del reactor y después de su instalación se inicia la etapa de montaje de internos de piletas. Todo empieza a converger, no solo la obra en sí, sino también la fabricación de los elementos combustibles; el informe de seguridad para tener la licencia de para comenzar a funcionar, y el plantel de operación del reactor. De manera que nos vamos acercando a la puesta en marcha, que esperamos que pueda comenzar el año que viene”.

Blaumann mencionó también a cada empresa que contribuyó a hacer realidad este reactor, desde la que se ocupó de la obra civil hasta la que construyó una nueva subestación eléctrica para dotar al Centro Atómico Ezeiza de la potencia extra que va a necesitar no solo para el RA-10, sino para todos sus otros proyectos.

El tanque reflector del RA-10 fue fabricado por INVAP en el Centro Atómico Bariloche, desde donde fue traído por tierra hasta Ezeiza. Es el corazón del reactor junto con su núcleo y su componente más complejo. Su función será contener el agua pesada que reflejará los neutrones producidos en la reacción en cadena, así como albergar los dispositivos para aprovechar esos neutrones en las diferentes aplicaciones previstas en la instalación.

Este tanque pesa 2.540 kilogramos, tiene 2 metros de diámetro y 1,4 metro de alto. Su construcción, un proceso que demandó 32 meses de trabajo, implicó un gran desafío tecnológico que lo convierte en una pieza de ingeniería única en su tipo. Está hecho de aleación de zirconio (Zircaloy), un material que soporta la emisión de neutrones sin deteriorarse. Su diseño se definió en función de los requerimientos de los futuros usuarios del reactor y sus implicancias en cuanto a volúmenes, flujo neutrónico y condiciones de operación.

“Hay muy pocos países en el mundo que puedan generar un producto como este tanque y que fue hecho en los talleres de INVAP en el Centro Atómico Bariloche”, destacó Adriana Serquis. Antes había explicado que esto se logró gracias a un ecosistema nuclear que nació en 1950 con la CNEA “que tuvo la visión de que esta tecnología podía llegar a tener usos inimaginables, como ser aplicada para tratamientos médicos o para la detección de enfermedades complejas, como el cáncer, fines para los que hoy se utilizan los radioisótopos”, puso como ejemplo. “Todo esto requiere conocimiento, calificaciones y una experiencia que se fue conformando a lo largo de muchísimos años y de muchas generaciones. Esa capacidad que tenemos como país es única y no hay que perderla”, enfatizó.

La instalación del tanque reflector es una tarea de gran precisión y permitirá el inicio del montaje de los internos de la pileta del reactor. Una vez completado este último trabajo, se llenará la pileta y, en enero de 2025, comenzarán los ensayos preoperacionales para después continuar con la puesta en marcha.

Se espera que el RA-10 estará operativo en 2026. Para entonces, producirá radioisótopos de uso médico para el país y el mundo, así como también silicio dopado para la industria electrónica. Además, tendrá como instalación asociada el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN), donde se podrán desarrollar avanzadas técnicas de investigación útiles en los campos de las ciencias básicas, la salud y la industria. También contará con un Laboratorio para Estudio de Materiales Irradiados (LEMI), que permitirá que la CNEA amplíe sus capacidades para producir y calificar nuevos combustibles y componentes para futuros reactores nucleares experimentales y de potencia.